Rosalind Franklin

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Contenido

BIOGRAFIA.........................................................................................................................................2
MÉRITOS PROPIOS científica..............................................................................................................3
UNA REVELACIÓN HISTÓRICA............................................................................................................3
James Dewey Watson,.......................................................................................................................5
Francis Harry Compton Crick..............................................................................................................6

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BIOGRAFIA
En 1951, la joven Rosalind Franklin empezó a trabajar en lo que se convertiría en
una de las investigaciones científicas más importantes del siglo XX y que condujo
a una transformación de la medicina moderna.

Tenía 30 años cuando Franklin generó una fotografía, conocida como "Foto 51",
que fue clave para demostrar por primera vez cómo
debía ser la estructura del ADN, que hasta entonces
era un misterio.
Pero la científica británica, que murió de cáncer de
ovario en 1958 cuando tenía 37 años, nunca fue
reconocida con el premio Nobel que sus coetáneos sí
recibieron, cuatro años después de su muerte.

Franklin nació en 1920 en Londres en el seno de una


afluente y moderna familia judía.

"No era agresiva, de ninguna manera, pero le encantaba discutir las cosas",
explicó.
"Mi madre escribió una especie de memoria sobre ella en la que destacaba que
siempre fue muy lógica y muy exacta y que desde siempre, incluso siendo muy
niña, se negaba a aceptar una afirmación o una creencia para la que no hubiera
una lógica o una prueba que la demostrara como válida", dijo la menor de sus
hermanas.

Franklin estudió química en la Universidad de Cambridge, trabajó en un laboratorio


químico en el París de la posguerra y en 1951 empezó a trabajar para la
universidad Kings College de Londres ya como experta en cristalografía de rayos
X.

La cristalografía analiza la forma en que los cristales se difractan, o se dispersan


formando patrones, sobre platos fotográficos. Estos patrones pueden usarse para
entrever las estructuras moleculares tridimensionales del objeto de estudio.
Rosalind Franklin empezó a experimentar con la difracción de rayos X para
estudiar la molécula de ADN y al poco tiempo creó la icónica "Foto 51" junto a

2
Raymond Gosling, un estudiante de doctorado que colaboraba con su
departamento.

Pero además de la fotografía


, la experta registró en sus cuadernos de laboratorio mediciones y observaciones
precisas que serían decisivas para el avance de la ciencia.

Detalló, por ejemplo, las distancias relativas de los distintos elementos repetitivos
en una molécula de ADN. También anotó detalles que sugerían que la molécula
de ADN constaba de dos partes iguales y complementarias.
Trabajando independientemente Franklin hizo un progreso increíble en el estudio
del ADN, pero se sentía cada vez más incómoda y aislada socialmente en el
laboratorio de King's College en el que trabajaba.

MÉRITOS PROPIOS científica


En 1941 se graduó en Ciencias Naturales por la Universidad de Cambridge y
gracias a su entusiasmo y a las buenas acreditaciones académicas accedió a una
beca para iniciar el doctorado. Sin embargo, en 1940 Inglaterra está
inmersa Segunda Guerra Mundial y el esfuerzo bélico del país tuvo una
influencia determinante en la carrera de Rosalind. La Asociación Británica para la
Utilización del Carbón, un elemento esencial en plena contienda, le ofreció un
puesto de trabajo donde pudo investigar sobre la composición química del carbón.
Sus resultados, además de contribuir al esfuerzo bélico de su país, le
sirvieron al término del conflicto para defender su tesis doctoral.
La siguiente etapa de la carrera profesional de Rosalind Franklin se desarrolló en
Francia. En el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado, en
París, encontró en 1947 un grupo de trabajo mucho más abierto y menos
hostil con las mujeres del que había conocido hasta entonces. Bajo el liderazgo
de Jacques Méring, se familiarizó con la técnica de difracción de rayos X, de la
que se convertiría en toda una experta.
La estancia en París fue un periodo de felicidad para Franklin. Con 27 años
descubrió su pasión por viajar y desarrolló un gran amor por Francia, sus
paisajes y su gente que la acompañaría hasta el temprano fin de sus días.

UNA REVELACIÓN HISTÓRICA


Además, la sabiduría y experiencia adquiridas durante este fructífero periodo de
formación hicieron que regresara a Inglaterra convertida en una reputada
cristalógrafa. Con la ayuda de una nueva beca, en 1951 ingresó en el Laboratorio
de biofísica del King’s College de Londres, donde llevó a cabo uno de los grandes
descubrimientos de su trayectoria. Puesto que el director del proyecto redirigió
sus estudios hacia el campo de la por entonces desconocida estructura del
ADN, Franklin pudo usar sus conocimientos de cristalografía para tratar de
profundizar en los conocimientos sobre ella. 

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Lamentablemente, la gran aportación de Franklin nunca fue
reconocida. James Watson y Francis Crick, otros colegas que trabajaban en la
misma línea en el Laboratorio Cavendish, emplearon esas imágenes y parte de
sus deducciones para publicar el artículo en 1953 donde se revela la deseada
estructura del ADN, un polímero de doble hélice. Diez años más tarde, fueron
galardonados con el premio Nobel de Medicina.

Mucho se ha escrito acerca de las circunstancias que rodearon la primera


descripción de la estructura tridimensional de la molécula del ácido
desoxirribonucleico (ADN). La publicación del artículo en la
revista Nature, el 25 de abril de 1953 fue la culminación de una supuesta
carrera entre tres equipos de científicos por desentrañar las características
tridimensionales de la molécula que se creía tenía una gran importancia
en la transmisión de la herencia en todas las células eucarióticas.

Ahora esto parece de perogrullo, pero en aquellos días en los que la


computación, la tecnología y todos los avances de biología molecular
aún no habían hecho su explosiva aparición y desarrollo, la investigación
molecular se realizaba con medios que ahora nos parecerían precarios y
con una gran dosis de raciocinio e ingenio.

Al oeste del atlántico, en Estados Unidos, un grupo liderado por Linus


Pauling, quién ganó el Nobel de Química en 1954 por su “estudio de la
naturaleza de los enlaces químicos y su aplicación en la elucidación de
sustancias complejas”, estaba trabajando en el Instituto de Tecnología de
California (CalTech), en la estructura de las proteínas. En 1951 había
logrado proponer un modelo de la configuración de las proteínas
complejas en las ya famosas α-hélices, basados en los estudios
cristalográficos por difracción de rayos X sumado a la creación de
modelos físicos que apoyaban la racionalidad de su propuesta.
Publicados sus resultados, su investigación se dirigió hacia la
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comprensión de la estructura de otra gran molécula: el ácido
desoxirribonucleico (ADN).

En Inglaterra, por otra parte, Maurice Wilkins físico y biólogo


molecular, en el laboratorio de Biofísica del Kings College de la
Universidad de Londres, también estaba estudiando el ADN en esperma
de carnero y timo de ternera, también con la técnica de difracción de
rayos X.

Esta técnica permitía estudiar estructuras que estuvieran perfectamente


ordenadas en cristales, pero Wilkins había logrado aplicarla en moléculas
que no estaban cristalizadas, logrando de este modo ampliar su uso.

En 1950 presentó en un congreso realizado en Nápoles una fotografía del


ADN tomada con esta técnica.

James Dewey Watson, 

un zoólogo, biólogo molecular y genetista estadounidense, graduado de


la Universidad de Chicago y de Indiana, estaba buscando su futura línea
de estudio. Su profesor guía durante su doctorado fue Salvador
Luria, un microbiólogo ítalo americano que estaba estudiando en 1947
los bacteriófagos, virus que infectaban bacterias, junto a otros científicos
de otros centros de investigación mundial. A este grupo de científicos se
los conocía como los “Fagos” (Phagos) y creían que estaban en camino
de encontrar la naturaleza física de los genes (como los transmisores de
la herencia).

Watson quedó tan maravillado con la fotografía que Wilkins mostró en


Nápoles que quiso aprender cristalografía para estudiar el ADN, su nueva
pasión. Fue tal su impresión que posteriormente escribió “Ahora, sin
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embargo, sabía que los genes podían cristalizarse; por tanto debían
tener una estructura regular que podía desentrañar por los medios
habituales”.

A través de Salvador Luria, su director de tesis, consiguió una


autorización para hacer estudios post doctorales en el Laboratorio
Cavendish de la Universidad de Cambridge para trabajar en el estudio de
las moléculas de hemoglobina y mioglobina por cristalografía junto a
John Kendrew (Perutz y Kendrew ganarían el Nobel en 1962 por sus
estudios en las proteínas globulares).

Sin embargo su interés seguía en el ADN. Fue en el laboratorio de


Cavendish, donde conoció a Francis Crick.

Francis Harry Compton Crick 

fue un biólogo molecular, físico y neurocientífico inglés. Además fue un


gran teórico. Antes de llegar Watson a Cavendish, Crick ya había sacado
el título de bachiller en ciencias de la Universidad de Londres y estaba
realizando su doctorado en física estudiando la viscosidad del agua a
altas temperaturas.

Sin embargo, la segunda guerra mundial truncó sus estudios. Entró a


trabajar en el laboratorio de investigación del Almirantazgo, en donde
destacó en el diseño de minas magnéticas y acústicas para luchar contra
los barreminas alemanes. Luego de la guerra se interesó en la biología y
comenzó a estudiar las propiedades físicas del citoplasma en otro
laboratorio de Cambridge. A los dos años se unió al grupo de Cavendish,
liderado por Perutz y Kendrew, en el estudio de las macromoléculas y
especialmente el ADN.

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Dos equipos ingleses y uno estadounidense estaban en la carrera  para 1

describir la estructura del ADN

Rosalind Franklin era una mujer especial para su época. Nació en


Londres el 25 de Julio de 1920. Era la cuarta de cinco hijos del
matrimonio conformado por Ellis Franklin y Muriel Waley. El
matrimonio gozaba de una posición económica holgada y de este modo
logró dar a todos los hijos una educación de alta calidad.

A pesar de la oposición inicial de su padre para que ella siguiera estudios


superiores, ingresa a Cambrigde a los 18 años para estudiar química en el
Newhman College. Cabe destacar que en ese momento histórico las
restricciones de las mujeres para realizar estudios superiores eran
grandes. De hecho en algunas universidades inglesas se restringía el
número de matrículas de sexo femenino e incluso no se les otorgaban
licenciaturas o se les concedían unas nominales (que les proporcionaban
menos derechos que las licenciaturas reales). A los 22 años se graduó y
comenzó un fellowship en el Laboratorio de Química y Física de
Cambrigde, a cargo de Ronald Norris (ganador del Nobel en Química en
1967).

Rosalind Franklin nació en Londres el 25 de julio de 1920. Su padre se llamaba Ellis


Franklin (1894–1964), procedía de una familia de Polonia que se trasladó a
Inglaterra en el siglo XVIII; hizo fortuna con los negocios. Su madre, Muriel Walley
(1894–1976), venía de una familia judía religiosa y filantrópica donde algunos de
sus miembros destacaron como profesores, intelectuales y parlamentarios. Rosalind
tuvo otros cuatro hermano [2].

Realizó sus primeros estudios en Nordland Place, un colegio mixto situado al oeste
de Londres. Después lo hizo en la Escuela Lindores para señoritas en Sussex y, más
tarde, a los once años, en St. Paul Girl School, establecimiento también para
mujeres y de los pocos lugares donde se enseñaba matemáticas, física y química

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[3]. Allí mostró interés por las ciencias, el latín y los deportes, y aprendió alemán y
francés. Durante las vacaciones aprovechaba para viajar por otros países europeos.

Tras aprobar el examen de ingreso, en 1938 entró en la Universidad de Cambridge.


Cursó física y química en el Newnham College. Conoció al espectroscopista William
Charles Price (1909-1993), que después se convertiría en uno de sus colaboradores
en el King’s College.

En Cambridge se encontraba también el conocido Laboratorio Cavendish en el que


habían trabajado populares físicos de principios del siglo XX.  Este centro fue
fundado en 1868 con el objetivo de fomentar la física experimental. Fue sufragado
por William Cavendish, duque de Devonshire y descendiente de Henry Cavendish
(1731-1810), descubridor del hidrógeno. El primero en ocupar la cátedra fue Clerck
Maxwell (1831-1879) estudioso de las ondas electromagnéticas. A su muerte le
siguió William Strutt (1842-1919) quien la dejó a los cinco años. Fue sustituido por
J.J. Thompson. Entre los estudiantes se encontraba Ernest Rutherford. Hay que
señalar que la dirección del laboratorio le fue ofrecida en tres ocasiones a William
Thompson, quien la rechazó otras tantas veces [4].

Fotografía nº 51. Procede de Wikipedia (EN)

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El último año de carrera Rosalind conoció a Adrienne Weill, una refugiada francesa
que había sido alumna de Marie Curie y que logró ejercer sobre ella una gran
influencia aparte de  ayudarle con el francés [5]. Conoció también a William
Lawrence Bragg (1890-1971), que ganó el premio nobel en 1915 con su padre
William Henry Bragg, por sus contribuciones a la cristalografía de rayos X; al
cristalógrafo Max Perutz (1914-2002), y al también cristalógrafo e historiador de la
ciencia John Bernal (1901-1971). Este último fue posteriormente su director de
investigación. 

Todo esto indica que Rosalind se interesó por la cristalografía y la difracción de los
rayos X cuando atravesaban un cristal de manera que cada uno de ellos deja una
huella de identidad.  Aplicó esta técnica al estudio de la materia convirtiéndose en
poco tiempo en una reputada especialista.

Durante el mandato de Hitler en el poder ayudó a los refugiados alemanes que


huyeron a Gran Bretaña. La guerra le sorprendió en Noruega. Volvió con
dificultades a Inglaterra y logró terminar sus estudios en 1941 aunque por esa
época la Universidad de Cambridge no otorgaba el grado de licenciado a las
mujeres; lo haría a partir de 1947.

Ganó después una beca para el Laboratorio de Física y Química de la Universidad


de Cambridge bajo la supervisión de Ronald George Wreyford Norrish (1897-1978),
ganador del premio nobel de química en 1967 por sus investigaciones sobre las
reacciones químicas rápidas, quien le decepcionó por su falta de entusiasmo y su
trato. Afortunadamente la Bristish Coal Utilisation Research Association, donde se
investigaba la eficacia de las máscaras de gas, le ofreció una plaza en 1942. En
tiempos de guerra Rosalind estudió el carbón, comparó la densidad del helio  y
pudo terminar su tesis de doctorado en 1945 con el título La fisicoquímica de
coloides orgánicos sólidos con referencia especial al carbón. Vivió primero en casa de
Adrienne Weill y después se trasladó con su prima Irene Franklin. Fue voluntaria
como guardia de ataques aéreos y organizó patrullas para salvaguardar el
bienestar de las personas durante estos ataques [6].

Finalizada la contienda mundial, en 1947 marchó a París como becaria postdoctoral


al Laboratoire Central des Services Chimiques de l’Etat invitada por Jacques Mering
(1904-1973). Allí perfeccionó sus técnicas de cristalografía. Aprendió a aplicar el
método a sustancias que no eran cristales, como las orgánicas. La técnica consiste
en aplicar un haz de rayos X a una estructura e imprimir luego una fotografía con
todos los rayos que la han atravesado y que han sufrido una difracción por el
objeto interpuesto. Cada sustancia produce un patrón propio. Esto permitió
caracterizar muchos compuestos inorgánicos y estudiar su estructura íntima. En

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París fue consciente de lo que era disfrutar de la libertad lejos del control familiar.
Permaneció en la capital francesa hasta 1951. Durante esta etapa publicó más de
una decena de trabajos [7].

A su regreso a Inglaterra Rosalind recibió la beca Turner and Newall para un


periodo de tres años para trabajar en el King’s College, de la Universidad de
Londres. En enero de 1951 empezó como asociada en la Unidad de Biofísica del
Consejo de Investigación Médica que dirigía John Randall (1905-1984), un héroe
por haber inventado el magnetrón, pieza básica del radar. En ese momento
trabajaban en el estudio del ADN y la llegada de Franklin suponía una excelente
aportación. Sin embargo, al poco de llegar su posición no estaba bien definida y no
se llevaba bien con Maurice Wilkins. Rosalind tenía un carácter fuerte, Wilkins era
tímido y Randall no percibió la situación. Otros aspectos también molestaron a
Rosalind como que existiera una sala en la que se reunían los hombres para fumar,
hablar y tomar el té y en la que no se permitía el acceso a las mujeres. Trabajó muy
sola, únicamente con el becario que le asignaron, Raymond Gosling, que ya había
colaborado con Wilkins [8].

Con sus técnicas Franklin mejoró las investigaciones de Wilkins [9] y certificó la
existencia de dos estados del ADN, la A (deshidrado o forma seca) y la B (hidratado
o húmedo). Debido a las malas relaciones personales, Randall dividió el trabajo.
Franklin se encargaría de la forma A y Wilkins de la B [10].

Mientras tanto, Watson, el único biólogo entre los que estudiaban el ADN, era
consciente de la importancia que tenía conocer la estructura de esta molécula para
la genética. Parece que tenía prisa en investigar el tema y formó equipo con Crick.
Sin embargo, sus teorías necesitaban apoyarse en algo sólido como los estudios de
cristalografía. Ambos conocían a Wilkins, pero sabían que la verdadera experta era
Rosalind.

Por su lado Pauling [11] creó un modelo físico de su teoría que posteriormente los
estudios de cristalografía corroboraron. No se aceptaba un modelo sin un apoyo
matemático e imágenes de difracción de rayos x que lo sustentara. En eso andaban
trabajando precisamente Watson y Crick en el Laboratorio Cavendish.

Wilkins realizó una fotografía del ADN B en 1951 que podía sugerir la estructura
helicoidal [21]. En un principio Franklin no aceptaba que la forma A lo fuera
también. Con el tiempo obtuvo imágenes nítidas de la estructura del ADN B en
mayo de 1952 (la conocida fotografía número 51) [13]. Interpretó la estructura
helicoidal que en cada vuelta de hélice contenía unidades o bloques. Si ambos
científicos hubieran colaborado quizás la historia se hubiera escrito de diferente

10
forma. Algunos se preguntan si fue consciente de la importancia del hallazgo. La
cuestión es que dejó guardada la fotografía y los informes en un cajón [14].

En enero de 1953 Watson hizo una visita a Wilkins en el King's College. Trabajaba
en el mismo laboratorio que Rosalind. Éste, sin que lo supiera su compañera, le
mostró la fotografía 51 [15]. Era clave para deducir la estructura del ADN. El patrón
de manchas puso de manifiesto claramente que la molécula era una hélice.
Además, tanto él como Crick, tuvieron acceso a un informe confidencial de Randall
a través de Perutz. El hallazgo les orientó hacia la construcción de un modelo físico
tridimensional para ver cómo podían encajar los enlaces. Probaron modelo tras
modelo hasta que en febrero de 1953 encajaron todas las piezas del rompecabezas
según mostraba la fotografía de Franklin. Se trataba de dos espirales girando y
formando una especie de escalera de caracol. Los escalones eran las bases de las
que sólo había cuatro clases y se agrupaban por pares. Cada escalón era un par. La
forma aquí desempeña un papel vital en la manera de funcionar el ADN, porque la
doble hélice puede dividirse perfectamente y recuperar después su forma. Se había
dado el primer paso para conocer el secreto de la vida. En los sesenta lograron
descifrar, además, el código genético [16].

En 1953 Rosalind acabó aceptando que ambas formas de ADN, la A y la B, estaban


formadas por dos hélices. Escribió tres trabajos, dos de los cuales contenían un
esqueleto ADN de doble cadena. Los dos primeros aparecieron
en Crystallographica el 6 de marzo de 1953, un día antes de que Watson y Crick
completaran su modelo de ADN B. Corrigió uno de ellos que estaba en pruebas en
el mes de julio de ese año como consecuencia de haber conocido los trabajos de
los equipos del King’s College y de Cambridge. El tercer borrador, que hablaba de
la forma B del ADN, lo encontró su colega Aaron Klug, compañero en Birkbeck,
entre otros documentos. Publicó una evaluación sobre la correlación existente
entre el borrador y el tercer artículo del trío original de Nature del 25 de abril de
1953 (el de Watson y Crick, el de Wilkins y Wilson, y el de Franklin y Gosling) [17].
De esta forma puso de manifiesto la significativa contribución que Franklin aportó
al conocimiento de la estructura del ADN ante lo que manifestaba Watson en su
libro La doble hélice [18].

El 25 de abril Watson y Crick publicaron en Nature un breve artículo titulado “Una


estructura para el ácido desoxirribonucleico” [19]. En una nota a pie reconocen
"haberse sentido estimulados por el conocimiento de las contribuciones "no
publicadas" de "Franklin y Wilkins". En el mismo número se publicó otro trabajo de
Wilkins y H.R. Wilson en el que se comentaba la teoría de la difracción de rayos x
por estructuras helicoidales e incluía un diagrama poco claro de difracción de rayos
x de una fibra de DNA cuya interpretación no se ajustaba demasiado al esquema

11
teórico. Finalmente se incluía, como se ha dicho, el artículo de Franklin y Gosling
“Configuración molecular en el timonucleato sódico” en el que aparecía una
fotografía nítida y definida de desoxirribonucleico sódico de timo de ternera,
estructura B. Sin embargo, el primero de los tres estudios, de redacción más
asequible e interesante, fue el que realmente impactó en la comunidad científica
[20].

En mayo de 1953 Watson y Crick también publicaron en Nature el no menos


importante trabajo “General implications of the structure of deoxyribonucleic acid”
[21] y en 1954, en los Proceedings  de la Royal Society, ”The Complementary
structure of doxyribonucleic acid” [22].

Watson y Crick se aprovecharon asimismo de los trabajos de Erwin Chargaff (1905-


2002) que con el uso de la luz ultravioleta y la técnica recién descubierta de
cromatografía de papel, identificó la adenina, guanina, citosina y timina y que las
cantidades de adenina-timina de un lado y las de guanina-citosina, por otro, eran
idénticas. Posteriormente experimentos de Matthew Meselson (1930-), discípulo de
Pauling, con el uso de una ultracentrifugadora, confirmó las predicciones de
Watson y Crick.

En 1953 Rosalind Franklin abandonó el King’s College y se trasladó al Birbeck


College con Bernal, comunista irlandés que trabajaba con el virus del mosaico del
tabaco. A pesar de  sus formas de pensar diferentes colaboraron y determinaron
que el virus RNA, tenía una estructura helicoidal y midieron sus parámetros.
Asimismo vieron que el cilindro no era sólido sino que estaba vacío. También
estudiaron el poliovirus. Rosalind trabajó con su propio equipo financiado por el
Consejo de Investigación en Agricultura [23].

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