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HERMENEUTICA B101-1

“Introducción”

Prof. José Mendoza


Primera edición 2010

Vamos a entrar a nuestra primera clase de la materia de hermenéutica, y lo que


vamos a tener ahora es básicamente una breve introducción de lo que nosotros
estaremos haciendo. La hermenéutica, es una de las herramientas fundamentales
para poder tener un claro entendimiento de la palabra de Dios, por eso es que,
nuestro propósito es básicamente proveer al estudiante las herramientas necesarias
para que su lectura e interpretación bíblica sea contextualizada, precisa, y
consistente con todo el consejo de Dios, revelado en su palabra.

Aquí nosotros vemos tres factores básicos: que nuestra lectura e interpretación
bíblica, sea contextualizada, sea precisa y sea consistente con todo el consejo de
Dios. Y yo creo que aquí radica nuestra intención fundamental.

Al hablar de la idea de contextualizada, estamos diciendo, que tenga relación con


mis circunstancias, yo voy a estudiar la palabra de Dios, no solamente para
desarrollar un concepto académico de lo que Dios ha dicho, sino más bien para
poder descubrir su palabra, y la realidad de la palabra de Dios en mi propia vida, esa
es la idea de contextual.

Cuando hablamos de preciso, estamos hablando de que no divaguemos en cuanto


al significado de la palabra de Dios, que no tengamos un concepto o una definición
que sea torpe, que sea vacía, o que sea ajena al contenido de la palabra de Dios,
sino que nosotros busquemos una interpretación bíblica que sea precisa, que sea de
acuerdo con lo que Dios ha dicho y que sea consistente con todo el consejo de Dios.

Al ser consistente con todo el consejo de Dios, nosotros estamos diciendo que
queremos llegar a una interpretación no solamente de un pasaje particular, sino que
esa interpretación, de ese pasaje particular esté en relación con todo lo que Dios ha
dicho, y esto es uno de los temas más importantes en la interpretación bíblica. No
solamente se trata de encontrar alguna perla especial, sino cómo poder esa perla,
compararla con toda la gama de riquezas que el Señor nos ha entregado, porque el
Señor ha hablado de tal manera que hay un equilibrio en su palabra, hay una
demanda permanente en su palabra, hay algo que nosotros debemos ir conociendo.

Por eso, es que vamos a organizarnos de la siguiente manera: lo primero que vamos
a hacer es el desarrollo de un conocimiento general y práctico de los diferentes
métodos de interpretación bíblica, vamos a ver de manera general cuáles son los
diferentes métodos de interpretación bíblica; sin embargo, esto no significa que

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simplemente les vamos a dar múltiples opciones. Básicamente, aunque haremos
una evaluación de esos varios sistemas de interpretación, nuestra atención
preferente va a estar alrededor del método histórico gramatical.

El método histórico gramatical, y lo desarrollaremos más adelante, tiene que ver


básicamente, con que la palabra de Dios está desarrollada en un contexto histórico,
y las palabras están dichas de tal manera que tienen un orden y un contexto
gramatical definido, por lo tanto, el método histórico gramatical nos permite analizar
la palabra de Dios en su contexto histórico, en el momento en que se desenvolvió, y
al mismo tiempo poder analizar las palabras en su contenido gramatical y su
significado actual y correcto.

En el punto tres, nosotros decimos que un énfasis especial será puesto en el animar
a los estudiantes para que, usando las herramientas provistas en clase, puedan ellos
mismos utilizar estas herramientas en su propio tiempo devocional y ministerial, y
aquí yo quiero hacer una aclaración, porque tengo que hacer esta aclaración basado
en la experiencia de otras personas que han tomado esta misma materia. Mucho
miedo se le tiene a la hermenéutica, porque se hablan de demasiadas reglas, de
demasiados principios, y por lo tanto, yo he escuchado; “mi interés es pasar la
materia, mientras más rápido la pase, mejor”.

Sin embargo, yo quiero decirles que estas reglas y estas características que vamos
a ver aquí tienen que ser útiles para el resto de nuestra vida. Lo que queremos hacer
es de esta materia, una materia que les provea herramientas que le sirvan a
ustedes, para poder interpretar las Escrituras en su vida diaria, en su vida
devocional, y en su vida ministerial, no se trata de recibir un paquete de reglas, de
requisitos, de principios, para que luego ustedes lo desechen y luego lean la Biblia
como ustedes lo crean conveniente.

La intención de esta materia es proveerles herramientas prácticas para que ustedes


disfruten la palabra de Dios a fondo. Ésa es básicamente la intención que nosotros
tenemos a lo largo de estas 14 semanas, que podamos entender los diferentes
géneros, que podamos entender las maneras en que debemos acercarnos a la
palabra de Dios, de tal forma que a través de lo que nosotros aprendamos aquí
podamos desarrollar nuestro propio sistema de estudio bíblico.

Ahora, siguiendo las palabras de Juan Calvino, y estas palabras nos hablan
justamente de una verdadera hermenéutica, de una correcta hermenéutica, él decía,
“El verdadero significado de las Escrituras es el significado obvio y natural [que el
propio texto provee]”. Si nosotros quisiéramos decir esto es hermenéutica, esto es
hermenéutica; encontrar en la Biblia el significado que las Escrituras traen consigo;
que es obvio y que se desenvuelve naturalmente a lo largo del texto de las
Escrituras, y yo creo que esa es nuestra intención, ayudarles a encontrar ese
significado natural y obvio que el propio texto provee.

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Sin embargo, esto no es muy fácil, esta no es una tarea sencilla, ¿por qué?, porque
lamentablemente, y lo vamos a ver en un momento, son muy pocos los líderes
religiosos de nuestro tiempo que usan una sana hermenéutica, son muy pocos los
que verdaderamente están bien intencionados y preparados en su deseo de
escudriñar la Palabra y encontrar su significado natural y obvio, son muchos los que
alegorizan, son muchos los que sacan los textos fuera del contexto, son muchos los
que usan la palabra de Dios a su propio antojo y para su propia conveniencia.

Lo primero que nosotros debemos buscar, es personas que respeten el significado


natural y obvio de la palabra de Dios, y ese es nuestro desafío. Ahora, de manera
personal, el gran problema que nosotros tenemos es la falta de capacidad de
interpretación bíblica personal, muchos de nosotros somos capaces de usar
definiciones y conceptos que hemos aprendido de otros, pero nosotros mismos no
somos capaces de extraer esas definiciones y conceptos por nosotros mismos.

¿Qué sucede?, hay muchos conceptos teológicos, muchos conceptos bíblicos,


muchas definiciones de principios y reglas doctrinales que nosotros conocemos
producto de que lo hemos aprendido de otros maestros de las Escrituras. A través
de ellos, nosotros obtenemos definiciones, tenemos reglas, interpretamos la Palabra,
pero difícilmente nosotros podemos ir a la Palabra de manera personal y obtener
esa misma riqueza, es como que existe un gran vacío entre aquello que ya se ha
dicho y que se ha interpretado de la escritura, y aquello que yo puedo escarbar y el
tesoro que yo puedo conseguir con mis propias manos.

Muchos estamos acostumbrados a leer de otras personas, muchos estamos


acostumbrados a tomar conceptos de lo que otros han logrado obtener de la
Escritura, pero son muy pocos los que pueden obtener esa misma riqueza a través
de su estudio personal, humilde, pero profundo de las Escrituras en su tiempo
devocional. Por eso, es que nosotros queremos proveer un proceso metódico de
estudio y reflexión del texto bíblico a través del cual podemos aplicar reglas y
principios que facilitarán el entendimiento de las Escrituras, eso es justamente lo que
técnicamente se conoce con el nombre de hermenéutica, o sea un proceso metódico
de estudio y reflexión del texto bíblico a través del cual uno aplica reglas y principios
que facilitarán mi entendimiento de las Escrituras.

Eso es lo que nosotros estamos deseando, que la Escritura no se convierta en ese


libro lejano y difícil que nos hace siempre recurrir a otros para que nos den el
alimento bíblico ya masticado, sino que más bien, nosotros podamos ir directamente
al texto bíblico y tengamos los dientes afilados y las uñas sumamente protegidas
para poder escarbarlo con nuestras propias manos y poder sacar el tesoro que la
palabra de Dios tiene para con cada uno de nosotros.

Ese desafío está a lo largo de todas las Escrituras, esto no es algo nuevo, el Señor
quiere, nos invita en su Palabra, a que nosotros podamos escudriñarla, a que
nosotros nos alimentemos de El de primera mano, que El nos dé el alimento de su

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propia boca y que la palabra de Dios sea para nosotros como un gran tesoro y como
la miel más dulce, eso es lo que la palabra de Dios nos invita a lograr.

Y el apóstol Pablo hablándole a su discípulo Timoteo le dice con mucha claridad,


ustedes conocen este pasaje: “procura con diligencia presentarte ante Dios
aprobado como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión
la palabra de verdad”, y ustedes saben que éste es el texto lema de nuestro Instituto,
queremos presentarnos delante de Dios aprobados, que el Señor apruebe nuestra
gestión como obreros, porque no tenemos de qué avergonzarnos, porque estamos
usando con precisión la palabra de verdad.

Ahora, si nosotros queremos analizar un poco el contexto histórico que Timoteo


estaba viviendo para que el apóstol Pablo le haga este llamado, nosotros podemos
descubrir a través de la Escritura en 1Timoteo 1, si ustedes me acompañan con sus
biblias por favor, vamos a descubrir que Timoteo estaba enfrentando serios
problemas con la Iglesia debido a ciertas discusiones doctrinales que estaban
ahogando la espiritualidad de la casa de Dios.

En 1 Timoteo 1:3 al 7, nosotros aprendemos que Timoteo había sido enviado a


Éfeso con una misión especial, dice: 3 “Como te rogué al partir para Macedonia que
te quedaras en Éfeso para que instruyeras a algunos que no enseñaran doctrinas
extrañas, 4 ni prestaran atención a mitos y genealogías interminables, lo que da
lugar a discusiones inútiles en vez de hacer avanzar el plan de Dios que es por fe,
así te encargo ahora. 5 Pero el propósito de nuestra instrucción es el amor nacido de
un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera. 6 Pues algunos,
desviándose de estas cosas, se han apartado hacia una vana palabrería,
7 queriendo ser maestros de la ley, aunque no entienden lo que dicen ni las cosas
acerca de las cuales hacen declaraciones categóricas".

Como ustedes pueden notar, lo que está sucediendo en Éfeso es mucho de lo que
está sucediendo en nuestros días también, alrededor de la palabra de Dios,
alrededor del tema de la divinidad, alrededor de la teología, hay mucha gente dando
sus propias opiniones, mostrando sus propios pensamientos, y ya en el primer siglo,
ya durante el tiempo del apóstol Pablo, este problema era un gran problema para la
Iglesia, había falta de instrucción correcta, falta de acercamiento correcto a la
palabra de Dios.

En el verso 3, la invitación del apóstol Pablo es a instruir a algunos que no enseñan


o que estaban enseñando doctrinas extrañas, o sea doctrinas que no iban acorde
con la palabra de Dios, y la intención de Pablo para con Timoteo era, tú tienes que
instruir correctamente, para instruir correctamente tú tienes que conocer la palabra
de Dios correctamente, en el verso 4, nos habla de que la gente prestaba atención a
mitos, a genealogías interminables, que daban lugar a discusiones inútiles que no
lograban hacer que el plan de Dios se realice sino que desviaban a la Iglesia de su
objetivo.

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En el verso 6 dice, que algunos desviándose de estas cosas se han apartado hacia
una vana palabrería, yo creo hermanos que el gran dolor de la Iglesia no sólo del
primer siglo, de la Iglesia de Pablo, sino de la Iglesia del siglo XXI es el mismo
problema, la Iglesia se aparta hacia una vana palabrería, palabras sin sentido y sin
significado bíblico, alejados completamente de la doctrina de Dios, líderes de las
iglesias que no saben cortar con precisión la palabra de Dios, obreros desaprobados
que al final de los tiempos se avergonzarán delante de la presencia del Padre, el
verso 7 dice: “queriendo ser maestros de la ley aunque no entienden lo que dicen, ni
las cosas acerca de las cuales hacen declaraciones categóricas”.

No entienden lo que dicen, pero hacen declaraciones categóricas, y hermanos


cuánta vergüenza nosotros pasamos todos los días, cuando siervos de Dios en los
medios dan declaraciones categóricas de cosas que no entienden, ese es nuestro
problema. Por lo tanto hermanos, yo creo que el Señor está haciendo el mismo
llamado que Pablo le hizo a Timoteo, es el mismo llamado que el Señor le hace a
sus siervos que aman su palabra y que son humildes delante de él para que sean
obreros aprobados que no se avergüencen de la palabra de Dios, que usan con
precisión la palabra de verdad.

Eso es lo que el Señor está buscando, por eso Pablo contrasta al verdadero obrero
que sabe interpretar la palabra de Dios con aquellos que simplemente contienden
sobre palabras, lo cual para nada aprovechan y llevan a los oyentes a la ruina, la
hermenéutica no es contienda sobre palabras, no es cómo la interpreto yo, y como la
interpretas tú, no, se trata de aplicar la palabra de Dios a la vida, no es vana
palabrería, es poder descubrir aquello que el Señor tiene para decirnos hoy y ésa es
nuestra intención.

El apóstol Pablo utiliza una palabra muy interesante para hablarnos del carácter de
la interpretación, esa es la palabra precisión, es la palabra griega orthotomeo que
significa básicamente cortar un pedazo de tela, cortarlo de manera derecha. Pablo le
dice a su discípulo Timoteo que es de absoluta importancia que al presentarse
delante de Dios lo haga como un siervo que cuando comparte su Palabra no lo haga
de una manera superficial, torpe o inexperta, córtala con precisión.

¿Cómo puedo ser, Señor, yo un obrero aprobado que no tiene de qué avergonzarse
delante de ti?, cuando estoy usando y cortando y entendiendo e interpretando y
entregando la palabra de Dios correctamente, con precisión, ese es el llamado que
el Señor nos hace; por lo tanto, cada uno de nosotros, de los que estamos aquí, sin
importar el lugar que nosotros ocupamos en el cuerpo de Cristo, todos tenemos la
misma responsabilidad, la misma demanda personal, la demanda de usar la palabra
de Dios con precisión en nuestro ministerio como obreros del Señor, sea el lugar que
nosotros tengamos. Desde aquella persona que tiene el privilegio de ocupar el
púlpito, a aquella persona que está recibiendo a las personas o aquella persona que
está atendiendo las mesas, todos tenemos la misma responsabilidad, de que para

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ser obreros de Dios tenemos que conocer su Palabra con precisión, ese es el
llamado.

Por lo tanto, en nuestro caso hay una advertencia, y esa es la advertencia que yo
quiero poner en su corazón, un cristiano no está llamado a exponer sus propias
ideas, sino la palabra de Dios con fidelidad, el pueblo de Dios anuncia las buenas
nuevas como un mensajero que no está inventando, no está tergiversando, no está
acomodando el mensaje, sino que es fiel en entregarlo tal como fue dicho por sus
autores.

El Señor no espera de nosotros que endulcemos su mensaje, el Señor quiere que lo


entreguemos con precisión, el Señor no quiere que floriemos su mensaje, el Señor
no quiere que cambiemos el sentido de lo que Él ha dicho, el Señor no quiere que
entretengamos a la audiencia para poder después entregarle la Palabra. La palabra
de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos, por lo tanto lo
único que el Señor espera de nosotros es fidelidad en la exposición de su Palabra,
Dios no quiere que lo ayudemos, Dios quiere que seamos fieles en entregar el
Evangelio; las buenas noticias ya están escritas, por lo tanto, a nosotros nos toca
entregarlas de manera completa, de manera contextual y de manera total a la
humanidad, esa es nuestra responsabilidad.

Si nosotros somos mensajeros entonces la idea es que nosotros entreguemos el


mensaje con fidelidad, entonces ésa es nuestra intención y ése es el propósito de la
interpretación bíblica y ese es el propósito de la hermenéutica. El propósito de la
hermenéutica es ayudarnos a conocer a Dios más íntimamente para poder amarlo
por encima de todas las cosas y llegar a conocer con claridad lo que espera de
nosotros y así poder serle fieles, obedientes y útiles.

El Señor quiere que le conozcamos, y la hermenéutica son una serie de reglas que
nos permiten llegar con mayor rapidez y mayor profundidad para poder conocer a
nuestro Dios, conocerle más íntimamente, para que si yo le conozco más
íntimamente, entonces voy a poder amarlo más profundamente porque le estoy
conociendo mejor y al conocerle mejor y conocer con claridad lo que Él ha dicho
entonces voy a poder serle fiel, obediente y lo más importante voy a poder serle útil,
esa es la intención.

Porque básicamente, nosotros pensamos que la hermenéutica nos va a proveer


herramientas intelectuales y no es así, la hermenéutica no solamente son
herramientas intelectuales, la hermenéutica tiene que ver con todo el quehacer de la
vida humana, la hermenéutica tiene que ver con nuestro contexto y nuestras
circunstancias, con la manera en que nos acercamos a la palabra de Dios día a día.
Muchas personas sufren porque en sus contextos, en sus circunstancias, no saben
escuchar la voz de Dios, por lo tanto, cómo ayudarlas en medio de sus
circunstancias a buscar la voz de Dios de manera correcta y fiel, forma parte de esa
realidad.

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Entonces, cuando estamos hablando de la hermenéutica es importante por tres
factores, en primer lugar por el factor relacional, la palabra de Dios es una carta de
Dios al hombre, son las palabras de amor, es el testamento de Dios para con el
hombre, “Hoy he puesto delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal, escoge
pues la vida para que vivas tú y tu descendencia”, esto dice el Señor.

El Señor espera que a través de su Palabra nosotros le conozcamos más, la palabra


de Dios está viva, la palabra de Dios es el mismo Señor hablándonos a nosotros, por
lo tanto, la hermenéutica y el estudio de la Palabra tiene un fin relacional, tiene el fin
y tiene la intención de que nosotros le podamos conocer más, tiene un fin espiritual
también, que nosotros podamos crecer espiritualmente, que nosotros podamos
conocer sus mandamientos para obedecerle, para que podamos caminar en
santidad y de acuerdo a Su voluntad, la hermenéutica nos lleva a crecer.

El Salmo 25, solamente para ver estos pasajes que iluminen nuestra mente, el
Salmo 25: 4 y 5 dice: "Señor, muéstrame tus caminos y enséñame tus sendas.
Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti
espero todo el día".

Hay una intención relacional, hay una intención espiritual en nuestra búsqueda de
crecer en el conocimiento de Dios. Señor, yo quiero andar por tus caminos y quiero
andar por tus sendas, las sendas son las veredas más angostas, el transitar más
estrecho, a veces en los caminos de la vida en donde nosotros tenemos que buscar
la voluntad de Dios, pero el salmista lo dice no por sí mismo, no porque quiere una
respuesta, sino porque le dice: porque tú eres el Dios de mi salvación, enséñame tus
caminos, ayúdame a caminar en tus sendas, en ti yo espero todo el día.

Entonces, el deseo de interpretar la Palabra tiene que ver justamente con eso,
conocerle más profundamente, crecer más rápidamente delante de su presencia y
básicamente también hay un interés diaconal, un interés de servicio, queremos
servirle al Señor con fidelidad y conocimiento de Su voluntad; quiero servirle, quiero
ser un obrero aprobado que no tiene de qué avergonzarse y para eso tengo que
usar con precisión la palabra de verdad.

En 1 Timoteo, un pasaje que todos nosotros seguramente conocemos, hemos


escuchado predicarlo alguna vez y seguramente hemos reflexionado en el en
muchas oportunidades, en 1 Timoteo 4 a partir del verso 12, hablándole a este joven
Timoteo, este discípulo amado, Pablo le dice: 12 “No permitas que nadie
menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta,
amor, fe y pureza. 13 Entretanto que llego, ocúpate en la lectura de las Escrituras, la
exhortación y la enseñanza. 14 No descuides el don espiritual que está en ti, que te
fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio.
15 Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu aprovechamiento sea
evidente a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas

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cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los
que te escuchan".

El interés diaconal y el servicio deben partir de un profundo interés en conocer con


claridad y precisión la palabra de Dios. Ocúpate en la lectura, la exhortación,
ocúpate en la enseñanza, reflexiona, dedícate a ella, ten cuidado de ti mismo y de lo
que tú enseñas, persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la
salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan.

Nuestra fe hermanos, se basa en que Dios ha hablado, nosotros tenemos un Dios


que habla, nosotros no tenemos un Dios silencioso, nosotros tenemos un Dios que
habla y habla con claridad, por lo tanto, la característica de nuestro Dios es que el
Dios que habla dirige nuestro caminar y por lo tanto nuestra primera responsabilidad
es con la palabra de Dios.

Cuando yo conozco con precisión la palabra de Dios, entonces puedo servir con
precisión y lo que nosotros vemos en este pasaje, especialmente en el verso 16, es
que no solamente estará en juego nuestra reputación, por llamarlo así de alguna
manera, sino que en el manejar con precisión la palabra de Dios también está en
juego la vida y la salvación, no sólo de nosotros mismos sino de los que nos
escuchan.

Interesantemente la palabra salvación, no solamente tiene que ver con la salvación


de la perdición eterna, también está relacionada con salud, básicamente la palabra
salvación significa también salud, y por lo tanto, el manejo de la palabra de Dios
puede guiar en salud a nuestra congregación, esa es nuestra responsabilidad. Por lo
tanto, cuando yo estudio la palabra, yo busco estos tres factores, el factor relacional,
mi relación con Dios, el Dios que me habla; busco el factor espiritual en donde Dios
me alimenta a través de su Palabra y busco el factor diaconal en donde Dios me
guía para que yo pueda servirle a Él efectivamente.

Y nuevamente, volviendo a Pablo y a Timoteo y el drama de Éfeso, es que la Iglesia


de Éfeso, por la gran presión de la cultura contemporánea y de la filosofía griega
estaba generando sobre ellos enormes presiones de vanas palabrerías y por eso es
que Pablo tiene que hablarle con mucha precisión a Timoteo y decirle: “toda
Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir,
para instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para
toda buena obra”.

Las buenas obras y el obrero diligente, estas dos cosas están íntimamente
vinculados a mi interpretación correcta de la palabra de Dios. Mi obrar bien, y mi
servicio correcto dependen de mi interpretación de la palabra de Dios y de cuan
sumergido esté en el conocimiento directo de lo que el Señor tiene que decirnos. Así
que hermanos, esa es la exhortación a que nosotros podamos entender el valor de

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poder estudiar, a lo largo de estas semanas, y poder tener un conocimiento básico
de lo que significa interpretar la palabra de Dios.

Ahora sí, después de esta breve exhortación inicial, pasemos a una breve definición
de términos; ¿qué significa hermenéutica?, partiendo por ahí, ¿de dónde viene esta
palabra tan difícil y tan poco usada en el vocabulario contemporáneo?, bueno, la
palabra hermenéutica se deriva básicamente de Hermes, el dios griego quien era
considerado el mensajero de los dioses del Olimpo y era también considerado el
inventor de la escritura y del lenguaje, ese es Hermes, el hijo de Zeus y Gaya, del
rey, del dios celestial y la diosa de la tierra; el mensajero de los dioses, el encargado
de transportar los mensajes, conocido como el inventor de la escritura y también de
lenguaje, de ahí viene esta palabra Hermes.

Sin embargo, la palabra griega hermeneuo, de dónde viene nuestra palabra


hermenéutica, expresa la idea de explicar, traducir e interpretar; si nosotros vemos
esos tres diferentes pasajes, por ejemplo Hebreos 5:11, vamos a verlos
rápidamente para que podamos ver donde se encuentra esta palabra hermeneuo,
dice Hebreos 5:11: “acerca de esto tenemos mucho que decir, y es difícil de
hermeneuo, es difícil de explicar, puesto que os habéis hecho tardos para oír”,
entonces, la hermenéutica tenía que ver con una explicación.

En Juan 1:38, nuevamente se utiliza la misma palabra: “Jesús se volvió y viendo que
le seguían, les dijo: ¿qué buscáis? y ellos le dijeron: Rabí,(que traducido quiere decir
maestro)”, nuevamente tiene que ver con la clarificación de la palabra, que
traducido, que hermeneuo, quiere decir maestro, “¿dónde te hospedas?”, e
interpretar que es la idea básica que nosotros conocemos en 1 Corintios 12:10: “a
otro poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,
diversas clases de lenguas; y a otro, hermeneuo de lenguas, interpretación de
lenguas”.

Entonces, a través de este diferente uso de estas palabras, lo que podemos


determinar es que la hermenéutica entonces, busca determinar el significado de las
palabras mediante las cuales se ha expresado un pensamiento, es poder descubrir
cuáles son los principios y normas que han de aplicarse en la interpretación de los
libros de la Biblia, esa es la idea académica y estricta de la hermenéutica, fijar los
principios y las normas que han de aplicarse en la interpretación de los libros de la
Biblia, o sea, cuáles son las reglas, cuáles son las herramientas que yo voy a usar
para interpretar correctamente cada uno de los libros de la Biblia. No todos los libros
de la Biblia son iguales, por lo tanto, cuáles son las reglas y cuáles son los principios
de cada uno de ellos.

Ahora, junto con la palabra hermenéutica que es la regla, hay otra palabra que tiene
que ver con el uso de esa regla, con la aplicación de esa regla, y esa es la palabra
exégesis. Seguramente ustedes han escuchado esta palabra en múltiples
oportunidades, la idea de exégesis; éste es un término sinónimo para hermenéutica,

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es la palabra exegeomai, que significa: (y nuevamente lo vamos a encontrar en
diferentes pasajes); dar a conocer, en Juan 1:18; contar, en Lucas 24: 35; explicar,
en Hechos 10:8; y relatar, en Hechos 15:12 al 14.

Entonces, la exégesis tiene que ver con la intención del proceso práctico de
aplicación de las reglas y finalmente tiene que ver con el resultado de la
interpretación. Cuando yo interpreto un pasaje, la pregunta que me van a hacer es:
¿ lo has hecho exegéticamente?, o sea, ¿ lo has hecho de acuerdo a las reglas de la
hermenéutica?. Yo tengo las reglas de la hermenéutica, y las reglas de la
hermenéutica las aplico exegéticamente y por lo tanto obtengo una interpretación
exegética de la Biblia, y ahora ustedes van a ver en un momento la importancia, y
permítame clarificar aún más estas ideas.

Ésta es la hermenéutica, si ustedes ven aquí lo que hay, seguramente no lo van a


ver con mucha claridad, pero es el diseño de un reloj; es el plano de construcción,
de ingeniería de un reloj, y estas son las herramientas que se utilizan para hacer las
mediciones, para hacer de este reloj, un reloj preciso. Las reglas que se usan para el
diseño y las herramientas que se usan para diseñar un reloj es la hermenéutica, y la
exégesis tiene que ver con la construcción del reloj propiamente tal. Yo tengo las
reglas, y luego diseño a través de esas reglas, para poder hacer un reloj preciso; es
el trabajo de diseñarlo y luego el reloj el resultado propiamente tal. Es el análisis
exegético, producto de la aplicación de las reglas hermenéuticas, esa es la idea.

Entonces, en esta materia que es la materia inicial de las materias de interpretación


bíblica, nosotros vamos a ver ahora las reglas y vamos a ver un poco de exégesis,
pero más adelante en otros cursos, en otras materias vamos hablar un poco más de
la exégesis propiamente tal, del trabajo de desentrañar el significado de las
Escrituras aplicando estas reglas.

Vamos a abrir nuestras Biblias en Lucas 24. En Lucas 24, nosotros encontramos, a
partir del verso 13, a los discípulos que van camino a Emaús y se encuentran con el
Señor mientras ellos caminaban, dice el verso 13 al 15: 13 “Y he aquí que aquel
mismo día dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, que estaba como a once
kilómetros de Jerusalén. 14 Y conversaban entre sí acerca de todas estas cosas que
habían acontecido. 15 Y sucedió que mientras conversaban y discutían, Jesús
mismo se acercó y caminaba con ellos. 16 Pero sus ojos estaban velados para que
no le reconocieran. 17 Y El les dijo: ¿Qué discusiones son estas que tenéis entre
vosotros mientras vais andando? Y ellos se detuvieron, con semblante triste”.

Aquí yo quiero llevarlos al plano de la realidad de la importancia de la hermenéutica


y la exégesis, ustedes saben los acontecimientos que acababan de suceder en el
contexto histórico de este pasaje, ¿verdad?; Jesús en lo más importante de su
ministerio es llevado a la Cruz de manera sorprendente cuando todos sus discípulos
esperaban otra cosa, esto hizo que los discípulos no supieran qué hacer, huyeran en
desbandada, y lo peor de todo es que por ahí se hablaba en estos días que Jesús

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aún había resucitado para la consternación de todos ellos, que aunque habían oído
hablar del asunto, sin embargo, no lo esperaban a ciencia cierta.

El verso 14, 15,16 y 17 nos muestra que sucede con las personas alrededor de los
hechos bíblicos o de la palabra de Dios, ¿qué hace la gente?, la gente conversa, la
gente conversa y discute, y en el verso 17, Jesús entra en la conversación y
pregunta: “¿qué discusiones son estas que tenéis entre vosotros mientras vais
andando?”, la gente discute, conversa alrededor de la palabra de Dios, tiene sus
propias opiniones. A partir del verso 18,19, 20 y 21 ustedes se van a dar cuenta que
hay diferentes opiniones; en el 18 uno de ellos llamado Cleofás le dijo: oye hombre
¿como tú no sabes de lo que está pasando?, todo el mundo sabe ¿como tú no los
vas a saber?, y el verso 19 Jesús pregunta: “¿qué cosas? y ellos les responden: las
referentes a Jesús el Nazareno que fue un profeta poderoso en obra y en palabra
delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y como los principales sacerdotes y nuestros
gobernantes le entregaron a sentencia de muerte, y le crucificaron”.

O sea, hermanos, en término de los hechos todo está claro, ¿verdad?, había un
conocimiento superficial de lo que estaba pasando, ellos sabían, pasó esto, pasó
esto, pasó esto, como es que tú no sabes, todos sabemos, esto ha pasado, este era
un hombre profeta, era poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el
pueblo, pero ese conocimiento no les ayudaba, era válido pero superficial.

Entonces aún más en el verso 21 dice: “Pero nosotros esperábamos que él era el
que iba a redimir a Israel”; nosotros esperábamos, o sea, todas las personas tienen
una expectativa particular con respecto a las Escrituras, no solamente pueden
decirte los hechos, sino que puedan mostrar una expectativa: ¿sabes qué?, con
respecto a esto yo pienso, yo espero que esto sea así, que Dios actúe de esta o de
esta otra manera.

Y además de esto, dice la segunda parte del verso 21: “además de todo esto, éste
es el tercer día desde que estas cosas acontecieron. 22 Y también algunas mujeres
de entre de nosotros nos asombraron, pues cuando fueron de madrugada al
sepulcro, 23 y al no hallar su cuerpo vinieron diciendo que también habían visto una
aparición de ángeles, que decían que él vivía.”

O sea, no solamente había opiniones claras, o sea, superficiales, no solamente


había intenciones personales, sino que habían aún acontecimientos sobrenaturales.
Todo esto era conocimiento pero superficial, no había transformación en estas
cosas, no había cambio de vida, por eso es que el Señor aparece, y en el verso 25
dice: “Entonces Jesús les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer lo que
los profetas han dicho! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas
cosas y entrara en su gloria?”

Todos estos acontecimientos que la gente sabía sólo cobrarían significado cuando
se manejaba con precisión las Escrituras, ¿no era necesario?, esto es lo que los

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profetas dijeron, por lo tanto una correcta hermenéutica era fundamental en ese
momento para ayudar a estas personas en medio de sus conversaciones y dilemas,
en medio de sus discusiones, en medio de sus esperanzas, en medio de sus
dilemas con respecto a lo sobrenatural, sólo la Escritura podría proveer la llave de
una correcta interpretación, por eso el verso 27 dice: “Y comenzando por Moisés y
continuando con todos los profetas les hermeneusen,” que es la palabra
hermenéutica, “les explicó lo referente a Él en todas las Escrituras”, eso es
hermenéutica.

O sea, poder salir del plano de lo superficial, del plano de “mi propia opinión”, del
plano de mi falta de claridad con respecto a la sobrenaturalidad de los eventos que
cautivan mi mente y me dejan anonadado, y poder recurrir a las Escrituras de
principio a fin. A fin de que yo pueda tener una explicación de todo lo referente al
Señor en las Escrituras, ese es el desafío hermenéutico.

Ahora el gran problema hermanos, es que nosotros como ya lo hemos mencionado


no hacemos ni hermenéutica, ni exégesis, lo que nosotros hacemos y lo que ustedes
escuchan más continuamente, y lo que se ve en la televisión, y los predicadores más
populares y los libros más populares en nuestras librerías cristianas, lo que hacen es
eiségesis, no exégesis, sino eiségesis. Mientras la exégesis intenta encontrar la
interpretación correcta y objetiva del texto bíblico, la eiségesis busca que el texto
diga lo que el intérprete a priori y subjetivamente, está interesado que diga. O sea,
yo tengo algo en mi cabeza que quiero decirlo, entonces, voy a encontrar un texto
que me ayude a decirlo bíblicamente, eso es hacer el eiségesis. Justamente los
prefijos ex- y eis- muestran la oposición de objetivos en ambos términos; el primero
busca “extraer” el significado del texto, mientras que el segundo intenta “introducir”
un significado en el texto, vamos a verlo a través del siguiente cuadro.

Este es el texto bíblico y a través del texto bíblico yo quiero obtener el significado,
¿cierto?, voy del texto bíblico al significado. Sin embargo, en la eiségesis yo tengo el
significado y voy a ir al texto bíblico para ver dónde puedo encontrar algo que me
sirva, para encontrar eso que estoy buscando, ¿cómo lo podemos decir de una
manera más clara?, pues nosotros estamos luchando entre la imposición y la
exposición, mucho de lo que nosotros tenemos en nuestro tiempo es una imposición
sobre la palabra de Dios, una imposición del pensamiento humano sobre la palabra
de Dios.

La palabra de Dios es simplemente usada a retazos y mal cortada para poder


justificar las ideas extraviadas de muchos líderes que intentan encontrar una
respuesta, no en la palabra de Dios, sino a través de la palabra de Dios. Encontrar
algo que sustente sus propios pensamientos, no como lo que hizo Jesús ahí en el
pasaje que acabamos de ver, estos son los acontecimientos pues vamos a ir a la
Escritura de principio a fin para ver qué dice la Escritura, no era necesario que esto
sucediera así conforme a lo que la Escritura lo dice, ese es el gran dilema, son dos

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caminos completamente opuestos, uno hacia la imposición y el otro hacia la
exposición.

Permítanme ponerles un breve ejemplo, un par de ejemplos solamente para


ayudarlos. Yo voy a ser ahora un predicador eisegético en este momento, les voy a
contar; he estado pensando que voy a predicar este domingo, tengo un gran
problema pero, ¿saben qué?, yo ya tengo mi tema en la cabeza, el tema que tengo
pensado es: “La Importancia de Asistir a la Iglesia”. Me he dado cuenta que los
domingos algunos están yendo a la playa, a la piscina, a otro lugares, no están
viniendo con regularidad, muchos están faltando, entonces yo me he dado cuenta
que tengo que predicar acerca de “La Importancia de asistir a la Iglesia”.

Desde hace varias semanas estoy queriendo mostrarles la necesidad de pasar


valores espirituales de una generación a otra, me doy cuenta que muchos jóvenes,
vienen los más ancianos, pero los más jóvenes no tienen esa misma devoción, y esa
misma intención de venir a la Iglesia todas las semanas, especialmente los más
jóvenes como que una semana si y una semana no. Tengo problemas, pero ya sé lo
que quiero, quiero entonces hablar acerca de la importancia de asistir a la Iglesia y
especialmente decirle a los jóvenes que tienen que venir a la Iglesia, los padres
vienen, pero los hijos no.

Así que voy a buscar en la Biblia algo que me ayude con ese tema y miren,
sorprendentemente encontré un pasaje en 2 Crónicas, que yo creo que va a dar en
el blanco para poder dar este tema, en 2 Crónicas 27, los primeros dos versículos
dicen: 1 “Jotam tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis
años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jerusa, hija de Sadoc. 2 E hizo lo
recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Uzías había hecho;
pero no entró en el templo del SEÑOR. Y el pueblo seguía corrompiéndose".

Acá está la clave hermanos que yo estaba buscando. Miren, el rey Jotam fue un
buen rey, tanto como su padre Uzías lo había sido, excepto por una cosa: ¡Él no iba
al templo!, por lo tanto, el pueblo seguía corrompiéndose. Este pasaje cayó como
anillo al dedo para el tema que yo tenía, o sea, yo quería hablar de que debemos
asistir al templo y que las generaciones, los hijos, también vengan, y acá está el
ejemplo clarísimo que yo estaba buscando.

Entonces, lo voy a predicar de la siguiente manera, Uzías fue al templo cada


semana pero su hijo no hizo lo mismo, al final todo el pueblo se corrompió, así
también muchos de ustedes jóvenes han dejado hoy la costumbre fiel de sus padres
y no están asistiendo a la Iglesia con la misma regularidad, sí, a ti te lo digo, no
estás viniendo con la misma regularidad a la Iglesia. ¿Cuántas bendiciones Jotam
dejó de recibir por no haber asistido al templo como lo hizo su padre?, justamente
dice: y el pueblo siguió corrompiéndose.

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Por lo tanto, yo quiero hacer un llamado especial a los padres a que no caigan en el
mismo error de este rey, sino que deben inculcar el hábito de asistir a la Iglesia a sus
propios hijos, y a los hijos, a los jóvenes que están aquí, yo quiero inculcarles a
seguir la costumbre antigua y fiel de sus padres. Amén, lo aprendimos hoy.

Entonces, quedé contento, la Iglesia salió exhortada, usé la palabra de Dios, y todos
estamos felices. Sin embargo, si yo quiero hacer una exposición, lo primero que
debo hacer es ir a todo el contexto de la Escritura, al contexto histórico y al contexto
gramatical, yo debo empezar leyendo detalladamente, no solamente esos tres
versículos que leí en la primera parte, sino debo leer detalladamente el pasaje y
debo buscar entender claramente el contexto, leyendo las historias completas de
ambos reyes que están en 2 Crónicas 26 y 27; 2 Reyes 15:1-6 y del 32 al 38.

Ahora, si yo leo el contexto voy a darme cuenta que el rey Uzías fue un buen rey que
desobedeció al Señor cuando fue al templo y ofreció el incienso que sólo podía ser
ofrecido por los sacerdotes. Cuando dice que entró al templo, no que entró al templo
a un servicio, sino que él quiso ocupar un lugar indebido en el templo y fue castigado
por Dios, su orgullo y su desobediencia fueron castigados con lepra hasta el día de
su muerte.

Entonces, esta lepra me lleva a mí a pensar por qué Uzías pasó el resto de sus días
en solitario, entonces voy a Levítico, y puedo estudiar acerca de la lepra, así yo
descubro que en otros pasajes la lepra es usada como un castigo divino, en
2 Reyes, en 2 Crónicas. Entonces, si yo quiero hacer una exposición y quiero
encontrar en el texto completamente, yo puedo vislumbrar lo siguiente que es
básicamente importante.

Cuando el pasaje dice que Jotam no entró en el templo como su padre lo hizo, es
simplemente porque él no quiso repetir el error que su padre cometió al entrar
ilegalmente al templo. O sea, él no entró al templo es algo positivo, no es algo
negativo. Entonces, el sermón finalmente trata acerca de la disciplina del Señor para
con sus hijos y como El bendice a la obediencia cuando aprendemos de los errores
del pasado en vez de repetirlos; imposición y exposición.

En ambos casos hay una buena intención, pero el infierno está empedrado de
buenas intenciones y nosotros debemos ser mensajeros fieles, no creativos
solamente, y ser fieles implica ser precisos, y mucha de esta imposición se ve a
diario en muchos mensajes, en mucha literatura, en muchos devocionales que
nosotros recibimos pero que no se ajustan a la palabra de Dios y ¿por qué ya no lo
descubrimos?, simplemente porque no somos como el Señor lo fue, ¿cuánto demora
uno caminando 11 kilómetros?, una hora, dos horas, pongámosle dos horas,
digamos señores, que fueron dos horas. En dos horas dice, que Jesús explicó,
empezando con Moisés y continuando con todos los profetas les explicó lo referente
a Él en todas las Escrituras, Jesús, usó dos horas para ser preciso y mostrar todo el
consejo de Dios.

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Yo creo que esa precisión radicaba en el hecho de que Él no tenía distractivos, Él
conocía bien la palabra de Dios, podía cortar con precisión la palabra de Dios, ese
es el desafío para nuestras vidas. No se trata de escribir grandes volúmenes, se
trata de ser precisos y saber llegar a donde el Señor quiere que lleguemos
entendiendo los contextos.

Una de las grandes dificultades de nuestra generación contemporánea, es que


nuestra generación contemporánea vive de chispazos de la Palabra, este verso, este
otro verso, pero no entienden los grandes contextos de la Palabra. Si hay algo que la
Iglesia necesita, es la predicación expositiva de la palabra de Dios, que podamos ver
la intención de Dios a lo largo de todo su consejo. Cuando el Señor escribió a través
de Pablo toda una carta, ¿qué es lo que quiso decir en toda la carta?, ¿qué es lo
que quiso mostrar para que el pueblo de Dios pueda realmente nutrirse?, con
aquello, ¿qué el Señor le está mostrando?

Hemos visto que hay una diferencia entre exégesis y eiségesis, que nosotros lo
hemos llamado el peligro de la imposición vs. la exposición, pero también nosotros
tenemos que hacer una diferencia entre lo que es la hermenéutica católica vs. la
hermenéutica evangélica.

Aunque nosotros tenemos la misma palabra, nuestro acercamiento a la palabra de


Dios es básicamente distinto y nosotros tenemos que considerarlo, ya que
básicamente, estoy seguro, en nuestra gran mayoría todos venimos de ese mismo
trasfondo, y muchos arrastramos la idea de interpretación bíblica que traemos del
pasado y por lo tanto tenemos que marcar una clara diferenciación.

En primer lugar, como vemos aquí, la idea de la interpretación católica de las


Escrituras viene a través de la jerarquía católica, del magisterio, el magisterio se
encarga de recibir la palabra de Dios, dosificarla e interpretarla y llevarla a los
creyentes, los creyentes básicamente son receptores de la interpretación que la
Iglesia tiene para ellos. No hay una interpretación personal, no hay un hambre por
descubrir de manera personal la palabra de Dios. Básicamente yo lo recibo tal como
ha sido enseñado por centurias y yo creo que es así, ¿qué es lo que tú crees?,
lo que la Iglesia cree; esa es básicamente la información.

En nuestro caso, la idea es diferente, nosotros creemos que la palabra de Dios está
abierta para todos los creyentes, y a través de la guía del Espíritu Santo cada uno de
nosotros tiene acceso directo a la palabra de Dios y puede interpretarla
correctamente bajo la dirección del Espíritu Santo, y podemos comunicarla unos a
otros; pero todos tenemos acceso directo a la palabra de Dios, esa es nuestra
seguridad, aún aquello que el pastor nos dice desde el púlpito nosotros podemos
analizarlo de manera personal y llegar a las mismas conclusiones.

Ninguno de nosotros necesita de este tipo de recepción de la palabra, a través de


una jerarquía eclesiástica, más bien, de lo que se trata es que cada uno de nosotros

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tiene el mismo acceso a la palabra de Dios y todos podemos testificar de nuestra
cercanía para con ella, y esta división sucede básicamente en un momento histórico
que nosotros tenemos que aprender a definir.

Cuando Lutero en los tiempos de la reforma fue llamado a la dieta de Worms en abril
de 1521, él fue invitado a decantar en cuanto a las cosas que él había dicho con
respecto a las verdades que había descubierto en la Escritura. Y él cuando fue
interrogado, hizo una declaración final, que yo quiero compartir ahora con ustedes
para que vean desde el punto de vista histórico cuál es la diferencia.

Él dijo: “Su Majestad Imperial y sus excelencias exigen una simple respuesta. Aquí
está, llana y sin barniz: A menos que yo sea convencido de error por el testimonio de
las Escrituras (siendo que yo no pongo mi confianza en la no avalada autoridad de
papas y concilios, siendo que ellos a menudo han errado y se han contradicho), o
por la razón evidente, yo estoy de pie convicto por las Escrituras a las que yo he
apelado, y mi conciencia es tomada cautiva por la palabra de Dios, y no puedo y no
podré retractarme de nada, porque actuar contra nuestra conciencia ni es seguro ni
es posible para nosotros. Esta es mi posición y no puedo tener otra. Dios me ayude”.

O sea, él apeló al testimonio de las Escrituras directas, él no quiso oír la


interpretación de la Iglesia sino que dijo, que me lo digan las Escrituras, yo voy a
actuar conforme a lo que digan las Escrituras porque aún los papas o las
autoridades se han equivocado y se han contradicho; por lo tanto, mi apelación es
una sola, ni siquiera mi propia razón, sino lo que las Escrituras digan. Esa afirmación
es histórica y revolucionaria, y marcó un cambio radical en cuanto a la forma en que
los hombres y los cristianos se acercarían a la Palabra.

Ahora nosotros nos acercamos a la Palabra de manera personal, es el regalo de


Dios para nosotros a través de su Espíritu Santo, por eso es que nosotros
comparamos esta afirmación de Lutero con la afirmación entregada en el concilio en
1568, algunos años después, esta es una alegoría de lo que en el concilio de Trento
estaba sucediendo.

En este cuadro de un italiano, nosotros vemos aquí a la Santa madre Iglesia que
está siendo vestida en gloria nuevamente, esa es la idea de esta figura alegórica y el
que nosotros tenemos aquí es a los reformados que están siendo pisados en la
cabeza y desvestidos a través de la gloria de la Iglesia. Entonces, ¿qué es lo que
lleva aquí a afirmarse?, lo que ellos llegan a afirmar en el concilio de Trento, y quiero
que ustedes lo vean de una manera muy precisa.

El concilio de Trento declara en uno de sus acápites, el dice “…para frenar a los
espíritus petulantes, el concilio decreta, que nadie, confiando en su propia habilidad,
podrá, …en asuntos de fe y moral relativos a la edificación de la doctrina cristiana,
…trastornando las Sagradas Escrituras de acuerdo con sus propios sentidos,
presumiendo de interpretarlos contrariamente al sentido que la santa madre Iglesia,

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…a quien pertenece al derecho de juzgar el sentido e interpretación verdaderos de
las Sagradas Escrituras, …ha mantenido o mantiene; o incluso en contra del pleno
consentimiento de los Padres; a pesar de que tales interpretaciones no fueron
hechas con la intención de ser publicadas. Los que contravengan deberán ser
conocidos por las autoridades, y castigados con las penas establecidas por la ley.”

O sea, ¿qué es lo que está diciendo?, no te atrevas a leer la palabra de Dios por ti
mismo, y serás castigado, no solamente cuando intentes publicar tus ideas, sino aún
cuando esas ideas sean sólo para ti mismo, no lo intentes; la interpretación correcta
le corresponde solamente a la jerarquía de la Iglesia, por lo tanto el cuerpo de Cristo,
el laicado se convierte en un mero receptor de la verdad, dosificada por la iglesia.
¡Cuidado!, porque muchas veces nosotros llegamos a la Iglesia con este mismo
concepto, el concepto de que la verdad de la Iglesia tiene que ser entregada del
púlpito hacia nosotros.

El púlpito es fundamental, pero yo también tengo el mismo acercamiento y la misma


responsabilidad de introducirme y escudriñar la palabra de Dios, yo debo conocer e
interpretar la palabra de Dios de manera personal, es mi responsabilidad porque eso
es justamente la libertad que nosotros obtuvimos con la reforma; la libertad de poder
leer la palabra de Dios por nosotros mismos y en nuestra propia lengua; para
nuestra edificación personal, para bendición de unos con otros, para enriquecernos
mutuamente, para edificar mi vida, para servir al Señor fielmente, para poder
enseñar a otros lo que el Señor ha dicho su Evangelio, en las buenas noticias que Él
ha entregado.

Quiero terminar y ya dando punto final a esta introducción, el apóstol Pablo dice dos
cosas importantes en 2 Corintios 2:17, que yo creo que son importantes para
entender el camino que nosotros vamos a seguir: “Pues no somos como muchos,
que comercian con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de
Dios y delante de Dios hablamos en Cristo.”

Pablo no comerciaba con la palabra de Dios, para Pablo no era un instrumento de


beneficio personal la palabra de Dios, el apóstol Pablo decía, yo lo hago con
sinceridad, mi interpretación de la palabra de Dios es con transparencia, como de
parte de Dios, como que es Dios el que me invita a hacerlo y cómo que lo hago
delante de Él, así yo hablo en Jesucristo.

Esta es una clara definición de nuestra intención hermenéutica, yo quiero ser fiel, yo
no voy a comerciar con la palabra de Dios, yo no voy a ganar diciéndoles a ustedes
lo que más le guste para ganarme sus aplausos, sus amenes; yo sé cómo ganarme
sus amenes, sus aplausos y sus ofrendas. No, yo no voy a comerciar la palabra de
Dios, yo voy a hablar con sinceridad como de parte de Dios y delante de Dios yo voy
a hablar en Cristo, que es lo que Cristo quiera decirles.

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Entonces, el apóstol Pablo continua en su reflexión y dice: (2 Corintios 4:1-2) “Por
tanto, puesto que tenemos este ministerio, según hemos recibido misericordia no
desfalleceremos; sino que hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso, no andando
con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino que, mediante la manifestación
de la verdad nos recomendamos a la conciencia de todo hombre en la presencia de
Dios.”

No adulteramos la Palabra, sino que mediante la manifestación de la verdad, la


verdad se manifiesta, y por lo tanto, nosotros estamos llamados a poder escudriñar y
establecer el significado correcto de la palabra de Dios conforme al llamado de
fidelidad que el Señor nos hace. Es un llamado particular a cada uno de nosotros
para poder hacerlo con eficacia para su gloria, para que nos presentemos delante de
Él como obreros que no tienen de qué avergonzarse, que usan con precisión la
palabra de verdad.

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escrita del Ministerio Integridad & Sabiduría
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