Anónimo. Libro de Alexandre (Selección)
Anónimo. Libro de Alexandre (Selección)
Anónimo. Libro de Alexandre (Selección)
Selección y notas
María Jesús Blanco Casals
Este trabajo se llevó a cabo con la colaboración de José Manuel Tagle, estudiante de
Licenciatura en literatura de la Unidad de los Andes.
Para su realización se utilizaron las siguientes ediciones completas:
• Cañas Murillo, Jesús (1978), ed. Libro de Alexandre. Editora Nacional: Madrid, 1978.
• Casas Rigall, Juan (2004), ed. Libro de Alexandre. Real Academia Española y Galaxia
Gutenberg: Madrid, 2004.
También se utilizaron libros que antologan fragmentos del Libro de Alexandre:
• Gómez Redondo, Fernando (1996), ed. “Libro de Alexandre”, en Poesía española 1. Edad
Media. Juglaría, clerecía y romancero. Barcelona: Crítica, 1996.
• Lucía Megías, José Manuel (2012). “Libro de Alexandre”, en Andrés Amorós, ed., Antología
comentada de la literatura española. Edad media. Barcelona: Castalia, 2012.
Las notas al texto
Cuando las notas incluidas en este trabajo son tomadas, de manera literal o parafraseada, de las
ediciones mencionadas, se señala el nombre de los autores a los que corresponden las referencias con
sus iniciales: JCM para Jesús Cañas Murillo, JCR para Juan Casas Rigall, FGM para Fernando Gómez
Redondo y JMLM para José Manuel Lucía Megías. No se ha utilizado un formato de citas de mayor
especificación bibliográfica por temas de espacio, buscando siempre facilitar la fluidez de la lectura
del texto.
Con ese afán de fluidez, se ha optado por un formato a tres columnas que permite visualizar
distintas informaciones en un formato digital, sin tener que desplazarse por el documento para
consultar cada nota.
1. La primera columna incluye la transcripción de los fragmentos del Libro de Alexandre.
Siempre que es necesario, especialmente cuando se presentan diferencias acusadas entre las
versiones, se señala el manuscrito del que se toma.
2. La segunda columna incluye un glosario y, cuando es necesario, una versión parafraseada en
nuestro actual español, que no atiende al ritmo ni a la rima originales, sino solo al sentido.
3. La tercera columna incluye notas explicativas que aluden a aspectos metaliterarios
(recursos retóricos, forma, estilo) y temáticos, principalmente.
4. Se incluyen notas a pie de página que desarrollan temas que no se hacen urgentes para la
comprensión de la lectura del Libro de Alexandre, razón por la cual no se han incluido en el
espacio de visualización junto al texto, sino más abajo. Se trata, la mayor de las veces, de
notas de carácter cultural y contextual.
5. Por último, también se incluyen textos en prosa que resumen aquellos episodios
fundamentales del relato que no forman parte de la selección ofrecida. Se hace referencia a
los versos en que se encuentran tales episodios para facilitar la posterior consulta de la obra.
Este trabajo ha sido realizado como material pedagógico para uso exclusivo de la profesora María
Jesús Blanco Casals. Se prohíbe su circulación.
Introducción
El Libro de Alexandre, de autor desconocido, es la primera obra del mester de clerecía. Data
de los primeros años del siglo XIII y desarrolla la característica estrofa del mester: la cuaderna vía,
compuesta por cuatro versos alejandrinos (catorce sílabas), separados por cesura y con rima
consonante. La obra ofrece por primera vez en castellano las aventuras del gran Alejandro Magno,
probablemente el héroe de la Antigüedad que alcanza mayor difusión durante la Edad Media. Se
conserva en dos testimonios, el manuscrito O, de finales del siglo XIII o principios del XIV, y el
manuscrito P, del siglo XV.
Las fuentes
Toda obra propia del mester de clerecía romancea una fuente culta. En este caso, el autor del
Libro de Alexandre basa gran parte de su obra en el poema latino Alexandreis, de Gautier de Chatillôn,
compuesto entre 1176 y 1182, pero también consultó otras fuentes que relatan la vida del héroe
macedonio, como el Roman d’Alexandre y la Historia preelis, que conforman un amplio árbol de
testimonios literarios que derivarían de la biografía de Alejandro Magno atribuida al pseudo-
Calístenes, probablemente un general de su ejército. Es de gran interés profundizar en la manera en
que el autor castellano modifica sus fuentes de acuerdo con sus intereses y necesidades de expresión.
2a “Fermoso implica la
utilización de unas técnicas
poéticas, de unos colores
rethorici. Es una de las bases de
la oposición entre el trabajo de los
juglares y el de los clérigos”
(FGR).
1
“El tema de los prodigios en la naturaleza indicativos de la producción de un suceso extraordinario se halla bastante extendido en la literatura medieval
(…). Responde, en líneas generales, a la concepción armónica y organizada del universo existente en la época. El universo era considerado como un todo
compuesto por una serie de partes, perfectamente relacionadas entre sí, que se reflejan unas a otras y que se organizan jerárquicamente a partir de la idea
de Dios (…). Si en el plano del hombre se produce un suceso extraordinario, en el plano del mundo se desencadenan una serie de prodigios que reflejan el
acontecimiento” (JCM).
Luego del nacimiento del “prínçep’ Alexandre” (O 6a) con los signos prodigiosos que en el mismo ocurrieron, recaen
pronósticos sobre el recién nacido (“¡Este niño concerrá las indïanas gentes!” [Este niño conquistará los pueblos más
orientales], 13b). Tras suponer unas dotes físicas extraordinarias, el autor se detiene en la educación que recibe el infante;
Alejandro no solo será el mejor caballero del mundo por su fuerza, sino por haber recibido la mejor educación, de boca de
Aristóteles (JMLM). A los catorce años asume la vergüenza que vive el pueblo griego, sometido al dominio persa de Darío2
(22b: “tributarios del rey de Babilón”). El deseo de reparar tal deshonra orienta ya su futuro conquistador: “iré conquerir Asia
e con Darío lidiar” (O 25b). Es tanta su tristeza que enferma de pesar. Su maestro, “don Aristótil” (O 33b), le pregunta por las
razones de su melancolía (FGM).
2 Darío III, último rey del imperio persa. Con su muerte, Persia perdió su independencia hasta la época de los sasánidas.
3 La relación entre el discípulo y el maestro se caracteriza por la humilitas. Cfr. 49ab.
40 Entiendo bien gramática, sé bien toda natura, 40a Domino la gramática y sus partes. 40a “La gramática latina es
la llave de las artes
bien dicto e versifico, coñosco bien figura, dicto: compongo. Figura: figuras retóricas. liberales: solo el correcto
conocimiento de la lengua
de cor sé los actores, de libro non he cura; 40cd conozco los autores de memoria, así
de cultura permite acceder a
que no tengo necesidad de libros / pero de
saberes específicos” (JCR).
mas todo lo olvido, ¡tanto he fiera rencura! todo esto me olvido, ¡tanto es mi fiero
resentimiento! 40c El estudio de la
gramática también
implicaba el estudio de los
41 Bien sé los argumentos de lógica formar,
dobles: capciosos, falaces. autores clásicos como parte
los dobles silogismos bien los sé yo falsar, esencial del comentario de
falsar: desmentir, refutar. textos (denominado como
bien sé yo a la parada a mi contrario levar; a la parada: a la conclusión.
enarratio poetarum). Una
serie de autores clásicos
mas todo lo olvido, ¡tanto he grant pesar! conformaban el canon
literario que brindaba el
modelo idiomático latino
(Cicerón, Salustio, Horacio,
42 Retórico só fino, sé fermoso fablar, Virgilio, Catón y Estacio,
pagar: agradar. por mencionar algunos).
colorar mis palabras, los omes bien pagar,
42cd (sé) torcer la argumentación en
sobre mi adversario la mi culpa echar; contra de mi adversario, / ¡pero por
mas por esto le he todo olvidar. toda esta situación me olvido de todo!
43 Aprís’ toda la física, só mege natural, 43a Aprendí toda la medicina, soy
médico talentoso.
coñosco bien los pulsos, bien judgo orinal;
bien judgo orinal: sé examinar la
non ha, fueras de ti, mejor nin ome tal; orina.
mas todo non lo presçio cuanto un dinero val’. 43d ¡Pero por todo esto no doy ni
un peso!
44 Sé por arte de música por natura cantar; 44a Soy buen músico, tanto por
estudio como por condiciones natas. 44b – 44d Nótese el
sé fer sabrosos puntos, las bozes acordar, juego de palabras: los
44b Sé componer bellamente y las puntos de la música no le
los tonos cómo enpieçan e cómo deven finar; voces concertar. pueden un punto
confortar (FGR).
mas non me puede todo esto un punto confortar. puntos: notas musicales
47 Non seriá pora rey vida tan aontada, 47a No sería digna de un rey 47 En esta estrofa se
una vida tan vergonzosa. explicita el nuevo propósito
terniáme por mejor en morir muert honrada;
de la vida de Alejandro, que
mas, si tú lo vïeres por cosa aguisada, aguisada: conveniente paulatinamente marcará la
transformación del héroe.
contra Poro e Dario iré una vegada”. vegada: vez
puede caer en grant ocasión toste e rafez. toste e rafez: rápido y fácilmente
que es grant liviandat e non faze provecho. 59d porque es gran frivolidad y no
hay en ello provecho.
4Estas admoniciones contra las mujeres, de carácter refranesco, arrancan del Eclesiástico y tienen una amplia difusión en la Edad Media. La misoginia
es uno de los temas que abordaremos en esta asignatura.
60 Fijo, a tus vasallos non les seas irado,
nunca comas sin ellos en lugar apartado,
nunca sobre vida non seas denodado; 60c nunca, por nada del mundo, seas
cruel.
si tú esto fizieres, ser´d’ellos amado.
Antes de iniciar la conquista de Asia, Alejandro extiende su poder sobre Grecia y, así, tras someter Atenas, conquista
luego Tebas. El autor se entretiene en largas digresiones, como la relativa a la imago mundi de las coplas 276-2945, en la que
se mezclan variadas fuentes: “lo uno que leyemos, e lo otro que oyemos, / de las mayores cosas recabdo [recabdo: noticia] vos
daremos” (281cd). Alejando nombra un consejo formado por “doze pares” (320b). La contemplación de Troya mueve al rey a
pronunciar ante los griegos un “sermón” (762a) con las principales gestas de la materia troyana y de sus héroes; Alejandro
quiere inculcar en sus tropas el ardimiento de sus “bisavuelos”, que “por una mala fembra, que se lexó forçiar / sufrioron tal
lazerio cual oyeste contar” (768). Poco antes de enfrentarse con Darío, Alejandro enferma gravemente, causando turbación en
su hueste. Confía en su físico Philipo y cura con rapidez. Los encuentros de armas se preceden de oraciones y arengas (962-
974) y de una curiosa digresión, que corresponde a una écfrasis: las “estorias” dibujadas en el escudo de Darío (989-1001). A
los persas se les hace creer que Alejandro huye y atacan en desorden, dividiéndose, lo que da pie a una cómoda victoria del
macedonio. Darío “passó’ a Éufrates, fues’ pora Babilón” (1075d). Luego se nos relatan una serie de cortesías de Alejandro
con la madre y la esposa de su enemigo. Se suceden las conquistas de Sidón y de Tiro y las campañas de Egipto, Libia y
Etiopía. Alejandro se dirige contra Babilonia, donde Darío ha reunido un ejército aún más numeroso. Un repentino eclipse
despierta temor entre los griegos, deshecho por las explicaciones del maestro Aristánder. Muere la madre de Darío y el episodio
se adorna con las “estorias” bíblicas que “Apelles el ebreo” (1239a) pintó en su sepulcro (1240-1248) en una nueva escena de
écfrasis. Darío, enterado de las exequias con que Alejandro ha honrado a su madre, le propone las paces y le ofrece a su hija.
El macedonio rechaza esta oferta y se dispone para el combate, siendo avisado por un espía de la “fuerte çelada” (1345d) con
que Darío le aguarda: estaban “las carreras senbradas / de clavos de tres dientes” (1346ab) para matar a los caballos. La batalla
se narra con gestas singulares y prodigiosos golpes de armas. Son episodios muy cercanos a la materia caballeresca.
5 Se trata de la exposición de un mapamundi; la descripción general del mundo y de Asia en particular. Varios críticos juzgaron que las digresiones del
Libro de Alexandre entorpecían la sucesión de episodios que forma el hilo argumental de la narración, sin embargo, es fácil probar que forman parte
consustancial del relato. El autor es consciente de la utilidad de estas digresiones: “La materia lo manda por fuerça de razón / havemos nos a fer una
desputaçion”, afirma en 276ab (“La materia aboca por lógica / que hagamos una digresión”). Además, estos episodios tienen un carácter externo (de cara
al lector) y otro interno: externamente, comunican al lector información útil para aumentar su caudal de conocimientos, gesto muy propio de la vocación
clerical del texto (cfr. verso 1c) y que lo convierte en un verdadero compendio del imaginario de la época. Por otro lado, desde un punto de vista interno,
las digresiones sí son un aporte a la estructura del relato. En particular las estrofas dedicadas a la imago mundi se incluyen cuando comenzarán las conquistas
que llevarán a Alejandro Magno a tener hegemonía sobre el mundo conocido. Esta digresión, entonces, presenta el campo de acción del personaje, muestra
cómo es ese mundo que el héroe conquistará (JCM).
[Ms. P 1364-1372]
1364 De la parte de Dario, entr’esa gent tanta, 1364a Entre el bando de Darío
diol’ por medio la boca al parlero loçano: parlero loçano: soberbio hablador
non tragó peor hueso nin moro ni cristiano. nin moro ni cristiano: nadie
1372 Geón perdió las bafas, que era mal colpado, bafas: fanfarronerías 1364-1372 Compara esta
mal colpado: malherido aventura de Alejandro con
si li pesó o non, fue luego derrocado; las que enfrenta el Cid. ¿Qué
podemos concluir de las
fue todo fecho pieças, en las lanças alçado: diferencias que se presentan
1372d en verdad os digo que me
en ambas obras?
por verdat vos dezir, de tal colpe me pago. alegro de tal golpe.
Se relata la penosa huida de Darío, capaz aún de dar ánimos a los pocos que han sobrevivido: “Non vos vençió esfuerço,
mas vençióvos ventura” (1449a). Alejandro se encamina a Babilonia, descrita en una larga digresión (1460-1533), que incluye
un lapidario6 (1468-1492). Al recibimiento apoteósico, siguen promulgaciones, legislativas y ordenanzas militares. La
persecución de Darío le lleva hasta Bactra, ya en las regiones de la India. El emperador persa intenta formar un tercer ejército,
pero “çerca trayé de sí qui lo avié de matar” (1647a). A fin de entregarlo a Alejandro, Nabazanes y Bessus aprisionan, con
traición, a Darío, que intentaba suicidarse (1703-1709). Alejandro, movido por la piedad, quiere liberarlo (“caernos ha a todos,
su muerte en grant viltança” [viltança: vileza], 1731d), encarnando así la defensa de la lealtad: “ca el traïdor omne es de mala
natura, / non ha entre los omnes tan mala crïatura” (1737cd). Cuando Narbazanes y Bessus divisan a Alejandro, matan a Darío,
a quien Alejandro dedica un planto (1777-1789). Apeles dibuja en su sepulcro un mapamundi (1792-1802). La escena culmina
con consideraciones del autor sobre la vanidad de este mundo (1805-1830). Es un pasaje que sirve para enmarcar la posterior
soberbia del macedonio: los griegos quieren ya regresar “a su casa de grado” (1831c), pero Alejandro no lo va a consentir,
movido por su deseo de dominar a Persia (1846) y de apresar a los asesinos de Darío (1851). Avanza sobre Yrcania (1860),
donde encuentra a las amazonas, cuya reina, Talestris, le solicita un don: “aver de ti un fijo… non avrá en el mundo de linage
su par” (1886bc), a lo que Alejandro accede. Conseguida la venganza por la muerte de Darío, un sabio, “buen omne”, en un
discurso al macedonio censura su excesiva ambición y anticipa con precisión los pasos errados del héroe: “Quieres mucho
sobir, avrás a deçender; / quieres mucho correr, avrás tú de caer” (1924ab). Tras la pacificación de Persia, donde deja como
rey al hijo de Darío, Alejandro “por ir veer a India” se decidió a “buscar al rey Poro” (1946ab). Antes, ocurren sus bodas con
Rosana, la hija de Darío.
6Catálogo descriptivo de piedras, común en la Edad Media, en que, junto con exponerse las cualidades físicas de las piedras, se destacan sus propiedades
mágicas y curativas, en una interesante mezcla de ciencia, medicina y magia.
1951 Tiempo dulçe e sabroso pora bastir casamientos, bastir: arreglar 1950-1954 Los mayos (1651c) son
canciones para recibir la
porque lo tenpran las flores e los sabrosos vientos: tenpran: templan primavera, de honda pervivencia
en el folklore. Las triscas (1952c)
cantan las donçellas suyos mayos a conventos, a conventos: a coro aluden a una danza tradicional de
mujeres casadas, cuya coreografía
fazen unas a otras buenos pronunçiamientos. pronunçiamientos: réplicas líricas
de saltos busca propiciar la
germinación del cereal y, en el
ámbito de las nupcias, se convierte
en rito de fertilidad.
1952 Caen en el sereno las buenas ruçiadas, ruçiadas: rociadas
Todo este episodio responde al
entran en flor las mieses, ca son ya espigadas, principio compositivo de la
amplificatio, que se aprende con el
fazen las dueñas triscas, en camisas delgadas:
estudio de la retórica.
estonçes casan algunos que después se mesan las barvas. se mesan las barvas: se arrepienten.
1956 A menos que supiésedes sobre qué fue la cosa, 1956 El autor actúa como un
gramaticus ante sus
bien podríedes tener la razón por mintrosa, discípulos; comenta el texto
como si tuviera que glosarlo.
mas quiérovos dexar toda la otra cosa,
descobrirvos he el testo, enpeçarvos la glosa.
1957 Quiérevos brevement dezir el brevïario, 1957 El autor teme desviarse
de la materia narrando las
non vos quiero de un poco fer luengo sermonario: bodas de Alejandro y
Rosana y se disculpa con
quiero casar el rëy con la filla de Dario, estas fórmulas de
comentarista de texto.
con Risane la genta, fenbra de grant contrario. la genta: la hermosa.
andavan las carreras de conducho pobladas: 1958b andaban las carretas llenas de
manjares.
sedién noches e días las mesas aguisadas, sedién: estaban.
El matrimonio del héroe, como en los relatos caballerescos, marca el principio de su decadencia. Su primera decisión
es de gran torpeza: manda a matar a los leales Clitus y Hermolaeus. Después acomete la ansiada invasión de la India. Tras una
primera victoria sobre Poro, se lanza a perseguirlo en un recorrido repleto de sorpresas y de maravillas, como las sierras
Caspias, donde yace una comunidad de judíos castigados por Dios (2101-2116), los palacios de Poro (2119-2142), el
enfrentamiento con alimañas de diversa naturaleza: serpientes de varias clases, “mures granados” (“ratones gigantescos”,
2166a), “puercos de los cañaverales” (2168a), otros como “conejos” (2176a), “murçiélagos” (2176c), y hasta monstruos (2179-
2184). Tras tantos “lazerios” (“sufrimientos”, 2185a) logran encontrar al ejército de Poro.
2190 El rey Alexandre ya los querié ferir,
mas enviól’ Poro una razón dezir: una razón: un mensaje.
sobrançaría: soberbia
por ende avié dicho tan grant sobrançaría.
¡se fussen los escudos de favlar aguisados, 2203cd ¡Si los escudos supieran hablar,
ellos podrían contar noticias ciertas!
ellos sabrién dezir los çerteros mandados!
2204 Furon tod’as yentes de los golpes quexadas, 2204abc Todas las gentes se asustaron
con los golpes / y gritaron con fuerza
metioron grandes bozes ambas las albergadas, ambos campamentos / sus voces casi
llegaban al cielo y llenaban los valles.
querién sobir al çielo, enchién las vallejadas,
andavan por los montes las bestias espantadas.
2205 Fue con las grandes bozes Poro mal engañado, 2205ab Poro se confundió con el
vocerío / y se giró a ver a su ejército.
tornó, que cataría contra’l so fonsado;
Alexandre por griegos non ovo nul cuidado.
de cuesta: por el costado.
¡Travessólo de cuesta! ¡Fue Poro derribado!
Poro, sin embargo, vuelve a avisarle contra la soberbia: “alto estás agora, en somo del clocher [“campanario”] / non
seas segurado que non puedas caer” (2213bc). Sigue la conquista de la ciudad Sudraca, donde Alejandro es herido de
gravedad. Su curación vuelve a intensificar la naturaleza prodigiosa del héroe. Casi sin restablecerse, Alejandro anuncia
nuevos y desmesurados proyectos (“buscaré los antípodes, quiérolos conquerir”, 2293b), en un discurso que hace patentes su
ceguera y su soberbia, y que despierta duras críticas en sus tropas. Sin embargo, con su elocuencia (“Respondióles fermoso,
ca era bien lenguado”, 2282c) logra convencerlos para que le sigan y “fueron a poca de ora en alta mar entrados” (2299a).
Alejandro se mueve por afanes de conquista y conocimiento (“cosas sabrán por nos que non serién sabidas: / ¡serán las
nuestras nuevas en cántigo metidas!” [Gracias a nosotros se sabrán cosas que no se sabían: ¡nuestras hazañas serán materia
de cantares!], 2291cd); aunque, desde la victoria sobre Poro, la aventura como viaje de descubrimiento está en primer plano,
también aflora la ambición del conquistador.
2305 Una fazaña suelen las gentes retraher, fazaña: historia 2305 Es necesario matizar
7 la total oposición entre el
non yase en escripto, es malo de creer, mester de juglaría y el de
yo non ý de qué fer: yo no tengo clerecía. ¿Puedes notar en
si es verdat o non, yo non ý de qué fer, nada que ver con ello. esta estrofa cómo la
maguer non la quïero en olvido poner. escritura se alimenta de
maguer: aunque
usos juglarescos?
Miniatura del Roman d'Alexandre, Oxford, Bodleian Library, ms.264, fol. 50r.
Iluminado por Jehan de Grise y su taller, 1338-1344.
7Sin embargo, el descenso de Alejandro a los mares en una caja de vidrio, sí está narrado tanto en el Roman d’Alexandre como en la Historia de preliis.
Es probable que el verso se refiera solo al Alexandreis de Chatillôn, fuente en la que efectivamente el episodio no está, y que el autor castellano
construyera el relato de memoria, sin tener a mano las fuentes en que sí se recoge esta aventura (JCR).
2308 Fue de buen betubne la cuba aguisada, betubne: betún
que fundir non se podiesse e estoviesse colgada. 2308d que no se pudiera hundir
ni quedar colgada.
2312 Non bive en el mundo ninguna crïatura 2312ab No hay ninguna criatura en la 2312-2313 Lo que
tierra / que no tenga en el mar una forma contempla Alejandro es
que non crïa la mar su semejante figura; semejante. una representación
“figurada” de las
traen enemistades entre sí por natura, relaciones humanas.
los fuertes a los flacos danles mala ventura.
Dizen que ende fueran presas e sossacadas, 2313cd Dicen que a su imagen fueron
tomadas y urdidas, / y fueron después
fueron desent acá en el sieglo usadas. empleadas acá en nuestro mundo.
2314 Tanto se acogían al rey los pescados se acogían: se acercaban.
2315 Jurava Alixandre por el su diestro lado jurar por el diestro lado: jurar en
verdad.
que nunca fue de omnes mejor aconpañado;
de los pueblos del mar tóvose por bien pagado.
¡Contava que avié un grant inperio ganado!
El autor se refiere directamente al pecado que comete Alejandro (“quiero de su sobervia un poquillo fablar”, 2324b),
que le asemeja a “Luçífer” (“nunca mayor sobervia comedió Luçífer”, 2327d). La Natura, quejosa de la curiosidad sin límites
del héroe macedonio, desciende a los infiernos para “su pleito recabdar” (“lograr su objetivo”) y meter al rey Alejandro en
“mala carrera” (“mal camino”, 2333cd). La ocasión se aprovecha para ofrecer una larga descripción del infierno: “es dubdo e
espanto solo de començar” (“solo comenzar infunde miedo y espanto”, 2334d), que va de 2334 a 2424. Don Satanás se siente
también amenazado por la ambición de Alejandro y reúne a su “conçejo” ante el que expone el peligro de que el soberbio héroe
incluso quiera conquistar el inframundo: “tollernos ha las almas, esto non puede fallir / robarnos ha canpo e nol’ podremos
nozir” (2442cd). La corte infernal, aterrada, no es capaz de dar ninguna respuesta, pero se levanta la “Traiçión” y revela que
ha acordado con Antípater, su ayudante, el envenenamiento del rey. Mientras, el infatigable Alejandro proyecta nuevas
conquistas y encuentra prodigios en su rumbo: primero, “falló el avezilla que Fenis es llamada” (2475a), después, el palacio
de Febo y de Diana en una isla, en la que un “buen omne” muestra a Alejandro dos árboles, el del sol y el de la luna, que le
vaticinan su incierto final y se niegan a revelarle la identidad del traidor: “Rëy, dixo’l árbol, si fuesses sabidor, / fariés
descabeçar luego al traedor: / el astre del fado non avrié nul valor, / avriá grant rancura de mí el Criador” (“Rey, dijo el árbol,
si lo supieses, enseguida harías decapitar al traidor: / el destino marcado por el hado no tendría ningún valor / y el Creador se
ensañaría mucho conmigo”, 2493). Es entonces cuando decide ascender a los cielos, elevado en “una casa de cuero” (P 2498a)
de la que tiraban dos grifos hambrientos.
dezir el Paternóster por mí una vegada, vegada: vez. 2675 El colofón del
manuscrito O presenta a
a mí faredes pro e vós non perderedes nada. a mí faredes pro: me causaréis
Juan Lorenzo como
beneficio
probable copista del
manuscrito o de su
modelo (escrevir, en la
[Ms. O]
época, designa el acto de
2675 Se quisierdes saber quien escrevió este ditado ditado: composición poética. copiar y no de componer
una obra).
Johan Lorenço, bon clérigo e hondrado,
de mañas bien temprado: bien Por otro lado, el
natural de Astorga, de mañas bien temprado, dotado de habilidades. manuscrito P atribuye la
composición de la obra
el día del Jüizio Dios sea mio pagado. Dios sea mio pagado: Dios esté de (fizo, “hizo”, sí se refiere a
mi lado. la creación literaria) a
Gonzalo de Berceo, pero
lo más probable es que
[Ms. P] esta atribución fuera
añadida tardíamente por
2675 Si queredes saber quien fizo esti ditado, un copista que creyó,
erróneamente, que el
Gonçalo de Berçeo es por nonbre clamado, renombrado poeta habría
natural de Madrid en sant Millán crïado, escrito esta obra. Lo cierto
es que debemos considerar
del abat Johan Sánchez, notario por nonbrado. el Libro de Alexandre
como anónimo.