Procesos Contables (Tema4) Sem.10

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CONTABILIDAD

PROCESOS CONTABLES
DOCTOR
EDUARDO TACO CASTRO
AYACUCHO 2022
eduardotaco@ilp.edu.pe
UNIDAD I
PROCESOS CONTABLES
Recomendación Inicial

¡¡¡Muy agradecido!!!
Gestión de endeudamiento
¿Qué es una deuda?

La deuda es una obligación


que tiene una persona física
o jurídica para cumplir sus
compromisos de pago, fruto
del ejercicio de su actividad
económica.
La emisión de deuda tiene como finalidad principal la
búsqueda de financiación, el problema viene cuando el
coste de financiación se hace más caro porque los
inversores consideran que la compra de la misma tiene
más riesgo, por las probabilidades futuras de devolución
de la misma (solvencia), exigiendo más rentabilidad por
la tenencia de la misma a través de una prima de riesgo.
El pasivo y las deudas

El pasivo es el concepto por


antonomasia para referirse a las
deudas en la contabilidad de
una empresa.
Se entiende por pasivo las
obligaciones y deudas que una
empresa ha contraído con
terceros, ya sean ajenos a la
empresa o el mismo propietario.
El pasivo puede ser de dos tipos:
• Exigible. Hace referencia al pasivo estrictamente
dicho y representa todas las fuentes de financiación
ajenas a la empresa.
• Patrimonio neto. Remite a la que financiación no
debe devolverse mientras la empresa esté en
funcionamiento (aportaciones de los socios o
accionistas, reservas, subvenciones, etcétera).
Para el concepto de deuda, por
tanto, conviene centrarse en el
pasivo exigible, que comprende,
por ejemplo, préstamos
procedentes de una entidad
bancaria, el aplazamiento del
pago de las facturas recibidas
de los proveedores o créditos
comerciales
El pasivo puede ser de dos tipos:
•Pasivo no corriente. Son deudas u obligaciones
cuyo vencimiento es superior a un año, como
un préstamo a 10 años con un banco o un leasing
concedido a 5 años.
•Pasivo corriente. Son deudas u obligaciones que
vencen en menos de un año, como créditos de
funcionamiento o comerciales.
El control contable de las deudas: el balance
de situación
El balance de situación es el informe contable que
recoge las deudas que una empresa contrae con
terceros, tanto ajenos (pasivo) como propios
(patrimonio neto).
Como informe, muestra una radiografía de la
estructura patrimonial de la empresa y está formado
por el activo (posesiones), el pasivo (deudas y
obligaciones con terceros ajenos) y el patrimonio neto
(capital).
Deuda según la naturaleza del emisor

Existen dos grupos claramente diferenciados en los


mercados financieros de los que cuelgan otros tipos de
deuda. Ateniendo al emisor encontramos:
• Deuda pública: es la perteneciente al Estado.
• Deuda privada: se corresponde con la deuda
emitida por órganos privados.
Otras acepciones que nos podemos encontrar en la
vida real, como por ejemplo, la deuda jurídica, la
activa, la moral, la externa e interna de un país o la de
los hogares.
Qué es la deuda: para qué sirve y cómo se
mide el endeudamiento financiero
La obligación que adquiere un particular o una empresa
de devolver los fondos aportados por terceros se
denomina deuda o endeudamiento financiero. Es uno de
los mecanismos básicos para el funcionamiento de la
economía y una cuestión fundamental a tener en cuenta
en el cuidado de la salud financiera, tanto de las familias
como de las empresas.
De una forma sencilla, se puede afirmar que contraer
una deuda supone asumir la obligación de devolver
unos fondos obtenidos mediante la aportación de
terceros. Estos pueden proceder de otra persona, una
empresa, una institución o una entidad financiera.
Además, a la hora de pedir un préstamo hay que ser
conscientes de que a esta cantidad normalmente hay
que añadir otros gastos, como las comisiones o
intereses.
Tipos de endeudamiento

“La financiación o endeudamiento externo hace referencia


a todas las obligaciones de devolución de fondos obtenidos
por parte de la empresa o los particulares”, señala Gumer
Alberola, profesor de la Facultad de Empresa y Comunicación
de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y director
en EXCE Business Consulting, quien añade una matización:
“la que se considera deuda financiera es la que lleva
implícita adicionalmente el pago de intereses, comisiones o
gastos, por la obtención de dichos fondos y su devolución a
posteriori”.
Para explicar esta distinción, Alberola puntualiza que,
desde el punto de vista de una empresa, el
endeudamiento externo no siempre debe suponer el
pago de interés. Es el caso de las deudas con
proveedores o con acreedores comerciales. Son
cuantías pendientes de pago, que cuentan como
factores para un análisis de riesgo de esa entidad,
pero no son propiamente endeudamiento
financiero
Las personas también pueden incurrir en deudas
que no requieran el pago de comisiones o
intereses. Un acto tan sencillo como ir a la
panadería, no tener efectivo y posponer el pago para
el día siguiente estaría dentro de esta categoría,
aunque en este caso la obligación se base solo en la
relación de confianza entre el comercio y el cliente.
Otro ejemplo, este más normativo y
denominado deuda líquida, es el de las obligaciones
adquiridas al usar las tarjetas de crédito, que
adelantan el dinero cuando se realiza una compra.
Endeudamiento como forma de crecimiento
empresarial
Para las empresas, la deuda es un mecanismo común
para operar, necesario para expansiones o
transformaciones en el negocio. Cualquier inversión
realizada por una empresa, que en términos contables
forma parte del denominado ‘Activo’ del Balance de la
compañía, conlleva una fuente de financiación, ya sea
a través de sus accionistas (lo que conocemos como
capital inicial o las posteriores ampliaciones)
mediante la reinversión en la propia empresa de los
beneficios obtenidos o el endeudamiento con terceros
(préstamos y créditos). El capital obtenido con esta
última fórmula forma parte del ‘Pasivo’ del balance y se
denomina ‘pasivo exigible’, ya que la empresa está
obligada a devolver el capital a quienes se lo han
prestado.
Cálculo del límite de endeudamiento
Un particular tiene que conocer cuáles son
sus ingresos y sus gastos para hacer un análisis
de riesgo eficiente antes de endeudarse.
Generalmente se calcula el límite de la capacidad
de endeudamiento de las personas en un 35%-40%
de los ingresos netos mensuales. Este sería el
importe máximo mensual que debería pagar una
persona por todas sus deudas, incluyendo tanto el
pago de los intereses como la amortización del
dinero prestado, sin poner en peligro su bienestar
financiero.
Ocurre algo similar en las empresas, aunque en este
caso existen condicionantes técnicos más complejos.
Alberola apunta dos indicadores de referencia para
analizar la situación de endeudamiento de una
empresa. Uno es la ratio de
endeudamiento (Pasivo exigible/Activo total). “Indica
qué porcentaje del total de la inversión de la empresa
está financiado con recursos de terceros, tanto
deuda financiera como no financiera”
El otro indicador fundamental es la ratio
de apalancamiento financiero (Pasivo o Deuda
financiera/Patrimonio neto). “En la medida en que
aumenta este indicador hay un aumento del peso de
la deuda sobre los fondos propios (patrimonio) en
las inversiones realizadas por la empresa y, con ello,
un aumento de las obligaciones contraídas y peores
niveles de solvencia”,
Para simplificar las cosas se puede decir que estos
factores tratan de establecer la capacidad de obtener
fondos en el futuro para devolver la deuda contraída.
Es una práctica habitual que los acreedores exijan
poner como garantía de devolución de los fondos
diferentes activos. En el caso de un particular puede
ser una vivienda, un aval, obras de arte, mientras que
para una empresa puede ser su oficina o una nave
industrial.
“No debe interpretarse la deuda como algo
negativo, no debemos de olvidar que, en caso de
una empresa, por ejemplo, les permite apoyar el
proceso de crecimiento, posibilitando la realización
de las nuevas inversiones que requiere el mismo. Y
siempre que la rentabilidad económica alcanzada con
dicha inversión supere al coste de la deuda, este
crecimiento permitirá aumentar la rentabilidad del
accionista. Sin olvidar el escudo fiscal que suponen
los gastos financieros, que componen un gasto
deducible de la cuenta de resultados de la empresa
de cara al pago del impuesto”.
En el caso de las familias sucede algo similar. En
algunas ocasiones, solicitar un préstamo es la única
forma de conseguir objetivos vitales como la compra
de una casa. Esta vivienda se convertirá, como
sucede con las inversiones que hacen las empresas,
en parte del patrimonio, de la riqueza de su
propietario.

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