Dimensionamiento de L Motor Induccion
Dimensionamiento de L Motor Induccion
Dimensionamiento de L Motor Induccion
CAPITULO 5
EL MOTOR ASINCRONICO
A partir de mediana potencia resulta solamente posible utilizar motores trifásicos, ello implica
además notables ventajas, en particular en lo referente a su comportamiento durante el arranque
donde el motor debe desarrollar un par determinado sin superar un valor límite de la corriente de
arranque.
Anecdóticamente merece citarse que en la primera mitad del siglo se realizaron motores
monofásicos muy grandes utilizados en tracción ferroviaria.
Se puede afirmar que el cálculo del motor monofásico es muy complejo, por lo que en esta obra
el análisis se limita exclusivamente a motores trifásicos; resulta evidente que quien tenga interés
en los motores monofásicos deberá comenzar por dominar el diseño de la máquina trifásica.
Es necesario definir las características nominales, que son los datos básicos del proyecto:
· potencia en kW
· tensión de línea en V
· frecuencia en Hz
· número de polos
· factor de potencia
· paso de bobinado
· paso polar en mm
· largo ideal en mm
· coeficiente de saturación
· factor de devanado
En función del número de polos y de la potencia se determina el paso polar y el largo ideal
utilizando las Figura 5.12 y Figura 5.13.
Se determina el flujo en función del número de polos y de la potencia, para ello se utiliza la
Figura 5.14 que da valores de flujo mínimo en función del número de polos para tener un par
máximo igual a dos veces el par nominal y para una frecuencia base de 50 Hz.
Por simplicidad del tratamiento se supone que la tensión aplicada a cada fase de la máquina es
igual a la f.e.m. inducida por el flujo (se desprecian las caídas óhmica e inductiva):
Supongamos por ejemplo que se quiere determinar el flujo conveniente para un motor que tiene
las siguientes características:
Potencia 10 kW
Tensión 380 V
Frecuencia 60 Hz
Polos 4
1) Para la potencia y tensión a la cual va a ser utilizado el motor (10 kW y 380 V), corresponde
un flujo de 0.0085 Wb como puede observarse en la figura válida para 50 Hz.
Si se proyecta el motor con este flujo, sus dimensiones y peso surgen en consecuencia, al utilizar
el motor con 60 Hz el flujo se reduce a 0.0071 Wb, pero como el motor tiene dimensiones y
peso para un flujo de 0.0085 Wb, resultará en consecuencia un diseño magnético con mal
aprovechamiento.
2) Se determina una tensión y potencia menores en la relación entre la frecuencia de diseño (50
Hz) y la de utilización (60 Hz):
y se adoptan éstos como valores de diseño de un motor de 50 Hz, para 8.3 kW y 317 V la figura
indica un flujo de 0.0078 Wb.
Son válidas entonces las siguientes relaciones que ponen en evidencia que el flujo al utilizar este
motor a 60 Hz no cambia:
Tanto esta alternativa como la primera se diseñan adoptando los mismos valores de inducción
para las distintas partes de la máquina, pero hemos visto que para la primera al utilizar el motor
a la frecuencia de 60 Hz se reduce el flujo y en consecuencia los valores de inducción.
3) Las dos primeras alternativas son casos extremos que hemos planteado utilizando solamente
los conocimientos disponibles de la teoría de las máquinas eléctricas.
Utilizaremos ahora datos de un fabricante que corresponden a motores, para los cuales se dan
sus características a distinta frecuencia y en distintas condiciones, como se indica a
continuación:
Frecuencia 50 HZ 60 HZ
Partiendo de los valores indicados en la Tabla 5.5 podemos proponer la Tabla 5.6 que
corresponde a los datos de nuestro problema.
Los valores de corriente y flujo que se han agregado se obtienen teniendo en cuenta que como se
trata de un mismo motor, son válidas las relaciones:
I = P / U y FLUJO = U / F
Frecuencia 60 Hz 100 % 50 Hz 83 %
Velocidad 100 % 83 %
De la tabla surge que cuando el motor funciona con 60 Hz el flujo cambia en la relación (0.0080
´ 100/103 = 0.00777), resultando válidas las siguientes:
Como se puede observar esta última máquina tiene un flujo de diseño algo mayor que para la
segunda alternativa (0.0080 > 0.0078), lo cual significa que a igualdad de valores de inducción,
sus dimensiones serán algo mayores y también el peso.
Conclusión:
Resulta de utilidad para adoptar el flujo establecer un factor de corrección que tenga en cuenta la
frecuencia, y en tal sentido el flujo recomendado es directamente proporcional a la raíz cuadrada
de la potencia dividido la frecuencia a través de un factor que depende de características
constructivas.
La Figura 5.15 propone para las distintas frecuencias los factores de variación que corresponde
adoptar para el flujo de acuerdo al criterio expuesto, lógicamente se pueden proponer otros
valores según la experiencia de quien proyecta.
Para fijar el número de ranuras estatóricas se parte de un número de ranuras por polo y por fase
que debe ser adecuado.
Recordemos que para el cálculo del generador resulta conveniente adoptar un número de ranuras
por polo y por fase fraccionario, en cambio en el caso del motor se prefiere hacer este valor
entero.
Es conveniente realizar los devanados estatóricos cualquiera sea el tipo de rotor, y los devanados
rotóricos de los motores asincrónicos con rotor de anillos rozantes, con un número de ranuras
por polo y por fase entero, porque en caso contrario se pueden presentar fenómenos
perturbadores, como por ejemplo ruidos y vibraciones, resultando un funcionamiento irregular
de la máquina.
Los ruidos magnéticos son originados por las vibraciones del núcleo de hierro, como
consecuencia de las fuerzas pulsatorias de los campos electromagnéticos presentes en el
entrehierro, dependiendo estos campos esencialmente del número de ranuras del estator y del
rotor, de la geometría de las ranuras, de la carga del motor y de la saturación magnética.
De todos modos en algunos casos particulares pueden encontrarse motores que tienen un número
de ranuras por polo y por fase fraccionario, generalmente esto ocurre en máquinas que tienen
más de dos velocidades de funcionamiento con devanados múltiples.
Para cada valor del número de polos y para distintos rangos de potencia, la Figura 5.16 indica un
número de ranuras por polo y por fase entero recomendado, y en base a este valor se determina
el número de ranuras por polo y totales del estator.
El número de ranuras por polo y por fase puede ser impuesto, en caso contrario se adopta en
base a la Figura 5.16.
El valor impuesto puede ser un valor entero o no, pero debe ser un valor válido, es decir que
permita realizar el devanado.
El número de ranuras por fase debe ser entero, se controla este valor, si no es entero se
determina un entero por defecto, se incrementa en una unidad y con este último valor se
determina un nuevo número de ranuras por polo y por fase.
El valor eventualmente ajustado de ranuras por polo y por fase se debe expresar como fracción
de dos enteros como ya explicado en la máquina sincrónica.
Cabe recordar que el número de polos de la unidad de devanado dividido el número de fases no
debe ser entero, si lo fuera se incrementa QFAS en 1 y se recicla.
Para proseguir el cálculo es necesario un nuevo lote de datos que se indican a continuación:
· entrehierro en mm
El entrehierro debe hacerse tan pequeño como sea mecánicamente posible, a fin de mejorar el
factor de potencia y reducir las pérdidas adicionales en el hierro, pero teniendo en cuenta que un
entrehierro excesivamente reducido aumenta la dispersión de entrehierro, la reactancia, reduce la
corriente y el par de arranque, y además puede provocar ruidos de origen magnético.
Es conveniente que el valor de la relación entre el entrehierro y el diámetro del rotor resulte
alrededor de 0.001 para que no sea necesaria la construcción de carcazas demasiado robustas, es
decir, demasiado pesadas.
Es importante recordar que en las máquinas eléctricas el valor de la flecha del eje no debe
superar ciertos límites que pueden originar asimetrías que son causa de vibraciones producidas
por fuerzas de naturaleza magnética.
De las figuras 5.17 y figuras 5.18 se obtiene el factor de forma, y el coeficiente BETA (relación
entre el valor máximo y medio de la inducción) ambos en función del coeficiente de saturación
adoptado, con el se calcula la inducción máxima en el entrehierro: