Las Sectas Satánicas

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VI.

LAS SECTAS SATÁNICAS: UNA REALIDAD


HOY
Son muy pocos los autores que dan una definición de secta satánica,
principalmente por que tales grupos presentan una diversidad de estilos.
Debemos ser justos al precisar que muchos autores parten de la connotación
de satanismo para luego intentar definir, a partir de características
determinadas, a las sectas satánicas. Algunos autores señalan como sectas
satánicas a “todo ese conjunto de ciencias, semicadencias,
supercherías, ocultismo y practicas tenebrosas, que tienen como
centro la suposición de que el demonio es un ser poderoso al que hay
que rendir culto, porque él puede darnos bienestar, riqueza, salud".

Quizás la definición más exacta es que la secta satánica es un grupo


minoritario de personas reunidas premeditadamente con el objeto de
adorar al demonio, como un ser con poderes sobrenaturales capaces
de intervenir en el mundo. Sus integrantes suelen ser principalmente
personas con trastornos psicológicos y un profundo rechazo ante todas
las instituciones sociales establecidas familia, iglesia, estado, etc.

Las reuniones de estas sectas se caracterizan por la realización de ritos que no


son más que parodias del rito cristiano, preferentemente del católico u
ortodoxo. Estos eventos tienen significados o utilizaciones de iniciación,
dignidad, pruebas, rogativas o festivos.

Otros señalan que el peligro es que para muchos jóvenes el grupo satánico
aparece como liberador; ante todo liberador de la moral, de las
convenciones sociales y de los códigos represivos. En los grupos, la práctica de
desórdenes sexuales y de ritos repugnantes (descuartizar animales, beber su
sangre, etc.) produce una liberación de las prohibiciones aprendidas en la
niñez.

También las sectas son para muchos la evasión perfecta de la


responsabilidad personal ante determinadas acciones.

Como elementos comunes podemos señalar el que estén conformadas por


pocos miembros, la intolerancia, la oposición en las esferas social- política y
religiosa. Como características privativas de ellas podemos mencionar la
adoración cúltica a satanás, "la inversión del orden sagrado ortodoxo",
enseñanza esotérica, "la trinidad demoníaca (la Bestia, el Anti-cristo, el Falso
Profeta)"y la alteración de oraciones y credos cristianos.

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6.1. ¿Cuáles son?
En el primer lugar de la clasificación ubicamos a las "Sectas Luciferinas" que
creen que Lucifer ha sido tratado injustamente por el cristianismo, ya que él es
el símbolo del conocimiento y la sabiduría siendo por lo tanto la verdadera
luz; buscan el poder, el dinero y las influencias. Una de sus principales
características es el secreto de sus actividades. Su rito central es la misa negra
o roja y suelen tener una forma anarquista de ver la vida.

En segundo lugar, están las Satanistas conformadas por individuos de nivel


intelectual medio-alto, normalmente profesionales o empleados de mandos
medios conocedores de distintas materias esotéricas siendo "su fuerte" todo lo
que guarde relación con la astrología y la magia.

Presentan una estratificación particular basada en el nivel de "dignidad" o


compromiso de sus miembros. No suelen ser confrontaciones, no se reconocen
a sí mismas como integrantes de una secta, sino de una religión que ha sido
incomprendida y perseguida por los cristianos. Pertenecen a este nivel de la
clasificación sectas como "La Iglesia de Satán", "El Templo de Seth", entre
otras.

En el tercer lugar de la clasificación ubicamos a los "Adoradores de Seth" o


"Amigos de Lucifer" quienes pueden, y de hecho han sido, tildados como las
más peligrosas. Se les ha relacionado constantemente con secuestros,
abusos sexuales, inducción a suicidios e incluso a homicidios. Son
característicos de ellas las muestras de "fidelidad y dignidad" como el
secuestro de cadáveres, el beber sangre, la exposición sexual y actos tan
aberrantes como la necrofagia y la necrofilia.

Una vez más debemos colocar énfasis al señalar que esta clasificación puede
ser considerada como válida pero bajo ninguna perspectiva como absoluta ya
que en algunas sectas satánicas se dan o pueden llegar a darse, la mezcla de
características de uno u otro grupo e incluso gestarse en su interior una nueva
variante.

6.2. Su existencia
Para hablar de las causas de la existencia de las sectas satánicas, debemos
partir, que desde siempre el hombre se ha sentido fascinado por lo
misterioso, maravillado por lo sobrenatural, inclinado a la magia por
medio de la cual espera encontrar respuestas a sus interrogantes o la
satisfacción de sus carencias.

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De igual modo podemos señalar que, si existen las sectas satánicas, se debe
en gran parte al mal uso que ha dado el hombre a su libertad, la que ha
encauzado en la búsqueda de experiencias mágicas que a corto plazo se
transforman en experiencias dañinas que le conducen al alejamiento de Dios,
de los hombres, de la Iglesia y, consecuentemente, de la realidad.

Como estas y otras posibles causas pueden "sumar y seguir", sin embargo,
hemos optado por referirnos también, no sólo a aquellas causas de índole
existencial individual, sino también a aquellas del ámbito social; para ello
hemos considerado tratar cinco factores sociales claves para el surgimiento y
proliferación de estos grupos.

Los factores son el político, cesantía, violencia urbana, marginación y


disgregación familiar; esta elección no debe conducirnos ni reducir nuestro
pensamiento exclusivamente a ellos puesto que sin duda existen muchos otros
posibles elementos o factores causantes de que estos grupos sean una
realidad.

6.3. Perfil psicológico


El perfil psicológico de los miembros de una secta suele ser generalmente lo
mismo como la total rebeldía, la morbosidad y las experiencias extremas.

Un hogar relativista y principalmente antirreligioso son el 'caldo de cultivo'


para que los valores y la promoción personal vaya decayendo, llegando incluso
a no tener importancia más que la de vivir el momento.

Esto ha conducido a la concepción de que todo es relativo, que la vida es un


pasar con un sentido puramente transitorio. Lo que antes era el 'las
diversiones de fin de semana' ha pasado a ser un sistema de vida donde hay
que vivir la mayor cantidad de emociones en el menor plazo posible, porque la
vida puede acabarse en cualquier instante.

Sin embargo, ésta es la posición exterior, la que muchas veces no responde a


la interior. Interiormente el individuo pide un respaldo, una ayuda o una
compañía; esté presente un fuerte déficit emocional, el sin sentido de la vida
que les rodea no es más que el producto de la ausencia de las personas que
son parte importante de sus vidas, de aquellos que les protegen frente a los
acontecimientos adversos.

Sus personalidades enormemente inseguras les hacen estar a la espera de algo


que les confirme, ya no importa en qué, pero que lo haga. Sienten que los
cauces normales ya no son suficientes por lo que es necesario descubrir algún

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tipo de poder superior que logre 'despertar a esta sociedad atontada por si
misma y ahogada en su propio ser'.

Son frecuentes en estas personas la depresión, el consumo de alcohol y


drogas, elementos que llevan a un estado de esquizofrenia o paranoia. Es
necesario señalar que el peligro de estas patologías es el hacerse evidentes
sólo en su estado más avanzado, por lo que su detección no es fácil a primera
vista.

De igual modo los síntomas propios de ellas pueden pasar desapercibidos


llegando a considerarse, por el común de la gente, al sujeto como un individuo
normal y en sus seguidores como un 'iluminado'.

6.4. Lo que dice la Iglesia


La respuesta de la Iglesia Católica, en relación al demonio, sus acciones y sus
manifestaciones ha sido a través de la historia de la humanidad muy enfática.
Dentro de la actitud de la Iglesia Católica frente al satanismo se hace necesario
e imprescindible el reconocimiento de la existencia del fenómeno. No se
puede seguir pensando que no se da el fenómeno en nuestras sociedades o
comunidades: existen grupos organizados, incluso con estructuras de carácter
internacional, o grupos que tienen influencia de ellos.

También tiene que existir un conocimiento del fenómeno. Debe haber


alguien que lo estudie y pueda dar informaciones convenientes y serias a los
agentes pastorales, así como a los miembros de las comunidades. Ese
conocimiento no puede ser una simple información, sino que debe concluir en
una toma de posición desde la fe; ello conllevará en quien realiza la
investigación, como en quien se sirve de ella, una profesión de fe en la acción
pascual de la Iglesia.

También se requieren dos cosas: la primera es que la información que se


ofrezca al común de la gente vaya acompañada de la postura de la Iglesia y de
enseñanzas doctrinales muy claras y seguras; en segundo lugar, que
quienes hacen la investigación tengan la madurez espiritual, humana y
psíquica necesaria, para evitar fracasos o problemas subsiguientes.

Con una conciencia misionera y con sentido de compromiso evangelizador, la


Iglesia tiene que ir al encuentro de los más débiles, para ofrecerles la
fortaleza de la gracia de Dios y la claridad de la luz de Cristo. Esto exige, no
sólo acudir a ellos, sino también acompañarlos con sentido pastoral y de
manera continua. Asimismo implicará, con sana imaginación pastoral, el darles
nuevos caminos (los de la palabra de Dios) y esperanza de crecimiento,

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invitándoles a que su decisión sea también clara por parte de ellos y así se
arriesguen a seguir a Jesús.

Una de las acciones que la Iglesia deberá fortalecer en los próximos tiempos es
la de profundizar en la catequesis a los niños, adolescentes y jóvenes.
Catequesis continua, catequesis profunda: una invitación a asumir la propia
responsabilidad de la fe. Catequesis capilar para que penetre en todos y en
todo el ser humano: que lo haga vibrar con la palabra de Dios y lo conduzca a
una opción fundamental por Cristo.

Una pastoral juvenil adecuada y que responda a los desafíos del momento. Una
profunda acción evangelizadora que hará de los jóvenes mejores y más
seguros seguidores de Cristo, les permitirá conocer los enemigos que tienen a
su alrededor y tomar posturas frente a ellos desde una opción de fe.

Hay que anunciar a tiempo y a destiempo, valiéndose de todos los medios de


que disponemos. Así anunciaremos la fuerza salvadora del Cordero vencedor
del demonio

6.5. Nuestro tiempo


La cultura actual se ve marcada por hechos que lamentablemente la alejan
de la esfera de las creencias. Ya, tanto nuestra sociedad, como nuestra
cultura, no tienen por centro unificador a la religión, sino que su centro se ha
localizado en el hombre y en lo que éste puede lograr por sí solo,
ejercitando únicamente su razón.

Éste y otros motivos han ayudado a la proliferación de las sectas puesto que el
individuo siente la necesidad de un algo que responda sus interrogantes más
profundas; es así como producto de esta búsqueda aparecen nuevos
movimientos religiosos o pseudo-religiones. Son característicos de este
momento movimientos espiritualistas - esotéricos tales como el de la Nueva
Era.

Es un hecho innegable de estos tiempos la subjetividad y el relativismo que


envuelven las decisiones humanas, pero al mismo tiempo el deseo de esta
humanidad por transformar la realidad social e individual, respondiendo a las
cuestiones que le inquietan, despertando interrogantes, buscando la mejor
manera de adecuar la posición de hombres de fe a la situación cultural
imperante, la cual tiene como gran influencia el avance de las ciencias y de la
técnica.

Cada acontecimiento de esta cultura 'moderna' puede conducir a pasos


agigantados a la total ruptura entre fe y ciencia, sin embargo, hoy
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contemplamos el cómo se hacen presente cada vez más las facilidades para el
diálogo entre la cultura y la iglesia.

Hablar de satanás no es fácil aun cuando lo encontramos presente en el


instante mismo de nuestra creación; es así como en nuestra cultura, para
algunos moderna, para otros, postmoderna, nos enfrentamos a la indiferencia,
al miedo o a la negación de la existencia de este ser creado y caído.

La iglesia desde siempre ha reconocido y afirmado la existencia de satanás


como criatura de Dios; esto, sin embargo, ha sido objeto de controversias al
interior de ella. Han sido muchos los teólogos que han trabajado sobre el
demonio, pero, aun así, no podemos afirmar certeramente si todos y cada uno
de ellos reconocen y afirman la existencia de satanás como criatura.

BIBLIOGRAFÍA
EWTN Religious Catalogue, Español. (s.f.). Las sectas satánicas.
https://www.aciprensa.com/recursos/las-sectas-satanicas-una-realidad-hoy-529

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