La RCT Contemporánea (Taller)
La RCT Contemporánea (Taller)
La RCT Contemporánea (Taller)
Es así cómo va gestándose una síntesis orgánica entre la ciencia y la producción, esto
significa que el desarrollo científico no sólo actúa sobre la técnica y la tecnología y todo
su aparato, sino también sobre las relaciones de dirección y control de las mismas y
sobre el modo de vida general de las personas. El nexo ciencia- técnica- producción
engendra una nueva cualidad: su manifestación como revolución tecnológica. En esta
cadena el eslabón central que garantiza la dinámica del desarrollo se desplaza hasta la
ciencia.
El desplazamiento del factor activo al empalme ciencia técnica tiene sus causas en el
propio carácter de la RCT contemporánea: las tecnologías del siglo XX utilizan las
regularidades naturales cada vez más útiles y menos evidentes que revelan las
ciencias naturales fundamentales y las exactas; esto ocurre sobre todo en las llamadas
ramas de producción de capacidad científica que ocupan un volumen cada vez mayor
en la producción industrial, es en ellas donde se aprecia con más claridad la
conversión de la ciencia en una fuerza productiva directa.
Estamos entonces en presencia de una nueva etapa del proceso de separación del
hombre del objeto de trabajo. Si bien la primera revolución industrial (1780-1840)
transfirió de las manos del hombre a las máquinas los instrumentos directos de
influencia sobre el objeto de trabajo y dejó al sujeto de la producción la misión de la
dirección de la máquina misma, en cambio, la revolución científico tecnológica actual
libera al hombre de la dirección, del control permanente y además, en grado
considerable lo libera de la elaboración y construcción de esas máquinas, elevando
así la actividad productiva del hombre al nivel de su actividad científico creadora,
elevando consustancialmente la significación del trabajo intelectual y la valoración del
trabajo pretérito.
Es por ello que la particularidad específica del trabajo en los sistemas computarizados
es su intelectualidad, la actividad del hombre se centra en el trabajo con la información,
la elaboración de los programas y el análisis de las variantes y no la influencia física
directa sobre el objeto.
La llamada “revolución de las computadoras” creó un nuevo tipo de tecnología, la
tecnología informativa, surgiendo así una nueva rama de la economía que se ocupa de
elaborar, recopilar, conservar y distribuir la información científica.
La Informática, como esfera de la tecnología y la economía se ha convertido en un
factor de primer orden de influencia sobre la dinámica del desarrollo social.
Aquí jugó un papel esencial el estado, sobre todo en Estados Unidos, se puso un
especial interés en la innovación tecnológica; hacia 1973 los gastos que este país
dedicó a ella duplicaban el conjunto de los gastos de los principales países capitalistas
desarrollados, sus socios, aliados y principales competidores: Japón, Alemania,
Francia e Inglaterra. Es de destacar que a pesar de la crisis económica en el sistema
capitalista la investigación desarrollo (I-D) ha sido protegida de las anárquicas leyes
del mercado y ha sido privilegiada con recursos sustanciales para el desarrollo de sus
actividades y programas. Por ejemplo, en 1980, E.U. dedicó el 2.3% de su Producto
interno bruto (PBI), la RFA el 2,3% y Francia, el 1.84%.
Así se han ido creando sobre la base de la investigación científico técnica las
condiciones para pasar a un nuevo patrón industrial cuyo liderazgo corresponde al
sector electrónico. Entre las áreas y direcciones que lo caracterizan tenemos:
1. Una base energética asociada a la energía nuclear, de origen solar y otras fuentes
alternativas, más baratas, duraderas y menos contaminantes.
2. Ingeniería genética y biotecnología con grandes aplicaciones en la agricultura,
ganadería, industria química, alimentación y farmacéutica.
3. Ramas de la electrónica, computación, robótica y telecomunicaciones, que generan
grandes avances en las tecnologías de la información.
Japón 62 % 27 % 11 %
RFA 57 % 42% 1%
E:U:A: 50 % 47 % 3%
Francia 41% 38 % 25 %
Reino Unido 42 % 50 % 8%
La propia fuente anterior menciona las áreas más protegidas en materia de políticas
de investigación en los últimos años: equipos de informática, componentes
electrónicos, comunicaciones, equipos telefónicos, vehículos espaciales, equipos de
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El empleo con fines bélicos de la física nuclear, la utilización de las armas químicas
(especialmente en Vietnam y la guerra del golfo, el uso más reciente de la ingeniería
genética es otra de las implicaciones en el campo de la industria bélica y el poder
militar). En varias publicaciones, entre ellas, “New Scientist”, apareció un artículo
titulado” La biotecnología de guerra”, del autor S. Rose según el cual la biotecnología
se desarrolla en Inglaterra bajo el estricto control del Ministerio de Defensa real que
firmó 65 contratos con 36 universidades y otras entidades científicas; esto es una
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muestra de que las supuesta y cacareada mentalidad de la ciencia es cosa del pasado
remoto.
Otra tendencia social del desarrollo de la ciencia contemporánea fue descrita por
Jerome Ravetz en 1973, él sostiene que como resultado de los procesos antes
señalados, la propia naturaleza del trabajo científico se ha transformado, es decir, la
ciencia académica ha pasado a ser ciencia industrializada.
El autor E. Quintanilla (1989) formuló tres modelos que reflejan bastante fielmente esta
evolución:
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Un cientificista moderado como Bunge, que defiende la ciencia, sus valores y utilidad
para los países en desarrollo, en la defensa de sus posiciones ha logrado delimitar las
fronteras entre la ciencia básica y aplicada y la técnica; la primera, aún aplicada, sólo
se propone aportar conocimientos y no es culpable por sí misma de los manejos
utilitarios a que se somete. Según él, de la bomba atómica hay que culpar a
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Mario Bunge, el autor antes citado, plantea que después de la 2° Guerra Mundial, con
la profesionalización masiva y creciente de la ciencia, el incremento del número de
científicos y el encarecimiento de las investigaciones han aparecido formas de
corrupción que reflejan esta crisis:
1. Abultamiento del currículum vitae con publicaciones y eventos de poco valor y
trascendencia, sin originalidad ni relevancia. El slogan es: “Publica o perecerás”
2. La “caza de subsidios” consume mucho tiempo, prostituyen proyectos científicos y
a veces sólo sirven para aumentar el poder.
3. Derroche de recursos humanos.
4. Derroche de recursos materiales y tiempo.
5. Experimentación inmoral, ya sea por fraudulenta, por realizarse sobre personas y
comunidades que resulten afectados o sin su consentimiento.
Algunas de las problemáticas éticas que plantea la dinámica del progreso científico
técnico son entre otras las siguientes según el doctor Luis López en su trabajo “La
ética del científico”:
1. ¿Son los científicos moralmente responsables por la dirección de las
investigaciones científicas?. (Problema fundamental de la ética de la ciencia).
2. ¿Cuál es el impacto social de la tecnología en el campo de la reflexión ética y qué
nuevos problemas trae aparejados?.
3. ¿Es la ciencia éticamente neutral?.
4. ¿Qué relación existe entre el progreso científico técnico y el progreso moral?.
5. ¿Cuáles son las consecuencias negativas del progreso científico técnico
contemporáneo?.
6. ¿Qué problemas éticos se derivan del irrespeto a la propiedad intelectual así como
del uso de la información y la automatización?.
7. ¿Qué problemas éticos emanan de las ciencias biomédicas, el trasplante de
órganos y la manipulación genética?.
8. ¿Qué normas morales deben tenerse en cuenta en las investigaciones con seres
humanos?.
9. ¿Cuáles son los problemas éticos que genera la fertilización in vitro?. ¿Qué
implicaciones sociales tiene la existencia de una madre genética, una uterina y otra
social?. ¿Cuál es la más importante?.
A estas interrogantes sobre las implicaciones éticas y los retos morales y jurídicos que
plantea a la humanidad su propio desarrollo científico técnico puede agregarse: ¿Qué
implicaciones tendrá la clonación del genoma humano en el que se trabaja
aceleradamente?.
Veamos a continuación, con cuanto acierto enfoca este problema el doctor Federico
Mayor Zaragoza, según él: “el saber entraña una obligación moral, pues ¿qué diríamos
de un meteorólogo que no nos advierte de la inminencia de una tempestad? o de un
jefe de laboratorio que no se tomara el trabajo de informarnos de la importancia vital de
sus descubrimientos?.
El mundo, para los científicos, no debe detenerse a la puerta del laboratorio, de su
universidad o de las industrias vinculadas a sus investigaciones. Reducir el mundo
científico a la máxima: “Publicar o perecer”, es a la vez, chocante y falso. Un sabio que
se calla, sobre todo cuando su silencio puede tener consecuencias irreversibles, se
comporta a su vez de manera antiprofesional e inmoral”.
La Bioética, según Mayor, apareció oportunamente en los años setenta con las
primeras técnicas de manipulación genética, planteó de entrada la cuestión del
impacto de la Biología molecular en el porvenir de la humanidad; su reflexión supera
con creces el simple marco de las relaciones ciencia y sociedad para ocuparse del
vínculo entre el hombre y la naturaleza en su diversidad biológica; es decir, es un
resultado y ejemplo de la integración de las ciencias naturales y sociales en el
compromiso de ambas ramas del saber, en tanto que campus de la investigación en
relación con la humanidad y la naturaleza.
BIBLIOGRAFÍA