Rocesal Penal I

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

CURSO:
DERECHO PROCESAL PENAL I

TEMA:
EL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL

PRESENTADO POR:

AQUINO QUILCA, Judith

CICLO:
VI
DOCENTE RESPONSABLE:
HUMBERTO PEÑARANDA SADOVA

HUÁNUCO – PERÚ

2020
AGRADECIMIENTO

Es oportuno agradecer a mi familia, y a los profesores de la Facultad de Derecho y


Ciencias Políticas de mi prestigiosa alma mater, quienes se convirtieron en
maestros del conocimiento y en modelos a imitar en el camino en mi formación como
profesional.
DEDICATORIA

El presente trabajo está dedicado a mis padres por el apoyo incondicional que me
brindan en pro de mi formación profesional y a mis hijos por su comprensión.
INTRODUCCIÓN

La investigación es una actividad eminentemente creativa, mediante la cual se trata


de superar un estado de incertidumbre, a través de la búsqueda de todos
aquellos medios que puedan aportar la información que acabe con esa
incertidumbre. Se trata pues, de la actividad que encuentra o detecta los medios
que servirán de prueba. Pero ello no implica que dichos medios de prueba sean
obtenidos mediante procedimientos no permitidos por la ley.

El Fiscal como titular de la acción penal, y responsable de la investigación, debe


reunir todos los elementos probatorios suficientes, a fin de poder sustentar su
acusación no sólo ante el Juez de la Investigación Preparatoria, sino también ante
el juez unipersonal o colegiado, en la etapa oral y contradictoria, toda vez que
su función no sólo es denunciar y acusar, sino sostener y probar su acusación.
Como bien señala TORRES CARO, lo que se quiere es que el Fiscal tenga claro
que la denuncia que él formule tenga peso probatorio suficiente para determinar
judicialmente la responsabilidad de la persona denunciada. El Fiscal no debe de
denunciar cuando sólo tiene leves indicios y carencia de pruebas idóneas y
suficientes de la comisión del ilícito penal.

Así, la INVESTIGACIÓN PREPARATORIA, se convierte en una de las etapas si


bien inicial, a su vez la más importante del Proceso Penal en el
nuevo modelo procesal que contiene el Código Procesal Penal de 2004, y que,
viene siendo puesto en vigencia de manera secuencial en los diferentes distritos
judiciales de nuestro país. Ello implica que la investigación preparatoria dota al
Proceso Penal de los cimientos necesarios para dar lugar al Juzgamiento, toda vez
que si tenemos una investigación endeble, sin elementos de prueba suficientes, la
investigación no tendrá éxito y culminará en un requerimiento
de SOBRESEIMIENTO.
CÓDIGO PROCESAL PENAL

ANTECEDENTES

Pablo Sánchez Velarde –en su libro denominado “El Nuevo Proceso Penal”- o Víctor
Cubas Villanueva –en su libro denominado “El Nuevo Proceso Penal Peruano:
Teoría y Práctica de su Implementación”-, quienes tocan el tema someramente y en
forma descriptiva, sin hacer un análisis profundo al respecto; sin embargo, existe un
artículo jurídico denominado “A tres años de vigencia del Nuevo Código Procesal
Penal, D. Leg. 957” (Cruz Vegas, 2010, p.18), que de manera bastante sintética
realiza una crítica a las instituciones inquisitivas que sobreviven al nuevo modelo
procesal penal que se pretende instaurar. Para entender la actual Reforma Procesal
Penal es necesario conocer previamente la historia del proceso penal peruano –ya
como república independiente-, la cual ha estado determinada por tres cuerpos
normativos: Código de Enjuiciamiento Criminal en Materia Penal, de 1863; Código
de Procedimiento en Materia Criminal, de 1920; y, Código de Procedimientos
Penales de 1940, el cual -junto con algunos artículos del Código Procesal Penal de
1991 y varias Leyes y Decretos Legislativos especiales-, rigen actualmente en todas
las zonas del país –Lima y Callao, a la fecha- donde no ha iniciado la Reforma
Procesal Penal (Nuevo Código Procesal Penal de 2004), siendo que los procesos
penales en dichas zonas del país son de eminente tendencia inquisitiva.

NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL

Mediante el Decreto Legislativo 957 se aprobó el nuevo Código Procesal Penal,


promulgado el 22 de julio de 2004 y publicado el 29 de julio de 2004. Entró en
vigencia el 1 de julio de 2006.

Actualizado al mes de junio de 2020. La última modificación se produjo por el DL


1514, publicado el 4 de junio en la edición extraordinaria del diario oficial El Peruano.

DECRETO LEGISLATIVO Nº 957


EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

POR CUANTO:

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 104° de la Constitución Política del


Perú, por Ley N° 28269, publicada el 4 de julio de 2004, el Congreso de la República
delega en el Poder Ejecutivo, la facultad de dictar mediante Decreto Legislativo, un
nuevo Código Procesal Penal y sobre su implementación, así como cualquier otro
asunto en materia procesal penal, dentro del término de treinta (30) días útiles.

Que, la Comisión Especial de Alto Nivel creada conforme a lo dispuesto en el


artículo 1° del Decreto Supremo N° 005-2003-JUS del 14 de marzo de 2003, ha
cumplido con proponer las modificaciones y mecanismos legales de implementación
del nuevo Código Procesal Penal.

Con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros; Con cargo a dar cuenta al
Congreso de la República.

Ha dado el Decreto Legislativo siguiente:

DECRETO LEGISLATIVO QUE PROMULGA CÓDIGO PROCESAL PENAL

Artículo 1.- OBJETO DE LA NORMA

Promúlguese el Código Procesal Penal, aprobado por la Comisión Especial de Alto


Nivel, constituida por Decreto Supremo Nº 005-2003-JUS, según el texto adjunto
que consta de 566 artículos, distribuidos de modo y forma que a continuación se
detalla:
Título Preliminar: Artículos I a X
LIBRO PRIMERO: Disposiciones Generales: Artículo 1 a 113
LIBRO SEGUNDO: La Actividad Procesal: Artículos 114 a 320
LIBRO TERCERO: El Proceso Común: Artículos 321 a 403
LIBRO CUARTO: La Impugnación Artículos 404 a 445
LIBRO QUINTO: Los Procesos Especiales: Artículos 446 a 487
LIBRO SEXTO: La Ejecución y las Costas: Artículos 488 a 507
LIBRO SÉPTIMO: La Cooperación Judicial Internacional: Artículos 508 a 566

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS

POR TANTO:

Mando se publique y cumpla, dando cuenta al Congreso de la República.

Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los veintidós días del mes de julio del
año dos mil cuatro.

ALEJANDRO TOLEDO
Presidente Constitucional de la República

CARLOS FERRERO
Presidente del Consejo de Ministros

BALDO KRESALJA ROSSELLÓ


Ministro de Justicia

 La promulgación del nuevo código procesal penal (NCPP) mediante el decreto


legislativo N°957, publicado el 29 de julio de 2004, marca el inicio de un nuevo
modelo procesal penal de orientación acusatoria y con ello transformación del
sistema de justicia penal.
 Declaración Universal de los derechos Humanos.
 La convención americana sobre de los Derechos Humanos (Pacto de San José
de Costa Rica).
 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
 El nuevo sistema procesal penal se caracteriza por afirmar los principios
básicos de un proceso penal respetuoso de los derechos y protector de la
seguridad ciudadana. Siendo un sistema que deja de lado el modelo inquisitivo
en el cual las funciones de acusación y enjuiciamiento se encuentran reunidas
en una sola persona, el juez frente al cual el individuo está en la posición de
inferioridad.
 En el título preliminar se desarrollan los principios constitucionales de este
Nuevo Proceso Penal entre los que podemos resaltar los siguientes:
 A) Gratuidad de la administración de justicia penal.
 B) El de garantía del juicio previo-cuya configuración en el código se caracteriza
por la oralidad, la publicidad y la contradicción; de la presunción de inocencia;
interdicción de la persecución penal múltiple; de la inviolabilidad de la defensa.
 C) Legitimidad de la prueba y el de legitimidad de las medidas limitadas de
derechos, entre los más importantes.
 El CPP establece para todos los delitos, sin excepción, un proceso común y se
elimina el inconstitucional procedimiento sumatorio-escrito,
 Reservado y sin mayoría de los delitos previstos en el Código Penal.
 El nuevo código procesal penal separa claramente las funciones de
persecución (ministerio Público con el apoyo con el apoyo técnico
especializado de la policía Nacional) y decisión del (Poder Judicial) con el
objeto de dar cumplimiento al principio acusatorio y a la garantía de
imparcialidad del jugador.
Es una obligación legal que el juez emita un auto de control de la disposición de
formalización de investigación preparatoria y no un decreto dando por recibido el
acto procesal. El artículo 3 del Código Procesal Penal establece la obligación del
Ministerio Público de comunicar al juez de investigación preparatoria, la decisión
formal de continuar con las investigaciones. A su vez, los artículos 7.1 y 7.3 del
mismo Código establecen que la cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones
pueden ser declaradas de oficio.

Luego, una interpretación teleológica, permite –sin mayor reflexión– asumir que el
artículo 3 no es un protocolo comunicativo, sino más bien un acto procesal que
requiere control judicial. Asumir lo contrario implicaría reducir a un acto simbólico y
meramente retórico, la comunicación fiscal al órgano jurisdiccional.
Ello trae consecuencias jurídicas importantes, en atención a las facultades
jurisdiccionales y poderes de control respecto de los actos procesales de las partes,
además de reducir ámbitos de actuación sorpresivos a partir de la imputación
formal.

En el mismo sentido, se tiene que las partes pueden deducir excepciones y


defensas previas –artículos 7.1 y 7.2 del Código Procesal Penal–, por lo que, el juez,
además de controlar directamente la imputación formal del Ministerio Público debe,
como deber indelegable, correr traslado a las partes el acto de ejercicio de la acción
penal; a fin de que puedan plantear las objeciones en resguardo de sus derechos –
concedido por la ley procesal– para plantear los medios técnicos de defensa que
estimen.

Luego, una interpretación sistemática y teleológica de los dispositivos legales


anotados, permiten asumir un control judicial amplio del acto fiscal de formalización
de investigación preparatoria, teniendo como objeto de control, precisamente lo que
es necesario controlar: la imputación formal.

La mala práctica de emitir un simple decreto con las frases de cliché «téngase por
presentada la disposición de formalización», «téngase presente», «por cumplido el
mandato de comunicación», etcétera, no sólo implica un ritualismo espurio, sino que
comunica un acto irresponsable de no control judicial sobre uno de las actuaciones
más importantes del Ministerio Público. Recordemos que, de conformidad con el
artículo 349.2 del Código Procesal Penal, los hechos imputados en la formalización
de investigación preparatoria no pueden ser alterados al formular la acusación.

Luego, los ámbitos de control deben estar referidos a :


CONTROL SOBRE LOS REQUISITOS FORMALES

El artículo 336 del Código Procesal Penal ordena el contenido de la disposición de


formalización preparatoria, sin el que no puede construirse válidamente el acto
procesal o, en todo caso, queda incompleto, sin posibilidad de que produzca efectos
jurídicos. El control sobre los presupuestos materiales de la formalización de
investigación preparatoria le corresponde al juez, quien, de verificar errores
superables, ordena la subsanación correspondiente al titular de la acción penal.

Tal actuación obligatoria de control, por parte del órgano jurisdiccional, no implica
un control previo a una eventual acusación (que no existe aún), sino que permite un
juicio de imputación, para dotar de claridad al acto comunicativo por parte del fiscal.
No se trata de implantar un acto de control no previsto, por el contrario, se pretende
materializar las facultades y obligaciones de control judicial previstos en la norma
adjetiva.
FINALIDAD

La finalidad de la investigación, no sólo es la búsqueda de las pruebas para


determinar la culpabilidad del imputado-como sucedía en el proceso penal regido
bajo el agónico Código de Procedimientos Penales-eminentemente inquisitivo, en
el que tanto la Policía como el Representante del Ministerio Público realizaban una
incasable labor para buscar por todos los medios posibles, elementos de inculpación
contra el investigado, resultando la investigación deficiente y duramente
cuestionada, toda vez que los "elementos de prueba" muchas veces se obtenían
por medios ilegales (prueba prohibida).

Con el nuevo modelo procesal en la investigación preparatoria se debe obtener


también las pruebas de descargo, que puedan determinar el grado de inocencia de
la persona a la que se le imputa un delito. Esto último, debido a que el Fiscal además
de ser el Titular del ejercicio de la Acción Penal es también el defensor de
la legalidad y de la sociedad. Lo que implica, que si el fiscal encuentra elementos
de prueba que determinen la inocencia o un menor grado de participación en el
delito, está en la obligación de presentarlas al juzgador, puesto que de no hacerlo,
su labor será cuestionada por faltar a sus deberes y contravenir la Constitución y
las Leyes.

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