Apuntes Sobre El Guarani

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Cahiers du monde hispanique et

luso-brésilien

František Vrhel, Apuntes tipológicos sobre las lenguas nativas del


Paraguay
Rubén Bareiro Saguier

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Bareiro Saguier Rubén. František Vrhel, Apuntes tipológicos sobre las lenguas nativas del Paraguay . In: Cahiers du monde
hispanique et luso-brésilien, n°46, 1986. Contre-cultures, Utopies et Dissidences en Amérique latine. pp. 147-149;

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C.M.H.L.B. CARAVELLE
n° 46, pp. 147-164, Toulouse, 1986.

COMPTES RENDUS

Franti§ek
del Paraguay.
Vrhel, —Apuntes
Praga, Univerzita
tipológicosKarlova,
sobre 1981.
las lenguas
102 p. nativas

Interesante y al mismo tiempo ambiguo trabajo el que realiza


F. Vrhel en este libro. Interesante por el intento de concretar un
criterio lingüístico sólido con el objeto de realizar un estudio
tipológico de las lenguas amerindias, dominio en el que estas
investigaciones no abundan. Para ello el autor utiliza, en particular, la
metodología de Wladimir Salicka, expuesta en varias de sus obras
(24 de ellas, entre libros y artículos, son citadas en la bibliografía).
Vrhel consigue establecer un instrumento analítico válido para
establecer la tipología de las lenguas indígenas de América. Y aquí
viene la primera ambigüedad del libro : la parte principal del mismo
está consagrada más a los aportes teóricos y a las investigaciones
tipológicas sobre otros idiomas del continente, que propiamente a las
« lenguas nativas del Paraguay », como indica el título de la obra.
Y cuando hace referencia a éstas (en la introducción, en el capítulo
3 y en las conclusiones, 37 páginas del total), mezcla las diferentes
familias de manera tan confusa, que las características tipológicas
de las mismas — muy diferentes entre ellas — no serán fáciles de
distinguir, salvo para los iniciados.
La ambigüedad se acrecienta cuando el autor se refiere a las
descripciones de la fonología del guaraní (3.1). Dice al respecto :
« Una contribución fundamental a la fonología del guaraní es
indudablemente el 'ensayo' de Jean-Pierre Caprile (1969: 94-113), y,
sobre todo, la extraordinariamente extensa e instructiva descripción
de Gregores y Suárez (1967 : 25-117), comprendida en su trabajo
A Description of Colloquial Guaraní, que constituye el punto de
partida fundamental de nuestros apuntes tipológicos. Es precisa-
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mente en virtud de este tipo de contribuciones que hay que enfocar


y valorar la tipología fonológica o fonémica de las lenguas
amerindias... » (pag. 67).
Y bien, la ambigüedad aquí cambia de nombre, y se convierte
en punto de partida fundamental hacia un total falseamiento del
estudio del guaraní paraguayo o coloquial. No sólo no se utiliza para
nada la « contribución fundamental » de J.-P. Caprile, sino que se
reduce -\ la fonología mostrenca de los Gregores y Suárez, que no
coincide con la anterior, y en ciertos fonemas, la contradice.
Paso a fundamentar el juicio precedente. Desde el punto de vista
de la fonología, Gregores y Suárez han suprimido varios fonemas
nasales o prenasalizados : mb, nd, ng, ñ, lo que para cualquier
guarani-hablante corriente es simplemente una aberración. Además,
las leyes que rigen la armonización nasal — el acuerdo sonoro
entre los elementos que componen un grupo sintáctico — son
sistemáticamente ignoradas, lo cual implica un desconocimiento
profundo de esa característica de la lengua. A propósito de esto, hay
un ejemplo grotesco, por lo contradictorio. Cuando, por una vez
se usa la nd, se dice : « ndo. nde mawdu'a » (p. 84). Tres veces
repetido el fonema nd en la misma frase, de seguido, en guaraní es
imposible, la armonización nasal lo excluye. Utilizar esto significa
desconocer, ignorar esa regla esencial del idioma. Por ello es que
ningún practicante de la expression dialectal llamada « guaraní
paraguayo » se reconoce en la descripción hecha por Gregores y
Suárez, y no sólo en lo que concierne a la fonología, sino también
a la gramática, la sintaxis o la lexicología. Esto se debe,
seguramente, al hecho de que los citados coautores han apelado a
informantes paraguayos emigrados en Argentina — algunos de segunda
generación — a los que han inducido a « recomponer » un guaraní
desdibujado a partir de construcciones formuladas en castellano,
— idioma mal conocido por ellos — , ejemplos de frases armadas
en español, que son traducidas, a menudo, literalmente, sin tener
en cuenta la organización sintáctica, el funcionamiento del guaraní.
Según declaraciones de Gregores y Suárez, la mayoría de los
informantes contratados pertenecía a personas trabajando en el «
servicio doméstico », y que seguramente se afanó por complacer a los
« patrones » que remuneraban sus prestaciones, tratando de dar
complacientes equivalencias, lo más próximas posibles, de los
modelos propuestos. El más acabado conocedor del guaraní paraguayo
— y de las otras expresiones dialectales existentes en el
Paraguay — , don León Cadogan, señaló una larga lista de errores
garrafales en el libro de los autores citados. Lo imperdonable en Vhrel
es que, conociendo ese artículo, aparecido en CARAVELLE N° 14
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— lo cita en el texto y figura en la bibliografía — , no lo haya tenido


en cuenta. A partir de esta lamentable negligencia, los ejemplos
dados en el libro, a partir de los errores o de las falsedades de los
coautores argentinos, están invalidados. Se podría hacer una larga
enumeración de ejemplos inadecuados o falsos, que reduce la lengua
« descrita » por Gregores y Suárez a un « guaraní a lo Tarzán »,
tal es la degradación del presunto idioma si se lo juzga a partir
de los ejemplos dados. Para no cansar me limitaré a varias
aberraciones contenidas en una sola página, la 82, abierta un poco al azar
de los subrayados hechos en la primera lectura. En el primer
parágrafo (y salto los errores concernientes a la campante supresión
de ñ, nd y mb) se dice que miai (miai) significa romper. Falso, el
equivalente es : echar a perder, estropear, descomponer, perjudicar...,
y se escribe mbuai (sin que aparezca para nada el fonema *• ). Para
romper existen varias acepciones posibles : mondoho, mopê, joka,
mondoro, etc., pero en ningún caso mbuai, sino en sentido muy
figurado.
En el mismo parágrafo se dice que kové es verbo transitivo, y
que significa vivir. Falso ; la raíz verbal es (i)ko, y ve es un
sufijo adverbial-temporal equivalente a aún, aproximadamente.
En el tercer parágrafo se cometen varios errores garrafales al
afirmar : « La pluralidad del verbo se expresa (...) por medio de
hikwâi: pe mitâ h-asê-má hikwâi, todos aquellos muchachos
gritan ». En primer lugar, hikuái no es nasal. En segundo, pe, artículo
demostrativo, significa ese (y no aquellos, que en guaraní se dice
umi), y es estrictamente singular. Con lo cual, la frase que sigue
no puede usar el sufijo de pluralidad hikuái, pues se cometería
una contradicción entre el sujeto singular y una marca del plural
en el predicado (además que el sufijo adverbial ma, que significa
ya, no aparece para nada en la traducción). La frase regular sería :
umi mitâ hase = aquellos niños lloran. Si se le agrega hikuái, la
traducción sería : están llorando, pues ese sufijo es el plural del
« actualizador » hiña.
Y me detengo aquí, porque arriesgo continuar escribiendo varias
páginas de falsedades tan ñagrantes como las señaladas. Con ello
dejo asimismo de lado la consideración de otros elementos de la
tipología, como las estructuras de la oración, que considero bastante
discutibles.
Es lástima que un intento de descripción que pretendía rigor
científico — y lo tenía al nivel de las propuestas teóricas — sea
invalidado por los modelos y las pautas utilizados para la formali-
zación y la ejemplificación.
Rubén Bareiro Saguier.

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