Este documento presenta el caso de un paciente de 80 años que desarrolló ascitis quilosa como la primera manifestación de un hepatocarcinoma. El paciente tenía antecedentes de hepatopatía crónica y fue diagnosticado con ascitis quilosa idiopática refractaria al tratamiento inicial. Exámenes adicionales revelaron múltiples nódulos hepáticos malignos y niveles elevados de alfafetoproteína, confirmando el diagnóstico de hepatocarcinoma. El paciente respondió positivamente a un tratamiento nutricional con trig
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Este documento presenta el caso de un paciente de 80 años que desarrolló ascitis quilosa como la primera manifestación de un hepatocarcinoma. El paciente tenía antecedentes de hepatopatía crónica y fue diagnosticado con ascitis quilosa idiopática refractaria al tratamiento inicial. Exámenes adicionales revelaron múltiples nódulos hepáticos malignos y niveles elevados de alfafetoproteína, confirmando el diagnóstico de hepatocarcinoma. El paciente respondió positivamente a un tratamiento nutricional con trig
Este documento presenta el caso de un paciente de 80 años que desarrolló ascitis quilosa como la primera manifestación de un hepatocarcinoma. El paciente tenía antecedentes de hepatopatía crónica y fue diagnosticado con ascitis quilosa idiopática refractaria al tratamiento inicial. Exámenes adicionales revelaron múltiples nódulos hepáticos malignos y niveles elevados de alfafetoproteína, confirmando el diagnóstico de hepatocarcinoma. El paciente respondió positivamente a un tratamiento nutricional con trig
Este documento presenta el caso de un paciente de 80 años que desarrolló ascitis quilosa como la primera manifestación de un hepatocarcinoma. El paciente tenía antecedentes de hepatopatía crónica y fue diagnosticado con ascitis quilosa idiopática refractaria al tratamiento inicial. Exámenes adicionales revelaron múltiples nódulos hepáticos malignos y niveles elevados de alfafetoproteína, confirmando el diagnóstico de hepatocarcinoma. El paciente respondió positivamente a un tratamiento nutricional con trig
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CARTAS AL DIRECTOR
84.399
ASCITIS QUILOSA COMO FORMA DE
PRESENTACIÓN DE UN HEPATOCARCINOMA
Sr. Director: La ascitis de los pacientes cirróticos únicamente tiene ca-
racterísticas quilosas en el 0,5-1,3% de los casos. Habitualmente se ob- tienen malos resultados tras realizar tratamiento con restricción dietética1. Dos tercios de los casos de ascitis quilosa son idiopáticas y en el tercio restante existe un factor causante2. Las etiologías más frecuen- tes en el adulto son: neoplasias, alteraciones de los conductos linfáticos, enfermedades inflamatorias, cirrosis hepática, pancreatitis, insuficiencia cardíaca derecha y síndrome nefrótico3,4. Nos ha parecido interesante comentar un caso en el que la ascitis quilosa se ha presentado como pri- mera manifestación de un hepatocarcinoma. Se obtuvo una respuesta fa- vorable tras realizar tratamiento con una dieta alta en calorías, con apor- te de triglicéridos de cadena corta y media. Varón de 80 años de edad, con antecedentes familiares de padre fallecido de hepatocarcinoma a los 75 años. Entre los antecedentes personales se hallaron: apendicectomizado, un hidrocele izquierdo, enfermedad de Parkinson, hepatopatía crónica con serología de infección pasada por vi- rus B y positividad por ELISA del anticuerpo al virus C, diagnosticada 3 años atrás, permaneciendo asintomático y sin tratamiento por este moti- vo. Presentó un cuadro de 15 días de evolución consistente en distensión abdominal progresiva y aguda, edemas de miembros inferiores y disnea. En la exploración destacaba la existencia de un aumento de la presión venosa yugular, estertores crepitantes en ambas bases pulmonares, aus- cultación cardíaca normal, abdomen distendido, con semiología de asci- tis a tensión, edema de pared abdominal y en los miembros inferiores hasta la raíz de los mismos se evidenció, asimismo, un ligero flapping. Los datos de la analítica fueron: hemograma 7.500 leucocitos con una distribución normal; hemoglobina 12,1 g/dl; hematócrito 35,5%; VCM 97; plaquetas 149.000/µl, actividad de protrombina 102%, fibrinógeno 316 mg/dl. Los datos de la bioquímica fueron: bilirrubina 2,2 mg/dl, GOT 103 U/l, GPT 118 U/l, GGT de 137 U/l, amilasa 49 U/l, LDH 244 U/l, fosfatasa alcalina 715 U/l, Na 133 mmol/l, triglicéridos de 156 mg/dl, gasometría arterial basal: pH 7,46 mmHg, pCO2 36 mmHg, pO2 69 mmHg, CO3H 25,6 mEq/l, proteínas totales 5,8 g/dl. En el proteino- grama se obtuvieron los siguientes datos: albúmina 33%, A1 8%, A2 11,7%, G 34%, y en la inmunoelectroforésis: IgG 2.210 mg/100 ml, IgA 489 mg/100 ml, IgM 119 mg/100 ml; beta microglobulina 2,82 mg/l, hie- rro 85 µg/dl, ferritina 440 ng/dl. Los marcadores tumorales fueron: CEA 2,05 ng/ml, antígeno prostático total 0,432 ng/ml, AFP 100,1 ng/ml (va- lor normal menor de 5), CA 19,9 de 18 ng/ml. Se realizó paracentesis, obteniendo un líquido ascitico de aspecto lecho- so con 81 leucocitos/mm3, glucosa 110 mg/dl, proteínas totales 1,3 g, amilasa 35 U/l y trigliceridos 229 mg/dl. El cultivo del líquido ascítico fue estéril. En la citología del líquido ascítico se apreció una hiperplasia mesotelial e inflamación aguda, sugestiva de benignidad. La radiografía de tórax puso de manifiesto una ligera cardiomegalia, sin evidencia de condensaciones pulmonares y observándose una elevación de ambos diafragmas. La radiografía de abdomen reveló datos sugestivos de asci- tis y signos óseos degenerativos. El ECG fue normal. En la gastroscopia se hallaron varices esofágicas grado II/IV sin datos de sangrado, con el estómago y el duodeno normales. La TAC toracoabdominal puso de manifiesto adenopatías mediastínicas inferiores a 1 cm de carácter ines- pecífico, un hígado irregular de borde abollonado, existiendo un aumen- to del tamaño del lóbulo hepático izquierdo sugestivo de hígado cirróti- co y visualizándose, además, múltiples nódulos sólidos de distribución difusa en ambos lóbulos hepáticos, existiendo uno de mayor tamaño lo- calizado en el segmento V de 7 × 7,5 cm (fig. 1). La vesícula biliar, la vía biliar, el páncreas y el bazo no presentaban lesiones significativas, con una abundante ascitis de localización perihepática, periesplénica, en el saco menor, interasas, en ambas gotieras y en la pelvis. Se realizó punción-aspiración con aguja fina (PAAF) de la masa hepática, con el diagnóstico de hepatocarcinoma moderadamente diferenciado. La ascitis fue refractaria, precisando la realización de múltiples paracen- tesis evacuadoras. Sin embargo, presentó una buena respuesta tras la in- troducción de nutrición parenteral, con un elevado valor de calorías y aporte de triglicéridos de cadena media y corta. En las siguientes para- centesis se observó una disminución progresiva del valor de triglicéri- dos en el líquido ascítico, hasta concentraciones normales. Fue dado de alta con tratamiento de furosemida, espironolactona, lactulosa y dieta de
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CARTAS AL DIRECTOR
de ascitis quilosa. Existían, además, unos valores de alfafetoproteína
elevados, como manifestación de la implantación de un hepatocarcino- ma en un hígado con una hepatopatía crónica que no había tenido sínto- mas hasta el momento de la descompensación. Es preciso destacar que la ascitis quilosa es muy poco frecuente y, cuan- do aparece de forma súbita en un hígado con una hepatopatía crónica asintomática, estamos obligados a descartar causas secundarias, como el hepatocarcinoma, entre otras. Pueden resultar de ayuda la solicitud de diversos marcadores tumorales, como la alfafetoproteína. Destacamos en nuestro caso la buena respuesta tras el tratamiento con una dieta hi- percalórica con aporte de triglicéridos de cadena media y corta.
F.M. GÓMEZ SOTO, F. MARCOS SÁNCHEZ,
A.I. FRANCO MORENO, A. VIANA ALONSO, A.I. MUÑOZ RUIZ y A. DURÁN PÉREZ-NAVARRO Servicio de Medicina Interna del Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina (Toledo). España.
Fig. 1. Nódulo de 7 × 7,5 cm, localizado en el segmento V hepático, su- BIBLIOGRAFÍA
gestivo de neoplasia primitiva o metastásica. 1. Castellote J, Porta F. Chylous ascites secondary to liver cirrosis. protección hepática desgrasada. Rev Esp Enf Digest 1994;86:912-4. 2. Suárez Crespo JF, De Sola Earle C, Quintero Fuentes D, Martín- La ascitis quilosa se define cuando los valores de triglicéridos en el lí- Vivaldi Martínez, R. Treatment with midle-chain triglyceride im- quido ascítico son superiores de 200 mg/dl o exceden los detectados en proves chylous ascites in a patient with liver cirrosis. Rev Esp el plasma5,6. Es una forma infrecuente de ascitis que constituye menos Enf Digest 1995;87:834-5. del 1,3% del total de las ascitis1. Se produce debido a la existencia de un 3. Cancela MA, Souto F, Núñez MJ, Caro MC, Piñeiro L. Primary obstáculo anatómico o funcional de las vías de drenaje de los linfáticos Chylous ascitis in patients with liver cirrosis: description of two intestinales1. new cases. Rev Esp Enf Digest 1998;90:596-7. Sus causas más frecuentes son los traumatismos abdominales, malfor- 4. Casafont F, López-Arias MJ, Crespo J, Dueñas C, Sánchez maciones congénitas del sistema linfático, complicaciones de la cirugía Antolín G, Rivero M, et al. Ascitis quilosa en pacientes cirróticos como (trasplante renal, aneurisma de la aorta, pancreatoduodenectomía), y no cirróticos. Gastroenterol Hepatol 1997;20:291-4. tumores, entre ellos el linfoma y el hepatocarcinoma, siendo ésta una 5. Sultan S, Pauwels A, Poupon R, Levy VG. Chylous ascites in forma excepcional de presentación del hepatocarcinoma2-5. Nuestro pa- cirrhosis. Retrospective study of 20 cases. Gastroenterol Clin ciente tenía una hepatopatía conocida, de la que se encontró asintomáti- Biol 1990;14:842-7. co hasta el ingreso actual, en el que presentó de forma brusca un cuadro 6. Malagelada JR, Iber F, Linscheer W. Origin of fat in chylous as- cites of patients with liver cirrhosis. Gastroenterology 1974;67: 878-86.