Historia de La Enfermería

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Sustentante:

Jarolin Laidenis Ramírez

Matricula
2021-0418

Materia:
Psiquiatría Mental

Sección:
01

Facilitadora:
Lic. Petra Reyes

Santo Domingo Este


26 de Enero 2023
Introducción

La Historia de la Enfermería trata del ser humano, de su cuerpo y de su mente,


de cómo evolucionan los cuidados... "Desde la perspectiva fenomenológica se
asume el cuerpo propio como el punto cero del mundo, como el centro del
entorno, además, de los hechos históricos: las vivencias relacionadas con los
cuidados de salud (experiencias vividas) se han de tener en cuenta, así como
las objetividades esenciales que existen independientemente de que sean
experimentadas o no: la enfermedad, la muerte, el dolor".

"La relación entre historia y fenomenología se percibe claramente al considerar


la fenomenología como la ciencia que estudia las vivencias a partir de la
experiencia, y teniendo en cuenta que las vivencias sólo pueden convertirse en
objeto de reflexión mediante la conciencia histórica, individual o colectiva, de la
persona, los grupos... en definitiva: las diferentes formas de convivencia que
constituyen las sociedades humanas".

Los desórdenes del estado de ánimo se encuentran entre los trastornos más
frecuentes observados, tanto en la práctica psiquiátrica como en el ejercicio
cotidiano del médico general. Las variaciones del estado de ánimo, patológicos
en calidad y en intensidad, pueden ser desde la depresión profunda hasta la
ilación maníaca, la distimia depresiva siendo mucho más frecuente que el
estado anímico expansivo y eufórico de la manía.
Historia de la enfermería

La palabra enfermería deriva del latín infirmus, que vendría a ser algo así como
lo relacionado con los no fuertes. Se podría decir que la enfermería es tan
antigua como la humanidad ya que las personas siempre han necesitado
cuidados de enfermería cuando están enfermos o heridos.

Se cree que la figura de la enfermera apareció en durante la Edad Media. Las


enfermeras eran en su mayoría mujeres sin formación que ayudaban a traer
niños al mundo o era nodrizas.

Por otro lado, el cuidado de los enfermos estaba muy asociado a las monjas,
con más formación y un voto religioso que les impedía a cuidar de los más
débiles. De cuidar a los enfermos ser monjas tenían más formación y cuidados
a los enfermos.

En 1259, los Hermanos de Alexian comenzaron el ministerio de cuidado de los


enfermos y hambrientos, que todavía existe hoy en muchos países, incluyendo
Estados Unidos. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios se formó en
España en 1550.

Desde 1550 a través de 1614, San Camilo de Lelis atendía a los enfermos y
moribundos en el Hospital de Santiago en Roma. No fue hasta 1633 cuando
San Vicente de Paul fundó la Hija de la Caridad, donde las mujeres
comenzaron a jugar un papel más importante en la enfermería organizada.

A lo largo de los años, las guerras han aumentado la necesidad de enfermeras


y han tenido una gran influencia en la evolución de la enfermería. Florence
Nightingale, es ampliamente considerada como la madre de la enfermería
moderna, destacando por sus servicios en la guerra de Crimea de 1853 a 1856.
Sus esfuerzos de saneamiento disminuyeron drásticamente la tasa de
mortalidad y a su vuelta fundó la Escuela Florence Nightingale para Enfermeras
en Londres.

Fue el primer paso para la auténtica profesionalización de la enfermería. En


1861 las enfermeras empezaron a usar uniforme. Hoy día, la enfermería es
ampliamente reconocida en el mundo.
Humanización

En la actualidad la humanización en los hospitales es una necesidad que


demanda los usuarios como parte de un derecho es aquí que las políticas de
salud están enfocadas a establecer normativas legales que asegure el buen
trato al usuario.

El ser humano cuando sufre deterioro de su salud requiere de ayuda y


cuidados profesionales para lograr la adaptación, explicaciones acerca como
abordar los procesos de salud y vivir momentos de incertidumbre por el
desconocimiento de la enfermedad y de los procesos de atención hospitalarias,
es aquí la necesidad que los profesionales de la salud deben comprender que
el paciente necesita participar de sus cuidados conjuntamente con la familia.

El usuario exige hoy en día el reconocimiento de su derecho como un acto de


dignidad para recibir una atención en salud, de tal manera que él se sienta
valorado como persona en sus dimensiones humanas.

El cuidado humanizado de enfermería es necesario en la práctica clínica-


profesional, el cual permite mejorar el cuidado que se brinda al paciente con el
fin de propiciar su calidad de vida.
Terapias electroconvulsivas.

La terapia electroconvulsiva es un procedimiento que se lleva a cabo con


anestesia general y que consiste en pasar pequeñas corrientes eléctricas a
través del cerebro, para desencadenar una convulsión breve de manera
intencional. La terapia electroconvulsiva al parecer provoca cambios en la
neuroquímica cerebral que pueden revertir rápidamente los síntomas de
algunas enfermedades mentales.

Por qué se realiza

La terapia electroconvulsiva puede ofrecer mejorías rápidas y considerables de


los síntomas graves de varios trastornos de salud mental. La terapia
electroconvulsiva se utiliza para tratar lo siguiente:

Depresión grave, particularmente cuando está acompañada por una


desconexión con la realidad (psicosis), deseo de suicidarse o rehusarse a
comer.

Depresión resistente al tratamiento, una depresión grave que no mejora con


los medicamentos u otros tratamientos.

Manía grave, estado de euforia intensa, agitación o hiperactividad que ocurre


como parte del trastorno bipolar.

Catatonía, caracterizada por falta de movimiento, movimientos extraños o


rápidos, pobreza del habla y otros síntomas.

Agitación y agresión en personas con demencia, que pueden ser difíciles de


tratar y tener un impacto negativo en la calidad de vida.

La terapia electroconvulsiva puede ser una buena opción de tratamiento


cuando no se tolera un medicamento o cuando otras formas de tratamiento no
han sido eficaces. La terapia electroconvulsiva se utiliza en algunos de los
siguientes casos:

Durante el embarazo, cuando no se pueden tomar los medicamentos porque


podrían dañar al feto en desarrollo
En adultos mayores que no pueden tolerar los efectos secundarios del
medicamento

Psicofármacos.

Prescrito y utilizado adecuadamente, un psicofármaco permite atenuar o


eliminar diversas formas de sufrimiento psíquico: ansiedad, depresión,
enfermedad maniacodepresiva, trastornos delirantes... Un psicofármaco debe
ser prescrito por un médico. Un gran número de personas utilizan, con o sin
prescripción, medicamentos para afrontar los trastornos provocados por sus
dificultades cotidianas.

Del mismo modo que en el caso del alcohol o del tabaco, un consumo excesivo
de psicofármacos por parte del padre/madre puede influir negativamente sobre
los consumos de los/as hijos/as.

Los efectos de los psicofármacos varían según su composición química, las


dosis administadas y la sensibilidad individual del paciente.

Asociar este tipo de medicamentos a otras sustancias psicoactivas conlleva


importantes riesgos, sobre todo porque los efectos de ciertas interacciones no
son totalmente conocidos. La mezcla con alcohol, por ejemplo, potencia o
anula los efectos de cada una de las sustancias absorbidas.

Efectos

Los efectos de un psicofármaco difieren según la categoría a la que


pertenecen:

Tranquilizantes o ansiolíticos: disminuyen la angustia y las manifestaciones


de ansiedad (insomnio, tensión muscular...)

Somníferos o hipnóticos: destinados a provocar y/o mantener el sueño;


pueden disminuir el estado de alerta mientras se está despierto.

Neurolépticos o antipsicóticos: son fármacos usados en psiquiatría, sobre


todo para el tratamiento de las psicosis. No tienen riesgo de dependencia.

Antidepresivos: indicados en el tratamiento de las depresiones, cuyos


síntomas son: disminución acentuada del interés o del placer de vivir,
trastornos del sueño, agitación o apatía, sensación de fatiga o pérdida de
energía inexplicables, sentimiento de desvalorización o de culpabilidad
excesiva, disminución de la aptitud para pensar y de concentrarse.

Trastornos del estado de ánimo

Los trastornos del estado de ánimo (trastornos del humor) se conocen también
como trastornos afectivos. Afecto significa estado emocional, que se expresa a
través de gestos y expresiones faciales.

La tristeza y la alegría son parte de la experiencia habitual de la vida diaria, y


difieren de la depresión y la manía que caracterizan a los trastornos del estado
de ánimo. La tristeza es una respuesta natural a la pérdida, la derrota, el
desengaño, el trauma o la catástrofe. La aflicción o el duelo es la reacción
normal más habitual ante una separación o una pérdida, como la muerte de un
ser querido, el divorcio o el desengaño amoroso. Generalmente, el duelo y la
pérdida no causan depresión persistente e incapacitante, excepto en personas
predispuestas a padecer trastornos del estado de ánimo o del humor. En
algunas personas, la pérdida de un ser querido causa una depresión más
persistente e incapacitante, que se ha denominado trastorno de duelo
prolongado.

El diagnóstico del trastorno del estado de ánimo se realiza en los casos en que
la tristeza o la euforia son demasiado intensas, aparece acompañado de otros
síntomas característicos y de la limitación de la capacidad de llevar una vida
normal a nivel físico, social y laboral.

Si únicamente se sufre depresión, se denomina trastorno unipolar. Otros


trastornos del estado de ánimo, llamados trastornos bipolares, incluyen
episodios de depresión que alternan con episodios de manía o hipomanía (una
forma menos grave de manía). La manía sin depresión (llamada manía
unipolar) es muy poco frecuente.

Si bien todas las personas a veces se sienten tristes o deprimidas, los síntomas
pueden variar en gran medida según la afección específica. Los síntomas
comunes de los trastornos del estado de ánimo incluyen sensación persistente
de tristeza, vacío y desesperanza; sensación de sentirse fuera de lugar y baja
autoestima; culpa; dificultad para relacionarse; cambios en el apetito y el
sueño; fatiga; pérdida de la energía o irritabilidad; hostilidad y agresión; falta de
interés en actividades que se disfrutaban anteriormente; quejas físicas
frecuentes y muchos otros síntomas.

Conclusión

Los trastornos del estado de ánimo son trastornos psiquiátricos comunes y


pueden causar depresión, excitación extrema e irritabilidad. Una persona con
un trastorno depresivo puede estar triste, cansado, desmotivado, presentar
comportamiento suicida, no tener interés en las actividades típicas y
placenteras, sentirse inútil o culpable, y no poder dormir o comer. Algunas
personas con depresión también experimentan manía, y la combinación de
ambos se conoce como trastorno bipolar.

Cuando se experimenta los síntomas de la manía, él o ella tiene sentimientos


de irritabilidad extrema, autoestima muy elevada, juicio pobre, y la necesidad
de involucrarse en conductas extremadamente peligrosas. Las personas con
trastornos del estado de ánimo pueden tener dificultades para completar las
tareas en el trabajo, la gestión de un hogar, participar en actividades de ocio, y
mantener relaciones saludables con la familia y amigos.
Bibliografía

https://www.nicklauschildrens.org/condiciones/trastornos-del-estado-de-animo-
y-de-ansiedad

https://clinic-cloud.com/blog/historia-de-la-enfermeria-resumen/

https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/electroconvulsive-therapy/
about/pac-20393894
https://www.coruna.gal/corunasindrogas/es/sustancias/psicofarmacos?
argIdioma=es

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