Resumen Estetica Del Cambio 1

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Especialidad de Terapia Familiar y Terapia Breve

Resumen
Estética del cambio

Elaboro: Lorena Cortes Medina


Veracruz Veracruz a 06 de Octubre del 2012
ESTETICA DEL CAMBIO

El libro de la estética del cambio desmiente que nadie conozca totalmente o pueda
jamá s totalmente, los procesos que dan cuenta del cambio personal y social dentro o
fuera de la terapia. Las tentativas de la ciencia social por comprender el cambio
suministran innumerables modelos parciales del proceso terapéutico , que con suma
frecuencia se desdoblan en disyuntivas del tipo "o bien , o bien" en las que se sostiene
que solo una de las partes de esta dualidad es verdadera correcta o má s ú til que la
otra.

Este modo de establecer distinciones es el que da origen a las contiendas entre la


orientació n individual y familiar del tratamiento, entre las intervenciones vivenciales
y estratégicas, entre las epistemologías lineales y recurrentes, entre la teoría y la
prá ctica, entre la perspectiva estética y pragmá tica y el propó sito es demostrar que
muchas de las distinciones son en realidad las dos facetas de una relació n
complementaria. En un sentido má s general la finalidad es revelar las pautas que
conectan ambas facetas.

Milton Erickson ingresaba en el mundo vivencial de su cliente y lo alteraba en tal


forma que la sintomatología desparecía y el sujeto podía echar mano de sus propios
recursos. Milton Erickson y Carlos Castañ eda han ayudado a muchos terapeutas a
sacarse de encima cualquier presunció n de realismo ingenuo, su obra nos indica que
los terapeutas pueden desempeñ ar un activo papel en la reconstrucció n del mundo de
experiencia de sus clientes y nos sugieren que nuestro mundo de experiencia está (al
menos parcialmente) construido en forma social, pero ninguno de ellos nos ha
suministrado un mapa o lenguaje formal para enunciar con claridad esta posició n.

Las Ideas de Gregory Bateson nos marcan el rumbo hacia un marco de referencia y un
lenguaje de esa índole; sus trabajos han procurado captar formalmente una
concepció n ilustrada por la obra y los escritos de Castañ eda, Erickson, y muchos
terapeutas de familia.

Bateson era capaz de poner al descubierto y enlazar entre sí una amplia variedad de
ideas y observaciones, que pueden servir de fundamento para una ciencia humana
diversa, también fue el profeta de una ciencia postmoderna y dio el primer paso para
hacia la indispensable reorientació n filosó fica de la ciencias humanas, se necesitaba
una nueva epistemología, la que segú n su juicio la cibernética podía proporcionar una
base epistemoló gica y un lenguaje apropiado para referirse al cambio personal y
social.

Definida en términos simples, la cibernética forma parte de una ciencia general de la


pauta y la organizació n. Adoptar una concepció n cibernética es ingresar en un mundo
de descripció n radicalmente distinto de lo habitual.
Capitulo 2
ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA

Para ingresar en un mundo de pensamiento cibernético es menester ante todo


comprender con má s claridad que significa epistemología. La epistemología es mas
bá sica que cualquier otra teoría particular y se ocupa de las reglas que gobiernan el
funcionamiento de la cognició n humana. Por definició n la epistemología procura
establecer "de que manera los organismos o agregados de organismos particulares
conocen, piensan y deciden. En términos má s generales el estudio de la epistemología
nos lleva a conocer como se construyen y mantienen las personas sus há bitos de
cognició n.

. Es imposible que alguien carezca de una epistemología. Esto ha sido desarrollado por
Bateson "Nadie puede afirmar que no posee una epistemología. Los que así lo hacen,
só lo tienen una mala epistemología.

Los aná lisis anteriores de la epistemología dentro de la terapia familiar establecieron


a veces un distingo entre 2 clases de epistemología: La lineal progresiva y la
recurrente (llamada también sistémica, ecoló gica, ecosistémica, circular o
cibernética).

La epistemología lineal progresiva tradicional es la nosología psiquiá trica y el modelo


medico clá sico de psicopatología: es atomista, reduccionista y anti contextual.

Una epistemología recurrente, por el contrario pone el acento en la ecología, la


relació n y los sistemas totales. Al revés de lo que ocurre con la epistemología lineal
progresiva, es congruente con la interrelació n, la complejidad y el contexto.

Esta epistemología alternativa es la que pone de manifiesto aquellos terapeutas que


entienden que su relació n con los clientes forma parte de un proceso de cambio,
aprendizaje y evolució n.

Auerswald divide a los terapeutas de familia en tres clases, segú n sus puntos de vista
epistemoló gícos:1)los que siguen una epistemología lineal progresiva tradicional; 2)
los que siguen una epistemología recursiva, y 3) los que se hallan en período de
transició n de la primera a la segunda.

Hemos estado utilizando el término epistemología con un doble sentido: para indicar
có mo piensa, percibe y decide una persona y para indicar que piensa percibe y decide.
Entender có mo se conoce es inseparable de entender qué se conoce, por añ adidura
todos los individuos tienen en comú n una operació n epistemoló gica fundamental, la
de establecer distinciones

LEYES DE LA FORMA

El acto bá sico de la epistemología es la creació n de una diferencia. Solo al distinguir


una pauta de otra somos capaces de conocer nuestro mundo. Las distinciones
establecidas entre terapeuta y cliente, intervenció n y síntoma, solució n y problema
por ejemplo nos permiten distinguir el mundo clínico, esta idea es reconocida en la
actualidad como uno de los cimientos del pensamiento cibernético gracias a
G.Spencer-Brown.

"¡Trazar una distinció n!" Este mandato bá sico, obedecido consiente o


inconscientemente, es el punto de partida de cualquier acció n, decisió n, percepció n,
pensamiento, descripció n, teoría y epistemología.

La gama de distinciones que es posible trazar dentro de la terapia no tiene fin. Varela
puntualiza que el trazar distinciones nos permite crear " fronteras físicas,
agrupamientos funcionales, categorías conceptuales etc., en un museo infinitamente
diversificado de distinciones posibles" Von Foerster llama "la navaja" de energía
transistorizada de Spencer Brown ") Es una manera diferente de construir y conocer
un mundo de experiencia. Puede decirse que el aporte histó rico de la terapia familiar
consistió en brindar una manera diferente de percibir distinciones, estableciendo el
límite de un síntoma en torno de la familia y no del individuo.

El observado primero distingue y luego describe. Toda pregunta, al proponer una


distinció n, construye su propia respuesta. Laing afirma que aquello que la ciencia
empírica denomina datos, para ser má s honestos deberíamos de llamarlos captos ya
que en un sentido muy real son seleccionados arbitrariamente por la índole de la
hipó tesis ya formada.

Para el terapeuta, esto significa que el método mediante el cual los "datos" son
captados (el diagnostico) es una de las formas de construir y mantener el contexto
terapéutico. En otras palabras, las preguntas y las hipó tesis del terapeuta contribuyen
a crear la realidad.

La obra de Spencer Brown es importante para la terapia familiar por que ofrece una
manera de especificar la conexió n recursiva que existe entre la descripció n y la
prescripció n, el diagnostico y la intervenció n.
Para comprender cualquier reino de fenó menos debemos de empezar por apreciar
có mo fue construido, osea, que distinciones está n en la base de la creació n. La tarea
del epistemó logo, por consiguiente es identificar la manera en que un determinado
sistema ( ya se trate de un organismo, familia, grupo de terapeutas o comunidad
científica, especifica y mantiene ciertas formas de demarcació n.

En este proceso, cada rubro del conocer se vuelve objeto de un orden de indagació n
superior. Así, nuestros sondeos epistemoló gicos son el objeto de su propia indagació n.

El punto de partida de la epistemología es, entonces el observador que establece


distinciones a fin de observar y lo que el observador observa puede ser descrito. Esta
operació n recursiva de establecer distinciones en las distinciones vuelve a apuntar
hacia el mundo de la cibernética, donde la acció n y la percepció n, la descripció n y
prescripció n, la representació n y la construcció n está n entrelazadas
PUNTUACION

Una idea bá sica para comprender la epistemología es que lo que cada cual percibe y
conoce deriva en gran medida de las distinciones que traza. El empleo de la distinció n
para crear la indicació n es una manera de definir la puntuació n.

Los especialistas en semá ntica general demostraron que el lenguaje es la herramienta


para imponer distinciones en nuestro mundo. El estudio formal de los procedimientos
por los cuales la gente puntú a su experiencia es un método para identificar su
epistemología. Sus pautas habituales de puntuació n presuponen ciertas premisas
epistemoló gicas para establecer distinciones, como el ejemplo del laberinto y el
huró n.

EPISTEMOLOGIA CLINICA

El terapeuta solo puede comprender la experiencia de un individuo observando de


qué manera es puntuado su contexto social. Dado que el individuo o la familia acuden
al consultorio con há bitos de puntuació n ya arraigados, el terapeuta debe de contar
con un método para puntuar su puntuació n. Rabkin propuso crear una nueva
especialidad terapéutica que sugirió denominar " epistemología clínica". La nueva
disciplina indagaría la manera en que los clientes adquieren su particular forma de
conocer el mundo. Este tipo de comprensió n requiere una epistemología de orden
superior; vale decir, una epistemología referida a la forma en que los demá s llegan a
puntuar y a conocer su mundo.
En un epílogo de su libro Naven, Bateson dice que su proyecto es un "entrelazamiento
de tres niveles de abstracció n. El primero es el nivel concreto de los datos
etnográ ficos; el segundo má s abstracto , el del ordenamiento de los datos a fin de
crear diversas imá genes de la cultura"; y el tercero , má s abstracto aun, "un aná lisis
concienzudo de los procedimientos mediante los cuales se arman las piezas del
rompecabezas. Estas tres modalidades de establecer distinciones vuelve apuntar al
sentido de la recurrencia.

ORDENES DE RECURSION

Ya sea que uno se ocupe del lenguaje, la descripció n, la explicació n , la teoría o la


epistemología, el aná lisis de estos temas suele estructurarse en funció n de niveles ,
estratos, ó rdenes, encuadres o marcos de referencia. Marcar una distinció n en el
espacio es indicar dos niveles distintos.

TIPIFICACION LOGICA

La explicitació n de estas diferencias de ó rdenes o niveles constituye un procedimiento


importante de la epistemología. Bateson lo empleó al recurrir a la tipificació n ló gica.
El descuido de la tipificació n ló gica da origen a la paradoja, precisamente porque el
observador no sabe cual nivel escoger y esta misma ambigü edad genera la experiencia
de la paradoja.Bateson coincidió con la propuesta de Foerster, pero adopto la
tipificació n ló gica como instrumento descriptivo para discernir las pautas formales de
la comunicació n que subyacen en la experiencia y en la interacció n entre los hombres.
El uso de la tipificació n ló gica nos sugiere a veces que nuestro mundo de experiencia
está estructurado en forma jerá rquica.

PRINCIPIOS DORMITIVOS

Si examinamos las explicaciones tradicionales de la conducta a través de la lente de la


recursió n nos encontraremos a veces con lo que Bateson llamaba "Principios
dormitivos", que son una variante de la descripció n circular. Un principio dormitivo es
un reacomodamiento má s abstracto de la descripció n del rubro que se pretende
explicar. p. ej., cuando se explica la agresió n diciendo que es causada por un "instinto
agresivo".

Para inventar un principio dormitivo, se parte de descripciones simples de los


fenó menos que se procura explicar
DOBLE DESCRIPCION

Cada vez que dos personas interactú an, cada una de ellas puntú a el flujo de la
interacció n. Si un observador combina los puntos de vista de ambos individuos,
comienza a surgir una idea sobre el sistema total. Una vez que el observador presenta
estas diversas puntuaciones a modo de secuencia, puede luego procurar discernir la
pauta de las conecta. Para el observador, esto significa que la combinació n simultá nea
de sus respectivas puntuaciones da una vislumbre de la relació n total. A esta ultima
visió n de las cosas Bateson la llama "la doble descripció n" y la compara con la visió n
binocular. En el caso del sistema construido por "El me fastidia, yo me retraigo, Yo me
retraigo, Ella se retrae, yo la fastidio" la visió n binocular vería lo que Bateson dio en
llamar "Una relació n complementaria".

COMO DISTINGUIR LAS PAUTASD DE LA RELACION

Para ver una relació n se requiere de una doble descripció n. Pero si las dobles
descripciones de la relació n se someten a aná lisis y se afirma que cada una de estas
partes está localizada dentro de una persona, se crea con ello "un principio dormitivo"

En general, todas las descripciones de las características de personalidad consisten,


como en este caso, extraer mitades de pautas de la relació n má s amplias. Siguiendo el
consejo de Bateson "Solo si uno se aferra de manera rigurosa a la primacía y prioridad
de la relació n, puede evitarse las explicaciones dormitivas.

La doble descripció n es fundamentalmente una herramienta epistemoló gica que nos


permite generar, discernir diferente ó rdenes de pauta.

DIALECTICA DE LA FORMA Y EL PROCESO

Al repasar su propia obra Bateson señ aló que sus "procedimientos de indagació n
estuvieron puntuados por una alternancia en la clasificació n de la forma y la
descripció n del proceso, el cual fue diagramado un enfoque recursivo de la
epistemología, el cual es una escala que asciende en zigzag de la dialéctica entre la
forma y el proceso.

FIGURA DIAGRAMA
LA DESCRIPCION DEL PROCESO: Se refiere a la unidad que es objeto de observació n,
Estas unidades de la observació n se derivan del modo en que el observador puntú a la
corriente de sucesos (Experiencia basada en los sentidos.

CLASIFICACION DE LA FORMA: Corresponde a los nombres asignado a las pautas


organizadoras de las acciones simples, las interacciones y la coreografía.

DESCRIPCION DE LAS ACCIONES SIMPLES: Se refieren a observaciones de unidades,


de acciones simples singulares y aisladas, incluida la expresió n facial, la postura
corporal, la manera de respirar, el tono de voz.

CATEGORIA DE ACCION: Cuando los rubros que componen una acció n simple se
clasifican y se los considera pertenecientes a una determinada categoría de acció n, es
un modo de identificar y designar la pauta que organiza el orden del proceso
observado.(juego, exploració n, combate, delito, esquizofrenia, terapia) CATEGORIA DE
LAS INTERACCION: Se refiere a las pautas características de la relació n entre las
acciones de los distintos participes.

DESCRIPCION DE LA COREOGRAFIA: Establecen có mo son pautadas, a su vez, las


pautas de interacció n que se habían discernido previamente(los temas simétricos y
complementarios)

CONSTRUCCION DE UNA REALIDAD

La diferencia entre la "descripció n del proceso" basada en la experiencia sensorial y


"la clasificació n de la forma", abstracció n de orden superior, no es nada trivial. En la
obra de Bandler y Grinder se destaca que la mayoría de los clínicos (y sus clientes)
habitualmente confrontan el mundo sin distinguir entre su experiencia sensorial y las
abstracciones que han creado acerca de ella. El problema reside en que estas
abstracciones de orden superior creadas por los clínicos se convierten con frecuencia
en los datos primarios de la terapia, reemplazando a su experiencia sensorial má s
inmediata

EPISTEMOLOGIA CIBERNETICA

La cibernética pertenece a la ciencia de la pauta y la organizació n, que se diferencia de


cualquier bú squeda de elementos materiales, objetos, fuerzas y energías. En la
cibernética cualquier idea es" real".
Los términos utilizados para distinguir las descripciones de la materia de las
descripciones de las pautas han sido muchos, Sin embargo en el mundo de la
cibernética podemos concebir dos clases de sucesos en que se manifiesta la pauta: los
que envuelven lo material y los que llamamos inmateriales. Podemos así distinguir
entre la corporizació n de la pauta por la materia y la parició n de la pauta en mundos
inmateriales e imaginarios.

Para Saber que la cibernética y la física, la mente y el cuerpo, la forma y la sustancia, el


yin y el yan, no son dos (no constituyen una dualidad simétrica), primero debemos de
trazar una distinció n. Esta necesidad surge de una idea bá sica de la epistemología: un
mundo de distinciones (creatura) se diferencia de un mundo en el que nada puede
distinguirse (pleroma)

Ver un mundo cibernético nos exige modificar nuestro há bito de ver lo material
exclusivamente, Implica a la vez evitar toda dicotomía lineal progresiva entre lo
material y la pauta o entre el cuerpo y la mente. La cibernética nos permite toparnos
con la mente en la terapia sin olvidar los cuerpos que la corporizan.

CIBERNETICA SIMPLE:

La idea primordial que dio origen a la cibernética es que hay una pauta organizadora
de los procesos físicos y mentales.

RETROALIMENTACIÓ N

La idea bá sica de la cibernética es la de retroalimentació n. Enunciado de otro modo,


toda regulació n simple o compleja , así como todo aprendizaje, implica
retroalimentació n. Los contextos del cambio y del aprendizaje, está n principalmente
destinados, por consiguiente, a establecer o modificar la retroalimentació n. Para que
una terapia tenga éxito debe de crear formas alternativas de retroalimentació n, que
muestren un camino para un cambio adecuado.
Todas la familias corporizan procesos de retroalimentació n que permiten que
permiten la estabilidad de la organizació n familiar en su conjunto. La familia puede
mantenerse unida gracias al control de los fragmentos intensificados de conducta, los
temas de la interacció n y las pautas complejas de la coreografía. Se dice que un
sistema familiar que perdura es "auto correctivo"
Cuando un sistema social queda atrapado en un lazo de retroalimentació n tal que las
conductas correctivas resultan exageradas, también su acció n parecerá oscilar
enormemente.

LAS CONECCIONES ENTRE EL CAMBIO Y LA ESTABILIDAD

Importa advertir que los procesos cibernéticos nunca escogen un estado está tico
estacionario. La cibernética nos sugiere, en consecuencia, que "puede entenderse todo
cambio como el empeñ o de mantener una cierta constancia, y puede interpretarse que
toda constancia se mantiene a través del cambio.
Para analizar de qué manera los procesos de cambio llevan a la estabilidad se emplea
el término "homeostasis" lamentablemente puede ser erró nea ya que a menudo indica
alguna especie de estado estacionario.
Ninguna conducta, interacció n o sistema coreográ fico se mantiene permanentemente
igual así mismo. Las familias constituyen climas perpetuos de cambio donde cada
individuo altera su conducta en un torbellino de permutaciones interacció nales,
técnicamente una variable oscilará o pendulará en torno de un valor de control.
La cibernética postula que es imposible cimentar un cambio si no se cuenta con un
techo de estabilidad sobre él, y que a su vez la estabilidad descansa en los procesos de
cambio que está n por debajo.
La retroalimentació n puede referirse al éxito o fracaso de un acto simple, o bien
producirse en un nivel má s alto en el cual se retroalimenta la informació n
correspondiente a toda una modalidad de conducta o pauta de comportamiento,
permitiendo así al organismo cambiar la planificació n estratégica de su futura acció n.
Esta retroalimentació n de orden superior ofrece una manera de preservar y de
cambiar una determinada organizació n social.
La cibernética estudia de que manera los procesos de cambio determinan diversos
ordenes de estabilidad o de control. En esta perspectiva, el terapeuta debe de ser
capaz de distinguir no solo la retroalimentació n simple, que mantiene el problema
presentado por su cliente sino también la retroalimentació n de orden superior que
mantiene esos procesos de orden inferior. El objetivo del terapeuta es entonces
activar el orden del proceso de retroalimentació n que permita la ecología perturbada
autocorregirse.

UNA FICCION ADECUADA PARA LAS CIENCIAS DE LA CONDUCTA


La idea de una red recursiva con estructura de retroalimentació n suministra una
ficció n ú til para las ciencias de la conducta.
La retroalimentació n simple debe considerarse como la unidad de construcció n o
hipó tesis conceptual bá sica. Con ella podemos edificar una perspectiva má s amplia de
los ó rdenes recursivos del proceso de retroalimentació n, que nos permite caracterizar
el proceso mental y viviente. Los sistemas complejos envuelven un ordenamiento
jerá rquico de retroalimentaciones. Así se evita el dualismo que de otra manera se
produce entre la retroalimentació n positiva y negativa.

CIBERNETICA DE LA CIBERNETICA

La "cibernética de la cibernética " frase propuesta originalmente por Margaret Mead


es, pues, una manera de señ alar la inclusió n y participació n de los observadores en el
sistema. A diferencia del enfoque simplista de la caja negra, en el cual el observador
externo procura discernir las redundancias o reglas en las relaciones entre entradas y
salidas, la cibernética de la cibernética pega un salto en el orden de recursió n y sitú a al
observador como parte integral del sistema observado.
La cibernética simple nos ha proporcionado nociones como las de homeostasis y
adaptació n en tanto que la cibernética de la cibernética incluye los conceptos de
autorreferencia, autonomía, y los que corresponden a unidades má s complejas de la
mente.

AUTORREFERENCIA

Dado que la cibernética del a cibernética, o lo que Von Foerster llama "cibernética de
segundo orden" sitú a al observador en el seno de lo observado, toda descripció n es
autorreferencial.
En el trato del hombre con los sistemas humanos suele prevalecer la noció n de
objetividad con su concomitante descuido de la autorreferencial.
ETICA DE LA OBSERVACIÓ N

Desde una perspectiva ética no nos preguntamos si somos objetivos o subjetivos; en


lugar de ello admitimos en el nexo necesario entre el observador y lo observado y ello
nos conduce a examinar có mo participa el observador en lo observado.

En síntesis las distinciones que establecemos a fin de conocer el mundo humanos


surgen de una base ética no objetiva ni subjetiva.

La cibernética de la cibernética , que ha sido desarrollada en gran medida por los


bió logos , nos provee de una visió n de autorreferencial y consideraciones éticas sobre
la manera en que participamos en la construcció n y mantenimiento de nuestro
universo de experiencia.

AUTONOMIA

Los especialistas describen la cibernética de la cibernética como una manera de


concebir el cierre organizacional o autonomía de los sistemas.

La autonomía de los sistemas se caracteriza por una organizació n cerrada y


recurrente ; dicho de otro modo, todo proceso viviente corporiza una epistemología
cibernética.

El orden má s alto de recurrencia o de proceso de retroalimentació n de un sistema


define, genera y mantiene su autonomía.

LA FAMILIA COMO SISTEMA AUTONOMO


En su orden má s alto de recursió n la familia es un sistema autó nomo. Como
organismo social , su orden má s alto de proceso de retroalimentació n tiende a
mantener su unidad como ser familiar total . Enunciado esto de manera recursiva ,
podríamos decir que la familia se organiza a fin de mantener la organizació n que la
define como tal. La organizació n cerrada, autonomía o totalidad de un sistema como
familia no puede modificarse, pues de lo contrario no habría familia.

DIALECTICA DE LA CALIBRACION Y LA RETROALIMENTACIÓ N

Al igual que la dialéctica entre la forma y el proceso, el desplazamiento de un orden de


proceso de retroalimentació n a otro demanda una oscilació n dialéctica, que pasa por
la clasificació n de la calibració n. Esta dialéctica entre retroalimentació n y calibració n
nos permite percatarnos de los distintos ó rdenes de la cibernética. Podemos así
trasladarnos de la cibernética simple a la cibernética de la cibernética.

LA MENTE COMO UN SISTEMA CIBERNETICO

Uno de los aportes má s importantes de Bateson fue su definició n de la mente como un


sistema cibernético . Desde esta perspectiva, la mente es un agregado de partes
interactuantes, dotado de una estructura de retroalimentació n. La complejidad de
estos sistemas va desde la retroalimentació n simple a lo que Bateson denomina una
ecología de la mente. La concepció n cibernética pone de relieve que la unidad de la
terapia no son los individuos, parejas, familias, vecindarios o sociedades la cibernética
se centra en el proceso mental.

COMPLEMENTARIEDADES DE LA CIBERNETICA

La epistemología cibernética propone que abarquemos ambos lados de cualquier


distinció n trazada por un observador. Aduciendo que un terapeuta debería adoptar a
la vez las perspectivas de la pragmá tica y la estética, del control y de la autonomía, de
la cibernética simple y de la cibernética de la cibernética. y aun de las descripciones
lineales progresivas y las recursivas. Una manera de conocer los lados de estas
distinciones es considerarlas parte de una" complementariedad cibernética"

Una complementariedad cibernética nos ofrece otro marco de referencia para


estudiar las distinciones.

Las complementariedades cibernéticas son re encuadres de las distinciones que


trazan las personas en funció n del proceso de recursió n.
CAPITULO 4

DESCRIPCION CIBERNETICA DE LA TERAPIA FAMILIAR

PAUTAS DE DISTINCIÓ N

El primer paso para generar una descripció n cibernética de la terapia familiar consiste
en examinar algunas de las distinciones bá sicas que nos suministran nuestro lenguaje,
como las de terapeuta cliente, patología y salud, sistema y ecología.

SI-MISMO/OTRO

La idea del que ser humano está separado de su ambiente es una distinció n
epistemoló gica que subyace en la mayoría de nuestros pensamientos vinculados con
la interacció n humana; Estas distinciones presupone un "si-mismo" delimitado y
separado de un ambiente que le sirve de teló n de fondo, y que es lo que queda cuando
se extrae de él ese "si-mismo, Esto lleva a concebir al ambiente como lo otro, una
entidad aislada con la que el sí-mismo interactú a.

Este planteo brinda dos maneras bá sicas de entender la relació n del hombre con lo
otro.

MODELO DEL BOXEO: Dos actores luchan en forma simétrica por alcanzar la victoria.

MODELO DE LA RELACION ENTRE COLEGAS: Hombre y ambiente se consideran


complementarios

Ambas perspectivas provienen de la distinció n establecida inicialmente entre


terapeuta y cliente por separado. Al dividir un sistema recursivo en sus elementos
separados, el observador quiebra la pauta y deja envuelto en las sombras el proceso
cibernético.

La mayor parte de nuestro vocabulario heredado se aplica a partes aisladas y no a


procesos recursivos

Sería inimaginable una terapia si no pudiéramos considerar terapeuta y cliente como


agentes separados por que podríamos re encuadrar los nombres de modo que
signifiquen aproximaciones, abreviaturas, signos o codificaciones de pautas má s
completas del proceso cibernético. Por ejemplo en cibernética el termino observador
se convierte en una referencia abreviada a lo que ,mas exactamente debería
denominarse "relació n entre el observador y el observado"
SISTEMAS CIBERNETICOS

Hay dos reglas fundamentales para discernir un sistema cibernético.

En primer lugar, debe percibirse la organizació n recursiva. Los fragmentos de


conducta sintomá tica han de insertarse en una secuencia recursivas de conducta.

El segundo criterio de existencia de un sistema cibernético, má s importante que el


anterior, es que debe de poseer una estructura de retroalimentació n su proceso
recursivo debe de incorporar la autocorrecció n.

La mera enumeració n de los sucesos que ocurren antes o después de la conducta


sintomá tica no basta para identificar un sistema cibernético; se habrá detectado dicho
sistema si tales sucesos está n estructurados recursivamente por medio de la
retroalimentació n.

EVALUACION

Dentro del contexto de la terapia podemos discernir dos marcos de referencia que
permiten al terapeuta evaluar el sistema trazado.

La facilitació n del alivio sintomá tico mediante el trazado de un sistema cibernético.

Examinar los efectos de orden superior de las intervenciones terapéuticas, y esto


entrañ a preguntarse si el sistema modificado mismo no introduce a caso un problema
de orden superior.

En síntesis son dos ó rdenes de la pragmá tica para evaluar los contextos terapéuticos.
El primero remite a un marco temporal má s inmediato: los efectos de la intervenció n
sobre la conducta sintomá tica; el segundo implica un marco temporal má s amplio: los
efectos de la alteració n en los sistemas cibernéticos simples sobre la ecología mas
abarcadora de la cual aquellos forman parte.

PATOLOGIA Y SALUD

Los síntomas indican el empeñ o de un sistema por maximizar o minimizar una cierta
conducta o experiencia, proceso que desemboca en lo que al principio parece ser una
fuga intensificada. Esta concepció n de la sintomatología nos indica que cualquier
pauta de comportamiento que puede caracterizarse como un empeñ o por maximizar o
minimizar una variable es "patoló gica"

A veces los miembros de una familia perturbada muestran formas conexas de


intensificació n de su conducta y experiencia. Importa decir que el sistema cibernético
que mantiene un síntoma no incluye forzosamente a la totalidad de la familia ni está
limitado a ese grupo social.

Puede definirse al síntoma como una clase particular de proceso cibernético; en otras
palabras los síntomas representan ciclos recursivos de retroalimentació n de la
conducta y experiencia intensificadas, que se organizan dentro de un sistema de
interacció n total.

El síntoma del individuo puede entenderse como una metá fora acerca de sus
relaciones interpersonales. Los síntomas son metá foras de la ecología total.

CLIMAX ECOLOGICO

Las individuos y familias pueden organizarse mediante otros procesos de cambio que
no se caracterizan estrictamente por la intensificació n de la igualdad En biología,
cuando las interacciones de un gran nú mero de especies diversas se mantiene en
equilibrio se aplica la expresió n clímax ecoló gico. Hablar de este equilibrio de la
diversidad dentro de un ecosistema es una manera de hablar de salud

Una paradoja que se presenta en ecología es que las especies má s flexibles son
también las mas deslucidas y apagadas y si estas no son controladas por su ecosistema
el clímax ecoló gico se quebranta.

La salud en los ecosistemas humanos , remite a un "equilibrio vital" de diversas


formas de experiencia y conducta. Si en lugar de buscar diversidad se procura
alcanzar alguna maximizació n o minimizació n esto provoca esa igualdad intensificada
que hemos definido como patología

Las persona "sana, total e integrada" no está necesariamente "libre de síntomas, como
suele decirse para estos individuos la salud y la patología son dos cara de una misma
moneda de complementariedad cibernética.

Un individuo sano aparcera como sintomá tico o como libre de síntomas segú n el
momento o la manera en que el observador lo observa.

Una familia sana desarrollará una coreografía de episodios interacció nales diversos,
que proporcionan una suerte de clímax ecoló gicos o equilibrio. En estas familias el
papel de chivo emisario y el de caballero virtuoso cambia de continuo de una a otra
persona, las coaliciones que forman los miembros varían de un momento a otro los
individuos alternan entre la separatividad y el gregarismo, tanto las peleas como los
abrazos tienen cabida.

En resumen el concepto de clímax ecoló gico es una metá fora estética para examinar la
salud y la patología.

La perspectiva coreográ fica nos permite discriminar má s precisamente entre los


sistemas sanos y patoló gicos.

TERAPEUTA

Los terapeutas afectan siempre a los sistemas que tratan , lo quieran o no. Del otro
lado de la relació n, también los sistemas tratados afectan siempre al terapeuta. Lo
importante es advertir que la epistemología del terapeuta contribuye a determinar la
relació n que mantiene con el sistema tratado por él.

Quien opina que el terapeuta es el ú nico responsable del cambio da por sentado una
relació n transitiva y lineal: presume que cuanto mayor sea la habilidad de ese
terapeuta, má s poder tendrá para provocar cambios. Esta premisa es potencialmente
tó xica, y pasado cierto punto puede volver al terapeuta menos flexible, cada vez
menos creativo y cada vez menos eficaz como terapeuta , maestro y estudioso.

La crítica de Bateson que importa es la que se dirige a las consecuencias del habito
epistemoló gico de puntuar el mundo en términos de poder. En cibernética la idea de
poder corresponde a las locomotoras y a los reactores nucleares y no al proceso
mental.

Una alternativa a la metá fora del poder es la metá fora ecoló gica de formar una parte
de un ecosistema.

Para formar parte eficaz de este sistema el terapeuta debe de poder modificar su
comportamiento y reconocer los efectos de todas sus acciones las suyas así como las
de otros participes. La modificació n del propio comportamiento equivale a lo que
tradicionalmente se denomina intervenció n , en tanto que el reconocimiento de los
efectos de estas intervenciones puede denominarse diagnó stico.
ECOLOGIA

Trazando distinciones en la terapia pueden discernirse innumerables sistemas


cibernéticos y cada uno de estos sistemas identificados, implicará , consecuentemente,
una particular complementariedad parte/todo. La visió n má s amplia posible para
contemplar todos los sistemas, ó rdenes de sistemas e interrelaciones entre ellos se
define como ecología.

AUTOCORRECCION ECOLOGICA

Cuando pensamos ecoló gicamente, nos encontramos con la posició n taoísta segú n la
cual los organismos se curan a sí mismo si no hay interferencias. Como la ecología
total está estructurada recursivamente, y es auto correctiva, cualquier parte que sufra
una perturbació n se autoajustara si la dejamos librada a sí misma.

La posició n taoísta, que presta atenció n a la ecología total del proceso cibernético, nos
sugiere que la terapia familiar debería tratar de averiguar có mo debe procederse para
permitir que el individuo, la familia o el sistema efectué sus propios ajustes.

Un terapeuta puede ayudar a vincular una situació n problemá tica con un orden
superior del proceso de retroalimentació n que permita corregirlo.

COMPRENSION ESTETICA

Importa destacar que el examen del há bitat familiar y social de un individuo debe de
formar parte siempre de cualquier terapia . La idea de que el terapeuta debe de
centrarse en el desarrollo de individuos es en sí misma el intento de maximizar una
variable: la salud individual; pero luego de ciertos límites lo sano se vuelve insano
para otro orden de proceso. Los límites de la salud individual está n sometidos al
control de la salud del contexto inmediato de los individuos: sus familias. A su vez las
familias deben de contribuir a preservar la salud de los contextos biosocioculturasles
que la corporizan.

La cibernética nos estimula a buscar las pautas que conectan los procesos vivientes. Al
orientarnos para ver las pautas que conectan terminamos por vivenciar una estética
de nuestro ecosistema.

Una visió n má s abarcadora de la ecología nos describe la salud y la patología como


una complementariedad cibernética
CAPITULO 5

CIBERNETICA DEL CAMBIO TERAPEUTICO

El cambio y la estabilidad representan una gestalt complementaria en cibernética

Se trate de acrobacia del equilibrista o del matrimonio lo que se mantiene "estable o


balanceado es un sistema cibernético auto correctivo y lo que cambia son las
conductas dentro de ese sistema ; o sea las partes interconectadas se modifican para
mantener la totalidad como tal

Para dar cuenta de la estabilidad de los sistemas de orden superior debemos apuntar
a ó rdenes superiores de cambio.

La epistemología cibernética re encuadra nuestra orientació n proponiéndonos que


todos estos interrogantes sobre el cambio está n siempre referidos al proceso
cibernético.

COMO MODELAR LA PAUTA

El terapeuta que atiene a la cibernética comenzará siempre por construir modelos que
corporicen las relaciones del problema entre manos Estos modelos pueden extraerse
de la propia vida del cliente o bien de dominios temá ticos má s amplios por ejemplo
las dificultades sexuales de una pareja pueden moldearse de acuerdo con sus maneras
acostumbradas de comer.

Si bien para que una intervenció n terapéutica tenga éxito se requiere algo má s que
crear modelos debemos de reconocer que el punto de partida de la compresió n
cibernética del cambio terapéutico consiste en saber discernir la forma y la pauta en la
terapia.

Esto nos remite otra vez a la noció n de "doble descripció n "expuesta en nuestro
aná lisis de los fundamentos de la epistemología, sugerimos allí que la descripció n de
una interacció n social puede obtenerse tomando en cuenta simultá neamente las
concepciones de cada participe, de este modo se construye una pauta de orden
superior.

PERCEPCION DE LA DIFERENCIA

La visió n binocular, la descripció n doble y la creació n de pautas de muaré prueban un


descubrimiento bá sico de Weber y Fechner, segú n el cual siempre percibimos
diferencias. Bateson la considero un principio fundamental. "En el mundo de la pauta
los sucesos son desencadenados primordialmente por diferencias, má s que por
fuerzas y energías.

Esto se corrobora por investigaciones neurofisioló gicas y de la percepció n. Todos nos


percatamos de la falta de ruido cuando verbigracia, deja de funcionar un aparato de
aire acondicionado: lo que llama nuestra atenció n es la diferencia entre el ruido que
producía el aparato , y la falta de ruido ;y aquello que permanece igual que antes
desaparece de nuestro per catamiento

Para impedir que el mundo de la percepció n salte de la visibilidad a la invisibilidad


nuestros ojos modifican de continuo su posició n . Creamos así un sistema cibernético
en el que se generan diferentes imá genes a fin de percibir un mundo estable.

La Terapia familiar tiene una ventaja inherente al proporcionar al clínico mú ltiples


visiones, procedentes de un conjunto muy diversos de lentes: la percepció n que le
presenta cada uno de los integrantes de la familia. Para formarse un panorama de la
ecología total el terapeuta tendrá que construir pautas que conecten estas diversas
visiones; y le será posible alcanzar esta visió n de orden superior mediante una
epistemología en la cual los fragmentos de acció n simple y de interacció n se conecten
con pautas má s abarcadoras. La doble descripció n es uno de los procedimientos con
que cuenta el terapeuta para discernir las pautas de la coreografía social en un orden
superior.

PAUTAS CAMBIANTES

Las pautas que vemos está n predeterminadas por un lente o marco de referencia ya
sea que estén deformadas o no. Y un cambio de lente genera siempre un periodo
inicial de confusió n o de transició n. Si el observador es capaz de tolerar la crisis que
esta transició n representa, el nuevo marco tendrá por resultado un orden distinto
para el
ORDENES DE APRENDIZAJE

Al construir modelos que corporicen las relaciones formales de una situació n


determinada, puede ser preciso de dar cuenta del orden de aprendizaje qué la
situació n requiere.

Como punto de partida, describe el "aprendizaje cero", en el cual los "nexos causales
entre estímulos y respuestas, respuestas tan determinadas por la genética o tan
automá ticas que no parece posible introducirles ninguna correcció n.

El aprendizaje "l" a aquellas situaciones en que las opciones percibidas por el sujeto
forman parte de un conjunto particular de alternativas de conducta. Este es el orden
de aprendizaje del que habitualmente se ocupa la psicología experimental, con sus
modelos de aprendizaje clá sico, instrumental y de memoria. Se ocupa del cambio en la
especificada de la respuesta, o sea, en el aprendizaje de una acció n simple particular
dentro de un contexto dado; El aprendizaje "ll", por el contrario, se refiere a aprender
algo con respecto al contexto de aprendizaje mismo.

En el aprendizaje "ll" el resultado no proviene de comparar distintos


comportamientos si no distintas oportunidades para el aprendizaje.

Bateson sostiene que lo que se aprende en el aprendizaje "ll" es una manera de


puntuar los conocimientos no una respuestas conductual especifica.

El proceso de retroalimentació n que inicia un aprendizaje y un cambio de segundo


orden exige forzosamente comparar distintos contextos encuadres o puntuaciones.

Afirma Bateson que existe también un aprendizaje tercero, el cual representa un


cambio correctivo en el sistema del conjunto de alternativas entre las que se hace la
elecció n En este caso el cambio no está referido a una respuesta especifica
(aprendizaje" ni a la puntuació n contextual (aprendizaje "ll" si no a las premisas que
subyacen en todo un sistema de há bitos de puntuació n Este orden de aprendizaje es
muy difícil de alcanzar y poco frecuente, pero se presenta a veces en la "psicoterapia,
la conversió n religiosa y otras secuencias en que existe una profunda reorganizació n
de cará cter.

En suma los distintos ó rdenes de aprendizaje y de cambio nos está n indicando que las
personas , o sistemas de personas, pueden clasificarse, segú n estén atrapadas en un
encuadre, en un conjunto de encuadres o en un sistema de conjunto de encuadres; y
que el orden a que cada cual está aferrada determina el orden de solució n requerido.
PROCESO INCONCIENTE

Los ó rdenes superiores de aprendizaje y de cambio pueden describirse en funció n del


proceso mental inconsciente. Para orientarnos al respecto debemos de empezar por
reconocer que cuanto má s fundamental (es una premisa), menos accesible resultara
para la conciencia. Como propuso Samuel Butler, cuanto má s sabe algo una persona
menos se percata de ese saber.

Las premisas hondamente arraigadas en los há bitos e inaccesibles a la conciencia


especifican ordenes mentales inconscientes . El proceso mental inconsciente jamá s
puede comunicar, literalmente,(eso fue o será o el tiempo pasado, o futuro de
cualquier otro verbo), "ni nunca el proceso inconsciente no es capaz de especificar de
un modo directo que es "eso que debe de cambiar, no puede indicar explícitamente
que una acció n interacció n o sistema de coreografía pertenecientes al pasado
necesitan ser modificados, ni pueden proponer que se los modifique; y por ú ltimo, no
puede directa o expresamente decir no". El proceso inconsciente se comunica de
manera indirecta.

ESTRUCTURA DE CALIBRACION

Como las premisas de la mente inconsciente solo se ocupan de relaciones, corporizan


las pautas má s abarcadoras de la epistemología cibernética. La distorsió n de estas
pautas totales de recursió n y relació n por los ordenes mentales conscientes es
potencialmente patoló gica.

Como Milton Erickson, para quienes la mente inconsciente es un agente curativo. A


raíz de su organizació n recursiva, el proceso inconsciente es un sistema auto
correctivo. Cuando terapeutas y clientes abandonan sus estrategias conscientes
deliberadas de acció n.

Una premisa fundamental de la ecología que parece sobrepasar la comprensió n de


gran parte de la cultura occidental es que todo ecosistema se curará si se lo deja
librado a sí mismo.

La terapia se convierte entonces en un contexto en que un sistema halla su propio


reajuste. Una de las formas en que un sistema empieza a reajustarse a sí mismo es
generando conductas sintomá ticas.
En general cabe postular que todo sistema cibernético que inicia una terapia se ha
vuelto problemá tico, en el sentido en que ha oscilado desenfrenadamente o se ha
fugado. El desafía que enfrenta el desafío consiste en sumarse a ese sistema de un
modo que promueva una autocorrecció n adecuada. La perspectiva má s abarcadora es
que la conducta sintomá tica está siempre sujeta a algú n tipo de control de orden
superior. Para iniciar el cambio terapéutico hay que transitar por una forma distinta
de retroalimentació n auto correctiva de orden superior, cambio que procura generar
un modo má s adaptado de mantener la organizació n total del sistema.

En consecuencia el objetivo de la terapia es activa este sistema cibernético para


brindar una correcció n distinta (de orden superior retroalimentativa)del proceso de
orden inferior que implica la intensificació n del síntoma.

PAUTAS QUE CONECTAN Y CORRIGEN

El aná lisis que hizo Bateson del alcoholismo constituye una manera cibernética de
considerar como contribuye la gente a mantener o corregir una conducta
problemá tica. Su teoría sostiene que el error fundamental del alcohó lico es una
premisa epistemoló gica disociada, que por lo comú n es alguna variante del
enfrentamiento entre el sí- mismo y el ambiente, o entre el cuerpo y la mente . Estas
desconexiones se refieren a lo que antes llamamos distorsiones de las premisas
inconscientes de una relació n por parte de los ordenes mentales conscientes.

En general, cuanto má s trata un cliente de controlar sus síntomas, má s se refuerza su


equivocada premisa epistemoló gica de oponer la voluntad vs el síntoma, el cliente que
así atrapado en una fuga intensificada hasta tocar fondo o llegar a cierto umbral.

Otra de las funciones que cumplen los síntomas es un sistema auto correctivo es
brindar un modo de trasmitir comunicació n al contexto social que lo rodea.

Desde el punto de vista epistemoló gico, una parte del mensaje que trasmite un
síntoma es muy precisa: el mensaje consiste en que el autocontrol es ilusorio, y que
cualquier individuo forma parte siempre de un sistema auto correctivo mas
abarcador. visto bajo esa luz los síntomas representan un modo de comunicació n con
referencia a un proceso cibernético de orden superior.

En general, cabe considerar que el comportamiento sintomá tico se afana por alcanzar
ordenes má s altos de autocorrecció n inicia este proceso tratando de negar las
premisas distorsionadas y organizando una secuencia problemá tica de experiencia o
interacció n; es así como un ecosistema puede empezar a curarse a sí mismo. El cambio
terapéutico solo es posible si el ecosistema es adecuadamente sensible al
comportamiento sintomá tico; No basta con que el síntoma sea manifestado si no que
debe de ser escuchado por el sistema entero, un proceso inconsciente nunca puede
manifestar literalmente: algo anda mal, o bien modifiquen el encuadre, la premisa o la
puntuació n en los ó rdenes mentales inconscientes, la negació n se comunica actuando
la proposició n que debe ser negada. Para el alcohó lico tocar fondo representa la
reducció n ad absurdum conductual de la premisa del autocontrol.

La experiencia de tocar fondo el síntoma induce a la victima a la autocorrecció n


epistemoló gicamente hablando, por cuanto reconecta el disociado dualismo entre el sí
mismo y el síntoma.

Esta explicació n puede ampliarse notando que el mensaje de prescribir un síntoma es


en verdad congruente con el mensaje que propone el síntoma al indicarle que genere
espontá neamente el síntoma el paciente comprueba que el autocontrol es posible:
Uno no puede "hacer deliberadamente que ocurra un síntoma por obra de su
voluntad, como tampoco hacer que desaparezca vivenciando esta demostració n, un
sistema puede aprender que los empeñ os de autocontrol de la conducta sintomá tica
son absurdos.

Así pues, los síntomas ofrecen al terapeuta una hoja de ruta y le señ ala por donde
debe empezar la terapia. En síntesis, la conducta sintomá tica permite que el sistema
cibernético comunique en una cierta premisa epistemoló gica es erró nea, ineficaz o
deformada. La correcció n originada en un proceso inconsciente cobra forma otra vez
de la efectivisació n de una reductio ad absurdum, que sirve de plataforma para
cambiar la premisa epistemoló gica deformada.

SOCIORETROALIMENTACION

Las metas de la terapia son dos: 1) Permitir que se despliegue la efectivisació n


sintomá tica, generando así un reductivo ad absurdum, y 2) Ayudar al sistema a
evolucionar hacia una estructura distinta para el mantenimiento de su organizació n.
En términos de cibernética, la primera es de estas metas exige restablecer una
adecuada retroalimentació n auto correctiva, lo cual se produce cuando la conducta
sintomá tica puede expresarse de modo tal que el individuo, pareja o familia se topen
con el absurdo de las premisas que subyacen en su conducta, e interacció n o
coreografía. La segunda meta del cambio está vinculada a las estructuras alternativas
que puede generar un sistema luego de ser corregidas sus premisas erró neas; pronto
veremos de estas nuevas pautas y estructuras hacia las cuales puede evolucionar un
sistema son por lo comú n una sorpresa tanto como para el terapeuta como para el
cliente.
La cibernética nos señ ala que las técnicas terapéuticas deben permitir que la conducta
automá tica cree un planteo dramá tico para el sistema que sufre el problema.
cooperando con la comunicació n sintó nica los clientes pueden sobrellevar este ritual
de la reductio ad absurdum. Estas técnicas terapéuticas cooperativas "incluyen la
prescripció n del síntoma, la atribució n de una connotació n positiva a este, y su
intensificació n deliberada hasta llevarlo al absurdo.

La participació n del terapeuta contribuye así a generar una socio retroalimentació n


(sociofeedback) vale decir, el sistema hibrido en el que confluyen familias y
terapeutas es aná logo a una forma social de bioretroalimentació n (biofeedback) El
terapeuta y la familia representa, un orden superior del proceso, una forma semejante
de sistema cibernético.

El termino "modelo" indica de que manera el terapeuta llega a conocer el sistema que
trata; el término "transforma se refiere má s bien al modo en que plasma la respuesta
que da el sistema. En otras palabras los modelos y transformas son los lados
complementarios de una pauta sistémica que envuelve la descripció n y la prescripció n
respectivamente.

Desde este á ngulo la socio retroalimentació n en la terapia vuelve a sugerirnos que el


diagnostico es inseparable de la intervenció n (la acció n)

Así pues, un ingrediente indispensable para la socio retroalimentació n eficaz en la


terapia es la incorporació n de un "ruido" aleatorio. desde luego, cualquier empeñ o por
crear una transforma de la conducta sintomá tica genera algo de ruido; pero el proceso
de cambio terapéutico requiere por lo general una mayor precisió n. En consecuencia,
el sistema cibernético de terapia debe suministrar suficiente ruido para construir una
estructura alternativa.

La tarea de incorporar ruido a la terapia es equivalente a presentar al cliente un test


de rorschach. No cualquier rorschach servirá , el cliente debe presumir que hay en el
significado u orden, una orientació n cibernética frente a la terapia tiene como eje, la
construcció n de transformas que modelan la comunicació n sintomá tica.

La sucesió n de ciclos recursivos de transformas en la socio retroalimentació n


constituye el contexto del cambio terapéutico.

El terapeuta debe utilizar la diferencia entre estos ó rdenes de recursió n como guía
para crear su pró xima transforma; o sea, debe aplicar los efectos de su intervenció n
para plasmar sus intervenciones posteriores.
EL TERAPEUTA CIBERNETICO

Que el terapeuta procure evitar los errores puede ser desastroso para sus clientes. La
base de la autocorrecció n cibernética es la generació n de un error o diferencia que
permite alterar el comportamiento futuro.

Puede considerarse que toda acció n incluidas las llamadas "intervenciones


terapéuticas", forman parte de un despliegue creador. En este sentido no existen
equivocaciones per se, si no só lo acciones conectadas con una secuencia estructurada
de acció n. Esta perspectiva nos sugiere que si se busca la intervenció n "exacta" o la
conducta "correcta", simplemente se pasa por alto lo má s importante . El terapeuta
debe centrarse en descubrir la estructura má s amplia en la que siempre está inmerso
cualquier fragmento particular de conducta.

En general todo sistema necesita tres elementos para corregirlos: primero, una gama
de sensores suficientes capaces de detectar diferencias; segundo, una gama suficientes
de conducta diversas que faciliten la creació n de diferencias; y por ú ltimo -lo má s
importante-, el sistema debe ser capaz de ligar recursivamente entre sí los sensores y
los efectores para suministrar la autocorrecció n.

El terapeuta cibernético es siempre un clínico prá ctico, un teó rico y un investigador. A


fin de actuar con eficacia, debe construir modelos , envasarlos como intervenciones y
discernir lo que pasa. La cibernética reconecta estas facetas arbitrariamente
puntuadas del proceso terapéutico,considerandolas parte de un proceso má s
abarcador de la socio retroalimentació n.

Aná logamente , en la terapia puede analizarse el resultado de las sesiones examinando


la retroalimentació n entre terapeuta y cliente. Aquí las operaciones de
"espejamiento".
CAPITULO 6

LA ESTETICA COMO BASE DE LA TERAPIA

FINALIDAD CONCIENTE

Las finalidades conscientes, que procuran alcanzar metas especificas, no pueden


tomar en cuenta contextos ecoló gicos totales. Por desgracia esta limitació n suele
generar desconexiones cibernéticas; por ejemplo, el empeñ o consciente de un cliente
por "controlar" su conducta sintomá tica contribuye a estructurar una batalla
simétrica entre su cuerpo y su mente, Hemos insinuado que la patología surge de
formaciones epistemoló gicas cuya raíz se encuentra en los ó rdenes mentales
conscientes. Estas deformaciones se evidencian en nuestra manera de contemplar las
transformas o modelos conscientes del modelo recursivo.

Al construir una estructura lineal progresiva , tendemos a maximizar o minimizar las


variables de nuestro mundo , la cual lleva al fraccionamiento y la patología ecoló gicos.

Si padecemos una escases de combustibles, no pensamos en otra cosa que en crear


má s minas de carbó n y perforar má s pozos de petró leo, ignorando con frecuencia que
estos recursos naturales forman parte de una ecología entrelaza. La índole recursiva
del proceso cibernético se vuelve contra nosotros espectralmente en el futuro ,
cuando descubrimos que el veneno se ha infiltrado en nuestro propios cuerpos.

Esta misma argumentació n sobre las finalidades conscientes es vá lida para el cambio
que se pretende alcanzar en la terapia en los individuos y en los sistemas sociales. Por
lo tanto, debemos someter a la misma critica a aquellos enfoques terapéuticos que
ponen el énfasis en la finalidad , el control y la tá ctica. Esto nos sugiere que los
terapeutas que trabajan sin una orientació n estética pueden perpetuar la patología.

Una base estética para nuestras intervenciones nos exige acoplar apropiadamente la
técnica a ordenes superiores de proceso mental , o sea, a los ordenes inconscientes.

Para comprender las patologías bioló gicas se requiere saber de qué manera se
distorsionan las premisas epistemoló gicas de la relació n recursiva lo que podríamos
llamar la verdades bioló gicas eternas.

El conocimiento consciente de la índole recursiva de los ecosistemas no genera, por


fuerza, sabiduría; sin embargo, el respeto por la ecología pertenece a un orden distinto
de conocimiento.
ARTE Y OFICIO.

Un terapeuta puede ser un artista o un artesano (un maestro de oficio). Son


"artesanos" o "técnicos" aquellos que practican, enseñ an y valoran exclusivamente
determinados conjuntos de habilidades y destrezas. Estos terapeutas afirman de vez
en cuando que la terapia es parecida a la reparació n de un automó vil, o sea, una
operació n mecá nica que envuelve el uso de determinadas habilidades: consiste en
arreglar algo.

Para un artista las habilidades y destrezas técnicas aplicadas en la terapia son


secundarias con relació n a una perspectiva má s abarcadora. Al arte le interesan las
consecuencias ecoló gicas de un determinado curso de acció n , entrelazado en el
contexto total; para el artista, la prá ctica del oficio solo tiene importancia por el papel
que cumple dentro de la ecología total, la personalidad, el contexto social y el mundo.

Y si el arte abarca la relació n recursiva de diversos ordenes mentales, puede subsanar


las limitaciones de la visió n que nos propone la "conciencia carente de auxilio. El arte
ya sea en la terapia o en una sala de conciertos, exige aplicar tanto la tentació n del
hemisferio izquierdo como la del derecho.

En el campo de la terapia, a veces se entienden los "enfoques experenciales" como


dejar salir a borbotones el proceso inconsciente. Esto no es arte. Por el contrario,
poner el acento en la técnica sin tomar en cuenta las pautas estéticas mas abarcadoras
da origen a una ejecució n mecá nica y estéril. El arte surge cuando corazó n y cabeza se
vuelven parte de un sistema cibernético capaz de autocorrecció n ecoló gica.

PRACTICA

Cada uno de nosotros elige o acepta el contexto en el cual se desenvolverá su vida. El


contexto a un pasaje distinto nos lleva a la postre a alterar nuestros há bitos de acció n
y de experiencia. El terapeuta debe de practicar y aguardar pacientemente hasta que
se produzca la conversió n epistemoló gica.

El compromiso con una base estética de la terapia nos exige considerarla una forma
de prá ctica. Al igual que en el Zen, la prá ctica de la terapia pasa a ser, para el
terapeuta, el contexto de un aprendizaje de orden superior.

Cuando el terapeuta esta recursivamente conectado, a través de la socio


retroalimentació n, con sistema perturbado, ambos se vuelven un sistema cibernético
auto correctivo.

LAS HISTORIAS VIAS REGIAS HACIA LA EPISTEMOLOGIA


Nuestros modos habituales de trazar distinciones suelen deformar nuestros per
catamientos de nuestras relaciones, encaminá ndonos hacia uno solo de los lados de
una distinció n. Como dijimos, una forma de evitar esta distorsió n es referirnos a
ambos lados de la distinció n simultanea, o sea, apelar a una doble descripció n. Así las
distinciones pueden utilizarse para crear descripciones de las pautas y relaciones.

En la terapia lo que aparecen son historias e historias acerca de historias. Ellas revelan
de que manera la gente puntú a su mundo, y por consiguiente ofrecen una clave para
descubrir sus premisas epistemoló gicas. En general la terapia es proceso que consiste
en tramar historias entre los sistemas del terapeuta y del cliente. Prestar atenció n a la
comunicació n sintomá tica es una manera de escuchar una historia. El ú nico material
de trabajo del terapeuta son las historias que vive la gente, así como las historias que
crean acerca de esas historias. En este sentido la terapia es una conversació n, un
intercambio de historias.

Para brindar una basé estética a la terapia familiar debemos tener el coraje de
construir y confrontar la diferencia.

La sabiduría, o el respecto por la diversidad y la complejidad ecoló gicas, sugiere dar


un significado cibernético aal amor, que nos aliente a sobrepasar los límites de la piel
individual y abrazar sistemas mentales sin complejos.

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