Acceso Al Curriculo TEA
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UNIVERSIDAD DE CUENCA
U
FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Al presentar esta tesis como uno de los requisitos previos para la obtención del título de
Especialista en Educación Inclusiva, por la Universidad de Cuenca, autorizo al Centro de
Información Juan Bautista Vásquez para que haga de esta tesis un documento disponible
para su lectura, según las normas de la universidad.
_______________________
Julio/2010.
Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Resumen.
Abstract.
A careful review and a deep analysis of many theoretical and practical foundations have
done in order to improve the Philosophy of inclusive education for children which could
make possible to include an autism child in a regular classroom specifically at pre-school
level. In consequence this investigation provides a clear view of an inclusive education and
a detailed study of its basic principles. In addition, it will allow knowing about the singular
characteristics of an autistic child, and at the same time the theoretical bases that involve
him. It may also help to know how to set up a supportive group of professionals and their
improvement within the inclusive education line. Later the best method of learning
(TEACCH method) which helps autistic children to improve their skills will be explained.
Finally, the TEACCH method will be applied in order to de used in a inclusive classroom
where an autistic kid is taught.
Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Dedicatoria.
Además, quiero dedicar este trabajo Luis Felipe mi esposo y a mis padres, quienes gracias
a su apoyo y ayuda me permitieron culminar con éxito la presente tesina.
Agradecimiento.
En primer lugar quiero agradecer a Dios, pues Él es mi fuerza y sustento día a día y
agracias a él he podido culminar mi especialidad.
Además, deseo agradecer a mis profesores de la especialidad, gracias por todo lo enseñado.
Especialmente, quiero agradecer a la Mgst. Margarita Proaño, por sus sabios consejos,
sugerencias y por el tiempo dedicado a mi tesina.
Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Índice
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Introducción.
Pastor García afirma que: “la inclusión se opone a cualquier forma de segregación, a
cualquier argumento que justifique la separación, a cualquier pretexto, en el ejercicio de los
derechos a la educación“. La inclusión es un planteamiento en el cual; es la escuela la que
está preparada para todo niño/a; específicamente para niños/as con autismo, considerando
que la diversidad es una condición básica del ser humano. En esta nueva perspectiva el
niño/a se incluye en un lugar preparado para él, respondiendo a sus necesidades, intereses,
habilidades y potencialidades; es decir, la escuela se define como un lugar para la
diversidad.
Por todo ello, para poder entender y aplicar una verdadera educación inclusiva, el primer
paso es conocer con claridad cómo se edifica una educación inclusiva y sus principios
básicos. Dichos fundamentos constituyen la base filosófica sobre la cual se construye la
inclusión educativa.
A la hora de incluir a un niño con autismo en el aula regular, es necesario que se conozca
los fundamentos teóricos del autismo. Esto es: concepto, causas, epidemiología y ante todo
características comportamentales y cognitivas del niño/a con autismo. Es de suma
importancia conocer al niño/a con autismo para así poder comprender su modo de actuar,
pensar y sentir.
Otro aspecto el momento de incluir a un niño/a con autismo, es conocer y llevar a cabo la
formación de los grupos de apoyo entre profesores. Muchas veces las maestras de aula se
encuentran con varias dificultades a la hora de incluir al niño/a con autismo. Por esta razón
es necesario que exista un grupo de profesores que apoye a la maestra y a través de un
trabajo colaborativo se pueda solucionar efectivamente las dificultades encontradas.
Además, es importante que la maestra de un aula inclusiva que acoge a un niño/a con
autismo domine el método TEACCH. El cual, permite a las personas con autismo aprender
de una forma eficaz.
Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Con ello se extraerá y adaptará lo mejor del método TEACCH para utilizarlo en el aula de
clases. De manera, que basándose en el conocimiento de las características del niño/a con
autismo se pueda adaptar el espacio físico del aula, el ambiente escolar, los materiales y la
planificación del proceso de enseñanza aprendizaje.
Capítulo I
En la actualidad cada vez y con mayor fuerza en las escuelas regulares se escucha el
término; inclusión educativa. En la declaración de Salamanca la Unesco define a la
inclusión educativa, por primera vez, como:
Desde este punto de vista, la escuela inclusiva es aquella que acepta la gran diversidad de la
cual todos los seres forman parte. Esta es un espacio en el cual se acepta, comprende y
emprende acciones para brindar una educación de calidad a todos los niños y niñas.
Actualmente, las leyes amparan el derecho a la inclusión educativa de todos los niños/as,
sin embargo, esto no es tan solo una cuestión de derechos, sino, también es un compromiso
profundo con los niños/as que pretenden acceder a la educación. El cual es guiado por la
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
1.1 Exclusión.
Hoy en día, las escuelas regulares no pueden negar el acceso a la educación a ningún niño
niña. En primera instancia, porque la constitución ecuatoriana en el artículo 47 literal 7 dice
que, el estado reconoce a las personas con discapacidad el derecho a una educación regular,
incorporando un trato diferenciado. Además, los establecimientos educativos cumplirán
normas de accesibilidad para personas con discapacidad. De esta forma, las escuelas bajo
ningún concepto, pueden negar educación a niños con discapacidad.
Además, varias escuelas de la ciudad de Cuenca se han preparado y reciben a niños con
diferentes necesidades educativas especiales como son: deficiencia visual, problemas
motrices, síndrome de Down, discapacidad intelectual, problemas de aprendizaje, etc. Sin
embargo, cuando se habla del autismo, las escuelas se tornan negativistas, argumentando
que son niños demasiado difíciles y que no cumplen con los “requisitos” necesarios para ser
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Cada vez que vamos a una escuela nos dicen que le traigan a la niña para conocerla
y ver si está en capacidad de ser incluida. En la primera escuela me dijeron que no
tenía la capacidad para estar en un ambiente escolar y que debía iniciar primero
con terapia para que logre ciertas habilidades básicas y que después regrese. Sin
embargo fui a centros de terapia y no pudieron ayudarme.
Luego acudí a otra escuela y nos dijeron que la constitución permite que los niños
con algún tipo de discapacidad estén en las escuelas regulares. Tanto mi familia
como mi hija nos sentíamos felices con la apertura que el centro nos estaba dando.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Valentina estaba feliz, con nuevo uniforme y emocionada por ir a una escuela. Cabe
indicar que la tutora era una persona formada en estimulación temprana, pero nos
supo explicar que no había trabajado antes con niños con autismo y que desconocía
sobre el tema. Al cabo de un tiempo, al parecer todo iba bien, Valentina tenía
pequeños, pero reconfortantes avances. Cuando nuevamente al mes y medio de
asistir a la escuela ocurrió un incidente que otra vez nos entristecería. En la escuela
a la hora del recreo llovía mucho y Valentina quería salir a jugar en el patio. La
tutora le dijo que no podía salir. Ella se enojó mucho y mordió a uno de sus
compañeros. Al día siguiente, el padre del niño agredido muy enojado fue a la
escuela. Delante mío dijo que cómo pueden permitir que pase eso y averiguó quién
era la niña que le agredió al niño. Las maestras explicaron que la niña tenía
autismo. Sin embargo, el padre no comprendió y argumentó que el no pagaba para
que su hijo sea maltratado. Este padre conversó con otros y juntos pidieron a la
directora que saque a mi hija o en caso contrario ellos sacarían a sus hijos. La
directora confundida, temerosa y al mismo tiempo apenada, dijo que no podíamos
continuar trayendo a Valentina a la escuela. Mi hija cada vez se ponía más irritable,
ansiosa e intranquila al estar todo el día en casa. Por otro lado; nosotros nos
sentimos excluidos y apenados por el camino recorrido e impotentes ante la falta de
capacidad de las escuelas para recibir a niños con autismo. (M. P. 2010).
Esta historia y muchas más demuestran como los niños con autismo son excluidos del
sistema escolar. Además, se puede notar la total falta de capacitación para educar a
personas con autismo. Las escuelas se tornan incapaces al tener a un niño con autismo en
sus aulas. Los niños con autismo y sus familias se encuentran en lugares con poca
sensibilidad ante la condición de sus hijos. Pero, ¿por qué ocurre esta situación? Rieser y
Mason, citado por (Vlachou, 29) dicen que la historia social de la discapacidad está
influenciada por discursos que muestran a las personas con discapacidad como peligrosas
para la sociedad. Esta afirmación no está alejada de la realidad actual, ya que, como se
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Los débiles mentales son una clase depredadora y parásita incapaz de autoapoyarse o
de manejar sus propios asuntos. Causan un inexpresable dolor en sus hogares y son
una amenaza y un peligro para la comunidad. Cuando se trata de mujeres, son casi
invariablemente inmorales y si viven en libertad normalmente son portadoras de
enfermedades venéreas o alumbran niños que son deficientes como ellas… Todos los
débiles mentales, especialmente los casos más graves, son delincuentes en potencia
que si se desenvuelven en el medio adecuado desarrollarán y expresarán sus
tendencias criminales.
La exclusión a las personas con discapacidad ha sido una terca constante en nuestra
sociedad. Al hablar de exclusión, no solamente se refiere a la segregación en sitios
“especiales” para las personas con discapacidad. Pues también, hace referencia a la forma
en cómo la sociedad ha mirado a la persona con algún tipo de discapacidad. Esta
percepción, le ha dado una carga negativa, de invalidez y sobreprotección. De esta forma
las personas con discapacidad han sido minimizadas como seres humanos. Por lo tanto han
sido segregados en centros de Educación Especial. Lugar donde, se les ha dado un trato
diferenciado y al mismo tiempo se han violentado sus derechos a vivir en sociedad más
justa y solidaria con su condición.
1.2 Integración escolar. Cuando las escuelas regulares abren sus puertas.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Las personas con autismo y con otras discapacidades durante largos años han recibido
atención en centros de Educación Especial y hasta incluso en Centros Psiquiátricos;
especialmente en el autismo. Ellos han estado alejados, recluidos en sitios “especiales”.
Con ello, nace un nuevo concepto educativo y este es la integración, Tamayo (2006) citado
por Rosano (pág. 5) dice que:
En este concepto se puede apreciar la presencia de un nosotros y el otro. Los otros son los
“discapacitados”, autistas, negros, los diferentes, etc. Nosotros son los capacitados, los
“normales”, lo típico, la gente común. Estos últimos son quienes integran a aquellos
diferentes a su sociedad. Son los “comunes” los que abren las puertas de las escuelas a los
excluídos. De esta manera se construye una brecha más entre “capacitados” y
“discapacitados”. Pongo entre comillas las palabras capacitados y discapacitados,
considerando que la normalidad y la anormalidad son términos subjetivos, apoyándome en
el concepto de normalidad de Vlachou que dice que: en un mundo tan diverso, la
normalidad no existe.
misma que ha tenido validez hasta hace muy poco tiempo. Algunos investigadores al
referirse a la educación integradora, lo han hecho desde el punto de vista de la época en la
cual nace y se desarrolla la misma, periodo que ha sido llamado la Era de la Normalización.
En aquella época normalizar consistía en convertir a la persona con discapacidad en lo más
funcional posible, escondiendo sus deficiencias. Sin embargo García plantea en 1988 que:
“Normalizar no es pretender convertir en normal a una persona deficiente, sino
reconocerle los mismos derechos fundamentales que los demás ciudadanos del
mismo país y de la misma edad, Normalizar es aceptar a la persona deficiente, tal
como es, con sus características diferenciales, y ofrecerle los servicios de la
comunidad para que pueda desarrollar al máximo sus posibilidades, y vivir una vida
lo más normal posible” (García García, 52).
Este concepto, en aquella época era irreal y utópico. Sin embargo, tendría la esencia de la
educación inclusiva. Las escuelas regulares se transforman en escuelas integradoras. Sin
embargo; al nacer la integración, nace el aula de apoyo y las maestras tutoras. Quienes
continúan sacando o aislando al niño con discapacidad, específicamente con autismo,
dentro del mismo ambiente escolar. De manera, que se continúa con la exclusión. Además,
en la integración es el niño quien debe adaptarse al sistema escolar. Es él quien debe
cumplir con una serie de requisitos para adaptarse al sistema escolar. El cual, se torna
inflexible, poco atrayente y cerrado. Al mismo tiempo, la escuela pretende moldear al niño
con discapacidad al molde establecido por la escuela. Ángeles Parrilla citada por Rosano
(2007: 5) al respecto dice que: “todos los esfuerzos se vuelcan en preparar al alumno para
ajustarse a la dinámica dominante en el aula, que permanece inalterable”.
Pastor García citado por Arnaiz Sánchez (pág.125) dice que: “Debemos dejar de hablar de
integración porque seguir hablando en estos términos nos supone caer en una trampa que
perpetua la segregación disfrazada con nuevos medios técnicos y burocráticos (…)”.
Realmente es necesario que la integración pase a ser parte de la historia. Es importante que
el alumno deje de ser considerado aquel que debe adaptarse al entorno escolar.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
La inclusión implica que todos los niños de una determinada comunidad aprendan
juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. Se
trata de lograr una escuela en la que no existan “requisitos de entrada” ni mecanismos
de selección o discriminación de ningún tipo; una escuela que modifique
substancialmente su estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica para dar
respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas,
incluidos aquellos que presentan una discapacidad. (Blanco, 63).
Al construir una escuela inclusiva, se edifica una escuela sin exclusiones. Donde todos
tengan cabida. No es la escuela que selecciona, clasifica y rechaza en base a modelos
preestablecidos. Los estudiantes son los cimientos para la construcción de la escuela
inclusiva. La educación inclusiva se gesta en base a las necesidades, potencialidades y
habilidades de sus alumnos.
La educación inclusiva se centra en cómo apoyar las cualidades y necesidades de cada uno
y de todos los estudiantes en la comunidad escolar, para que se sientan bienvenidos,
seguros y alcancen el éxito. Requiere pensar en la heterogeneidad del alumnado como una
situación normal de la clase y poner en marcha una planificación educativa acorde a esa
heterogenidad, que permita utilizar a los docentes tanto distintos niveles instrumentales y
actitudinales, como recursos intrapersonales e interpersonales que beneficien a todos los
alumnos. Para clarificar esta innovación educativa será necesario conocer sus principios
que se presentarán a continuación.
Para Arnaiz Gonzales (pág. 11, 12) citado por Elisa Espinoza (pág. 22); los principios
básicos de la educación inclusiva son:
a. Igualdad: El trato igualitario equivale a decir que todos los niños han de tener
igualdad de oportunidades y condiciones para acceder a una educación de calidad
con respeto, amor, tolerancia y comprensión de las diferencias individuales. Con el
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Tony Booth y Mel Ainscow, citado por (DUK, Cynthia, 14). Señala que las características
de la educación inclusiva son:
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
De esta manera, se hará del aula de clase un lugar más acogedor, comprensible e inclusivo
para los niños con autismo y otro tipo de diversidad. Dejando atrás el pasado segregador del
que han sido víctimas. Con ello, se construirá un nuevo sueño como lo indica a
continuación Martin Luther King. “I have a dream. Tengo un sueño, y es que los niños y
niñas negros puedan ir a las mismas escuelas que los blancos y las blancas, las mismas
viviendas, los mismos autobuses”. El sueño de este gran luchador se ha cumplido, hoy es
tiempo que el sueño de la educación inclusiva, empiece a construirse en cada uno de los
corazones de las personas que forman parte de las comunidades educativas y que desean un
cambio en la sociedad.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Capítulo II
Para poder avanzar hacia una cultura escolar inclusiva, es necesario conocer sobre el
autismo a nivel general. Por ello, se analizará el marco conceptual de mencionado trastorno.
Es importante resaltar que siempre han existido niños autistas, si bien es cierto no es sino
desde hace poco más de cinco décadas que se conoce este síndrome y se puede nombrarlo y
diferenciándolo de otro tipo de discapacidades.
Lorna Wing en su libro “El autismo en niños y adultos”, hace una descripción general del
trastorno a lo largo de los años. Ella indica que existen referencias a niños autistas tan
antiguas como 1799, cuando el médico francés J.M.G. Itard, quedó a cargo de un niño que
había sido encontrado viviendo de forma "salvaje" en un bosque. Víctor, "El niño salvaje de
Aveyron" mostraba conductas, que a través de las precisas descripciones del médico
evidenciaban un autismo infantil (Wing, 24).
Años más tarde, en 1809, John Haslam, en Inglaterra, se refirió a un niño que tuvo un grave
sarampión cuando tenía un año. Su conducta posterior concuerda a la de un niño con un
trastorno autista. El niño ingresó en el Bethlem Royal Hospital a la edad de cinco años.
(Wing, 25). Sin embargo, hasta ese entonces no se pudo definir el trastorno.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Hacia finales del siglo XIX, el psiquiatra Henry Maudsley planteó la posibilidad de que la
«psicosis» se diera en niños. Esta palabra no tiene un significado preciso, pero tiende a
utilizarse como una etiqueta general para la conducta extravagante y extraña. Los trastornos
que ahora se consideran dentro del espectro autista se ajustaban a esta descripción, por lo
que se clasificaron como «psicosis infantiles». (Wing, 28).
En el otoño de 1943, y a comienzos del año 1944, casi de forma simultánea, L. Kanner y H.
Asperger, publicaron una serie de observaciones de niños que mostraban un patrón similar
de alteraciones conductuales, asociadas al autismo. Ambos autores designaron por separado
a esta agrupación sintomática con el nombre de autismo. Kanner diferencia al autismo de la
esquizofrenia infantil. (Wing, 26).
En las primeras décadas del siglo XX, las teorías de los psicoanalistas (especialmente con
Sigmund Freud) influyeron mucho en las actitudes de los profesionales y del público. A
partir de que Kanner publicara su primer artículo sobre el «autismo infantil precoz» muchos
como Bettleheim (quien desarrollo la teoría de las madres refrigeradoras) creían que el
autismo era un trastorno emocional, no físico, y que todos los problemas se debían al modo
en que los padres habían educado a sus hijos. El efecto fue desastroso, agravaba la
inquietud de los padres al tener un hijo cuya conducta no podían comprender y les hacía
sentirse culpables. (Wing, 29). Posteriormente esa idea psicoanalítica fue refutada.
Desde aquel entonces Kanner describió el síndrome autista, y lo separa de las psicosis
infantiles definiéndolo como una entidad con características propias, ha existido un gran
auge en el estudio de esta patología. Dicho auge se puede observar en la multitud de
investigaciones en torno variados temas como la etiología o los métodos de intervención
pedagógica y educación inclusiva.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Según la Autism Society of America el autismo es un trastorno complejo del desarrollo que
aparece típicamente durante los primeros tres años de vida. Los niños y adultos con autismo
muestran dificultades en la comunicación verbal y no verbal, interacción social y
actividades de juego y diversión. El desorden les hace difícil la comunicación con otros y
relacionarse con el mundo exterior. Además, podrían mostrar movimientos corporales
repetitivos (aleteo de manos, balanceo, etc.), respuestas inusuales a las personas o apego
inadecuado a objetos, y además podrían resistirse al cambio de rutinas. (Sociedad de
Autismo americana, www.autism-societi.org, 13/06/2010).
De acuerdo al DSM-IV (1994) las características esenciales del Trastorno Autista son la
presencia de un marcado deterioro en la interacción social, en la comunicación y un
repertorio de actividades e intereses sumamente restringido. Sus manifestaciones varían
ampliamente dependiendo del nivel de desarrollo y la edad cronológica del sujeto.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Una vez que se ha conocido las definiciones que varios autores hacen del trastorno autista
es necesario conocer su epidemiología.
De hoy en día aún no se conocen con exactitud la causa del autismo. Además, a pesar de las
numerosas investigaciones y del desarrollo de gran cantidad de teorías explicativas, la
etiología del autismo todavía resulta compleja de encontrar y describirla con claridad. No
obstante Lasa Zulueta citado por María Godoy, señala que varios investigadores llegan a un
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Por otro lado la Junta de autismo de Andalucía en su Guía para la detección de trastornos
del Espectro autista; en cuanto a la etiología de los mismos, señala que: La evidencia
científica coincide en establecer que los síntomas de los Trastornos del Espectro Autista
son el resultado de alteraciones generalizadas del desarrollo de diversas funciones del
sistema nervioso central. La causa o causas, está aún por dilucidar, aunque hay clara
coincidencia en que son de naturaleza biológica. Está claro que no se trata de una causa
biológica única, sino que hay que pensar en una etiología multifactorial. En la mayoría de
los casos hay que considerar el papel de factores hereditarios, con una contribución
genética compleja y pluridimensional, que daría lugar a una gran variabilidad en la
expresión de las conductas. Sin embargo, los genes por si solos no pueden explicar todas
las variaciones que se dan en las desviaciones muy precoces. Hay que tener en cuenta la
interacción entre el potencial genético y el entorno biológico a nivel pre y perinatal. En
otros casos existe una gran relación entre los TEA (Trastorno del espectro autista) y algunas
patologías genéticas (fenilcetonuria, esclerosis tuberosa, neurofibromatosis, síndrome de X
frágil, …). (Junta de Andalucía, 5).
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Memoria para sucesos que otras personas podría ignorar o información poco
relevante (números telefónicos usados muchos años atrás).
Habilidad para reconocer formas y patrones (rompecabezas, letras).
Baron Cohen desarrolla una explicación de la teoría de la mente aludiendo que: Esta
teoría permite al ser humano desarrollar pensamientos y sentimientos de nosotros
mismos y de las otras personas. Esto da la posibilidad de predecir el comportamiento de
quienes nos rodean y a través de eso la posibilidad de anticipar nuestro comportamiento.
En resumen, es la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona. Este desarrollo de
pensamientos y sentimientos del otro y de uno mismo está alterado en las personas con
autismo. A continuación, Baron Cohen citado por Daniel Valdez (pág. 34), describen
una serie de dificultades que presentan las personas con autismo:
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Uta Fritz llamó la atención, a principios de los 90, sobre esta peculiaridad cognitiva que
tiene una clara relación con las dificultades de la persona con autismo para captar las claves
sociales e información en general. Esta función de coherencia central hace que el ser
humano, generalmente, capte, los estímulos que le rodean como una situación global. La
cual está enmarcada dentro de un contexto. Las personas con autismo tienen tendencia a
procesar la información por piezas, más que en contexto, es decir se fijan en los detalles y
no en el contexto global de los estímulos. Esta capacidad permite, entre otras cosas, la
percepción de claves sociales complejas, así como la generalización de los aprendizajes que
realizamos a otros entornos similares.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
problema está en el modo en que utilizan cualquier lenguaje que hayan desarrollado.
(Wing, 48).
Según el manual de evaluación de autismo CARS se dice que el lenguaje puede estar
presente o ausente en las personas con autismo. Además, el habla muestra un retraso
generalizado. Cuando está presente, la comunicación verbal podría ser una mezcla de
lenguaje con significado con algún habla particular, jerga, ecolalia e inversión pronominal.
Utilizan una entonación extraña, que puede ser monótona o de inflexiones inadecuadas.
Tienen problemas para controlar el volumen del habla, que puede ser demasiado alto o, con
menor frecuencia, demasiado bajo El niño/a utiliza sonidos raros, además el niño/a podría
utilizar de modo persistente algunas palabras o frases reconocibles. Cuando se usa un habla
con significado, las peculiaridades podrían incluir un preguntar excesivo o preocupación
por tópicos particulares. (CARS, 10).
En cuanto al nivel de comprensión varía de forma tan amplia como el uso del habla.
Algunos niños y adultos no comprenden el lenguaje hablado y no responden cuando se les
habla. Puede parecer que entienden más de lo que lo hacen en realidad, porque utilizan los
ojos para obtener pistas de las situaciones. Una característica esencial de las personas con
trastornos autistas, es la interpretación literal. A un niño le dijeron: «Seca la tetera por
fuera, no por dentro» e inmediatamente la sacó al jardín para secarla. Tienen también poca
o ninguna comprensión de los chistes que se basan en la ambigüedad verbal. En cuanto a la
comunicación no verbal los niños pequeños con trastornos autistas tienen tanta dificultad
para comprender la comunicación no verbal como para utilizarla. Con el paso del tiempo,
comienzan a adquirir cierta comprensión del significado de expresiones y gestos sencillos y
claros. (Wing, 50, 51).
diversas formas. (Wing, 44). Las personas con autismo pueden mostrar poco o ningún
interés por compartir, o estar interesados en las relaciones sociales, carecen de comprensión
de las convenciones sociales (como sacarse la ropa en un cumpleaños). Se vinculan con
algunos adultos pero no con sus pares. Lorna Wing hace una descripción más exacta de las
características sociales que presentan los niños con autismo:
Se comportan como si los demás no existieran.
No acuden cuando se les llama, no responden si se les habla.
Sus rostros pueden estar vacíos de expresión, excepto cuando estallan en un acceso
de rabia, pena o alegría.
Poco contacto visual, esto puede variar dependiendo del nivel de autismo.
Se pueden apartar si se les toca.
Si quieren algo que no pueden alcanzar, agarran de la mano o el brazo para poder
conseguir lo deseado.
No muestran interés o sentimiento si observan que la otra persona sufre o está triste.
Parecen apartados, en un mundo suyo, completamente absortos en sus propias
actividades sin objetivo.
Cuando se les hacen cosquillas, se les columpia, se les hace rodar por el suelo o se
les persigue pueden reír con gusto y mostrar gran placer.
En la infancia, la deficiencia social es especialmente notoria en contraste con otros
niños de la misma edad.
Los niños pequeños con trastornos autistas son indiferentes hacia sus compañeros
de juegos de grupo o de la escuela infantil, o bien se alarman ante ellos.
No les gusta los tumultos de gente. (Wing, 44, 45, 46, 47).
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
este es muy pobre. Manejan los juguetes y otros objetos simplemente por las sensaciones
físicas. A muchos les gusta la televisión y los vídeos, pero los tipos más populares de
vídeos o programas de televisión (como Bob esponja, Spiderman, etc.). (Wing, 54,55).
Algunos tienen rutinas más elaboradas que ellos mismos inventan, como dar golpecitos en
la silla antes de sentarse, ponerse de pie y dar tres vueltas durante el tiempo de una comida
o llevar a cabo una secuencia complicada de movimientos corporales. El colocar los objetos
en largas líneas, que no se pueden alterar, es una característica conocida de la conducta
autista. En niños mayores y en adultos, puede tomar la forma de una ordenación rígida de
sus cosas, que nadie puede alterar. En otros casos las rutinas se derivan de una actividad
iniciada normalmente por los padres, que, al haberlo hecho una vez de una determinada
manera, deben continuar sin ningún cambio.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
brillantes. Algunos niños son coleccionistas de utensilios domésticos tales como paquetes
vacíos de detergente, latas, botellas de plástico o palas de basura. Harán cualquier cosa para
aumentar su almacén. (Wing, 56).
2.3.6 Movimientos.
a) Movimientos estereotipados.
Estos movimientos repetitivos e involuntarios, conocidos
frecuentemente como «estereotipias», se dan en la mayoría de los
niños con trastornos autistas y continúan muchas veces en la vida
adulta. Incluyen tamborilear con los dedos, aletear con los brazos y
las manos, saltar arriba y abajo, girar la cabeza, balancearse al estar
de pie, muchas veces oscilando del pie de detrás al de delante, y
hacer muecas con la cara. Muchos andan de puntillas.
Estos movimientos de las manos, las extremidades y la cara son más aparentes cuando el
niño o el adulto está emocionado, agitado o enfadado o está contemplando algo que absorbe
toda su atención, como un objeto en movimiento. Por otro lado, si están ocupados en
alguna actividad constructiva, los movimientos pueden ser mínimos o nulos. (Wing, 50).
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Tienden a hacer las cosas que quieren con rapidez y destreza, pero sus movimientos son
torpes o desmañados cuando se les pide que hagan cosas que no les interesan. (Wing, 60).
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Algunos niños muestran un desagrado evidente al ser tocados y rechazarán incluso las
caricias más suaves y afectuosas. Unos pocos son hipersensibles a los olores. Temple
Grandin, una autista adulta muy capaz, en su libro Emergence: Labelled Autistic escribió
que, cuando era niña, sentía unas enaguas almidonadas como si llevara un alambre de
espino. Por esto probablemente algunos niños pequeños se quitan la ropa en cuanto pueden
o al menos los zapatos y los calcetines. Paradójicamente, muchos de los niños parecen
indiferentes al calor o al frío y querrán seguir llevando la ropa de invierno en verano o
saldrán con poca o ninguna ropa en tiempo helado. Uno de los rasgos más sorprendentes
del autismo es la indiferencia al dolor. Con la edad estas características tienden a disminuir.
(Wing, 62, 63, 64).
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Capítulo 3
Por experiencia, sabemos que es posible incluir a todos los alumnos en las aulas
siempre que los educadores hagan el esfuerzo de acogerlos, fomentar las amistades,
adaptar el currículum y graduar las prácticas. No obstante, la inclusión plena no
siempre se desarrolla con suavidad. En consecuencia, es vital que los adultos no opten
por la vía fácil de excluir al niño, sino que busquen soluciones para lograr la inclusión
social satisfactoria” (Stainback y Stainback, 1999). Citado por: (Carmen Gallego, 5).
La educación inclusiva implica un gran cambio escolar. El cual se debe llevar a través de
un proceso inmediato y a largo plazo. Los educadores forman parte importante y decisiva
de este proceso; pues son ellos quienes ejecutarán y pondrán en marcha, directamente en el
aula mencionado proceso. De ellos, especialmente dependerá el éxito o fracaso de la
inclusión, pues son quienes pondrán en marcha el desafío inclusivo.
Probablemente, la solución está en un apoyo entre maestros, en una forma más solidaria y
colaborativa. Donde cada uno de los profesores a través de su función, profesión,
conocimientos y experiencia, puedan colaborar y actuar a favor de un aula donde se respete
el principio inclusivo de la no segregación.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
jerárquicas con los maestros. Donde estos se tornan necesitados e incapaces para resolver
problemas y los asesores se convierten en expertos que manejan el tema a la perfección. Sin
embargo, a través de varias investigaciones, se concluyó que la asesoría antes impartida era
escaza, poco contextualizada y con pocos resultados. Pues, se empleaban como solución
recetas que habían dado frutos en otros lugares, pero cuando no se toma en consideración el
contexto la “receta” no funciona. Ello conlleva a inhibir la capacidad de razonar, buscar,
proponer y ejecutar ideas creativas, por parte de los maestros. Es por ello que es sumamente
importante que el asesor dialogue, escuche, pregunte, observe y establezca soluciones junto
con el maestro implicado. De esta manera, la asesoría estará mejor encaminada. Dentro del
campo de la educación inclusiva, los maestros dicen no estar capacitados y necesitan de un
asesor que los apoye. De forma que asesor y maestro deben trabajar en equipo y apoyar al
niño dentro del aula. Para una mayor ejemplificación de la asesoría como apoyo redactaré
un suceso real que ocurrió en una escuela inclusiva:
Una asesoría bien encaminada es en realidad un apoyo para las maestras. No obstante,
cuando ésta se establece en relaciones de “expertos” versus “inexpertos”, la misma asesoría
puede ser interpretada como impuesta, incómoda y poco productiva.
A partir de todo lo tratado es necesario realizar la siguiente pregunta: ¿qué función tiene el
asesor? En este sentido Fernández (1997) afirma respecto a la labor del asesor:
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Además, el asesor debe ser capaz de involucrar al profesorado de forma activa en la toma
de decisiones y la ejecución de las mismas.
A continuación se planteará una serie de "reglas del buen hacer" que es importante aplicar:
aprender en ese proceso, a "escuchar" las necesidades de los otros (qué quieren y
necesitan), a diseñar procesos de acción atentos a esas necesidades y fundamentados en las
posibilidades y recursos de los profesores.
Una acción asesora ha de huir de las prescripciones saludables (Selvini Palazzoli) ello
hace referencia a consejos prematuros, obvios y por lo tanto también inocuos pero
frecuentemente inútiles y que, por lo tanto, distraen de la búsqueda de una solución
significativa. Decir a un profesor que para que sus alumnos trabajen ha de "motivar" a los
niños es un consejo tan obvio como inútil. Plantear a los profesores que para avanzar en sus
metas "deben colaborar" es una propuesta con la que probablemente todos estaríamos de
acuerdo, pero que difícilmente sirve para guiar acciones específicas o propuestas concretas
en la práctica de los profesores.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Sin embargo, la asesoría debe ir más allá de lo mencionado hasta ahora, es necesario que la
asesoría cobre protagonismo no en una sola persona, sino en un grupo de maestros que
trabajan colaborativamente para apoyarse unos a otros. Los Grupos de Apoyo entre
profesores es una buena forma de fusionar asesoría y apoyo. La cual va dirigida
directamente a los profesores e indirectamente a los estudiantes.
Existen varias estrategias de apoyo, sin embargo, para la presente investigación trataremos
la que mejores y mayores resultados han obtenido. Esto es, los Grupos de Apoyo Entre
Profesores (GAEP).
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Mencionado grupo está compuesto por tres profesores, el profesor de apoyo, un profesor
experimentado y un profesor que represente a la población más joven del centro. (Daniels,
23). Quienes deben presentar los siguientes requisitos:
El segundo maestro/a debe ser una persona con años de experiencia en el centro.
Además, para el caso de estudio debe, preferentemente, haber tenido la experiencia
de haber incluido en su aula a un niño con autismo. Este maestro/a aportará
considerablemente con sus experiencias y vivencias.
El tercer maestro/a debe ser aquel que represente a la población más joven, un
profesor/a novel. Quien con ideas nuevas y frescas aporte de forma significativa en
el grupo.
Una primera etapa de formación inicial una vez constituidos los grupos con los detalles
antes mencionados. Suele ser un período relativamente corto de formación sobre los
propósitos y metodología de trabajo del grupo. En la formación, los miembros del grupo
desarrollan y participan en simulaciones de procesos de análisis y definición de problemas, de
selección y decisión de objetivos de intervención, así como en simulaciones y actividades de
planificación y evaluación de las estrategias de intervención. Además, se revisa modos de
comunicación asertiva y no asertiva.
estratégicas de paso y estancia (pasillos, sala de profesores) del centro. Junto a estas
actividades, suelen convocarse reuniones tanto formales (claustros, reuniones de ciclo)
como informales (hora del café, recreos, etc.) dirigidas a los profesores del centro para
informar de las metas, sentido y funcionamiento del grupo.
Una tercera fase la constituye la denominada etapa de desarrollo, en la que los grupos
funcionan y celebran reuniones con los profesores demandantes. Esas sesiones de apoyo se
establecen semanalmente o cada quince días, y se rigen por los principios y estrategias del
trabajo colaborativo en el análisis y estudio de los casos que abordan. El horario que cada
GAEP suele establecer está en función de la disponibilidad que tenga el profesorado para
acudir al Grupo. Normalmente en cada sesión de apoyo se trata un sólo caso. Esta suele
durar como mínimo de 30 a 45 minutos.
Una vez reunido el grupo de Apoyo con el profesor, la metodología de trabajo en las
sesiones de apoyo se desarrolla generalmente a través de estrategias de resolución
colaborativa de problemas. En líneas generales el trabajo de los GAEPs ante una demanda
se orienta a través de un esquema indicativo que aglutina los siguientes elementos:
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
CAPÍTULO IV
4. Fundamentos teóricos del método TEACCH y su aplicación en el aula inclusiva.
Comúnmente se cree que el niño incluido con autismo, es quien debe adaptarse al entorno.
Por tanto, debe cumplir ciertos requisitos previos para ser incluido. Sin embargo, cuando se
habla de inclusión, la escuela es la que debe adaptarse, modificarse y flexibilizar
metodología, currículo, materiales, evaluación, etc. Con ello, la escuela estará preparada
para recibir a niños con autismo; como se indica a continuación: “No es la escuela la que
selecciona a los niños en base a unos modelos preestablecidos. Son los niños, con sus
circunstancias, sus posibilidades y sus limitaciones, los que nos exigen construir una
escuela a la medida de sus necesidades” (Rodríguez, 67).
Los maestros y todo el entorno escolar deben construirse en base a las necesidades y
potencialidades de los estudiantes. De ahí la importancia de buscar métodos de enseñanza
que se ajusten las habilidades de los niños con autismo. Varias investigaciones dicen que la
gran mayoría de niños con autismo tienen un desarrollo visual bastante desarrollado. Por
ello, se ha creado una serie de métodos de trabajo basados en la presentación de materiales
visuales. A continuación analizaremos los fundamentos teóricos de uno de estos métodos,
denominado TEACCH. El cual, puede ser adaptado para trabajar en un aula inclusiva.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
diferentes servicios para las personas con autismo. Su fundador, Eric Schopler, profesor en
la unidad de psicología de la Universidad de Nord Chapel (Carolina del Norte), ha
desarrollado, a través de numerosas publicaciones en “The TEACCH Division”, diversas
programaciones y una metodología de enorme influencia en el trabajo con las personas con
autismo. (Martín, 87).
El programa TEACCH ha sido reconocido nacional e internacionalmente, a la vez que ha
sido holgadamente considerado como un notable programa modelo, el cual ha servido
como muestra para el establecimiento de programas similares a lo largo y a lo ancho de
todo Estados Unidos y muchos países extranjeros. En 1972, TEACCH se convirtió en el
primer programa en recibir el respaldo de la Sociedad Americana de Autismo. Ese mismo
año, TEACCH recibió el Premio Logro de Oro de la Asociación Psiquiátrica Americana
por su productiva investigación acerca de los desórdenes en el desarrollo y la efectiva
aplicación clínica de esa investigación. En 1985, Eric Schopler recibió tanto el Premio a la
Distinción Profesional por sus Contribuciones al Servicio Público de la Asociación
Psicológica Americana, como el Premio Gardner por su extraordinaria contribución al
bienestar humano, el único honor que en toda la extensión del estado se otorga a miembros
facultativos de la Junta de Gobernadores de la Universidad de Carolina del Norte. Cabe
mencionar, entre otros premios que han honrado tanto a TEACCH como a la facultad, el de
Investigación en Salud Mental Hargrove de 1988, el de la Fundación J.M. a la Excelencia
en Programas Vocacionales de Servicios de Trabajo Comunitarios de 1989, y el Premio al
Servicio Público del Gobernado de Carolina del Norte otorgado a Eric Schopler en 1993.
(TEACCH, University of North Carolina, http://www.autismomexico.com).
Objetivo General:
Objetivos específicos:
Una enseñanza estructurada a nivel temporal y la estructuración del entorno son los
enfoques más importantes del programa TEACCH. La disposición del aula debe estar
físicamente organizada de forma que permita al alumno entender mejor el entorno y lo que
se espera de él. Las tareas están también organizadas en el espacio y en el tiempo de
manera que el niño pueda predecir y entender su secuencia. Las tareas, preparadas
individualmente de acuerdo con la atención que puede ofrecer el niño, se planifican para
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
periodos bien definidos con un principio y un final muy claros. Las tareas son ampliadas y
ajustadas a la capacidad de atención del niño hasta que complete su plan de trabajo.
Disposición física del aula organizada. Los niños con autismo tienden a presentar
conductas disruptivas cuando existe un ambiente caótico, pues existe sobre-
estimulación.
Estructura visual a modo de agendas visuales (p.ej. programas diarios o pistas
visuales).
Gestión de problemas de comportamiento; es decir adecuado manejo de conductas
disruptivas (berrinches, gritos, llanto, agresión física, autoagresiones, etc.)
La implementación de un sistema de comunicación expresivo y receptivo en base a
ayudas visuales (fotos, pictogramas, objetos).
El desarrollo de un plan de intervención individualizado para que los padres y
profesionales puedan evaluar los progresos del niño.
a. Organización física
dificultades para distinguir entre eventos diferentes. Un aula claramente organizada subraya
las actividades específicas y refuerza los conceptos importantes.
delante de una pared desnuda con trozos de cinta en el suelo que indica el lugar en el que se
coloca la silla cuando el alumno está trabajando.
b. Área de transición
El área de transición es el lugar donde se colocan todas
las agendas que organizan visualmente el día de los
niños/as con autismo. Los alumnos acuden allí para
saber cuál será su próxima actividad, lo que les permite
orientarse para el cambio. Las áreas de transición son
una forma concreta, a través de esquemas visuales de introducir una continuidad en los
muchos cambios que se producen durante la jornada escolar. Son un segmento importante
de la estructura física que impide y reduce una de las fuentes comunes de agitación y
problemas de comportamiento en el autismo.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Tipos de programas
En un aula de TEACCH, normalmente se utiliza
simultáneamente dos tipos de programas: el programa
general del aula y los individuales que resumen el día
para toda la clase. Muestran los horarios generales de
trabajo y de descanso. El programa general del aula es relativamente constante de una
semana a otra excepto cuando requiere ajustes por viajes al exterior, acontecimientos
especiales o actividades comunitarias.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
d. Sistemas de trabajo.
Los sistemas de trabajo pueden diseñarse para alumnos de todos los niveles de desarrollo
dependiendo de un uso graduado de la complejidad simbólica. En niveles inferiores de
desempeño se usan directamente los objetos. Los niveles siguientes implican el uso de
códigos de color, imágenes, números y palabras escritas.
Cada uno de los ejemplos de sistema de trabajo mostrados anteriormente pueden ser
individualizados en relación con las necesidades educativas y el nivel de comunicación de
cada alumno. El principal factor de limitación es el conocimiento por parte del maestro de
las necesidades de aprendizaje de cada uno de los alumnos y de la mejor manera de traducir
estas para que encajen en un sistema de trabajo-estudio. Este mismo sistema puede
adaptarse para adultos que vivan en la comunidad o en un hogar de grupo.
e. Organización de tareas:
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
1. Instrucciones
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Las instrucciones pueden darse tanto de forma verbal como no verbal. El modo decidido de
comunicación del profesor deberá ser el que se comunique más claramente con cada
alumno. Para las instrucciones verbales, a menudo, significa utilizar un lenguaje mínimo.
Las instrucciones también pueden darse con gestos y pistas contextuales, facilitadas por las
estructuras visuales comentadas con anterioridad.
2. Pistas
Las pistas del profesor pueden ser útiles, especialmente cuando se enseñan nuevas tareas.
Nuestros alumnos aprenden más eficazmente cuando completan una tarea con precisión,
porque su aumento de competencia no sólo refuerza el proceso de aprendizaje, sino también
la sensación de confianza del alumno. Pueden ser útiles diferentes tipos de pistas
dependiendo del nivel de comunicación. Las pistas físicas se utilizan para orientar las
acciones de los alumnos hacia la consecución de una tarea.
El acompañamiento de las instrucciones verbales con gestos que sirven como pistas, con
frecuencia aumenta la comprensión del alumno. Antes de dar la pista es importante contar
con la atención del alumno. Esto no significa que haya que establecer contacto visual.
Las pistas también pueden ser gestuales como señalar con el dedo. Modelar o demostrar
cómo se hace algo es otro tipo de pista.
3. Refuerzos
Los alumnos con autismo no siempre están motivados para el trabajo. Los maestros deberán
descubrir qué motiva a sus alumnos (comida, juguetes, etc.).
Los refuerzos deben utilizarse sistemáticamente si queremos que sean herramientas de
enseñanza eficaces. La frecuencia, así como el tipo de refuerzo, deben ser individualizados;
algunos alumnos necesitan un refuerzo continuo, mientras que otros sólo lo necesitan de
forma intermitente. Los refuerzos deben seguir inmediatamente al comportamiento o
destreza aprendidos. (Martín, 89-98).
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Sin duda alguna, el gran apoyo visual y de estructura tanto temporal como espacial que
posee el método TEACCH; es de gran importancia a la hora de incluir a un niño/a con
autismo en un aula inclusiva de una escuela regular. Por ello, se quiere rescatar aspectos
relevantes y adaptarlos al aula de pre-escolar de la Unidad Educativa Verbo. Por esta razón,
se realizará un protocolo de intervención con las respectivas adaptaciones del método
aplicadas al aula inclusiva.
4.2.1 Protocolo de intervención para un aula inclusiva adaptada para un niño/a
con autismo.
4.2.1.1 Adecuaciones físicas del aula.
Las adecuaciones físicas a realizarse no implican una transformación completa del aula. Sin
embargo, existen algunos aspectos que son necesarios para que el niño con autismo se
sienta cómodo, de esta manera se favorecerá el aprendizaje a nivel cognitivo y social. A
continuación se expone las adaptaciones pertinentes:
Cambios en el mobiliario como: poca estimulación visual. Las aulas no deben estar
demasiado decoradas, pues la decoración excesiva funciona como distractor.
Generalmente los niños con autismo tienen dificultades en la atención, colocar
distractores, ahondará más estas dificultades.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Otro aspecto importante es que el aula no debe tener colores demasiado fuertes
como un naranja, amarillo brillante, rojo, etc. pues a algunos niños con autismo les
molesta este tipo colores. Por el contrario, el aula debe estar pintada de colores
bajos en tonalidad como blanco, verde pastel, celeste, etc. Es necesario considerar
este aspecto pues, los niños/as con autismo pueden negarse a ingresar a un aula que
cause malestar en ellos.
La ubicación física del aula debe ser lejos de fuentes sonoras destructoras, ya que
como se revisó en el capítulo II, los niños/as con autismo presentan
hipersensibilidad auditiva. Un aula demasiado ruidosa puede llegar a molestarles.
En ocasiones, los compañeros del niño/a con autismo hacen demasiado ruido. Una
forma de disminuir el mismo puede ser estableciendo juegos para que los niños/as
hagan silencio. Por ejemplo: se puede colocar un semáforo, cuando el semáforo esté
en rojo los niños inmediatamente deberán hacer silencio. Para realizar esta actividad
en el aula es importante que la maestra inicialmente explique a la clase que él niño/a
con autismo no le gusta el ruido. Por lo tanto, todos van a ayudarlo, jugando al
semáforo. La regla del juego que se establece con los niños/as es que cada vez que
el semáforo esté en rojo quiere decir que hay demasiada bulla, por lo tanto deberán
hacer silencio. Esta es una manera divertida de mejorar el ambiente para el niño/a
con autismo.
Por la misma razón es necesario que las sillas y mesas posean tablas de caucho en
las patas, para minimizar el ruido al moverlas.
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Adquieren independencia.
Les enseña a respetar reglas.
Facilita la comprensión del lenguaje.
Favorece el lenguaje expresivo.
Les ayuda a entender mejor su mundo.
Cambiar una actividad a otra.
Escoger lo que desean hacer.
La utilización de agendas con apoyos visuales puede beneficiar al niño/a con autismo y al
mismo tiempo beneficia a sus compañeros, pues con ellos se puede trabajar orientación
temporal, lenguaje, secuencias, etc. Además, la utilización de agendas permite anticipar
actividades. Esto es que los niños/as con autismo sepan cómo van a suceder las cosas y qué
esperan los adultos de ellos/as. Igualmente, cómo responden los adultos frente a sus
comportamientos. La falta de anticipación y de estructura, crea grandes dificultades para
organizar el mundo de las personas con autismo. Generalmente, la falta de anticipación y
estructura es la causa de conductas disruptivas en el niño con autismo.
Se recomienda colocar la agenda del día de clases en un lugar visible, con buena
iluminación y accesible a todos los niños/as. A dado buenos resultados colocar la agenda
junto al pizarrón. A continuación, se describirá de qué manera se puede usar la agenda en el
aula de clases.
Antes de que los niños lleguen al aula de clases la maestra deberá tener
organizada la agenda del día en el pizarrón utilizando pictogramas que
representen estas actividades. Por ejemplo:
Contruir
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Establecimiento de un aula inclusiva para un niño con autismo
Clase de música
Escuchar un cuento
Refrigerio
Luego, la maestra conjuntamente con los niños/as revisará la agenda del día;
indicando que actividades tendrán.
A medida, que las actividades del día se vayan cumpliendo los niños pasarán
al pizarrón y retirarán el pictograma de la actividad que acaban de cumplir.
Por ejemplo: cuando se termine la clase de música el niño/a con autismo u
otro niño/a retirará el pictograma y lo colocará en una caja diciendo “se
terminó música ahora nos toca escuchar un cuento y después del cuento
tendremos refrigerio”. Esta actividad requiere de práctica para realizarla
pero es viable, ya que los niños se ayudan de los pictogramas para saber las
actividades realizadas antes, ahora y después.
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Pueden ser una herramienta para la expresión, cuando los alumnos no hablan
o su lenguaje es deficiente.
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Utilizar pictogramas para indicar la consigna le permitirá comprender mejor. Por ejemplo.
Si es hora de pintar se mostrará al niño/a con autismo y al resto de la clase el pictograma de
pintar, así el comprenderá a plenitud la orden.
A continuación, se presentará una planificación inclusiva para un niño con autismo incluido
en el pre-escolar de la Unidad Educativa Verbo. Previo a la planificación inclusiva se
presentarán aspectos importantes de la condición del niño.
PLANIFICACIÒN INCLUSIVA
Datos Generales:
NOMBRE DEL NIÑO: Pablo M.
EDAD: 4 años.
NIVEL: pre-básica.
MAESTRA DE AULA: Lcda. Ximena Mancero.
MAESTRA INCLUSIVA: Lcda. Geanina Ávila.
DIAGNÓSTICO: autismo leve.
CARACTERÍSTICAS COMPORTAMENTALES Y COGNITIVAS:
Relación con los Otros, hay interferencia en relación a los adultos, ya que no interactúa
como lo son otros niños de su edad. Se observa mayor interacción con sus padres, pero
con sus pares no es una relación típica acorde a su edad.
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Lengua Aprender la Identificar la Realizar una agenda visual de las actividades a Hojas, Registrar si las
je letra “e”. letra e. realizarse. Lápices, actividades han
Entonar la canción del elefante. Actividad Adaptada: Láminas, sido logradas,
Reproducir la Utilizar gráficos y para representar la canción. música. no logradas o
letra e. Además realizar representaciones corporales que están en vías de
acompañen a la canción. Por ejemplo simular la logro.
trompa del elefante con el brazo.
Los niños deberán decir palabras que inicien con la
letra “e”. Actividad Adaptada: se mostrará gráficos
de palabras que empiecen con la letra “e” para que el
niño con autismo las pronuncie las palabras que
inician con la letra “e”.
Colocar varias letras en el pizarrón incluyendo la letra
“e”. Los niños deberán pasar al pizarrón y sacar todas
las letras “e” que encuentren.
Caminar sobre la letra “e” dibujada en el suelo.
Dibujar la letra “e” en arena, harina, plastilina.
Escribir la letra “e” en una hoja.
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Lógico Desarrollar Contar del 1 al Realizar una agenda visual de las actividades a Hojas, Registrar si las
matemát concepto de 3. realizarse. Lápices, actividades han
ica. número. Presentar los números a los niños. Actividad Láminas, sido logradas, no
Contar 1, 2 y 3 Adaptada: se realizarán tarjetas de los números 1, 2 franelógrafo logradas o están
objetos. y 3. Todos los días se presentará a los niños las , en vías de logro.
tarjetas diciendo el número correspondiente. Ellos recipientes,
deberán mirar la tarjeta y decir el número. objetos para
Contar utilizando el cuerpo. Aplaudir 3 veces, saltar contar.
3 veces, abrir y cerrar las manos 3 veces.
Actividad Adaptada: cada vez que la maestra de la
orden de saltar, aplaudir y abrir y cerrar las manos,
se presentará un pictograma de la actividad que
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Cuando una maestra pone en práctica una planificación inclusiva que considere la
diversidad (autismo), está cumpliendo con el reto de brindar igualdad de oportunidades
para el niño/a con autismo. Al mismo tiempo está construyendo una sociedad mejor que
contribuye no solo con el crecimiento de la persona con autismo, sino permite que la
sociedad se construya cada vez más justa y fraterna.
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Conclusiones y Recomendaciones.
La escuela inclusiva es aquella que rompe con la idea cuadrada de dos tipos de escuela
(especial y regular) y trae consigo una serie de oportunidades para los niños con autismo y
otras condiciones. Por tanto, la escuela debe estar preparada para recibir a este mundo
diverso, los niños/as con autismo forman parte de dicha diversidad.
Los grupos de apoyo colaborativo entre profesores, son una herramienta importante a la
hora de apoyar a los maestros/as de aula y solucionar dificultades que en la práctica docente
irán ocurriendo.
Adaptar el espacio físico, la planificación del proceso educativo, el material y los recursos
educativos y personales a las capacidades de los niños/as es trascendental a la hora de
incluir al niño/a con autismo. Por ello, es importante que se conozca y se adapte el método
de enseñanza especializada para niños/as con autismo, denominado TEACCH.
Se recomienda la ejecución de los aspectos tratados en esta tesina como son: la formación
de los grupos de apoyo entre profesores para fortalecer el proceso de inclusión de los
niños/as con autismo.
Además, se invita a poner en práctica las adaptaciones del método TEACCH en un aula
inclusiva. Esto permitirá que el niño con autismo pueda desarrollar sus capacidades de una
manera más asertiva y adecuada para su condición.
Se recomienda que luego de aplicar estos aspectos se recopile la información rescatada para
realizar mejoras dentro del proceso de inclusión para niños/as con autismo.
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