Contrato Paquete y Conceptos Que Incluye
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DATOS DE LA SENTENCIA
FECHA: 09/12/2010
SALA: Casación Social
MAGISTRADO PONENTE: Omar Alfredo Mora Díaz
PARTES: Emilio Villapalos Morales contra Grapho Formas Petare,
C.A.
CONTENIDO RELEVANTE
MATERIA CRITERIO ESTABLECIDO
Contrato paquete Los conceptos pagados bajo la modalidad que la
doctrina denomina “contrato paquete” no incluyen –en
ningún caso- el pago por concepto de prestación de
antigüedad.
Ponencia del Magistrado OMAR ALFREDO MORA DÍAZ.
En el juicio que por cobro de prestaciones sociales y otros conceptos
laborales, sigue el ciudadano EMILIO VILLAPALOS MORALES, representado
judicialmente por los abogados César Augusto Aellos Giuliani, Héctor Noya González,
José Arturo Zambrano Aure y Yarillis Vivas Dugarte; contra la sociedad mercantil
GRAPHO FORMAS PETARE, C.A., representada judicialmente por los abogados
Antonio Espinoza Prieto, Antonio Rujana Saavedra, Aibsel Espinoza de Castejon y
Marianela Brito Acevedo; el Juzgado Sexto Superior del Trabajo de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, conociendo en apelación, dictó sentencia
definitiva en fecha 20 de abril de 2009, mediante la cual declaró: 1°) parcialmente con
lugar el recurso de apelación ejercido por la parte demandada, contra la sentencia
proferida en fecha 5 de febrero de 2009, por el Juzgado Séptimo de Primera Instancia de
Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas; y
2°) parcialmente con lugar la demanda incoada.
Contra la decisión emitida por la Alzada, en fecha 24 de abril de 2009, la
representación judicial de la parte demandada anunció recurso de casación, el cual, una
vez admitido fue remitido a esta Sala de Casación Social.
Recibido el expediente, en fecha 18 de mayo de 2009, se presentó por ante la
Secretaría de esta Sala de Casación Social escrito de formalización.
En fecha 21 de mayo de 2009, se dio cuenta en Sala correspondiéndole la
ponencia al Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz.
Mediante Resolución N° 2009-0062, de fecha 11 de noviembre de 2009,
emanada de la Sala Plena de este Alto Tribunal, fue creada la Sala de Casación Social
Especial, correspondiéndole el conocimiento del presente asunto; quedando integrada
por el Presidente y Ponente, Magistrado OMAR ALFREDO MORA DÍAZ, y los
Conjueces Accidentales Principales, abogados JESÚS RAMÓN TORRES PERTUZ y
EVELIN EDREY SALAS MORENO.
Por auto de Sala fechado 2 de noviembre de 2010, se fijó la realización de la
audiencia oral, pública y contradictoria para el día miércoles veinticuatro (24) de
noviembre de 2010 a las diez de la mañana (10:00 a.m.), todo en sujeción a lo regulado
por el artículo 173 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Celebrada la audiencia oral, y habiendo esta Sala pronunciado su decisión de
manera inmediata, pasa a reproducir la misma en la oportunidad que ordena el artículo
174 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, bajo las siguientes consideraciones:
DEL RECURSO DE CASACIÓN
-I-
De conformidad, con el numeral 3, del artículo 168 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, se denuncia la violación de una máxima de experiencia, al
infringirse la norma expresa contenida en el artículo 177 eiusdem, que explícitamente
señala: “Los Jueces de instancia deberán acoger la doctrina de casación establecida en
casos análogos, para defender la integridad de la legislación y la uniformidad de la
jurisprudencia”.
A tal efecto, explican los formalizantes, que la sentencia recurrida ordenó
pagar lo correspondiente a las utilidades vencidas y fraccionadas del período
comprendido entre los años 1994 y 1999, y la fracción correspondiente al año 2006 “a
razón del último salario normal devengado por el actor”, cuando en sentencia N° 2376,
de fecha 21 de noviembre de 2007, la Sala dejó establecido, que un pago similar al de
autos, debía hacerse de acuerdo al salario devengado por el trabajador al momento de
causarse la obligación.
Para decidir, la Sala observa:
Alegan los formalizantes, que en la sentencia recurrida se infringió el
artículo 177 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por cuanto el Juzgador de Alzada
condenó el pago de utilidades vencidas y fraccionadas a razón del último salario normal
devengado por el trabajador, siendo que con tal pronunciamiento se apartó de la
jurisprudencia sostenida por esta Sala, en un caso similar al de autos (sentencia N°
2376, de fecha 21 de noviembre de 2007), en donde se indicó que dicho cálculo debe
realizarse con base al salario devengado por el trabajador para el momento en que se
causó la obligación.
Ahora bien, verifica la Sala, que en la sentencia recurrida, se estableció lo
que de seguida se reproduce:
En lo que respecta a las utilidades vencidas y fraccionadas, se observa que el
accionante reclama la cantidad de 493 días, correspondientes a las utilidades
que van desde el año 1994 al 1999 y la fracción correspondiente al período
2006, señalando la demandada que se adeuda solo la fracción reclamada más
no las otras utilidades desde el año 1994 al 1999, por cuanto a su decir
fueron pagadas, observando este Juzgador que la demandada pretende hacer
valer el pago realizado por prestaciones sociales de manera mensual como
pago por dicho concepto, entre otros, lo cual es incorrecto tal y como se
señaló anteriormente, por lo que resulta procedente el pago de los 493 días
reclamados a razón del último salario normal devengado por el actor de Bs.
1.745.000,00, es decir Bs. 58.166,67, lo que da un monto a pagar por este
concepto de Bs. 28.676.168,31. Así se decide.
Como se aprecia del anterior pasaje de la recurrida, el Sentenciador de
Alzada, en efecto, ordenó pagar el concepto de utilidades vencidas y fraccionadas
correspondientes a los años indicados, con base al último salario normal devengado por
el actor, estimado en la cantidad de un millón setecientos cuarenta y cinco mil bolívares
(Bs. 1.745.000,00) o (Bs.f. 1.745,00).
En tal sentido, tenemos que los artículos 174 y 179 de la Ley Orgánica del
Trabajo, disponen lo que a continuación se transcribe:
Artículo 174.- Las empresas deberán distribuir entre todos sus trabajadores
por lo menos el quince por ciento (15%) de los beneficios líquidos que
hubieren obtenido al fin de su ejercicio anual. A este fin, se entenderá por
beneficios líquidos la suma de los enriquecimientos netos gravables y de los
exonerados conforme a la Ley de Impuesto Sobre la Renta.
A los efectos de este Capítulo, se asimilarán a las empresas los
establecimientos y explotaciones con fines de lucro.
Parágrafo Primero.- Esta obligación tendrá, respecto de cada trabajador,
como límite mínimo, el equivalente al salario de quince (15) días y como
límite máximo el equivalente al salario de cuatro (4) meses. El límite
máximo para las empresas que tengan un capital social que no exceda de un
millón de bolívares (Bs. 1.000.000,oo) o que ocupen menos de cincuenta
(50) trabajadores, será de dos (2) meses de salario. Cuando el trabajador no
hubiese laborado todo el año, la bonificación se reducirá a la parte
proporcional correspondiente a los meses completos de servicios prestados.
Cuando la terminación de la relación de trabajo ocurra antes del cierre del
ejercicio, la liquidación de la parte correspondiente a los meses servidos
podrá hacerse al vencimiento de aquél.
(Omissis)
Artículo 179.- Para determinar la participación que corresponda a cada uno
de los trabajadores, la empresa dividirá el total de los beneficios repartibles
entre el total de los salarios devengados por todos los trabajadores durante el
respectivo ejercicio. La participación correspondiente a cada trabajador será
el resultante de multiplicar el cuociente obtenido por el monto de los salarios
devengados por él, durante el respectivo ejercicio anual.
Con relación al salario base para el cálculo de las utilidades, por vía
jurisprudencial, esta Sala ha señalado en reiteradas ocasiones, entre ellas los
pronunciamientos hechos en decisiones Nº 1778 del 6 de diciembre de 2005, N° 2246
del 6 de noviembre de 2007, N° 2376 del 21 de noviembre de 2007, Nº 226 del 4 de
marzo de 2008, Nº 255 del 11 de marzo de 2008, Nº 1481 del 2 de octubre de 2008 y N°
1366 del 25 de noviembre de 2010, que en lo que respecta al pago de las utilidades “se
calcularán con base al salario promedio devengado en el año en que se generó el
derecho”, razón por la cual, la recurrida al haber ordenado el pago de las misma en base
al “último salario normal devengado por el actor”, quebrantó la normativa legal que
rige la materia, y por ende incurre en el vicio que se le imputa, lo que hace procedente el
recurso de casación propuesto. Así se establece.
En virtud de las consideraciones expuestas, esta Sala, declara con lugar el
recurso de casación incoado por la parte demandada, y en consecuencia, anula el fallo
recurrido, resultando inoficioso revisar el resto de las denuncias formuladas en el escrito
de formalización, toda vez que de conformidad con el artículo 175 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, corresponde a esta Sala, decidir el fondo de la presente
controversia.
DECISIÓN SOBRE EL FONDO DE LA CONTROVERSIA
La parte actora alegó, en su escrito libelar, que comenzó a prestar servicios
personales, ininterrumpidos y bajo relación de dependencia para la demandada, en fecha
1° de mayo de 1994, desempeñándose como Contralor, cumpliendo una jornada de ocho
(8) horas diarias de lunes a viernes, y que devengó como último salario mensual la
cantidad de un millón setecientos cuarenta y cinco mil bolívares (Bs. 1.745.000,00).
Señala, que desde el 1° de mayo de 1994, fecha de ingreso, hasta el día 31
de octubre de 2000, la empresa solo le canceló el salario mensual bajo la figura aparente
de honorarios profesionales, es decir, durante seis (6) años y seis (6) meses se trató de
simular un nexo jurídico de diferente naturaleza a la laboral, en el entendido de que
durante el lapso mencionado, se le cancelaba su salario dándole la denominación de
honorarios profesionales, y nunca se cumplió con las obligaciones de carácter social y
económico, contempladas en la Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento, tales como,
prestación de antigüedad mensual y anual adicional, vacaciones, bono vacacional,
utilidades e intereses sobre prestación de antigüedad.
Informa que, en fecha 18 de junio de 2006, fue despedido
injustificadamente, y que por cuanto, desde esa fecha ha sido imposible que la empresa
reconozca lo que se le adeuda por prestaciones sociales y otros conceptos, demanda lo
siguiente:
1) Prestación de Antigüedad, artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo
vigente hasta el 18-06-1997: treinta (30) días de salario por cada año de servicio o
fracción superior a seis (6) meses, de conformidad con el salario integral devengado en
el mes efectivo de labores inmediatamente anterior al día en que le nació el derecho,
estimado en treinta y tres mil quinientos cincuenta bolívares (Bs. 33.550,00), para un
total de noventa (90) días de salario, lo cual arroja la cantidad de tres millones
diecinueve mil quinientos bolívares (Bs. 3.019.500,00).
2) Prestación de Antigüedad mensual, artículo 108 de la Ley Orgánica del
Trabajo desde junio de 1997 hasta junio de 2006: cinco (5) días por cada mes de
servicio, más dos (2) días adicionales por año, calculados conforme al salario integral
devengado mes a mes, conformado por el salario mensual, recargo por asignación de
vehículo, alícuota de utilidades y alícuota de bono vacacional, los cuales estimó según
se desprende de tabla explicativa (folios 4 al 6).
Coloca como anticipos, las siguientes cantidades: cuatro millones
ochocientos cincuenta y seis mil bolívares (Bs. 4.856.000,00), dos millones trescientos
veintitrés mil bolívares (Bs. 2.323.000,00), tres millones de bolívares (Bs.
3.000.000,00), y dos millones setenta y nueve mil bolívares (Bs. 2.079.000,00).
El total demando por concepto de prestación de antigüedad, es la cantidad
de veinticuatro millones ochocientos ocho mil ochocientos cincuenta y un bolívares con
cincuenta y cuatro céntimos (Bs. 24.808.851,54), y por prestación de antigüedad
adicional, la cantidad de seis millones doscientos ochenta mil doce bolívares con
sesenta y cuatro céntimos (Bs. 6.280.012,64).
3) Vacaciones y Bono Vacacional vencido y fraccionado: correspondiente a
los períodos 94-95, 95-96, 96-97, 97-98 y 98-99 y la fracción del período 06-07,
calculados por el salario normal diario devengado en el mes inmediatamente anterior al
día en que culminó la relación de trabajo, de conformidad con los artículos 145 y 225 de
la Ley Orgánica del Trabajo y la cláusula N° 59 de la Contratación Colectiva de Trabajo
por rama de actividad, para un total reclamado de diecinueve millones veinte mil
quinientos bolívares con noventa y dos céntimos (Bs. 19.020.500,92).
4) Utilidades vencidas y fraccionadas: correspondiente a los años 94, 95, 96,
97, 98 y 99, más la fracción del período del año 2006, calculados por el salario
promedio diario devengado en el mes inmediatamente anterior al día en que culminó la
relación de trabajo, de conformidad con el artículo 174 de la Ley Orgánica del Trabajo y
la cláusula N° 62 de la Contratación Colectiva de Trabajo por rama de actividad, para
un total reclamado de veintiocho millones seiscientos setenta y seis mil ciento sesenta y
ocho bolívares con treinta y un céntimos (Bs. 28.676.168,31).
5) Intereses sobre prestación de antigüedad: la cantidad de dieciocho
millones setecientos setenta y un mil ciento setenta y cuatro bolívares con tres céntimos
(Bs. 18.771.174,03).
6) Indemnización por despido injustificado: ciento cincuenta (150) días,
multiplicados por el salario diario integral y promedio del último año de servicio,
estimado en ochenta y siete mil trescientos treinta bolívares con setenta y nueve
céntimos (Bs. 87.330,79), para un total de trece millones noventa y nueve mil
seiscientos dieciocho bolívares con seis céntimos (Bs. 13.099.618,06).
7) Indemnización sustitutiva del preaviso: noventa (90) días, multiplicados
por el salario diario integral y promedio del último año de servicio, estimado en ochenta
y siete mil trescientos treinta bolívares con setenta y nueve céntimos (Bs. 87.330,79),
para un total de siete millones ochocientos cincuenta y nueve mil setecientos setenta
bolívares con tres céntimos (Bs. 7.859.770,03).
Finalmente, aduce que recibió la cantidad de diez millones de bolívares (Bs.
10.000.000,00), en fecha 13 de junio de 2006, por concepto de anticipo de prestaciones
sociales, la cual deberá ser descontada del monto total por concepto de prestaciones
sociales y otros conceptos derivados de la Ley Orgánica del Trabajo.
Por su parte, la demandada, en su escrito de contestación, admitió que el
ciudadano Emilio Villapalos, prestó servicios en la empresa y reconoció la fecha de
ingreso, -1° de mayo de 1994-, sin embargo, alega que ésta se mantuvo hasta el día 1°
de enero de 2000 y después desde el 31 de octubre de 2000, hasta el 31 de julio de 2006,
fecha en la cual fue despedido por causa justificada, según se evidencia de participación
de despido de fecha 7 de agosto de 2006.
Admitió que el actor se desempeñó como “Contralor”, al final de la relación
de trabajo y que devengó como último salario mensual la cantidad de un millón
setecientos cuarenta y cinco mil bolívares (Bs. 1.745.000,00)
Reconoce que el ciudadano Emilio Villapalos, recibía el pago de bono
vacacional y utilidades, de conformidad con lo estipulado en las cláusulas 59 y 62 de la
Convención Colectiva de Trabajo por rama de actividad, celebrada entre la Asociación
de Industrias de Artes Gráficas de Venezuela y el Sindicato Unificado de Trabajadores
de Artes Gráficas, similares y conexos del Distrito Federal y Estado Miranda, a pesar de
no ser beneficiario de la misma.
Admitió que el actor recibió anticipos de prestaciones sociales, por los
siguientes montos: cuatro millones ochocientos cincuenta y seis mil bolívares (Bs.
4.856.000,00), dos millones trescientos veintitrés mil bolívares (Bs. 2.323.000,00), tres
millones de bolívares (Bs. 3.000.000,00), y dos millones setenta y nueve mil bolívares
(Bs. 2.079.000,00), más la cantidad de diez millones de bolívares (Bs. 10.000.000,00),
para totalizar la cantidad de veintidós millones doscientos cincuenta y ocho mil
bolívares (Bs. 22.258.000,00). Reconoce que la empresa le canceló al actor, en fecha 17
de junio de 1997, el corte de sus prestaciones sociales y el cálculo se hizo acorde el
salario devengado durante ese mes.
Niega que la empresa haya simulado un nexo jurídico de naturaleza distinta
a la laboral, evadiendo sus responsabilidades en el momento de contratar al actor.
Señala que lo cierto del caso, es que el actor recibió su salario bajo la figura de
honorarios profesionales, pero adicionalmente, en ese mismo recibo, percibía de forma
mensual el pago de todos sus derechos laborales, toda vez que ese fue acuerdo de
trabajo. Agrega que fue el mismo actor, quien decidió que sus derechos fueran
cancelados mensualmente, por eso se le canceló de esa forma, y esto se extendió hasta
el año 2000, fecha en la cual el actor comenzó a realizar su labor de forma
independiente, a través de la Empresa Gerenciales Villa 2000, C.A., por lo que el actor
recibió a su entera satisfacción el pago de su salario y demás derechos laborales durante
su relación de trabajo.
Rechaza que el actor haya sido despedido injustificadamente, en fecha 18 de
junio de 2006, por cuanto cursa ante el Circuito Judicial del Trabajo del Área
Metropolitana de Caracas, participación de despido signada bajo el N° AP-07-08-2006-
000007-P, de fecha 7 de agosto de 2006, en la cual se señala la causa del despido del
ciudadano Emilio Villapalos, el cual ocurrió en fecha 31 de julio de 2006.
Niega que el actor tenga una antigüedad en la empresa de doce (12) años, un
(1) mes y diecisiete (17) días, ya que el actor prestó servicio en dos fases distintas: una
desde el 1° de mayo de 1994 hasta el 1° de enero de 2000 y otra desde el 31 de octubre
de 2000 hasta el 31 de julio de 2006.
Niega que el actor tuviese una remuneración mensual para el mes de junio
de 1997, de ochocientos veintitrés mil bolívares (Bs. 823.000,00), ya que ese monto
correspondió al total recibido en ese mes, pero en el recibo que fue incorporado al
expediente se demuestra que una parte era por honorarios profesionales y otra
correspondía al pago de todos sus otros derechos laborales.
Rechaza que el actor le corresponda pago alguno, por concepto de uso de
vehículo, el cual pretende calcular desde junio de 2001, ya que si bien es cierto que el
actor tenía asignado un vehículo propiedad de la empresa, el uso del mismo solo estaba
limitado a las necesidades propias de su trabajo, de tal forma que era una herramienta de
trabajo y no un beneficio personal. Negó que los salarios indicados en la tabla de
relación de prestaciones sociales que forma parte del libelo de demanda, sean los
correspondientes a honorarios profesionales del actor durante los períodos de julio 1997
a octubre de 2000. Aduce que se evidencia de los recibos de pago adjuntos, cual es el
monto exacto de honorarios profesionales recibidos.
Señala que al actor, para el período comprendido del 1° de mayo de 1994
hasta el 1° de enero de 2000, se le cancelaron todos sus haberes laborales, y reconoce
que a éste se le adeudan parcialmente las prestaciones sociales del último período
laborado.
En virtud de lo expuesto, la demandada negó y rechazo cada uno de los
conceptos y montos peticionados por el demandante, pero admite que se le adeudan los
días adicionales de prestación de antigüedad desde octubre del 2000 hasta julio de 2006,
las vacaciones fraccionadas correspondientes al período 2006-2007, y las utilidades
fraccionadas correspondientes al período 2006-2007, todo lo cual se encuentra
contemplados en oferta de pago que cursa ante los Tribunales, signada bajo el N° AP21-
L-2006-002458.
Para decidir, la Sala observa:
En innumerables sentencias, esta Sala de Casación Social ha señalado que la
distribución de la carga de la prueba en materia laboral se fijará de acuerdo con la forma
en la que el accionando dé contestación a la demanda, todo ello de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 72 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en concordancia
con el artículo 135 eiusdem.
De manera que el demandado tiene la carga de probar todos aquellos
alegatos nuevos que le sirvan de fundamento para rechazar las pretensiones del actor,
con lo cual, hay una modificación en la distribución de la carga de la prueba en el
proceso laboral. Así, cuando el demandado no rechace la existencia de la relación
laboral, se modificará la distribución de la carga de la prueba en lo que se refiere a todos
los restantes alegatos contenidos en el libelo que tengan conexión con la relación
laboral, por tanto, es el demandado quien deberá probar, por tener en su poder las
pruebas idóneas sobre el salario que percibía el trabajador, el tiempo de servicio,
vacaciones pagadas, bono vacacional, utilidades, entre otros.
Igualmente, el demandado tendrá la carga de desvirtuar en la fase probatoria,
aquellos hechos sobre los cuales no hubiese realizado en la contestación el
fundamentado rechazo, de lo contrario, el sentenciador deberá tenerlos como admitidos.
Sin embargo, no todos los alegatos y rechazos que se expongan deberán recibir idéntico
tratamiento, porque la adecuada o suficiente precisión en el rechazo o en la exposición
de las razones y fundamentos de las defensas, en relación con la carga de la prueba o el
riesgo de no aportarla, dependerá de la naturaleza y circunstancias de cada asunto y
resultará del examen que de las mismas deberá hacer el Juzgado, labor ésta en la cual
hará uso de las presunciones establecidas a favor del trabajador, pero de la que no puede
eximirse con sólo indicar que por efecto de declararse la existencia de la relación de
trabajo alegada, se tendrán por admitidos todos los hechos y pedimentos planteados con
fundamento y por derivación de ella, aun cuando se los hubiere rechazado expresa y
precisamente y se trate de rechazos o negativas que se agotan en sí mismas, como son
las opuestas a condiciones distintas o exorbitantes de las legales, tales como las horas
extras y días feriados trabajados.
Así pues, planteados como han quedado los hechos alegados por la parte
actora, así como las excepciones y defensas opuestas por la demandada, se tiene como
admitido lo siguiente: la relación laboral, la fecha de ingreso, el cargo ejercido, el
último salario devengado estimado en la cantidad de un millón setecientos cuarenta y
cinco mil bolívares (Bs. 1.745.000,00), que el trabajador accionante recibía el pago del
bono vacacional y las utilidades conforme a los dispuesto en la Convención Colectiva
de Trabajo arriba mencionada, que recibió como anticipo de prestaciones sociales un
total de veintidós millones doscientos cincuenta y ocho mil bolívares (Bs.
22.258.000,00) y que al actor se le adeudan los días adicionales de prestación de
antigüedad desde octubre del 2000, hasta julio de 2006, las vacaciones fraccionadas
correspondientes al período 2006-2007, y las utilidades fraccionadas correspondientes
al período 2006-2007.
De esta manera, evidencia la Sala que los límites en los cuales ha quedado
planteada la controversia, van dirigidos a determinar: 1°) el tiempo de servicio prestado
efectivamente por el trabajador accionante, toda vez que se alegó que la relación de
trabajo se cumplió en dos etapas, a saber: una desde el día 1° de mayo de 1994 hasta el
1° de enero de 2000, y otra desde el 31 de octubre de 2000, hasta el 31 de julio de 2006;
2°) la causa y fecha del despido (justificado o injustificado); 3°) el carácter salarial o no
de la asignación de vehículo; 4°) si lo percibido mensualmente por el trabajador por
derechos laborales hasta el año 2000, forma parte o no de lo devengado como
honorarios profesionales, o si por el contrario, el pago efectuado por prestaciones
sociales durante ese período debe estimarse como la cancelación de los haberes
laborales; 5°) el salario devengado por el actor para el mes de junio de 1997, así como
los salarios percibidos desde el mes de julio de 1997, hasta el mes de octubre de 2000; y
6) la procedencia o no de cada uno de los conceptos reclamados.
Establecidos como han quedado los términos del presente contradictorio,
esta Sala pasa a analizar las pruebas promovidas y evacuadas por las partes.
De las pruebas de la parte actora:
1) Del folio 41 al 51, consignó marcado con la letra “A” copias al carbón de
comprobantes de cheques a nombre del demandante, durante el período comprendido
desde el 30 de mayo de 1994 hasta el 24 de marzo de 2000. Dichas documentales al no
ser impugnadas, ni desconocidas por la parte contraria, se le confiere valor probatorio
de conformidad con los artículos 78 y 10 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
quedando evidenciando a través de los mismos pagos recibidos por el accionante para el
mes de marzo de 1994, agosto y septiembre de 1995, noviembre y diciembre de 1996,
abril de 1997, enero, febrero y agosto de 1998, y marzo de 2000.
2) Promovió marcado con la letra “B”, legajo de siete (7) folios útiles,
cursante a los folios 56 al 62, contentivo de recibos de pago correspondientes a los
períodos que van desde el 01/11/2000 al 15/11/2000; desde el 15/07/2005 al
31/07/2005; desde el 01/07/2005 al 15/07/2005; desde el 15/12/2005 al 31/12/2005;
desde el 01/12/2005 al 15/12/2005; desde el 15/01/2006 al 31/01/2006 y del 01/01/2006
al 15/01/2006. Estas documentales no son valoradas, por cuanto se encuentran suscritas
únicamente por la parte que pretende beneficiarse de las mismas (principio de alteridad
de la prueba).
3) Marcado con la letra “C”, consignó a los folios 52 al 55, notas de crédito,
emitidas por la entidad bancaria Corp Banca, las cuales no le son oponibles a la parte
demandada, razón por la cual esta Sala no les confiere valor probatorio.
4) A los folios 63 y 64, consignó recibo de pago de utilidades y comprobante
de cheque, correspondientes al ejercicio económico comprendido entre el 01/01/2005 al
31/12/2005. Estas documentales no son valoradas, por cuanto se encuentran suscritas
únicamente por la parte que pretende beneficiarse de las mismas (principio de alteridad
de la prueba), amén de que no fue reclamado por el accionante, en el escrito libelar, las
utilidades correspondientes a ese ejercicio económico.
5) Cursante al folio 65, promovió en original constancia de entrega de
vehículo, de fecha 14 de septiembre de 2006, emitida por el accionante y recibida por la
empresa demandada, a la cual se le otorga valor probatorio de conformidad con lo
establecido en el artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal Del Trabajo, sin embargo, la
misma no aporta elementos para la resolución de la presente controversia.
El Secretario,