Reinberg Ecuador2

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MARTIN REINBERG EDER

COMERCIANTE.- Naci� en Riga el d�a 5 de Agosto de 1862. Riga fue capital de los
estados B�lticos de Rusia y despu�s sede del gobierno de la Rep�blica de Letonia
entre 1918 y el 40, mientras su padre Mendel Reinberg ejerc�a el Consulado de los
Estados Unidos en dicho lugar y fue su madre Paulina Eder, de la gran familia de
banqueros y comerciantes de ese apellido que tanto �xito tuvieron durante el siglo
XIX en Colombia. Ambos, naturales de Cincinatti, Ohio, USA y de religi�n jud�a.

Fue el mayor de una familia compuesta de tres hermanos y de escasos quince a�os lo
enviaron a terminar sus estudios a Cincinatti, pero no residi� all� lo suficiente
como para tomar carta de ciudadan�a; pues, a los pocos meses, fue llamado por su
t�o David Eder a Guayaquil.

En nuestra ciudad se hosped� moment�neamente en el departamento del C�nsul


norteamericano Herm�n R. Dietrich, ubicado en el primer piso alto de una casa de
propiedad de la familia Aspiazu, en la calle del Comercio (hoy Pichincha) casi al
llegar a 9 de Octubre, acera suroeste; y por indicaciones del C�nsul iba todos los
d�as a almorzar en el departamento esquinero de los esposos Joseph Warren Tyler y
Catalina Donnegan, quienes recib�an comensales.

Esos Tyler Donnegan eran irlandeses cat�licos pasados al Per�. En Lima hab�an
tenido un modesto negocio de cristaler�a importada de los Estados Unidos e
Inglaterra, similar al que luego instalar�an en Guayaquil. A su departamento
concurr�an a almorzar otros j�venes, extranjeros como Reinberg, entre los que
estaban Juan Kruger, Alfred Cartwright que ocupar�a el consulado de Inglaterra,
Isaac Reinberg Eder que llegar�a atra�do por su hermano Mart�n, etc. (1)

El joven Mart�n hablaba ingl�s, franc�s, alem�n y ruso, ten�a la estatura mediana,
la tez blanca rosada, el pelo entre caf� y rubio y los ojos azules. Pronto aprendi�
el espa�ol porque era alegre, dicharachero y comunicativo, muy dado a las bromas y
a las chanzas y hasta gustaba de los juegos de manos. En Guayaquil demostr� ser un
excelente bailar�n y buscaba que lo invitaran a las fiestas, donde se distra�a
sanamente porque no era mujeriego ni vicioso y amaba el trabajo por sobre todas las
cosas. En sus negocios demostr� desde el principio poseer un agudo olfato y gran
seriedad; era, lo que se dec�a entonces, un perfecto caballero. Respetuoso con las
damas, su trato exquisito y cort�s pronto le abri� las puertas de los principales
salones y hasta le salieron algunos buenos partidos, pero �l supo mantenerse
soltero, quiz� por una cortedad propia en �l o simplemente por su conducta
ahorrativa.

Como dato curioso cabe anotar que a las pocas semanas de su arribo a Guayaquil
naci� en el hogar de los Tyler una ni�ita que fue bautizada con el nombre de Alice.
El reci�n llegado la tom� en sus brazos y con el andar del tiempo se acostumbr� a
sacarla a pasear con su hermanita Hattie para que tomaran helados y cuando Alice
cumpli� diecinueve a�os, se casaron como sucede en los cuentos de hadas; suceso que
caus� la admiraci�n de nuestra sociedad y hasta origin� algunos salados
comentarios, aunque el novio solamente ten�a 35 a�os.

(1) Kruger contrajo matrimonio con Emma Tyler, Cartwright con Shara Tyler, Mart�n
Reinberg con Alice Tyler, su hermano David Reinberg con Enriqueta (Hattie) Tyler.

La �nica Tyler casada con nacional fue Mary, esposa de Agust�n Febres Cordero y
Lavayen. Todas tuvieron sucesi�n. En cambio sus hermanos varones, William y Joseph
Warren Tyler, murieron de fiebre amarilla, muy j�venes, en Guayaquil, y est�n
enterrados en el cementerio de los Extranjeros, llamado impropiamente de los
Protestantes, en la actual calle Julian Coronel.
En 1869, otro de sus t�os maternos llamado Santiago Eder, que ya era rico y famoso
en el valle del Cauca en Colombia, le invit� a trabajar en Cali; pero Reinberg
rechaz� la oferta con pena debido a que "Eder, Mayer and Secker" le hab�a aumentado
el sueldo y ya se sent�a a sus anchas en Guayaquil viviendo en el hogar de los
Tyler Donegan, al punto que en un viaje a Babahoyo hasta hab�a sido bautizado como
cat�lico.

En 1871 fund� la sociedad exportadora de cacao "Merge and Reinberg" que luego se
transformar�a en "Mart�n Reinberg y C�a." con dinero que le prest� otro de sus t�os
Phanor Eder y trajo de Cincinatti a sus hermanos menores Isaac y David. El primero
casar�a despu�s, como ya se dijo, como Hattie Tyler, viaj� a Hamburgo de
comisionista de su hermano, luego regres� al Ecuador y finalmente falleci� en Bah�a
de Car�quez, siempre dedicado al negocio del cacao. El segundo se instal� en Bah�a
a poco de llegado y como era algo neur�tico trabajaba cuando quer�a y no lleg� a
casarse, al punto que su hermano Mart�n termin� pas�ndole una pensi�n.

En 1883 Mart�n Reinberg ampli� su negocio con un primo llamado Constantino


Meyendorf miembro de una familia de antiguos Barones prusianos, y form� "Reinberg,
Meyendorf y Cia." firma que solo dur� un a�o, terminando el 84 a causa del viaje de
�ste �ltimo a Cali.

Entre el 83 y el 97 ejerci� el Viceconsulado de los Estados Unidos en Guayaquil y


fue de los fundadores de la C�mara de Comercio. Su hermano Isaac, llamado
cari�osamente Ike, actu� como Vicec�nsul en determinadas ocasiones.

Para entonces la casa Reinberg era una de las m�s importantes firmas importadoras y
exportadoras de Guayaquil y sus principales rubros eran el comercio del cacao y
cueros, tambi�n atend�a contratos del gobierno o las municipalidades, entre los
cuales, los m�s notables fueron la construcci�n de un muelle de acero en el malec�n
del r�o y el sistema de tranv�as de Guayaquil.

1887 fue el a�o de su feliz matrimonio con Alice Tyler, pero la dicha solo dur�
hasta el fatal accidente de ella, el 14 de Febrero de 1899, en el balneario de
Puna. Ese dia, Reinberg hab�a anunciado su llegada. La joven esposa, embarazada del
s�ptimo hijo, sali� apresuradamente a recibirle en el muelle con su numerosa prole
y como desde la casa que ocupaban, propiedad de Mario Maulme Barrat, hasta el
desembarcadero, hab�a una corta distancia, no se hizo acompa�ar de una empleada.

Entonces, por cuidar que no se le separaran los ni�os, no vio un desnivel, dio un
mal paso, perdi� el equilibrio y cay� al suelo, sobrevini�ndole una aguda
hemorragia que no par� con ning�n remedio y le ocasion� la muerte por anemia, una
hora despu�s. El caso fue tr�gico pues ya la hab�an embarcado a Guayaquil y el ni�o
que ten�a en el vientre no pudo nacer. (2)

Su viudo qued� inconsolable y solicit� la ayuda de su cu�ada Mary Tyler para que
cuidara a los peque�os. Ella estaba viuda de Febres-Cordero y desde entonces
Reinberg se comprometi� a educarle a sus ni�os del mismo modo que a los suyos, y
hasta los envi� al exterior, pues es fama que siempre cumpl�a su palabra al pie de
la letra.

En Enero de 1900 fue electo con Francisco J. Coronel Matheus, Gerentes del banco
Comercial y Agr�cola. En Julio pidi� permiso al Directorio para ausentarse a Europa
con sus hijos y sobrinos a quienes

(2) Alice Tyler era algo dura del o�do como todos los de su familia y su esposo
Reimberg, para agradarla, le mand� a pedir a Europa lo �ltimo que hab�a salido para
ayuda de los sordos" un bello e ingenioso abanico con punta met�lica, que poniendo
sobre los dientes ampliaba grandemente el sonido. Dicen que el tal aparatito era
excelente. A su muerte lo regalaron a otra sordita en la familia.
llevaba a educar. Estando en Hamburgo, en casa de su hermano Isaac, recibi� una
carta confidencial en que le comunicaban que uno de sus funcionarios llamado Alfred
Ferm�n, hab�a desfalcado una fuerte suma en la empresa y que otro de nacionalidad
peruana Julio Talledo, hab�a realizado malas transacciones, requiri�ndose de
urgencia su regreso al pa�s.

Reinberg tom� el primer barco y al llegar a Guayaquil encontr� que el monto de las
p�rdidas ascend�a a 700.000 sucres, suma enorme para la �poca, y aunque se movi�
varios meses para superar la crisis y evitar la quiebra, �sta se produjo de todas
maneras en Octubre de 1901, involucrando al banco Comercial y Agr�cola; pues, el 21
de ese mes estall� el p�nico y se formaron numerosas filas de cuentacorrentistas
que pugnaban por cambiar sus fondos por met�lico. Ya Reinberg hab�a renunciado a la
Gerencia, as� como los dem�s miembros del Directorio a sus respectivas posiciones y
todos fueron inmediatamente reemplazados.

De all� en adelante trat� de rehabilitarse puesto que la quiebra no hab�a sido


declarada fraudulenta, pero como el esc�ndalo fue grande, no lo pudo conseguir.

Sin embargo, para superar la crisis, sus amigos Robert Daily y el C�nsul Herm�n R.
Dietrich le solicitaron que representara a la casa newyorkina de exportaciones e
importaciones "Andean Trading Co." Y sirviera de agente de las compa��as de vapores
"United Fruit Co." y "Blue Diamond Steamship Co."

La Andean se transformar�a con el paso del tiempo en la "Casa Americana" con


sucursales en Manta y Quito, eran comisionista, banqueros y tambi�n se dedicaba al
comercio y exportaci�n de cueros, oro y cacao, para lo cual ten�an una curtiembre
situada en El Oro y la orilla y como caso curioso, se cuenta que el cambio de
nombre al de Casa Americana ocurri� por la costumbre montubia de los cacahueros,
que al acercarse a las oficinas, o preguntaban por Mr. Andean o por Mr. Trading,
crey�ndoles socios. (2)

En 1914, superados sus problemas econ�micos, tuvo suficiente dinero para enviar a
sus seis hijos a estudiar idiomas e instrumentos musicales a Alemania, pero en eso
estall� la I Guerra Mundial; con todo, los sigui� teniendo en casa de su cu�ada
Hattie, viuda de su hermano en Hamburgo, hasta que en 1916, al avisar los Estados
Unidos que posiblemente entrar�a a la guerra, decidi� traerlos al Ecuador.

Al final de su vida acostumbraba pasar las vacaciones anuales en la zona del canal
de Panam� acompa�ado de su hija Carlota, con quien siempre se llev� muy bien, al
punto que termin� viviendo con ella en una de la casa de los herederos de Benjam�n
Rosales Pareja en Malec�n y Col�n, donde enferm� del coraz�n y muri� tras varios
meses de sufrir esa dolencia, el 20 de Junio de 1936, a la avanzada edad de 83
a�os, declarando solemnemente: "Desde que enviud� no volv� a tocar a ninguna
mujer", as� eran los caballeros antiguos, decimon�nicos y Victorianos.

(2) La casa Americana funcionaba en el Malec�n N� 500 al 503, ten�a el apartado 380
de Correos y su matriz estaba en 60 Wall Street, New York.

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CARLOTA REINBERG DE MAULME
FEMINISTA.- Naci� en Guayaquil el 16 de Enero de 1897. Hija leg�tima de Mart�n
Reinberg Eder, comerciante y banquero, y de Alyce Tyler Donegan, naturales de Riga
y Guayaquil respectivamente. Vino al mundo tra�da por la c�lebre partera Herlinda
Bravo Arcia m�s conocida como la mam� Herlinda y fue la quinta de una larga familia
compuesta de seis hermanos, inscritos como ciudadanos norteamericanos en el
consulado en Guayaquil.
En 1899 qued� hu�rfana de madre y pas� bajo los cuidados de su t�a Mary Tyler de
Febres Cordero. En 1900 la llev� su padre a Alemania y vivi� con sus hermanos
dieciocho meses en Hamburgo. Nuevamente en Guayaquil habitaron en un departamento
alto de 9 de Octubre y Pichincha. Su t�a era muy religiosa y la llevaba siempre al
cementerio a ver la tumba de su madre: "Aqu� est� enterrada tu mamacita,
arrod�llate y r�zale."

De seis a�os empez� a estudiar el abecedario con la profesora Alejandrina Breilh,


luego recibi� clases durante varios a�os y en su domicilio, de Gram�tica,
Aritm�tica, Geograf�a e Historia, de la c�lebre pedagoga Victoria P�rez Rivera,
que, cuando perd�a la paciencia, le daba de pe�izcones.

En 1906 el presidente Alfaro visit� al C�nsul de los Estados Unidos que viv�a en el
departamento contiguo, posiblemente para tratar sobre el ferrocarril a Quito,
Carlota sali� con sus hermanitos a esperar con santa paciencia en el corredor,
haci�ndole guardia de honor con unas escobitas puestas a manera de fusiles sobre
sus hombros y cuando al fin salieron el Viejo Luchador y el C�nsul, quedaron
gratamente sorprendidos de la gentileza. Alfaro les sonri�, habl� unas cuantas
palabras, les acarici� los rostros y hasta ofreci� regresar en cuanto pudiera, pues
el ferrocarril le ten�a muy preocupado.
A principios de 1914 fue enviada con sus hermanos a estudiar idiomas e instrumentos
musicales a Alemania. Arribaron en Marzo a Hamburgo, al chalet de su t�a Hett�e
Vda. de Reinberg, situado en la calle Bluewenhour No. 155 y prontamente empez� el
aprendizaje de viol�n, que no le servir�a de mucho porque por los a�os treinta
empez� a padecer de la misma sordera que hab�a aquejado a su madre; sin embargo
viaj� y pase� dos a�os por el norte alem�n y la regi�n del Rhin hasta cuando los
Estados Unidos amenaz� a las potencias centrales con entrar a la Guerra.

De regreso sufrieron numerosas molestias como norteamericanos y hasta tuvo que


desvestirse para ser sometida una inspecci�n de documentos comprometedores o de
secretos militares. Una guardia de aduana le rompi� la foto de su novio holand�s,
que llevaba dentro de un peque�o guardapelo de oro, porque pod�a contener alg�n
mensaje escrito con tinta invisible. Arribaron sin m�s tropiezos a Inglaterra,
pasaron a Guayaquil, se encontr� con la sorpresa, desagradable por cierto, que en
nuestro medio social una jovencita no ten�a nada que hacer, pues no se �es permit�a
salir solas a las calles ni emplearse como dependientes y cualquier otra actividad
era mal vista. Y como ven�a ense�ada a una vida libre en una sociedad desarrollada,
con bibliotecas, museos, parques y sitios de distracci�n, donde las mujeres se
mov�an solas, sufri� por la opresi�n del medio y tras pensarlo mucho encontr� que
la �nica posibilidad que se le ofrec�a de ser �til, era trabajar en las obras de
beneficencia de Ana Darquea de S�enz de Tejada en el Bel�n del Hu�rfano. Y as� fue
como en 1918 particip� en una comedia ligera de un acto solamente, que se estren�
en el teatro Olmedo, donde le correspondi� hacer de dama joven y rica que consolaba
a una amiga viuda - Maria Barredo Hidalgo -que se quejaba y lloraba amargamente,
mientras una mucama �Francisca Avell�n Ord��ez- arreglaba la escena y tambi�n
participaba en el di�logo.

El papel le ca�a de perillas porque iba con su car�cter asaz alegre y vivaz, con su
forma de ser nerviosa y agitada, con sus movimientos r�pidos. Enseguida se gan� las
simpat�as del p�blico, especialmente cuando se le ocurri� inventar algo que estaba
fuera del libreto: "Yo tengo una hija que se llama Carlota como yo y es loqu�sima".
Grandes carcajadas corearon la frase, que se hizo c�lebre y fue comentada despu�s
en sociedad. De all� en adelante la buscaban todas las instituciones ben�ficas de
la ciudad a las que jam�s neg� su contingente, sin importarle sacrificio alguno;
pues amaba el baile y las fiestas y se familiariz� con el trabajo social serio a
trav�s de la organizaci�n "Cultura y Regeneraci�n de la Mujer" que patrocinaban
desde 1916 las monjas del Buen Pastor, recogiendo ni�as y educ�ndolas en una
escuelita donde se ense�aban manualidades hasta que, ya mayorcitas, las empleaban
en casas particulares o en tiendas de comercio.
En 1919 form� una estudiantina con varias amigas. En 1920 dieron conciertos de
m�sica semicl�sica y popular, uno de ellos en el Paraninfo de la Universidad.

Su padre, que mucho la prefer�a, la llevaba para las vacaciones anuales de Carnaval
a la zona del Canal de Panam� donde ten�a negocios y amigos. All� particip� Carlota
en numerosas comparsas de carros aleg�ricos, conoci� gente importante y hasta fue
presentada al pr�ncipe de Gales luego Eduardo VIII de Inglaterra y al pr�ncipe
Fernando Mar�a de Baviera esposo de una de las hermanas de Alfonso XIII de Espa�a.

En 1920 la operaron de la ves�cula en esa ciudad y el 22 fue tratada en Guayaquil


por el Dr. Herman Parker, que le extirp� un tumor de grasa debajo del brazo as�
como las am�gdalas. Entonces dej� de enfermarse de gripe y estando asilada en la
cl�nica la visit� su novio Fernando Maulme Eguez y la pidi� en matrimonio.

A principios de 1923 le volvieron los c�licos, viaj� a Rochester y se intern� en el


St. Mary Hospital de los c�lebres Dres. Mayo. William se especializaba en
operaciones del cerebro y Charles era Cirujano general, por eso cay� bajo su
cuchilla y a trav�s de un nov�simo m�todo inventado por �l le quit� la ves�cula y
qued� definitivamente sana. Cinco a�os despu�s, a�n recib�a cartas del Hospital
preguntando por su estado de salud; pues su caso hab�a despertado el inter�s
cient�fico.

El 27 de Mayo del 23 contrajo matrimonio y fue feliz aunque sin hijos. Su esposo
trabajaba para la Sociedad General de Juan Francisco Marcos Aguirre (1)

En la d�cada de los a�os 30 recogi� a su anciano padre a vivir con ella, cuid�ndole
cari�osamente hasta su muerte en 1936.

En 1931, una amiga suya muy mayor, llamada Ofelia Araya de Gayangos, de
nacionalidad peruana, la hab�a llevado de vocal al Comit� "El Ajuar del Ni�o" que
presid�a desde su fundaci�n. Dicho Comit� estaba

(1) En 1936 fue contratado por Lorenzo Tous para dirigir parte de sus negocios,
especialmente los de las Islas Gal�pagos, a trav�s de la "Sociedad General de
Gal�pagos". El 41 renunci� para hacerse cargo de los intereses mineros de la
familia Maulme en Portovelo y Zaruma. Por el 46 adquiri� la Piladora Modelo con
otros socios pero fueron perjudicados por el gobierno que a �ltima hora les neg� un
permiso de exportaci�n de arroz a Panam�. El asunto le cost� casi toda su fortuna:
3.000.000 de sucres. Posteriormente adquiri� a Bol�var Monroy Garaycoa una hacienda
ubicada al lado de Punta Espa�ola en la Isla Puna, donde instal� un aserr�o para
fabricar cajones que vend�a a la Cervecer�a. Tambi�n aprovechaba la lana de ceibo y
los cocos, muy abundantes en esa zona. Entonces ocurri� que el mar arroy�
numeros�simas conchas con la "V" impresa y como estaba Velasco Ibarra de candidato
presidencial, la prensa anunci� el suceso con grandes titulares. Ese 52 se produjo
otro fen�meno de dif�cil explicaci�n; pues, numerosas familias y entre ellas los
c�nyuges Maulme Reinberg, presenciaron una noche el avance rapid�simo y
relativamente a poca altura de una gran bola de fuego de color rojizo, con
direcci�n sur a norte, que brillaba en la oscuridad, para luego apagarse o
desaparecer. C�mo habr� sido el fulgor que el techo de zinc de la casa de hacienda
parec�a encendido. El caso fue comentado por todos los pobladores y jam�s se supo a
ciencia cierta que fue. �Quiz� un platillo volador? En la d�cada de los 60 Fernando
Maulme vendi� la hacienda a unos lugare�os y se emple� como Ingeniero Mec�nico en
la Loter�a de la Junta de beneficencia, de t�cnico reparador de maquinarias. Muri�
falt�ndole �nicamente dos a�os para su jubilaci�n. La hacienda a�n existe con el
nombre de su esposa "Carlota".
formado por se�oras y se�oritas de diferentes edades que se reun�an una o dos veces
a la semana a coser ajuares para los reci�n nacidos, hermosas chambritas,
escarpines y �tiles pa�ales, que distribu�an entre las madres del pueblo. En
Septiembre del 36 y por ausencia de la se�ora de Gayangos a Chile, Carlota fue
ascendida a Vicepresidenta para que pudiera reemplazarla. El Comit� manten�a una
peque�a escuelita que era necesario salvar a trav�s de fondos recogidos en rifas,
fiestas y presentaciones, cuyo objeto no solamente era ese, sino tambi�n ayudar a
las se�oritas a escapar del aburrimiento, vente�ndolas en art�sticas veladas para
que perdieran la natural timidez de una educaci�n pacata y pueril, que acortaba la
personalidad social. Para entonces hab�a muerto Ana Darquea y casi nadie se
preocupaba de la mujer en Guayaquil.

Carlota hab�a venido ayudando a Rosa Borja de Ycaza en la Legi�n Femenina de


Educaci�n Popular y sab�a lo duro que era la labor social, pero no se amilan� pues
era mucho su temple, como lo hab�a demostrado cuando al inaugurarse el Comedor
Popular en Clemente Ball�n, frente al Palacio Municipal, sirvi� los platos a los
comensales; as� es que ocup� la presidencia del comit� Ajuar del Ni�o desde el 36 y
de entrada agasaj� a los ni�os de la escuelita en una linda fiesta que les dio en
su domicilio. Luego se ausent� por dos a�os a las Gal�pagos acompa�ando a su
esposo; pero al regreso tom� a pecho su cargo y prepar� un primer gran festival en
el American Park, que constituy� todo un acontecimiento social y popular.

Por la tarde hubo juegos infantiles, golosinas y sorpresas para los ni�os y como la
Coca Cola reci�n hab�a salido en Guayaquil consigui� que se la proporcionaran
gratuitamente y as� fue como empez� a entrar tal producto en nuestro medio. Desde
las ocho de la noche se inici� el Baile a los acordes de la Orquesta de los
Hermanos Blacio y se calcul� en mas de 3.000 personas la concurrencia, cantidad
inmensa para la �poca si se considera que solo hab�an 200.000 habitantes. Todo fue
en orden, no hubo borrachos ni peloteras y a las 11 se termin� con alegr�a y
tranquilidad, seg�n coment� favorablemente la prensa. Poco despu�s celebr� las
Navidades de San Nicol�s con un simp�tico viejecito disfrazado y numerosos ni�os
pobres.

En Noviembre del 40 introdujo el Hallowen que nadie conoc�a, en una velada en los
patios interiores de la Escuela Modelo Municipal de Sucre y Chimborazo. Sus chicas
se disfrazaron de brujas, gatas, murci�lagos y calaveras, a esas �ltimas las oblig�
a usar unos guantes de caucho llenos de agua fr�a, para que cuando dieran la mano
al p�blico, asustaran, como efectivamente as� ocurri�. El suceso vino a constituir
un nuevo triunfo econ�mico para el Comit� y sus simp�ticas patrocinadoras.

El 41 fue un a�o dif�cil. En Julio se produjo la invasi�n peruana y tuvo que


trabajar muy duro como Vocal de la Cruz Roja Provincial del Guayas a tiempo que
recib�a en los bajos de su casa en Rocafuerte y Bol�var a 20 refugiados, que
mantuvo con alimentos recibidos de la Cruz Roja, que ella misma les preparaba, por
espacio de casi cuatro meses. Otro tanto hizo en el local de la escuelita del Ajuar
del Ni�o que funcionaba en Sucre y Pichincha, que cerr� meses despu�s por falta de
fondos.

Superada la crisis volvi� a sus actividades de siempre y comenz� a dar una kermese
anual en el Parque Seminario, repartiendo mensualmente los ajuares a las madres
pobres y unas suculentas canastas de v�veres a las familias vergonzantes cada fin
de a�o, entendi�ndose por vergonzantes a familia de la clase media que atravesaban
una mala situaci�n econ�mica y que no pod�an solicitar ayuda dad su condici�n
social. As� eran los tiempos de antes.

En 1949 celebr� en el parque Seminario la fiesta del matrimonio de los Conejitos y


yo hice de Jefe del Registro Civil con orejas, rabo y todo lo dem�s. El 52 la
Exposici�n de las mu�ecas rubias y morenas que se llev� a efecto en el Parque de
Recreaciones Infantiles donde hoy se levanta el Palacio de Justicia. La Navidad se
prest� para otra fiesta titulada Merry Christmas. El 54 present� la fiesta de los
Gatitos. El 55 el Circo y sus Payasos, y fue la tesorera del Comit� "Alas
Ecuatorianas para el Oriente" que recaud� fondos y compr� una avioneta en los
Estados Unidos, para obsequiarla al presidente Velasco Ibarra, quien se alegr�
mucho y vino al puerto principal acompa�ado de su esposa Corina del Parral Durand a
recibir tan patri�tico obsequio. El 57 la fiesta de las Holandesas, el 59 un Viaje
a La Luna, el 60 la Fiesta de los Caballitos, el 62 la de los Marineritos, el 63
los Puerquitos, el 64 los Pollitos, el 65 la de los Elefantes. Entonces trat� que
se fundara una c�rcel de mujeres pero evitar la promiscuidad, pero no lo consigui�.

Mientras tanto la colectividad reconoc�a en ella a una mujer de incansable tes�n.


La Iglesia le concedi� la condecoraci�n "Eclesia et Pont�fice", la Municipalidad le
entreg� un Diploma de Honor y el gobierno la Orden Nacional al M�rito.

El 2 de Abril de 1974 falleci� su esposo y decay� en algo su labor, aunque no del


todo, pues reci�n en 1989 dej� el Comit� Ajuar del Ni�o de funcionar, debido a la
avanzada edad de todas sus miembros.

Viv�a en el Edificio de la Filantr�pica, con la cabeza l�cida y el cuerpo sano,


a�orando los viejos tiempos. La estatura baja, los ojos azules, su trato siempre
llano y cordial, no excento de noticias del pasado que recordaba como si hubiera
sido reci�n ayer pues ten�a una gran memoria. Falleci� en Guayaquil casi
centenaria. (2)

(2) Como dato adicional a esta biograf�a se d� la descendencia del fundador de la


familia Reinberg en Guayaquil, a saber:

1.- Mart�n Reinberg Eder, cas� con Alice Tyler Donnegan y fueron padres de seis
hijos:

1.- Enrique Reinberg Tyler, nacido en Guayaquil el 26 de Septiembre de 1890, cas�


con Guillermina Kayser Castro, natural de Machala.

1.- Alice Reinberg Kaiser, soltera, vive en los Estados Unidos.

2.- Enrique Reinberg Kaiser, soltero, vive en los Estados Unidos.

2.- Alice Reinberg Tyler, naci� en Guayaquil el 10 de Enero de 1892 y cas� con el
holand�s Juan Schotel Sekel.- Hijos

1.- Hilda Schotel Reinberg, casada en Holanda sin hijos.

2.- Alice, soltera, y

3.- Juan Mart�n Schotel Reinberg, casado con Leonor Hidalgo Febres-Cordero, con
hijos.

3.- Mart�n Reinberg Tyler, naci� en Guayaquil el 30 de Junio de 1894, cas� en


Guayaquil con Esperanza Froment Quintana, natural de Marsella, Francia.- Hijos.

1.- Deiia Reinberg Froment, casada con Antonio Fern�ndez Holgu�n, de Ambato, con
hijos.

2.- Jorge Reinberg Froment, casado con Lidia Heffely Verlich, natural de Guayaquil,
con hijos.

3.- Mercedes Reinberg Froment, casada con Nicol�s Guillen L�pez, natural de Quito,
con hijos.

4.- Mart�n Reinberg Froment, casado con Mar�a Elena Oviedo Lalama, natural de
Ambato, con hijos.
5.- Esperanza Reinberg Froment, casada con Patricio Eguez Garc�a, de Quito, con
hijos.

6.- Luis Alberto Reinberg Froment, a c.c. Martha Pulley Cherres, divorci�, con
hijos y 2 c.c. Ana Mar�a Sala Moreno, con hijos.

4.- Ana Julia Reinberg Tyler, naci� en Guayaquil el 2 de Noviembre de 1895, cas� en
Panam� con Rafael Dillon Vald�s, divorci�.
1.- Gladys Dillon Reinberg, cas� en Guayaquil con norteamericano, con hijas.

2.- Juani Dillon Reinberg, soltera, fallecida.

5.- Carlota Reinberg Tyler, nacida en Guayaquil, como ya se dijo, el 16 de Enero de


1897, casada con el Ingeniero Mec�nico Fernando Maulme Eguez, guayaquile�o, sin
hijos.

6.- Charles Reinberg Tyler, nacido en Guayaquil el 30 de Abril de 1898, 1� c.c.


Aracely de Mesa, divorci� 2 c.c. Mar�a Venegas Chevasco, divorci�, 3� con Trinidad
Aguirre Calder�n, natural de Guayaquil.

1.- Carlos Reinberg de Mesa, cas� con

2.- Greta Reinberg de Mesa cas� con el italiano Dr. Maspragostino; C.S.

3.- Mar�a Eugenia Reinberg Aguirre, cas� con el capit�n de Aviaci�n Andr�s Crespo
Villafuerte, ya fallecido, con sucesi�n.

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