Estudio de Caso. Alumno Con Mutismo Selectivo
Estudio de Caso. Alumno Con Mutismo Selectivo
Estudio de Caso. Alumno Con Mutismo Selectivo
A
R
N
A R E S RE
ED U C D I MIR
Objetivo general:
Determinar las estrategias pertinentes para que la alumna X del 3° grupo “C” del ciclo
escolar 2022-2023 desarrolle las habilidades y conocimientos necesarios no solo
dentro del ámbito escolar sino también dentro del ámbito social, mismos que le
permitan tener una mejor relación con sus semejantes y que a su vez aprenda a
socializar. El estudio de caso se lleva a cabo desde el mes de octubre hasta el mes
de diciembre de 2022 en la Escuela Primaria Horacio Zúñiga ubicada en el municipio
de Ixtapan de la Sal estado de México. Para llevar a cabo la investigación y la
recabación de datos se apoyará de pequeñas entrevistas para padres y maestros
titulares, guías de observación y diarios de clase.
La característica esencial del mutismo selectivo es, por lo tanto, la inhibición
persistente del habla en situaciones sociales específicas (Olivares, 2007).
El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad de la etapa infantil, caracterizado
por la ausencia total de discurso en al menos una situación específica durante al
menos un mes, a pesar de que el niño posea la capacidad de hablar en otras
situaciones (Carbone et al., 2010; DSM-5, 2013).
Objetivos específicos:
• Conocer el estilo el estilo de aprendizaje de la alumna X del 3° grupo “C” de la
Escuela Primaria Horacio Zúñiga para delimitar el medio por el cual se va a
trabajar y las estrategias a implementar.
• Detectar las posibles causas del mutismo selectivo presente en la alumna X
del 3° grupo “C”
• Generar estrategias de trabajo para favorecer el desarrollo del aprendizaje de
la alumna X del 3° grupo “C”
Preguntas:
● ¿Cuál es el estilo de aprendizaje de la alumna X del 3° grupo “C” de la Escuela
Primaria Horacio Zúñiga?
• ¿Cuáles son las principales causas del del mutismo selectivo presente en la
alumna X del 3° grupo “C”?
• ¿Qué estrategias de trabajo favorecen el desarrollo del aprendizaje de la
alumna X del 3° grupo “C”?
Justificación:
La educación actual, exige que el educador conozca sobre cómo operan los procesos
cognitivos en el aprendizaje, para que en el desempeño de su práctica pedagógica
diseñe e implemente propuestas curriculares innovadoras, las cuales se tienen que
orientar a potencializar de los procesos cognitivos en los adolescentes.
El conocer al grupo de alumnos con el que vas a trabajar, así como las Barreras para
el Aprendizaje y la participación Social que enfrenta cada uno de ellos es una
herramienta fundamental que beneficia el desarrollo e implementación de estrategias
diversificadas dentro del aula de clases enfocadas en la alumna X del 3° grupo “C”
para que mejore la relación que tiene con sus compañeros y maestra y a su vez
obtenga un mejor desarrollo de aprendizaje, se pretende disminuir el aislamiento a
causa del mutismo selectivo que la alumna X del 3° grupo “C” presenta y a su vez
contribuir en brindar estrategias para que los docentes implementen dentro del aula
de clases lo que resta del ciclo escolar y en futuras ocasiones donde se presente
algún caso similar.
Se considera que el estudio de caso es muy significativo pues abarca un tema que
hoy en día se desconoce por la mayor parte de la sociedad como lo es el mutismo
selectivo pues aunque son múltiples los casos que lo padecen pocos son aquellos
que realmente son diagnosticados y peor aún atendidos; así mismo se retoma el
diagnostico en proceso de la alumna X del 3° grupo “C” el cual indica que la alumna
desde grados anteriores presenta un mutismo selectivo mismo que no le permite
intercambiar palabra dentro y fuera del salón de clases y se pretende analizar e
implementar estrategias que resulten favorables para minimizar esta barrera y lograr
una mejor interacción dentro del aula así como también aprendizajes significativos y
el desarrollo de habilidades y competencias que le permitan un mejor desarrollo en
su vida cotidiana.
Contextualización:
La escuela primara “Horacio Zúñiga” con Clave Centro de Trabajo 15EPR0178K está
ubicada en el municipio de Ixtapan de la Sal. Se encuentra en un contexto urbano,
específicamente en la zona centro del municipio, el cual es muy atractivo y tiene al
alcance todos los servicios públicos. La escuela es bastante amplia, tiene en total
veinticuatro salones, cuatro por cada grado del A al D, cuenta con una dirección
administrativa, biblioteca, espacio de cómputo, bodega de educación física, salón de
artes, un consultorio, tres espacios de tienda escolar, una bodega, dos salones sin
uso, sanitarios divididos para hombres y mujeres, dos patios, uno con techumbre y
otro no, tres salidas, una para los alumnos de primero, otra para los alumnos de
segundo y tercero, otra para los alumnos de cuarto a sexto. La escuela cuenta con
los servicios básicos como agua potable, luz, drenaje e internet; además recibe
apoyos como el Programa Nacional de Convivencia Escolar (PNCE), Desayunos
Fríos, Útiles Escolares y Mi Escuela Segura. La convivencia de los alumnos es sana
dado que los niños se relacionan con los de su edad y los que son un año mayor que
ellos porque los recesos se dividen entre los grados de primero y segundo, tercero y
cuarto, quinto y sexto. La relación que existe entre los grupos es igualmente sana
dado que al tener edades similares se genera un ambiente armónico. Todos los niños
interactúan con los demás, no hay ninguno que sea excluido de los juegos o
actividades que se llegan a realizar.
Viabilidad:
La investigación cuenta con el apoyo del personal docente, directivos y padres de
familia para implementar una serie de estrategias a favor de disminuir el aislamiento
a causa del mutismo selectivo presente en la alumna X del 3° grupo “C”. El apoyo se
ve presente en la interacción con la docente titular pues ella permite la implementación
de nuevas estrategias y muestra interés porque los alumnos aprendan.
El contacto directo que se tuvo con la madre de familia fue muy poco; sin embargo,
permitió rescatar la información necesaria para poder interactuar de manera eficaz
con la alumna.
Marco teórico
Antecedentes de investigación
El trastorno, que fue identificado por primera vez en el siglo XIX cuando se le describió
como una falta de discurso voluntaria, pasó a llamarse "mutismo electivo" en la
década de 1930.
Y pese a que en los 70 se le puso la nominación de mutismo selectivo, "la idea de
que el silencio está bajo control del niño permanece en muchas ocasiones", lamenta
Keen.
Desarrollado generalmente en la infancia, este trastorno que suele estar relacionado
con la ansiedad extrema es poco entendido, según los expertos.
Un criterio particular del mutismo selectivo es que hay niños que pueden hablar
plenamente en ciertas situaciones -generalmente en casa- pero permanecen en
silencio en otras -como en la escuela o ante otros adultos.
"Es una especie de fobia a hablar o ante las expectativas de hablar", le explica a la
BBC la logopeda Alison Wintgens que trabaja con menores que lo padecen.
Para Wintgens, es importante distinguir entre no querer hablar y no poder hablar.
"El niño callado es el niño olvidado. Y por supuesto que hay mucha incomprensión.
Hay que plantearse por qué un niño no habla. ¿Es porque no puede, porque no
controla el idioma, porque es un niño que empieza a hablar más tarde o es
voluntario?", se pregunta.
Algunos de los casos de mutismo selectivo más estudiados fueron los de los niños
que en 1960 fueron trasladados por las autoridades estadounidenses de escuelas
comunitarias de las montañas Apalaches a colegios municipales junto con cientos de
alumnos.
Los profesores encontraron que la mayoría eran niños "callados", como les llamaban.
Pero lo que había tras aquellos menores que no hablaban era que por primera vez se
les había sacado de las comunidades que sus padres jamás habían abandonado y se
bloqueaban.
Encontraban todo tan aterrador que no se comunicaban.
El mutismo selectivo es un cuadro clínico poco frecuente pero importante, ya que
causa impacto negativo significativo en el funcionamiento social y académico si no es
tratado. La tasa de prevalencia varía ente 0,11% hasta 2,2%, según la población
estudiada y los criterios diagnósticos aplicados. Es más frecuente en niñas,
proporción niñas/niños de 1.5:1 a 2.6:1 y en poblaciones bilingües. Típicamente
ocurre en la primera infancia: la edad promedio de inicio varía de entre 2 y 5 años. Se
ha demostrado que este trastorno coexiste con otros diagnósticos de ansiedad y
trastornos del neurodesarrollo. Se cree que la aparición del mutismo selectivo está
influenciada por la interacción de múltiples factores, ya sean genéticos,
temperamentales, ambientales y del neurodesarrollo.
Bases teóricas
El mutismo selectivo (MS) es un trastorno caracterizado por un fracaso constante de
hablar en situaciones específicas (p.ej., escuela, situaciones sociales) a pesar de
hacerlo en otras situaciones (p.ej., hogar). El MS es un cuadro clínico poco frecuente
pero importante, que causa un impacto negativo significativo en el funcionamiento
social y académico si no es tratado. Desde la publicación en 2013 del Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) (Asociación Americana
de Psiquiatría, 2013), el MS se clasifica como un trastorno de ansiedad, y su nombre
cambió de mutismo electivo a selectivo, reflejando un cambio en la comprensión del
MS, de una acción voluntaria, a la incapacidad de hablar en situaciones específicas.
Este capítulo revisa la presentación clínica, prevalencia, evolución, etiología,
diagnóstico, evaluación y tratamiento del MS, con un énfasis en los aspectos
relevantes para los profesionales de salud.
El síntoma principal del MS es la incapacidad de hablar en ciertas situaciones, sobre
todo en el jardín de infantes o en la escuela. Generalmente los síntomas son
específicos al contexto. Esta discrepancia en el comportamiento del habla es central
en el trastorno, pero a menudo conduce a malentendidos y sospechas, ya que tanto
los educadores como los padres tienden a pensar que los niños se comportan en
todas las situaciones de la misma manera en que ellos los observan (p.ej., si un niño
no habla en la escuela, el educador puede pensar que el niño tampoco habla en casa).
El MS también puede ser específico a personas (p.ej., el niño puede no hablar con
algunas personas, pero sí puede hacerlo con otras). En una misma situación, la
presencia de diferentes personas puede incrementar o disminuir considerablemente
los síntomas. Por ejemplo, personas amables y divertidas, que hablan y mantienen la
“conversación” independientemente de la participación del niño, son de gran ayuda.
Los niños con MS a menudo encuentran más fácil hablar con otros niños que con
adultos. Algunos ocasionalmente podrán susurrar algo a su mejor amigo en la
escuela. Los vídeos breves (en inglés) en los cuadros laterales ilustran las
características clínicas del MS. Un aspecto importante de los niños con MS, es que
difieren considerablemente en su capacidad para utilizar la comunicación no verbal
(p.ej., contacto visual, gestos, asentir y apuntar). Mientras que algunos utilizan
eficazmente la comunicación no verbal, otros no, e incluso no se ríen ni tosen en
frente de otras personas. A menudo estos últimos son incapaces de expresar sus
necesidades (ir al baño, hambre, sed, o dolor), lo que pone en evidencia la potencial
gravedad de este trastorno. A pesar del estrés considerable que experimentan en la
escuela, el rechazo a ir a la escuela es poco frecuente. El MS a menudo se presenta
con otros trastornos de ansiedad, especialmente el trastorno de ansiedad social, y
con trastornos del neurodesarrollo, especialmente trastornos del lenguaje. Los niños
inmigrantes y bilingües están sobrerrepresentados. El caso clínico de Ann ilustra los
rasgos temperamentales a menudo presentes en niños con MS. También ilustra cómo
la incapacidad para hablar puede ser diferente en distintos contextos, lo que puede
causar frustración dado que las personas piensan que el mutismo es deliberado.
Normalmente, el MS se inicia entre los 2 y los 5 años de edad, pero generalmente no
es detectado hasta que los niños comienzan la escuela, donde hablar es un aspecto
fundamental del aprendizaje y la socialización. Los niños con MS generalmente tienen
miedo de cometer errores y no les gusta ser el centro de atención. Su “solución”—el
mutismo y, a veces, tratar de ser invisible—es parte del problema. Cuando
ocasionalmente sí hablan, todos les prestan atención, lo que les provoca ansiedad,
perpetuando el mutismo en un círculo vicioso. A menudo se les pregunta a los niños
con MS por qué hablar es tan difícil para ellos; y generalmente se les hace muy difícil
explicarlo. Algunos niños mayores con MS han descrito como la sensación de tener
un gran bulto en la garganta que les dificulta hablar. MS tiene un impacto negativo
significativo en el funcionamiento social y académico de estos niños (Carbone et al,
2010; Remschmidt et al, 2001; Bergman et al, 2002).
Hasta la fecha, no se ha encontrado ninguna causa para el MS. Sin embargo, la
comprensión de este trastorno ha cambiado a lo largo de los años, desde ser
concebido como una acción voluntaria del niño, a una incapacidad para hablar en
ciertas situaciones (ver Tabla F.5.1). Al igual que en la mayoría de los trastornos
psiquiátricos, se hipotetiza una interacción entre factores genéticos,
temperamentales, del neurodesarrollo y ambientales, que son resumidos a
continuación (para una vista general del MS y profundización en su etiología, ver
Cohan et al, 2006b; Muris & Ollendick, 2015; Hua & Major, 2016): • Factores
genéticos. El MS, la reticencia social y la ansiedad social tienden a ser hereditarios
(Black & Uhde, 1995). Se encontró que una variación genética específica se asocia
tanto al MS como al trastorno de ansiedad social (Stein et al, 2011) • Temperamento.
El rasgo de inhibición conductual (temor y evitar situaciones que no son familiares)
generalmente se asocia a un mayor riesgo de presentar ansiedad posteriormente
(Hirshfeld-Becker et al, 2007). Consistentemente con la asociación entre el trastorno
de ansiedad social y el MS, también se ha observado una asociación entre el MS y la
inhibición conductual (Gensthaler et al, 2016a) • Factores del neurodesarrollo. Los
niños con MS tienen mayores tasas de trastornos del neurodesarrollo. Los más
prevalentes son los trastornos del habla y del lenguaje, pero los trastornos de la
eliminación y retrasos motores también son frecuentes. Existe una leve superposición
con el trastorno del espectro del autismo y la discapacidad intelectual, aunque la
mayoría de los niños con MS tienen un CI en el rango promedio (Kristensen, 2000;
Cohan et al, 2006b) • Factores ambientales. Los niños bilingües están
sobrerrepresentados en el MS. Las transiciones, como por ejemplo, comenzar la
escuela o conocer personas nuevas, son especialmente difíciles para estos niños y
pueden desencadenar un MS. En contraste con los niños tímidos, que adquieren
confianza después de un tiempo, los niños con MS continúan sin hablar y son
retraídos.
Diagnóstico
Criterios diagnósticos
• El mutismo selectivo es descrito en el DSM-5 como un fracaso constante para hablar
en situaciones específicas (p.ej., escuela, situaciones sociales) a pesar de hacerlo en
otras situaciones (p.ej., hogar) (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013)
• El DSM-5 especifica que, para establecer el diagnóstico, la ausencia específica del
habla debe estar presente por lo menos durante un mes. Esto no aplica al primer mes
de escuela, debido a que muchos niños se tornan silenciosos cuando enfrentan una
situación nueva, como lo es el ingresar a la escuela
• El fracaso para hablar no se puede atribuir a la falta de conocimientos o a la
incomodidad con el lenguaje hablado necesario en la situación social
• La alteración no es explicada mejor por un trastorno de la comunicación (p.ej.,
trastorno de fluidez de inicio en la infancia o tartamudeo) y no se produce
exclusivamente durante el curso de un trastorno del espectro del autismo,
esquizofrenia u otro trastorno psicótico
• Por último, la ausencia de habla del niño debe interferir con el funcionamiento
cotidiano: la ausencia de habla entorpece la capacidad del niño para desenvolverse
en la escuela o en las interacciones sociales. El MS se denomina mutismo electivo en
la CIE-10, y se incluye en la sección “trastornos emocionales y del comportamiento
que aparecen habitualmente en la niñez o en la adolescencia” (Organización Mundial
de la Salud, 1990). Los criterios de exclusión de la CIE-10 incluyen los trastornos
generalizados del desarrollo, esquizofrenia, trastornos específicos del desarrollo del
habla y el lenguaje, y el mutismo transitorio como parte de la ansiedad por separación
en los niños pequeños. El borrador beta de la CIE-11, disponible desde Agosto del
2016, propone cambiar el nombre a mutismo selectivo, lo incluye en la sección
“trastornos de ansiedad y relacionados con el estrés”, y tiene una descripción similar
a la del DSM-5.
Tratamiento
Puede ser útil conceptualizar el tratamiento considerando tres grupos de factores:
1. Factores de vulnerabilidad (genética, temperamento, ansiedad social, inhibición
conductual, y trastornos del neurodesarrollo). El foco del tratamiento no es modificar
el temperamento. Si existe un trastorno del neurodesarrollo, debe implementarse
ayuda adecuada en la escuela.
2. Factores desencadenantes (transiciones y eventos inesperados como comenzar a
asistir al jardín de infantes o a la escuela, migración, tener que usar un nuevo idioma).
Los niños con MS tienen mejores resultados cuando se les prepara, se les entrena, y
se les da más tiempo para ajustarse a la nueva situación o transición, así como
también cuando se les proporciona un ambiente estructurado, donde saben qué
esperar.
3. Factores mantenedores (la conducta de las personas que rodean al niño con
mutismo). Hay dos riesgos opuestos. Uno es aceptar la evitación a hablar del niño,
hablar por él/ella, y aceptar su incapacidad para mejorar su comunicación. El otro es
esperar una comunicación que el niño es incapaz de realizar en esa situación
específica. Aunque tienen buenas intenciones, ambas actitudes no ayudan, aumentan
el malestar del niño, y pueden agravar los síntomas (ver el cuadro de texto a
continuación). El MS es considerado como un trastorno difícil de tratar y hay pocos
estudios de buena calidad de la eficacia del tratamiento. La literatura respecto al
tratamiento ha estado dominada por estudios de casos o series de casos clínicos, que
incluyen una amplia gama de enfoques de tratamiento; y que reflejan en gran medida
la orientación teórica de los autores.
Tratamientos psicosociales
Para efectos prácticos, a continuación, se describen los factores clave del tratamiento.
Después de esto, se presenta una breve revisión de la evidencia sobre las
intervenciones psicosociales, y se ilustran con ejemplos de casos clínicos.
• En general, las intervenciones son multidisciplinarias, y se centran en disminuir la
ansiedad, aumentar el habla social, y mejorar el impacto negativo en el
funcionamiento relativo al MS.
• Todos los enfoques enfatizan los componentes conductuales de la TCC, ya que el
mutismo y la temprana edad de inicio hacen menos viable la reestructuración
cognitiva. Se utilizan tareas de exposición graduada y recompensas por hablar
(refuerzo contingente)
• La participación de los padres es fundamental. Es indispensable realizar
psicoeducación sobre el MS e informar a los padres sobre las mejores formas de
ayudar a su hijo a reducir las conductas que permiten y perpetúan el mutismo (por
ejemplo, hablar por sus niños mudos), y cómo crear oportunidades de comunicación
en situaciones de baja ansiedad en el hogar y en público. En el cuadro de texto lateral,
se sugiere literatura que puede ser utilizada en niños con MS.
• Es necesaria una extensa participación y coordinación con los educadores, dado
que los niños con MS tienden a ser más sintomáticos en la escuela. Para esto, se
utiliza la psicoeducación sobre el MS, consultorías durante el tratamiento, y tareas de
exposición gradual simples.
• Debido a que los niños con MS suelen no hablar a su terapeuta, es vital generar
estrategias que aseguren el involucramiento temprano del niño. Es fundamental
buscar información sobre lo que realmente le gusta al niño, utilizar juegos favoritos
divertidos y actividades lúdicas, y elegir recompensas atractivas.
Terapia farmacológica
El uso de fármacos en niños con MS es en gran medida off label (fuera de ficha
técnica), dada la escasez de evidencia empírica; la terapia farmacológica debe ser
consideraba solamente en circunstancias muy especiales. Actualmente existen dos
ensayos de ciego pequeños, uno para la fluoxetina, y otro para la sertralina (Manassis
et al, 2016). Los fármacos utilizados se basan en gran medida en la extrapolación de
resultados del tratamiento en otros trastornos de ansiedad. Es importante reconocer
esta realidad y explicar las razones para el uso de los fármacos, por ejemplo, ausencia
de respuesta al tratamiento psicológico, o el fuerte vínculo entre el MS y el trastorno
de ansiedad social (Compton et al, 2014). Esto a menudo hace que las familias se
pregunten si vale la pena arriesgarse a los posibles efectos adversos de los fármacos.
Sin embargo, hay un alto riesgo de que el funcionamiento social y académico empeore
si el MS no es tratado eficazmente, y la terapia farmacológica tiene el potencial de
mejorar estos resultados en el funcionamiento (Manassis & Tannock, 2008). Si la
ansiedad disminuye con los fármacos, algunos niños progresan más rápidamente con
el tratamiento psicosocial. También es reconfortante para la familia, si se les indica
que la respuesta al tratamiento farmacológico (tanto positiva como negativa) y los
efectos secundarios serán supervisados de cerca, y que el plan es suspender el
fármaco una vez que el niño hable normalmente en la mayoría de los contextos.
Bases legales
La consideración del mutismo selectivo como un miedo desproporcionado a hablar en
determinadas situaciones sociales, da pistas respecto a cómo debe diseñarse la
intervención educativa. Por una parte, sólo se superará la dificultad si el niño se
enfrenta a la situación que le genera miedo; por otra, si se le plantea una que está por
encima de sus posibilidades, se incrementará su ansiedad y resistencia a enfrentarse
a ella. Por otra parte, los niños con mutismo selectivo hablan en aquellos entornos
muy conocidos en los que sienten muy seguros y con aquellas personas con las que
establecen vínculos afectivos muy positivos. La escuela se configura como uno de los
entornos privilegiados en los que se debe centrar la intervención, dado que en ella se
producen una gran cantidad de relaciones interpersonales diversas. De los párrafos
anteriores se extraen cinco importantes conclusiones:
a) La intervención en la escuela es imprescindible. Por una parte, es uno de los
entornos principales donde las dificultades se ponen de manifiesto; por otra, la
cantidad y calidad de las situaciones de interacción lo configuran como el escenario
idóneo para estimular y generalizar la comunicación verbal.
b) El establecimiento de una vinculación afectiva “muy positiva” con el niño es
requisito imprescindible para llevar a cabo la intervención educativa.
c) Las actitudes de facilitación y sobreprotección no consiguen más que reforzar el
miedo a hablar e incrementarlo.
d) Hay que plantearle situaciones de interacción que conlleven intercambio verbal,
pero éstas deben ser cuidadosamente planificadas en función del nivel de exigencia
que conllevan.
e) Antes de ponerle en situación de exigencia de habla, debemos garantizar que el
niño posee las estrategias y habilidades necesarias para enfrentarse a las mismas.
Análisis de resultados
En tus tiempos libres que prefieres hacer: (por medio de dibujos) escuchar música,
ver televisión o jugar con plastilina.
Cuando vas a una fiesta que es lo que más disfrutas: (por medio de dibujos) abrazar
a tu mejor amigo, bailar o escuchar música.
Cada uno de estos aspectos permitió analizar la manera en la que el alumno aprende
y a partir de esto generar estrategias para fomentar su participación dentro del grupo.
Así mismo se aplicaron diarios de clase a la alumna en la que ella exponía su opinión
respecto a la clase, a la maestra y a lo que le gustaba o no de la clase. El diario de
clase se basa de los siguientes aspectos:
¿Qué aprendiste? Acerca de las mariposas y la polinización
¿Qué te gustó? Que la maestra es muy dulce me gusta lo que nos enseña
¿Qué no te gusto? Que se va y me siento triste
¿Qué podrías mejorar? Portarme bien
Con la realización de los diarios de clase te permitía analizar que a pesar de que la
alumna no hablaba dentro del aula de clases si adquiría los conocimientos y
comprendía las indicaciones que tu emitías, además de analizar las respuestas de la
alumna pues ella se centraba en el bienestar que sentía al trabajar con la docente en
formación más allá de emitir sus respuestas enfocadas a sus propios aprendizajes.
Durante la charla que se tuvo con la madre de familia se pudo analizar que la alumna
X si habla en casa y con sus hermanas, pero dentro del salón de clases no emite
palabras a menos que sea por alguna necesidad especifica como ir al baño o pedir
algún material, esto ultimo solo con la maestra.
Finalmente se realizó una entrevista a la docente titular con la intención de conocer
desde que momento la alumna presenta este trastorno de comunicación, entre las
preguntas realizadas a la maestra se encuentran:
¿La alumna es atendida por USAER? No, aun no se comienza a trabajar
específicamente con la alumna.
¿Sabe si la alumna ya tenia este trastorno en ciclos pasados? Si, desde el ciclo
pasado dejo de hablar, anteriormente hablaba muy poco pero desde hace un año la
alumna ya no dirige palabra, su mamá dice que fue la maestra del ciclo pasado pues
tenia una forma muy grotesca de tratar a los niños.
¿Usted cómo trabaja con la alumna? Trato de incluirla en las actividades, aunque es
muy difícil porque ella se aísla de las actividades y no se que sabe y que no, la mamá
dice que si sabe leer pero yo no estoy segura pues algunas actividades no las realiza.
Reflexiones
Hoy en día la educación inclusiva muestra sin duda alguna un gran reto para todos
los docentes pues la exigencia que implica lleva a que cada uno de ellos se preparen
aún más para poder brindar una educación de calidad a cada uno de los estudiantes
contribuyendo así en su desarrollo integro dentro y fuera del aula.