UNIDAD IV de CRECIMIENTO PERSONAL
UNIDAD IV de CRECIMIENTO PERSONAL
UNIDAD IV de CRECIMIENTO PERSONAL
INTELIGENCIAS MULTIPLES
la lingüística
la lógico-matemática
la corporal-cinestésica
la musical
la espacial
la interpersonal
la intrapersonal
la naturalista
1.Inteligencia lingüística
2. Inteligencia lógico-matemática
4. Inteligencia espacial
5. Inteligencia cenestésico-corporal
6. Inteligencia interpersonal
7. Inteligencia intrapersonal
8. Inteligencia naturalista
El cerebro reptiliano
El cerebro reptiliano es conocido como el antiguo cerebro animal. Se
encuentra en el tronco cerebral, justo encima del lugar en el que la médula
espinal accede al cráneo. Es la parte más primitiva del ser humano y
comienza a desarrollarse en el útero, por lo que influye en todo lo que
pueden hacer los recién nacidos (respirar, comer, dormir, despertar,
llorar, orinar, defecar…).
El tronco cerebral, junto con el hipotálamo, controla los niveles de energía
del organismo, algo conocido como “homeostasis“. Un término que hace
referencia al mantenimiento del equilibrio interno. Las funciones que
controla el cerebro reptiliano son fundamentales, a pesar de que su
importancia se olvida o queda un tanto relegada si nos ponemos a pensar
en las funciones más avanzadas de nuestra mente, como el pensamiento
abstracto.
Muchos problemas psicológicos están relacionados con dificultades en
estas funciones básicas que mantiene el cerebro reptiliano. Por ejemplo,
en cualquier tratamiento de trauma se debe tener en cuenta o, si no, todo el
organismo se verá abocado al desequilibrio.
El cerebro emocional
El cerebro emocional o área límbica se encuentra situada justo encima del
cerebro reptiliano, en el centro del Sistema Nervioso Central (SNC) y
comienza a desarrollarse desde que nace el bebé. En función de la
experiencia, la composición genética y el temperamento innato del
infante se conforma este cerebro emocional o sistema límbico.
El cerebro racional
https://lamenteesmaravillosa.com/cerebro-triuno-tres-cerebros-una-
persona/
El modelo del cerebro triuno considera, por tanto, que nuestro cerebro humano
es el resultado de un proceso estratigráfico, de suma de capas sucesivas: el
cerebro instintivo reptiliano, el más profundo y primitivo; al que se superpone
un cerebro emocional e intermedio y, sobre ese, se deposita un cerebro
racional y moderno. La realidad es que ningún estudio consigue separar la
emoción y la racionalidad de una forma clara, están íntimamente
interrelacionadas en nuestra organización cerebral y en nuestro
funcionamiento mental. Por otro lado, la idea de una aparición de estructuras
nuevas y complejas en un proceso de acreción sucesiva es contraria a todo lo
que sabemos sobre la evolución que, en realidad, funciona reorganizando los
circuitos existentes y, en todo caso, dotándolos de mayor complejidad y
asumiendo nuevas funciones
La idea del cerebro triúnico es considerada una patochada por todos los
neurocientíficos pero, en particular, por los que más tienen que decir al
respecto: los que investigan la neuroanatomía comparada. Los ganglios
basales, que forman la parte del león del complejo reptiliano de MacLean,
comprenden una parte mucho menor del telencéfalo de los reptiles, existen en
todos los grupos de vertebrados y no son, por tanto, estructuras asociadas a
este grupo de vertebrados con escamas sino que están presentes en los
antecesores de los vertebrados, mucho más primitivos. Del mismo modo, las
estructuras del sistema límbico que según MacLean surgirían con los primeros
mamíferos se sabe ahora que están presentes en otros grupos de vertebrados y
que características definitorias de este segundo «cerebro» como el cuidado de
las crías se presentan también en otros grupos como aves o peces. Finalmente
lo mismo es cierto con la neocorteza, cuyos primeros rudimentos están en los
mamíferos más tempranos y aunque otros vertebrados no presentan estructuras
con la característica laminación en seis capas, sí presentan áreas homólogas.
El telencéfalo de las aves, por ejemplo, forma conexiones con otras estructuras
telencefálicas similares a las que hace el neocórtex y se encarga de funciones
teóricamente «neomamíferas» como el aprendizaje y la memoria, la toma de
decisiones, el control motor o el pensamiento conceptual. Hemos visto aves
utilizando herramientas para sacar insectos de un hueco, añadiendo agua a una
probeta para que flote una semilla y podérsela comer o recordando las caras de
las personas que los persiguieron. Esas capacidades de planificación y
aprendizaje entrarían según el modelo de MacLean dentro del ámbito último,
neomamífero, pero resulta que las aves presentan ya esa capacidad. Las únicas
virtudes del modelo del cerebro triuno son su sencillez y su facilidad, pero es
simplemente un modelo erróneo, sencillo y fácil.
https://jralonso.es/2017/08/24/el-mito-del-cerebro-reptiliano/
El sistema límbico
3. Tálamo
El tálamo se define como la estructura cerebral situada encima del hipotálamo
(3). Todos los estímulos sensoriales (menos el olfato) pasan por esta zona de
nuestro sistema límbico para después ser derivados a zonas más específicas.
4. Hipotálamo
Este pequeño elemento de nuestra sistema nervioso emocional (4) posee es el
responsable de muchísimas funciones neuronales. El hipotálamo es la zona del
cerebro más importante para la gestión y coordinación del equilibrio de
nuestro cuerpo.
5. Ganglios basales
Los ganglios basales participan de forma indirecta en el sistema nervioso
emocional, estos se encargan de gestionar nuestras respuestas motoras (gestos
o expresiones)
https://www.psicologia-online.com/sistema-limbico-partes-funciones-y-
enfermedades-3824.html