Tributación Ensayo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

Introducción

Para hablar del origen de la tributación y empezar a escribir sobre su historia es necesario
remontarse a tiempos muy lejanos pues esta, data desde los orígenes del hombre racional y
pensante. Podemos decir que debemos remontarnos a tiempos antes de Jesucristo A.C. pues desde
la época de los reyes de Egipto y Mesopotamia, existía el tributo a los mismos los cuales estaban a
cargo de los sacerdotes y soberanos quienes tenían en control directo. El destino de estos tributos
eras asuntos ceremoniales, para las clases dominantes y los reyes.

Podemos darnos cuenta en el nuevo testamento de que para ese entonces existía una figura de
recaudador como lo era Mateo, siendo un puesto bastante rechazado y poco honroso como lo fue
manifestado por los discípulos de Jesús cuando iba a comer a casa de Mateo.

Considerando lo anterior y tomándolo como referencia, este ensayo tiene la misión de recopilar
información de forma clara y concisa sobre la historia de la tributación en el continente europeo,
Latinoamérica y Colombia, para lo cual serán consultadas fuentes fidedignas como artículos de
investigación, revistas científicas y semilleros académicos.
La tributación en Europa

En la antigua Grecia, organizada al principio en múltiples estados en un territorio disperso,


aparece lo que se llamó y que aun es llamada “Hacienda Pública”. Para la época, la nobleza
perteneciente a las monarquías hereditarias eran las dueñas de la tierra y solo podía ser ciudadano,
quien contribuía con bienes propios a determinados gastos públicos y sociales. Avanzando hacia la
Grecia clásica, los estados eran liderados por Atenas quien hizo que el tesoro público fuese una
especie de bolsa común para distribuir los bienes entre el pueblo. Muchos factores no fueron
tomados en cuenta y entre otras, la guerra, termino secando las riquezas por lo que fueron creados
entonces los impuestos directos que gravan la renta o el patrimonio de los ciudadanos.

Es de notar que la democracia ateniense no concebía los impuestos directos como los únicos
equitativos, y así en épocas de paz recaudaba impuestos indirectos, como los que recaían sobre el
mercado y el consumo. Los derechos de aduanas nunca superaron el 2,5 por 100, lo que permitió la
afluencia al recién construido puerto del Pireo de todos los productos de los demás países.
(Agenciatributaria.es. S.f.)

Roma fue otro reinado que fungió como conquistador y gobernador de pueblos y determinó
algunos de los rasgos más característicos y constantes de su Hacienda Pública. Así, el
arrendamiento de las tierras de dominio público aportadas por las victorias de las legiones
representará una importante fuente de recursos. Hasta aquí la Hacienda Pública de Roma era
eminentemente patrimonial, pues las rentas de sus bienes constituían la principal fuente de sus
ingresos. A lo largo del tiempo, fueron muchos los tributos que estableció Roma. Sobre las ciudades
pesó un impuesto territorial que se repartía en proporción al valor de los bienes inmuebles. Ciertas
provincias recaudaban los diezmos o décimas partes de los frutos de la tierra y enviaban su importe
a la capital del Imperio. En los azarosos tiempos que siguieron a la desaparición de la autoridad y
unidad de Roma, muchos hombres libres confiaban sus pequeñas propiedades y ellos mismos se
entregaban a un gran señor latifundista a cambio de protección. (Agenciatributaria.es. S.f.)

Durante la edad media aparece el feudalismo que fue un sistema de gobierno cuya máxima
autoridad recaía en un señor feudal el cual tenia el poder de asignar a los siervos obligaciones tanto
personales como económicas volviéndose así un sistema de gobierno arbitrario, anárquico e injusto.

A través del tiempo la tributación fue evolucionando hasta hallar la forma en que hoy día se
maneja el tributo en Europa. Así como el despotismo ilustrado sostiene: “Todo para el pueblo, pero
sin el pueblo”, las Constituciones políticas actuales mantienen el régimen parlamentario y
proclaman que todo, incluida la Hacienda Pública, sea para el pueblo y con el pueblo. Por eso, junto
al principio de la soberanía popular, proclaman el derecho de todos a participar en las funciones de
gobierno por medio de unos representantes democráticamente elegidos.

El pueblo aprueba por mayoría una Constitución y se somete a sus normas. Y encarga a sus
representantes que legislen de acuerdo con ella y que controlen las tareas del Gobierno que tenga su
confianza. Las Cortes promulgan leyes que regulan los tributos a recaudar, los gastos públicos a
realizar y los recursos que los ciudadanos pueden interponer en defensa de sus derechos ante
posibles errores o extralimitaciones de la Hacienda Pública.

La Hacienda Pública adquiere plena consideración en el Estado que se organiza y rige según una
Constitución política. Y si esa Constitución establece la división de poderes –ejecutivo, legislativo,
judicial-, la igualdad de todos ante la Ley, la distribución de los tributos según la capacidad
económica de quienes tienen que pagarlos, la asignación equitativa de los gastos públicos,
estaremos ante un planteamiento justo de la actividad de la Hacienda Pública.

La tributación en Latinoamérica

La independencia significó la renovación de los cuadros administrativos del fisco, los cuales
eran comandados por secretarios de Estado que en su gran mayoría compartían el ideario liberal,
razón por la cual su gestión se centró en la necesidad de modernizar el sistema fiscal con base en la
reducción del gasto estatal, el abandono de algunas de las antiguas imposiciones coloniales y la
creación de nuevos gravámenes que cumplieran con el principio fundamental de ser directos y
progresivos. Por estas razones, en algunos países se intentó la aplicación del impuesto directo sobre
la renta y el patrimonio como mecanismo ideal para reemplazar gravámenes tales como las
alcabalas, los excesivos derechos aduaneros o los diezmos. (Pinto, 2013)

Una vez esgrimidos los conceptos y argumentos de los secretarios de hacienda y expuestos los
informes de las comisiones encargadas de diseñar los proyectos de modernización fiscal, los
legislativos en las distintas naciones se dieron a labor de aprobar las leyes que reglamentaban la
contribución directa, así como las que eliminaban las antiguas exacciones coloniales que con la
misma se pretendían reemplazar: los diezmos y la dependencia absoluta de ingresos aduaneros en el
caso argentino y las alcabalas en el caso panameño, colombiano, ecuatoriano, venezolano y
mexicano.

En las provincias Unidas de Buenos Aires, por ley del 17 de diciembre de 1821 se estableció el
impuesto directo sobre el patrimonio, el cual gravaba anualmente diversos capitales de acuerdo a su
empleo. Por tanto, el capital comercial quedaba gravado con un 8%, el industrial con el 6%, las
haciendas con el 2% y los demás con un 2%. De este gravamen quedaban exentos los bienes de
varones casados cuyo patrimonio no sumara más de $ 1.000 y los de los solteros que no ascendieran
a más de $2.000. (Pinto, 2013). En México, la contribución directa fue instaurada el 30 de junio de
1836, quedando obligados los propietarios de bienes urbanos a pagar un monto de $2 por cada
$1.000 sobre el valor de los predios, quedando exentos los bienes de menos de $200, tal como
ocurrió en Colombia.

La aplicación de la contribución directa mostró distintas dinámicas a nivel cuantitativo, al


unísono de las reformas que fueron surgiendo como producto de las tempranas experiencias de su
cobro y a las dinámicas de cada región. En el caso de Colombia, la contribución significó el 1.41%
de los ingresos totales de las regiones que conformarían la República de la Nueva Granada a partir
de 1830.

La tributación en Colombia.

En Colombia hacia 1820 bajo el gobierno de Francisco de Paula Santander se toma el modelo
inglés y se establece la contribución directa, pero no fue viable en la práctica debido a las continuas
guerras civiles y solo hasta 1918 se logra establecer el impuesto a la renta. Hacia 1887 en vigencia
de la Constitución anterior a la vigente el presupuesto estimado de los impuestos para el país
sumaba 19 millones y medio. Nuestros impuestos han sufrido múltiples reformas a lo largo de los
años, antes y después de la recopilación de las normas tributarias contenidas en el Estatuto
Tributario o decreto 624 de 1989, al punto de existir periodos presidenciales en los cuales se han
dado hasta 5 reformas tributarias. La última que tenemos es la Ley de Financiamiento (1493 de
2018).

Con el nombramiento de Pedro Gual como gobernador civil de la Provincia de Cartagena, se


desmonta el régimen tributario colonial, es decir, desaparecen, al menos provisionalmente, los
estancos de aguardiente y tabaco, las alcabalas y el tributo de los indígenas, los cuales habían sido
incrementados ostensiblemente por los españoles como mecanismo para financiar las guerras que
España y Francia libraban con Inglaterra. Aunque el impacto político de reducir los impuestos era
bastante favorable, existía por parte del Gobierno la preocupación por la escasez de recursos para el
financiamiento de los gastos en que se incurría. En el período de Pedro Gual como ministro de
Hacienda se presentaron varios proyectos de ley, entre los cuales se aprueba, en septiembre de 1821
en el Congreso de Cúcuta, el impuesto de renta como tributación directa que gravaba “... la renta
agrícola, la de propiedades inmobiliarias y mobiliarias, la renta minera e industrial, la de capitales
dados a interés, la renta comercial, los sueldos, y la renta de bienes de manos muertas”. (Cifuentes
et al. 2006)
Según Concha et al. (2017) La evolución de la estructura tributaria en Colombia entre 1985 y
2016 ha respondido a distintos fines: estabilizar las finanzas públicas, sustitución de impuestos
externos por internos, equidad, neutralidad, simplicidad, competitividad y financiar estrategias
públicas (de derechos sociales, seguridad, infraestructura). Para alcanzar estos objetivos las
reformas han utilizado distintos mecanismos, con impactos sobre el monto recaudado, la evasión y
la distribución del ingreso.

Se distinguen tres períodos: 1985-1994, década de reformas económicas y nueva Constitución


(1991); 1995-2004, período de ajuste a la nueva institucionalidad seguida por años de crisis
económica nacional; y 2005-2014, años del auge primario con recuperación económica y
estabilización fiscal. En esta visión de conjunto se observan las condiciones estructurales, sus
cambios acumulados de largo plazo y de coyuntura.

Entre 1985 y 1994 se llevaron a cabo dos grandes reformas: la apertura comercial y la
Constitución de 1991; con la apertura, se buscó sustituir impuestos a la actividad externa por
impuestos internos, mientras que la Constitución Política de 1991 presionó el gasto social y otros
sectores públicos al alza. Entre 1995 y 2004 se realizaron los ajustes necesarios para poder cumplir
con el mandato constitucional. En 1999 Colombia enfrentó la peor crisis económica contemporánea,
y entre 2000 y 2003 se hacen tres reformas tributarias para estabilizar las finanzas públicas. Entre
2005 y 2014 el país se benefició del auge primario, que permitió estabilización fiscal y recuperación
económica. El recaudo de impuestos del Gobierno Nacional Central de Colombia ha crecido
sostenidamente, y se duplicó, desde 7,5% del PIB en 1985 a 15,1% en 2014; no obstante, este
porcentaje sigue siendo menor que el de varios países de América Latina con economías
comparables. (Concha et al., 2017)

Sin embargo, Concha no alcanzo a documentar la ultima reforma tributaria que se aprobó en
Colombia pues, el Congreso de la república aprobó el texto definitivo de la nueva reforma tributaria
(“Ley de Crecimiento”), la cual mantiene los principales cambios establecidos hace un año por la
Ley de Financiamiento, pero realizó algunos ajustes importantes. La Ley de Crecimiento pasará a
sanción presidencial en los próximos días y, para los impuestos de periodo, entrará a regir a partir
del 1 de enero de 2020.

El Congreso aprobó el texto definitivo de la nueva reforma tributaria denominada “Ley de


Crecimiento”. Esta reforma replica en su mayoría el texto de la Ley de Financiamiento (1493 de
2018), la cual fue declarada inexequible por la Corte Constitucional el pasado 16 de octubre con
efectos diferidos a partir del 1 de enero de 2020. (Brigard, 2020.)
Conclusiones

Se evidencia a través del ensayo que la tributación es tan antigua como la aparición del hombre
vinculado a la sociedad de forma que desde que esta existe, el mismo ha tenido que tributar por
pertenecer a un grupo en el que sus ingresos deben ser compartidos para apoyar los gastos sociales
y financiar aspectos tales como la administración, la guerra, la educación, etc., y que son principios
básicos que se mantienen aún en nuestros días.

Observamos que en América Latina la tributación se encuentra volcada sobre impuestos


indirectos, aunque el recaudo de los directos aumenta más aceleradamente. La carga tributaria en
los impuestos directos recae principalmente sobre las empresas; Colombia es el país donde esta
proporción es mayor. El aporte tributario al gasto público se mantiene relativamente estable.

Por último, el trabajo sirvió como fuente de conocimiento en el proceso de aprendizaje en el cual
nos encontramos participando, y nos deja una visión de la importancia de estos tributos desde su
aparición hasta nuestros días, y más aun teniendo en cuenta la variedad de impuestos que se
manejan actualmente en nuestro país, dado que son una de las principales fuentes de ingresos de
nuestra sociedad, por tanto, estamos en la capacidad de concluir que los impuestos son un factor
importante en la toma de decisiones políticas, económicas, sociales y financieras, para el fisco y los
contribuyentes jurídicos y naturales que hacen parte de éstos.
Referencias bibliográficas

AgenciaTributaria.es. (S.f.). ¿Desde cuándo hay impuestos? Recuperado de:


https://www.agenciatributaria.es/AEAT.educacion/Profesores_VT6_es_ES.html

Brigard Urrutia (2020). Principales cambios de la nueva reforma tributaria. Recuperado de:
https://bu.com.co/es/noticias/principales-cambios-de-la-nueva-reforma-tributaria#:~:text=El
%20Congreso%20aprob%C3%B3%20el%20texto,pero%20realiz%C3%B3%20algunos
%20ajustes%20importantes.

Cifuentes, A., García, D., García, F. & - Guevara, D. (2006). Aproximación A La Historia De Los
Impuestos En Colombia. Recuperado de:
https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/contad/article/view/1355/1288

Concha, T., Ramírez, J. & Acosta, O. (2017). Tributación en Colombia: reformas, evasión y
equidad. Recuperado de:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/43133/1/S1700948_es.pdf

Gómez, J. & Morán, D. (2016). La situación tributaria en América Latina: raíces y hechos
estilizados. Recuperado de:
https://revistas.unal.edu.co/index.php/ceconomia/article/view/52417/62770

Pinto, J. (2013). Los orígenes del impuesto directo y progresivo en América Latina. Recuperado de:
https://revistas.unal.edu.co/index.php/hisysoc/article/view/39708/47837

También podría gustarte