Expresiones de Cariño Entre Los Antiguos Mayas
Expresiones de Cariño Entre Los Antiguos Mayas
Expresiones de Cariño Entre Los Antiguos Mayas
Volume 24
MayaDailyLives
Proceedings of the 1 3'h European Maya Conference
Paris, December 5-6, 2008
^4.
VERLAG
ANTON SAURWEIN
20t2
Expresiones de cariño entre los antiguos mayas
Andrés Ciudad Ruiz y Pilar Asencio Ramos
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
Resumen
Las enocio¡es crean y organizan los hechos de la vida cotidiana, es imposible aislarlas del contexto social y
del sistema moral que una cultura genera. Su estudio etr el área maya apenas si se ha iniciado. ya que la
irrvestigación ntqu"ológi"u tiene serias dificultades rretodoJógicas para avanzar sobre ios sentimientos
humanás, de -oáo qu" sus acercamientos se han realizado desde el campo de los estudios del arte. El
excelerte trabajo de Houstolr, Stuart y Taube titulado Z¡e Metnory of Bones constituye un serio esfuerzo en
esta dirección;istos investigadores se detienen sobre varias vertientes del af'ecto. pero para la presente ocasión
nos interesa centramos en los sentimientos de cariño entle los mayas del pasado, y proponer algunas
situaciones que desde el contexto arqueológico pueden ser interpretadas como muestras de caliño.
Abstract
Ernotions create and organize the events of everyday life. It is impossible to isolate them from thei¡ social
context and fron the lroml system generated by a culture. Their study in the Maya area has hardly been
ititiated because the archaeological irvestigation has great methodological difficulties to treat the human
feelings. As a consequence, the first attempts have been made frorn the area of the Afts studies. Houston,
Stuaf. and Taube's éxcellent rvork, Ilc Memor.v oJ Bones, stands as serious effort in that direction These
investigators consider various forms of enrotions, but tbr the present occasion we'¡e intelested in focusing the
sentimé¡ts of affbction among the Mayas from the past, proposing some situatiotls which, fron the
archaeological context, could be interp¡eted as ma[ifestations oftendemess and love.
La Antlopología Cultural se ha incorporado Por otra parte, hay trabajos que ignoran la
tarde, respecto de otlas disciplitlas humanis- dependencia que emociones y sentinientos
ticas y científicas, al estudio de las elnociones tienen resp€cto a las concepciones cultural-
humanas. Eso no quiere decir que a lo largo de mente específicas sobre el cuerpo y la pelsona
la historia de nuestt'a disciplina no se hayan (Gutiérlez Estévez 2008). Catherine Lutz
deslizado disquisiciones o nrenciones expli (1998: 9; véase Beatty 2005) afinna en sn
citas sobre este patticular, pero sólo en muy LJnnuttu'sl Enotions que: "[...] enlender las
escasas ocasiones esta materia ha sido objeto vidas emocionales de las personas en
de análisis sitrgularizados. Sin duda a ello ha dilerentes culturas debe considetarse pritnero
contribuido el diseño rretodológico con el que un problema de traducción. [...] Tenemos que
se lran planteado estas investigaciolres. pero traducir significados de las palabras del catlpo
tanbién la dificultad de los estudiosos a Ia de la emoción que se usaÍr en Ia conversación
hora de introducirse en el espacio de los cotidiana, de los acontecimientos de la vida
sentinientos de otras culturas y la diticultad diaria que están cargados de ernotividad [...]''.
que tiene el ser humano, sea cotro individuo o Esta tarea es complicada, en especial cuando
colno ente social. de colnunicar sus etttociones la sociedad que analizanos es ajena a nuestros
rrás íntimas al otro, al extraño. postulados, y cuando nuestro objetivo no es
Ha sido en el culso de este último cuafio de una cultura viva. Algunas sociedades, conro
siglo cuando se lia iniciado un nuevo campo de aquéllas instaladas en el arco Mediterráneo,
estudio en el marco de la antropología cultural, disponen quizás de definiciones filosóficas
que se ha centrado en el análisis de los senti- precisas de detenr.rinadas emociones, o disfru-
mientos desde la perspectiva de su constluc- tan de textos literarios que hacen referencia a
ción y expresión diferenciadas en las diversas sentimientos de la persona (Konstan 2001);
culturas. pero para el estudio de otras culturas del
La sobr evalorac ión. desde nuestra perspec- pasado no podemos aspirar a utilizat tales
tiva como antlopólogos. de las dinelsiones herramientas, sencillanente porque no existen.
individuales de la emoción ha dificultado la En el debate sobre el tema que llos ocupa se
constitución de un cot'pus teórico consensuado. han desarrollado dos tendencias: la antropo-
I
logía psicológica considera los universales gorías del at'ecto: l) len'or y abatiniento pol'
enrotivos (alegría. sor¡rresa. nriedo, cólela.-.) parte de los cautivos; 2) abandono a la bebida
de origen biológico. donde la cultLrra interyiene o delirio; 3) lujulia: 4) aflicción ¡' duelo: y 5)
sólo en la diferenciación de los contextos humor que promueve risa a través del ridículo
activadores y en la plescripción de las leglas o la velgiienza. En la preselte ocasión nos
de manifestación (Ekman 1980): por su pafe, detendremos en una categoría emocional dife-
la antr-opología de las enrociones cousidera a rente a las ya tratadas por estos investigadores:
éstas corno elernentos fundamentales en las Ias expresiones de cariño entle los mayas del
¡elaciones interpersonales que se enrplean Clásico. Exclu ilernos aquellas situaciones
para caracterizar, justificar y persuadir al otro. emparentadas corr la reproducción. la lujuria, o
Para los investigadores encuadrados en esta con actos de zoofllia, lo que se traduce en una
corriente las emociones son un f'enónreno muestra en extremo lilnitada, pero que abre
social y cultural, no natural; no se pueden una perspectiva a comportamientos cotidianos
aislal del contexto social y del sistema nroral en la antigua sociedad maya.
que una cultura genera (Lutz y White 1986). Houston, Stuart y Taube (2006: 185) han
establecido que el glifo clave para analizar la
enroción entre los mayas del Clásico es una
Las emociones en la antropología variante del signo para tamal y alimento para
cultural mesoamericanista los dioses, vtrtrj. tn'r signo que también se lee
ohl, "conzón, dentlo'' (Fig. la). Ol-ohl en
La antropología cultural rnesoarnericanista Yukateco refiere a un órgano qr-re sielte, más
ha tardado en reflexionar sobre las emociones que a un órgano fisico o rratelial, que se
hunranas. Si bien algunos "sentinrientos" han identificaría con el ténnino puksik ctl (Ba:"rera
constituido un tenra clásico de estudio" éstos Vásquez 1980: 604, 673). Los diccionalios
sólo se harr tratado en relaciórr a las eltfer- coloniales, y las escasas nronografías etno-
medades o aflicciones que pueden causar y, gráficas que lo rnencionan. dejan claro que el
por tanto, inscritos en los contextos de estudios corazón-ernoción, el órgano que siente, juega
más amplios sobre curanderismo o chama- un papel esencial como centro anírrico (López
nismo (Gutiérlez Estévez 2000). Si la antropo- Austin 1980, I: 197), donde se concentran las
logía cultulal se ha incorporado tarde al más imponantes f'r-nciones psíquicas. el centro
análisis de las emociones. nrás tarde aÍrn lo han primalio del yo" en contraposición con la
hecho los arqueólogos nresoamericanislas, cabeza y las paltes anatórnicas que la conrpo-
cuyos acercamientos sobre este particular se nen. dolde se ubica buena paÍe de los órganos
han realizado, en realidad, desde los estudios de relación, y que Ínarca también la idea de
icorrográficos. La arqueología tiene serias autoridacl y de nobleza (Ara 1986; Ruz 1985:
dillcrrltades rretodologica: para con5eglr¡r' 100- 109; Pitarch 1996).
avances en el terreno de los sentimientos hu- Las referencias explícitas a los sentinrientos
manos, y por eso ha desplazado esle tópico de en los textos del Clásico son muy limitadas- y
sus intereses de análisis. parecen indicar que los mayas las evitaron de
Nos internamos, pues, en un campo que hoy manera consciente) y que, cuando las emplea-
día airn está por explorar: traba.jos corrro los ron, las elaboraron y articularon con gran
recientemente publicados por Houston (2001), sofisticación (Houston. Stuart y Taube 2006:
Houston y Taube (2000) y por Houston, Stuart 184). Una notable excepción podría ser la
v Taube (2006). proporcionan un estímulo explesión .¡unlon (o .juntuhn), descifrada por
sirtgulal ert e(la direcciór. y rros encanrinan Stuart, usada en contexto de relaciones de
hacia el esclarecir.l.riento de uno de los aspectos parenlesco- eI :ustitució del téflnino colliente
esenciales de la cultura maya del Clásico: la c/,'hijo (de mujer)'. Se dice que Lrn hilo'es el
vida cotidiana. que sólo se ¡rudo desarrollar a .imttan' de su nradre. En fuentes yucatecas
base de serrtirniento- de enroció1. coloniales encontramos iullan glosado conro
'ponel cuidado en alguna cosa'. 'embebexe en
una cosa', 'cuidar mucho de alguna cosa" tener
Expresiones de cariño entre los o poner mucho cuidado y diligencia en ella,
antiguos mayas como embebiéndose en hacerla y servir así'
(Barrera Vásquez 1980: 2216). Un hi.fo es.
Houston, Stuart y Taube han analizado, en su entonces.'el cuidado'de su nradre- su atención
cxcelente Tlt, Mttnrut ol Br¡n,.t- vrrias cate- diligente. Es interesante qve hLoltutl describa la
'199
los antiguos mayas
Expresiones de cariño entre
#
Tablero de los96 Glitos
de.afecto: a)El signoo/
Fio. 1.Textos con expresiones c) Fragmento de concna
Palenque; b) La expresrun iuntan:
mayas su cariño hacia niños, animales. o bien recoge la frase que repite el loro cuando su
entre adultos. coinciden con los informes de dueño, posiblemente Pohpol Tz'i'. el dueño de
los primeros cronistas. con la definición de las la conclra, un maestro pintor (b'aah ch'e'b',
mismas en los diccionarios, y con lo observado 'plimer pincel'). se acerca a su percha. El texto
tanto por la prirnera generación de etnólogos es interesanle er) cuanto a que en apariencia no
que tlabajó en la zona rnaya a finales del siglo tiene trascendencia política- ni ritual. ni recoge
XIX y plincipios del XX, como por los una escena nritológica (como otros ejernplos
estudios contemporáneos de antropología. en los que se ve un enano acercando al dios D
Analicemos la evidencia: un loro y el dios expresa su alegría). Este
Una inscripción contenida en un fragmento ejemplo del loro de la concha es probable-
de concha (Fig. 1c), docurnenta una práctica mente el testimonio intrascendente pero de
que pudo haber sido habitual en las chozas surla relevancia aqui por el tema que nos
campesinas y en los suntuosos palacios de las ocupa - del afecto que siente un ser hunrano
grandes ciudades, y que aírn hoy día se puede por su mascota (Alfonso Lacadena, conruni-
observar en las comunidades mayas. El texto cación pelsonal 2008).
Fig.4. K545'1.
Una escena situada en la prirnera parte del El bebé es claramente un recién nacido en
vaso centra visualmente lo que sucede en el cuyo proceso de nacimiento ella estuvo
corrjunlo de la represeltación: una aDciana y cuyo papel como pal'tel'a tiene su
in.rplicada,
sentada en una colina acaricia la cabeza de un exacta conespondencia en las sociedades
bebé, quizás su nieto. Es la versión anciana2 de mayas actuales, donde la abuela paterna ejerce
la diosa lunar-terrestre. Su conmovedora de tal (Villa Rojas 1987: 403).
acl¡rud es la propia de una abuela con su niero. Su actitud contrasta con la mantenida por los
Al tien.rpo que Io aprieta contra su cuerpo, progerritores del niño, que están a ambos lados
acaricia la cabeza del bebé (Fig.2b). un gesto de la anciana. Deducirnos que son los padres
que es recogido como sinónimo de afecto en por la composición de la escena y por distintas
nruchos diccionarios. Por ejemplo, en el refelencias en iconografía del Clásico Tardío
Cordemex se incluyen dos acepciones en la que los emplazan como tales. La expresión de
entrada "acariciar", que tienen su contrapartida afecto entre ambos es nula, y queda circuns-
en el K5451: crita al nrero hecho de la reproducción: el
cuidado, el amor, el mimo, a la abuela, la
Bo)fuh: Dn verbo que se traduce como Tierra en su faceta bienhechora y garante del
"acariciar pasando lo mano sobre la crecimiento del bebé.
cabeza de la persona o bestia". Puede haber varias razones para esa falta de
afecto entre hornbre y mujer. La primera sería
Nat: Inclinarse, ladearse, acostarse. Es que, para los mayas, una cosa es la fertilidad y
el gesto de protección de la abuela y la reproducción, y otra la expresión del cariño.
las rradres lracia el bebé. Pelo hay algo Ínás. La sociedad clásica estaba
muy jerarquizada, lo que en el terreno de las
En el diccionario Chol la entrada para "aca- relaciones entre horlbre y mujer se traduce en
riciar" es jttipür,y lo ejemplifica con Mi .joipin sumisión de ésta respecto de aquel: un aspecto
i ,-alobil ch'an mi vaytesun, "acaricia su hijo comprobado para el conjunto de la sociedad
para adormecerlo" (Aulie y Aulie 1978: 61). mesoamericana prehispánica con la mu.jer
joven en edad féftil en posición secundaria en
I Joralc¡¡on ha llarrado la atcnción sob¡e Ia exisle¡rcia de el conjunto de las escenas - salvo casos excep-
figuritas clc estilo olrrlcca con ancianas quc acariciaban cionales de reinas, que se mantiene hoy cor.r.ro
ticrnanrcnlc a u¡r bcbó - una divinidad olmcca - quc patrón en la sociedad maya.
descansaha soble su legazo. Iln el área olnreca han
¡p¿recido llSu! ill¡s de nirio cn aclillrdes cotidianas
En cuarlto al plano tenrporal nrás reciente,
- chupándosc cl dcdo. g¿rlcando. ctcélcra - no vinculadas lorrnado por el registro de personajes que
con cl nrundo sohrcrr,rlur¡1. ) quc ln" rcnrilcn a un ocupan la línea ba-ja de la cerámica, encon-
espacio ptopio de la vicla cotidian¿ (Ruggicri s/f).
Expres¡ones de cariño entre los antiguos mayas 203
tramos varias secuencias de af'ecto. inter- cional muestra de afecto de un padre ya adulto,
caladas con alusiones a la caza y al viaje. En la entonces de 47 años, hacia su tardía descen-
que sólo hay un bebé, éste, crecido, está en dencia.
brazos de su madre. Llama la atención que es
el plopio niño el que se acaricia la cabeza,
Respuestas emocionales en el cariño
mientras la nladre lo aprieta contra su cueryo.
maya
La joven ya aparece vestida con una ropa más
propia de la mujer casada, con los senos cu-
bieÍos, en contraste con la túnica transparente Los estudios etnográficos sobre los mayas
de la joven que se unirá al jugador de pelota. ponen de manifiesto lo con.rplicado que resulta
La misma actitud de cariño se demuestra por expresar los sentiDrientos: la actitud de los
tercera vez er') que un bebé aparece en brazos adultos cuida de contener la expresión de sus
de una señora. emociones- de no exteriorizarlas. Sólo en
dejado de lado el erotisl.l.lo, que tiene sus tanto como una unión basada en el afecto- sino
propios códigos de expresión y se lepresenta como una asociación de soporte lnutuo.
con más fiecuencia en el arte mava. Es evidente que las imágenes analizadas
Las muestras de cariño hacia los bebés están uo se refieren al comirn de la sociedad nraya.
estandarizadas. Se traducen en acariciar la sino a la elite. Algunas representan a seres
cabeza del niño y estrecharlo hacia el cuerpo. divinos o a gente común actuando como soble-
Existerr imágenes de nrujeres cargando a sus natulales. Pelo reflejan actitudes que sí son
hijos a la espalda, pelo la interacción entre cotidianas, y el comportamiento de los dioses
ambos es nula, por lo que no las hemos se nutre de la actitud y del cornportamiento de
considerado. la sociedad que los ha creado, también en lo
También los registros ettrográficos son per- que se refiere a las situaciones afectivas, asi-
sistentes acerca de la dificultad de expresión milando y revirtiendo ese modelo de conducta.
enocional por parte de los mayas contem- Los gestos de cariño definidos acariciar la
porárteos. Cuarrdo existe. ¡ er consoratrcia con cabeza o los pies a los bebés. enfrelazar los
lo constatado para el periodo Clásico. ésta se aÍrtebrazos o agarrarse de las muñecas - han
centra en el univelso de los bebés y. rnenos, en demostrado ser lo suficientemente prof'undos y
el de los riños. a los que ya tan sólo se les arraigados para haberse conservado ante la
expresa afecto de manera verbal v no fisica. quizás irnpetuosa, desde su puuto de vista
Antes de la ¡ubertad. y en cualquier caso anles manera de conpoftarse los españoles en tenras
de entrar en la edad leproductiva, las emo- de arnor y cariño.
ciones afectivas están del todo contenidas. lo Las palabras de Landa (1985: 82) - "[...]
que se traduce en su infrecuencia en el registro con la misma facilidad dejan los honrbres con
etnográfico. Una excepción a esta non¡a rela- hijos a sus nrujeres...pelo con todo son muv
cioral entre padres e hijos y entre niños y ltiñas celosos y no llevan a paciencia que sus
que, al igual que sostienen los docurnentos mujeres no les sean honestas: y ahola en vista
coloniales en relación a la marcha de los de que los españoles, sobre eso. matan a las
varones jóvenes a Ia "casa de hombres''" son suyas, empiezan a maltratarlas y aun a
pronto separados en sus juegos y relaciones rnatallas [...]" - son reveladoras sobre un
antes de entrar a la pubertad- es la lelación cierto cambio que supuso la introducción de
entre abuelos y nietos. conceptos colno el honor en una sociedad en la
Otro aspecto que se manifiesta con claridad que el contrato y la .jerarquía elan el eje del
es que el cuidado a los bebés" que irrcluye una matrimonio, y las relaciones extra o pre-
buena parte de la muestla de cariño disponible matrimoniales o los celos se solucionaban de
pala el Clásico, es una cuestión de génelo. manera que no afectaran a la estabilidad de la
quedando al cargo de abuelas, madres y familia.
henanas; raramente como tarea de valones.
Un aspecto éste también observable en las
conrunidades coÍltetrrporáneas. Epílogo
Por lo que se refiere a las relaciones de
cariño er)lre adullos. é\tas apenas si lienen La dificultad que tiene el ser humano para
cabida en la icorroglal'ía dei Clásico y no sorl expresar sus emociones n'lás íntirnas hace de su
frecuentes entre grupos actuales. Cuando interpretaciór.r un terna difícil de captar, pero
aparecen, se nos muestran muy estereotipadas éstas son inherentes a todo individuo: en
¡' rígidas" y se circunscriben a un gesto: ciertos casos y aspectos pudieron alejalse de
agarrar, acariciar, rozar o entrelazar ambos los dictados sociales y Íronrativos o pudieror
cuerpos a la zona de las muñecas y el ante- coÍltenerse de lal nlodo que su identilicacitin
brazo, en un ambiente general de ltieratisll.lo y sea muy cor.npleja. De ahí que sea trascendente
de contención de la explesión afectiva. Quizás conocer no sólo la forrna del sentinriento, tal y
ello se deba a la existencia de matrimonios como se expresa en iconografía clásica. sino el
conceftados. más que deseados. Redfield y contexlo en que se producen y qué los nrotiva
Villa Rojas (1934: 190) comentan para Chan para que sean expresados en algunas repre-
Korn que el rnarrirnonio se establece con quien sentaciones artísticas.
deciden los padres porque el varón "[...] ya Hemos de convenir que algunos inves-
necesita nujer que le sirva": una afirlnación tigadoles consideran qLre el anáJisis de las
que de.ja claro que el matrirlonio no se concibe lranifestaciones aftísticas no es suficiente para
205
Expresiones de cariño entre los antiguos mayas
rnoral. propio de un tnundo ordenado: ln ientras Houston, Stephe¡ D.. David Stuart y Kar'l A Taubc
decimiento á todos los organizadores de la Miguel Rivcra Dorado l\'4adrid: Historia l6'
13" Conferencia Maya Europea y a WAYEB
por I oocz Arlslirl. Alllc(io
luiO t thtl, llrttttttn, ¡1,út"etr' l'¡' "¡tc'pit"'¡'
su anrable invitación.
tle ios rrntigttos nuhuns" 2 Vols Mé\ico:
UNAM.
Lutz. Carhcrine A
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