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Alimentación en México

Integrantes del equipo:


Biali Atzin Rubio Hernández
Israel San Agustín Nieto
Miguel Angel Tiempo Anaya
Moroni Tiempo Anaya
Datos generales
En México 200 mil muertes al año son causadas por enfermedades asociadas a la
obesidad.
De estás más de 80 mil muertes por diabetes.
Cada año más de 100 mil muertes son causadas por enfermedades
cardiovasculares.
A qué se debe
 Parte sencilla: Pésimos hábitos alimenticios.
 Parte complicada: ¿Por qué los tenemos?, ¿Qué es lo que más consumimos?,
¿Qué es lo que nos hace más daño?, ¿Por qué los consumimos?
7 hábitos alimentarios que sabemos que
son buenos para nosotros:

1. Come muchas hortalizas y frutas. Algunos países especifican el número de raciones de frutas y hortalizas
que deberíamos consumir diariamente: por ejemplo, seis en el caso de Grecia, o cinco en el caso de Costa
Rica e Islandia. Canadá incluso especifica los colores de las hortalizas que se deben consumir (una hortaliza
verde oscura y otra naranja cada día). Los tamaños de las raciones pueden variar según el país; sin embargo,
todas las guías recomiendan comer muchas hortalizas y frutas frescas todos los días.

2. Vigila el consumo de grasas. Aunque expresándolo de manera diferente, la mayoría de las guías mencionan
reducir el consumo de grasas sólidas y saturadas, y sugieren sustituir las grasas animales por aceites
vegetales. En Grecia se recomienda el aceite de oliva mientras que en Viet Nam es el aceite de sésamo o de
cacahuete, demostrando así las guías de cada país la importancia de la disponibilidad de alimentos y las
preferencias culturales.

3. Reduce el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido en azúcar. Existe un consenso generalizado
sobre los efectos perjudiciales para la salud del azúcar procesado. Las guías de todos los países recomiendan
seguir una dieta baja en azúcar e ingerir fruta en lugar de dulces procesados o bebidas azucaradas para
satisfacer a los paladares más golosos.
7 hábitos alimentarios que sabemos que
son buenos para nosotros:

4. Reduce el consumo de sodio/sal. Nigeria sugiere reducir el empleo de cubitos de caldo; Malta recomienda
limitar los alimentos precocinados con alto contenido en sodio. Colombia, por su lado, sugiere limitar la ingesta
de carnes procesadas, conservas y productos envasados que suelen tener un alto contenido en sal. En todos los
países, existe un amplio consenso sobre la conveniencia de seguir una dieta baja en sal.

5. Bebe agua regularmente. En general, las guías recomiendan beber agua como mejor vía para saciar la sed. Es
evidente que siempre hay que asegurarse antes de que el agua sea potable.

6. Si consumes alcohol, hazlo con moderación. Si optas por beber alcohol –ya sea cerveza, vino o licores– el
consenso general sugiere que su consumo sea moderado.

7. Haz ejercicio físico a diario. Para las personas que tienen trabajos o estilos de vida más sedentarios, la
recomendación general es hacer al menos 30 minutos de ejercicio diario. Sin embargo, las guías de Benín
estipulan que, para aquellas personas que realizan trabajos físicamente exigentes, no es especialmente
importante hacer ejercicio físico adicional.
¿QUÉ ES UN PATRÓN DE ALIMENTACIÓN?
Un patrón alimentario se caracteriza por un fuerte apego a los productos que
conforman los hábitos de comida de una población, además de un marcado arraigo al
país, es decir, lo que representan las tradiciones, una estructura de consumo
socialmente segmentado y una expresión de lo cultural, nacional y regional (3).

Un patrón de consumo alimentario está conformado por un conjunto de productos que


son consumidos habitualmente por un individuo, familia o grupos de familias en un
promedio estimado una vez a la semana o bien que dichos productos estén muy
presentes para poder ser recordados en 24 horas después de su consumo de manera
individual (3). Así que, un patrón de consumo alimentario es un componente clave
para la noción de un sistema alimentario porque manifiesta el funcionamiento de
dicho sistema pero también determina el estado nutricional de la población (4).
UN POCO DE HISTORIA DE LA
ALIMENTACIÓN EN MÉXICO

En el proceso de poblamiento en el territorio mexicano se distinguen dos regiones etnográficas: Aridoamérica, al


norte y Mesoamérica, hacia el sur. En Aridoamérica permanecieron los grupos nómadas y seminómadas, cuyos
representantes en épocas posteriores son los chichimecas. Por las características de la región la dieta de los
chichimecas debió ser muy similar a sus antecesores, favoreciendo la caza y/o pesca y la recolección para
subsistir. Basado en lo que conocemos la dieta debió ser rica en productos de la fauna y flora comestible de las
zonas desérticas como el nopal, el maguey, la tuna y el mezquite (7).
En la región de Mesoamérica, donde se desarrollaron las culturas tolteca, olmeca, zapoteca, mixteca y azteca,
se domesticó el chile, el aguacate y la calabaza, seguido del maíz y el frijol que son ingredientes básicos de la
alimentación tradicional mexicana (7).

Tras la conquista (1521), la comida prehispánica sufrió modificaciones, mezclando algunos ingredientes y
técnicas culinarias con la comida española. En esta época se introdujeron algunos alimentos como: trigo, arroz,
garbanzos, olivo, cerezas, uvas, duraznos, manzanas, cerdo, oveja, gallina, huevo, leche y derivados. Sufriendo
una gran transición en la manera de preparar los alimentos, pasando de consumir en su mayoría alimentos
crudos, hervidos o asados a consumirlos cocidos en agua y fritos por el uso de la manteca de cerdo y aceite de
olivo. También se introdujeron vinos y destilados. No solo hubo influencia española, también hubo influencia
asiática proveniente de China, introduciendo hierbas y especies. Iniciando así la época novohispana, la cual se
forjó en las cocinas de los virreyes y en los conventos (5,7).
En 1821, en un México independiente, una vez más la gastronomía mexicana se transformó de manera
significativa, recibiendo influencia francesa, polaca y austro-húngara (5,7).

En los últimos años, la cultura alimentaria nacional asumió tendencias orientadas a homogeneizar los
patrones de consumo mediante la incorporación paulatina de nuevos alimentos en la dieta de la
población, aunque no todos de buena calidad como de los alimentos introducidos en épocas anteriores,
me refiero a alimentos con jarabe de maíz, soya, azúcar, bocadillos altamente calóricos y productos
cárnicos (5).

En la revisión de Valerino – Perea et al. Para definir la dieta tradicional mexicana menciona que los
alimentos presentes en todo el país son los granos, leguminosas y verduras. De estos grupos, los
alimentos principales son: el maíz en su representación en las tortillas, los frijoles, la calabaza, el
jitomate, el chile y la cebolla. A su vez, el chile es el alimento característico de México, prevaleciendo a
lo largo de la historia y presente en todas las regiones del país (norte, centro y sur) (6).

La esencia de los alimentos básicos que conforman la comida tradicional mexicana desde sus orígenes
prehispánicos radica en la biodiversidad del país.
Plato del buen comer
CONCLUSIÓN

Nos encontramos en un cambio constante, y en un estado de transición latente del


patrón alimentario que permite conservar algunos rasgos tradicionales, aunque dicha
característica tiende a debilitarse frente a un modelo que mantiene una variedad de
ofertas, poco diversificada en su base y con diferencias en el acceso ante la
permanente distribución desigual del ingreso. Sin embargo, existen costumbres
alimentarias que resisten los cambios debido a que la población ha logrado transmitir
sus prácticas; a pesar de los cambios, influencias y accesibilidad a todo tipo de
alimentos, como todo esto se han mantenido como base algunos ingredientes de la
comida prehispánica en especial: el maíz, el frijol y el chile (5).

Los cambios económicos y un mundo globalizado han traído avances positivos en


diferentes áreas, la alimentaria es una de ellas, gracias a estos avances se pueden
conocer alimentos y dietas de otros países, algunos teniendo una buena aceptación y
beneficios; sin embargo, también se tienen consecuencias negativas abusando del
consumo de algunos alimentos poco saludables dejando consecuencias en la salud.
El patrón de alimentación en México ha tenido muchos cambios a lo largo de la historia con incorporación de
alimentos y formas de prepararlos, generando una transición nutricional de un cambio de dieta “tradicional”
(basada en cereales, abundante fibra y pocos alimentos densos en energía) a una dieta tipo “occidental”
(abundante en alimentos de origen animal, grasas y alimentos con alto índice glucémico), acompañada del
aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles.

El análisis de un patrón de la dieta permitirá conocer la adecuación nutrimental de la dieta en general y el


desarrollo de mensajes apropiados y focalizados que resulten más comprensibles para la población.

Las rápidas transformaciones por los sistemas alimentarios en las últimas décadas coinciden con el cambio de
patrones alimentarios de la población. Por ello es urgente promover cambios profundos en los modos de consumo
y producción de alimentos, promoviendo sistemas alimentarios más sostenibles, que valoren alimentos saludables,
centrados en dietas equilibradas.

Se tiene un gran reto, y de carácter urgente el diseñar, innovar e implementar una amplia gama de políticas en
los distintos elementos del sistema alimentario, creando guías y recomendaciones fácil de interpretar para toda
la población, para que les permita tomar mejores decisiones al momento de seleccionar sus alimentos y formas
de prepararlos, al mismo tiempo que sea una selección con consciencia para el cuidado de su salud.
Obesidad y sobre peso

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