Presentación
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1. Come muchas hortalizas y frutas. Algunos países especifican el número de raciones de frutas y hortalizas
que deberíamos consumir diariamente: por ejemplo, seis en el caso de Grecia, o cinco en el caso de Costa
Rica e Islandia. Canadá incluso especifica los colores de las hortalizas que se deben consumir (una hortaliza
verde oscura y otra naranja cada día). Los tamaños de las raciones pueden variar según el país; sin embargo,
todas las guías recomiendan comer muchas hortalizas y frutas frescas todos los días.
2. Vigila el consumo de grasas. Aunque expresándolo de manera diferente, la mayoría de las guías mencionan
reducir el consumo de grasas sólidas y saturadas, y sugieren sustituir las grasas animales por aceites
vegetales. En Grecia se recomienda el aceite de oliva mientras que en Viet Nam es el aceite de sésamo o de
cacahuete, demostrando así las guías de cada país la importancia de la disponibilidad de alimentos y las
preferencias culturales.
3. Reduce el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido en azúcar. Existe un consenso generalizado
sobre los efectos perjudiciales para la salud del azúcar procesado. Las guías de todos los países recomiendan
seguir una dieta baja en azúcar e ingerir fruta en lugar de dulces procesados o bebidas azucaradas para
satisfacer a los paladares más golosos.
7 hábitos alimentarios que sabemos que
son buenos para nosotros:
4. Reduce el consumo de sodio/sal. Nigeria sugiere reducir el empleo de cubitos de caldo; Malta recomienda
limitar los alimentos precocinados con alto contenido en sodio. Colombia, por su lado, sugiere limitar la ingesta
de carnes procesadas, conservas y productos envasados que suelen tener un alto contenido en sal. En todos los
países, existe un amplio consenso sobre la conveniencia de seguir una dieta baja en sal.
5. Bebe agua regularmente. En general, las guías recomiendan beber agua como mejor vía para saciar la sed. Es
evidente que siempre hay que asegurarse antes de que el agua sea potable.
6. Si consumes alcohol, hazlo con moderación. Si optas por beber alcohol –ya sea cerveza, vino o licores– el
consenso general sugiere que su consumo sea moderado.
7. Haz ejercicio físico a diario. Para las personas que tienen trabajos o estilos de vida más sedentarios, la
recomendación general es hacer al menos 30 minutos de ejercicio diario. Sin embargo, las guías de Benín
estipulan que, para aquellas personas que realizan trabajos físicamente exigentes, no es especialmente
importante hacer ejercicio físico adicional.
¿QUÉ ES UN PATRÓN DE ALIMENTACIÓN?
Un patrón alimentario se caracteriza por un fuerte apego a los productos que
conforman los hábitos de comida de una población, además de un marcado arraigo al
país, es decir, lo que representan las tradiciones, una estructura de consumo
socialmente segmentado y una expresión de lo cultural, nacional y regional (3).
Tras la conquista (1521), la comida prehispánica sufrió modificaciones, mezclando algunos ingredientes y
técnicas culinarias con la comida española. En esta época se introdujeron algunos alimentos como: trigo, arroz,
garbanzos, olivo, cerezas, uvas, duraznos, manzanas, cerdo, oveja, gallina, huevo, leche y derivados. Sufriendo
una gran transición en la manera de preparar los alimentos, pasando de consumir en su mayoría alimentos
crudos, hervidos o asados a consumirlos cocidos en agua y fritos por el uso de la manteca de cerdo y aceite de
olivo. También se introdujeron vinos y destilados. No solo hubo influencia española, también hubo influencia
asiática proveniente de China, introduciendo hierbas y especies. Iniciando así la época novohispana, la cual se
forjó en las cocinas de los virreyes y en los conventos (5,7).
En 1821, en un México independiente, una vez más la gastronomía mexicana se transformó de manera
significativa, recibiendo influencia francesa, polaca y austro-húngara (5,7).
En los últimos años, la cultura alimentaria nacional asumió tendencias orientadas a homogeneizar los
patrones de consumo mediante la incorporación paulatina de nuevos alimentos en la dieta de la
población, aunque no todos de buena calidad como de los alimentos introducidos en épocas anteriores,
me refiero a alimentos con jarabe de maíz, soya, azúcar, bocadillos altamente calóricos y productos
cárnicos (5).
En la revisión de Valerino – Perea et al. Para definir la dieta tradicional mexicana menciona que los
alimentos presentes en todo el país son los granos, leguminosas y verduras. De estos grupos, los
alimentos principales son: el maíz en su representación en las tortillas, los frijoles, la calabaza, el
jitomate, el chile y la cebolla. A su vez, el chile es el alimento característico de México, prevaleciendo a
lo largo de la historia y presente en todas las regiones del país (norte, centro y sur) (6).
La esencia de los alimentos básicos que conforman la comida tradicional mexicana desde sus orígenes
prehispánicos radica en la biodiversidad del país.
Plato del buen comer
CONCLUSIÓN
Las rápidas transformaciones por los sistemas alimentarios en las últimas décadas coinciden con el cambio de
patrones alimentarios de la población. Por ello es urgente promover cambios profundos en los modos de consumo
y producción de alimentos, promoviendo sistemas alimentarios más sostenibles, que valoren alimentos saludables,
centrados en dietas equilibradas.
Se tiene un gran reto, y de carácter urgente el diseñar, innovar e implementar una amplia gama de políticas en
los distintos elementos del sistema alimentario, creando guías y recomendaciones fácil de interpretar para toda
la población, para que les permita tomar mejores decisiones al momento de seleccionar sus alimentos y formas
de prepararlos, al mismo tiempo que sea una selección con consciencia para el cuidado de su salud.
Obesidad y sobre peso