GDPI2020

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0CENTRO UNIVERSITARIO MAR DE CORTES, S.C.

DOCTORADO EN DESARROLLO HUMANOY


EDUCACl6N MATERIA: GRUPO DE DESARROLLO
PERSONAL I

PRESENTACl6N

La experiencia de los Grupos de Desarrollo Personal es fundamental en los programas ed u cativos


tanto de Maestria como de Doctorado en Desarrollo Humano en virtud de que es a traves de
este espacio curricular en donde los participantes tienen la oportunidad de revisar y reflexionar,
en el contexto de la experiencia propia, los aspectos queen el proceso de la interaccion consigo
mismos y con los demas (actitudes, comportamientos y estrategias de comunicacion) facilitan u
obstaculizan sus relaciones en los diversos ambitos en los que se desenvuelven: persona,
pareja, familia, escuela, organizacion, comunidad y sociedad.

En raz6n de lo anterior, el programa a desarrollar no es te6rico sino vivencial, en virtud de que


lo constituyen el conjunto de experiencias de los participantes, sus inquietudes, sus miedos y
temores, las dificultades que experimentan para fluir de manera adecuada en sus relaciones
humanas y, por supuesto, los aspectos que reconocen como gratificantes de su desarrollo
como personas.

Las lecturas que se recomiendan durante la experiencia tiene el prop6sito de reforzary ampliar
eI conocimiento que se tiene en torno al topico central de la misma a la vez que estimular y
aclarar sus ideas en torno a los temas objeto de sus investigaciones.

PROP6SITOS

Constituirse en un espacio de encuentro intra e interpersonal en el que los participantes detecte


n y reconozcan en sf mismos los aspectos que interfieren o contribuyen en la adecuada
comunicaci6n consigo mismos y con los de mas yen su permanente crecimiento.

Contribuir a la expansion de la conciencia de los recursos de que disponen para afrontar


favorablemente las experiencias de la vida cotidiana.

Estimular el autoconocimiento continua tanto como el conocimiento de los demas y las


implicaciones que ello tiene en la calidad de sus vidas.

Promover la reflexion en torno a las implicaciones del estudio del campo del Desarrollo
Humano en el desarrollo y bienestarsocial en generaly, promoverla practica de la facilitacion
de su grupo.

CRITERIOS DE EVALUACl6N

Los aspectos a considerar en la evaluaci6n son los siguientes:1) Asiste ncia ( 6 puntos, un punto por
jornada matutina o vespertina), 2) Participaci6n (1 punto), 3) Autorreporte (1 pun to) y 4) Rep o rte
de lectura (2 puntos).

El autorreporte debera incluir lo siguiente: a) Mi aportaci6n al grupo desde la participaci6n


personal, b) Aportaci6n del grupo a mi persona y c) Mis aspectos a mejorar.
El reporte de lectura debera reflejar: a) Los aspectos relevantes del autor, b) Las ideas con las que
no esta de acuerdo y las razones y c) Los sentimientos e inquietudes que le genero la lectura.

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA

• Rogers, Carl. (2004). Grupos de encuentro. Espana. Amorrortu editores. Reimpresion


2004.

• Barcelo, Bartomeu. (2003). Crecer en grupo. Una aproximaci6n desde el Enfoque


Centrado en la Persona. Espana. Ediciones Desclee De Brouwer, S.A. Coleccion
Serendipity.

• Chavez, Rosario., & Michel, Sergio. (2013). El maestrofacilitador. Editora Norte-Sur. Sao
Paulo. Santiago. Mexico.

• Gomez del Campo, Ines., & Gomez del Campo, Jose. 2002. Evaluaci6n de las
condiciones facilitadoras de/ crecimiento segun Carl Rogers en Revista Prometeo No.
30. Fuego para el propio conocimiento. Revista Mexicana trimestral de Psicologfa
Humanista y Desarrollo Humana. Mexico. lmpreso en Formas Alf er, S.A. de C.V

• Araiza, Mariano. 1997. Los grupos de encuentro en la formaci6n de alumnos de/


Departamento de Psico/ogfa de la Universidad lberoamericana. Tesis presentada para la
obtencion del grado de Maestro en Orientacion y Desarrollo Humano en la
Universidad lberoamericana. Mexico.

• Lafarga, Juan. (2013). Desarrollo Humana. El crecimiento personal. Mexico. Editorial


Trillas.

• Prometeo. Fuego para el propio conocimiento. El grupo. Revista Mexicana trimestral


de Psicologfa Humanista y Desarrollo Humana, No. 50. Primavera 2007. lmpreso en
Formas Alf er, S.A. de C.V.

• Lafarga, Juan., & Gomez del Campo, J. (2015). Desarrollo Humana en Mexico. 50anos
de Agua Viva. Mexico. Revista Prometeo, Grupo Espiral.

Se sugiere la revision y lectura de las tesis de Maestrfa y Doctorado en Desarrollo


Humana de la Universidad lberoamericana disponibles en linea en texto completo:
https://ibero.mx/biblioteca.

Se sugiere consultar la pagina web del lnstituto Nacional de lnvestigacion en Desarrollo


Humana (inidh.org.mx ), en el apartado de Publicaciones, los cuadernos. De igual
forma, consultar la pagina web de la Asociacion de Desarrollo Humana en Mexico,
ADEHUM (adehum.org.mx) lo relativo a las convocatorias de los congresos que
anualmente se realizan, asf como los requisitos de certificacion coma facilitadores.

Lourdes Rosario Arenas Mazo. Facilitadora. lou_amanecer@hotmail.com


DESARROLLO
.. HUMANO
00. '- '-J

Juan Lafarga Corona


Catalogaci6n en la fuente

Lafarga Corona, Juan


Desarroflo humano : el crecimiento personal. --
Mexico: Trillas, 2013 (reimp 2013).
277 p. ; 23 cm..
Bibliograffa: p. 259-266
/ncluye fndices
ISBN 978-607-17-1408-4

1. Psicologfa aplicada. 2. Psicologfa pedag6gica. I. t.

D- 158.l'Lll7d LC- BF698.9.S63'L3.3 5712

La presentaci6n y Division Logfstica,


disposici6n en conjunto de Calzada de la·Vlga 1132,
DESARROLLO HUMANO. C. P. 09439, Mexico, D. F.
El crecimiento personal Tel. 56330995, FAX 56330870
son propiedad de/
laviga@trlllas.mx
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ser reproducida o trasmitida, mediante If]Tienda en linea
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mecanico (incluyendo el fotocopiado, la www.etrillas.mx
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y almacenamlento de Miembro de la Camara Nacional de
informaci6n), la lndustrla Editorial
sin consentlmiento por escrito def editor Reg. num. 158

Derechos reservados Primera edici6n 1-TI


© 2013, Editorial Trillas, S. A. de C. V. ISBN 978-607-17-1408-4
Division Admlnlstrativa,
Reimpresi6n, febrero 2013
Av. Rfo Churubusco 385,
Col. Gral. Pedro Marfa lmpreso en Mexico
Anaya, Printed in Mexico
C. P. 03340, Mexico, D. F.
Tel. 56884233, FAX 56041364
churubusco@trillas.mx
Pr61ogo

PINCELADAS DESCRIPTIVAS1

Juan Lafarga narra la historia del desarrollo humano existencial -el


. cent:rado en la persona- en Mexico. Actualmente esa via es ya algo
adquirido y no extrafia a nadie; varias universidades e instituciones
academicas lo tienen en sus programas, pero ha sido arduo el trabajo
para llegar a esto. Nadie mejor que Juan para narrarnos esa historia.

1. Hacia la tercera parte del siglo xx las vias casi exclusivas eran
otras corrientes, sobre todo el psicoanalisis y el conductismo.

Hablando de la intuici6n filos6fica, dice Bergson que "la primera pa


labra de un fil6sofo es no. Ante ideas aceptadas, ante tesis·que parecian
-e\;ra-erfres·, ante·afirmaciones tenidas por cientificas, algo susurra al oido
del fil6sofo: jlmposible! Imposible, aunque hechos y razones te inviten
a pensar que es asi. Imposible porque cierta experiencia, confusa tal vez
pero decisiva, te dice que no es asi, que los hechos aducidos deben haber
sido mal observados y que las razones invocadas son falaces ''.2 Aludo
al pensador Carl Rogers. Su no al psicoanalisis, al conductismo y otras
corrientes no1ue iln rio para-lnvalidar1as al5solu1ainente, sino- un noa-la
pretension de esas corrientes de ser la via exclusiva. La vida le ccifuunic6
-a Rogers una intuici6n, la del tratamiento personal, y contra viento y
ma rea la fue realizando. Juan Lafarga (y otros) particip6 de esa
intuici6n y, tambien contra viento y marea, la ha hecho realidad en
Mexico.

1
Salvo las frases de enlace, los textos :ion de Juan Lafarga. Mis comentarios van en parrafos
con sangria.
2
Conferencia de Bergson (sobre el conocimiento interior de los sistemas filos6ficos), 1911.

5
6 PR6LOGO

T9do nace de la certeza de esa intuici6n de que las seres humanos


llevan una tendencia basica al crecirniento, coma fuerza motivacio nal
de todas sus acciones. Juan Lafarga constata -con las psic6logos
humanistas- que su tarea no consiste en dirigir esa tendencia, sino
en desbloquearla y facilitarla e impulsarla. Hip6tesis fundamental del
enfoque c:entrado en la persona, derivada de la investigaci6n: el ser
humano individualmente considerado, coma sus grupos y la sociedad
en general -en condiciones interpersonales favorables para su propio
desar:rollo-, tienden a crecer y evolucionar. Las condiciones interper
sonales favorables son la empatia, la congruencia y la actitud positiva
incondicional que han sido convalidadas en Mexico no solo par la
practica, sino tambien par la investigaci6n. Esto es, el psic6logo no
impone nada a la persona que atiende, sino que entra en empatia con
ella, es congruente y tiene una actitud positiva incondicional.
2. Antes, siendo la psicoterapia en Mexico una rama de la psicolo
gia clfnica, era casi exclusivamente practicada par medicos y psiquia
tras con entrenamiento en psicoanalisis, pero con muy poca o ninguna
preparaci6n en psicologia. Para acceder a la practica de la psicoterapia,
un psic6logo necesitaba el grado de da.ctor, y los que lo poseian po
dian contarse con los dedos de una mano. El psic6logo en cuanto tal
era devaluado. Los j6venes psic6logos mexicanos no tenian identidad
propia.

En el ambito social se desvinculaba el crecimiento individual de la


persona del desarrollo colectivo, como si no existiera relaci6n entre ellos.
La misma direcci6n espiritual -practicada en circulos religiosos- estaba
plagada de elementos de persuasion, de guia y hasta de manipulaci6n a
traves de la culpa. Resulta interesante que la propuesta espiritual emana
da de las ejercicios de san Ignacio, que son liberadores en la busqueda
individual o comunitaria que se da en el campo del espiritu, se habia
convertido en platicas, consejos, orientaciones y guias prefabricadas por
el que conducia la experiencia.

3. Si la persona que recibe ayuda se siente.valorada en las diversas


modalidades y niveles de su expresi6n y percibe que el terapeuta ma
nifiesta su experiencia con claridad y profundidad durante el proceso,
sentira que su experiencia y expresi6n son cada vez mas congruentes.
La irr1portancia de la empatia es clara en el campo de la educaci6n: el
maestro debe jnteresarse mas en comprender que en evaluar al estu
diante.

El psic6pata y el neur6tico, el que se destruye a sf mismo ya los de


mas, no lo hacen por sentirse mal sino bien con ellos mismos. Y el que
PINCELADAS DESCRIPTIVAS 7
progresa y se desarrolla, el que se olvida de sf mismo para atender a los
demas e impulsarlos en su crecimiento, lo hace -en ultimo termino- por
sentirse bien consigo mismo. El retardar la satisfacci6n d.e las necesidades
o dejar algunas de ellas insatisfechas a favor de la satisfacci6n de otras
sera siempre buscando sentirse bien o mejor cohsigo mismo a otro
nivel. Cuando el suicida se priva de la vida lo hace por sentirse bien, no
por sentirse mal. El amor a uno mismo es el motivador principal de todo
com portamiento humano y fuente de todas las motivaciones. El ser
humano desea amar y ser amado. Lafarga se refiere no solo al amor
vinculado con la atracci6n entre los generos o a la amistad que puede
surgir entre diver sas personas sino tambien a la necesidad de
reconocimiento minima, de ser tornado en cuenta, de significar algo
para alguien, de ser importante. La frustraci6n de esta necesidad de
amar y de ser genuinamente amado, el sentirse excluido o rechazado,
explica -en casi todas las corrientes de la psicologia clfnica- la conducta
patol6gica o disfuncional. La salud esta en la satisfacci6n arm6nica e
integral de las necesidades de todos.

21. La agresividad no es, pues, un instinto destructivo que lleva


a la acci6n violenta contra los demas o contra uno mismo siguiendo
la ley de la entropia, sino la tendencia misma al crecimiento que en
circunstancias adversas al organismo humano pone la inteligencia, la
imaginaci6n y la creatividad al servicio de la satisfacci6n de las nece
sidades frustradas Asi que el tratamiento atiende necesidades que no
tienen que ver tanto con disfuncionalidad y psicopatologia, s:ino con
la manera de manejar satisfactoriamente la problematica de la vida
y con el modo de aprovechar mejor los recursos para el crec:imiento
personal. De aqui que en la psicoterapia exitosa no es el conoc:imiento
(por ejemplo, del pasado a traves del analisis), sino la comprensi6n
amorosa de uno mismo lo que genera autoestima, que a su vez genera
el autoconocimiento. Se aplica lo dicho a la educaci6n: el reforzador
positivo es mucho mas eficiente motivador del aprendizaje que la con
dici6n aversiva.

Juan Lafarga fue audaz. Acept6 en sus cursos de desarrollo humano a


personas que no eran psic6logos, entre ellos a estudiantes jesuitas. El celo
profesional -anteriormente manifestado por los analistas hacia los psic6-
logos- ahora se mostraba de los psic6logos hacia los no psic6logos. Lafar
ga pensaba que los psic6logos necesitaban primero rehacer su iclentidad
profesional para sostener un dialogo significativo con otras profesiones.
Juan concede primordial importancia a los otros: los sistemas psico
terapeuticos existenciales consideran que el hombre unicamente es capaz
de aprender sobre sf mismo a traves de sus relaciones con otros seres hu
manos. Asf como las relaciones con otros generan un aprendizaje defec
tuoso sabre uno mismo y deformaciones perceptuales que se encuentran
en la base de todo trastorno psfquico, de igual manera una percepci6n
8 PROLOGO

satisfactoria y un aprendizaje creativo y constructivo sabre la propia ex


periencia solo pueden llevarse a cabo a traves de relaciones
interpersona les que refuercen consistentemente la estima por ese yo
unico, distinto e ir.repetible, a traves de otro ser humano.
Oportunamente Juan sugiere las condiciones para un verdadero dialogo.
Otro tema tiene que ver con la etica. La hipotesis humanista sabre el
criteria de 12. etica·universal es que todo aquello que contribuya al creci
miento personal armonico e integrado del individuo, los grupos y la socie
dad es bueno, asf coma la contraparte: todo aquello que lo obstaculice es
considerado destructivo o malo. En general, el criteria es aplicable al abor
to, la eutanasia, el divorcio, las practicas sexuales y los anticonceptivos.
Importa, igualmente, la sorpresa y el estupor que produjo la consta
tacion del proceso evolutivo en el universo, desde la constitucion de la
materia inerte hasta la riqueza y complejidad de los fenomenos
psiquicos, sociales y espirituales, desde el inicio hasta el famoso punto
omega.
Una joya del libro son las paginas en que Juan, a proposito de si es
posible la autoterapia, nos hace un hermoso y honesto retrato de si mis
mo.

ASPECTOS TANGENCIALES

1. Juan Lafarga comenta que los estudiantes -al igual que los usua
rios de la psicologfa en Mexico- estaban asfixiados por la rigidez y
el reduccionismo de sistemas psicol6gicos que en el fondo privan al
hombre de la capacidad de optar por si mismo, de influir en su propio
crecirniento y de responsabilizarse de su existencia y de su destino; y
reconoce que muchas veces se sinti6 contagiado por la juventud de sus
estudiantes y que vivi6 con ellos la fantasia de un humanismo cientifi
co proyectado a la educaci6n, las relaciones humanas y los quehaceres
diversos de los grupos y de la sociedad.

Un verdadero maestro no solo no impone nada a sus discipulos; faci


lita su crecimiento y aprende de ellos.

2. Este nuevo bienestar, lejos de producir homeostasis, equilibria o


plenitud, estimula el brote de otras necesidades. El desarrollo
humano es, pues, dinamico e ininterrumpido, a no ser que sea
bloqueado.
El pasaje lleva la impronta de san Agustin: Inquietum est car nos
trum donec rec_quiescat in te (Inquieto esta nuestro coraz6n hasta
que descanse en ti).3 Para san Agustin, el tiempo es un don que Dias
nos ha

3
Confesiones 1, 1, 1.
ASPECTOS TANGENCIALES 9
dado_para superar crisis y lograr nuestro crecimiento espiritual, perso
nal. Esa inquietud de realizaci6n es la dinamica misma del desarrollo
humano centr_ado en la persona.
3. Toda comienza ya a partir del cigoto. El recien nacido no sabe
d6nde termina su cuerpo y d6nde empieza el mundo exterior; poco a
poco comienza a reconocer las partes de su cuerpo coma propias y a
diferenciarlas del media exterior y llega a experimentar sus necesida
des y sus sentimientos coma propios. En ese momenta el campo per
ceptual queda diferenciado entre el yo y el no yo, y la percepci6n del
yo mismo empieza a ser el punto de referencia del campo perceptual,
centro de un mundo cambiante de experiencias.

Efectivamente, en nuestro media al bebe se le va educando para que


reconozca las partes de su cuerpo y las distinga de ot:-os: "ese dedo no
es tuyo; es de tu hermanito; tu no eres el jaguar, tu no eres el rayo, tu no
eres la lluvia". De esa manera el nifio va tomando conciencia de su
individua lidad como diferente de otras individualidades. Sin embargo,
entre otras culturas hacen lo mismo, pero con una variante del mas alto
interes: "tu no eres la lluvia; pero tambien.eres la lluvia; tu no eres el
jaguar, pero tambien eres el jaguar; tu no eres_el granizo, pero tambien
eres el granizo; tu no eres esa yerba, pero tambien eres esa yerba; tu no
eres el nifio de enfrente, pero tambien eres el nifio de enfrente". 0 sea,
le ensefian a per cibir su individualidad, pero inmersa y unificada con la
naturaleza y con los demas seres humanos. Resultado de esta educaci6n
son los chamanes. Un chaman logra que llueva cuando hace falta; que
caiga el granizo en la barranca y no sabre la siembra; a el no lo ataca el
jaguar sino que este ataca al enemigo, pues el chaman es lluvia, granizo
y jaguar; capaz de ensonar al que viene a consultarlo, esto es, de
conocerlo interiormente y darle una soluci6n que tal vez ni el medico ni
el psic6logo pueden darle.

4. zQue es la espiritualidad? Para Lafarga, la espiritualidad ·es el


sistema de creencias de una persona, de un grupo, de una cultura y
de una sociedad. Es el sustrato incuestionable no solo del cornporta
miento humano, sino de la misma ciencia y de la filosoffa. Esta en la
motivaci6n ultima de cualquier forma de actividad humana. Constitui
da por significados, intuiciones, sentimientos, aprendizajes y razona
mientos, es diffcilmente variable y modificable. Es fuente de
seguridad interna para la persona frente a las preguntas que plantea la
existencia consciente.

Esto me hace recordar la definici6n que da el Centro Ignaciano de Espiri


tualidad en Guadalajara: conjunto de motivaciones, ideales, valores, utop{as
y causas par las que uno vive y lucha. Tal definici6n puede darse en creyen
tes y en ateos. Sin duda las dos definieiones coinciden en lo sustancial.
10 PROLOGO

5. Obviamente -dice Juan Lafarga-, no es lo mismo espirituali dad


que religion. La espiritualidad esta en la busqueda universal de todos
los seres humanos para encontrar las respuestas a las preguntas basicas
sobre la existencia humana. Las religiones, en cambio, son producto
de la sistematizacion y generalizacion de algunas creencias,
libre1nente aceptadas, por diferentes grupos humanos. La espirituali
dad es una dimension comun de todos los individuos y grupos de la
raza humana, y la religiosidad (que viene de la palabra latina religare)
es solo caracteristica de algunos grupos e individuos (ligados entre
... ellos) que aceptan creencias y normas en comun.

Se me ocurre el siguiente comentario, que estoy seguro va en la lfnea


·del desarrollo humano centrado en la persona. Se usa la palabra religare
para explicar el sentido de religion. La traduccion directa seria ligar, reli
gar, atar. Esta traduccion directa tiene el peligro de ser entendida como
encadenar. Un verdadero hombre religioso la entenderia como consagrar.
No es lo mismo ligar o amarrar mi libre albedrio que consagrarlo. Si una
pareja de casados se ve ligada como cefiida o constrefiida, la union se va
a pique. Como se va a pique la vida del hombre o de la mujer de una or
den religiosa si se ven ligados, encadenados. Los votos del matrimonio y
de la 'vida religiosa no son cadenas, sino alas hacia las alturas. Entonces,
religion no significa encadenarse sino en el don de si mismo.

6. Juan Lafarga dice que la espiritualidad del hombre contempo


raneo, en lugar de estar mas separada del mundo, entabla con el un
dialogo mutuamente enriquecedor. Se sale de los monasterios e invade
las calles de la ciudad.

La afirmacion de Juan no esta dicha al aire. Hay hechos


espontaneos que lo muestran. Hablare de dos. Uno, hace pocos afios se
presento el fe n6meno de las manifest_aciones masivas, con cientos de
miles que se opo nfan a la guerra contra Irak. Los manifestantes eran de
diversas religiones y muchos eran ateos o librepensadores. Otro, la
celebracion exitosa de un Parlamento de las Religiones del Mundo en
Chicago en 1893; el segundo, igualmente exitoso en 1993, viola
conveniencia de hacerlos mas seguido. El proximo sera el sexto, en
Bruselas, en 2014. En Guadalajara hemos tenido dos excelentes
preParlamentos en 2007 y 2009. Se sientan en la misma mesa personas
de diversas religiones y culturas, aun no creyen tes. No se trata de
propaganda, ni de quejas ni de proselitismo, sino de ver que podemos
hacer juntas por este mundo. En Guadalajara en 2007, aquello fue
esplendido en el orden de la naturaleza y en el del espfritu. Todos
estaban entusiasmados y nos tratamos como si fueramos obras de arte.
Eramos de puntos de vista diferentes y, sin embargo, estuvimos en
comuni6n. En Guadalajara 2009 pudimos decir los creyentes: "No
somos
PROB EMAS FILOS6FICOS 11
santos, pero creimos sentir un Hamada para estar hoy aqui y acudimos al
-llamado." Y los no creyentes pudimos decir: "No .somos perfectas, pero
hoy aqui hemos acudido a la cita" (1955). En Guadalajara 2012 tuvimos
otro preParlamento bajo la forma de un dialogo multicultural universal;
y uno de los grandes ejes tematicos fue precisamente el de espiritualidad
sin religion.

PROBLEMAS FILOSOFICOS4

l. Libertad y necesidad. El simple analisis del pasado o el


restable cimiento de pautas constructivas de reaccionar hacia si
mismo y hacia los demas no bastan para garantizar cambios
favorables y persistentes. Si la persona que recibe ayuda no se siente
capaz y responsable por si misma de tomar la iniciativa y asumir las
decisiones al integrar su ex periencia, no se esta alcanzanda el
objetivo. Lafarga cayo en la cuenta de que la diferencia basica entre
los enfoques humanista y conductista en el estudio de los seres
humanos reside en una opcion filosofica. Si se toma la opcion de
Skinner, toda conducta debe ser explicada en terminos de una
secuencia ineludible de causa y efecto. Como Skinner ha afirmado, el
hombre actua como se_ ve forzado a actuar, pero coma si no se viera
forzado a ello. Llevada a su conclusion logica, esta afir macion
significa -coma ya lo habia seiialado Juan Calvino- que alguna vez se
dio cuerda al universo, coma si este fuera un gran reloj que desde
entonces ha caminado en una direccion inexorable. Asi pues, lo que
creemos que son nuestras decisiones, elecciones y valores son en
verdad ilusiones. Skinner no escribio sus libros porque hubiera decidi
do presentar sus puntos de vista o para seiialar el tipo de sociedad que
valora como la mejor, sino solo porque fue condicionado para hacer
ciertos signos sobre el papel. Sorprendentemente para mi, dice Carl
Ro gers, el admitio todo esto en una sesion en la que ambos
participamos.

La problematica es muy antigua. iRealmente decidimos de nuestro


interior lo que haremos, o solo somos como la piedra que cae movida
por la gravedad, pero que si pensara pensarfa que cae libremente?5 A lo
largo de los siglos ha habido siempre instancias que exigen una causa
impulsora de nuestros actos. En terminos antiguos filosoficos, cada acto
nuestro exige una causa eficiente. Pensar lo contrario seria irracional. Esa
manera de ver se ha llamado determinismo filosofico. Pero tambien a lo

4
En realidad los problemas son comunes a la psicologfa y la filosofia. En este apartado me
refiero a ciertos problemas clasicos de la filosoffa.
5
Spinoza, Etica.
12 PR6LOGO

largo de los siglos ha habido otras instancias que afirman nuestro poten
cial creador, que implica que a partir de la nada de ·una causa eficiente
-en terminos vulgares, de un empuj6n- producimos algo absolutamente
nuevo, damos un salto sin causa eficiente, o sea, inexplicable.6 Es dificil
inclinarse por una u otra explicaci6n. Tal vez en el fondo depende de la
persona que se es. El desarrollo humano existencial elige la explicaci6n
del acto libre. Yen esto muestra su humanismo.
Lo anterior -dice Lafarga- no significa desconocer que la conduc
ta humana esta, en gran parte, condicionada por las circunstancias del
medio, e inclusive por factores geneticos. Pero seria inexplicable la con
ducta humana si se aceptara que todo acto humano es libre, como que
est{t condicionado por factores geneticos o experiencias ambientales. La
diferencia basica entre las posiciones filos6ficas del humanismo y del_
conductismo estribaria en que la formulaci6n de hip6tesis y los metodos
de verificaci6n de ambas escuelas son complementarios para la primera e
incompatibles para la segunda. El conflicto entre las filosofias
conductista y humanista aun perdura.

2. lJirecto o indirecto. Dice Lafarga que los valores no se


ensefian, se contagian. Explicarlos no es lo mismo que trasmitirlos,
que canta giarlos. Y que corresponde vivir dichos valores con
pasi6n y alegria hasta sus ultimas cansecuencias.

Esto nos hace rememorar a Kierkegaard, campe6n en estas lides de la


comunicaci6n indirecta.7 Pensemos en un maestro que recomienda a sus dis
cfpulos que vayan en ayuda de los nifios de la calle: es una comunicaci6n
directa. Supongamos a otro que no les dice nada, pero que el mismo va en
ayuda de los nifios de la calle: tal serfa la maravillosa comunicaci6n indirecta.

3. Filosofia de la historia. Curiasamente, al misma tiempa que se


multiplican y desarrallan las nuevas tecnalogfas, la inquietud par el
significada de la existencia humana y la busqueda de nuevas farmas
de creer caracteriza a tadas las culturas de la pasmadernidad. Muchas
analistas y pensadares han sugerida que el sigla xx1 es el siglo de la
espiritualidad. La preacupaci6n par el sentida de la vida y por explorar
farmas de sentir y de creer que hagan inteligible y aceptable el misterio
de la realidad humana aparece canstantemente en la literatura, en el
cine, en la filosafia y en las mismas religianes.

tLa historia tiene leyes, que conociendolas se puede con certeza prede
cir el futuro? Tal vez no con certeza, pero quiza puedan hacerse conjeturas.

6
Asf lo afirma Kierkegaard en su libro El concepto de la angustia.
7
Notoriamente en su obra p6stuma Punta de vista sabre mi obra.
PROBLEMAS FILOS6FICOS 13
Una muy interesante es la de Bergson, 8 a quien le parece que la historia
presenta eras a manera de oleadas. De pronto viene la oleada mistica, en
momentos en que ciencia y tecnica estan a la baja. Luego la vida mistica
decae y florece la mecanica. En el siglo xx1, tras el meteorico avance cien
tifico y tecnologico, tviviremos un gran empuje espiritual? No sabemos si
los dados ya estan echados.

4. zlndividuo o comunidad? Escribe Lafarga: "Hay grupos que


piensan que los estudiantes, maestros y egresados de los programas
de desarrollo humano suelen centrarse demasiado en su propio creci
miento como individuos, perdiendo asf la responsabilidad social que
emana directamente de la investigaci6n clfnica y educativa de los psi
c6logos humanistas con el enfoque centrado en la persona."

Tocamos el punto critico. Por mi experiencia tengo la impresion de


que todo profesional cuya actividad tenga coma punto central al ser hu
mano (historiador, literato, antropologo, filosofo, psicologo, etc.) tiene
ya de salida una noci6n prejuiciada de persona bajo este para.metro. La
persona humana es ante todo individuo o comunidad. Las consecuencias
en educacion son candentes.
Algunos entienden persona de salida coma individuo. Asi sucede
en el mundo occidental y aqui se incluye Mexico. El ideal educativo
sera formar buenos individuos, quienes bien formados crearan buenas
estructuras para la comunidad. Subyacen el peligro del individualis mo
y de la violaci6n de los derechos humanos sociales. No es este el
lugar adecuado para estudiar a fondo el problema. Bastara citar un
ejemplo. En la decada de 1970 el Instituto Patria de los jesuitas era la
mejor institucion educativa de Mexico. Pero los jesuitas decidieron rea
lizar un estudio de este Instituto; y vieron que se estaba educando a los
individuos que formarian una buena sociedad, pero que esto no estaba
sucediendo. Si, de ahi egresaban los mejores profesionistas de Mexico,
pero en muchos afios no habian transformado las estructuras sociales ni
producido esa buena sociedad. El sistema los absorbia y los convertia
en los mejores tornillos de la opresi6n. El Provincial de los jesuitas de
Mexico tomo la decision de cerrar el Instituto. Por supuesto, la decision
fue muy controvertida; en Roma dijeron que la provincia mexicana de
los jesuitas era una provincia sin miedo. Nunca supe si se dijo eso coma
alabanza o coma vituperio.
Otrqs entienden persona de salida coma comunidad, por ejemplo,
algunas sociedades asiaticas antiguas. El ideal es alcanzar excelentes es
tructuras sociales que produzcan buenos individuos. Subyacen el peligro
de convertir a la comunidad en un rebafio, y el peligro de violacion de los
derechos humanos individuales.

8
Henri Bergson, Las dos fuentes de la moral y de la religion.
14 PROLOGO

Hay otra opci6n: ya de salida la persona humana es individuo y es


comunidad. Pocos tienen esa vision. Baste citar a Plat6n 9 y a Francisco
de Vitoria.10 Que se de seria un prodigio. Me parece que es la opci6n
que ha tornado Juan Lafarga en su desarrollo humano con base en la
persona. Es verdad que no usa el verbo ser, tan delicado de manejar,
pero siempre que parece subrayar el aspecto de individuo en la
formaci6n y tratamien to de otros sale siempre acompafiante la noci6n
comunitaria. El lector podra constatarlo a cada paso. Se ve que por aqui
hay esperanza.

JORGE MANZANO, SJ.


Profesor investigador en la Universidad de Guadalajara.
Director de la revista Xipe Totek del Departamento
de Filosoffa y Humanidades del ITESO.

9
En la utopia de La Republica.
10
En sus Relaciones sabre las indios.
Presentaci6n

El lector tiene en sus manos una obra muy esperada. Quienes co


nocemos al autor y hemos tenido el privilegio de transitar con t l algu
nos caminos sabemos lo que representa para el recoger en una obra
coma esta algunas de las experiencias mas significativas de una vida
dedicada al desarrollo humano, no en una narraci6n hist6rica anecd6-
tica, sino desde un proceso personal que se fue convirtiendo en una
manera de ser.
El doctor Lafarga propane aqui un modelo abierto del desarrollo
humano articulado a lo largo de 50 afios de experiencia en la facilita
ci6n de procesos de crecimientos individuales, grupales y sociales en
escenarios tan diversos coma escuelas, empresas, organizaciones pu
blicas y privadas, universidades e institutos, comunidades religiosas,
comunidades marginadas y centros de desarrollo social y comunitario.
La trayectoria academica y profesional de Juan Lafarga lo dibuja
coma un incansable promotor de la dignidad de la persona y de la
justicia social. En el proceso de la creaci6n y difusi6n del desarrollo
humano, Juan ha sintetizado la psicologfa humanista, el enfoque cen
trado en la persona propuesto par Carl Rogers y el humanismo de ins
piraci6n cristiana al estilo ignaciano, en un enfoque dinamico siempre
abierto a ser revisado y enriquecido par las aportaciones de otros.
Lo que·hace 42 afios se inici6 con un curso de counseling en el
Cen tro de Orientaci6n Psicol6gica (COP) de la Universidad
lberoamericana (UIA) es ahora un movimiento ampliamente difundido
en Mexico y en otros paises. Los programas en desarrollo humano
ofrecen una nueva posibilidad de enfocar el crecimiento de las
personas desde la promo ci6n de la salud y no desde las limitaciones.
Su impacto se ha dejado sentir en numerosos diplomados y
programas de posgrado. En varios
15
16 PRESENTACl6N

de ellos el autor particip6 coma asesor y miembro fundador. Durante


muchos afios fue el posgrado mas numeroso y econ6micamente pro
duct:ivo de toda la UIA. La expansion de esta fuerza condujo a Juan
-junto con otros colegas- a la fundaci6n de Adehum, Asociaci6n de
Desarrollo Humana de Mexico, en el afio 2000.
Como director del COP impuls6 la formaci6n de los psic6logos en
el campo de la psicoterapia. En 1967 es nombrado director del Centro
de Orientaci6n Psicol6gica, espacio desde el que promueve la practica de
los estudiantes de licenciatura en la psicometria, la orientaci6n
vocacional y la psicologia clinica. El COP ofrecia cursos de
counseling a personas interesadas en facilitar el crecimiento de otros
con un exito tal que se estructuraron dos programas de formaci6n: uno
de psicoterapia para psic6logos y otro de orientaci6n para los que
provenian de otras discipli nas. Uno de los principales recursos de los
programas era el laboratorio de psicologia clinica, que contaba con un
equipo de grabaci6n. Las gra baciones de las sesiones se utilizaban
para la supervision con Lafarga; nuestro modelo se centraba en el
facilitador y en la relaci6n promotora del crecimiento, una innovaci6n
sobre la practica psicoanalitica de cen trarse en el caso. De este modo
se formaron los primeros supervisores, orientadores y terapeutas. Esta
practica contribuy6 a despertar en los estudiantes el espfritu
investigador, a la vez que confiri6 a los progra mas un excelente nivel
de seriedad academica y cientifica.
El Centro de Desarrollo de la Comunidad, fundado por Juan y
otros colegas en 1985, representa el esfuerzo para vincular la
formaci6n de los universitarios con la satisfacci6n de las necesidades
de las mayo rias marginadas de Mexico. Desde entonces, el CDC
proporciona a los estudiantes de varias carreras la oportunidad de
prestar servicios a poblaciones marginadas, lo cual expande su
conciencia y compromiso social. Con Juan siempre presente, el CDC
ha seguido evolucionando y creciendo, y en la actualidad ofrece
tambien programas de formaci6n a promotores comunitarios,
incluyendo a personas que carecen de es tudios formales.
Desde la Direcci6n General de Estudios de Posgrado, Juan
impuls6 la concepci6n, disefio e instrumentaci6n de posgrados
novedosos con flexibilidad curricular y una vision interdisciplinaria.
La maestria .en Desarrollo Rural fue una de las experiencias mas
representativas de estos programas.
La necesidad de textos sobre psicologia humanista y sobre el enfo
que centrado en la persona que Juan percibe a su regreso de Estados
Unidos lo impulsa hacia un trabajo editorial muy intenso que continua
en la actualidact'. Durante esos afios colabora en la revista
Comunidad, promueve y supervisa la traducci6n de algunos libros y
tambien es-
PRESENTAC16N 17
cribe, para sus alu1nnos, textos que despues se c·onvertirian en sus
primeros articulos sobre el enfoque centrado en la persona.
Preocupado por la calidad academica de los programas de la Uni
versidad Iberoamericana, provee a la biblioteca Francisco Xavier Cla
vijero con numerosos volumenes sobre psicologia que portan el sello
"Colecci6n Meneses Lafarga". Por su cuenta, sigui6 contribuyendo al
acervo con la donaci6n de suscripciones a revistas especializadas que
han servido de apoyo a numerosas investigaciones. El seguimiento
y supervision del crecimiento de la hemeroteca en esta area ha sido
una de las aportaciones silenciosas mas importantes de Juan Lafarga.
Fue fundador y primer director de la revista Ensefianza e Investigaci6n
en Psicologia, 6rgano ofici_al del Consejo para la Ensefianza e Investigaci6n
en Psicologia. Desde la pagina editorial aport6 una vision de conjunto
acerca de la situaci6n de las principales escuelas de psicologia del pafs.
Un tema recurrente en sus textos fue la identidad profesional del
psic6logo mexicano; sefial6 la necesidad de crear un perfil profesional
propio dife rente del modelo medico. Fue director de la revista del
Consejo Nacional para la Ensefianza e Investigaci6n en Psicologia y
durante nueve afios logr6 una publicaci6n seria, plural, inclusiva, de
actualidad e i1npacto. Favoreda mas el respeto entre los diferentes
enfoques que la descalifica ci6n 1nutua. La variedad de articulos, temas,
autores e instituciones que representaban hablan por si solos.
En 1975, en Cuernavaca, Rogers le autotiz6 publicar las traduccio
nes de sus trabajos que, con textos de otros autores, fueron publicados
en dos primeros volumenes (1978) por Editorial Trillas bajo el titulo
"Desarrollo del Potencial Humana". El tercero se public6 en 1986 y el
cuarto en 1992. Los cuatro volumenes, que se han empleado como
textos en diversos programas de DH, cuentan con varias ediciones y
reimpresiones y se mantienen hasta hoy como los libros de psicologia
mas ve_ndidos por la editorial. Mas tarde Juan propuso a la Sociedad
Mexicana de Psicologia la publicaci6n de la Revista Mexicana de Psicolo-
. gia como su 6rgano oficial, destinado a los profesionales. Como funda
dor y primer director incluy6 entre otros temas la etica profesional, la
crisis gremial de la psicologia y la participaci6n del psic6logo ante los
desastres naturales, a prop6sito del terremoto de 1985. De su participa
ci6n en la Sociedad Mexicana de Psicologia destacan su contribuci6n
a la redacci6n y publicaci6n del c6digo etico del psic6logo mexicano.
Psicologia Iberoamericana fue una revista concebida como un espacio
de expresi6n de alumnos y maestros. La colaboraci6n de Juan ha sido
muy importante. De sus inicios a la fecha ha formado parte del conse
jo editorial. En esta revista se public6 un articulo que se refiere a una
de sus contribuciones mas importantes a la psicologia y al desarrollo
18 PRESENTACION

humano: su modelo de salud y disfuncionalidad que incluye el manejo


sano de la agresividad coma fuerza" de crecimiento. El artfculo "Dos
caras de la agresividad: violencia y salud" -publicado en 1995 y en
una edici6n especial de la UIA en Leon, Guanajuato- representa todo
un proceso en direcci6n de una concepci6n original del crecimiento
humano en la revista Prometeo.
En 1992 concibe el proyecto de la revista Prometeo e invita a un
grupo de colegas de los Departamentos de Psicologia y de Educaci6n
y Desarrollo Humana y de los Centros de Orientaci6n Psicol6gica y de
Didactica para asociarse en la empresa. Prometeo llega a los
interesados en el desarrollo humano con una imagen diferente de las
publicaciones tradicionales. Sin perder seriedad ni profundidad,
abandona las rigi das estructuras de las publicaciones cientfficas y
presenta un concepto nuevo y accesible. Despues de dirigir la revista
por unos afios, Juan continua colaborando activamente en ella.
De sus contribuciones a la investigaci6n destaca la coordinaci6n del
"programa institucional de investigaci6n sabre transformaci6n y carnbio",
un serninario interdisciplinario que integr6 aportaciones provenientes de
varias disciplinas en el estudio de temas coma la violencia intrafamiliar,
el vinculo materno-infantil, las comunidades indigenas, participaci6n de
la sociedad civil, los cambios en psicoterapia y muchos mas. Del semina
rio resultaron varias tesis de maestria y doctorado, asi coma trabajos
de investigadores de la UIA. Recientemente, su interes por la inves
tigaci6n lo ha llevado a emprender una nueva aventura: la fundaci6n
del Instituto Nacional de Investigaci6n en Desarrollo Humana. .
Gracias,. Juan, por habernos abierto un camino y por habernos
invitado a acompafiarte en esta emocionante aventura, gracias por lo
que sigues iniciando, gracias por tu confianza en las personas yen los
grupos, gracias por tu autenticidad, tu compromiso y tu amistad.

JOSE F. G6MEZ DEL CAMPO


Agradecimientos

A Jose Gomez del Campo, Loreto Garcia Muriel, Luis Mariano Ace
ves, Jorge Manzano, Lourdes Quintanilla y Luz Teres_a Velasco, por
su invaluable colaboraci6n.
A Marcela Dosal, Alejandra Rodriguez, Juan Mijares y Sebastian
.t Elizarraras por su cuidadoso trabajo en la preparaci6n de este texto.
I

19
;

lndice de conteni_do

i . Pr6logo 5
!
Presentaci6n 15
Agradecimientos 19
Introducci6n 23

Cap. 1. El crecimiento humano 25

Cap. 2. iQue es el desarrollo humano existencial en Mexico? 39

Cap. 3. Orfgenes del desarrollo humano coma una disciplina


cientifica profesional en Mexico 48

Cap. 4. Contexto hist6rico del enfoque centrado en la persona


(originado en la practica profesional y en la 61
investigaci6n)

Cap. 5. Inquietud creativa de un profesional, un investigador, 89


un hombre

Cap. 6. El enfoque centrado en la persona y el desarrollo 100


humano en Mexico

Cap. 7. La verdad cientifica. Epistemologia del desarrollo


humano 113

Cap. 8. Alternativa vital: Desarrollo o violencia (una teoria 121


de la motivaci6n humana

21
22 INDICE DE CONTENIDO

1'
Cap. 9. Mas alla de las psicoterapias tradicionales el
:i acompafiamiento personal 138 :Y
Cap. 10. Carly Alejandro, la vivencia del enfoque centrado en
la persona 159 / ·

Cap. 11. En busca de la autenticidad: tes posible el 166


autoacompafiamiento?

Cap. 12. Origen y trasmisi6n de los valores 186

Cap. 13. Discrepancias eticas 194

Cap. 14. El dialogo liberador en Ja familia, el grupo y la sociedad 202

Cap. 15. Una educaci6n revolucionaria 213

Cap. 16. Dimension espiritual de la experiencia 223

Cap. 17. Horizonte etico del proceso evolutivo 232

Apendice 1. Semblanzas 239


Apendice 2. Publicaciones de Juan Lafarga 245
Apendice 3. Publicaciones sobre Juan 250
Lafarga Apendice 4. Cronologi'.a 251
ApE!ndice 5. Bibliografi'.a de autores mexicanos sobre el
desarrollo humano 254
Referencias bibliograficas 259
indice onomastico 267
indice anali'.tico 271
lntroducci6n ,

Cuando cai en la cuenta de que la mayor parte de las terr1as aquf


tratados tenfan una conexi6n directa con el crecimiento personal, de
cidi dar al libro este subtftulo. Asi, aunque "crecimiento personal" es
un lugar comun, es tambien un tema suficientemente atractivo para
atrapar la atenci6n del lector a primera vista.
El crecimiento personal es inagotable en sus diferentes proyeccio
nes. Evidentemente aqu( no se abarcan todas las variables implicadas
en un concepto tan ric6 en contenido. Al menos destaca algunos as
pe-ctos relevantes y las propane coma hip6tesis tentativas, abiertas·a
la comprobaci6n y la discusi6n.
Los temas expuestos no tienen una concatenaci6n 16gica (cada ca
pitulo puede leerse independientemente de las demas), pero si ofrecen
elementos basicos para una mejor comprensi6n del crecimiento perso
nal, coma un todo arm6nico y no coma la suma de partes sin relaci6n
una con otras.
Crecimiento personal se refiere tambien a las dos pivotes de la
pro puesta sobre el desarrollo humano en Mexico: una epistemologfa
que enfatiza en el aquf y ahora de la percepci6n subjetiva (vease cap.
7, "La verdad cientffica. Epistemologfa del desarrollo humano"), y un
teorfa de la motivaci6n con una perspectiva humanista, congruente
con los planteamientos del desarrollo humano y el enfoque centrado
en la per sona (vease cap. 8, "Alternativa vital: desarrollo o
violencia").
En la teorfa .de la motivaci6n propuesta estan contenidos las ele
mentos que explican los cambios tanto evolutivos coma degenerativos
en el ser humano. Se describen las mecanismos del aprendizaje, asi
coma las resistencia's a ,aprender, las can1bios voluntarios y los in
conscientes, relacionado todos con la promoci6n o el deterioro de la
. I
23
24 INTRODUCCl6N

imagen de uno mismo del self. En efecto, toda accion del ser humano
esta motivada por el amor a uno mismo, manifiesto en el deseo per
manente de satisfacer las necesidades: las naturales o reflejas y las
. aprenclidas.
Tanto la teoria del conocimiento (epistemologia) coma la de la moti
vaci6n constituyen el eje central que une y sostiene todo el libro. Algunos
de los capitulos ya habian sido publicados, en su forma original, en los
volumenes de la serie Desarrollo del potencial humano (1986), aunque
se podria decir que estan siendo publicados de nuevo, porque fueron
cuidadosamente revisados, puestos al corriente y completados durante
los ultimas afios. ·
Presento aqui mis propias ideas y estilo de entender el desarrollo
humano que, aunque no son del todo originales, reflejan una nueva
n1anera de comprender los datos, una nueva vision de los elementos
tanto intrapsiquicos coma interpersonales que facilitan y promueven
el desarrollo personal.
Con frecuencia toco, en las diferentes secciones, algunos temas
con trovertidos y ofrezco mi opinion al respecto. Reconozco, de
antemano, que las conclusiones a que llego son obvia y unicamente
hipotesis para ser discutidas y puestas a prueba.
Finalmente, mi prop6sito al escribir este libro fue no solamente
enriquecer la teoria sobre la motivaci6n y la percepci6n del cambio
que pudiera tener algun impacto en la psicologfa coma disciplina cien
tffica en Mexico, sino tambien, y principalmente, ofrecer elementos
para facilitar y promover el crecimiento del ser humano en todas- las
direcciones. Si al poner mi grano de arena se cumplen estos deseos,
me sentire recompensado.
.A.
CAPITULO

1
El crecimiento humano

Mientras mas el hombre va siendo


hombre, por su propio razonamiento y
opci6n es tar6 coda vez menos dispuesto
a moverse
en otra direcci6n QUe no sea hacia lo Que
es saludable y nuevo para- la especie y la
evoluci6n del universe.

TEILHARD DE CHARDIN, 1959.

DE LA CELULA AL ORGANISMO
Quiza por un interes temprano en la agricultura, Cc1r_l Rogers_de
sarroll6 un talento especial para la observaci6n y comprensi6n del fe
n6meno del crecimiento. Tal vez debido a este talento, sus hip6tesis
acerca del crecimiento espedfico del organismo humano a fraves de la
relaci6n interpersonal no emanan de modelos te6ricos filos6ficos, sino
de la captaci6n cuidadosa de las condiciones favorables a este en los
seres vivos, especialmente en los humanos.1
En el desarrollo de todos los organismos facilmente pueden -
identi ficarse -a traves de la observaci6n empirica- las tendencias
basicas o
. pautas fundamentales de la evoluci6n del crecimiento, desde su origen
en las celulas germinales hasta su maduraci6n aut6noma como.orga
nismos independientes. Pikunas y Albrecht (1961), en su Psicolog{a
del

1
El presente capftulo es un ensayo de caracter personal emanado de lecturas y reflexiones
sabre la psicologfa de! desarrollo presentado par autores humanistas y no humanistas. Considero
que sin una base integradora suficientemerite clara, la psicologfa de! desarrollo carecerfa de direc
ci6n. Es, ademas, una edici6n, corregida y aumentada, de! capftulo 1, vol. IV de la serie Desarrollo
del Potencial Humana publicado par Editorial 1rillas en 1992.
25
CAP. 1. EL CRECIMIENTO HUMANO

dlsarrollo, identifican <::!nco tendencias generales en el crecimien! .del


o ganismo: diferenciaci6n, subordinaci6n funcional, asincronia, u:rii
d d funcional y autonomia organica.

1. Diferenciaci6n. Desde la primera division del cigoto, en la ge


n sis del organismo vivo se observa una tendencia a la diferenciaci6n
c nstante, primero de las celulas entre ellas mismas, despues de los
te idos y, por ultimo, entre los distintos sistemas y aparatos. Esta di
fe enciaci6n se va efectuando de lo simple a lo complejo, de lo homo g
neo a lo heterogeneo, de lo general a lo espedfico, de las funciones
icas a las funciones diversas y a la especializaci6n.
2. Subordinaci6n funcional. A medida que la diferenciaci6n avan z
, las funciones de los 6rganos y de los sistemas se van especificando. C
da uno de estos, al ir adquiriendo la suya propia, forma parte de una je
arquia espedfica dentro de cada aparato o de cada sistema. Estos ul
imos, diferenciados tambien, interactuan con funciones diversas y c
n una clara subordinaci6n de unos hacia los otros. Del sistema ner-
so dependen el circulatorio y el aparato digestivo, por ejemplo.
3. Asincronia. El proceso de diferenciaci6n y jerarquizaci6n fun ci
nal en los organismos no mantiene un ritmo uniforme. Durante el p
riodo de gestaci6n del feta, los cambios son extraordinariamente ra
idos y la diferenciaci6n y jerarquizaci6n de funciones se lleva a
c bo casi en su totalidad. Sin embargo, durante los diversos periodos
d la gestaci6n, la actividad del organismo parece irse focalizando en
os tejidos y 6rganos mas que en otros. El desarrollo y diferenciaci6n
unos prepara el crecimiento de otros, y la diferenciaci6n de los sis as
y de los aparatos -sin romper la integraci6n general- se efectua
en distintos tiempos y con diferentes ritmos.
4. Unidad funcional. A pesar de que la diferenciaci6n organica ge
n ra funciones diversas y espedficas, ninguna de estas es aut6noma y
su in egraci6n se va efectuando en funci6n del bienestar y crecimiento
de la to aliclad del organismo. Cualquier disfunci6n o bloqueo en el
crecimien to de alguno de los tejidos, 6rganos, aparatos y sistemas
moviliza los re ursos de todo el organismo para regularizar las
funciones y mantener el equilibria indispensable para un crecimiento
arm6nico e integral.
5. Autonomia organica. Durante el periodo de la gestaci6n, el
or g nis1no nuevo vive y crece simbi6ticamente unido a otro, del
cual re ibe todos los elementos necesarios para vivir y desarrollarse.
Sin e ba:rgo, no forma parte del otro y, desde la fusion de las
celulas g rminales, el nuevo empieza a ser un organismo distinto y a
crecer g dualmente hacia la independencia. En la gestacion la
dependencia e co1npleta y, aunque desde la fusion de las celulas
germinales em-
DEL ORGANISMO A LA PERSONA 27
pieza a manifestarse cierto grado de autonomfa en las funciones, este
no podrfa subsistir ni desarrollarse separado del organismo original.
El nacimiento o separaci6n del nuevo organismo, el empezar a
subsistir por sf mismo, al menos durante largos periodos, es un paso
I. definitivo hacia la autonomfa organica, es decir, hacia la subsistencia
I
I
independiente. Como se ha sefi.alado, durante un tiempo mas o menos
prolongado, el organismo nuevo necesita todavfa el organismo origi
nal; sin embargo, a medida que el primero, debido a la creciente ma
duraci6n de sus funciones y al aprendizaje, va siendo capaz de valerse
por sf mismo, se va independizando, y cuando puede biol6gicamente
subsistir por sf mismo, abandona toda relaci6n de dependencia y pasa
a ser un miembro independiente de la especie.
En los animales, la fase dependiente -terminado el periodo de ges
taci6n- es relativamente breve comparada con la del ser humano. La
rigidez de las pautas innatas de interacci6n del organismo anilnal con
el ambiente y el relativamente reducido aprendizaje que el organismo
animal es capaz de hacer explican la brevedad de este periodo. En
cambio, el escaso repertorio de reflejos innatos de interacci6n con el
media en el organismo humano y su enorme capacidad de aprendizaje
hacen que esta fase dependiente se prolongue por varios afios hasta
pasada la adolescencia. ·
Todos los organismos vivos -a traves de la diferenciaci6n y jerar
quizaci6n de sus funciones vitales y de la integraci6n unitaria de es
tas para el bienestar y crecimiento del organismo total- se desplazan
desde la dependencia simbi6tica hacia la autonomia del organismo
totalmente diferenciado, capaz de sobrevivir por sf mismo y generar
otros nuevos.

DEL ORGANISMO A LA PERSONA


El crecimiento del organismo humano es analogo al de todo ser
· vivo. Durant-e el periodo de SU gestaci6n se observan las mismas ten
dencias que caracterizan la de cualquier otro ser vivo, aunque con
una mayor complejidad en los tejidos, los 6rganos, los aparatos y los
sistemas, especialmente el nervioso. Mas aun, muchos indicios hacen
pensar que el ser humano -durante el periodo de su gestaci6n intraute
rina- transita por los diferentes estadios de la evoluci6n filogenetica. Si
bien en el desarrollo del organismo humano aparece un elemento que
ejerce profunda influencia en este y que lo distingue de cualquier otro
ser vivo, en un cierto momento de su evoluci6n este es capaz no solo
de percibir la realidad, sino de percibirse a sf mismo percibiendo lar
I
I
( .. _;I'

28 CAP. 1. EL CRECIMIENTO HUMANO

reatidad. Este fen6meno es unicamente entendible como la aparici6n


de a vida consciente sobre el planeta, que marc6 un rumbo distinto a
la e oluci6n de los seres vivos.
La experiencia de percibirse a si mismo y ademas percibir el
proce e la propia percepci6n hace que el ser humano tenga un
desarrollo
·ente del de otros organismos, y que este desarrollo este influido no
.mente por factores biol6gicos y estimulos ambientales, sino tam
po,r et factor psicol6gico de la conciencia.
En efecto, un organismo·es humano en cuanto es capaz de percibir
tan o su experiencia del medio interno y externo como la experiencia
de i m.ismo percibiendo estas realidades. Dicha percepci6n tiene in
flue cia determinante en la direcci6n y caracteristicas de su crecimien
to, si c:omo en sus relaciones con el medio.
J campo perceptual de la propia experiencia se va diferenciando
o je arquizando y avanzando hacia la integraci6n. Cuando el nifio es
cap z de percibirse, diferenciado del medio externo, la "imagen de si
mis o" aparece como la experiencia mas importante en su campo
per eptual. A partir de este momento, la percepci6n de si mismo -sim
ple indiferenciada en su origen, y coinpleja a medida que aumenta
la periencia- se convierte en factor determina. nte del desarrol_. lo
e
raci6n de todo el campo perceptual. El hombre no nace con una
ima en de si mis mo, pero si con la capacidad de discriminar en el
pro pio ampo perceptual una imagen mas o menos integrada de
si mismo, dep nd:iendo de las circunstancias del ambiente y
especialmente del me io social. El recien nacido no sabe d6nde
termina su cuerpo y don de mpieza el mundo exterior; poco a
poco comienza a reconocer las par es de su cuerpo como propias y a
diferenciarlas del medio exterior, y 11 ga a experimentar sus
necesidades y sus sentimientos como pro pio . En ese momenta el
campo perceptual queda diferenciado entre el yo el
no yo, y la percepci6n del "yo mismo" empieza a ser el punto de
eferencia del campo perceptual, centro de un mundo cambiante de
xperiencias. Estas van siendo captadas y manejadas en funci6n de
o que siente y que experimenta necesidades, frustraci6n y placer.
medida que la experiencia se va ampliando, el aprendizaje
y 1 conducta del organismo humano van siendo producto no solo
de 1 satisfacci6n de las necesidades biol6gicas de crecimiento y de
los actores ambientales que satisfacen o frustran estas necesidades,
sin ta1nbien de la preservaci6n y el enriquecimiento de la propia
ima en, del self.2

Termino ingles adoptado por expresar en un vocablo corto el "sf mismo" o la percepci6n de
ismo con el objeto de diferenciarlo del concepto del "yo" en el psicoanalisis.
DEL ORGANISMO A LA PERSONA 29
En el organismo humano, esta imagen de sf •mismo es en parte
refleja yen parte consecuencia. Puede estar asociada con sentirnientos
de estima y afecto o con sentimientos de rechazo. El medio social en
que el nifio nace y se desarrolla es el factor·determfriante del tipo de
sentimientos que este asocia con su propia imagen. Si en su relaci6n
con el padre, con la'madre, con SUS hermanos y otras figuras importan
tes en su primer ambiente social el nifio se experimenta como querido,
gustado, aceptado, capaz, valioso y adecuado, los sentimientos asocia
dos con la imagen de sf mismo seran de aprecio y de afecto. Si, par el
contrario, se experimenta como no querido, no gustado, no aceptado,
. incapaz, poco valioso -especialmente por los seres que satisfacen sus
necesidades inmediatas-, los sentimientos asociados con la imagen de
sf mismo seran de disgusto y de rechazo.
Las pautas de conducta emanadas de la satisfacci6n o frustraci6n
de las propias necesidades de crecimiento son muy distintas cuando
estan asociadas con experiencias de afecto y aptecio que cuando se
vinculan con sentimientos adversos a la propia imagen. En la satisfac
ci6n misma de sus propias necesidades, el nifio cuando no se siente .
amado aprende conductas destructivas para vengarse de sus padres
por las experiencias de rechazo sufridas, y aun sus conductas adapta
tivas seran rfgidas y poco espontaneas al ser producto·de experiencias
que generaron una imagen empobrecida de sf mismo.
Los primeros sentimientos asociados con el despertar de la ima
gen de sf mis mo permanecen vinculados con ella como "improntas"
a traves de la vida, y aunque pueden ser modificados por otras expe
riencias de aprendizaje, diffcilmente Hegan a desarraigarse. Asf, el
nifio que crece sintiendose inferior, poco valioso, poco querido y
que es
. rechazado en el medio familiar puede adoptar una actitud destructiva
hacia sf mismo o en sus relaciones. Puede tambien negar su propia
experiencia, pretendiendo sentir lo que no siente y distorsionar su ima
gen para conseguir la aceptaci6n y el aprecio que necesita.
Los sentimientos positivos asociados con la imagen de sf mis
mo tienden a diferenciar y enriquecer esa imagen; esta, a su vez
-diferenciada y enriquecida-, genera sentimientos mas intensos de
estima y de afecto. Asimismo, los sentimientos negativos asociados
a dicha imagen la empobrecen y distorsionan, y una imagen distor
sionada produce sentimientos mas intensos de disgusto, de rechazo
y de violencia.
Cuando en el organismo humano la imagen de sf mismo se va aso
ciando ·con sentimientos negativos intensos, y cuando dicho organis
mo no encuentra otros satisfactores ·en la experiencia para corrtpensar
la creciente desestiina propia, los recursos del ser humano se movili-
;
0 (:' ,, I) I -( {' - •.r <!'

JQ CAP. 1. EL CRECIMIENTO HUMANO

zan en un proceso de violencia hacia los demas, de autodestrucci6n o


de ambos.
En el organismo humano, los sentimientos asociados con la expe
riencia perceptual de sf mismo constituyen el nucleo del propio existir.
Asf, mantener y aumentar el agrado con dicha experiencia es la nece
sidad basica de orden psfquico, la fuerza motivacional de su conducta
y la 1nanifestaci6n tangible de un impulso organfsmico inconsciente
hacia el crecimiento.
Las experiencias aisladas que en la vida del organismo pueden ser
sentidas, simbolizadas e integradas con satisfacci6n y agrado en la ex
periencia perceptual del yo mismo son asimiladas. Si son sentidas coma
desfavorables pueden ser ignoradas -si no producen agrado o satisfac
ci6n-, o distorsionadas y aun negadas si provocan desagrado e insatis
facci6n profunda. Por consiguiente, para que una experiencia pueda ser
asimilada por el organismo es necesario que prod.uzca un mfnimo de
. placer asociado con la experiencia perceptual del yo mismo.- - --
Como consecuencia de este proceso de selecci6n de experiencias
que pueden ser asimiladas e integradas -pero tambien distorsionadas o
ne gadas en funci6n del agrado o desagrado que producen en la
experiencia perceptual del yo mismo-, la percepci6n de la realidad tiene
estas mismas caracterfsticas, aunque distintas para cada organismo.
Asf, por ejemplo, la experiencia de sentimientos de c6lera ante una
frustraci6n importante puede ser expresada con toda claridad si dichos
sentimientos producen en la persona una imagen favorable de sf
misma. Al reconocer esta frustraci6n y aceptar los sentimientos de
c6lera, el grado de satisfacci6n consigo misma le permite una mayor o
menor expresi6n de dichos sen timientos. La experiencia de placer y
agrado promueve la expresi6n de sus sentimientos con claridad y
honradez (integraci6n de la experien cia), y ello genera una mayor
estima de sf misma. Otra persona podrfa estar experimentando la
misma frustraci6n y los mismos sentimientos de c6lera, pero al no
sentirse c6modo con dichos sentimientos, expresa que solo experimenta
"una pequefia molestia". En este caso, para man tener una imagen
aceptable de si misma altera la propia experiencia. La satisfacci6n de
mantener una imagen favorable de si misma explica la negaci6n parcial
de los sentimientos (distorsi6n). Una tercera, al ex perimentar la misma
frustraci6n y los mismos sentimientos, manifiesta que no siente c6lera
y expresa otros sentimientos que tambien estan en su campo perceptual,
pero no admite la c6lera y, por consiguien-te, la necesidad de
expresarla. Mantiene la estima de sf misma, no admitiendo la existencia
de tales sentimientos (negaci6n).
En ninguno de los tres casos anteriores existe la intenci6n cons
ciente de engafiarse o engafiar a los demas, sino que hay una distinta
DEL ORGANISMO A LA PERSONA 31
capacidad para integrar en el campo perceptual elementos de la propia
experiencia, que representan una amenaza para la buena imagen qu
la persona busca proyectar.
Estos manejos de la experiencia explican en parte la diversidad de
reacciones en distintos individuos ante los mismos acontecimientos. Con,
. mucha frecuencia una circunstancia que a uno le parece favorable a
otro le resulta no solo desfavorable, sino amenazadora. Las personas
no reaccionan a Jos "hechos", sino a su experiencia interna de tales
"he chos" en funcion del mantenimiento.de dicha imagen positiva de
ellas mismas. En la experiencia interna de cada persona, la realidad es
captada a traves de un sistema de selecci6n de percepciones que
garantizan, por una parte, la satisfaccion de las propias necesidades y,
por otra, la preser-
vaci6n de la propia estima, necesidad psfquica de primer orden. Mantener ,
/; J.'
un mfnimo de satisfacci6n consigo mismo, de estima y de afecto hacia sf
mismb es tan indispensable para mantener la vida del ser humano en el
orden psfquico, como respirar oxfgeno en el orden fisiol6gico.
Afortunada o desafortunadamente para el avance de la ciencia, la
necesidad que el cientifico tiene de mantener una imagen favorable
de sf mismo es a veces mas importante que la de aproximarse a la
verdad cientffica, cuando estas dos necesidades se experimentan como
incompatibles.
Las simbolizaciones, significados, sistemas ideologicos y valores de
una persona obedecen no solo a los mayores o menores recursos de la
estructura anatomofisiol6gica de su organismo y a las caracteristicas so
ciales y culturales de su medio, sino tambien a los sistemas individuales ,,
de seleccion en la percepci6n de la experiencia. Y esta percepcion de
la experiencia esta en funci6n de la satisfaccion de las necesidades
biologicas y psicologicas, y entre estas ultimas, el mant_enimiento de la
propia estima tiene la mayor relevancia.
Cuanto mas rfgidos y mas estrechos sean los sistemas de seleccion ,
' de las experiencias que entran en el campo perceptual -es decir, cuan- 1.
: to mastiende la persona a distorsionar o negar las propias vivencias/ ..
para mantener una imagen favorable de sf misma-, tendra a SU vez\.(-
-que hacer mayores y mas elaboradas simbolizaciones Gonceptuales de. · I-'

dichas experiencias para satisfacer las otras necesidades aunque sea de '
forma minima, sin perder la estirria propia. /
En cambio, a medida que los sistemas de seleccion son m,is am
plios y flexibles, cuando no se siente la necesidad de distorsionar o de
negar la propia experiencia para mantener la estima propia, la capa
cidad de aprendizaje se multiplica, el organismo crece en direcciories
insospechadas, las propias ideologias y valores continuan diferencian
dose y enriqueciendose, y-aumenta la capacidad de experimentar
satis-
32 CAP. 1. EL CRECIMIENTO HUMANO

facciones. Toda ello, a su vez, contribuye a acrecentar la estima propia,


g_enerando una sensaci6n creciente de bienestar interno. z.D_e_qu_e de_-:
pende la amplitud o rigidez de los sistemas de selecci6n? Obviamente
del ambiente social educativo en que crece cada persona.-· -----
Enrique, de 12 afios de edad, de piel morena, fue adoptado cuando
tenfa un afio de edad por una familia que ya tenia un hijo rubio nacido
del n1ismo-matrimonio. Enrique recibi6 mucho carifio y aceptaci6n de
sus padres adoptivos y los mismos cuidados habia recibido su herma
no Pedro, de 14 afios.
Aunque la rivalidad entre Enrique y Pedro era manifiesta, Enrique
no sinti6 que Pedro fuera mas favorecido par sus papas de lo que habia
sido el m1.smo. Terrnin6 la prirnaria con una calificaci6n par arriba del
promedio y obtuvo una beca para secundaria.
A pesar de la discrilninaci6n de que fue victima par parte de sus
cornpafieros, Enrique era un joven sociable, deportista y tenia "mas
pegue" con sus cornpafieras que su herrnano Pedro.
Cuando las lirnitaciones del arnbiente fisico o del rnedio social
y cultural que rodean a una persona que ha logrado rnantener una
irnagen favorable de si misrna irnpiden la satisfacci6n de alguna o de
varias de sus necesidades, esta persona -en contacto directo con su
experiencia de satisfacci6n con la propia irnagen- es capaz de encon
trar forrnas de superar dichas lirnitaciones y de convivir con las frus
traciones y reacciones que estas generan, y encontrar asi satisfacciones
compensatorias y pautas constructivas de conducta que mantienen y
aurnentan la estima propia.
En carnbio, quienes mantienen una imagen desfavorable necesi tan
distorsionar la experiencia o negar elementos importantes de ella. Ante
circunstancias adversas para la satisfacci6n de sus necesidades
encuentran opciones rnuy lirnitadas y tienden a desarrollar pautas de
conducta destructivas que las ponen en conflicto consigo misrnas y
·con losgrupos sociales con quienes conviven.
Asi, el bienestar y el crecimiento del organismo hurnano son po
sibles cuando la persona -al tener una imagen favorable de si mis-
1na- admite-en su ca1npo perceptual la experiencia proveniente de sus
6rganos internos, de sus sentidos y de su intelecto; cuando tiene de si
misrr1a una imagen desfavorable, algunos elementos importantes de
esta experiencia son negados en el campo perceptual. En tal caso, la
tension interna, asi como las pautas conductuales generadas por esta
negaci6n disminuyen notablemente la satisfacci6n intrapsiquica y blo-
/ quean o desvian el crecirniento.
No es de extrafiar que las personas satisfechas consigo mismas y,
por tanto, capaces de hacer una integraci6n propia de sus experien-
I ·, I . u,
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MAS ALLA DEL PESIMISMO 33
cias y de encontrar significados personales y pautas de conducta que
generan bienestar y crecimiento acepten tambien distintas fonnas de
integraci6n de la experiencia y de las conductas no solo delos indivi
duos, sino tambien de los grupos etnicos y culturales, en el presente y
a traves de la historia.
El dogmatismo, la rigidez, la jactancia de poseer la verdad y la
resistencia al cambio son indicativos del miedo a la realidad propia y
generan -en las personas dogmaticas y rfgidas- repertorios de conduc
ta muy pobres y al mismo tiempo incomprensi6n y rechazo hacia otros
estilos de integraci6n de la·experiencia, nuevas pautas de conducta y
nuevas formas de aproximaci6n a la propia verdad.
En conclusion, el proceso de crecimiento del organis1no hmnano y
el de convertirse gradualmente en persona estan intimamente imbrica
dos, de tal suerte que se deberia hablar de un solo proceso, pues·solo
se pueden separar conceptualmente por motivos de estudio y analisis.
El movimiento del organismo de la simbiosis a la autonomia es·
analogo al crecimiento personal que se va dando de la dependencia a
la autosuficiencia. Lo caracterfstico del crecimiento humano es el fen6-
meno de la conciencia, aunque no sepamos en que momenta aparece.
Se va expandiendo con la experiencia y el aprendizaje. Por esta, en
condiciones favorables externas e intrapsiquicas, el ser humano escoge
crecer y desarrollarse en todas direcciones. En condiciones desfavora
bles, en cambio, puede llevarlo hasta la violencia contra los demas 6
contra si mis1no (Koch, 1959).

,, ,,
MAS ALLA DEL PESIMISMO
Y DEL OPTIMISMO

Una de las criticas mas frecuentes del enfoque centrado en la per


sona se origina en el supuesto "optimismo" con que dicho enfoque
trata de explicar el funcionamiento interno y la conducta del organis
mo humano. Su enfasis en la motivaci6n innata hacia el creci1niento
ha sido considerado como una reacci6n al pesimismo subyacente a la
teoria psicoanalitica.
Esta critica resulta comprensible en el contexto de la lucha hist6ri
ca entre fil6sofos, te6logos y estadistas sobre la naturaleza basica del
hombre, mucho antes de que la psicologia como ciencia apareciera en
la escena.
A traves de los multiples episodios de esta lucha para esclarecer la
na turaleza esencial del hombre en terminos de "maldad" o "bondad",
"racio nalidad" o "irracionalidad", "libertad" o "determinis1no", una
concepci6n
,/?
34 CAP. 1. EL CRECIMIENTO HU MANO
rl
filasaficateal6gica, sintetizada par Calvino, fue daminando el pensamien-
ta cientffica hasta las umbrales del pasitivisma. ·
Es cierto que la tradici6n judeocristiana sabre la maldad original
del hombre y la cristiana sabre su redenci6n por Jesucristo han tenido
un marcado influjo en la civilizaci6n occidental. Es cierto tambien que
clurante la epoca ro1nantica el hombre fue considerado co1no "esen
cialmente bueno", de tal suerte que, "libre del influjo de una sociedad
corruptora", llegaria a ser "naturalmente perfecta" (Moreno, 1982).
Sin embargo, la concepci6n calvinista de la naturaleza humana
"dafiacla esencialmente" y privada de libertad impregn6 masque otras
el pensamiento cientifico clel siglo xix. La obra de Darwin sabre el
ori gen de las especies a traves de la selecci6n natural (1930) refleja
esta concepci6n, al tiempo que la provee de un apoyo "cientifico".
Para Darwin el mundo de la naturaleza es un campo de batalla en que
se libra una guerra sin tregua por la sobrevivencia, y en ella participan
tanto el animal coma el hombre. En esta lucha universal el mas fuerte
prevalece siempre a expensas del mas debil.
Como se sabe, la teoria darwiniana se utiliz6 no s6lo para el ade
lanto cientifico, sino tambien para justificar la guerra, el racismo y la
explotaci6n politica y econ6mica. Por otra parte, los escritos y las teo
rias de Freud confirmaron esta concepci6n de la naturaleza humana:

Los hombres no son criaturas corteses y amigables, deseosas de amar,


que simplemente se defienden a si mismas si son atacadas. Su pr6jimo es
para ellas no solo una posible ayuda o un objeto sexual, sino tambien una
tentaci6n para satisfacer la propia agresividad para arrebatarle sus pose
siones, humillarlo, causarle dolor, torturarlo, matarlo; iquien tendria el
valor de discutir esto ante la evidencia de su propia vida y de la hi toria?
Cualquiera que recuerde las atrocidades de las invasiones, la de los(hynos_.
o la de las mongoles guiados por Gengis Kan y Tamerlan, del saqueo de
Jerusalen por los·piadosos cruzados y los horrores de la ultima guerra
mundial tendra que inclinar la cabeza humildemente-ante la verdad de
esta concepci6n del hombre (Freud, 1930).

En este contexto filos6fico y cientffico es comprensible que la crf


tica al enfoque centrado en la persona, debido a su enfasis en los
ele- 1nentos de responsabilidad, creatividad y afecto, lo considere
coma una de tantas concepciones del ser hurnano positivas y
optirnistas, en contra de otras que ponen de relieve los elernentos de
violencia y de control.
La diferencia entre las antiguas concepciones filos6ficas del hom
bre y la nueva descripci6n de este en el enfoque abierto -centrado
en la persona- estriba en que tal enfoque en realidad no ofrece una
MAS ALLA DEL PESIMISMO 35
concepci6n te6rica, sino que presenta sistematizadas algunas obser·
vaciones e investigaciones sabre su comportamiento. En efec:to, el
enfoque centrado en la persona es una presentaci6n cientffica, sin
pretensiones filos6ficas, aunque proyecta una postura filos6fica. (Es
no
imposible que una sana filosofia fiuya como consecuencia-de la
observaci6n perspicaz.) Sin embargo, las formuladores e innovadores
.
del enfoque centrado en la persona han preferido mantenerse en el
ambito fenomenol6gico de la observaci6n y de la sistematizaci6n de
hip6tesis, evitando en lo posible contaminar estas con modelos filos6-
ficos o te6ricos previos.
Al igual que ocurre cuando alrededor de un organismo vegetal se';
crean las condiciones atmosfericas y climatol6gicas mas propicias y se :
depositan alli los mejores fertilizantes, este organismo tiende a crecer
con exuberancia mas bien que a autodestruirse. Como sucede cuando
se satisfacen las necesidades biol6gicas de un grupo de ratones y se les
proporcionan las condiciones apropiadas para su desarrollo, ma.s bien
tienden a convivir pacificamente que a destruirse, asi tambien el ser
humano individual y socialmente considerado, cuando experimenta
a su alrededor condiciones suficientes de aceptaci6n y de afecto, se
manifiesta coma un ser avido de aprendizaje y de crecimiento, coo
perador e independiente. Sus impulsos tienden naturalmente a armo
nizarse en un complejo y cambiante patron de autorregulaci6n que
preserva e impulsa el crecimiento, mejora la especie y la conduce a
una mas avanzada etapa de la evoluci6n.
Sin embargo, este mismo hombre -en condiciones desfavorablesf
de frustraci6n, carencia o miedo- es capaz de experimentar e inclusi,-
ve de generar profundos sentimientos de violencia y hasta de odio y
muerte. En efecto, el ser humano es capaz de experimentar e inclusive
actuar profundos sentimientos de violencia y de odio, asi como otros
sentimientos destructivos, pero unicamente en condiciones de frus
traci6n, no en condiciones favorables. Y con frecuencia, hasta en cir
cunstancias adversas; cuando experimenta un alto nivel de autoestima
y es capaz de canalizar ·10s sentimientos agresivos, no en contra de si
mismo ni de las demas, sino satisfaciendo las necesidades frustradas,
maneja la agresividad conscientemente, coma una energia constructi
va que impulsa el proceso creativo hacia el desarrollo.
La agresividad -coma todos los sentimientos- no es positiva ni
negativa, mala o buena; todo depende de c6mo sea manejada, cons-
. cientemente, par el ser humano. Es una reacci6n refleja, no condi
cionada ante la experiencia de la frustraci6n, que puede impulsar al
organismo a superar de alguna 1nanera la dificultad o la violencia. La
agresividad se vuelve contra las demas o contra el organismo mismo,
36 CAP. 1. EL CRECIMIENTO HUMANO

cuando no encuentra internamente o en las condiciones ambientales


un media propicio para superar la frustracion antes mencionada.
Esto quiere decir que las tendencias mas profundas del organismo
con tinuamente se manifiestan respaldando el crecimiento
individual y grupal de los miembros de la especie. Siguiendo la
analogia de Freud, asi como en un iceberg solo es observable la
novena parte que emerge de la superficie del agua, asi el ser
humano esta consciente solo de un rrLinimo porcentaje de sus
recursos y potencialidades. La mayor parte de este arsenal de
recursos -debido a los condicionamientos sociales y a la educacion-:
permanece fuera del campo perceptual de la conciencia. Es, pues,
tarea de un nuevo proceso educativo hacer consciente dicho arsenal.
Es cierto que en el mundo animal -a traves de la historia, por ana
logia con el mundo del hombre- puede observarse el predominio de
los m.as fuertes a expensas de los mas debiles. Sin embargo, en
sentido estricto, en el mundo de los animales no puede hablarse de
"predomi
nio" ni de "debiles" 111 de "fuertes", ya que estos son conceptos pro
piamente humanos. En el mundo animal, cientificamente habland_o;
solo puede observarse la evolucion de las especies, siguiendo pautas
identificables que descubren un proceso filogenetico evolutivo a traves
de los millones de c1nos de la historia natural.
Este proceso evolutivo es tambien observable en el hombre a lo
largo de su comparativamente breve historia. En la especie humana es
detectable por el hombre mismo la tendencia al predo1ninio del fuerte
sabre el debil, pues el hombre sf es capaz de conceptualizar la expe
riencia y de optar conscientemente.
En el hombre, como especie, predominan las pautas de crecimien
to sabre las regresivas, a pesar de las guerras y las enormes injusticias
individuales y sociales, a pesar de la enfermedad y de la carencia; el
a1nor, el trabajo creativo, el estudio y la investigacion ban impulsado
al ser humano a alturas insospechadas en la ciencia, el arte y la tecno-·
logia, durante los ultimas siglos.
Los fen6menos sociales que contemplamos al principio del siglo xx1
son s6lo un indicio de nuevas y mas rapidas superaciones no previstas

1
como posibles durante el proceso evolutivo anterior a este periodo in
. finitesimo de la historia humana.
Tal vez la aparici6n de la capacidad de percibir la propia percep
ci6n -conciencia refleja, en el organismo humano- ha sido el elemento
evolutivo autorregulador que ha podido encontrar los caminos para
una evolucion mas congruente con la vida humana 1nisma, a traves de
formas de convivencia: mas equitativas en que los individuos y los
pue blos puedan satisfacer sus necesidades de crecimiento en
ambientes
MAS ALLA DEL PESIMISMO 37
mas propicios, sin que los fuertes tengan necesariamente que prevale
cer sobre los debiles y en que los mas competentes sean los
impulsores de la equidad. A prop6sito, Teilhard de Chardin (1959)
afirma:

Las consecuencias de esta transformaci6n (de la vida) son


inmensas, y tan claramente visibles en la naturaleza como cualquier
fen6meno ob servado por la fisica o la astronomia. El ser que es el
objeto de su propia reflexion, como consecuencia de ese poder
contemplarse y poseerse a si mismo, en un momenta es capaz de
elevarse a una nueva esfera. En reali dad, un mundo diferente ha
nacido. La abstracci6n, la logica, la elecci6n razonada, las rriatematicas,
el arte, el calculo del espacio y del tiernpo, los descubrimientos, las
ansiedades y los suefios de amor, todas estas activi dades de la
experiencia interna de la vida no son mas que la efervescencia de un
nucleo recien formado que explota dentro de si mismo.

Es lamentable que las concepciones darwiniana y freudiana sobre


el animal y sobre el hombre, respectivamente, tuvieran que distorsio
nar el contexto del fen6meno observado, en apoyo de sus hip6tesis.
Quiza partiendo de una observaci6n menos antropom6rfica del mundo
animal y mas completa del fen6meno humano y su contexto, estos
descubrimientos hubieran sido mas cientificos, aunque tal vez habrfan
tenido menos repercusiones.
En cuanto a la conclusion freudiana acerca de la naturaleza del
hombre, emanada de observaciones clinicas y de la aplicaci6n del me
todo psicoanalitico a la historia, Rogers aventura una nueva hi.p6tesis
para explicar estas observaciones de Freud sobre el cambio de sus
pacientes a traves del psicoanalisis:

Mi experiencia ha sido que, aunque las personas que reciben ayu-


. da psicoterapeutica hasta cierto punto pueden descubrir por si mismas
sus sentimientos negados o reprimidos, no pueden por cuenta propia al
canzar una completa aceptaci6n emocional de estos sentimientos. S6lo
dentro de una relaci6n interpersonal calida y afectuosa estos sentimien
tos "horribles" son primero completamente aceptados por el terapeuta
para ser aceptados despues por la persona que recibe ayuda. Freud en
su autoanalisis se vio privado de esta relaci6n calidamente aceptante.
Por lo tanto, aunque pudo llegar a conocer y en cierto grado entender
los aspectos ocultos y negados de si mismo, me pregunto si pudo alguna
vez llegar a aceptarlos completamente e incluirlos como una pa.rte sig
nificativa, aceptable y constructiva de si mismo. Es mas probable que
haya continuado percibiendolos como aspectos inaceptables de si
mismo
-enemigos- que al ser·conocidos podian ser controlados, mas q u -ecomo
impulsos que, cuando existen libremente en equilibria con otros impul
sos, son basicamente constructivos... (Rogers, 1961).
38 CAP. 1. EL CRECIMIENTO HUMANO

Independientemente de estas elucubraciones, desde el punto de


vista de la ciencia fenomenol6gica y experimental, es comprobable
que el organismo humano puesto en condiciones propicias para su
crecimiento opta responsablemente en favor de este. En consecuencia,
toca al terapeuta centrado en la persona generar las condiciones favo
rables para que se de el proceso.
Mas alla del optimismo o del pesimismo, de las ideologias y de los
deseos, el ser humano, en condiciones ambientales realmente favora
bles, se manifiesta eh un proceso evolutivo constante que ademas es
consciente.
CAPITULO

2
lQue es el
desarrollo humane existencial
en Mexico?

El desarrollo humano es uno de los conceptos mas versa.tiles de


la psicologfa humanista contemporanea. Puede entenderse desde pers
pectivas antropol6gicas individuales y sociales o abord'arse con10
obje to de estudio de la psicologfa y de la educaci6n. Puede ser
considerado un periodo avanzado en la evoluci6n de los seres vivas o
una cadena de eventos identificables en la vida de todos los hombres.
Puede ser vista como el conjunto de los valores que promueve la
psicologfa humanista o como la meta de todos los procesos educativos.
Desde una perspec tiva filos6fica, lo que favorezca el desarrollo
personal integrado de los individuos, los grupos y la sociedad puede
ser el criteria de la etica.
En efecto, el desarrollo humano puede ser descrito desde el sentido
comun o practico -hacienda a un lado plantea1nientos abstractos y
significados profundos- como cualquier acci6n que promueva al hom
bre, o desde una dimension politica, como preocupaci6n genuina por
el orden social. Tambien puede definirse como objeto de estudio de
cada una de las disciplinas del conocimiento llamadas humanas, como
la historia, la filosoffa o la psicologfa o como meta final de las que no
estan directamente relacionadas con el hombre, como las inatematicas
o la fisica.
Puede significar tambien un estilo de vida caracterizado por la em
patia y la honradez en las relaciones interpersonales, o bien el cuidado
por la vida y la ecologia en toda su amplitud, o la apertura a la trascen
dencia, es decir, al reconocimiento de realidades inalcanzables por la
ciencia o la filosofia. Tambien puede entenderse a diferentes niveles,
desde sus fundamentos filos6ficos y psicol6gicos hasta sus
aplicaciones mas concretas en la actividad individual y social, y desde
sus implica-
39
40 CAP. 2. L0Ut: ES EL DESARROLLO HUMANO?

ciones emanadas del estudio y la investigaci6n hasta sus


formulaciones mas empiricas derivadas directamente de la
experiencia.
Me propongo en estas lineas realizar una tarea diffcil: describir lo
que desde 1ni experiencia se entiende en Mexico por desarrollo huma
no, lo que yo entiendo por desarrollo humano y, por ultimo, reflexio
nar sobre nuestros orfgenes y nuestro destino, tde d6nde venimos y a
d6nde vamos?
tC6mo se ha entendido .el desarrollo humano en Mexico en la Uni
versidad Iberoamericana y en el Instituto Tecnol6gico de Estudios Su
periores de Occidente de Guadalajara (ITESO), donde tuvo sus raices,
como un movimiento organizado? En dichas universidades y desde
una perspectiva antropol6gica, el desarrollo humano se entiende co1no
una filosoffa del hombre, de la so iedad y de las relaciones
interperso nales, que pone enfasis en la autodetenninaci6n, asf
co1no una disci plina academica enraizada en la experiencia y en la
busqueda. Implica tambien una praxis profesional orientada a la
facilitaci6n y avance del crecimiento humano, individual y colectivo
que considera a la perso na en todas sus dimensiones; un estilo de
vida caracterizado por la empatfa y la honradez en las relaciones
interpersonales, la apertura al aprendizaje, el interes por la vida y la
ecologfa en todas sus formas y la apertura a la trascendencia.
Finalmente, como el horizonte etico de todas las disciplinas.
tEs necesaria1nente el promotor o facilitador del desarrollo htuna
no un orientador o un psicoterapeuta? Parece haber acuerdo en estos
centros de educaci6n superior que la funci6n de este promotor no pue
de restringirse al a.1nbito de la orientaci6n o de la psicoterapia, yen
que su actividad mas bien permea y transforma toda la actividad
humana. Y esta en la utilizaci6n de los recursos, en la busqueda de una
verdad social desconocida a la que todos nos vamos aproximando
desde di ferentes angulos, a traves ta1nbien de la promoci6n de
opciones res ponsables hacia la salud y el crecimiento. Es decir, de
valor'es como la apertura a la experiencia y al conoci1niento, desde
una perspectiva plural, el amor y el afecto no condicionado, la
honradez y transparen cia en la comunicaci6n, y un maximo respeto a
cada persona y a sus libres decisiones.
En los centros e instituciones que han surgido por la iniciativa de
los egresados de programas en la Universidad Iberoa1nericana y en el
Instituto Tecnol6gico y de Estudios Superiores de Occidente, por desa
rrollo humano se entiende el creci1niento individual y mejores relacio
nes interpersonales. En muchos de ellos, el desarrollo de habilidades
especfficas encaminadas a facilitar el crecimiento en personas y en
grupos con diversos prop6sitos te6ricos y practicos.
;,QUE ES EL DESARROLLO HUMANO? 41

En los departamentos de psicologia de las universidades, se en


tiende por desarrollo humano el proceso evolutivo del hombre en sus
diferentes etapas: nifiez, adolescencia, edad adulta y senectud aunque
por influencia de los fil6sofos y de los psic6logos humanistas, el con
cepto implica tambien la humanizaci6n de las disciplinas, es decir, el
desarrollo de la ciencia, la tecnologia y el conocimiento en general al
servicio de los valores de justicia y solidaridad.
Paralelamente al surgimiento de los programas de desarrollo hu
mano en la Universidad Iberoamericana y en el Instituto Tecnol6gico
y de Estudios Superiores de Occidente, aparece en algunas en1presas
mexicanas un diferente tipo de capacitaci6n, mas alla de la
adquisici6n y desarrollo de habilidades laborales, la capacitaci6n para
que el perso nal, en todos sus niveles, desarrolle caracteristicas mas
humanas que
.tienen que ver con una mayor participaci6n en las responsabi.lidades
de la empresa, mejor comunicaci6n interpersonal, mayor compromiso
laboral, impulso al fortalecimiento de los procesos democraticos y me
jores sistemas de informaci6n.
En algunas escuelas de Mexico .:_por influencia de educadores
hu manistas egresados de los grupos y programas existentes ya en
rnuchos lugares de la Republica-, el desarrollo humano es considerado
como una revoluci6n copernicana en la educaci6n, mucho mas
cent:rada en el aprendizaje y formaci6n de los estudiantes yen los
valores humanos que en la trasmisi6n de los conocimientos, la
ensefianza del profesor, la formulaci6n·de programas y la obtenci6n
de buenas calificaciones.
En el ambito de la psicologia co1nunitaria mexicana, por
desarrollo humano se entiende el impulso de los sistemas autogestivos
en las co munidades, asi como los programas encaminados a fortalecer
los pro cesos de comunicaci6n de los diferentes sectores, asi como
promover las habilidades de negociaci6n y las de selecciones no
violentas entre antag6nicos hacia la paz (Gomez del Campo, 2011).
En el campo de la salud, el desarrollo humano s.e entiende como
la promoci6n de la salud p(1blica, hacia la prevenci6n de enfermeda
des y la anticipaci6n de riesgos, direccionando los esfuerzos hacia el
compromiso responsable y hacia un proceso de autoacompafiamiento
para aquellos que ya enfrentan alg(111 mal incurable que les lleve a la
busqueda de una 1nejor actitud mas sana y positiva ante la vida.
Para algunas· personas con un alto nivel de ignorancia, desco
nocimiento y desde perspectivas de prejuicio y descalificaci6n, de
sarrollo humano significa apapacho, manifestaci6n de sentirnientos
y poca profundidad. Para otros nucleos menos prejuiciados -pero
sin contacto di.recto con los programas·academicos-, el desarrollo
humano esta asociado con psicologia manejada por no psic6logos,
42 CAP. 2. LOUE ES EL DESARROLLO HUMANO?

con psicoterapias superficiales y con la promoci6n del crecimiento,


sin que se vean muy claros los valores y las estrategias implicados
en este crecimiento. Otros grupos piensan que los estudiantes,
maestros y egresados de los programas de desarrollo humano suelen
centrarse derriasiado en su propio crecimiento como individuos,
perdiendo asi la responsabilidad social que emana directamente de
la investigaci6n clinica y educativa de los psic6logos humanistas
con el enfoque cen- trado en la persona. ·
Antes de compartir mi percepci6n del proceso de creci1niento per
sonal y mi percepci6n de la que otros han tenido y que conozco a
traves de mi trabajo, me gustaria incluir y comentar este texto de An
thony de Mello a modo de introducci6n (2010):
En cierta ocasi6n pregunt6 el maestro a sus discipulos·que creian
ellos que era mas importante: la sabiduria o la acci6n. Los discipulos fue
'-.
ron unanimes en responder: la acci6n, por supuesto. z.De que sirve una
sabiduria que nose expresa en la acci6n? z.Y de que sirve una acci6n que
procede de un coraz6n ignorante?, replic6 el maestro.

El coraz6n del hombre puede ser, metaf6ricamente, ignorante o


sabio. Para mi, siguiendo la alegoria, el desarrollo humano es la acti
vidad que proviene de un coraz6n sabio, es decir, de la acci6n guiada
por la inteligencia y el amor.
Constato -con Carl Rogers y los psic6logos humanistas- en mi y en
otras personas con quienes estoy en contacto continua una tendencia
1
basica al crecimiento, como fuerza motivacional de t' oda acci6n hu
mana. Mi tarea es desbloquearla, facilitarla e impulsarla, no dirigirla
·u orientarla. Aunque fui entrenado coma psic6logo clinico en la tarea
de curar la patologia, desde hace mucho tiempo mi trabajo ha estado
encauzado mas bien a desbloquear e impulsar los mecanismos del
crecimiento humano. Entonces, desarrollo humano es para mi liberar
la tendencia basica al crecimiento -tendencia no aprendida e inextin-!/
guible en los organismos humanos y tambien observable en todos los
vivient:es- a traves de una relaci6n interpersonal comprensiva, trans-
1
parente y afectuosa sin condiciones. Desbloquear -dije-, no orientar. 1
Liberado de presiones internas y externas, el organismo humano es\
capaz de crecer en direcciones insospechadas. La orientaci6n, en cam-·
bio, frena el creci1niento, pues genera en la persona orientada las res-.
puestas dadas por el orientador.
Tan importante co1no el desbloqueo de la tendencia autorrealizan
te y pa:rte de esta es la liberaci6n -a traves de la relaci6n
interpersonal de la facultad autodeterminante, esencia misma del ser
humano, no compartida con algun otro ser viviente en la Tierra.
zQUt: ES EL DESARROLLO HUMANO? 43
Al liberar esta tendencia autodeterrninante, me veo a mi rnisrno
coma prornotor del desarrollo hurnano, cuidandorne contra 1ni pro
pia tendencia a dar orientaci6n y direccionalidad al proceso, aun
dandorne cuenta de que en la otra persona rnuchas veces existe la
capacidad de orientarse y dirigirse por si rnisrna. Observo que no
confio en ella, desconfianza que vivo coma una herencia cultural.
Hay alga tambien de protagonismo en mi que quiere responsabili
zarse del crecimiento y desarrollo de los demas, aunque finalrnente
prevalece la parte de mi que confia en que cada persona es capaz de
orientar su propia nave y en que las estrellas que marcan su rurnbo
son para ella mejores guias que mi brujula. Par consiguiente, para
mi
- eldesarrollo humano esta en que dos personas en relaci6n, a
traves de una comunicaci6n interpersonal autentica, se liberen de
condicio
) namientos destructivos.
Pero ique pasa cuando una de las dos partes no quiere, o no sabe
o no puede? Mi hip6tesis es que basta con que una de las dos pueda y
quiera darse a si misrna la libertad de optar, y este dispuesta a crear las
condiciones para que la otra persona use su libre determinaci6n. Este
es el caso de la psicoterapia y del acornpafiarniento personal.
La acci6n autodestructiva u hostil hacia otras personas es para
mi el resultado de una autoestima baja y de un conocirniento propio
lirnitado. Estos dos factores, a su vez, son producto del amor condicio
nado a las expectativas del que lo da, coma tarnbien de otras carencias
arnbientales. Solo se recupera la autoestirna y se amplia el autoconoci
/ ; rniento a traves de otra relaci6n que promueva y facilite el encuentro
/ arnoroso con uno mismo y la opci6n por el unico carnino, unico e
/ irrepetible, que es el propio. Asi, el nucleo esencial del desarrollo hu-
rnano esta en prom.over la ernergencia de las valores genuinos de
cada persona, de cada gnipo y de la sociedad.
iNo esta entonces en la asilnilaci6n de las valores vivenciales del
prornotor o de las valores universales de la salud y el crecirniento?
No, sino en la ernergencia de los valores de la persona, diferente, uni
ca, irrepetible, en una relaci6n que genera libertad a traves del arnor
· incondicional. Estos valores de la persona pueden coincidir del todo,
coincidir en parte o diferir de los valores vividos par el prornotor o de
otras forrnulaciones de las valores universales.
Que el promotor viva intensarnente los valores propios y este en
tusiasrnado por las propias convicciones no es causa, sino unicarnente
condici6n necesaria y suficiente para irnpulsar el surgirniento de las
opciones personales libres. Si yo, coma promotor, ejerzo una influen
cia intencionalrnente sabre la otra persona para que asirnile 1nis pro
pios valores, no estoy prornoviendo su desarrollo, sino haciendola que
44 CAP. 2. ;_QUE ES EL DESARROLLO HUMANO?

repita los mios sin ser ella yo y condenandola a no descubrir que es lo


que en realidad prefiere libremente.
tNo existen, entonces, los valores universales de la salud y el cre
cimiento o, en general, los valores universales? Yo creo que sf, pero
no los conocemos en plenitud. Cada quien los va descubriendo a
medida que va asumiendo la responsabilidad de su propia vida.
iQue entiendo por asumir la responsabilidad de la propia vida?
Responder conscientemente a las propias necesidades, sentimientos,
significados, experiencia, historia, recursos, limitaciones y errores,
asf coma a la calidad de persona diferente, tinica e irrepetible que
cada uno es.
Esta es una formulaci6n personal -la mia- de los valores univer
sales coma lo es de muchos fil6sofos, pensadores (Ortega y Gasset,
1904) y otras personas qlie han asumido la responsabilidad de la pro
pia existencia. Las formulaciones de quienes han sido meros repetido
res inconscientes de los valores de otros -sin asumir los propios- no
han tenido impacto.
Que existan diferentes formulaciones no quiere decir que unas
sean falsas y otras verdaderas, sino que todas representan alguna for
ma de aproxi1naci6n diferente de los valores y, por tanto, son comple
menta.rias.
El desarrollo humano, en consecuencia, esta en la integraci6n de
las diferencias: todos, aparentemente, buscamos la verdad, pero no
todos de la misma manera. Lo importante no es quien tiene la raz6n
y quien debe ser descalificado, sino hacer formulaciones hipoteticas,
humildes, que integradas y enriquecidas par otras diferentes generen
mejores aproximaciones globales a la realidad. Esto es desarrollo
humano.
Desde mi punto de vista, la actitud sintetizadora y humilde del
fil6sofo, del cientifico y de cualquier persona es la apertura que genera
el crecimiento, la evoluci6n y el progreso.
El autoritarismo, la rigidez y la descalificaci6n empobrecen y
matan la vitalidad en las individuos, en las grupos y en los mis1nos
sistemas de pensamiento, coma ha sido el caso del marxismo y el
capitalismo en la actualidad.
La apertura surge por sf misma en atm6sferas de amor no condi
cionado que caracteriza la relaci6n interpersonal en proceso de ma
duraci6n. Todas las investigaciones del ser humano, incluidos sus
descubrimientos generales o particulares, no han sido producto de la
descalificaci6n sino de la busqueda humilde y sintetizadora del que va
aprencliendo a amar incondicionalmente. Ahora bien, si yo vivo inten
sarnente todo lo que estoy diciendo, ino ejerzo una influencia positiva
lQUE ES EL DESARROLLO HUMANO? 45
en otras personas? Claro que si, es inevitable, pero, si soy congruente,
no lo hago para que otros asuman mis valores coma validos para
ellos, sino· para que se aventuren en su propia busqueda. Si otros
asumen libremente mis opciones, porque asf lo deciden, de todos
modos solo podran hacerlo a su modo y manera.
Por la experiencia y la investigaci6n (Rogers, 1954) saberr1os que
la persona puesta en condiciones necesarias y suficientes para su de
sarrollo actua con valores que se parecen a algunas formulaciones de
los valores universales o trascendentales, mas solo se parecen, porque
la perspectiva unica e irrepetible de la persona que opta libremente
siempre aportara sus propias caracterfsticas a esos valores.
z.Que significa crear las condidones externas e internas para la de
cision libre? Sign fica proveer los ambientes ffsicos, psfquicos y
ecol6- gicos indispensables para promover la armonfa de los seres
humanos entre ellos mismos y con la naturaleza. Mas importante aun
es generar las condiciones sociales en las cuales -por la experiencia de
la inves tigaci6n- sabemos que el hombre se desarrolla y crece, es
decir, las atm6sferas sociales de comprensi6n, afecto incondicional y
honradez, que por sf mismas impulsan y facilitan el desarrollo de la
persona. Esto es crear la posibilidad de la opci6n libre.
Ahora que me oigo decir "creando", me viene a la 1nente la pro
puesta teilhardiana sabre la colaboraci6n del hombre con Dias. El
hombre se convirti6 en hombre por la conciencia refleja, es decir, por
la capacidad no solo de percibir la realidad, sino de percibirse a si
mismo percibiendo la realidad. Asi tambien, al percibirse comparando
dos o varias posibilidades, fue capaz de la opci6n libre y al actuar con
libertad, se convirti6 en cocreador del proceso evolutivo del universo
(Teilhard de Chardin, 1955).
Partiendo de aqui, si el acto genuinamente libre es cocreaci6n,
cuanto mas sere1nos cocreadores del universo si al actuar libremente
generamos alrededor de otros la capacidad de optar con libertad y no
solo por el hecho de proveer las condiciones necesarias y suficientes
internas y externas de la acci6n, sino por la realidad de mantener un
acompafiamiento afectivo incondicional, aun cuando la conducta del
otro se aleje de las expectativas del facilitador o las contradiga.
Todas estas formas de entender el desarrollo humano son hip6tesis
validas; por ello estamos frente a un concepto tan rico en contenido
que desaffa perspectivas de analisis y descripciones exclusivistas. Qui
za la unica forma de no entenderlo seria encasillarlo en alguna cate
gorfa excluyente de otras o en un concepto estatico. Esto no significa
que sea ambiguo o impreciso, sino que resiste cualquier intento de
exclusividad.
46 CAP. 2. ;,QUt: ES EL DESARROLLO HUMANO?

Es incuestionable que el concepto tiene un elemento dinamico


esencial. Desarrollo implica cambio y transformaci6n en un proceso
evolut:ivo. El calificativo humano delimita el campo a lo que hace re
ferencia directa, a la mujer o al hombre, o tiene que ver en alguna
forma con la especie humana. Repito, antes de concluir -como apunte
anteriormente-, los departamentos .de Desarrollo Humana en la Uni
versidad Iberoamericana y en el Instituto Tecnol6gico y de Estudios
Superi.ores de Occidente lo han conceptualizado como el estudio de
los dinam.ismos basicos intrapsfquicos e interpersonales que impulsan
la evoluci6n de la persona, asf como el.estudio de las condiciones
sociales y ambientales que favorecen el buen funcionamiento de la
persona y de los grupos de personas en la sociedad. Estos dinamismos
y estas con
diciones han sido el objeto de estudio del desarrollo humano como una .
disciplina cientffica y como una praxis profesional (Orozco et al.,
1991).:j---
Podrfa decirse, en cortclusi6n, que el concepto es muy amplio,
pero no impreciso y que puede aplicarse a cualquier conocimiento
sistematizado y a cualquier acci6n encaminada a promover la salud,
el bienestar y la evoluci6n de la persona humana -individualmente
considerada- de sus grupos y del contexto social donde se desarrolla.

EN UNA PILDORA
Partiendo de los estudios, experiencias, investigaciones y aconte
cimientos narrados, el desarrollo humano podrfa ser descrito como
"el proceso de crecimiento personal de los individuos, los grupos y la
sociedad, motivado por la tendencia al crecimiento que se manifiesta
en todos los organismos vivos". Mas adelante se describe con mayor
detalle este concepto de crecimiento personal. Por el momenta enten
demos como crecimiento personal:
• Cultivo del amor a la vida (biofilia) en todas sus manifestaciones,
fuente de las preferencias saludables (valores).
• Incremento de la conciencia de ser persona unica e irrepetible en
el universo.
• Fomento y consolidaci6n de relaciones interpersonales basadas
en la empatfa, la actitud positiva incondicional y la congruencia.
• Busqueda del dialogo como instrumento privilegiado de la
comunicaci6n.
• Ampliaci6n de la autoestima, es decir, del amor, la valoraci6n
y el aprecio por uno mismo, claves del autoconocimiento, de la
autodeterminaci6n y de las relaciones interpersonales saludables.
EN UNA P[LDORA 47
• Aumento de la libertad emocional, es decir, de la capacidad para
I[ asumir los propios sentimientos, percepciones y significados y
responsabilizarse por ellos.
• Avance en el manejo saludable de la agresividad, para actuar
asertivamente (sin sometimiento ni violencia) en la satisfacci6n
arm6nica e integral de las necesidades.
• Mayor eficiencia, eficacia y satisfacci6n en el trabajo.
• Incremento del interes social o busqueda de la equidad y de la
igualdad de oportunidades para todos.
• Satisfacci6n por el aprendizaje y la expansion de la conciencia.
• Interes genuino por la ecologfa.
• Sentido del humor o capacidad para refrse de todo, aun de lo
mas sagrado, sin perderle el respeto.
• Y englobando todas las caracterfsticas del crecimiento personal,
la busqueda trascendente o espiritual del sentido de la existencia
humana en un universo en evoluci6n.
CAPITULO

3
Orfgenes del desarrollo
huma·no como una discipline
cientffica profesional en Mexico

A mediados de la decada de 1960 la psicologia, como disciplina


cientffica y profesional, estaba floreciente en Mexico. A pesar de las
luchas entre "clfnicos" y "cientfficos", esta disciplina evolucionaba a
traves de la docencia, la practica profesional y la investigaci6n.
Sin embargo, el panora1na de la practica psicoterapeutica ofrecfa al
gunas peculiaridades que me intrigaron al llegar a Mexico, habiendo ter
minado en Estados Unidos un entrenamiento de posgrado en psicologfa
clfnica. En efecto, siendo la psicoterapia una rama de la psicologfa clini
ca, era casi exclusivamente practicada por medicos y psiquiatras con en
trenamiento en psicoanalisis, pero con muy poca o ninguna preparaci6n·
en psicologia. Para acceder a la practica de la psicoterapia, un psic6logo
necesitaba el grado de doctor y los que lo poseian podian contarse con
los dedos de una mano.
Medicos, psiquiatras y psicoanalistas se encargaban de explicar a
los psic6logos los procesos psicoterapeuticos, recordandoles siempre
que la practica de la psicoterapia estaba reservada para ellos. Por otra
parte, E l concepto mismo de psicoterapia estaba ligado al modelo
medi co que pone enfasis en el aspecto curativo de la practica de la
medicina, aunque muchos medicos verbal y conceptualmente
aseveraban que era mas importante la prevenci6n de la enfennedad y la
promoci6n de la salud. El objetivo de la psicoterapia era liberar de las
sintomas psicopa tol6gicos, atacando supuestamente las causas de la
enfermedad.
En cambio, el estudio de los mecanismos de adaptaci6n y superaci6n,
y no se diga el enfasis de la psicologia humanista en la pro1noci6n de la
salud, eran considerados como estrategias psicoterapeuticas de segundo
orden. Crear las condiciones necesarias y suficientes para facilitar e im
pulsar el desarrollo de las personas era cuestionado por ser una estrategia
48
PROPUESTAS BASICAS PARA LA PROMOCl6N 49
simple y ademas conductista, y por tanto descalificable, ya que la unica
practica psicoterapeutica a la que verdaderamente se atribuia seriedad y
profundidad-era el psicoanalisis. Consecuencia de esto era que la practica
de la psicoterapia resultaba elitista, muy cara e inaccesible para la mayo
ria de los mexicanos y, por tanto, tenfa muy poco impacto en la sociedad.
En el ambito de la orientacion educativa predominaban modelos
y estrategias de persuasion, de gufa y de··orientacion con paradigmas
de desarrollo emanados de la filosoffa cognocitivista y constructivista,
o del conductismo, mas que de· hi"practica profesiorial o de la
ii1vesti
gacion edlicativa... Como resultado de esto, los orientadores educativos
eran al mismo tiempo paternalistas e ineficaces.
Lo unico que se consideraba valido para la superacion de Ia·pro
blematica--persoria1 o la psicopatologfa era la psicoterapia; por tanto,
esta se convirtio en un_a especie de panacea o solucion universal, de
tal suer e que la unic.a'":forma seria de afrontar los problemas
personales, emocionales o de conducta era la psicoterapia. Puesto que
el acceso a esta resultaba muy costoso, la salud mental se convirtio
para muchos en objeto de lujo. Ser psicoanalista era casi un tftulo de
nobleza.
En el ambito social se desvinculaba el crecimiento individual. de la
persona del desarrollo colectivo, como si no existiera relaci6n entre ellos.
La misma direccion espiritual, practicada en cfrculos religiosos,
) estaba plagada de elementos de persuasion, de gufa y hasta de mani-
,_ pulacion a traves de la culpa. Resulta interesante que la propuesta es
piritual, emanada de los ejercicios de san Ignacio que son liberadores
eri-1a busqffeda·individual o comunitaria que se da en el campo del
espfritu, se habfa convertido en practicas, consejos, orientaciones y
gufa"si5refabricadas por el que conduda la experiencia.
El model_o psicoterapeutico sociocultural humanista de Erich Fromm
era criticado por los psicoanalistas ortodoxos como menos s6lido, rnenos
profundo, como una derivaci6n desviada de los plantea1nientos freudia-
nos. Fromm entonces radicaba en Cuernavaca e investigaba sobre la psi-
cologfa de los mexicanos, como lo hada tambien Rogelio Diaz Guerrero.
La psicologfa humanista y el enfoque centrado en la persona solo
se conodan en los medios academicos y ponerlos en practica generaba
desconfianza y crfticas de superficialidad.

; ;
PROPUESTAS BASICAS PARA LA PROMOCION
DEL DESARROLLO HUMANO

En este vacfo de modelos, practicas y estrategias promotoras de


la salud personal y en media del elitismo de la practica psicotera-
50 CAP. 3. OR[GENES DEL DESARROLLO HUMANO

peut:ica a la que dificilmente estaban accediendo los psic6logos


sur gieron las propuestas para la promoci6n del desarrollo humano
en Mexico, formuladas en la Universidad Iberoamericana a fines de
los sesenta. Eran propuestas emanadas tanto de la psicologfa
humanista de Abraham Maslow (1963) y del enfoque centrado en la
persona de Carl Rogers (1964), coma tambien de otros
planteamientos humanis tas de la psicologfa y de la antropologfa
evolutiva de Pierre Teilhard de Chardin.
-A continuaci6n se enuncian estas propuestas formuladas en di
versos escenarios por los maestros y estudiantes de posgrado de los
cursos de counseling para psic6logos y no psic6logos que se
ofrecieron en 1 1 Universidad Iberoamericana, con un alto grado ·de
audacia y, afortunadamente, sin medir las consecuencias:
I !' \-:
, I Propuesta numero uno. La psicoterapia, coma una rama de la
1
{ psicologfa clfnica, puede ser practicada unicamente por quienes tienen
\ conocimientos de psicologfa y no necesariamente de medicina o de
psiquiatrfa. De esta propuesta se deduce que el campo de la psicotera
pia d.ebe estar abierto a todos los psic6logos que quieran
especializarse en el.la, asf como a los medicos y otros profesionales
que tengan for maci6n en psicologfa.
Propuesta numero dos. Tanto la psicoterapia como la
orientaci6n, el acompafiamiento personal y la facilitaci6n del
desarrollo huinano son seg1nentos del misrno proceso en el continua
de la salud .emocio nal y mental. Dependiendo del enfasis que se
ponga en la curaci6n o en la promoci6n directa de la salud, seran
descritos como psicoterapia o corno facilitaci6n del desarrollo
humano. ···
Propuesta numero tres. Cualquier forma de promoci6n de la
salud es psicoterapeutica y no necesariamente es practica de la
psicoterapia. Los programas de entrenamiento en desarrollo hurnano
forman faci litadores cuyo trabajo tiene efectos psicoterapeuticos y no
necesaria mente fonnan psicoterapeutas.
Propuesta numero cuatro. La salud esta en la satisfacci6n arm6-
nica e integral de las necesidades de los individuos, los grupos y la
sociedad.
Propuesta numero cinco. La promoci6n de la salud integral
coma una actividad educativa es responsabilidad de todas las
profesiones. De aqui se infiere que la facilitaci6n y promoci6n del
desarrollo hu mano es tambien responsabilidad de todas las_personas y
de todos sus grupos. Es necesario, pues, generar programas para
formar promotores y facilitadores del desarrollo humano en todos los
niveles profesio nales y paraprofesionales. Esta propuesta contiene la
esencia misma
/ PROPUESTAS BASICAS PARA LA PROMOCION 51
/
·/ deldesarrollo humano existencial en Mexico: todo ser humano desde i
todas las vertientes te6ricas y pra.cticas es responsable de la pro:moci6n
/ de su propio crecimiento personal y del de las dema.s,
responsabilidadI
que emana de la misma tendencia natural al crecimiento biopsicoso-'
cial y espiritual, observable en todos las seres humanos. Corresponde
a las profesionales egresados de las maestrfas y doctorados en clesarro llo
humano en psicologia y en educaci6n disefiar y promover diversas
formas de programas en Mexico, para todos los niveles de la sociedad.
Detra.s de estas propuestas esta. la hip6tesis fundamental del en
foque centrado en la persona, derivada de la investigaci6n (Rogers,
1961): Elser humano individualmente considerado, coma sus grupos y
la sociedad en general,· en condiciones interpersonales favorables para
su propio desarrollo, tienden a crecer y evolucionar. Las condiciones
interpersonales favorables son descritas par Rogers (1940) coma la em
pat{a, la congruencia. y la actitud positiva incondicional que han sido
convalidadas en Mexico no s6lo por la practica, sino tambien por la
investigaci6n (Lafarga y Schluter, 2000).
A la luz de estas propuestas sustentadas en la hip6tesis basica del
enfoque centrado en la persona, el desarrollo humano se ha venido
entendiendo en Mexico, desde una perspectiva pluridisciplinar, como
el nucleo de las ciencias de la educaci6n, es decir, el estudio y corw
cimiento .de las mecanismos bdsicos intraps{quicos y ambientales del
crecimiento personal, as{ coma el aprovechamiento de todos los recur
sos en la promoci6n de las valores de la salud y el desarrollo coma una
responsabilidad de todos, pero especialmente de quienes tienen mayor
influencia en las diversos dmbitos de la actividad social.
Otros lo ven coma el "desarrollo humano sustentable" propuesto
por las Naciones Unidas (2000), que integra el desarrollo tecnol6gico
y cientifico con el crecimiento personal, "coraz6n del desarrollo", y la
no discriminaci6n generica y racial.
Algunos lo ven coma el criteria transcultural de la etica, la promo
ci6n del crecimiento personal en los individuos, los grupos y la socie
dad,-es decir, coma fundamento de la etica universal: es bueno lo que
promueve el crecimiento arm6nico e integral de todos. Es malo
aquello que, en alguna forma, lo obstaculiza.
Finalmente, el desarrollo humano se concibe como cualquier for
ma de facilitar y promover la salud, el bienestar y el crecimiento de la
persona en todas sus modalidades y manifestaciones. Entendiendo par
crecimiento personal:

• La evoluci6n del autoconocimiento, la autodeterminaci6n y la


autoestima en las personas, en los grupos y en las comunidades.
52 CAP. 3. OR[GENES DEL DESARROLLO HUMANO

• Las relaciones interpersonales satisfactorias caracterizadas por la


transparencia y la cercania.
• La busqueda del dialogo coma instrumento pi:-ivilegiado de la
comunicaci6n.
• La eficacia en el trabajo, considerado este coma una acc10n
satisfactoria·y no unicamente coma una actividad productiva o
una obligaci6n.
• El interes social caracterizado por la busqueda de la equidad en
los derechos y las obligaciones, y la igualdad de oportunidades
para todos.
• El cuidado de la ecologia y el desarrollo arm6nico universal.
• Yen liltimo termino, englobando todas las caracteristicas anteriores,
la busqueda trascendente o espiritual que responde a la inquietud
humana sabre el sentido de la vida y de todo lo que existe a su
alrededor.

Era de esperarse que propuestas coma estas fueran acogidas con


cuestionamientos y obstaculos, objeciones y rechazos por quienes
creian en la psicoterapia tradicional, tanto del interior de la misma
Universidad Iberoamericana como del exterior, pero al mismo tiempo
con entusiasmo y apertura por parte de los estudiantes de psicologfa,
los estudiantes jesuitas, los maestros de la Ibero y los profesionales del
Centro de Orientaci6n Psicol6gica de la misma universidad.
Fue esencial en el origen del desarrollo humano en Mexico, co1no
un movimiento nuevo, tanto el ent.usiasmo de los estudiantes de psi
colog:fa por ser entrenados en psicoterapia con el enfoque centrado en
la persona, coma el de los estudiantes jesuitas y maestros de la Univer
sidad Iberoamericana por recibir una formaci6n coma educadores que
los capacitara para promover la salud integral y el desarrollo humano
de las personas con quienes estaban en contacto. De estas hip6tesis y
propuestas y de la energfa y talento de los estudiantes y profesores de
la Iberoamericana surgieron el primer programa para entrenamiento
de psic6logos en psicoterapia en Mexico en 1967 y el primer programa
de entrenamiento para no psic6logos en la facilitaci6n y promoci6n del
crecimiento personal en 1968.
El desarrollo humano en Mexico no es lo mismo que el enfoque
centrado en la persona, aunque dicho enfoque sea su columna verte
bral y su estrategia basica, porque el desarrollo humano promueve el
aprovechamiento de los recursos y del potencial humano desde todas
las posiciones ideol6gicas y desde todas las formulaciones te6ricas y
practicas. Considera que aunque las "condiciones" del enfoque
centrado en la persona son el punto de partida, cualquier
instrumento, teorfa o
DESARROLLO HUMANO EN LA UNIVERSIDAD 53
practica ori0entadas a la promoci6n de la salud personal, individual o co
lectivamente considerada es desarrollo humano, entendiendo por salud
-repito- la satisfacci6n arm6nica e integral de las necesidades de todos.
El desarrollo humano en Mexico ha sido un avance en los plan
teamientos del enfoque centrado en la persona de Carl Rogers. Ser
"rogeriano" no es repetir .a Carl Rogers y mucho menos transformarlo
en una ortodoxia, sino trascenderlo y perfeccionarlo, convertirlo en
aprendizaje personal significativo. Ser tu mismo y no una copia de Carl
Rogers, parad6jicamente, es mas cercano a ser "rogeriano".
Finalmente, el origen del desarrollo humano en Mexico no estu vo
en una maestria aprobada por un comite academico, sino fue la
propuesta innovadora en Mexico que ttivo como base los hechos que
acabamos de analizar y que poco a poco se fue transformando en pro
gramas, departamentos, institutos y centros, rio solo en la Universidad
Iberoamericana y en el ITESO,' sino en los 30 estados de la Republica
Mexicana.
2Por que algunos lo llaman existencial? El movimiento por el de
sarrollo humano en Mexico se ha fundamentado en una filosofia fe
nomenol6gica existencial, que pone enfasis en la percepci6n subjetiva
y limitada de la realidad. Tiene como trasfondo la fenomenologia de
Husserl (Ziri6n, A., 1997): No conocemos las esencias de las cosas
sino el fen6meno, su apariencia, diferente para cada una de qui.enes la
perciben. Existencial, porque sus hip6tesis acentuan la importancia de
los sentirnientos al mismo nivel o mayor que los sign1ficados, la nece
sidad de partir del "aquf y ahora" para entender la experiencia humana
en su complejidad y totalidad, y coinciden asf con las formulaciones
de Kierkegaard (Guerrero, 2004) y Heidegger (Romero, 2000) sabre el
concepto de existencia.

DESARROLLO HUMANO EN LA
UNIVERSIDAD NACIONAL AiJTONOMA
DE MEXICO (UNAM)

Como secuela de una conferencia titulada "2Es posible una


psicolo gia no humanista? ", junto con mi equipo recibimos una
invitaci6n de un grupo de profesores de la licenciatura de la UNAM de
la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala (FESI) para formular el
plan de estu
dios destinado a un programa de formaci6n de 440 horas en psicotera
pia centrada en la persona, que despues se convirti6 en un diplomado.
Sabre el modelo que habiamos disefiado para la Universidad Ibe
roamericana integramos el programa a la medida de las necesidades de
54 CAP. 3. OR[GENES DEL DESARROLLO HUMANO

los estudiantes de Iztacala. Quien iba a pensar que en el campus de Iz


tacala de la UNAM donde floreci6 por muchos afios lo mas selecto del
conductismo en Mexico, surgiria el tercer programa de entrenamiento

"r
en psicoterapia humanista. ·
En efecto, Gabriela Delgado, Leticia Maldonado, Maria Elena
Mar tinez y Roque Olivares fueron el 1notor que puso en marcha una
J loco motora que arrastr6 innumerables pasajeros por las experiencias
de un diplomado pensado especialmente para psicologos, como un
programa de entrena1niento en psicoterapia. Ha formado ya 10
generaciones de psicoterapeutas humanistas cuyo alcance se ha hecho
sentir en un am bito de la Republica tan lejano como el noroccidente
de Mexico.
El entrenamiento de los estudiantes de Iztacala en el enfoque cen
trado en la persona tiene como.fundamento y caracterfstica especffica
una solida metodologia experimental aprendida en la licenciatura. Ac
tualmente en la FES-Iztacala existen cinco diplomados de corte huma
nista que se imparten a traves de Extension Universitaria, Formacion
de Psicoterapeutas desde el Enfoque Centrado en la Persona (ECP),
Formacion de Terapeutas de Juego con el Enfoque Centrado en el
Nino (ambos para psicologos), Formacion de Promotores del
Desarrollo Hu mana, Psicoterapia Gestalt y sus Alternativas
Corporales y Educacion y Proceso Transpersonal (los tres ultimas para
diferentes profesiones). Los alumnos de la licenciatura en psicologia
de la FES-Iztacala se forman coma promotores del desarrollo humano
durante un semestre y despues ponen en practica lo aprendido
colaborando en el Proyecto de Promocion del Desarrollo Personal y
Profesional (PDP) que se vie ne ofreciendo desde 2000 hasta la fecha
y tiene validez como servicio social para los estudiantes. Este proyecto
tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de la comunidad de la
FES-Iztacala para incrementar su rendimiento. Las estrategias de
trabajo del proyecto son difusion y sensibilizacion, que ofrece un
espacio que facilite la reflexion y el autoconocimiento a traves de
actividades vivenciales de desarrollo hu mano; microtalleres de
desarrollo personal, en los cuales se imparte un microtaller de cuatro
horas a todos los estudiantes de 2o. semestre de todas las carreras de
Iztacala; talleres de desarrollo humano, con duracion de 16 horas,
para todos los estudiantes de la FES interesados en su desarrollo
personal; finalmente, orientacion individual coma un servicio para los
estudiantes que lo soliciten. Este proyecto esta a cargo de las
profesoras Gabriela Delgado, Maria Elena Martinez, Gisel Lopez
y Kenia Porras.
Cada afio se organiza -en un recinto especial- un evento en el que
alternan las conferencias, la mesa redonda y, sabre todo, los talleres
y las experiencias del grupo de crecimient6 para toda la poblacion
LA ASOCIACION DE DESARROLLO HUMANO 55
de la escuela. Actualmente la carrera de psicologia de la FES-Iztacala
esta trabajando en un nuevo plan curricular que iniciara en 2013. Es
importante sefialar que en el se contempla fonnar a los psic6logos de
Iztacala en desarrollo humano existencial humanista, desde el primero
hasta el octavo semestre de la carrera, lo cual es un gran logro des
pues de 29 afios de estar trabajando con este enfoque de la psicologia
de manera extracurricular. Actualmente se reconoce la importancia de
formar a los estudiantes de·la FES-Iztacala en desarrollo humano
junto con otros enfoques de la psicologia.
Se ha organizado un coloquio de investigacion a nivel nacional en
el que se presentaron trabajos de investigaci6n que sirven de base a
las tesis de la licenciatura. Finalmente Gabriela Delgado, profesora in
vestigadora de la FES-Iztacala, ha sido elegida presidenta del Instituto
Nacional de Investigaci6n en Desarrollo Humano.

LA ASOCIACION DE DESARROLLO
HUMANO (ADEHUM)

Precisamente ahora, cuando los programas, departamentos, ins


titutos y centros proliferan por toda la Republica, sentimos todos la
necesidad de integrarnos sin perder cada uno su propia individualidad.
Nos dimos cuenta de que podiamos hacer mejor juntos lo que hacfa
mos cada un6 por separado. Nos convencimos de queen la union esta
ba la fuerza y de que en la suma esta el principio de la multiplicacion.
Surgio entonces la Asociacion de Desarrollo Humano como la flor, la
cosecha y la corona del movimiento promotor del desarrollo humano
en ·Mexico. ADEHUM, en efecto, es la institucionalizacion de un mo
vimiento que crece y que se proyecta congruente consigo mis1no. Es
el punto de confluencia y de identificacion de universidades, depar
tamentos, centros e institutos diferentes. Es la plataforma plural del
dialogo entre nosotros y con otras corrientes e instituciones. Es, final
mente, la aspiracion hecha realidad de muchos afios de busqueda de la
unidad en la diversidad. Esta asociacion tiene como mision representar
y difundir el desarrollo humano como una filosoffa que promueve los
valores de la vida y la calidad de esta, asf como la superacion
personal, a traves de una asciciaci6n de facilitadores profesionales del
desarrollo humano.
Su vision es llegar a ser -por un proceso de autoexploracion
cons tante- una organizacion representativa, s6lida, activa,
·profesional y sustentable en el ambito del desarrollo humano a
nivel nacional, asi como reconocida internacionalmente por su
caracter de apertura· y
. 56 CAP. 3. OR[GENES DEL DESARROLLO HUMANO

apoyo mutuo. ADEHUM esta Hamada a trascender todos los


proyectos especfficos de universidades, centros e institutos para
convertirse en una hip6tesis nacional que proporcione los elementos
te6ricos y prac ticos para promover en Mexico una cultura del
desarroHo humano. Es decir, una sociedad con oportunidades para
todos, independientemen te de raza, sexo, credo religioso, forma de
pensar y estatus socioeco n6mico, una educaci6n que incluya
sentimientos, afectos, actitudes y valores; una relaci6n entre los
mexicanos basada en el respeto y la transparencia; una salud publica y
un bien comun entendidos como la protecci6n y ejercicio de los
derechos humanos en los ambitos indivi dual, familiar, grupal, laboral
y social; una utopia Hamada a sefialar el rumbo del crecimiento del
pafs.

INSTlTUTO NACIONAL DE INVESTIGACION


JEN DESARROLLO HUMANO (INIDH)

Con el prop6sito de fundamentar en Mexico la practica del desa


rroHo humano en un cuerpo de investigaciones pertinentes y aprove
chando la ya realizada en Mexico, especialmente por los candidatos a
maestria y doctorado en diversas universidades e institutos, se fund6
en el afio 2008 el Instituto Nacional de Investigaci6n en DesarroHo
Humana, asociaci6n de especialistas que tiene por objeto impulsar,
fortalecer y difundir la investigaci6n sobre los factores internos y ex
ternos del crecimiento personal. Estos factores fueron sefialados como
el objeto de estudio del desarroHo humano, a nivel individual, grupal
y social (1993).
Tiene como funciones clasificar y sistematizar la investigaci6n en
desarrollo humano existente en Mexico (2009), establecer las lfneas
prioritarias de la investigaci6n y generar conocimiento de vanguardia
para atender la realidad del pafs; colaborar directa o indirectamente
como asesores o directores de tesis; asesorar espedficamente sobre la
metodologfa y tecnologfas propias del desarrollo humano y difundir
sus trabajos sabre teoria, practica e investigaci6n.
Para el ejercicio de sus funciones, el instituto fue constituido por
un grupo de 30 doctores en desarrollo humano o en psicologia, mas
el coordinador ejecutivo de la Asociaci6n Nacional de Desarrollo Hu-
1nano y el coordinador de la maestrfa en Desarrollo Humana de la
Universidad Iberoamericana en Mexico, quienes ya habian venido tra
bajando en la planeaci6n y estructuraci6n de sus actividades. Hasta el
momenta se ban publicado sus trabajos en los Cuadernos de Difusi6n
del INIDH: En su primer numero ofrece mas de 300 investigaciones en
CENTRO PARA EL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD 57
desarrollo humano (en su mayor parte tesis de maestria y doctorado)
llevadas a cabo en Mexico (2009). Tambien han sido publicados en la
revista Prometeo, 6rgano de difusi6n oficial de la Asociaci6n
Nacional de Desarrollo Humano.

CENTRO PARA EL DESARROLLO


DE LA COMUNIDAD (CDC)

El Centro para el Desarrollo de la Comunidad, A. C. (CDC) lleva


trabajando 25 afios. Se cre6 en la Universidad Iberoamericana, Santa
Fe, producto de la inquietud de un grupo de maestros y alum.nos por
aplicar a la poblaci6n de esta zona, con muchas carencias, pero tam
bien con enormes posibilidades, el desarrollo humano comunitario.
En efecto, del estudio exhaustivo del proceso de crecimiento
perso nal en las comunidades, pero sobre todo de la practica de
estudiantes y maestros comprometidos con el desarrollo de
comunidades aut6no mas se disefi6 una instituci6n cuya importancia
no ha estado tanto en lo queen estos momentos estan realizando (que
es muy considerable), sino en el impacto del modelo que se esta
desarrollando y perfeccio- nando. ·
Hasta el momenta se han atendido 177 245 usuarios y se trabaja
anualmente con mas de 200 escuelas publicas en las que se irnpulsan
programas de desarrollo humano con nifios, adolescentes y adultos
(padres de familia y maestros). Lo caracteristico de estos programas es
que estan formando comunidades independientes capaces de proveer
-en un futuro no lejano- los servicios comunitarios por mierr1bros de
la propia comunidad.
El centro cuenta con una mesa directiva competente y muy eficaz,
y un patronato que obtiene fondos de los corporativos de Santa Fe para
su operaci6n y para la formaci6n de un patrimonio. Con la experiencia
de_los actuales maestros y facilitadores del desarrollo humano, el
CDC ha alcanzado niveles muy altos de competencia en su campo.
Hasta el momenta ha tenido dos directores: Pablo Moch y Ricar do
Serrano. El primero puso las bases para el trabajo comunitario en
Santa Fe, y el segundo ha disefiado y trabajado en todas las areas
de competencia del centro. El logro mas importante del CDC ha sido
la formaci6n de promotores comunitarios que tienen como finalidad
proporcionar los mismos servicios que estamos dando los maestros y
alumnos de la Ibero desde la fundaci6n del centro. En efecto, quisiera
mos que la misma comunidad to1narala estafeta y se hiciera responsa
ble del trabajo comunitario.
58 CAP. 3. ORfGENES DEL DESARROLLO HUMANO

En estos 25 afios de experiencia hemos aprendido mucho y esta


mos list:os para tomar de la, experiencia los elementos que hagan del
centro un punto de referenda para el trabajo comunitario.1

PROMETEO, REVISTA MEXICANA


DE PSICOLOGIA HUMANISTA
Y DESi RROLLO HUMANO

Con 20 afios de publicaci6n continua Prometeo, revista mexicana


de psicologia humanista y desarrollo humano, fue la primera en su
genero. Tuvo como editores a los mas distinguidos representantes de
esta nueva disciplina y ha servido como aglutinador e inspirador de
los distintos grupos que trabajan en desarrollo humano. Aunque es
monogra.fica en su presentaci6n, cada numero publica otros temas y
herramientas de especial interes para el acompafiamiento personal, la
educaci6n y las relaciones interpersonales.
Con una amplia gama de colaboradores ha cubierto temas como:
la muerte, el silencio, las mascaras, el arte, agresividad y violencia, la
paz, los puentes, la sexualidad, la comunidad, los grupos, la sombra,
el cambio y el respeto por las diferencias, entre muchos otros. Tiene
co1no objetivo proporcionar una plataforma a todos aquellos que de
seen cornpartir su experiencia en alguna de las areas significativas del
cmnport:amiento huniano. Es una revista trimestral que se ha venido
publicando peri6dicamente desde 1992 y ha producido 62 numeros
con temas de interes para el publico en general, pero en especial para
los facilitadores y promotores del desarrollo humano.

CONCLUSION

Mexico se va aproximando a la modernidad a traves de un proceso


hist6rico tan doloroso como su propio surgimiento. Los cambios en
lo politico, lo econ6mico, lo educativo, lo social y aun lo religioso -a
pesar de las crisis de violencia por las que atravesamos en la lucha
contra el crimen organizado- generan en muchos esperanza. Mexico,
por su juventud; abundancia de recursos ·y por la diversidad de sus
experiencias hist6ricas, tal vez este siendo llamado a ocupar un lugar
privilegiado en la comunidad de las naciones del siglo xx1. Muy
pronto

1
El desarrollo humano comunitario con enfoque humanista puede apreciarse en trabajos
como los de Gomez del Campo (2011), Quintanilla, Sanchez Quintanar, Ricardo Serrano et al.
CONCLUSl6N 59
China se convertira en la primera potencia del mundo y no par su
ideo logia, sino par sus avances sociales, tecnol6gicos y su fuerza
laboral. Mexico estara cada vez mas vinculado a este pais.
Las ideologias en general han perdido credibilidad. El marxismo,
por su rigidez, autoritarismo y desvinculaci6n con la praxis hist6rica,
se ha desmoronado. Por otra parte, el neoliberalismo no ofrece estra
tegias satisfactorias para la busqueda de un orden internacional mas
justo. En su seno, los paises del primer mundo yen general todos los
paises son victimas de la competitividad y el endeudamiento ilicito en
la busqueda febril de la prosperidad material. Ambas corrientes ideo-
16gicas han generado una creciente opresi6n del debil por el fuerte en
la competencia econ6mica y politica por el poder.
En estas circunstancias hist6ricas, el desarrollo humano en Mexico
-coma disciplina cientifica y coma praxis profesional- ofrece una apor
taci6n insustituible para la reconstrucci6n de la sociedad. En efecto,
un grupo de hombres y mujeres, en todo el pais, con la chispa de la
utopia en la mente y el impulso de la vida en el coraz6n, trabajamos
directamente, coma expresi6n de anhelos de la gran masa, por la hu
manizaci6n de la comunicaci6n y de las relaciones interpersonales, par
la integraci6n de las disciplinas cientificas y tecnol6gicas al servicio
del hombre, por una medicina que entrelace el fen6meno fisiol6gico
con el psiquico y este abierta a todas sus modalidades (home6pata,
quiroprac tica, acupuntura y la llamada medicina alternativa), por una
psicologia y una practica psicoterapeutica al servicio de la promoci6n
hurnana de todos los mexicanos. En suma, por un orden nacional en el
que todos los grupos y personas diferentes tengan cabida, se frenen los
procesos de polarizaci6n social y econ6mica, y la fuerza del Estado
este enfocada en coordinar la responsabilidad politica asumida por la
sociedad civil.
Trabajamos directamente para dar a la investigaci6n, la docen
cia de todas las disciplinas y la difusi6n, un "para que" directamente
vinculado con la promoci6n humana. Par una pastoral al servicio de\
la liberaci6n del autoritarismo, de la discriminaci6n y de la rigidez ha- 1
cia la responsabilizaci6n creativa de los laicos en todas las religiones, )
coma agentes directos de la salud y vitalidad de las iglesias. Como/
parte de un movimiento humanista de·dimensiones mundiales, "la(
Conspiraci6n de Acuario", en palabras de Marilyn F rgus n (1983):\d
I .a:l_ Lt ,. ;,L-el-:J
2El lector interesado en profundizar sobre los aspectos personales y sociales de lo que se trata
en los capftulos 3, 4 y 6 de esta obra puede consultar A. E. Quintanilla, L. Garcia Muriel. J.
Gomez del Campo, L. Aceves, L. Quintanilla, L. Illanes, Juan Lafarga, Un sembrador de
esperanza, Artes Graficas e Integradas, Monterrey N. L., (2005). Tambien puede consultar los
numeros de la revista Prometeo, revista mexicana de psicologfa humanista y desarrollo humano,
dedicados a Carl Rogers y Juan Lafarga, respectivamente.
60 CAP. 3. OR[GENES DEL DESARROLLO HUMANO

Los promotbres del desarrollo humano estan llamados a transitar el


siglo xx1 fermentando las procesos de liberaci6n de las individuos, las
grupos y la sociedad desde todas las perspectivas del conocimiento y de
la acci6n, pero no desde la imposici6n o la violencia, sino desde el poder
interior de cada persona, fermento que empieza por asumir las propios
recursos y limitaciones, sentimientos y significados, y termina en la op ci6n
libre y responsable par la ampliaci6n de la conciencia, el crecimiento de la
persona y la evoluci6n social.
CAPITULO

4
Contexto hist6rico del
enfoQ_ue centrado en la
persona
(originado en la pr6ctica profesional
y en la investigaci6n)

El enfoque centrado en la persona es la colu1nna vertebral del


de sarrollo humano. Mas alla de la metafora, es el conjunto de teorfa,
investigaci6n y practica propuestos por Carl Rogers (1951) para
ejercer la psicoterapia y el acompafiamiento personal, avanzar en el
ambito educativo y fortalecer las relaciones interpersonales.
Apareci6 coma una practica psicoterapeutica sistematizada en los
primeros afios de la decada de 1940. Carl Rogers, formulador y figura
central del enfoque, lleg6 a la Universidad Estatal de Ohio tras haber
ejercido la psicoterapia durante mas de 12 afios eri la clinica comuni
taria de Rochester, Nueva York.
Durante el periodo 1930-1940 estuve desarrollando una tecnica de traba
jo con personas, influido por mi entreriamiento freudiano en el Instituto de
Psicoterapia Infantil, par mi experiencia con nifios y adultos, par la influen cia
del pensamiento rankiano con el que habia estado en contacto gracias a
algunos compafieros que lo habian estudiado en la Escuela de Trabajo Social
de Filadelfia, y par las disertaciones con los miembros de mi propio equipo.
No obstante, pensaba que, aunque consciente de que estaba desarrollando
mi propio sistema de trabajo... seguia basicamente una corriente psicotera
peutica importante, pero no diferente de la que seguian otros (Rogers, 1974).

Su sorpresa fue mayuscula cuando, a su llegada a la Universidad


de Ohio, los estudiantes de posgrado lo consideraron un innovador,
lo cual atribuy6 al reducido contacto que estos habfan tenido con la ·
practica clinica. A la cabeza de este grupo de estudiantes, intelectual
mente inquietos y muy influidos por la tendencia a la verificaci6n
(caracteristica de la psicologfa norteamericana), Rogers emprendi6 un
61
62 CAP. 4. CONTEXTO HIST6RICO

minucioso trabajo de practica psicoterapeutica seguida por el analisis


de las grabaciones de las consultas, para identificar las constantes que
facilitaban el proceso de crecimiento en las personas que acudian a
recibir ayuda psicoterapeutica. Con base en dichos analisis y en los
datos y observaciones emanados de su practica clinica anterior, Rogers
escribi6 un documento titulado "Conceptos nuevos en psicoterapia"
(1940), que fue leido ante el capitulo de PSI-GI en la Universidad de
Minnesota en diciembre de 1940.
Rogers (1974) describe candida y dramaticamente el nacin1iento
del enfoque psicoterapeutico centrado en la persona. Mientras -segtin
el- solo describia y analizaba las nuevas corrientes, con la tinica dife
rencia. de haber deriva.do sus hip6tesis no de inferencias te6ricas sino
de·datos observables, suscit6 un furor de critica, alabanza, ataque y
entusiasmo para los cuales no estaba preparado, y pens6 que habia
creado algo "realmente nuevo". A partir de ese mo1nento, Rogers em
prendi6 una etapa de reformulaci6n de hip6tesis, practica clfnica y
verificaci6n cientffica, en forma independiente. Estas hip6tesis apare
cen analizadas y formuladas sistematica1nente en el segundo capftulo
de su libro Counseling and Psychotherapy (1942). En forma sintetica,
estas hip6tesis podrfan formularse de la siguiente 1nanera:
a) El proceso psicoterapeutico esta fundq.mentalmente motivado
por el impulso de la persona hacia el crecimiento, la salud y la
adaptaci6n. La psicoterapia consiste en liberar a la persona de
los elementos que obstaculizan su desarrollo normal.
b) Este proceso esta mas vinculado con la expresi6n y clarificaci6n
de los sentin1ientos que con la comprensi6n intelectual de la
experiencia.
c) La comprensi6n de las circunstancias del presente inmediato de
la persona es 1nas in1portante que su pasado.
J d) La experiencia de la relaci6n terapeutica -y no la conceptualiza-
ci6n de esta- es el elemento determinante del crecimiento en el
proceso psicoterapeutico.

Para la presentaci6n de las hip6tesis y los trabajos de investigaci6n


de este enfoque aprovechare la division en cuatro fases o periodos su
gerida por Schlien y Zinring (1970):

PRIMER PERIODO.

Durante este periodo, que abarca aproxiinadamente de 1940 a 1945,


tanto las hip6tesis derivadas de la practica coma sus verificaciones se
PRIMER PERIODO 63
concentraron en las variables del proceso psicoterapeutico operantes
en la persona que recibia ayuda. El paradigma utilizado para formular
las hip6tesis en forma operacional fue el siguiente: si la persona que
! 1 recibe ayuda siente la necesidad de recibirla, tiene una int Hgencia mi
( l nima suficiente y no esta rodeada de un ambiente totalmente adverso;
· si el terapeuta actua como facilitador de la expresi6n y no interviene
directamente, y si entre ambos se establece una relaci6n saludable,
entonces la petsona que recibe ayuda:_

a) Sentira una creciente aceptaci6n de sus expresiones y n1anifes


taciones de sentimientos como propios.
b) Reconocera y aceptara la imagen que se forma gradualm.ente de
sf misma.
c) Tomara decisiones mas responsables.
d) Adquirira un conocimiento mas profundo de sf misma.
e) Crecera hacia la independencia personal.

-El analisis y trabajo de verificaci6n de estas hip6tesis se hizo con


base en las transcripciones completas de procesos psicoterapeuticos y
los datos empfricos obtenidos en las entrevistas (Hart, 1970). Rogers
(1942) escribe a prop6sito de estos datos:

El progreso cientifico de la psicoterapia solo es posible si contamos


con los datos adecuados y hacemos una investigaci6n sistematica de
estos. Hasta el presente no hemos contado con ellos. Las presentacio
nes de las entrevistas han sido de segunda mano, muy incompletas e
influidas, hasta un grado desconocido, por los prejuicios te6ricos de los
entrevistadores.

Como se indic6 anteriormente, en la investigaci6n se analiz6 el


proceso en la persona que recibia ayuda. La unica caracterfstica del te
rapeuta que se tuvo en cuenta en este primer periodo fue su capacidad
para establecer una relaci6n personal satisfactoria con la persona que i
recibia ayuda, a fin de facilitar la manifestaci6n del potencial de esta y 1,
·evitar toda forma de intervenci6n directa, circunstancias mfnirnas para
hacer posible el proceso. En el primer volumen publicado por Rogers
en 1942 aparece una formulaci6n completa de las conclusiones de es
tos analisis, a la que se aludi6 anterionnente.
Es importante constatar que las hip6tesis formuladas y verificadas
durante este primer periodo, aunque parecen planteamientos existen
cialistas, no lo son. Esta posici6n filos6fica subyacente no :fue una
postura previa a la practica psicoterapeutica y a su verificaci6n, sino
concomitante o posterior a estas. El sistema te6rico emanado de tales
64 CAP. 4. CONTEXTO HIST6RICO

hip6tesis basicas se conoci6 coma "psicoterapia no directiva", apela


ci6n congruente con el enfasis en las condiciones o circunstancias de
la persona que recibia ayuda y el conocimiento que se tenia entonces
de la participaci6n no directiva del terapeuta.
El empirismo de este primer periodo del desarrollo de la teoria
psicoterapeutica centrada en la persona seria responsable -desde en
tonces y a traves de las siguientes etapas-•de la apertura y la carencia
de dogmatismo que caracterizaran este enfoque.

SEGUNDO PERIODO

El segundo periodo, que se extiende aproximadamente de 1946


a 1953, estuvo orientado por una interrogante de suma importancia
que dejaron sin respuesta los primeros estudios: ten que consistia la
participaci6n del psicoterapeuta en el proceso? Esto no significa que la
actividad de aquel no hubiese sido descrita como ingrediente de pri-
1nera importancia en el proceso psicoterapeutico. Durante la primera =A)
fase de maduraci6n del enfoque, Rogers (1942), con base en su amplia
experiencia psicoterapeutica y la de sus compafieros y colaboradores,
ya habfa descrito ampliamente la empatia y la actitud positiva incondi-·
cional hacia la persona que recibe ayuda, pero los estudios de investi
gaci6n no habian considerado esas variables, y las hip6tesis derivadas
de la practica clinica sobre conductas especificas en el psicoterapeuta
aun no se verificaban.
Este enfoque se describi6 cmno "no directivo" durante la primera
fase, por lo cual dicha descripci6n negativa, mas que aclarar, oscureci6
(aun·en tenninos solo practicos) la participaci6n del psicoterapeuta en
el proceso. tCual era entonces su participaci6n coma agente activo de
cambio? zQue lo distinguia del psicoterapeuta con otras orientaciones?
Responder a estas preguntas de 1nanera consistente con formulaciones
hipoteticas verificables fue de trascendental importancia durante este
periodo.
Se podria decir que cuando apareci6 el libro de Rogers sabre la
psicoterapia centrada en el cliente (1951), el ambiente profesional en
Estados Unidos de A1nerica estaba esperandolo. A pesar de las dudas
del autor y del editor, la obra tuvo una demanda excepcional, que si
gue teniendo en la actualidad.
Los psic6logos clinicos y los orientadores en general no habian
encontrado en la metodologia psicoanalitica un instrumento apropiado
para satisfacer las necesidades de su clientela. Como en otros lugares,
en Estados Unidos de A1nerica los psicoanalistas formaron un bloque
SEGUNDO PERIODO 65
medico. que excluia de manera sistematica a quienes no tenian esta
profesi6n. Un psicoterapeuta podia practicar la psicoterapia psicoana
liticamente orientada, pero sin llegar a ser un psicoanalista; el psico
terapeuta seguia siendo un laico, un practicante de segunda categoria.
Por otra parte, los metodos directivos psicoterapeuticos -otra alterna
tiva para los psic6logos- carecian de exito y, por tanto, de incentivos.
Proporcionar informaci6n a la gente sabre sus sinto1nas y sobre c6mo
resolver su problematica interna parecia no tener efectos saludables
duraderos.
En este contexto era facil prever que los psic6logos norteamerica
nos acogieran favorablemente -y aun con entusiasmo- un cuerpo de
teoria y de investigaci6n propuesto y verificado en el ambiente aca
demico de las universidadt;s, que resaltaba las relaciones interpersona
les de ayuda y no consideraba tanto el modelo medico de los analistas
como otros modelos directivos.
El entusiasmo por el nuevo enfoque prevaleci6, a pesar de que
algunos conceptos no directivos coma "permisividad", "clarifica.ci6n",
"comprensi6n profunda", etc., todavia no se precisaban en la practica,
por lo cual se formulaban mediante ejemplos tomados de entrevis
tas clfnicas, sin una integraci6n sistematica. Por otra pa.rte, el nombre
poco apropiado de "psicoterapia no directiva" identificaba a quienes la
practicaban mas por lo que no hadan que por lo que hacian.
Durante el primer periodo estaba totalmente descartado hacer in
terpretaciones, indicar directivas, expresar opiniones o sentim'ientos,
ofrecer planes y otras estrategias semejantes; habia que favorecer el
impulso autoiniciado y autodirigido de la persona hacia el
crecin1iento, la salud y la adaptaci6n. Pero el enfasis en las negaciones
obstaculizaba la participaci6n activa y positiva de los psicoterapeutas
(Hart, 1970).
En gran parte, la impresi6n de aparente pasividad y falta de inicia
tiva en este enfoque -que muchos profesionales de otras orientaciones
conservan hasta la fecha- se debi6 a estas primeras formulaciones que
no proporcionaron una descripci6n sistematica de la participaci6n del
psicoterapeuta en el proceso. Durante el segundo periodo, los estudios
s·e orientaron a proporcionar una formulaci6n mas completa de todo el
proceso, en la cual se incluy6, en forma mas explicita, la participaci6n
del terapeuta.
En 1945 Snyder realiz6 un estudio en e] que analizaba el contenido
de las intervenciones del psicoterapeuta sobre la persona que recibe
ayuda. Este estudio fue repetido por See1nan en 1949, quien encontr6
que a partir de las primeras entrevistas, el 1novimiento hacia una ma
yor comprensi6n de la persona por sf misma y una mayor actividad en
la planeaci6n de la expresi6n de sentimientos positivos que seguia a la
66 CAP. 4. CONTEXTO HISTORICO

manifestacion de los negativos se apreciaba mas claramente cuando el


terapeuta tenia una actitud e1npatica y una actitud positiva incondicio
nal, rnanifestadas en frases que no solo reflejaban los sentimientos y
los contenidos, sino que tambien trasmitian las actitudes de compren
sion e incondicionalidad.
En 1951 Bergman planteo la interaccion entre el psicoterapeuta y
la persona que recibe ayuda en las mismas categorias que Snyder y
Seeman, pero no se limito a tabular proporciones de conductas del psi
coterapeuta y de la otra persona, sino que demostro que sus actitudes
propiamente contribuian a las reacciones de crecimiento de la persona
en el proceso psiGoterapeutico. Bergman concluyo que, despues de las
intervenciones estructuradoras o interpretativas del terapeuta, se pro
duda en la persona que recibia ayuda un abandono de la exploracion
en la experiencia del yo, mientras que la clarificacion empatica del
sentirr1iento generaba una continuada exploracion de la experiencia y
la adquisicion de una 1nas profunda comprension de sf misma.
. Lo mas importante de este segundo periodo, en cuanto a la practica
psicoterapeutica centrada en la persona, es el esfuerzo de los psicotera
peutas para responder no solo al sentimiento sino tambien al
"significa do afectivo", y no al significado semantico, de las
expresiones de la otra persona. Las reacciones superficiales de
"reflejo" de los sentimientos y del contenido, con frecuencia
caracteristicas de la clarificacion no di rectiva, fueron sustituidas por la
trasmision verbal de una comprension mas profunda del significado
afectivo en la comunicacion de la persona que recibia ayuda.
Esta reflexion, en la cual se acepta de manera implfcita el con
tenido afectivo de la comunicacion, se descubrio en lo·s estudios de
investigacion de este periodo y estaba directamente relacionada con la
reorganizacion y reintegracion de la propia experiencia de la persona
que recibia ayuda. Dicha actitud basica del psicoterapeuta tenia coma
objetivo eliminar las fuentes de amenaza que en la relaci6n impidie ran
una captaci6n mas amplia y profunda de la propia experiencia de la
persona. Raskin (citado por Rogers, 1951) describe la participaci6n
reforrr1ulada del psicoterapeuta en este periodo:

La participaci6n del psicoterapeuta se puede describir como un es tar


experimentando con la otra persona los sentimientos expresados. El
psicoterapeuta realiza un esfuerzo maximo por meterse bajo la piel de la
persona con quien se comunica e intenta vivir com_osuyas lasactitudes
expresadas, en lugar de observarlas desde fuera, a fin de captar los ma
tices mas delicados y cambiantes de la expresi6n; en una palabra, trata
de absorberse por completo en la experiencia de la otra persona... En la
lucha por conseguir esta captaci6n de las actitudes de la otra persona, el
SEGUNDO PERIODO 67
psicoterapeuta no puede formular diagn6sticos ni interferir en el proceso
(Rogers, 1951).

Al final de este periodo, con base en las hip6tesis emanadas de la


practica clfnica y las investigaciones realizadas hasta la fecha, Rogers
formul6 una teoria "fenomenol6gica" de la personalidad, que apare ci6
en forma inconclusa en 1947 con el titulo "Algunas observaciones
sobre la organizaci6n de la personalidad", y en forma completa en
19S1 como un capftulo titulado "Una teoria de la personalidad y de la
conducta", en Psicoterapia centrada en el cliente.
· A raiz de estas aseveraciones fueron formuladas las siguientes hi
p6tesis sistematizadas en un cuerpo de teoria, por distintos investiga
dores para su verificaci6n (Shlien y Zimring, 1970):

a) Si la persona logra una mejor organizaci6n perceptual de la


ima gen de sf misma, su.conducta cambiara.
b) Si existen necesidades insatisfechas en la persona, el
o.rganismo buscara una satisfacci6n.
c) Si la persona experimenta amenazas externas o internas, super
cepci6n y su conducta seran rfgidas.
d) Si disminuyen dichas amenazas, la percepci6n y la conducta de
la persona estaran mas abiertas a su propia experiencia.
e) Las percepciones de la persona que contribuyen a aumentar la
estima de sf misma o la satisfacci6n consigo misma seran clara
mente captadas, aceptadas e incorporadas.
f) Las percepciones que producen desestima de sf misma o insa
tisfacci6n consigo misma seran negadas, distorsionadas o igno
radas.
g) Las percepciones que sean congruentes con la experiencia pro
duciran bienestar psfquico.
h) Las percepciones que no sean congruentes con la experiencia
produciran malestar psfquico.
i) A mayor bienestar psiquico, mayor aceptaci6n de los dem,is.

Las investigaciones realizadas en este segundo periodo se pueden


clasificar en dos grupos. El primero toma en cuenta aspectos molecu
. lares de las hip6tesis anteriores y el segundo se enfoca a los resultados
del proceso psicoterapeutico.
Con datos del primer grupo, Sheerer (1949) disefi6 una escala de
categorias para medir la aceptaci6n de uno mismo y de los demas. Los
jueces que analizaron las grabaciones calificaron, con base en dicha
escala, las participaciones de las personas que recibian ayuda, para
68 CAP. 4. CONTEXTO HISTORICO

medir el aumento o la dismiriuci6n de la aceptaci6n de ellas mismas y


de los demas. Los resultados obtenidos verificaron la hip6tesis.
En la misma lfnea que Sheerer, Stock (1949), al analizar las n1is
mas grabaciones, seleccion6 los conte:pidos afectivos y los sentimien
tos experimentados por cada una de las personas hacia ellas mismas
y hacia los demas. Esta autora encontr6 una correlaci6n positiva entre
los sentimientos de una persona hacia sf misma y los senti_mientos de
esa misma persona hacia los demas. Con el mismo material, Haigh
(1954) compar6 las dos partes del proceso de psicoterapia y disefi6
una escala para medir la defensividad. Encontr6 una considerable dis
minuci6n de esta caracterfstica en la segunda parte del proceso y una
correlaci6n significativa de la disminuci6n de esta con otros criterios
·de recuperaci6n.
En 1954 Cartwright puso a prueba la hip6tesis sobre la distorsi6n,
la inhibici6n o el olvido de experiencias generadoras de insatisfacci6n
o falta de estima en la persona. Un grupo de sujetos fue expuesto a
una serie de estfmulos de estin1a y satisfacci6n en distintos grados. La
memoria de los estfmulos, o su distorsi6n y olvido, en los sujetos de·l
experimento confirm6 la hip6tesis.
El segundo bloque de estudios durante este periodo constituye uno
de los cuerpos de investigaci6n mas ricos y trascendentales para el en
foque. Era necesario comprobar si todo el proceso psicoterapeutico (de
acuerdo con algunas de las variables que intervenfan en el) generaba
cambios consistentes. Rogers y Dymond (1954) realizaron un reporte
exhaustivo de este bloque con base en una investigaci6n en la que
participaron 80 personas distribuidas entre los grupos experimental y
de control, excluyendo a aquellos que en algun momenta abandona ron
'la psicoterapia. Estas personas participaron en distintos proyectos
durante periodos que duraron desde algunos 1neses hasta cuatro afios.
La proporci6n entre hombres y mujeres fue de casi SO% cada grupo y
las edades fluctuaron entre los 21 y los 40 afios.
Un grupo experimental estuvo compuesto por aproximadamente
30 sujetos y fue analizado y estudiado en comparaci6n con un grupo
control integrado por igual numero de sujetos. Todos fueron evalua
dos con base en pruebas psicometricas y proyectivas durante perio dos
anteriores al proceso psicoterapeutico, posteriores a el y durante
perioclos de seguimiento. Para analizar la transcripci6n completa de
todas las entrevistas (mas de 1000 entrevistas para distintos analisis
de contenido) se dispuso de una gran variedad de instruinentos psi
col6gicos hasta entonces conocidos, ade1nas de los ya sefialados, de
relatos hechos por los sujetos mismos, de reporte.s de los terapeutas,
de informes sabre las baterfas de pruebas y sabre la evaluaci6n de los
SEGUNDO PERIODO 69
procesos a traves de escalas para medir cambios en diversas areas de
funcionamiento, y del juicio de profesionales que evaluaban ta.nto el
proceso en las personas que recibian ayuda coma la participaci6n de
los terapeutas. Es importante sefialar que las pruebas proyectivas se
calificaron "ciegamente", es decir, sin que los calificadores conocieran
a los sujetos. Se emplearon 500 horas-hombre, en promedio, unica
mente para obtener los datos relativos a cada uno de los sujetos, sin
contar las horas necesarias para analizar dichos datos.
En la metodologfa de algunos de estos trabajos de investigaci6n se
emple6 la "tecnica Q de sorteo". El desarrollo de metodos e instrumen
tos para la medici6n y cuantificaci6n de los procesos internos ha sido
uno de los desafios mas grandes de la investigaci6n en psicoterapia.
Afortunadamente, en la Universidad de Chicago -donde se realizaron
los estudios mencionados- apareci6 en 1953 un trabajo de Stephenson
acerca de un metodo cuantitativo para analizar las proposiciones au
todescriptivas de una persona en uno o varios.periodos determinados.
Un analisis factorial de los distintos elementos de estas descripciones
permitia comparar al sujeto consigo mismo y constatar la naturaleza
del cambio. Las primeras aplicaciones de esta tecnica, realizadas por
Hartley (1951) y Nunnally (1955), aunque experimentalmente bien di
se:fiadas, no corroboraron las hip6tesis.
Sin embargo, en el conjunto de estudios en el que se aplic6 la
"metodologia Q", esta fue ampliamente aprovechada y adaptada para
medir diferencias no s6lo intraindividuales sino tambien interindivi
duales, de manera que pudieron compararse entre si diversos proce sos
psicoterapeuticos; los sujetos consigo mismos durante las diversas
· etapas del proceso, con base en sus propias percepciones y formu
laciones, y los resultados obtenidos al final, por psicoterapeutas de
distintas orientaciones te6ricas y metodol6gicas, experimentados y no
experimentados. Los disefios experimentales fueron muy claros, pero
su aplicaci6n result6 extremadamente compleja.
Los resultados globales mostraron -en los sujetos sometidos al
pro ceso psicoterapeutico centrado en la persona- una ampliaci6n y
:mayor aceptaci6n de la propia imagen, cuando en la relaci6n
interpersonal se eliminaron las amenazas externas y se caracterizaron
por una com prensi6n y aceptaci6n de la experiencia de la otra
persona, comunica da con claridad y en forma directa pero calida.
El descubrimiento mas importante de este segundo periodo con
siste en que el movimiento hacia cambios positivos y permanentes en
la integraci6n de la personalidad, hacia actitudes mas satisfactorias
y constructivas para con los de1nas y para con ellos mismos y hacia
cambios positivos en la conducta de los sujetos se relacion6 mas bien
70 CAP. 4. CONTEXTO HIST6RICO

con el grado de empatfa, actitud positiva y congruencia de los psico


terapeutas que con la mayor o menor experiencia profesional, edad u
orientaci6n te6rica o ideol6gica. ·
Tambien deben sefialarse algunos factores que claramente favo
recieron o limitaron el cambio. Las diferencias de edad en los sujetos
no tuvieron ninguna repercusi6n. En los sujetos del sexo femenino se
observaron mayores cambios que en los de sexo masculino. La mayo
rfa de los psicoterapeutas eran de sexo masculino, con excepci6n de
uno, pero dificilmente podrfa concluirse que dicha variable fue deter-
1ninante. Tanto una espera prolongada como la reducida amplitud y
profundidad de los cambios durante el proceso redujeron el interes por
cambiar.
La 1notivaci6n inicial hacia el ca1nbio se correlacion6
positivamen te con el avance en el proceso. Los sujetos que tuvieron
mas de 20 entrevistas manifestaron algunos cambios permanentes. Los
sujetos "mejor adaptados" abandonaron la psicoterapia durante las
primeras sesio:nes. Por lo general, aquellos que provenian de medias
mas de mocraticos y con menos prejuicios etnicos o ideol6gicos
obtuvieron resultados 1nas satisfactorios en el proceso centrado en la
persona. N6tese que no se habl6 de "exito" o "fracaso" en la
psicoterapia, sino solo de resultados o cambios en una u otra direcci6n,
por ser aquellos conceptos sumamente elusivos.
Este trabajo gener6 una serie de interrogantes que confirman lo
diffcil que es el avance de la investigaci6n en un campo tan complejo.
tQue tanto influye la personalidad del psicoterapeuta en el proceso?
tEn que medida influyen su experiencia y orientaci6n ideol6gica? tQue
. significa la "realidad" para la persona que busca ayuda y para el psico
terapeuta en un proceso fenomenol6gico? tA que obedece la regresi6n
a los si:ntomas superados? tA que se debe el avance sucesivo despues
del proceso?, etc. Rogers y Dymond, R. (1954) comentan a este
respecto:

Las interrogantes enumeradas son s6lo una muestra de las perpleji


dades con que nos dejan nuestros esfuerzos de investigaci6n ... si en el
proceso de dar respuestas a estas interrogantes se generan nuevas perple
jidades, constataremos que el esfuerzo tiene un resultado normal.
No seria justa esta breve alusi6n a un trabajo que represent6 ingenio,
esfuerzo y dedicaci6n de un gran numero de investigadores durante diez
afios, si mi prop6sito no fuera dar s6lo una breve introducci6n hist6rica y
si no pudieran consultarse con facilidad los trabajos integros en el volu
men aludido (Rogers y Dymond, R., 1954).

Las conclusiones globales de estos estudios que indican alguna


efectividad terapeutica del enfoque centrado en la persona, basadas en
TERCER PERIODO 71
resultados cuantificables, abrieron el campo a una practica clinica mas
amplia y productiva y estimularon una nueva variedad de
investigacio nes que analizaremos tambien en forma sintetica.

TERCER PERIODO

Durante el tercer periodo -que se extiende aproximadamente de


1950 a 1955- las nuevas hip6tesis que subsumen y reformulan las
anteriores podrfan expresarse operacionalmente en la siguiente forma:

a) Si dos personas entran en contacto y una de ellas experimenta


ansiedad y necesidad de ayuda psicoterapeutica.
b) Si el terapeuta es congruente consigo mismo.
c) Si el terapeuta experimenta una actitud positiva incondicional
hacia la persona que recibe ayuda.
d) Si el terapeuta muestra ademas una comprensi6n empatica ha
cia la otra persona.
e) Si la persona que recibe ayuda percibe claramente en el terapeu
ta congruencia, una actitud positiva-incondicional y compren
si6n empatica, el proceso psicoterapeutico estara en marcha.

La investigaci6n de este periodo se refiere a las "condiciones necesa


rias y suficientes para el proceso psicoterapeutico" (Rogers, 19S8). Ob
viamente, este periodo es una continuaci6n 16gica de los dos
primeros. En 1958 Halkider estudi6 la relaci6n de estas variables
con los resultados de diferentes procesos psicoterapeuticos y encontr6
que di chas condiciones estuvieron correlacionadas con los
resultados mas favorables. Barrett-Lennard (1962) realiz6 un estudio
semejante en el que se obtuvieron los mismos resultados. Estos
trabajos son muy pare cidos a los del primer ·bloque del periodo
anterior. En 1962 Goodman investig6 la congruencia de los
sentimientos internos con la expresi6n externa tanto en el
psicoterapeuta como en la persona que recibfa ayu da. Este autor
encontr6 -mediante un ingenioso diseiio experimen tal- quea medida
que avanzaba la percepci6n mutua de congruencia,
avanzaba tambien el proceso.
Varios autores critican la metodologia de los estudios descritos y
proponen un control mas rigido de variables y una elecci6n al azar de
las muestras. Personalmente, creo que esto solo hubiera sido posible
en un laboratorio y con sujetos no humanos. Hay que tener en cuenta
que la investigaci6n en psicoterapia es seminaturalistica, debido a que
las condiciones de control deben ser minimas y los datos se derivan
72 CAP. 4. CONTEXTO HISTGRICO

de la observaci6n del comportamiento de personas, que no pueden


ser elegidas al azar; por tanto, siempre tendra limitaciones propias
impuestas por su 1nismo objeto de estudio. Deshumanizar al hombre
en aras del conocimiento cientffico significaria mutilar y distorsionar
la
_finalidad de las ciencias del hombre, lo cual no seria etico.

CUARTO PERIODO

A partir de 1955 la practica psicoterapeutica centrada en el cliente,


con el cumulo de datos obtenidos de la practica clfnica y de la investi.-
gaci6n, evolucion6 hacia lo que actualmente se considera psicoterapia
experiencial, una psicoterapia mas amplia y consciente no solo de los
elementos que constituyen las experiencias de la persona que recibe
ayuda y del psicoterapeuta, en un periodo determinado, sino ta1nbien
de los resultados de la interacci6n de estas experiencias, mediante un
proceso de clarificaci6n, enriquecimiento e integraci6n.
EI punto de partida de esta evoluci6n en el sistema fue el intento
de un grupo de psicoterapeutas e investigadores, encabezados por Ro
gers, de proporcionar psicoterapia centrada en la persona a pacientes
esquizofrenicos hospitalizados (Schlien, 1961), (Gendlin, 1966) y (Ro
gers y Truax, 1967). En 1957 Rogers pas6 de la Universidad de
Chicago a la de Wisconsin como profesor de psicologia y psiquiatria.
Debido al interes de este autor por ofrecer un nuevo tipo de ayuda a
pacientes hospitalizados y por descubrir nuevas dimensiones en la
practica y en la teorfa de la psicoterapia, acept6 coordinar un grupo de
psicoterapeu tas e investigadores.
La importancia de este cuarto periodo radica en el "proceso" psi
coterapeutico, considerado como un desarrollo de la persona en to
das las dimensiones significativas de su existencia, tanto interna como
externa, en direcciones convergentes. Es diffcil describir de manera
operac:ional las hip6tesis de Rogers que aparecen en su artfculo "Una
concepci6n de la psicoterapia como proceso" (1958); sin embargo, este
proceso, considerado como un todo hipotetico por investigar, fue des
crito como la interacci6n creciente de las experiencias de dos personas:
el terapeuta y la persona en busqueda de ayuda.
Lo importante en la practica y en la investigaci6n no son tanto los
factores y el proceso, sino el movimiento cambiante del proceso com
pleto. Sin embargo, se resalt6 el predominio de una condici6n o fac
tor, rela.cionado con dicho proceso: la autenticidad del psicoterapeuta.
A medida que los psicoterapeutas del siste1na centrado en el cliente
tuvieron mayor libertad en la relaci6n psicoterapeutica, encontraron
CUARTO PERIODO 73
otros facilitadores del crecimiento de la persona que recibia ayuda,
que no solo no interferian con la busqueda aut6noma de la ayuda, sino
que la agilizaban y enriquecian. La autenticidad del terapeuta, es
decir, la congruencia entre la experiencia de sus sentimientos y
emociones y la expresi6n de esta a traves de conceptos y sfmbolos
verbales, empez6 a ser considerada como el elemento
psicoterapeutico mas importante que asimilaba a las anteriores,
ademas de tener la cualidad de servir coma modelo de autenticidad
para la persona que recibia ayuda.
Las nuevas hip6tesis sabre el movimiento en el proceso psicotera
peutico ·fueron formuladas de la siguiente manera: si la persona
que
· recibe ayuda se siente valorada en las diversas modalidades y niveles
de su expresi6n y experiencia y percibe que el terapeuta manifiesta su
experiencia con claridad y profundidad durante el proceso, entonces:

a) Sentira que su experiencia y expresi6n son cada vez mas con


gruentes.
b) Sus sentimientos y afectos seran experimentados con mayor ni
tidez y simbolizados con mayor claridad.
c) La experiencia sera mas amplia y la persona se manejara cada
vez mejor tanto en la relaci6n terapeutica como fuera de ella.
d) Esta experiencia sera mas aceptada como propia, referida. al pre
sente y diferenciada del pasado.
e) La imagen de sf misma sera menos rfgida, menos detenninada
por elementos externos y mas abierta a nuevas experiencias y al
·cambio.

Ya en 1958 Rogers y en 1962 Gendlin obtuvieron estas formula


ciones despues de analizar cuidadosamente las grabaciones de varios
procesos completos. Con frecuencia los investigadores no reconocen
la importanda de esta observaci6n naturalfstica y de otras semejantes;
sin embargo, esta ha sido la metodologia fundamental de los cientffi
cos que han hecho historia, coma Galileo y Darwin. En general, los
grandes descubrimientos no han sido productos del laboratorio.
Al igual que es diffcil hacer una resefia de las investigaciones de
Rogers y sus colaboradores en la Universidad de Chicago, me resulta
inc6modo describir en unos cuantos parrafos la nueva aventura que
inici6 Rogers con sus nuevos colaboradores -Gendlin, Diesler, Truax,
Mathieu y Klein- en el Departamento de Psicologia y Psiquiatria de la
Universidad de Wisconsin, primero, y despues en el Instituto Psiquia
trico Interdisciplinario de la misma universidad. En la introducci6n
del libro en donde se anaJizan estos trabajos de investigaci6n (Rogers,
Gendlin, Kiesler y Truax, 1967), Rogers describe con candidez la sa-
74 CAP. 4. CONTEXTO HISTORICO

tisfacci6n que sinti6 al abrir nuevos horizontes a la practica y a la


investigaci6n del proceso psicoterapeutico con sus-trabajos realizados
en la Universidad de Chicago, y c6mo los descubrimientos obtenidos
generaron una curiosidad y un deseo de poner a prueba las hip6tesis
del sistema centrado en el cliente con pacientes esquizofrenicos hos
pitalizados.
Segun el disefio basico de la investigaci6n se analizaron tres grupos
de 16 sujetos cada uno: el primero, de personas diagnosticadas coma
esquizofrenicos cr6nicos; el segundo, de esquizofrenicos agud.os; y el
terce.ro, de esquizofrenicos cr6nicos y agudos, que sirvi6 coma grupo
control. El estudio se realiz6 de 1957 a 1963. Las 1nediciones anterio
res y posteriores al proceso de psicoterapia se hicieron con base en un
amplio conjunto de pruebas psicometricas y proyectivas especialmente
disefiadas para este estudio, para las cuales se utilizaron entrevistas
evaluatorias.
Con las escalas construidas para este experimento se midieron la
manera de expresar la problematica personal, la exploraci6n de dicha
problematica y la forma de relacionarse con el terapeuta. Tambien se
disen.6 un inventario para que los pacientes indicaran sus percepciones
sabre su terapeuta. Ademas de los investigadores, participaron en el
estudio ocho psicoterapeutas de sexo masculino.
De las conclusiones mas importantes en relaci6n con las hip6tesis
de este periodo destacamos solo algunas (Rogers, Gendlin, Kiesler y
Truax, 1967):

Tanto los pacientes que recibieron las ayudas generales del hos
1. .
pital coma los que ademas experin1entaron el proceso de psicoterapia
individual manifestaron avance en algunas de las escalas de cambio.
2. En muchos aspectos, el grupo experimental que recibi6 psico
terapi.a, considerado coma un todo, no mostr6 mayor evidencia de
resultados positivos que su grupo control de pares. No obstante, aquel
obtuvo un mejor promedio de altas en el hospital, sin nuevas inci
dencias durante el afio posterior a la psicoterapia, y tambien mostr6
evid ncia de cambios positivos en la personalidad, los cuales no se
observaron en el grupo control; sin embargo, las diferencias entre los
dos grupos no fueron significativas.
3. El cuadro fue muy diferente al examinar la relaci6n entre las
actitudes de los psicoterapeutas y el proceso exhibido por los sujetos
esquizofrenicos. Encontramos que cuanto mas profundo .era el nivel
de comprensi6n y autenticidad del terapeuta en su relaci6n con el pa
ciente, este mostraba una mayor profundidad en los niveles de comu
nicaci6n y exploraci6n de su experiencia en cada etapa de la terapia.
CUARTO PERIODO 75
4. Los pacientes que percibfan un alto nivel de congruencia en la
relaci6n con el terapeuta recibieron las mas altas puntuaciones en las
escalas de cambio positivo. El segundo lugar en estas puntuaciones
fue para quienes percibieron empatfa. En tercer lugar estuvo el grupo
control y, por ultimo, aquellos pacientes que en la relaci6n con el psi
coterapeuta percibieron bajas la empatia y la congruencia. Estos ulti
mas no mostraron cambios positivos y algunos manifestaron cambios
regresivos.
5. Una interrogante emanada de estos resultados merece particular
atenci6n, porque tal vez se necesiten cambios y reformulaciones en la
teoria para responderla. En estos estudios (Tomlinson y Hart, 1962; Kirt
ner y Cartwright, 1959) se ha encontrado que la persona con rnas per
turbaciones y que obtiene mas bajas calificaciones en la escala que mide
movimientos en el proceso probablemente aprovecha menos la psicote
rapia. 2Por que sucede? 2Que tipo de disturbios en la personalidad hacen
el proceso menos efectivo? Los resultados de los estudios aludidos nos
ofrecen una clave: los sujetos mas perturbados percibieron muy bajas las
actitudes basicas del terapeuta, con excepci6n de la empatfa. Esta per
cepci6n de insuficiencia en las actitudes basicas se correlacion6 con poco
movimiento en el proceso y una expresi6n mas rigida de la experiencia.
La incapacidad de una persona para aceptar a los demas y considerarlos
empaticos y autenticos puede ser un enorme obstaculo en el desarrollo
de su crecimiento. Este obstaculo se advierte con mas frecuencia cuando
existen diferencias notorias de edad, nivel social y educaci6n entre la
persona que recibe ayuda y el terapeuta (Vander Veen, 1970).
·6. Lo mas significativo de estos resultados fue descubrir que rnu
chas de las caracteristicas que facilitan· el proceso de crecimiento en
personas diagnosticadas como neur6ticas tarnbien lo facilitan en las
esquizofrenicas, lo cual confirma la hip6tesis de que el tipo de
relaci6n interpersonal que se establece con cualquier grupo de
person.as es el elemento mas importante para que se efectuen cambios
en la persona lidad; sugiere, ademas, que el ingrediente esencial para
el carnbio son las actitudes de las personas que se relacionan, sean
sujetos psic6ticos o normales, delincuentes o neur6ticos (Rogers,
1967). _ .
7. Una reflexion final. Es probable que en el futuro sea necesa
rio complementar la psicoterapia de pacientes mas perturbados con
modificaciones del ambiente, especiahnente del social, para obtener
cambios significativos en su proceso.
S. La psicoterapia "experiencial" centrada en la persona ha evolu
cionado desde los primeros estudios de Gendlin (1962 y 1964) hasta
formar un cuerpo te6rico completo en los trabajos de Wexler (1974) y
Anderson (1974). El enfasis en la experiencia actual, durante el proce-
76 CAP. 4. CONTEXTO HISTORICO

so psic:oterapeutico, ha sido apoyado por la teoria psicol6gica del pro


cesamiento de la informaci6n (Anderson, 1974) y de la actualizaci6n
personal (Wexler, 197 4).
9. La actividad de la persona al seleccionar y organizar en estructu
ras la informaci6n que le llega tanto de dentro coma de fuera es el ele
mento que permite que una considerable riqueza de informaci6n sea
preservada y almacenada en la memoria a largo plazo. Esta capacidad
de elegir y organizar dicha informaci6n permite a la persona dar "sen
tido" al mundo exterior. Llamamos "experiencial" a la manifestaci6n
de esta actividad. El objetivo de toda psicoterapia consiste en ampliar
la capacidad de la persona para seleccionar y organizar en forma con
gruente e integrada la experiencia de los estimulos internos y externos·
y no solo realizar una simbolizaci6n conceptual de estos.
Este objetivo se logra cuando las dos personas que intervienen
en la relaci6n psicoterapeutica son capaces de estimular mutuamente
esta actividad -la una en la otra- y cada una en sf misma. La segunda
fase del cuarto periodo se caracteriza por la exploraci6n de esta nueva
hip6tesis.

QUINTO PERIODO

En 1964 Carl Rogers llegd a La Jolla, California, .como mi em bro


residente del Instituto Occidental de las Ciencias de la Conducta, don
de fue miembro fundador del Centro para Estudios sobre la Persona.
Desde entonces, su labor como psicoterapeuta e investigador fue inin
terrumpida y su fecundidad coma escritor no tuvo paralelo en periodos
anteriores. Durante estos afios, Rogers analiz6 las ilnplicaciones de los
descubrimientos y de las nuevas formulaciones de la teorfa centrada
en la persona en el desarrollo de los grupos, a traves de la comunica
ci6n interpersonal (1970), en las relaciones interpersonales del matri
monio (1972) y en el inmenso campo de la educaci6n (1969).
En 1970 Gibb present6 y analiz6 106 estudios sobre el proceso de
grupo y examin6 123 mas que no reunieron las caracteristicas de una
buena investigaci6n. Rogers presenta y comenta las conclusiones de
Gibb en su libro sobre los Grupos de encuentro (1970). Existe, pues,
una cla.ra evidencia de que lo vivido en los grupos de entrenamiento
centrado en la persona tiene efectos psicoterapeuticos.
Los cambios observables aparecen en la sensibilidad de una per
sona, en su habilidad para manejar sus sentimientos, en la direccio
nalidad de su motivaci6n, en las actitudes hacia sf misma y hacia los
de1nas y en su interdependencia con ellos.
QUINTO PERIODO 77
No existe evidencia alguna que sugiera que la preselecci6n de
can didatos repercute en la integraci6n de un grupo.
Para obtener resultados 6ptimos en el entrenamiento de grupos,
este tiene que enfocarse en los aspectos importantes de la vida, de la
familia y del ambiente de los participantes.
Las relaciones posteriores de la experiencia psicoterapeutica entre
los miembros del grupo son tan importantes coma esta misma expe
riencia para los participantes. Por ultimo, no existe una base s6lida
para creer que la participaci6n intensiva en grupos tiene consecuen
cias traumaticas.
No me detendre a comentar el analisis que hace Rogers de estas
conclusiones, ya que dicho libro esta traducido al espafiol, lo cual
faci
. lita su consulta, pero es importante transcribir el siguiente comentario:
Quienes tienen interes par las experiencias intensivas de grupo no
pueden prescindir del analisis tan cornpleto, conciso y profundo que Gibb
ha hecho sabre las investigaciones existentes en grupos T, de sensibiliza
ci6n, de encuentro y de desarrollo organizacional.

El mismo Rogers particip6 con algunos de sus colaboradores del


Centro de Estudios sabre la Persona en otras investigaciones, como
el estudio de Meador (Rogers, 1970) sabre el proceso de los grupos
de encuentro. Las conclusiones mas importantes de dicho estudio
fueron las siguientes: los miembros del grupo, quienes se reunieron
unicamente durante cinco sesiones de tres horas cada una, mostraron
un cambio significativo en la amplitud y flexibilidad de sus expresio-
. nes; pudieron experimentar con creciente claridad sus sentirnientos
y expresarlos con mayor precision y, a medida que avanzaba el pro
ceso, mostraron mayor capacidad para arriesgarse en sus relaciones
interpersonales..
En Mexico, los doctores Lafarga Corona y Gomez del Campo (1975),
aprovechando las experiencias del entrenamiento en psicoterapia cen
trada en la persona, para psicologos como de acompafiamiento para
no psicologos, asi como las experiencias de grupo paralelas a dicho
entrenamiento, disefiaron un metodo para medir el proceso y relacio
nar las variables de empatia, aceptaci6n incondicional y congruencia
de los terapeutas con el crecimiento personal de los participantes en
el entrenamiento. En 1975 Gomez del Ca.mpo aplic6 dicho metodo y
present6 un analisis de sujetos, procedimientos y resultados. El ins
trumento utilizado para evaluar los cambios fue la escala Tennessee
de autoconcepto de Fitts, adaptada y traducida al espafiol por Blanca
Alvarez y Barrientos (1969). Con esta escala fue posible derivar los
criterios de crecimiento personal tanto de los datos derivados de la
78 CAP. 4. CONTEXTO HISTQRICO

experiencia propia de los participantes coma de su comparaci6n con


criterios de adaptaci6n y satisfacci6n, emanados de grupos normati
vos. He aquf las conclusiones sobresalientes: los resultados relativos a
defensividad, nivel total de autoestima y tendencias patol6gicas indi
can que los grupos que originalmente presentaron autoconceptos mas
pobres tendieron a manifestar mayores cambios, mientras que en los
grupos en que originalmente se observaron niveles medias en dichas
escalas, los cambios no fueron tan marcados ni tuvieron los mismos
niveles de significaci6n (este hallazgo no habfa sido considerado eri
la hipcStesis).
Debido a que se aplic6 el mismo numero de sesiones de psicotera
pia (6) a cada grupo, no se puede inferir que exista una relaci6n entre
dicho numero y la aparici6n de modificaciones significativas en el au
toconcepto; es decir, que otras variables influyeron en los resultados.
Las diferencias entre grupos y subgrupos (de arquitectos, de psi
c6logos, de ingenieros, de religiosos y de otros) solo permiten concluir
que se trat6 de grupos distintos, pero no se podrfa hablar de un auto
concepto tfpico de arquitectos o psic6logos, puesto que el numero ·de
participantes no fue lo suficientemente extenso para ser representativo.
En todos los miembros del grupo se observ6 un movimiento
ascendente en la aceptaci6n y estima de ellos mismos, lo cual fue
verdaderamente sorprendente, si se toma en cuenta la brevedad de
algunas de las expe riencias.
La participaci6n en psicoterapia de grupo autodirectiva, en el con
texto de un programa de entrenamiento, produce cambios positivos en
el autoconcepto. Estos cambios parecen tomar una direcci6n espedfi
ca: las modificaciones tienden a ser mas acentuadas en algunas areas I
que en otras, de acuerdo con las caracterfsticas del grupo. El sentido
de identidad basica tiende a modificarse positivamente y parece existir I
una mayor autoaceptaci6n, asf coma cambios en la percepci6n de la
propia conducta. Esto hace a los participantes menos defensivos, sabre
todo cuando dicha percepci6n es muy obvia y los distingue con mas
claridad de las personas diagnosticadas coma psic6ticas y
neur6ticas en la escala de autoconcepto.
Una limitaci6n del disefio del experimento, dado que se aprove
charon para este los programas independientes que ya funcionaban,
fue la falta de elementos para discernir si los cambios eran tambien
atribuibles, y en que medida, al entrenamiento concomitante a las ex
periencias de grupo. Otra limitaci6n que debe tenerse presente en este
estudio, al igual que en el de Meador (Rogers, 1970) es la falta de un
grupo control adecuado para descartar la hip6tesis de la "recuperaci6n
espontanea" (Eysenck, 1965).
QUINTO PERIODO 79
Una de las caracterfsticas del enfoque centrado en la persona que
mas interes ha despertado entre los profesionales de las ciencias de la
conducta y entre los estudiantes de psicologfa es la estrecha vincula
ci6n que desde sus origenes ha tenido con las universidades. Debido
a que el iniciador del sistema facilit6 el aprendizaje de cientos de es
tudiantes universitarios y estuvo en estrecho contacto y colaboraci6n
con ellos, era natural que quien tanto interes habia puesto en estudiar
las variables que facilitan el crecimiento mediante la comunicaci6n
tambien estudiara aquellas que facilitan el aprendizaje en general. Si
una persona es capaz de aprender por sf misma cuando esta libre de
· obstaculos y es apropiadamente estimulada, se puede formular la hi
p6tesis de que cualquier tipo de aprendizaje sera mejor aprovechado
por·la persona si se generan las circunstancias adecuadas y se propor
cionan los estimulos correspondientes. Desde el principio de la decada
de 1950, Rogers (1951) formula sus hip6tesis sobre el aprendizaje en
grupos e inici6 la critica de las sistemas escolares actuales. Despues de
leer el manuscrito del libro de Cantor (1946), La dindmica del aprendi
zaje, Rogers descubri6 que las ideas ahf expuestas coincidian con sus
puntos de vista, de manera que lo tom6 coma punto de partida para
formular sus primeras hip6tesis.
Cantor enfatiz6 que el maestro debe interesarse mas en
comprender queen evaluar al estudiante. El nucleo y centro del
proceso de aprendi zaje -propuso- radica en las problemas, los
sentimieritos, los intereses y las actitudes del estudiante y no en las del
maestro. Ademas, afirm6 que es necesario que el maestro comprenda
que el aprendizaje perma nente es resultado del esfuerzo positivo y
activo del alumna.
Con base en la validez practica de estos razonamientos y en su lar
ga y exitosa experiencia coma maestro, Rogers formula las siguientes
hip6tesis, contenidas en el capftulo "Ensefianza centrada en el estu
diante", de su libro Psicoterapia centrada en el cliente (1951):

a) No p_odemos ensefiar a otra persona directamente, sino s6lo


fa cilitar su aprendizaje.
b) Solo se puede aprender significativamente lo que es percibido
coma enriquecedor del propio yo y mantiene la imagen de esti
ma que cada uno tiene de sf mismo.
c) Una atm6sfera amenazante genera una experiencia de miedo
y un aprendizaje rfgido e inflexible; en cambio, una atm6sfera
aceptante y estimulante genera una experiencia placentera y un
aprendizaje flexible y abierto.
d) Un ambiente educativo es mas eficaz para promover el apren·
dizaje integrable si se reducen las amenazas a la imagen que el
80 CAP. 4. CONTEXTO HISTORICO

estudiante tiene de sf mis1no y se facilita y estimula una capta


ci6n crecientemente diferenciada de la experiencia.

Al investigar estas hip6tesis no ha sido posible, hasta la fecha, uti


lizar el aparato cientffico y metodol6gico e1npleado en la psicoterapia,
debido a que la experiencia y el analisis sobre la practica en el campo
educativo son una fuente continua de corroboraci6n, y a la dificultad
de controlar las innumerables y complejas variables que intervienen
en el proceso educativo escolar cuando este no esta segmentado y
atomizado.
Curran (1961 y 1965) realiz6 la primera verificaci6n de las hip6-
tesis del sistema autodirectivo aplicadas a la ensefianza. Despues de
trabajar varios afios con grupos de estudiantes en la ensefianza de
idiomas extranjeros formul6 la noci6n de comunidad de aprendizaje,
definida con10 una comunidad o grupo con caracterfsticas similares a
las de un grupo de psicoterapia, en las que cada estudiante o miembro
de la comunidad trata de apoyar, fortalecer y ampliar la motivaci6n en
los dernas participantes, a fin de aprender juntas.
Varios grupos de alumnos de licenciatura y posgrado_stanto
nortea- 1nericanos coma extranjeros, que habfan recibido
entrenamiento aca demico en counseling, participaron como sujetos e
investigadores en el desarrollo de la metodologfa .Y de las tecnicas de
los distintos disefios. Se escogi6 el aprendizaje de idiomas
extranjeros porque es 1nuy deficiente la metodologia de la ensefianza
en esta area; existe una gran variedad de pruebas estandarizadas para
1nedir el aprendizaje de las lenguas modernas, y este aprendizaje con
frecuencia representa una amenaza al sentido de identidad que
interfiere notablemente en el in
teres por las lenguas y lo bloquea, en consecuencia.
Participaron 45 estudiantes en distintos experi1nentos que dura ron
de uno a seis se1nestres. Se utilizaron dos medidas objetivas para
medir el adelanto en la comprensi6n y en la capacidad para hablar los
idiomas ensefiados. Para la primera variable se utilizaron cintas gra
badas, disefiadas por Curran con materiales de creciente dificultad de
comprensi6n, llamadas pruebas auditivas de Curran; para la segunda,
pruebas para maestros de la Universidad Estatal de Kansas.
Los estudiantes que aprendian cuatro idiomas en las condiciones
antes descritas mostraron el mismo avance en cada idioma que los es
tudiantes de clases tradicionales que llevaban exclusivamente un curso
(Curran).
Un grupo de alumnos de posgrado del Departamento de Psicologia
de la Universidad de Loyola, en Chicago, se reuni6 cuatro horas cada
se1nana durante dos se1nestres para aprender espafiol, frances,
italiano
QUINTO PERIODO 81
y aleman con cuatro especialistas, uno para cada idioma, quienes ac
tuaban mas·como terapeutas y facilitadores del aprendizaje que como
profesores tradicionales. Estos cuatro especialistas eran a su vez estu
diantes de posgrado del mismo departamento, entrenados en el progra
ma de psicoterapia centrada en el cliente en la misma universidad. Los
estudiantes escogieron y disefiaron su propio metodo de aprendizaje y
los especialistas consejeros les proporcionaron estfmulos, apoyo y ase
soria para que cada uno aprendiera lo mas posible, a su propio ritmo
y de acuerdo con sus propios intereses. Los consejeros especialistas
enfatizaron dos tipos de conducta: reforzar los aciertos con muestras
de genuino aprecio e ignorar los errores; asimismo, procuraban evitar
comparaciones entre los alumnos y en muchas ocasiones se convertian
en psicoterapeutas de grupo, para lo cual utilizaban el idioma que se
estaba aprendiendo.
Para medir el adelanto en el aprendizaje de los idiomas se utiliza
ron los mismos instrumentos que en el estudio anteriormente descri to,
y para medir los cambios en el autoconcepto se utiliz6 la prueba Q
de Buttler (Haigh Stephenson, 1953) con algunas modificaciones
introducidas por el coordinador del experimento. Los sujetos del gru
po experimental fueron comparados consigo mismos y con un grupo
control del mismo numero de sujetos, para verificar los cambio_s en el
autoconcepto, asi como con un grupci experimental de estudiantes del
Departamento de Lenguas, para verificar el adelanto de aquellos en el
aprendizaje de los idiomas.
La conclusion mas sobresaliente de esta investigaci6n es la
siguien te: el estudio de idiomas realizado en condiciones semejantes a
las de un grupo de psicoterapia -con enfasis en el aprendizaje de
idiomas y no en el proceso psicoterapeutico- facilita el aprendizaje de
idiomas y genera una mejor imagen de sf mismo en cada uno de los
estudiantes. En algunos casos el juicio de evaluadores externos
confirm6 la existen cia y direcci6n de los cambios (Curran, 1961,
1965).
Estos intentos de verificaci6n de las hip6tesis basicas del enfo- que
centrado en la persona sobre el proceso educativo mostraroil la
potencialidad de dichas hip6tesis. Los trabajos llevados a cabo para
continuar esta verificaci6n se encuentran en el capitulo "iCuales son
los hechos?" del libro Libertad para aprender en las ochenta, publicado
en 1983. ·
El capitulo empieza dando algunas razones por las que vale la
pena ser mas humano en el salon de clases. La primera tiene que ver
con la investigaci6n que aporta evidencia convincente sobre esas hip6-
tesis basadas en los estudios llevados a cabo por dos equipos, uno en
el continente europeo y otro en el americano (Rogers, 1983).
82 CAP. 4. CONTEXTO HISTORICO

Los trabajos de investigacion presentados en ese libro representan


uno de las mas grandes proyectos llevados a cabo en el campo educati
vo. Estan basados en la grabacion de miles de horas de interaccion del
profesor y los alumnos en el salon de clases en ocho paises distintos.
Diehm; estudios derivan de la investigacion, en todos las niveles, del
proceso educativo con grupos etnicos diferentes y un amplio abanico
de lugares geograficos.
Antes que nada introduce la pregunta: ique es lo que hace que las
salones de clases en que se promueve el proceso educativo centrado
en la persona sean mas eficientes que otros? El Consorcio Nacional
par la Humanizacion de la Educaci6n condujo el estudio mencionado
para investi.gar la respuesta a esta pregunta, estudio que duro 17 afios
y se llevo a cabo en 42 estados de la Union Americana y siete pafses
extran jeros. Los resultados de estos trabajos revelan que existen datos
muy alentadores que se desprenden de aplicar las principios del
enfoque centrado en la persona a la practica educativa en las escuelas.
Estos resultados pueden resumirse brevemente en la siguiente afir
macion: las estudiantes aprenden mas y se portan mejor cuando ex
perimentan altos niveles de comprension, cuidado y genuinidad par
parte de sus maestros. En el campo educativo es muy redituable tratar
a las a.lumnos coma seres humanos conscientes y sensibles.
Las actividades del Consorcio Nacional par la Humanizaci6n la Edu
caci6n incluyeron tanto trabajos de investigaci6n coma de entrenamien to
y emplearon una gran variedad de metodos para examinar el potencial
facilitador y educador de las condiciones propuestas por Carl Rogers
(empatfa, congruencia y actitud positiva incondicional), asf como una
amplia variedad de factores, coma actitudes hacia uno mismo, hacia la
escuela y hacia las demas, problemas de disciplina, de salud, de asis
tencia irregular a clase, cambios en el cociente intelectual·y maduracion
emocional y cognitiva. Estas investigaciones abarcaron todos las niveles
de la educaci6n escolar, incluyendo la ele1nental, secundaria y superior.
En conjunto trabajaron con mas de 2000 maestros y 20000 estudiantes.
Las conclusiones formuladas en terminos de preguntas previas a la
investigaci6n son

1. zAprendieron las estudiantes lectura, matematicas y otras ma


terias a un ritmo mas acelerado?
2. tSe redujo el nivel de ausentismo de las alumnos, incrementan
do asi las ayudas financieras del exterior?
3. tMostraron estos haber alcanzado altos niveles de confianza en
ellos mis1nos, se valoraron mejor y se mostraron mas ca.paces
de expresar sus propios sentimientos?
QUINTO PERIODO 83
4. 2Disminuyeron los problemas de disciplina y comportan1ientos
menos aceptables?
5. 2Decreci6 el vandalismo de los estudiantes?
6. 2Elevaron algunos su cociente intelectual?
7. 2Desarrollaron procesos mas coinplejos de pensamiento, solu
ci6n de problemas y habilidad para tomar decisiones?
8. 2Evidenciaron mayor creatividad?
9. 2Fueron mas espontaneos e impulsaron mayor actividad en el
·salon de clases y se comunicaron mejor?
10. 2Mostraron mayor interes, elevaron el numero de sus pregun:
tas, tuvieron mas aportaciones y dieron muestras de gozar el
aprendizaje?
11. 2Dejaron de ser unicamente memorizadores?
12. 2Se volvieron mas directivos de su propio proceso, capaces de
escoger por ellos mismos las areas de estudio y lo suficiente
mente responsables para llevar a cabo sus propios planes?
13. 2Dieron muestras de mayor aprecio y gusto por sus profesores?
14. 2Manifestaron creciente habilidad para trabajar en grupo y co
laborar en las tareas comunes?

Curiosamente, las respuestas afirmativas a estas preguntas en los


estudios realizados fueron dadas en los salones de clases en donde
los maestros fueron calificados mas alto en las escalas que med.fan las
condiciones facilitadoras, es decir, que se comportaban como personas
genuinas, capaces de respetar la persona unica de cada estudiante,
mostraron sus sentimientos y pudieron tambien con1partir el significa
do que para ellos tenia su experiencia en la escuela.
Estos resultados se obtuvieron tanto con grupos de blancos como
de negros, mexicanoamericanos, alemanes e israelfes. Lo misrno po
drfa decirse de los nifios en las escuelas elementales, o adolescentes
en las escuelas secundarias o j6venes en las escuelas tecnicas. Dichos
resultados tambien se obtuvieron en grupos de nifios con discapaci
dades, asf como en grupos de estudiantes capacitados y en los de su
perdotados. Existen, pues, bases para generalizar estos resultados al
amplio espectro de la educaci6n.
Cuando los profesores son capaces de generar ambientes escolares
en donde predomina la confiariza entre maestros y alumnos y se abs
tienen de formular juicios sabre actitudes y conductas en el salon de
clases, los estudiantes muestran un mayor deseo de ampliar sus expe
riencias cognitivas y sensoriales. Este tipo de educaci6n eleva el nivel
cualitativo favorable de la interacci6n maestro-alumna, a medida que
el profesor se va convirtiendo en mas eficiente .facilitador.
84 CAP. 4. CONTEXTO HIST6RICO

Tanto las directores coma las administradores tambien pueden


beneficiarse de este tipo de educaci6n, que incluye el intelecto y el
coraz6n. .
El aprendizaje es directamente proporcional a las niveles de las
capacidades facilitadoras de las profesores y las administradores.
Toda
la escuela se puede ir convirtiendo en el lugar ideal para las j6venes
que buscan el aprendizaje.
Sabemos ahora, par la evidencia de las estudios presentados, que
cualquier escuela puede convertirse en un lugar a donde acuden j6-
venes deseosos de aprender, que piensan creativamente y con mayor
rapidez y responsabilidad; lugares en donde las maestros gozan su
trabajo y se relacionan amablemente con sus alumnos, en donde la
n1oral es alta y todos desean ir a la escuela. Estas afirmaciones estan
basadas en investigaci6n compleja y no son especulaciones, sino he
chos (Rogers, 1983).
No quisiera finalizar este periodo sin enumerar algunas de las ca
racterfsticas lamentables de nuestros sistemas educativos, a las que
Ro gers considera practicas generalizadas y que convierten en
inaplazable la tarea de ser sustituidas par otras nuevas que, lejos de
obstaculizar, faciliten el aprendizaje. Estas se encuentran ampliamente
descritas en un documento hist6rko de Rogers titulado "Los estudios
de posgrado en psicologia: un comentario apasionado" (1969):

a) No es posible confiar en que el estudiante sin vigilancia lleve a


cabo par sf solo un aprendizaje cientffico y profesional.
b) La habilidad para aprobar examenes es el criteria para seleccio
nar a las alumnos y la base para juzgar su capacidad profesio
nal.
c) Evaluaci6n es igual a educaci6n; educaci6n es igual a evalua
ci6n.
d) Informaci6n es igual a aprendizaje: lo que se informa en una
clase es necesariamente lo que el estudiante aprende.
e) Delos alumnos pasivos que fonnamos en nuestras aulas saldran
las cientfficos creadores y las agentes de cambio del mafiana.
f) Que la 1nayorfa de los profesionales no se reciban es una buena
estrategia para garantizar la excelencia profesional.
g) Es mas facil tratar a los alumnos coma objetos manipulables
que coma personas.

Si llega el dfa -concluye Rogers- en que las instituciones educati


vas se propongan realmente preparar cientfficos y profesionales, ten
dran que deshacerse de la mayor parte de sus practicas educativas y
SEXTO PERIODO 85
pensar en otras encaminadas a formar estudiantes curiosos e indaga
dores·, con mas interrogantes que verdades, sin miedo a la busqueda
genuina de nuevas y mejores aproximaciones a la verdad.

SEXTO PERIODO

De 1980 a la fecha, los trabajos que se ban llevado a cabo en


diversas partes del mundo, y especialmente en America y en Europa
han sido innumerables,. Una revision detallada de las investigaciones
realizadas desde entonces rebasa los alcances de este libro. Remito al
lector interesado en obtener informaci6n mas detallada sabre estas
a los siguientes textos que pueden adquirirse facilmente a traves de
Internet:
En 1997 Carl Bohart y Leslie Greenberg publicaron un volumen
(Asociaci6n Americana de Psicologia) con las investigaciones y las
trabajos sabre la empatia, desde las formulaciones originales de Carl
Rogers hasta ese aiio. Describen las nuevas formas de entenderla. Ti
tularon el libro Reconsideraciones sabre la empatia. Nuevas direcciones
de la psicoterapia. John Bozarth y Peter Wilkins (2001) han publica
do revisiones similares; por ejemplo: La actitud positiva incondicional
(PCCS Books, Inglaterra). En su colecci6n Condiciones Terapeuticas de
Carl Rogers, Gerald Wyatt public6 los trabajos de investigaci6n y prac
tica profesional llevadas a cabo en este periodo, en Congruencia. Ge rald
Wyatt y Peter Sanders publicaron Contacto personal y percepci6n en la
colecci6n citada y con un contenido analogo al de las anteriores. En
1970 John Harty Timoteo Tomlinson publicaron un conjunto de trabajos
sabre la practica con el enfoque centrado en la persona, que abarca temas
te6ricos y de investigaci6n, en Nuevas direcciones de la terapia
centrada en el cliente. En 1974 Tom Wexler y Elizabeth Rice publicaron
otro libro similar: Innovaciones en la terapia centrada en el cliente.
En 2002, David Cain public6 una antologia muy completa de los
estudios clasicos del enfoque centrado en la persona, que incluye los
mas vaHosos estudios sabre la teoria, la practica y la investigaci6n,
desde la epoca de Carl Rogers hasta nuestros dias. En ese mis1no afio
Jeanne Watson, Rhonda Goldman y Margaret Warner publicaron el
mas completo catalogo de investigaciones, trabajos te6ricos y reportes
de la practica profesional en este periodo, en Psicoterapia experiencial
centrada en el cliente en el siglo xx1: avances en la teoria, la
investiga ci6n y la prdctica, en donde se informa del uso extendido en
Europa del enfoque centrado en la persona.
86 CAP. 4. CONTEXTO HISTORICO

La conclusion que puede concretarse respecto a este periodo es


que tanto en America como en Europa y algunas partes del Continente
Asiatico este enfoque no solo se conoce y emplea como instrumento
psicoterapeutico, sino que ha tenido impacto en la practica profesional
de la psicoterapia a nivel universal.
La investigation realizada en Mexico se reporta someramente en el
capitulo 3 ya lo largo de este volumen, al describir la labor del Institu
to Nacional de Investigacion en Desarrollo Humana.
Merecerfa un capitulo aparte el trabajo de Alberto Segrera en la
sistematizacion y la divulgaci6n no solo de investigaciones, sino de
todas las publicaciones que en el mundo han contribuido a la·difusion
del enfoque centrado en la persona.
Alberto Segrera trabajo durante 33 afios en el Departamento de
De sarrollo Humana y contribuyo ampliamente en la difusion del
enfoque centrado en la persona a traves de la docencia y la difusion de
la psi cologfa humanista, del desarrollo humano y del enfoque
centrado en la persona. Convoco al primer foro internacional del
enfoque centrado en la persona y a partir de entonces estos encuentros
se han repetido regularmente en diversas ciudades y universidades del
mundo. Estos foros han sido el punto de partida de muchos trabajos de
investiga cion y difusion del enfoque. Tal vez la contribucion mas
importante de Alberto Segrera al conocimiento y difusion de este
enfoque sean los indices electronicos del enfoque centrado en la
persona que pueden ser consultados en Internet. En los anales de la
psicologia humanista tendran un lugar preponderante estos indices
electronicos que tanto han facilitado la investigacion y en general los
trabajos sobre el enfo que centrado en la persona a nivel internacional.
En una reunion de la Asociacion Americana de Psicologfa del Oes
te, a la que asisti llevada.a cabo en la Universidad de San Diego, en
California, Carl Rogers modero una sesion en que se discutio con que
calificativo deberia ser descrito el enfoque: ('centrado en el cliente" o
"centrado en la persona"? Muchos arguyeron que las palabras "centra
do en el cliente", por ser neutras y no tener ningun contenido ideo- ·
16gico conceptual, eran mas aptas para describirlo. Sin embargo, Carl
Rogers claramente opto por quienes pensaban que el enfoque centrado
en la persona describfa con mayor precision y congruencia te6rica lo
que este habfa llegado a ser a lo largo de la historia de la psicologfa y
de la educaci6n.
Se arguy6 en contra que la palabra "persona" ten.fa connotaciones
filos6ficas claras y estaba identificada con la propuesta de Gordon Al
port en psicologfa. De todos modos, varios escritores de esta corriente
lo siguen calificando "centrado en el cliente" (Watson, 2002).
SEXTO PERIODO 8'7
Carl Rogers respondi6 que estaba muy consciente de las implica
ciones te6ricas que la palabra "persona" tenia y que tal vez la palabra
"cliente" estuviera mas desligada de tales implicaciones, pero que de
todos modos consideraba que "persona" respondia mejor al contexto
te6rico conceptual en que el enfoque se habia venido desarrollando.
A partir de esa memorable sesi6n hasta su muerte, Carl Rogers se
refiri6 al enfoque como el "enfoque centrado en la persona". Curiosa
mente en esa epoca Carl estaba trabajando en su libro El poder de la
persona, avalando asi, de hecho, la posici6n de quienes pens{tbamos
que desde sus origenes hasta nuestros dias el enfoque centrado en la
persona era una mejor descripci6n de lo que en la practica y en la teo
ria un gran numero de psic6logos y educadores estabamos realizando.
A este respecto David Russell en su libro Carl Rogers the Quiet
Revolutionary (2002), en el que informa de las entrevistas sostenidas
con el sobre su vida y obra, deja ver que a partir de la decada de 1970,
aproximadamente, Carl abandon6 el uso del termino client centered
therapy y usa expresiones como person centered education, person cen
tered dialogue y person centered therapy y, en general, person
centered approach, que abarca a todos. Es muy probable que
pensara que la palabra persona incluye a todos los que de alguna
forma participan en cualquiera de los procesos en que la relaci6n
interpersonal es la base. Por tanto, se refiere tambien a la persona
m1sma del psicoterapeuta, del profesor, del administrador o del
acompafiante. De tal suerte que puede perfectamente significar un
enfoque centrado en todas las per sonas participantes en una relaci6n,
sea esta individual o de grupo,
educativa, psicoterapeutica o de trabajo.
Concluire esta resefia hist6rica con otras palabras del mis1no Ro gers
(1978):*

, Siempre ha existido una fuerte inclinaci6n en quienes de alguna ma


nera se han identificado con el sistema psicoterapeutico centrado en la
persona, a enfrentarse directamente con los datos crudos del proceso.
Es tos profesionales no han sido partidarios de las abstracciones
sofisticadas, ni de las descripciones del proceso psicoterapeutico
remotas a la misma interacci6n entre dos personas.
Es probable que .en las memorias de las diferentes escuelas de psi
coterapia que permanezcan dentro de SO afi.os, el enfoque centrado en la
persona sera, al menos, recordado por su inclinaci6n a manejar honra damente
los hechos y las modalidades del proceso psicoterapeutico, asf coma las
diferencias que dividen a los distintos psicoterapeutas.

* Cita tomada de Rogers, C, A way of being (Una manera de ser), Houghton Mifflin,
Boston, 1980. Traducida al espafi.ol par Juan Lafarga Corona.
88 CAP. 4. CONTEXTO HISTORICO

Finalmente, sintetizando las conclusiones sobre los hechos presen


tadas en este capitulo, cito las palabras del mismo Carl Rogers (1980):

UNA DECLARACION CONCLUYENTE

En nuestro trabajo como terapeutas centrados en la persona y como


investigadores (Rogers, 1980) descubrimos las actitudes que han demos
trado ser efectivas para generar cambios constructivos orientados al me
joramiento de la personalidad y de la conducta de los individuos y de
los grupos. Las personas en un ambiente caracterizado por estas
actitudes desarrollan un mayor autoconocimiento y comprensi6n de si
mis1nas, mayor confianza y habilidad para escoger sus propias
conductas-,apren densignificadvamente y sienten mayor libertad para
desarrollarse.
Una persona en este clima favorable se siente libre para escoger cual
quier opci6rt, pero en realidad escoge conductas positivas y constructi
vas. La tendencia actualizante se manifiesta operativa en todos los seres
humanos.
Esto confirma ademas que dicha tendencia no unica_mente existe
en los sistemas vivos, sino que tambien es parte de una tendencia,
claramen
. te manifiesta en el universo, a todos los niveles.
Asi pues, en el ambito humano cuando·podemos generar un clima
psicol6gico que permite a las personas ser -ya sean ellos clientes, estu
diantes, trabajadores o miembros de un grupo, no estamos en un evento
casual, nos estamos poniendo en contacto con una tendencia que permea
toda la vida organica, una tendencia a alcanzar, con toda la complejidad
de que esta vida organica es capaz, su maximo desarrollo. Y a una es
cala todavia mas amplia, yo creo que nos vamos sincronizando con una
tendencia creadora, potente, que ha formado nuestro universo, desde el
mas pequefi.o copo de nieve hasta la mas grande de las galaxias, desde
la simple amiba hasta la persona mas sensible y mas bien dotada. Tal
vez estamos tocando el filo mas cortante de esta habilidad de
trascendernos a nosotros mismos para crear nuevas y mas espirituales
dimensiones en la evoluci6n humana.
Este tipo de afirmaci6n es para mi una de las bases filos6ficas del
enfoque centrado en la persona.
CAPITULO

5
lnQ_uietud creative de un profesionat
un investigador, un hombre

El catalogo de formulaciones te6ricas y de trabajos de verificaci6n


presentado en el capitulo anterior no proporciona una perspectiva his
t6rica completa de la genesis del enfoque centrado en la persona. Para
entender este enfoque, -originado en la bt1squeda inquieta de un pro
fesional y de un investigador creativo e infatigable- es necesario cono
cer tambien la experiencia subjetiva del hombre que vivi6 la aventura.
En agosto de 1973 Carl Rogers recibi6 de la Sociedad Americana
de Psicologfa el premio a la mejor aportaci6n a la psicologfa profesio
nal. En su discurso de aceptaci6n, "46 afios en retrospectiva" (1974),
hace un analisis candido y dramatico de su experiencia profesional.
Su principal reacci6n al revisar esos 46 afios de busqueda infatigable
fue de sorpresa. Nunca habfa imaginado la repercusi6n que tendrfa su
trabajo y el de sus colaboradores. En efecto, estos esfuerzos abrieron
el sesamo de la psicoterapia al escrutinio publico y a la investigaci6n
ri gurosa. Dichos trabajos permitieron el estudio empfrico de
fen6menos altamente subjetivos y contribuyeron al cambio de los
metodos psico terapeuticos de todos los sistemas; con base en ellos se
han 1nodificado los conceptos y la practica del liderazgo en la
educaci6n, la inclustria, el trabajo social y el servicio religioso, la
medicina y aun en el ejercito, asf coma en las principales corrientes
del movimiento de grupos; han influido tambien en la gestaci6n de una
nueva filosoffa de las ciencias del hombre, han repercutido en la
formaci6n de estudiantes de teologfa y filosoffa y, lo mas importante,
han cambiado la direcci6n e intencio nes de la vida de muchas
personas en muy diversos pafses del mundo. El lector podra encontrar
por lo menos algunos de estos trabajos en su propio idioma, ya que se
encuentran disponibles en 12 idiomas.

89
90 CAP. 5. INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL

Rogers no atribuye estas realidades a su genio clarividente sino


a su capacidad de aprender, sobre todo de colegas mas j6venes y de
las experiencias de cientos de hombres, a quienes ha acon1paiiado
en la busqueda de ellos misrnos y de los significados genuinos de su
existencia. Aun asi, el cree desconocer los factores causantes de dicha
repercusi6n; presiente que al formular sus ideas o sus descubrilnientos
de alguna man_era responde a interrogantes basicas del hombre, mas
bien intuidas que claramente formuladas (1974, 1978):

Cuando trato de entender el fen6meno, me parece que, sin saberlo,


exp:rese una idea cuya hora habia llegado. Es como si un estanque se
hu biera calmado totalmente, de manera que un guijarro arrojado en el
enviara ondas que irian mas y mas lejos, teniendo una influencia que no
se enten derfa simplemente al mirar el guijarro. 0, para usar una
analogia qufmica, como si una soluci6n se hubiera sobresaturado, de
manera que la adici6n de un cristal iniciara la formaci6n de cristales en
todo el compuesto (en Lafarga, J. y J. Gomez del Campo, 1978).

tCual fue esa idea, ese guijarro, ese cristal? Rogers tiene la impresi6n
de que fue la hip6tesis, gradualmente formulada y comprobada por el
mismo, de que el individuo tiene amplios recursos para la autoco1npren
si6n, para alterar su autoconcepto, sus actitudes y su conducta, al elegir
la forma de autodirigirse, y de que estos recursos se materialicen si se
provee a la persona de lin clima de actitudes psicol6gicas facilitantes.
No obstante, esta nueva hip6tesis, tan reciente y, en cierta forma, tan
antigua, no fue producto de meras especulaciones o reflexiones, sino que
surgi6 coma resultado de la curiosidad sin prejuicios de un investigador
con los pies en la tierra.
Prirnero fue constatar, mediante experiencias dificiles y frustran
tes, que escuchar -no como el analista que examina y procesa la co
municaci6n desde la cabecera del sofa, sin interactuar, sino con una
actitud comprensiva y tratar de comunicar esa comprensi6n- cons tituia
una de las condiciones poderosas para el cambio terapeutico
individual.
Al i.gual que sus colegas, Rogers pronto comprendi6 que la aten
ci6n empatica no solo facilitaba la comunicaci6n, comparada con el
escucha.r evaluatorio, sino que era una de las caracteristicas mas im
portantes para conocer en toda su misteriosa complejidad el funciona
miento de los procesos internos del hombre. Como los grandes
te6ricos del proceso psicoterapeutico, Rogers pudo haber formulado
hip6tesis abstractas y no experimentales, pero tal vez gracias a su
formaci6n agricola realiz6 observaciones precisas, y a partir de ellas
deriv6 infe rencias susceptibles de verificaci6n.
INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL 91
, _El paradigma obser;7aci6n-hip6tesis-verificaci6n-teoria fue caracte
nst1co en la me od_olog1a del enfoque centrado en la persona. Debidoa
Qt;e_ los descubnm :ntos de Rogers estuvieron vinculados con
aspectos b_as cos de la re_l c on interpersonal para fomentar o
entorpecer el cre c 1ento autod1ng1do, las formulaciones de estos
descubrimientos se h1c1eron en un lenguaje accesible, y el enfoque
centrado en la persona tuvo de inmediato aplicaci6n a una
innumerable variedad de situa ciones humanas. Por otra parte, a
pesar de que este enfoque fue sis tematizado y verificado en contextos
universitarios y de que todas las reformulaciones e innovaciones de
este se ban generado en ambientes academicos, Rogers (1974)
considera que su trabajo ha tenido poca influencia en la metodologfa
que algunos llaman cient{fica.
Creo que mis compafieros y yo hemos tenido muy poca influencia en
la psicologia academica, en los programas de clases, en el libro de texto y
en el laboratorio. Mi pensamiento, mis teorias, mi enfoque de la terapia
se mencionan de paso. Creo que he sido un fen6meno dolorosamente
vergonzoso para el psic6logo academico.

Rogers ha experimentado una especie de ambivalencia hacia la


psicologia academica en relaci6n con su p·ersona y su trabajo. Por una
parte, ha sida considerado itrespetuoso de las rituales mas sagrados
de los academicos: la conferencia magisterial, las sistemas de evalua
ci6n y de calificaciones, los titulos, las gradas y el codiciada birrete
doctoral.
Par otra parte, la psicologia -coma ciencia y coma profesi6n- lo ha
cubierto con los honores mas altos que ha podido recibir un psic6logo
norteamericano: fue electo presidente de la Sociedad Americana de
Psicologia Aplicada y de importantes comisiones o divisiones de otros
organismas profesionales; asimismo, en 1956, cuando su posici6n era
mucho mas controvertida que anteriormente, se le confiri6 uno de los
tres premios a la contribuci6n cientifica.
El premio a la contribuci6n cientffica fue para mi, en cierto sentido,
el reconocimiento "mas puro" que jamas se me habia dado. Durante
afios habia luchado por objetivizar el conocimiento en un campo
potencial de la ciencia que aparentemente a nadie mas le importaba. No
me impulsa ban la ambici6n, ni la esperanza de algun premio.
En la investigaci6n empfrica habia masque un deseo de probar algo
a los demas, evidentemente no trataba de alcanzar una meta cientifica.
Pero las fases basicas de mis trabajos (la observaci6n cuidadosa, las en
trevistas grabadas, las intuiciones respecto a las hip6tesis, el desarrollo
de teorias verificadas en la investigaci6n) me pusieron tan cerca de ser
un cientffico, como tal vez nunca pueda estarlo en adelante Asi, se
92 CAP. 5. INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL

me ahog6 la voz y se me salieron las lagrimas cuando me llamaron a la


convenci6n de 1956 para recibir, junto con Wolfang Kohler y Kenneth
Spence, el primero de los premios a una contribuci6n cientifica a la
psicologia.
Fue una prueba expresiva de que los psic6logos no solo se avergon
.zaban de mi sino que, hasta cierto punto, tambien estaban orgullosos de
mi... Este premio tuvo mayor significado personal que todos los
honores que le han seguido, incluido el primer premio a la contribuci6n
profesio nal otorgado en 1974.

Durante su vida profesional, Carl Rogers libr6 dos batallas que han
tenido trascendental importancia no solo para su trabajo, sino tambien
para la profesi6n del psic6logo clinico en Estados Unidos de America.
La primera se relaciona con muchos miembros de la profesi6n psi
quia.trica, quienes opinaban que no debiera permitirse a los psic6logos
practicar la psicoterapia, ni tener responsabilidades administrativas sa
bre trabajos de "salud mental", especialmente si en estos participaban
psiquL:1tras.

Me encontre con esta oposici6n por primera vez en Rochester,


Nueva York, cuando nuestro pr6spero Departamento de Orientaci6n
Infantil fue reorganizado en 1939 para convertirse en el nuevo e
independiente Cen tro de Orientaci6n de Rochester. Se hizo una
campa:fia vigorosa, en parte con las cartas sabre la mesa y en parte entre
bambalinas, para desconti nuar mis servicios como director y
sustituirme por un psiquiatra.
Parecia no dudarse de la calidad de mi trabajo. El argumento se ba saba
simplemente en la opinion de que un psic6logo no podria dirigir una
operaci6n de salud mental, era sencillamente "algo que no se hacia".
Aunque habiamos empleado psiquiatras par horas durante a:fios, esto de
pronto se volvi6 algo inadmisible. Yo no tenia bases para argiiir algun
precedente importante, no podia invocar la ayuda de ningun otro grupo
profesional.
Fue una batalla solitaria. Estoy muy agradecido con la Junta de Di
rect:ores, casi todos legos en la materia, por haber fallado finalmente a
mi favor. Para mi habfa sido una lucha de vida o muerte, porque era lo
que yo estaba hacienda bien y la obra que deseaba continuar.

Despues de una tregua en la Universidad Estatal de Ohio, la lucha


se reanud6 con mayor fuerza en la Universidad de Chicago. Ningu
no de los sucesivos directores del Departamento de Psiquia rfa acept6
cooperar con el nuevo y heterodoxo Centro de Orientaci6n. Por fin,
uno de ellos pidi6 abiertamente a la administraci6n de la universidad
que cerrara el centro, debido a que sus miembros practicaban la me
dicina (psicoterapia) sin licencia. En esa epoca, el programa de Rogers
INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL 93
todavia no contaba con la aprobaci6n de la Asociaci6n Americana de
Psicologia ni de otra organizaci6n psicol6gica.

Monte un contraataque furioso con todas las pruebas que pude reu nir.
De nuevo agradezco, ahora al canciller de la universidad, por su (para mi)
justa consideraci6n y su petici6n al Departamento de Psiquiatria de que
abandonara su demanda, lo que fue hecho de inmediato. En estas dos
ocasiones he luchado abiertamente con la psiquiatria. En general, mi
estrategia ha tenido dos objetivos: me he esforzado por reconciliar las dos
profesiones en su persecuci6n de un fin comun, pero tambien he tratado
de impulsar, tan rapidamente y tan adelante como me ha sido posible, el
derecho de los psic6logos a practicar en un campo en el que son promi
nentes en la investigaci6n, en la practica y en la formulaci6n de teorias.

Pero cuando se me arrincona, como en estas dos ocasiones, puedo


pelear con toda la eficacia que uno desarrolla en una fam ilia de seis
hijos. Las personas que solamente conocen mi aspecto ponderado y
amable quedan perplejas de mi actitud y conducta en una situaci6n de
guerra declarada. Debi haber levantado, como advertencia, la insignia
de las prirrieras colonias americanas, en que esta dibujada una vfbora
de cascabel con el lema "no me pises".
Cuando Rogers fue nombrado director del Departamento de Psico
logia y Psiquiatria de la Universidad de Wisconsin, la lucha adquiri6
sesgos diferentes. Ahf inici6 el entrenamiento de un grupo de psic6-
logos y psiquiatras, a fin de que ambas profesiones abandonaran una
incipiente batalla que las dividia.
La otra contienda que tuvo que librar en el campo profesional con
sisti6 en defender el enfoque humanista en el estudio de los seres
humanos, en contra de la escuela conductista, la cual proponfa e im
pulsaba la rfg1da metodologfa de las ciencias ffsicas en el estudio del
hombre. El debate Rogers-Skinner de 1956 ha sido hasta la fecha uno
de los escritos mas reproducidos en el mundo de la psicologia. No es
el momento de analizar este debate, pero sf es ilnportante subrayar
que Rogers ha aceptado la hip6tesis del condicionamiento operante
como una valiosa formulaci6n, ampliamente verificada, para explicar
ciertos tipos de aprendizaje; en cambio, Skinner ha ignorado de
manera siste matica las hip6tesis basicas del enfoque centrado en la
persona.
En terminos personales, Rogers mantuvo por muchos afios una
relaci6n cordial y amistosa con Fred Skinner, a quien consider6 "un
hombre honrado, dispuesto a llevar sus ideas a su conclusion 16gica
y con quien se puede disentir profundarriente, sin mengua del respe
to". Mas aun, Rogers se neg6 consistentemente a aceptar invitacio nes
de diversas publicaciones para que comentara el libro Mds alld
94 CAP. 5. INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL

de la libertad y de la dignidad, que Skinner publico en 1971, debido a


que -segun el- un hombre tiene derecho a expresar con toda libertad
sus puntos de vista. Sin embargo, manifesto una profunda desilusion
cuando Skinner se rehuso a que se publicara una disertacion de nueve
horas que sostuvieton en la Universidad de Minnesota, en Duluth, en
la cual se habia realizado la revision mas completa de sus divergencias
hasta la fecha. Rogers sintio, entonces, que Skinner no estaba jugando
limpio con sus colegas de la profesion psicologica.
Las diferencias entre Rogers y Skinner no se han manifestado en
terminos de teoria psicologica, ni siquiera en terminos practicos, pues
en su formulacion, aplicacion y verificacion se complementan, no son
antag6nicas; la discrepancia estriba en las filosofias que fundamentan
a ambas teorias. A este respecto Rogers escribe:

Me he dado cuenta de que la diferencia basica entre los enfoques


humanista y conductista en el estudio de los seres humanos reside en
una opcion filosofica. Esta ciertamente podria discutirse, pero no podria
sustentarse con pruebas evidentes. Si se toma la opcion de Skinner, toda
conducta debe ser explicada en terminos de una secuencia ineludible de
causa y efecto. Todo lo que Skinner y yo hacemos es resultado
inevitable de nuestros condicionamientos. Como el lo ha afirmado, el
hombre actua como se ve forzado a actuar, pero como si nose viera
forzado a ello. :Lle vada a su conclusion logica, esta afirmacion
significa, coma ya lo habia sefialado Juan Calvino, que alguna vez se
dio cuerda al universo, coma si este fuera un gran reloj, y desde
entonces ha caminado en una direccion inexorable. Asf pues, lo que
creemos son nuestras decisiones, elecciones y valores son en verdad
ilusiones. Skinner no escribio sus libros porque hubiera decidido
presentar sus puntos de vista, o para sefialar el tipo de sociedad que
valora coma la mejor, sino solo porque fue condicionado para hacer
ciertos signos sobre el papel. Sorprendentemente para mi, el admitio
todo esto en una sesion en que ambos participamos.

Para Rogers es imposible explicar la experiencia psicoterapeutica


individual y en grupos, si se niegan la realidad y el significado de la li
bre elecci6n humana. El crecimiento humano -coma criteria de salud
parece 1nanifestarse mediante dos elementos basicos: la prevalencia de
pautas constructivas de conducta y la elecci6n individual del propio
destino. Rogers reconoce que esta hip6tesis, valida para el, no lo es
para otros psic6logos y considera que cada quien debe elegir la opci6n
filos6fica mas congruente consigo mismo.
Lo anterior no significa desconocer que la conducta humana esta,
en gran parte, condicionada por las circunstancias del ambiente e in
clusive por factores geneticos. Pero seria tan inexplicable la conducta
INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL 95
humana si se aceptara que todo acto humano es libre, como que esta
condicionado por factores geneticos o experiencias ambientales. La
diferencia basica entre las posiciones filos6ficas del humanismo y del
conductismo estribarfa en que la formulaci6n de hip6tesis y los me
todos de verificaci6n de ambas escuelas son complementarios para la
primera e incompatibles para la segunda.
En una sociedad orientada hacia la tecnologia, con un enfasis
constante·en el control, es muy c6modo para el psic6logo y para el
investigador academico pedir prestados a las ciencias fisicas sus meto
dos de investigaci6n, puesto que con estos se obtienen disefios experi
mentales conocidos y manejables. En cambio, es muy compron1etedor
aceptar que la psicologia -como ciencia- aun no tiene una metodolo gia
acabada y, por consiguiente, se ignora mucho sabre las leyes del
comportamiento humano. Es mas facil disfrazarse de "objetividad",
aunque se tengan que pedir ropas ajenas, que reconocer las deficien
cias propias y admitir que, coma cientificos, todavfa no podernos ex
plicar satisfactoriamente los procesos subjetivos del ser humano y la
repercusi6n de estos en la conducta humana. Frente a esta constata
ci6n, Rogers explica las dos corrientes basicas de la psicologia:

Lo que constituye realmente la polemica es la confrontaci6n de


dos paradojas. Si la posici6n conductista extrema es cierta, todo lo que
hace un individuo-carece de significado, debido a que dicho individuo
no es mas que un atomo en una cadena cerrada de causa y efecto. Pero
si la posici6n humanista es verdadera, se tiene que aceptar la elecci6n
individual y esta elecci6n subjetiva tiene algun efecto en la caclena de
causalidad; por tanto, la investigaci6n cientifica basada en una cadena
continua de rigida causalidad es inexplicable.
Al igual que otros autores, Rogers ha_ intentado reducir esta con
frontaci6n. En su articulo "Libertad y entrega responsable" (1964)
ana liza la experiencia psicoterapeutica desde ambos puntos de vista,
sin pretender amalgamar lo irreconciliable. Tal vez en el futuro
alguien pueda aclarar mas estas paradojas.
Para mi todavia hay algo mas de fondo en la posici6n conductista
que me preocupa. Como psicoterapeuta y maestro, con frecuencia he
podido constatar que la necesidad de elevar a la categorfa de dogmas
los descubrimientos cientificos o las hip6tesis filos6ficas -que son me
ras aproximaciones a la verdad- es producto 1nas de inseguridad per
sonal que de solidez cientifica. Los descubrimientos mas importantes
y las hip6tesis filos6ficas y cientificas verdaderamente innovadoras
son atractivos y aceptados por sf n1ismos y no tienen que ser
defendidos con banderas de cruzada. Cuando los descubrimientos y
las hip6tesis
96 CAP. 5. INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL

necesitan ser proclamados como verdades que no admiten cuestiona


miento o confrontaci6n, sirven para excomulgar a la heterodoxia o son
impuestos por autoridad "cientffica", solo ocultan debilidad filos6fica
y metodol6gica, ya que son producto de la inseguridad de sus propug
nadores.
Rogers considera que la persona en nuestra cultura esta embriaga
da por la tecnologia y alienada de sf misma, al borde de la decadencia.
Sin errtbargo, intuye que de estas ruinas saldra una persona nueva,
altamente consciente, autodirectiva, exploradora de su espacio inte
rior, mas que del exterior, renuente a aceptar el conformismo con las
instituciones y dogmas impuestos por abuso de autoridad. Esta nueva
persona no se sentira subyugada por los demas, ni experimentara la
necesidad de subyugar a otros; sera mas bien un humanista que un
tecn6logo y tendra una alta probabilidad de supervivencia.
Con frecuencia Rogers dese6 organizar sus ideas, hip6tesis y des
cubrimientos en formulaciones te6ricas coherentes, sin pretensiones
de producir algo acabado e incuestionable. Desde su primera teorfa
de la personalidad y de la conducta (1951) hasta sus mas recientes
descripciones del funcionamiento de los grupos de encuentro, ha em
pleado un lenguaje llano y comprensible, poco usual en los ambitos
acaden1icos, con un estilo personal caracterizad6 por un consistente
apego a los datos observables y una gran apertura al dialogo ya la veri
ficaci6n. Tal vez esto explica que cuando Sigmund Koch pidi6 a
Rogers una contribuci6n para la monumental serie de volu1nenes
Psicologfa: estudio de una ciencia, este produjo una teoria del proceso
de ca1nbio en la personalidad que result6 ser una de las teorias mas
rigurosamen te espedficas que se hayan escrito (Koch, 1959; Rogers,
1978). Sin em bargo, el mismo Rogers considera que su teoria de la
psicoterapia, la personalidad y las relaciones interpersonales en el
marco de referenda centrado en la persona es lo mas ignorado de todo
lo que ha escrito.
Una de sus mayores perplejidades fue la que experiment6 cuan
do aquellos psic6logos que en su juventud representaban un estfmulo
para la creatividad de muchos y prometian ser en el futuro los lfderes
mundiales en el campo de la psicologia olvidaron poco a poco sus
ideales y ocuparon puestos administrativos, con gran reputaci6n cien
tffica, prestigio y bienestar econ6mico, pero sin haber cumplido las
promesas hechas en su juventud.
...Han perdido todo interes vital verdaderamente creativo en la psicologfa.
zPor que? zFueron sus intereses demasiado estrechos e insatisfactorios al
madurar? tLes falt6 una convicci6n basica o una filosoffa que hubiera
guiado sus obras? tLes habran parecido irrelevantes sus esfuerzos en un
contexto social mas amplio o pobres sus aportaciones? z_Tenfa su trabajo
INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL 97
inicial la finalidad oculta, de impresionar a sus colegas, sin que pierda
importancia con la edad? tintentaron detenerse en la defensa de su obra
inicial, frenando su creatividad por miedo a lo desconocido? No lo se. Su
actitud me ha dejado perplejo y ha dificultado mi busqueda de lfderes
para un pensamiento creativo.

Desde mi punto de vista, esta perplejidad de Carl Rogers


demuestra que al resaltar la asimilaci6n de las "verdades absolutas de
la ciencia", nuestros sistemas educativos generan en individuos de
gran espfritu creativo un sentimie11to de impotencia, gracias al cual
prefieren buscar los satisfactores del poder, el prestigio y el bienestar
econ6mico, que emprender nuevos caminos para la ciencia, el
crecimiento propio y el de los demas.
Rogers siempre encontr6 la fuente mas rica de estimulaci6n para
su trabajo en los estudiantes de posgrado y en los miembros mas
j6venes de sus equipos, ya que estos son "menos aburridos, menos
defensi vos, mas sinceros en sus cr:fticas y mas creativos en sus
sugerencias". Rogers no se siente un erudito que obtiene sus· ideas de
otros; sin em bargo, hay autores coma Kierkegaard, Buber, Polanyi y
otros que han enriquecido y clarificado sus propias concepciones y
puntos de vista. Se siente dotado de la facultad "de hacer
descubrimientos afortuna dos e inesperados, debidos a casualidades".
Pero la preoclipaci6n mas grande de su vida profesional y humana ha
sido la comunicaci6n.
Desde mis primeros afios, por alguna raz6n (la comunicaci6n) ha
sido un objetivo que me apasiona. Me ha dolido mucho ver c6mo tantos
hombres no logran comunicarse. He deseado comunicarme yo mismo,
de suerte que no hubiera malos entendidos. He querido entender, tan
profundamente coma ha sido posible, la comunicaci6n de otrqs, sea de
personas en busqueda de ayuda, de amigos o de familiares. He querido
ser comprendido. He tratado de facilitar la claridad en la comunicaci6n
entre individuos con los puntos de vista mas diversos. He tratado de fa
vorecer la comunicaci6n entre grupos cuyas percepciones y exper:iencias
parecian ocupar polos opuestos, entre desconocidos, miembros de cultu ras
diferentes, representantes de diferentes estratos sociales. Dar ejemplos
adecuados seria abarcar toda mi carrera.

Un ejemplo de su experiencia con grupos de esta naturaleza es una


serie de. reuniones que realiz6 con personas relacionadas con el am biente
de las drogas: un agente de la oficina de narc6ticos y algunos individuos
v:fctimas del uso de drogas fuertes, entre los cuales estaba un traficante
sentenciado. El grupo estaba formado por blancos y negros, j6venes y
personas de mediana edad, marginados provenientes de los ghettos y
·gente de la clase media. Considera que la experiencia con este
98 CAP. 5. INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL

grupo es una de las que han dejado en el una huella mas profunda. La
primera reunion fue filmada, pero el titulo del documental, escogido por
la cornpafiia filmadora, result6 poco atractivo: "Estacion WOED" (1971).
Conserva recuerdos profundamente significativos que, sin embar
go, no podrian constar en los anales "academicos". Por ejemplo, Glo
ria, la muchacha con quien sostuvo una entrevista de media hara en
un documental muy conocido (1961), se ha mantenido en contacto
ocasional con el por mas de ocho afios, "principalrnente debido a la
intimidad alcanzada en 1nedia hara de fihnacion". Con Randy, el tra
ficante de drogas convicto del documental aludido en el parrafo ante
rior, n1antuvo correspondencia durante mas de un afio. El senor Fack,
que participo en la investigacion sabre la psicoterapia con esquizofre
nicos, lo busco despues de ocho afios para comunicarle que no habia
regresado ni siquiera por un dia al hospital estatal.
Rogers sintetiza asi el panorama de su pasado profesional: "Estoy
sorprendido del interes que causo mi obra y la de mis colaboradores;
tengo una creciente persuasion de que los tiempos habian madura
do para recibirla. Veo con humor y simpatia la ambivalencia que he
creado en la psicologia academica y profesional." Me siento satisfecho
de haber c0ncluido la guerra con la psiquiatria y de haber jugado un
papel en el conflicto entre las filosofias conductista y humanista que
aun perdura.

Estoy asombrado ante los cauces que siguieron algunas de las mas
brillantes luminarias de la psicologia, profundamente agradecido por las
ensefianzas vitales de las personas cuyo crecimiento y desarrollo he trata
do de facilitar. Siento confianza en los j6venes, de quienes continuamente
he aprendido y me doy cuenta de que he desarrollado el tema de mi vida
alrededor del deseo de la claridad en la comunicaci6n, con todas sus im
plicaciones y ramificaciones.

Carl fallecio en 1987, habiendo publicado una revision muy enri


quecedora de su libro Libertad y creatividad en la educaci6n (1983).
En los ultimas afios de su vida aun escribia y facilitaba grupos de
encuentro cuando consideraba que estos podrian tener una repercu sion
social significativa; tuvo un especial interes por la comunicaci6n
interracial e intercultural. Al final de su vida estuvo mas interesado por
las i1nplicaciones sociales del proceso psicoterapeutico en grupos que
por el aprendizaje a traves de la terapia individual. He aqui los titulos
de algunos de sus postreros articulos publicados: "Acercando lo cog
noscitivo a lo afectivo-experiencial en la educaci6n", "Nuevos desafios
a la psicologia", "Cuestiones sociales que me interesan", "La persona
emergente: una nueva revoluci6n".
INQUIETUD CREATIVA DE UN PROFESIONAL 99
Algunas veces tuvo la impresi6n de que estaba abarcando dema
siado; solamente el juicio de otros podra adarar esta inquietud en el
futuro.

...Y ademas cuido mi jardin, escribi6 a los ochenta y cuatro afios. Me siento de
fraudado las mananas en que no tengo tiempo para inspeccionar mis flores, regar
los retofios, arrancar unas cuantas hierbas, ponerles insecticida a las plagas o
aplicar el fertilizante indicado a las plantas en retofio. Mi jardin despierta en mi la
misma intrigante pregunta que he tratado de responder durante toda mi vida pro
fesional: tcuales son las condiciones efectivas para el crecimiento? En mi jardin,
aunque las frustraciones son multiples, los resultados, buenos o malos, se mues
tran con mayor rapidez. Y cuando a traves del cuidado paciente he descubierto
las condiciones efectivas en la producci6n de una flor rara o esplendida, siento
una satisfacci6n parecida a la que he experimentado al facilitar el crecimiento de
una persona ode un grupo.
CAPITULO

6
El enfoQ_ue centrado en la persona
y el desarrollo human_oen Mexico

Cuando a mediados de 1966 regrese a Mexico despues de un pe


riodo de estudios en Estados Unidos de America, el enfoque psicote
rapeutico centrado en la persona no era completamente desconocido.
Rogelio Diaz Guerrero habia hecho una introducci6n a la obra de Ro
gers en el Colegio de Psicologia de la Universidad Nacional Aut6noma
de Mexico durante las afios cincuenta; asimismo, Ernesto Meneses
_habia presentado los elementos esenciales de este enfoque en la Uni
versidad Iberoamericana (UIA). Recientemente habia aparecido la tra
ducci6n espafiola del segundo libro de Rogers con el titulo Psicoterapia
centrada en el cliente (1951), editado en Argentina. Sin embargo, dicho
sistema no se habia puesto en practica y menos aun habfa generado
programas de entrenamiento.
Al finalizar el segundo semestre del afio escolar de 1966, un gru
po de estudiantes del quinto afio de la licenciatura en psicologia, con
quienes habia trabajado en estrecho contacto durante el semestre, su
giri6 el establecimiento de un programa para la formaci6n de psic6-
logos en psicoterapia. Dicho grupo habia participado conmigo en un
seminario sabre filosoffa de las ciencias de la conducta, el cual habfa
producido en ellos desconcierto primero y entusiasmo despues, mas
por el enfoque del programa y mi actitud abierta al estimular y facilitar
el aprendizaje, que por el contenido del seminario.
Un tanto desarraigado de Mexico y sin conocer la actividad acade
mica y profesional de los psic6logos en mi propio· pais (no traia mas
credenciales que los grados universitarios), al firmar el contrato
laboral que me ligaria con la Universidad Iberoamericana para trabajar
en el Centro de Orientaci6n Psicol6gica y en el Departamento de
Psicologia,
100
EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA 101
decidf emplear todo mi tiempo en mantenerme informado de la situa
ci6n que guardaba la psicologfa academica y profesional en Mexico
antes de empezar algo nuevo. Sin embargo, las circunstancias de mi
trabajo, que especificare posteriormente, dificultaron mi tarea de "in
culturaci6n". Durante cinco afios en Estados Unidos de America habfa
sido entrenado, a traves de la practica, la supervision y el aprendizaje
academico, en el enfoque psicoterapeutico centrado en la persona.
Pero desde mis primeros contactos con la psicologfa en Mexico tuve la
im presi6n de que el establecimiento de u n· programa analogo al que
yo habfa seguido encontrarfa aquf serias dificultades.
Al igual que hace 40 afios en otras partes del mundo, en Mexico
los psic6logos "sin doctorado" eran automaticamente excluidos de los
programas de entrenamiento en psicoterapia y los doctores en psicolo
gfa, formados en el extranjero, se podfan contar con los dedos de una
mano y sobraban algunos. La desconfianza hacia los psic6logos en los
ambitos psicoanalf ticos no solo se fundaba en la carencia de prepara
ci6n medica de estos, sino en un juicio devaluatorio de su preparaci6n
academica y profesional, juicio generado por deficiencias objetivas en
la preparaci6n del psic6logo, pero tambien por celos profesionales de
quienes los vefan como competidores potenciales.
Era lamentable pero comprensible constatar que la mayor parte del
personal en las escuelas y departamentos de psicologfa en las universi
dades estaba constituido por psiquiatras, neur6logos y psicoanalistas;
el psic6logo que tenninaba la licenciatura en los departamentos y co
legios de Mexico (departamentos en los que predominaba el enfoque
clfnico) salfa al campo de trabajo evaluado por sus maestros como pro
fesional de segunda, ayudante del psiquiatra, administrador de prue bas
y otros instrumentos diagn6sticos, cuyo valor debfa tambien ser
verificado por el psiquiatra o el analista.
Muy pronto me di cuenta de que los j6venes psic6logos mexicanos
no tenfan identidad propia y de que ellos mismos habfan interiorizado
durante la carrera las actitudes devaluatorias µe sus maestros hacia su
profesi6n y menospreciaban el alcance de su propia preparaci6n.
El primer Congreso de Psicologfa en Mexico (efectuado en la Uni
versidad de Jalapa a principios de 1967) me dej6 aterrado por los
ataques virulentos a la psicologfa clfnica y al psicoanalisis en general
de un grupo de j6venes inquietos y brillantes, maestros en la Univer
sidad Veracruzana y egresados de la Universidad Nacional Aut6noma
de Mexico. Entre otros elementos, estos ataques manifestaban un acu
mulado -resentimiento contra aquellos maestros que les habfan mos
trado la tierra prometida de la profesi6n, prohibiendoles la entrada a
ella. Al considerar a la psicologfa experimental como la unica ciencia
102 CAP. 6. EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

verdadera de la conducta humana, rechazaban con intransigencia la


psicologfa dinamica y sus hip6tesis clfnicas no verificadas experimen
talmente, y asf proclamaban la independencia en Mexico de la profe
si6n psicol6gica.
Debo confesar que estos ataques encontraban un. eco profundo en
mi. A pesar de ser yo 1nismo un psic6logo clfnico, me sentfa
profunda mente identificado con las inquietudes de las estudiantes de
psicologfa de las universidades mexicanas carentes de identidad
profesional. La participaci6n en el congreso mencionado me hizo
reflexion:ar sabre lo dolorosa y destructiva que resulta la
confrontaci6n violenta cuando se bloquean las caminos de la
comprensi6n y del dialogo. Senti descon fianza y falta de apertura y
creatividad par ambas partes. Pero tcuan tos afios vivieron las
psic6logos en nuestras universidades ignorados e indefensos?
En este contexto, decidf pensar seriamente en la proposici6n de
las estudiantes de la Universidad Iberoamericana. Durante algunos
meses yo habfa colaborado en el Departamento de Psicologfa en
la elaboraci6n de un plan de estudios para la maestrfa, atendiendo
principalmente a la demanda de especialistas en las areas social, in
dustrial, educativa y clfnica. Cuando propuse a las autoridades del
mismo departamento el proyecto de entrenamiento en psicoterapia
basado en el enfoque centrado en la persona en el nivel de posgrado
para psic6logos y, mas aun, de integrarlo al plan de estudios para
obtener el grado de maestro en psicologfa, sentf par primera vez
que ese tipo de colaboraci6n no era bien recibida. Desde un
principio se me objet6 que las psic6logos egresados de la
licenciatura no esta ban preparados para recibir un entrena1niento
en psicoterapia; se me alent6 a ofrecer, mas bien, algunos cursos de
counseling, entendido este termino como una forma de orientaci6n
o consejo psicol6gico; se sefial6 el hecho de 111i desarraigo del
media mexicano y se 1ne hicieron ver las diferencias entre la
psicologfa norteamericana -con su gran prestigio y tradici6n- y la
psicologfa en Mexico, que apenas daba sus primeros pasos.
Despues de escuchar con atenci6n tales objeciones pondere con
cuidado su importancia. Sin embargo, no dejaba de impresionarme la
fuerte carga emocional de las actitudes de las psiquiatras del Departa
mento de Psicologfa que dejaban colar, entre las grietas de aparente
se guridad, sentimientos ·de desconfianza, celos profesionales y miedo
a la perdida del prestigio propio, par las posibles ataques de sus
colegas de otras instituciones. Por otra parte, yo constataba la
capacidad, los recursos e inclusive la madurez de las j6venes
psic6logos mexicanos, indefensos por su genuina y muchas veces
candida admiraci6n hacia
f

EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA 1QJ


sus maestros psiquiatras, quienes les negaban los elementos para ad
quirir una madurez profesional que podria consolidarse con la edad y
la experiencia.
Aunque era obvia la ventaja de la psicologia de Estados Unidos de
America como una disciplina y coma una profesi6n, durante los seis
afios de mi convivencia con los psic6logos norteamericanos pude dar
me cuenta de que las diferencias con los colegas mexicanos, a nivel in
dividual, eran insignificantes. Si aquellos, con una experiencia similar
y con la misma edad que estos, podian ser entrenadcis en psicoterapia,
tambien los mexicanos podrian serlo. Asi lo expuse y con la mayor
claridad posible puse mis cartas sabre la mesa. Pronto comprendi que
el analisis y la discusi6n de las "razones" en contra de un programa
de entrenamiento para psic6logos en psicoterapia no tenian ningun
sentido. Detras de aquellas habia una actitud inflexible y una deter
minaci6n de no permitir que el psic6logo, sin la carrera de medicina
y al margen de las instituciones psicoanaliticas establecidas, recibiera
entrenamiento en psicoterapia,
Con miedo a los riesgos evidentes, pero confiado en la calidad, el
entusiasmo y la amistad de los j6venes egresados del Departamento
de Psicologia, emprendi el estudio y la formulaci6n de un programa
independiente en el Centro de Orientaci6n Psicol6gica de la misma
universidad. El primer se1ninario se denomin6 "Curso introductorio
de counseling"; empleamos un termino ingles que por su ambigtiedad
reducia las tensiones, pues para el Departamento de Psicologia signi
ficaba orientaci6n o consejo psicol6gico y para nosotros psicoterapia
centrada en la persona.
·Cuando por segunda vez presente las aportaciones de Carl Rogers
a los estudiantes de psicologia de la Universidad Iberoamericana, pude
constatar en ellos la misma experiencia que vivi en Chicago cuando, a
traves de Charlie Curran, descubri con·inmenso entusiasmo que exis
tian otras opciones, otras formas de entender al hombre, otras tecnicas
y otras experiencias, diferentes de las del psicoanalisis y de las del
conductismo.
A pesar de la tradici6n humanista de la Universidad lberoamerica
na, en el Departamento de Psicologia, el hombre era considerado coma
un ente mecanicamente determinado por impulsos internos autodes
tructivos o por las condiciones favorables o adversas del ambiente.
Tanto las tecnicas cbmo la practica profesionales de los maestros del
departamento reflejaban estos modelos y yo sentia que los estudiantes,
al igual que los usuarios de la psicologia en Mexico, estaban asfixia
dos por la rigidez y el reduccionismo de sistemas psicol6gicos que en
el fondo privan al hombre de la capacidad de optar por si mismo, de
104 CAP. 6. EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

influir en su propio crecimiento y de responsabilizarse de su existencia


y de su destino. ·
Yo reconocia, con resistencia primero y con asombro despues,
que podria existir otra fonna de entender la practica clinica,
emanada de investigaciones hechas en las universidades, las cuales
generaban un nuevo modelo: "un hombre movido por un impulso al
crecimien to, impulso que no puede ser aprendido y tampoco puede
ser extin guido", un hombre capaz de ser responsable de sus
sentimientos, significados y conductas y en un proceso continua de
aprendizaje y crecimiento, proceso que solo al ser obstaculizado se
convierte en destructivo.
Durante el progra1na experimentamos que en la teoria y en la
prac tica la psicologia podia ser humanizada como ciencia, como
tecnica y coma profesion, que podia salir de los hospitales y de los
consultorios para convertirse en patrimonio de quienes tuvieran un
interes genui no por estimular y facilitar en si mismos y en los demas
los procesos de cambio hacia la salud y el crecimiento personal. Me
senti muchas veces contagiado por la juventud de mis estudiantes
y.vivi con ellos la fantasia de un humanismo cientifico proyectado a la
educacion, las relaciones humanas y los quehaceres diversos de los
grupos y de la sociedad.
Aunque me senti frustrado por los intentos de algunos de estos
estudiantes por convertir las hipotesis de Carl Rogers en un nuev.o.
dogma cientifico, acepte resignado que los movimientos nuevos tienen
que radicalizarse primero para madurar despues. Crea que nunca pude
trasmitir con suficiente claridad que para mi la aportacion genial de
Rogers habia sido precisamente no haber creado otro sistema ni otro
dogma, sino haber contribuido a que cada individuo, cada grupo, cada
escuela descubriera no la verdad objetiva, sino las hipotesis para des
cubrir lo que les es genuina1nente propio, individual y diferente. Desde
1ni punto de vista, Rogers proporciono a la psicologia un paradigma
cientifico globalizador, en el que estan incluidas todas las corrientes
teoricas.
De nuevo fui cuestionado por algunos psicoanalistas informados
sobre nuestro programa y abiertamente rechazado por algunos con
ductistas de nuestro Departamento de Psicologia. Opte por no justifi
carme y no descalificar otras rrianeras de concebir la psicologia como
ciencia y coma profesion, y alente las inquietudes de los jovenes que
muy pronto se consolidarian.
De estos primeros grupos de psicologos salieron Jose Gomez del
Campo, Hanne Lore Schlutter, Teresa Lartigue, Dolores Villa, Catalina
Harrsch, Antonieta Torres, Isabel Rodriguez, Huberto Fabre, Magdale-
EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA 105
na Valdes, Marfa Isabel Chavez, Virginia Luviano, Lourdes Schnaas,
Adrian de Garay, Susana Gonzalez, Alejandro Lopez Sierra, Victor
Mainou, Lina Herrera, Juan Bonilla, t David Casares, Angeles Goye
nechea,t Julieta Zacarias, Miguel Valle, Carlos Pulido, Cuauhtemoc
Astorga y muchos otros que al descubrir su propio estilo y orientaci6n
abrieron nuevos hotizontes a la psicologfa en Mexico. Me disculpo
por las posibles omisiones involuntarias en las que seguramente he
incurrido.
Fui claramente criticado por haber sido al mismo tiempo jefe en el
trabajo, terapeuta, supervisor, facilitador de grupo y amigo personal de
muchos de los estudiantes del programa. Sin embargo, esto ultimo me
alent6 a seguir adelante.
En esa epoca, un grupo de educadores, maestros y profesionales
de otras disciplinas habfan tenido conmigo extensos intercambios y
manifestaron interes por recibir entrenamiento para facilitar las rela
ciones interpersonales y familiarizarse con la dinamica del crecimien
to humano. Esto revivi6 en mf una antigua inquietud -no expresada
hasta entonces por temor a amenazar la fragil identidad profesional
de mis estudiantes psic6logos del programa antes descrito- de ampliar
los ambitos de la acci6n psicoterapeutica: 2no podria la facilitaci6n
del
crecimiento humano trascender el trabajo de las mismos psic6logos y
convertirse en elemento fundamental del proceso educativo? Inclusi
ve, al discutir dicha inquietud con las no psic6logos la expresaba en
forma incompleta, coma un interes general de que otros profesionales
recibieran entrenamiento en la facilitaci6n de las relaciones interperso
nales, idea que era recibida con entusias1no.
Muy pronto, sin pensar mucho en las dificultades reales pero con
fiando en las razones de fondo y en las personas, impulse la crea
ci6n de dos programas independientes: uno para el entrenamiento qe
psic6logos en psicoterapia y otro para educadores, profesionales de
otras disciplinas, sacerdotes y religiosas que trabajaban en el campo
pastoral, con el objetivo de entrenarlos en relaciones interpersonales y
orientaci6n educativa.
Ahora que analizo esta decision a varios afios de distancia, siento
que me aventure demasiado. Creo que hoy no la habrfa tornado. Las
crfticas a mi actividad coma entrenador de psic6logos en psicoterapia
terminaban con el colof6n "y ademas esta entrenando a no psic6lo- ·
gos". No es que me arrepienta de haber empezado asf, pues de aquel
grupo de no psic6logos surgi6 lo que fue el Departamento de Des
arrollo Humana, estructurado y floreciente, sino que las experiencias
dolorosas que siguieron me hicieron pasar horas amargas, me restaron
· vitalidad y me hicieron aprehensivo.
106 CAP. 6. EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

Cuando organizabamos los dos programas en forma independien te


pense que el curso introductorio podria ser tornado en comun por
a1nbos grupos para que al compartir las experiencias tan diversas de
los participantes (habia entre ellos ingenieros, filosofos, soci.ologos,
arquitectos y muchos jovenes jesuitas) se facilitara la fonnulacion y
estructuracion del programa de entrenamiento de cada grupo. Nada
mas congruente con la filosofia basica de a1nbos programas.
Sin embargo, los psicologos e1npezaron a resentir la presencia
de quienes no lo eran y a poner en tela de juicio el entrenamiento.
El celo profesional, anteriormente manifestado por los analistas
hacia los psi cologos, ahora se mostraba de los psicologos hacia los
no psicologos. Al revisar esa experiencia recuerdo que yo mismo
pensaba que los psicologos necesitaban primero rehacer su
identidad profesional para sostener un d_ialogo significativo con
otras profesiones, pero el deseo de ver·realizado este suefio supero
mi propio sentido de la realidad.
Las dificultades externas e internas en el inicio del segundo pro
grama hicieron de esta epoca de mi vida una de las mas dolorosas,
aunque tambien de las mas satisfactorias. Precisamente debido a estas
dificultades, la comunicacion con todos los grupos de estudiantes y
con mis c·olegas del Centro de Orientacion Psicologica fue mas
profun da y significativa y, consecuentemente, los vinculos se
estrecharon. Las criticas externas -sin dialogo de por media- me
exacerbaban, pero
.al mismo tiempo me estimulaban a continuar con el trabajo. Mis jor
nadas de 14 o 16 horas·en la docencia, una intensa practica psicotera
peutica con individuos y con grupos y algunas labores administrativas
en el Centro de Orientacion Psicologica pasaban para mi inadvertidas.
Al final del tercer afio senti que me movia coma pez en el agua en 1ni
propio campo y que mis te1nores empezaban a desaparecer. Tanto el
programa para los psicologos coma la maestria en orientacion y des
arrollo humano para los no psicologos se habian consolidado.
De los primeros grupos de no psicologos salieron Anatolia Freid
berg, Ernesto Rage, Horacio Jaramillo, Xavier Estrada, Luis Mariano
Acevez, Jose Creixel, Jorge Vallina, Teresa de la Peza, Miriam
Munoz, Ernesto Weber (quien ocuparia el puesto de director del
departamen to), Victor Munoz, Pablo Morales (primero en titularse),
Amparo Espi noza, Jesus Acosta, Ramon Mijares, Alvaro Quiroz, Jose
Luis Gomez, Ramon Pieza, Guillermo Pareja, Ana Maria Gonzalez y
n1uchos otros. Cmnb en el otro grupo, es muy probable que haya
omitido nombres importantes. Me disculpo par ello.
Entre mis colegas y yo estructuran1os y disefiamos los seminarios
teoricos, los diversos tipos de practicas y las supervisiones; asimismo,
adaptamos una seccion del centro para grabar las entrevistas de prac-
EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA 107
ticas que se realizaban en 10 oficinas. Con un sistema electronico de
grabadoras con cabina central, en solo un afio reunimos mas de 800
entrevistas de toda fndole. De esta manera realizamos las supervisio
nes directamente sobre las entrevistas y utilizamos los mas diversos
paradigmas de supervision individual y de grupo, centrandonos mas
en el proceso vivido por los psicoterapeutas y los facilitadores que en
la revision de los casos. El 1naterial acumulado para investigaciones
resulto inmenso y, hasta la fecha, el que hemos analizado solo ha
servido para trabajos de tesis y de seminario; no habfa podido ser pre
parado para su publicacion. Hoy veo todavfa remoto el dfa en que esos
trabajos se publiquen.
Al empezar el cuarto afio, aunque las relaciones con el Departa
mento de Psicologfa eran diffciles, el numero de estudiantes de pos
grado participantes en el progra1na para psicologos (mas de 80) hizo
que, primero, los dos seminarios iniciales fueran reconocidos como
parte del curriculum de la maestrfa en psicologfa clfnica y, despues,
todos los demas seminarios se acreditaran paulatinamente en dicho
programa.
Al comienzo del quinto afio, dificultades polfticas -disfrazadas
de ideologfa- pusieron otra vez en serio peligro la existencia de los
programas. Desde mi llegada al Centro de Orientaci6n Psicol6gica
habia sofiado ingenuamente que, con base en la comunicaci6n en
tre distintas corrientes y enfoques practicos, se lograrfa un continua
enriquecimiento y clarificaci6n de hipotesis de trabajo para quienes
pretendfamos facilitar el crecimiento, precisamente mediante la co
municaci6n. Sin embargo, durante la primera "Semana de la psico
terapia", organizada por el Centro de Orientaci6n Psicol6gica y las
estudiantes del Departamento de Psicologfa -y en otros intentos de
dialogo e intercambio de ideas-, constate que nuestras diferencias
o prejuicios eran demasiado agudos para permitir una saludable co
municaci6n. Senti que los analistas jugaban el papel de maestros e
iluminadores de los demas y que las conductistas -con10 reacci6n
enarbolaban la "metodologia cientffica" contra cualquier hip6tesis di
vergente de sus puntos de vista; entonces concluf que estaba todavfa
lejano el dia en que los especialistas en la comunicaci6n interpersonal
en Mexico pudieramos comunicarnos. No obstante, los dos programas
se enriquecieron y se volvieron mas flexibles gracias a la participa
ci6n de profesores, analistas y conductistas, quienes fungieron coma
maestros y supervisores; ademas, se incorporaron a dichos programas
diferentes metodologias.
Asf, a principios del quinto afio propusimos un plan para integrar
el programa de psicoterapia al Departamento de Psicologfa como una
108 CAP. 6. EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

maestria. Tanto los psicologos de orientacion conductista coma los


de orientacion clfnica percibieron esto coma una amenaza de nuestra
parte e iniciaron una campafia polftica para prevenir que "nos apode
raramos de la direccion del departamento". Como yo no tenia esta in
tencion, decidf mantener nuestro prograrna al margen de la lucha por
el poder, lo que ocasiono que los estudiantes y maestros resintieran
en mf falta de iniciativa y liderazgo politico. Por mi parte comprendi
que impulsar nuestro prograrna en el departan1ento en esos momentos
implicaba entrar en una lucha incongruente con mi manera de pensar
y de sentir, alga asf coma dejar de ser en parte yo mismo. No obstante,
acepte los riesgos que representaba promover el programa para apoyar
a los estudiantes y maestros del mismo. En las asambleas de estudian
tes y en las conversaciones privadas con mis colegas puse las cartas
sabre la mesa y constate -corno lo habia previsto- que no existia reci
procidad en el dialogo y que mi informacion era usada en mi contra.
En las horas de soledad y de abandono me conforto la congruencia ·
conmigo mismo y la decision de continuar trabajando, resuelto a de
fender mis derechos y los de los estudiantes y rnaestros.
· Las molestas agitaciones polf ticas entre psicoanalistas y conduc
tistas para obtener el poder en el departamento, carentes del conteni do
ideol6gico que se les atribuia, despertaron poco interes en la vida
universitaria y alcanzaron momentos dramaticos que rayaban en el
ridfculo. Primera se advirtio el dominio de los psicoanalistas sabre los
conductistasy despues se invirtio el orden. Finalmente, se multiplica
ron las renuncias -ya sea por desilusion o resentimiento- de los miem
bros del departamento. Admiro al rector de la universidad por haberse
mantenido por encima de las ambiciones de los grupos y de los indivi
duos, a fin de preservar la apertura ideol6gica de la universidad.
Los programas para el entrenarniento del psicologo en el enfoque
centrado en la persona elaborado no sabre la mesa sino sabre la prac
tica y el continua intercambio con profesores y estudiantes, ademas de
generar un grupo inquieto de psicoterapeutas jovenes, han contribuido
a aclarar la identidad de la profesi6n. Actualmente, los programas para
el entrenamiento del psicologo en psicoterapia son, en general, mas
aceptados. Los psic6logos que han participado se han destacado coma
facilitadores del crecimiento personal no solo en el area psicoterapeu
tica, sino tambien en la educativa y en la administrativa. Algunos de
ellos han continuado como profesores y supervisores y otros han parti
cipado en progra1nas con otras orientaciones, con lo cual demostraron
la flexibilidad del programa original.
No puede pasar inadvertida.la relaci6n con los psiquiatras psicoa
nalistas del Centro de Orientaci6n Psicologica de la UIA. La apertura,
EL ENFOQUE CENTRADO Ef'l LA PERSONA 109
notable preparaci6n profesional y academica y, sabre todo, la calidad
humana de los investigadores Ruben Luna y Juan de Dios Hernandez
facilitaron una estrecha comunicaci6n entre ellos y los participantes,
lo cual llev6 a la revision de algunos aspectos mediante un continua
intercambio de puntos de vista. A partir de 1975 el entrenamiento de
psic6logos en psicoterapia se habia desarrollado en el Departamento
de Psicologia de la Universidad Iberoamericana, hasta trarisformarse
.en un programa de maestria en psicoterapia.
Puesto que una de las finalidades del programa para no psic6logos
era proporcionar elementos de psicologia aplicada a los estudiantes
jesuitas y a otros religiosos y hacer asi una labor pastoral mas eficien
te, pensamos darle este mismo giro. Qued6 asi plasmado el primer
programa de orientaci6n en desarrollo humano, con un sesgo hacia
lo pastoral, titulado Maestria en Psicologia Pastoral y aprobado por el
Comite Academico de la UIA en 1972. Afortunadamente, la excelente
persona que habia sido contratada para dirigir esta maestria en psico
logia pastoral no pudo hacerse cargo. Aprovechamos la coyuntura para
deshacer el camino andado y volver a la congruencia original: maestria
en orientaci6n y desarrollo humano, abierto a cualquier licenciatura o
especialidad.
El plan de estudios que sirvi6 de base a la maestria en psicologia
pastoral era el mismo que veniamos armando desde 1968 y constaba
en ese momenta de cuatro experiencias de aprendizaje: te6rico, vi
vencial, practico y grupo de crecimiento. Esta estructura basica se ha
mantenido en casi todos los programas de especializaci6n o maestria
en desarrollo humano no solo en la Universidad Iberoamericana, sino
tambien en otras universidades e instituciones de la Republica.
En el afio 1973 fui designado director general academico de pos
grado, lo cual favoreci6 la consolidaci6n de los programas tanto para
psic6logos como para no psic6logos.
De 1972 a 1975 trabajamos intensamente en la fundamentaci6n del
Departamento de Desarrollo Humano para la universidad. Los trabajos
fueron madurando yen 1975 presentamos al Comite Academico Gene
ral y al senado de la Universidad una amplia y fundamentada propues
ta para el establecimiento del que fue muchos afios el Departamento
de Desarrollo Humano. Poco tiempo despues fue aprobada en el mis
mo Comite Academico de Posgrado la maestria en educaci6n adscrita
al Departamento ·de Desarrollo Humano que en adelante fue conocido
como Desarrollo Humano y Educaci6n. Afortunadamente la afinidad
de ambos hizo que la relaci6n fuera siempre productiva.
A continuaci6n me referire a la labor de uno de los egresados de
este primer programa en psicoterapia que inici6 en Guadalajara una
110 CAP. 6. EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

labor semejante a la que se dio en Mexico, con una estructura desinsti


tucionalizada y todas las ventajas y la problematica que una estructura
de esta indole plantea en el mundo profesional.
Jose Gomez del Campo, director del programa aludido, ademas
de reformular con sus estudiantes cursos y experiencias que el ha
bia disefiado, asi como el progra1na con que habia sido entrenado
en Mexico, con sus alumnos tradujo del ingles mas de 40 articulos
relacionados directa o indirectamente con el enfoque centrado en la
persona, gracias a los cuales muchos estudiantes de habla hispana
han conocido la muy extensa bibliografia nortea1nericana sabre dicho
enfoque. La investigacion y las experiencias con grupos realizadas
por Gomez del Campo muy pronto tendrian repercusion en la teoria
y la practica psicoterapeutica no solo en Guadalajara sino tambien
en todo. el pais..
Dichos trabajos sirvieron de base para la elaboracion de los dos
primeros volumenes de la coleccion "Desarrollo del Potencial Huma
na", publicada en 1978 por Editorial Trillas.
La labor academica iniciada por este profesor-investigador en un
ambito no institucional, primero y vinculado con la carrera de psicolo
gia desp es, culmin6 eri dos importantes logros: la estructuraci6n de la
maestria en desarrollo humano, primera maestria de dicha instituci6n,
y la restructuraci6n del programa de la Escuela de Psicologia en el
Institu to Tecnol6gico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO),
de Gua dalajara. El primero de estos logros, aunque tiene muchas
analogias con su predecesor de Mexico, se ha centrado en los aspectos
vivencia les del entrenamiento y en la agilidad en la estructuraci6n
academica. El segundo marca .una nueva etapa en el desarrollo de
programas para la formaci6n profesional del psic6logo, debido a la
importancia que le da a la practica supervisada desde los primeros
semestres de la carrera, al aspecto social y al intento de formar a los
futuros psic6logos no uni camente coma .Profesionales sino tambien
como personas, mediante grupos de autoformaci6n.
El programa inicial para orientadores no psic6logos en la UIA se
consolid6 academica y administrativamente hasta transformarse en el
actual Departamento de Desarrollo Humana con maestria y doctorado
en orientaci6n y desarrollo humano, maestria en educacion y especia
lizaci6n en orientaci6n familiar.
Como ya se menciono en el capitulo 4 ("Contexto hist6rico de la
investigaci6n sabre el enfoque centrado en la persona"), desde los
inicios de esta aventura Alberto Segrera, egresado en ciencias de la
familia, de la Universidad de Lovaina, contribuyo - muy activamente
al desarrollo curricular y a proporcionar al programa una infraes-
DIFERENCIAS ENTRE EL DESARROLLO Y EL ENFOQUE 111
tructura administrativa que facilita_rasu integraci6n a los
programas universitarios.
En 1980 el desarrollo humano, con su columna vertebral en el
enfoque centrado en la persona, contaba ya con tres plataformas edu
cativas en instituciones universitarias mexicanas, en las cuales dicho
enfoque se proponia coma una opci6n para el desarrollo academico y
profesional: los departamentos de Desarrollo Humana y de Psicologia
de la Universidad lberoamericana, en el D. F.; la maestria en Desarro
llo Humana y la Escuela de Psicologia del ITESO, en Guadalajara, y
la Escuela de Psicologia del CETYS, en Tijuana, impulsada por Dario
Sanchez, junta con un grupo de colegas egresados del ITESO.
De estas plataformas educativas institucionales se ha derivado una
gran variedad de actividades docentes extrauniversitarias, de investi
gaci6n y difusi6n.
En los albores del siglo xx:1 el desarrollo humano esta presente en
todos los estados de la Republica Mexicana a traves de programas de
entrenamiento a muy diferentes niveles, desde cursos y talleres para
todo publico hasta licenciaturas, maestrias y doctorados en las institu
ciones de educaci6n superioL

DIFERENCIAS ENTRE EL DESARROLLO


HUMANO Y EL ENFOQUE CENTRAOO
EN LA PERSONA

La principal diferencia entre desarrollo humano y el enfoque cen


trado en la persona es sutil, mas no por ello menos clara. El primero
esta considerado coma una disciplina academica y profesional, y el
segundo coma la propuesta te6rico-practica de Carl Rogers, fundamen
to de todos los programas en desarrollo humano. tCual seria, en este
contexto, esa diferencia? Radica en la amplitud de los dos conceptos:
el enfoque centrado en la persona es la concreci6n de las propuestas
de Carl Rogers sabre el crecimiento personal. Desarrollo humano es
un concepto mas amplio y abarca todas las teorias y todos los sis
temas practicos de promover el crecimiento personal a nivel de los
individuos, de las parejas, las familias, los grupos y la sociedad, desde.
cualquier perspectiva conductual, psicoanalitica, gestalt o de otro sus
trato ideol6gico, sabre la base de que todas las corrientes e ideologias
aportan elementos diferentes para el conocimiento de una verdad ob
jetiva a que todas las corrientes y formulaciones te6ricas y practicas
nos vamos aproximando.
. 112 CAP. 6. EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

El desarrollo humano es una proyecci6n 16gica del enfoque cen


trado en la persona, es decir, lleva hasta sus ultimas consecuencias el
postulado de inclusion, nucleo del enfoque. Sin embargo, estructural e
hist6ricamente hablando no son lo mismo y, aunque son complemen
tarios, tienen su identidad propia.
El desarrollo humano es la evoluci6n o proyecci6n del enfoque
centrado en la persona que ya se dejaba ver, en forma latente, desde
sus primeras formulaciones hasta convertirse en una disciplina cientf
fica y profesional.
CAPITULO

7

La verdad cientffica.
Epistemologfa del desarrollo humane

La verdad cientifica est6 en la integraci6n


la armonia de lo diferente.

Existen tantas maneras de percibir la realidad cuantas personas


hay" en el universo. Si se mostrara un objeto comun y corriente a un
grupo cualquiera y se le pidiera que cada uno de sus miembros lo
describiera en no mas de cinco lineas, se podria constatar que no se
produciran dos descripciones iguales. Ante la multiplicidad de per
cepciones se podrfa tomar la postura de un profesor o un cientifi co
autoritario: los que la perciben coma yo, estan siendo objetivos y
merecen la calificaci6n de 10. Quienes se vayan distanciando de mi
percepci6n van obteniendo calificaciones de nueve, ocho, siete o
cinco. Pero tambien se podrfan integrar las percepciones de todos y
obtener una aproximaci6n mas cercana a la realidad del objeto. Esta
aproximaci6n, aunque el ejemplo sea trivial, estaria mas cerca de la
"verdad cientifica".
Toda percepci6n humai1a es subjetiva y parcial porque el hombre
no tiene acceso directo a la realidad, sino a traves de los datos senso
riales integrados en su campo perceptual y este es distinto en diferen
tes personas, ya que cada una tiene una dotaci6n genetica irrepetible
y, ademas, las circunstancias de su vida han sido diferentes y tambien
estas determinan la forma y estilo de percibir.
El ejercicio de mostrar un objeto comun y corriente a un grupo y
preguntar a cada uno de los miembros del mismo c6mo lo describirfa
se puede repetir indefinidamente y constatar que siempre se obtienen
los mismos resultados, esto es, las descripcion s hechas por cada uno
de los miembros del grupo son en mayor o menor grado diferentes e

113
114 CAP. 7. LA VERDAD CIENT[FICA

incompletas. Cuanto mas complejo el objeto, mas diversas seran las


formas de percibirlo.
Si la verdad objetiva esta en la correspondencia de la realidad con
la imagen perceptual, podemos estar seguros de que nunca llegaremos
a dicha correspondencia por la lirnitaci6n de los datos sensoriales.
Solo nos acercariamos a ella por aproximaciones sucesivas. Es decir,
cuan tas mas percepciones diversas se integran, mas cerca se estara de
la verdad. Sin embargo, par 1nas percepciones subjetivas que se
pudieran acumular e integrar en forma arm6nica, nunca se llegaria a la
verdad objetiva, esto es, a la absoluta correspondencia entre la realidad
y la imagen perceptual.
Dicho de otra manera, la realidad es unicamente accesible al cono
cimiento a traves de la percepci6n subjetiva de cada persona, y coma
cada una la obtiene en forma diferente e incompleta, ni siquiera la
suma e integraci6n de estas percepciones subjetivas de todos garanti
zaria una percepci6n objetiva.
Supongamos que un mismo experimento en fisica pudiera repe
tirse con las mismas caracteristicas en diferentes ocasiones. Si se ob
tienen en todas los mis1nos resultados podemos decir con certeza que
se esta nias cerca de la verdad objetiva. De todas maneras, esta nunca
podra ser alcanzada en su totalidad, por el si1nple hecho de que un
experimento que se repite no puede tener las mismas caracteristicas
del anterior, ya que varian las circunstancias de espacio y de tiempo
para empezar.
Las representaciones sensoriales en el campo perceptual me dicen
que existe fuera y dentro de mi una realidad objetiva, pero al analizarla
me doy cuenta de que mi percepci6n de ella es li1nitada y necesaria
mente subjetiva, porque obedece a mi propia estructura genetica y a
mis experiencias de aprendizaje. Toda experimento genera una nueva
aproximaci6n a la realidad objetiva, pero ninguno, ni todos en conjun
to la descubren en su totalidad. Cuantos mas experimentos se lleven a
cabo y se conduzcan con mayor cuidado y rigor metodol6gico, pode
mos decir que nos vamos acercando a la verdad objetiva, sabiendo de
antemano que nunca llegaremos a conocerla en su plenitud.
De aqui puede inferirse que todo conocimiento, producto de la
experiencia ode la investigaci6n, aun obtenido con el mayor ingenio y
rigor, es por naturaleza parcialmente objetivo y solo ofrece una
version incompleta de la realidad, aunque no deja de ser una valida
aproxi maci6n al descubrimiento de la realidad objetiva y puede ser la
base de nuevos conocimientos y aplicaciones a la tecnologia. La
afluencia interminable de nuevas aproximaciones al conocimiento de
la realidad objetiva enriquece cada dia mas el valioso acervo cientifico
_e hist6rico
LA VERDAD CIENTIFICA 115

de la humanidad y genera un perfeccionamiento constante en la cali-


dad de la vida human.a. ·
De estas consideraciones se deduce que las aproximaciones a la
realidad de las llamadas "ciencias duras", como la fisica, la quimica
y las matematicas, son de hecho mas confiables y mas cercanas a la
realidad, puesto que sus variables son menos complejas y los·instru
mentos de medici6n que utilizan miden con escalas de intervalos igua
les. Por ejemplo, 40 cm son el doble de 20 y cada centimetro es igual
a cualquier otro. En cambio, en las "ciencias blandas", como la psico
logia, la sociologia o la antropologia, las aproximaciones a la realidad
objetiva son mas dificiles, porque las variables se multiplican en nu
mero y complejidad a medida que el objeto del conocimiento se torna
mas complejo. Y ademas porque la medici6n en las llamadas ciencias
blandas es meramente anal6gica,1 es decir, no es propiamente una
medici6n, sino una valoraci6n conceptual en terminos numericos. Se
puede afirmar que una persona con un cociente intelectual de 120 es
mas inteligente que otra con un cociente intelectual de 100, pero como
no medimos con escalas de intervalos iguales, sino con valoraciones
conceptuales diferentes, un cociente intelectual de 120 no necesaria
mente es lo doble que uno de 60, ni se puede decir que la distancia de
100 a otra de 110 es la misma que la de 110 a 120.
Si la medici6n cuantitativa es subjetiva, dado que los resultados de
cualquier experimento estan sujetos a la interpretaci6n de los
investiga dores, cuanto mas lo es la "medici6n cualitativa", cuyos
instrumentos
-aunque utilicen los simbolos matematicos- producen resultados me
ramente conceptuales. Las experiencias humanas no son propiamente
medibles, sino unicamente valorables, pues las escalas con que se "mi
den" son conceptuales y solo indican que una experiencia es mas
inten sa que otra, una percepci6n es mas nitida, mas compleja, pero
nurica sabremos cuanto, por carecer de escalas con intervalos
identicos.
Toda medici6n en las ciencias blandas, por cuantitativa que se
pue da considerar, es de caracter cualitativo, ya que no esta
propiamente midiendo sino valorando comparativamente. Asi, pues,
parece que el unico metodo apropiado para evaluar en las ciencias
blandas es el cualitativo (Weber, 2010). ·
Tomemos en concreto la valoraci6n, mas no "la medici6n" del
apreridizaje, de la motivaci6n o del comportamiento humanos. Es muy
explicable que por la complejidad del ser existan diferentes teorias
o hip6tesis filos6ficas y psicol6gicas para explicarlos y valorarlos. Se
puede ver al hombre desde la perspectiva de Arist6teles o de Plat6n,

1
Este adjetivo se deriva de analogo, aquello que en parte es igual yen parte diferente.
116 CAP. 7. LA VERDAD CIENTIFICA

de san Agustin o de santo Tomas, de Leibniz, de Locke, de Pavlov, de


Descartes, de Freud, de Fromm, de Skinner, de Rogers o desde otras
mas. Yo podria decir que todas estas aproximaciones son inco1npletas,
pero validas, y mas bien complementarias que contradictorias, ya que
cada una aporta elementos nuevos a la comprensi6n de la complejidad
del ser humano, desde perspectivas muy ricas y todas diferentes. Tal
vez la unica prescindible seria aquella que cierra todas las puertas,
excepto la propia, es decir, la que se considera la unica valida y desca
lifica a todas las demas.
Los grandes fil6sofos y cientfficos han sido integradores de los
conocimientos de su epoca y descubridores de nuevos. Santo Tomas
integr6 en la Suma Teol6gica los conocimientos de su epoca, a sa
ber: la filosoffa aristotelica y la de los cientificos y fil6sofos arabes
como Averroes y Avicena y otros mas, sf como las diferentes formas
de entender la misma filosofia. Aunque tambien descalific6 a muchos
pensadores que no opinaban como el, en estas descalificaciones no
esta la fuerza de su pensamiento, sino en su capacidad de sintetizar lo
aparentemente diverso o contradictorio. ·
Los grandes humanistas·del Renacimiento, como Lorenzo de Me
dicis, Tom.as Moro, Erasmo y Leonardo da Vinci, fueron los grandes
integradores de los conocimientos antiguos con los descubrimientos
de la epoca en que vivieron, aunque muchas veces estuvieron en des
acuerdo con opiniones que contradedan su propia manera de pensar y
los descalificaron. En la musica de Beethoven facilmente se advierten
las influencias de Bach, Handel y Mozart.
Victor Hugo y los enciclopedistas Montesquieu, Diderot, Voltaire
y Rousseau integraron en su filosoffa social las inquietudes de su
epoca. La independencia de Mexico fue consu1nada par la capacidad
integra dora de Iturbide, quien supo unir las fuerzas dispersas de las
insurgen tes con las de las realistas en busca del objetivo comun,
irrenunciable, de las aspiraciones del pafs: la independencia. Los
insurgentes disper sos nunca la hubieran conseguido y las realistas par
sf solos no hubie ran podido contener la avalancha de los insurgentes.
La teorfa de la relatividad de Einstein y las aplicaciones que de ella
hizo Openheimer, asf como la ffsica cuantica de Max Planck no solo
no niegan las aportaciones de Newton, Copernico y Galileo, sino que
las llevan a sus mas avanzadas expresiones.
En la experiencia humana muy probablemente no se dan los senti
mientos puros. Casi todos se expresan en polaridades, es decir, no hay
amor sin algo de rechazo, no hay alegria sin·algo de tristeza, genero
sidad sin egofsmo o flexibilidad sin rigidez. Tal vez en la aceptaci6n
integradora de las polaridades este el buen manejo de los sentimientos,
LA VERDAD CIENTIFICA 117
ya que en el reconocimiento de estas polaridades esta la mejor aproxi
maci6n a la verdad de la experiencia y la aceptaci6n de esta
aproxima ci6n a la verdad es generadora de salud.
Los esfuerzos integradores de los conocimientos de la hu1nanidad
cuanto mas abarcan son mas validos y generan nuevos descubrimien
tos y aplicaciones para impulsar la comprensi6n del universo y
aumen tar la calidad de la vida humana. Tal es el caso de la
investigaci6n y la tecnologia japonesas que integraron las de
Occidente con las propias y pusieron a Jap6n a la vanguardia en
electr6nica, fotografia y produc ci6n de autom6viles, antes
prerrogativa de Estados Unidos y Europa.
s . puede estar en desacuerdo con las hip6tesis, afirmaciones y
opiniones de otros fil6sofos, cientificos o simples seres humanos, lo
cual es inherente al proceso del dialogo. Lo que realmente aleja de
la verdad cientifica es la polemica descalificante, considerar que la
verdad del otro no es valida, que unos tienen raz6n y quienes piensan
diferente estan sencillamente equivocados. Es rechazar las alternativas
de integraci6n y ver peligro en ellas. Que riesgoso resulta decir "estas
equivocado". Es probablemente mas cercano a la realidad "no estoy de
acuerdo" o "yo lo veo de otra manera". La primera afirmaci6n conduce
a una polemica descalificante, coma dije antes. La segunda abre las
puertas al dialogo, al intercambio de puntos de vista, a percepciones
mas complejas e integradoras de la realidad y facilita la negociaci6n
cuando se trata de un conflicto.
Tal vez la necesidad de algunos de rechazar y descalificar las opi
niones contrarias o diferentes de las propias deriva de -Ia inseguridad
inherente al ser humano, producto de su ignorancia, ya que cuanto
mas sabe, mas facilmente cae en la cuenta de la magnitud de lo que
ignora, coma tambien de la intuici6n aterradora de que por mas que se
aproxime a la verdad objetiva nunca podra alcanzarla.
\
El enfoque centrado en la persona de Carl Rogers -columna verte
bral del humanismo en psicologia- parte de la premisa de que toda
per cepci6n de la realidad es valida, aunque no necesariamente
verdadera. Lo que hace el terapeuta y lo que lleva a cabo el
facilitador, acompa fiando en el crecimiento personal, es validar -a
traves de la empatia, la actitud positiva incondicional y la
congruencia- las percepciones y sen
timientos genuinos que las personas tienen de ellas mismas. Es decir,
compensando con respeto, reconocimiento y amor incondicional los
sentimientos y percepciones introyectadas, a traves de la vida,
producto de las descalificaciones y los rechazos de que han sido
victimas en su propia familia y por parte de otras personas
significativas.
Cuanto se hubiera fortalecido la teoria psicoanalitica si Freud, en
lugar de excomulgar a Adler, Jung, Frankl y Fromm, hubiera integra-
118 CAP. 7. LA VERDAD CIENT[FICA

do sus aportaciones coma validas y hubiera enriquecido la propuesta


psicoanalftica que, coma todas las hip6tesis cientfficas, no ha sido ni
podra ser validada en su totalidad.
Entre las etapas del proceso evolutivo descritas por Hegel (1807)
probablemente la que constituye el culmen y que mas aporta al enri
quecimiento de la experiencia humana es la sfntesis, que integra los
1nas valiosos elementos de la tesis y de la antitesis.
Que peligroso, en ultimo termino, serfa afinnar que una persona
esta equivocada en la percepci6n que tiene de su realidad, aunque se
tratara de una percepci6n evidentemente distorsionada o psic6tica. To
das las percepciones humanas tienen su raz6n de ser. Y si alguien qui
siera que una persona con percepciones etiquetadas como neur6ticas
o psic6ticas progresara hacia la salud mental, tal vez tendrfa primero
que adentratse en el mundo del neur6tico o del psic6tico y validar en
este contexto dichas percepciones sin edquetarlas. Recordemos que
validar no es lo mismo que estar de acuerdo. Significa unicamente
trasmitir que uno es capaz de entender la realidad en el contexto de
quien la percibe.
Probablemente la confrontaci6n en psicoterapia y, en general, en
las relaciones interpersonales no tiene tanta fuerza impulsora del cre
cimiento personal coma la comprensi6n empatica profunda de la rea
lidad percibida por otra persona, por falsa, neur6tica o psic6tica que
esta percepci6n pudiera parecer.
El gran poder de la psicologfa humanista estriba en haberse con
vertido en el sustrato de las practicas psicol6gicas que en la actualidad
ban tenido mas exito para aumentar la salud y la calidad personal en la
escuela, la fabrica, la oficina y la administraci6n publica. Este poder se
fundamenta en la habilidad integradora que los psic6logos humanistas
ban venido promoviendo -en los cinco continentes- para favorecer e
impulsar la salud mental y emocional, ofreciendo grupos, talleres, se
minarios y otras experiencias de aprendizaje, con la finalidad de elevar
la autoestima, el autoconocimiento, la asertividad, la con1unicaci6n
interpersonal, la etica, la creatividad y la autonomfa, entre otras di
mensiones relevantes del crecimiento personal.
A mi juicio ban tenido exito porque ban podido integrar con una
sabidurfa, a veces inconsciente, las aportaciones de distintos fil6sofos
y psic6logos, de la fenomenologfa, del existencialismo, del psicoanali
sis, del constructivismo y de la ingenierfa conductual, de la gestalt y la
biogenetica, asf como de otras hip6tesis cientificas, segun las
necesida des de cada persona, de cada grupo y de cada sociedad.
Lo anterior es valido no con una estrategia eclectica, sin columna
vertebral, sino con la capacidad de colaborar activamente en el disefio
LA VERDAD CIENTIFICA 119
de trajes a la medida adaptados a las circunstancias personales, es de
cir, con la capacidad para integrar una psicologia diferente para cada
persona, a decir de Allport (1988): para entender el mundo peculiar de
cada ser humano.
Asf, se atienden necesidades que no tienen que ver tanto con dis
funcionalidad y psicopatologia, sino con la manera de manejar satis
factoriamente la problematica de la vida y con el modo de aprovechar
mejor las recurses para el crecimiento personal.
Cada vez hay 1nas conciencia de la importancia de la calidad
per sonal en las hogares, en las escuelas yen las empresas y, por
tanto, de la necesidad de aumentar en las individuos, las grupos y la
sociedad el autoconocimiento, la autoestima y la efectividad en el
manejo de las relaciones interpersonales. No solo coma habilidades
y destrezas para la vida, en general, sino como instrumentos para el
trabajo, para la produccion, para el gozo de las artes y de las
ciencias y para un me jor aprovechamiento de las oportunidades
para el descanso, el buen humor, el solaz y la diversion. Muy
probablemente tambien, y esto podria sujetarse a la investigacion,
con las necesidades que tienen que ver con el dar sentido y
significado a la propia existencia y con el manejo de la dimension
espiritual latente o manifiesta en todos los seres humanos.
Teilhard de Chardin (1946), arqueologo, antropologo y filosofo de
principios del siglo pasado, destaca dos eventos primordiales en el
pro ceso evolutivo del universo: a) la transformacion de la materia
inerte, a traves de un complejo proceso de integracion de elementos,
en materia viva, es decir, la aparicion de la vida en el universo, y b) la
aparicion de la conciencia, producto de la complejidad e integracion de
los ele mentos generadores de la vida humana. Describio este segundo
evento coma "el fenomeno humano". Es decir, la aparicion de la
conciencia refleja en el proceso evolutivo es nada menos que la
aparicion del hombre sabre la Tierra.
Considera Teilhard que el fen6meno evolutivo hasta llegar a la
conciencia refleja es producto de esa misteriosa tendencia a la evolu
cion, impresa de alguna manera en todas las particulas, los atomos y
celulas del universo que se manifiesta en una creciente tomplejidad y
armonia de todo lo que existe. Avizora el futuro del universo como la
integracion arm6nica de la materia, la energia y el pensamiento, las
culturas, las religiones y las ideologfas, las ciencias y la tecnologia en
una muy compleja realidad que denomina el punto omega.
Y muy probablemente con la hip6tesis de que la tendencia
entr6pi ca hacia el deterioro paulatino de lo que existe, asi como el
dinamismo descrito por Darwin como "la sobrevivencia del mas
fuerte", conside-
120 CAP. 7. LA VERDAD CIENTIFICA

rados clave del proceso evolutivo, son meramente etapas de ese


mismo proceso, a veces progresivo y otras regresivo, que impulsa el
universo.
Asi como la muerte del ser viviente es parte del proceso evolutivo
de la misma vida, la entropfa y el dominio del debil por el fuerte son
etapas tempranas del movimiento evolutivo integrador que sigue su
curso hacia el culmen de la con1plejidad en la armonia universal.
Es posible constatar en estos momentos hist6ricos que asi como en
la economfa y en la politica 1nundial todavia se manifiesta el dominio
de los mas fuertes -llamense individuos, grupos o naciones- sobre .
los mas debiles, crece tambien en diferentes sectores la conciencia,
basada en la racionalidad del ser humano y en su tendencia evolutiva,
de que para la sobrevivencia y evoluci6n del mundo es necesaria la
colaboraci6n arm6nica de todos para sustituir la competitividad por
la competencia y la ganancia de algunos por la ganancia de todos, de
tal manera que los habitantes del planeta y los seres todos que consti
tuyen el universo tengan oportunidad de evolucionar arm6nicamente
hacia el punto de confluencia universal, omega.2

CONCLUSION

La verdad cientifica es producto no unicamente de la pertinencia y


del rigor metodol6gico de una investigaci6n, sino tambien de la capa
cidad e ingenio del investigador para integrar en armbnia lo diferente
y lo contradictorio.

2
La racionalidad, apunt6 Teilhard (1955), es la base de lo que llamamos libertad en el ser
humano, que lo hace cocreador y, por tanto, corresponsable del destino del universo.
CAPITULO

5
Alternative vital:
Desarrollo o violencia
(una teorfa de la motivaci6n humana)

tQue podrfamos aprender de los acontecimientos tragicos que afli


gieron al mundo a finales del siglo pasado y de la violencia contempo
ranea en Mexico en todas sus latitudes?
Introducire estas reflexiones citando una carta de Rigoberta Men
chu, premio Nobel de la Paz 1992, enviada a George Bush, ntonces
presidente de Estados Unidos:

"Deseo, en primer lugar, reiterar a Ud. la solidaridad y condolencia


que exprese a todo su pueblo el martes 11 pasado, luego de conocer
los dolorosos sucesos ocurridos en su pais, asf como compartir mi
indignaci6n y condena a las amenazas que entrafian esos actos de
terrorismo.
"En los ultimas dfas he estado pendiente de la evoluci6n de los
acontecimientos, empefiando mis mejores oficios en que la respuesta
a dichos sucesos ·sea la reflexion, no la obcecaci6n; la cordura, no la
· ira; la busqueda de justicia, no la revancha. He irivocado la conciencia
de los pueblos del mundo, a los medias de comunicaci6n, a las perso
nalidades eminentes con las que comparto un compromiso etico con
la paz, a los jefes de Estado y los Hderes de los organismos internacio
nales, para que la cordura ilumine nuestros actos.
"Sin embargo, sefior Presidente, al escuchar anoche el mensaje que
dirigi6 al Congreso de su pais, no he podido reprimir una sensaci6n de
temor por lo que puede desprenderse de sus palabras. Llama usted a su
pueblo a prepararse para 'una larga campafia coma no hemos visto nin
guna otra jam.is' y a sus militares a salvar su- orgullo, marchando a una
guerra de la que pretende hacernos parte a todos los pueblos del mundo.

·121
122 CAP. 8. ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA

"A nombre del progreso, el pluralismo, la tolerancia y la libertad,


usted no deja ninguna opci6n a quienes no contamos con la dicha de
compartir la sensaci6n de libertad y los frutos de la civilizaci6n que
de sea usted defender para su pueblo y para quienes nunca tuvimos
sim patia alguna con el terrorismo, ya que fuimos sus victimas.
Quienes somos expresiones orgullosas de otras civilizaciones; quienes
vivimos dia a dia con la esperanza de convertir la discriminaci6n y el
despojo en reconocimiento y respeto; quienes llevamos en el alma el
dolor del genocidio perpetrado en contra de nuestros pueblos; quienes,
en fin, estamos hartos de poner los muertos en guerras ajenas, no
podemos compartir la arrogancia de su infalibilidad ni el camino
univoco al que usted desea empujarnos cuando afirma que 'todas las
naciones en to das las regiones deben tomar ahora una decision: o
estan con nosotros o estan con los terroristas'.
"Al empezar este afio invite a los hombres y mujeres del planeta a
compartir un C6digo de Etica para un Milenio de Paz, reclamando que:

• No habra paz si no hay justicia.


• No habra justicia si no hay equidad.
• No·habra equidad si no hay desarrollo.
• No habra desarrollo si no hay democracia.
• No habra democracia si no hay respeto por la identidad y la
dignidad de los pueblos y las culturas.

"En el mundo de hoy, todos estos son valores y practicas muy


esca sas; sin embargo, la desigual manera en que estan distribuidos no
hace mas que alimentar la impotencia, la desesperanza y el odio. El
papel de su pais en el actual orden mundial esta lejos de ser neutral.
Anoche esperabamos un mensaje sensato, reflexivo y autocrftico, pero
lo que escuchamos fue una amenaza inaceptable. Comparto con usted
que 'el curso de este conflicto no se conoce', pero cuando sentencia que
'su resultado es cierto', la unica certeza que me invade es la de un
nuevo
y gigantesco sacrificio inutil, la de una nueva mentira colosal.
"Antes de que de usted la voz de 'fuego', me gustaria invitarlo a
pensar en un liderazgo mundial diferente, en el que no necesite veneer
sino convencer; en el que la especie humana pueda demostrar que en
los ultimas mil afios hemos superado el sentido del 'ojo por ojo' que
tenia la justicia para los barbaros que sumieron a la humanidad en el
oscurantismo medieval; en el que no hagan falta nuevas cruzadas para
aprender a respetar a quienes tienen una idea distinta de Dios y la obra
de su creaci6n; en el que compartamos solidariamente los frutos del
progreso, cuidemos mejor los recursos que aun quedan en el planeta
ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA 123
y a ningun nifio le falte un pan y una escuela. Con la esperanza en un
hilo, lo saluda atentamente."

Rigoberta Menchu Tum


Premio Nobel de la Paz
"Embajadora de Buena Voluntad de la Cultura de Paz."

Rigoberta Menchu hace una clara y contundente descripci6n de lo


que es el terrorismo de Estado. El presidente Bush se autonombra juez
y ejecutor de la sentencia en contra de Afganistan, de Irak y de otros
pueblos de la Tierra.
La desgracia que el mundo vivi6 entonces es una advertencia de
lo que podrfan ser las guerras en este siglo xx1: ya no se necesitaran
ejercitos, ni alta tecnologfa belica, ni bombas at6micas; se pelearan
a base de terrorismo inteligente, coordinado y oculto. Responder con
violencia, ya sea con las armas y las estrategias convencionales o con
nuevos actos de terrorismo podria desatar una cadena incontenible de
ataques ocultos que acabarfan con la vida del planeta.
Paralelo a los fundamentalismos religiosos y a los crimenes come
tidos en nombre de Dios1 esta otro factor humano: el de la injusticia
y violencia personal y estructural que afligen al mundo en·todas sus
latitudes. Se manifiesta en todas las razas y habla todos los idiomas.
Ante la impredictibilidad y ausencia de rostro del nuevo terro
rismo del siglo xx1, el mundo tiene dos·posibilidades: responder
vio lentamente a los ataques arteros para supuestamente acabar con
la violencia o contener la pasi6n y canalizar la agresividad a la
busque da sistematica y globalizada de estrategias que promuevan
la justicia y la armonia en la satisfacci6n de las necesidades de
todos para asi seguir impulsando juntas el desarrollo de cada
persona y el desarro llo de la humanidad.
Gracias a la globalizaci6n de los medias, todo el mundo esta cons
ciente del peligro de las nuevas estrategias belicas de este siglo, y
todos los habitantes de este planeta, empezando por los jefes de Estado
y los lideres de las naciones, se estan planteando la opci6n vital: o
trabaja mos por la justicia y la solidaridad en la familia, en la escuela,
en la empresa y entre las nc1ciones del mundo para impulsar el
desarrollo de todos, o seguimos fomentando el autoritarismo, la
coercion y la injusticia, que tarde o temprano seran detonadores de
nuevas formas de violencia.

1
Jose Saramago, escritor portugues y premio Nobel de Literatura, se refiri6 al "factor Dios"
como el origen de los .crfmenes cometidos en nombre de Dios, septiembre, 2001.
124 CAP. 8. ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA

En este nuevo siglo, el pais mas poderoso del mundo sera el que
pueda romper el circulo vicioso de la violencia generadora de
violencia y pueda canalizar la agresividad y la energia de todos a la
creaci6n de un orden social que refleje una opci6n clara a favor de la
vida. lQue significa a la luz de estos acontecimientos impulsar el
desarrollo hu mano? Significa optar por la salud de todos y por la
justicia para todos, pero no por la destrucci6n o por la violencia. Por la
justicia sf, coma una forma de promover la salud y el bienestar, no
coma una forma de venganza.
La historia puede ser considerada coma una cadena interminable
de reacciones violentas, de guerras, injusticias y terrorismos diversos,
pero puede ser tambien vista coma el proceso evolutivo de la huma
nidad: individuos, grupos y pueblos de la especie humana evolucio
nando hacia una vida y una existencia mas plena. La verdad hist6rica,
muy probablemente, estara en una balanza de las dos, pero inclinada
claramente a la evoluci6n.

,,
MOTIVACION HACIA LA VIDA
Y EL DESARROLLO

Mi hip6tesis frente a los acontecimientos del pasado y del presente


es que, sin negar que existen la violencia, la guerra y el terrorismo, la
persona individual, los grupos y la sociedad se mueven en una direc
ci6n inequfvoca hacia la vida y el desarrollo en forma cada dia mas
cla ra y generalizada. Es decir, aunque existen la violencia
interpersonal, la familiar, la de las bandas y los carteles de las drogas,
las injusticias y las guerras, las personas, los grupos y la sociedad
siguen evolucionan do en todas las direcciones. Las ciencias y las
disciplinas profesionales se van perfeccionando, la salud y la
producci6n de alimentos crecen y se ha iniciado ya la conquista del
espacio. °La radio, el cine, la tele vision, las publicaciones impresas y
la informaci6n accesible a traves de las autopistas de Internet han
tenido una influencia, para bien o para mal, comparable con la de
todas las escuelas y universidades que hayan existido.
Convivimos con la intolerancia, los fundamentalismos religiosos,
las injusticias, la violencia, el terrorismo y el crimen organizado, pero
nunca antes tantos hombres y 1nujeres habian llegado a la educaci6n
superior, a los puestos publicos de elecci6n popular, a la participaci6n
politica y ciudadana y al trabajo dignamente remunerado. Ha habido
· guerras, pero las naciones del globo han atravesado largos periodos de
paz que han permitido avances espectaculares en la ciencia, la pro-
TENDENCIA AUTORREALIZANTE 125
ducci6n artistica, el desarrollo humano y el aglutinamiento de foros
internacionales para el fomento de la paz, de la cultura y de la
relaci6n arm6nica entre los pueblos.

TENDENCIA AUTORREALIZANTE

zQue impulsa al hombre a optar por la vida? tSobre que base se


promueve el desarrollo humano en la persona individual, en la
familicr, en el grupo, en la sociedad? tCuales son las rakes de la
biofilia, usando el lenguaje de Erich Fromm (1957) o de la
necrofilia? Mi segunda hi-
e,}'- p6tesis es que_2- la rafz de la biofilia, es decir, de la opci6n del hombre
por la vida, esta la tendencia natural al creci1niento, observable en
todos los organismos vivos (Maslow, 1970).2 En efecto, esta tendencia
natural es una realidad tan obvia, tan familiar a todos en cada momen
ta, que por su naturalidad y obviedad pasa casi siempre inadvertida.
Es ese impulso misterioso que surge del mismo organismo y que en
condiciones favorables lo va movilizando hacia el desarrollo integral
y arm6nico. Es una tendencia a crecer que nunca fue aprendida y
que solo puede ser extinguida por la muerte.3 Se da en todos los seres
vivientes, y ademas en el ser humano es consciente. Este es el unico
que se da cuenta de su propia existencia. No solo crece, sino tambien
esta consciente de que crece y lo mas 1nisterioso de todo es que puede
influir en su propio desarrollo y el desarrollo social, favoreciendolos u
obstaculizandolos.
Darse cuenta de sf mismo y verse sujeto y objeto de su percepci6n
constituye el fen6menb de la conciencia, que ha sido descrito por Teil
hard de Chardin (1955) coma "el fen61neno humano".
Durante el proceso evolutivo de la vida, en un momenta dado el
complejo desarrollo del organismo y del sistema nervioso de un pre
humano hizo posible el nacimiento de la conciencia. Eri ese momenta
apareci6 el hombre sabre la Tierra.
El·surgimiento del self -coma dirfan los psic6logos conternpora
neos- es equivalente a la aparici6n del hombre, porque el self no es
otra cosa que la percepci6n que tiene el ser hurnano de sf mismo, per
cibiendo tanto la realidad externa como su propia realidad interior. Y
la capacidad de verse a sf mismo frente a diferentes opciones le da la
oportunidad en mayor o menor grado -segun su desarrollo- de optar

2
Esta tendencia al crecimiento en el sl'!r humano es descrita por Maslow (1970) coma "la ten
dencia autorrealizante".
3
Carl Rogers (1961).
126 CAP. 8. ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA

libremente. Mas alla de los condicionamientos anteriores, puede esco


ger entre la construcci6n de sf 1nismo en armonfa con los demas y el
propio deterioro y el dafio a los demas y a la sociedad.

NECESIDADES HUMANAS

tC6mo se manifiesta la tendencia natural al crecimiento en el ser


humano? En una necesidad permanente que todos los seres humanos
experimentan de sentirse bien con ellos misrnos, de hacer lo que mas
les gusta o les satisface, de alcanzar sus prop6sitos en la vida y de
conseguir, a traves de estas estrategias, mayor_es niveles de
satisfacci6n individual y social.
Esta necesidad de sentirse bien consigo mismo es permanente
e insaciable y termina solo con la 1nuerte. Es el motivador basico
y el impulso de todas las conductas y comportamientos humanos.
Explica tanto la conducta constructiva con10 la destructiva en cada
persona y en la sociedad. En efecto, el psic6pata y el rieur6tico, el
que se destruye a si mismo y a los demas, no lo hacen por sentirse
mal sinu bien con ellos mismos. Y el que progresa y se desarrolla,
el que se olvida de si mismo para atender a los demas e impulsarlos
en su crecimiento lo hace -en ultimo tennino- por sentirse bien con
el mismo tambien.
Retardar la satisfacci6n de las necesidades o dejat algunas de
ellas insatisfechas a favor de la satisfacci6n de otras sera siempre
buscando sentirse bien o mejor consigo mismo a otro nivel. Cuando
el suicida comete la acci6n de privarse del mayor bien (la vida), lo
hace por sen tirse bien, no por sentirse mal. El amor a uno mismo es
el motivador principal de todo comportamiento humano y fuente de
todas las moti vaciones.
Aquf cabe distinguir entre dos tipos de amor por uno mismo. El
amor saludable que esta directamente conectado con el desarrollo hu
mano que se manifiesta en gozar de la vida, aprender mas, tener mas
y mejores amigos, formar una familia, terminar una carrera, procurar
mayor salud, gozar mas de la vida, buscar la felicidad para uno mismo
y para los demas. Se podrfa decir que la mayor parte de las compor
tamientos humanos, la mayor parte del tiempo, estdn impulsados par
un saludable amor a uno mismo y a las demds, aunque los medias de
informaci6n parezcan demostrar lo contrario.
El narcisismo o egoismo, en cambio, es el a1nor por uno mismo
que no beneficia, sino que hace dafio o destruye. Fumar, por ejemplo,
es una acci6n que obviamente se hace por amor a uno mismo, pero
NECESIDADES HUMANAS 127
repercute en perdida de la salud. Recordemos la fa.hula de Narciso:
una flor blanca que al ver reflejada su belleza en la corriente del agua
qued6 tan cautivada que se arroj6 sobre sf misma y muri6.
El narcisismo no es unicamente el amor por uno mismo que dafia
al que lo tiene, sino tambien el que goza hacienda dafio a los demas.
Comerse solo todo el pastel de cumpleafios que estaba destinado para
la fiesta y el gozo de todos los asistentes ejemplifica c6mo el narcisis
mo es hacer dafib ya sea a la persona que lo vive, como a las demas y
a quienes sufren las consecuencias.
Este amor por uno mismo -elemento motivacional basico en el
desarrollo humano- se manifiesta a traves de las necesidades especi
ficas tanto naturales coma aprendidas que las psic6logos generalmente
dividen en cuatro grupos (fig. 8. l).
Las necesidades biol6gicas son obvias -comer, beber, descansar,
reproducirse, dormir... - aunque tal vez no sean las mas importantes,
su satisfacci6n muchas veces condiciona la existencia misma del indi
viduo y de la sociedad.

Bienestar y desarrollo

i
Bienestar y desarrollo Salud

i i
Salud Satisfactores

i +
Satisfactores Condiciones favorables
internas y sociales
+ +
Tendencia

evo riva -4 Esida

+Frusrraci6nNaturales y
-3
aprendidas: +
Condiciones desfavorables
internas y sociales
t ---
Biol6gicas
Psicol6gicas
Sociales
-
Trascendencales tili ad 0-1:s-t-o.r,s1on ergCCtenza
I . LI pa
1

_:_ , Negaci6n ,.
,. Depres1on
Repres1on

fig. 8.1. Esquema de la motivaci6n humana.


128 CAP. 8. ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA

Entre las necesidades psicologicas mas relevantes sobresalen dos


por su fuerza motivacional: la de saber y conocer que guia la busqueda
constante del ser humano por saber mas y por nuevos descubrilnien
tos, nuevos metodos para conseguirlos y nuevos cuestionamientos.
Paradojicamente, cuanto mas sabe un intelectual, un cientifico, un
hombre comun, mas se da cuenta de todo lo que ignora, de ahi la fa
mosa conclusion de Socrates: "yo solo se que no se nada", .confesion
humilde que contrasta con la actitud del que se jacta de saber. La ne
cesidad de conocer parece no tener li1nites.
Existe otra necesidad psicol6gica, probablemente mas importante
que la anterior, que explica -aunque algunos no estan de acuerdo- la
mayor parte de los comportamientos humanos: la de amar y de ser
ama do. No estoy entendiendo por esto unicamente el amor vinculado
con la atraccion entre los generos o la amistad que puede surgir entre
diversas personas. Me refiero a esa necesidad de reconocimiento
minima, de ser tornado en cuenta, de significar algo para alguien, de
ser importante, que constituye la 1notivaci6n basica de gran parte del
comportamiento humano. La frustraci6n de esta necesidad de arnar y
de ser genuinamen te amado, el sentirse excluido, rechazado, explica -
en casi todas las co rrientes-de la psicologia clinica- la conducta
patol6gica o disfuncional.
Las necesidades sociales tienen que ver con las caracteristicas de
la propia identidad que mejor nos describen o nos delirnitan. Estoy ha
blando de las necesidades de pertenecer a diferentes grupos, desde el
natural de la familia, el de la escuela, la propia ciudad·, el pais, el club
y el grupo de amistades. La necesidad de pertenecer lleva a la persona
a asociarse con sus semejantes a diferentes niveles. Las formas de
perte nencia introyectadas son el sustrato de los rasgos de la propia
identidad. zQue se entiende por necesidades trascendentes? El ser
humano esta constantemente siendo confrontado por hechos o
realidades para las que no tiene una explicaci6n cientifica o
filos6fica; por ejemplo, zque hay mas alla de la muerte?, zexiste otra
vida, otro tipo de existen cia? Unos creen que si, otros afirman lo
contrario. zCual es el origen del universo? zQue es la 1nateria? zCual
es el sentido de la existencia? A todas estas preguntas responde la
persona en el ambito de la creencia,
o sea, de la fe. No existe una respuesta unica o algunas explicaciones
que satisfagan a todos. En el_ proceso de integraci6n del ser personal,
cada individuo es responsable de ir descubriendo el propio significado
de su existencia y de dar alguna respuesta congruente con la propia
vida a las preguntas basicas enunciadas.
Los sentimientos son las voces, la expresi6n de las necesidades. Son
reflejos, es decir, automaticos, y 'por ello no pueden ser categorizados
como buenos o malos. Se dividen en dos categorias:
NECESIDADES HUMANAS 129
//

/ / Los satisfactorios o placenteros y los insatisfactorios o dolorosos.


La enorme gama de sentimientos y su ordenamiento en terminos de
impacto e intensidad son subjetivos y resisten definiciones precisas,
como amor, miedo, temor, confianza, angustia, esperanza, panico,
etc., pero todos caen en una de las categorias mencionadas.
Los primeros indican satisfacci6n de las necesidades que genera
bienestar, salud y crecimiento. Los segundos, al contrario, indican ma
lestar, disfuncionalidad y retroceso. La experiencia de estos ultimas
es de frustraci6n, que a su vez genera en forma refleja o automatica
agresividad que se manifiesta como irritaci6n, coraje, disgusto o furia.
Las "necesidades destructivas" o "negativas" son producto de un
manejo inadecuado de la energia vital, la agresividad, que tiene como
funci6n impulsar la satisfacci6n de las necesidades frustradas. En con
diciones desfavorables, la agresividad se torna en violencia contra los
demas o contra uno mismo. La agresividad en el organismo humano
es constatable en muchos animales tambien.
La importancia de la identificaci6n_y expresi6n de los
sentimientos estriba en que son estos el instrumento natural para
detectar el grado de satisfacci6n o insatisfacci6n de las necesidades.

Salud, bienestar y desarrollo. Tal vez la salud, tanto desde una


perspectiva fisiol6gica como desde una psiquica, este relacionada con
la satisfacci6n arm6nica de las necesidades en todas las culturas. Cada
quien experimenta estas necesidades en forma similar puesto que son
generalmente las mis1nas y en forma peculiar, segun las
caracteristicas geneticas y medioambientales de cada individuo. Todos
las satisfacen con diferentes estilos tambien, jerarquizandolas en
distinto orden se gun el momenta y las circunstancias
medioambientales de cada uno.
Lo importante es que sean satisfechas todas, de alguna manera
jerarquizadas segun la individualidad irrepetible de cada persona. La:
salud esta en la satisfacci6n arm6nica e integral de las necesidades de
todos. Si esta no se consigue, la frustraci6n geriera agresividad en for
ma de energia vital o en forma de violencia. ·
La "piramide de las necesidades" ofrecida por Maslow (1970) es
una mera abstracci6n que tuvo fines didacticos, pero que en ·la reali
dad de cada individuo se manifiesta con jerarquias diversas segun las
caracteristicas individuales y las circunstancias sociales que en cada
momenta lo rodean.
La sensaci6n de bienestar es producto de la satisfacci6n de las
necesidades y aumenta a medida que un mayor numero de estas van
siendo satisfechas. Tambien depende de la armonia con que a traves
del tiempo unas son satisfechas primero o mas plenamente que otras.
1JQ CAP. 8. ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA

El bienestar general depende de que todas las necesidades sean satis


fechas de alguna manera. En cada presente de la persona humana un
cuadro complejo de necesidades esta siendo satisfecho y el bienestar
crece a medida que mas necesidades estan siendo satisfechas con ma
yor armonfa.
El crecimiento y desarrollo del ser humano son los productos ulti
mas de la satisfacci6n arm6nica e integral de las diferentes necesida
des. Esta satisfacci6n, al estar consciente, produce un nuevo bienestar
' que a su vez impulsa un nuevo desarrollo. Este nuevo bienestar, lejos
de producir homeostasis, equilibria o plenitud, estimula el surgimiento
de otras necesidades. El desarrollo humano es, pues, dinamico e inin
terrumpido, a no ser que sea bloqueado.
Agresividad, energia vital. Cuando cualquiera de las necesida des
son frustradas surge en el organismo humano de manera refleja, es
decir, en forma espontanea, la experiencia de la agresividad, que se
experimenta con diferente intensidad, desde una pequefia molestia
hasta un coraje incontenible, dependiendo de las caracteristicas y la
amplitud de la frustraci6n.
La agresividad es la manifestaci6n de la tendencia al crecimiento
cuand-olas circunstancias son adversas para la satisfacci6n de las ne
cesidades del organismo. Si este experimenta la amenaza de la frustra
ci6n o la frustraci6n misma, se prepara biol6gica y psicol6gicamente
para enfrentar la amenaza y satisfacer las necesidades frustradas: bio-
16gicamente, a traves de la descarga de adrenalina en el torrente san
guineo por las glandulas suprarrenales, y psicol6gicamente, por el
estado de alerta que dicha descarga produce.
La agresividad no es, pues, un instinto destructivo que lleva a la
acci6n violenta contra los demas o contra uno mis1no, siguiendo la ley
de la entropia, sino la tendencia misma al crecimiento que, en circuns
tancias advers s al organismo humano, pone la inteligencia, la imagi
naci6n y la creatividad al servicio de la satisfacci6n de las necesidades
frustradas. Es una energfa biol6gica y psicol6gica que ante el
obstaculo tiene coma funci6n natural encontrar un camino para el
crecimiento y
para el desarrollo.
Por ejemplo, si llega el sujeto A con hambre a un restaurante y no
le sirven, automaticamente experimenta coraje. Si los meseros no le
sirven e incluso atienden a quienes llegaron despues que el, experi-
1nenta mas coraje aun. Reconociendo y aceptando su enojo, imagina
c6mo obtener el servicio que busca, a pesar de las circunstancias. Si
reclama al mesero o se violenta, probablemente no consiga riada. Si se
pone a lamentar sabre sf mismo o sabre su mala suerte, probablemente
consiga menos.
NECESIDADES HUMANAS 131
Energizado por el coraje, se levanta dispuesto a conseguir lo que
quiere. Cortesmente pide que se le atienda, sefialando que lleg6 antes
que las personas ya servidas. El rnesero apresuradamente se dispone
a atenderlo.
La agresividad manejada de esta manera mueve al mundo. La ma
yorfa de los seres humanos en todos los lugares del planeta la mane
jan asi para satisfacer las necesidades continuamente frustradas. La
frustraci6n de las necesidades es la experiencia humana mas comun y
conocida. La mayorfa de los hombres, canalizando asi la agresividad,
han conseguido finalmente la evoluci6n de la ciencia en favor de la sa
lud. Posponer la satisfacci6n del deseo por una satisfacci6n mayor ha/
sido el mecanismo mas eficiente para manejar la experiencia comun'
de la frustraci6n.
Algunos, dotados de mayor inteligencia y recursos, son capaces de
resolver problemas complejos y conflictos dificiles y hasta de evitar
· conflagraciones inminentes producto de fuertes tensiones intergrupa
les, coma fue el caso de James Carter en Campo David en 1978, me
diando entre Yaser Arafat e Isaac Rabin.
Agresividad, aprendizaje y salud. Asi como todo aprendizaje
sig nificativo es producto de los esfuerzos del organismo por satisfacer
sus necesidades, asi la estrategia de canalizar la agresividad para Ja
satis facci6n de necesidades frustradas es fuente tambien de nuevos
apren dizajes significativos, es decir, de acciones y de habitos de
conducta que estan en funci6n directa del crecimiento y el desarrollo.
· Cuando las frustraciones persisten y la agresividad se va acumu
lando, el peligro de la violencia es inn1inente. En este hecho esta el
origen de la psicopatia en los individuos y de la cultura de la violencia
en los grupos. La psicopatia y la cultura de la violencia so11: tambien
necesidades aprendidas, pero una peculiaridad importante: satisfechas
o frustradas, desembocan en violencia. Para salir de situaciones como
las descri.tas es necesaria la intervenci6n profesional.
Cuando se han establecido los habitos de salud, se convierten tam
bien en necesidades aprendidas que actuan en el organismo huma
no, coma las necesidades naturales. Cuando son frustrados, generan
agresividad que canalizada hacia la satisfacci6n de las necesidades
produce aprendizajes nuevos e inesperados hacia la salud y el bien
estar. Estos aprendizajes, con muy diversos grados de complejidad,
producen .una cultura de salud que al ser establecida e introyectada
por individuos y por grupos, se convierte en el motivador mas
poderoso de la evoluci6n.
Todo aprendizaje es, pues, motivado por las necesidades del orga
nismo, tanto reflejas como aprendidas. Satisfechas o insatisfechas, si
132 CAP. 8. ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA

estas no existieran, ningun aprendizaje seria posible. Los reforzadores


que mantienen o modifican la conducta tienen eficacia porque son
satisfactores de necesidades previamente existentes.
En resumen, la salud, el bienestar y el desarrollo son el producto
de la satisfacci6n directa de las necesidades. Son tambien producto de
la canalizaci6n de la agresividad para satisfacer dichas necesidades
cuando media la frustraci6n.
Aprendizaje de la violencia. Cuando el sujeto A, en lugar de diri
girse cortesmente al mesero y conseguir asi la satisfacci6n de su nece
sidad de comer, lo hostiliza verbal o fisicamente, muy proba_blemente
el mesero le contestara en los mismos terminos. Aunque el sujeto Asa
tisfizo a medias su necesidad de agredir, dej6 insatisfecha la de comer.
tC6mo aprendi6 el sujeto A la necesidad de hostilizar y de agredir?
Toda organismo humano rodeado por las condiciones propicias para
su crecimiento y desarrollo tiende a crecer ya desarrollarse; solo cuan
do dichas condiciones imposibilitan·la satisfacci6n de sus necesidades
y s6lo entonces, se vuelve violento y destructivo.
El ser humano no es por naturaleza hostil. Se vuelve asi cuan do
las condiciones medioambientales le son de tal manera adversas,
que no-puede satisfacerlas echando mano de los recursos existentes.
Tambien se vuelve hostil cuando las frustraciones son muy grandes
y prolongadas o cuando no encuentra canales adecuados para
canali zar la agresividad hacia la satisfacci6n de las necesidades
frustradas.
· Por ejemplo, cuando a pesar de todos sus esfuerzos no consigue la
satisfacci6n de su necesidad de sentirse a1nado, por venganza apren de
a odiar.
· Asi coma la busqueda de la satisfacci6n de las necesidades genera
aprendizajes significativos y el bienestar derivado de estos genera nue
vos aprehdizajes, asi la violencia genera nuevas frustraciones y estas a
su vez 1nayor violencia. Cuando las acciones violentas o los habitos
de violencia son introyectados por los individuos y transformados asi
en necesidades propias, al ser estas frustradas, producen mayor
violencia y generan asi la guerra misma y la cultura de la guerra.
En el momenta en que alguien o algunos, por su inteligencia y re
cursos, son capaces de canalizar la agresividad social hacia el dialogo
y a traves de este hacia la satisfacci6n de las necesidades individuales
y sociales, la agresividad vuelve a ser el combustible del cambio para·
el desarrollo. ,.
Aprendizaje de la depresion. El sujeto A, en lugar de dirigirse cor
tesmente al mesero y satisfacer por este media su necesidad de comer,
se sienta a lamentarse de si mis1no, a culparse por no ser una persona
atractiva, a sentir disgusto por nunca haber aprendido a luchar por sus
NECESIDADES HUMANAS 133
derechos, la agresividad producto de la frustraci6n se convierte en un
arma autodestrucdva. En alguna forma se vuelve contra si mismo.
2C6mo aprendi6 el sujeto A la culpa? 2C6mo aprendi6 a ser agre
sivo consigo mismo? A traves de interacciones sociales significativas
en que se sinti6 menos en comparaci6n con otros o incompetente. De
pendi6 de la autoridad de ellos, se juzg6 coh sus criterios y aprendi6
la desconfianza en sf mismo, se avergonz6 de sf y pudo llegar hasta
aborrecerse.
Para satisfacer sus necesidades frustradas, particularmente las de
afecto y autoestima, reaccion6 con mayor sumisi6n y dependencia,
volviendo asi la agresividad contra sf mismo y reforzando sus habitos
de inseguridad, desconfianza y culpa. El reforzamiento de estos habi
tos gener6 el aprendizaje de necesidades de sometimiento y dependen
cia que al ser frustradas generaron mayor agresividad hacia si mismo
y esta a su vez nueva inseguridad y nueva culpa.
Las personas. dependientes -cuando estan en posici6n de autori
dad- con frecuencia se vuelven tiranicas e intransigentes, como lo ex-.
perimentaron con sus superiores.
Los habitos de sometimiento, culpa y autoritarismo generan cul
turas depresivas en los grupos, especialmente en las religiones institu
cionalizadas.
Culpa y responsabilidad. Es muy importante distinguir entre
estas dos experiencias que se parecen. Algunos llaman culpa saludable
a la respo'nsabilidad; yo prefiero reservar el nombre de culpa a todo
juicio condenatorio de uno mismo asociado con sentimientos de
rechazo. Prefiero Barnar responsabilidad al reconocimiento del error
acompa fiado del aprendizaje derivado de la experiencia, a la
reparaci6n del dafio.
La sustituci6n de los sentimientos de culpa por actitudes responsa
. bles representa el transito de la disfuncionalidad a la salud, la persis
tencia de los sentimientos de culpa y, por tanto, el rechazo hacia uno
mismo es un claro sfntoma de disfuncionalidad.
Aprendizaje de la negacion. El sujeto A, al sentir la molestia de
no ser atendido y el coraje porque otros sf lo fueron, decide que el no
se enoja por tales tonterias y como una persona civilizada espera con
dignidad ser atendido. Enrojece y se pone pa.lido al tratar de contener
su coraje. Se acerca entonces el mesero y le pregunta si le pasa algo.
El responde diciendo que ·esta molesto porque otra persona lo dej6
plantado.
2D6nde aprendi6 el sujeto A a distorsionar, negar y aun a reprimir
sus seritimientos? En interaccioues sociales en que fue rechazado
afec tivamente por expresar sentimientos de coraje o sexuales o
algunos
134 CAP. 8. ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA

otros sentimientos amenazadores para personas con autoridad en la


familia, la escuela o la religion.
La frustraci6n de las necesidades de afecto y aprecio -consecuen
cia de la expresi6n de coraje y otros sentimientos similares- gener6 en
el sujeto A un nuevo coraje que fue distorsionado, negado (conscien
temente) o reprimido (en forma inconsciente) con el fin de obtener la
satisfacci6n de las necesidades afectivas frustradas.
Los habitos de distorsi6n y negaci6n son muchas veces fuertemen
te reforzados en algunas culturas, de tal suerte que surgen personas,
grupos, instituciones y sociedades caracterizadas por la represi6n no
solo de los sentimientos, sino de toda experiencia humana que pueda
resultar amenazadora para las autoridades establecidas.
Las personas mas reprimidas suelen ser las mas represoras cuando
Hegan a puestos de autoridad.
lnteligencia emocional. Tal vez la pregunta mas importante en
este tipo de reflexion seria: tcual es el ele1nento determinante para que
la agresividad sea canalizada mas bien a la satisfacci6n de las necesi
dades que a la violencia en contra de los de1nas o de uno mismo? tPor
que unos son capaces de actuar creativa y positivamente a favor de la
vida y otros no? tPor que todos nos encontramos, en diferentes 1no
mentos, actuando a favor de la salud, el bienestar y la vida y en otros
momentos nos vemos vfctimas de la pasj6n destructiva, del deseo de
venganza o del narcisismo? Los psic6logos conte1nporaneos atribuyen
a una forma de inteligencia humana, "la inteligencia emocional", esta
capacidad para canalizar la energia agresiva en formas eficientes y
creativas que impulsan la salud y la vida (Goleman, 1995). Asf como
otros tipos de inteligencia se pueden utilizar tanto a favor como en
contra de la vida, la inteligencia emocional encuentra la forma de crear
las condiciones internas y a1nbientales que propician el crecimiento
aut6no1no, esencia de la vida humana.
En efecto, nadie puede inducir en otros el aprendizaje o la sabi-
J duria. Tal vez a lo mas que puede aspirar el ser humano es a crear
las condiciones propicias para qu·e pueda darse la acci6n responsable
a favor de la vida. Yo no puedo enseiiar a otro, pero tal vez sf pueda
facilitar que aprenda. Yo no puedo imponer mis valores, pero sf puedo
I vivirlos, dejando en libertad a los demas para apropiarselos o no.
Corresponde a los facilitadores, acompafiantes o psicoterapeutas
crear las condiciones, tanto internas coma externas, que favorezcan el
impulso natural de toda persona hacia la salud. En el capitulo siguien
te se describiran las estrategias para crear dichas condiciones.
Perdida de la autoestima y reaprendizaje de la esperanza. Todas
las disfunciones psicol6gicas fueron aprendidas en relaciones interper-
NECESIDADES HUMANAS 135
sonales caracterizadas por incomprensi6n o rechazo afectivo, por dobles
mensajes o insinceridad, por posesividad o por abandono, por
sobrepro tecci6n o por desconfianza, o por manipulaci6n a traves de
sentimientos de culpa, por acoso o por abuso, o por violencia verbal o
fisica.
El reconocimiento de la incapacidad para satisfacer las
necesidades psicol6gicas propias genera una creciente mengua de la
autoestima. En este clima de impotencia y desestima propia resulta
imposible canali zar la agresividad a superar los obstaculos que
impiden satisfacer las necesidades de afecto, aprecio, confianza y
seguridad.
La agresividad se vuelve entonces contra los demas o contra-uno
mismo, o es distorsionada o negada en la experiencia. Cuando esto
ultimo ocurre, la agresividad, a pesar de los esfuerzos de negaci6n
o represi6n, en forma inconsciente toma los cauces de la hostilidad
y la violencia o los cauces de la culpa, el desaliento y la depresi6n,
dependiendo de las circunstancias del ambiente y las caracteristicas
de cada persona.
Si estas reacciones seudoadaptativas · o disfuncionales fueron
aprendidas a causa de relaciones interpersonales deficientes e insa
tisfactorias, unicamente a traves de la vivencia de nuevas relaciones
interpersonales saludables y satisfactorias pueden ser
desaprendidas.
Las psicoterapias no interactivas, analiticoconceptuales,. han de
mostrado ser ineficaces para el reaprendizaje de pautas saludables en
las r'elaciones interpersonales. Estas se aprenden -como las pautas dis
funcionales- en la interacci6n humana a traves de la vivencia. Por la
practica de la psicoterapia sabemos que muy poco se aprende a traves
del analisis conceptual de sentimientos y de reacciones emocionales.
No es de extraiiar que los terapeutas genuinamente empaticos, y
no los que usan la empatia como un instrumento para el diagn6stico y
la interpretaci6n (Kohut, 1986), tengan tanto exito (Truax y Carkhuff,
1967). La empatia-y la honradez transparentes son la base de la rela
ci6n interpersonal saludable;
Sobre esta base, la actitud positiva incondicional del terapeuta, la
manifestaci6n de un afecto no posesivo, ni manipulador y la captaci6n
fina de la experiencia interna tanto del terapeuta como la de otros par
ticipantes constituyen el nucleo de la recuperaci6n.
Asi, la agresividad unicamente podra retomar sus canales de
expre si6n no aprendidos -es decir, los de la superaci6n de los
obstaculos- a la satisfacci6n de las necesidades, en una atm6sfera de
sinceridad, afecto, comprensi6n y genuino aprecio. Es decir, en
relaciones inter- personales reales e interactivas. ·
Todas las formas saludables de interacci6n humana (educaci6n,
acompaiiamiento, intercambio de informaci6n, actividad politica o ar-
136 CAP. 8. ALTERNATIVA VITAL: DESARROLLO O VIOLENCIA

tfstica, orientaci6n o psicoterapia) tienen un solo prop6sito: la


satisfac ci6n integral y arm6nica de las necesidades humanas. Y
cuando estas se ven frustradas, surge la agresividad, que es la energia
dirigida a la superaci6n de los obstaculos.

CONCLUSION

Me gustaria concluir estas reflexiones presentando los elementos


que considero mas importantes para el desarrollo del ser humano y de
la sociedad.
Este proceso de construir el ser personal en nosotros mismos y en
la sociedad es una tarea que dura toda la vida, es una busqueda que
no termina. Si no empieza por mi como persona, nada de lo que yo
pueda hacer tiene repercusi6n. Es tambien una tarea de los grupos y
de la sociedad. Trabajar en la construcci6n del ser personal de todos
es la asignatura pendiente de nuestro mundo, especiahnente en estos
n1omentos cruciales de la historia.
Afortunadamente esta tarea esta fundamentada en un dato basico,
universal, observable, la tendencia natural al crecimiento, que en el
ser humano es·autodeterminante y es la clave de la evoluci6n indivi
dual y social. Cuando esta tendencia es favorecida por la satisfacci6n
.arm6nica e integral de las necesidades, se consiguen la salud y el bien
estar cuando es bloqueada por cualquier circunstancia, la agresividad
-producto de estos bloqueos- puede ser canalizada hacia la satisfac
ci6n de las necesidades y a la soluci6n de los conflictos a traves de
acciories liberadoras y responsables en favor de la vida (biofilia) o a
traves de actitudes y conductas en favor de la violencia (necrofilia).
Es cierto que no podernos optar por lo que esta fuera de nuestras
posibilidades, como seria la modificaci6n de situaciones adversas que
permanecen fuera de nuestro control. Esto representaria los Hmites de
nuestra opci6n. Sin embargo, el horizonte de las opciones liberadoras
y responsables puede crecer indefinidamente.
Mas tc6mo educamos en y para la libertad? tC6mo se construye
y desarrolla el ser humano? Nadie puede educar para la libertad im
poniendo el respeto, la democracia y la solidaridad. Tal vez lo unico
que se puede hacer, o lo que todos podemos hacer, es crear las con
diciones para la acci6n libre y liberadora, para el uso responsable de
los recursos trabajando en el propio autoconocimiento y facilitando e
impulsando el autoconocimiento y la autodeterminaci6n de quienes
viven junto a 1ni. Elevando en mi y en los demas los niveles de auto
valoraci6n. y de autoestilna. Siendo respetuoso de los procesos que se
CONCLUSION 137
dan en mi misma y de las decisianes que las demas toman, a veces
liberador"as, a veces irrespansables, en la construcci6n de su propia
ser personal. Siendo tolerante con mis propias equivocaciones y con
mis propias fundamentalismos, tratando de superarlos en mi y
facilitando los procesos liberadores en los demas. Amandome a mi
mismo hasta el infinito, coma Dios me ama, y facilitando e
impulsando en todos la experiencia del amor autentico que sabe
convivir con el error y con la miseria sin dejar de amar.
Tal vez esta que presento sea una v'isi6n un tanto optimista de la
persona humana y de la sociedad; sin embargo, esta fundamentada en
un dato constatable en tadas las razas y en todas las culturas, mas alla
de todos los obstaculos: el amor a la vida.
CAPITULO

9
Mas all6 de las psicoterapias
tradiciona lest
el acompanamiento personal

Al igual que en otros paises de America Latina y en Espana, la


psicoterapia tradicional en Mexico hasta hace poco tie1npo eran el
psicoanalisis y los procesos individuales o de grupo, orientados psi
coanaliticamente. La influencia de esta corriente psicol6gica fue tan
acentuada que a la misma psicologia, coma disciplina y como ciencia,
se le identific6 con el psicoanalisis.
A finales del siglo xx empezaron a generalizarse otras formas de
psicoterapia derivadas del analisis experimental del comportamiento,
coma la cognitivoconductual, y otras, como la gestalt, la sistemica, la
bioenergetica. Aun en la actualidad, en muchos ambientes cultivados,
las diferencias entre una corriente psicol6gica como el psicoanalisis
y las ciencias psicol6gicas con su avanzado desarrollo propio no se
advierten con claridad. No hace mucho un profesor universitario de
psicologia en la Universidad Iberoamericana propuso para la carrera
un curso titulado "Teoria de la motivaci6n" refiriendose a la teoria
psicodinamica de la corriente psicoanalitica. Con extraneza y admi
raci6n tuvo que admitir que el curso debia titularse "Teorias de la
motivaci6n", puesto que existian otras corrientes psicol6gicas con sus
respectivas formulaciones te6ricas sobre lo que impulsa el comporta
miento humano. ·
S6lo muy lenta1nente la psicologia, en tanto disciplina cientifica
con una metodologia propia, se ha ido abriendo camino en las mismas
escuelas de psicologia de estos paises. Las aportaciones de las dis
tintas formulaciones psicoanaliticas son innegables. Es muy marcada
tambien la repercusi6n que dichas aportaciones han tenido en el arte,
la literatura, el analisis antropol6gico, hist6rico y politico, asi como
en otras disciplinas. Durante mucho tiempo estas hip6tesis fueron las

138
EL ENFOQUE PSICOTERAPt:UTICO 139
unicas opciones para una practica psicoterapeutica seria y profesional.
Todo esto explica la identificaci6n del psicoanalisis con psicologia en
la mentalidad de muchos grupos, incluso de academicos, pero no la
justifica.
Ya en la decada de 1990 y especialmente en el nuevo siglo, seguir
identificando la psicologia con las corrientes psicoanaliticas resulta
inadmisible, al menos en el ambito universitario. Afortunadamente,
es una realidad cultural en los paises de habla espafiola -gracias a la
dedicaci6n y los esfuerzos de un numero creciente de psic6logos- que
la psicologia, como disciplina cientifica, haya empezado a crecer y a
desarrollarse con mayor independencia de modelos filos6ficos y medi
cos. Poco a poco esta siendo reconocida como la ciencia del compor
tamiento y de la experiencia humana, 1nas que como la disciplina que
· estudia la psicopatologia.
Gran parte del reconocimiento que la psicologia ha recibido en los
paises de America Latina cmno una ciencia independiente se debe a
los esfuerzos de muchos psic6logos que han puesto mayor enfasis en
la objetividad de los datos, en el disefio experilnental estricto y en la
formulaci6n operacional de los fen6menos. Sujetos a estudio, la han
rescatado de los consultorios psicoterapeuticos y la estan llevando a
los escenarios educativos del mundo.
Muchos psic6logos creemos que paulatinamente estos nuevos en
foques iran abriendose paso y traeran como consecuencia no s6lo una
revitalizaci6n de la psicologia, sino tambien que muchas personas que
no poseen la capacidad verbal, ni la conceptual o el dinero para ser
clientes de los psicoanalistas tengan acceso a los servicios de la salud
emocional y de la mente.
De estos planteamientos han surgido modelos pedag6gicos y
psico- 16gicos nuevos, como el enfoque centrado en la persona y el
desarrollo humano en Mexico, fundamentados en la practica
profesional y la in vestigaci6n (vease cap. 3).

EL ENFOQUE PSICOTERAPEUTICO
CENTRADO EN LA PERSONA

El ohjetivo de las investigaciones sobre el proceso


psicoterapeutico centrado en la persona fue desde un principio aislar
aquellas variables que -al margen de consideraciones puramente
te6ricas- suscitaran un cambio favorable en.quienes buscaban ayuda
psicoterapeutica. Al ais lar estas variables se observ6 que operaban
independientemente de la
140 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

orientaci6n te6rica e incluso de las tecnicas utilizadas por el psicotera


peuta. Es decir, todos aquellos psicoterapeutas que en su practica pro
fesional mostraban los mas altos niveles de empatia, actitud positiva
incondicional y autenticidad fueron capaces de producir los cambios
mas estables y beneficos en el proceso psicoterapeutico (Carkhuff y
Berenson, 1967; Traux y Carkhuff, 1967; Lafarga, 1986; Cain, 2000).
Las pruebas cientificas en apoyo de este nucleo objetivo de reforzado
. res basicos explican en parte la cantidad de estudios experimentales
que confrontan la validez de otras variables en la relaci6n psicotera
peutica como agentes efectivos de cambio favorable (Eysenck, 1965,
1967; Levitt, 1957, 1967).
La evidencia relativa a la eficacia de este nucleo de facilita
dores se ha obtenido no unicamente del estudio de los procesos
psicoterapeuticos, sino tan1bien de las relaciones entre maestros y
estudiantes, padres e hijos, asi coma de otras relaciones entre per
sonas mutuamente significativas, sin caracter profesional (Carkhuff
y Traux, 1967). Es ilnportante destacar que estos cambios favorables
se reflejan no solo en las escalas disefiadas para medir cambios psi
col6gicamente favorables, sino tambien en escalas de inteligencia
y aprovechamiento (Aspy, 1967). A este respecto, Carkhuff (1967)
afirma:

La implicaci6n directa de estos resultados es que las mismas varia


bles que son efectivas en otro tipo de relaciones lo son tambien en el
proceso psicoterapeutico. Sin embargo, aun cuando las variables pri
marias son las mismas, sus niveles de aplicaci6n pueden variar con las
personas y con el tipo de relaci6n que establecen. Por ejemplo, podrfa
suceder que la comprensi6n empatica de·un maestro hacia su estudian
te no fuera tan significativa en resultados favorables como la de un
padre eri relaci6n con su propio hijo. Una inferencia plenamente valida
que podria derivarse de la eficacia psicoterapeutica de las condiciones
enumeradas seria que dichas condiciones son operativas precisamente
porque son las opuestas a aquellas otras que generaron la problematica
y el mal funcionamiento psfquico. Es decir, la problematica emocional
pudo haberse generado y evolucionado por la ausencia de comprensi6n
afectuosa, respeto, aceptaci6n, autenticidad y suficiente estimulaci6n
por parte de las personas significativas en el ambiente social del nifio...
(Carkhuff 1967).

Asi con10 la gran contribuci6n de las hip6tesis de Freud y de las


distintas corrientes psicoanaliticas que emanaron de la formulaci6n
original ha sido ahondar notablemente en la comprensi6n diagn6stica
de los desajustes emocionales, especialmente de las neurosis, estas
EL ENFOQUE PSICOTERAPt.UTICO 141
hip6tesis no han tenido exito comparable en la generaci6n del cambio
en la direcci6n de la salud y el crecimiento. ·
Con amplitud y coherencia, las hip6tesis diagn6sticas emanadas
de dichas corrientes han iluminado las orfgenes y la gestaci6n de los
trastornos emocionales al remontarse -a traves de las sfntomas- a las
condiciones originales en el media familiar y social; y en este sentido
han hecho aportaciones basicas al estudio de la psicopatologfa. Sin
embargo, la misma duraci6n de las procesos psicoanalfticos es solo un
indicio de su bajo nivel de eficiencia para estimular transformaciones
favorables.
Para cualquier persona -y especialmente para la que esta afligida
con trastornos emocionales- es importante comprender las orfgenes
y la gestaci6n de su problematica, pero lo fundamental es encontrar
formas adecuadas de tratamiento y optimizaci6n de sus recursos a la
brevedad posible.
Algunos psic6logos del aprendizaje prescinden, en cambio, de
cualquier variable subjetiva o intrapsfquica que no tenga manifesta
ciones concretas en la conducta externa, para explicar el cambio tera
peutico. Centran su atenci6n en la modificaci6n de la conducta y para
ello disefian tecnicamente el cambio, realizando en primer termino un
estudio de las contingencias condicionantes en la historia de Ja perso
na, para generar el plan o el programa apropiado que conducira a las
objetivos de modificaci6n conductual. Formulan hip6tesis y explican
el aprendizaje y el cambio con base en el paradigma clasico de estfmu
lo-reforzamiento-respuesta.
La aplicaci6n de la metodologfa experimental a la modificaci6n
de· la conducta humana para inducir cambios favorables ha
demostrado ser muy efectiva en la remisi6n de sfntomas y otros
trastornos sencillos del aprendizaje. Pero debido a que prescinde
sistematicamente de.los fen6menos subjetivos -tan reales para
cualquier persona como su mis-. ma conducta externa- no ha podido
generar la sensaci6n de bienestar interno, ni garantizar el
establecimiento consistente de pautas de creci miento a traves de
prolongados periodos, despues de la programaci6n y la modificaci6n
conductual (Carkhuff, 1967). ·
Mas alla del proceso psicoterapeutico que considera el analisis del
psicodiagn6stico como la esencia de los fen6menos de cambio favo
rable; mas alla de la tecnica e ingenierfa del cambio, que ignoran la
realidad del fen6meno interno y de las significados de la experiencia
subjetiva, es necesario buscar las condiciones necesarias y suficientes
para el cambio favorable y prolongado, a traves del acompafiamiento
personal, sugeridas por la evidencia de la investigaci6n a partir de hi
p6tesis emanadas de la practica (Lafarga, 1986).
142

SINTETIZA Y DEPURA LAS CORRIENTES


TRADICIONALES·

Como impulsor del crecimiento personal, el enfoque centrado en


la persona ha tenido el prop6sito de identificar aquellos factores que
facilitan el cambio favorable y duradero tanto en la persona que
bus ca ayuda coma en el facilitador. Los seguidores de este enfoque
-sin negar las valiosas aportaciones de otras corrientes
psicoterapeuticas han prescindido de marcos de referenda pura1nente
te6ricos, asf coma de lealtades reduccionistas al 1nitificado "metodo
cientffico". Y no por desden, sino para no ser obstaculizados por
consideraciones de or todoxia, te6ricas o metodol6gicas en la
identificaci6n y formulaci6n operacional de aquellas variables que,
segun la evidencia de largos afi.os de investigaci6n (Lafarga, 1986),
facilitan -de hecho- el cambio favorable y persistente.
Entre los profesionales de la ayuda psicol6gica es cada vez mas
aceptado que la eficacia psicoterapeutica no depende de la orienta
ci6n ideol6gica o de la tecnica del psicoterapeuta, y que la
distinci6n en.tre terapeutas efectivos, mediana1nente efectivos y
poco efectivos no puede establecerse tomando coma criterios la
orientaci6n te6rica y la tecnica espedfica (Lafarga, 1986). Al
parecer, los psicoterapeu-
. tas creativos y mas eficientes recurren a aquellos elementos
te6ricos, 1netodol6gicos y practicos que contribuyen al crecimiento
o cambio favorable y duradero de la persona con quien estan
comprometidos en una relaci6n de mutuo crecimiento. Tambien es
facilmente obser vable que las mis1nas "corrientes"
psicoterapeuticas se van enrique ciendo unas con otras,
independientemente de prejuicios te6ricos o metodol6gicos.
Ya Alfred Adler, a rafz de sus primeras disidencias con la corriente
psicoanalitica ortodoxa, sugerfa que el proceso psicoterapeutico efec tivo
era en realidad solo uno, con distintas variaciones (Ansbacher, 1956).

,.
LA EMPATIA

La actitud e1npatica en el psicoterapeuta, que se manifiesta en un


intento de este por comprender a fondo la experiencia de la persona y
por trasmitirle verbalmente esta comprensi6n esclarecedora, es com
partida por todas las corrientes psicoterapeuticas contemporaneas. Las
diferentes formas de psicoanalisis tienen coma objetivo la compren
si6n exhaustiva de la persona que esta siendo psicoanalizada. Los mo-
LA EMPAT[A 143
dificadores de la conducta -para poder disefiar un programa adecuado
a la persona que recibe ayuda- necesitan la empatfa para explorar
los factores condicionantes con la mayor precision posible. En general
podria decirse que la actitud empatica en este sentido es actualmen
te reconocida por todos como un elemento indispensable del proceso
psicoterapeutico.
La aportacion del enfoque centrado en la persona consiste en la
identificacion y analisis de esta actitud y en el enfasis que se pone en
ella coma un factor terapeutico de primer orden en el proceso. Con
este enfoque, la actitud empatica puede ser descrita como captar la
experiencia de la otra persona en la interaccion psicoterapeutica del
presente, con todos los matices de sentimiento, superficial o profundo,
con todos los significados simples o complejos que esta experiencia
tiene para cada persona. Es una captacion no evaluatoria de la expe
riencia de cada persona, tal como ella la vive y la describe, comunica
da con nitidez y con afecto. Tiene como objetivo inmediato comunicar
la comprension de la experiencia, con claridad en la formulacion, por
una parte, y con interes y afecto, en la forma, por la otra.
Todos los sistemas psicoterapeuticos, pero principalmente los de
rivados de corrientes psicoanaliticas, tienen como objetivo practico
revertir el proceso represivo producto de la confrontacion de las ne
cesidades del individuo con exigencias sociales de muy distinta fn
dole. La interaccion empatica genuina, como sabemos gracias a la
investigacion (Lafarga, 1986), facilita con·mayor rapidez el proceso
de revertir la represion -o sea, de estirnular la exploracion consciente
de la experiencia con mas amplitud y profundidad- que las interpre
taciones psicodinamicas o las preguntas encaminadas a formular un
plan de cambio.
La actitud empatica en el enfoque centrado en la persona supone
que toda persona es capaz -en condiciones favorables- de explorar
su propia experiencia y -debido a su impulso natural al crecimien
to- efectuar los cambios que considera 1nas apropiados para sf. Tiene
como objetivo inmediato facilitar y estimular esta exploracion y estos
cambios. El entrenamiento clinico del psicoterapeuta y del facilitador
centrado en la persona esta enfocado a captar -con la mayor precision
posible- los matices del sentimiento y del significado en la experiencia
de quien esta hacienda la busqueda. No necesita el cliente hacer una
regresion para ir integrando a su experiencia consciente elementos que
habian quedado fuera de esta experiencia. A medida que la explora
cion de la propia experiencia va siendo mas facil, mas amplia y mas
profunda, los elementos inhibidos o desintegrados van siendo asimi
lados otra vez.
144 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

En las corrientes psicoanaliticas, l modelo psicoterapeutico es un


modelo medico. El analista en realidad no se comunica con la persona,
sino que interactua con ella analizando el discurso. El analista -como
el medico- diagnostica a su "paciente", decide cuales son los elemen
tos importantes en la genesis de la "enfermedad", fija los objetivos
del "tratamiento" y prescribe los procedimientos para la "curaci6n".
En muchos casos este tipo de intervenci6n -en la experiencia del "pa
ciente"- significa revivir otra vez con otro lenguaje yen otras circuns
tancias la misma experiencia patogenica de sentirse incompetente,
inapropiado en la conducta, en la manifestaci6n de los sentimientos y
en la forma de comunicarlos. Es revivir la impotencia y la dependen
cia, ahora no por introyecciones sociales o morales del pasado, sino
por la realidad del presente, aqui y ahora, frente a la autoridad del
medico psicoanalista.
Ya Adler habia apuntado que la relaci6n psicoterapeutica es mas
eficaz cuando el analista asume una actitud amistosa "coma entre
iguales" Ansbacher (1970) y Sullivan (1953), Horney '(1939) y Fromm
(1941) habian propuesto metodos tendientes a mejorar la interacci6n
con el "paciente" para facilitar el analisis. Sin embargo, no considera
ron que -estas 1nodalidades tuvieran eficacia psicoterapeutica por ellas
mismas. Eran unicamente estrategias para el aprendizaje y la asimila
ci6n progresiva del psicodiagn6stico par parte del "paciente".
En la psicoterapia conductual, el modelo medico de las
enfoques psicoanaliticos ha sido sustituido par el modelo tecnico
ingenieril. El tecnico pregunta, indaga, formula y reformula las
condiciones que produjeron el trastorno; la persona cuya conducta
debe ser modifi cada es un mero colaborador de aquel. Asi coma en
el psicoanalisis, las intentos de iniciativa que muestran los pacientes
que no cuadran con los marcos de referenda del medico
psicoanalista son calificados de "resistencias" al tratamiento, asi las
discrepancias de la persona cuya conducta esta siendo modificada y
que no son compatibles con las repertorios "cientfficos" del
modificador son descartadas coma po.co objetivas, mentalistas e
irrelevantes para conseguir las objeti vos del cambio.
En el planteamiento de la relaci6n psicoterapeutica, tanto en los
modelos psicoanalfticos coma en los conductuales -y lo mismo se po
dra decir de las gestaltistas y de otros-, el psicoterapeuta sabotea sus
propios objetivos en un aspecto muy importante, cuando actua coma
director, planificador y maestro en el proceso, puesto que refuerza pre
cisall)ente, de forma abierta o sutil, la dependencia y la pasividad de la
persona qu recibe ayuda. El simple analisis del pasado o el restable
cimiento de pautas constructivas de reaccionar hacia sf mismo y hacia
LA ACTITUD POSITIVA INCONDICIONAL 145
los demas no bastan para garantizar cambios favorables y
persistentes. Si la persona que recibe ayuda no se siente capaz y
responsable por sf misma de tomar la iniciativa y asumir las
decisiones al integrar su experiencia, no se esta alcanzando el
objetivo. Si no se siente habil para encontrar los propios significados y
orientar y planificar la propia conducta, en congruencia con los
propios recursos y las circunstancias del media que lo rodea, no se
puede hablar de exito.
Asi coma fueron individuos autoritarios que "sabfan mas" o que
"podfan mas" quienes generaron la desintegraci6n de la experiencia
y de la conducta en las personas que buscan ayuda, asi, unicamente
personas verdaderamente expertas, capaces de facilitar y estimular la
autodeterminaci6n, compartiendo iniciativas y responsabilidades, po
dran facilitar el proceso de crecimiento personal.

LA ACTITUD POSITIVA INCONDICIONAL

En 1nayor o menor grado, los diversos sistemas psicoterapeuticos


conceden gran importancia a la expresi6n libre y espontanea de la per
sona que recibe ayuda, pero divergen en la metodologfa para estimular
dicha expresi6n. La permisividad del psicoterapeuta para faeilitar la
1nanifestaci6n de la experiencia implica de su parte no emitir juicios
de valor, explfcitos o implfcitos, sobre la persona o sobre su conducta.
Esta permisividad ha sido una de las caracterfsticas del proceso psi
coterapeutico en las distintas corrientes analf ticas. En la modificaci6n
de la conducta, la permisividad queda circunscrita por los lfmites que
iinpone -con toda claridad y segun su criteria- el ingeniero o modifi
cador, quien desde un principio refuerza los repertorios de conductas
apropiadas y procura inhibir las que no lo son, de acuerdo con obje
tivos establecidos. A la persona se le permiten exclusivamente con
ductas que contribuyan a la formulaci6n y aplicaci6n del programa
(Frank, 1969).
En el enfoque centrado en la persona, la actitud positiva incon
dicional puede ser descrita no solo como permisividad, sino incluso
como una actitud de manifiesto interes y aprecio por todo lo que la
persona es, por todas sus conductas y ·por su comunicaci6n. No es
aprobaci6n -ya que esta puede ser tan perjudicial como la desaproba
ci6n-, sino un reconocimiento genuino y claro a todo lo que constituye
la realidad interior y exterior de la persona. Las mismas conductas
y actitudes "destructivas" o enfermas son tan merecedoras de com
pren$i6n y aprecio como cualquier otra experiencia, ya que estas re
acciones seudoadaptativas de defensa o claramente autodestructivas y
146 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

antisociales fueron producto de condiciones adversas que bloquearon


de algun modo el impulso basico hacia el crecimiento y desarrollo in
herente a todos las organismos vivos.
Las contraposiciones estructurales que Freud introdujo entre las
fuerzas impulsivas del organismo, por una parte, y las represiones del
ambiente social par la otra, asf coma las fuerzas adaptativas del mismo
organismo son constructos conceptuales que ayudan a comprender el
aparato psfquico. Oscurecen, sin embargo, la realidad comprobable de
un impulso basico hacia el creci1niento, hacia la satisfacci6n y hacia el
goce·de la vida, en todos las niveles de la experiencia. Impulso obje
tivo y evidente en las organismos vivos y sus distintas especies, cons-.
ciente en el hombre, que subyace a todas las estructuras y procesos en
evoluci6n (Teilhard de Chardin, 1959).
Cuahdo el impulso es obstaculizado por circunstancias adversas,
internas o ambientales, puede hacerse destructivo si no encuentra
cauces para promover la adaptaci6n y el crecimiento. La patologia es
entendida como un producto del mismo impulso hacia el crecimien
to, cuando este no encuentra los canales adecuados para propiciar la
adaptaci6n y el crecimiento, como el vapor de una caldera cuya fun
ci6n es -mover una turbina, puede quemar o destruir la caldera si no
encuentra los canales adecuados de salida.
Freud explic6, en funci6n de las fuerzas instintivas basicas del or
ganismo, las estructuras adaptativas del "yo"; Hartman, H. (1958), en
cambio, atribuy6 un origen aut6nomo a tales estructuras. El hecho es
que ni las fuerzas instintivas, ni las estructuras adaptativas, ni las pre
siones ambientales pueden ser bien comprendidas si se les considera al
margen de un solo impulso al crecimiento y evoluci6n de las organis
mos y de sus especies, cuya manifestaci6n mas importante fue la apa
rici6n y el desarrollo de la vida consciente (Teilhard de Chardin, 1959).
La actitud positiva incondicional facilita que la experiencia subje
tiva de la persona resulte comprensible y manejable cuando descubre
que todo en ella -aun su patologia- es producto·de dicho impulso.
Cuando se siente rodeada de una actitud positiva incondicional, cuan
do siente que su experiencia, su comunicaci6n y su conducta no solo
merecen, sino tambien reciben genuino·aprecio de su facilitador, las
recursos de esta persona en el presente se van movilizando para ha
cerla crecer en autoestima y ampliar el ambito de su conciencia. Esta
blece, entonces, pautas mas constructivas de funcionamiento y, lo mas
importante, siente hacia sf misma y hacia los demas la actitud positiva
incondicional que esta experimentando en esta nueva relaci6n, la in
troyecta o internaliza y aprende a quererse a sf misma no como seria
bueno que fuera, sino coma realmente es.
LA ACTITUD POSITIVA INCONDICIONAL 147
En la persona que busca y recibe ayuda, el reforzamiento de esta
actitud de aceptaci6n, aprecio y afecto hacia sf misma por lo que real
mente es constituye el nucleo de la experiencia terapeutica. Tener
como objetivo el establecimiento de un repertorio de conducta
"apropiado" y descuidar el reforzamiento de esta actitud de estima de
la persona hacia sf misma equivale a curar las hojas de un arbol
descuidando el tronco, cuya medula es causa de la enfermedad del
follaje.
Los sistemas de ayuda de orientaci6n o de psicoterapia que privan
a la persona de experimentar aprecio tanto por sf misma como por
su propia "patologfa" vista coma una reacci6n seudoadaptativa, por
sus descubrimientos y recursos, no alcanzaran los objetivos del
proceso. Cuando la privan de sentirse bien consigo misma, es decir,
con sus propias equivocaciones y sus consecuencias, con sus
insights sabre las causales de los sfntomas, con sus pautas de
conducta y sus mode las de acci6n mas adecuados y satisfactorios,
sabotean sus prop6sitos al privarla de la satisfacci6n de la necesidad
de autoestima, importan te para subsistir psicol6gicamente sana,
como el aire que respira para mantener la vida. Resulta diffcil, en
verdad, mantener una genuina actitud positiva incondicional hacia
el comportamiento global de otra persona cuando no se conffa en
que esta tiene la capacidad de orien tar su propia existencia, y se
cree que son unicamente circunstancias fisiol6gicas o del ambiente
las determinantes de la conducta. Si se asume que quien esta
obviamente condicionada en parte por el media no es responsable
de sus propias acciones, entonces lo unico impor tante es manipular
las circunstancias -sean biol6gicas o ambientales para producir los
cambios apropiados. Sin embargo, la conciencia de libertad, en toda
persona, a pesar de los condicionamientos determi nantes o
inconscientes, es alga ineludible. Los sistemas psicoterapeu ticos
que niegan la posibilidad de la opci6n libre en el organismo·se
veran forzados por lo menos a aceptarla "como si fuera" un hecho
real, del cual no se podra prescindir en la practica (Skinner, 1971) para
que el proceso psicoterapeutico pueda tener resultados favorables y
persistentes.
Tanto la permisividad coma la actitud positiva incondicional
I
parecen tener sus limites en todas las corrientes psicoterapeuticas.
I Asf, la palabra incondicional puede no ser la mas adecuada para
I

calificar esta actitud desde el enfoque centrado en la persona. Mas
I adelante se analizara, sin embargo, la conveniencia de mantener
este calificativo.
En la practica psicoterapeutica emanada de las orientaciones ana
liticas, la permisividad tiene lfmites muy claros. Se estimula y se per
mite la expresi6n catartica de sentimientos y emociones y cualquier
148 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

forma de expresi6n o 1nanifestaci6n de la experiencia, excepto las que


parezcan inapropiadas al analista conforme a criterios te6ricos, pro
fesionales o eticos. Los modificadores de la conducta, desde la 1nis-
1na formulaci6n del contrato profesional de ayuda, 1narcan los limites
apropiados a la conducta de la persona en la sala de trabajo. Estos limi
tes varian considerablemente segun los criterios de las muy distintas
corrientes conductuales (Eysenck, 1965; Wolpe, 1967; Bandura, 1967;
Ullman y Kransner, 1967).
Desde el enfoque centrado en la persona, la actitud positiva incon
dicional del psicoterapeuta tiene como limites sus.propias necesidades.
Los limites no derivan de 1nodelos te6ricos o de la conveniencia de
imponer a otros normas eticas o profesionales que el psicoterapeuta
considera convenientes para si mismo y para los demas, sino los de un
llano, claro y personal reconocimiento del derecho que ambas perso
nas tienen a satisfacer en annonia las necesidades de los dos.
Los limites no se fijan conforme a verdades o principios prees
tablecidos, sino conforme a las necesidades de ambos, de las cuales
asumen la responsabilidad completa. En este sentido, la relaci6n
psi coterapeutica adquiere las caracteristicas de la mas sana
convivencia entre lei's personas. Los limites de la libertad individual
estan mar cados por el derecho que tienen los demas miembros del
grupo a disfrutar su propia libertad. En casos de conflicto entre
libertades, el criteria del bien comun o mayor bien alcanzable para
todos -base de toda sociedad- prevalece sabre la conveniencia
individual. En otras palabras, la persona que busca ayuda
experimenta de in1nediato la vivencia de ser aceptada
incondicionalmente en todas las dimensio nes de su propia
experiencia, pero ta1nbien experi1nenta que su con ducta tiene
lin1ites cuando convive armoniosamente con otro u otros seres
libres.

LA AUTENTICIDAD

En la practica del acompaiiamiento personal generalmente se acep


ta que la mayor autenticidad o correspondencia entre lo que una perso
na percibe y lo que dice de si misma es indice de buen funcionamiento
psfquico. En realidad, que llegue a existir un alto grado de esta corres
pondencia en la comunicaci6n de las personas es uno de los objetivos
irnportantes del proceso de acompaiiamiento que esta enfocado a que
la persona que recibe ayuda, en la 1nisma relaci6n con el psicoterapeu
ta, se vaya liberando del conflicto y de la inconsistencia entre lo que
experimenta y lo que expresa de sf mis1na.

LA AUTENTICIDAD 149
zC6mo se genera o se impulsa esta autenticidad o esta
congruencia? Las distintas corrientes y orientaciones psicoterapeuticas
parecen dife rir notablemente en la respuesta no solo por sus
afiliaciones te6ricas o metodol6gicas, sino tambien por su tecnica y
practicas profesionales que, ade1nas, difieren considerablemente de
un psicoterapeuta a otro.
La participaci6n del analista en el proceso es muy variada segun ·
las diversas corrientes emanadas de la teoria psicodinamica. Sin em
bargo, puede decirse que para que un psicoanalisis sea considerado
como tal es necesario que no interact11e, sino que analice la comunica
ci6n de la persona que esta recibiendo la ayuda psicoterapeutfoa. Mas
aun, la involucraci6n interactiva del analista con su paciente durante
el proceso es considerada como manifestaci6n de reacciones "contra
transferenciales" que interfieren en dicho proceso si no son tambien
analizadas.
El analista debe desaparecer como persona ante su "paciente",
para que este pueda proyectar en el analista la conflictiva de sus re
laciones interpersonales. No involucrarse personalmente facilita estas
proyecciones y garantiza la objetividad del analisis. El control emocio
nal del analista propicia en el una expresi6n objetiva e intelectual de
sus puntos de vista, de tal suerte que permitirse reacciones emociona
les o comunicaciones de tipo personal es considerado como signo de
que su propio analisis no ha terminado.
En los distintos tipos de modificaci6n o ingenieria de la conducta
se toma en general la actitud del tecnico frente al problema concreto.
La tarea de este consiste en identificar con claridad los distintos sis
temas de reforzamiento que ban generado y mantenido los deterioros
en la conducta. Una vez identificados, se disefian los nuevos sistemas
reforzadores de conductas nuevas que reviertan el proceso deterioran te
y establezcan y consoliden repertorios conductuales apropiados Y.
consistentes. El tecnico modificador tampoco interactua de forma per
sonal con la persona que solicita sus servicios profesionales, como no
lo harian el arquitecto o el asesor en administraci6n con su clientela.
El analista, antes de llegar a serlo, se somete el mismo a un ana
lisis riguroso. El modificador de la conducta -que yo sepa- no se so
mete a si mismo a un proceso de modificaci6n de sus propias pautas
conductuales para llegar a ser un modificador. La preparaci6n de este
ultimo es en parte academica y universitaria para familiarizarse con
las diversas teorias del aprendizaje; y en .la parte practica, en los la
boratorios, a fin de dominar la metodologia experimental. Obtiene los
conocimientos practicos como modificador profesional de la conducta,
en consultorios o clinicas en que la metodologia del trabajo es muy
semejante a la del laboratorio.
150 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

Desde hace tiempo he1nos sentido la curiosidad de saber c6mo


manejan los ingenieros de la conducta sus propios procesos internos,
los cuales te6ricamente son considerados inexistentes; zque valor
atribuyen a sus propias convicciones y a las decisiones que constan
temente to1nan? tCon que criterios evahian sus propios repertorios
conductuales? Estimo personalmente a los modificadores de la con
ducta que conozco como profesionales serios y dedicados, pero estas
preguntas que me intrigan han obtenido solo respuestas evasivas y
poco claras.
Creer que las actitudes y conductas personales del analista y del
tecnico modificador no tienen influencia directa de modelamiento en
el proceso psicoterapeutico, o que es posible en la practica -porque lo
es en la teoria- funcionar como un agente neutro de aprendizaje en
la relaci6n de ayuda, es cerrar los ojos no solo a la investigaci6n que
se ha hecho en este ca1npo (Carkhuff y Berenson, 1967), sino tambien
a la experiencia de muchos "pacientes" y "clientes", que han podido
captar y asimilar la diversidad y multitud de 1nensajes supuestamente
neutros, verbales y no verbales, trasmitidos a traves de la conducta de
sus tera_peutas o modificadores.
Tanto los sistemas psicoterapeuticos analf ticos co1no los
programas de modificaci6n de conducta se han hecho invulnerables a
la critica que proviene de su clientela. Tienen perfectamente
racionalizada su defensa, con argumentos de gran respetabilidad. Los
analistas "inter pretan" estas criticas como "resistencias al
tratamiei1to" o al analisis, como reacciones transferenciales hacia otras
personas en el pasado de sus pacientes. Los modificadores de la
conducta consideran que las cri ticas provenientes de su clientela
tienen como origen principal el des conocimiento de la tecnica ode la
"metodologia cientffica" y el rechazo a nuevos aprendizajes.
La frivestigaci6n (Rogers, 1957) ha demostrado que la relaci6n psi
coterapeutica es, ante todo, una relaci6n de comunicaci6n entre dos
personas. Y como el objeto de esta relaci6n -desde el punto de vista de
la persona que recibe ayuda- no es llegar a ser un tecnico ni un ana
lista sino llegar a funcionar mejor, unicamente aquellos aspectos de la
conducta del psicoterapeuta que lo manifiestan como persona tendran
influencia directa y predominante.
Desde el enfoque centrado en la persona, el facilitador esta cons
ciente de estas percepciones en su clientela y del influjo que tienen
en el mismo proceso de acompaiiamiento. En efecto, el es un modelo
de identificaci6n para quien recibe ayuda, tan importante como .los
padres o como los seres mas significativos en la vida de su clientela.
De aquf que la trasmisi6n de valores a traves de mensajes verbales
LA AUTENTICIDAD 151
y no verbales que se intercambien en la relaci6n psicoterapeutica se
convierta en realidad ineludible.
La honradez en la comunicaci6n de -la propia experiencia se
apren de mejor de quien se comunica de forma honesta que de la
mejor tecnica de condicionamiento o de la interpretaci6n de los
mecanismos sociales que produjeron la falta o el deterioro de la
sinceridad. Asi tam bien, la aceptaci6n de uno mismo y la estima de
los propios recursos y de la propia conducta se aprenden mas a traves
de la relaci6n con una persona que se valora a si misma y sus propios
recursos y conducta, de una manera honrada, no defensiva.
El facilitador que es capaz de escuchar con atenci6n no dividida,
de mostrar genuino aprecio por todos y cada uno de los elementos en
la comunicaci6n que recibe, de clarificar y ordenar esta comunicaci6n
sin distorsionarla, se convierte en el elemento basico del proceso de
reconstrucci6n, al mismo tiempo que facilita una amplia y profunda
expresi6n de la experiencia de su cliente y favorece qu_e sus actitudes
coma facilitador sean poco a poco introyectadas por el cliente.
Asi, cuando responde clara y honestamente a las preguntas de tipo
personal de su cliente, esta trasmitiendo un mensaje no verbal de que
para mantener la propia estima no es necesario ser defensivo y de
que, inclusive cuando se es defensivo, es posible reconocerlo y no
perder la autoestima. Si es capaz de expresar sus propios sentimientos
y reacciones emocionales, manteniendo el respeto y la estima por si
mismo y por su cliente, esta al mismo tie1npo mostrando que es posi
ble expresar y manejar los sentimientos, sin tener que justificarlos o
racionalizarlos.
zSe requiere entonces que el psicoterapeuta sea un modelo de buen
funcionamiento psiquico par la integraci6n y manejo de su experiencia
y · par sus pautas de conducta en todos los ambitos de su actividad
personal y profesional? Si asi fuera, nadie podria practicar la
psicoterapia. Mas aun, seria imposible la ayuda a traves de la relaci6n
interpersonal. La condici6n indispensable para que el psicoterapeuta
pueda ser un agen te facilitador del cambio favorable y permanente es
que el mismo este genuinamente en busqueda de su propio
crecimiento. Que conozca las areas de su propia problematica personal
y el efecto que estas producen en sus relaciones de ayuda y que este
trabajando por encontrar sus pro pias soluciones constructivas. Que este
procurando crecer en honestidad y autoestima, que vaya asumiendo
creciente responsabilidad por las de cisiones de su vida y este
intelectual y visceralmente persuadido de que lo que es bueno para el
mismo no necesariamente lo es para las demas.
En el enfoque centrado en la'persona, el facilitador emerge en la
relaci6n psicoterapeutica con toda la vulnerabilidad de su ser real.
152 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

No ocultar esta vulnerabilidad ha demostrado ser mas efectivo para


obtener resultados favorables a traves del proceso que la imagen de un
terapeuta profesional inalcanzable, capaz de situarse por encima de la
problematica humana y evaluarla y explicarla desde su sill6n de cuero,
detras del escritorio o a la cabecera del divan.
Existen profesionales que manejan excepcionalmente las tecnicas
psicodiagn6sticas y, consecuentemente, son maestros en la interpre
taci6n aguda y perspicaz. Esto no necesariamente los hace mejores
psicoterapeutas, ni mas expertos en las relaciones interpersonales tan
to familiares como sociales y, aunque hayan sido psicoanalizados, no
necesariamente han tenido la vivencia compartida de una relaci6n in
terpersonal cercana y profunda. Llegar a ser capaz de representar el
papel de analista, especialmente con la continencia de la expresi6n
emocional ante la comunicaci6n de los demas sin interactuar con ellos,
ha demostrado ser antiterapeutico. La experiencia y la investigaci6n
han comprobado que algunas veces las torpes o distorsionantes o agu
das percepciones de los "pacientes", lejos de manifestar resistencias,
dan un profundo sentido de realidad al proceso psicoterapeutico.
La tecnica en.manos de un profesional, autentico y genuino en
la relaci6n interpersonal psicoterapeutica, es un instrumento de valor
incalculable para facilitar el desarrollo del proceso. En ca1nbio, esa
misma tecnica en manos de un psicoterapeuta no acostumbrado a ma
nifestarse coma persona real, en la relaci6n de ayuda, obtiene resulta
dos muy parciales y a muy largo plaza.
El psicoterapeuta no puede ser un agente neutro en el proceso. La
persona se manifiesta a traves de los mas insignificantes matices de su
comportamiento: la forma de saludar, el tono de voz, la ropa, el 1nobi
liario de la oficina, la forma y el estilo de intervenir o de interpretar, y
1nuchos otros elementos no verbales trasmiten innumerables mensajes
iinplicitos o explicitos acerca de la persona que realmente es el
psicote rapeuta. i_Para que, entonces, pretender actuar coma un agente
neutro, si esto en el mejor de las casos no es mas que una ficci6n
te6rica?
La autenticidad no solo no opaca la seriedad y el profesionalismo
de la relaci6n, sino que coloca estos atributos en sus perspectivas mas
reales. Toda proceso psicoterapeutico tiene coma objetivo elevar el ni
vel de autenticidad en las personas que se benefician de el. Tanto la
practica coma la investigaci6n sugieren que el mejor reforzador de la
cornunicaci6n autentica es la conducta del propio terapeuta (Carkhuff,
1964). La autenticidad en la relaci6n interpersonal le quita tonos dog
maticos y autoritarios al manifestar sus puntos de vista y lo hace mas
humilde y modesto al e1nitir sus hip6tesis o hacer interpretaciones.
Consciente de que en la comunicaci6n siempre hay elementos que
DIMENSl6N EXISTENCIAL HUMANISTA 153
desconoce, tendra que manifestar sus percepciones de forma
tentativa, abierto a entender mas. Tendra que bajarse del sill6n del
maestro a la arena de la vida y aceptarse coma un compaiiero de
busqueda.

,,
DIMENSION EXISTENCIAL HUMANISTA
Las corrientes psicoterapeuticas existenciales (May, 1970, 1975)
y sus aplicaciones a la psicoterapia (Bingswanger, 1963; Boss, 1967)
tuvieron su origen en la filosoffa existencial europea (Jaspers, 1962;
Sartre, 1962; Kierkegaard, 1961), en la metodologia fenomenol6gica
(Heidegger, 1962; Strauss, 1963), asf coma en las esfuerzos integrado
res de ambos sistemas filos6ficos.
Los presupuestos de las corrientes antes mencionadas son tan si
milares a los postulados empfricos del enfoque centrado en la persona,
que este ultimo podria considerarse una nueva corriente psicoterapeu
tica existencial. Es comun a estos sistemas considerar la experiencia
subjetiva del individuo, continuamente cambiante, como "la realidad"
y la percepci6n de esta realidad influyendo en la organizaci6n e inte
graci6n de la experiencia interna. Cuando la percepci6n de la propia
experiencia se modifica, la misma experiencia del organism<:>
cambia tambien. Es decir, cuando la percepci6n de la realidad interna
produce satisfacci6n y agrado, la experiencia inter.na tiende a
enriquecerse y a integrarse; cuando, en cambio, esta percepci6n se
empobrece y se hace rfgida, los sentimientos prevalentes son disgusto
y ansiedad. Se establece asf una cadena re(roalimentadora de
reacciones que puede ser influida tanto en un sentido positivo como en
uno negativo, al mo dificarse la percepci6n de la propia experiencia.
El organismo reacciona como una totalidad organizada ante el
campo fenomenico de su percepci6n y manifiesta una tendencia o im
pulso basico a actualizar, mantener y desarrollar el organismo expe
rienciante (Rogers, 1951). Se podria hablar de numerosas necesidades
o motivos y es posible describir los impulsos fisiol6gicos y psicol6gi
cos coma tendencias a la satisfacci6n de la necesidad fundamental
de salud, bienestar y crecimiento (vease capftulo 4). Snygg y Combs
(1951) describen esta fuerza direccional, que bi6logos, antrop6logos y
psic6logos observan en la vida organica, en el fen6meno psfquico yen
el desarrollo cultural, como una exigencia del organismo individual y
colectivo a avanzar en la direcci6n del crecimiento, acomodandose o
superando las dificultades del ambiente. El organismo se mueve sua
vemente hacia la autorrealizaci6n y el crecimiento y, sin embargo, en
la totalidad de los individuos, el esfuerzo que supone mantener una
154 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

direcci6n progresiva en el crecimiento genera rnayor satisfacci6n que


los goces secundarios y efimeros, aunque reales, de no avanzar en esta
direcci6n o de retroceder.
Asi, la conducta hun1ana puede ser descrita_coma el esfuerzo in
tencional del organis1no por satisfacer sus necesidades, tal coma las
experimenta ahora, en el campo fenomenico de su experiencia o rea
lidad, coma esta es percibida por el. La conducta no es propiamente
"causada" por alga que sucedi6 en el pasado, sino por las tensiones
fisiol6gicas y psicol6gicas experimentadas en el presente, que, aunque
es probable que tuvieran antecedentes en el pasado, son las unicas que
el organismo puede reducir. Asi coma experiencias anteriores genera
ran los habitos emocionales y la conducta en el pasado, las tensiones
del presente y la experiencia actual, percibida y simbolizada "aqui y
ahora", proporcionan los elementos del cambio hoy. La experiencia
pasada incide en la experiencia total por su realidad contemporanea y
no por su realidad hist6rica, que es solo un antecedente, no necesaria
mente causal, de la realidad del hoy.
En el organis1no hu1nano, una parte del campo perceptual se va
di ferenciando gradualmente, constituyendo la autoimagen (self).
Snygg y Combs (1951) y Angyal (1951) han contribuido notablemente
al estudio de la formaci6n de la iinagen de uno mismo coma resultado
de la in teracci6n con el ambiente, y particularmente del intercambio
con otros seres humanos.
A 1nedida que se suceden las experiencias en la·vida, estas van
siendo percibidas, simbolizadas y organizadas en relaci6n con la ima
gen que el individuo se va formando de si mismo. Siestas experiencias
son satisfactorias y compatibles con una imagen aceptable de si mis
mo, van siendo integradas; si, por el contrario, son percibidas coma
a1nenazadoras y destructivas, pueden ser resignificadas a favor de uno
mismo o de los demas, o en contra de uno mismo o de los demas al ser
distorsionadas o totalmente ignoradas. A una de estas cinco pautas de
percepci6n de la experiencia pueden obedecer todas las modalidades
de la conducta en el organismo humano.
A medida que experiencias distorsionadas o negadas en el pasado
empiezan a ser vividas en el presente sin amenazas para la imagen de
uno mismo, es decir, cuando son asociadas con experiencias favora
bles a esta imagen a traves de la relaci6n con el facilitador, van pasan
do a formar parte de la experiencia total y a ser aprovechadas de
forma constructiva consciente.
Toda experiencia visceral, sensorial o cognoscitiva que es perci
bida coma amenaza a la imagen de uno mismo genera un estado de
ansiedad que pone en movimiento todos los recursos para transformar
DIMENSl6N EXISTENCIAL HUMANISTA 155
dicha experiencia en favorable a ·1a propia imagen. Si los esfuerzos
resultan inutiles, la propia imagen se deteriora. Si la amenaza resulta
intolerable, la experiencia es distorsionada o negada.
Cuando en el proceso psicoterapeutico el analisis conceptual de
las experiencias del pasado o del presente tiene mas importancia
que la experiencia concreta del "aqui y ahora", se estan perdiendo y
des aprovechando los elementos mas valiosos para la
reconstrucci6n y el cambio. Los trastornos emocionales no fueron
generados par pro cesos conceptuales, sino par experiencias vividas
en un momenta dado, en un "aqui y ahora" en el pasado de la
persona.· De tal suerte que si la comprensi6n racional y conceptual
sustituye a la experiencia actual, el proceso psicoterapeutico se
estanca o se prolonga indefini damente.
iQue importa que la persona en un momenta dado no tenga una
comprensi6n profunda de la genesis de su problematica emocional?
(ni siquiera el mejor analista puede estar seguro de sus intetpretacio
nes). Lo verdaderamente importante es sentirse mejor consigo mismo,
ampliar el ambito de su experiencia interna y externa, sentirse menos
dependiente de las demas, mas responsable de sus propias decisiones
en la vida y establecer pautas de conducta mas favorables al propio
crecimiento y al de las otras personas con quienes se re1acioua.
Cuando el esfuerzo psicoterapeutico se concentra en la experiencia
del "aquf y ahora" -es decir, en establecer las condiciones que impli
quen una ausencia total de amenazas para la estructura de la imagen
que de sf misma tiene la persona, de tal suerte que pueda explorar y
expresar con creciente libertad lo que para ella tenga importancia y
significado-, el proceso tiene resultados inmediatos no tanto por los
contenidos conceptuales que hayan sido manejados o aclarados duran
te la sesi6n, sino por la experiencia de bienestar, la disminuci6n de la
ansiedad, la amplitud y la profundidad de la experiencia vivida, y la
mejor imagen que de si misma se lleva.
Una comprensi6n meramente cognoscitiva y conceptual de la ex
periencia tanto presente coma pasada es casi irrelevante en el proce
so psicoterapeutico (Lafarga, 1986). En cambio, sentirse en contacto
directo con la propia experiencia del "aquf y ahora", asociada esta
con sentimientos de autoestima, produce reacciones psicoterapeuticas
inmediatas. Un buen analisis conceptual de la experiencia y mejores
aproximaciones a la realidad externa son mas bien consecuencia de un
sano proceso psicoterapeutico que su causa.
El objetivo inmediato, operacionalmente formulado, del proceso
psicoterapeutico podrfa ser, en consecuencia, modificar la percepci6n
que la persona en busca de ayuda tiene de si misma, a traves de la
156 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

experiencia "aquf y ahora" de la relaci6n terapeutica, mas bien que


alcanzar urta comprensi6n intelectual de la dinamica que gener6 las
'distorsiones perceptuales. Esta inodificaci6n es posible cuando las re
acciones de rechazo, ansiedad y temor, asociadas con la autoimagen,
son sustituidas por reacciones de aceptaci6n y aprecio, en una relaci6n
interpersonal.
Independientemente de variaciones de matiz, los sistemas psicote
rapeuticos existenciales consideran que el hombre unicamente es
ca paz de aprender sabre sf mismo a traves de sus relaciones con
otros seres humanos. Asf coma las relaciones con otros generaron un
apren dizaje defectuoso sabre sf mismo, y deformaciones
perceptuales que se encuentran en la base de todo trastorno
psiquico, de igual manera una percepci6n satisfactoria y un
aprendizaje creativo y constructivo sabre la propia experiencia solo
pueden llevarse a cabo a traves de re laciones interpersonales que
refuercen consistentemente la estima por ese yo unico, distinto e
irrepetible, a traves de otro ser humano.
En un proceso psicoterapeutico no dirigido ni manipulado, en el
cual la persona puede expresarse con creciente libertad, muy pronto
se enfrenta con la experiencia de estar sola en el momenta de tomar
decisiones y de asumir responsabilidad por ellas. Los sistemas psi
coterapeuticos existenciales coinciden en no perder de vista -en la
interacci6n presente de cada una de las sesiones- el objetivo final del
proceso: facilitar en la persona que busca ayuda la libertad para actuar
en congruencia consigo misma y para asumir una creciente respon
sabilidad por sus acciones. Otros sistemas, que al menos en teoria
presuponen que el hombre no es capaz de tomar decisiones libres,
solo pueden contemplar, coma final del proceso psicoterapeutico, a
un individuo capaz de explicar su conducta en terminos de factores
externos, pero sin asu1nir responsabilidad por ninguno de sus actos.
Los enfoques existenciales ofrecen a las personas en busca de ayu
da un encuentro personal con el terapeuta, en el que la experiencia de
una buena relaci6n es mas importante que el aprendizaje conceptual
acerca de ellas mismas; en el que se n1anejan el presente y el futuro,
y en el que las mernorias y condicionamientos del pasado, revividos
parcialmente en el presente, son uno·de -tantos ingredientes del "aquf
y ahora".
La aportaci6n especial del enfoque centrado en la persona a las
corrientes existenciales ha sido la introducci6n de una metodologfa
mas sistematica para la observaci6n del fen6meno psicoterapeutico
y la verificaci6n de las hip6tesis emanadas de esta observaci6n. El
formulador original y los innovadores subsecuentes, al estar manejan
do procesos internos y datos subjetivos, disefiaron una metodologfa
DIMENSl6N EXISTENCIAL HUMANISTA 157
propia que representa un paso adelante respecto del metodo filos6fico
inductivo de los psicoterapeutas existenciales.
No han sido unicamente los psic6logos que facilitan el enfoque cen
trado en la persona quienes han disefiado y utilizado esta nueva metodo
logia, aunque si los que han hecho una contribuci6n mas significativa..
Aquf no seria oportuno volver a tocarla, puesto que ha sido ampliamente
descrita en el capftulo 3, al analizar el origen y verificaci6n de la hip6te
sis del enfoque centrado en la persona. Sin embargo, es importante sefia
lar, en primer termino, que dicha metodologia no es exclusiva de este
enfoque (Arnold, 1974); yen segundo, que los datos subjetivos de la ex
periencia interna han sido tambien considerados por la generalidad de
los psic6logos como objeto de la psicologfa. Las conductas observables
son mas b i e n- medias para llegar a estos datos y no el unico objetivo
del conocimiento psicol6gico.
Terminare este capftulo con una descripci6n del facilitador eficien
te, que emerge de la investigaci6n, de la practica psicoterapeutica, del
contacto con mis maestros y colegas y de mi propia experiencia:
• Es mas un investigador que un maestro, es decir, esta dispuesto
a aprender continuarnente y a facilitar asi el aprendizaje de los
demas sabre ellos mismos, mas bien que a ensefiarles; y
moviliza todos sus recursos para facilitar este aprendizaje en
comun.
• Experimenta un genuino interes por todo lo que pertenece al
cam.po de la experiencia propia y de la de los demas, y lo
trasmite con claridad y con llaneza.
• Es capaz de escuchar con atenci6n no dividida y de trasmitir de
forma clara, directa y personal la comprensi6n de lo captado; no
evalua la comunicaci6n ni la conducta de los demas, sino mas
bien ayuda a que las evaluaciones hechas por ellos mismos sean
mas precisas y congruentes.
• Es acogedor, calido y espontaneo en la manifestaci6n de su
afecto. Capta los sentilnientos, los significados y los matices de
comunicaci6n de forma concreta, sin reducirlos a abstracciones
conceptuales. Manifiesta sus sentimientos sin anibages y ofrece
sus puntos de vista como hip6tesis tentativas para estimular y
facilitar el aprendizaje, no para ajustarlo a cuadros diagn6sticos
preelaborados.
• No es defensivo ni se justifica, yes capaz de analizar sus propias
reacciones. Acepta la crf tica dirigida a el como uno de tantos
elementos del aprendizaje generador de crecimiento. Es
explfcito en sus manifestaciones de confianza, pero no da apoyo
ni echa mano de recursos paliativos.
158 CAP. 9. MAS ALLA DE LAS PSICOTERAPIAS

• Experto en salud y disfuncionalidad, es capaz de identificar


e integrar los recursos de la persona en todo momenta, como
ingredientes basicos del proceso de crecimiento.
• Conoce los Hmites de su actividad profesional y sabe referir a
otros especialistas cuando las tareas rebasan su competencia.
Vive generalmente satisfecho con su trabajo y esta abierto a
nuevas hip6tesis y hallazgos para enriquecerlo.

Descripciones corno estas pueden tambien contribuir a que algu


nos facilitadores tiendan mas a "representar el papel" que a vivirlo.
Sin embargo, son utiles para entender los elementos del proceso de
acompafiamiento personal.
CAPITULO

Carl y Alejandro, la
vivencia· del enfoQ_ue
centrado en la persona

Carl y Alejandro son los protagonistas de una experiencia terapeu


tica centrada en la persona que recapitula las mas importantes facetas
del enfoque y muestra con claridad el impacto que este ha tenido y
tiene en las psicoterapias basadas en la relacion interpersonal.* Se ha
preferido presentar y analizar un solo caso por ser este muy ilustrativo
y para facilitar las referencias a la relacion·entre la teoria y la practica
del enfoque centrado en la persona.
Alejandro fue recomendado al narrador de esta historia -en ese
entonces psicologo clinico de una prision.:... par una trabajadora
social, quien lo describi6 coma "probablemente el caso mas
desesperado que he vista en mi vida". La historia personal de
Alejandro justificaba cier tamente esta afirmacion.
Su madre tenia: 14 afios y no estaba casada cuando el naci6. Su
infancia transcurrio entre su madre (que se habia convertido en
pros tituta) y sus abuelos (con el activo rechazo del padrastro de su
madre, quien le recordaba continuamente su origen ilegitimo).
Empezo su re clusion en un centro correccional a la edad de 10 afios
par cometer "malas acciones", y a las 25, cuando el autor lo via par
primera vez, habia ya acumulado 13 afios de experiencia de reclusion
correccional. A la edad de 18 afios de edad, durante uno de sus raros
periodos de libertad, al salir de un reformatorio, se alisto en la
Marina, pero aun antes que pudieran obtenerse sus antecedentes,
fue deshonrosamente expulsado por haber robado una pistola.
Cuando lo via el autor, Ale jandro acababa de ser trasladado a la
instituci6n desde una ca.reel de otro estado, junto con cuatro
miembros de su pandilla.

*Tornado de Standal y Corsini, Incidentes cri.ticos enpsicoterapia, Herrero Hnos., Mexico, 1961.
159
160 CAP. 10. CARLY ALEJANDRO, LA VIVENCIA DEL ENFOQUE

Tenia un cociente intelectual de 137 y un desempefio escolar de 13


(primer afio de universidad). Ffsicamente era alto y delgado, con una
expresi6n caracterfsticamente retadora.
Alejandro fue llamado al consultorio del autor, quien le dijo -sin
ning(1n preambulo- que el trabajador social se habfa referido a el
como a una persona incorregible y que lo habia recomendado por si
hubiera alguna posibilidad de ayudarlo, aun cuando esto parecfa en
vano. El autor declar6 que aunque lo unico que sabfa de Alejandro era
lo que estaba en la ficha de la prisi6n y lo que habfa expresado la
trabajadora social, sostenia la hip6tesis de que los hombres
considerados "peores" son muchas veces los "mejores". Es decir, las
personas que tienen los expedientes mas terribles son a menudo las de
mayores capacidades, pero los han encauzado mal. De todas rnaneras,
si a Alejandro le inte resaba -dijo el terapeuta- con 1nucho gusto
trabajaria con el.
Alejandro quiso saber c6n10 seria la terapia y el terapeuta le
explic6 que la mas indicada seria en grupo. Con animo burl6n,
Alejandro acept6 la invitaci6n e ingres6 en el grupo terapeutico del
autor. Constaba apro ximadamente de 10 reclusos, acusados de
diversos crfmenes y de edades diferentes, que habian formado parte
del grupo entre uno y ocho meses. Estos presos eran probablemente
superiores en inteligencia al promedio de la instituci6n. Hasta el
ingreso de Alejandro, la atm6sfera del grupo habia sido de cauta·
exploraci6n, pero al entrar el, las cosas cambiaron. Alejandro empez6
inmediatamente a dominar al grupo atacando al tera peuta, a la
instituci6n y a los miembros del grupo de una forma tan vio lenta e
ii1moderada que sus compafieros empezaron a quejarse, dentro y fuera
del grupo, y pidieron que se expulsara a Alejandro puesto que con el
"no se progresaba". Sin e1nbargo, el autor insisti6 en que Alejandro
tenia derecho a continuar y se neg6 a expulsarlo. Pero las cosas fueron
de mal en peor y Alejandro continu6 con su actitud. Varios miembros
dejaron el grupo, declarando que no lo podian soportar.
Se reclutaron algunos nuevos, pero tambien estos empezaron a
quejarse y a querer irse. A las ocho semanas, el grupo habia quedado
reducido a seis individuos y todo pareda indicar que Alejandro des
truiria el grupo. Desesperado, el autor llam6 a Alejandro a su consul
torio y le plante6 con claridad: tdebia continuar conservandolo en el
grupo o este debia salir de el? Todavia con su aire burl6n, Alejandro
declar6 que no habia obtenido nada del grupo o club, que todo era
evidentemente una farsa, que los otros presos estaban "tomandole el
pelo" (hip6critan1ente se burlaban de el) y que, si me parecfa bien,
podria expulsarlo del grupo.
Hablamos un poco sobre el tema, comenta el autor; trate de
hacerle ver que, aun cuando sus afirmaciones sobre la sinceridad de
los otros
CARLY ALEJANDRO, LA VIVENCIA DEL ENFOQUE 161
miembros podrian tener cierta validez, estos, sin embargo, luchaban
por encontrarse a si mismos y el se lo estaba impidiendo. Y como el
no queria tomar la decision, yo la tomaria por el: tendria que
retirarse, me dolia, pero era tal la situacion que me veia obligado a
decirle: o el o nosotros. Y yo elegia 1nantener la existencia del grupo.
Al llegar a este punto, Alejandro me miro a los ojos y clara y
lentamente dijo: situ meabandonas, no hay esperanza para mi. En
aquel momenta me senti abrumado por una fuerte y compleja serie
de emociones: pena, odio, piedad e impropiedad. Aquella frase de
Alejandro fue para mi un "incidente critico". En aquel instante me
senti mas cerca de el•como nunca me habia sentido de alguna
perso na en el mundo. Comprendi claramente que aquel ser humano
sufria y que confiaba en mi, a pesar de lo que sucedia. Pero como
yo no sentia saludable desistir de mi decision, le dije: "Tendras que
dejar el grupo, esto es indiscutible. Si continuas en el, quedara
reducido a solo nosotros dos. Te propongo que hagamos un grupo de
dos. Te vere individualmente, pero con esta condicion: nos
reuniremos solamente 10 horas, una por semana. La raz6n de esto
es que yo tengo muchas obligaciones y que la instituci6n tiene por
norma no emprender psi coterapias a largo plazo." Alejandro
acept6. Explique de que modo trabajariamos. Hablaria conmigo
durante una hora cada vez, durante 10 semanas consecutivas. Yo
tomaria notas mientras el hablara. Toda lo que dijera seria
I respetado, es decir, yo nunca trasmitiria informe de ello a la
instituci6n. Tenia que creer esto o las 10 semanas estarian
I· perdidas. Acepto las condiciones y convenimos la hara y el dia de la
primera sesi6n'. Al final de las 10 semanas sabia mucho mas sobre
Alejandro. Descubri que era una persona profundamente desilusio
nada y m6rbidamente dnica, obsesionada por ideas de muerte. No
tenia absolutamente ninguna esperanza: "La vida es un arbol sacudi do
por el viento... La que se casara conmigo tendria que estar loca o ser
deficiente mental... Se nace con dolor, se muere con dolor y, en el
intermedio, se sufre."
Despues de la decima sesi6n, tuvimos otra para discutir lo que
habiamos logrado. El motivo para celebrar la undecima sesion fue
qu·e en aquel tiempo yo tenia un concepto algo ingenuo de la
psicoterapia centrada en la persona y no queria contaminar mis
sesiones "terapeu ticas" con ninguna opinion propia. La undecima fue
buena, una sesion posterapentica para revisar la terapia. Estuvimos de
pleno y completo acuerdo en que la terapia parecia ser un fracaso
evidente. Comente que algunas personas necesitaban afios de
tratamiento y que en 10 semanas no podia esperarse ninguna magia.
Habia sido para mi una experiencia muy interesante y valiosa y
personalmente lamentaba que
162 CAP. 10. CARLY ALEJANDRO, LA VIVENCIA DEL ENFOQUE

no pudiese continuar, a pesar de que me gustaria 1ne era imposible


hacerlo a causa de las normas de la instituci6n.
Por lo que pude ver, acept6 mis declaraciones, me estrech6 la
mano y parti6. Por lo que a mi se referia, la relaci6n habia terminado.
Unos cuatro meses despues recibi una solicitud de Alejandro
para una entrevista e inmediata1nente lo mantle Hamar. Se present6
enseguida.
-El sabado me sucedi6 la cosa 1nas curiosa. No se si estoy loco o
que. Nunca me habia sucedido nada parecido. Estaba atravesando el
gran patio, dirigiendome a un grupo de individuos a quienes conoz co,
y mientras caminaba, de pronto experimente algo extra:fio. Vino sobre
mi como una nube. No podia moverme. Subitamente me senti
pacificado y feliz. Me senti puro, bueno y maravilloso. Nunca habia
experimentado tal sentimiento de felicidad. Nose cuanto dur6, quizas
un segundo, quizas un minuto. S6lo conservo el recuerdo de ello, pero
se que aquel sentimiento tiene algo que ver contigo.
Comentamos la experiencia, que el compar6 con la conversion de
san Pablo en el camino de Damasco y prosigui6 con una charla amis
tosa. Cuando propuse otra serie de sesiones terapeuticas, asinti6 in
mediatamente. De nuevo seguimos 10 semanas de terapia y de nuevo
en la undecima sesi6n discutimos lo realizado y lleg6 a la conclusi6n
de que, por lo que podia verse, poco habiamos conseguido. Yo tenia la
sensaci6n de haberme convertido en "alguien importante" en el espi
ritu de aquel joven. Despues de la terapia individual Alejandro volvi6
a integrarse al grupo y permaneci6 en el durante un a:fio hasta que el
autor dej6 la instituci6n.
Hay una o dos secuelas de la terapia que pueden tener cierto in
teres. La priniera ocurri6 en una entrevista con un preso, uno de la
pandilla de Alejandro, que seis a:fios antes habia cometido una serie
de delitos en dos estados. Toda la pandilla habia cumplido cuatro
a:fios de ca.reel en la primera instituci6n y luego habia sido trasladada
a la segunda. Alejandro habia pertenecido a esta pandilla, cuyos
miembros contaban veinte y pico de a:fios y poseian una capacidad
mental su perior. Creo que aquel individuo ignoraba mi relaci6n con
Alejandro, por lo que empece a interrogarlo sobre sus diversos
c6mplices y lo que opinaba de ellos. Tenia en alta estima a tres de
ellos, pero de Alejandro dijo algo asi:
-Es otra clase de persona. Y era un tipo simpatico, chiflado como
todos, pero ahora es raro. No lo comprendo. Ya no tengo muchos
tratos con el. Los otros tambien creen que algo anda mal en el. ·
La segunda secuela se refiere a la conducta posterior de Alejan
dro al ser puesto en libertad. Sali6 de la ca.reel mas o menos un a:fio
COMENTARIOS 163
despues de haber yo renunciado a mi puesto en dicha instituci6n;
cuando obtuvo un empleo, estableci6 su residencia a 3200 km del
lugar de su origen.
Empez6 a trabajar, y seis meses despues se cas6. Actualmente seis
afios despues de haber salido de la ca.reel- es padre de un nifio, posee
un coche nuevo, pronto comprara una casa y es -en todos los
aspectos- un ciudadano responsable; sostenemos correspondencia de
manera irregular. Parece adaptarse bien y su vida transctirre sin inci
dentes.
Los otros cuatro miembros de la pandilla tambien fueron puestos
en libertad posteriormente. Todos ellos estan de nuevo en la ca.reel
por nuevos delitos.

COMENTARIOS

Probablemente la necesidad mas apremiante del ser humano sea


la de afecto, carifio, consideraci6n y respeto. Quiza tambien sea la sa
tisfacci6n de estas necesidades la que explique el comportamiento de
la mayoria de los seres humanos: ser amados, estimados o al menos
· tomados en cuenta; esta seria la raiz de toda mcitivaci6n del•compor
tamiento humano.
Es obvio que desde muy temprana edad Alejandro experiment6 la
carencia de las satisfactores elementales de esta necesidad. Vivi6 en
un ambiente de rechazo, de hostilidad y de violencia. Estas carencias
generaron en el un sentimiento de agresividad que canaliz6 desafiando
y ridiculizando a la autoridad en cuanto se presentaba la ocasi6n de
hacerlo. Nunca fue fisicamente violento pero verbalmente era ir6nico,
sarcastico y aprovechaba su inteligencia para hacer que su critica alta
nera y desafiante fuera mas hiriente hacia la autoridad y, en general,
hacia todas las personas de su alrededor. Seductor con sus compafieros
y un claro lider entre ellos, los hacfa tambien vfctimas de su violencia
verbal. Compensaba su carencia de afecto con la atenci6n que todos
le prestaban par la impropiedad de su conducta y el tono ir6nico y
ridiculizante de su discurso.
Al mismo tiempo, su inteligencia lo hacfa ver que estaba en un
callej6n sin salida, su .violencia generaba mas violencia. Alga tambien
lo amarraba a la vida, veia en la terapia con Carl una esperanza de
encontrar la salida, sin saber c6mo. Cuando Carl decidi6 separarlo del
grupo, Alejandro via hacerse afiicos la esperanza, se sinti6 nuevamen
te abandonado y e1niti6 desde el fondo de su ser un grito angustiada-
1 mente reprimido: "Si tu me abandonas, no hay esperanza para mi".,
i.
164 CAP. 10. CARLY A!_EJANDRO, LA VIVENCIA DEL ENFOQUE

a contrapelo con otra necesidad 1nuy antigua y poderosamente moti


vadora "desafiare a la autoridad, aunque esto me cueste su repudio,
nunca me doblegara".
El grito desesperado de Alejandro encontr6 eco en la necesidad de
Carl de sentirse "alguien necesario" para otro ser humano y lo llev6
a ofrecerle otra oportunidad privilegiada, 10 sesiones de psicoterapia
individual.
Alejandro nunca quiso reconocer explicitamente algun merito en
Carl con respecto a la psicoterapia, pues esto hubiera supuesto abdicar
de su postura ante la autoridad; sin embargo, en repetidas ocasiones
le hizo saber, indirectamente, que era el elemento clave en su proceso
de recuperaci6n.
Tampoco quiso reconocer que lo asociaba con sentirse bueno, res
petado y tornado en cuenta. Practicamente en todas las interacciones
entre Carl y Alejandro, nunca sinti6 este ultimo culpa o malestar o
rechazo de si mismo coma cuando Carl le dijo en una de las primeras
sesiones en que Alejandro fue definitivamente despectivo y grosero
con el grupo: "Alejandro, esa es tu percepci6n del grupo, que no es
com partida por la mayoria." 0 cuando le dijo: "Alejandro: llevo dos
aflos trabajando con este grupo y hemos tenido experiencias muy
significati vas, de manera que no estoy dispuesto a que desaparezca;
por tanto, te comunico que tengo que escoger entre el grupo y tu, y
escojo al grupo." Por primera vez Alejandro se sinti6 escuchado y
tornado en cuenta.
Generalmente era amonestado y rechazado, corrido de los eventos y
de los grupos, y alguien -por primera vez- lo tomaba en cuenta y lo
escuchaba sin interrumpirlo y le daba muestras de entender su propio
mundo, complejo y Ueno de contradicciones. Cuando Alejandro
desca lific6 a todo el gremio de los psic6logos al estar evaluando la
ultima de las primeras 10 sesiones y la ultima del segundo periodo, no
sinti6 que lo contradijeran o lo rechazaran, sino que mas bien le
abrieron los ojos a una realidad no contemplada por el: la percepci6n
diferente de otros ojos y de otra manera de pensar. Ademas, no solo se
sinti6 escuchado, sino tambien, sin darse cuenta, aprendi6 a escucharse
a si mismo y a tomarse en cuenta y hasta poder escuchar a los demas.
Tal vez el factor mas poderoso en el proceso de recuperaci6n de
Alejandro fue esa actitud positiva incondicional de Carl, que, sin dar
le importancia al comporta1niento o al discurso de Alejandro, dejaba
ver la genuinidad y la transparencia de su interes y afecto por el. Este
ultimo fue gradualmente aprendiendo a sentirse bien con el mismo
independientemente de su conducta, sus pensamientos o su discurso.
Aprovechando los recursos de su inteligencia y su talento, aprendi6
a sentirse bien consigo mismo, sin importar la coyuntura ambiental.
COMENTARIOS 165
Una vez fuera del reclusorio, quiso volver a la cultura de la calle de
la cual habfa salido, y al no poder reconocio que mas bien habia sido
preparado para explorar una realidad diferente, con menos violencia y
menos destructiva.
Explor6 la posibilidad del trabajo constructivo y de relaciones hu
manas menos confJictivas y violentas. Aunque sus habitos de rechazar
y agredir antes de ser rechazado o agredido· aparecian constanterhen
te, explor6 la posibilidad de construir, y desempefiarse en el trabajo
productivo. Aprovech6 el coraje que sentfa hacia su familia de origen
para reaccionar en forma diferente y' descubrir caminos nuevos mas
productivos para transitar por la vida. Se dio cuenta de que su coraje
generado por el rechazo y por la falta de amor en que habfa vivido lo
impuls6 a buscar lo que realmente siempre habfa deseado: respeto,
reconocimiento y amor.
/'...
CAPITULO

11
En busca de la autenticidad:
les_posible el
autoacompanamiento?

tEn que momenta termina el acompafiamiento de un terapeuta o


de un facilitador y empieza el autoacon1pafiamiento? Con mucha
fre cuencia-se hanpreguntado profesionales de diferentes
orientaciones te6ricas y practicas: tes posible el autoanalisis, el
autoacompafianiien to en el proceso del encuentro con uno mismo
que dura toda la vida? La dificultad mas grande de estos procesos
radica en el hecho de ser una persona al misnio tiempo juez y parte,
sujeto y objeto del propio analisis o acompafiamiento que, a todas
luces, dificulta el ser autenti co, honrado, sincero.
A lo largo de mi trabajo coma acompafiante de un gran n11mero
de personas en la busqueda y encuentrq con ellos 1nismos he
descubierto que el aprendizaje 1nas significativo en este tipo de
procesos es el de introyectar_las condiciones basicas para el
crecimiento personal. En efecto, cuando la persona que esta hacienda
la busqueda-introyecta, es decir, aprende y mantiene hacia si 1nisma
y coma parte de si misma la actitud empatica del acompafiante, .esta
actitud se convierte en un habito que genera las ismas condiciones
favorables para el creci miento personal que la empatia que pudiera
venir de afuera. Significa tivamente se aprenden tambien la actitud
positiva incondicional y la congruencia, al haber sido estas tambien la
atm6sfera y el ambito en que se dio el crecimiento personal.
En otras palabras, una persona que ha sido rodeada por la empatia
de un acompafiante, que ha sentido la actitud positiva incondicional ·
hacia el y ha experiinentado la congruencia coma un estilo de vida, se
lleva el mejor aprendizaje, el instru1nento de trabajo para continuar en

166
EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD 167
el proceso del encuentro significativo con uno mismo, en busca de la
autenticidad y de la congruencia.
Asi, en lugar de hacer algunas reflexiones te6ricas sabre el "analisis
que no termina" (Freud, 1937), presentare una experiencia personal vi
vida po·r mi a lo largo de 30 afios que ejemplifica mejor que cualquier
planteamiento te6rico: lo que significa el autoacompafiamiento en el pro
ceso 1nas importante para el ser humano, el aprendizaje sabre si mismo.
Por lo que yo he podido saber de mis lecturas y convivencia con Carl
Rogers, no encuentro alga que directamente pudiera ser identificado
coma autoanalisis, acompafiamiento personal de uno mismo, aunque si
he podido deducir 16gicamente que es posible hablar de un autoacom
I pafiamiento en el contexto del enfoque centrado en la persona, utilizan
-I do su misma conceptualizaci6n y congruencia interna.
El primero en escribir, hablar y especialmente practicar el autoana
lisis fue Freud (Anzieu, 1998). Mas aun, escribi6 que un psicoterapeu
ta que no es capaz de hacer su propio analisis no podra llegar a ser un
psicoanalista. Freud sinti6 la necesidad de conocer las raices profundas
de sus propias neurosis y fobias para poder descubrir los origenes de
las conductas destructivas en los seres humanos, obviamente siguien
do la metodologia que el mismo habia descubierto parair develando el
inconsciente a traves de la interpretaci6n de los suefios. La tarea que
se ilnpuso no fue facil, sino un arduo camino de frustraciones, dudas
y sorpresas, hasta llegar a revivir los sentimientos generadores de sus
angustias, el amor por su madre y el odio a su padre, descritos por el
coma el "complejo de Edipo".
Lo mas cercano a este proceso en los escritos de Rogers proba
blemente sean algunos fragmentos autobiograficos contenidos-en- El
proceso de convertirse en persona (1961), asi como en Un estilo de
ser (1988). Por esta raz6n, pienso que es pertinente la publicaci6n de
esta obra en que describo el proceso deliberativo frente a
una·experiencia muy importante en mi vida. Habiendo sido formado
en la pedagogia ignaciana que pone enfasis en la comprensi6n de la

I
vivencia, en la reflexion sabre esta y en las consecuencias practicas y
apreridizajes derivados de estas reflexiones y, por otra parte,
siguiendo la 16gica del enfoque centrado en la persona, que plantea
y demuestra que quien no es capaz de ser empatico consigo mismo,
de mantener una actitud
positiva incondicional hacia si mismo tambien y de ser claro y trans- ·
parente en la manifestaci6n de su propia experiencia tampoco puede
acompafiar a los demas. .·
La dificultad mas grande del autoanalisis -coma se indic6 anterior
mente- es el autoengafio, o sea, negar la existencia de sentimientos,
memorias y significados que atentan contra la propia autoestima. La
168 CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

enorme necesidad que tiene el ser humano de ser aceptado, tornado

r
en cuenta, de sentirse ·importante para otros, de ser ama:do, lo lleva a
la salida mas facil: negar todo aquello que pudiera traerle disminuci6n
) en la autoestima. Freud descubri6 en la interpretaci6n de los suefios
.( la Have para abrir la bodega de las negaciones. Rogers descubri6 otro
/ camino al encuentro de la verdad interior: ir ampliando el campo de /
la conciencia a traves de la generaci6n de autoestima asociada con el
autoconocimiento en cada paso de la busqueda.
Creo que en todas las fases de este proceso me senti en armonia
conmigo mismo, con cada vez menos miedo a ver la realidad de mi
vida eh todas sus manifestaciones y avanzar en el proceso de ser con
gruente conmigo en mis sentimientos, significados y conducta.

DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES


FUNDAMENTAL ES
Noviembre de 1979

Dios --mi Padre- y mi hermano Jesucristo, a quienes he seguido en


la fe, iluminaran mi busqueda y no me rechazaran en ninguna hip6tesis.
Esta es mi creencia, mi esperanza. Mas aun, siento la 1nano de Dios junto
a la mia en el tim6n de mi vida y me siento seguro al acometer de frente
mis dudas e inquietudes.
Me impulsa en esta exploraci6n el deseo de conocer el eterno de
signio de Dios sobre mi vida con los criterios que El me ha dado para
encontrarlo: mayor honradez, caridad, ·crecimiento propio e impulso
al desarrollo de quienes me rodean y con quienes estoy comprometido
humana, religiosa y profesionalmente.
Con todas mis limitaciones y defectos, 1ne siento un jugador lim
pio. No considero -al menos conscientemente- haber traicionado a
alguien. Me he equivocado muchas veces y he aprendido de estos
erro res. Me vivo entusiasta, alegre, positivo, pero me inquieta mi
futuro, aunque estoy contento en el presente.
Hace aproximadamente cinco afios afloraron con creciente nitidez
nuevas dudas e inquietudes, ya antes avizoradas por mi, y en alguna
forma resueltas cuando acepte la responsabilidad de ser ordenado
sacer dote en la Co1npafifa de Jesus. Experimento, en estos
momentos, una gran necesidad de congruencia interior y de
comprometerme con toda mi vitalidad y energfa.
Durante estos afios he reflexionado mucho, he meditado, he ora
do, he sostenido largas conversaciones con mis amigos -jesuitas y no
DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 169
jesuitas- y con mi comunidad de Zaragoza (Coyoacan) en grupo e
individualmente. Sin embargo, me encuentro como al principio, mi
experiencia actual es la duda, generalmente tranquila, pero a veces
ansiosa y generadora de oscuridad e insatisfacci6n interna.
En todo momenta siento tambien que -coma lo hago con quienes
ayudo profesionalmente- debo respetar mi paso, mi ritmo y no actuar
precipitadamente, que para tomar una decision tan importante debo
sentir un impulso mas definido y ver con suficiente claridad, aunque
no espero tener evidencias en ninguna hip6tesis.
Siento que el tiempo pasa y que, cuanto mas retrase mi decision,
sera mas diffcil, sabre todo si tengo que dejar la Compafifa y la
practica del ministerio sacerdotal. Veo como estoy llegando al limite
de la edad en que pudiera optar. Despues, una decision pospuesta
acarrearia difi cultades mas serias y podria llegar a hacerse imposible.
· Soy, en el fondo, un solitario, a pesar de vivir rodeado de muchos l
amigos. Tengo conciencia en mf de un poderoso impulso hacia la Ii- \
bertad y el amor y me siento libre, pero solo, sin vinculaciones vitales.
Me produce satisfaccion y miedo vivir coma vivo sin ataduras a nada
y a nadie, indefenso y entregado, sin sumision ni posesividad, canali
zando -a pesar de todas mis deficiencias- toda la energfa que puedo
hacia lo que siento constructivo, justo, bueno, hello. Si alga no va en
esta linea, no me llama mucho la atencion, me pasa inadvertido, me
da lo mismo.
Veo que mucha gente a mi alrededor esta motivada por la economfa
y la seguridad personal, por cierto poder y prestigio que tienen poco
significado para mi. Yo siento impulsos diferentes y prefiero no com
pararme; estoy seguro que no soy mejor, simplemente distinto. Goza
con experiencias extraordinariamente sencillas, casi simples, coma una
caricia, una sonrisa, el ruido del mar, la montafia, el deporte no compe
titivo, la bicicleta en las mananas y la musica de Mozart.
Siento tristeza por la gertte que no valora la vida, el impulso huma- \
no hacia lo genuino, al crecimiento, a lo inciert0, lo creativo, lo nuevo. l
Me entristece ver a mis colegas sacerdotes, a los entregados, ansiosos
por pulir una institucion que es frenada por lastres culturales que aho
gan la vitalidad de su mensaje. Loque mas me deprime es ver que los
esfuerzos renovadores se esterilizan al chocar con la inseguridad per
sonal de quienes perpetuan un orden institucional agrietado, mientras
las ciencias sociales -y aun la teologfa- avanzan, mientras hombres y
grupos, dentro y fuera de la instituci6n se adelantan en la busqueda de
hipotesis mejores de justicia y convivencia humana cristiana.
Me entusiasma ver a algunos de mis compafieros jesuitas impulsa
dos a hacer cambios sustanciales para dar t stimonio de un mensaje
170 CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

vital y valido para la transformaci6n de su media social injusto, pero


me desalienta verlos sufrir resignados por las incongruencias de un or
den institucional que se siente amenazado por sus elementos humanos
mas creativos y se va convirtiendo en apoyo no de los pobres, sino de
grupos de hombres y mujeres dependientes y paternalistas, rezagados
en la busqueda cristiana.
Personalmente me siento contento de vivir al servicio de las de
mas, especialmente de las que sufren algun tipo de marginaci6n. ·Me
I gusta responder a la necesidad de quienes voy encontrando, en cual
quier momenta, y no me preocupa ya hacer poco o mucho, ni decir
que no cuando no puedo. Crea que todos hacemos poco (o mucho,
pues el concepta es relativo); lo importante para mi es hacer lo mas
que puedo y vivir en el presente aportando un granito de arena, una
chispa de luz.
Los pregonados ca1nbios estructurales y las discursos sabre el
cam bio social me dejan indif rente. Admiro no a las que hablan y
escriben, sino a las que actuan con inteligencia y hu1nildad, y me
molesta la actitud impositiva y radical de quienes sienten suya la
verdad y se pro claman "comprometidos", pues no las veo diferentes,
en motivaci6n y en conducta, de sus extremos opuestos.
Me disgustan el dogmatismo, las polarizaciones, las actitudes arro
gantes y la violencia. Tal vez porque no me gustan el extremista y el
violento que hay en mi. Experi1nento que el crecimiento puede ser
facilitado e impulsado, mas no par la intransigencia y las imposiciones
manifiestas o sU:tiles, sean estas de derecha o de izquierda.
He podido constatar que me convierto en factor de crecimiento,
facilitador del proceso de verdadera liberaci6n, uni.camente cuando
abandono mis propias estrategias descalificadoras de las demas, aun
las de dar ayuda directa, muchas veces devaluandolos, bajo capa de
ayudarlos.
Durante el ultimo afio he experimentado en el interior un vado que
vivo cada dia con mas claridad. Es coma miedo a la soledad, aunque
me siento bien conmigo mismo, con Dias y todeado de mis amigos.
Es coma la necesidad de alguien que Ilene una soledad espedfica que
vivo cuando estoy acompafiado. Es necesidad de afecto y compromiso
intimos.
Siento miedo a vivir incompleto y solamente encuentro entre mis
compafieros jesuitas modelos -para mi insatisfactorios- de identifica
ci6n con el celibato consagrado. Antes lo habia sentido tambien, pero
lo vivo mas intensamente desde que existe la posibilidad -en circuns
tancias especiales- de cambio de estado para el sacerdote. Y se que
esto arguye dependencia, pero asi lo vivo.
DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 171
Me veo a mi mismo y a muchos compafieros coma adolescentes
en sus reacciones afectivas en la relacion con la mujer. Terna caer en
la represion y vivir en la doblez y la incongruencia. Me atormenta la
fantasia de verme en el futuro coma un viejo solteron que, a su
tiempo, no tuvo los pantalones para madurar humanamente en una
relaci6n afectiva de caracter intimo.
Crea que la Iglesia tarde o temprano evolucionara en su actitud
hacia el celibato. Muy probablemente asimilara los adelaritos de la
psi cologia y de la sociologia y vera tanta capacidad de entrega
madura en un hombre afectivamente realizado, como en un celibe
genuinamente 1notivado. Se hablara mas de vocacion al servicio
eclesial consagrado, que simplemente de celibato consagrado.
Los seminarios para celibes -aislados del mundo al igual que la
mayor parte de los actuales- seran transformados en universidades y
escuelas pastorales mas y mejor integradas a la vida real de los cris
tianos. La falta de seminaristas tal vez pronto hara pensar en la orde
nacion de casados, que dara principio a un proceso con significados
mejor definidos.
Si sobrevivo a ese tiempo, para mi sera ya tarde, y me atormenta la
fantasia de verme resignado a una soledad mayor que la que ahora es
toy viviendo, aunque, viendolo bien, es probable que ese tiempo nun
ca llegue para mi. Juan Pablo II, realmente ad1nirable, firme, decidido
y afectuoso -un gran pastor- manifiesta una vision mas bien estatica
de la Iglesia, con mas respuestas conservadoras que con preguntas im
pulsoras del crecimiento. Y me encantaron su presencia, su actuacion
y sus palabras en Mexico, iQUe genuino y que entregado!
Sin embargo, durante este pontificado, con respecto a la busque da
de miles de sacerdotes, quienes en una nueva cultura tienen que
replantearse opciones y compromisos, pocas cosas evolucionaran sus
tancialmente; y·si evolucionan, sera muy poco, al menos asi lo deduz
co del sermon del mis1no Juan Pablo II a los sacerdotes, que acabo de
escuchar en la basilica de Guadalupe.
Quiero ahora reflexionar sabre algunas paradojas que han surgido
en mi interior a traves de la oracion, con el deseo de enfrentarme con
mi verdadero pensar y sentir sobre temas vitales para mi en estos mo
mentos. No pretendo enjuiciar y menos dar a mis opiniones mas valor
que el que tienen los puntos de vista personales.
Siendo todo lo que soy, no me siento identificado con el sacerdo io
institucional. Mas bien me siento corno aparte, y no es que me sienta
mejor que los sacerdotes de la Iglesia catolica, sino diferente.
Juan Pablo II confirmo a los sacerdotes me:X:icanos en la idea de
que el sacerdote es un profesional de la difusion del Evangelia. Hace
172 CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

mucho que veo con claridad que no puedo ser profesional de la fe o


de la religion; la profesi6n, entre otras cosas, es para mi un medio de
ganarse la vida. Yo me siento psic6logo por profesi6n y prefier.otraba
jar para vivir. Soy sacerdote por estilo de vida, por convicciones y por
el sacramento recibido en la fe, y estos no son para mi un medio de
ganarme la vida, mas aun: 1ne sentirfa muy mal de recibir pago por mi
labor de testimonio. Todavia mas: me gusta avizorar una Iglesia servi
da por sacerdotes que trabajen para vivir y ofrezcan el testimonio de
Cristo hermano -a traves de su sacerdocio- gratuitamente, coma el sol
ofrece a todos por igual su luz. No me gustan las utopias, mas no veo
esto tan improbable en el futuro.
Los dogmas de la Iglesia en el fondo son para mi simbolos en mi
relaci6n con Dios y con el hombre, inspiradores en cuanto realmente
inciden en mi actividad y en mi vida. He experimentado que cada
hombre expresa y vive su fe en forma distinta. Creo que la unidad en
la fe es producto de la union de corazones y no de la similitud con
ceptual.
Prefiero ver en las autoridades de la Iglesia hombres entregad_os a
la busqueda del amor y de la verdad al servicio del hermano, que dis
pensadores autoritarios de verdades desligadas de la experiencia real y
muchas veces ininteligibles para los creyentes.
El poder temporal de la Iglesia y su estructura vertical de autori
dad son para mi signos de contradicci6n. 2Debo esperar que emerjan
cristianos libres, responsables y creativos de la escuela de la su1nisi6n
acritica e incondicional? Siento que las iniciativas renovadoras de fie
les y sacerdotes son unicamente toleradas por la Iglesia jerarquica.
Veo el designio salvador de Cristo en todas las religiones. Me
iden tifico con todos aquellos que buscan con autenticidad y humildad
en ellos· mismos y en los demas lo trascendente, el sentido de lo
inexpli cable, lo justo para todos, lo amoroso y lo constructivo. Para
mi estOs
-dentro o fuera de la Iglesia cat6lica- son los sacerdotes de Cristo y
me mortifica que estas convicciones me puedan privar de la comuni6n
con mi Iglesia.
Aunque consciente de las bases teol6gicas del bautismo y la
confir maci6n de los nifios, en el fondo creo que estos
sacramentos.deberian ser recibidos en una forma mas consciente y
precedidos por un cate cumenado. Me cuesta mucho trabajo
diferenciar la magia de un ritual que actua ex opere operato y que no
va acompafiado de un minilno de conciencia y aceptaci6n o 2que no
es el acto de fe un acto humano?
Pienso tambien que la practica comun de la confesi6n en la Iglesia
desresponsabiliza a los cristianos. Con el tiempo y la experiencia he
podido constatar que el alivio de los sentimientos de culpa -producto
DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 173
de una acci6n que tiene mucho de mecanico y ritual- no responsabili
za ni cambia a la persona.
Llevo muchos afios practicando la psicoterapia, y es para mi evi
dente que el cambio interior no puede lograrse con unos minutos de
recitaciones superficiales de pecados. Crea que el arrepentimiento y
el prop6sito de enmienda, coma actualmente son practicados por la
gente que viene a los confesionarios, son meros tranquilizantes de
conciencia que alienan al hombre de su resp<?nsabilidad personal y
cristiana.
Encuentro una contradicci6n que me entristece entre la participa
ci6n voluntaria en la eucaristia para encontrar los significados de la
presencia de Cristo a traves del vinculo del amor fraternal comunitario
y la obligaci6n de asistir a misa bajo pecado mortal.
tNo deberia consistir el sacramento de la extremaunci6n funda
mentalmente en·un dialogo sabre la salud y la muerte en Cristo? Me
irrita que los cristianos con frecuencia priven "por caridad" a sus her
manos de la conciencia de morir y pidan, al final, el sacramento cuan
do el enfermo casino se da cuenta "para que no sufra". Creo que
morir, coma vivir, es un acto responsable. Me horroriza sentirme brujo
en el cuarto de un enfermo untando aceite en las manos de alguien
que no se da cuenta. · .
Creo·que la mujer es en la Iglesia un ser humano de segunda ca
tegoria. Me duele ver a los sacerdotes tratar a las monjas como los
adolescentes tratan a los menores de edad. tNo deberian las mujeres
-al menos con respecto a elias mismas- compartir la autoridad como
un servicio a la Iglesia? zNo deberia tratarseles coma seres humanos
iguales a los sacerdotes, con menos miedo y mayor respeto?
Me duele recibir estipendios por la administraci6n de los sacra
mentos. Entiendo muy bien el espfritu de esta practica y no critico a
nadie, pero me atormenta ver el comercio real con los servicios del
testimonio cristiano y las leyes de la oferta y la demanda aplicadas al
servicio espiritual. Matrimonios a $ 5000.00 y bautizos a $ 200.00, no
quiero ser parte de eso. No quiero cambiar el mundo, ni me siento
mejor que los que cobran, pero prefiero trabajar coma cualquiera para
ganarme el pan y ofrecer 1nis servicios sacerdotales de manera
gratui-: ta, coma se recibe la luz del sol y la bondad de Dios.
Con muchas horas de vuelo coma psicoterapeuta y con alguna
experiencia en el trato a niveles profundos con sacerdotes, creo que
la vocaci6n al sacerdocio y al celibato consagrado pocas veces se dan
juntas, y lo digo·asi como lo he captado: he conocido a muchos sacer
dotes genuinos y -me duele d ec i r l o_-a pocos celibes consagrados.
Al- gunos viven la represi6n con claras manifestaciones neur6ticas y
otros
174 CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

logran adaptaciones poco honradas con expresiones sexuales de tipo


adolescente. Si el celibato consagrado fuera una opci6n libre para los
sacerdotes, tno habria mas claridad en el compromiso y menos con
flictiva emocional?
La experiencia me ha permitido constatar que el celibato, aun con
sagrado, lleva consigo inmadurez afectiva y he podido vivirlo en mi
mismo. Nos hacemos en las relaciones interpersonales, conceptuales
y lejanos. Excesivamente centrados en nosotros mismos, aunque sea
esta preocupaci6n sobre aspectos espirituales. Veo a 1nuchos, coma
me percibo a mi mismo, candidos, temerosos e· inestables, como
adoles centes, ·en la expresi6n genuina del afecto.
Conociendo con suficiente profundidad la historia de muchas
vocaciones, pienso que los votos religiosos tal vez deberian ser, al
principio, temporales y renovables. Me duele ver a j6venes y adultos
at<;>rmentados por la presi6n social de una promesa irrevocable,
victi mas sin salida de un compromiso contrafdo en forma tal vez libre
y con muy buena voluntad, pero equivocado.
Con los afios de trato continua con matrimonios de todas las eda
des he llegado a la conclusion de que el sacramento del matrimonio se
realiza cuando se alcanza un mfnimo grado de madurez en la relaci6n.
Cuando esto no sucede tes el vfnculo deveras irrevocable? tVerdade
ramente ha existido el sacramento? Y ademas, entre humanos zpuede
ser irrescindible?
Desde hace mucho tiempo he venido experimentando el dolor de
ver a cientos de adolescentes, nifios y nifias, atormentados por la an
siedad y por la culpa, desperdiciar su energia vital queriendo superar
un fen6meno que medicos, psic6logos y moralistas serios considera
mos un fen6meno del desarrollo nonnal: la masturbaci6n cuando no
se convierte en una actividad compulsiva. Precisamente la ansiedad y
la culpa le dan este caracter compulsivo, en muchos casos.
Las mismas fantasias sexuales tienen un caracter catartico desre
presivo (desahogo de tensiones creadas por los impulsos). No puedo
aceptar que estas conductas naturales constituyan pecados mortales.
Claro que-la practica pastoral de sacerdotes maduros es con frecuencia
abierta y comprensiva, pero la ensefianza de la Iglesia no ha cambia
do. tC6mo puede el cristiano asi educado ser congruente? tEs mante
ner la apariencia lo que cuenta?
zQuien me podria explicar la diferencia entre los anticonceptivos
de acci6n fisica (como el cond6n), los tradicionales (como el ritmo y
el metodo de billings), y los de acci6n qufmica (las pildoras)? Todos
pre vienen la concepci6n y la finalidad es la que da el significado.
Mientras no se produzca un dafio a la salud, tcual es la diferencia?
DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 175
Existe una inmensa poblacion del mundo con hambre, poca
educa cion y la misma capacidad procreativa; tno serfa mejor hablar
de pater nidad responsable a este mundo sobrepoblado, en lugar de
condenar los anticonceptivos? Aun asi, tcomo se puede hablar de
paternidad responsable, continencia y ritmo a quienes carecen de los
satisfacto res basicos de la convivencia humana coino producto de la
injusticia estructural?
Por ultimo, encuentro cada dia mas dificil descubrir el significado
actual de las comunidades masculinas y de las femeninas. Con los
datos de mi experiencia, concluyo que frenan el desarrollo afectivo
integral de las personas. Veo que empobrecen la percepcion de la rea
lidad y generan tensiones desproporcionadas. Siento que mi verdadera
comunidad es mixta. Me siento igualmente inspirado por hombres y
mujeres y con ellos y ellas vitalmente comprometido, pero me siento
incongruente, como infiel a mi comunidad y a mis compromisos.
Siento que admire desproporcionadamente a algunos jesuitas ma
yores, a quienes ahora considero nada mas coma compafieros y los
quiero como amigos. Con ellos y con otros amigos jesuitas, en
general, me gusta compartir, pero me doy cuenta de que.lo hago
poco tiempo y de vez en cuando. Me siento a gusto cuando en mi
convivencia e in tercambio existen elementos femeninos tambien. Las
mujeres .de todas las edades me fascinan y no siento que su trato
obstaculice mi trabajo o mi desarrollo personal.
Lo que mas me preocupa es que la meditacion diaria y la practi
ca de mi disciplina profesional cuestionan -y en muchas ocasiones
resquebrajan- algunos contenidos de la ensefianza de la Iglesia, en
lo profundo de mi ser. Y no es -como lo dijo el padre Arrupe (1979)
p·orque haya dejado la meditacion. En mi caso ha sido al contrario: de
la meditacion diaria he derivado estos cuestionamientos. Puedo estar
equivocado, pero no siento estarme engafiando.
a
Analizare ahora -desnudo ante Dias y sintiendo mi alrededor la
presencia de todos mis hermanos y amigos- las ventajas y desventajas
que he venido descubriendo en mi opcion por seguir en la Compafifa,
o en una posible decision de continuar mi camino fuera de ella.
tPor que, en primer lugar, ha surgido en mi la necesidad de este
discernimiento o analisis? Porque me siento un jesuita sin identifica
cion completa con la Iglesia y con la Orden, sin vinculacion afectiva
profunda con una o con otra. Unido, si, fuertemente a hombres y mu
jeres que buscan -a traves de la entrega personal- y que aman inde
pendientemente de sus lazos institucionales o carencia de ellos.
Me atrae la persona de Juan Pablo II, pero sus ensefianzas no me
inspiran; en mi opinion, parecen poco relevantes para un mundo que
176. CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

cambia y busca; creo que mantienen la Iglesia demasiado conservado


ra, encerrada en si misma y rigida coma instituci6n.
Me siento ligado afectivamente con algunas personas que han
sido -para mi- la Iglesia y la Compafiia, mas no con las instituciones.
tTendremos la respuesta para todo? iNo sera el Evangelia una
orientaci6n para las diferentes culturas y para todas las edades Illas
que una respuesta institucional concreta y estatica?
La manera de actuary de hablar de1os obispos que he conocido en
Mexico yen Estados Unidos Ille produce molestias internas; tal vez
sea mas bien el aire de dignidad en la actitud de "sus excelencias" lo
que me haga resentir el contraste con la·humildad evangelica.
No puedo identificarme con mis hermanos sacerdotes, veo a mu
chos de ellos coma adolescentes en su motivaci6n y relaciones inter
personales, inseguros en su contacto con la propia realidad, demasiado
dependientes o inmaduros en su rebeldia. Admito la posibilidad de
estarme proyectando, si, aunque muchas veces pienso que tambien
hay algo mas: experimento disgusto por los profesionales del espfritu
y de la religion; como dije antes, yo ligo la profesi6n con la venta de
servicios .para la subsistencia y prefiero considerar el sacerdocio y la
vida religtosa coma estilos de vida y no como profesiones lucrativas o
fuentes de seguridad econ6mica.
Yo tengo una profesi6n liberal, pero estoy seguro de que si no la
tuviera podria trabajar de muchas maneras para subsistir, y no me
sentiria mal de laborar en oficios que algunos considerarian impropios
del sacerdote. iQue trabajo honrado podria ser impropio del sacerdo te
de Cristo? El trabajo como un medio de subsistencia es saludable, me
produce satisfacci6n. Me parece tambien un ingrediente basico del
testimonio sacerdotal en estos tiempos, pero icuantos no podrian tra
bajar? y zpor que no podrian vivir de los que si podemos, coma en
una familia, y hacer gratuito el ministerio?
Siento disgusto por los edificios de las iglesias, por las reuniones
impersonales de los fieles y por los ritos mecanicos de significado re
moto. La mayor parte de los sermones que escucho me suenan a mo
n6logos artificiales y poco sinceros y, en general, la critica de Cristo
a la -instituci6n religiosa judaica me parece que se aplica a la Iglesia
cat6lica. Como instituci6n humana, esta tendra siempre los defectos y
las limitaciones, asi coma las virtudes de los hombres que la compo nen,
pero me inquieta -y a veces me molesta"""' que los defectos obvios se
justifiquen y racionalicen coma si fueran virtudes. ·
Me da tristeza sentirme lejano de mis compafieros jesuitas, por
estilo de vida y por ideologia, y vivo dentro de mi la soledad. Tengo
la fantasia y el teillor de una vejez sin apoyo emocional, y me da
miedo
DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 177
llegar a ser un estorbo tolerado por la caridad profesional de mis com
pafieros. Se que afuera me podrfa ir peor, pero al menos no tendrfa
expectativas de otra cosa.
Racionalmente, no tengo reproches hacia mis relaciones afectivas
con ·mis amigos y amigas; por el contrario, emocionalmente, visceral
mente, me siento como al rnargen, como desleal, como quien hace lo
que no debe. Prefiero no invitar a mis amigos a mi casa; de hecho, lo
hago solo de vez en cuando. Siento que incomodo, que interfiero con
la privacia de los demas. Yes que deseo y comparto tambien la amis
tad femenina y, aunque internamente no tengo conflicto, externamen
te no se c6mo integrarla.
Siento tambien deseos de intimidad, de una relaci6n afectiva mas
estable. Continuamente, en la practica de mi profesi6n experimento
dicha estabilidad afectiva ligada a una mejor integraci6n del hombre
y de la mujer y, como consecuencia de ella, observo mayor sensatez y
madurez de juicio, mayor equilibria.
Ahora, desde mi estancia en Estados Unidos, he seguido de cerca
la evoluci6n de los criterios eticos y morales para juzgar la sexualidad
humana. Han cambiado estos ultimas con respecto a la instrucci6n
sexual y a las practicas en la relaci6n hombre-mujer. Las ciencias so
ciales aportan datos nuevos. Los medios de comunicaci6n -como reac
ci6n a antiguas represiones- se erotizan. Es abrumador el bombardeo
de estimulos er6tico-sexuales en todas partes.
Es cierto que la practica pastoral de algunos sacerdotes abre hori
zontes a la sexualidad cristiana;* sin embargo, la enseiianza oficial de
la Iglesia no cambia y al impacto de los cuestionamientos de la ciencia
y de la cultura, esta ensefianza genera en religiosos, sacerdotes y
laicos desorientaci6n, vivencia de dobles criterios en la conducta,
ansiedad y sentimientos de culpa. En mi experiencia propia, me cuesta
trabajo mantener el equilibria interno ante la masiva tormenta de
estimulos sexuales.
Aunque entiendo el celibato como una vocaci6n especial, me fal
tan modelos de identificaci6n. Por una parte, a traves de mi contac
to profesional con una gran variedad de historias personales -a nivel
profundo- he constatado que el celibato consagrado enmascara con
frecuencia problematicas complejas en el area afectiva, en la relaci6n
hombre-mujer, en la identificaci6n sexual y en el desarrollo psiquico.
He sido testigo de c6mo se maneja esta problematica en formas muy
diversas, generando algunas veces adaptaciones claramente neur6ticas
como tambien vidas dobles. Tengo miedo que la Iglesia pueda estar

*Cfr. Human Sexuality, the Catholic Theological Society of America, Paulist Press, 1977.
178 CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

proyectando una apariencia de celibato consagrado al no querer estar


consciente y explorar en amplitud y profundidad los dramas internos
de sus sacerdotes en esta epoca de revolucion sexual. isera la mera
apariencia exterior, educativa? La desorientacion y problematica
sexual del laico catolico, estas si bien exploradas y conocidas, ino
seran tam bien reflejo de una doble realidad en la Iglesia, la aparente y
la real?
El mero h cho de que exista para el sacerdote la posibilidad de
cambio de estado lleva a muchos a explorar sin instrumentos de na
vegacion el altamar atractivo de las relaciones hombre-mujer y, sin
advertir su complejidad, se van cerrando los caminos de regreso. Ante
este hecho, muchas mujeres, aun las sensatas, se acercan con mayor li
bertad al sacerdote invitandolo a otras busquedas. Pocos -en mi expe
riencia- encuentran soluciones creativas, integradoras y, en gran parte,
porque la Iglesia -sin reconocer y estudiar los hechos a fondo- ofrece
unicamente variaciones persuasivas.de la ensefianza tradicional. En
cambio, muchos sacerdotes, para mantener el equilibria interno, osci
lan entre la r'epresi6n conflictuante y la concesion secreta, con diverso
grado de culpabilidad.
· No puedo dejar de ver que precisamente aquellos que considero
1nejor dotados, humana, espiritual y psiquicamente encuentran solu
ciones inteligentes e individuales o abandonan el estado clerical y la
vida religiosa. Personalmente y hasta ahora, no siento haberme escan
dalizado. Humildemente debo reconocer que he sido -o Dias me ha es
cogido para ser- plataforma de crecimiento para algunos. Sin embargo,
las soluciones que he dado a mi vida afectiva sexual no me dejan satis
fecho. Estoy en busqueda -me digo- y voy adelante fascinado por mis
propios aprendizajes y por los de los demas; pero en el fondo me
siento intranquilo. Las reflexiones que acabo de hacer me producen
confu sion interna. Cuando fantaseo la decision de permanecer en la
"orden", siento que en esta area de la sexualidad se queda conmigo un
hueco interno que me entristece... que me frena. Veo al mundo
moverse ya la Iglesia anclada, en media, me siento coma un heroe que
no soy.
De todos modos me pregunto: con estas inquietudes, ino sera mi
testimonio mas integro _ o al menos mas claro afuera que dentro de la
Compafiia, cuando mis identificaciones con la Iglesia son tan preca
rias? Ciertamente, me genera ansiedad el pensar que si tomo la de
cision de salir ahora, estoy en el limite del tiempo; despues ino sera
demasiado tarde? iNo sere un desadaptado? tNi chicha ni limonada?
Me produce dolor la fantasia de que mis compafieros algun dia me
dijeran: "Juan, pensamos que seria mejor que salieras, tu vida no em
bona con la nuestra." Esto me da miedo ipor que no di yo el paso a
tiempo? Pienso a veces que si salgo ahora, mi testimonio seria mas
DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 179
vital, mas limpio, mas humilde. Creo que sintiendome mas satisfecho
emocional y afectivamente tendria mas impacto, me harfa tal vez mas
profesional y todavia mas efectivo. .
Me ligan con algunos jesuitas lazos afectivos y valores que 1ne
mantendrian unido a ellos dentro o fuera, como la entrega, la genero
sidad, la busqueda inteligente, la libertad en el juicio, la lealtad y la
honradez. En cambio, los valores especificos del grupo de los de mi
edad o mayores me parecen muy tradicionales y hasta rigidos, y las de
las generaciones j6venes me parecen radicalizados e inconsistentes.
Sin embargo, no siento que pueda tomar una decision, pues la
moneda tiene otra cara. Siento que mi vida se va fraguarido sobre el
molde de la entrega a los demas.
Tal vez en un principio me motiv6 la necesidad de ser aceptado,
de sentir reconocimiento y fui -por esto mismo- dependiente, al hacer
mis primeras opciones, pero sin negar esos origenes, m1 elecci6n es
ahora mas libre, _gozo al dar y al darme, y Cristo para mi ha sido sim
bolo de esta realidad.
Me gusta amar sin poseer, ser amado sin depender, gozo compro
metiendome con aquellos a quienes amo sin disminuir su libertad y
sin sentir que me deben algo. Fuera del matrimonio, he podido vivir
y he puesto este tipo de relaciones interpersonales, pero todavia no
las he observado en ninguno de los matrimonios que conozco. Si me
casara, tal vez no serfa. yo la excepci6n. No quiero perder lo que hasta
ahora he alcanzado, para mi es lo mejor que he conocido. ·
Mi busqueda personal de muchos aiios me ha dado la posibilidad
de integrar en mi lo que considero ser los valores medulares cristia
nos; con la salud mental, el funcionamiento efectivo, las relaciones de
afecto y el crecimiento humano en general. Siento que esta experiencia
mia ha servido para enriquecer a algunas personas y les ha dado una
plataforma para la liberaci6n dentro o fuera de la Iglesia.
Por otra parte, en el ambito profesional y en el universitario, siento
que no estorba a los no creyentes mi estilo personal de jesuita; por el
I·· contrario, quienes realmente 1ne conocen -creyentes o no- me Haman
Juan y no me dan tratos preferenciales como a otros sacerdotes, ni
siento que les estorbe mi estilo de vida, ni mi profesi6n, tal vez porque
no utilizo roles para relacionarme con los demas. En el ambito profe
sional muchos ignoran que soy jesuita, yo no tengo necesidad de darlo
a conocer y menos de negarlo. Prefiero que mis obras b.ablen por mi y
. no mis explicaciones.
Me gusta ser lo que soy y pienso que dentro o fuera de la orden
seguire siendo basicamente lo que soy. Me gusta ser cada dia menos
defensivo y mas abierto a cualquier critica.
180 CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

Crea que si permanezco en la orden serfa mas congruente con mi


pasado. Comoquiera que sea, he fraguado en un molde con todas las
. ventajas y desventajas que esto tiene. No me siento asfixiado par el
molde, pues en muchos aspectos y con gran sufrimiento y satisfacci6n
lo he rota, y siento que tal vez tendria mas impacto sabre las demas
1nejorando lo que soy que empezando de nuevo.
En el fondo no me da miedo hacerlo, pero debo aceptar que me se
rfa mas dificil. Ahora no lo voy a hacer solo porque me sea mas dificil.
"Es mas dificil salir que quedarse" es el comentario que suelo escuchar
sobre las que salen porque me deja indiferente. No quiero hacer cosas
dificiles, ni ta1npoco faciles sino lo mejor para mi.
Me siento -tal vezpretenciosamente- coma "el ho1nbre de los dos
mundos". Siento que par un lado, a pesar de mis deficiencias, mi testi
monio cristiano es claro para quienes me han llegado a conocer y hasta
podria decirse que para algunos dentro de la Iglesia y de la Compafifa
ha sido liberador. Y par otro, siento que mi labor profesional tiene su
propio impacto independiente; me gusta no contaminar mi testimonio
con mi profesionalismo, ni utilizar el prestigio que da en nuestra cul
tura ser jesuita o sacerdote para influir en mi profesi6n. En el fondo se
que pertenezco a dos mundos, que trato de integrar en mi. Cuando em
pece a estudiar -y despues a practicar mi profesi6n- sentia conflicto,
ahora ya no. Si soy reconocido en el media profesional ·de Mexico o
en algun otro pais coma psic6logo, no he encontrado rechazo par mi
esti lo de vida personal. En cambio, en el media cristiano he sido
llamado par algunos "mundano" y "secularista", "curita nuevo", "de
esos que dice el papa que no se dedican a su ministerio". Me duele el
desprecio que hay detras de esto, pero hasta ahi. Confio y se que otros
me com prenden muy bien. En el fondo no me importa no es mi
problema.
Crea que la critica honrada y humilde es constructiva. Pienso que
quien critica con amor, dificilmente destruye. Mi critica no es tan
pura, pero siento que si critico a la Iglesia o a la Compafiia desde
dentro, puedo ser constructivo; en cambio, creo que nunca lo haria
desde afuera, me sentiria poco leal. De todos 1nodos, creo que no
suelo ser critico de palabra, mas bien lo hago en forma vivencial.
Nose que sea exactamente, pero ser jesuita y psic6logo atrae hacia
1ni gente de dentro y de fuera, y es que, viendolo bien, esos dos mun
. dos de que hablaba, ese dentro y ese fuera, son para mi una sola unica
realidad, compleja, parad6jica y fascinante que me ha tocado vivir.
Por otro lado, no dejaria la Compafiia o el sacerdocio ministerial
par criticables que sean, por los defectos individuales o sociales de la
Iglesia y de la Compafiia. tOue instituci6n o que grupo podria no ser
criticable? y tQuien mas criticable que yo mismo? No creo en las
reali-
DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 181
dades utopicas, las pretensiones de santidad y perfeccion me abruman
y me hacen esceptico. P a_r am i lasutopias son meramente inspirado
ras. La frase "buscar la perfeccion" me ha llegado a parecer ingenua
y narcisista. La frase evangelica tiene para mi un significado distinto,
en un contexto de creciente comprender, de perdonar y de aprendizaje
continua. Prefiero tratar de vivir lo mejor que puedo, cada dia. mas
alerta a mis propios engafios y dejar a Dios un juicio que en mf solo
ha generado ansiedad o autocomplacencia.
Si dejara elsacerdocio y la Compafifa, seria solo por querer ser
mas congruente con lo que quiero, con lo que pienso, con lo que soy,
no por los defectos que pudiera descubrir en el sacerdocio o en la
Compa fiia. En realidad los admiro y quiero con sinceridad.
En la obra de teatro o comedia musical El diluvio que viene, Dios
"acepta resignado'' al final queen este mundo las utopias no son posi
bles, que con el hombre de este planeta no se puede hacer un "mundo
nuevo", aunque sf un mundo mejor.
Tal vez lo que mas me impulsa a seguir en la orden es ese valor,
o conviccion o vivencia de libertad para tener o no tener, esa falta de
apego a las cosas que me hace sentir feliz con poco, o con mucho o
con nada.
Tener o no tener las cosas "con permiso" ha resultado ser para mf
un infantilismo de las ordenes religiosas. En mi experiencia, desres
ponsabiliza a las personas y se presta a autoengafios, genera depen
dencia y un falso sentido de virtud.
Tener y usar las cosas en funcion del crecimiento, la justicia, el
amor y la vida es mi meta. Claro que aqui tambien cabe la racionaliza
cion, pero para evitar el engafio, no me parece necesario abdicar de la
responsabilidad individual.
Actualmente, ofr hablar de pobreza me confunde, es uno de los
conceptos mas relativos y equivocos que manejamos en las ordenes
religiosas. Para mf lo que oscurece es considerar la virtud de la pobre
za en terminos de carencia y no de libertad, madurez y plenitud. Esto
ultimo es lo que derivo del Evangelia. No me puedo identificar con los
carerites que pueden ser tan esclavos, ambiciosos y vados como los
que tienen mucho. Pobreza -dicen algunos- es estar actitudinalmente
_del lado de quienes son victimas de la opresion de otros, y estoy de
acuerdo en ser congruente con dicha actitud.
Me gusta tener lo suficiente para ser productivo, y si no lo tengo
exprimo la imaginacion para conseguir lo que necesito. No me gus tan
las cosas lujosas o superfluas, especialmente en Mexico, donde un
gran numero de hermanos padecen hambre y desnutricion. Me hace
sentir pleno la fantasia de verme desnudo, sin nada, rico por mi
182 CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

vitalidad interior, duefio del sol, del aire, el 1nar y las montafias, de
las calles, la gente y la ciudad. Creo que esto no es poesia, es lo que
realmente vivo al amanecer cuando salgo en bicicleta y entra por todos
mis sentidos la mafiana.
Me gusta que lo que tengo funcione bien y, si es posible, que sea
bello y atractivo. Nada 1ne molesta tanto como acumular, sobre todo
cosas inutiles o en mal estado. Siento por las cosas, las plantas y los
animales un respeto analogo al que experimento por el ser humano. Y
si no tengo nada tambien soy feliz, me tengo a mi mismo y en el fondo
la realidad trascendente de Dios.
Algo muy importante tiene que ver con esto mi vida en la Co1n
pafiia. Tengo miedo a salir y perder esta vivencia. Carl Rogers me dijo
que el pensaba por lo que me conoda que no la perderia. En reali
dad no se, pero sf se que siento miedo a convertinne en un pequefio
burgues ansioso por conseguir los bienes que impone nuestra cultura
competitiva; temeroso de que me fueran arrebatados y perder asf la
"seguridad de mi familia"; frente a miles de hermanos mios, victimas
de la opresi6n y la injusticia con mil caras.
Quiero mucho a un ex jesuita amigo mio, pero cuando este me
presento su Ford Fairmont, mi sonrisa no pudo disimular el miedo
interior a que un dia considerara yo mismo un Ford Fairmont como
logro de mi·vida.
Me voy a poner freudiano: detras de estos miedos a ser burgues
puede existir un deseo de serlo. Qliiero encarar ese deseo y consciente
mente manejar mis inclinaciones burguesas, optando en este momenta
por la libertad y el reconocimiento humilde de que no puedo decir...
"deesta agua no bebere".
Existen otras ventajas circunstanciales de mi permanencia en la
Compafifa que voy a analizar. Por mi caracter y estilo de vida, he
llega do a ser bastante sencillo y hasta candido en mis relaciones
interper sonales, tiendo a confiar en los demas como por inclin9-ci6n
natural. Estando de por media la responsabilidad de una familia, ino
me hare reservado y calculador? tNo perdere el carisma de la
simplicidad que actualmente 1ne fascina? Tal vez soy leal hasta la
exageraci6n; ni si quiera doy "mordidas" y no por virtuoso, sino por
algo que tiene que ver con la congruencia.
Escucho a quienes me dicen: "Claro, tu te puedes dar el lujo de
ser asf, precisamente porque no tienes la responsabilidad de una fa
milia, tenla, a ver si como roncas duennes." Es cierto, puede ser, por
eso siento miedo. No creo ser mejor que otros y menos confirmado en
gracia. En realidad no siento la necesidad de demostrar nada en estos
1nomentos. Puede ser que si tuviera una familia siguiera siendo a este
DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 183
respecto igual, pero tal vez "mi plumaje no fuera de esos". tOue mas
podria decir? ·
Si llegara a tener hijos, seria padre de adolescentes a los sesenta y
tantos o setenta, i que increfble desaffo!; pero realistamente hablando,
tpodre yo con el paquete? tNo seria mas bien el abuelo que el padre
de mis hijos? Para algunos de mis amigos pensar asf es tonteria, para
mf no lo es, y no quiero que la estima por mf mismo pueda llevarme a
ocultar mis limitaciones. Empezar a los 49 afios ahf donde mis sobri
nos estan empezando tiene muchos bemoles. Inexperto, basicamen
te fraguado, tsere lo suficientemente flexible para afrontar el desaffo?
Con toda honradez no se, lo que sf se es que para mf todo esto es -en
ultimo termino- secundario y que pagare cualguier precio por ser con
gruente conmigo mismo, eso es primario.
Siento, ademas, que tengo un ambito de influencia que se va ex
tendiendo y, aunque salir de la orden para mf significara crecimiento,
para muchos a quienes llega el impacto de mi vida significaria aban
dono y deserci6n. Pero eso tampoco seria un obstaculo en definitiva,
si estuviera de por media mi congruencia interior.
Mis amigos se han venido multiplicando a medida que pasan los
afios. Desafortunadamente no entre los jesuitas. Me liga con ellos un
compromiso real a distintos niveles, basado en profundos. vfnculos
afectivos y de identificaci6n que tienen que ver muy poco con posesi
vidad. Esto si constituye para mf un verdadero problema. tOue mujer,
la menos celosa compartirfa mi vida con tahtas personas? Se que la
mayoria de mis amigos seguiria a mi lado en cualquier hip6tesis, pero
zpodria yo seguir a su lado con la misma libertad? Lo dudo mucho. El
compromiso con mis amigos -profundo y libre- seria interpretado en
mi medio social, en el seno de mi familia, coma infidelidad. Y coma
no creo en el compromiso ni en el testimonio que no esten basados en
la confianza y en la entrega, tc6mo manejarfa este conflicto?"
Pero supongamos que mi esposa viviera como yo quisiera vivir y
fuera tan libre como yo; tno serfa probable que yo conociera tambien
la amargura de los celos? Debo aceptar humildemente que soy produc
to de mi propio medio social, de mi cultura..
Y si saliera de la congregaci6n y no me casara, tno podria asf vivir
mis convicciones y relaciones interpersonales en forma mas creativa?
Honradamente creo que no; primero, yo no podrfa vivir soltero en esas
circunstancias. Son de tal naturaleza afectivas y profundas mis rela
ciones con los demas que facilmente, en mi media, serfa interpretado
coma un "solter6n", como un "Don Juan", hacienda honor a mf pro
pio nombre. Pero no siendo esto realidad, zpor que qeberfa importar
esa imagen? Desafortunadamente -siendo realista y humilde- se que
184 CAP. 11. EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD

me importaria, no tengo tanta independencia emocional, no me sen


tiria a gusto y esto interferiria con mi salud psiquica y con mi trabajo.
Admiro y envidio en muchos aspectos a Jose Gomez del Campo
y su estilo de vida. Tal vez yo pudiera hacer algo semejante. Sin em
bargo, siento que para mi vivir como he vivido hasta ahora, y ademas
soltero y ex jesuita, traeria consecuencias personales y sociales que
-es toy casi seguro- no podrfa manejar.
Creo que he puesto ya mis cartas sobre la mesa, al menos todas las
importantes. Siento que necesito la retroalimentacion de mis amigos
para concluir este proceso.
Vivo a Dios todavfa mas cerca coma verdadero piloto de mi nave
y siento que los comentarios de mis amigos seran claridades nuevas
en esta noche serena a veces, y en otras agitada, por la que atraviesa
mi vida.
Al llegar a este punto, un amigo mio comento: "Juan, zno estaras
racionalizando con todo esto una liga afectiva, un enamoramiento y
quieras con tantos rodeos justificar tu salida?" Solo pude contestar:
"No lo veo asi, y si asi fuera creo que por ahi tal vez habria empezado.
Pero no creo que sea tan sencillo como eso."
Quiero, sf, estar solo en el momenta decisivo y asumir completa
mente la responsabilidad de mis opciones. Me acompafia una certeza
clara: n1i vida no cambiara esencialmente de rumba; tal vez cambien
la ruta o las escalas, lo cual me genera una sensacion de profunda
tranquilidad.
Soy lo que he llegado a ser, en gran parte, por el amor que he re
cibido de la Iglesia y de la Compafiia, tan solo comprobable al que me
dio la seguridad en mi mismo, el de mi madre natural, a veces neuro
tico, a veces sincero y entregado, pero inmenso y profundamente real.
Si algo en estas reflexiones parece manifestar algo diferente, quiero
concluir, ex·plicando que amo a quienes por su contacto personal han
sido para mi la Iglesia y la Compafiia, con toda la fuerza de mi ser.
(Treinta afios despues.)
Noviembre de 2009.
Retorno a estas reflexiones 30 afios despues de haberlas escrito.
Dan la impresion de que su esencia es haber quedado inconclusas.
Como la Sinfonia incompleta de Schubert, que en alguna forma quedo
abierta, pero no admite ir mas alla.
Sin embargo, 30 afios en perspectiva me hacen pensar tambien que
sf hubo una conclusion que resume mi proceso de discernimiento y
esta contenida en la conviccion expresada al final de que "mi vida no
cambiara de rumbo. Podrian cambiar la ruta y las escalas, pero no la
direccion ni el destino".
. DISCERNIMIENTO SOBRE MIS OPCIONES 185
Mas aun, veo que no era necesaria una conclusion explicita, pues
I lo que he vivido en los ultimos 30 y lo que me quede por vivir son
la I conclusion. En efecto, veo que como producto de este proceso, mis
opciones han sido mas conscientes, mas nftidas y sobre todo asumidas
con creciente responsabilidad, alegrfa y paz interior.
Veo tambien con claridad que mi disyuntiva no era dejar o no la
Compafifa y la Iglesia, sino ser o no yo mismo, sin etiquetas. Veo que
mi vida ha transcurrido como he querido y en gran parte la he dise
fiado. Soy un hombre de dos mundos integrados: por una parte, de la
Compafifa y de la Iglesia cat6lica y, por la otra, del universo en evolu
ci6n. Me entusiasman las experiencias de busqueda en la ciencia y en
la espiritualidad, y veo que en mi existir va ocurriendo un proceso de
sfntesis. Siento que he estado abierto a la revelaci6n de Dios, manifies
ta en formas infinitas de realidad, de belleza y de misterio, emergentes
en todas las filosoffas, las ciencias, las culturas, las religiones y en .
todos los seres humanos.
Vivo sorprendido por el presente, gozandolo en profundidad e ilu
sionado con un futuro tan prometedor como intangible e incierto. A
las 80 afios, debilitado por las fallas naturales de la "carrocerfa y del
motor", me siento fascinado en una carretera de paisajes siempre cam
biantes, acercandome al final.
Experimento una sensaci6n de "misi6n cumplida" y de estar abier
to a vivir -en un momento no muy remoto- el misterio del mas alla,
con gran confianza en el que es causa y explicaci6n de la inmensa
complejidad del universo, con la intuici6n tan clara como misteriosa
de que la energfa que mueve y explica la tendencia a la superaci6n
constante de los seres inertes y de las vivos es algo que se parece al
amor apasionado de los humanos. Un amor en busca de la armonia
que conecta el espacio y el tiempo con el infinito.
CAPITULO

12
Origen y trasmisi6n
de los valores

"Los valores no se ensenan, se contagion."

No s6-lo en el ambito educativo, sino tambien en todas las areas


de la actividad humana en el siglo xx1 aparece una preocupacion
evidente sabre los valores, su origen, su trasmision y sus alcances. Hay
quienes piensan que los valores se han perdido y otros se quejan de su
degenera cion y superficialidad. Lo que mas resalta en este ambito de
los valores es, por una parte, el autoritarismo con que algunos tratan de
imponerlos y, por otra, la confusion y el caos en la teorfa y en la
practica.
Los valores contemporaneos son tachados de materialistas, hedo
nistas y generadores de una cultura de la irresponsabilidad y de la falta
de compromiso. Las religiones estan perdiendo ilnpacto sabre la
juven tud, tal vez por la rigidez y falta de adaptacion de estas
instituciones al fen6meno prevalente del cambio en todas las areas del
pensar, del sen tir y del actuar humanos. Las instituciones educativas
contemporaneas proyectan una imagen de incongruencia entre su
mensaje de apertura a los metodos educativos nuevos y la practica
escolar, a todos los nive les, caracterizada por la resistencia a la
innovacion y al cambio en la experiencia diaria de escuelas y
universidades, cuando la apertura al cambio va a ser -en este siglo- un
factor de sobrevivencia.
Para algunos, los medias masivos de comunicacion: el cine, la ra
dio, la prensa, la television y las autopistas de Internet tienen mas
peso en la trasmision valoral que todas las instituciones educativas,
incluyendo las escuelas y las iglesias. La "educacion en valores" se ha
vuelto una panacea, sin que alguien sepa exactamente que significa.
186
ORIGEN Y TRASMISION DE LOS VALOR ES 187
El tema de los valores ha sido tratado por una gran variedad de
fil6sofos, psic6logos, jurisperitos, historiadores y otros profesionales,
sin llegar a consensos ni sobre su estructura conceptual ni sobre sus
aplicaciones practicas. Todos admiten que es muy relevante para expli-
· car el comportamiento humano, pero no han fundanientado
acuerdos significativos sobre su origen, funcionalidad y trasmisi6n.
Existen, afortunadamente, algunas aproximaciones concretas, al
menos desde la perspectiva humanista (Maslow, 1971; Rogers, 1964)
que generalmente son reconocidas y que sintetizo a continuaci6n: los
valores son motivadores del comportamiento humano, preferencias
habituales que, como preferencias, suponen un proceso evaluatorio y
comparativo, asf como una elecci6n.
Son satisfactores tanto de las necesidades estructurales como de
las aprendidas, y podrfan describirse como los habitos preferenciales
de un individuo, de una pareja, de un grupo o de una sociedad. Pueden
ser agrupados en diversas categorfas. Por sencillas y practicas,
propongo estas: conscientes e inconscientes, funcionales y
disfuncionales, indivi duales, culturales y universales, profesados y
vividos.
Su origen ultimo esta muy probablemente en la tendencia natural
al crecimiento, observable en todos los seres vivas y que en el organis
mo humano es consciente y autorrealizante. Es decir, dicho organismo
puesto en condiciones favorables escoge libremente los valores que
mejor promueven su bienestar y el de su propia especie.
Su origen inmediato puede ser trazable a la capacidad que adquirio
el ser humano en el proceso evolutivo de comparar y elegir entre dos
o varias opciones:
El hombre nuevo, en un momenta dado, se dio cuenta de que no
solo podfa escoger, sino tambien verse a sf mismo optando frente a
diferentes posibilidades. Y no solo se contemplo tomando alternativas
distintas, sino ademas pudo imaginar, conscientemente, cuales serfan
los resultados, las consecuencias de las opciones, derivandolos de su
propia experiencia y de la de los demas.
Se podrfa decir, entonces, que el otigen inmediato de los valores
estarfa en la aparicion del self, a traves del cual el ser humano pudo ser
objeto y sujeto de su propio conoci1niento, hecho que le dio la
concien cia de libertad, nucleo de su identificaci6n como ser humano,
distinto del mundo animal y vegetal.
Originados en la teridencia natural al crecimiento yen la experien
cia de libertad, los valores humanos son, pues, los elementos
motiva dores de todo comportamiento genuinamente humano,
mientras mas constructivos, mas capaces de romper
condicionamientos anteriores. El ser humano mas evolucionado
sera l menos predecible. Desde
188 CAP. 12. ORIGEN Y TRASMISION DE LOS VALORES

esta perspectiva, no existen los antivalores, ni la amoralidad, ni el


vado de valores. Los valores destructivos sari tambien preferencias
vigentes, que por circunstancias adversas internas o medioambien
tales coexisten con los otros y, aunque diferentes en sus contenidos,
son exactamente lo mismo en su estructura, motivadores del
compor tamiento humano.
Por ello, cuando alguien se lamenta de que en esta epoca -en
alu si6n a nuestro espacio hist6rico- "ya no hay valores" o "se han
perdi do los valores", lo unico que esta expresando es que los de
esta epoca son distintos y predominantemente negativos. A medida
que los habi tos de un individuo, de un grupo o de una sociedad van
evolucionando o, al reves, cambiando en un proceso degenerativo,
puede decirse que sus respectivos valores van cambiando, pero no que
han desaparecido·. Diferentes autores, desde muy distintas ideologias,
tambien los han agrupado -en congruencia con sus puntos de vista y
opiniones- en ca tegorias, desde las mas obvias, coma individuales,
grupales, comunita rios, sociales y universales, hasta las mas
elaboradas, con fundamento
en los criterios especificos de sus diferentes disciplinas.
Para no caer en los extremos de la sobresimplificaci6n o de los
elencos inacabables, ofrezco las categorias ya enunciadas que, desde
mi experiencia, han sido una forma de agrupamiento, en cierta medi
da, util para todos:
Los conscientes son aquellos reforzadores escogidos deliberada
mente para motivar un determinado comportamiento. Por ejemplo, un
profesor exhorta a sus estudiantes a decir siempre la verdad y a asumir
todas las consecuencias. En alguna ocasi6n le preguntan sus alumnos:
"Cuando usted era estudiante ialgunas veces 'se fue de pinta'? El pro
fesor, en congruencia con su memoria, contesta: En varias ocasiones
no llegue a las clases y me quede divirtiendo con mis compafieros,
aunque tambien me atuve a las consecuencias." Esta es claramente
una rnotivaci6n consciente. En el caso de que nunca se hubiera "ido
de pinta" habria respondido con la misma naturalidad.
Los valores inconscientes son motivaciones no asumidas, ausentes
de la memoria, pero autenticos motores del comportamiento humano.
Volviendo al ejemplo del maestro que es interrogado por sus estudian
tes sabre si en algunas ocasiones se habia "ido de pinta" (y silo habia
hecho), con toda su verdad responde: "Nunca me sali de una clase
o deje de ir a la escuela para disfrutar de otras actividades." En esta
instancia el motivador es claramente inconsciente. El valor no recono
cido que determina el comportamiento es: "Prefiero decir una falsedad
que perder imagen con mis estudiantes." Este valor inconsciente pasa
inadvertido y, sin embargo, es el verdadero motivador.
ORIGEN Y TRASMIS16N DE LOS VALORES 189
·Los valores funcionales son aquellos que motivan el crecimiento a
traves de la satisfacci6n arm6nica e integral de las necesidades de todos.
Generan la salud, resoluci6n pacffica de los conflictos y, en ultimo termi
no, son el origen del bienestar de los individuos, los grupos y la sociedad.
Son, por ejemplo, el respeto, la sinceridad, el amor, el deseo de supera
ci6n y muchos otros que impulsan el bienestar, el crecimiento y la salud.
Los disfuncionales, a su vez, son motivadores del cambio regresi
vo, acentuan los conflictos, obstaculizan la comunicaci6n y son fuente
de malestar, culpa e infelicidad; por ejemplo, la violencia hacia los
demas o hacia uno mismo (culpa y depresi6n), la descalificaci6n, la
rigidez, la condena, la intolerancia, con frecuencia disfrazados de ra
zones socialmente aceptables y de una busqueda sincera. Los valores
disfuncionales son cancer para las personas, los grupos y la sociedad y
llevan al sufrimiento y a la muerte. ·
Los valores culturales son aquellas preferencias habituales pecu
1

liares de un grupo, originadas por circunstancias internas y medioam


bientales que no son generalizables a otras regiones, pueblos, etnias y
razas. Dichos valores reflejan la idiosincrasia y el caracter de los
grupos humanos, mismos que se van enriqueciendo cuanto mas
abiertas son las actitudes de los miembros del grupo. Por ejemplo, el
valor "demo cracia" es caracteristico de la cultura norteamericana,
aunqu,e no todos los estadounidenses sean necesariamente dem6cratas
o practiquen la democracia. El respeto a las leyes es un valor cultural
en Europa y America del Norte (Canada y Estados Unidos), pero no
caracteristico de otros paises del mundo.
Con respecto a los valores universales hay controversia entre
fil6so fos, soci6logos, antrop6logos y psic6logos sabre su existencia
misma. Algunos piensan que son valores culturales aprendidos y
generaliza dos, y otros, que son preferencias innatas del ser humano
hacia el bienestar, la salud y el crecimiento, generalizables a todos los
miem bros de su especie. Otros piensan que la naturaleza humana es
basica mente peligrosa, depredadora y abusiva y que, por tanto, los
valores universales serian los derivados de la prevalencia de los mas
fuertes sobre los mas debiles, asi como de la union de los debiles en
contra de la prevalencia de los fuertes. Esta vision pesimista de la
naturaleza humana se contrapone con otra positiva y optimista sobre la
bondad natural de los seres humanos que acabo de se.fialar.
Probablemente ambas propuestas sean demostrables desde el pun
to de vista hist6rico, pero lo mas cercano a la verdad cientifica estara

1
Se entiende par cultura el conjunto de habitos preferenciales de un grupo, aunque no
todos las miembros compartan estos habitos.
190 CAP. 12. ORIGEN Y TRASMISl6N DE LOS VALORES

en una combinaci6n de ambas tendencias que verian al hombre coma


· libremente optando par su vida y su salud cuando las condiciones am
bientales, tanto internas coma externas, le son favorables; en cambio,
cuando estas no le son, puede ser violento y destructivo hacia sf mis-
1no y hacia las demas. La naturaleza humana tiene preferencias biofili
cas y necrofilicas; asi, se podria hablar de valores universales, coma el
amor a la vida, la busqueda del placer, del bienestar y de la salud, por
una parte, y la violencia contra los demas y contra uno mismo por la
otra; fuente de la disfuncionalidad.
Por ultimo, las categorias de "profesados" y "vividos" tienen para
mi relevancia maxima, porque creo que es aquf donde naufragan indi
viduos, grupos e instituciones o, al contrario, avanzan claramente ha
cia la salud, el bienestar y el desarrollo. Los profesados serian aquellos
que la persona o el grupo o la sociedad proclaman y con los cuales se
describen ellos mismos.
Es muy comun en los discursos pronunciados en la 1nayor parte
de las escuelas sabre sus propias filosofias educativas, idearios y prin
cipios fundamentales escuchar elocuentes disertaciones sabre valores
inobjetables y a veces sublimes contenidos en la documentaci6n insti
tucional, pero ausentes en la practica cotidiana de las aulas, las ofici
nas, la economia y, sabre todo, en las relaciones interpersonales entre
1naestros y alu1nnos, entre el personal administrativo y los empleados,
y entre los individuos y los grupos a todos los niveles.
Los valores profesados sirven de tranquilizantes de las conciencias
de 1naestros y administradores. Valores que no viven, pero que
procla man y les son utiles para justificarse ante la sociedad. Sirven
tambien para proyectar una imagen positiva de ellos mismos a quienes
no la tienen clara o la sienten deteriorada.
Los valores vividos son los que realmente motivan la conducta,
son las preferencias conscientes o inconscientes, habituales u ocasio
nales, que directa1nente explican el comportamiento humano, son los
autenticos motores, la verdadera motivaci6n de una persona indivi
dual, de un grupo o de una sociedad.
Estos valores vividos pueden o no ser abierta1nente proclamados
o expresados coma los valores motivantes, son los que realmente sub
yacen a la conducta y al comportamiento humanos. Cuanto mas con
gruente, mas sincera y mas abierta es la persona, con mas facilidad
accede a la conciencia de todos sus valores. En el ejemplo que ofred
anteriormente sabre el profesor que al manifestar su verdad afirma
nunca haberse "ido de pinta" con sus compafieros, esta bloqueando
a la conciencia el verdadero motivo de su comportamiento: proyectar
una imagen positiva ante sus alu1nnos. Su valor profesado es su pre-
ORIGEN Y TRASMISl6N DE LOS VALORES 191
ferencia por la verdad, mas con la vivencia manifiesta claramente su
temor a proyectar una imagen inaceptable de si mismo para el y para
sus estudiantes.
Los valores vividos son relativamente faciles de reconocer por las
personas congruentes y sinceras. En cambio, resultan inaccesibles para
quienes construyen su realidad a base de conceptos y comportamien
tos "aceptables para los demas". Los valores que solo se profesan no
impactan en los demas. Solo impactan aquellos que son congruentes
con la vivencia misma del que la profesa. Los valores vividos
impactan directamente el ambiente social del que los experimenta y
los mani fiesta, llamese este ambiente familiar, escuela o iglesia.
Para el autor, educar es trasmitir los valores a traves de la relaci6n
interpersonal, a traves de la vivencia directa de estas preferencias en
-la conducta, en el comportamiento diario. Explicarlos no es lo mismo
que trasmitirlos, que contagiarlos. Para realmente tener influencia en
el comportamiento de los estudiantes es indispensable que los educa
dores puedan vivirlos con sinceridad, transparencia y conviccion. Un
"curso de valores" no influye en la conducta de quienes lo toman. Los
conceptos se esclarecen y se amplian, mas el curso no es educador. Si
se busca impactar las preferencias_de los que lo toman, si se pretende
que en verdad sea educador, quien lo propane tiene que vivir ealmen-
te lo que ensefia.

·
Ni los padres de familia ni los profesores, ni los sacerdotes o los
evangelizadores impactan con sus palabras, a no ser que estas sean
congruentes con el comportarniento. Todos ellos in.fluyen en los
demas con su manera de vivir y con lo que manifiestan y trasmiten
con auten ticidad y entusiasmo genuino.
Educar en valores no es hablar sobre las preferencias habituales
de las personas o de lbs grupos, sino vivir dichos valores con pasion y
alegria hasta sus ultimas consecuencias.
No me siento producto de los razonamientos, discursos y orienta
ciones recibidos de mis padres, de mis maestros o de mis autoridades,
sino de sus ejemplos, compromisos expresados y vividos y de su acti
tud hacia mi persona. Aprendf el respeto no de los que me lo explica
ron, sino de los que me respetaron explicitamente. Aprendi a amar no
de quienes me dijeron que me amaban, sino de quienes yo senti q_ue
tenian hacia mi un afecto y un compromiso seguro.
En conclusion, los valores meramente profesados tienen impacto
solo cuando son congruentes con la vivencia misma de quienes los
profesan. Los valores vividos y expresados a traves de la experiencia o
de las relaciones interpersonales impactan y son capaces de transfor
mar los entornos sociales mas adversos.
192 CAP. 12. ORIGEN Y TRASMISION DE LOS VALORES

En las cfrculos humanistas de Mexico donde se estudian y se


tratan de practicar las valores del desarrollo humano es muy socorrida
la fra se "hablar desde dentro o desde ti mismo", en contraposici6n a
hablar en teoria, en forma impersonal o justificatoria.
tEs conveniente, entonces, influir con las valores propios en el
comportamiento de las demas, llamese educaci6n, acompafiamiento
personal, psicoterapia? Mas aun ies sencillamente etico hacerlo?
No sera etico imponer las preferencias propias o tratar de cambiar
a las demas en la direcci6n de las propios valores. Tampoco es saluda
ble ni recomendable trasmitir valores y preferencias sin saber con cla
ridad que se esta trasmitiendo o promoviendo. Impulsar abiertamente
las de la salud y del crecimiento cuando estos son asumidos y claros
para la persona que las trasmite es el prop6sito mismo del acompafia-
miento personal y de la psicoterapia. ·
Probablemente educar no sea otra cosa que trasmitir -a traves de
la vivencia diaria- las valores de la salud y del ctecimiento humano.
Promover la busqueda del conocimiento y de la cultura de las artes
y el deporte a traves del testimonio transparente d,e los valores del
arhor, del respeto, de la colaboraci6n, de la justicia y de la equidad,
mas no unicamente con el discurso ret6rico o con los cursos y
progra mas 16gicamente bien integrados, sino a traves de la
comunicaci6n no verbal (el comportamiento) del interes genuino,
del todos ganan en la resoluci6n de las conflictos y de la
comprensi6n profunda del mundo de las demas. Tal vez educar
signifique ser y actuar para be neficio no solo de la comunidad
educativa, sino tambien de todo el entorno social.
Educar, en este contexto, no significa cambiar a las demas, sino
proporcionar autenticamente las oportunidades de aprender y de com
partir el aprendizaje, el talento y la sabiduria. Las leyes y las nor
mas no son otra cosa que estrategias sociales para proteger las valores
funcionales de la comunidad. Educar significativamente es trasmitir
a traves de la vivencia los valores de la salud, del desarrollo y del
crecimiento en todas las dimensiones. No es imponer, sino dejar que
fluyan las preferencias espontaneas del organismo que se desarrolla en
condiciones favorables.
Me identifico con la formulaci6n que hace Carl Rogers del proceso
de valoraci6n en la persona adulta (1978): tiende a alejarse de fal
sas imagenes. Las pretensiones y las defensas tienden a ser valoradas
negativamente y tienden a alejarse ·de las "deberias". El sentimiento
apremiante de que "debo hacer o ser de este modo o de aquel" es va
lorado negativamente. La persona adulta se aleja de "lo que debe ser"
impe_rsonal, sin necesidad de saber quien ha impuesto ese
imperativo,
ORIGEN Y TRASMISl6N DE LOS VALORES 193
y busca lo que la congruencia y la sabidurfa del organismo le dicta,
desde su interior, a saber:

• Satisfacer las expectativas de otros, agradar a otros como meta


en sf misma, negativamente.
• Ser real, muy positivamente. Ser uno mismo, o sea, sus senti
mientos y significados reales, parece ser la preferencia mas salu
dable.
• La autodirecci6n como positiva. La persona que camina hacia la
madurez descubre una creciente satisfacci6n en actuar conforme
a sus propias elecciones.
• Ser un proceso positivamente. El deseo de cumplir algunas
metas establecidas se justifica por la experiencia de ser un
proceso de potencialidades crecientes.
• La sensibilidad hacia otros y la aceptaci6n de otros tambien.
• Apreciar a los demas por lo que son, asf como ha llegado a apre
ciarse a sf misma por lo que es, es valorado positivamente.

Asimismo, las relaciones profundas, de cercania, de intimidad, de


realidad completa y comunicativa con otra persona son consideradas
como un valor muy alto.
Tal vez -dice el mismo Carl- el individuo en proceso llega a valo
rar mas que nada la apertura a toda experiencia interna y externa. Ser
abierto y sensible a las propias reacciones y sentimientos internos, asf
como a o·de las demas ya las "realidades" del mundo es una actitud
claramente preferida. Esta apertura llega a ser el recurso mas valorado
de la persona en proceso de crecimiento.
Finalmente -dice Carl- hemos-vuelto al tema de la universalidad
de las valores, pero por una ruta diferente. En lugar de.las valores uni
versales que existen afuera, independientemente de nosotros mismos,
o de un sistema de valor universal impuesto por gobernantes, fil6so
fos, psic6logos o sacerdotes, nos abrimos a la posibilidad de ir descu
briendo preferencias universales que emergen de la propia experiencia
del organismo humano.
Aunque el hombre moderno ya no confie en la religion, ni en
la ciencia, ni en la filosofia, ni en algun sistema de creencias, puede
encontrar una base valoral organfsmica dentro de sf mismo. Esta lo
lleva a estar en contacto con un sistema preferencial orientado hacia la
salud, el bienestar y la armonfa en el universo.
13
CAPITULO


Discrepancies eticas

La hip6tesis humanista sabre el criteria de la etica universal es


que todo aquello que contribuya al crecimiento personal arm6nico e
integrado del individuo, los grupos y la sociedad es bueno, asi coma
la contraparte: todo aquello que lo obstaculice es considerado destruc
tivo o malo. En este sentido, el desarrollo humano puede ser conside
rado el horizonte etico del proceso educativo. En otras palabras, es el
objetivo final de todos los aprendizajes. La mayoria de los educadores
estaria1nos de acuerdo con esta propuesta y las discrepancias e1npe
zarian al contrastar las diferentes percepciones sabre salud, bienestar,
desarrollo, armonia e integralidad. Y todavia serian mas hondas, al
contrastar las teorias o marcos te6ricos implicitos o explicitos en los
diferentes conceptos que acabamos de plantear.
En el Instituto Neuropsiquiatrico de la Universidad de Illinois, en
Chicago, cuando llevaba a cabo yo un internado como etapa final del
doctorado en psicologia clinica, fui cuestionado en cierta ocasi6n por
uno de los supervisores sabre mi capacidad de respetar los sistemas
valorativos de las personas acompafiadas por mi en el proceso
psicote rapeutico, siendo yo cat6lico y jesuita. Con justa raz6n -diria
yo- ex pres6 esta inquietud a un principiante en la practica de la
psicoterapia, aunque yo en ese momenta no veia proble1na alguno al
respecto.
Durante mi formaci6n de jesuita y, en concreto, como estudiante
de teologfa tuve que defender la tesis: "Fuera de la Iglesia cat61ica no
hay salvaci6n." En publico acepte esta afirmaci6n, pues era requisito
indispensable para obtener el grado de licenciado en teologia. En el
fondo de mi ser experimente rebeldia ante una formulaci6n, para mi,
producto de la soberbia. Yo veia las diferentes religiones como caminos
194
DISCR EPANCIAS ETICAS 195
diversos hacia Dias, aunque entre ellas se descalificaran unas a otras.
Tambien vi con claridad que con frecuenda yo habia sido inflexible
en la defensa de mis valores, siguiendo el eje1nplo de mis maestros y
colegas jesuitas. Ahora pienso que la inquietud de mi supervisor era
valida, aunque yo me vivo, en general, coma una persona abierta no
solo al dialogo, sino tambien al cuestionamiento.
A lo largo de mi carrera me encontre con una figura que ilumin6 mi
inteligencia y mi fe con sus formulaciones antropol6gico-teol6gicas. En
efecto, Pierre Teilhard de Chardin, arque6logo y antrop6logo jesuita de
principios del siglo pasado, avizora el futuro de todas las disciplinas,
i todas las religiones y los conocimientos, integrados arm6nicamente en
un paradigrria universal: el punto de confluencia Omega.
De todos modos, esas inquietudes de mi supervisor -que si tenian
fundamento- me hicieron reflexionar sabre c6mo me gustaria manejar
las discrepancias valorales que tendrfan que ·darse entre la persona
acompafiada y yo coma acompafiante en la psicoterapia.
En la sociedad pluralista contemporanea, una sana ·posici6n etica
solo puede fundamentarse en el genuino respeto por los sistemas valora
tivos de individuos y de grupos, reflejo de una clara y congruente afirma
ci6n de los valores propios, sin dogmatismo y s i-nanimo decontroversia.
Esto significa que -ante la diversidad de planteamientos y soluciones a
la problematica de la vida, especialmente cambiantes en esta epoca- solo
una etica claramente incluyente puede garantizar un acompafiamiento
efectivo de personas y sus grupos en todos los ambitos de la sociedad.
San Juan de Dias, fundador de la orden de los juaninos, que tienen
por vocaci6n el cuidado de las personas con diversos tipos de disfun
cionalidad emocional y afectiva, cuenta que un amigo muy cercano,
poco antes de su muerte, le hizo la siguiente confesi6n: "Yo me con
verti al catolicismo para evitar la persecuci6n y salvar mi vida.1 En lo
profundo de mis convicciones y de mis creencias he seguido practican
do el Islam y he sido fiel a mis creencias." Juan de Dias le contest6:
"Estoy seguro de que Dios premiara tu fidelidad a tu conciencia y te
recibira entre sus brazos."
La discrepancia valoral es consecuencia de la diversidad en todos
los seres humanos, diversidad en la dotaci6n genetica y en la expe
riencia de vida. No existen dos seres humanos que tengan las mismas
preferencias, ni siquiera tratandose de gemelos univitelinos. Por esta
raz6n, el respeto es considerado el valor central en el ejercicio de las
relaciones interpersonales saludables, desde la perspectiva humanista,
y yo diria que desde cualquier perspectiva ideol6gica.

1
Esto sucedi6 en la Espana de los reyes ca't6licos.
196 CAP. 13. DISCREPANCIAS E.TICAS

La empatia es una actitud que implica respeto hacia los demas y


especificamente hacia los sentimientos, los significados y el compor
tamiento de otros seres hu1nanos. Hay que tener en cuenta que em
patizar no es estar de acuerdo con la otra persona, sino entrar en su
mundo y tratar de entenderlo como ella o el lo entienden.
Asimismo, la actitud positiva incondicional, que algunos piensan
que esta. incluida en el concepto de empatia, significa que en nin
g(1n momenta habra juicio o rechazo hacia la persona que esta siendo
acompafiada, ni sabre sus pensamientos, ideologfa, significados, en10-
ciones, sentimientos y conductas. En tualquier hipotesis, el facilitador
o psicoterapeuta mantendra un animo favorable y una relacion ca.Iida
hacia la persona que esta hacienda la busqueda.
En mayor o menor grado, necesariamente se suscitaran discrepan
cias entre los sistemas valorativos de la persona en busqueda y los del
facilitador. No le corresponde a este cuestionar o juzgar los criterios
eticos, valorativos de la persona que esta hacienda la busqueda. Su
papel es clarificar, comprender a fondo y enriquecer -si es posible y
prudente- el sistema valorativo de la persona acompafiada.
· Enseguida se dan algunos ejemplos. En una circunstancia tan di
ffcil como·es acompafiar a una persona en la decision de abortar o no
abortar, el papel del facilitador no es el de cambiar los criterios valora
tivos de quien esta en busqueda, sino de entenderlos profundamente
y de enriquecerlos con la propia experiencia. Si la persona en cuestion
tiene el proposito de abortar o no abortar por las razones con las que
el facilitador o acon1pafiante no esta de acuerdo, toca a este primero
comprender y respetar dichas razones. Segundo, cuando lo considere
prudente, dar a conocer sus propios puntos de vista y sus opiniones
(es muy dificil distinguir entre lo que es una manifestacion de la opi
nion propia y la tendencia cultural a persuadir y tratar de cambiar las
opiniones divergentes). Mas en esto esta la congruencia del
fa.cilitador, en comunicar con asertividad y en forma autentica la
experiencia y los propios descubrimientos, sin tratar de imponerlos a
los demas.
La actitud empatica, coma la positiva incondicional, son genera
doras de seguridad y por tanto de autoestima, ingrediente basico del
crecimiento personal. Cuando la autoestima es asociada con los crite
rios de valoraci6n propios, estos pueden ser mas facilmente aclarados
y enriquecidos.
Parece importante subrayar la importancia que tienen tanto la pre
paraci6n academica coma la practica del facilitador, cuidadosamente
evaluadas. Sin ser un especialista en todos los ca1npos, si debe ser el
facilitador una persona docta y conocedora de los temas que se van
abordando en el proceso del acompafiamiento.
DISCREPANCIAS ETICAS 197
Volviendo al tema de acompafiar a una persona a traves del pro
ceso que lleva a la decision de abortar o no abortar, por tratarse de un
tema etico controversial, contemporaneo, que importante es que el
facilitador sepa consultar a proposito del tema y este suficiente1nente
empapado de la literatura y practicas pertinentes.
A manera de ejerriplo, una reflexion sobre los conocimientos
utiles para enriquecer la reflexion sobre un tema tan polemico: la
diversidad de planteamientos y soluciones al problema del aborto
inducido es angustiante; por fortuna, existen algunos puntos de
partida generales y algunos denominadores comunes.
En primer lugar, la totalidad de los grupos y de los individuos
parece estar de acuerdo en que debe protegerse y estimularse la vida
humana. Las diferencias surgen de los diversos conceptos que grupos
e individuos tienen de la vida humana y de lo que significa protegerla
e impulsarla en el individuo y en la especie. Parece no existir
desacuerdo entre psicologos, medicos y sacerdotes de las distintas
religiones en que los derechos humanos estan involucrados en las
decisiones sobre el aborto. Las divergencias aparecen al intentar
discernir las priorida des de dichos derechos.
Nadie parece negar que tanto los directamente afectados por la
decision co1no los profesionales que participan en ella debe11 ser
legal y moralmente responsables de sus acciones. Las diferencias
surgen inevitablemente en el momenta de asignar responsabilidades y
al tra tar de establecer las fuentes, los significados y los fines de dicha
res ponsabilidad.
En esta sociedad y en cualquier otra, solo el resp to por los valores
y las diversas formas de integrarlos hace posible la comunicacion y
la convivencia. Surgen las discrepancias al tratar de dilucidar cuales
son los valores genuinos y cuales son racionalizaciones, mascaras o
manifestaciones imprecisas de posiciones que violan los derechos de
los demas. Dilucidar los valores y sistemas valorativos operantes en
las personas implicadas no siempre es facil, sino requiere la
colaboracion honrada de todas las partes, y esta colaboraci6n resulta
especialmente dificil en un asunto tan emotivo y controversial.
Afiadase a esto que los cambios en el mundo van siendo cada vez mas
amplios y profundos; por tanto, la caracteristica indispensable de los
seres humanos en esta epoca es la adaptabilidad, o sea, apertura al
cambio y flexibilidad para comprender diferentes puntos de vista.
Hace poco la Asamblea de Representantes del Distrito Federal
des penaliz6 el aborto inducido si el procedimiento se llevaba .a cabo
du: rante las 12 primeras semanas del embarazo. Por razones muy
claras de salud publica fue despenalizado y precisamente para
conseguir que
198 CAP. 13. DISCREPANCIAS !:TICAS

quienes han tornado la decision de abortar, por cualesquiera que fue


ran las razones, primero, no sean victimas de la rapacidad de los que
prestan los servicios de abortos clandestinamente y, segundo, puedan
hacerlo en condiciones garantizadas de salud.
Esta controvertida decision de la Asamblea del Distrito Federal re
solvio un problema que venia afligiendo a nuestro pafs desde hace
muchos afios, pues la practica del aborto inducido se venfa llevando a
cabo clandestina1nente y con grave peligro para las mujeres, principa
les victimas.
Muchos piensan que esta decision fue muy atinada y que los de
mas estados de la Republica van a seguir esta pauta. En pocos afios
habra legislacion federal. Consideran muy saludable la decision de los
representantes de la ciudadania en esta asamblea, porque no "lega
lizaron" el aborto, unicamente lo "despenalizaron". Si esta practica
se hubiera "legalizado" hubiera habido muchas reacciones en contra,
pues en primer lugar hubiese sido anticonstitucional y, en segundo, el
catolicismo mexicano -arraigado en nuestra cultura- habria resentido
una medida de esta naturaleza. Sin embargo, el hecho de haberlo uni
camente despenalizado sin legalizarlo dio pie a que cada quien obrara
segun su -conciencia, sin temor al castigo o sancion alguna.
Quienes consideren que la practica del aborto es c'ontra sus prin
cipios y contra su propia fe y creencias no estan forzados a hacerlo,
coma tampoco pueden ser impedidos quienes por las mismas razones
toman la decision.de abortar. En realidad se protegieron la conciencia
y los principios de todos.
Lo unico que no puede hacerse -segun esta nueva legislacion- es
forzar el punto de vista de un sector sabre otro, aunque este sector
representara la mayoria. El aborto sigue siendo ilegal segun la Cons
titucion mexicana, pero nadie sera penalizado por llevarlo a cabo, y
quienes opten por ello no solo no seran penalizados, sino que podran
contar con el apoyo del Estado para proteger su salud.
Otros temas de gran relevancia que estan siendo debatidos en la
sociedad contemporanea, y muchas veces cargados de visceralidad
mas bien que apoyados en la razon, son la muerte asistida o eutana
sia y la nueva cultura sexual que se esta generalizando en un mundo
globalizado.
No es mi proposito tomar partido; silo hiciera serfa incongruente con
1nis propias convicciones. Esto no significa que no las tenga o que
cuando lo considere prudente no las pueda externar, sino que no es mi
proposito hacer proselitismo o cambiar el sistema valorativo de la otra
persona. Tratare de exponer sinteticamente las opiniones divergentes con
respecto a estos dos te1nas, coma generalmente se plantean en la
actualidad.
DISCREPANCIAS t:TICAS 199
tQuien, al salir de alguno de los hospitales modernos tan bien
abastecidos de personal competente, coma de la tecnologia mas avan
zada, no siente un hueco en el corazon .al ver que, por dentro, un
amigo o pariente cercano se debate entre la vida y la muerte, sin es
peranza de recuperacion? Algunos medicos interpretan el juramento
de Hipocrates prolongando la vida a estos pacientes, aun dandose
cuenta del peso de esta decision en su econ01nia yen la de sus fami
lias, siendo ademas conscientes de las ganancias de los hospitales y
obviamente de las propias.
Otros afirman que, desde el punto de vista de una etica univer
sal, nadie es a obligado a poner medias extraordinarios para prolongar
la vida de los enfermos terminales. Desafortunadamente, en nuestra
cultura, tanto los medicos como los familiares de los pacientes y sus
amigos con frecuencia experimentan sentimientos de culpa por no ha
ber hecho "todo lo posible para rescatar al paciente o al amigo", aun a
costa de gastos onerosos que no consiguen su proposito.
Muchos pacientes -todavia en uso de sus facultades- de hecho pi
den al personal medico que rio se utilicen medias extraordinarios para
prolongarles la vida, pero sf para librarlos de sufrimientos innecesarios.
El problema muchas veces esta en que, habiendo perdido el pa
ciente la capacidad de decidir por sf mismo, quedan en manos de la
familia y de los amigos las opciones dificiles: tdesconectarlo, signifi
cando con esto ocasionarle la muerte? tMantenerlo con vida un tanto
artificial? o no utilizar medias extraordinarios para prolongar su vida.
Mas dificil aun, no desde una perspectiva etica, sino psicologica,
resulta para los medicos y muchas veces para las·familias o los fami
liares en concreto llegar a una decision de "comun acuerdo" cuando
algunos de ellos manifiestan divergencias con la opcion tomada por la
mayoria de quienes se consideran responsables.
En circunstancias coma esta y en todas las instancias descritas se
espera de los profesionales mantener la calma y escuchar a todos los
involucrados, sin animo de persuadirlos hasta que se puedan tomar las
decisiones mas conscientes y mejor infonnadas y sea posible formular
los acuerdos indispensables para que todos se sientan al 1nenos escu
chados y tomados en cuenta.
La practica del divorcio se esta generalizando cada vez mas en
la sociedad actual; mas aun, el mismo contrato matrimonial en al
gunos cfrculos esta pasando a ser no mas qµe un convenio jurfdico
o religiosamente valido, implfcitamente terriporal entre dos personas
que libremente deciden vivir juntas, sin mas especificaciones. Algunos
psicologos y sociologos inclusive consideran que este tipo de acuerdos
pueden ser mas maduros que los contratos convencionales, pues con-
200 CAP. 13. DISCREPANCIAS ETICAS

sideran que estas decisiones tomadas por muchas parejas contempora


neas son mas libres y mas autenticas. Con frecuencia los facilitadores
y los psicoterapeutas tienen discrepancias profundas con esta manera
de pensar o con las repercusiones que tiene en las estructuras
familiares que sustentan nuestra sociedad. Sin embargo, el papel del
facilitador o del psicoterapeuta no es persuadir a sus clientes de lo que
el considera lo mejor para ellos, sino de acompafi.arlos en la toma de
sus propias decisiones, con fidelidad a sus conciencias.
Estas fonnas de entender el matrimonio y el divorcio -ampliamen
te extendidas en la sociedad global contemporanea- no son mas que
un aspecto de lo queen un ambito mas amplio esta siendo llamado la
revoluci6n sexual del siglo xxr. En efecto, el sexo esta dejando de
tener implicaciones eticas para las generaciones j6venes en todo el
mundo y pasando a ser parte del repertorio de conductas de cercanfa,
intimidad y carifi.o, sin mas restricciones eticas que las de no
violentar a la pare ja, ni hacerle algun tipo de dafi.o. Psic6logos,
psiquiatras, facilitadores y orientadores coinciden con estos puntos de
vista que se contraponen
. a las formulaciones y planteamientos morales de algunas religiones.
· La practica de la masturbaci6n es muchas veces generadora de an
siedad y de culpa aun en j6venes de convicciones liberales. En efecto,
las iglesias -segun algunos- mantienen una doble moral respecto a
estas experiencias. Por una pa.rte, en sus ensefianzas doctrinales sos
tienen que estas practicas son pecaminosas, en contraposici6n con la
tolerancia pastoral de muchos de sus ministros, abiertos a las nuevas
corrientes que se van extendiendo por todo el mundo. La divergencia
entre la proclama doctrinal estricta y la apertura de las practicas pasto
rales produce conflicto en muchos de sus fieles. Ante estas realidades,
un numero creciente de j6venes_contemporaneos opta por deshacerse
de las creencias y de las practicas religiosas, o adopta ante ellas una
postura esceptica, lejana.
Otro tema controversial -ya no tan influido por elementos emocio
nales- es el uso de los anticonceptivos. En todo el mundo se ha difun
dido esta practica y, aunque la mayor pa.rte de las religiones no han
cambiado sus postulados doctrinales, las orientaciones de los pasta.res
y la practica de los fieles de todas las iglesias no unicamente los han
tolerado, sino tambien han impulsado su uso coma una responsabili
dad de todos en este mundo sobrepoblado.
Las formulaciones doctrinales de la Iglesia cat6lica todavia pro
mueven el uso del metodo Billings coma aceptable y condenan
otras practicas anticonceptivas. Sin embargo, los fieles -con el
respaldo de sus pastores- siguen utilizando los anticonceptivos en
forma indis criminada.
DISCREPANCIAS ETICAS 201
Durante el Concilio Vaticano II, el pontifice Juan XXIII form6
una comisi6n de te6logos laicos y religiosos para dilucidar el tema y
fun damentar teol6gicamente sus conclusiones. La comisi6n concluy6
que unicamente se podrian diferenciar los metodos anticonceptivos
por el dafio mayor o menor a la salud, puesto que todos pretendian
prevenir la concepci6n: unos con metodos ffsicos, otros con metodos
qufmicos. Sin embargo, la finalidad de todas las estrategias era la
misma y esta determinaba el sentido de la practica. La comisi6n
reconoda que las fronteras entre la ffsica y la qufmica eran cada dia
mas permeables y que los usuarios deberfan fijarse mas en cuales
preservaban mejor la salud y no tanto en la metodologfa de la
estrategia.
Desafortunadamente, aunque la comisi6n termin6 su cometido y
redact6 un excelente documento que abrfa las puertas de la Iglesia ha
cia la modernidad en un asunto vital para la saltid reproductiva, ya no
alcanz6 la firma de Juan XXIII, y Pablo VI y Juan Pablo II
mantuvieron la posici6n tradicional de la Iglesia.
Habra quien no este de acuerdo con estos planteamientos. Para mf
esta en todo su derecho. Sin embargo, no seria saludable descalificar
los porque no coinciden con la etica o con los principios filos6ficos
o morales de quien los descalifica, especialn1ente si no se presentan
hip6tesis alternativas.
/'.._
CAPITULO

El di61ogo liberador
en la fa.miliat el
grupo y la sociedad

Asi como la tecnologia moderna evoluciona en todas direcciones,


una de estas, increiblemente compleja -la comunicacion electronica
vir tual- avanza a pasos agigantados. Las computadoras, los telefonos
y la variedad inmensa de software que complementan los servicios
compu tacionales·ya existentes crecen cada dia, y a diario tambien los
equipos se van hacienda obsoletos y la espiral de su creci1niento no es
-en mu chos casos- previsible.
No cabe duda de que la tecnologia facilita e impulsa la
informacion en sus diversas modalidades. Las noticias -tanto buenas
como 1na las- dan la vuelta al planeta instantaneamente, las aulas
interactivas se multiplican en las escuelas y las redes de interaccion
social se van extendiendo a lo largo y ancho del planeta.
Informaciones detalladas
· sabre todos los temas recorren a miles de kilometros por hora las auto
pistas de Internet, de tal suerte que el ser humano en el siglo xx1 tiene
al alcance de la computadora la informacion existente no solo en las
bibliotecas del mundo, sino tambien la relativa a todos los temas que
podrian ser objeto de su interes o de su curiosidad.
Nunca antes habia tenido el hombre tanta necesidad de compartir
ideas nuevas, logros y descubrimientos. Es explicable porque los cam
bios se han venido dando en proporciones exorbitantes y estos a su
vez han generado nuevos conocimientos que estimulan la creatividad
del ser humano evolucionado del siglo xx1.
El proceso del descubrimiento que impulsa la creatividad y esta
a su vez propicia el descubrimiento se esta dando en todas las disci
plinas teoricas y aplicadas, beneficiando asi a grandes sectores de la
poblacion·. El intercambio de informacion no solo no es indeseable,
sino necesario como fuente del progreso de la sociedad contempo-

202
EL DIALOGO LIBERADOR 203
ranea. Desafortunadamente, por la irresponsabilidad de quienes ma
nejan los medios -dados los monopolios y la comercializacion de la
noticia sensacionalista- no siempre es asi. Una creciente libertad de
prensa -indispensable en si, mal entendida- se presta a la calumnia,
a la descalificacion, al manejo meramente comercial y al sensaciona
lismo. Gran parte de la informacion difundida no esta cumpliendo sus
propositos educativos y menos aun con la tarea de facilitar e impulsar
los procesos de comunicacion y crecimiento personal de la sociedad.
Podria concluirse que los grandes avances en el intercambio de
informacion han respondido solo en parte a la necesidad de
comunica
.cion, de dialogo integrador de las diferencias e impulsor de un verda
dero desarrollo armonico con la participacion plural de los
interesados. Este intercambio de informacion no satisface la enorme
necesidad que tienen los seres humanos de comunicarse entre si y, al
mismo tiem po, revela su gran dificultad para hacerlo. Una de las
razones podria ser que -asi como todos necesitamos ser escuchados-
hay muy pocos que pueden, saben y quieren escuchar. Y escuchar es
la esencia misma, el nucleo neural de la comunicacion. Es dificil
escuchar, porque para ha
cerlo es necesario salir del propio mundo y aderitrarse en las vivencias
de los demas. Para realmente escuchar debe acallarse el ruido interno y
aun el dialogo con uno mismo, dificilmente interrumpible.
En una epoca en que la tecnologia informatica esta evolucionando
en todas sus formas, la autentica comunicacion humana va desapare
ciendo en aras de los intereses creados por la publicidad para generar
ganancias y no aprendizajes significativos necesarios para el genuino
bienestar, la salud y la evolucion de la raza humana. Por ello, a
medida· que se desarrolla la tecnologia informatica en todas sus
modalidades, crece la incomunicacion entre los seres humanos. El
problema se tor na mas complejo, porque con frecuencia se
confunden los terminos comunicacion e informaci6n. A todo se le
llama comunicacion cuando en estricto sentido no puede calificarse asi
a lo que es meramente in tercambio de datos impersonales, o
experiencias superficiales, o mo nologos y retroalimentacion. La
comunicacion esta precisamente en la
, retroalimentacion de experiencias significativas y enriquecedoras entre
los participantes.
Es obvio que el intercambio de informacion es solo una parte del
proceso de dialogo, y que un dialogo profundo y liberador lleva ne
cesariamente consigo el escucha comprensivo. Este tipo de dialogo
es precisamente lo que esta faltando en el mundo a todos los niveles:
dialogo con uno mismo, en la familia, en la escuela, en la Iglesia, en
las empresas y grupos laborales y en la politica, un dialogo que ver
daderamente libere los genuinos sentimientos y significados de todos,
204 CAP. 14. EL DIALOGO LIBERADOR

sin juzgar ni descalificar, que abra las puertas a la creatividad y deje


de lado la intolerancia, la imposicion y cualquier estrategia discrimi
natoria y de bloqueo.
El mundo requiere un dialogo liberador de prejuicios y condicio
na1nientos destructivos para caminar firmemente hacia la paz. El nu
cleo de este dialogo esta en la escucha activa, y la clave para esta es
la comprension del mundo del interlocutor, no la aprobacion, sino la
comprension, con el proposito de enriquecerse con las diferencias en
la busqueda del crecimiento armonico de todos.
Es desalentador que en todas partes se habla de dialogo y en muy
pocas se practica y se incorpora a la cultura. Hacen falta programas
que ofrezcan talleres de empatia como n(1cleo insustituible del dialogo
y de una nueva cultura de la c01nunicacion. El dialogo es liberador
de prejuicios y de habitos de exclusion porque esta hecho de escucha
activa con la participacion de todos. Es el instrumento privilegiado
de la comunicacion, el aceite de la convivencia y la clave del des
arrollo humano. De aquf la importancia de reflexionar sobre algunas
caricaturas de dialogo que facihnente han venido tomando como tal.
Einpecemos por el asf llamado reflejo o espejeo de lo que el otro
dice y siente. Podria este ser un ejercicio util, introductorio al dialogo,
mas nunca tiene el mismo efecto del escucha empatico que verdade
ramente comprende el mundo del interlocutor y lo va integrando a
la comprension del propio. Reflejar y espejear tienen solo un ligero
parentesco con incursionar en el mundo del otro sin descalificarlo, ni
necesariamente estar de acuerdo con el, sino validandolo como una
hipotesis enriquecedora en el proceso de integrar las diferencias.
Interpretar el comportamiento o el discurso o la semantica del otro
tampoco es dialogar, es mas bien guitar al interlocutor el poder de ex
plicar por el mis1no su propia experiencia. Dialogar tampoco es emitir
juicios -sean estos aprobatorios o descalificadores- porque automati
camente convierten al facilitado,r en juez y al dialogo en polemica o
lucha, cuando su funcion es servir de instrumentos de conciliacion e
integracion.
Es evidente que cualquier pole1nica irrespetuosa y descalificadora
no es propiamente dialogo, sino una caricatura de tal. Las polemicas
violentas son, en esencia, lucha por el poder y una demostracion fla
grante de la inseguridad de quienes participan en ella.
En una ocasion el escritor y poeta Javier Sicilia, bajo apariencia de
dialogo, exigio al presidente Felipe Calderon que pidiera perdon por
las 1nuertes de las victimas inocentes en la lucha contra el crimen
organi zado, implicando obviamente que lo consideraba culpable
ta1nbien de los secuestros y de las muertes. Ni siquiera menciono a
los delincuen-
EL DIALOGO LIBERADOR 205
tes, responsables directos de las matanzas. Calderon respondio que el
pedfa. perdon par las muertes de las victimas inocentes, pero que no
estaba dispuesto a abandonar la lucha contra el crimen organizado,
obligacion constitucional de su puesto. Dijo, ademas, que si no tuviera
para defenderse masque piedras en la lucha emprendida, gustosamen
te lucharfa con piedras en el caso de ser este su unico recurso.
Aunque algunos periodistas y Ifderes de opinion consideraron que
este intercambio hab:fa sido un logro de Javier Sicilia y un gran avan
ce en el dialogo entre la sociedad civil y la autoridad, yo lo veo de
manera muy diferente: exigir coma condicion para el dialogo que el
interlocutor pida perdon es manipulatorio y anula toda posibilidad de
comunicacion genuina. Tal parece que el presidente Calderon estaba
mas dispuesto que Sicilia a entablar el dialogo al reconocer el dolor de
Javier y admitir que se sentfa en parte responsable, mas no culpable
de las v:fctimas inocentes.
Dialogar esta en tratar de conocer a fondo el punto de vista del
interlocutor, as:f coma todas sus facetas importantes para verlo coma
el lo esta viendo antes de emitir su propio punto de vista. No consiste
obviamente en estar de acuerdo con el interlocutor '""7menos aun en
juzgarlo o descalificarlo-, sino unicamente en comprenderlo a fondo.
El dialogar esta en trasmitir verbalmente la comprension q4e una de
las partes tiene de la percepcion de la otra y viceversa. El dialogo ge
nuino no solo no compromete la negociacion, sino que le pavimenta
el camino.
tPor que un dialogo coma el hasta aqu:f descrito verdaderamente
libera? Respondere esta pregunta primero en el ambito de la psicotera
pia, despues en el area de la comunicacion grupal, de las relaciones in
terpersonales y, por ultimo, me referire a las relaciones
internacionales. A lo largo de la vida -al mismo tiempo que se suscitan
satisfaccio
nes profundas- todos hemos experimentado heridas causadas por la
incomprension, el rechazo afectivo o el abandono. Normalmente estas
heridas van sanando a traves de las relaciones saludables que se van
estableciendo en las familias, entre las amigos, en las escuelas e igle-
. sias y en otras relaciones que constituyen normalmente la·experiencia
comun de la existencia humana. Sin embargo, estas heridas en algunas
personas han sido tan profundas que han tenido efectos incapacitan
tes, y quienes las han sufrido han necesitado de ayuda profesional para
recuperar la facultad de manejar por ellos mismos su problematica.
La disfuncionalidad tiene coma origen tambien la falta de since
ridad, el disimulo y los dobles mensajes en aquellas relaciones in
terpersonales especialmente importantes, coma las que se dan entre
la madre, el padre, los parientes cercanos, las maestros y profesores,
206 CAP. 14. EL DIALOGO LIBERADOR

los sacerdotes y otras personas analogas. En otros casos, la disfun


cionalidad o incapacidad relativa para manejar la problematica de la
propia existencia ha sido generada por la violencia o el maltrato o el
abuso verbal o fisico. Este tipo de disfuncionalidades se observa espe
cialmente en culturas autoritarias e impositivas y tambien en ambitos
excesivamente paternalistas, en los hogares, escuelas e iglesias.
La consecuencia de todas estas experiencias ha sido la baja au
toestima, principal s:fntoma en las discapacidades, el sentimiento de
impotencia frente a una realidad adversa, los sentimientos de culpa,
la necesidad de castigo con angustia y miedo en general; todas estas
modalidades se presentan en diferente proporci6n, segun las caracte
r:fsticas individuales de cada uno.
As:f como fueron deficientes las relaciones interpersonales y dis
funcionales las condiciones sociales desfavorables que generaron los
sentimientos de impotencia, culpa y miedo a la realidad, as:f la libera ci6n
de estos sentimientos unicamente puede darse a traves de otras relaciones
interpersonales con las caracter:fsticas opuestas a las que originaron la
disfuncionalidad.
· En efecto, la empat:fa, la actitud positiva incondicional y la
con gruencia en el facilitador compensan las experiencias de
incom prensi6n, rechazo, falta de sinceridad, abuso y mal trato a lo
largo de la vida.
El analisis conceptual de la experiencia -especialrnente cuando
este es hecho por el psicoterapeuta o analista- tiene ·muy poco im
pacto, porque deja sin expresi6n los sentiinientos de baja autoestima,
impotencia, ansiedad y miedo y se presta a un manejo meramente
intelectual de la experiencia.
S6lo en el ambito de relaciones calidas, comprensivas y autenticas
es posible recuperarse de las heridas causantes de impotencia para
manejar tanto la problematica de todos los d:fas como los conflictos y
las frustraciones aparentemente insolubles.
En los consultorios de los mismos psicoanalistas, el divan va sien
do gradualmente cambiado por una silla similar a la del terapeuta para
facilitar una relaci6n mas horizontal de igualdad y de respeto, que
haga posible mirarse directamente a los ojos e impulse el empodera..:
miento de la persona que esta en psicoterapia para que se sienta ges
tora de su recuperaci6n y camine gradualmente hacia la independencia
y la autonom:fa en el manejo de su propia realidad.
El enfasis en la vivencia, sin hacer a un lado los significado_sde
las experiencias, abri6 las puertas a los nuevos enfoques
psicoterapeuti cos: la psicoterapia de grupo, la de pareja y familiar y
otras modalida des analogas.
EL DIALOGO LIBERADOR 207
El que al menos una de las partes pueda empatizar a fondo con to
dos los demas interlocutores constituye la esencia del dialogo grupal y
prepara el terreno para las negociaciones equitativas cuando se busca
resolver conflictos entre agrupaciones.
Al menos un participante en un grupo debe tener la capacidad de
empatizar para·que se hable de dialogo. Esta capacidad hace posible
la psicoterapia y el acompafiamiento personal tanto individuales coma
grupales.
El que uno de los interlocutores pueda entrar al mundo de los
otros, integrar, clarificar y trasmitir verbalmente y con autenticidad
no unicamente los mensajes de los otros sino los propios garantiza el
exito en el acmnpafiamiento personal. Este tiene por objetivo mante
ner un dialogo constante hasta que todos los interlocutores se sientan
beneficiados por la forma y contenido del encuentro.
Con frecuencia alguno de los participantes -por razones persona
les- se siente insatisfecho con los resultados del dialogo. Es parte inte
gral del dialogo cuando este es genuino manifestar las discordancias e
inconformidades con sincera intenci6n de esclarecer e integrar.
Es obvio que en la relaci6n maestro-alumna, medico-paciente, sa
cerdote-feligreses, facilitador y facilitados, al menos uno de los dos
interlocutores esta mejor preparado para clarificar, integrar y mantener
la atm6sfera de calidez aceptante que debe contener un dialogo.
Mientras el facilitador sea capaz de crear una atm6sfera de·confian
za, empatia, y actitud positiva incondicional hacia los otros y congruen
cia, el dialogo sera posible. Si todos los miembros de un grupo carecen
de los elementos esenciales para facilitar la comunicaci6n, dificilmente
podria darse dicho dialogo. No basta la buena voluntad para actuar pro
fesionalmente como facilitador, aunque si existen personas sabias que
son capaces de conducir un dialogo, aunque no tengan la preparaci6n
formal universitaria.
iPueden entonces el psicoterapeuta o el facilitador dar sus opinio
nes y puntos de vista sabre el proceso? Es cierto que precisamente la
fuerza de la psicoterapia o del acompafiamiento personal esta en no in
tervenir directivamente, en no guiarlo, en no explicarlo. Sin embargo,
por mi experiencia y por la investigaci6n, encuentro que es parte de
la congruencia expresar los sentimientos y puntos de vista que como
persona -al mismo tien1po es un experto terapeuta o facilitador- va
experimentando a lo largo del proceso. Con frecuencia este tipo de
interacciones es esperado por quienes participan en el proceso psico
terapeutico o de acompafiamiento personal, pues el valor de este tipo
de intervenciones radica en que los participantes sientan que se est.in
relacionando con otra persona real y no unicamente con un experto.
208 CAP. 14. EL DIALOGO LIBERADOR

La psicoterapia es buscada por quien no se siente capacitado para


afrontar solo la problematica de su vida. Cuando se encuentra con el
psicoterapeuta -que obviamente es un experto- su tendencia apren dida
a depender encuentra a la persona segura que lo sacara de su
impotencia y le indicara los caminos a seguir. En nuestra cultu_racasi
todos aceptan este 1nodelo de intervenci6n profesional. Mas aun, tanto
las escuelas que tienen como base el psicoanalisis co1no las que se
fun damentan en el analisis experin1ental del comportamiento
consideran este modelo perfectamente valido.
La persona insegura que recibe las respuestas clarificadoras y
orien tadoras de un experto tiende a confiar mas en el experto que en
ella misma. Parad6jicamente este tipo de participaci6n en la
psicoterapia o en el acompafiamiento personal es inadecuado, en el
sentido de que priva a quien esta recibiendo la ayuda de la capacidad
de descubrir y encontrar por sf misma las respuestas -tal vez no las
mejores, pero sf las propias- a su problematica.
Lo mismo puede decirse de los consejos e indicaciones de tipo
practico. Si seguir el consejo o la indicaci6n del experto dio resultado,
es muy probable que quien lo recibi6 regrese a que le resuelva tam
bien la pr.oblematica que va surgiendo. De tal suerte que mas bien
fortalece sus pautas de dependencia, en lugar de asimilar el mas sig
nificativo de los aprendizajes: manejar saludablemente por sf misma,
sin necesidad de ayuda, las experiencias de su vida. Asf, volvemos al
punto de partida. La tarea basica del facilitador -como-la del medico,
del psic6logo, del educador, de los padres de familia y de los lideres
. empresariales- es crear las condiciones necesarias y suficientes que la
investigaci6n de Carl Rogers (1957) y sus colegas (Rogers y Dymond,
1954; Truax y Carkhuff, 1967) demostr6 eran el clima para el dialo
go liberador, liberador de los prejuicios y de la desconfianza en uno
mismo y en los demas," del rencor y de la desesperanza aprendida. Se
podrfa hablar ahora de un nuevo concepto de experto que tiene que
ver con la preparaci6n y la experiencia, sf, pero tambien con la calidad
personal de este, supuesta evidentemente la preparaci6n y la supervi
sion necesarias.
Un experto que se pueda relacionar con quienes buscan su.s
servi:.. cios de facilitador, coma una persona genuina y autentica, que
reaccio na desde el nucleo de sf misma, manifiesta su comprensi6n
empatica y es capaz de mantener una actitud positiva incondicional
frente a la conducta, los significados y los sentimientos de sus
acompafiados, esta claramente liberando la energfa -evolutiva que
mueve al universo y esta contenida, parcialmente, en cada una de las
personas a quienes acompaii.a yen el mismo.
OBSTACULOS DE LA COMUNICACl6N 209
Actuar asf supone una gran confianza en el potencia1 del ser hu-·
mano yen la fuerza motivacional de este para encontrar si no el mejor
de los caminos, sf el camino propio, el que la naturaleza y la genetica
(Dios) han seiialado a cada uno como el unico e irrepetible.
La atm6sfera de confianza es la escuela de la responsabilidad. Esta
ultima se aprende en el proceso de identificaci6n del acompaiiado con
el facilitador y con otras personas que han confiado en el. Personas
responsables son las que han sido cap·aces de usar constructivamente
su libertad. ·
En esta atm6sfera de confianza se origina el dialogo liberador del·
pasado. La experiencia de revivirlo en el presente "aquf y ahora", a
traves de un dialogo conciliador, comprensivo y aceptante, hace ver las
frustraciones y rencores, carencias y perdidas a una luz nueva hecha
de autoestima, alegrfa y esperanza.
Irse 1noviendo de las frustraciones del pasado a la seguridad del
presente con todos los recursos y posibilidades que este plantea es la
plataforma para librarse tambien de los miedos del futuro, al descubrir
que en el presente la realidad sf es manejable y que, cuando el futuro
se haga presente, va a ser manejada con la tranquilidad y eficiencia
con las que se maneja en el aquf y ahora.
Liberarse gradualmente de la dependencia de quienes por una ra
z6n o por otra fueron considerados "mas valiosos", "mas buenos" que
uno mismo, es ir haciendo una valoraci6n humilde de los recursos,
exitos y estilos propios, que hace posible la autodeterminaci6n, meta
indiscutible del proceso. Tambien esta la sensaci6n de ir dejando atras
miedos inconsistentes con la realidad de hoy e ir adquiriendo el senti
do de autosuficiencia, al ir sustituyendo metas irrealizables o inalcan
zables por unas mas congruentes con los recursos propios, entre los
que esta la tendencia del organismo a buscar lo mas satisfactorio, es
decir, lo que genere mayor bienestar.
Ir pasando del temor al gozo y al placer ·es ir descubriendo la am
plitud de satisfacciones que en todos los 6rdenes plantea la vida.
Ir ampliando la conciencia de todo lo que existe alrededor, sintien
do el gozo de una vida real con todo lo que sucede, es mucho mas
satisfactorio que los sueiios sobre una vida inalcanzable e imposible.

OBSTJ\CULOS DE LA COMUNICACION

Un obstaculo es creer que el solo intercambio de informaci6n, ya


veces hasta de prejuicios, es comunicaci6n y dialogo. Por mi experien
cia es el obstaculo con el que muchos caen con relativa frecuencia en
210 CAP. 14. EL DIALOGO LIBERADOR

una epoca de cambios asombroso·s: pensar que la mutua adulacion y


el contacto fisico son los signos de una relacion interpersonal profunda
y que, por tanto, la comunicacion esta en el interca1nbio de alabanzas.
Tal vez el obstaculo mas peligroso es creer que la autoestima, tan
valorada en la cultura del desarrollo humano, consiste en negar las
limitaciones, carencias, perdidas y dolores en la propia experiencia y
vivir en un mundo ideal color de rosa. Es probablemente el obstaculo
mas dafiino, porque proviene del autoengafio y de la autocomplacen
cia en que con facilidad caen los promotores del desarrollo humano.
Pariente de este es la creencia en que la·filosofia del desarrollo
humano y su columna vertebral, el enfoque centrado en la persona,
tienen las respuestas validas para todo, perdiendo la perspectiva y ol
vidando que los descubrimientos son meras hipotesis, sujetas a una
validacion mas amplia y profunda y que nunca son ultimas verdades
en el proceso de ir descubriendo la realidad que nos rodea. ·
Condiciones indispensables para el didlogo. Al menos una de las
dos partes posee:

a) Un minima de apertura para modificar opiniones, puntos de vis


ta y hasta comportamientos coma resultado de la interaccion, dando el
mensaje de "me deja influir por las aportaciones del interlocutor" con
plena conciencia de enriquecimiento.
b) Una minima capacidad para ver el mundo del interlocutor desde
la perspectiva de este ultimo, es decir, desde sl.is sentimientos y signi
ficados.
c) Capacidad no solo para escuchar, sino ta1nbien para hacerlo
"desde los zapatos", desde la piel de 1o·s interlocutores, captando los
detalles y matices de su discurso y no solo los mas importantes, sino
ademas todos aquellos que pueden alterar el sentido de la experiencia.
d) Un animo incondicionalmente favorable hacia los
interlocutores, sin importar cuales sean sus sentimientos, significados
y conductas, asi como la capacidad de mostrar un interes genuino por
ellos tanto en forma no verbal coma directamente con la palabra.
Compartir la con vicci6n de que toda persona es digna de confianza,
es decir, que tiene el potencial para salir, por ella misma, de su
problematica y vivir con mayor calidad. Mas aun, que esta
aprovechando unicamente "la punta del iceberg", es decir, la novena
parte de sus posibilidades y recursos.
e) Sinceridad y congruencia entre lo que piensa, siente y actua con •
lo que dice verbal y no verbalmente. Es decir, capacidad para compar tir
con transparencia lo que vive internamente. Esto no significa que
deb_ecompartir todas sus experiencias, pero si que cuando lo hace,
su comunicacion es diafana.
OBSTACULOS DE LA COMUNICACl6N 211
f) Responsabilidad etica para mantener la confidencialidad de todo
lo que observa y escucha durante el dialogo. Es claro que debe tener
en cuenta la importancia mayor o menor de lo tratado.
g) Varios autores constatan (Rogers y otros) que no basta que el
fa cilitador mantenga una actitud empatica a lo largo del dialogo, sino
que los interlocutores capten y sientan que estan siendo
comprensivamente escuchados. Esto puede no depender del ode los
que actuan como faci litadores en el dialogo. Alguno o algunos de los
dialogantes pueden muy bien estar bloqueando el fluir de la
comunicaci6n por la problematica propia. En tal caso deben estos
recibir atenci6n individualizada.

Michel y Chavez, citando a Christlielb (1973), ponen la capacidad


de dialogar en atribuir a las ideas y sentimientos del otro una impor
tancia semejante a la que darian a los propios. Formulan una propues
ta como producto de la investigaci6n hecha por ellos con 30 parejas
sobre la importancia del dialogo, focalizando los dos recursos basicos
de la comunicaci6n interpersonal: escuchar y expresar.
Cito esta investigaci6n y la propuesta porque contienen un util ca
talogo de recursos para favorecer lo que ellos llaman "el dialogo pro
tegido", un.medio poderoso para superar las diferencias individuales
estructurales y aprendidas. Lastima que en esta excelente propuesta
formulen un catalogo de reglas practicas que pueden ayudar. Tal vez
propuestas como meras sugerencias para que cada quien disefiara sus
propios reglamentos conforme a su idiosincrasia tendrian mas impacto.
Las reflexiones hechas sobre el dialogo liberador son aplicables a
las parejas, familia, grupos y sociedad en general, porque describen
los elementos necesarios, con una perspectiva practica, para establecer
una saludable c01nunicaci6n.
Continuamente se estan utilizando los conceptos de dialogo inter
disciplinar, ecumenico e internacional, sin que en la practica pudiera
hablarse de verdaderos dialogos. Mas bien se entablan polemicas de
muy distinta indole caracterizadas por la descalificacion de quienes
piensan de manera diferente y se exaltan algunas teorias o estrategias
basicas como panacea en lugar del dialogo.
El dialogo interdisciplinar parte del supuesto de que todas las dis
ciplinas del conoci1niento son complementarias para explicar los fen6-
menos de la realidad que nos circunda y para aplicar los
conocimientos cientificos y la tecnologia al servicio del hombre
contemporaneo. Des afortunadamente existe una confusion entre lo
interdisciplinario y lo pluridisciplinar al hacerlos casi univocos y mas
bien reduciendo todo a aportaciones pluridisciplinares en que diversas
disciplinas aportan desde su propio balc6n sobre problemas
especificos.
212 CAP. 14. EL DIALOGO LIBERADOR

Lo interdisciplina·r es ta en la generaci6n de nuevos


conocimientos producto de la integraci6n de ele1nentos propios de
cada disciplina que generan un nuevo sistema para comprender un
fen6meno de la realidad. La fisica cuantica de Max Planck (1918), por
ejemplo, es pro ducto de la integraci6n de elementos de la fisica
clasica, la teorfa de la relatividad, la filosoffa existencial, la clfnica y
hasta la biologfa.
El dialogo interdisciplinar es el instrumento indicado para derribar
los prejuicios que han mantenido a las disciplinas como torres de
marfil aportando sus propios elementos, pero sin integrarse unas con
otras.
El dialogo ecumenico entre diferentes religiones, ideologfas y creen
cias es tambien un instrumento de integraci6n de nuevos conocimientos
independientes. Estos contribuyen a explicar mejor la compleja realidad
de aquellas creencias que favorecen la c01nprensi6n de fen61nenos exis
tentes mas alla de la raz6n y de la ciencia, como las verdades procla1na
das por diferentes religiones y otros sistemas de creencias.
El dialogo ecumenico es un reto asumido unicamente por perso nas
con amplitud de mente, abiertas a lo nuevo, que se van liberando de la
dependencia y sumisi6n indiscriminadas a verdades antiguas y exploran
nuevas posibilidades de co1nplemento e integraci6n. Un gran obstaculo --
al dialogo ecumenico es la creencia, compartida por casi todas las
religiones, de ser la unica verdadera, abandonando asi la hu- 1nildad
propia de todo conocimiento humano, necesaria1nente parcial y
limitado.
El dialogo entre las naciones esta llamado a ser la fuente de un
nuevo orden internacional mas justo y mejor adaptado a las necesi'
dades de las diversas comunidades humanas. Este dialogo puede de
rrumbar las fronteras, desn1antelar los prejuicios y crear los vinculos
indispensables para el progreso de todos.
Tal vez las Naciones Unidas tambien esten llamadas a construir la
plataforma del dialogo entre las naciones que gane terreno al dominio
de unas sobre otras y abra las puertas a la comunidad universal.
CAPITULO

Una educ·aci6n
revolucionaria

Una de las mejores descripciones de la persona de Carl Rogers tal


vez sea la que el hizo de si mismo en el libro El poder personal: un t•
revolucionario silencioso (1980). En efecto, Carl Rogers fue un revolu
cionario por haber dado un giro de ciento ochenta grados al proceso
educativo, silencioso porque lo hizo sin polemica y sin protagonismo.
No solo en educaci6n hizo planteamientos radicales, como hemos
vista a lo largo de este libro, sino tambien especialmente en el ambito de
la psicoterapia y en teoria del cambio personal. Carl, en efecto,. dio un
giro total al planteamiento del proceso educativo. Puso el enfasis no en la
ensefianza del profesor, no en los programas academicos, no en los me
todos audiovisuales, no en los edificios de las escuelas, sino en el apren
dizaje del estudiante, en la motivaci6n de este para aprender, asi coma
en todo lo que interior y exteriormente pudiera facilitar que el estudiante
aprendiera. Mas aun, consider6 que lo unico importante en el proceso
educativo es que el estudiante aprenda y lo haga para su propio bene
ficio coma persona, coma ciudadano y como miembro de una sociedad :J),

global (Rogers, 1980).


El sistema pedag6gico cono ido como educaci6n centrada en el es
tudiante representa una revaloraci6n de los factores que intervienen en
el proceso del aprendizaje, revaloraci6n que es producto de la obser
vaci6n y la investigaci6n sobre las paradojas del sistema educativo vi
gente, con toda su riqueza y sus enormes limitaciones (Rogers, 1975).
En el ambito de la psicoterapia quit6 el poder de cambiar, de anali
zar y formular alternativas al psicoterapeuta y al analista, y lo puso en
manos de la persona que es objeto y sujeto del proceso psicoterapeuti
co, llamesele paciente, cliente o persona (Carl Rogers prefiri6 llamarlo
persona y describi6 sus propuestas como "el enfoque centrado en la .

213
214 CAP. 15. UNA EDUCAC16N REVOLUCIONARIA

persona"). Dio al psicoterapeuta un unico poder: el de facilitar el pro


ceso, aportando los elementos que pudieran estimularlo e impulsarlo.
Fue, sin embargo, un revolucionario sin armas ni trompetas. Prefiri6
no entrar en polemicas descalificantes, ni engancharse con quienes
lo trataron de ridiculizar y sobresimplificar. Co1no los grandes sabios
y los grandes revolucionarios, fue una persona sencilla, carente de
pretensiones y facil de comprender por su lenguaje, al mismo tiempo
sencillo y profundo.
Este· revolucionario sin reflectores llev6 su movimiento no unica
mente al consultorio clfnico de infinidad de terapeutas con diferentes
orientaciones, sino tambien a las aulas de todos los niveles, a las rela
ciones interpersonales ya la resoluci6n de los conflictos
internacionales.

DESCUBRIMIENTOS IGNORADOS
El sistema educativo vigente esta ya caduco. En la decada de 1930
B. F. Skinner (1953, 1974) demostr6 contundentemente el poder de los
reforzadores positivos para la modificaci6n de la conducta de animales
y humanos. Experimentalmente puso, ante la admiraci6n de colegas,
simpatizantes y crfticos, lo.s dinamismos basicos del cambio en el
com- portamiento.
Por siglos se crey6 que.la motivaci6n mas fuerte para el aprendi
zaje de cualquier fndole, como podrfa ser el aprendizaje sobre uno
mismo, sobre la·naturaleza o la filosoffa o la teologfa o las ciencias
exactas, provenfa fundamentalmente del esfuerzo, la privaci6n y la
lucha ("la letra con sangre entra"). Un aprendizaje asociado con el
placer y con el gozo, particularmente sensorial, era dudoso y cuestio
nable. Muy probablemente el origen de esta creencia estuvo .en una
concepci6n calvinista de la naturaleza humana que, sin vigilancia y
control, automaticamente·se desvfa hacia el egofsmo, la soberbia y el
abuso de los demas.
Skinner demostr6 que el reforzador positivo es mucho mas
eficiente motivador del aprendizaje que la condici6n aversiva.
Efectivamente, los animales aprenden mas facilmente y con mas
rapidez cuando en cuentran asociados a su conducta premios como
alimento y agua, que toques electricos o privaci6n de los alimentos,
para motivar el aprendi zaje. Mas aun, Skinner (1953, 1974) lanz6 la
hip6tesis de que el unico motivante del cambio y del aprendizaje era el
"reforzador positivo", basandose en el siguiente razonamiento: el
aprendizaje por aversion se da no por el disgusto que causa la
condici6n aversiva, sino por el gusto, placer y satisfacci6n del cese
de dicha condici6n. Es decir, el
DESCUBRIMIENTOS IGNORADOS 215
aprendizaje se da por reforzadores positivos o cuando cesa la
condici6n aversiva, es decir, por otro reforzador positivo. Si esta no
cesara no se daria aprendizaje alguno por aversion. Neg6 simplemente
la fuerza mo tivacional del "reforzador aversivo".
El aprendizaje mismo se convierte en un reforzador positivo
que motiva el proceso de·aprendizaje, convirtiendolo en un circulo
virtuoso. La conducta aprendida resulta ser el mejor reforzador de
nuevos avances ·en el aprendizaje. Esta secuencia en el proceso de
aprender fue descrita par el mismo Skinner coma el "condiciona
miento operante".
Si el "reforzador positivo" es mucho mas fuerte para operar el cam
bio en el comportamiento y facilitar el aprendizaje en los animales,
cuanto mas cierto lo es tratandose de los seres humanos. Probable
mente la satisfacci6n mas grande de estos es el ensanchamiento de la
autoestima a traves de la conciencia de exito, sea en la superaci6n de
obstaculos o en la adquisici6n de aprendizajes nuevos. La conciencia
de exito, en especial tratandose de la satisfacd6n de necesidades afec
tivas, es la raiz, el tronco y el follaje de la autoestima.
El aprendizaje humano se da en el momenta en que el nuevo com
portamiento -asf coma todos las aprendizajes que condujeron a el
estan siendo asociados con autoestima.
Mucha tiempo se crey6 -y en los·ambientes educativos·se sigue
creyendo-, a pesar de los descubrimientos hechos en la d·ecada de
1930, que confrontar al estudiante con sus errores y sus carencias
resultaba el mejor motivador de la conducta adaptativa y funcional.
Hacer sentir mal al estudiante, demostrandole sus equivocaciones y
sus faltas, era el factor educadvo numero uno. Humillarlo en publico
parad6jicamente se creia que era la puerta del aprendizaje. Un estu
diante humillado se moveria automaticamente hacia la correcci6n de
su comportamiento y hacia la modificaci6n de este, buscando pautas
adaptativas mas funcionales. ·
Y aunque esta creencia tiene algun fundamento, la investigaci6n ha
demostrado que ni eri el aula, ni en el consultorio, ni en la empresa, ni
en la familia, la condici6n aversiva de crftica, confrontaci6n y analisis
de carencias, de perdidas y de equivocaciones tiene el poder de modi
ficar el comportamiento y·elevar los niveles de aprendizaje, como la
identificaci6n de los recursos, la busqueda .de alternativas, las demos
traciones genuinas de aprecio por los logros adquiridos, asf como otras
formas de elevar la autoestima del estudiante, de la persona en psicote
rapia, de las feligreses en las iglesias y de los pacientes de los
medicos. Esto no quiere decir que se deban ignorar los aspectos
negativos o disfuncionales de la conducta, pero se puede optar por
tratarlos en una
216 CAP. 15. UNA EDUCACl6N REVOLUCIONARIA

atm6sfera de confrontaci6n 6 en un clima de empatia, actitud positiva


e interes ·genuino por la persona.
El revolucionario silencioso puso de manifiesto con su trabajo,
con su practica profesional y, sabre todo, con sus investigaciones la
validez de las aseveraciones de Skinner y concluy6 sie1npre con una
reafirmaci6n de la hip6tesis sabre la fuerza del reforzador positivo,
especialmente de la autoestima, para lograr aprendizajes significativos
en todos los campos.

/ /

PARADOJAS TEORICAS Y PRACTICAS


Nuestro sistema educativo, por las paradojas te6ricas y practicas
con las que en todo momenta nos confronta, parece haber descuidado
la n1as evidente de las premisas: la educaci6n debe tener en cuenta,
antes que nada, el aprendizaje en favor de la persona, entendiendo
por persona tanto al estudiante como al maestro. Por ello, tal vez la
teoria, el metodo y la practica educativa nos resultan frecuentemente
insatisfactorias y volve1nos los ojos al psic6logo y al soci6logo, en bus
ca de una.-f6rmula nueva que de a nuestra ensefianza y a los esfuerzos ·
invertidos en ella la eficacia que con tanto ahfnco deseamos.
• I
I
I

Los profesores universitarios suelen compartir la convicci6n (o el


prejuido) de que la desconfianza en el estudiante -muchas veces.justi .I
ficada- producira en este habitos de honradez y empefio por aprender, I
asf coma de confianza en sf mismo para adquirir nuevos conocimientos. !

Parad6jicamente, piensan que guiando, dictando, vigilando y sancio


nando, aunque no sea mas que con las calificaciones -actitudes que
inducen al alumno al engafio ya la deslealtad-, formaran profesionales
deseosos de adquirir nuevos conocimientos, honrados, rectos y mas in
teresados en el exito real de su trabajo que en las apariencias.
El artfculo tercero de la Constituci6n mexicana formula con mucha
claridad el objetivo del proceso educativo de este pafs: formar
ciuda_da nos responsables y creativos... La gran paradoja esta en
queen la prac tica educativa se espera que a traves de la sumisi6n, la
repetici6n y la desconfianza se yan a formar ciudadanos creativos y
responsables que supuestamente tomaran las riendas del pafs hacia el
progreso futuro.
Con frecuencia, el profesor considera que la satisfacci6n que siente
con sus clases, con sus programas y con sus metodos de ensefianza
es el fndice del aprendizaje que se da en el alumna. Sin confesarselo
abiertamente, el profesor razona asf: me siento satisfe ho con lo que
ensefio y c6mo lo ensefio, luego el alurnno aprende. Sin embargo, el
unico fndice de calidad valido en la ensefianza es el grado de apren-
LA VALIDEZ Y LA CONFIABILIDAD . 217
dizaje, que de hecho se da en el estudiante. Un profesor sera mas o
menos apto como tal, segun aprendan mas·o menos sus alumnos. tEs
ensefiar la meta del proceso educativo?, o mas bien, que los alumnos
aprendan y aprendan no coma entidades an6nimas, sino coma perso-1c•
nas e individuos distintos cada uno, en colaboraci6n con los demas.
Con frecuencia tambien en forma indirecta o aun abiertamente, el
profesor exige al alumna un sometimiento continua no solo al conte
nido y"secuencia de las ensefianzas, sino tambien a la forma y metodo
de enfocar sus ideas y su practica. El estudiante, por conveniencia o
por deseo de sobrevivir, aprende a bailar la musica que solo el maestro
tiene derecho a tocar. La torria obsesiva de apuntes es un sintoma de
este sometimiento que el profesor explicita o sutilmente favorece. Asi,
de la escuela del sometimiento se espera que saldran lcis lideres del
futuro y, mas aun, se sienten los profesores con el derecho de exigir a
los profesionales, producto de la repetici6n y el sometimiento, que in
vestiguen, revisen creativamente y disefien nuevos enfoques y nuevos
metodos de aplicar los conocimientos.

"APRENDIENDO A PASAR''
Los sistemas pedag6gicos ponen tal enfasis en los examenes y en
las calificaciones, que con honradez cabe preguntar si no estan des
arrollando mas bien la habilidad para pasar examenes, que el conoci
miento suficientemente asimilado. Consciente o inconscientemente, el
estudiante aprende durante los distintos cursos a "pasar el examen"
mas que a integrar los conocimientos y disfrutar de ellos. Las estra
tegias de "pase" varian, desde la copia directa hasta la memorizaci6n
superficial, instrumento para pasar, sin raigambre en un aprendizaje
motivado por el saber, el significado o la satisfacci6n de encontrar.

LA VALIDEZ Y LA CONFIABILIDAD
Es lamentable que los maestros mismos lleguen a creer que son
capaces de evaluar los conocimientos de sus alumnos a traves de exa
menes carentes de validez y confiabilidad elementales. La psicometria
es dificil y compleja y tiene coma objetivo traducir el fen6meno
psiqui co a una escala numerica. Sabemos ademas que esta escala
numerica es meramente apreciativa y conceptual y no mide en realidad
coma se "mide" en las ciencias naturales o duras que utilizan escalas
de inter valos iguales. En estas la distancia entre cero y veinte
centimetros es
218 CAP. 15. UNA EDUCACION REVOLUCIONARIA

la misma que entre cuarenta y sesenta. En cambio la distancia entre


un cociente intelectual de ochenta a noventa no es la misma que la
de un cociente intelectual de ciento veinte a otro de ciento treinta. En
psicologia, sociologia, antropologfa y 6tras ciencias humanas, como la
educaci6n, medimos conceptualmente. Sabemos que un cociente inte
lectual de ciento diez es mayor que el de cien o el de noventa, pero no
sabemos de manera exacta ni cuantitativa cual es la diferencia.
La filosofia positivista detras de la educaci6n mexicana nos ha he
cho creer queen realidad somos capaces de "medir" con objetividad el
fen6meno psiquico o social.

ACUMULACION DE CONOCIMIENTOS

tPodria decirse que el objetivo de la educaci6n superior es la acu


mulaci6n de conocimientos profesionales? Tal vez muy pocos maes
tros, especialmente universitarios, estarian de acuerdo con ello. Sin
embargo, en la practica, las clases, conferencias y seminarios que se
imp.arten a nivel profesional parecen tener como objetivo la
trasmision escueta de -la informacion accesible, muchas veces
obsoleta y pocas veces invitan a la reflexion personal, a la
controversia, a la investiga cion y menos todavia a la reflexion
filosofica.
En la teoria, en el discurso y en las publicaciones, al maestro le
interesa que sus alumnos utilicen al maxima sus recursos, desarrollen
habitos mentales de critica e investigacion y sepan donde encontrar
las mejores fuentes de. informacion profesional. Sin embargo, en la
practica se conforma con trasmitir informacion desnuda, generalmente
arida, que mas bien vacuna contra el aprendizaje. Carl Rogers (1975)
acomete de frente estas paradojas del sistema educativo vigente y
ofre ce una plataforma de objetivos basicos para otro nuevo,
independien temente de la teoria filosofica que lo respalde.

. ;
OBJETIVO PRIMARIO DE LA EDUCACION
(ROGERS, 1975)
Podria formularse asi: la meta del proceso educativo es el aprendi
zaje mciximo de cada estudiante en funci6n de su desarrollo integral,
JJ coma persona humana distinta de todas las demds, coma profesional
en el area de su especialidad y como miembro constructivo de una
sociedad de la cual se beneficia y a la cual sirve con el ejercicio res
ponsable de su libertad.
DESCUBRIENDO EL PROPIO METODO 219
De un planteamiento coma este surgen nuevas reflexiones sobre
el proceso de aprendizaje, no solo a nivel ·superior, sino tambien a
todos los niveles. El aprendizaje humano es un proceso continuo de
individualizaci6n, diferente en cada persona. Todos somos distintos
por nuestras caracteristicas geneticas, fisiol6gicas, temperamentales,
caracterol6gicas, medioambientales, hist6ricas y condicionamientos
diversos. Por tanto, la organizaci6n del campo perceptual en cada uno
es diferente, pues es producto de la conjugaci6n de todos estos factores
diversos en cada individuo crecientemente singular. ·
La formulaci6n de hip6tesis y teorias, propia del metodo
cientifico, parte de·que no existe igualdad, sino analogia entre los
fen6menos que parecen iguales. Asf, en cualquier hip6tesis las
personas deben ser consideradas no como identicas sino como
analogas, es decir, en parte son iguales y en parte diferentes.
Gordon Allport (1937) distingue en todos los seres humanos el
fac tor "nomotetico", conjunto de cualidades que lo hacen igual a
todos los de su especie. Por ejemplo, todos tienen campo perceptual,
todos son capaces, en mayor o menor grado, de percibir su propia
realidad, todos son capaces, en mayor o menor grado de hablar un
idioma. Y al mismo tiempo tienen un conjunto de cualidades que los
hacen diferentes. Por ejemplo, el campo perceptual de cada uno es
distinto, como vimos an tes, y todos, en 1nayor o menor grado,
desarrollan la conciencia, pero no existen dos conciencias iguales. A
este conjunto de cualidades que hacen de cada persona un ser unico e
irrepetible lo llam6 factor "ideo grafico", que hace de cada ser humano
algo unico e irrepetible.

DESCUBRIENDO EL PROPIO METODO

Consecuencia de estas reflexiones es que en las ciencias huma nas,


al utilizar el enfoque "nomotetico" nunca podemos prescindir del
ideografico y viceversa. Todos los seres humanos somos iguales en
alguna forma y diferentes en otras. Gordon Allport afirm6: para cada
ser humano que encuentro en mi camino tengo que integrar una psi
cologia diferente.
Teniendo en cuenta todo esto se puede formular la hip6tesis de que
no existe "el mejor metodo" para impartir conocimientos, sino tantos
metodos distintos como profesores y alumnos participen en un programa
de aprendizaje, y que la funci6n de un maestro consiste en estimular y
ayudar a cada estudiante a descubrir su propio metodo, para lo cual el
mismo debe haber integrado el suyo propio para estimular y facilitar
tanto su aprendizaje coma el de los demas.
220 CAP. 15. UNA EDUCACION REVOLUCIONARIA

La experiencia de la mayoria de los docentes confirma esta hip6te


sis. Si recordamos aquello que hemos aprendido bien, ·gue ha pasado
a ser parte de nosotros mismos, constataremos que ha sido aprendido
a C<nuestro modo", a "nuestro paso" y congruente sabre todo con lo
que somos, podemos y nos interesa. En consecuencia, el profesor ten
dria coma funci6n principal estimular y facilitar el aprendizaje mas
significativo y mas congruente con la personalidad de cada estudiante
y solo coma funci6n secundaria -ya no tan importante- la trasmisi6n
de la informaci6n. Esta informaci6n es ahora accesible a todos, en las
autopistas de Internet.

,,
AUTOANALISIS DEL PROFESOR
Estos planteamientos solo serian utiles para la misi6n del maestro
si este estuviera dispuesto a revisar sus propias actitudes frente a las
personas que son sus estudiantes. tSon sus relaciones con ellos anta
g6nicas, mas que cercanas y amistosas? tEstan caracterizadas por la
desconfianza mutua, mas que por un deseo de colaboraci6n?
Con frecuencia el maestro se vuelve mas desconfiado y exigente
a medida que se siente menos capaz de generar el interes y el entu
siasmo de sus alumnos por lo que ensefi.a. Cuando un profesor esta
entusiasmado por las matematicas, por ejemplo, trasmite este entu
siasmo y se siente orgulloso de que sus estudiantes compartan esta
actitud. A veces siente miedo a ser conocido por lo que en realidad es
y vale como 1naestro y prefiere mantener una imagen, que en el fondo
sabe que no es su realidad. En funci6n de este miedo, mantiene a los
alumnos lejos de el. Por su parte, los estudiantes haran lo mismo para
mantener sus propias imagenes.
Que importante resulta para los maestros analizar sus relaciones
con los estudiantes. Impactan mas las formas de relacionarse con ellos
que los contenidos de sus ensefianzas.
tSon las posturas academicas del maestro dogmaticas e incontes
tables o mas bien muestran que esta abierto al analisis, a la investiga
ci6n, a la crftica y al dialogo?
Cuanto mas i_nseguro se siente de lo que sabe y de lo que realiza,
tiende a ser mas autoritario y rigido. El profesor que mas sabe y que
mejor domina los conocimientos de su especialidad es el que esta mas
abierto al dialogo y a la critica y es mas tolerante con la ignorancia.
El maestro mas seguro de sus propios conocimientos suele ser poco
impositivo y los imparte con claridad, con frecuencia pone en tela de
juicio sus propias conclusiones e investiga y analiza con honradez.
CONCLUS16N 221
zQue piensa de sus propios metodos de evaluaci6n? zLos
considera objetivos e incontestables? zCree que sus calificaciones
describen ob jetivamente el aprovechamiento del alumna? zReprueba a
la mayorfa? zPasan todos con el? zConsidera que el exito de su
programa depende de lo que ensefia o, mas bien y sobre todo, de lo
que sus alumnos aprenden?
En nuestro sistema educativo, el fndice mas usado para evaluar a
los estudiantes y la labor didactica del maestro son las calificaciones.
Estas son tan objetivas o tan subjetivas como objetivos y subjetivos
son los criterios con los cuales se asignan. En esta nueva perspectiva
centrada en la persona, en el aprendizaje de la persona, el objetivo de
la evaluaci6n es que los estudiantes aprendan a evaluarse con objeti
vidad y con honestidad y a desconfiar del sistema decimal aplicado a
la evaluaci6n del aprendizaje. En ultimo termino, lo importante es que
el estudiante aprenda a decir con honradez que sf sabe, que no sabe y
cuales domina o no entre sus conocimientos.
La autoevaluaci6n honrada y objetiva es el producto mas valioso
del nuevo sistema educativo. El que aprende a autoevaluarse con au
tenticidad tiene en sus manos la Have del exito.
zPor que los estudiantes no saben evaluarse y cuando tratan de
hacerlo son demasiado considerados consigo mismos o dema,siado es
trictos? Considero que por dos razones fundamentales: porque siempre
han sido evaluados por otros, sin que los criterios hayan sido claros
y comprobables y porque nunca aprendieron a autoevaluarse, ya que
nadie les proporcion6 la metodologfa y los criterios para hacerlo.
Utilizar como unico criteria para evaluar el aprendizaje el examen
final o los examenes parciales se presta a todo tipo de confusiones y
equfvocos con respecto al proceso de aprender. Un criteria
convergente de evaluaci6n que considere tanto el punto de vista del
profesor coma el del alumna y sus colegas estudiantes estarfa
probablemente mas cerca de la objetividad. El ejercicio de la
autoevaluaci6n por sf misma educa el juicio del alumna y lo previene
contra el vicio mas lamentable del sistema educativo: el autoengafio y
el engafio para "pasar".

CONCLUSION

Finalizare este capftulo sintetizando las hip6tesis basicas de la


edu caci6n centrada en el estudiante: el aprendizaje escolar, como todo
aprendizaje humano, es producto de autoestima asociada con los cam
bios en la experiencia yen la imagen perceptual. Las opciones de
apren der o no aprender son favorecidas u obstaculizadas por el
ambiente.
222 CAP. 15. UNA EDUCACION REVOLUCIONARIA

Los cambios en la experiencia y en el campo perceptual fenomeno-


16gico necesitan ser "motivados" y pueclen prevenirse. Son
consecuen cia de la satisfacci6n arm6nica de las necesidades, del
individuo, del grupo y de la sociedad, el mejor reforzador o motivador
del aprendizaje. Asi pues, la funci6n del profesor sera la de clarificar y
estimular las opciones libres de aprender, aprovechando la satisfacci6n
y la insatis facci6n de las necesidades. Asimismo, tendra corno
funci6n impulsar la autoestima necesaria para queen cada estudiante se
de y se manten ga el aprendizaje. Todo esfuerzo constructivo en este
campo depende del interes por alcanzar y mantener el exito, originado
en el interior del
estudiante, mas que por las presiones externas.
. Una vez estimulado el interes por aprender, la presi6n de este inte
res puede ser mas fuerte que la que proviene de la necesidad de apro
baci6n externa. Por tanto, las metas generales de cualquier sistema
educativo se podrian formular asi: clarificar, facilitar y estimular las
iniciativas que hagan sentir al estudiante exitoso y responsable ante si
misrno y ante la sociedad.

• Tamar las decisiones pertinentes para facilitar e impulsar el


aprendizaje autodirigido a la satisfacci6n en la vida y al servicio
a la sociedad.
• Fomentar las actitudes sanamente criticas para evaJuar en forma
sistematizada y constructiva las_propias realizaciones y las de
los demas.
• Favorecer la integraci6n de conocimientos flexibles, adaptables
a situaciones diversas, con la aplicaci6n de conocimientos utiles
para la soluci6n de problematicas puntuales.
• Cooperar efectivamente con todos los grupos de la sociedad en
la busqueda de niveles mas altos de exito en la vida.
• Trabajar por el gozo de vivir mejor, impulsando el crecimiento y
bienestar de todos, mas que por el interes individual y la acumu
laci6n del dinero y el poder.
• Finalmente, integrar el.almacenamiento de informaci6n con la
busqueda del aprendizaje significativo, en funci6n de la armonia
en la satisfacci6n de las necesidades de todos.
16
CAPITULO


Dimension espiritual
de la experiencia1

En las postrimerias del siglo xx1 y principios del nuevo milenio,


los avances de la tecnologia en sus diversas modalidades y las
aplicaciones de esta a todos los ambitos de la actividad hurnana son
espectaculares. Cada dia nos maravillanios de nuevos descubrimientos
cientfficos apli cados a la comunicaci6n, a la salud, a la medicina, a la
educaci6n, al transporte y, en general, a todas las areas del acontecer
humano.
Segundos despues de la culminaci6n de un evento puede este ser
conocido alrededor del mundo. La comprensi6n-de la fisiologia huma
na avanza sin cesar. Cada dia se descubren nue.vas formas de mejorar
la comunicaci6n y el transporte en terininos de tiempo, eficiencia y
comodidad. La tecnologia al servicio de la producci6n artistica hace
que todas las artes se enriquezcan y difundan entre diferentes culturas.
Tal vez nada tan espectacular se esta llevando a cabo, en terminos de
tecnologia, coma la exploraci6n del atomo, de la energia cuantica y
del genoma humano. Y lo mas asombroso es que la tecnologia sigue
avanzando en proporciones geometricas.
Curiosamente, al mismo tiempo que se multiplican y desarrollan
las nuevas tecnologias, la inquietud por el significado de la existencia
humana y la busqueda de nuevas formas de cre r caracteriza a todas las
culturas de la posmodernidad. Muchos analistas y pensadores han
sugerido que el siglo xx1 es el siglo de la espiritualidad. La preocupaci6n
por el sentido de la vida y por explorar formas de sentir y de creer que
hagan inteligible y aceptable el misterio de la realidad humana aparece
constantemente en la literatura, en el cine, en la filosofia y en las
mismas religiones.
Por siglos ha sido confrontado el hombre con preguntas basicas
que no pueden ser respondidas por la ciehcia, ni por la techologia y ni
1
Una visi6n de la espiritualidad desde el enfoque centrado en la p
na.

223
224 CAP. 16. DIMENSl6N ESPIRITUAL DE LA EXPERIENCIA

siquiera por explicaciones filos6ficas. tQue sucede despues de la muer te?


tCual es el origen del universo? tCua.l es el destino final de todo lo que
existe? Y, tal vez la pregunta mas importante, tcual es el sentido de la
existencia humana?
A traves de la historia, las respuestas a estas inquietudes se han
multiplicado y se han extendido en el tiempo y el espacio, dependien
do de factores politicos, ideol6gicos y religiosos.
tPor que no han llegado a tener estas preguntas respuestas gene
ralizables, aceptadas por diferentes culturas ·y personas alrededor del
mundo y a traves de la historia? Porque no pueden ser respondidas en
el ambito de la experiencia o del saber cientifico, sino en el ambito de
la creencia humana, que es intuitiva, diversa y metarracional.

tOUE ES LA ESPIRITUALIDAD?
Mi hip6tesis es que la espiritualidad es el sisten1a de creencias de
una persona, de un grupo, de una cultura y de una sociedad. Es el sus
trato incuestionable no solo del comportamiento humano, sino tam
bien de la-·misma ciencia y de la filosoffa. Esta en la motivacion
ultima de cualquier forma de actividad humana, constituida por
significados, intuiciones, sentimientos, aprendizajes y razonamientos y
es dificil mente variable y modificable. Es fuente de seguridad interna
para la persona frente a las preguntas que plantea la existencia
consciente.
Tal vez la caracteristica mas importante de la espiritualidad o sistema
de creencias de cualquier persona, grupo o cultura sea que, aunque ten
gan caracteristicas similares, son diferentes para cada individuo en parti
cular y para cada grupo. Cada ser humano tiene su sistema individual de
creencias que poseen un cierto grado o nivel de similitud con las de otro,
pero que son diferentes. Es decir, cada persona tiene un sistema unico
e irrepetible de creencias y convicciones que pueden parecerse a las de
otro, pero que no coinciden en su totalidad. Cada ser hurnano, coma
deda Leon Felipe (2011), tiene su camino unico e irrepetible hacia Dias.
Las creencias y las convicciones -diferentes en cada ser huma
no- son,.pues, la dimension espiritual de la persona. Son tambien la
dimension trascendente, porque no se explican con la logica del cien
tifico o del filosofo, sino que las trasciende. Esas diferentes creencias
y convicciones explican en cada persona su fe o escepticismo respecto
a Dias, su aceptaci6n o negaci6n de la vida despues de la muerte, su
n1anera d entender el origen y destino del universo, el significado de
la vida y cada una de sus modalidades y su misma forma de entender
la razon y el conocimiento. Explican tambien las preferencias religio-
;_QUE ES LA ESPIRITUALIDAD? 225
sas, la practica de una moralidad espedfica como serfa la moralidad
judaica o la cristiana o la budista y, en general, cualquier tipo de com
portamiento consciente o inconsciente.
Asi como existen necesidades biologicas, psicologicas y sociales en
cada ser humano, asi tambien existen necesidades trascendentes o espi
rituales que exigen satisfactores, o sea, respuestas a los cuestionamientos
basicos y especialmente sobre el sentido de la propia existencia. La hipo
tesis de la psicologia humanista sobre la salud es que tanto esta como el
desarrollo y el bienestar humanos dependen de la satisfaccion armonica
e integral de todas las riecesidades, incluidas las trascendentes o espiri
tuales, de tal forma que la negacion o insatisfaccion prolongada de estas
necesidades, por cualquier motivo, trae como consecuencia la disminu
cion o la perdida de la salud en los individuos, los grupos y la sociedad.
· La mayoria de los especialistas en espiritualidad coinciden en que
a mayor expansion de la conciencia, es decir, a mayor amplitud, ten
sion y armonia en el conocimiento de uno mismo y del mundo, mayor
desarrollo de la espiritualidad, niveles mas altos de salud general y
experi ncias progresivas de satisfaccion que pueden llegar a generar
estados misticos. Tambien podria decirse que a mayor expansion de la
conciencia de uno mismo y de los demas se genera una mayor claridad
en las preguntas y en las respuestas.
Algunos autores consideran ·transpersonal el ambito trascendente
o espiritual de la existencia humana. Wilber (2009),·por ejemplo, con
sidera que la experiencia espiritual trasciende el ambito de la persona.
Esto no implica la negacion de lo personal, sino que denota un nivel
de desarrollo superior en que la persona es incluida y trascendida.
Al igual que otros autores, considero que la dimension trascendente
o espiritual es uno de los elementos esenciale$ de la persona que no
puede ser entendida sin la inquietud espiritual. Cualquier experiencia
que implica busquedas y descubrimientos trascendentes y espirituales,
incluida la experiencia mistica, es por naturaleza personal. El concepto
"transpersonal" aplicado a lo espiritual me parece confuso y que difi
culta la comprension de quienes lo utilizan.
La espiritualidad es la reaccion biologica y psicologica de la
perso na ante lo inexplicable y lo incomprensible.
Obviamente no es lo mismo espiritualidad que religion. La espiri
tualidad esta en la busqueda universal de todos los seres humanos para
encontrar las respuestas a .las preguntas ba.sicas sobre la existencia
hu mana. La.s religiones, en cambio, son producto de la
sistematizacion y generalizacion de algunas creencias, libremente
aceptadas, por diferen tes grupos humanos. La espiritualidad es una
dimension comun de todos los individuos y grupos de la raza humana,
y la religiosidad (termino que
226 CAP. 16. DIMENSION ESPIRITUAL DE LA EXPERIENCIA

se deriva del latin religare) es solo caracteristica de algunos grupos e in


dividuos, ligados entre ellos, que aceptan creencias y norma:s en comun.

tDONDE SE ORIGINA?
tCual es la fuente de las creencias y de las convicciones? Muy
probablemente esta, desde la perspectiva humanista, en la tendencia
natural a responder a las preguntas anteriormente planteadas. En el
impulso general al crecimiento que se manifiesta en un deseo constan
te de satisfacer arm6nica e integralmente todas las necesidades, las fi
siol6gicas, las psicologicas y las sociales e incluye las trascendentales.
Las creencias y las convicciones son la respuesta a las preguntas que
no tienen respuesta, la forma de satisfacer estas necesidades en con
gruencia y armonia con la satisfaccion de todas las demas. De tal suer
te que podria decirse que cuanto mas desarrollado y mas consciente es
el s·er humano, es mas espiritual. Por la observacion y la investigacion
hemos aprendido que cuando el hombre es puesto en condiciones fa
vorables para su desarrollo tiende a crecer en todas sus dimensiones,
incluyendo, obviamente, la dimension espiritual.
Una fuente secundaria de las creencias y de las convicciones del
ser humano esta en los aprendizajes emanados de la cultura y de los
que fueron adquiridos a traves de la historia personal. Estos aprendiza
jes, diferentes en cada uno, se manifiestan-a traves de toda la vida.
Tan importantes son los aprendizajes culturales coma los adquiridos
en la familia, en la escuela, en la religion y en el trabajo. Son los
valores o juicios de valor introyectados que influyen poderosamente
en las pre ferencias de individuos, grupos y sociedad. La
experiencia y la inves tigacion nos dicen tambien que cuanto mas
saludables, inteligentes, educados y creativos son el individuo o el
grupo, son mas espirituales. Es decir, el sentido que dan a su vida y
las respuestas a los cuestio namientos trascendentales de su
existencia son mas congruentes con sus pensamientos, sentimientos
y conductas. El hornbre espiritual, la mujer espiritual, el grupo
espiritual, tienden a ser arm6n"icos consigo mismos, con los demas
y cg,n el universo.

tSE PUEDEN CAMBIAR LAS CREENCIAS


Y LAS CONVICCIONES?

Es muy dificil; yo diria, por mi experiencia como educador y psi


coterapeuta, que es casi imposible. Sin embargo, volveria a decir que
ESPIRITUALIDAD DEL MUNDO POSMODERNO 227
cuanto mas sanos, mas inteligentes, mas eclucados son el individuo o
el grupo, se hacen mas flexibles y capaces de cambio y enriquecimien
to. Asf tambien, si las condiciones internas o externas sori desfavora
bles o adversas, las creencias y las convicciones tienden a c0nvertirse
en prejuiciosas e intolerantes.
Concluire esta parte describiendo la espiritualidad como la dimen
sion personal constituida por las creencias y convicciones que res
ponden a las preguntas basicas del ser humano que dan sentido a su
existencia en general ya cada una de sus manifestaciones en partlcu
lar. Evolucionan con la ampliaci6n de la conciencia y con la armonfa
en la satisfacci6n integral de las necesidades.

ESPIRITUALIDADDELMUNDO POSMODERNO
Y GLOBALIZADO

Asf como la tecnologia se abre paso en el mundo y evoluciona


prodigiosamente, la espiritualidad en los adultos y en los j6venes evo
luciona tambien, como sugieren la literatura, el cine y algunos
fen6me nos religiosos contemporaneos.2
Son mi fuente tambien algunas observaciones sobre la espirituali
dad en personas a quienes he acompafiado en psicoterapia y el com
portamiento de algunos sectores en mi propia iglesia y el de otros
grupos humanos con quienes he estado en contacto.
Se distinguen en esta espiritualidad varias tendencias: del caos de
las particulas a la integraci6n de los elementos, de la materia inerte a la
materia viva, de esta a la conciencia de la conciencia, a la evoluci6n de
las ideas, de la intolerancia y la imposici6n de las propias ideas en to
dos los ambitos del saber y de la fe al pluralismo respetuoso del pensar,
sentir y creer de los demas. Caen las ideologias y los paradigmas
rfgidos· para dar lugar al dialogo, al pronunciamiento humilde y al
enriqueci miento de la experiencia de todos. Nos vamos moviendo
·no hacia la unidad, sino hacia la integraci6n en la diversidad, mayotias
y minorias, similares y diferentes, hacia una creciente valoraci6n de
unos por otros.
Parece que la espiritualidad.del hombre contemporaneo se va mo
viendo tambien de la desconexi6n con la vida a la interacci6n con
el mundo, con todas sus inquietudes y con sus actividades, con la
cultura, el arte, las ciencias, la tecnologia, la fiesta, la celebraci6n, la
alegria, el deporte y el buen humor. La espiritualidad del hombre con-

T. Dimitrov, 2007, 50 novel laureates and other great scientists, who belive in God, online
2

book of quotations, < http://nobelists, net/, free e-book >.


228 CAP. 16. DIMENSION ESPIRITUAL DE LA EXPERIENCIA

temporaneo, en lugar de estar mas separada del mundo, entabla con


el un dialogo 1nutuamente enriquecedor. Se sale de las iglesias y de
los monasterios e invade las calles de la ciudad.
La espiritualidad conte1nporanea se va moviendo del desequilibrio
entre lo individual y lo comunitario hacia un desarrollo mas arm6nico
de las personas, individualmente consideradas, con la comunidad, con
sus valores, sus metas y sus anhelos. Es observable una sana dina mica
grupal entre el desarrollo de los individuos y el que se da en el
contexto del credmiento grupal y comunitario. Sin el desarrollo de los
individuos, la comunidad languidece y muere; sin el desarrollo de la
comunidad, los individuos se dispersan.
Es observable en la espiritualidad contemporanea un movimiento
que tiende a romper con los formalismos y las practicas externas hacia
la autenticidad, la genuinidad y la expresi6n realista y personal de los
propios sentimientos y significados. En especial, los j6venes se mues
tran cada dia mas renuentes a las experiencias religiosas impersonales
y cada vez estan mas inclinados a una busqueda espiritual directamen
te conectada con las actividades y los intereses de su vida, sus formas
de interac uar y con su trabajo. Autenticidad es el signo de la espiritua
lidad cont-emporanea. Es tambien un signo de esta el que los hombres
y las mujeres se van gradualmente moviendo, de la sumisi6n a la au
II
·1 toridad hacia la autoafirmaci6n de los propios valores, hacia el dialogo i
sabre las diferencias y hacia la cooperaci6n en la busqueda de formas I

creativas de interacci6n entre lo que permanece y lo que cambia. i

En los j6venes de hoy, como tambien en muchos adultos, se observa


un movimiento de personas y de grupos que se va desplazando de las
normas negativas y de las prohibiciones hacia la clarificaci6n y vivencia
de los valores y hacia la libertad y la responsabilidad (Moreno,3 1995).
Preferimos hombres libres y responsables que fieles observantes
de la norma y de la ley. Preferimos ser corresponsables que fieles obe
dientes, ciudadanos y no subditos (Krause, E., 2000).
La dependencia emocional es un fen6meno adolescente que des
cribe la tendencia del joven adulto a echar la culpa a otras personas y
a las circunstancias por los propios errores e insuficiencias: "tu tienes
la culpa de que yo me enoje o de que yo me vaya", "este colegio tiene
la culpa de que yo no aprenda", "a mi nadie me quiere".
En la tradici6n judaica o en la cristiana, desde la antigi.iedad re
mota, es comun y tradicional la creencia de que el mundo en que
vivimos es "un valle de lagrimas". Las enfermedades, las guerras, las

J. Moreno Aranda, Dias y lei. ciencia, colecci6n de Cultura No. 4, U. lberoamericana,


3L.

Mexico, 1995.
ESPIRITUALIDAD DEL MUNDO POSMODERNO 229
calamidades, el dolor y la muerte son los acompafiantes naturales del
transito temporal del hombre por el mundo.·El verdadero gozo, la paz,
la alegria y la felicidad son los ingredientes de la vida de los bienaven
turados despues de la muerte y nunca se consiguen en plenitud en
este mundo. Mas aun, se da al sufrimiento un valor primordial, como
si sufrir por el sufrimiento mismo fuera el unico medio para alcanzar
el perdon, el rescate y la resurreccion.
Nose siesta vision pesimista del mundo se haya dado tambien en
otras religiones o en otras formas de espiritualidad, pero me queda cla
TO que los 1nas importantes lideres de la espiritualidad contemporanea
estan poniendo ahora mayor enfasis en la union, la paz, el dialogo, la
contemplacion, el amor, la justicia y el perdon. Los compromisos de
servicio y la belleza y armonia del mundo en que vivimos se reflejan
cada vez mas en la evolucion de la salud fisica, psicologica y
espiritual. Finalmente, uno de los signos mas claros de la salud en el
ambito espiritual contemporaneo es que este caracterizado por la paz,
por la armonia y por el buen humor. La vida humana es demasiado
impor tante para ser tomada demasiado en serio. Desde hace muchos
siglos se han venido considerando las experiencias mfsticas coma
caracteri
zadas por la paz interior, el amor desinteresado y el gozo profundo.
Quisiera concluir este trabajo presentando algunas hip6_tesis del
desarrollo humano sobre la espiritualidad como meta y culminacion
de los procesos evolutivos de la raza humana.
Como ya lo he indicado anteriormente, muchos cientificos del
comportamiento humano coma los ya mencionados (Rogers, Maslow
y Allport) han observado que todos los vivientes puestos en
condiciones favorables para su propio desarrollo tienden a crecer
saludablemente y a multiplicarse para enriquecer la especie y su
interacci6n con el ambiente. El ser humano es el unico viviente capaz
de experimentar este fen6meno con plena conciencia. No solo
evoluciona, sino tambien se da cuenta de que evoluciona. Y lo mas
sorprendente de todo: se da cuenta de que puede con sus propias
decisiones facilitar u obstaculizar el crecimiento propio y el de los
demas; de que si se coloca en con diciones propicias armoniza la
satisfacci6n de sus necesidades fisicas con las psicol6gicas, con las
sociales y las espirituales; de que existen tantos sentidos o significados
de la existencia, tantas realidades y tan tas fantasias, tantas metas,
tantos suefios, cuantas personas hay sobre la Tierra y de que ninguno
de estos significados es el unico verdadero. Todas son aproximaciones
validas para la comprensi6n de una verdad absoluta que todavia no
conoce.
Los expertos en psicoterapia y acompafiamiento personal estan
ge neralmente de acuerdo en que el origen de la disfuncionalidad
psico-
230 CAP. 16. DIMENSl6N ESPIRITUAL DE LA EXPERIENCIA

16gica se dio en relaciones interpersonales deficientes, caracterizadas


por el rechazo afectivo, la inc01nprensi6n o la incongruencia o falta de
sinceridad. Solo a traves de otro tipo de relaciones interpersonales, ca
racterizadas por la e1npatfa, el afecto incondicional y la transparencia
pueden devolver la esperanza, la salud y la alegrfa de vivir. Del mismd
modo, la disfuncionalidad y la salud en la experiencia espiritual son
producto de relaciones significativas enfermas o saludables. La espiri
tualidad no se ensefia, sino que se contagia; asi, el progreso y el creci
miento espititual son producto de la busqueda personal de individuos
y de co1nunidades, motivados por el amor, en la construcci6n de un
1nundo mas justo, mas a1nable y mas equitativo para todos.
La comprensi6n e1npatica y el afecto no condicionado responden
en tal forma a.la necesidad psicol6gica de primer orden del hombre de
ser amado y estimado, que cuando se experimentan, de inmediato-ele
van el nivel de autoestima. Si todo lo que la persona es, piensa, siente
y hace es recibido con el mismo grado de estimaci6n y afecto y con
una actitud comprensiva, la persona pierde el miedo al conocimiento
de si misma. De aqui que en la psicoterapia exitosa no es el
conocimiento, sino la comprensi6n amorosa de uno mismo lo que
genera autoestima, que a su v z genera el autoconocimiento. Esta
conciencia, al encontrar otra vez comprensi6n y afecto, eleva el nivel
de la autoestima y de la conciencia, en un circulo virtuoso.
Otro corolario derivado de estas reflexiones es que la congruencia
o sinceridad en el psicoterapeuta al expresar sus pensamientos y sus
sentimientos y al manifestar una actitud positiva incondicional genera
ta1nbien una creciente honradez y sinceridad en la persona
acompafia da, que al profundizar en el propio conocimiento con
sinceridad y una actitud positiva incondicional crece en afecto por si
misma.
Varios investigadores (Rogers, 1957; Truat, 1967) han constatado
que la persona que se siente genuinamente· entendida y aceptada en
forma incondicional desarrolla un mayor sentido de confianza en ella
misma. Esta confianza basica es, a su vez, la base de la propia autode
tenninaci6n. El proceso de una relaci6n interpersonal prolongada con
las caracteristicas sefialadas va hacienda que la persona que esta reci
biendo psicoterapia se mueva hacia una creciente estima de si misma,
hacia mayor independencia de las percepciones de los demas (libertad
emocional), hacia el trabajo creativo y hacia el amor fecundo en las
relaciones consigo misma y con los de1nas.
Tal vez el producto mas satisfactorio y 1nas enriquecedor de este
proceso sea el amor fecundo en la relaci6n con uno mismo y con los
demas, pues mantiene a la persona en armonfa con la vida y con la
naturaleza.
ESPIRITUALIDAD DEL MUNDO POSMODERNO 231
Este amor fecundo se contrapone directamente al narcisismo, que
es un amor por uno mis1no que genera distorsi6n y, en ultimo termi
no, perdida, obstaculo y destructividad. Tal vez el proceso de crecer a
traves de la experiencia psicoterapeutica pueda describirse coma pasar
del narcisismo a la experiencia del amor.
Probablemente la experiencia cuhnen del desarrollo humano, tanto
en las individuos coma en los grupos, este en el desarrollo de la espi
ritualidad en su forma mas simple: la creciente armonfa en la integra
ci6n con uno mismo, con los demas y con el universo. Es un estado de
bienestar en que todo lo que sucede tiene sentido, una experiencia de
amor y de alegria conscientes que no es interrumpida por los aconteci
mientos adversos y que magnifica las experiencias de felicidad..
Tal vez a eso se referian Ignacio de Loyola y Teresa de Jesus al ha
blar de "contemplaci6n en la acci6n". Es coma vivir en el torbellino de
la vida sin titubeos ni perturbaciones, conectado constantemente con
el amor por la vida en todas sus manifestaciones y con la alegrfa de
vivir, con la sensaci6n de que la muerte es una etapa del proceso de la
vida en la evoluci6n del universo. Es un amor incondicional por uno
mismo coma cada uno es y no por el que debiera ser, que .comprende
y que perdona, que se nutre del respeto y de la aceptaci6n. Es un dejar
ser a los demas, amandolos por lo que son y no por lo que se1:fa bueno
que fueran, es dejarlos equivocarse y seguir a1nandolos, es sumarse en
la vivencia y no mera1nente en el concepto a todos los movimientos de
superaci6n en el universo. Es la experiencia de la liberaci6n creciente,
es la conciencia de la libertad.
Terminare este capitulo compartiendo mi vivencia del Dios en
quien yo creo. Esta en el origen de misery de todo el universo, es la
meta de todas las busquedas espirituales y el horizonte de todas las
religiones. No lo s_iento amenazador en su grandeza, sino amoroso y
comprensi vo. Sorprendido por la belleza de todo lo que existe, veo
detras de esta belleza un designio que rebasa mi inteligencia y mi
capacidad de amar, que me hace ver que el universo entero, a pesar de
la violencia y del sufrimiento, es la mejor herencia que El pudo
haberme dado.
Esta en el inicio y en la meta de todos los caminos. Es el alfa y el
omega, es decir, el principio y el final.
CAPITULO

17
Horizonte etico
del
proceso·evolutivo

Cualquiera que observe el fen6meno de la vida sabre este planeta


se sorprendera de la complejidad, amplitud y belleza en la armonia, al
mismo tiempo salvaje y humanizada, de los seres vivas.
La primera maravilla fue el transito de la materia inorganica a la
-materia viva que todavia no podemos descifrar en su riqueza y profun
didad. El otro hecho que maravill6 y desbord6 al entendimiento huma
no fue el transito de la vida a la conciencia, todavia ·mas inexplicable.
En efecto, el "fen6meno humano", descrito asi por Teilhard de
Chardin (1955) y como la emergencia del self por la psicologia
contemporanea, no es otra cosa que la aparici6n de la conciencia por la
cual el ser humano se convierte en sujeto y objeto de su propia
percepci6n. Es la emergencia de la raz6n y con ella de la
humaniz'aci6n del conocimien to al servicio de la armonia en la
equidad.
Otra fuente de sorpresa y estupor fue la constataci6n del proceso
evolutivo en el universo, desde la constituci6n de la materia inerte
hasta la riqueza y complejidad de los fen6menos psiquicos, sociales y
espirituales. En todos estos procesos se observa una tendencia natural
al cambio y a las superaciones continuas, evidentes para cualquier
investigador. Esta tendencia no aprendida y ademas inextinguible per
mea todos los sistemas y todos los procesos, de los cuales unicamente
el ser humano esta consciente.
·Tanto la materia inerte co1no la materia viva y el fen6meno de la
conciencia manifiestan este impulso natural a la superaci6n constante
a traves de regresiones y regeneraciones peri6dicas con un objetivo
clara o implicitamente manifiesto de superaci6n, observable en la di
ferenciaci6n, jerarquia y armonizaci6n de todos los elementos inertes,
vivos y pensantes.
Darwin observ6, en el proceso evolutivo de los seres vivas, un
hecho canstatable tambien en las humanos: el dominia de los mas

232
HORIZONTE ETICO DEL PROCESO EVOLUTIVO 233
fuertes sobre los debiles. * Esta tendencia en los seres humanos tiene
una caracteristica peculiar: los mecanismos de dominio se van trans
formando, por la racionalidad, en pautas del crecimiento arm6nico de
todos los seres vivos, a traves de preferencias libres que jerarquizadas
se convierten en premisas de la etica universal.
El ser humano, desde su aparici6n sobre la Tierra, se observa_a si
mismo frente a la opci6n libre de vivir o niorir, odiar o amar, estar
sano o enfermo, saber o no saber, descalificar o integrar; en un sentido
ge nerico, la opci6n por la vida o por la muerte: biofilia y necrofilia.
Estas preferencias por vivir, por amar, por la salud, por el saber y la
integra ci6n, innatas en el ser humano, son, con sus corolarios, el
fundamento de los sistemas eticos, del derecho y de los
pronunciamientos morales en todas las culturas y religiones.
Las pautas del proceso evolutivo en Mexico durante el siglo xx yen
lo que va del presente siglo confirman con datos concretos lo expuesto
· en general con terminos abstractos. Desafortunadamente, estos datos
que ofrezco pueden ser tachados de idealistas e ingenuos por los me
dias·masivos de informaci6n, los analistas politicos y los columnistas
de la prensa nacional. Para ellos, bajo capa de critica sana, lo unico
cierto y verdaderamente importante es .la mala noticia o el dato sen
sacionalista, altamente cotizados por la morbosidad de los lectores y
del publico en general. Tal morbosidad obedece a circunstancias his
t6ricas reconocidas: el paternalismo de los gobiernos, de la Iglesia y
del regimen familiar, la falta de aprecio del mexicano por lo suyo y la
admiraci6n desmedida, con fundamentos poco objetivos, por todo lo
extranjero, el "malinchismo" y en particular por lo norteamericano y
lo europeo; la cultura de la corrupci6n y de la "mordida", del soborno,
manifiesta en el ingenio. de quienes transgreden las innumerables le
yes mexicanas, burlandose de las sanciones justas y al mismo tiempo
quejandose de la administraci6n de la justicia que permite que "el que
no transa no avanza".
A pesar de la violencia que actualmente padece el pais, del pa
ternalismo cultural y de la corrupci6n generalizada como fen6meno
social, a pesar de las desigualdades econ6micas y educativas, de la
dis criminaci6n que todavia viven las mujeres y los indigenas, a pesar
de un rezago educativo de cuatro siglos, Mexico ha evolucionado
drama ticamente. Nunca antes las mujeres habian tenido el acceso que
tienen ahora a las universidades, a las empresas como funcionarias y
expertas
-o tecnicas calificadas, ni antes del siglo xx habian figurado en puestos
politicos de alto rango, ni se habian sumado a la fuerza de trabajo de

*Ambos conceptos ("debil" y "fuerte") son antropom6rficos.


234 CAP. 17. HORIZONTE ETICO DEL PROCESO EVOLUTIVO

alta calidad. Nunca antes del siglo xx habia habido escuelas para toda
la poblaci6n, aunque, por obvias razones, la calidad de dichas escuelas
no sea tan alta. Ni habian existido el Seguro Social, el ISSSTE y el Se
gura Popular para cubrir las necesidades de salud de toda la poblaci6n.
Nunca antes el pueblo de Mexico se habia aproxiinado tanto y tan
dolorosamente, es cierto, a vivir los procesos de111ocraticos como
parte de la cultura politica de la poblaci6n, ni tantos 1nexicanos y
111exicanas habian accedido a las urnas y participado voluntariamente
en los pro cesos electorales y en la politica en general.
Han desaparecido los ferrocarriles de pasajeros, pero el creciente
sistema de carreteras y caminos vecinales ha venido evolucionando en
el siglo xx y lo que va del xxr. Las industrias y las exportaciones han
crecido en estos lustros 400 % ; la producci6n.industrial, los nuevos
inventos y los avanc·es cientificos y tecnol6gicos, aunque comparados
con los de otros paises pueden ser considerados como pobres, han flo
recido en Mexico espectacularmente. Nunca antes tantos empresarios
mexicanos poseedores de ingenio, talento y poder econ6mico habian
invertido en las plantas industriales del pais y creado un numero de
empleos que, aunque insuficiente, 1nantiene a Mexico, junto con Bra
sil, a la vanguardia de America Latina. Mexico ocupa el decimotercer
lugar entre las economias mas desarrolladas del mundo.
En el planeta, a pesar de las crisis econ6micas que han venido
convulsionando a diversos paises y los han afectado a todos, en mayor
o menor grado, los avances .cientificos, tecnol6gicos y culturales han
sido sensacionales.
Es curioso constatar que el pais que fue cuna de la civilizaci6n
occidental, Grecia, haya sido imprevisible111ente el detonador de la
ul tima crisis econ6111ica en Europa. El mundo occidental tiene con
Grecia un compromiso hist6rico ineludible, no puede hacerlo a un
lado.
A pesar de los disturbios en Libia y la muerte de Gadafi, del reco
nocimiento de la ONU a Palestina como un estado independiente, por
1nayoria, sin el apoyo de las demas naciones, los pueblos del mundo
viven en paz, gracias a una compleja y poderosa red diplomatica capaz
de prevenir y solucionar los conflictos antes de que aparezcan.
Aunado al desarrollo sin precedente de China, de India y de los
paises asiaticos es patente en todo el mundo- la emergencia de la
demo cracia y el repudio de los regimenes autoritarios, tanto de
derecha como de izquierda que, aunque la democracia -a decir de
Churchill- no es la mejor forma de gobierno es, sin e1nbargo, la mejor
de las que tenemos. La crisis econ6mica, que esta afectando al mundo,
puede ser una reacci6n saludable de la raza humana en conjunto que
manifiesta des contento y repudio a un sistema econ6mico (el
capitalismo) que ha
HORIZONTE TICO DEL PROCESO EVOLUTIVO 235
generado las problemas de endeudamiento ilicito y acumulaci6n de
riquezas por los relativa1nente pocos ricos y el consecuente empobre
cimiento de muchos. Economistas y estadistas a nivel mundial estan
estudiando un orden econ6mico ya no mas apoyado en el endeuda
miento ilfcito y la acumulaci6n inequitativa de las riquezas, sino en
procurar un mfnimo de bienestar para todos los habitantes del planeta.
McGregor demostr6 el siglo pasado en su libro clasico The Human
Side of Enterprise (2006) que personas de calidad hacen empresas de
calidad, y estas son a la larga mas pr6speras que las que lucran con el
dinero de los demas.
Abordar esta crisis para bien de todos es otro signo del proceso
evolutivo que se sigue manifestando en el mundo moderno a traves de
signos evidentes, coma el desmantelamiento de las·plantas de armas
at6micas, la construcci6n de escuelas y hospitales -sin precedente en
la historia-, el acceso a la educaci6n superior de multitud de j6venes,
cada vez mejor preparados, para contribuir con talento, trabajo y entu
siasmo juvenil al desarrollo de las instituciones y de las empresas del
futuro. En esta mis1na lfnea es promisorio el desarrollo de la concien
cia ecol6gica, desconocida en el mundo hace apenas 50 afios.
Cada vez mas pafses estan asumiendo la responsabilidad de redu
cir la sobrepoblaci6n del mundo para incrementar la calidad de vida
y hacer mas eficiente el uso de los recursos para proveer a todos los
habitantes del planeta de un mfnimo de oportunidades de educaci6n,
salud y trabajo.
En esta misma lfnea resulta obvio constatar que las guerras absur
das del pasado, que involucraban a casi todas las naciones de la Tierra,
estan siendo sustituidas por negociaciones diplomaticas, tratados de
libre comercio y competencias deportivas internacionales.
Aumenta el turismo en proporci6n directa al crecimiento y
desarro llo de los centros de atracci6n y esparcimiento en todos las
continentes. Los promedios de edad suben tambien,
proporcionalmente, en to das las naciones, y aunque todavia
persisten a nivel mundial la dis criminaci6n, en terminos de genero,
raza y posici6n social, hay signos muy claros de avance hacia la
integraci6n y la igualdad de oportunida des para todos en la educaci6n,
la polftica, el trabajo y aun en las igle sias y religiones. En estas
ultimas la resistencia es mayor debido a las creencias ancestrales,
vinculadas con valores culturales de predominio
masculino y sumisi6n femenina, diffcilmente remontables.
Es obvio que la instituci6n mas antigua e importante -la fami
lia- esta experimentando cambios muy significativos, al menos en la
cultura occidental, cambios que algunos consideran degenerativos y
lamentables, y otros los ven como signos de renovaci6n y de supera-
236 CAP. 17. HORIZONTE t:TICO DEL PROCESO EVOLUTIVO

ci6n hacia una concepci6n de la familia mas adaptada a los cambios


de valores en las generaciones contemporaneas.
Al menos en el mundo occidental, dos valores estan sustituyendo a
otros de las generaciones pasadas. El mas destacado de todos,
observa ble en todas las culturas del Occidente geografico, es la
preferencia que la mayoria de los j6venes manifiestan ·por la
autenticidad, la sinceridad y la apertura, tal vez coma una reacci6n a-
los valores de la generaci6n pasada que prefiri6 proyectar apariencias
o imagenes positivas en lu gar de asumir los hechos, lo que en el
lenguaje juvenil se conoce como "la neta" y hablarlos y discutirlos
abiertamente.
Dos t12mas importantes han sido tabu para las generaciones· pasa
das: las costumbres y practicas sexuales, tanto de los padres coma de
los hijos que no se discuten y a veces ni siquiera se mencionan en la
familia, por una parte, y la temporalidad del vinculo matrimonial por
la otra, que se acepta, pero tampoco se discute, so capa de proteger a
los hijos tanto nifios como adolescentes. Por lo general en las nuevas
generaciones, estos temas se hablan ampliamente entre los j6venes y
excepcionalmente entre estos y personas adultas que no descalifican ni
condenan y que inclusive se prestan a participar en las conversaciones
que sobre. el tema mantienen j6venes de todas las edades. Muchas pa
rejas prefieren romper el vinculo cuando descubren su incompatibili
dad, mas que mantenerlo para complacer a la sociedad o para proteger
a las hijos.
Con mucha frecuencia en las oficinas de los maestros, de las orien
tadores y de las sacerdotes, las j6venes discuten abiertamente sabre la
validez de los compromisos tomados para siempre ''hasta que la muer
te nos separe" a los 20 o 22 afios o inclusive a los 30. zQue psic6logo
podria predecir lo que las recien casados van a tener que afrontar en
un mundo cambiante en que todo se cuestiona y se discute? Algunos
pastores, te6logos y psic6logos cat6licos estan poniendo sobre la mesa
· de discusi6n la obligatoriedad de compromisos contraidos para toda la
vida, cuando no se tienen la claridad ni la madurez suficiente y menos
aun la capacidad para afrontar contingencias dificihnente predecibles.
Se advierte otro cambio valoral significativo en la creciente acepta
ci6n de comportamientos sensuales y sexuales que tanto las culturas
laicas con10 las religiosas han considerado inaceptables y a veces
hasta reprobables. Los sex6logos reprueban la imposici6n y el abuso,
mas no las manifestaciones sexuales que no pueden ser reprobables
cuan do dos adultos conscientes, por su libre voluntad, deciden
llevarlos a
cabo, sin violar derechos ajenos o compromisos establecidos.
Desafortunadamente, no solo en Mexico sino tambien en otros
pai ses estos temas no se discuten abiertamente y -lo peor de todo- es
que
EL MUNDO DEL FUTURO 237
cuando se alude a ellos, en lugar de hablar de la propia experiencia
se toman actitudes autoritarias y moralistas, manteniendo en secreto
las costumbres sexuales propias coma se viven y experimentan en la
realidad.
Un joven de pelo largo y libre pensador, autentico hasta el cinis
mo y libre de prejuicios genericos y raciales es mas atractivo para la
juventud contemporanea que cualquier otro modelo, a no ser que este
se manifieste ante todo y con claridad autentico y sincero. La autenti
cidad parece ser el valor.supremo de la juventud contemporanea.
La emergencia de la homosexualidad declarada y abiertamente vi
vida ha sido un fen6meno social y cultural que cuestiona fuertemente
los valores de generaciones anteriores que crecieron considerandola
una perversion (incluyendo a Freud). ·
Esta tolerancia, manifiesta en la aceptaci6n de las personas dife
rentes por sus ideas y comportamientos, es otro de los valores que
caracterizan a la juventud emergente, en contraposici6n al prejuicio
y a la discriminaci6n prevalentes en culturas anteriores, aunque esta
tolerancia no se extiende a estas culturas anteriores. Es decir, algunos
j6venes contemporaneos tal vez esten repitiendo el mismo error de
generaciones anteriores: considerar que sus nuevos valores son casi
verdades abso!'utas.

EL MUNDO DEL FUTURO


Carl Rogers (1977) describe algunas caracteristicas de grupos de
j6venes de su tiempo, minorfas comprometidas, con los siguientes
rasgos: estos grupos emergentes son j6venes de cualquier edad que
no vienen proponiendo una utopia, sino son personas que cometen
errores, que sucumben algunas veces a la corrupci6n, pero que toman
un rumba muy claro hacia el futuro, hacia la creaci6n de una nueva
cultura que se mueve en las siguientes direcciones:

• Hacia una gran sinceridad y apertura en las relaciones interper


sonales, en la familia, en la escuela, en el trabajo y en los grupos de
SU interes particular.
• Hacia la ampliaci6n de la conciencia y el desarrollo de sus
recur sos coma personas completas y responsables, humanos
integros en la mente yen el espiritu.
• Hacia la valoraci6n de los individuos p_o r lo que son, indepen
dientemente de su genero, raza, estado socioecon6mico o pose
siones materiales.
238 CAP. 17. HORIZONTE ETICO DEL PROCESO EVOLUTIVO

• Hacia las agrupaciones de pocos individuos selectos, en las co


munidades, las escuelas y las unidades de trabajo.
• Hacia una cercana y respetuosa relaci6n reciproca con el mundo
natural.
• Hacia una percepci6n de los bienes materiales, considerados
valiosos unicamente cuando aumentan la calidad de la vida
personal.
• Hacia una distribuci6n rnas equitativa de los bienes materiales.
• Hacia una sociedad con un minima de estructuras, en que las
necesidades humanas tengan mas importancia que cualquier es
tructura.
• Hacia un liderazgo temporal y compartido, basado no en la com
petitividad, sino en la competencia para satisfacer especifica
rnente el interes y las necesidades sociales.
• Hacia un cuidado genuino de todos aquellos que necesitan ayuda.
• Hacia una concepci6n mas humana de la ciencia en su fase crea
tiva, la de poner a prueba las hip6tesis, velando por el humanis
mo de sus aplicaciones.
· • Hacia la creatividad en todas sus formas, en el pensamiento y en
la exploraci6n, en las areas de relaciones sociales, en·las artes,
en el disefio social, en Ia arquitectura, en la planeaci6n urbana y
regional, en la ciencia y en el estudio de los fen6menos psiquicos
y espirituales.

No son tendencias amenazadoras, sino fuentes de esperanza. A


pesar de las oscuridades del presente, nuestra cultura parece estar al
borde de un gran movimiento revolucionario-evolucionario inminente.
Apendice 1. Semblanzas

UN ESCENARIO Y UN FARO

Hace 40 afios, en un contexto politico y social de enorme trascen


dencia para Mexico, fue madurado y formulado el documento verte
bral de la Universidad Iberoamericana -que llamamos el Ideario- por
un notable grupo de universitarios, entre quienes es_tuvo Juan Lafarga.
Ese Ideario es una sabia constelaci6n de conceptos palpitantes que dan
base al otorgamiento de la medalla Ignacio de Loyola: la inspiraci6n
cristiana, la formaci6n integral y humana, la identidad nacional; aper
tura, respeto y dialogo; compromiso social, paz, solidaridad, justicia y
dignidad de la persona; libertad academica y de conciencia, excelencia
academica, etcetera.
Es una descripci6n del escenario, de la atm6sfera vital y del fertil
ambiente propio de la universitas: en ese ambiente, como pez en el agua,
como arbol crecido en buena tierra, se ha movido y ha enraizado Juan
Lafarga. Pero el Ideario es tambien un faro. Sefiala una direcci6n, indi
ca un sentido. Advierte riesgos y ha sido testigo insobornable -desde
su promulgaci6n- de momentos especialmente crfticos, como aquel
en que el Senado Universitario sustituy6 al Patronato como suprema
autoridad o cuando decidimos participar en el movimiento estudiantil
del '68; cuando la comunidad universitaria se embarc6 en un autoana
lisis profundo o cuando se transform6 a fondo, optando por la estruc
tura academica departamental; cuando nos levantamos de las ruinas
descubriendo dolorosamente y en carne propia que la universidad no
son los edificios, sino las universitarios; cuando realizamos la heroica
mudanza al campus Santa Fe; cuando se cre6 el Consejo de Educaci6n
Superior, el Sistema Educativo UIA-ITESO y su Rectoria (y especial
mente cuando se decidi6 ponerle fin), el ideario de la UIA ha sido

239
240 APt:NDICE 1. SEMBLANZAS

siempre un faro, un punto luminoso que nos permite saber por d6nde
andamos. Y Juan Lafarga ha sido un valiente guardafaros; empefiado
en mantenerlo encendido.
Escenario y faro, el Ideario de nuestra universidad es una referencia
clara. Nos confronta cuando andamos lejos de los valores que propa
ne. Nos estimula cuando nos acercamos a ellos.
Este documento adquiere aroma, ritmo, color y sabor cuando se
convierte en un camino transitable cotidianamente para cada universi
tario y para cada comunidad en su conjunto. Vale el Ideario, podemos
decir, cuando hay una figura personal, un perfil humano, un universi
tario que lo encarne, que le de vigencia y nos convoque aquf y ahora
con un llamado ejemplar.
Por eso, cuando la Universidad Iberoamericana hace entrega de la
medalla Ignacio Loyola, mas que honrar a quienes la reciben, se honra
a si misma, porque se reconoce en la existencia de personas con el
talento, la capacidad, la excelencia y la sensibilidad tales, que se nos
muestran co1no una realidad ejemplar. Esto representa Juan Lafarga,
el doctor Juan Lafarga para nosotros. El testimonio vivo de que el
Idea rio no se agota en la riqueza de su formulaci6n. El testimonio
vivo de que es mucho mas que un bello documento. El testimonio vivo
de que ser universitario, en la Universidad Iberoamericana, es un
modo de aprender y ensefiar, relacionarse y amar. En pocas palabras,
el modo ignaciano de ser y estar en el mundo.
Recordaremos nuestra deuda con las personas que·en su tiempo,
como Juan, construyeron el cuerpo y el alma de esta universidad y de
las que ahora mismo siguen empefiadas en esa empresa.
Convoquemos sus rostros y sus historias, su conversaci6n en las
aulas, su destreza en laboratorios y talleres. Su talento en la investiga
ci6n. Su silencio en la biblioteca. Su valor en la discusi6n. Su temple
en la adversidad. Su apertura y su humildad. Su profundo ser universi
tarios. Para saborear y gozar de las cosas internamente, como propane
Ignacio de Loyola, reunamos en esta fiesta su recuerdo, en la memoria
de todos nosotros, en torno a Juan. En torno al doctor Juan Lafarga .
Corona, jesuita, psic6logo, universitario, amigo, hermano.

LUIS MARIANO ACEVEZ


Apendice 1. Semblanzas

UN ESCENARIO Y UN FARO

Hace 40 afios, en un contexto politico y social de enorme trascen


dencia para Mexico, fue madurado y formulado el documento verte
bral de la Universidad Iberoamericana -que llamamos el Ideario- par
un notable grupo de universitarios, entre quienes es.tuvo Juan Lafarga.
Ese Ideario es una sabia constelaci6n de conceptos palpitantes que dan
base al otorgamiento de la medalla Ignacio de Loyola: la inspiraci6n
cristiana, la formaci6n integral y humana, la identidad nacional; aper
tura, respeto y dialogo; compromiso social, paz, solidaridad, justicia y
dignidad de la persona; libertad academica y de conciencia, excelencia
academica, etcetera.
Es una descripci6n del escenario, de la atm6sfera vital y del fertil
ambiente propio de la universitas: en ese ambiente, coma pez en el
agua, coma arbol crecido en buena tierra, se ha movido y ha enraizado
Juan Lafarga. Pero el Ideario es tambien un faro. Sen.ala una direcci6n,
indi ca un sentido. Advierte riesgos y ha sido testigo insobornable -
desde su promulgaci6n- de momentos especialmente criticos, coma
aquel en que el Senado Universitario sustituy6 al Patronato coma
suprema autoridad o cuando decidimos particijJar en el movimiento
estudiantil del '68; cuando la comunidad universitaria se embarc6 en
un autoana lisis profundo o cuando se transform6 a fondo, optando por
la estruc tura academica departamental; cuando nos levantamos de las
ruinas descubriendo dolorosamente y en carne propia que la
universidad no son los edificios, sino los universitarios; cuando
realizamos la heroica mudanza al campus Santa Fe; cuando se cre6 el
Consejo de Educaci6n Superior, el Sistema Educativo UIA-ITESO y
su Rectoria (y especial mente cuando se decidi6 ponerle fin), el
ideario de la UIA ha sido
239
240 APt:NDICE 1. SEMBLANZAS

siempre un faro, un punto luminoso que nos permite saber por d6nde
andamos. Y Juan Lafarga ha sido un valiente guardafaros; empeiiado
en mantenerlo encendido.
Escenario y faro, el Ideario de nuestra universidad es una referenda
clara. Nos confronta cuando andamos lejos de los valores que propa
ne. Nos estimula cuando nos acercamos a ellos.
Este documento adquiere aroma, ritmo, color y sabor cuando se
convierte en un camino transitable cotidianamente para cada universi
tario y para cada comunidad en su conjunto. Vale el Ideario, podemos
decir, cuando hay una figura personal, un perfil humano, un universi
tario que lo encarne, que le de vigencia y nos convoque aquf y ahora
con un llamado ejemplar.
Por eso, cuando la Universidad Iberoamericana hace entrega de la
1nedalla Ignacio Loyola, mas que honrar a quienes la reciben, se honra
a sf misma, porque se reconoce en la existencia de personas con el
talento, la capacidad, la excelencia y la sensibilidad tales, que se nos
muestran coma una realidad ejemplar. Esto representa Juan Lafarga,
el doctor Juan Lafarga para nosotros. El testimonio vivo de que el
Idea rio no se agota en la riqueza de su formulaci6n. El testimonio vivo
de que es mucho mas que un bello documento. El testimonio vivo de
que ser universitario, en la Universidad Iberoamericana, es un modo de
aprender y enseiiar, relacionarse y amar. En pocas palabras, el modo
ignaciano de ser y estar en el mundo.
Recordaremos nuestra deuda con las personas que·en su tiempo,
coma Juan, construyeron el cuerpo y el alma de esta universidad y de
las que ahora mismo siguen empeiiadas en esa empresa.
Convoquemos sus rostros y sus historias, su conversaci6n en las
aulas, su destreza en laboratorios y talleres. Su talento en la investiga
ci6n. Su silencio en la biblioteca. Su valor en la discusi6n. Su temple
en la adversidad. Su apertura y su humildad. Su profundo ser universi
tarios. Para saborear y gozar de las cosas internamente, como propone
Ignacio de Loyola, reunamos en esta fiesta su recuerdo, en la memoria
de todos nosotros, en torno a Juan. En torno al doctor Juan Lafarga
Corona, jesuita, psic6logo, universitario, amigo, hermano.

LUIS MARIANO ACEVEZ


tOUIEN ES ESE HOMBRE QUE HA TOCADO
TANTAS VIDAS?

;_Quien es ese hombre que ha tocado tantas vidas, que siembra es


peranza en miles de personas, que transforma las ideas e impulsa las
relaciones?, ;_quien es Juan Lafarga para cada uno de los que·aqui lo
acompafiamos a recibir este tan merecido reconocimiento?
Seguramente, quienes lo conocemos coincidiremos en que -mas
alla de todas sus aportaciones a la humanidad- Juan es, antes que
nada, una "persona". Una-persona que mira, escucha, piensa, camina,
suefia y quiere.

JUAN MIRA

Mira con curiosidad y.asombro todo lo que le rodea. Contempla


los amaneceres y permanece con actitud abierta aun en la oscuridad.
Mira y su mirada refleja bondad y serenidad.
Mira los ojos, las mentes y los corazones, porque percibe la
profun didad de las personas y de sus sentimientos. Detecta la esencia
de las cosas y la trascendencia de las situaciones.
Mira mas alla de las estrellas y su vision se enfoca en la eternidad.
Conserva ese poder de asombro que solo poseen los seres agradecidos
con la creacion y en su horizonte esta siempre presente el Creador.
Nos mira, te mira, atento, amable, de frente y esa mirada te cubre,
al instante, de aceptacion y afecto.

241
242 APENDICE 1. SEMBLANZAS

JUAN ESCUCHA

Escucha con ad1niraci6n el murmullo del viento, el trinar de las


pajaros, el mensaje de las animales, las canciones de sus sobrinos y
las palabras de sus amigos.
Escucha con ilusi6n a Mozart y Beethoven, tambien a Jorge
Negre te y Agustin Lara, pero nunca te da lecciones, porque la 1nusica
es un talento heredado de su madre y una inspiraci6n para toda su
familia.
Escucha lo que dices y lo que sientes. Su gran capacidad para es
cuchar se traduce en interes genuino, aceptaci6n incondicional y ex
traordinaria empatia. Quien es escuchado par Juan queda invitado a
autodescubrirse ya ca1ninar con paso propio.
Escucha a todo aquel que se cruza par su camino. Y es que su
ca.Iida sonrisa, su mirada acogedora y su saludo afectuoso invitan al
acercamiento a una enorme diversidad de personas.
Se escucha a si mismo. Escucha sus ideales y sus propios sueiios y
es capaz de cualquier osadia para hacerlos realidad.
JUAN PIENSA

Piensa en el mas alla y actua en el aqui y el ahora.


Piensa en grande y actua sin protagonismos ni pretensiones. Pien
sa profundo y traduce sus convicciones en acciones cotidianas.
Piensa en la psicologia, la filosofia, el desarrollo humano, la edu
caci6n y la religion. Sabe del mundo, del deporte, de la historia, de la
. 1nusica y de la mecanica. Pero percibe y respeta tu potencial y facilita
su emergencia: esta seguro de que tu aprenderas a tu propio ritmo.
Piensa en Jesus de Nazaret y sigue su ejemplo de vida por propia
elecci6n. Tambien conoce de Buda y de Mahoma, admira y respeta
todas las religiones. Cree, inspirado por su propia fe mas que por razo
nes, dogmas y doctrinas.
Su pensar, es decir, su hacer, su actuar son congruentes con todo
su ser.
JUAN CAMINA

Camina decidido y con paso firme; derecho y sin rodeos; sin


escon dites y sin miedos. Camina sonriente, alegre y optimista,
convocando generosamente a miles de caminantes mas.
Camina seguro. Traza su propio camino, unico, original y con
gruente con sus convicciones. A veces anda por sendas escarpadas y
peligrosas con el valor en la frente, otras ocasiones par rutas suaves y
fluidas con humildad y sencillez.
lQUlt:N ES ESE HOMBRE QUE HA TOCADO TANTAS VIDAS? 243
Su caminar se comunica, en un dialogo respetuoso y aceptante,
con el tuyo. No busca que sigas su sendero, sino te impulsa para que
construyas el tuyo, a tu estilo y con tu sello personal.
Camina sin prisas, libre y sin ataduras. Duefio de nada y de todo,
con un desapego que solo experimentan quienes viven a Dios en su
interior.

JUAN SUEI A

Suefia porque reconoce que, mas alla de las carencias, la


violencia, la injusticia y la ruptura, persiste en el hombre y en la
naturaleza la tendencia al crecimiento, al desarrollo y a la vida.
Suefia porque cree en la bondad y en la vocaci6n del amor, por
que ha conocido mucho y ha sido acompafiante activo en el proceso
de superaci6n de miles de personas, porque los ha visto recuperar su
dignidad y su autoestima a traves de la interacci6n afectuosa, empatica
y congruente.
Suefia con un mundo incluyente en el que es posible la conviven
cia arm6nica, en donde las diferencias enriquecen y las semejanzas
fortalecen. En un espacio de creaci6n conjunta, en el que c9-da quien
aporta lo mejor de si mismo en el beneficio propio y colectivo.
Suefia con la paz, el dialogo y el respeto entre las naciones, entre
los partidos politicos, entre las religiones. Suefia con la comunicaci6n
y la aceptaci6n entre las parejas, los hermanos, los compafieros, los
cercanos y los lejanos. Suefia con el equilibria entre las necesidades
propias y de los demas.
Imagina y construye; cree y demuestra su fe; intuye y realiza. Es
decir: suefia y contagia sus suefios a traves de su testimonio de vida.

JUAN QUIERE

Quiere con intensidad, sin condiciones, ni razones. Quiere porque


si, sin ninguna explicaci6n.
Quiere con respeto y aceptaci6n; con suavidad·y ternura; con ama
bilidad y cordialidad. Quiere sin poseer ni acaparar, porque esta con
vencido de que el verdadero amor es el que da la libertad.
Si, Juan quiere a su familia, a sus amigos, a sus colegas, a los
jesui tas, a sus alumnos. Quiere profundamente a la vida.
Su carifio infunde bienestar, su confianza propicia seguridad, su
aceptaci6n impulsa la autoestima, su reconocimiento potencia el es
fuerzo personal, su generosidad estimula el servicio y su existencia
244 APt:NDICE 1. SEMBLANZAS.

promueve la gratitud a Dios por haber puesto en el mundo un ser


capaz de multiplicar su amor, inspirar su paz y sembrar la esperanza.
Queridos amigos,
Muchos de los presentes hemos sido testigos de las busquedas y
aprendizajes de Juan, llevamos dentro una mirada tierna, una son
risa acogedora, una palabra de esperanza, una ensefianza sabia, un
mensaje de paz que se han quedado impresos en forma indeleble en
nuestra vida.
ror eso, cada uno de nosotros podremos responder: zquien es ese
hombre?, zquien es Juan Lafarga? Porque Juan es personal y esta den
tro de cada uno.

LORETO GARClA MURIEL


Apendice 2. Publicaci_ones
de Juan Lafarga

Poder discriminativo del MMPI para seleccionar candidatos a la vida religiosa,


Loyola University, Chicago, Illinois (1963) (tesis de maestria).
Aprendizaje de Lenguas extranjeras a traves de grupos centrados en la perso
na, Loyola University, Chicago, Illinois (1967) (tesis doctoral).
Proyecto de estandarizaci6n nacjonal de un test de aptitudes·escolare , Univer
sidad Iberoamericana, Mexico, 1979.
Actitudes religiosas del estudiante de la Universidad Iberoamericana, Univer
sidad Iberoamericana, Mexico, 1979.
Actitudes ante el uso de drogas del estudiante de una universidad privada en
Mexico, Mexico, 1980.
Aprendizaje valoral en la escuela·elemental mexicana, Secretaria de Educa
ci6n Publica, Mexico, 1980.
Actitudes de las estudiantes de la UIA ante el uso de las drogas, Universidad
Iberoamericana. Mexico, 1990. ·
_,,.. Condiciones para el cambio constructivo de la personalidad, centro de espiri
tualidad ignaciana, Cuernavaca, Mor., 1991.
Transformaci6n y cambio, salud integral y calidad de vida, Cuadernos de in
vestigaci6n en la Division de Ciencias del Hombre, Universidad Iberoame
ricana, Mexico, 1996.
Factores de cambio en psicoterapia (coinvestigador con Hanne Lore Schluter),
Umbral_XXI, num. 11, primavera de 1993.
Analisis de los factores de cambio en personas que concluyeron un tratamien
to psicoterapeutico (coinvestigador c·on Hanne Lore Schluter),
Cuadernos de investigacion de la Division de Ciencias del Hombre sabre
transforma cion y cambio, salud integral y calidad de vida, mayo de
1996. [Tambien particip6 con esta investigaci6n coma ponente en el
Congreso Nacional de Salud en el Auditorio Nacional (1995) y en el XII
Congreso Nacional de Psicologia del Centro Medico (1995).]

245
246 APENDICE 2. PUBLICACIONES DE JUAN LAFARGA

Caracteristicas de la psicoterapia segun los psic6logos mexicanos que la prac


tican (co investigador con Hanne Lore Schluter, Lilia Groues e Irene Pe
rez), Umbral XXI, num. 23, primavera de 1997 y en Cuadernos de in
vestigaci6n de la Division de Ciencias del Hombre sabre transformaci6n
y cambio, salud integral y calidad de vida. [Tambien particip6 con esta
investigaci6n como ponente en el XII Congreso Nacional de Psicologia del
Centro Medico (1995).)
Valores eticos de los psic6logos mexicanos, Educaci6n y valores, vol. II, Ana
Hirsh Adler (comp.) Ediciones Gernika, Mexico, 2001.
Traducci6n de Neurosis y psicosis, E. Boselmann, Prensa Medica Mexicana,
Mexico, 1968.
Desarrollo del potencial humano, vol. I (comp. y autor), Trillas, Mexico, 1978.
Desarrollo del potencial humano, vol. II (comp. y autor), Trillas, Mexico, 1979·.
Desarrollo delpotencial humano, vol. III (comp. y autor), Trillas, Mexico, 1983.
Desarrollo del potencial humano, vol. IV (comp. y autor), Trillas, Mexico,
1991.
Dina.mica de grupos en las comunidades religiosas, Revista Comunidad, vol.
VII, num 5, diciembre de 1972.
El aborto terapeutico. lQuien decide y c6mo?, Revista Comunidad, vol. VII,
num. 5, diciembre de 1973 (reproducci6n en el Manual de Educaci6n Se
xual, Caracas, Venezuela, 1979).
"lPor q u e- programas de posgrado en Psicologia en Mexico?", Ensefi.anza e
Investigaci6n en Psicolog{a, vol. I, num. 2, junio de 1975.
"La gran pregunta a las escuelas de psicologia", Ensefi.anza e investigaci6n en
psicolog{a, vol. I mim. 2, enero de 1976.
"lQuien es hoy el profesor en psicologia? ", Ensefi.anza e investigaci6n en
psi cologfa, vol. I num. 2, enero de 1976.
"Psicologia: lCiencia o profesi6n?", Ensefi.anz.a e investigaci6n en psicolog{a,
vol. II num. 1, junio 1976.
"Experiencia y crecimiento personal. La psicoterapia autodirectiva", Ensefi.an
za e investigaci6n en psicolog{a, vol. II num. 2, diciembre de 1976.
"Proliferaci6n de escuelas de psicologia en el pafs"", Ensefi.anza e
investigaci6n en psicolog(a, vol. III, num. 1, junio de 1977.
"lQuien es el psic6logo mexicano?", Ensefi.anza e investigaci6n en psicolog{a,
vol. III, num. 2, diciembre de 1977.
"Formaci6n del profesor de psicologia en la investigaci6n de las necesidades
del pafs", Ensefi.anza e investigaci6n en psicolog{a, vol. III, num. 2, di
ciembre de 1977.
"El sistema centrado en la persona en psicoterapia y en educaci6n ", Ensefi.an
za e investigaci6n en psicolog{a, vol. IV, num. 2, diciembre de 1978.
"Valores, motivaci6n y etica profesional del psic6logo mexicano", Ensefi.anza
e investigaci6n en psicolog{a, vol. V, num. 1, junio de 1979.
"Cinco afi.os en perspectiva", Ensefi.anza e investigaci6n en psicolog{a, vol. V,
mim. 2, diciembre de 1979.
"Trasmisi6n valoral en la adolescencia", Dindmica de la familia, Hospital
Psiquiatrico Infantil, 1980.
PUBLICACIONES DE JUAN LAFARGA 247
"El psic6logo, modelo de identificaci6n", Ensenanza e in.vestigaci6n en psico
log(a, vol. VI, mim. 1, diciembre de 1980.
"Identidad profesional del psic6logo ", Ensenanza e investigaci6n en psicolo
g(a, vol. VI, num. 2, 1980.
"Unidad en el Consejo Nacional para la Ensefianza e Investigaci6n en Psicolo gia",
Ensenanza e investigaci6n en psicolog{a, vol. VII, num. 1, junio de 1981.
"Formaci6n profesional sin practica supervisada", Ensenanza e investigaci6n
en psicolog{a, vol. VII, num. 2, diciembre de 1981.
"Los psic6logos en Mexico, tquien es y cuantos somos?", Ensenanza e investi
gaci6n en psicolog(a, vol. VIII, num. 2, 1982.
"Ocha Anos de publicaciones ininterrumpidas", Ensenanza e investigaci6n en
psicologfa, vol. VIII, num. 2, 1982.
"Ser o no ser para 1983", Ensenanza e investigaci6n en psicolog(a, vol. IX,
num. 1, diciembre de 1980.
"El aborto inducido: Responsabilidades eticas y profesionqles", en Sexualidad
humana y relaciones personales, Internacional Planned Parenthood, 1983.
La Revista mexicana de psicologfa, Revista Mexicana de Psicologfa, vol. I,
num. 1, 1984.
El XII Congreso Internacional de Psicologfa en Acapulco, Revista Mexicana de
Psicologfa, vol. I, num. 2, 1984.
"Experiencia y reformulaci6n en Mexico del enfoque centrado en la persona",
Revista Mexicana de Psicologfa, vol. I num. 2, 1984.
"Crisis gremial de la psicologfa mexicana", Revista Mexicana de Psicolog{a,
vol. II, num. 1, 1985. .
"Aprendizajes y cuestionamientos a prop6sito del desastre en la Ciudad de
Mexico", Revista Mexicana de Psicolog{a; vol. II, num. 2, 1985.
"El psic6logo mexicano Hoy: del servicio del ombre al conocimiento del hom
bre", Revista Mexicana .de Psicologfa, vol. III, num. 1, 1986.
"Muere Carl Rogers, uno de los psic6logos y educadores mas destacados del
siglo", Revista Mexicana de Psicologfa, vol. III, num. 2, 1986.
"El Psic6logo profesional mexicano (algunas hip6tesis sabre la aplicaci6n de
la psicologfa en Mexico)", Revista Mexicana de Psicologfa, vol. IV, num.
1, 1987.
"tSon la investigaci6n te6rica y la splicada realmente diferentes?, Revista
Mexicana de Psicolog(a, vol. IV, num. 2, 1987.
"Cinco afios de la revista mexicana de psicologfa", Revista Mexicana de
Psico log(a, vol. V, num. 2, 1988.
"Cambia de guardia en la revista mexicana de psicologia", Revista Mexicana
de Psicolog{a, vol. VI, num. 1, 1989.
Manual para la Promoci6n de la salud sexual Integral (en coautoria con Laura
Smith, Sandra Cox y Lourdes Quintanilla), Internacional Planned Paren
thood, 1991.
"Desarrollo humano hacia el afio 2000", Prometeo, revista mexicana de psico
logia humanista y desarrollo humano, num. 0, pag. 4 (1992).
"El aborto inducido", Prometeo, revista mexicana de psicologfa humanista y
desarrollo humano, num. 1, pag. 47 (1992).
248 APENDICE 2. PUBLICACIONES DE JUAN LAFARGA

"Futuro de la psicoterapia en Mexico y Latinoamerica", Prometeo, revista


mexicana de psicologfa humanista y desarrollo humano, num. 3, pag.
· 21 (1993).
"Ezequiel Nieto: Manual de psicoterapia para psic6logos clinicos", Prometeo,
revista mexicana de psicologia humanista y desarrollo humano, num. 3,
pag. 67 (1993). ,
"Galia Sefchovich: Creatividad para adultos", Prometeo, revista mexicana de
psicologfa humanista y desarrollo humano, n(1m. 4, pag. 68 (1994).
"Cuarenta y cinco afi.os de presencia en Mexico", Psicolog(a iberoamericana,
vol. 3, num. 3, septiembre de 1995.
"Las dos caras de la agresividad: Violencia y salud", Psicolog(a iberoamerica
na, vol. 3, num. 3, septiembre de 1995.
"La mujer en la iglesia", Prometeo, Revista mexicana de psicologfa humanista
y desarrollo humano, mim. 10, pag. 2 (1996).
"Transformaci6n y cambio, salud integral y Ccalidad de vida", Cuadernos
de investigacion en la division de ciencias del hombre, Universidad Ibe
roamericana (1996).
"O nos salvamos juntas o todos perecemos", Prometeo, revista mexicana
de psicologfa humanista y desarrollo humano, num. 1 especial, pag. 61
(1997).
''Fuego para el propio conocimiento", Universidad Iberoamericana, Mexico, 1997.
"Transforrriaci6n y cambio, salud integral y calidad de vida, Conclusion de las
dos primeras etapas del programa (1989-1997) ", Cuadernos de investiga
cion en la division de ciencias del hombre, Universidad Iberoamericana
(1997).
"El proceso psicol6gico de aprehensi6n de los valores", Razon, Instituto Cul
tural Ludwing Von Mises, afi.o 2, vol. 4, 1998. ·
"Discurso inaugural como rector del sistema", en SUlares de un cimiento,
SEUIA-ITESO, Mexico, 1996.
En De Ketchum, Martha M., Mexicanos creativos, vol. II, "Juan Lafarga, Psi-
c6logo Humanista", Edo. Mex, Mexico, 1996.
Compromiso, colegialidad y sistema, SEUIA-ITESO, Puebla, 1998.
Segundo informe de actividades y mensaje, SEUIA-ITESO, Mexico, 1998.
"El maestro como persona", Excelencia educativa, Instituto Mexicano para la
Excelencia Educativa, num. 2, Mexico, 1999.
"Diez afi.os de la revista psicologia iberoamericana", Psicolog[a Iberoamerica
na, vol. 7, num. 1, 1999.
"iCurar o promover la salud?", Psicolog(a Iberoamericana, vol. 8, num. 3 y 4,
2000.
"Liberaci6n o manipulaci6n. El amor que da libertad", Prometeo, Revista
Mexicana de Psicologia Humanista y Desarrollo Humana, num. 27, pag.
43 (2001).
"El Reflejo del acompafi.ante", Prometeo, Revista Mexicana de Psicologfa Hu
manista y Desarrollo Humana, num. 28, pag. 67 (2001).
"Alternativa vital: desarrollo o violencia", Econom(a exterior, Estudios sobre
internacionalizaci6n de la econom(a espafiola, num. 19 (2001-2002) y Pro-
PUBLICACIONES DE JUAN LAFARGA 249
meteo, Revista mexicana de psicologia humanista y desarrollo humano,
mim. 38, pag. 4 (2004).
"Dieciseis afios despues", Prometeo, revista mexicana de psicologia humanis
ta y desarrollo humano, mim. 33, pag. 53 (2002).
"Despertar de la conciencia", Prometeo, revista mexicana de psicologia huma
nista y desarrollo humano, mim. 33, pag. 11 (2003).
"El poder de la paz", Prometeo, revista mexicana de psicologia humanista y
desarrollo humano, num. 35, pag. 56 (2003).
"Transformaci6n y cambio, salud integral y calidad de vida. Ocho afios de
investigaci6n en desarrollo humano en la Universidad iberoamericana
(1989-1997) ", Prometeo, revista mexicana de psicologia humanista y de
sarrollo humano, num. 36, pag. 22 (2003).
"Palabras y rostros del desarrollo humano en Mexico. Experiencias y proyec
ciones", Prometeo, revista mexicana de psicologia humanista y desarrollo
humano, num. 40, pag. 46 (2004).
"Confiar o no Confiar", Prometeo, revista mexicana de psicologia humanista
y desarrollo humano, num. 47, pag. 32 (2006).
"El gozo de creer, dimension espiritual de la persona", Prometeo, revista mexi
cana de psicologia y desarrollo humano, num. 53, pag. 66 (2008).
"La paz, concepto y vivencia", Prometeo, num. 63, Proyecto espiral, Mexico,
2011.
"La verdad cientifica", Prometeo, num. 61, Proyecto Espiral, Mexico, 2011.
"Investigaci6n sobre los valores eticos que los psic6logos rnexicanos juzgan
que promueven el ejercicio de su profesi6n", en C6digo etico del psic6logo,
Sociedad Mexicana de Psicologia, Trillas, M e x i c_o 2, 010.
"Reflexiones ", Prometeo, nurn. 58, Grupo Espiral, Mexico, 2011.
Apendice 3. Publicaciones sobre
Juan Lafarga

Guevara, M. et al. Libertad de ser. Un homenaje a Juan Lafarga, Desafio Edi


tores, Celaya, 2005.
Ketchum, M. (ed.), Mexicanos creativos, Edamex, Mexico, 1995.
Quintanilla, A. E. et al., Juan Lafarga Corona. Un sembrador de esperanza,
Artes q_raficas Integradas, 2005.
et al., "Uncaminar que a cada paso deja huella", tesis de maestria. Ins
tituto Mater, Monterrey, 2004.

250
Apendice .4. Cronologia

Secundaria y preparatoria, Instituto Bachilleratos, Mexico, i942-1947.


Licenciatura en Letras y Humanidades, Instituto Libre de Filosofia y Letras,
Mexico, 1947-1950.
Licenciatura en Filosofia, Instituto Libre de Filosofia y Letras, Mexico, 1950-
1953.
Licenciatura en Teologia, Instituto Libre de Filosoffa y Letras, Mexico, 1957-
1961. . .
Maestria en Psicologia Clinica, Loyola University, Chicago, Illinois, 1961-1963.
Doctorado en Psicolog_ia Clinica, Loyola University, Chicago Illinois, 1963-1967.
Becario en el Instituto Neuropsiquiatrico de la Universidad de Illinois, 1964-
1965.
Profesor de Literatura Universal y de Historia de la Filosofia, Instituto Oriente,
Puebla, Pue., 1953-1956.
Director del Centro de Orientaci6n Psicol6gica de la Universidad Iberoameri
cana, Mexico, 1967-1972.
Profesor titular del Departamento de Psicologia de la Universidad Iberoameri
cana, Mexico, 1967-1972.
Profesor investigador Numerario del Departamento de Psicologia de la Uni
versidad Iberoamericana, Mexico, 1972-1992.
Profesor emerita del Departamento de Psicologia de la Universidad Iberoame
ricana, Mexico de 1992 a la fecha.
Director de la Maestria en Orientaci6n y Desarrollo Humana de la Universidad
Iberoamericana, Mexico, 1972-1974.
Director de la Maestria Experimental en Educaci6n de la Universidad Ibe
roamericana. Mexico, 1972-1974.
Director General de Estudios de Posgrado de la Universidad Iberoamericana,
Mexico, 1973-1977.
Director del Departamento de Desarrollo Humana de la Universidad Ibe
roamericana, Mexico, 1977-1981.

251
252 APt:NDICE 4. CRONOLOG[A

Director lnterino del Departamento de Psicologia de la Universidad Iberoame


ricana, Mexico, 1981-1982.
Director del Departamento de Psicologia de la Universidad Iberoamericana.
Mexico, 1982-1989.
Fundador y Editor general de la revista Ensefi..anza e Investigaci6n en Psicolo
. g(a, 1975-1983.
Coordinador de Difusi6n y Publicaciones del Consejo Nacional para la Ense
fianza e Investig ci6n en Psicologia, 1976-1979.
Fundador y editor general de la Revista Mexicana de Psicolog(a, 1984-1990.
Fundador y editor de Prometeo: Revista Mexicana de Psicologia Humanista y
Desarrollo Humana, 1992-1996. ·
Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad de Loyola en Chicago,
1987-1995. .
Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad de San Francisco, 1994-
2003.
·· Coordinador del Programa Institucional de Investigaci6n sabre Transforma
ci6n y Cambia de la Universidad Iberoamericana, 1992-1996.
Investigador Nacional Nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores, 1993-
1996 (renunci6 debido a su nombramiento coma rector del SEUIA/ITE
SO).
Director general academico de la Universidad Iberoamericana, Santa Fe, Me
xico, julio-noviembre de 1996.
Rector del Sistema Educativo Universidad Iberoamericana/lnstituto Tecnol6-
gico de Estudios Superiores de Occidente, 1996-1998.
Creador de la Especialidad en Psicoterapia autodirectiva a nivel de posgrado,
Centro de Orientaci6n Psicol6gica, 1968. ·
Director de la Maestria en Orientaci6n y Desarrollo Humana, Universidad
Iberoamericana, 1971.
Iniciador de la Maestria Experimental en Educaci6n, Universidad Iberoame
ricana, 1972.
Iniciador de la Maestria en Desarrollo Rural, Universidad Iberoamericana,
1977.
Iniciador de la Maestria en Educaci6n, Universidad lberoamericana, 1978.
Colaborador en la elaboraci6n del Programa de Especializaci6n en Orienta
ci6n Familiar, 1982.
Iniciador de la Especialidad en Psicologia del Trabajo, 1984.
Colaborador en el disefio de la Especialidad en Psicoterapia Centrada en la
Persona en la UNAM, ENEP Iztacala, 1990.
Asesor de la Maestria y Doctorado en Desarrollo Humana, Instituto de Des-
arrollo Humana e Investigaci6n, Culiacan, Sinaloa, 1992.
Profesor numerario del Centro de Orientaci6n Psicol6gica, 1974.
Diploma al Merito Universitario, Universidad Iberoamericana, 1981.
Premio al Psic6logo Distinguido, Universidad de las Americas, 1983.
Medalla al Merito Universitario en la Universidad lberoamericana, 1986.
Premio de la Sociedad Mexicana de Psicologia al Desempefio Profesional,
1987.
CRONOLOGfA 253
Premio Jaime Castiello a la Promoci6n del Humanismo en la Formaci6n del
Psic6logo y en la Educaci6n Universitaria, Universidad Iberoamericana,
1990.
Premio Internacional de Empatia, 1991.
Profesor emerita de la Universidad Iberoamericana, Santa Fe, 1992.
Premio del Consejo Nacional para la Ensefi.anza e Investigaci6n en Psicologia,
1993.
Medalla de Oro Jose Sanchez Villasenor por la Universidad Iberoamericana,
Santa Fe, 1997.
Premio Nacional de Psicologia, 2007.
Medalla de Oro San Ignacio de Loyola, por la .Universidad Iberoamericana,
por cuarenta afi.os de servicio, Santa Fe, 2008.
Actualmente trabaja como profesor e investigador en la Universidad Ibe
roamericana.
Es presidente del Patronato del Centro de Desarrollo para la Comunidad.
Fundador del Instituto Nacional de Investigaci6n en Desarrollo Humana, del
que fue presidente de 2008 a 2012.
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