Práctica Integradora

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Definición e importancia del buen diseño de una estación de trabajo

Una estación de trabajo es un sistema individual en el que se ejecutan tareas y


secuencias de tareas, son el componente central dentro de una línea de
manufactura y/o ensamble en una empresa y están asociadas a un operador, por lo
que estas deben proveer: calidad, flexibilidad, productividad y principalmente
ergonomía.

El factor humano es el componente más importante en todo sistema de trabajo, su


seguridad y comodidad son aspectos que deben tenerse presentes para obtener su
óptimo desempeño. El diseño de la estación de trabajo debe ser tal que permita
lograr una relación entre el usuario y su tarea de forma que éste no se vea
perturbado con el equipo que usa, sino por el contrario que lo encuentre útil y facilite
su labor, además de evitarle posturas incorrectas que le causen lesiones en el
desempeño de sus funciones.

Para iniciar con el diseño de una estación de trabajo es importante conocer qué
tareas se van a desarrollar, decidir si se realizarán de pie o sentado, contar con las
dimensiones del usuario o si se debe trabajar con un rango de medidas promedio y
otro aspecto fundamental es la buena postura que debe mantener el usuario, de
manera que los componentes de la estación no provoquen al operario adoptar una
postura incorrecta.

(ejemplo de estación de trabajo)

EL DISEÑO CORRECTO.
En la industria el trabajador ejecuta tareas muy especiales. Para la ejecución de
estas es necesario, en muchos casos, la adopción de posturas agresivas así como
el manejo y transporte de cargas pesadas, esto obliga a una reacción del sistema
músculo esquelético que, en ocasiones, puede resultar en desórdenes de tipo físico;
lesiones.

Para evitar estas lesiones, que no sólo perjudican al trabajador sino también a la
empresa pues son causa de absentismo y disminución del desempeño, es
necesario diseñar los puestos de trabajo considerando una variable adicional: el
hombre, por lo que para tratar de ejecutar el diseño correcto será preciso tener en
cuenta consideraciones ergonómicas.

Análisis del puesto de trabajo

Antes de iniciar el diseño del puesto de trabajo será conveniente examinar los
siguientes aspectos:

● Métodos de trabajo que existen o existirán en el puesto: Proceso de trabajo.


● Dimensiones del o los usuarios del puesto: Condiciones físicas.
● Posturas, movimientos, tiempos y frecuencias: Dimensión del puesto de
trabajo.
● Fuerzas y cadencias que desarrollará el usuario: Condiciones físicas.
● Importancia y frecuencia de atención y manipulación de los dispositivos
informativos y controles: Información recibida.
● Regímenes de trabajo y descanso, sus tiempos y horarios: Proceso de
trabajo.
● Carga mental que exige el puesto: Estado psíquico.
● Riesgos efectivos y riesgos potenciales implicados en el puesto: Ambiente
de trabajo.
● Ropa, herramientas y equipos de uso personal: Dimensión del puesto de
trabajo.
● Ambientes visual, acústico, térmico, etc. del entorno: Ambiente de trabajo.
● Otros: Aspecto social.

Una vez que se tiene conocimiento de los aspectos señalados anteriormente se


puede decir que se ha iniciado el proceso que nos conducirá al correcto diseño de la
estación de trabajo.

(consideraciones para la estación de trabajo)

ANTROPOMETRÍA Y DISEÑO

El lineamiento principal es diseñar el lugar de trabajo para proporcionar espacio a


más individuos respecto al tamaño y estructura del cuerpo humano. La
Antropometría es la ciencia de la medición del cuerpo humano y, por lo general,
utiliza una gran cantidad de dispositivos parecidos a los calibradores para medir las
dimensiones estructurales, por ejemplo, la estatura y la longitud del antebrazo. Sin
embargo, en la práctica, sólo una pequeña cantidad de ergonomistas e ingenieros
recaban sus propios datos, debido a la enorme cantidad de información que ya ha
sido recolectada y tabulada. En fechas más recientes, el proyecto CAESAR
(Investigación Antropométrica Superficial Civil Estadounidense y Europeo) recabó
más de 100 medidas de 5 000 civiles mediante el uso de exploraciones
tridimensionales del cuerpo humano.
PRINCIPIOS DE DISEÑO.

Idear e implementar una estación de trabajo en forma correcta, de manera que evite
el riesgo de lesiones y que por el contrario sea seguro, saludable y productivo es
una tarea difícil. Para lograr este propósito se debe procurar que el puesto sea tan
flexible como sea posible para que pueda adaptarse a diferentes usuarios. Dado
que cada uno tiene peso, estatura, fuerza y dimensiones de segmentos corporales
diferentes. A continuación se presentan 10 principios para el correcto diseño de la
estación de trabajo:
1. Evitar las cargas estáticas y dinámicas

Una carga es estática cuando no implica que el músculo se mueva y, por el


contrario, es dinámica cuando el músculo si tiene movimiento, por ejemplo cuando
se sostiene un peso (carga estática) o cuando se levanta o transporta (carga
dinámica). En ambos casos estas cargas impuestas obligan al cuerpo a generar una
fuerza compensatoria interna para guardar el equilibrio. La distancia entre la fuerza
externa y el centro de gravedad del cuerpo se llama palanca; cuanto mayor es la
palanca mayor será la resistencia interna, la misma que es impuesta a los
ligamentos, tendones y discos de la columna vertebral. El puesto de trabajo muchas
veces requiere de la movilidad de cargas por tanto se debe tratar de sostenerla lo
más cerca del cuerpo como sea posible, asimismo, el efectuar un trabajo industrial
requiere, mínimamente, sostener y movilizar una herramienta. Si se considera que
además del peso de la misma un trabajador debe sostener el peso de su brazo
(aproximadamente 4 kg) no sólo se recomienda que la herramienta esté cerca del
cuerpo sino, mejor aún, que se pueda contar con algún elemento auxiliar que ayude
a contrarrestar el peso de la herramienta.

(posición incorrecta (a) y correcta (b) para cargar)


2. Evitar las posturas fijas e inadecuadas

Un diseño correcto de la estación de trabajo debe permitir que el usuario pueda


adoptar diferentes posturas tanto mejor si puede alternar entre la posición sentada
como de pie y en movimiento, pues mantener una de estas posiciones durante
largas horas no solo causa fatiga sino también problemas de salud, por ejemplo el
estar de pie produce varices y el estar sentado provoca dolores de espalda. El
ancho o profundidad de la estación de trabajo debe permitir que el trabajador pueda
extender las piernas y moverlas con comodidad cuando lo necesite. Una mala
postura también afecta, así, no conservar una postura erguida sino encorvada
generará esfuerzos internos sobre todo en los discos de la columna vertebral lo que
provocará lesiones en la espalda.

3. Diseñar la altura de trabajo en aproximadamente 5 cm bajo el codo.

Mantener una altura óptima de trabajo cuando hay diferentes usuarios de la estación
de trabajo, puede obtenerse si se considera que la altura de la mesa de trabajo es
regulable o cuando se cuenta con taburetes auxiliares, que pueden colocarse en el
suelo para compensar la altura de los más pequeños.

4. Procurar que la tarea se desarrolle en el área normal de trabajo.

El área normal de trabajo es aquella que se puede generar con el brazo pegado al
cuerpo y haciendo girar el antebrazo teniendo como centro el codo. Esta es el área
recomendada para centrar el trabajo pues existe control visual, la palanca es corta y
se cuenta con mejor control de los movimientos, es decir, mayor rapidez y precisión.

También es importante tener una buena ubicación de las herramientas y materiales


para permitir una mejor secuencia, ya que proporcionarles una ubicación fija en la
estación de trabajo elimina, o al menos minimiza, las molestias que implica buscar y
seleccionar los objetos que se necesitan para realizar un trabajo.
(Áreas de trabajo normales y máximas en el plano horizontal para mujeres
{para los hombres, multiplique por 1.09})

(Áreas de trabajo normal y máxima en el plano vertical para mujeres {para los
hombres, multiplique por 1.09}).

5. Proporcionar apoyo a los segmentos corporales

Tareas que requieren apoyar codos, antebrazos o muñecas para sostener


herramientas o elementos de trabajo deben contar con soportes acojinados que
proporcionen comodidad y además ayuden a sostener el peso de los brazos,
cuando la tarea requiere que el antebrazo esté apoyado, los bordes agudos de la
mesa de trabajo causan gran dolor al operador cuando son expuestos a esta
postura largo tiempo. De igual forma, las piernas nunca deben carecer de un apoyo
adecuado, si el trabajador está de pie, se recomienda que la superficie esté cubierta
con tapetes de caucho, corcho o retazos de alfombra a fin de brindar comodidad,
asimismo si el trabajador debe estar sentado dependiendo de la altura del trabajo
las piernas podrían quedar colgando sin tocar el piso, esto debe arreglarse
proporcionando un apoyo que puede ser un objeto por separado, formar parte de la
estación de trabajo o estar unido a la silla.
6. Proporcionar una silla ajustable

Cuando se incorpora una silla a la estación de trabajo hay que tener en cuenta que
esta debe poder ajustarse a los diferentes tipos de usuarios es decir debe poder
regularse la altura del
asiento, el respaldo debe poder moverse vertical y horizontalmente; el movimiento
vertical a fin de proporcionar un apoyo a la región lumbar del usuario, el segundo
para que avance o retroceda según la espalda lo hace. Si se trata de una silla
industrial, esta no debe tener ruedecillas pues puede provocar actos inseguros a
causa de su inestabilidad, tampoco debe contar con un apoyo para los brazos pues
necesitará tener libre movimiento para poder ejecutar su tarea con comodidad.
7. Proporcionar ropa y calzado apropiados, así como accesorios de seguridad.

La ropa y el calzado son accesorios importantes cuando se observa un puesto de


trabajo por ejemplo, en un trabajo de pie se debe contar con un calzado que no sólo
permita la estabilidad sino la comodidad de los pies para retardar la fatiga, en el
caso de trabajar con máquinas se recomienda trabajar con prendas de manga corta
que eviten el ser atrapado por la máquina. En cuanto a accesorios de seguridad
también son implementos que deben ser parte del puesto de trabajo para brindar
seguridad y tranquilidad al trabajador, este principio debe ir de la mano con la
participación del operador tomando conciencia en su propia seguridad.
8. Evitar tareas repetitivas.

Al analizar el contenido de trabajo y detectar operaciones cortas y repetitivas, éstas


deben corregirse inmediatamente, pues, son causas de desórdenes de trauma
acumulado (DTA) que son lesiones que ocurren principalmente en las muñecas,
hombros y región lumbar causadas por acciones repetitivas y sobreesfuerzos, estas
lesiones son graves pues inhabilitan al trabajador de continuar con sus labores, en
ocasiones como en el caso de la lesión en las muñecas pueden perder la capacidad
de aprehensión de la mano. Cuando se presenta un DTA inicialmente, el trabajador
puede recuperarse de la molestia con unos días de descanso, pero de continuar con
la repetitividad de la tarea volverá el dolor y con mayor intensidad pues la lesión es
acumulativa. Para evitar los DTA, se debe procurar mantener posiciones neutrales,
es decir mantener la postura natural de los brazos y manos, sin adoptar posiciones
forzadas, la posición de la columna debe conservar sus curvaturas naturales y evitar
los giros y cambios bruscos de posición.

9. Establecer lugares fijos para materiales y herramientas.

Realizar una tarea exige 1) planeación y 2) ejecución, para reducir el tiempo de la


primera será conveniente que el trabajador conozca y tenga sus materiales y equipo
a utilizar en un lugar fijo, de esta manera la ejecución de sus movimientos también
será más rápida pues sabrá exactamente la posición donde encontrará tal o cual
herramienta.

10. Proporcionar dispositivos informativos de control adecuados.

Para diseñar o seleccionar un dispositivo informativo o de control hay que tener en


cuenta el tipo de información que se ha de recibir, la importancia de los posibles
errores y sus consecuencias, la frecuencia y el tiempo disponible de reacción, las
posibles interferencias, la altura adecuada y el tamaño de manera que sean de fácil
lectura y compresión por el trabajador, entre otros.
Definición de estudio de tiempos

Uno de los pasos para desarrollar un centro de trabajo eficiente es el


establecimiento de estándares de tiempo. Estos pueden determinarse mediante el
uso de estimaciones, registros históricos y procedimientos de medición del trabajo.

Es innegable que dentro de las técnicas que se emplean en la medición del trabajo
la más importante es el Estudio de Tiempos, o por lo menos es la que más nos
permite confrontar la realidad de los sistemas productivos sujetos a medición.

El Estudio de Tiempos es una técnica de medición del trabajo empleada para


registrar los tiempos y ritmos de trabajo correspondientes a los elementos de una
tarea definida, efectuada en condiciones determinadas y para analizar los datos a fin
de averiguar el tiempo requerido para efectuar la tarea según una norma de
ejecución preestablecida.

Los estándares de tiempo establecidos con precisión hacen posible incrementar la


eficiencia del equipo y el personal operativo, mientras que los estándares mal
establecidos, aunque es mejor tenerlos que no tener estándares, conducen a costos
altos, inconformidades del personal y posiblemente fallas de toda la empresa. Esto
puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un negocio.
Tipos de cronómetro para estudio de tiempos

La Oficina Internacional del Trabajo recomienda para efectos del estudio de tiempos
dos tipos de cronómetros:

Cronómetro mecánico: que a su vez puede subdividirse en ordinario, vuelta a


cero, y cronómetro de registro fraccional de segundos.

Cronómetro electrónico: que a su vez puede subdividirse en el que se utiliza solo


y el que se encuentra integrado en un dispositivo de registro.
En cualquiera de los dos casos, siempre tenemos que recordar que un reloj es un
instrumento delicado, que puede presentar problemas de funcionamiento, como
problemas de calibre (en el caso de los mecánicos) o problemas de carga
energética (en el caso de los electrónicos). Es recomendado que el cronómetro
utilizado para el estudio de tiempos sea exclusivo del área de análisis y debe
manipularse con cuidado, dejar que se paren en periodos de inactividad y
periódicamente se deben mandar a verificar y limpiar. Debemos de recordar que
cuando el estudio se aplica sobre ciclos muy cortos que tienen un gran volumen en
materia de repeticiones en el proceso, el tener un cronómetro averiado puede
afectar de forma muy negativa la labor del especialista.

Cronómetro Mecánico Cronómetro


Electrónico

Por lo general, los estándares de un trabajo nuevo pueden calcularse con mayor
rapidez mediante los datos o fórmulas estándar que a través de un estudio de
tiempos con cronómetro. Esto permite establecer estándares de operaciones de
mano de obra indirecta, los cuales suelen ser imprácticos si requieren de estudios
con cronómetro. Por lo general, un analista de medición del trabajo puede
establecer 25 calificaciones por día usando datos o fórmulas estándar y sólo cinco
calificaciones diarias con los métodos de cronómetro.

Estudio de tiempos con cronometro

El estudio con cronómetro es el método más común empleado para medir el tiempo
que se lleva una tarea. Se emplea para determinar el tiempo que necesita un
operador promedio, trabajando a un ritmo normal en la ejecución de una tarea
determinada.

El fin del estudio, es la determinación del tiempo normal que se tarda en hacer una
tarea, expresado en minutos por pieza.

Para realizar este tipo de estudio se utilizan ciertas herramientas indispensables:


Cronómetro: Se usan generalmente dos tipos de cronómetro para el estudio de
tiempos: el cronómetro ordinario y el cronómetro con vuelta a cero. A veces se
emplea el cronómetro de registro fraccional de segundos u otra unidad de tiempo.

Tablero para formularios del estudio de tiempos: Es sencillamente un tablero


liso, generalmente de madera contrachapada o de un material plástico apropiado,
donde se fijan los formularios para anotar las observaciones. Deberá ser rígido y de
un tamaño mayor que el más grande de los formularios que se utilicen. Puede tener
un dispositivo para sujetar el cronómetro, de modo que el especialista quede con las
manos relativamente libres y vea fácilmente el cronómetro. Las personas que no
son zurdas colocan habitualmente el cronómetro en la parte superior derecha del
tablero, que descansa en el antebrazo izquierdo, con el borde inferior contra el
cuerpo, y el índice o el mayor de la mano izquierda listos para oprimir la corona
cuando haya que ajustar el cronómetro. Otros prefieren sujetar el cronómetro con
elásticos fuertes o tiras de cuero alrededor del anular y del mayor de la mano
izquierda. Esos detalles dependen del gusto de cada uno; lo importante es que el
cronómetro esté firmemente sujeto y se pueda consultar y manipular con facilidad.
También se debe fijar al tablero una pinza para papeles que sostenga los
formularios donde se hagan los apuntes.

Cuando el tamaño del tablero no corresponde al del antebrazo, el que lo usa pronto
se cansa. Por eso los especialistas prefieren mandarse hacer un tablero a la
medida, una vez que han comprobado con la práctica cuál es el tamaño que les
resulta más cómodo.

Formularios para el estudio de tiempos: Los apuntes se pueden tomar en hojas


en blanco, pero hay que trazar entonces los renglones cada vez. Mucho más
cómodo es emplear formularios impresos, todos del mismo formato, lo que además
permite colocarlos en ficheros fáciles de consultar después, como exige un estudio
de tiempos bien hecho. Por otra parte, los formularios impresos prácticamente
obligan a seguir cierto método y no dejan, pues, omitir ningún dato esencial.
Los principales modelos caen en dos categorías: los que se utilizan mientras se
hacen las observaciones, de modo que deben de tener un formato adaptado al del
tablero, y los que sirven después, en la oficina, cuando se han reunido ya los datos.

Formularios para estudiar los datos reunidos:


● Hoja de trabajo, para analizar los datos anotados durante el estudio y hallar
tiempos representativos de cada elemento de la operación.
● Hojas de resumen del estudio, donde se transcriben los tiempos,
seleccionados o deducidos, de todos los elementos, con indicaciones de su
respectiva frecuencia. Como su nombre lo indica, esta hoja permite resumir
claramente los apuntes tomados.
● Hoja de análisis de los estudios, donde se transcriben, a partir de las hojas de
resumen, los datos de todos los estudios efectuados sobre la operación del
caso, independientemente de sus autores o del momento en que se hicieron.
Esta es la hoja que sirve para computar en definitiva los tiempos básicos de
los respectivos elementos de la operación.
● Los suplementos de descanso a menudo también se registran en una hoja
especial.

Tipos de cronometraje

Los tipos de cronometraje dependen de la actividad o del proceso que se está


evaluando, porque estos se basan en ciclos largos y cortos.
Existen dos procedimientos principales de cronometraje para tomar el tiempo con
cronómetro.

● Cronometraje acumulativo
● Cronometraje con vuelta a cero.

Cronometraje acumulativo

El reloj funciona de modo ininterrumpido durante todo el estudio; se pone en marcha


al principio de cada elemento del primer ciclo y no se detiene hasta acabar el
estudio. Al final de cada elemento se apunta la hora que marca el cronómetro y los
tiempos de cada elemento se obtienen haciendo las respectivas restas después de
terminar el estudio. Con este procedimiento se tiene la seguridad de registrar todo el
tiempo en que el trabajo está sometido a observación.

Cronometraje con vuelta a cero

Los tiempos se toman directamente: al acabar cada elemento se hace volver el


segundero a cero y se lo pone de nuevo en marcha inmediatamente para
cronometrar el elemento siguiente, sin que el mecanismo del reloj se detenga ni un
momento.

La suma de los tiempos de todos los elementos y demás actividades anotadas, más
el tiempo improductivo, más los tiempos para punteo, constituye el tiempo
registrado, que también se anota.
Ventajas y desventajas del estudio de tiempos con cronómetro
Determinación del número de observaciones (n')

El tamaño de la muestra o cálculo de número de observaciones es un proceso vital


en la etapa de cronometraje, dado que de este depende en gran medida el nivel de
confianza del estudio de tiempos.
Este proceso tiene como objetivo determinar el valor del promedio representativo
para cada elemento.

Los métodos más utilizados para determinar el número de observaciones son:


● Método Estadístico
● Método Tradicional

Método Estadístico

El método estadístico requiere que se efectúen cierto número de observaciones


preliminares (n'), para luego poder aplicar la siguiente fórmula:

NIVEL DE CONFIANZA DEL 95,45% Y UN MÁRGEN DE ERROR DE ± 5%


siendo:
n = Tamaño de la muestra que deseamos calcular (número de observaciones)
n' = Número de observaciones del estudio preliminar
Σ = Suma de los valores
x = Valor de las observaciones.
40 = Constante para un nivel de confianza de 94,45%

Método Tradicional

Este método consiste en seguir el siguiente procedimiento sistemático:

1. Realizar una muestra tomando 10 lecturas sí los ciclos son <= 2 minutos y 5
lecturas sí los ciclos son > 2 minutos, esto debido a que hay más
confiabilidad en tiempos más grandes, que en tiempos muy pequeños donde
la probabilidad de error puede aumentar.
2. Calcular el rango o intervalo de los tiempos de ciclo, es decir, restar del
tiempo mayor el tiempo menor de la muestra:

R (Rango) = Xmax - Xmin


3. Calcular la media aritmética o promedio:

siendo:
Σx = Sumatoria de los tiempos de muestra
N = Número de ciclos tomados

4. Hallar el cociente entre rango y la media:

5. Buscar ese cociente en la siguiente tabla, en la columna (R/X), se ubica el


valor correspondiente al número de muestras realizadas (5 o 10) y ahí se
encuentra el número de observaciones a realizar para obtener un nivel de
confianza del 95% y un nivel de precisión de ± 5%.

Calificación de la actuación

La calificación de la actuación es el paso del procedimiento del trabajo. El paso más


sujeto a crítica, se basa en la experiencia, adiestramiento y buen juicio del analista
de medición de trabajo.
La calificación de la actuación es una técnica para determinar con equidad el tiempo
requerido para que el operario normal ejecute una tarea después de haber
registrado los valores observados de la operación en estudio. Se definió a un
operario “normal”, como un trabajador competente y experimentado que trabaja en
las condiciones que prevalecen ordinariamente en el sitio de trabajo, a un ritmo no
rápido ni lento.

No hay método aceptado para calificar actuaciones, aun cuando las técnicas se
basen en el criterio o buen juicio del analista de tiempos. El analista debe tener las
mejores características personales. El buen juicio es el criterio para la determinación
del factor de calificación, si que importa si dicho factor se basa en la celebridad o
“tiempo” de la ejecución o en la actuación del operario observando con la del
trabajador normal.

Características de un buen sistema de calificación

La primera y la más importante de las características es su exactitud. No se puede


esperar consistencia en el modo de calificar, ya que las técnicas para hacerlo se
basan en el juicio personal del analista de tiempos.

El plan de calificación que dé resultados más consistentes será también el más útil,
si el resto de los factores son semejantes. Nada destruirá tanto la confianza de los
operarios hacia el procedimiento del estudio de tiempos, como la incongruencia en
el modo de calificar.

Un procedimiento para calificar al operario que produzca resultados incongruentes,


cuando lo emplean diferentes analistas de tiempos, es seguro que terminen en
fracaso. Resultaría mejor que buscaran otra forma de ganarse la vida los analistas
de tiempos, que, aun después de un completo entrenamiento, tuvieran dificultades
en asignar la calificación de modo congruente.

Un sistema de calificación sencillo, conciso, fácil de explicar y anclado a puntos de


comparación bien establecidos tiene más éxito que un sistema complejo que
requiere factores de ajuste elaborados y técnicas de cálculo que confunden al
empleado promedio de la planta.

En vista de las limitaciones de exactitud, cada empresa tendrá, en el transcurso del


tiempo, un cierto número de estándares que serán considerados como “estrechos” u
“holgados” por el personal de producción. Las tasas holgados se deben al
mejoramiento de métodos implantados en un cierto tiempo, sin volver a estudiar el
trabajo desde el punto de vista del estudio de tiempos.

Técnicas de calificación de la actuación

Por velocidad
Cuando se realiza un estudio de tiempos, es necesario efectuarlo con trabajadores
calificados, ya que por medio de estos los tiempos obtenidos serán confiables y
consistentes.

El trabajador calificado es aquel que reconoce que tiene las actitudes físicas
necesarias, que posee la inteligencia requerida e instrucción y que ha adquirido la
destreza y conocimientos necesarios, para efectuar el trabajo en curso según
normas satisfactorias de seguridad, cantidad y calidad.

La calificación por velocidad es un método de evaluación de la actuación en el que


sólo se considera la rapidez de realización del trabajo (por unidad de tiempo). En
este método el observador mide la efectividad del operario en comparación con el
concepto de un operario normal que lleva a cabo el mismo trabajo, y luego asigna
un porcentaje para indicar la relación o razón de la actuación observada a la
actuación normal. Es necesario que el observador tenga un conocimiento pleno del
trabajo antes de evaluarlo.

Al calificar por velocidad, 100 % generalmente se considera ritmo normal. De


manera que una calificación de 110% indicaría que el operario actúa a una
velocidad 10 % mayor que la normal, y una calificación del 90 %, significa que actúa
con una velocidad de 90 % de la normal.

Con el procedimiento de calificación por velocidad, el analista realiza en primer lugar


una estimación acerca de la actuación, a fin de averiguar si está por encima o por
debajo de su concepto de lo normal. Luego formula un segundo juicio tratando de
ubicar la actuación en el sitio preciso de escala, que dé la evaluación correcta de la
diferencia numérica entre la actuación estándar y la que se estudia.

A continuación se presenta detalladamente la escala que se utiliza para realizar la


evaluación o calificación por velocidad:

Calificación Objetiva

El procedimiento de calificación conocido como “calificación objetiva”, desarrollado


por M. E. Mundel, trata de eliminar las dificultades para establecer un criterio de
velocidad o rapidez normal para cada tipo de trabajo. En este método se establece
una asignación de trabajo con la que se comparan, en cuanto a marcha se refiere,
todos los demás trabajos. Los factores que influyen en el ajuste de dificultades son:
1. Extensión o parte del cuerpo que se emplea
2. Pedales
3. Bimanualidad
4. Coordinación ojo-mano
5. Requisitos sensoriales o de manipulación
6. Peso que se maneja o resistencia que hay que vencer.

Existen dos factores para la determinación del factor para la calificar la actuación:
● Calificación por Velocidad.
● Grado de Dificultad.

En este método, mide la efectividad del operario en comparación con el concepto de


operario normal que lleva a cabo el mismo trabajo y luego asigna un porcentaje para
indicar la relación o razón de la actuación observada a la actuación normal.

Se asignan valores numéricos, como resultado de experimentos, para un intervalo


de cada factor. La suma de los valores numéricos para cada uno de los seis factores
forma el ajuste secundario. La calificación (C) se puede expresar como:

C=PXD

Donde:
P = Factor de la calificación del paso,
D = Factor de ajuste por dificultad de la tarea

Este procedimiento de calificación del desempeño proporciona resultados


consistentes. Si el observador compara el paso de la operación en estudio con el de
una operación con la que está familiarizado por completo, esto es mucho más
sencillo que juzgar al mismo tiempo todos los atributos de una operación y
compararlos con un concepto de normal para la tarea específica.
Sistema Westinghouse

Uno de los sistemas más antiguos y de los más ampliamente utilizados, es el


desarrollado por la Westinghouse Electric Corporation. En este método se
consideran cuatro factores al evaluar la actuación del operario, que son la habilidad,
esfuerzo o empeño, condiciones y consistencia. La habilidad se define como
“pericia” en seguir un método dado” y se puede explicar más relacionándola con la
calidad artesanal, revelada por la apropiada coordinación de la mente y de las
manos.

Según el sistema Westinghouse de calificación o de nivelación, existen seis grados


o clase de habilidad asignables a operarios y que representan una evaluación de
pericia aceptable. Tales grados son: deficiente, aceptable, regular, buena,
excelente, y extrema (u óptima). El observador debe evaluar y asignar una de las
seis categorías a la habilidad o destreza manifestada por un operario.
Según este sistema o método de calificación, el esfuerzo o empeño se define como
una “demostración de la voluntad para trabajar con eficiencia”. El empeño es
representativo de la rapidez con la que se aplica la habilidad, y puede ser controlada
en alto grado por el operario. Cuando se evalúa el esfuerzo manifestado, el
observador debe tener cuidado de calificar sólo el empeño demostrado en realidad.
Con frecuencia un operario aplica un esfuerzo mal dirigido empleando un alto ritmo
a fin de aumentar el tiempo del ciclo del estudio. Igual que en el caso de la habilidad
en lo que toca a la calificación del esfuerzo pueden distinguirse seis clases
representativas de rapidez aceptable: deficiente(o bajo). Aceptable, regular, bueno,
excelente y excesivo.

Las condiciones a que se han hecho referencia en este procedimiento de


calificación de la actuación, son aquellas que afectan al operario y no a la operación.
En la mayoría de los casos, las condiciones serán calificadas como normales o
promedio cuando las condiciones se evalúan en comparación con la forma en la que
se hallan generalmente en la estación de trabajo. Los elementos que afectarían las
condiciones de trabajo son: temperatura, ventilación, luz y ruido.

El último de los cuatro factores que influyen es la consistencia del operario. El


analista debe ser capaz de hacer las restas sucesivas y de anotarlas conforme
progresa el trabajo, la consistencia del operario debe evaluarse mientras se realiza
el estudio. Los valores elementales de tiempo que se repiten constantemente
indican, desde luego, consistencia perfecta. Tal situación ocurre muy raras veces
por la tendencia a la dispersión debida a las muchas variables, como dureza del
material, afilado de la herramienta de corte, lubricante, habilidad y empeño o
esfuerzo del operario, lecturas erróneas del cronómetro y presencia de elementos
extraños. Hay seis clases de consistencia : perfecta, excelente, buena, regular,
aceptable y deficiente.
El analista de estudio debe estar prevenido contra el operario que continuamente
actúa de manera deficiente tratando de engañar al observador. Esto se logra
fácilmente por uno mismo, estableciendo un ritmo que pueda ser seguido con
exactitud. El método Westinghouse para calificar la actuación está adaptado a la
nivelación de todo el estudio, más que a la evaluación elemental.

Calificación Sintética
R. L. Morrow estableció un procedimiento conocido como “nivelación sintética”. El
procedimiento de nivelación sintética determina un factor de actuación para
elementos de esfuerzo representativo del ciclo de trabajo para la comparación de
los tiempos reales elementales observados con los desarrollados por medio de los
datos de movimientos fundamentales. Por la tanto el factor de actuación puede
expresarse algebraicamente como:

P= Ft / O

Donde:
P = Factor de actuación o nivelación
Ft = Tiempo de movimiento fundamental
O = Tiempo elemental medio observado para los elementos utilizados en Ft

Por consiguiente, el factor así determinado se aplicaría entonces el resto de los


elementos controlados manualmente y comprendidos por el estudio. Desde luego
como es el caso en todas las demás técnicas de clasificación, los elementos
controlados por máquinas no se califican. En realidad todos los analistas
experimentados siguen inconscientemente, hasta cierto punto, el procedimiento de
calificación sintética. La mente del analista de tiempos está llena de puntos de
referencia establecidos por experiencias anteriores en trabajos semejantes.

Una de las mayores objeciones a la aplicación del procedimiento de nivelación


sintética, es el tiempo que se requiere para elaborar un diagrama bimanual de los
elementos seleccionados para el establecimiento de movimientos básicos.

Suplementos

Suplementos o Tiempos suplementarios, se considera el tiempo que se le concede


al trabajador con el objetivo de compensar los retrasos, las demoras y los elementos
contingentes que se presentan en la tarea o proceso.

Los suplementos a concederse en el estudio de tiempos son:

● Suplementos por necesidades personales o básicas


● Suplementos por descanso o fatiga
● Suplementos por retrasos especiales

Suplementos por necesidades personales o básicas

Es el tiempo que se le asigna al trabajador para satisfacer sus necesidades


fisiológicas. En general, el tiempo asignado es constante para un mismo tipo de
trabajo.

Para personas normales fluctúa entre un 5% y un 7%.

Suplementos por descaso o fatiga

Fatiga es el estado de la aptitud física o mental, real o imaginaria, de una persona


que influye de forma directa a su capacidad de trabajo.
Para trabajos ligeros fluctúa entre un 8% y un 15%, para trabajos medianos o
pesados entre 12% y 15%

Suplementos por retrasos especiales

Son tiempos asociados a la naturaleza del trabajo y son:

● Tiempo improductivo
● Demoras por dar o recibir instrucciones
● Demoras por inspección del trabajo realizado
● Demoras por las fallas de máquinas o equipos
● Demoras por las variaciones de la máquina o el material
● Demora por falta de material, energía, etc.
● Demoras por elementos contingentes poco frecuentes.
Cálculo de tiempos estándar

El tiempo estándar para una operación dada es el tiempo requerido para que un
operario de tipo medio, plenamente calificado y adiestrado, y trabajando a un ritmo
normal, lleve a cabo la operación. Se determina sumando el tiempo asignado a
todos los elementos comprendidos en el estudio de tiempos. Los tiempos
elementales concebidos o asignados se evalúan multiplicando el tiempo elemental
medio transcurrido, por un factor de conversión esto para poder determinar con la
calificación Westinghouse.

Donde:
TE= tiempo estándar o tiempo elemental asignado
TN= tiempo normal que se obtiene multiplicando el tiempo promedio por el valor de
actuación
Tolerancias = son aquellas que influyen en los retrasos u aquellas que son debidas
a las condiciones y tipo de trabajo.

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