Plantilla para Construir Un Diálogo Asertivo

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Preparación del diálogo

Sin perder de vista que lo importante es lo que hagamos y lo que decimos solamente
puede ser una guía para que el otro sepa cuales van a ser nuestros siguientes
pasos, tenemos que preparar aquello que vamos a decirle. El diálogo que tengamos
con él tiene que cumplir los siguientes requisitos para ser un diálogo asertivo:
1. Describir los hechos concretos. Se trata de poner una base firme a la
negociación, en la que no pueda haber discusión. Cuando describimos
hechos que han ocurrido el otro no puede negarlos y así podemos partir de
ellos para discutir y hacer los planteamientos precisos. En este punto es
donde más tenemos que evitar hacer los juicios de intenciones. No se trata
de decir “eres un vago” sino decir, “vengo observando que te levantas desde
hace ya varias semanas a la hora de comer”. Diremos me has dicho 10 veces
“no sirves para nada” en lugar de “me quieres denigrar y hundir” (juicio de
intenciones.)
2. Manifestar nuestros sentimientos y pensamientos. Es decir, comunicar de
forma contundente y clara como nos hace sentir aquello que ha ocurrido y
que juicio moral o de pensamiento nos despierta. Es el momento de decir
“estoy hasta las narices de esta situación y no la soporto más”, o “me he
sentido humillado y denigrado”. Hay que recordar que no se trata de que el
otro lo encuentre justificado o no. Le puede parecer desproporcionado, o
injusto, o... pero es lo que nosotros sentimos y tenemos derecho a hacerlo
así, no aceptaremos ninguna descalificación, defenderemos nuestro derecho
a sentirnos tal y como le decimos. Le estamos informando, no le pedimos
que nos entienda o nos comprenda, por eso no puede descalificarnos ni
aceptaremos críticas a nuestros sentimientos, emplearemos la técnica del
banco de niebla combinado con el disco rayado.
3. Pedir de forma concreta y operativa lo que queremos que haga. No se trata
de hablar de forma general o genérica, “quiero que seas más educado”,
“quiero que me respetes” “quiero que no seas vago”; sino que hay que ser
concreto y operativo: “quiero que quites los pies de mi mesa”, “quiero que
cuando hablo me mires a los ojos y contestes a lo que te pregunto”, “quiero
que estudies tres horas diarias”. Son conductas concretas que el otro puede
entender y hacer.
4. Especificar las consecuencias. Es decir, aquello que va a ocurrir cuando haga
lo que se le ha pedido. Se le podría plantear también las consecuencias que
tendrá para él no hacerlo, pero es preferible especificar lo que va a obtener
de forma positiva. De otra manera lo que planteamos es un castigo y los
castigos son mucho menos efectivos que los premios o refuerzos. Muchas
veces se trata solamente de una forma de presentación, hay que tener en
cuenta que frecuentemente algo que puede ser planteado como un castigo,
si no lo hace, se puede ver como algo positivo si lo hace. “Si no lo haces
tendrás un castigo” se puede convertir en “Si lo haces evitarás que haga lo
que no quiero hacer que es lo que supone un castigo para ti, que es algo que,
por supuesto, yo tengo que hacer para ser consecuente con mis objetivos y
los sentimientos que ya he expresado”.

Plantilla para construir un diálogo asertivo

Fecha Hechos Sentimientos Conductas Consecuencias +

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