Curso Completo de Derecho Civil
Curso Completo de Derecho Civil
Curso Completo de Derecho Civil
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CENTRO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS
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DERECHO CIVIL I
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CAPÍTULO I
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INTRODUCCIÓN GENERAL
LA BASE DEL DERECHO CIVIL
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legales que regulan las acciones privadas de los individuos entre sí.
Todas las reglas que tienden a regular las relaciones privadas entre los
individuos han de referirse, necesariamente, a una de estas tres categorías de
derechos: de las personas, de los bienes y de las obligaciones.
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—en mayor o menor medida— en el Código de los Franceses o Código de
Napoleón (el primero de todos fue redactado a comienzos del siglo XIX), cuyo
desarrollo actual se produce, sobre todo, mediante la promulgación de leyes
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especiales relativas a las más variadas materias.
Para desentrañar el significado y el contenido actual del Derecho civil, debe primar
la consideración o perspectiva histórica. El acercamiento histórico, a tal efecto,
debe realizarse tomando como puerto de referencia los supuestos institucionales
del Derecho Civil. Deben entenderse como tales aquellos supuestos de hecho (los
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problemas, los conflictos, los litigios o las tensiones sociales) que, aunque de
forma variable históricamente, pueden considerarse como determinantes del
nacimiento y desarrollo de las instituciones que, de forma sustancial, han ido
conformando históricamente el núcleo del sector del Ordenamiento jurídico que
actualmente se conoce con el nombre de Derecho civil.
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dicha regulación concreta: las realidades, situaciones, litigios o conflictos de
intereses regulados que se han identificado como los supuestos institucionales del
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Derecho Civil. Ello implica hacer hincapié en los problemas materiales que el
Derecho civil tiende a solventar.
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PERTENENCIA DEL DERECHO CIVIL (DERECHO PRIVADO POR
EXCELENCIA)
Si hablamos de los inicios del Derecho Público y del Derecho Privado como forma
de ubicación del Derecho Civil en este primer acercamiento, podemos decir que
en la doctrina al pasar del Derecho público al Derecho privado, cuando se veía su
diferencia, se producía en el panorama tradicional de las disciplinas jurídicas un
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marcado cambio de ambiente. El Derecho público se movía en límites estrictos, su
campo de acción debía estar estrictamente acotado para evitar injerencias
abusivas del Estado en la vida nacional. El Derecho privado, en cambio, cubría el
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vasto ámbito de la actividad de los particulares, sobre la que el poder público
ejerce sin duda un cierto control, pero que está entregado en general a la libre y
benéfica iniciativa privada. Claramente ilustra esta concepción la rama
fundamental y más significativa del Derecho privado: el Derecho civil.
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El Derecho civil es el Derecho privado por excelencia. Prescindiendo de la opinión
de quienes confunden prácticamente ambos términos, el Derecho civil se
presenta, según hoy la opinión más seguida, como al disciplina jurídica que tiene
por objeto las normas que regulan las relaciones entre particulares considerados
como personas en general y no con referencia a situaciones o actividades
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específicas que estén sometidas a otras ramas del Derecho. El Derecho civil se
configura en la actualidad sobre dos ideas básicas: la de ser un derecho privado
"general", es decir, aplicable como fundamento de todas las otras ramas del
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de libertad) y negociar libremente con los demás para regular sus relaciones
recíprocas por medio del contrato, así como establecer el destino de sus bienes
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que cada cual ordene como prefiera, dentro de ciertos criterios generales, el haz
de relaciones que le afecta. Así, el principio de "autonomía de la voluntad" no se
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manifestaba con igual fuerza: el Derecho de familia. Entre las relaciones básicas
que afectan a un particular como tal se encuentra sin duda el conjunto de
relaciones familiares que arrancan del matrimonio y que tienen otras
manifestaciones importantísimas, como las relaciones paterno-filiales o las
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instituciones tutelares.
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Las discusiones sobre la situación actual del Derecho civil no deben inducir a error
respecto al papel esencial que sigue jugando en la educación jurídica y en la
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teoría y práctica del Derecho. Esta importancia reside no sólo y no tanto en el
número de litigios y problemas jurídicos estrictamente civiles que se plantean, que
está en franca disminución, ni en las cuestiones teóricas que analiza, sino en que
sigue constituyendo el trasfondo general ante el que se mueven la mayoría de las
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otras disciplinas jurídicas. Sin un conocimiento adecuado del Derecho civil el resto
del Derecho, se hace incomprensible. El Derecho civil es, como se ha dicho, con
frecuencia un Derecho común que suple las normas de las otras ramas jurídicas y
llena, por así decir, sus huecos. Es además la disciplina jurídica que ha
experimentado la más larga y refinada elaboración doctrinal y la que proporciona
el sistema de conceptos y el conjunto de aptitudes mentales más completa y
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perfiladas en el mundo del Derecho. En ese sentido, por lo menos, su valor actual
sigue intacto.
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Derecho de familia —parentesco, matrimonio, filiación, patria potestad, tutela.
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Derecho de sucesiones —testamento, herencia, legados, sucesión intestada.
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trabajo—, que se ocupan de categorías concretas de personas o sectores
profesionales definidos —comerciantes, empresarios, trabajadores.
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EL DERECHO CIVIL COMO DERECHO DE LA PERSONA.
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Para desentrañar el significado y el contenido actual del Derecho civil, debe primar
la consideración o perspectiva histórica. El acercamiento histórico, a tal efecto,
debe realizarse tomando como puerto de referencia los supuestos institucionales
del Derecho Civil. Deben entenderse como tales aquellos supuestos de hecho (los
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problemas, los conflictos, los litigios o las tensiones sociales) que, aunque de
forma variable históricamente, pueden considerarse como determinantes del
nacimiento y desarrollo de las instituciones que, de forma sustancial, han ido
conformando históricamente el núcleo del sector del Ordenamiento jurídico que
actualmente se conoce con el nombre de Derecho civil.
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Entre las actuales opciones, un acercamiento actual al concepto de Derecho Civil
no puede marginar en ningún caso el importantísimo momento que supone la
codificación. En efecto, el Derecho privado codificado es la forma histórica del
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derecho civil. Sin embargo, no hay que identificar tal “forma histórica” con la
materia civil propiamente dicha y en toda su extensión.
tiene otro sentido que identificar en ella los supuestos de hecho originadores de
dicha regulación concreta: las realidades, situaciones, litigios o conflictos de
intereses regulados que se han identificado como los supuestos institucionales del
Derecho Civil. Ello implica hacer hincapié en los problemas materiales que el
Derecho civil tiende a solventar.
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estudio del régimen jurídico concreto de las diversas figuras contractuales.
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3) Derechos reales e hipotecarios: el punto de partida radica en el estudio
de la propiedad y de la posesión, pasando por el estudio de los diversos derechos
reales (de goce, garantía y adquisición preferente), y la publicidad proporcionada
respecto de los bienes inmuebles por el Registro de la Propiedad.
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4) Derecho de familia y de sucesiones: el Derecho de familia afronta el
estudio del matrimonio (y, en su caso, uniones extramatrimoniales), relaciones de
los progenitores con sus hijos, régimen económico del matrimonio y crisis
matrimoniales (separación, nulidad y divorcio). Por su parte, el Derecho de
sucesiones estudia el fenómeno de la herencia y de los distintos modos de
suceder.
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Nuestro Código debe adscribirse sin duda al plan romano-francés, denominado así
por hundir sus raíces en la propuesta sistemática del jurisconsulto romano Gayo
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(personas, cosas y acciones), observada con posterioridad en las “Instituciones”
de Justiniano e inspiradora finalmente de la codificación civil francesa. En el
Código francés, la materia se distribuye sistemáticamente en un título preliminar y
tres libros, dedicados respectivamente a las personas, los bienes y las distintas
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modificaciones de la propiedad, y los diferentes modos por los que se adquiere la
propiedad. Nuestro Código sigue exactamente este esquema, añadiendo un
cuarto libro al que intitula “De las obligaciones y contratos”.
por contraposición a otros sectores del ordenamiento jurídico que, por el contrario,
regulan aspectos relativos a la organización socio-política de la comunidad.
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constituía una mera apariencia de tal. Las normas jurídico-públicas no eran más
que el capricho del césar, señor feudal o monarca absoluto del momento.
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El Derecho privado constituía el baluarte defensivo de la esfera propia de la
persona frente a la estructura política organizada. De ahí que la vieja
contraposición entre las dos posiciones de Ulpiano, prácticamente abandonada y
difuminada durante la Edad Media, renazca con fuerza en la construcción del
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Derecho contemporáneo.
La codificación se lleva a cabo con criterios racionalistas que imponen legislar por
sectores sistemáticos: las Declaraciones de derechos y las Constituciones se
reservan para los aspectos puramente políticos, los Códigos Penales, para la
represión de las actividades delictivas, los Códigos de procedimiento, atienden a la
organización de procesos y tribunales, etc.
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Todos los aspectos apuntados exceden claramente del ámbito individual y,
consiguientemente, se caracterizan como propios del Derecho público. Frente a él,
la identificación del Derecho privado viene representada por los Códigos Civiles y
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los Códigos Mercantiles o de Comercio, en cuanto su ámbito material de
regulación coincide respectivamente con los aspectos relativos a la esfera propia
de las personas en sí mismas consideradas o con los asuntos particulares y
privados de mercaderes y comerciantes.
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EL CARACTER INSTRUMENTAL DE LA DISTINCIÓN.
Tanto en Ulpiano como en el momento codificador la distinción entre Derecho
público y Derecho privado es meramente contingente e instrumental. Categorías
que en sí mismas consideradas, ni quitan ni ponen absolutamente nada a la
unidad del Ordenamiento jurídico, tienen un valor sencillamente descriptivo que
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carece de valor determinante, pues los principios fundamentales del Ordenamiento
jurídico no son distintos para uno y otro sector, sino los mismos para el conjunto
del sistema jurídico.
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ESPECIALES.
a) En primer lugar, que el Derecho civil en formas históricas pasadas fue tronco
común, valga la expresión, de conjuntos normativos que posteriormente se han
disgregado de aquél: particularmente el Derecho mercantil y el Derecho laboral o
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del trabajo.
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DERECHO OBJETIVO Y DERECHO SUBJETIVO
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Una de las primeras distinciones que debe asimilar quien se acerca a los estudios
jurídicos es la diferencias entre “derecho objetivo” y “derecho subjetivo”.
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conducta; el derecho subjetivo es un poder, facultas agendi, facultad, posibilidad,
poder de actuación.
Así concebidos, los dos conceptos -derecho objetivo y derecho subjetivo- son
heterogéneos: si uno es regla, el otro es poder; derecho objetivo y derecho
subjetivo no son dos especies del mismo género. No obstante ello,
tradicionalmente se ha establecido entre ambos una conexión que debería
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justificar su distinción como distinción de dos especies dentro de un mismo
género. Y, en este sentido, se dice que se tiene un derecho subjetivo de actuar, a
comportarse de una determinada forma; se tiene la facultad o el poder de realizar
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un cierto comportamiento en virtud de una norma, es decir, en virtud del derecho
objetivo. En otros términos: el derecho objetivo, o sea, una norma, confiere
derechos subjetivos y, correlativamente, impone deberes. No hay derecho
subjetivo sin derecho objetivo, y viceversa.
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Ejemplo. El propietario de un bien tiene el derecho subjetivo (poder, facultad) de
gozar y disponer de su bien porque existen una o más normas que regulan la
propiedad, estableciendo los derechos subjetivos del propietario y las obligaciones
y deberes de los demás con el propietario. Y, viceversa, si hay una norma sobre la
propiedad, no podrá dejar de establecer derechos subjetivos para algunos (los
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propietarios) y obligaciones para los demás (no propietarios).
derecho en sentido objetivo, en tanto que los derechos y las obligaciones que la
norma atribuye e impone respectivamente son derecho en sentido subjetivo.
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de límites y conforme a leyes que tienen el carácter de la necesidad. El mundo del
ser (das Sein, en alemán) está dominado por la necesidad, es el mundo del ser
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necesario (das Müssen, en alemán).
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por tanto, la libertad se consideran típicas del hombre, el cual es libre en su
comportamiento. El comportamiento humano, sin embargo, precisamente porque
es libre, es apto para ser disciplinado. A diferencia del comportamiento mineral,
vegetal y animal, se considera normalmente que el comportamiento humano no
sigue leyes necesarias, imposibles de evadir. Más exactamente, el hombre tiene
en común con otros seres las leyes naturales, físicas, biológicas, etc., pero, siendo
libre, es también susceptible de ser sometido a leyes que no son necesarias
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porque es posible violarlas, pero son obligatorias, o sea, deben ser obedecidas,
aunque de hecho sea posible violarlas.
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El ser (das Sein) se encuentra contrapuesto al deber ser (das Sollen), porque el
ser está dominado por la necesidad (das Müssen), mientras que el deber ser tiene
sentido y ámbito de actuación allá donde hay libertad, libertad de comportamiento,
es decir, comportamiento cuya realización depende de la libre voluntad (das
Wollen) humana.
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ESTRUCTURA GENERAL Y CLASES DE NORMAS JURÍDICAS.
educación.
Las normas jurídicas se caracterizan por contener un mandato que vincula a todos
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Por ello, conviene desde ahora diferenciar claramente entre la norma jurídica en
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sí, precepto regulador de la conducta de los ciudadanos, de carácter obligatorio y
coercible, inspirado en un criterio de justicia, y la disposición normativa que
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normalmente sirve de vehículo a aquélla.
No obstante, no es necesario que exista una disposición o un texto normativo
concreto para que pueda hablarse de norma jurídica, ya que por ejemplo, las
costumbres son normas jurídicas vinculantes, por otra parte, las disposiciones
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normativas escritas no son todas ellas portadoras de una norma jurídica.
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Sin embargo, el mandato normativo no tiene siempre el carácter de una imposición
o prohibición al ciudadano. Hay veces en que la norma pretende resolver
problemas sociales que pueden presentarse si las personas al celebrar un
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determinado acto o contrato no son particularmente previsoras. Esto nos obliga a
distinguir entre:
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El enfoque preferible parece ser el que intenta descubrir cuáles son los agentes o
sujetos sociales que intervienen en la producción de las normas, esté o no dentro
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del propio ordenamiento. En efecto, el factor del que va a depender en última
instancia el alcance y la fuerza normativa de las reglas de Derecho no es otro que
el propio sujeto que las crea.
Los sujetos sociales que, a través de las diversas épocas y en las distintas
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sociedades, han actuado o actúan como instancias productoras de las normas
jurídicas son prácticamente ilimitados: los dioses, los reyes, la sociedad global, la
familia, la iglesia, los grupos o clases sociales, las ciudades, los juristas, los
jueces, los parlamentos, los gremios, los comerciantes, los sindicatos de
trabajadores, las organizaciones de empresarios, los Estados, las comunidades
regionales, la comunidad internacional...
A su vez, en el ámbito de la jerarquía de las fuentes materiales del Derecho se
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han producido frecuentes interferencias de carácter político. Las discusiones
teóricas acerca de la preferencia de una fuente jurídica sobre otra suelen ser con
mucha frecuencia el simple reflejo de las pugnas políticas por la supremacía en el
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control jurídico de la vida social. Las discrepancias se reducen finalmente al
desacuerdo sobre las razones por las que las reglas jurídicas establecidas por
unos sujetos han de imponerse a las normas establecidas por los otros sujetos.
La primacía de unas fuentes materiales sobre otras varía profundamente, no sólo
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de unas épocas o otras, sino también de unas a otras sociedades. La primacía ha
ido pasando sucesivamente, a lo largo de la historia, de la comunidad global a los
órganos jurisdiccionales, de éstos al príncipe, de éste a las cámaras legislativas y,
finalmente, de nuevo a los detentadores del poder de gobierno o, en el mejor de
los casos, a la conjunción de los órganos legislativo y ejecutivo.
Hoy se piensa de forma general que el Estado es la más alta y amplia fuente
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material de Derecho, pero que no tiene que ser la única. Y se entiende asimismo
que, junto a él, existen diversos sujetos sociales que, no siendo órganos estatales
en sentido estricto, desarrollan una constante actividad creadora de normas
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jurídicas. No obstante, parece que la validez formal de tales normas sólo se logra
plenamente a través de su integración en el ordenamiento jurídico estatal, por lo
tanto, puede concluirse que el Estado se constituye siempre, en última instancia,
en garante y sustentador de la juridicidad de todas las normas, puesto que él es
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distintos modelos o tipos normativos en que vienen expresadas las reglas que
integran el Derecho. Así pues, en un sentido preciso, las fuentes formales del
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Derecho no tienen carácter de verdadera fuente, sino que son más bien simples
formas de expresión o concreción de la normatividad jurídica. La referencia a las
fuentes formales del Derecho suele incluir la mención implícita de los sujetos que
de manera preferente emplean ese tipo normativo como vehículo de las reglas de
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normatividad jurídica que han de ser consideradas en cada momento como
“fuentes formales” del Derecho más representativa, ya que el dinamismo
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característico de la organización social implica una gran movilidad histórica de las
formas que los sujetos capaces de crear Derecho prefieren emplear. Lo único que
puede afirmarse es que las “costumbres”, las “leyes”, los “estatutos”, los “pactos”,
los “precedentes judiciales”, la “doctrina jurídica”, los “principios de Derecho”, las
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“sentencias”, las “resoluciones”. Han sido hasta ahora las formas expresivas
utilizadas con más frecuencia. Y puede afirmarse también que, en la actualidad,
son las costumbres, las leyes, los precedentes judiciales y, en cierta medida, la
doctrina jurídica, las fuentes formales del Derecho.
Finalmente, la gran importancia que le ha sido atribuida tradicionalmente a la
fijación del orden de prioridad o jerarquía de las diversas “fuentes formales” no
radica en su propia significación, sino en la polémica real que encubre: la lucha
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por el predominio de los sujetos cuya fuerza o poder jurídico se manifiesta a través
de las diferentes formas cuya primacía se discute.
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LA COSTUMBRE Y LOS USOS.
Concepto de costumbre.
Caracteres de la costumbre.
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Derecho porque la Ley así lo determina. Luego es la propia ley la que fija y señala
los límites y condiciones que la costumbre debe reunir para generar normas
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jurídicas.
Es también característica de la costumbre, que a diferencia con lo que ocurre con
la ley y los principios generales del Derecho, queda excluida la vigencia de la regla
iura novit curia. Por eso se dice que la costumbre es fuente del Derecho
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secundario.
Tradicionalmente se decía que la costumbre tenía que ser racional, entendiéndose
por razón básicamente los dictados del llamado Derecho natural.
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negocios, se viene reclamando que al modo habitual de proceder en la
contratación se le asigne un cierto valor normativo. Los riesgos que la admisión de
los usos como fuente del Derecho crean, se ven paliados por los límites que se
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imponen a las llamadas condiciones generales de los contratos y por la existencia
de disposiciones legales que persiguen poner coto a los más graves abusos.
juez debe acudir a una norma que le viene previamente dada, aunque deba él
buscarla, encontrarla y adaptarla al caso, y que se encuentra en los principios
generales del Derecho.
Es común afirmar que los principios generales del Derecho se integran, de una
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parte, por los principios del Derecho tradicional, por los principios del Derecho
Natural, por las convicciones ético-sociales imperantes en la comunidad, y de otra,
por los llamados principios lógicos positivos.
En cuanto al primer grupo de principios, las convicciones personales de cada cual
darán mayor relieve a unos u otros, o le harán negar o afirmar su existencia.
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Los principios lógico-sistemáticos son los criterios generales que, por inducción se
infieren de las disposiciones concretas. Esto es, que se encuentran ya recogidos
en las leyes y costumbres. La técnica de aplicación es la analogía.
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LA JURISPRUDENCIA.
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identifica con los criterios sentados por los Jueces y Tribunales en su cotidiana
tarea de interpretación y aplicación del Derecho objetivo. En sentido estricto, la
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jurisprudencia coincide con la doctrina sentada por el Supremo Tribunal de justicia
de la Nación. Ello supone que los jueces, al igual que cualquier otra autoridad, se
encuentran sometidos al imperio de la ley.
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Aunque no pueda considerarse propiamente normas jurídicas, los criterios
interpretativos desarrollados reiteradamente por el Supremo Tribunal de Justicia,
en cuanto jurisprudencia en sentido estricto, tiene trascendencia normativa. Si a
ello se le añade que la jurisprudencia forma parte integrante del orden jurídico,
habría que concluir que aunque sea de segundo orden, la jurisprudencia es
también fuente del derecho.
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El recurso de casación como criterio unificador de la doctrina
jurisprudencial.
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El Tribunal Supremo tiene como misión básica resolver recursos de casación. La
creación de la técnica del recurso de casación tiene como objetivo unificar la
doctrina jurisprudencial, al tiempo que permite respetar la libertad decisoria de los
Tribunales inferiores.
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El Tribunal Superior de Justicia no es una instancia más, ni el recurso de casación
significa una revisión propiamente dicha del litigio o proceso desenvuelto en
instancias anteriores. La finalidad esencial del recurso de casación consiste en
salvaguardar el Derecho objetivo de erróneas interpretaciones en aras de evitar la
desigualdad en la aplicación de la ley.
En definitiva, aunque los Jueces y Tribunales inferiores sean libres para interpretar
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y aplicar el Ordenamiento Jurídico, su criterio queda mediatizado por el propio
Tribunal Superior de Justicia, el cual puede casar (esto es, anular) las sentencias
o resoluciones de aquéllos cuando éstos no se adecuen a la doctrina
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jurisprudenciales que se consideran adecuados al caso.
c) Fallo: es la parte dispositiva de la sentencia en la que el órgano
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jurisdiccional establece la solución.
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dictada en un caso similar al debatido, lo que significa que las normas jurídicas
aplicables sean sustancialmente las mismas.
1.1. La publicación.
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Con anterioridad, el Código Civil establecía como presupuesto necesario y
requisito sine qua non de la vigencia de las leyes su publicación, su completa
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publicación, en el Diario Oficial del Estado.
En efecto, salvo desviaciones características de los regímenes totalitarios, los
Ordenamiento jurídicos modernos no admiten la existencia de disposiciones
normativas secretas.
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De otra parte, la publicación de una disposición normativa cualquiera facilita la
determinación de la fecha de entrada en vigor de la misma.
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consiguiente, su vigencia se proyecte al futuro mientras que no se dicte una nueva
ley que la contradiga o derogue. En tal sentido, “las leyes sólo se derogan por
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otras posteriores”.
Derogar, pues, significa dejar sin efecto, sin vigor, una ley preexistente por
publicarse una nueva disposición normativa que contempla o regula los mismos
supuestos o materias que la antigua. Naturalmente, la derogación depende en
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exclusiva de cuanto disponga la nueva ley, que puede:
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Optar por una u otra clase de derogación es una cuestión técnica. Depende de
muchos factores (extensión y cualidad de la ley anterior, relativa compatibilidad
con la nueva, oportunidad política, etc.). La derogación tendrá el alcance que
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expresamente se disponga y se extenderá siempre a todo aquello que en la ley
nueva, sobre la misma materia, sea incompatible con la anterior.
Dictar una nueva ley y derogar la preexistente son cuestiones relativamente claras
e inmediatas, una vez que los poderes constituidos hayan adoptado la decisión
política al respecto. Ahora bien, la nueva ley ¿habrá de regular las situaciones
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que las relaciones sociales nacidas bajo la ley antigua no pueden derogarse ni
desconocerse. Por ello, normalmente, todas las disposiciones normativas se
cierran con una serie de disposiciones transitorias que pretenden resolver los
problemas planteados por el cambio legislativo, por el “tránsito” de una ley a otra.
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2.2. La formulación de la tendencial irretroactividad de las leyes.
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Sin embargo, tales disposiciones transitorias no pueden ser infinitas, ni tan
detalladas y casuísticas que afronten cualquier supuesto problemático de Derecho
transitorio. Por ello, a nivel de principio, todos los Ordenamientos contemporáneos
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contienen una regla general favorable a la irretroactividad de la ley como regla de
máxima.
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dista mucho de ser una regla absoluta:
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general, sino sólo respecto a las disposiciones sancionadoras no favorables y de
aquellas que sean restrictivas de los derechos fundamentales.
b) En cualquier otro caso, la ley puede ser retroactiva con absoluto respeto
a la Constitución y sin violentar el tradicional precepto civil.
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2.3. La posible retroactividad y su graduación.
Así pues, la decisión de que una nueva disposición tenga o no carácter retroactivo,
respetando los límites constitucionales, queda encomendada al propio legislador,
que habrá de valorar en cada caso los beneficios y las consecuencias negativas
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de cualquiera de ambas opciones.
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de ello es clara: al derogar el Código Civil “todos los cuerpos legales, usos y
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costumbres que constituyen el Derecho Civil común en todas las materias que
son objeto de este Código”, el cambio legislativo habido era de tal magnitud, tanto
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en términos cuantitativos como cualitativos, que los problemas de Derecho
transitorio emergía con particular virulencia.
En dicha línea, la doctrina civilista ha resaltado durante todo el siglo XX que las
disposiciones transitorias del Código Civil desempeñan una función de Derecho
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transitorio común que excede incluso del propio de la legislación civil, alcanzando
al resto del Ordenamiento jurídico.
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La existencia de fronteras políticas definidas entre los diversos Estados presupone
que el Ordenamiento jurídico propio de cualquiera de ellos encuentra como ámbito
espacial de aplicación el propio territorio nacional.
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Sin embargo, el aserto anterior no impide que los ciudadanos de diferentes
Estados mantengan entre sí relaciones de diverso tipo: familiar, comercial, etc.
Dichas relaciones plantean un problema básico, consistente en determinar cuál de
los Ordenamientos jurídicos en liza ha de aplicarse cuando estamos frente a un
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supuesto cualquiera de relación internacional entre ciudadanos o particulares de
diferente nacionalidad.
De conformidad con ello, en síntesis, cabe afirmar que:
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Sin embargo, las regiones en sí mismas consideradas no pueden ser
contempladas como soberanas, sino integradas dentro del Estado. Por tanto, la
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prevalecía (y, en su caso la superioridad) del Derecho estatal sobre el que
podríamos denominar Derecho regional está fuera de duda, por tanto, en definitiva
la norma que resuelve cuándo ha de aplicarse el Derecho regional es una norma
de carácter estatal, tanto en el caso de que el contraste se plantee entre dos
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regímenes normativos regionales o entre el Derecho regional y el Derecho estatal.
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general de nulidad; actos contrarios a la ley y actos en fraude a la ley. Referencia
a la llamada eficacia constructiva de la norma.
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1. LA EFICACIA DE LAS NORMAS.
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relación o problema socialmente identificable se convierte en un entramado de
derecho y de deberes, esto es, en una relación jurídica) precisamente a causa de
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la aplicación del conjunto de normas correspondiente.
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2.1. Los destinatarios de las normas.
Cabe afirmar que son destinatarios de las normas jurídicas, los sujetos integrados
en la comunidad para la que se dictan tales normas, además también hay que
tener en cuenta la posibilidad de que los destinatarios de una norma concreta no
sean todos los miembros de la comunidad, sino que la norma esté dirigida a una
categoría o grupo de sujetos.
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2.2. La ignorancia de la ley.
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El deber general de respeto, desde un punto de vista exclusivamente lógico,
parece que debiera ir precedido de un previo deber de conocimiento de las
normas. Difícilmente puede respetarse lo que se ignora. Sin embargo, desde el
punto de vista práctico es imposible que un sujeto pueda efectivamente conocer
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todo el conjunto de normas que componen el Ordenamiento jurídico.
El problema que se aborda ha de ser enfocado desde la óptica de la efectividad
del ordenamiento, han de organizarse las cosas de forma que las normas sean
efectivamente aplicadas, por eso, debe prescindirse del conocimiento real de las
normas por su destinatario. En otro caso, se estaría dejando al capricho del sujeto
la aplicabilidad de la norma, pues bastaría con alegar la ignorancia para que uno
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quedara a salvo del deber de cumplir y observar la norma.
La publicidad formal implica la teórica posibilidad de que cualquiera pueda tener
acceso a la norma en cuestión. Pero con ello no se resuelve el problema, pues un
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de las normas, sea conocido o ignorado su contenido. Por consiguiente, aun sin
que exista el deber de conocer las normas y sin que éstas sean efectivamente
conocidas, sí existe el deber general de cumplimiento.
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aplicable sólo será válida cuando no contraríe el interés o el orden público ni
perjudique a terceros”.
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La posibilidad de excluir voluntariamente la aplicación de una norma, exige poner
este asunto en relación con la distinción entre normas de Derecho imperativo y
normas de Derecho dispositivo. Pues junto a las normas que se imponen
absolutamente siempre con o contra la voluntad y deseos de sus destinatarios
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(normas de Derecho imperativo o necesario), es frecuente que las normas
autoricen a los propios interesados a reglamentar las situaciones que les afectan
privadamente, estableciendo un conjunto de reglas particulares que traen su
fuerza de la llamada autonomía de la voluntad de los particulares o autonomía
privada.
Cuando esto sucede, la regulación contenida en la norma jurídica solamente entra
en juego en defecto o ausencia de regulación convencional por parte de los
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interesados.
Cuando, por el contrario, la norma es imperativa, la voluntad o deseo de los
destinatarios de la misma de excluirla es absolutamente irrelevante.
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3. LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS Y SU SANCIÓN.
sanciones al infractor.
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amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el
ordenamiento jurídico, o contrario a él”. Formalmente la ley se cumple, aunque
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realmente se pretende su violación.
Es clásico el ejemplo de la celebración de un matrimonio con la finalidad exclusiva
de obtener la nacionalidad de un país. No es ilícito que un extranjero contraiga
matrimonio con una mexicana, tampoco lo es que, mediante un año de residencia,
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ese extranjero adquiera la nacionalidad mexicana, pero el resultado que realmente
se persigue sí lo es: eludir la aplicación de las normas que regulan la composición
de los equipos de futbol.
En supuestos como los descritos, el ordenamiento reacciona, no conformándose
con la observancia formal de sus mandatos, sino yendo al fondo del asunto, para
perseguir las conductas fraudulentas que, de esta forma, quedarán sometidas a
las consecuencias establecidas por la norma que se ha pretendido defraudar.
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3.4. La sanción por la infracción de la norma.
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Cuando se observan conductas directa o fraudulentamente contrarias a las
normas, el Ordenamiento jurídico reacciona en consecuencia, imponiéndose una
sanción al infractor. El término sanción es así sinónimo del de reacción del sistema
jurídico ante la violación padecida. Y lo mismo que las modalidades de conductas
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contrarias a las normas son diversas, las modalidades de sanción también lo son.
Cabe distinguir algunas categorías elementales de sanciones:
El Código Civil dispone que “los actos contrarios a las normas imperativas y a las
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dispositivas, por la evidente razón de que este tipo de normas solamente se aplica
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en defecto de reglamentación sustitutoria y diferente creada por los interesados.
La sanción general que se establece es la de la nulidad de pleno derecho que es
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una categoría específica de la ineficacia de los actos jurídicos. La nulidad implica
que el propósito perseguido por el infractor del ordenamiento, mediante su
conducta ilícita, es eliminado, o pretende ser eliminado, como si el acto ilícito no
se hubiera efectivamente realizado.
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Aunque hay que tener en cuenta que la nulidad es una sanción solamente
aplicable a actos jurídicos en sentido estricto.
Para evitar que opere la sanción de nulidad de pleno derecho, basta con que la
norma infringida establezca la sanción diferente de la nulidad.
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Aplicación de la norma: interpretación e integración. La interpretación: elementos,
clases y métodos. La integración analógica: concepto, clases y ámbito. La equidad
en la aplicación de las normas.
as
1. LOS PROBLEMAS DE APLICACIÓN DEL DERECHO.
Como primer y principal problema a la hora de aplicar las normas jurídicas está el
identificar qué normas resultan aplicables a un determinado caso concreto. Junto a
él, supuesto que se encuentre la norma o conjunto de normas reglamentadoras de
la situación que interesa, surgen dos problemas, en primer término, el problema
e
23
2. LA BÚSQUEDA DE LA NORMA APLICABLE: LA CALIFICACIÓN.
M
2.1. Las instituciones jurídicas.
AA
determinada situación, el sujeto debe indagar en el conjunto del ordenamiento
hasta hallar las normas pertinentes. Para facilitar la tarea se utilizan una serie
de claves que acotan el ordenamiento por conjuntos de normas. Esas claves se
encuentran insertas en la sistemática del ordenamiento.
Resulta así que las normas, al menos en el Derecho privado, se encuentran
agrupadas por materias. Estas materias vienen dadas por la reiteración y
constancia con las que ciertas situaciones se producen en la vida ordinaria.
e
El conjunto de normas atinentes a una situación social típica y que la regulan con
afán de coherencia y totalidad componen una institución. A su vez, de las
instituciones se elaboran conceptos y subconceptos que son utilizados, como
as
instrumentos imprescindibles, para la búsqueda de las normas reguladoras de una
determinada situación.
las normas que regulen la institución más parecida y compatible con esa nueva
situación. Esto se conoce con el nombre de analogía.
at
notas atípicas, se hace necesaria una tarea de adaptación del tenor de las
normas. Éste, junto con la averiguación del sentido de las normas, es el cometido
24
de la interpretación, en términos generales.
M
3. EL PRINCIPIO IURA NOVIT CURIA.
AA
conocimiento suficientemente adecuado y profundo del ordenamiento jurídico.
Si ello es así, es decir, si los jueces quedan obligados a dictar sentencia de
conformidad con el sistema de fuentes legalmente establecido, es lógico que se
afirme que los Tribunales (la Curia) tienen el deber de conocer el ordenamiento
jurídico: ese deber se formula mediante el aforismo que da título a este apartado.
Iura novit curia significa que los Jueces deben conocer el ordenamiento con el fin
de fallar cuantos asuntos les sean plantados en el ejercicio de su función
e
jurisdiccional y sin requerir que los litigantes deban facilitar al Juez la información
acerca de las normas aplicables al caso.
Esta regla general, sin embargo, no se encuentra privada de excepciones. Así, las
as
normas de Derecho consuetudinario han de ser alegadas y probadas por el
litigante que pretenda su aplicación al caso.
Cualesquiera profesionales del Derecho pueden incurrir igualmente en
responsabilidad si por ignorancia, negligencia o descuido desempeñan sus
Cl
funciones de forma tal que su desconocimiento del Ordenamiento jurídico
provoque daño a un tercero o dé lugar a una aplicación del Derecho que, por
cualquier causa, sea contraria al Ordenamiento jurídico. El jurista, pues, se
encuentra sometido al conocimiento del Ordenamiento jurídico como regla
fundamental de la denominada lex artis (reglas del oficio), cuyo incumplimiento
puede generar especiales responsabilidades.
e
25
Con las denominadas lagunas de la ley se está haciendo referencia a los
supuestos de hecho que no han sido objeto de contemplación por las normas
M
legales en sentido amplio. De una parte, las leyes no son siempre perfectas, ni
completas, ni su abstracción es fácilmente cohonestable con la multiplicidad y
diversidad de matices de los supuestos de hecho. De otra parte, la dinámica social
siempre es más viva y diversificada que el texto escrito y publicado de las leyes.
AA
La conclusión, pues, es indiscutible: las leyes presentan vacíos normativos y
precisamente por ello, en defecto de la ley aplicable, el sistema de fuentes prevé
la aplicación de la costumbre y los principios generales del Derecho como
mecanismos normativos de suplencia para salvar la laguna normativa existente.
e
Las lagunas de la ley no comportan la imposibilidad de resolución del conflicto
planteado, pues el Ordenamiento jurídico cuanta con expedientes
complementarios para superar tales lagunas. En definitiva, existen “lagunas de
as
ley” pero no “lagunas del Derecho). En tal sentido, el Título Preliminar del Código
Civil ofrece la clave al afirmar que la “formulación de un sistema de fuentes implica
la exclusión de las lagunas del Derecho. No ocurre otro tanto con las llamadas
lagunas de la ley, que pueden darse, siendo el medio idóneo y más inmediato de
Cl
salvarlas la investigación analógica...”
El hecho de que, técnicamente, el Derecho se presente como un sistema cerrado
y completo (la llamada plenitud del Ordenamiento jurídico) es un presupuesto
necesario del deber general de fallar en todo caso que se impone a los Jueces y
Magistrados.
e
5. LA INTEGRACIÓN DEL ORDENAMIENTO: LA ANALOGÍA.
26
Dentro de los principios generales del Derecho están los llamados principios
sistemáticos, que se hallaban mediante un proceso de inducción, a través del cual
M
la ratio determinante del mandato contenido en un conjunto de normas, por
abstracción, era aislada y formulada como regla general. Este proceso de
inducción y abstracción da como resultado la formulación de principios que deben
ser aplicados en defecto de disposición legal o consuetudinaria. Pues bien, ese
AA
proceso que consiente hallar una regla o principio general de carácter lógico o
sistemático ya aplicarlo en defecto de regulación legal o consuetudinaria es,
precisamente, la analogía iuris.
La diferencia que existe entre la analogía legis y la analogía iuris desde el punto
de vista operativo es grande: la iuris es técnica de aplicación de principios
generales del Derecho, que solamente se aplican en defecto de ley o costumbre, y
la legis es una técnica de aplicación de la ley, que es la fuente del Derecho
e
primaria con carácter general. Por eso la analogía legis produce como resultado la
extensión de la aplicación de las leyes, antes de acudirse a las fuentes
subsidiarias del Derecho.
as
5.2. Condiciones y limitaciones de la analogía.
con que tales normas se caracterizan por ir en contra, por suponer excepciones de
los criterios generales del Ordenamiento jurídico para la normalidad de los
supuestos, de donde se inferiría que su contradicción con esos principios las priva
at
27
JURISPRUDENCIA Y LA EQUIDAD.
M
6.1. La omnicomprensividad del ordenamiento.
La analogía permite resolver en gran medida las lagunas de la ley. Sin embargo
sigue aún planteándose la cuestión de si puede darse solución a un conflicto
AA
carente de regulación concreta.
En el Ordenamiento, la respuesta a esta cuestión ha de ser positiva. El aplicador
del Derecho encontrará absolutamente siempre norma jurídica aplicable,
ateniéndose al sistema de fuentes establecido. Así, si no encuentra ley aplicable al
caso, directamente o por analogía (legis), acudirá a la costumbre, y si a pesar de
ello siguiera sin encontrar norma concreta, habrá de aplicar los principios
generales del derecho. Por eso se dice que el ordenamiento jurídico tiene
e
vocación de omnicomprensividad o que se caracteriza por su plenitud: el
Ordenamiento jurídico se autodeclara completo y ofrece suficientes mecanismos
para garantizar la resolución de los conflictos sociales, aunque estos sean
as
novedosos.
La omnicomprensividad del ordenamiento no se puede identificar directamente
con el sistema de fuentes establecido, sino que requiere verse complementada
con la vivencia práctica del mismo a través de su aplicación cotidiana.
Cl
6.2. Función complementadora de la jurisprudencia.
Aunque las fuentes del Derechos sean la ley, la costumbre y los principios
generales del Derecho y los jueces deban fallar ateniéndose exclusivamente a
tales fuentes, en materia civil se asigna a la jurisprudencia la función de
e
complementar el ordenamiento. Lo cual significa que aunque la jurisprudencia no
sea formalmente fuente del Derecho, sin embargo tampoco se limita a realizar una
ld
las normas son tan generales o emplean conceptos tan abstractos y flexibles que
se acaba dejando en manos del juzgador una cierta libertad de decisión al
establecer la solución concreta del caso.
La Administración de Justicia se encuentra organizada de forma piramidal y
jerarquizada, estableciéndose un sistema de recursos ante los Tribunales
e
28
infracción de la jurisprudencia.
En conclusión, aunque formalmente no sea fuente del Derecho, la jurisprudencia
M
establece un cuerpo de criterios de solución de conflictos que tienen evidente
trascendencia normativa en sentido material.
6.3. La equidad.
AA
Los aplicadores del Derecho en nuestro sistema jurídico deben aplicar la ley, la
costumbre o los principios generales, esto es, las normas que vienen dadas
mediante el sistema de fuentes. Sin embargo, en ocasiones, cabe que se resuelva
un conflicto encomendando al juzgador que resuelva el asunto de acuerdo con los
criterios de justicia que a su entender produzcan la mejor solución.
Cuando se falla un conflicto sobre esta base de la concepción o intuición de lo
justo y bueno que pueda tener el aplicador del Derecho se dice que se está
e
fallando en equidad. Esto ocurre, por ejemplo, cuando en vez de acudir a un juez,
se designa un árbitro para que resuelva un conflicto sobre la base de la equidad:
el llamado arbitrio de equidad, en el cual el árbitro falla “según su saber y
as
entender”.
También se habla de equidad con otra finalidad, al señalar que “la equidad habrá
de ponderarse en la aplicación de las normas”, es decir, la equidad se emplea
como instrumento en la aplicación del ordenamiento, sirviendo para adaptar la
Cl
generalidad y el rigor de las normas jurídicas a las circunstancias concretas del
caso.
por el aplicador del Derecho. Esta tarea de averiguación del sentido de las
palabras que integran la norma es la interpretación.
Averiguar el sentido de cualquier proposición implica analizar en contenido
semántico de la misma. La interpretación jurídica debe procurar la averiguación
del sentido de la proposición en que consiste la norma en función del resultado
ria
interpretación literal y a ella se refiere el Código Civil cuando establece que las
normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras. Esto plantea
lógicamente el problema de que las palabras no tienen normalmente un único
at
sentido propio.
En realidad, lo que se persigue al exigir que las normas se interpreten de acuerdo
con el propio sentido de las palabras es evitar interpretaciones que vayan más allá
de unos límites razonablemente permisibles.
M
29
7.3. La interpretación sistemática.
M
Junto a las palabras, y precisamente para aclarar su sentido más idóneo, el
intérprete debe atender a la ubicación sistemática de la norma interpretada. Ello
como consecuencia de que las normas suelen estar integradas en el seno de un
AA
conjunto de disposiciones trabadas o relacionadas entre sí con coherencia interna.
Así, la palabra “responsabilidad” cuando se trata de leyes civiles suele significar
que el sujeto responsable puede padecer un menoscabo patrimonial, por el
contrario, cuando se habla de “responsabilidad” en el sentido de responsabilidad
penal, lo que arriesga el sujeto responsable es, incluso su libertad.
e
Las normas nacen en un contexto histórico determinado y acaso persiguiendo
as
fines muy específicos, que solamente se explican bien si se conoce la situación, el
ambiente histórico que las vio nacer. Con frecuencia en una norma nueva hay una
buena parte de su contenido que responde a un cierto arrastre histórico.
Dicho de otra forma: la norma, como vehículo de un mandato emanado de quien
tiene reconocida la autoridad, es un producto eminentemente histórico, y sólo
Cl
conociendo su historia se puede entender y aplicar en un momento histórico
diferente del que la vio nacer. Esta es la interpretación histórica.
30
norma que dé cabida a supuestos diferentes y produzca un juego más amplio que
lo realmente pretendido en concreto al dictarla. Se distingue entonces entre
M
ocassio legis, o criterio de solución del conflicto que se sostiene en la norma, y
que es más susceptible de generalización.
AA
efectuar una interpretación teleológica, esto es, que atienda tanto a los fines
generales que persigue la norma como a los fines concretos que se consiguen
mediante su aplicación al caso planteado.
e
suele distinguir entre interpretación declarativa e interpretación correctora.
Así, si resulta que las palabras de la norma se adaptan con justeza y exactitud a lo
que de la interpretación resulta, se dice que la interpretación ha sido meramente
as
declarativa. Por el contrario, cuando la interpretación produce como resultado que
deban considerarse incluidos en la norma supuestos diferentes de los que su tenor
literal parece indicar, se habla de interpretación correctora. Corrección que, si es
en más se llama interpretación extensiva, y si es en menos, se denomina
interpretación restrictiva.
Cl
Las normas que imponen limitaciones a la libertad de los sujetos, o que restringen
sus derechos, han de ser interpretadas restrictivamente. A la inversa, las normas
que favorecen la libertad de los sujetos o les dispensan mejor trato, deben
interpretarse extensivamente.
También se efectúan clasificaciones de la interpretación atendiendo al sujeto que
e
efectúa la tarea interpretadora. En primer término, se distingue la interpretación
auténtica, que se identifica con las reglas interpretativas incorporadas por el propio
legislador a la norma que debe ser interpretada, preocupándose de precisar el
ld
doctrinal.
espíritu y finalidad de las normas. Por eso, la libertad del intérprete no es absoluta,
sino que queda circunscrita a los materiales que la norma a interpretar le brinde.
at
Ello no obstante existen unas pautas o criterios superiores de índole material que
viene a limitar más la libertad del intérprete, el cual debe hacer que la
interpretación de la norma concreta se acomode a los postulados por esos
principios o criterios generales y superiores.
M
En la actualidad y sin perjuicio de los llamados principios generales, está claro que
el intérprete debe hacer que la interpretación de las normas esté en consonancia
31
con la Constitución y los valores que la misma proclama como superiores.
M
LA RELACIÓN JURÍDICA Y EL DERECHO SUBJETIVO.
AA
Nacimiento y adquisición de los derechos. Modificación subjetiva: sucesión y
transmisión. Modificación objetiva: la subrogación real. Extinción y pérdida de los
derechos; en particular, la renuncia de derechos.
1. LA RELACIÓN JURÍDICA.
e
La generalidad de la doctrina viene a poner de manifiesto que la llamada
as
relación jurídica consiste en “cualquier tipo de relación entre seres humanos
que se encuentra regulada por el Derecho o que, sin estarlo, produce
consecuencias jurídicas”. Según F. K. Von Savigny, la relación jurídica es un
“vínculo de persona a persona determinado por una regla jurídica”.
Tales definiciones, correctas desde el punto de vista teórico, tienen tal grado de
Cl
abstracción que su utilidad descriptiva es nula para cualquier persona lega en
Derecho. La abstracción indicada de las posibles definiciones de relación
jurídica es fruto de la amplitud y multiplicidad de la serie de situaciones o
relaciones sociales que, en términos teóricos y prácticos, son encajables dentro
del concepto o de idea de relación jurídica.
e
En términos generales se habla de relación jurídica para referirse a todas
aquellas relaciones o situaciones sociales, de cualquier índole, que son
ld
Para el Derecho civil existirán básicamente cuatro tipos de relación jurídica en los
ria
32
bien que el Ordenamiento garantiza frente a los demás miembros de la
colectividad.
M
c) Relaciones familiares. Situaciones de especial conexión entre las
personas que el Ordenamiento jurídico regula atendiendo a criterios de ordenación
general, para garantizar un marco normativo a la familia.
AA
d) Relaciones hereditarias o sucesorias. Todas aquellas conectadas al
fenómeno de la herencia y a las personas en ella implicadas, como sucesores de
la persona fallecida con anterioridad: derechos y deberes de los herederos entre sí
y en sus relaciones con los demás.
e
La referencia doctrinal a la estructura de la relación jurídica pretende resaltar los
distintos componentes que pueden analizarse por separado en ella. Sobre tales
as
bases, pueden distinguirse los sujetos, el objeto y el contenido de la relación
jurídica.
1) Los sujetos de la relación jurídica. Dado que los derechos y deberes sólo
Cl
pueden atribuirse a las personas, es evidente que en toda relación jurídica el
componente personal es estructuralmente necesario.
La persona que tiene derecho a algo se denomina sujeto activo, en cuanto puede
poner en marcha o en actividad la situación de poder en que se encuentra. Por el
contrario, quien se encuentra obligado a reconocer, satisfacer o hacer efectivo el
derecho de cualquier otra persona, merece la calificación de sujeto pasivo.
e
La posición de sujeto activo o pasivo de cualquier relación jurídica puede ser
desempeñada por una o varias personas. En el primer caso, la situación de
titularidad es, por tanto, individualmente identificable, en cambio, la existencia de
ld
La situación de poder, en sentido amplio, implica que una persona tiene autoridad
suficiente para reclamar a cualesquiera otras una posición de sumisión y respeto
del propio derecho. La expresión antonomásica de la situación de poder viene
representada por el derecho subjetivo, pero también por cualquier otra posición
M
que otorgue a su titular la capacidad de ser respetado por otra persona, aunque
técnicamente no merezca la calificación de derecho subjetivo, como las facultades
33
o las potestades.
M
La situación de deber implica que un determinado sujeto se encuentra vinculado a
la realización de un determinado comportamiento respetuoso del derecho
ostentado por cualquier persona.
En la mayor parte de los supuestos, la posición de sujeto activo y pasivo suele ir
AA
acompañada de una serie de posiciones subordinadas de carácter contrapuesto a
la posición principal.
2. EL DEBER JURÍDICO.
e
1) Deberes legales o normativos. Conductas activas u omisivas de
generalizada observancia por ser impuestas por el Ordenamiento jurídico de
forma cautelar o preventiva. La razón de imponer tales conductas puede atender
as
al beneficio del interés público o general o, por el contrario, a la protección
concreta de otra persona, en caso de que se produzca efectivamente el supuesto
de hecho en cuestión. Naturalmente, en dependencia de tal fundamento, el
incumplimiento de los deberes legales genera la eficacia sancionadora de la
propia norma o, por el contrario, el nacimiento de un derecho subjetivo.
Cl
2) Deberes jurídicos propiamente dichos. Expresión reservada para
describir el aspecto pasivo de la relación jurídica y, por tanto, la contrafigura del
poder concreto en que consiste el derecho subjetivo. Así pues, los deberes
jurídicos stricto sensu suponen el conjunto de conductas que han de desplegar las
e
personas a consecuencia de la existencia de derechos subjetivos ostentados por
otras personas con las que se encuentran o puedan encontrarse vinculadas.
Tales deberes pueden subdividirse a su vez en deberes particulares y en el
ld
3. EL DERECHO SUBJETIVO.
34
Esta descripción del Ordenamiento jurídico puede producir la impresión de que las
M
normas jurídicas se limitan a ordenar o a prohibir la realización de determinadas
conductas. Sin embargo, la tradición política, cultural y jurídica de los países de
nuestro entorno, España incluida, aboga por el establecimiento de sistemas
jurídicos respetuosos de la libertad de las personas y de los colectivos sociales.
AA
En otras palabras: el Ordenamiento jurídico no persigue por sistema asfixiar o
constreñir la libertad e iniciativa de las personas, sino crear cauces y garantías
para que esa libertad de decisión personal pueda ser adecuadamente ejercitada,
al mismo tiempo, procura establecer los criterios de resolución de los conflictos y
litigios que irremediablemente surgen cuando se vive en una sociedad de seres
humanos libres.
e
Así, conforme a nuestra Constitución, los poderes públicos solamente pueden
actuar al amparo y dentro de los cauces preestablecidos por el propio
ordenamiento, persiguiéndose así la seguridad jurídica y la interdicción de la
as
arbitrariedad de los poderes públicos.
En el ámbito de la libertad de las personas, también se debe de garantizar la
libertad frente a las agresiones que pueden proceder de otros sujetos privados,
individual y colectivamente considerados. El Ordenamiento jurídico, en
Cl
consecuencia, debe facilitar los medios necesarios a las personas para que éstas
persigan sus propios fines y desarrollen su personalidad de la manera que tengan
por conveniente, dentro del mantenimiento de la ordenada convivencia. No basta,
por ello, con crear baluartes de defensa de la persona frente a la posible agresión
estatal, sino que es necesario defenderla frente a todo tipo de agresión y facilitarle
una libertad de decisión, dotada de un contenido lo suficientemente rico, como
e
para que los legítimos fines individuales y el libre desarrollo de la personalidad se
puedan convertir en realidad.
ld
35
La idea de derecho subjetivo constituye un concepto unitario que, dentro del poder
concreto que otorga, se encuentra compuesto de una serie de posibilidades de
M
actuación que, muchas veces, son susceptibles de distinción y de utilización
separada por su titular. A tales posibilidades se les conoce, técnicamente, con el
nombre de facultades.
Por tanto, las facultades son, por principio, de menor amplitud objetiva que el
AA
derecho subjetivo en el que se integran y, generalmente, se han de considerar
dependientes de la vida o dinámica del propio derecho subjetivo matriz. Sin
embargo, la mayor parte de las facultades pueden desgajarse o independizarse
del derecho subjetivo matriz una vez constituido y, en tal caso, generar un nuevo
derecho subjetivo derivado que tendrá un menor alcance o un contenido menor.
En demostración de ello, la doctrina recuerda que la facultad de goce del
propietario puede dar lugar al nacimiento del derecho de usufructo, derechos
e
subjetivo propiamente dicho distinto al de propiedad. Otro ejemplo es el alquiler de
una cosa, que otorga al arrendatario el derecho subjetivo de usar la cosa durante
el tiempo previsto y en las condiciones pactadas, aunque dicho uso fuera en
as
origen una mera facultad del propietario de aquélla.
36
necesidades de índole material del individuo y, por tanto, reflejan su situación
económica.
M
Frente a ellos, los derechos extrapatrimoniales representan ámbitos de poder de la
persona que son reconocidos o atribuidos por el Ordenamiento jurídico en
atención a razones distintas a las puramente económicas. Entre tales los derechos
de la personalidad.
AA
La importancia de los derechos subjetivos incluibles dentro de la categoría de
derechos patrimoniales es innegable. Sin embargo, en el fondo y en los supuestos
límite, la trascendencia de los derechos extrapatrimoniales prevalece sobre la
propia materialidad subyacente en los patrimoniales en la mayor parte de los
casos.
De otro lado, conviene indicar ya que la naturaleza extrapatrimonial de cualquier
derecho subjetivo no significa que, en caso de lesión del mismo, la consiguiente
e
reparación no pueda traducirse en indemnizaciones de carácter patrimonial.
as
La contraposición entre ambos tipos de derechos se asienta en consideraciones
relativas al sujeto obligado al respeto del derecho subjetivo de que se trate.
Así se habla de derecho absoluto o general cuando el derecho subjetivo otorga a
Cl
su titular un ámbito de poder que, con carácter general, debe ser respetado por los
demás y reconocido por todos los demás miembros de la colectividad.
La absolutividad de este tipo de derechos se encuentra referida al (eventual)
sujeto pasivo de los mismos y no al contenido del derecho, en el sentido de
ilimitado, pues evidentemente ninguna organización social conoce derechos
infinitos o ilimitados, sino siempre circunscritos a unos márgenes de actuación de
e
su titular que permitan igualmente el ejercicio de los derechos de los demás. Por
ello, se propone la sustitución de semejante calificativo por el de derechos
generales, al menos respecto de los derechos de la personalidad, pues a todos
ld
37
obligación con ella garantizada (normalmente préstamo de dinero).
La transmisión o extinción del derecho principal comporta paralelamente la misma
M
consecuencia para el derecho accesorio.
AA
5.1. En general.
e
forma automática que tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, al
nombre..., derechos todos ellos integrables dentro de la categoría de derechos de
la personalidad. Por el contrario, el mero hecho de nacer no otorga a la persona
as
derecho patrimonial alguno propiamente dicho. Si el nacido es propietario de una
finca, por ejemplo, por habérsela dejado en herencia uno de sus abuelos, el
nacimiento es un mero presupuesto de la transmisión hereditaria.
Otros hechos, en sí mismos considerados, darán lugar al nacimiento de una nueva
relación jurídica hasta ahora inexistente y, por consiguiente, el entramado de
Cl
derechos y deberes entre las personas implicadas en tales hechos.
es, el derecho de que se trate es ostentado por su titular ex novo y sin que
encuentre fundamento en transmisión alguna: se adquiere en origen.
38
ü Adquisición derivativa traslativa: se transmite y, en consecuencia, se
adquiere el derecho tal y como era ostentado con anterioridad por su titular
M
transmitente.
ü Adquisición derivativa constitutiva: el titular transfiere o trasmite
parcialmente su derecho, dando origen a un nuevo derecho, que se constituye
mediante la transmisión parcial del derecho subjetivo: el propietario constituye un
AA
usufructo a favor de otra persona.
e
trate su naturaleza y condiciones, el titular pasa a ser una persona distinta a la que
anteriormente era titular del mismo derecho. A este fenómeno suele identificársele,
desde el punto de vista del nuevo titular, como adquisición del derecho subjetivo.
as
En cambio, considerándolo desde la perspectiva del anterior titular, se habla de
transmisión del derecho subjetivo o sucesión en el derecho subjetivo.
El fondo de la cuestión consiste en que, en cuanto otorgan un determinado poder
concreto a su titular, los derechos subjetivos son transmisibles de forma general,
Cl
de tal manera que su titular puede transferir su posición de poder a cualquier otra
persona y por motivos y circunstancias bien diversas.
el titular del derecho subjetivo cede o transmite a otra persona su titularidad sin
contraprestación alguna, en caso de existir contraprestación, la transmisión se
considera de carácter oneroso.
ü Sucesión universal o particular: la transmisión a título particular se da
ria
39
modificación cualitativa puede venir determinada por diferentes circunstancias,
entre las cuales no es extraña la propia intervención del legislador o de los
M
poderes públicos: una huerta colindante con la ciudad pasa a ser suelo
urbanizable.
AA
naturaleza que realmente no existe identidad alguna entre el objeto originario del
derecho y el que venimos denominado objeto renovado, aunque éste traiga causa
de aquél. Así sucede frecuentemente en los supuestos en que, por destrucción
física del objeto, éste ha de entenderse sustituido por la indemnización o por el
pago del seguro correspondiente, o sencillamente cuando por enajenación o
transmisión del derecho, éste muta su naturaleza. El cambio sustancial del objeto
del derecho supone en la mayor parte de los casos la pérdida del derecho
e
subjetivo para su titular y el nacimiento de una nueva situación jurídica.
Ahora bien, en determinados casos, la sustitución del objeto del derecho por otro
as
objeto distinto no significa que el titular pueda desentenderse de los derechos que
otras personas tuvieran sobre el objeto originario. Por consiguiente, se entiende
que el nuevo objeto sustituye al originario en la misma posición que ocupaba éste
respecto de personas distintas del titular, a dicho fenómeno, impuesto por la
Cl
casuística, se le conoce técnicamente con el nombre de subrogación real, que
consiste en sustituir el objeto sobre el que recae una determinada afección o
afectación por otro distinto, en protección, básicamente, de los derechos de
terceros.
mientras que la pérdida vendría a significar que la titularidad del derecho pasa o
se transmite a otro sujeto.
Respecto de la pérdida del derecho, cabe afirmar que se da cuando es transmitido
a cualquier otra persona, sea cual sea la circunstancia o causa que sirve de base
a dicha transmisión. Por tanto, en términos materiales, el derecho lo ha perdido su
e
40
8.2. La renuncia de derechos.
M
Si el derecho subjetivo es un poder que se ostenta para satisfacer los propios
intereses, parece razonable que sea posible renunciar a ese poder.
La renuncia de derechos sólo puede plantearse respecto de los derechos
AA
subjetivos propiamente dichos y una vez que tales derechos se encuentren
realmente constituidos. Los derechos aún no nacidos no pueden ser objeto de
renuncia por no poderes considerar como integrantes del patrimonio de su titular.
Ni las potestades ni las facultades pueden ser objeto de renuncia pues son
inseparables del derecho subjetivo en que se encuentran integradas.
Es más, incluso refiriéndonos exclusivamente a los derechos subjetivos
propiamente dichos, el Código Civil obliga a matizar esa admisión de la
e
renunciabilidad de los derechos, ya que la renuncia de derechos solamente es
válida cuando no contraríe el interés o el orden público, ni perjudique a terceros.
Efectivamente, aunque las personas sean los titulares de los derechos que
as
ostentan, sucede que el Ordenamiento jurídico configura algunos derechos
subjetivos como irrenunciables atendiendo a causas de diferente índole. Según el
artículo referido, tales causas pueden agruparse en el respeto del interés o el
orden público o en la necesidad estructural de respetar los derechos de terceros
Cl
que, en caso de renuncia, pueden verse perjudicados.
La noción orden público es lingüísticamente confusa y sumamente difícil de
precisar en términos técnicos. Puede decirse que en Derecho se habla de orden
público en dos sentidos bien diversos: refiriéndose a la necesidad de lograr la paz
social y ciudadana, de una parte, y, de otra, comprimiendo en dicha expresión los
valores o principios generales del Ordenamiento jurídico. Desde el primer punto de
e
vista orden público significa sencillamente que las leyes de policía y de derecho
penal y los reglamentos locales deben procurar una ordenada convivencia
ciudadana en los espacios y servicios públicos, atendiendo a criterios de interés
ld
general.
La jurisprudencia suele identificar el orden público con los valores fundamentales
del Ordenamiento jurídico y/o con las líneas directrices de las instituciones
jurídicas, esto es, con los principios básicos de ordenación social de la
ria
acreedores encuentren bien con los que cobrar cuando se les debe.
En tal sentido, la irrenunciabilidad establecida para evitar el perjuicio de terceros
encuentra un claro fundamento en razones de índole patrimonial. Pero, al propio
at
41
y situaciones de cotitularidad. Los límites intrínsecos al ejercicio de los derechos:
la buena fe y el abuso del derecho; la doctrina de los propios actos. Protección de
M
los derechos: la autotutela; la tutela judicial, su efectividad y el derecho
fundamental a obtenerla.
AA
1.1. El ejercicio de los derechos.
e
marcan límites temporales.
El ejercitar un derecho es hacer uso del poder que comporta. Ahora bien, no es
preciso que sea el propio titular quien ejercite sus derechos subjetivos. Cabe que
as
sean ejercitados materialmente por otra. Esto ocurre, necesariamente, cuando el
titular es incapaz de ejercitar sus derechos, por ejemplo, por no haber alcanzado
la edad precisa para hacerlo. Cuando tal sucede, el ordenamiento jurídico
establece que los derechos del incapaz sean ejercitados, en interés del incapaz,
Cl
por sus representantes legales. También puede ocurrir que el titula de un derecho
encomiende su ejercicio a otra persona. En estas hipótesis se ejercitan los
derechos por mediación de un representante.
Ejercitar los derechos, bien personalmente por el titular, bien por persona
interpuesta, persigue procurar satisfacción al interés del titular. Por ello el titular de
un derecho subjetivo, para satisfacer su interés, puede ejercitar el conjunto de
e
facultades o poderes concretos que forman parte de su derecho. Ahora bien, la
satisfacción del propio interés no autoriza a cualquier acto de ejercicio del
derecho, sino que, por el contrario existen límites que restringen la posibilidad o
ld
las modalidades del ejercicio de los derechos, algunos de los cuales merecen
especial atención.
42
En definitiva, el ejercicio de los derechos subjetivos debe llevarse a cabo de forma
razonable y adecuada a la propia función desempeñada por cada uno de los
M
derechos en cotidiana convivencia social. Sin embargo, en buen número de
ocasiones, tampoco es extraño que dicho ejercicio se vea perturbada por quienes,
realizando un mal uso de su propia libertad de actuación, se extralimitan en el
ejercicio de sus derechos, atentando contra los demás o contra los intereses
AA
generales. Ante ello, es necesario que el legislador (y sobre todo, la
jurisprudencia) cuente con mecanismos restauradores del ejercicio razonable de
los derechos que permitan la ordenada convivencia social y, en su caso, la
jerarquización de los intereses jurídicamente protegidos.
Tales mecanismos suelen identificarse doctrinalmente con los límites de los
derechos.
e
2. LOS LÍMITES EXTRÍNSECOS EN EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS.
as
los derechos nacidas a causa de la concurrencia de diversos derechos recayentes
sobre un mismo objeto o que despliegan su eficacia en un ámbito que puede verse
afectado por diversos derechos contrastantes entre sí. Por tanto, los límites viene
dados por un factor externo o extrínseco al ejercicio del derecho propiamente
dicho o en sí mismo considerado.
Cl
2.1. La colisión de derechos.
43
M
Cuando los derechos recayentes sobre un mismo ámbito se encuentran
subordinados unos a otros por imperativo del Ordenamiento jurídico o por
acuerdos convencionales, no cabe hablar propiamente de colisión de derechos.
Sin embargo, la vida social seguirá presentando de continuo situaciones fácticas
AA
de colisión de derechos que habrán de resolverse mediante el recurso a los
principios generales de aplicación de las normas jurídicas. En general, en caso de
ejercicio temporalmente incompatible, suele ser preferente el derecho que ha sido
puesto en acción con anterioridad, mientras que, en relación con los derechos
patrimoniales, suele ser frecuente el sacrificio parcial de los contenidos de los
derechos ejercitados.
e
2.2. Las situaciones de cotitularidad.
as
cotitularidad que puede ser considerada como un subtipo concreto de la colisión
de derechos, pues al menos cuando el derecho recae sobre las cosas
(copropiedad) suele ser incompatible el ejercicio simultáneo de todos los
cotitulares sobre ellas.
Cl
3. LOS LÍMITES INTRÍNSECOS AL EJERCICIO DE LOS DERECHOS.
sigue siendo una incógnita que no puede despejarse más que de forma casuística.
44
cuando resulta incompatible con la conducta anteriormente observada por su
titular respecto del mismo derecho o de las facultades que lo integran.
M
Dicha regla no se encuentra formulada normativamente en nuestro
ordenamiento, más su operatividad es innegable como consecuencia
concreta del ejercicio de los derechos de acuerdo con la buena fe.
La alegación de la doctrina de los propios actos requiere que el sujeto pasivo
AA
demuestre que, en relación con él mismo, el sujeto activo del derecho subjetivo
haya desplegado con anterioridad una conducta que, interpretada de buena
fe, demuestra la contradicción o incompatibilidad de la nueva postura del
titular del derecho subjetivo, circunstancia que, en definitiva, destruye la confianza
que para el sujeto pasivo comportaba la conducta anterior del sujeto activo. Por
tanto, dicha ruptura de la confianza ha de considerarse contraria a la buena fe, en
cuanto el titular del derecho subjetivo no puede actuar a su antojo y por mero
e
capricho, jugando con las expectativas de las personas que con él se relacionan.
En tal sentido, dicha regla constituye un límite institucional más del ejercicio de los
derechos subjetivos, que, además, ha sido incorporado a la jurisprudencia del
as
Tribunal Constitucional.
La idea del abuso del derecho es relativamente reciente y, en todo caso, posterior
ld
45
con daño para terceros o para la sociedad.
La doctrina ha recogido y perfilado el concepto de abuso del derecho,
M
considerándolo integrado por estos elementos esenciales:
ü Uso de un derecho, objetiva o externamente legal,
ü Daño a un interés de terceros no protegido por una específica
prerrogativa jurídica, y
AA
ü Inmoralidad o antisocialidad en ese daño, manifestada en forma
subjetiva, cuando el derecho se actúa con la intención de perjudicar o
sencillamente sin un fin serio y legítimo, o bajo forma objetiva, cuando el daño
proviene de exceso o anormalidad en el ejercicio del derecho.
e
Todo acto u omisión que por la intención de su autor, por su objeto o por las
circunstancias en que se realice sobrepase manifiestamente los límites normales
del ejercicio de un derecho, con daño para tercero, dará lugar a la correspondiente
as
indemnización y a la adopción de las medidas judiciales o administrativas que
impidan la persistencia en el abuso.
Una vez acaecido el supuesto de hecho previsto en la norma, la víctima del daño
podrá solicitar la correspondiente indemnización de daños y perjuicios, de una
parte, y, de otra, reclamar la adopción de las medidas judiciales o administrativas
que impidan la persistencia en el abuso.
del abuso del derecho constituye un principio general del Derecho que, por
tanto, tiene capacidad expansiva en el conjunto del Ordenamiento jurídico. Por
tanto, quede claro que la ilegitimidad del abuso del derecho tiene carácter general
y es de observancia en cualesquiera disciplinas jurídicas.
M
Ahora bien, el valor general del principio no significa que su utilización pueda ser
46
indiscriminada en cualesquiera circunstancias y condiciones. En efecto, si se
atiende a la jurisprudencia más reciente, llama la atención la gran cantidad e
M
resoluciones judiciales en las que se descarta la aplicación de la regla ante el
abuso existente en la utilización del recurso al abuso del derecho por parte de los
litigantes en todo tipo de procesos.
Prescripciones jurisprudencialmente contrastadas que ponen coto a su utilización
AA
indiscriminada:
e
concreta aplicable al supuesto debatido, requiriendo que el interés
presuntamente dañado no esté protegido por una especial prerrogativa judicial o
goce de protección determinada.
as
ü Igualmente, conviene precisar que la aplicación del principio de abuso
del derecho debe ser rogado o solicitado por quien lo estime aplicable.
47
titular ante los Juzgados y Tribunales que integran el Poder Judicial, o bien a
través del arbitraje.
M
8.2. La autotutela.
Los autores más modernos, en vez de hablar de defensa privada prefieren utilizar
AA
la expresión autotutela de los derechos subjetivos para referirse a aquellos
supuestos o medios de reacción que el titular de tales derechos puede poner en
ejecución por sí mismo, sin impetrar el auxilio de la autoridad judicial.
La autotutela (tomarse la justicia por la mano, regla del ojo por ojo y diente por
diente) desempeña un papel claramente marginal y residual en nuestro
Ordenamiento jurídico-civil. Así, mientras en derecho penal, la legítima defensa o
e
el estado de necesidad son nociones que arrojan importantes consecuencias
prácticas, realmente su papel en Derecho civil es prácticamente inexistente.
as
Dicha excepcionalidad, junto con la escasísima trascendencia práctica de los
supuestos legalmente previstos de actuación directa por parte del titular de los
derechos subjetivos, impide convertir la autotutela de los derechos en un criterio
rector de la actual ordenación jurídica.
Cl
8.3. La tutela judicial: su efectividad y el derecho fundamental a obtenerla.
Hoy en día la tutela de los derechos subjetivos la realiza es Estado por medio de
los órganos del Poder Judicial, esto es, los Juzgados y Tribunales. Todas las
personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en
e
el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda
producirse indefensión.
ld
48
EL TIEMPO Y LAS RELACIONES JURÍDICAS.
M
El transcurso del tiempo y las relaciones jurídicas. La prescripción extintiva:
concepto, fundamento, caracteres. Régimen jurídico: cómputo, interrupción,
renuncia y efectos de la prescripción. La caducidad: concepto, diferencias con la
prescripción y régimen.
AA
EL TRANSCURSO DEL TIEMPO Y LAS RELACIONES JURÍDICAS.
e
un periodo de tiempo (plazo).
La precisión del período temporal durante el cual pueden ejercitarse las facultades
as
que se poseen varía de acuerdo con la naturaleza del derecho de que se trate.
Quien ostenta un derecho subjetivo tiene el poder de imponer su decisión sobre
otra u otras personas que se verán afectadas como consecuencia del ejercicio de
aquel derecho. Si en principio el titular del derecho subjetivo puede ejercitar en
cualquier momento las facultades que ostenta y deja pasar un largo período
Cl
temporal sin hacerlo, puede darse el caso de que termine por reclamar sus
intereses en un momento tan tardío que, razonablemente, el sujeto pasivo no
pensara que tal derecho se encontraba activo y vivo. El fenómeno además se
agravaría, si pensamos que en nuestro sistema jurídico la mayor parte de los
derechos y obligaciones se transiten en virtud de herencia, por tanto, durante
generaciones y generaciones, siempre y cuando sus titulares los ejerciten o traten
e
de ponerlos en acción.
Por otra parte, la desidia en el ejercicio de los propios derechos es también
ld
manifestación de una conducta que permite suponer que los derechos que no son
ejercitados en su momento adecuado o dentro de un periodo de tiempo prudente,
ya no serán ejercitados nunca.
En definitiva, las exigencias de la buena fe y de la seguridad en el tráfico imponen
la necesidad de que se marquen límites temporales máximos de ejercicio de los
ria
cómputo, el cual deberá empezar el día siguiente; y si los plazos estuvieren fijados
por meses o años, se computarán de fecha a fecha. Cuando en el mes de
49
vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se entenderá que el
plazo expira el último del mes. En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los
M
días inhábiles. Aspectos de dicho precepto:
AA
el Código Civil sigue el sistema del llamado cómputo continuo, en cuya virtud no
se exceptúan los días inhábiles del cómputo de los plazos.
ü La computación de fecha a fecha, establecida en el precepto para los
plazos mensuales o anuales, no deroga la exclusión del cómputo del día inicial, ya
que dicha exclusión desempeña el papel de garantizar la exacta correspondencia
entre fechas.
ü La regla establecida respecto del agotamiento de los plazos mensuales,
e
referida al último día de un mes cualquiera es obvia, dada la distinta duración de
los meses del año.
as
2. LA PRESCRIPCIÓN.
50
ü Que transcurra el plazo señalado por la ley para el ejercicio del derecho
sin que se haya llevado a cabo la actuación del mismo.
M
ü Que, en su caso, producido un acto extemporáneo de pretendido
ejercicio del derecho, el sujeto pasivo alegue la prescripción producida y no haya
renunciado a ella.
AA
3. CÓMPUTO DEL PLAZO DE PRESCRIPCIÓN.
e
Especialidades en la determinación del momento inicial del cómputo del plazo de
prescripción:
as
ü La prescripción de las obligaciones de pago de rentas o intereses
comienza a correr desde el último pago de la renta o del interés adeudado.
ü La prescripción de las obligaciones determinadas por sentencia judicial,
a partir del momento en que ésta sea firme.
Cl
ü La prescripción de las obligaciones de rendición de cuentas comienza a
correr desde que los obligados a rendirlas cesan en sus cargos o desde que hay
conformidad respecto de las cuentas finales, respectivamente.
Bajo tal epígrafe deben agruparse los actos de ejercicio del derecho que,
promovidos por su titular, acaban siendo conocidos por los jueces y tribunales.
Entre dichos actos asume primordial importancia la interposición de la demanda,
M
51
El Tribunal Supremo ha reconocido virtualidad para la interrupción de la
M
prescripción a otros actos procesales:
1) La petición o demanda de conciliación, aunque no vaya seguida de
interposición de la demanda propiamente dicha.
2) La existencia de un procedimiento penal relativo a hechos o actos que,
AA
simultáneamente generan responsabilidad civil, pues mientras no concluya el
proceso penal, no podrá reclamarse la correspondiente indemnización.
3) La presentación de la demanda de justicia gratuita ya que constituye un
incidente del proceso principal, mediante el cual se pretende interrumpir la
prescripción.
4) Cualesquiera otros actos procesales que manifiesten la reclamación de
un derecho.
e
4.2. Interrupción y suspensión de la prescripción.
as
Como figura diferente de la interrupción de la prescripción se habla, a veces, de
suspensión de la prescripción.
La suspensión de la prescripción se presenta en todas las hipótesis en la que la
producción de algún acontecimiento hace que deje de correr el plazo prescriptivo,
Cl
pero sin que se reinicie desde el principio, una vez superadas o pasadas las
circunstancias que provocaron la suspensión del cómputo. Al contrario, el cómputo
se reinicia precisamente en el exacto momento temporal en el que quedó
detenido.
Quizás uno de los supuestos más frecuentes de suspensión de la prescripción
viene representado por los casos de moratoria legal. Bajo tal nombre se identifican
e
los supuestos en que, de ordinario, a consecuencia de situaciones catastróficas, el
legislador suele interrumpir o suspender temporalmente el cumplimiento de las
más diversas obligaciones durante un determinado periodo de tiempo.
ld
prescripción y a pesar de que el ejercicio del derecho por su titular sea realmente
extemporáneo. Esto es, los Tribunales de Justicia no pueden apreciar de oficio el
transcurso del plazo de prescripción, pues ésta ha de ser rogada o solicitada por el
beneficiario de la misma.
M
52
6. PRINCIPALES PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN.
M
El Código Civil menciona una serie de plazos generales de prescripción:
AA
2) Los derechos reales sobre bienes muebles prescriben a los seis años.
3) Los derechos de crédito o personales cuentan con el plazo general de
prescripción de quince años, aplicable salvo que se disponga otra cosa diferente
por la ley en cada caso.
4) El derecho a cobrar prestaciones periódicas pagaderas en plazos
inferiores a un año prescribe a los cinco años.
5) En el plazo de tres años prescribe el derecho a cobrar los servicios
e
profesionales y algunos otros derechos concretos, entre los que destaca la deuda
por la adquisición de bienes a un comerciante.
6) En el plazo de un año prescriben los interdictos posesorios y el derecho
as
a reclamar la indemnización que nace de responsabilidad civil extracontractual.
7. LA CADUCIDAD.
53
7.2. Régimen jurídico: diferencias con la prescripción.
M
Los plazos de prescripción, propiamente hablando, no constituyen límites
estrictos de la vida de los derechos, sino la inactividad y desidia de sus titulares.
Dado que tales plazos son susceptibles de interrupción, es evidente que los
AA
derechos no encuentran en tales plazos una frontera temporal. Pero esta
resurrección de los plazos no resulta siempre posible ni aconsejable. Ante ello,
la ley y los particulares, consideran en numerosas ocasiones que el ejercicio de
determinados derechos y facultades deben llevarse a cabo, necesaria e
inexcusablemente, dentro de un periodo temporal predeterminado.
Por tanto, la principal característica diferenciadora de la prescripción y la
caducidad, es que en el caso de la caducidad, los plazos no son susceptibles de
e
interrupción o suspensión alguna, operando en estrictos términos temporales.
Por parte, los plazos de caducidad suelen ser breves. Por ejemplo, los derechos
as
reales sobre bienes inmuebles prescriben a los 30 años, mientras que el derecho
a interponer ante el Tribunal Constitucional el recurso de amparo por entender que
un derecho fundamental ha sido vulnerado, tendrá que hacerse dentro de los 20
días siguientes a la notificación de la resolución en la que presuntamente se
vulnere dicho derecho.
Cl
Por último, la caducidad puede ser declarada de oficio, y en la prescripción es
necesario que el sujeto pasivo la alegue y demuestre. Esta característica denota
que el fundamento de la caducidad se encuentra en el interés público de que
ciertos derechos se ejerciten, precisamente, dentro de un plazo temporal
predeterminado.
No obstante, los datos característicos de la prescripción y la caducidad son
e
meramente orientativos y no vinculan al legislador, quién es plenamente libre para
configurar el plazo del ejercicio de cualquier derecho.
ld
determinarlo.
Los datos característicos y diferenciadores de la prescripción y caducidad son
meramente orientativos. Por consiguiente, no vinculan en modo alguno al
legislador, quien es plenamente libre para configurar el plazo de ejercicio de
cualquier derecho.
e
54
Definición. Una relación jurídica es la relación que se da entre dos sujetos de
M
derecho (personas físicas o personas jurídicas), de tal modo que a uno le
corresponde un derecho subjetivo y al otro una obligación. En semejante
atribución-distribución de derechos subjetivos y correlativas obligaciones consiste
la bilateralidad del derecho.
AA
Sujetos. El sujeto titular de un derecho subjetivo se denomina sujeto activo. El
sujeto a quien corresponde la obligación se denomina sujeto pasivo.
e
algo, deben tener un objeto. El objeto de la relación jurídica es un bien, un bien
jurídico. Con la palabra “bien” se quiere evitar identificar el objeto de la relación
jurídica con algo meramente material.
as
Derechos reales. Cuando el bien objeto de la relación jurídica es una cosa, se dice
que la relación jurídica y el derecho subjetivo son reales (del latín, res = “cosa”).
Cl
Derechos absolutos. En el caso de los derechos reales, el derecho subjetivo es un
derecho erga omnes (“frente a todos”) o, dicho de otro modo, absoluto. Con ello se
pretende decir que frente al sujeto activo, titular del derecho subjetivo, se
encuentran como sujetos pasivos, la otra parte de la relación, todos los demás
miembros de la comunidad jurídica, a los que, por tanto, incumbe la obligación de
respetar el derecho real del sujeto activo.
e
todos los demás miembros de la comunidad jurídica, a los que, por tanto,
corresponde la obligación de respetar los derechos de la personalidad del sujeto
activo.
55
frente al sujeto activo, titular del derecho subjetivo, se encuentran como sujetos
pasivos, no la generalidad de los miembros de la comunidad jurídica, sino una o
M
varias personas solamente, a las que corresponde la obligación de observar un
comportamiento consistente en dar, hacer o no hacer.
AA
relaciones de obligación patrimoniales, prestación.
e
jurídica, se entienden como efectos jurídicos, en tanto que los hechos, los actos y
los negocios jurídicos se entienden como causas jurídicas de los efectos jurídicos.
as
Esquemáticamente, hechos, actos y negocios jurídicos pueden ser representados
de la siguiente manera :
Hechos jurídicos
Cl en sentido estricto
Hechos jurídicos
en sentido amplio
Actos jurídicos
e
en sentido estricto
Actos jurídicos
ld
en sentido amplio
Negocios jurídicos
ria
56
Acto jurídico. Definición. El acto jurídico en sentido estricto es un acontecimiento
M
del que el derecho objetivo hace derivar efectos jurídicos (es decir, el nacimiento,
modificación o extinción de una relación jurídica, o sea, de derechos subjetivos y
de obligaciones) a condición de que el acontecimiento haya sido producido por la
voluntad humana, es decir, a condición de que se trate de un comportamiento
AA
humano, pero prescindiendo de la circunstancia de que el acontecimiento en
cuestión haya sido producido (el comportamiento haya sido observado) con la
voluntad específica, con la intención, de dar lugar al efecto jurídico de que se trate.
e
acontecimiento del que el derecho objetivo hace derivar efectos jurídicos (es decir,
el nacimiento, modificación o extinción de una relación jurídica, o sea, de derechos
subjetivos y de obligaciones) a condición de que el acontecimiento no sólo haya
as
sido producido por la voluntad humana (a condición de que se trate de un
comportamiento humano), sino que además haya sido producido con la voluntad
específica, con la intención, de dar lugar al efecto jurídico de que se trata.
Cl
Los hechos jurídicos, los actos jurídicos y los negocios jurídicos pertenecen al
mundo del ser, pero producen efectos en el mundo del deber ser; producen
efectos jurídicos.
También los hechos, los actos y los negocios a los que nos referimos son jurídicos,
son causas jurídicas de efectos jurídicos. No todos los hechos, los actos y los
e
negocios producen efectos jurídicos, sino solamente los hechos, los actos y los
negocios que se reconocen como jurídicos por el derecho objetivo.
ld
Los vínculos entre ser y deber ser se complican. Hay acontecimientos del mundo
del ser (hechos, actos, negocios) que influyen en el mundo del deber ser,
provocando efectos (esto es, nacimiento, modificación o extinción de relaciones
jurídicas): sin los acontecimientos en el mundo del ser no habría efectos en el
ria
Por otra parte, el mundo del deber ser mantiene una especie de supremacía y de
control sobre los acontecimientos del mundo del ser porque, entre éstos, sólo los
reconocidos y autorizados por el mundo del deber ser (por el derecho objetivo)
producen efectos jurídicos: sin el reconocimiento y la autorización del mundo del
e
57
CAPÍTULO II
M
DEFINICIÓN DEL DERECHO Y DERECHO CIVIL
AA
La conducta es sinónimo de comportamiento. El diccionario de la Real Academia
Española lo define como el porte o manera con que los hombres gobiernan su vida
o dirigen sus acciones. Tal definición lleva implícita la idea del libre albedrío; o
potestad de actuar, omitir o dirigirse en cualquier sentido. Sin embargo, esa
libertad es el principio, ya que la conducta se encuentra regulada por diversos
ordenamientos según las relaciones por las que el individuo opte y por un sin
número de instrumentos.
e
Los ordenamientos son: la moral, la religión, el derecho, los convencionalismos
sociales, la técnica, las disciplinas y hasta órdenes forzadas. Los instrumentos de
as
que se valen esos ordenamientos son los preceptos, las leyes, las reglas, las
órdenes y las instrucciones.
Las normas, son hormas, directrices, caminos; sin ellas, los hombres volverían al
estado pre-social de lucha, pues no tendrían patrones para ordenar su
convivencia. La vida normativa se significa en todas aquellas disposiciones que
ria
En este sentido, se puede afirmar que existen normas técnicas que son las que
previenen la forma más adecuada para hacer una cosa, por ejemplo, una
operación quirúrgica, una construcción arquitectónica, etc.; su sanción es el
fracaso. Las normas de etiqueta son las que imponen el decoro, el amor propio u
e
58
Las normas jurídicas rigen y coordinan el comportamiento social del individuo; su
violación implica una sanción que puede ser pecuniaria o privación de la libertad y
M
en ocasiones hasta de la vida.
2.1.1 La moral
AA
Es unilateral, incoercible, autónoma e interna. Los preceptos son unilaterales
porque frente al sujeto a quien obligan no existe otro autorizado para exigir tal
cumplimiento. La incoercibilidad consiste en que su cumplimiento ha de ser
espontáneo. Es autónoma, porque para que sea obligatoria se necesita el
reconocimiento del sujeto. La moral no considera más que la conducta interior. La
teoría de los deberes interiores forma la moral; son normas imperfectas porque no
producen la facultad de exigir su cumplimiento.
e
La moral y el derecho no se oponen entre sí, más bien se encuentran en íntima
relación. Su sanción se halla en el fuero interno, en el remordimiento de
as
conciencia y no produce la facultad o el derecho de exigir su cumplimiento.
2.1.2 La religión Cl
Son reglas que estiman tener su origen en un ser superior. El castigo sería de tipo
espiritual y está relacionado con lo prometido para el creyente. Consideran la
conducta del hombre en sus relaciones para con sus semejantes, para con el dios
y para consigo mismos.
Las normas religiosas son heterónomas porque son impuestas por la divinidad,
e
son asimismo interiores, porque interesa la intención en primer lugar y el resultado
el segundo; y unilaterales porque sólo prescriben deberes y no facultan a nadie
para exigir su cumplimiento.
ld
2.1.3 El derecho
La norma jurídica es exterior porque sólo califica los actos externos sin importar la
causa psíquica que lo produce, cuenta únicamente la motivación interior. Es
heterónoma porque no se origina en la propia conciencia de quien debe cumplirla,
sino que emana de voluntades diferentes (heteronomía significa estar bajo la
autoridad o mando de otro). La bilateralidad es la peculiaridad más específica o
e
más propia del derecho puesto que, la palabra norma significa regla de conducta
en sentido estricto; impone deberes y otorga derechos y en ello estriba la
at
59
Debe puntualizarse que la manifestación de la norma jurídica es la ley, la cual es
M
obligatoria y general, dictada por legítimo poder para regular la conducta de los
hombres o para establecer los órganos y servicios públicos necesarios para el
cumplimiento de sus fines.
AA
En toda norma jurídica intervienen dos libertades: la de quien tiene autoridad y
puede mandar o dejar de mandar; y la del súbdito, que puede obedecer o
desobedecer lo mandado.
Lo común a toda norma jurídica es una sociedad, alguien que posea autoridad, por
lo menos un súbdito y su obligatoriedad. Por obligatoriedad, se entiende aquella
calidad que tiene algo para que pueda ser exigido como obligatorio; es decir,
e
incondicionalmente, de manera absoluta, sin tolerar excusas, evasivas o pretextos.
El vínculo por medio del cual alguien se encuentra unido o vinculado a algo
as
obligatorio se llama obligación, de la cual deben precisarse los elementos de la
obligatoriedad. Éstos son los siguientes:
Las reglas del trato social o usos sociales son los modos de proceder que adopta
un grupo o subgrupo para hacer más previsible y humana la convivencia, y que se
pueden seguir de lo insólito, de lo tosco o grosero o simplemente de lo incivilizado.
60
2.2 ACEPCIONES DEL DERECHO
M
Son los significados en que se toma la palabra derecho y los más usuales son los
siguientes:
AA
2.2.1 Derecho natural y derecho positivo
El derecho positivo se caracteriza por su valor formal, es decir, por los requisitos
de forma que deben observarse en su elaboración, sin tener en cuenta
e
consideraciones de justicia e injusticia en su contenido. Para los defensores del
positivismo jurídico sólo existe el derecho que efectivamente se cumple en una
sociedad determinada.
as
2.2.2 Derecho vigente y derecho positivo
pretensor por el precepto. Es una función del derecho objetivo porque se trata del
permiso derivado de la norma.
61
Derecho objetivo y derecho subjetivo son conceptos correlativos, un presupone al
M
otro. Es importante destacar que los derechos subjetivos pueden ser políticos y
están conferidos a los ciudadanos de un Estado. Los hay públicos, que son los
derechos otorgados al individuo en general, sin consideración de sexo,
nacionalidad o edad. A su vez los derechos subjetivos civiles son los de las
AA
personas en su carácter privado, particular. Como ejemplo de derecho subjetivo
político pueden mencionarse el derecho de veto, el de reunión, etc. Derechos
subjetivos públicos son el de libertad, de igualdad, el de petición, el de acción,
entre otros. Derechos subjetivos civiles son el de alimentos, el de contraer
matrimonio, el de tener un nombre, el de testar, etcétera.
e
éstos a su vez en derechos reales y de crédito.
as
El derecho objetivo puede ser escrito o consuetudinario. El derecho escrito ha sido
redactado en la Constitución y leyes debidamente promulgadas por la autoridad
competente. El derecho consuetudinario se llama así porque proviene del vocablo
Cl
consuetudo, que quiere decir costumbre.
El derecho sustantivo o material es aquél que constituye las leyes de fondo, o sea
las leyes o el derecho que van a aplicarse; es decir, aquellas normas que no
tienen carácter procesal.
e
62
a) derecho habiente, acreedor o sujeto activo;
M
b) obligado, deudor o sujeto pasivo, y
c) el objeto de la obligación que puede consistir en una acción o hecho positivo o
en una abstención o en la entrega de una cosa.
AA
Por lo tanto, el derecho personal o de crédito es la facultad por la que una
persona, llamada acreedor, puede exigir de otra, denominada deudor, un hecho,
una abstención o la entrega de una cosa.
e
elaborado en un país o Estado. Es su derecho positivo, destinado a regir en el
espacio determinado por sus fronteras. Regula la conducta de los habitantes,
organiza los órganos de poder y los servicios públicos propios del Estado.
as
El derecho internacional se denominó en el derecho romano ius gentium lo que
significa derecho de gentes. El derecho internacional público lo conforma el
conjunto de normas que regulan las relaciones de los Estados, que son los sujetos
Cl
de la comunidad internacional; se le llamó también derecho interestatal. El
derecho internacional privado contiene las normas relativas al derecho de la
nacionalidad, la condición jurídica de los extranjeros y la resolución del conflicto de
leyes y del de competencia judicial.
Mexicanos.
63
2.3.2 Derecho público
M
Esta compuesto por el conjunto de normas jurídicas que regulan la actuación de
los individuos frente al Estado, de éste ante los particulares, así como las
relaciones de los estados como entidades soberanas.
AA
2.3.3 Derecho social
e
2.4 CLASIFICACIÓN DEL DERECHO
as
El derecho se clasifica en objetivo y subjetivo. El objetivo se subclasifica en
nacional e internacional y éstos, a su vez, se integran por preceptos de derecho
privado, público y social. El derecho subjetivo, en derechos civiles, públicos y
sociales. Los civiles se subclasifican en derechos reales y personales.
Cl
Las distintas divisiones del derecho interno son el derecho privado, el derecho
público y el derecho social, se materializan en diversas disciplinas jurídicas
especiales o asignaturas, de tal forma corresponden al derecho privado, el
derecho civil y el derecho mercantil. Al derecho público lo conforman el derecho
constitucional, el derecho administrativo, el derecho penal, el derecho procesal
e
(civil, penal, administrativo) y derechos especializados como el fiscal, el monetario
o el aéreo. Como disciplinas del derecho social cítense el derecho del trabajo, el
derecho agrario, el derecho económico, el derecho de la seguridad social, derecho
ld
de asistencia y cultural.
1. Derecho civil. Establece las relaciones privadas de las personas entre sí.
Regula las relaciones de familia y protege los intereses particulares. Regula las
relaciones personales, familiares, la actividad económica y las sucesiones.
Dentro de la actividad económica se cuentan los bienes (muebles e inmuebles);
las obligaciones y los contratos).
e
correspondientes.
64
3. Derecho procesal. Es el conjunto de normas jurídicas que regula los
procedimientos que deben seguirse para hacer posible la aplicación del
M
derecho; por ejemplo, derecho procesal civil, derecho procesal penal, derecho
procesal administrativo, y derecho procesal administrativo del trabajo.
AA
la forma de gobierno y la organización y el funcionamiento de los órganos
políticos supremos. Se contiene en la Constitución.
e
internacional público es el sistema jurídico cuya función primordial es regular las
relaciones entre los Estados y la marcha de las organizaciones internacionales,
comprende el derecho de los tratados. El derecho internacional privado es el
as
conjunto de normas jurídicas que se ocupa del derecho de la nacionalidad, de la
condición jurídica de los extranjeros así como de los conflictos de leyes y de la
competencia judicial, tratándose de individuos o personas jurídicas.
Cl
7. Derecho del trabajo. Es el conjunto de normas jurídicas que regula las
relaciones entre dos grupos sociales como lo son patrones y trabajadores, tanto
en su aspecto individual como colectivo, a efecto de conseguir el equilibrio entre
los factores de producción: capital y trabajo.
65
· Derecho Procesal. Es el conjunto de normas que rigen la organización de
M
los Tribunales de Justicia, fijan su competencia y atribuciones y determinan
el procedimiento que debe seguirse en las actuaciones judiciales.
AA
· Derecho Penal. Es aquella rama del derecho que regula la potestad punitiva
del Estado, asociando a ciertos hechos, legalmente determinados (delitos)
una pena o sanción.
e
· Derecho Administrativo. Que regula la organización y funcionamiento de los
Servicios Públicos y reglamenta los derechos y obligaciones de sus
as
funcionarios.
DERECHO PRIVADO. Es la parte del sistema jurídico que regula y delimita las
relaciones de los particulares entre sí y con los órganos del Estado, en el libre
ejercicio de sus actividades personales.
Cl
Las principales ramas del Derecho Privado son:
industria minera.
Derecho del Trabajo. Es aquella rama del derecho que se preocupa de regular
intuitivamente la relación de ciertas personas naturales que ocupan, total o
M
66
persona, natural o jurídica, que remunera sus servicios.
M
Derecho nacional y derecho internacional
AA
configura el ordenamiento jurídico de un país determinado, que rige
fundamentalmente sólo dentro de su territorio y cuya base es la Constitución
Política del Estado respectivo.
DERECHO INTERNACIONAL. El Derecho Internacional es el conjunto de normas
que regula las relaciones entre los Estados o entre estos y los Organismos
Internacionales; además, determina qué sistema legislativo nacional debe
aplicarse cuando se producen conflictos de competencia entre las legislaciones de
e
dos o más países, eventualmente aplicables a un mismo caso.
Derecho Internacional Público. El Derecho Internacional Público, que
corresponde a la primera parte de la definición que hemos dado, es un sistema
as
jurídico aún en formación y se le define como el conjunto de principios y reglas,
consuetudinarias y convencionales, que determinan los derechos y los deberes de
los Estados y demás personas jurídicas internacionales en su vida de relación. El
Derecho Internacional Público, se fundamenta en la idea de una comunidad
Cl
internacional basada en la independencia e igualdad de los Estados, formulada en
los siglos XVI a XVII en España.
El Derecho Internacional Público está aún en proceso de formación, debido
principalmente a la inexistencia de un Poder Legislativo mundial y de una
jurisdicción internacional obligatoria para todos los Estados. La Organización de
Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y algunos Tribunales
e
Supranacionales como la Corte Internacional de Justicia de La Haya y la Corte
Europea para protección de los Derechos Humanos, han representado un
importante progreso en la regulación jurídica de las relaciones entre los Estados;
ld
pero queda aún mucho camino por recorrer para que el Derecho Internacional
Público -conformado hoy sólo por principios doctrinarios, precarias reglas
consuetudinarias y tratados más o menos locales, que no siempre se cumplen-
llegue a constituir un sistema legal verdaderamente acabado, eficaz y seguro, que
ria
67
estos conflictos, señalando cual es la ley aplicable al caso controvertido. La
observancia de los principios de Derecho Internacional Privado, cuando están en
M
juego distintas jurisdicciones nacionales, depende, en último término, de un
convenio preexistente de carácter general entre los Estados mediante un tratado
internacional sobre las materias respectivas, o de eventuales acuerdos directos
sobre cada caso que se vaya presentando.
AA
Evolución del Concepto de Derecho Civil
1. En sus inicios
e
Para explicar la evolución del concepto de Derecho Civil debemos remontarnos a
as
Roma. En Roma se distinguía entre Ius Civile e Ius Gentium (o Naturale), el
primero se refiere al usado por los romanos, entendido no como una imposición,
sino como un privilegio. El segundo se refiere al Derecho común a todos los
hombres sin distinción de nacionalidad. Según el profesor Arangio Ruiz el Ius
Gentium se refiere a un sistema estrictamente romano para dar tratamiento
Cl
jurídico a las relaciones entre romanos y extranjeros, sistema que sería producto
de la expansión económica y militar del pueblo romano o civitas.
Además otros textos contraponen el Ius Civile al Ius Pretorium (Ius Honorarium), el
cual habría sido introducido con el propósito de suplir, ayudar y corregir el Ius
Civile. Pero esta contraposición no es real, el Ius Pretorium significa la renovación
del Ius Civile provocada por las nuevas necesidades y por los nuevos hechos. Hay
e
que hacer una aclaración y esta es que el Pretor no creaba derecho, sólo
declaraba como entendía el derecho y los principios que seguiría en el ejercicio de
ld
sus funciones.
El Ius Civile como derecho del cives, del ciudadano romano, no se identifica con el
derecho privado. Es cierto que la construcción romana construyó de preferencia
las instituciones privadas (persona, familia, propiedad, obligaciones, herencia),
pero dentro del Ius Civile hay instituciones que son extrañas al derecho civil (a
ria
nuestra concepción de derecho civil), así las de carácter penal, procesal y las
administrativas o políticas.
El Ius Civile, en su sentido propio y originario sería el ordenamiento tradicional que
habrían adoptado los grupos primitivos romanos reunidos en una comunidad
política y estaría constituido por una serie de principios fundamentales
e
diferenciaron.
68
Siglos más tarde, a la caída del Imperio romano y por orden del emperador de
Bizancio, aquel derecho primitivo, que evolucionó durante cinco siglos, fue
M
compilado en una obra que se conoce como Corpus Juris Civilis, que contiene
preceptos, además de las normas que actualmente consideramos como derecho
civil, disposiciones de derecho público, penal, administrativo, etcétera. En el
derecho civil consignado en el Corpus Juris Civilis quedaron comprendidas reglas
AA
aplicables a la organización y funciones de los gobernantes, a la vez que las
reglas jurídicas aplicables a las relaciones de los particulares. En suma, el derecho
civil en aquella‚ época aludía a todo el derecho, con exclusión del canónico
(Corpus Juris Canonici) que es el derecho creado para sí por la Iglesia católica. La
gran compilación legislativa, Corpus Iuris Civilis (Cuerpo Jurídico Civil), hecha por
el Emperador Justiniano hacia la primera mitad del S. VI d.C. y que fue
redescubierto en Bolonia a fines del S. XI d.C. constituye la base del Derecho
e
Privado de los pueblos de Europa. Y desde entonces y hasta el año 1900, en que
el último Código Civil Alemán BGB que lo ha conceptuado como un derecho
histórico, estuvo vigente el Derecho romano.
as
La compilación justinianea que en la Edad Media será llamada Corpus Iuris Civilis
comprende 4 partes distintas: Cl
1.- Código
2.- Digesto
e
3.- Instituciones
ld
4.- Novelas.
69
colección compuesta por citas de los escritos de los grandes
jurisconsultos clásicos. La obra fue encargada a una comisión de
M
juristas bajo la dirección de Triboniano y se compone de 50 libros.
Éstos se subdividen en títulos y fragmentos, que constan de
parágrafos numerados. Cada fragmento se inicia con el nombre del
autor correspondiente y la indicación de la obra citada. En ellos se
AA
incluyen no sólo los juristas dotados del Ius Reposdendi y los
incluidos en la ley de Citas de Teodosio II (Papiniano, Paulo, Ulpiano
, Modestino y Gayo) sino también algunos otros. Los redactores del
Digesto se dividieron en tres subcomisiones cada una de las cuales
debía seleccionar un conjunto determinado de obras. La primera se
encargó de revisar todo lo referente al derecho civil y a integrar lo
que se conoce como fondo sabiniano, que está conformado
e
básicamente por obras de Sabino y sus seguidores. La segunda
comisión revisó las obras relacionadas con el derecho honorario
contenido en los edictos de los magistrados e integró el fondo
as
edictal. Finalmente el tercer grupo se dedicó a analizar
principalmente los escritos de Papiniano y otros grandes
jurisconsultos y produjo el fondo papinianeo.
Las comisiones tuvieron plenos poderes para corregir y modificar los
Cl
textos estudiados en las diversas compilaciones, así como la facultad
de adaptar las obras clásicas a las necesidades del derecho vigente;
estas adaptaciones y modificaciones se conocen con el nombre de
interpolaciones o Emblemata Triboniani. El 16 de Diciembre del 533
dC. Justiniano mediante la Constitución bilingüe Tanta publicó el
digesto quedando sancionado su vigencia legal a partir del 30 de
e
Diciembre de 533 dC.
c)
ordenó redactar una obra elemental dirigida a la enseñaza del
derecho, es decir, prácticamente un libro de texto en cuyo preámbulo
el emperador da una serie de consejos “a la juventud que desea
estudiar leyes”. Contienen fundamentalmente fragmentos de las
ria
numerados.
at
70
2.- A la propiedad.
M
3.- A la sucesión intestada y obligaciones contractuales
AA
4.- A las obligaciones derivadas del delito y a las acciones junto con un apéndice
sobre los juicios públicos
e
imperiales son bastante numerosas sobre todo hasta el año 545,
fecha en que muere Triboniano. Cada novela se inicia con un
as
prefacio donde se indican los motivos del texto, que está dividido en
capítulos y finaliza con un epílogo que reglamenta su aplicación.
Estas novelas no las conocemos a través de la corrección oficial y si
tan sólo a través de compilaciones privadas una de las cuales la
constituye el denominado Epitone Iuliani fechada alrededor del 555 y
Cl
que representa un resumen latino de 122 constituciones.
Oriente. Es muy posterior a la caída del Imperio Romano de Occidente y, por otra
parte, es casi desconocida en él.
at
A partir del siglo XII los glosadores de Bolonia estudian el Derecho romano
mediante glosas y exégesis, aplicando la técnica escolástica de los silogismos,
distinciones y subdivisiones. Desde entonces se va identificando el Derecho civil
con el Derecho romano, con el Derecho que Roma ha legado tal y como lo ha
M
dejado, hasta el punto que desde el siglo XII la obra de Justiniano recibe el
nombre de Corpus Iuris Civilis.
71
Ahora bien, la compilación justinianea contenía numerosos textos de tipo público
M
que habían perdido actualidad e interés, pues no eran aplicables a la sociedad
política del tiempo de la Recepción. De ahí que los glosadores y comentaristas
mostrasen una mayor atención hacia normas e instituciones privadas (circulación
de los bienes, derechos sobre ellos, situación de las personas, etc.). Empieza, por
AA
tanto a abrirse camino la idea de Derecho civil como Derecho privado.
El Derecho civil, entendido como Derecho romano, va a desempeñar un papel
sumamente importante en la Edad Media: el de Derecho común. Hemos dicho en
líneas anteriores que hasta la recepción reinó un absoluto particularismo jurídico.
El Derecho civil va a ser Derecho común, es decir, un derecho normal frente al
que los derechos particulares son anomalías. Hay que destacar que la fuerza del
Derecho Civil como Derecho común provenía también de una necesidad política:
e
el concepto de Imperio Sacro Romano Germánico, restaurado por Carlomagno en
el año 800 como continuación del Imperio Romano. La sociedad medieval hasta
finales de la Edad Media va a vivir, no sin tensiones, la idea de que era un todo
as
unitario bajo el Imperio, que tenía, por tanto, un único Derecho. El Imperio
postulaba un único Derecho, que va a ser el civil-romano. Al mismo tiempo, la idea
de Cristiandad, también unitaria en el plano religioso, llevaba a que el Derecho de
la Iglesia fuese igualmente un Derecho común. Este Derecho común era la ley
eclesiástica que junto a la ley civil representaban las potestades del Imperio y la
Iglesia.
Cl
El Derecho canónico adquiere una importancia relevante a partir de las Decretales
de Gregorio IX (1234), y se estudiará intensivamente. Es un Derecho que no se
limitaba a regular el fuero interno de los fieles sino que también se extendía a
aspectos de su vida ordinaria, y sus principios espiritualistas (buena fe, obligación
e
de cumplir la palabra dada, etc.) ejercerán una influencia decisiva en los textos de
la compilación justinianea y en el Derecho civil que hoy conocemos y estudiamos.
Entre el Ius Civile y el Ius Canonicum va a darse una influencia recíproca y
ld
Una que pierde fuerza la idea de Imperio (a mediados del siglo XIII), el Derecho
romano no deja de tener valor de Derecho común, y ahora porque se considera
como ratio scripta. Ese Derecho se estudia ya (porque las nuevas necesidades
hacen inaplicables muchos de sus textos) más como sistema conceptual que
e
72
3. El Derecho Civil en la Edad Moderna
M
En la Edad Moderna, el Estado se convierte en el Estado absoluto que tiende a
que su Derecho nacional sea el exclusivo o predominante. De ahí que el Derecho
AA
civil, entendido como Derecho romano, sufra un gran eclipse, si bien ello ya estaba
preparado desde finales de la Edad Media por la crítica a que se somete: las
fuentes que se manejaban -se dice- no son genuinas; las glosas y comentarios a
los textos romanos eran cada vez más contradictorios y más abundantes; la
aplicación del Derecho se había convertido en una tarea insegura ante tantas
interpretaciones dispares.
Los Estados modernos, soberanos y absolutos, inician ante todo una labor de
e
consolidación de su Derecho nacional. En Castilla esta labor la harán las
Ordenanzas de Montalvo (1484) y la Nueva Recopilación (1567). En Francia, las
antiguas costumbres son recopiladas y reducidas a textos escritos, continuándose
as
posteriormente esa tarea de fijación del Derecho nacional (Ordenanza de Colbert y
D'Aguessau). En Alemania, la atomización de los Estados miembros del Imperio
impide esta realización, pero Prusia, al ganar hegemonía, recopila su Derecho civil
(Allgemeines Landrechí).
Ahora bien, todavía en las viejas definiciones de los siglos XVI y XVII se sigue
Cl
llamando Derecho civil al Derecho romano, que se contrapone al Derecho real,
que es el Derecho nacional. Pero la fijación legislativa de este Derecho ha sido el
primer paso para la nacionalización del Derecho civil. El segundo paso se dará
cuando el estudio del Derecho real se imponga. Sin abandonar el estudio del
Derecho civil, las Universidades, los teóricos y eruditos estudian y comentan el
e
Derecho real. La sustitución se opera insensiblemente, y el Derecho civil vuelve a
ser no ya el Derecho romano, sino el Derecho propio y exclusivo de cada Estado.
Paralelamente cabe anotar que ese Derecho civil va a identificarse con el Derecho
ld
73
4. Las Codificaciones
M
La cristalización definitiva del Derecho civil como Derecho nacional y privado se
opera con la codificación.
AA
La idea de un Código civil hay que ligarla con el pensamiento de la Ilustración y
del racionalismo que dominó en Europa a partir del siglo XVIII. Hasta ese
momento se acostumbraba, como ya hemos visto, a recoger las diversas leyes
vigentes en un determinado momento en un solo texto, recopilándolas. La idea de
la codificación es, sin embargo, más amplia que la de una pura recopilación de
textos. Recopilar es reunir en un texto, por orden sistemático o por orden
cronológico, las leyes que hasta un determinado momento han sido dictadas.
e
Codificar es una tarea más ambiciosa. Una codificación es la reunión de todas las
leyes de un país o las que se refieren a una determinada rama jurídica, en un solo
cuerpo presididas en su formación por una unidad de criterio y de tiempo. Según
as
esto, un Código civil es un cuerpo de leyes racionalmente formado y asentado
sobre unos principios armónicos y coherentes. Un Código es siempre una obra
nueva, que recoge de la tradición jurídica aquello que debe ser conservado y que
da cauce a las ideas y aspiraciones de todo signo vigente en la época en que se
realiza.
Cl
Los factores que parecen determinar la idea de codificación, entendida como
proceso histórico, pueden ser esquematizados del modo siguiente:
2.° Porque significaban la renovación de unos ideales de vida, los Códigos debían
constituir obras unitarias. Ello exigía la derogación de todo el Derecho anterior y la
prohibición o interdicción de una heterointegración del sistema (el recurso a los
llamados Derechos supletorios), sustituyéndola por una autointegración, en virtud
e
formulación del mismo que se quiere que sea clara e inequívoca. Los Códigos
vienen a expresarse en un lenguaje somero, lacónico y, en cierto modo, lapidario
74
o, por lo menos muy comprimido, como si esa reducción o comprensión
ahuyentara los problemas.
M
La tecnificación quiere decir también instalación del material normativo en unas
condiciones que lo hagan más fácilmente cognoscible y manejable.
AA
4.° Por último, la codificación entendida como racionalización del mundo jurídico
pretende la construcción de un sistema que se funda en la lógica jurídica y que
pueda desarrollarse conforme a ella. En este sentido, en el ideal codificador es
evidente la idea progresista de suponer que el orden jurídico sigue una línea
evolutiva de mejora. Los Códigos pretenden poner la legislación al nivel «de los
adelantos de la ciencia jurídica». En otro sentido, la racionalización consiste
e
también en la conveniencia de sustituir una práctica jurídica empírica y casuística
por un sistema que proceda con una cierta automaticidad y que proporcione una
mayor dosis de seguridad en los negocios y en las actividades jurídicas.
as
A finales del siglo XVII Prusia tiene un Código: el denominado «Derecho territorial
general de los Estados prusianos», que acusa un enorme influjo de la escuela
Cl
protestante del Derecho natural, pero que no recoge las ideas sociales y políticas
de la época y, además, deja subsistentes los Derechos particulares de los
Estados. También a finales del siglo XVIII se inicia en Austria la labor codificadora.
75
ideas. Es una sabia combinación de tradición, principios racionales (es la época
del racionalismo) y revolucionarios.
M
El concepto de derecho civil, con los perfiles que actualmente tiene, surge
propiamente con el Código Civil Francés (1804), que fue el primer intento para
establecer y organizar en forma sistemática y congruente los derechos y
AA
obligaciones de los particulares en las relaciones jurídicas de su vida ordinaria
(excepto las relaciones mercantiles).
El Código Civil Francés tal como fue redactado en los principios del siglo XIX es
un cuerpo de leyes producto de la filosofía individualista y del liberalismo
económico. El Código Napoleón no contiene en sus disposiciones preceptos
relativos a la organización y funcionamiento del poder público, con lo que quedó
e
claramente establecida la división entre derecho público y privado. En esa misma
época, en el año 1808, entró en vigor en Francia un código de comercio, que
juntamente con el código civil sirvieron de modelo para la mayor parte de los
as
códigos europeos y latinoamericanos de derecho privado.
Cl
En 181 1 Austria tiene su Código civil, de gran perfección técnica e influenciado
por las ideas de la escuela del Derecho natural, pero preservándose de las
revolucionarias francesas.
En Alemania el problema de la Codificación se planteó desde un punto de vista
completamente distinto. No debe olvidarse que en Alemania no se logró la unidad
nacional hasta el año 1870. A principio del siglo XIX se suscita en torno a la
e
conveniencia de la Codificación una polémica famosa entre SAVIGNY y THIBAUT.
Este último publicó en el año 1814 un trabajo, "Sobre la necesidad de un Código
ld
para comenzar a regir el l.° de enero de 1900. Es con el Código civil francés el
prototipo de los Códigos civiles modernos europeos. Influye en él, de manera
decisiva, el pandectismo, con todas sus características como son la técnica más
at
76
Como paradigma de los Códigos civiles europeos ha de mencionarse también el
M
Código civil suizo. En Suiza la Codificación se retrasó como consecuencia de la
autonomía cantonal. Algunos cantones elaboran sus propios Códigos y la
codificación general comenzó mediante la unificación del Derecho de Obligaciones
(Código de Obligaciones). Conseguido este último, la redacción de un proyecto de
AA
código civil, bajo la dirección de HUBER, se realizó dentro del presente siglo
(1908). Es un Código que ha merecido los elogios de los profesionales del
Derecho y que ha sido también adoptado como modelo por algunos países.
La codificación italiana tomó como modelo a la codificación francesa. El Código de
1865 seguía fielmente al Código de Napoleón. El régimen fascista se propuso
reformarlo y sirviéndose de la gran tradición jurídica italiana así como de los
trabajos de los más notables juristas de aquel país, tras una larga elaboración de
e
más de quince años, dio cima a su obra en 1942. El Código es una obra de gran
perfección técnica, que permitió que, no obstante la caída del régimen fascista,
siguiese en vigor con algunas muy leves modificaciones. Ha servido también de
as
ejemplo y de modelo a algunos Códigos civiles, como puede ser, por ejemplo, el
Código civil de Venezuela de 1947.
La evolución histórica del Derecho civil nos lo presenta como el sector del
ordenamiento jurídico que se ocupa de la persona y sus diferentes estados, de su
patrimonio y del tráfico de bienes.
Pero más importante que determinar de qué se ocupa el Derecho civil es analizar
e
cómo se ocupa, pues de ahí nace la crisis por la que está atravesando.
Efectivamente, si hoy el criterio de valores está en crisis, el Derecho civil no puede
por menos de sufrir también las consecuencias de esa crisis. La del Derecho civil
at
77
con su reflejo en el derecho de propiedad que se concebía absoluto y con las
mínimas excepciones posibles a este absolutismo, fuese el pilar de sustentación
M
de todo el edificio. El sistema jurídico va a ser en realidad el sistema de los
derechos subjetivos, señala ORESTANO, de poderes del individuo.
Pero la evolución social ha ido por otros caminos. Los ideales de la burguesía, que
detentadora de los bienes económicos y de producción quería un sistema que le
AA
permitiese su libre y omnímodo disfrute, no se han aceptado por inmensas capas
de la sociedad sin poder económico, para las que el juego de la autonomía de la
voluntad no significa más que la sumisión al más fuerte y para la que los derechos
subjetivos que les reconoce el ordenamiento jurídico no son más que
abstracciones. Por otra parte, el rechazo de un puro sistema liberal de economía,
cuyo motor era la persecución del interés individual que redundaría en el bienestar
colectivo, hace que la propiedad de los medios de producción no se identifique con
e
propiedad privada.
Todo ello indica que el Estado va a intervenir decisivamente en la vida económica
y jurídica, y que las normas no van a
as
sancionar la autonomía de la voluntad individual sino que la van a dirigir o coartar
en beneficio de los intereses colectivos o para evitar que sea un instrumento de
dominación de los débiles. Así, el propietario tendrá cada vez más deberes; no se
le va a prohibir ya que haga o no haga, sino que se le va a obligar a un hacer. Así,
Cl
el empresario no impondrá los contratos de trabajo que quiera a los que no
pueden discutir sus cláusulas. Es un nuevo orden jurídico distinto del cristalizado
en la codificación del XIX.
La crisis del Derecho civil codificado tiene otras causas. Básicamente es de anotar
su carácter excesivamente patrimonial, que hace que la persona se contemple y
regule en función de sujeto de una relación jurídica de aquella naturaleza y no por
sí misma: sus valores, sus bienes y atributos como tal persona pasan por
completo desapercibidos y abandonados al campo de las declaraciones
e
78
El derecho civil y el derecho mercantil forman una porción del derecho, a la que
M
tradicionalmente se le llama derecho privado; en tanto que otro conjunto de
normas jurídicas constituyen el derecho público.
AA
tienden a lograr la convivencia humana dentro del orden, la seguridad y la justicia.
Tales son los fines del derecho, ya sea público, ya sea privado. Por otra parte, el
derecho se ocupa de regular las relaciones humanas, y éstas se desarrollan en el
seno de la sociedad, de la cual forman parte los individuos cuyos intereses no
pueden lesionar los de la comunidad; y, así, la actividad de los órganos de
gobierno, que está sujeta a las normas del derecho público, tiende a satisfacer, en
último análisis, el interés de los particulares y, a su vez, la actividad de los
e
particulares, que está regida por el derecho privado, no ha de desarrollarse con
detrimento del interés general, tutelado fundamentalmente por el derecho público.
as
El derecho público y el derecho privado, en una sociedad jurídicamente bien
organizada, lejos de excluirse se complementan y sus normas se coordinan unas
con otras, de manera que pueda lograrse la convivencia de los componentes del
grupo social, armonizando las relaciones entre los particulares y las de éstos con
Cl
el poder público; aunque en las primeras se mire el interés privado y en las
segundas se procure, fundamentalmente, el interés de la colectividad.
Para delinear el concepto actual de derecho civil debemos tener en cuenta tres
e
principios:
persona, pues sus normas se aplican a todo ser humano, desde el nacimiento
hasta la muerte y aun antes del nacimiento; porque desde que el ser es
79
concebido, y está formando parte todavía de las vísceras maternas, encuentra
protección en el derecho civil, para el efecto de que si la persona vive después de
M
nacida (veinticuatro horas) , puede, válidamente, ser instituida heredera o recibir
donaciones, por ejemplo.
AA
Desde sus orígenes, el derecho civil ha sido una disciplina jurídica que, como
ninguna otra, tiene en cuenta fundamentalmente a la persona, en la integridad de
su condición natural, en su calidad humana. El conjunto de disposiciones
legislativas que integran un derecho civil ha sido establecido sobre la base de la
LIBERTAD del hombre, para normar su propia conducta y para alcanzar sus
propios fines. Empero, la libertad del hombre no es, ni se ha entendido, sino
e
dentro de los límites de la RESPOSABILIDAD; es decir, que la persona en el
derecho privado, en tanto ejerce su libertad, tiene el deber de hacer uso adecuado
de ella frente a los demás componentes del grupo social que gozan de una
as
situación de IGUALDAD, pues participan de la misma calidad humana.
Como consecuencia de esta actividad del Estado moderno, que parece invadir el
e
campo del derecho privado, existe la opinión de que la actividad estatal tiende a
suprimir o restringir la autonomía de los particulares, especialmente en la vida
económica.
ld
para conservar ésta tal como existe. El derecho político, en cada momento, debe
transformarse al paso que así lo exigen las necesidades sociales. Podríamos decir
que se trata de un derecho que planea para el FUTURO; en tanto que el derecho
privado y, especialmente, el derecho civil ofrecen soluciones para la coordinación
de los intereses de los particulares en el momento ACTUAL.
e
entre derecho público y derecho privado, sino entre derecho civil y derecho
político.
80
La llamada crisis del derecho civil refleja la crisis en que vive la humanidad actual,
M
que preludia el ajuste de las normas de convivencia social.
AA
instituciones parecen acentuar el aspecto de la responsabilidad, de donde deriva
una mayor restricción de la autonomía de la voluntad. Sirva de ejemplo el derecho
de propiedad, que impone el deber de ejercitarlo teniendo en cuenta el interés
social.
e
El derecho civil comprende normas que se refieren:
a) al derecho de la personalidad;
as
b) al derecho de familia, y
c) al derecho patrimonial.
Demos una rápida ojeada sobre contenido de estas partes fundamentales del
derecho civil
Cl
a) EL DERECHO DE LA PERSONALIDAD. En esta sección el derecho civil
establece los principios jurídicos que rigen a la persona en sí misma y la ubican
dentro del grupo social, como sujeto de derechos y obligaciones.
e
Establece los atributos que corresponden a la personalidad, desde el punto de
vista jurídico, a saber: el derecho al nombre, al domicilio, a la capacidad de la
persona física en sus diversas etapas (minoría de edad, emancipación, mayoría
ld
En este capítulo, tiene particular importancia el deber que tienen los parientes de
procurarse recíprocamente los elementos económicos necesarios para su
81
subsistencia (alimentos).
M
El derecho de familia descansa en la idea de protección recíproca y de natural
SOLIDARIDAD entre parientes, y en los deberes que nacen de la paternidad y de
la maternidad. Fundamentalmente, tiende a la protección de los menores y de los
mayores de edad, que por su estado de salud mental o por otras causas
AA
semejantes, no pueden valerse por sí mismos en la vida jurídica. Esa función
protectora de la persona incapaz se cumple en el derecho de familia por medio de
la patria potestad y de la tutela.
e
de ciertos bienes destinados al sostenimiento del grupo.
as
propiedad, el derecho de las obligaciones y de los contratos, y el derecho de las
sucesiones por causa de muerte.
las causas por las cuales una persona se convierte en deudora o acreedora de
otra; apunta cuáles son los efectos de esa relación jurídica que nace entre esos
dos sujetos; cuáles son las modalidades que puede presentar una obligación;
cómo puede ser transmitida la calidad de acreedor o de deudor y, finalmente,
ria
En lo que se refiere a los contratos, el derecho civil crea las normas relativas a
e
todas aquellas diversas especies conforme a las cuales, por virtud del
consentimiento (acuerdo de voluntades de las partes), una de ellas se convierte en
at
82
arrendamiento, la prestación de servicios, las asociaciones y sociedades civiles, la
hipoteca, la fianza, etcétera.
M
Las disposiciones aplicables a las sucesiones o derecho hereditario tienen por
objeto establecer las normas jurídicas sobre la transmisión de los bienes de una
persona en favor de sus herederos o legatarios, para después de su muerte, y la
AA
administración de esos bienes en el intervalo que existe entre la muerte de una
persona y el momento en que se efectúa la distribución de sus bienes entre los
herederos y legatarios.
Por regla general, en los códigos civiles encontramos sistemas a través de los
cuales puede realizarse esa transmisión de bienes de una persona fallecida; o
bien, el dueño de ese patrimonio establece por medio de un testamento o última
e
voluntad, cómo ha de ser repartido, a su fallecimiento, el patrimonio que le
pertenece (sucesión testamentaria); o, a falta de testamento, la ley civil suple
aquella voluntad, estableciendo quiénes son las personas a las que legalmente les
as
corresponde participar como herederas en el acervo hereditario (sucesión legítima
o intestado).
En esta breve revisión del contenido del derecho civil se pone de relieve, a través
Cl
de cada una de las instituciones a que se ha pasado revista, que esta rama del
derecho privado gira en torno del hombre como ser libre, establece los límites de
su libertad de acción y le impone la responsabilidad por el ejercicio adecuado, que
depende, las más de las veces, de la voluntad del sujeto (autonomía de la
voluntad).
e
2. EL DERECHO DE LA PERSONALIDAD
Ante la ley existen dos clases de personas: las Personas Físicas y las Personas
Morales, llamadas también Personas Jurídicas. Las Personas Físicas son los
individuos, las Personas Morales son las instituciones o agrupaciones creadas por
ria
Desde la perspectiva del Derecho moderno son sujetos de Derecho o sujetos con
capacidad jurídica todos aquellos seres a quienes el ordenamiento jurídico
considera como titulares de Derechos y obligaciones.
e
Para que dichos sujetos puedan intervenir por sí mismos como sujetos activos de
Derecho y actuar con eficacia en el mundo del tráfico jurídico se precisa además
at
que concurra respecto de los mismos no sólo la capacidad jurídica sino también la
capacidad de obrar.
83
serie de bocina con la finalidad de aumentar la voz, usada por los actores griegos
y romanos. Por extensión, el término se utilizó para designar al actor y también al
M
personaje que representaba, en el lenguaje jurídico sirvió para nombrar al sujeto
del derecho titular de derechos y obligaciones.
AA
definición de persona y la clasificación respectivamente.
Artículo 22.- Para los efectos de este Código se entiende por persona, todo ser
humano capaz de derechos y obligaciones.
e
LAS PERSONAS FÍSICAS
as
Las Personas Físicas son los individuos y éstos, desde el momento en que son
concebidos (naciturus), adquieren la capacidad jurídica o de goce que sólo se
pierde por la muerte, de tal manera que un ser humano está bajo la protección de
la Ley desde ante de su nacimiento.
Cl
Los mayores de edad con plena capacidad para actuar, tienen la facultad de
disponer libremente de sus bienes y de su persona, salvo las limitaciones que en
los casos específicos que señala la Ley.
LA PERSONALIDAD
ria
I. La Capacidad;
II. El Nombre;
at
III. El Domicilio;
IV. El Patrimonio;
V. El Estado Civil; y
VI. La Nacionalidad.
M
LA CAPACIDAD
84
La capacidad es la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones así lo
M
manifiesta nuestro Código Civil en su artículo 25:
“La capacidad es la aptitud concedida o reconocida por la ley para ser titular de
derechos y obligaciones, o para hacer valer aquéllos y cumplir éstas. Puede ser de
AA
goce o de ejercicio.”
e
Como ya quedó establecido, la Capacidad de Goce o Jurídica, es la que tienen
todos los individuos como seres humanos y los hace ser sujetos de derechos y
obligaciones.
as
Capacidad Jurídica o de Goce
Cuando una persona, siendo mayor de edad, padece alguna enfermedad de tipo
e
Código Civil.
85
Por lo dicho anteriormente, tenemos que la incapacidad únicamente se refiere a la
falta de capacidad de actuar o de ejercicio, puesto que la de Goce, todos los seres
M
la tienen sin importar su estado mental o cualquiera otra circunstancia.
EL NOMBRE
AA
Artículo 30.- “El Nombre es una forma obligatoria de designación de las personas
para poder referir a éstas consecuencias jurídicas”. Así de esta manera el nombre
consta de dos elementos: el nombre propio o el primer nombre y el patronímico o
apellido.
e
correspondiente a una familia y que la distingue de las demás.
as
religiosas, en cambio, el apellido deberá ser el del padre que se trasmite a los
hijos. Tratándose de las mujeres, éstas deberán adoptar el apellido del esposo
anteponiéndose la palabra “de”. Cl
EL DOMICILIO
Artículo 33.- “El domicilio es el lugar que se fija a las personas para el normal
cumplimiento de sus obligaciones y para el ejercicio de sus derechos.”
Domicilio Real
ld
El Código Civil del Estado de Zacatecas en sus artículos 47 y 48, señala que el
domicilio de una persona física es el lugar donde reside con el propósito de
establecerse en él; a falta de éste, el lugar en que tiene el principal asiento de sus
ria
Domicilio Legal
86
El Domicilio Legal de una persona es el lugar donde la Ley le fija su residencia
para ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones, aunque de
M
hecho no se encuentra allí presente.
AA
I. Al menor de edad no emancipado, siendo el domicilio de éste el de la persona a
cuya Patria Potestad está sujeto;
II. El Domicilio Legal del menor de edad no está bajo la Patria Potestad y el del
incapacitado, ser el de su Tutor;
e
III. Se considera Domicilio Legal el que se les asigna a los militares en servicio
activo, siendo éste el lugar en que están destinados;
as
IV. El domicilio de los empleados públicos ser el lugar donde desempeñen sus
funciones por más de seis meses. Los que por menos tiempo desempeñen alguna
comisión, no adquirir n domicilio en el lugar donde la cumplan, sino que
conservarán su domicilio anterior, y
Cl
V. El domicilio legal de los sentenciados a sufrir una pena que consista en prisión
por más de seis meses, ser el lugar donde cumplan la sentencia, así como en lo
que corresponde a los efectos jurídicos posteriores a la condena. Una vez
cumplido lo anterior, volverán a tener el último domicilio que hayan tenido.
e
El domicilio de las personas morales será donde se hallen establecidas sus
oficinas generales o su administración. El domicilio de las sucursales será en
donde éstas se encuentren operando.
ld
El Domicilio Convencional
EL PATRIMONIO
e
jurídico económico, sin perjuicio de que las personas puedan designar determina
dos bienes o derechos patrimoniales a la realización de un fin lícito concreto, con
87
absoluta independencia de su patrimonio.”
M
Sobre la base de el mismo código los derechos subjetivos son también bienes que
componen al patrimonio siempre y cuando sean susceptibles de apreciación
pecuniaria incluyendo a los derechos reales y a los personales o de crédito.
Además de que el patrimonio es inalienable en su totalidad durante toda la vida de
AA
su titular.
EL ESTADO CIVIL.
Articulo 36.- “Para los efectos de este Código el Estado civil de una persona es la
situación jurídica concreta que guardan las personas con la familia, con la
sociedad, y con el Estado; en todo lo no regulado por este Código se estará a lo
e
que dispongan las leyes respectivas.”
as
con ciertos actos jurídicos trascendentales en su vida ante la Ley y la Sociedad.
Generalmente, cuando se habla del Estado Civil de una persona, se está haciendo
referencia a si ésta es casada o soltera, aunque el significado de esta situación es
más amplio.
Cl
Además en el mismo Código Civil se manifiesta en el artículo 37 que el estado civil
se puede originar de una relación jurídica o de una situación de hecho.
LA NACIONALIDAD
e
Artículo 35.- “La nacionalidad es un vínculo jurídico político que une a las personas
con el Estado Mexicano; en todo lo relativo a ella se estará a las leyes especiales.
ria
Además de las Personas Físicas, que son los individuos, existen las Personas
Morales o Jurídicas, que son instituciones creadas por los individuos, es decir, son
e
personas aparentes, a las cuales la Ley les reconoce personalidad jurídica propia,
distinta de la personalidad de los individuos que las forman.
at
Las Personas Morales son creadas por los individuos para hacer posible la
realización de empresas, que una sola Persona Física no podría realizar, por lo
que asocian sus esfuerzos y recursos, dando así vida a la Persona Jurídica que
M
88
Tomando en cuenta que las Personas Morales son personas aparentes y que son
sujetos de derechos y obligaciones, deberán valerse de sus órganos
M
representativos o de las Personas Físicas que las representan para ejercer sus
derechos y contraer y cumplir obligaciones.
Las Personas Morales cuentan también con los atributos de la Personalidad que
AA
reconoce la Ley a las Personas Físicas, refiriéndose el Estado Civil únicamente a
la Nacionalidad.
e
ley, rigen su funcionamiento la escritura social o sus estatutos.
Generalmente las personas morales se pueden agrupar de la siguiente manera:
as
1. Asociaciones: Son aquellas en las cuales la voluntad de varias personas
físicas coincide para lograr un fin común; entre ellas tenemos por ejemplo,
al Estado los municipios, los colegios de sacerdotes y los gremios.
Finalmente existen asociaciones de carácter privado, como las sociedades.
2.
Cl
Fundaciones: Por el contrario, en las fundaciones sólo existe la voluntad de
una persona que proporciona un patrimonio para que se realice
determinado fin por ella elegido.
El Código Civil del Estado de Zacatecas en su artículo 51, establece que son
Personas Morales las siguientes:
ria
TERCERA UNIDAD
M
1.-LOS BIENES
89
Las COSAS que son el objeto de algunas relaciones humanas, cuando este objeto
puede estimarse o calcularse en dinero.
M
Al hablar de las personas, vimos que existen algunas relaciones entre los seres
humanos muy diversas a las que tienen por objeto algo que puede estimarse en
dinero, es decir, que no tienen por objeto una “cosa” o un “bien”, como por ejemplo
AA
es el nombre, el estado civil, etc. Pues bien, estudiaremos ahora a aquellas
relaciones que tienen por objeto una Cosa o un Bien que puede valorizarse en
dinero y que pertenecen o forman parte del patrimonio de las personas.
CONCEPTO DE COSA
e
que en el lenguaje común, de tal manera que todo aquello que no puede
considerarse como una persona, ser, necesariamente, una COSA.
as
CONCEPTO DE BIENES
De todas las “cosas” que existen, hay algunas que pueden ser objeto de
apropiación, es decir que pueden ser propiedad de alguien, por ejemplo un
Cl
mueble, pudiendo ser éste un libro, mercancías, un automóvil, etc.; o bien, un
inmueble, como un terreno, un edificio, etc. Por lo tanto, todas aquellas “cosas”
cuya propiedad puede ser adquirida por alguien, ya sea el Poder Público o
particulares, reciben el nombre de BIENES, pues existen algunas Cosas que por
disposición de la ley o por su naturaleza, no pueden ser objeto de apropiación y
por lo tanto, se encuentran fuera del comercio.
e
Las cosas consideradas fuera del comercio por disposición legal son aquellas que
la ley señala que no pueden ser adquiridas en propiedad por particulares, y están
ld
fuera del comercio por su naturaleza, las que no pueden ser poseídas por algún
individuo exclusivamente.
Definición de Bienes
ria
La definición legal de los bienes la tenemos en el Artículo 58: Bien es todo aquello
que puede ser objeto de apropiación. Puede ser objeto de apropiación todas las
cosas y derechos que no están excluidos del comercio.
Las cosas y derechos pueden estar fuera del comercio por su naturaleza o por
disposición de la ley.
e
Están fuera del comercio por su naturaleza las que no puedan ser poseídas por
alguna persona exclusivamente, y por disposición de la ley, las que ella declara
at
90
a) Bienes Muebles
M
b) Bienes Inmuebles
a) Bienes Muebles
AA
Los Bienes Muebles pueden serlo por su naturaleza o por disposición de la ley.
Por su naturaleza se consideran BIENES MUEBLES todos los objeto que pueden
trasladarse de un lugar a otro sin deteriorarse, ya sea que se muevan por sí
mismas (semovientes), como el ganado de cualquier clase, o por una fuerza
e
externa, como una mesa, un silla, etc.
as
Se consideran como tales a:
1. Algunos documentos como las Obligaciones y las Acciones que tengan por
Cl
objeto bienes muebles o que representen cantidades de dinero exigibles por el
poseedor de estos títulos.
2. También se consideran Bienes Muebles las Acciones que cada persona tenga
como socio de una sociedad mercantil, aunque estos títulos representen
aportaciones en bienes inmuebles.
e
4. Los materiales que resulten de la demolición de un edificio, así como todos los
que se necesiten para la construcción, mientras ésta no se efectúe.
6. Son muebles, además todos aquéllos que la ley no considere como inmuebles.
Art. 62: Son bienes muebles las cosas que pueden trasladarse de un lugar a otro,
ya sea por si mismos, ya por efectos de una fuerza exterior; los derechos y
acciones, los derechos personales y sus acciones, y aquellos bienes que estén
e
I.- Para los defectos de contrato de prenda, los frutos que, debiendo de ser
M
91
II.- Las participaciones que cada socio tiene en las personas jurídicas colectivas
aun cuando a éstas pertenezcan algunos bienes inmuebles;
M
III.- Las embarcaciones de todo género;
AA
hubieren acopiado para repararlos o para construir uno nuevo, ser n muebles
mientras no se hayan empleado en la fabricación;
Art. 63: Cuando se use la palabra bienes muebles de una casa, se comprenderán
los que formen el ajuar y utensilios de ésta y que sirvan exclusivamente y en forma
e
propia para el uso y trato ordinario de una familia, según las circunstancias de las
personas que la integren. En consecuencia, no se comprenderán:
as
El dinero, los documentos y papeles, las colecciones científicas, artísticas o de
cualquier otro género, los libros y sus estantes las medallas, los trofeos, los
instrumentos de artes y oficios, las joyas, cualquier clase de uso, los granos,
caldos, mercancías y demás cosas similares.
Bienes Inmuebles
Cl
Art. 60: Son bienes inmuebles aquellos que no pueden trasladarse de un lugar a
otro sin alterar su forma o sustancia, los muebles por naturaleza que
perteneciendo al dueño de un inmueble se hayan incorporado a éste con la
e
intención de unirlos permanentemente o para su explotación económica, así como
los derechos reales sobre inmuebles.
ld
2. Las plantas y los árboles mientras están adheridas a la tierra, así como los
frutos pendientes de los mismos árboles y plantas. Dejan de ser inmuebles cuando
son desprendidos por cosechas.
92
6. La maquinaria, herramienta y demás instrumentos que formen parte de una
M
industria o fábrica.
AA
tierra.
Esta clasificación es tomada del propio artículo 60 que así mismo dice: Se
consideran como tales:
e
II.- Las plantas y árboles, mientras estuvieren unidos a la tierra, y los frutos
pendientes de los mismos árboles y plantas, mientras no sean separados de ellos
por cosechas o cortes regulares;
as
III.- Todo lo que está unido a un inmueble de una manera fija, de modo que no
pueda separarse sin deterioro del mismo inmueble o del objeto a él adherido.
Cl
IV.- Las estatuas, relieves, pinturas u otros objetos de ornamentación, colocados
en edificios o heredades por el dueño del inmueble, en tal forma que revele el
propósito de unirlos de un modo permanentemente al fundo;
VII.- Los abonos destinados al cultivo de una heredad, que están en las tierras
donde hayan de utilizarse, y las semillas necesarias para el cultivo de la finca;
ria
IX.- Los manantiales, estanques, aljibes y corrientes de agua, así como los
acueductos y las cañerías de cualquier especie que sirvan para conducir los
e
X.- Los animales que formen el pie de cría en los predios rústicos destina dos total
o parcialmente al ramo de ganadería, así como las bestias de trabajo
indispensables para el cultivo de la finca, mientras estén destinados a ese objeto;
M
XI.- Los diques y construcciones que, aun cuando sean flotantes, están destinados
por su objeto y condiciones a permanecer en un punto fijo de un río, lago o
93
cualquiera de otra superficie de agua;
M
XII.- Los derechos reales sobre inmuebles;
AA
radiotelegráficas fijas.
Son Bienes Fungibles aquéllos que pueden ser substituidos por otros de la misma
especie, calidad y cantidad, tales como el dinero, las mercancías y otros.
e
Se llaman Bienes no Fungibles a los no pueden ser substituidos por otros de la
misma especie, cantidad y calidad, como son una escultura, una pintura o
cualquier otro bien al que se reconozca un valor estimativo o como obra de arte.
as
Bienes Fungibles y No Fungibles
Art. 64: Los bienes muebles son fungible o no fungibles. Pertenecen a la primera
clase los que pueden ser remplazados por otros de la misma especie, calidad y
Cl
cantidad, en relación con un acto jurídico.
Los no fungibles son los que no pueden ser substituidos, en las mismas
condiciones, por otros de la misma especie, calidad y cantidad.
Art. 65: Los bienes son de dominio del poder público o propiedad de los
particulares.
Art. 66: Son bienes de dominio del poder público los que pertenecen a la
Federación, a los Estados o a los Municipios.
e
Art. 68: Los bienes de dominio del poder público, se dividen en bienes de uso
común, destinados al servicio público y bienes propios
at
Art. 69: Los bienes de uso común son inalienables e imprescriptibles. Pueden
aprovecharse de ellos todos los habitantes, con las restricciones establecidas por
la ley.
M
Art. 71: Los bienes destinados a un servicio público y los bines propios pertenecen
94
en pleno domino a la Federación, al Estado o a los Municipios; pero los primeros
son inalienables e imprescriptibles, mientras no se les desafecte del servicio
M
público a que se hallen destinados.
AA
Estos Bienes son los que pertenecen a las personas como particulares, ya se trate
de personas físicas o morales, y son todos aquéllos que constituyen su patrimonio
en su elemento activo.
La ley prevé en los siguientes artículos la propiedad de los particulares sobre los
bienes:
e
Art. 73: Son bienes de propiedad de los particulares todas las cosas y derechos
cuyo dominio les pertenece legalmente y de las que no puede aprovecharse
ninguno sin consentimiento del dueño o autorización de la ley.
as
Art. 74: Los extranjeros y las personas colectivas, para adquirir la propiedad de
bienes in muebles, observar n lo dispuesto en el artículo 27 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y sus leyes reglamentarias.
sea su dueño.
Art. 75: Son bienes mostrencos los muebles abandonados y los perdidos cuyo
dueño se ignore.
ria
Bienes Vacantes
Art. 85: Son bienes vacantes los inmuebles que no tienen dueño cierto y conocido.
e
Bienes Intangibles
95
Son Bienes Intangibles aquéllos que no pueden apreciarse por los sentidos, sino
por la inteligencia, ya que se trata de cosas inmateriales.
M
Entre los Bienes Intangibles podemos contar los derechos sobre Patentes,
Marcas, Concesiones, Renombre Comercial y otros.
AA
2.- DERECHOS PERSONALES Y DERECHOS REALES
Derechos Personales
e
Mediante esta relación, el sujeto Activo tiene la facultad o derecho de exigir al
sujeto Pasivo una acción que puede ser positiva, si ésta consiste en entregar una
as
cosa o en hacer algo, o negativa, si representa la abstención de hacer una cosa.
El sujeto Pasivo es la parte obligada en esta relación.
Tenemos, por consiguiente, que en los Derechos Personales el objeto del Derecho
es una Acción.
Cl
Derechos Reales
Los Derechos Reales son relaciones que existen entre personas, pero con
relación a una cosa o bien. En esta clase de derechos, el sujeto Activo es la
e
persona que está en posesión de un bien, y el sujeto Pasivo lo constituyen todas
las demás personas (erga omnes) que están obligadas a respetar aquel derecho
de posesión que se tiene sobre dicho bien.
ld
1. El Usufructo
2. La Habitación
3. Las Servidumbres
e
1. La Prenda
2. La Hipoteca
M
96
Los Derechos Reales de Goce son aquellos que sólo permiten el aprovechamiento
parcial de la cosa respecto de la cual se ejercen.
M
El Derecho de Usufructo
AA
ajenos.
El Derecho de Usufructo que significa "usar los frutos" que produzcan los bienes
e
ajenos, puede ser gratuito y oneroso. Es gratuito cuando el dueño de los bienes no
cobra al usufructuario por la cesión de este derecho y es oneroso cuando en el
contrato de usufructo se establece la cantidad que el usufructuario tendrá que
as
pagar por el goce de este derecho.
El Derecho de Habitación
ria
Este derecho consiste en la facultad que tiene una persona para ocupar
gratuitamente, en casa ajena, las piezas necesarias para sí y para su familia.
Para la reglamentación de este derecho son aplicables las disposiciones que rigen
M
el usufructo.
97
Las Servidumbres
M
El Derecho de Servidumbre representa un gravamen real impuesto sobre un
inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño.
AA
dueños, y el propietario de uno de ellos se beneficia con este derecho. El predio
beneficiado se llama “Predio Dominante” y aquél que tiene que soportar o tolerar
el gravamen se denomina “Predio Sirviente”. Un ejemplo de lo anterior sería
cuando las aguas provenientes de un predio situado en un nivel superior al de
otro, tuviesen que pasar necesariamente por éste. En este caso, la servidumbre
sería de desagüe, y el predio del cual provienen las aguas sería el predio
dominante, y el que se encuentra m s abajo, por el cual tendrían que pasar, se
e
llamaría predio sirviente.
as
que se constituyen por voluntad del hombre y son legales las que se constituyen
por disposición de la ley.
a) Servidumbre de Desagüe;
b) Servidumbre de Acueducto, y
c) Servidumbre de Paso.
e
Servidumbre de Desagüe
ld
Es una servidumbre legal que tiene que tolerar el dueño de un predio situado en
nivel inferior y que consiste en recibir o permitir que por su propiedad pasen las
aguas provenientes de otros predios ubicados en un nivel superior.
ria
Servidumbre de Acueducto
Servidumbre de Paso
at
98
ubicación de los predios que las necesitan, son siempre onerosas, es decir, que el
dueño del predio beneficiado o dominante tendrá que pagar una retribución o
M
indemnización al propietario del predio sirviente.
AA
Los Derechos Reales de Garantía confieren a su titular el derecho preferentísimo,
exclusivo y excluyente, de ser pagado con el valor de la cosa dada en garantía.
La Prenda
e
La Hipoteca
as
La Hipoteca es una garantía real constituida sobre bienes que no entregan al
acreedor, y que da derecho a éste, en caso de incumplimiento de la obligación
garantizada, a ser pagado con el valor de dichos bienes.
Cl
3.- LA PROPIEDAD
El Derecho de Propiedad es un derecho real, ya que tiene por objeto un bien o una
cosa material.
En esta relación jurídica existen dos partes, una es el dueño del bien, que es la
e
parte activa, y tiene el derecho de propiedad sobre dicho bien, la otra, es la parte
pasiva, que son todas las demás personas que están obligadas a respetar ese
derecho de propiedad.
ld
a) El derecho de usar;
ria
b) El derecho de disfrutar, y
c) El derecho de disponer.
Por el derecho de usar, una persona propietaria de una casa, la puede habitar, es
decir, la puede usar. Por el derecho de disfrutar la puede rentar para que le
produzca un ingreso. Por el derecho de disponer podrá venderla o regalarla.
e
99
elementos que forman este derecho, por ejemplo: el dueño de un terreno, podrá
desprenderse temporalmente del derecho de usarlo, cediéndoselo a otra persona,
M
o bien, podrá ceder, también temporalmente, el derecho de disfrutar, permitiéndole
a otra persona que lo cultive en provecho de ésta; pero no podrá desprenderse del
derecho de disponer, porque entonces estaría cediendo la propiedad misma del
bien.
AA
Derecho Real de Propiedad
e
origina entre el titular y dicho sujeto.
as
una manera absoluta y exclusiva a la acción y voluntad de una persona.
Comparemos el derecho real con la propiedad:
100
sobre parte alícuota.
M
Los principios fundamentales que rigen en materia de copropiedad son:
1º. Todo acto de dominio, es decir, de disposición tanto jurídica como material,
solo es valido si se lleva a cabo con el conocimiento unánime de todos los
copropietarios.
AA
2º. Los actos de administración de la cosa objeto de copropiedad se llevarán a
cabo por la mayoría de personas y de intereses, y comprenden todos aquellos
actos de conservación y uso de la cosa sin alterar su forma, sustancia o destino.
Las formas de la copropiedad pueden clasificarse desde los siguientes puntos de
vista:
a) Copropiedades voluntarias y forzosas. Existe un principio fundamental en esta
materia: nadie está obligado a permanecer en la indivisión, y en consecuencia no
e
es valido el pacto por el cual los condueños se obligan permanentemente a
permanecer en dicho estado. Se reconoce en cada condueño el derecho de pedir
la división cuando le plazca.
as
Las copropiedades forzosas son aquellas en que, por la naturaleza de las cosas,
existe una imposibilidad para llegar a la división o a la venta de manera que la ley
se ve obligada a reconocer este estado que impone la propia naturaleza.
b) Copropiedades temporales y permanentes. Toda copropiedad ordinariamente
Cl
es temporal, como consecuencia de que es voluntaria. Especialmente puede ser
permanente cuando sea forzosa.
c) Copropiedades reglamentadas y no reglamentadas. Las reglamentadas son
aquellas formas especiales que han merecido una organización del legislador,
tomando en cuenta ciertas características y conflictos que pueden presentarse,
dada su
e
naturaleza.
d) Copropiedades sobre bienes determinados o sobre un patrimonio o
universalidad. Generalmente la copropiedad recae sobre un bien o bienes
ld
101
Condominio es el régimen jurídico que integra las modalidades y limitaciones al
M
dominio de un predio o edificación y la reglamentación de su uso y destino, para
su aprovechamiento conjunto y simultaneo.
Los titulares de la propiedad en condominio reciben la denominación de
condóminos. La titularidad puede referirse a un espacio o a un uso y bienes
AA
determinados en forma exclusiva, cuyo aprovechamiento y disposición es libre,
que se determinan bienes o áreas privativos; además la titularidad exclusiva está
referida porcentual mente a las áreas y bienes de uso común, los que no podrán
ser objeto de acción divisoria y son inseparables de la propiedad individual.
El conjunto de áreas y bienes privativos, con las áreas, instalaciones y bienes de
uso común, que hacen posible su aprovechamiento por un grupo de titulares, se
denomina, unidad condominal.
e
El conjunto de bienes cuyo aprovechamiento y libre disposición corresponde a un
condómino, se denomina unidad privativa.
as
Los condominios se pueden clasificar de la siguiente manera:
1. De acuerdo al funcionamiento y aprovechamiento de los elementos comunes
los condominios pueden ser:
a) Simples, cuando las áreas comunes y sus obras de infraestructura y
Cl
equipamiento, corresponden a una sola unidad condominal, o;
b) Compuesto, cuando una parte de sus áreas comunes y obras de infraestructura
y equipamiento, son aprovechadas por los titulares de dos o más unidades
condominales, que coexisten en un mismo predio.
2. En atención a la distribución de las áreas privativas y comunes el condominio
puede ser:
e
a) Horizontal: cuando a cada condómino le corresponde como área privativa una
fracción o lote del predio, con su edificación e instalaciones.
b) Vertical: cuando la totalidad del predio es bien común y una misma estructura
ld
Posesión significa "tener", "poseer" físicamente una cosa o bien material. También
se puede poseer un derecho sobre cosas intangibles o inmateriales.
e
persona ejerce sobre una cosa, y por extensión, sobre un derecho; es decir, la
posesión no es sino la tendencia material de una cosa.
Decimos que esa posesión es “en concepto de dueño” cuando la misma se
M
tiene de modo originario y no derivado, esto es, por virtud de un acto jurídico por
medio de la cual se transmitió esa posesión; por ejemplo, el arrendatario tiene
102
una posesión derivada, proveniente del contrato de arrendamiento, por lo cual
nunca puede prescribir contra el dueño o arrendador de la cosa.
M
Es “pública” la posesión cuando de ella se disfruta con conocimiento de
todos, de modo que no haya ocultación de esa posesión.
AA
La posesión es “continua” cuando no es interrumpida por actos que la
hagan perder voluntaria o forzosamente.
Finalmente, es “pacífica” cuando dicha posesión ha sido tomada sin ningún
género o modo de violencia.
El segundo elemento en la usucapión consiste en el transcurso del tiempo,
e
el cual varía según se trate de bienes muebles o inmuebles, y de sí la posesión es
de buena o mala fe.
as
La concurrencia de ambos elementos, en perfecta armonía, integra la
situaciones.
e
La posesión puede definirse como una relación o estado de hecho que confiere a
una persona el poder exclusivo de retener una cosa para ejecutar actos materiales
ld
forma exclusiva.
El segundo elemento de la posesión, de carácter psicológico, denominado animus,
consiste en ejercer los actos materiales de la detentación con la intención de
conducirse como propietario, a título de dominio.
M
103
apropiación, pueden ser poseídos.
En la posesión de los derechos es necesario distinguir dos cosas completamente
M
distintas: poseer una cosa por virtud de un derecho, o bien poseer un derecho en
sí.
En los derechos reales la primera forma consiste en poseer una cosa por virtud de
un derecho real. Es la posesión que tiene el dueño como consecuencia de la
AA
propiedad; es la posesión del usufructuario sobre la cosa objeto del usufructo
como consecuencia de su derecho real, y así sucesivamente.
La segunda manera se presenta cuando se posee un derecho real en sí mismo,
consiste en gozar de ese derecho ejercitando todos los actos que implican su
ejercicio efectivo, téngase título o no. En esta segunda forma, puede tenerse la
posesión del derecho real sin tener el título que legítimamente acredite ese
derecho. En cambio en la primera forma la posesión de cosa como consecuencia
e
de un derecho real legítimamente adquirido.
La posesión de los derechos reales siempre traen en forma indirecta la posesión
de las cosas, porque si alguien se ostenta como usufructuario es con relación a
as
una cosa respecto de la cual ejecuta actos como si fuera usufructuario.
En concordancia con el Código Civil vigente: la posesión es un poder físico que se
ejerce en forma directa y exclusiva sobre una cosa para su aprovechamiento total
o parcial, o para su custodia, como consecuencia del goce efectivo de un derecho
Cl
real o personal, o de una situación contraria a derecho.
La posesión se adquiere normalmente cuando se reúne en una misma persona el
hábeas y el animus. Este es el caso perfecto de la posesión.
La posesión puede perderse cuando faltan los dos elementos, pero también,
cuando falta alguno de ellos
a) Ausencia de los dos elementos, como ocurre en el abandono de cosas.
e
b) Pérdida de la posesión por falta de animus. Esto ocurre, en primer lugar, en los
contratos translativos de dominio, cuando se retiene la cosa, pero se transfiere la
propiedad.
ld
c) Por último puede perderse la posesión por la perdida del hábeas, aun
conservando el animus, y esto ocurre en casos muy especiales: en el que ha
perdido una cosa no tiene el habeas, y sin embargo, sigue conservando el animus,
porque tiene el propósito de encontrarla y no renuncia a su propiedad.
ria
PERDIDA DE LA POSESIÓN
104
Se pierde la posesión en los siguientes casos:
M
1. Al abandonar la cosa poseída;
2. Cuando se cede el bien que se posee;
3. Por la pérdida o destrucción del bien;
AA
4. Por orden o resolución judicial;
5. Por expropiación a causa de utilidad pública.
e
recuperarla de un tercero de buena fe que la haya adquirido en almoneda de un
comerciante que en mercado público se dedique a la venta de objetos de la misma
especie.
as
Sin rembolsar al poseedor el precio que hubiere pagado por la cosa. El
recuperante tiene el derecho de repetir contra el vendedor
Cl
LA POSESIÓN SEGÚN LOS ROMANOS
La posesión era concebida por los juristas romanos como una imaginen
dominni (imagen del dominio), pero la interpretación de sus textos aparece
bastante confusa.
e
En el derecho romano se conocieron las especies de posesión siguientes:
La mera detentación (possesio naturalis); Que carecía de efectos jurídicos;
ld
cosa el que ejerce sobre ella un poder de hecho. Sin embargo, cuando se
demuestre que una persona tiene en su poder una cosa en virtud de la situación
de dependencia en que se encuentra respecto del propietario de esas cosa y que
la retiene en provecho de este en cumplimiento de las ordenes e instrucciones
M
105
NATURALEZA Y FUNDAMENTOS DE LA POSESIÓN.
M
La doctrina a manifestado desde los tiempos mas antiguos hasta los más
modernos una confusión enorme acerca de la naturaleza de la posesión, pues
mientras unos tratadistas verdaderamente ilustres se muestran partidarios de la
tesis de que es un hecho, otros, no menos prestigiados, los son de la que
AA
defiende que es un derecho, sin que falte tampoco la posición eléctrica.
La posesión era concebida por los juristas romanos, como una “imagen del
dominio”; pero la interpretación de sus textos parece bastante confusa.
Planiol y Ripert. Definen la posesión como un estado de hecho que
consiste en retener una cosa de modo exclusivo y en realizar en ella los mismos
e
actos materiales de uso y disfrute que si fuera propietario de ella el que los
realiza.
as
Rojina Villegas. Dice que “la posesión puede definirse como una relación o
estado de hecho que confiere a una persona el poder exclusiva de retener una
cosa para ejecutar actos materiales de aprovechamiento, animus dominii, o como
consecuencia de un derecho real o personal o sin derecho alguno.
Cl
La posición eléctrica ala que hemos aludido tiene también defensores de
gran autoridad para ellos, la posesión es la facultad de goce en nombre propio de
una cosa o derecho legitimado por una situación de hecho que establece una
presunción legal favorable al que la ejerce.
El análisis de la posesión, según los partidarios de la posición eléctrica, en
e
torno a su naturaleza, conduce a reconocer que en ella existe un elemento de
hecho y un elemento de derecho, perfectamente diferenciados e incapaces de
confusión, pero también íntimamente ligados entre si. No se trata, según esta
ld
En realidad, como escribe Castan La posesión es un estado de hecho
tutelado por la ley, que le reconoce consecuencias jurídicas y, por ello, es
aceptable la opinión de Savigny que resolvía ya el problema diciendo que la
posesión originariamente es un hecho, pero que por las consecuencias jurídicas
atribuidas al mismo y que por que hay casos que en los que el derecho del
e
106
La posesión produce un efecto general y otros particulares. De la posesión
M
se deriva el efecto general de obtener la protección jurídica que corresponde a
este derecho y los efectos particulares referentes a sus diferentes especies.
El efecto general, o sea el de la tutela de la posesión, se traduce en que
AA
todo poseedor sea mantenido de la posesión contra aquellos que no tengan mejor
derecho a poseer. Desde el punto de vista legal se considera mejor la posesión
que se funda en el titulo y cuando se trata de inmuebles la que esta inscrita; A falta
de titulo, o siendo iguales los títulos, la más antigua.
Si las posesiones fueran dudosas, se pondrá en depósito las cosas hasta
que se resuelva a quien pertenece la posesión
e
El Código Civil no contiene, en realidad, disposiciones directas, que
deberían estimarse necesarias, acerca de los modos de adquirir la posesión
as
limitándose a decir que puede adquirirse por la misma persona que va a
disfrutarla, por su representante legal, por su mandatario o por un tercero sin
mandato alguno, caso este último en el cual no se entenderá adquirida hasta que
la persona en cuyo nombre se haya verificado el acto posesorio lo ratifique; y que
Cl
la posesión según la función legal que reconoce al afecto, se sigue disfrutando en
el mismo concepto que se adquirió, a menos que se pruebe que ha cambiado la
causa de la misma
CLASES DE POSESIÓN
e
Partiendo de la realidad vigente en México, la posesión puede clasificarse
con arreglo a los criterios siguientes: desde el punto de vista de la intención, en de
buena fe, de mala fe y delictuosa; por la procedencia en originaria y derivativa;
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v El de que se le abonen todos los gastos necesarios, lo mismo que los útiles,
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teniendo derecho de retener la cosa percibida hasta que se haga el pago.
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v El de retirar las mejoras voluntarias, si no se cause daño en la cosa
mejorada o reparando el que se cause al retirarlas
v El de que se le abonen los gastos hechos por el, para la producción de los
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frutos naturales o industriales que no hace suyos por estar pendientes al
tiempo de interrumpirse la posesión; teniendo derecho al interés legal sobre
el importe de estos gastos desde el día en que los haya hecho
1. Posesión de Mala fe.
Es poseedor de mala fe el que entra ala posesión sin titulo alguno para poseer
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y el que conoce los vicios de su titulo. El que posee por menos de un año, a
titulo traslativo de dominio y con mala fe, siempre que no haya obtenido la
posesión por un medio delictuoso, esta obligado:
as
Restituir los frutos percibidos
2. Posesión Delictuosa.
B. Clasificación Por la Procedencia
1. Posesión originaria.
ria
2. Posesión Derivada
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jurídicos en virtud de los cuales son poseedores, en todo lo relativo a los
frutos, pagos de gastos y responsabilidad por perdida o menoscabo de la
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cosa perdida
C. Clasificación Por la Forma de Adquisición y Disfrute.
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1. Posesión Pacífica.
Es la adquirida sin violencia
2. Posesión Continua.
Es la que no se ha interrumpido por ninguno de los medios admisibles para la
interrupción de la prescripción.
e
La noción de continuidad con referencia a la posesión es relativa, y para
precisarla en los casos concretos hay que tener en cuenta, sobre todo, la
naturaleza de la cosa o del derecho.
as
3. Posesión Pública.
Es la que se disfruta de manera que puede ser conocida por todos, y la que
esta inscrita en el registro de la propiedad es decir, la que se tiene con
Cl
publicidad. El que posee en concepto de dueño por más de un año, pacífica
continua y públicamente, aunque su posesión sea de mala fe, con tal que no
sea delictuosa tiene derecho:
A las dos terceras partes de los frutos industriales que haga producir
a la cosa poseída, perteneciendo la otra tercera parte al propietario, si
e
reivindica la cosa antes de que se prescriba
A que se le abonen los gastos necesarios y a retirar las mejoras
útiles si es dable separarlas sin detrimento de la cosa. No tiene derecho a
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La defensa de la posesión tiene como fundamento el interés conjunto del
poseedor y de la colectividad los medios de defensa en nuestros derechos son
amplísimos, pero sin llegar a los extremos de otros códigos en que se
concede hasta la autodefensa en algunas cosas, para que el poseedor tenga
derecho al interdicto de recuperar la posesión se necesita que no haya pasado
e
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El objeto de esta acción es poner termino a la perturbación, indemnizar al
poseedor, y que el demandado afiance no volver a perturbar y sea conminado con
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multa o arresto, para el caso de reincidencia la procedencia de esta acción
requiere: que la perturbación consista en actos preparatorios tendientes
directamente a la usurpación violenta o a impedir el ejercicio del derecho que se
reclame dentro de una año y el poseedor no haya obtenido la posesión de su
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contrario por fuerza, clandestinamente o a juego.
Los modos en que se puede adquirir la propiedad son los siguientes: por
Ocupación, Accesión, Cesión y Enajenación, Usucapión o Prescripción Positiva y
e
por Herencia. Expliquemos cada una de ellas.
Ocupación
as
Solamente algunos bienes pueden ser objeto de ocupación con fines de adquirir
su Propiedad, ya que un bien sólo puede ser objeto de ocupación cuando carece
de dueño, por lo tanto, los bienes inmuebles no pueden ser objeto de ocupación,
Cl
debido a que todos los inmuebles, como son los terrenos y edificios, siempre
tienen dueño, pues indudablemente que todos los terrenos y demás inmuebles
son propiedad de particulares; y todos aquéllos, cuyo dueño no sea un particular,
pertenecen al Poder Público: Federación, Estados o Municipios.
Tenemos, por consiguiente, que únicamente algunos bienes muebles pueden ser
e
objeto de ocupación como medio de adquirir su propiedad. Como ejemplo de lo
anterior, podemos citar como bienes que son susceptibles de ocupación: los
animales apropiados por el derecho de caza y de pesca; las perlas, mediante el
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buceo, los panales o colmenas, los tesoros cuyo legítimo dueño se desconozca.
Accesión
ria
Un ejemplo de Accesión artificial sería cuando una persona hace mejoras en una
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efecto de corrientes de agua o de algún otro fenómeno natural.
M
Cesión y enajenación
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y la Donación.
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La Usucapión o Prescripción Positiva, es un modo de adquirir la propiedad, para lo
cual se requieren dos elementos o factores:
as
a) La posesión del bien con el ánimo de propietario, y
b) El transcurso del tiempo establecido por la ley según el caso de que se trate.
En este caso, para que la posesión sea válida, se requieren los siguientes
requisitos:
Cl
a) El poseedor debe poseer el bien en calidad de dueño;
b) La posesión deber haberse adquirido sin violencia, por lo tanto, deber ser
pacífica;
c) Deber poseerse el bien en forma continua, y
e
d) Deber ser pública, es decir, que el que posee un bien debe hacerlo
públicamente y no en forma clandestina.
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pago en los plazos señalados por la ley o el titular no ejerza su derecho real.
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sobre una cosa durante cierto tiempo.
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Este tipo de prescripción es contrario al del carácter negativo, que será
estudiada posteriormente, como forma de extinción de obligaciones.
Para que opere, pues, la prescripción positiva como medio de adquirir la
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propiedad sobre un bien, se requiere la concurrencia y satisfacción de las
siguientes exigencias:
La posesión de la cosa
Que dicha posesión sea un concepto de dueño, pública, continua y pacífica
El transcurso del tiempo
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El término o plazo para prescribir positivamente puede interrumpirse o
suspenderse, en los casos que la ley señala; cuando hay interrupción el tiempo se
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inhabilita y si solo se suspende, el término corrido opera y puede reanudarse, una
vez cesada la causa de suspensión.
La prescripción no puede comenzar, ni correr, de conformidad con lo que el
Código Civil establece:
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Entre ascendientes y descendientes, durante la patria potestad respecto de
los bienes a que los segundos tengan derecho.
Entre consortes.
Mientras dure la tutela, entre los incapacitados y sus tutores o curadores.
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Entre copropietarios o coposeedores, relativamente al bien común.
Contra los ausentes que se encuentren desempeñando un servicio público.
Finalmente; contra los militares en servicio activo en tiempo de guerra.
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La prescripción se interrumpe, de acuerdo con la misma ley:
Cuando el poseedor es privado de la posesión por mas de un año
ria
La Herencia
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Esta forma de adquirir la propiedad surte efectos por causa de muerte del testador
que cedes sus bienes y derechos a sus herederos.
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