Comentario Canción Del Ayer de Aurelio Arturo
Comentario Canción Del Ayer de Aurelio Arturo
Comentario Canción Del Ayer de Aurelio Arturo
Aurelio Arturo Martínez, publica el poema “Canción del ayer” en el año 1932 y el
contexto de Colombia en esa ápoca se centra en el intento de salir o recuperarse de la catástrofe
monetaria que dejó la Gran Depresión, evento desmedido que sucede en Estados Unidos el cual
afectó la economía de manera global, al mismo tiempo, los liberales del país se encontraban
celebrando el triunfo de Olaya Herrera, también, se había convertido en ley de la república la
reforma electoral que garantiza la pureza de los comicios y la transparencia del escrutinio
(Muñoz, et al. 2011). El país estaba en un ambiente caótico por la crisis económica y respecto a la
parte política los conservadores estaban alterados y heridos por la derrota, acontecimientos que
apuntan a una vida estresante y movida, sin tiempo para respirar o disfrutar de paisajes, aún más
en la capital.
El contexto y la biografía del autor influyen en el análisis del texto, por lo tanto, la
investigación que se realizó es pertinente, útil y necesaria.
El poema titulado: “Canción del ayer” posee siete estrofas que presentan una métrica,
rima y ritmo libres, no se encuentra sujeto a ninguna regla o norma de creación formal. Los temas
que se perciben en la lectura del poema son: la naturaleza, la infancia, el dolor, la nostalgia, la
familia y la memoria.
La naturaleza como el viento, la noche, el bosque, son parte fundamental del cuerpo del
poema, cabe mencionar que es característico de Aurelio Arturo recurrir a temas semejantes, los
cuales, en cierta medida, son la firma para distinguir sus creaciones, el resaltar la belleza del
ámbito natural es propio del joven de provincia. La infancia es otro tema que se encuentra a lo
largo de la creación, la descripción de la escena que se presenta en el poema forma parte de los
recuerdos de una infancia lejana que toma un giro triste y nostálgico, el cual se evidencia por la
presencia de elementos como la niebla y la oscuridad. En el verso “Un largo, un oscuro salón, tal
vez la infancia”, se ejemplifica la infancia como un tiempo oscuro, el estado y condición de ese
tiempo se transmite como una etapa de poca luz. Sin embargo, para contrarrestar el planteamiento
de la infancia como algo meramente nostálgico se culmina con la siguiente estrofa:
Las claves estéticas que resaltan en el poema se entrelazan con el modernismo, así como
con el romanticismo, sin embargo, se presentan de forma diluida. Entre los elementos que se
heredaron del romanticismo se encuentran: las damas vaporosas; asimismo, los caballeros, los
reyes, las reinas y las hadas, delicados niños y niñas; rubíes y topacios: todos estos elementos se
evidencian en las composiciones de Morada al sur (Gomes, 2001). “Canción del ayer” forma
parte de Morada al sur, por lo tanto, si se analiza el poema se logra identificar la presencia de
uno de los elementos mencionados, por ejemplo, en el siguiente verso: “llenaba de ángeles de
música toda la vieja casa” utiliza a los ángeles como niños delicados, con una imagen sublime y
hermosa al ser de música, de la misma forma, se aprecia el mismo elemento en la comparación
que hace de su hermano Vicente con un ángel.
Es interesante la nula inclinación por una corriente literaria en específico, si bien tiene
influencias modernistas en ese momento son catalogadas como “tardías” o “desactualizadas”
porque en la época de publicación del poema estaban presentes: el nihilismo y el
experimentalismo, corrientes por las que pudo ser influenciado. Si se toma en cuenta el contexto,
la soledad rondaba al autor, se encontraba aislado en Bogotá, un joven solitario, lejos de su hogar,
anhelando trasladar su cuerpo al instante en que su madre tocaba el piano para dar luz a un
momento trágico como la pérdida de su hermano menor. Es notable, único, auténtico, enfocarse
en lo que se desea expresar sin tomar en cuenta las corrientes que dominaban la poesía en ese
tiempo, no hay nada más sincero que un poema para soltar el dolor porque logra conectar con el
lector a través de la palabra precisa, hermosa y oscura, con destellos de luz y tristeza, un ir y
venir de emociones que no saturan el escrito, le dan un toque personal, íntimo. Es admirable,
asombroso que el autor se haya perdido en las reminiscencias para desahogar las penas.
Por otra parte, el lenguaje utilizado permite que haya un asombro, es maravilloso
imaginar una escena compuesta por “un ángel de música” ese ejercicio mental que otorga al
lector es hermoso. En el mismo sentido, el lenguaje que se emplea para describir la naturaleza
permite que el lector pase a formar parte de la escena, que se traslade a un momento donde la
noche sea tibia, sea acogedora. Otro ejemplo del uso del lenguaje se evidencia en los siguientes
versos:
Versos en los que aparece la figura literaria símil, pero se encuentra empleada de una
manera hermosa, esta es otra imagen que se desea destacar por el impacto que causa al momento
de leerla y aún más en su relectura. Para quien ama los pequeños detalles de la vida, Aurelio
Arturo se transforma con facilidad en un poeta querido, diáfano, sutil y encantador, es un poeta
que gana más en la relectura, se disfruta ahondar en la semántica de los signos lingüísticos que
proporciona en su creación. Es de gran satisfacción atar los cabos sueltos y forjar una opinión
sobre el poema.
Finalmente, cabe destacar que la poesía de Aurelio Arturo es apta para todo tipo de
público, qué niño no quisiera imaginar un ángel de música, un adulto también necesita agregar
brillo a su imaginación y alguien joven conectar con la naturaleza, disfrutar de los sonidos,
texturas y olores que esta ofrece, un foráneo necesita rememorar su hogar, su espacio que resulta
reconfortante y cálido.
Referencias
Espejo, G. (2016). La poesía de Aurelio Arturo: un soplo vivo del viento. [Magister de
literatura. Universidad de los Andes].
https://repositorio.uniandes.edu.co/bitstream/handle/1992/13618/u728738.pdf?sequence=1
Muñoz, C., & Suescún, M. (2011). Memorias de las décadas de 1930 y 1940 en
Colombia. Revista de Estudios Sociales, (41), 160-166.