Historias Bíblicas de Ruth y Esther
Historias Bíblicas de Ruth y Esther
Historias Bíblicas de Ruth y Esther
Karla Arteaga
C.I. 18.253.122
4to año Derecho UC
La Historia de Ruth trata sobre una familia que vivió durante el tiempo en que
Israel tuvo jueces. Rut es una joven del país de Moab; no pertenece a Israel, la
nación de Dios. Pero cuando Rut aprende acerca del Dios verdadero, Jehová, lo
ama mucho. Noemí es una señora mayor que ayudó a Rut a conocer a Jehová.
Un día Noemí decide volver a su propia gente, un viaje largo. Rut y Orpa quieren
estar con ella, y la acompañan también. Pero después de algún tiempo en el
camino, Noemí les dice a las jóvenes: ‘Vuélvanse al lugar de donde vinieron y
quédense con sus madres.’ Al fin las dos mujeres llegan a Israel. Se establecen
allí. Rut en seguida empieza a trabajar en los campos, porque es tiempo de
recoger la cebada. Un hombre llamado Booz le deja recoger cebada en sus
campos. ¿Sabes quién era la madre de Booz? Era Rahab, de la ciudad de Jericó.
Un día Booz le dice a Rut: ‘He oído mucho de ti, y de lo bondadosa que has sido
con Noemí. Sé que dejaste a tu padre y a tu madre y tu propio país y has venido a
vivir entre un pueblo que nunca antes habías conocido. ¡Te deseo que Jehová sea
bueno contigo!’ Rut contesta: ‘Eres muy bondadoso conmigo, señor. Me has
hecho sentir mejor por las buenas cosas que me has dicho.’ A Booz le agrada
mucho Rut, y poco tiempo después se casan. ¡Qué feliz hace esto a Noemí! Pero
Noemí se siente más feliz todavía cuando Rut y Booz tienen su primer hijo,
llamado Obed. Después Obed llega a ser el abuelo de David; de este David
después aprenderemos más.
La Biblia relata, además del proceso por el que pasa Ester para llegar a ser reina,
el valor y la fe que tiene en Adonay, al querer salvar a su pueblo, a pesar de
sacrificar su posición como reina, e incluso arriesgar su propia vida. Ester aparece
en la Biblia como una mujer que se caracteriza por su fe, valentía, preocupación
por los demás, prudencia, autodominio, sabiduría y determinación. Ella es leal y
obediente a su primo Mardoqueo, y se presta a cumplir su deber de representar al
pueblo judío y alcanzar la salvación. En la tradición judía se la ve como un
instrumento de la voluntad de Dios para evitar la destrucción del pueblo judío, para
proteger y garantizar la paz durante el exilio.