H DEL Arte - TEMA 4 Escultura Romana

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TEMA 4. LA ESCULTURA ROMANA: EL RETRATO Y EL RELIEVE.

1. Caracteres generales.

Las influencias del arte romano son:


 Las culturas itálicas primitivas.
 El arte etrusco.
 El arte griego.
La escultura fue más dependiente de la griega que la arquitectura (en
idealización, canon, etc.). Pero hay una excepción en el retrato, pues la tradición
etrusca de representar vivamente a los muertos se conservó a través de las
mascarillas de cera que los romanos guardaban de sus antepasados; así este interés
por el realismo, tan opuesto al idealismo griego, es la mayor singularidad de la
escultura romana. También se manifiesta esta influencia en su interés por la
Historia, e incluso por lo anecdótico (inspirados en los rótuli, libros de carácter
narrativo).
El influjo griego se manifiesta, sobre todo, en el sentido de la idealización del
retrato que se centra en círculos elegantes y vinculados al poder.
Los materiales. Los escultores romanos trabajaron principalmente el mármol
(muy abundante en Italia), también se fundieron muchas esculturas en bronce (desde
estatuillas a obras gigantescas). Pero puede decirse que todos los materiales fueron
tallados por los romanos: desde la madera a las piedras más duras y ricas. En cuanto
a la técnica, se sirvieron del trépano para las labores más profundas.
El tema predilecto de la escultura romana va a ser el hombre, pero como
ciudadano, no idealizado como héroe (tal y como se le representa en Grecia). El
hombre aparece concebido en función de su categoría social. No se interesan apenas
por la belleza del cuerpo humano. Por esta razón, el artista no es imaginador de
formas e ideales, sino que es un funcionario que hace estatuas no para lucir su estilo,
sino para honrar a las autoridades; así en las escultura no se admira al artista, sino a
los gobernantes. Toda la estatuaria nos habla de la grandeza política de Roma, de ahí
el anonimato de los artistas.
La escultura romana destaca en el retrato y en el relieve histórico. También al
difundirse el rito de inhumación de cadáveres, los romanos siguieron la tradición
etrusca de los sarcófagos. Éstos se adosan a las paredes, decorando los tres frentes
que resultan visibles. Se representaban temas religiosos con significado mortuorio,
haciéndose una talla honda. Se labran generalmente en mármol, e un solo bloque,
pese a lo cual algunos tienen un tamaño gigantesco.
También hay que contar la decoración arquitectónica, predominando los temas
de carácter botánico (róleos, guirnaldas, palmetas, etc.) de origen helenístico, pero
ejecutados en una talla finísima que evoluciona hasta formas más plásticas y
abultadas. También las labores escultóricas afectaban al mobiliario.
La escultura animalística romana nos ofrece obras de gran realismo,
esculpiéndose la fauna más variada de tierra y mar, en los materiales que más
parecido guardaban con el animal representado.

2. Principales géneros escultóricos romanos.

2.1. El retrato.

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Es más realista que el griego. Recibe influencias del período helenístico, del
retrato etrusco y de las “imagines maiorum” (mascarillas de cera de los difuntos que
se guardaban en el vestíbulo de la casa en recuerdo de los antepasados y que a veces
servía de modelo para un retrato post mortem): las tres favorecieron el desarrollo del
retrato romano realista, que es el género preferido en Roma.
Se cultiva de cuerpo entero, de pie, sedente (propio de la mujer) y ecuestre
(prerrogativa imperial) o sólo de la parte superior del cuerpo (busto). Hasta tiempos
de Augusto el busto sólo comprende hasta el cuello. En el siglo I se va alargando
hasta comprender ya parte del pecho y los hombros. A fines de la centuria siguiente
se esculpen ya bustos de media figura. Aunque hoy los vemos monocromos, los
retratos romanos se policroman hasta el siglo II. Al imponerse desde esa fecha la
monocromía i quedar el globo del ojo en blanco, se inicia la costumbre de rehundir
la parte de la pupila.
En general, los emperadores aparecen ataviados de diversas maneras: con la
armadura de guerrero (imagen toracata, como el Augusto de Prima Porta) o con la
toga de los patricios (imagen togata, como el Augusto de Vía Labicana –o el que
hay en el Teatro Romano, encontrado en las inmediaciones del foro-), o
semidesnudos (como esculturas semidivinizadas).
En la época republicana son retratos de tono fuerte, enérgico y decidido. El
interés se centra en la cabeza, con pelo corto, muy plano de talla, casi sin peinar y
sobre todo en la cara: sin ocultar los defectos, de gran realismo, reproduciendo
arrugas y expresiones severas. Destacan los retratos de César y el grupo Barberini.
Luego, el papel predominante que en la vida romana desempeña el emperador
tiene su inmediato reflejo en el retrato. En la época de Augusto se impone la moda
griega con un realismo distinto del de la época republicana, se evitan los defectos y
surge cierta idealización que no impide recoger los rasgos faciales distintivos,
llegándose incluso a la representación divinizada de emperadores: el idealismo no es
esteticista, sino que busca un interés político.

 AUGUSTO DE PRIMA PORTA (libro).

En época flavia se vuelve a la sinceridad y al realismo republicano, llegando el


retratado a tener un aspecto descuidado. El retrato de busto se amplía hasta el pecho
y tienen un movimiento lateral de cabeza, abandonando el frontalismo.
En época de Adriano renace la idealización griega con innovaciones: la
aparición de la barba, la incisión de las pupilas y el iris que proporciona gran
expresividad a los retratos y la prolongación del busto más allá de los pectorales.
Destacan los retratos del emperador y los de Antinoo.
En la época de los Antoninos, la barba aumenta de tamaño y al mismo tiempo la
cabellera e hace más rígida y voluminosa con mayores efectos de claroscuro (retrato
de Cómodo). Destaca el retrato ecuestre de Marco Aurelio, en bronce, con rostro
poco expresivo y melancólico (poco adecuado pues aparece pisando a un bárbaro).
Durante el siglo III comienza la decadencia del retrato aunque se continúe la
tendencia marcada por los Antoninos. Desde la segunda mitad del siglo se
evoluciona hacia la deshumanización y el anticlasicismo, mostrando rigidez, como
en el de Constantino. En la época postconstantiniana los retratos se alejan de la
realidad, preludiando la estilización y el hieratismo bizantino (retrato de los
Tetrarcas).

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De las emperatrices existen hermosos retratos y se aprecia la evolución del estilo
a través del tiempo, sobre todo en el peinado, que evoluciona de la sencillez al
recargamiento.

2.2 El relieve histórico.

Se debe al deseo de eternizar en piedra los triunfos guerreros para que el pueblo
los admire. Su origen procede de oriente (ya se cultivaba en Mesopotamia).
Técnicamente considerado, este relieve romano es de tipo pictórico pues busca
efectos de perspectiva. Las composiciones alcanzan un grado de densidad elevado
concediéndole mucha importancia al paisaje y a lo pintoresco. El sentido narrativo
es el que marca la composición.
De las obras más importantes destacan:
 En época republicana el de Domicio Enobarbo.
 En la de Augusto destacan los del Ara Pacis.
 RELIEVES DEL ARA PACIS (libro).
 En la de los Flavios los relieves del Arco de Tito. Hay dos relieves en el
intradós representando el desfile de los soldados con el botín de guerra
(el candelabro de siete brazos) y la entrada triunfal del emperador en una
cuadriga. La sensación de profundidad está más conseguida que en el
Ara Pacis, con más planos y buscando efectos de claroscuro.
 En el siglo II sobresalen los de la Columna Trajana y los del Arco de
Trajano en Benevento.
 RELIEVES DE LA COLUMNA TRAJANA.
La columna tenía más de 40 metros, 34 de ellos en el fuste decorado. Estuvo
policromado y se situó en el centro del foro Trajano diseñado, según parece, por
Apolodoro de Damasco. Se erigió para custodiar en su basamento una urna de oro
con las cenizas del emperador. Esta obra representa en un relieve continuo de más
de 200 metros, desarrollado en forma helicoidal en el fuste la campaña del
emperador Trajano contra los dacios. Narra distintos momentos y se han de leer de
abajo a arriba: desde que las tropas del emperador cruzan el Danubio, pasando por la
construcción del campamento, la batalla, hasta el suicidio del caudillo dacio
Decébalo. La estructura de la obra se inspira en unos libros antiguos de época
republicana, los rótuli, que se ilustraban de forma descriptiva. Los relieves se
desarrollan también de forma continua, sin facetar, a modo de secuencias
cinematográficas desde la base hasta el capitel. Se combina distintas gradaciones del
releve para dar sensación de profundidad (schiacciatto). Prevalece una combinación
de perspectivas, que supedita lo real a lo informativo: si ha de representar un
campamento, lo representa de perfil para ver la empalizada y de un punto de vista
más alto para ver dentro a los soldados. Todos las vestimentas y armas aparecen
representadas con minuciosidad.

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