La Implementación de Sistemas Por Competencias
La Implementación de Sistemas Por Competencias
La Implementación de Sistemas Por Competencias
organizacional
Experiencias y estrategias para la acción
2. MARCO REFERENCIAL
Desde mediados de la pasada década, la región atestiguó una serie de experiencias relacionadas
con la irrupción del enfoque de competencia laboral en la formación técnico profesional.
Varios países y sus respectivas autoridades desde los ámbitos de la educación y el trabajo,
iniciaron actividades tendientes a familiarizarse o probar una aproximación a la formación centrada
en el concepto "competencia" más que en el de "calificación".
Desde México hasta Argentina y en muchos de los países del Caribe, se han llevado a cabo
diversas actividades de capacitación de funcionarios y la posterior aplicación de experiencias de
trabajo con dicho enfoque. Estas aplicaciones han tenido un amplio espectro que abarca no
solamente a las instituciones de capacitación públicas y privadas; las instituciones educativas en la
órbita de los Ministerios de Educación; sino también las acciones de formación y desarrollo de
recursos humanos que se ejecutan desde la gestión administrativa de muchas empresas y el
diseño y puesta en marcha de programas de formación concebidos dentro de las políticas activas
de empleo que emprenden los Ministerios del Trabajo.
Las instituciones de formación han aprovechado este nuevo enfoque para organizar sus
tradicionales sistemas de acercamiento al sistema productivo, identificación de necesidades de
formación e implementación de programas y currículos actualizados. Las empresas que han
adoptado el modelo de competencia logran mejorar sus métodos y procedimientos para la
descripción de las funciones y ocupaciones así como disponer de criterios más claros para la
selección, remuneración y evaluación de las capacidades de sus colaboradores. Los Ministerios de
Educación han emprendido reformas; inicialmente en el nivel medio técnico y después,
gradualmente han avanzado hacia los niveles de educación básica definiendo los ciclos educativos
con base en las competencias que desarrollan más que en los años que transcurren. Más
recientemente esta creciendo una concepción de cobertura global orientada a la apertura de un
solo camino educativo a lo largo de la vida para hacer realidad el concepto de educación
permanente, eliminar las interrupciones entre la educación y la formación profesional y entender la
educación y la formación como un solo tronco generador de competencias de diferente índole que
no por educativas excluyen el trabajo y no por formadoras excluyen lo educativo.
Desde los Ministerios de Trabajo y desde los Ministerios de Educación con sus respectivas
instituciones ejecutoras; desde las cada vez más numerosas instituciones privadas de capacitación
e incluso desde organismos formativos conformados por iniciativa de sindicatos; se están
desarrollando programas de formación y de certificación de competencia laboral.
Esta nueva perspectiva ha servido también para reeditar viejos anhelos como el de un mayor
acercamiento entre la escuela y la empresa o dicho de otro modo entre la educación y el trabajo. El
tendido de caminos que comuniquen la vía de la educación académica con la vía de la educación
profesional y conduzcan a la configuración práctica del concepto de formación a lo largo de la vida.
Muchas de las experiencias que se vieron a lo largo de los diferentes seminarios y reuniones
desarrolladas por OEI sirvieron como base para que diferentes países e instituciones, compararan,
preguntaran y aprendieran de este enfoque.
Sin embargo; un aspecto crucial en el que se centró el interés de las actividades desplegadas por
el Programa Educación y Trabajo fue el de evidenciar las características que venía tomando la
variable gestión a la luz del empuje ocasionado por la implementación de sistemas de
competencias. Los esfuerzos de difusión de información y de apoyo al crecimiento de experiencias
de aplicación del modelo de competencias rara vez se preocuparon de analizar las instituciones
educativas como organizaciones.
De hecho las variadas experiencias recogidas a lo largo de los diferentes seminarios sirven como
base para iniciar el análisis del impacto que ha tenido el enfoque de competencia laboral en el
modelo de gestión organizacional. Pero debe partirse reconociendo que aún es poco lo que se ha
avanzado, comparado con las múltiples experiencias y aplicaciones piloto en marcha sobre las
fases de las competencias, en el ámbito de la forma en que el modelo de gestión organizacional ha
sido modificado con la irrupción de dicho enfoque.
Con base en el aprendizaje facilitado por las diferentes reuniones celebradas, es posible adelantar
una primera categorización de la influencia del enfoque de competencia en la gestión. Tal
clasificación recorre los ámbitos de la gestión de los recursos disponibles por las instituciones; las
formas organizacionales adoptadas y los procesos de gestión educativa.
Pero también es posible analizar las experiencias con referencia a lo que podemos llamar su nivel
de profundidad en el sentido de si han abarcado solamente la modificación de programas o han
alcanzado un nivel relacionado con una reestructuración institucional o, aún mas; si llegan a
comprender el diseño de sistemas de competencias. A continuación se desarrolla cada una de
estas dos grandes posibilidades de categorización.
Dentro del proceso de la gestión educativa se consideran las acciones conducentes a viabilizar el
ingreso de participantes, su avance y registro a través del proceso formativo y su evaluación y
certificación.
El anterior intento de clasificación de los impactos puede ser complementado con el análisis de la
profundidad con que se asume o se empieza a trabajar en el enfoque de competencia. Esta
profundidad va desde las experiencias que trabajan en la modernización de los programas
formativos hasta las que, pasando por casos de reestructuración de instituciones, llegan a ser
experiencias de conformación de sistemas de formación basados en competencia.
En otros casos, las instituciones abordan procesos de modernización y reestructuración en los que
buscan mejores niveles de eficiencia en su accionar. En tales casos, el enfoque de competencia
laboral se ha tomado como referente para la modernización del diseño curricular y la actualización
generalizada de los programas que ofrece la institución así como la generación de un nuevo
relacionamiento con el medio externo.
No obstante esta propuesta de facilitar un marco de referencia para el lector; estamos seguros que
pueden surgir nuevas aproximaciones analíticas. De hecho, en el siguiente capítulo se incluyen las
diferentes experiencias presentadas a lo largo de los seminarios en Chile, Costa Rica y Guatemala.
El lector podrá apreciar en cada una los rasgos de sus características y profundidad.
En el gráfico 1 se hace una representación que asocia el nivel de profundida de los cambios en la
gestión, su grado innovativo y el compromiso que tienen frente a la gestión de recursos, gestión
educativa y la gestión integral de la organización de formación.
Los cambios en los programas buscando su orientación hacia el enfoque de competencias suelen
ser innovaciones cuya magnitud ciertamente contribuye a un cambio organizacional en el margen.
Usualmente estos cambios no requieren esfuerzos a fondo en aspectos organizacionales como
una eventual reestructuración de las áreas y tampoco de carácter educativo como pueden ser la
implementación de una nueva modalidad de medios o mayores grados de flexibilidad temporal o
contextual en la formación.
En un esfuerzo innovativo medio ubicamos los cambios que afectan la estructura organizacional y,
en el nivel innovativo máximo; aquellas que comprometen la conformación de sistemas nacionales.
Las experiencias de este tipo se refieren usualmente a uno o varios programas formativos dentro
de una institución de formación. Normalmente se intenta actualizar la oferta y en muchos casos se
incursiona en el enfoque de competencias a título de "prueba piloto". Estos casos involucran
acciones de gestión sobre la capacitación de los recursos humanos involucrados y algunas veces
tienen incidencias sobre el diseño institucional o los sistemas nacionales existentes.
A continuación se reseñan algunas presentaciones que tienen una alta relación con esta categoría.
El nuevo enfoque de la formación profesional. Lic. Luis Roberto Rodríguez Villalobos. Instituto
Nacional de Aprendizaje, INA de Costa Rica.
El documento inicia con un claro reconocimiento sobre la importancia que tiene la capacitación del
recurso humano dentro de la ecuación de competitividad de los países. Identifica los principales
cambios acontecidos en el comportamiento del mercado de trabajo y su incidencia en el perfil de
los trabajadores. Repasa los conceptos básicos sobre competencia laboral y sus incidencias en la
formación profesional, las ventajas para la formación profesional y el desarrollo de las fases de
identificación y normalización; formación y certificación de competencias laborales.
La Junta Directiva del INA acordó en 1997 incorporar en la política institucional la normalización,
formación y certificación de competencias laborales. Desde ese mismo año se inició un proyecto
tendiente a aplicar el enfoque de competencias a la formación del INA en el Sector Turismo; al
efecto se contó con la asistencia técnica del Centro Internacional de Formación de la OIT en Turín.
Al finalizar el proyecto el INA cuenta con programas de formación profesional modular en los
subsectores de gastronomía y hospedaje, en las figuras profesionales de: Ayudante de cocina
hotelera, cocinero de hotel, recepcionista, salonero y "bartender". El INA desarrolló un proceso
metodológico para la elaboración de normas de competencia.
N° PROCEDIMIENTO PRODUCTO
1. Análisis de las normas de competencia laboral, por Derivación de contenidos teóricos, prácticos y
área funcional. socioafectivos, por su afinidad técnica.
2. Conformación de grupos de contenidos, por dominio Contenidos agrupados por dominio, según amplitud
de aprendizaje. (temas y subtemas) y secuencia (ordenamiento lógico).
4. Definición de situaciones de aprendizaje, por unidad Situaciones de aprendizaje definidas, según métodos,
modular técnicas, tipos de razonamiento y medios por utilizar
6. Establecimiento de la duración en horas para los Cálculo de tiempo, según actividades de aprendizaje y
objetivos específic. evaluación, cantidad y profundidad de contenidos.
8. Diseño del sistema de evaluación del módulo de Sistema de evaluación con valores porcentuales y
formación cuadro de pruebas por dominio de aprendizaje
11. Elaboración de los elementos del módulo de Componentes curriculares del módulo de formación
formación. definidos.
12. Conformación de los programas de formación Programa de formación conformado por uno o más
profesional modularizados, por fig profesional. módulos de formación
13. Conformación de los planes de formación Planes de formación conformados por uno o más
modularizados, por subsector. programas de formación modularizados.
14. Elaboración de los itinerarios de formación, por Itinerarios de formación, por figura profesional y por
figura profesional y por subsector productivo. subsector productivo.
Es importante anotar que toda la experiencia del INA apunta a la conformación de un Sistema
Nacional de Normalización, Formación y Certificación basado en Competencias Laborales; dentro
del cual se avanzó en el sector Turismo y actualmente se trabaja en la extensión a otros sectores.
Este proyecto fue estructurado para cumplir con el objetivo de "Formular programas de formación
modularizados dirigidos a la formación de instructores, basados en normas de competencia
profesional, con miras a su implementación y ejecución en la formación docente del Instituto y del
Sistema Nacional de Formación Profesional (SNFP).
Al efecto se trabajará en la elaboración y validación del perfil del docente, en la definición de
normas de competencia profesional y en el diseño de programas modularizados para la formación
de docentes del INA y del SNFP.
Las actividades del proyecto están previstas para ser desarrolladas a lo largo del año 2000.
En algunos casos las instituciones han emprendido procesos de reestructuración que implican no
solamente el rediseño de la oferta formativa sino también la estructura organizacional, los modelos
de atención y las formas de relacionamiento con los actores involucrados. Algunas instituciones de
la región han empezado procesos de modernización dentro de los cuales se incluye el enfoque de
competencias como base para la reorganización y rediseño de programas de formación
actualizados.
En cuanto a los impactos en la gestión, estas experiencias inician con amplias acciones en la
capacitación de los recursos humanos vinculados a estas instituciones. Usualmente se llega a la
generación de nuevos recursos de apoyo a la formación y a la implementación de mecanismos
descentralizados para los centros de formación. En la gestión educativa no se tiene aún evidencias
de instituciones que hayan implementado esquemas formación individualizada y más flexible; las
ofertas formativas continúan circunscritas a ámbitos escolarizados.
A finales de 1998, la Junta Directiva del INTECAP nombró una comisión para iniciar el trabajo de la
modernización. Dicha comisión presentó en marzo de 1999 el plan para la modernización del
Instituto, que comprendió la siguiente información: las bases para una modernización del
INTECAP, las bases para la reestructuración orgánica: organigramas a nivel de Unidad, División y
Departamento y el cronograma para la puesta en marcha de la modernización.
Para el desarrollo del proyecto de modernización fueron tomados en cuenta los siguientes
insumos:
Subproceso No. 1 Consistió en: El nombramiento de Jefes de División, Unidad y Departamento, así
como funcionarios que de acuerdo con la Ley Orgánica deben ser nombrados por la Junta
Directiva. Propósito: Disponer del recurso humano responsable de los macroprocesos
institucionales.
Subproceso No. 2 Consistió en: La preparación para el establecimiento de una cultura para la
calidad total. Propósito: Preparación de una cultura organizacional, que desarrolle una conducta
laboral, orientada hacia una visión integral de identificación con la institución y de generación de
valores y actitudes hacia el trabajo, que permitan al INTECAP solidificar la gestión de la calidad
total y su accionar, manteniendo una mejora continua.
Subproceso No. 3 Consistió en: El rediseño de los principales procesos institucionales. Propósito:
Que los futuros responsables de los procesos institucionales, con el apoyo de diferentes jefaturas
que intervienen en el mismo y con la asesoría de expertos en reingeniería, analicen la situación de
los procesos institucionales y propongan para su consolidación al Jefe de la División de
Planificación y de la Unidad de Cooperación Técnica del INTECAP.
Subproceso No. 5 Consistió en: La administración de recursos humanos. Propósito: disponer del
recurso humano idóneo en los distintos puestos que, de acuerdo a la Ley Orgánica y Pacto de
Condiciones de Trabajo, son nombrados por la Gerencia; establecimiento de los perfiles de
puestos y política salarial, acorde a la nueva estructura organizacional.
Subproceso No. 6 Consistió en: La regionalización. Propósito: Definir la partición del territorio
nacional en regiones, que consideren factores de orden geográfico, demográfico, económico, social
e infraestructura, que permitan la descentralización y desconcentración de las actividades
institucionales.
Subproceso No. 7 Consistió en: La consolidación de la imagen institucional. Propósito: Preparar las
bases para que el INTECAP desarrolle su imagen institucional ante los usuarios y población.
A través de esta etapa de modernización institucional, se considera que los principales logros
alcanzados sean:
NORMALIZACION: Para este propósito se integra un Comité que administra y valida el proceso y
Grupos Técnicos (trabajadores de empresas e instructores del INTECAP, especialistas en el área a
normar) responsables de realizar, con asesoría metodológica del INTECAP, las diferentes etapas
de este componente.
EVALUACION: Con el propósito de comprobar si la persona es competente o aún no. Tiene las
siguientes características: Evaluación previa y Evaluación final según norma: Criterios de
desempeño; Evidencias de desempeño; Evidencia por producto; Evidencia por conocimiento;
Evidencias actitudinales; En campos de aplicación determinados.
CERTIFICACION: Acreditar las competencias sin importar donde hayan sido adquiridas. Este
proceso está siendo llevado a cabo por el INTECAP. Se espera conformar una estrategia para que,
a nivel nacional, se reconozca la competencia de los trabajadores guatemaltecos, no importando
en dónde y cómo la hayan adquirido.
En varios países se han desarrollado actividades tendientes a discutir y sentar las bases para el
diseño y la implementación de sistemas nacionales de formación y certificación de competencia
laboral.
Los organismos del nivel ejecutivo definen las normas de competencia laboral para
las ocupaciones propias de su sector. Estas normas se convierten en el lenguaje
común para empresarios y entidades ejecutoras de formación. Bajo su coordinación
se adelantan los análisis de las ocupaciones directamente en las empresas
pertenecientes al sector y se desarrolla el proceso de normalización.
Un tercer nivel se encarga de la operación; esta conformado por todos los agentes
certificadores, evaluadores y las entidades privadas o públicas que ejecutan las
acciones de formación. A esta altura cuentan con insumos, claramente definidos y
avalados por los organismos sectoriales, tales como: normas de competencia,
indicadores de eficiencia y calidad, metodologías de acreditación de calidad,
criterios claros de certificación y un sistema de costos o precios que puede estar
complementado con la presencia de subsidios para facilitar el acceso a los grupos
vulnerables.
CONCLUSIONES PROPUESTAS
Las acciones de ETP no están al alcance de la Crear un sistema de seguimiento de egresados para medir
población que las necesita el impacto de la ETP
La formación integral orientada al trabajo, de acuerdo a Crear y fortalecer los servicios de orientación vocacional y
la demanda social y del sector productivo bienestar estudiantil.
CONCLUSIONES PROPUESTAS
La administración educativa actúa con modelos Taller de consulta nacional sobre la creación de un
deficientes sistema de ETP
Los centros operan sin un plan de trabajo definido Creación de redes locales vinculadas a la ETP
Normas técnicas solo son aplicadas en algunos países Formulación de proyectos educativos en los respectivos
de manera limitada centros
Los actores sociales no contribuyen significativamente Creación del observatorio del mercado labora eficiente y
con los sistemas de ETP, lo cual contribuye a un eficaz
ambiente de desconfianza
Se requiere de una administración flexible, Desarrollar foros nacionales sobre ETP con
descentralizada, y a favor del docente y del estudiante involucramiento de todos los agentes
en vez de atender propios fines
Los centros pertenecen a un sistema centralizado y Establecimiento de criterio, normas y procedimientos que
rígido, con administración vertical y excluyente de los eleven cualitativamente y cuantitativamente la gestión
otros actores sociales gerencial que contribuya a una administración por
objetivos
Esta desarticulación del mundo del trabajo y de la Instrumentar acciones legales, administrativas, financieras
producción sin entradas y salidas laterales, carentes de y pedagógicas que permitan poner en ejecución niveles de
un mecanismo de asesoramiento de la calidad concreción meso y micro curricular
CREACION DE UN SISTEMA INTEGRAL CENTROAMERICANO DE EDUCACION TECNICA
PARA LA COMPETITIVIDAD –SICETCO-
En suma la propuesta de sistema tiende a concebir la posibilidad de que distintos esfuerzos desde
diferentes países puedan de algún modo coordinarse evitando la tradicional dispersión y
superposición de objetivos y actividades.
La representación del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social del Uruguay presentó un
documento reseñando la reciente experiencia de ese país con la realización de un proyecto
encaminado a diseñar y consensuar con los actores sociales las bases para un Sistema Nacional
de Certificación de Competencias Laborales. El proyecto se desarrolló entre 1997 y abril del 2000 a
cargo de la Dirección Nacional de Empleo y con financiamiento del BID (FOMIN)
El diseño del proyecto buscó el logro de objetivos que implicarán un beneficio real al derivarse de
un sistema nacional. Tales objetivos se referían al mejoramiento de la productividad mediante la
formación profesional, desarrollar la empleabilidad de los trabajadores, promover la equidad en el
acceso a los puestos disponibles y en general, mejorar la eficiencia y transparencia en el mercado
de trabajo.
Se estructuró en torno a cuatro líneas de acción: el estudio de los modelos y sistemas de otros
países en Europa y América. El desarrollo de acciones de información y capacitación sobre
competencias dirigidas a personal de la educación y las empresas. La ejecución de experiencias
piloto de normalización, evaluación y formación por competencias en sectores como la hotelería,
teatro y video, construcción. El diseño de las bases para un sistema de competencias laborales.
Un aspecto importante del proyecto lo constituyó la conformación de un Consejo Consultivo
integrado por representantes del sector sindical, empresarial, educativo y gubernamental. También
se contó con representantes técnicos de Cinterfor/OIT. Durante la vida del proyecto, el Consejo se
convirtió en un verdadero laboratorio de diálogo social en torno a la formación a través de un
proceso de trabajo continuo que finalizó en un documento de propuesta con las bases para la
conformación del Sistema.
Entre los diversos componentes que involucra se destaca el desarrollo curricular a través de
módulos basados en competencias, la observación del desempeño de los egresados en el
mercado de trabajo como fuente de actualización curricular el reconocimiento y la certificación de
las competencias desarrolladas dentro y fuera del ambiente educativo. (2)
Emprendimiento
Aprender a aprender
Trabajar en equipo
Responsabilidad con el proceso productivo
Iniciativa para solución de problemas
Conocimiento técnico
Flexibilidad
Creatividad
La nueva enseñanza técnica en el Brasil tiene el doble propósito de formar emprendedores para
una economía en constante reconversión y modernización; así como también el de formar
ciudadanos con capacidades creativas frente a los cambios; ello reconociendo que la educación
necesita ser dotada de flexibilidad, articulación con el mundo del trabajo, un enfoque permanente y
a lo largo de la vida y una ampliación de la oferta y diversificación de la cualificación.
Es por esta razón que se diseñaron itinerarios formativos flexibles que permiten adquirir
competencias perfectamente reconocibles a lo largo del curso. Los cursos flexibles facilitan la
entrada y salida del participante en función de sus necesidades y con competencias claramente
establecidas para cada módulo formativo. La formación se organiza con una concepción más
amplia que la de puesto de trabajo, justamente la de área profesional.
A comienzos del año 2000 formuló una propuesta para el Sistema de Educación Profesional
Basado en Competencias.
El sistema se concibe como un mecanismo de oportunidad social que actúe como un impulsor del
proceso de evaluación y certificación de competencias profesionales para efectos de proseguir y
concluir estudios. El sistema se define para fines de equivalencia escolar en el ámbito de la
formación profesional. Reconoce que las personas adquieren competencias aún fuera de la
escuela y que éstas pueden ser evaluadas y certificadas para fines de reconocimiento profesional,
continuación o terminación de estudios.
La concepción del sistema contiene varios principios fundamentales, entre otros: la participación
efectiva de empleadores y trabajadores en todos los niveles; la articulación permanente entre
educación y trabajo, la flexibilidad, la democratización del acceso, la inclusión de los trabajadores,
la confiabilidad y credibilidad.
El concepto de competencia con el que trabaja es: Acciones y operaciones mentales de carácter
cognitivo, afectivo y sicomotor que movilizan, articulan y ponen en acción los saberes, generando
habilidades o sea, saber hacer. Así se privilegia la idea de dar menos peso a la normalización
demasiado detallada y, en cambio, adoptar los estándares de competencia como indicadores o
referentes para una o más ocupaciones dentro de un área profesional. En este sentido se aproxima
bastante a la definición de las llamadas "competencias clave".
Ing. Miguel Angel Tamayo Taipe, Coordinador General de la Unidad de Apoyo al PMETYC.
Este programa nació por iniciativa de los Secretarios de Educación Pública y del Trabajo y
Previsión Social en Septiembre de 1993. El objetivo del Programa fue señalado como: Mejorar la
calidad de la educación técnica y la capacitación en México, de manera que satisfaga las
necesidades del sector productivo de una forma flexible.
Un aspecto esencial es la búsqueda de "rutas bien organizadas" que permitan una mejor
valorización de los certificados de la educación vocacional frente a los de educación general y
planteen caminos e interconexiones entre unos y otros de modo que, en perspectiva, configuren un
verdadero sistema unificado de calificaciones.
La presentación mostró las relaciones entre los diferentes procesos sustantivos a la Educación
Basada en Normas de Competencia (ENBC) y describió el Consejo Nacional de Normalización y
Certificación de Competencia Laboral CONOCER, organismo tripartito conformado con un
Fideicomiso Público y apoyado presupuestalmente por el gobierno federal.
Fueron descritos también los conceptos de: Comité de Normalización, Sistema de Certificación,
Proceso de Evaluación. Así como los demás componentes del programa a saber: Instituciones
educativas, estímulos a la demanda y sistemas de información, evaluación y estudios.
Fuente: CONOCER
Otro de los componentes del proyecto se orienta a las instituciones educativas con el fin de mejorar
su vinculación con el sector productivo, dotar de mayor flexibilidad a los cursos, desarrollar y
aplicar nuevos métodos de evaluación, reestructurar los programas hacia un modelo modular y
desarrollar acciones de capacitación de evaluadores y certificadores.
Esta presentación abarcó la descripción general del sistema a partir de la Ley de Ordenación
General del Sistema Educativo promulgada en 1990 que se orientó a cumplir con los requisitos de:
responder a las necesidades reales del mundo productivo; ser un puente eficaz que conduzca al
empleo y facilitar el progreso profesional de las personas.
La ordenación básica del sistema educativo a partir de la enseñanza secundaria obligatoria permite
interacciones de inserción laboral en el medio productivo. El modelo adoptado para la formación
profesional reglada incluye niveles profesionales medio y superior de carácter no universitario; su
duración se ubica entre 1.400 y 2.000 horas; se basa en competencias laborales y está diseñada
modularmente.
De hecho el Programa Nacional de Formación Profesional adoptado por España para el período
1998-2002 tiene dentro de sus objetivos la creación del Sistema Nacional de Cualificaciones
considerando la participación de las comunidades autónomas y la integración de la Formación
Profesional con las políticas activas de empleo.
Se incluye aquí la presentación del Sr. Tomás Valdés titulada "La implementación de sistemas por
competencias: Impacto en el modelo de gestión organizacional". Dicha presentación partió con un
breve análisis estructural de la educación técnica, del tipo causa efecto; en el cual a partir de tres
ejes (el marco legal, los recursos y la vinculación social), se presentaron las relaciones de
causalidad para cada uno. Resalta la mención a un marco legal obsoleto, las restricciones
sostenidas en las inversiones y el aislamiento social del sistema dentro de las causas que se
anteceden problemas como la inexistencia de un proyecto pedagógico para la escuela y para los
docentes; la inadecuada respuesta del sistema educativo a las demandas y necesidades sociales y
la desvinculación de la oferta formativa de los requerimientos del sector productivo.
En esta línea de análisis los efectos se dejan sentir en la instalación de una cultura de garantía de
mínimos, el gerenciamiento administrativo de las instituciones, bajo nivel de incorporación
tecnológica a las prácticas educativas, bajo reconocimiento profesional de las titulaciones y la baja
calidad de la inserción laboral de los egresados.
Un análisis similar efectuado sobre la distribución social del conocimiento identifica, entre otros, los
siguientes efectos: disminución progresiva del impacto de la cualificación sobre la categoría
profesional; sustitución progresiva del concepto de carrera profesional por el de inclusión laboral
sucesiva; identificación tardía de los intereses y objetivos profesionales en ocupaciones de baja y
media cualificación.
Analiza el autor los impactos sobre los modelos de gestión en términos de educación para el
trabajo, cultura empresarial e intermediación. En la educación para el trabajo, los ejes de
intervención institucional tienen que ver con la formación misma y la orientación vocacional, el
desarrollo profesional y la carrera profesional. En cuanto a la cultura empresarial, la intervención se
da en términos de formación para empresarios, calidad, innovación, medio ambiente, transferencia
de tecnología, etc. En el ámbito de la intermediación, los ejes de intervención se trazan sobre el
análisis y observación de los mercados de trabajo, los sistemas de intermediación laboral y los
procesos de descripción de puestos, reclutamiento y selección del personal. Traza de este modo
un gran número de ejes que se relacionan con tres principales áreas de impacto en la gestión: la
de educación para el trabajo, la de cultura empresarial y la de intermediación.
También destaca la presentación, aspectos relativos a los impactos sobre los modelos de gestión
del proceso de transformación institucional. En este sentido diferenció ampliamente la gestión de
corte administrativo frente a la gestión social del conocimiento (ver recuadros a continuación).
En la última parte dedicada a los modelos del gestión del cambio, el autor señala dos caminos
extremos para el cambio. Uno, iniciado a partir de una reforma legal que lo prescriba y ordene.
Otro, que comienza en la identificación de experiencias espontáneas que son sistematizadas
generando un marco de reforma el cual, con el debido liderazgo se pone en marcha utilizando
redes de cooperación horizontal. Un tercero es una combinación de los dos extremos en el cual, se
combina la promulgación de una ley con la sistematización de experiencias, generación de
liderazgo y generación de redes de cooperación.
Vistos ya los principales rasgos de cada una de las experiencias y su propuesta de categorización;
este aparte se ocupará de facilitar algunas líneas de análisis a los impactos de la adopción del
enfoque de competencia en el modelo de gestión. Al efecto se desarrollará mediante la
promulgación de diferentes afirmaciones (casi premisas) que fundamentarán el análisis respectivo.
Tales afirmaciones se refieren a la naturaleza del enfoque de competencia y su relación íntima con
la gestión; al enfoque de competencia y gestión de los recursos institucionales; el enfoque de
competencia y la gestión educativa, competencia laboral y diseño organizacional.
Indudablemente la adopción del enfoque de competencias exige nuevas formas de gestión en las
instituciones. Estas nuevas formas envuelven el desafío de desarrollar mecanismos de
administración abiertos que incorporen la cultura del cambio y el mejoramiento continuo. De hecho
la gestión de los recursos humanos debe atender el reto de capacitar y actualizar al personal sobre
el concepto y alcances del enfoque de competencia laboral.
De otra parte se tienen varios impactos en la gestión educativa que encierra los procesos de
ingreso, evaluación y certificación. Ante esto se están planteando verdaderos sistemas de
formación a lo largo de la vida que permitan el ingreso y salida de acuerdo con las necesidades del
participante y que le permitan certificarse progresivamente en distintos módulos elegidos de
acuerdo con sus necesidades.
Formarse a lo largo de la vida también implica que los mecanismos de formación permanezcan
abiertos para futuros reingresos y actualizaciones de los certificados de competencia. Las
distinciones tradicionales entre formación de alumnos por primera vez o de alumnos ya vinculados
al trabajo; mismo las que se hacen en función de jóvenes o adultos, tenderán a uniformizarse y
diluirse sobre la base de los itinerarios formativos basados en competencia laboral.
Introducir el modelo de competencia laboral requiere como todos los procesos de cambio, iniciar
con acciones de capacitación a todos los colaboradores de la institución. En todas las experiencias
de introducción del enfoque de competencia ha resultado relevante iniciar con acciones
conducentes a facilitar la comprensión de todos los involucrados sobre el porqué es necesario el
cambio y cuales son los términos en que cada uno participará. Se requiere una gestión que
fortalezca aspectos como la capacitación y desarrollo permanente de los involucrados en las
actividades de diseño y entrega de la formación.
Es necesario que los funcionarios de las instituciones conozcan y comprendan las razones y
propósitos de los cambios conducentes a incorporar el modelo de competencia. Del mismo modo el
soporte al aprendizaje debe ser brindado mediante la disposición de materiales de divulgación y de
soporte técnico.
Un pilar clave dentro del talento humano disponible por la organización educativa es el docente. La
formación de docentes en los principios, implicaciones y herramientas del enfoque de competencia
laboral es fundamental e indispensable en el proceso de cambio. Es nuevo el rol que cumple el
docente dentro de la formación orientada hacia la generación de competencias laborales. Se trata
de facilitar la transferencia de conocimientos y a la vez activar en el alumno la capacidad de
aprender por si mismo. Los procesos de formación a lo largo de la vida requieren que las
competencias desarrolladas en el alumno lo habiliten no solo para lograr su inserción al empleo
sino también a la vida ciudadana. Como tal el docente debe virar hacia la generación de incógnitas
y problemas que el alumno resuelva y guiarlo en la búsqueda de soluciones en medio de
actividades de inserción en la vida grupal y el trabajo en equipo.
Los rasgos de una organización competente hacen que la institución de capacitación abandone los
antiguos modelos de gestión y recurra a nuevas prácticas signadas por asumir que el cambio es
una constante y generar permanentemente planes de adaptación a las nuevas realidades.
El principal factor para la competitividad de las organizaciones es su gente y cada vez más las
organizaciones se definen como verdaderos equipos competentes. Es claro que, con modelos de
gestión tradicionales, altamente jerarquizados, con poca autonomía y bajos desafíos el modelo de
competencias no pasará de ser una máxima gerencial pero no una realidad implementada.
La gestión financiera de las organizaciones educativas competentes debe reflejar y facilitar
su competitividad y eficiencia
También el acceso de las diferentes unidades ejecutoras a las posibilidades de planificar, gestionar
y evaluar su financiamiento es parte fundamental de los nuevos modelos de gestión. La
descentralización de las atribuciones torna a los ejecutores más conscientes de su papel y de la
necesidad de mantener niveles de eficiencia competitivos.
Quizá esta es una de las más francas áreas de impacto del enfoque de competencia. En las
actuales condiciones del entorno, las instituciones de formación han de avanzar hacia sistemas de
ingreso más abiertos en los que los participantes, de acuerdo con sus disponibilidades e intereses,
puedan acceder según su disponibilidad. En los modelos tradicionales, los momentos de ingreso y
la oferta de acciones formativas están prefijados. Ahora, es otra la necesidad de participantes que
pueden requerir alternar momentos de trabajo y formación y que eligen las acciones formativas
según los ritmos a que desarrollan su propia carrera.
Los participantes deben tener más autonomía no solo para el ingreso sino para la elección de los
módulos (unidades de competencia) en los que desean formarse y certificarse. La oferta por
competencias es abierta y flexible en contraposición a las tradicionales ofertas de cursos que
deben realizarse en su totalidad y no dan opción de salidas ocupacionales previas a la certificación
plena.
El participante debe ser animado a construir su propio itinerario formativo y a recurrir a institución
en busca de una mezcla variada de recursos formativos.
Modelos descentralizados de instituciones en los que a partir de una serie de directrices nacionales
se da pie para que las escuelas o centros desarrollen su propios currículos adaptados a las
necesidades locales; son parte del nuevo significado de temas como descentralización y
autonomía.
La adopción del enfoque de competencias implica para las instituciones un desafío de gestión en el
que se involucran aspectos relacionados con los recursos de toda índole como también la
definición de patrones de organización flexibles y descentralizados.
Tomar la decisión de trabajar por competencias requiere de todo el apoyo desde la alta dirección y
de una claro plan de capacitación de todos los colaboradores en temas que van desde la
conceptualización misma hasta las diferentes técnicas y herramientas de trabajo por competencia.
El trabajo por competencias requiere que la gestión prevea áreas organizacionales que se
encarguen de procesos de identificación de competencias, diseño de programas de formación,
desarrollo de materiales formativos y medios no tradicionales (video, internet, multimedia).
Una institución de formación que adopte el modelo de competencia requiere preparase para
mantener diseños formativos modularizados y esquemas de formación flexibles en los que el
participante tenga más autonomía para decidir en función de su carrera ocupacional y de sus
tiempos y disponibilidades compatibilizadas muchas veces con el trabajo.
La institución de formación que trabaja por competencias está más familiarizada con el diálogo y la
negociación con los actores tanto empresas como trabajadores, quienes tienen que ver con el
diseño y disponibilidad de la oferta formativa.
La otra vía usualmente se concentra en desarrollar aplicaciones piloto en uno o más sectores
ocupacionales; de este modo se busca que, en tanto se desarrollan las actividades de
normalización, formación y certificación para un área específica; se construyan las diferentes
posibilidades de institucionalización. En estos casos la cobertura de las aplicaciones piloto están
centradas en un sector específico y a veces en una empresa o grupo de ellas. Su extensión a nivel
nacional se espera lograr mediante un efecto "demostración" que atraiga a los actores antes que
una legislación nacional. Esta opción tiene que ver también con la disponibilidad de recursos y el
origen de la iniciativa. Se trata casi siempre de iniciativas de sectores empresariales con
financiación restringida a la posibilidad de desarrollar la prueba piloto; todo lo cual apunta a
favorecer aplicaciones de carácter localizado. Casos como estos se registran en los procesos de
normalización que se adelantan en Colombia y Argentina con financiación BID o el del Sector
Hotelero en Brasil que adelanta el Instituto de Hospitalidad.
Esta debería ser una preocupación central de los actores gubernamentales. Un marco nacional de
ocupaciones facilita que los demás agentes dispongan de un referente que organice, describa y
presente los distintos niveles y áreas de competencia que existen en el mercado de trabajo. Se
trata de levantar y obtener la información sobre las competencias que componen las ocupaciones,
ello conlleva la identificación de competencias genéricas que son aplicadas a diferentes ámbitos
ocupacionales con lo cual son altamente transferibles.
UN M.N.O. INCLUYE:
El marco nacional se convierte en una referencia valiosa para los empleadores; quienes participan
en su elaboración y además encuentran allí las descripciones ocupacionales para orientar sus
procesos de selección y capacitación. También los trabajadores encuentran en el marco nacional
de ocupaciones información útil para orientar sus preferencias a la hora de escoger su carrera
laboral. Finalmente los organismos de formación toman el marco como base para desarrollar y
actualizar sus programas formativos.
Finanzas Y Administración
Ciencias Naturales Aplicadas y Ocupaciones Relacionadas
Salud
Ciencias Sociales, Educación, Servicios Gubernamentales, Religión
Arte, Cultura, Recreación, Deportes
Ventas y Servicios
Industria Primaria Y Extractiva
Oficios, Operación de Maquinaria y Equipo de Transporte
Procesamiento, Fabricación y Suministro de Servicios Públicos
Este tipo de instrumentos para la gestión de las competencias en los mercados de trabajo
rápidamente cambiantes significan una mayor transparencia y efectividad en las transacciones de
empleo y capacitación. En las tablas a continuación se muestra un ejemplo de las áreas y niveles
de competencia en un marco nacional de ocupaciones.
Un mayor acercamiento escuela-empresa para mejorar la calidad y pertinencia de la
formación
Cada vez es más claro que, ante la rápidamente cambiante realidad del trabajo, los organismos de
formación requieren acercarse más a las empresas para detectar y responder a sus nuevas
demandas ocupacionales. Del mismo modo las empresas deben participar más activamente en la
formación; no solo como lugares de trabajo en los que se adquieren y se demuestran las
competencias; también facilitando información sobre la conformación de los empleos.
Las modalidades de acercamiento son varias. Desde la tradicional apertura de la empresa como
sitio de práctica y desarrollo de competencias en ejercicio de una función co-formadora; hasta la
participación de representantes empresariales en la elaboración de los perfiles de competencia y el
análisis de los currículos de formación.
Una mayor descentralización y autonomía en las escuelas facilitará que estas estrechen los
contactos con las empresas de su área de influencia para lograr acuerdos en los que nuevas
formas de acercamiento permitan mejorar la pertinencia de la formación y con ello las
competencias de los trabajadores.
Las fronteras entre educación académica y formación profesional se reducen gradualmente
reforzando el concepto de formación a lo largo de la vida
Todavía los mejores, o por lo menos los más utilizados, indicadores para la ubicación en el
mercado de trabajo son los títulos obtenidos en organismos educativos. Pero estos títulos siguen
planteando una separación a veces tajante entre la formación académica y la formación
profesional. En muchos casos los conocimientos y competencias adquiridos durante períodos de
formación profesional no tienen opciones de reconocimiento en las credenciales educativas.
El tiempo de formación y, más aún, las competencias adquiridas fuera de contextos educativos
formales, deberían tener posibilidades de reconocimiento y certificación para la continuación de
estudios de nivel formal. Esta es una de las más claras lecciones aprendidas del esfuerzo que esta
desarrollando la Secretaría de Educación Media Técnica del Ministerio de Educación en Brasil
donde, a partir de la promulgación de la Ley de Directrices Básicas de la Educación en 1996; se
está avanzando en un Sistema Nacional de Certificación que permita a los beneficiarios proseguir
estudios a partir de la certificación de competencias adquiridas aún en el trabajo.
El recientemente lanzado concepto de trabajo decente se concibe entonces ya no solo con las
características de acceso a las garantías y derechos tradicionales; es necesario ahora incluir como
parte de un verdadero concepto de trabajo digno, el acceso a la formación, desarrollo y
reconocimiento de las competencias adquiridas durante los procesos de educación y trabajo.
Allí radica una buena parte del porque, cada vez más, convergen los mundos de la educación y el
trabajo, de la escuela y de la empresa, en la generación de sistemas nacionales de formación que,
con visiones de corte global, apoyen el desarrollo de carrera y el incremento en las posibilidades de
acceso.