Resumen Clase 2 Merged
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PSICOFARMACOLOGÍA
PARA PSICÓLOGAS/OS
Dra. Julieta Wajntraub
M.N: 139.712
CLASE 2
Potencian las acciones del GABA (ácido γ-aminobutírico), principal neurotransmisor
inhibitorio del SNC.
Establecer desde el comienzo una duración estimada del tratamiento. Si no hay una
indicación precisa para una benzodiazepina de alta potencia (clonazepam) es
conveniente, para disminuir el riesgo de generar síntomas de discontinuación, utilizar
las benzodiazepinas de VM más larga y menor potencia. Advertir posible sedación
inicial y el riesgo de conducir.
: El TAG tiene una comorbilidad del 90%. Entre el 40 y el 50% de los pacientes
presentan un trastorno depresivo mayor comórbido, y también es frecuente la aparición
de trastorno de pánico y de abuso de sustancias. En el caso de las BZD, lo más prudente
es, si el paciente está asintomático durante 6 meses, intentar disminuir la medicación
para ver si se la puede retirar completamente. La pregabalina mostró efectividad para
tratar el TAG desde la primera semana de uso, mejorando síntomas tanto emocionales
como físicos.
: Los objetivos del tratamiento serán detener un ataque de pánico que esté
en curso, y prevenir la aparición de nuevos ataques y tratar la ansiedad anticipatoria y
la evitación fóbica. Para los ataques de pánico en agudo las drogas de elección son las
benzodiazepinas. El paciente debe permanecer asintomático durante mínimo 1 año,
cuando se debería intentar comenzar a reducir lentamente la dosis y luego retirar la
droga. Esto en general no es posible, y los tratamientos son más prolongados.
: la eficacia de las BZD es mucho menor que la de los AD, pero pueden ser útiles
para tratar los terrores nocturnos y los trastornos del sueño porque disminuyen la fase
IV (profunda) del sueño.
: Las BZD pueden ser útiles como coadyuvantes del tratamiento principal de esta
patología (AD)
: se pueden utilizar BZD en forma oral o IM, combinadas con otros psicofármacos
o solas.
• SEDATIVOS: Poseen intensa acción sedante, que puede ser un efecto adverso o un
efecto terapéutico aprovechable.
• INCISIVOS: producen un efecto antipsicótico más despojado de sedación. Los
efectos adversos frecuentes de este grupo de drogas son los extrapiramidales y los
producidos por aumento de la prolactina.
• DE TRANSICIÓN: Tienen un espectro intermedio entre los dos grupos anteriores.
Aparecen con el uso prolongado (al menos 3 meses). El tratamiento muchas veces es
insatisfactorio, por esto es necesario prevenirlos teniendo presentes factores de riesgo
y no medicando cuando no es imprescindible ni por tiempo más prolongado de lo
debido, evaluando siempre la relación riesgo / beneficio. Tienen una incidencia de 20 a
30%, siendo más frecuente su aparición en gerontes, pero son más graves, en general,
en los jóvenes.
Pueden aparecer durante el tratamiento (que debe haber durado, por lo menos, 3
meses, o 1 mes si el paciente es mayor de 60 años), o dentro de las 4 semanas
posteriores al retiro.
Tienen todos la misma eficacia y latencia para su efecto. Por lo tanto, la elección de la
droga se basará, en los antecedentes de respuesta previa, en las patologías orgánicas
que pueda presentar ese paciente y que contraindiquen el uso de determinadas drogas,
en la conveniencia o no de que se produzca sedación u otros efectos secundarios.
Una vez elegida la droga, se comenzará a utilizar en dosis bajas, que se aumentarán cada
2 o 3 días según la tolerabilidad del paciente.
Son nuevas drogas que no bloquean todos los receptores antagonizados por las drogas
clásicas y/o bloquean otros, con lo cual presentan efectos adversos diferentes sobre
todo en síntomas motores.
El prototipo de este grupo es la clozapina que tiene ventajas clínicas, pero tiene una
gran desventaja, la de producir un efecto adverso potencialmente mortal como la
agranulocitosis, por lo que su uso queda restringido a aquellos pacientes que realmente
obtienen de ella un beneficio que no obtienen con otros antipsicóticos y que justifique
el riesgo que se toma.
Se continúa en la búsqueda de drogas que tengan una eficacia por lo menos igual a la
de la clozapina, pero sin efectos adversos tan peligrosos.
Menor producción de SEP no quiere decir ausencia. Entre los antipsicóticos atípicos el
riesgo es variable con respecto a cada agente, la dosis y el neurológico de que se trate.
Sedación: será dosis dependiente y muy frecuente al iniciar el tratamiento con varias de
estas drogas. El riesgo de producir sedación se observa de manera decreciente para
clozapina, quetiapina, olanzapina, risperidona, siendo menos frecuente con lurasidona,
paliperidona, ziprasidona y aripiprazol.
Insomnio: Sobre todo con el uso de risperidona, ziprasidona (en dosis bajas,
disminuyendo su incidencia al aumentar la dosis), aripiprazol y asenapina. Pueden
aparecer sueños vívidos y pesadillas.
Convulsiones: En general, el riesgo de que un paciente que toma un antipsicótico tenga
una convulsión es del 1%. Pero la clozapina presenta un riesgo mayor de provocar
convulsiones que el resto siendo dosis dependiente.
La sobredosis con antipsicóticos atípicos parece ser más segura que con típicos, aunque
se han reportado algunos casos de muerte por complicaciones cardiovasculares. Los
síntomas de una intoxicación son exacerbaciones de los efectos adversos habituales.
Debido al menor riesgo de producir SEP y a su eficacia sobre otros síntomas además de
los síntomas positivos, los antipsicóticos atípicos son hoy los fármacos de elección para
la mayoría de las patologías que requieren un antipsicótico.