Lavados de Manos Quirúrgico

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Lavados de manos quirúrgico

El lavado quirúrgico de las manos es una rutina obligatoria desde hace menos de 150 años.
Este lavado busca eliminar la mayor cantidad de microorganismos perjudiciales presentes
en manos y antebrazos antes de realizar una operación quirúrgica. Hasta mediados del siglo
XIX el lavado de las manos no era una práctica de rutina.

Objetivo de lavado de manos quirúrgico


El principal objetivo del lavado quirúrgico de las manos es la disminución al máximo
posible de la carga de gérmenes (en especial bacterias) que puedan encontrarse en la piel de
las manos y brazos del equipo quirúrgico.

Procedimiento de lavado de manos


No importa si el lavabo es correcto, la solución antiséptica efectiva y el cepillo de óptima
calidad; si no se respeta la técnica correcta de lavado de las manos quirúrgico, la reducción
de la carga bacteriana no será óptimo.
- Abrir el cepillo quirúrgico.
- Embeberlo en solución antiséptica (si el cepillo ya no viene embebido en ella).
- Abrir el agua.
- Colocar las manos bajo el grifo con la punta de los dedos hacia el techo y los codos hacia el
fondo del lavabo.
- Dejar correr el agua para humedecer toda la piel de dedos, manos y antebrazos; el agua
debe escurrir desde los dedos hasta los codos.

Lavados de manos
Lavarse las manos con frecuencia es esencial para evitar tanto contraer como contagiar
determinadas enfermedades. Generalmente, es un hábito que todos adquirimos desde que
somos pequeños. No obstante, en la gran mayoría de las ocasiones el lavado de manos no se
realiza de la manera adecuada, por lo que resulta interesante conocer cuál es el
procedimiento correcto.

¿Por qué es importante el lavado de manos?


A lo largo del día se acumulan una gran cantidad de gérmenes en las manos debido a una
gran selección de factores: contacto con otras personas y superficies, tocamiento de objetos.
No obstante, el lavado frecuente de las mismas ayudas en gran medida a minimizar la
transferencia de bacterias, virus y todo tipo de microbios.

Procedimientos de lavado de manos


1. En primer lugar, se mojan las manos con abundante agua corriente; debe estar fría,
o, en su defecto tibia. No es aconsejable lavarse las manos con agua caliente.
2. A continuación, se aplica jabón sobre la palma de la mano; debe tener el tamaño de
una nuez.
3. El siguiente paso consiste en enjabonarse bien ambas manos, desde los dedos hasta
la muñeca; es importante prestar especial atención a la zona que queda entre los
dedos, así como debajo de las uñas.
4. Una vez las manos se hayan enjabonado y frotado adecuadamente, es el momento
de enjuagarse bien.
5. Para terminar, se secan las manos con una toalla limpia. Para cuidar tanto la salud
como el aspecto de la piel, es recomendable realizar el secado de las manos con
pequeños toquecitos, sin frotar. Luego, se utiliza la toalla para cerrar el grifo y que
los gérmenes acumulados en el mismo no pasen a las manos.

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