La Iglesia Que Avanza 2

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LA IGLESIA QUE AVANZA

Hechos 1:12-26.
Elección de Matías para reemplazar a Judas
Hch 1:12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama
del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.*
Hch 1:13 Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro
y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo
de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.
Hch 1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con
las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Hch 1:15 En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos
(y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:
Hch 1:16 Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la
Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca
de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús,
Hch 1:17 y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio.
Hch 1:18 Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo,
y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se
derramaron.
Hch 1:19 Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal
manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que
quiere decir, Campo de sangre.
Hch 1:20 Porque está escrito en el libro de los Salmos:
Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella;
y: Tome otro su oficio.
Hch 1:21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado
juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía
entre nosotros,
Hch 1:22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que
de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con
nosotros, de su resurrección.
Hch 1:23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por
sobrenombre Justo, y a Matías.
Hch 1:24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de
todos, muestra cuál de estos dos has escogido,
Hch 1:25 para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de
que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.
Hch 1:26 Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue
contado con los once apóstoles.

INTRODUCCIÓN: El carrusel es uno de los juegos mecánicos que a mí


en lo particular me llamo la atención. Es un juego mecánico donde su
atracción principal es ir montado sobre un caballo que gira sobre un solo
eje y que nunca avanza.
De hecho esa es una de sus características que nos ilustran algo que
no debe ser una característica de ninguna iglesia local de creyentes en
nuestro Señor Jesucristo, es que el carrusel, aunque está en constante
movimiento, sus movimientos que son circulares, ya sea a baja o alta
velocidad, finalmente después de muchas vueltas, cuando se detiene,
el carrusel no avanzó a ninguna parte, sino que quedó en el mismo
lugar.
En realidad, ocurre lo mismo con otra variedad de juegos mecánicos,
que después de tanto movimiento, siguen nada menos que en el mismo
lugar.
La iglesia local de nuestro Señor Jesucristo, no puede darse el lujo de
ser como el carrusel, de hacer tanto movimiento, y al terminar su
movimiento encontrarse estancado, detenido, o parado en el mismo
lugar, sin haber avanzado la obra de Dios.
La iglesia fue diseñada por Dios no para estancarse sino para
avanzar. En la gran comisión explicada por San Lucas en los Hechos
de los Apóstoles se entiende que la iglesia ha de tener esta
característica de ser una iglesia que avanza la obra de Dios en todos
sus aspectos,
porque Jesús cuando se estaba yendo de regreso a su cielo, les dijo a
sus discípulos que ellos van a ser sus testigos “en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8b). y
analizando esta comisión de ser testigos hasta lo ultimo de la tierra
podemos observar que la iglesia de Cristo esta llamada a no quedarse
estancada sino a avanzar, gracias al trabajo constante en la obra del
señor.
Siguiendo este énfasis del avance necesario de la iglesia, en este
momento les voy a predicar lo siguiente: La iglesia de Jesucristo para
que no se queda estancada, sino que avance en todos los aspectos
la obra de Dios, le es necesario cumplir los factores que la llevarán
a su avance. / ¿Cuáles son los factores necesarios de cumplir para que
una iglesia de Jesucristo no se quede estancada, sino que avance en
todos los aspectos en la obra de Dios? / Basado en nuestro texto bíblico
de Hechos 1:12-26, ahora les voy a compartir tres de esos factores
necesarios de cumplir.
El primer factor necesario de cumplir para que la iglesia a la que
pertenecemos, no se quede estancada, sino que avance en todos los
aspectos la obra de Dios, es:
I.- LA OBEDIENCIA A LAS INSTRUCCIONES DE JESÚS.
Según San Lucas, cuando Jesús estaba próximo a ascender a los
cielos, les dijo a sus discípulos: “He aquí, yo enviaré la promesa de
mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo
alto” (Lucas 23:49), y cuando Jesús se fue al cielo, nos dice el mismo
San Lucas que: “Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte
que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de
un día de reposo” (Hechos 1:12). Lo que se puede observar en esta
narración histórica es que los apóstoles hicieron justamente lo que
Jesús les había indicado.
Eso se llama obediencia. Y en la actualidad la iglesia contamos con
muchas instrucciones de Jesús que debemos obedecer con el fin de
que su obra en esta y por esta iglesia avance.
Cuando Jesús recién había resucitado, ellos pasaron una breve etapa
de crisis, en el que aun sabiendo que Jesús había resucitado, pero al
ver que no se integraba con ellos, sino que cada 8 días se les aparecía
espontáneamente en el aposento donde se reunían y luego se iba de
ellos, comenzaron a tomar decisiones equivocadas. Pedro, les
dijo: “Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también
contigo” (Juan 21:3a). Y eso hicieron en su confusión.
Pero, ahora que ya estaban asimilando la transición del ministerio de
Jesús al que ellos deberían estar entregados, decidieron no irse a sus
propios caminos, ciudades, hogares, oficios, etc…, sino que,
obedeciendo la instrucción dada por Jesús, todos se fueron a Jerusalén
a esperar ser investidos de poder por el Espíritu Santo que les sería
enviado para ser capacitados para su grandísima comisión.
Y fue, por su obediencia que estando ellos en Jerusalén donde fueron
enviados, y estando juntos y en oración fue cuando el Espíritu Santo
prometido llegó sobre ellos para quedarse y seguirse manifestando
sobre incrédulos y sobre los creyentes.
Obedecer las instrucciones de Jesús siempre fue, ha sido y será
necesario. Recuerden también la ocasión cuando en una boda, se había
gastado el vino, estando su madre María en aquella fiesta, ella misma
les dijo a los sirvientes de aquella fiesta: “Haced todo lo que os
dijere” (Juan 2:5), como diciendo el es el que todo lo puede el es el que
sabe, y solamente cuando ellos hicieron todo lo que Jesús les dijo, fue
entonces cuando Jesús convirtió el agua en el mejor vino que no habían
podido ofrecer a los invitados.
Este es un ejemplo más de cómo es que Jesús espera la obediencia de
toda persona, especialmente de sus discípulos para que las dificultades
que surgen en sus labores por el reino de Dios sean destrabadas, nada
menos que por el poder de Jesús mismo.
Amados hermanos, la iglesia que avanza es la iglesia que obedece,
pues si no obedece no recibe los excelentes y poderosos dones de Dios
para llevar a cabo su gran a veces difícil y a veces sencilla tarea de
hablar el evangelio de Jesucristo. Eso es todo, no más ni menos. Hoy,
como antes la obediencia las instrucciones de Jesús no puede ser
cambiada por otra opción. Es estrictamente necesario ser obediente a
Jesús, para ser una iglesia que no se quede estancada, sino que avance
en su gran labor de predicar el evangelio.
El segundo factor necesario de cumplir para que la iglesia a la que
pertenecemos, no se quede estancada, sino que avance en todos los
aspectos la obra de Dios, es:
II.- LA PRÁCTICA DE LA ORACIÓN A DIOS.
“Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y
Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo
hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo” (Hechos
1:13), pero la narración nos continúa informando que: “Todos éstos
perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con
María la madre de Jesús, y con sus hermanos” (Hechos 1:14). El
motivo principal de su reunión fue para orar. No sé nos dice por qué
motivos específicos oraban, pero debieron ser motivos esenciales para
encontrar dirección divina y soluciones para el momento.
Muy pronto también, a menos de dos semanas de estar reuniéndose
para orar en una casa de Jerusalén, tuvieron que elegir al sucesor de
Judas para completar el número original de los apóstoles elegidos por
Jesús.
San Lucas nos narra que aquellos apóstoles y los primeros discípulos
antes de elegir al sucesor, hicieron oración a Dios diciéndole: “Tú,
Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos
dos has escogido, / para que tome la parte de este ministerio y
apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su
propio lugar” (Hechos 1:24,25).
No se atrevieron a elegir sin hacer oración. Cuando hubieron orado,
Dios les guio a hacer la elección apropiada que resultó para el avance
de la obra, pues a la persona que eligieron fue grandemente útil y
comprometida con la obra de Dios.
Un poco de tiempo después cuando nuevos discípulos se convertían
por miles a la fe en Jesucristo, comenzaron a ser perseguidos por creer
en el evangelio del reino de Dios que predicaban los apóstoles. En esos
tiempos los apóstoles Pedro y Juan fueron los primeros en experimentar
la persecución, encarcelamiento, y amenazas.
En esas circunstancias, estos primeros creyentes se vieron en la
necesidad de practicar la oración, pues en Hechos 4 se nos dice que
ellos: “alzaron unánimes la voz a Dios” (Hechos 4:24), no para cantar
sino para orar a Dios, y entre su oración dijeron: “Y ahora, Señor, mira
sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo
hablen tu palabra, / mientras extiendes tu mano para que se hagan
sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo
Hijo Jesús. / Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban
congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
hablaban con denuedo la palabra de Dios” (Hechos 4:29-31).
La oración fue el medio para obtener el denuedo o valor para que, sin
temor alguno por las amenazas, siguieran hablando la palabra de
Dios. Fue así como la primera iglesia creció de 12 a 120, de 120 a 500,
de 500 a 3500, de 3500 a 8500, y de esta cantidad a muchos miles más
en otras ciudades judías, israelitas y extranjeras. Fue por la práctica de
la oración y no por otro medio que ellos pudieron avanzar la obra de
Dios que en su momento les correspondió a ellos.
Amados hermanos, además de la obediencia a las instrucciones de
Jesús, la práctica de la oración por todo motivo, es otro de los factores
que hacen que la iglesia no se quede estancada, sino que avance.
Hermanos, no menosprecien el valor, poder y efectividad de la
oración. Cuando seamos convocados a reunirnos para orar, no
pasemos por alto esas ocasiones. Hagamos todo lo posible por
reunirnos a orar, pues la oración es el medio que consigue de Dios las
herramientas necesarias para que nuestro trabajo en su obra no se
quede sin fruto, sino que contribuya poderosa y grandemente al avance
de la obra de Dios.
El tercer factor necesario de cumplir para que la iglesia a la que
pertenecemos, no se quede estancada, sino que avance en todos los
aspectos la obra de Dios, es:
III.- LA PREDICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS.
Mientras los apóstoles reunidos en Jerusalén con algunas mujeres
temerosas de Dios, y algunos fieles discípulos, esperaban la venida del
Espíritu Santo, nos narra San Lucas que cuando se dispusieron a elegir
al sucesor de Judas, además de haber orado, no hicieron su elección
sin que antes les fuese predicada la palabra de Dios. San Lucas nos
informa que:
“En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y
los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: / Varones
hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el
Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que
fue guía de los que prendieron a Jesús, / y era contado con
nosotros, y tenía parte en este ministerio” (Hechos 1:15-17).
¿Qué fue lo que hizo Pedro? Lo que Pedro hizo fue predicar la palabra
de Dios, pues cuando dijo: “era necesario que se cumpliese la
Escritura en el que el Espíritu Santo habló antes por boca de David
acerca de Judas, …”, no estaba dando una opinión o una propuesta
personal, sino que estaba utilizando la palabra de Dios escrita, para
explicar qué era lo que debería proceder en aquel momento. Pedro
estaba predicando la palabra de Dios que era necesario se predicase
en aquel momento.
Amados hermanos, para cada situación o experiencia de los primeros
creyentes, los sucesivos creyentes, y hasta para los creyentes del día
de hoy, siempre hay una palabra de Dios en las Escrituras que nos debe
ser predicada para orientarnos a tomar la mejor decisión al respecto.
La primera predicación fue para exponer lo que la palabra de Dios dice
con respecto al traidor que entregó a Jesús. Resulta que había algo
escrito desde hace más de 1000 años atrás que tenía aplicación e
instrucción para aquellos apóstoles y primeros discípulos reunidos.
Pedro, fue el predicador de aquella primera decisión relevante que tenía
que tomar. Además de que hubo oración de por medio, no hizo falta la
predicación de la palabra de Dios.
Cuando el Espíritu Santo descendió sobre los primeros discípulos en
Jerusalén, nos narra San Lucas que la gente extranjera, decía: “les
oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”. El
Espíritu Santo fue enviado para que aquellos primeros cristianos fuesen
capaces de “hablar… las maravillas de Dios”, y así lo hicieron.
Después de esta gracia de Dios de hacer entendible su evangelio a los
hablantes de otros idiomas que no eran el hebreo, ni el griego, ni el
arameo que eran los idiomas de aquel lugar, el apóstol Pedro fue el
primero en presentar una predicación en defensa de los que
extraordinariamente recibieron espontáneamente el don de hablar
lenguas para que los hablantes de otros idiomas pudieran entender.
Había quienes decían que ellos estaban ebrios siendo todavía las nueve
de la mañana. Entonces Pedro comenzó a predicar a los
criticones: “Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén,
esto os sea notorio, y oíd mis palabras. / Porque éstos no están
ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del
día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:” (Hechos 2:14b-15).
Al citar al profeta Joel cuyas palabras estaban en el canon de las
Sagradas Escrituras de aquellos tiempos, el apóstol Pedro estaba
predicando la palabra de Dios para una situación muy específica en la
que la palabra de Dios antes revelada tenía una aplicación.
Amados hermanos, además de la obediencia a las instrucciones de
Jesús, y además de la práctica de la oración, otro factor que impulsa el
avance de la obra de Dios es la predicación de la palabra, tanto en el
interior de la iglesia como fuera de la iglesia predicando el mensaje de
salvación que contiene el evangelio.
La predicación de la palabra de Dios, produce los resultados esperados
por Dios mismo. Las Sagradas Escrituras hasta el día de hoy siempre
tiene un mensaje claro y especial para cada circunstancia de la vida
tanto para no creyentes como también para la vida personal de los
creyentes, y para toda la iglesia en general, por lo que para que la iglesia
no se quede estancada, sino que avance en la obra de Dios, la iglesia
a través de sus oficiales, pero también de todos sus miembros, tiene
que predicar la palabra de Dios.
Obviamente, la palabra de Dios que se predica tiene que ser aceptada
por la iglesia misma para su funcionamiento interno, y por cada uno de
sus integrantes para su vida personal. La predicación de la palabra de
Dios sirve para que lo estancado de la obra de Dios se destrabe, y
avance a la siguiente meta que Dios tiene preparada para cada iglesia
local en particular.

.
CONCLUSIÓN: Amados hermanos, todos fuimos llamados por Dios
a trabajar en el avance de su Iglesia somos responsables de no
estancar, detener, o frenar el avance de la obra de Dios que nos ha sido
encomendada.
El apóstol pablo dice que somos colaboradores de Dios en su obra Para
ello, estemos conscientes por lo menos de estos tres factores que hoy
les he predicado:
1) la obediencia a las instrucciones de Jesús;
2) la práctica de la oración a Dios por toda situación; y
3) la predicación de la palabra de Dios.
Dios nos conceda ser una iglesia, congregación, Comprometida con
estos tres factores, porque se vienen retos grandes para esta iglesia
donde vamos a necesitar lideres capacitados para afrontar dichos retos
y te pregunto ¿te gustaría ser parte de este equipo de obreros que en
vez de detener la obra de Dios trabajan juntos en pro del avance de la
iglesia en carrillo y el mundo?
Dios nos ha dado una visión y es necesario que juntos y en armonía
trabajemos en pro de esa visión que Dios mismo nos ha dado, como
pastores tenemos planes en Dios que apuntan a una iglesia ejemplo en
este municipio y corregimiento, Un toque de Su gloria se destacara por
ser una iglesia que avanza, que no se detiene como el carrusel a dar
vueltas y vueltas en un mismo lugar sin llegar a ningún lado,
Pero para esto se necesita gente comprometida como los hermanos de
la iglesia primitiva, dispuesto a trabajar bajo las instrucciones de Dios y
su palabra, a buscar el rostro y la guía de Dios cada Dia en la oración,
y a capacitarse para poder anunciar con denuedo y sin temor el glorioso
evangelio de Jesucristo que cambia vidas.
Cuantos quieren ser parte de esta iglesia que avanza o mejor cuantos
hacen parte de la iglesia de Cristo que no se detiene, sino que avanza
en todos los aspectos hasta que Cristo venga por nosotros. Dios nos ha
dotado de todo lo necesario tenemos su espíritu morando en nosotros,
no nos detengamos por nada del mundo, comprometámonos mas con
el Señor y Con su obra, no pasemos por este mundo como quien vino
un día y por muchos años a escuchar, y no hacer, seamos de aquellos
que ponen su mano en el arado, pero para trabajar por el avance y la
extensión del reino de Dios en esta tierra.
Dios te coloco en este tiempo y en esta generación porque tiene un
propósito con tu vida no te desanimes, yo espero que después de esta
enseñanza muchos me digan pastor que tengo que hacer para ser parte
de esos que trabajaran duro y constante por el avance de la iglesia.
Recuerda este texto con el que quiero finalizar esta enseñanza
1Co 15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y
constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que
vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

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