Resumen Del Misal
Resumen Del Misal
Resumen Del Misal
CAPÍTULO II
ESTRUCTURA, ELEMENTOS Y PARTES DE LA MISA
I. ESTRUCTURA GENERAL DE LA MISA
En la Misa o Cena del Señor, el pueblo de Dios es convocado bajo la presidencia del
sacerdote, que representa a la persona de Cristo, para celebrar el memorial del Señor o
sacrificio eucarístico. La Misa consta en cierto sentido de dos partes: la Liturgia de la
Palabra la Liturgia.
DIVERSOS ELEMENTOS DE LA MISA
Cuando se leen en la Iglesia las Sagradas Escrituras es Dios mismo quien habla a su pueblo,
y Cristo, presente en su Palabra, quien anuncia la Buena nueva. Por eso las lecturas de la
Palabra de Dios que proporcionan a la Liturgia un elemento de grandísima importancia,
deben ser escuchadas por todos con veneración.
Entre las atribuciones del sacerdote ocupa el primer lugar la Plegaria Eucarística, que es el
culmen de toda la celebración. Se añaden a ésta otras oraciones, es decir, la Oración
colecta, la Oración sobre las ofrendas y la Oración después de la comunión.
Las aclamaciones y respuestas de los fieles a los saludos del sacerdote ya sus oraciones
constituyen precisamente ese nivel de participación activa que se pide en cualquier forma
de Misa a los fieles reunidos, para que quede así expresada y fomentada la acción común de
toda la comunidad.
En los textos que el sacerdote o sus ayudantes o todos han de pronunciar claramente y en
voz alta, ésta responda a la índole del respectivo texto, según se trate de lectura, oración,
advertencia, aclamación o canto.
El canto es una señal del gozo del corazón (cf. Hech 2,46). De ahí que San
Agustín diga con razón: «El cantar es propio del enamorado»; y viene de tiempos muy
antiguos el famoso proverbio: «Quien bien canta, dos veces ora». Se debe procurar que no
falte el canto de los ministros y del pueblo en las celebraciones que se llevan a cabo los
domingos y fiestas de precepto.
POSTURAS CORPORALES
Los fieles queden de pie desde el principio del Canto de entrada, mientras el sacerdote se
acerca al altar, hasta el final de la colecta; al canto del Aleluya que precede al Evangelio;
durante a profesión de fe y la oración de los fieles; y desde que empieza la oración sobre las
ofrendas hasta el fin de la Misa, excepto en los momentos que luego se enumeran. En
cambio, estarán sentados durante las lecturas que preceden al Evangelio, con su salmo
responsorial; durante la homilía, y mientras se hace la preparación de los dones en el
ofertorio; también, según la oportunidad, a lo largo del sagrado silencio que se observa
después de la comunión. Estarán de rodillas, a no ser que lo impida la salud, la estrechez
del lugar o el gran número de los presentes u otras causas razonables, durante la
consagración. Los que no se arrodillan para la consagración deben hacer una profunda
inclinación mientras el sacerdote hace la genuflexión después de la consagración.
EL SILENCIO
que todos puedan disponerse para celebrar devota y debidamente los ritos sagrados .
A) RITOS INICIALES
Se han reunido, elevar sus pensamientos a la contemplación del misterio del tiempo
litúrgico o de la fiesta, y acompañar la procesión de sacerdotes El fin de este canto es abrir
la celebración, fomentar la unión de quienes y ministros.
El sacerdote, los diáconos y los ministros, cuando llegan al presbiterio, saludan al altar con
una profunda inclinación. Para manifestar la veneración, el sacerdote y el diácono besan el
altar. El sacerdote, si lo cree oportuno, podrá también incensar la cruz y el altar.
ACTO PENITENCIAL
Después el sacerdote invita al acto penitencial que, tras un momento de silencio, se realiza
cuando toda la comunidad hace su confesión general y se termina con la absolución del
sacerdote, la cual sin embargo, carece de eficacia propia del sacramento de penitencia.
Siendo un canto con el que los fieles aclaman al Señor y piden su misericordia,
regularmente habrán de hacerlo todos.
GLORIA
El Gloria se canta o se recita los domingos, fuera del tiempo de Adviento y Cuaresma, las
solemnidades y fiestas y en algunas celebraciones peculiares.
ORACIÓN COLECTA
El sacerdote invita al pueblo a orar y todos, a una con el sacerdote, permanecen un rato en
silencio para hacerse conscientes de estar en la presencia de Dios y formular interiormente
sus súplicas.
LITURGIA DE LA PALABRA
EL SILENCIO
LECTURAS BÍBLICAS
En las lecturas se dispone la mesa de la Palabra de Dios a los fieles y se les abren los
tesoros bíblicos.
SALMO RESPONSORIAL
Si el salmo no puede ser cantado, debe ser recitado de manera adecuada para que favorezca
la meditación de la Palabra de Dios.
HOMILÍA
Conviene que sea una explicación, o de algún aspecto particular de las lecturas de la
Sagrada Escritura. La homilía la tendrá ordinariamente el sacerdote celebrante o será
encomendada por él al sacerdote concelebrante, o a veces, si es oportuno, también al
diácono, pero nunca a un laico.
PROFESIÓN DE FE
El símbolo debe ser cantado o recitado por el sacerdote con el pueblo en los domingos y
solemnidades; se puede también recitar en celebraciones de peculiar importancia y
solemnidad.
ORACIÓN UNIVERSAL
LITURGIA EUCARÍSTICA
En la última Cena, Cristo instituyó el sacrificio y banquete pascual, por el que se hace
continuamente presente en la Iglesia el sacrificio de la cruz, cuando el sacerdote, que
representa a Cristo el Señor, lleva a cabo lo que el Señor mismo realizó y confió a sus
discípulos para que lo hicieran en memoria suya.
Eucarística .En la Misa se debe decir sólo una Oración sobre las ofrendas.
ORACIÓN EUCARÍSTICA
Los principales elementos de que consta la Oración Eucarística pueden
distinguirse de esta manera:
a) Acción de gracias: (que se expresa sobre todo en el prefacio) en la que el sacerdote, en
nombre de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da las gracias por toda la obra
de salvación o por alguno de sus aspectos particulares, según las variantes del día, fiesta o
tiempo.
b) Aclamación: con la que toda la asamblea, uniéndose a las potestades
celestiales, canta o recita el Santo. Esta aclamación, que constituye una parte de la Plegaria
Eucarística, la pronuncia todo el pueblo con el sacerdote.
c) Epíclesis: con la que la Iglesia, por medio de determinadas invocaciones, implora el
poder del Espíritu Santo para que los dones que han ofrecido los hombres, sean
consagrados, es decir, se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y para que la hostia
inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para salvación de quienes la reciban.
d) Narración de la institución y consagración: mediante las palabras y
acciones de Cristo se lleva a cabo el sacrificio que Cristo mismo instituyó en la última
Cena, cuando ofreció su Cuerpo y su Sangre bajo las especies de pan y vino, los dio a los
Apóstoles en forma de alimento y bebida, y les dejó el mandato de perpetuar este mismo
misterio.
e) Anámnesis: con la que, al cumplir el encargo que a través de los
Apóstoles, la Iglesia recibió de Cristo Señor, realiza el memorial del mismo Cristo,
recordando principalmente su bienaventurada Pasión, su gloriosa Resurrección y la
Ascensión al Cielo.
f) Oblación: por la que, en este memorial, la Iglesia, sobre todo la Iglesia
aquí y ahora reunida, ofrece al Padre en el Espíritu Santo, la hostia
inmaculada. La Iglesia pretende que los fieles no sólo ofrezcan la hostia
inmaculada, sino que aprendan a ofrecerse a sí mismos, y que de día en día perfeccionen
con la mediación de Cristo, la unidad con Dios y entre sí, de modo que sea Dios todo en
todos.
g) Intercesiones: con ellas se da a entender que la Eucaristía se celebra en
comunión con toda la Iglesia celeste y terrena, y que la oblación se hace por ella y por
todos sus miembros vivos y difuntos, miembros que han sido todos llamados a la
participación de la salvación y redención adquirida por el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
h) Doxología final: en la que se expresa la glorificación de Dios, y que se
concluye y confirma con la aclamación del pueblo.
RITO DE COMUNIÓN
Ya que la celebración eucarística es un convite pascual, conviene que, según el encargo del
Señor, su Cuerpo y su Sangre sean recibidos como alimento espiritual por los fieles
debidamente preparados.
PADRE NUESTRO
El sacerdote invita orar y los fieles dicen, todos a una con el sacerdote, la
oración. Sólo el sacerdote añade el embolismo, y el pueblo se une a él para
terminarlo con la doxología.
RITO DE LA PAZ
La fracción empieza después del rito de la paz, y se realiza con la debida reverencia, sin
prolongarla innecesariamente y sin darle una importancia exagerada. Este rito está
reservado al sacerdote y al diácono. Según la costumbre, con la respuesta del pueblo, o al
menos lo dicen en voz alta. Esta invocación acompaña la fracción del Pan, por este motivo
puede repetirse cuantas veces sea necesario hasta la conclusión del rito. La última vez se
concluirá con las palabras: danos la paz.
COMUNIÓN
El sacerdote se prepara con una oración privada, para recibir con fruto el Cuerpo y la
Sangre de Cristo. Los fieles hacen lo mismo, orando en silencio. Es muy de desear que los
fieles participen, como está obligado a hacerlo el mismo sacerdote.
RITO DE CONCLUSIÓN
inclinación profunda hacia el altar por parte de los sacerdotes, diáconos y otros ministros.
SEMINARIO INTERDIOCESANO NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA
TRABAJO DE: Resumen de Instrucción General para el uso del Misal Romano
ASIGNADO POR:
PBRO.NELSON GONZALES.
Elaborador por:
Oscar Laguna.
Fecha de entrega
05/08/2021
Año lectivo
2021