Ferrari Word
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Objetivo
Su objetivo como marca no es que todos sean propietarios de un Ferrari, sino ricos y
celebridades, algo que le ayuda en la aplicación de una estrategia “aspiracional” que supone
cada vez más compradores deseos de tal y exclusivo producto.
Misión
“Fabricar autos, símbolos de la excelencia Italiana a nivel mundial, para ganar
tanto en las carreteras como en las pistas”.
Visión
“Ser el símbolo de la excelencia italiana que haga al mundo soñar».
Ferrari trabaja para hacer del mundo un lugar en el que todos reconozcan que
Italia crea autos de excelencia y los modelos de esta compañía son la prueba de
ello.
Valores
Emoción
Integridad
Innovación
Pasión
Excelencia
Tradición
Historia
Creada, en 1929, como escudería de Alfa Romeo • Los coches deportivos más prestigiosos y
fascinantes del mundo • Inmutable éxito del 12 cilindros • Portavoz de la técnica en los
circuitos internacionales
La Auto Avio Costruzioni, que Enzo Ferrari había constituido el año anterior en Módena, era
una sociedad especializada en la construcción de máquinas herramientas y, en particular, de
rectificadoras oleodinámicas. Debido a los acontecimientos bélicos, esta empresa se trasladó a
Maranello, a unos terrenos propiedad de Ferrari. Bombardeada en 1944 y en 1945, la fábrica,
en fase de completa reestructuración, se dedicó a la construcción automovilística en el año
1946.
El proyecto del primer auténtico Ferrari, el 125 GT, fue de aquel mismo año y significó el
inicio de una larga serie de vehículos de competición, con esquemas técnicos muy diversos, que
alcanzaron éxitos en todos los circuitos del mundo.
El propósito de Enzo Ferrari de crear más tipos de vehículos, para cada especialidad, entre ellas
un monoplaza de Gran Premio, no se realizó hasta 1948, con el 125 de Fórmula 1 (1.500 ce),
asimismo equipado con un motor de 12 cilindros en V de 60°, pero con una potencia elevada a
230 CV a 7.000 rpm, mediante el empleo de un compresor monofásico Roots. Con 3 coches,
pilotados por Fariña, Bira y Sommer, este modelo debutó en el Gran Premio de Italia de aquel
año. Después de la lucha con Villoresi, al volante de un Maserati, Sommer conquistó un
satisfactorio tercer lugar.
También en 1948, Ferrari modifico las características del modelo de 12 cilindros, de 1.900 ce,
construyendo una nueva serie de vehículos distinguidos por la sigla 166, comprendiendo el S,
el Fórmula 2, el ínter y el MM, todos con cilindrada de 1.995 ce y con potencias variables entre
los 115 CV a 6.000 rpm del ínter, el más importante de los coches de Gran Turismo, y los 160
CV a 7.000 rpm del Fórmula 2. Este último fue el primer motor de la producción Ferrari con
una relación de compresión de 10:1
En 1948 se proyectó otra versión del 166 S, el FL o Fórmula Libre (310 CV a 7.000 rpm) y fue
modificado el 125 de Fórmula 1, dotándolo con un compresor Roots de doble fase y, además,
equipándolo con puente trasero de De Dion.
El elevado consumo del motor de 12 cilindros con compresor, convenció a Enzo Ferrari de que
para poder vencer a Alfa Romeo, entonces dominadora de las carreras de Fórmula 1, sería
necesario un motor sin sobrealimentación. En efecto, la Fórmula 1 entonces en vigor estipulaba
el uso de los compresores en cilindradas de hasta 1.500 ce, mientras que sin compresor, la
cilindrada podía alcanzar 4.500 ce. Ferrari llegó progresivamente al límite de la cilindrada,
construyendo primero un modelo de 13 cilindros en V de 60°, de 3.322 ce (300 CV a 7.300
rpm), luego uno de 4.101 ce (335 CV a 7.000 rpm) y más tarde uno de 4.493 ce (350 CV a
7.000 rpm), a los que se atribuyeron, respectivamente, los números 275, 340 y 375, por
la cilindrada unitaria de sus motores.
El modelo 275 de Fórmula 1 fue utilizado por vez primera en el circuito de Spa en 1950, luego
en el circuito de Ginebra y después en Monza (Gran Premio de Italia), donde Ascari, aunque
tuvo que abandonar, consiguió conquistar la segunda plaza absoluta al volante del coche de
Serafini.
En 1948 y 1949, con un 166 S, Clemente Biondetti ganó las Mil Millas y Luigi Chinetti las
primeras 24 Horas de Le Mans de la posguerra. Braceo se dio a conocer como uno de los
pilotos más dotados en las carreras en cuesta, conquistando algunas victorias locales. En 1950,
Marzotto con un 195 S dotado de un motor de 2.341 ce, logró la victoria en las Mil Millas
demostrando que un privado (Marzotto tomó parte en la carrera vestido de calle) podía triunfar
en una empresa considerada únicamente factible para los pilotos profesionales.
Este intenso período de actividad deportiva de Ferrari, se caracterizó por la rápida evolución
técnica de los coches construidos. El 195 S, derivado del 166 S, originó los modelos siguientes:
212 de Fórmula 1, 212 ínter y Export (2.562 ce), 225 S (2.715 ce) y 250 S (2.953 ce). En
realidad, el abandono de los motores sobrealimentados (la última prueba en que participó el 125
de Fórmula 1 fue el Gran Premio de Bélgica de 1950) permitió actuar de forma gradual,
paralelamente en los sectores de carreras y sport, pero en etapas forzadas, a veces limitando la
participación de un tipo de coche a pocas carreras.
La construcción de este coche, que iba a proporcionar una serie impresionante de victorias, se
decidió por 2 motivos principales: prepararse, con un motor dotado de mayor par motor, para la
nueva Fórmula 1 de 1954, que limitaba la cilindrada a 2.500 ce, y buscar nuevos caminos en
Fórmula 2, donde Ferrari, desde 1948, había logrado buenos resultados con un 12 cilindros (14
victorias y 8 segundos puestos) que en 1951 fue modificado notablemente (doble árbol de levas
en cabeza, puente de De Dion).
Aunque no era el más potente ni el más ligero de los coches de Fórmula 2, el modelo de 4
cilindros fue el más brillante. Su bajo consumo, los óptimos frenos derivados de los del
monoplaza de 4.500 ce, y el buen equilibrio general, que se advertía por el moderado desgaste
de los neumáticos, le permitían cubrir totalmente la distancia de un Gran Premio sin efectuar
detenciones en box.
Debido al notable par de su motor, con el que, por vez primera en la historia del automovilismo
deportivo, se alcanzaron 100 CV/1 en un motor de admisión atmosférica (este mismo resultado
se había obtenido ya con motocicletas), se pudo renunciar al cambio de 5 marchas y substituirlo
por uno de 4.
El excelente rendimiento del modelo 500 de Fórmula 2 resultó confirmado por el promedio
obtenido por Fariña en Nürburgring (Gran Premio de Alemania) en 1953 (más de 135 km/h).
Esto no lo habían conseguido ni siquiera Caracciola con el Mercedes 5660 en 1937 ni Ascari
con el Ferrari 4500 en 1951. Además, la construcción de aquel modelo se reveló muy oportuna,
puesto que en 1952 y 1953, debido a la carencia de monoplazas de 1.500 o de 4.500 ce,
acentuada por la retirada de Alfa Romeo, el Campeonato Mundial de Conductores se disputó
con coches de Fórmula 2. Alberto Ascari logró conquistar el correspondiente título y 16
victorias de un total de 31 obtenidas por el coche de 4 cilindros, del que se construyeron 12
unidades, 6 de ellas incorporadas al equipo oficial.
De 1951 a 1953, hasta la entrada en vigor de la nueva Fórmula 1, Ferrari construyó 21 tipos
diferentes de motores con preponderancia de los de 12 cilindros que, aunque se modificaron,
todos eran originarios del 125 GT. Son de recordar en este período las victorias de Villoresi,
Braceo y Marzotto en las 3 ediciones de las Mil Millas. Los años 1952 y 1953 fueron
excepcionales para Ferrari, que conquistó el Campeonato Mundial de Conductores, con Alberto
Ascari, y el Campeonato Mundial de Marcas, instituido en 1953.
Hasta entonces la marca de Maranello se había creado un nombre en el ámbito mundial, a pesar
de haber conservado la estructura inicial. Efectivamente, los trabajadores que en 1947 eran 241,
a finales de 1953 alcanzaban la cifra de 269, mientras que la producción había pasado de 3 a 57
unidades. Una ulterior prueba de la extraordinaria capacidad creadora de la marca tuvo lugar en
el período 1954-1960, en que los Grandes Premios se rigieron por una Fórmula que incluía
coches con motores de admisión atmosférica hasta 2.500 ce o sobrealimentados hasta 750 ce.
Ferrari afrentó esta Fórmula con un monoplaza, el 625 de Fórmula 1, accionado por un motor
de 4 cilindros derivado del de Fórmula 2 (1952-1953) y que por vez primera, a título
experimental, se había montado en un coche alineado en el Gran Premio de Bari, donde Taruffi
logró la tercera posición. En el Gran Premio de Siracusa de 1954 se le confió a González un
nuevo coche, el 555 de Fórmula 1, denominado Squalo por los 2 vistosos depósitos laterales
colocados entre los ejes, a fin de que las variaciones del nivel de gasolina modificaran lo menos
posible el reparto de pesos. Asimismo, este monoplaza utilizaba un motor de 4 cilindros
ligeramente diferente del correspondiente al 625. El Squalo 553 fue creado como Fórmula 2
(2.000 ce) y debutó en el Gran Premio de Italia en 1953, confiado a Maglioli y Carini.
El escaso rendimiento del monoplaza 625 de Fórmula 1 y del 555, utilizados al principio de la
temporada de 1954, hizo necesaria la construcción de un nuevo motor (100 x 79,5 mm) mixto,
constituido por el monobloque del 625 y la culata del 555; debutó en una carrera en Ruán, con
M. Hawthorn al volante. Un 625 de Fórmula 1 de este último tipo, conducido por González,
ganó el Gran Premio de Gran Bretaña, batiendo a los Mercedes en su segunda salida en la
temporada. El Squalo, con Hawthorn, se adjudicó el Gran Premio de España en Barcelona.
En 1955 y con un 625 S modificado, Trintignant venció en el Gran Premio de Monaco. Este
coche concluyó su carrera en el Gran Premio de Gran Bretaña, y el Squalo, convertido en Su-
persqualo a consecuencia de las importantes modificaciones realizadas en el invierno de 1954-
1955 (nuevo bastidor, además de un depósito trasero suplementario de los laterales), disputó
aquel año su última carrera: el Gran Premio de Italia. A los inconvenientes técnicos que habían
aconsejado un retorno al motor de 4 cilindros primitivo (94 x 90 mm), se sumó el abandono de
las filas de Ferrari de pilotos notables, como Ascari y Villoresi, que se marcharon a Lancia a
principios de 1954.
Juan Manuel Fangio, que había pasado a formar parte del equipo Ferrari, logró en 1956 su
cuarto título mundial y el tercero para la marca. También en el año 1957, el coche base de
Fórmula 1 fue el modelo de 8 cilindros de Lancia-Ferrari, modificado en
las suspensiones delanteras (muelles helicoidales en lugar de los de ballesta) y en el bastidor
(substitución de los tubos de sección pequeña por otros de mayor diámetro). El motor sufrió
diversas modificaciones, como la eliminación de la junta de culata, ensamblando la culata al
bloque. Además, desde la primera carrera europea de la temporada, fueron suprimidos los
depósitos laterales. Sin embargo, este motor ya había cumplido su misión y se pensó
reemplazarlo por uno de 6 cilindros en V Diño (diminutivo de Alfredino, el hijo de Enzo
Ferrari, muerto en junio de 1956, que colaboró con el ingeniero Lampredi en su diseño), que
entró en funcionamiento aquel año. Aumentando progresivamente la cilindrada (1.500, 1.800,
2.200 y 2.417 ce), el nuevo 6 cilindros fue alcanzando su forma casi definitivamente hacia
finales de la temporada, debutando en Fórmula 1 en el Gran Premio de Marruecos celebrado en
Casablanca.
Sometido a ulteriores modificaciones, cambiando tanto el ángulo entre las 2 bancadas (60 ó
65°) como la cilindrada (de 2.417 ce a 2.497 ce), este motor fue utilizado hasta el cambio de la
Fórmula 1 (1960). Con un 256, Mike Hawthorn ganó el Campeonato Mundial de Conductores
en 1958. De este período (1955) fue también un motor bicilíndrico, el 252 de Fórmula 1 que se
pensaba utilizar en circuitos «lentos», como el de Montecarlo, pero que en realidad no fue más
allá de los estudios experimentales.
De 1954 a 1960 Ferrari construyó también un buen número de coches de Sport y Gran Turismo
utilizando motores de 4, 6, 12 y, en un caso, 8 cilindros. Entre los de 4 cilindros obtuvo un
éxito singular, aunque de carácter comercial, el 500 Mondial (2.000 ce), que desde 1956 se
denominó Testa Rossa, debido a que algunas culatas del motor fueron pintadas en rojo. Una
evolución ulterior fue el 750 Monza (3.000 ce). A pesar del escaso fraccionamiento, Ferrari
produjo una amplia gama de cilindradas, cuyos mínimos y máximos estaban representados,
respectivamente, por los 3 motores de alrededor de 1.000 ce (849, 973 y 1.032 ce) y por el de
3.431 ce para el 345 S. También fue amplia la variedad de cilindradas lograda con motores de 6
cilindros, que variaron entre los 1.500 ce del monoplaza de Fórmula 2 y los 4.418 ce del 446 S.
A petición de Fariña, de este último motor se construyó una versión especial para las 500
Millas de Indianápolis partiendo del hecho de que el 446 S tenía un par particularmente
elevado.
El coche, con bastidor americano Kurtis, no logró clasificarse cuando fue trasladado por vez
primera a América (1956) ni al año siguiente. En 1957, además, en un desesperado intento por
poder figurar entre los 33 que tomarían la salida, un joven piloto norteamericano, al que Fariña
había confiado temporalmente el coche, se salió de la pista resultando herido. Mejor suerte
había tenido un intento realizado en 1958 por Alberto Ascari con un Ferrari 4500.
Efectivamente, Ascari logró calificarse; sin embargo, la rotura de una rueda le obligó a
abandonar la carrera cuando se encontraba situado en buena posición.
Los motores de 12 cilindros en más de 15 versiones, representaron una vez más los modelos
punteros de la producción Ferrari, entre los Sport, confirmando la predilección de Enzo Ferrari
por este tipo de motor, que le había dado las mayores satisfacciones. La experiencia adquirida
con aquellos motores, utilizados en la Fórmula 1 de 1951, permitió llegar a un punto jamás
alcanzado anteriormente (5.000 ce), pero la imposición en 1958 de una cilindrada máxima de
3.000 ce condujo a límites más razonables. Gracias a su flexibilidad de producción, Ferrari tuvo
listo muy pronto, ya en el primer año de la nueva reglamentación, el 250 TR, un modelo de
3.000 ce, de 12 cilindros (290 CV a 7.500 rpm), que se adjudicó aquel año carreras tan
importantes como los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires, las 12 Horas de Sebring, la Tar-ga
Florio y las 24 Horas de Le Mans, conquistando para la empresa el sexto Campeonato Mundial
de Marcas.
En 1956, Ferrari se aventuró en el sector de las cilindradas grandes, así como en el de Gran
Turismo, construyendo el 410 Superamerica (unos 5.000 ce), del que derivaron los Superfast (I,
II y III), que procuraron a Ferrari una clientela selecta. Un notable éxito tuvo también el 400
Superamerica, evolución del 410, con motor de 4.000 ce, del que provendría una versión Sport,
designada como 330, que permitió a Gendebien, en equipo con Phil HUÍ, lograr su cuarta
victoria en las 24 Horas de Le Mans (1962), que a la vez sería el canto del cisne del piloto
belga. El 330 GT resumió el progreso de la fábrica italiana: el motor de 12 cilindros que
equipaba estos coches tenía las mismas dimensiones exteriores que el primer 12 cilindros, el
125, aunque la cilindrada resultaba casi 2.500 ce superior y la potencia específica había sido
duplicada (100 CV/1).
El 250 GT, creado en 1954 y construido durante un decenio, resultó ser uno de los que tuvo
más éxito y difusión entre los coches de Gran Turismo de aquel período, ocupando un lugar
especial en la historia de Ferrari, ya que fue el primero en ser propuesto en versión 2 + 2. La
diferencia entre el modelo comercial y el de competición, hasta cierto punto necesario, originó
en 1962 el Gran Turismo Homologado, GTO, el último Ferrari de competición con motor
delantero, que obtuvo un considerable número de victorias, muchas de ellas con pilotos
privados al volante.
Desde 1959 (a partir de las 12 Horas de Se-bring para los coches de Sport y del Gran Premio de
México para los de Fórmula 1), Ferrari optó definitivamente por los frenos de disco. En 1961,
con la entrada en vigor de la nueva Fórmula 1 (motores de 1.500 ce con admisión atmosférica o
500 ce con compresor) tuvo lugar un decisivo cambio en la fábrica: los Ferrari pasaron a
utilizar motores traseros. El primer coche que adoptó este sistema fue el 156, construido en
1960 y que se inscribió a título experimental en el Gran Premio de Italia de aquel año,
midiéndose con toda dignidad con los coches de 2.500 ce y permitiendo a Von Trips conquistar
el quinto puesto. También en 1960, antes que el 156 se había construido otro monoplaza,
equipado con un motor de 1.500 ce (correspondiente a la Fórmula 2 de entonces), pero situado
en la parte delantera.
Con el 6 cilindros del nuevo Fórmula 1, los motores Ferrari comenzaron a alcanzar ré-gimenes
de rotación muy elevados; el de 6 cilindros en V de 65° llegaba a 10.500 rpm y daba una
potencia de 200 CV. Con el 156 de Fórmula 1, Phil Hill conquistó el Campeonato Mundial de
1961, siendo Von Trips subeampeón.
El segundo Ferrari con motor trasero fue el 246 P (prototipo) de 1961, que conducido por Von
Trips y Gendebien salió victorioso de una confrontación con los Porsche en una carrera
particularmente favorable para estos últimos: la Targa Florio; el coche realizó asimismo la
vuelta rápida, superando por vez primera los 107 km/h en el tortuoso trazado.
También se construyeron con motor trasero el 248 P (2.458 ce) y el 268 S (2.644 ce).
Como ya era costumbre de esta fábrica, continuó el intercambio de experiencias
entre los monoplazas y los coches de Sport. Así, la construcción, desde 1963, de
un motor de 8 cilindros en V para Fórmula 1, destinado a substituir al de 6
cilindros, había conseguido transferir a los biplazas la información técnica
adquirida con los modelos de Fórmula 1 y con el no menos tradicional aumento de
las cilindradas, partiendo del motor de 1.500 ce preparado para los Grandes
Premios. Durante los 5 años en que la nueva Fórmula 1 permaneció en
vigor(1961-1965),Ferrari asombró una vez más por la variedad de los coches
presentados, sobre todo en lo que respecta a los motores: después de los de 6 y 8
cilindros, se volvió al de 12, que apareció afínales de 1964 en Sudáfrica. Con un 8
cilindros, Surtees logró el Campeonato Mundial en 1964, año en que, como
protesta por la actuación de la Comisión Deportiva Automovilística Italiana, Ferrari
participó en algunas competiciones con los colores del North American Racing
Team.
En los coches de la categoría Sport de 1961, Ferrari había empezado a hacer uso
de los alerones. El alerón propiamente dicho se utilizó por vez primera en Fórmula
1 en 1968 (Gran Premio de Bélgica). Entre las berlinetas, la primera en llevar el
motor trasero fue el modelo 250 KM, llamado así por el tipo de coche con el que
Scarfiotti y Bandini habían ganado las 24 Horas de Le Mans de 1963.
Al 206 siguieron, en 1969, el Diño 246 GT (2.400 ce) y el Fiat-Dino, que fueron
equipados con un motor análogo. El 21 de junio de aquel año las relaciones entre
ambas sociedades tomaron una forma y una amplitud diferentes: Fiat entró en
igualdad en Sefac-Ferrari.
El 312 B (3.000 ce y 12 cilindros boxer) obtuvo en 1970 una serie muy convincente
de éxitos (victorias de Ickx en los Grandes Premios de Austria, Canadá y México,
y de Regazzoni en el Gran Premio de Italia); sin embargo, en las temporadas
siguientes, hasta finales de 1973, a pesar de los importantes progresos realizados,
sólo obtuvo 3 victorias, 2 de Ickx (Gran Premio de Holanda en 1971 y Gran Premio
de Alemania en 1972) y la otra de Andretti (Gran Premio de Sudáfrica en 1971).
Este motor fue utilizado también en un vehículo de la categoría Sport, el 312 P,
ganador del Campeonato Mundial de Marcas en 1972.
Hacia finales del año 1973 fue presentado el Diño 308 GT que adoptando un
motor de 8 cilindros en V (255 CV a 7.700 rpm), colocado en el centro en posición
transversal, y una carrocería diseñada por Bertone, rompió con la tradición en el
ámbito de los coches de Gran Turismo. Sin embargo, el 308 no substituyó al Diño
246 (que se siguió fabricando), sino que lo complementó. Otro coche
revolucionario, en esta misma categoría fue el 365 berlineta boxer, carrozado por
Pininfarina, con un motor de 12 cilindros opuestos colocado en la parte trasera y
de 4.390 ce. Los únicos coches que permanecieron con motor delantero de toda la
producción de Ferrari, basada en 5 modelos hasta el año 1973, fueron el 365 GTB
4 y el 365 GT 4, éstos dotados con el mismo motor de 12 cilindros en V de 60°,
con una cilindrada de 4.400 ce, pero con una potencia ligeramente diferente.
Al motor de 18 cilindros boxer del 312 B 3, cuya potencia para una cilindrada de 3
1 era de 490 CV a 12.000 rpm, le añadió Forghieri una caja de cambios
transversal a finales de 1974, convirtiéndolo en el 312 T, modelo que, después de
superar sus problemas iniciales y una breve racha de mala suerte, se impuso en el
Gran Premio de Monaco por medio de Niki Lauda, 20 años después de la anterior
victoria de Ferrari en el Principado. El mismo piloto repitió el triunfo en los Grandes
Premios de Bélgica, Suecia y Francia, que con los siguientes resultados le
proyectaron a la victoria del Campeonato Mundial. Asimismo, Regazzoni venció en
el Gran Premio de Suiza (no puntuable) y en el de Italia, además de obtener
aceptables clasificaciones en la misma Fórmula 1. Paralelamente, se habían ido
abandonando las actividades en la categoría Sport.
El logo de Ferrari que conocemos hoy ha sido prácticamente el mismo desde que
se fundó la empresa. No ha tenido más que simples cambios superficiales en el
fondo y en el uso. Se trata de un caballo negro sobre un escudo
amarillo (simboliza a la ciudad de Modena), arriba tiene la bandera de Italia y
abajo la palabra Ferrari con una tipografía serif, en la que el primer rabillo de la
letra F en altas se extiende hasta la altura de la última r, justo hasta donde
comienza el puntillo de la i.
En algunos usos del logo, se agrega dentro del escudo las siglas SF, que quiere
decir Scuderia Ferrari. La forma del escudo también varía a rectangular para
cuestiones corporativas de la empresa y como estampa para algunos modelos
especiales.
Figura 5. Escudo de Ferrari
Ahora, cuando decimos que “no cualquiera” puede tener un Ferrari, no nos
referimos a que la empresa ponga determinadas condiciones (como sí lo hace
Rolls-Royce) para acceder a alguno de sus vehículo; nos referimos
fundamentalmente a los precios, lo cuales no bajan de los 230.000 dólares cuando
se trata de ejemplares nuevos. En ese sentido, todo aquel que posea el poder
adquisitivo necesario para acceder a productos de esta gama, puede tener un
Ferrari.
Y si bien se ha posicionado como un fabricante de autos deportivos de
lujo asociado estrechamente con los eventos de carreras de mayor renombre en
todo el mundo, en líneas generales, suele tener ejemplares más asequibles a los
de marcas como Lamborghini o Rolls-Royce. Pudiéramos compararla incluso con
Mercedes-Benz, aunque esta última no se especializa necesariamente en autos
deportivos.
Y fue muy bien, porque con él nació todo. Se trató de una berlinetta de dos plazas con
un motor V12 de 1,5 litros atmosférico de... 118 CV. Sí bueno, no es mucho, pero para
la época no estaba nada mal. El peso del coche fue rondó los 700 kg con el conductor
a bordo, y alcanzaba 200 km/h.
Una joya digna de museo y que en 1947 comenzó su legado de victorias con el Gran
Premio de Roma, que como sabéis, nada tiene que ver con la Fórmula 1 actual, ya
que en aquel entonces se trataba de una serie de pruebas independientes por todo el
globo.
El Ferrari F50 nació como sucesor del F40 y como celebración del 50 aniversario de
la marca. El diseño estuvo claramente inspirado en el de su predecesor, aunque con
un capó y parte trasera (incluyendo alerón) que evitaban las marcadas líneas
poligonales y aspecto cuadrado del F40
Además, su motor pasó a ser un F130B V12 a 65º atmosférico de 4,7 litros que
llegó a otorgar 520 CV y 471 Nm de par máximo, lo que lo convirtió en
un superdeportivo capaz de hacer el 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos y
alcanzar 325 km/h de velocidad máxima.
Durante esta misma semana, Benedetto Vigna, el actual CEO de Ferrari, anunció
una nueva inversión económica de hasta 500 millones de euros para sus plantas
afincadas en Maranello y en Módena, de cara a ampliar el desarrollo y el
lanzamiento de nuevas tecnologías de movilidad eléctrica para el año 2025. Esto
repercutirá directamente en la creación de hasta 250 nuevos puestos de trabajo en
la región italiana de Emilia-Romagna. Precisamente para ese período, Ferrari
espera poner en el mercado dos variantes eléctricas de su Ferrari Purosangue, las
cuales, según los últimos informes, deberían llegar entre el año 2024 y 2026.
la-marca-ferrari/gmx-niv22-con583.htm
La historia de Ferrari. (2016, 9 diciembre). Todas las noticias de coches en un solo portal:
de-ferrari/9379
Vita, R. G. (2022, 21 marzo). Los mejores Ferrari de cada década desde su fundación.
TopGear.es. https://www.topgear.es/noticias/deportivos/mejores-ferrari-deportivos-
historia-cada-decada-fundacion-1031667
https://www.hibridosyelectricos.com/articulo/actualidad/ferrari-presenta-mayor-
inversion-nuevas-tecnologias-electricas-movilidad/20220325101934056012.html
Historia de Ferrari, la marca más asociada a las carreras, la velocidad y el éxito. (2021,
asociada-a-las-carreras-la-velocidad-y-el-exito/