Trabajo Arqueologia PDF

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María Rosario Díaz Herrero

El tema principal de este trabajo se centra en los yacimientos arqueológicos


anteriormente visitados ubicados en San Esteban, la muralla de Verónicas y el Centro
de visitantes de la muralla, su contexto histórico, como se han conservado a día de hoy
y una valoración crítica acerca de su estado.

El yacimiento de San Esteban fue descubierto en el proceso de construcción de un


parking para un edificio comercial, sería entonces cuando se encontraron ante lo que
fue un antiguo complejo palatino o barrio andalusí. En sí, no hay ningún edificio
monumental que se haya conservado, la importancia reside en que presenta 8 mil
metros cuadrados de una ciudad islámica del siglo XIII y debe ser valorada
históricamente en todo su conjunto.

En la zona del yacimiento podemos observar perfectamente calles, casas completas,


una especie de hotel e incluso una propia mezquita de barrio que nos muestra
óptimamente el urbanismo islámico de principios del siglo XIII. La Murcia Islámica se
conformó bajo el mando de la dinastía Omeya en el siglo IX (825) y era una ciudad
alargada con forma rectangular en sentido este-oeste (San Andrés – Plaza de toros)
que utilizaría su paralelismo con el rio Segura como método de defensa puesto que para
poder introducirse a la ciudad se debía usar una barca o bien nadando.
En el contexto histórico en el que nos remitimos la única entrada por parte de los
cristianos a Murcia vino dada por el ´Pacto de Alcaraz´ en 1243 por el que el reino sería
entregado a los cristianos finalmente.

En el propio yacimiento podemos observar además de varias calles en las que se


ubicaban al menos unas 20 casas, lo que se denomina un ´carabasar´ / ´al funduk´;
edificación parecida a lo que conocemos hoy en día como un hotel u hostal y su principal
función era hospedar personas junto a sus mercancías o animales y mercaderes. En el
carabasar son visibles los restos de un patio, un arriate y una primera habitación, aunque
también se sabe que había al menos un puso superior puesto que se conservan restos
de escaleras. Unas 20 o 25 habitaciones conformarían el total de las habitaciones de
este carabasar y la más grande podría ser un comedor general o probablemente donde
se almacenaba la mercancía de los mercaderes que se hospedaban allí.

Por otro lado, debemos mencionar los cimientos de una mezquita, creada en su día para
que bien los habitantes del barrio bien una familia adinerada rindiera culto, a lo que cabe
destacar que la existencia de tal mezquita nos habla de la riqueza que debía tener quien
la mandó a construirla, y por lo tanto el barrio en genera. En ella presenciamos el
minarete; torre anexa a una mezquita desde donde el muecín o almuédano convoca a
los fieles musulmanes para que acudan a la oración. Alrededor de la mezquita hay
también un pequeño cementerio del que aún se conservan ciertas tumbas.

Debido al tardío descubrimiento de los restos (hace unos escasos años) y por pura
casualidad, la conservación de estos no es del todo apropiados además que quedaron
totalmente sepultados bajo el suelo con el paso del tiempo, aunque si es verdad que
podrían ser mejor preservados ya que se exponen al aire libre de manera que cualquier
persona puede entrar si quisiera a manipular o bien fenómenos meteorológicos pueden
erosionar contra ellos. En conclusión, el yacimiento debería ser mejor custodiado para
una mejor elaboración del estudio que le pertenece ya que es complicado musealizar
tal cantidad de metros cuadrados de restos de urbanización islámica.

La muralla del mercado de Verónicas cumplía no solo función defensiva sino también
como sistema de frenado de crecida del rio, es decir, defensa contra enfermedades,
recordemos que cualquier cosa que contenga agua puede conllevar a enfermedades
derivados de mosquitos, bacterias, etc.
María Rosario Díaz Herrero

En el contexto histórico en el que nos encontramos, en el siglo XII Mursilla ya era una
importante ciudad comercial y además de Ibn Mardanis, apodado también como el rey
Lobo, quién hizo gran parte de las macro construcciones del reinado en el momento de
mayor esplendor de la ciudad y amplió y reforzó las 6 puertas de entrada a la ciudad,
Mursilla era la capital del reino taifa, lo que ayudó a impulsar la construcción de la
muralla. Cabe destacar que Mursilla nunca fue tomada por la fuerza, lo que indica el
perfecto uso que tuvo. Únicamente se entró a la ciudad mediante los tratados que se
firmaron: el primero en 1243 antes ya mencionado ´Tratado de Alcaraz´ en el que el rey
Ibn Huf al-Dawla se convierte vasallo de Fernando III de Castilla por lo que quedará
Mursilla bajo el protectorado del reino de Castilla.

Más tarde, por diversas disputas se experimentará en 1264 una revuelta mudéjar que
acabará derivando en 1266 en un pacto de rendición. Será en ese momento cuando
Jaime I entrará a Mursilla bajo la orden de Alfonso X de manera pacífica por la Puerta
de las 7 puertas.
Desde el siglo IX hasta el siglo XIV está progresivamente en desuso y desconstrucción
puesto que ya con la presencia de los cristianos, se mantendrá a la población a cambio
de una serie de tributos, pero seguirá conservándose. Será con los reyes católicos
cuando dejará de tener su razón de ser y poco a poco en los siglos XVI y XIX se va
abandonando hasta que desaparece.
Si nos remontamos a antes de su descubrimiento en el siglo XVI y XVII los restos se
encontraban dentro de lo que se conoce como la casa de las carreterías, pero un siglo
más tarde, en el XVIII pasó a ser convento de las Verónicas siendo la muralla
´absorbida´. En este siglo la ciudad presencio un crecimiento hasta el punto de que para
seguir expandiéndose deciden tumbar el convento. En 1985, por el motivo del
derrumbamiento de tal convento será cuando por fin la muralla vuelve a salir a la luz y
es descubierta.

La muralla alberga 3 partes principales; el revellín, primer muro de abajo donde


podemos observar las ´saeteras´; ventanas donde se posicionaban los enemigos en
posición de ataque de manera que ellos tenían visión para disparar al perímetro que
quisieran mientras los enemigos solo podían ver en agujero.
Por otro lado, encontramos el ´Paseo de la ronda/barbacana/paseo de la muralla y las
torres, conservando aun una erguida en casi su totalidad.
Se custodian hoy en día 11 metros de muralla, aunque en su día serian 15 metros de
altura. En el momento de mayor esplendor de la ciudad las torres levantarían hasta 95
metros.
La técnica de construcción usada es el ´tapial´ o terrosa de tapial calicastrada; cal, tierra,
piedras y agua del propio rio. Esta técnica resalta por la facilidad para acceder a la tierra
en contraposición a la dificultad para la construcción de piedras. Todos los materiales
los encontraban a pie de obra, no hacía falta transporte puesto que lo importante en el
momento era la construcción rápida para la defensa de la ciudad por lo que destaca la
facilidad técnica que tenían para construir.
También dicha técnica constructiva alberga habilidades mecánicas puesto que la tierra
hará que se absorban los posibles impactos enemigos, mientras el interior se recubrirá
de tablones de madera en paralelo para la resistencia de los materiales (Mechinales)
que hoy en día no los podemos observar debido al pudrimiento de la madera, aunque si
podemos ver los huecos restantes de su perdida.
La facilidad reconstructiva en periodo de guerra y conflictos bélicos era importante por
eso la facilidad para llegar a materiales.
A día de hoy estos restos no cumplen la función de muralla sino de un ente cultural que
ejemplifica perfectamente una sociedad pasada de la que debemos tener consciencia
como ciudadanos.
María Rosario Díaz Herrero

De nuevo volvemos al siglo XX; en 1963 Jorge Manuel Aragoneses, figura popularmente
destacada en la historia de Murcia, descubre la muralla y entre 1963 y 1965 la excava
de manera íntegra e incluso se construirá el ´Centro de Visitantes de la Muralla´. La
muralla quedará descubierta hasta el 2000 y poco a poco sufrirá cierta desintegración
por lo que finalmente quedará cubierta hasta su posterior puesta al público.

En conclusión, el yacimiento de San Esteban es un enclave importante debido a que es


la única muralla conservada de la ciudad y debe ser mantenida ya que otorga a la ciudad
de Murcia un patrimonio muy enriquecido. Gracias a figuras como Jorge Manuel
Aragoneses se ha conseguido custodiar y hacer que perdure la Muralla, cosa que sin
su participación hubiera sido casi imposible su perduración. La musealización de ésta
en relación con la conservación que venía dada por los precedentes que sufrió como
diversas construcciones y demoliciones ha sido totalmente acertada y es de aplaudir.

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