Transporte Electrónico y Fosforilación Oxidativa
Transporte Electrónico y Fosforilación Oxidativa
Transporte Electrónico y Fosforilación Oxidativa
De esta forma, los dos átomos de hidrógeno irían “viajando” a lo largo de una
cadena de coenzimas, en una sucesión ordenada de oxidaciones y reducciones,
hasta el aceptor final que es el oxígeno, para formar agua mediante una enzima
determinada (En).
Hoy se sostiene que las oxidaciones de los sustratos se realizan por pérdida
de 2 H+que son transferidos al oxígeno por una sucesión de cofactores situados en
cadena.
A esta sucesión de deshidrogenasas (E1, E2, E3, …, En) con sus coenzimas
(A, B, C, …, N) se le denomina Cadena Respiratoria, o Cadena Transportadora de
Electrones. El primer eslabón (A) son los piridin nucleótidos, cofactores de las
piridinoproteínas o deshidrogenasas ligadas a la piridina; el segundo (B) las flavinas,
cofactores de las flavoproteínas o flavin deshidrogenasas; el tercero (C), las
ubiquinonas o coenzima Q (CoQ); a continuación, se suceden varios citocromos y,
finalmente, el oxígeno.
Cada uno de estos transportadores de electrones se caracterizan por su
potencial de reducción y están situados en la cadena según el orden creciente de
aquel. Así, los piridin nucleótidos y las flavinas tienen un potencial de reducción
normal (P.R.N.) de -0.32 V y -0.05 V respectivamente, mientras que el del oxígeno
es de +0.82 V. Esto quiere decir que cuanto más a la derecha de la cadena se
encuentren los transportadores, más capacidad de reducirse tendrán. Esto coincide
con el hecho de que el oxígeno, que se encuentra en el extremo derecho de la
cadena, es de las sustancias más oxidantes que se encuentran en la naturaleza.
Asimismo, cuando mayor sea el potencial normal, tanto más espontánea será la
reacción correspondiente.
+ Transportadores electrónicos.
- Coenzimas piridínicas: piridin nucleótidos.
Son las coenzimas de las llamadas deshidrogenasas ligadas a piridina o
piridinoproteínas.
En 1931, se aisló el NAD+ (Nicotinamida adenina dinucleótido) o coenzima I
(Co I) y en poco después, en 1935, descubrieron la Co II o NADP+.
La constitución del NAD+ es la siguiente:
Unión por enlace pirofosfórico entre un mononucleótido de nicotinamina
(NMN) y un mononucleótido de adenina (AMP). La nicotinamida es un derivado de
la piridina, de ahí el nombre de estas coenzimas (figura 1).
En la cadena respiratoria, los electrones fluyen desde el par redox cuyo valor
de E°’ es más electronegativo hacia el par con E°’ más electropositivo, puesto que
de esta forma disminuye la energía libre del sistema que reacciona. Cuando un par
de electrones fluye desde el NADH (NADH/NAD+, E°’ = -0.32 V) hasta el O2 (H2O/O2,
E°’ = +0.82 V), a través de los transportadores electrónicos, se libera una gran
cantidad de energía libre (∆G°’ = -220 kJ).
Esta energía libre liberada es suficiente para la síntesis de 3 ATP, puesto que
para ellos sólo son necesarios 91.6 kJ. Calculando la energía libre liberada en cada
etapa de la cadena respiratoria, puede determinarse cuales son los sitios donde se
libera energía para la síntesis de ATP.
Estos sitios son los siguientes (figura 6): primero en el paso de electrones
desde el NAD+ hasta la CoQ existe un descenso de energía (E°’ = 0.27 V; ∆G°’ =
51 kJ). Entre la CoQ y el citocromo b, existe un descenso pequeño. Entre el b y los
citocromos c se repite el descenso brusco (E°’ = 0.22 V; ∆G°’ = 41.4 kJ). Entre el
citocromo c y el citocromo a la disminución es pequeña. Finalmente, entre el
citocromo a y el O2 aparece un nuevo descenso brusco de la energía libre (E°’ =
0.53 V; ∆G°’ = 99.6 kJ).
Figura 6. Disminución de la energía libre a medida que los pares de electrones fluyen a lo largo de
la cadena respiratoria.
- Coenzima Q.
A continuación, los electrones se transfieren desdelos complejos Fe-S de la
NADH-Q reductasa a la coenzima Q (CoQ) o ubiquinona, que se reduce a ubiquinol
(QH2) (figura 8).
- Citocromo reductasa.
La citocromo reductasa es el complejo proteico que transfiere los electrones
desde la QH2 al citocromo c. La citocromo reductasa está formada por citocromo b,
citocromo c1, una proteína Fe-S y varías cadenas polipeptídicas. Es la segunda
bomba de protones de la cadena respiratoria. Los citocromos son proteínas
transportadoras de electrones que contienen como grupo prostético un grupo hemo,
el cual posee un átomo de hierro que alterna de la forma reducida (+2) a la oxidada
(+3) durante el transporte electrónico (figura 9).
- Citocromo oxidasa.
La transferencia de electrones desde el citocromo c reducido al O 2 está
catalizada por el complejo citocromo oxidasa, constituido por 13 unidades que
contiene dos grupos hemo A y dos iones cobre (figura 10). De las 13 cadenas
polipeptídicas de este complejo, tres están codificadas por genes mitocondriales
(por tanto, son de origen materno).
Figura 10. Estructura de los diferentes grupos hemo de los citocromos que participan en la cadena
de transporte electrónico.
- Inhibidores específicos.
Al igual que la hemoglobina, el citocromo a, se combina con el CO y el
cianuro, de ahí la inhibición de la respiración que realizan estos venenos.
En la cadena respiratoria se pueden bloquear se pueden bloquear las
trasferencias d electrones mediante inhibidores específicos (figura 12). Por ejemplo,
la rotenona y el amital bloquean el transporte de electrones en la NADH-Q reductasa
y por tanto impiden el uso del NADH como sustrato. Por otro lado, el flujo de
electrones procedentes de la oxidación del succinato permanece intacto, ya que
estos electrones entran en la cadena a través de la QH 2 (procedentes del FADH2).
En la citocromo reductasa, la Antimicina A impide el flujo de electrones procedentes
del citocromo b. Además, el flujo de electrones en la citocromo oxidasa puede
bloquearse por medio cianuro, azida de sodio y monóxido de carbono. El cianuro y
la azida reaccionan con la forma férrica del hemo a3, mientras que el monóxido de
carbono inhibe la forma ferrosa.
- Fosforilación oxidativa.
Alrededor de 1937, los científicos Herman Kalckar y George Belitzer,
observaron que si a una preparación triturada de tejido muscular, de riñón o de
hígado, se le añadía algún sustrato oxidable (ej. glucosa), el Pi del medio
desaparecía y se recuperaba en forma de fosfatos inorgánicos (ADP y ATP), o como
compuestos intermediarios del metabolismo de la glucosa (glucosa 6P y fructosa
6P).
Se pensó entonces que la fosforilación del ADP (síntesis de ATP) era un
mecanismo acoplado a la respiración. Belitzer encontró que la proporción de fósforo
inorgánico consumido en la cadena respiratoria con respecto al oxígeno era P/O =
3. Esto indicaba que se formaban 3 ATP en la cadena respiratoria durante el paso
de electrones (dos) desde el NADH + H+ hasta el O2. De ahí, que a esta formación
de ATP se le llamase fosforilación oxidativa.
Existen algunos compuestos, como el 2,4-dinitrofenol, capaces de inhibir la
fosforilación, mientras que el transporte electrónico puede continuar normalmente.
Por esta razón, a estos compuestos se les denomina agentes desacoplantes.
Por otro lado, los científicos Eugene Kennedy y Albert Lehninger
descubrieron, en 1948, que las mitocondrias realizaban la fosforilación oxidativa
acoplada a la oxidación de los compuestos derivados de la glucosa.
La mitocondria son orgánulos citoplasmáticos que tienen dos membranas,
una externa lisa y otra interna que presenta muchos pliegues, llamados crestas. La
membrana interna contiene los citocromos b, c, a y a3, el mecanismo de la
fosforilación y las deshidrogenasas ligadas a flavinas y piridina, es decir, contienen
todos los elementos de la cadena respiratoria. La membrana externa no contiene
ninguno de los elementos de la cadena, pero contiene enzimas características, tales
como la monoamino oxidasa (MAO). La matriz contiene las enzimas que intervienen
en el ciclo de Krebs, que es la turbina metabólica común a hidratos de carbono,
lípidos y proteínas (figura 13).
- Sistemas de lanzaderas.
Como la membrana interna es impermeable al paso del NAD+ y del NADH
citosólico, existen sistemas especiales de lanzadera que transportan equivalentes
de reducción desde el NADH citosólico a las mitocondrias mediante una ruta
indirecta.
La lanzadera más activa, que funciona en el hígado y en las mitocondrias del
corazón, es la lanzadera malato-aspartato en la que el NADH citosólico se introduce
como NADH mitocondrial y transfiere sus electrones a la cadena respiratoria,
produciendo 3 ATP. Es una lanzadera de tipo bidireccional (figura 15).