Transporte Electrónico y Fosforilación Oxidativa

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5. Transporte electrónico y fosforilación oxidativa.

+ Reacciones de óxido-reducción biológicas.


Para comprender mejor los mecanismos de oxidación biológica, hemos de
tener en cuenta el fenómeno de la respiración. La respiración podría definirse
sencillamente como un consumo de O2 ligado a una producción de CO2 y H2O. Este
fenómeno macroscópico es un claro reflejo de la existencia de un metabolismo
activo en las células. La función respiratoria es propia de la mayoría de los
organismos vivos.
En la mayoría de los seres vivos, “el aceptor final de los electrones
desprendidos de los sustratos en los procesos redox es el oxígeno”. El producto de
reducción de éste al aceptar los electrones (e-) es el agua, elemento difusible por
las membranas celulares, de forma que la célula puede eliminar fácilmente el O2 en
forma de H2O.
A principios del siglo XX, se elaboró la teoría que sostenía que el sustrato
reducido (SH2) se oxidaba al perder 2 átomos de hidrógeno, reacción catalizada por
una deshidrogenasa (E1) que llevaría como cofactor a un aceptor de hidrógenos
(Aox), que se reduciría al aceptar 2 H+ (AH2). Este cofactor reducido sería, a su vez,
oxidado por otro cofactor (Box) de otra deshidrogenasa (E2) (figura 1).

Figura 1. Teoría sobre la descripción de la cadena de transporte electrónico.

De esta forma, los dos átomos de hidrógeno irían “viajando” a lo largo de una
cadena de coenzimas, en una sucesión ordenada de oxidaciones y reducciones,
hasta el aceptor final que es el oxígeno, para formar agua mediante una enzima
determinada (En).
Hoy se sostiene que las oxidaciones de los sustratos se realizan por pérdida
de 2 H+que son transferidos al oxígeno por una sucesión de cofactores situados en
cadena.
A esta sucesión de deshidrogenasas (E1, E2, E3, …, En) con sus coenzimas
(A, B, C, …, N) se le denomina Cadena Respiratoria, o Cadena Transportadora de
Electrones. El primer eslabón (A) son los piridin nucleótidos, cofactores de las
piridinoproteínas o deshidrogenasas ligadas a la piridina; el segundo (B) las flavinas,
cofactores de las flavoproteínas o flavin deshidrogenasas; el tercero (C), las
ubiquinonas o coenzima Q (CoQ); a continuación, se suceden varios citocromos y,
finalmente, el oxígeno.
Cada uno de estos transportadores de electrones se caracterizan por su
potencial de reducción y están situados en la cadena según el orden creciente de
aquel. Así, los piridin nucleótidos y las flavinas tienen un potencial de reducción
normal (P.R.N.) de -0.32 V y -0.05 V respectivamente, mientras que el del oxígeno
es de +0.82 V. Esto quiere decir que cuanto más a la derecha de la cadena se
encuentren los transportadores, más capacidad de reducirse tendrán. Esto coincide
con el hecho de que el oxígeno, que se encuentra en el extremo derecho de la
cadena, es de las sustancias más oxidantes que se encuentran en la naturaleza.
Asimismo, cuando mayor sea el potencial normal, tanto más espontánea será la
reacción correspondiente.

+ Transportadores electrónicos.
- Coenzimas piridínicas: piridin nucleótidos.
Son las coenzimas de las llamadas deshidrogenasas ligadas a piridina o
piridinoproteínas.
En 1931, se aisló el NAD+ (Nicotinamida adenina dinucleótido) o coenzima I
(Co I) y en poco después, en 1935, descubrieron la Co II o NADP+.
La constitución del NAD+ es la siguiente:
Unión por enlace pirofosfórico entre un mononucleótido de nicotinamina
(NMN) y un mononucleótido de adenina (AMP). La nicotinamida es un derivado de
la piridina, de ahí el nombre de estas coenzimas (figura 1).

Figura 1. Estructura del NAD+ y NADH.


En el NADP+ existe un grupo fosfato adicional esterificado en C2 del anillo de
ribosa del grupo adenilato (figura 2).

Figura 2. Estrucutra del NADP+.

El NAD+ suele utilizarse en procesos de oxidación, mientras que el NADP +


actúa en reacciones de síntesis (ej. en la síntesis de ácidos grasos y colesterol, el
organismo parte de compuestos con dobles enlaces, que se saturan gracias al
NADP+.
El NAD+ y el NADP+ no tienen la misma distribución en la célula; el NAD+ se
encuentra principalmente (60 – 80%) en la mitocondria, mientras que el NADP+ se
encuentra sobre todo en el citoplasma (70%).
El NAD+ y el NADP+ se comportan más como sustratos que como grupos
prostéticos, experimentan disociación y unión reversibles con la apoenzima durante
el proceso de actuación (figuras 1 y 2).
Toda la actividad de oxidorreducción de NAD+ y NADP+ radica en el anillo de
nicotinamida. En su forma oxidada, el N de la pirimidina se encuentra en forma
amonio cuaternario (N+). El anillo se transforma en una estructura quinoidea
aceptando un ion hidruro (H+ + 1 e- + 1 e-), es decir, un núcleo de hidrógeno y dos
electrones y el otro protón es cedido al medio, quedando el N en su forma trivalente
normal. Por ello, el NAD+ y el NADP+ no aceptan dos hidrógenos conjuntos, de ahí
que se representa en la forma reducida como NADH + H+ y NADPH + H+ (figuras 1
y 2).
Los piridin nucleótidos constituyen el primer eslabón de la cadena
respiratoria, reduciéndose al aceptar el ion hidruro procedente de un sustrato que
se oxida. Estos piridin nucleótidos cederán los electrones al 2do eslabón, constituido
por los flavín nucleótidos, cofactores de las flavoproteínas enzimáticas; luego el
NADH, en los organismos quimioenergónicos aerobios, transfieren sus electrones,
procedentes de la oxidación de las moléculas combustibles, al O 2 a través de una
cadena de transporte electrónico situada en la membrana mitocondrial interna, cuyo
resultado energético es la síntesis acoplada de ATP a partir de ADP y Pi. El NADPH
actúa como dador electrónico en muchas biosíntesis reductoras, donde los
precursores están más oxidados que los productos finales (ej. la biosíntesis de
{ácidos grasos).

- Coenzimas flavínicas: flavín nucleótidos.


Constituyen el grupo prostético de las llamadas flavoproteínas enzimáticas.
Su componente principal es la Riboflavina (Vit. B2). A la primera coenzima flavínica
que fue aislada se le denominó flavín mononucleótido (FMN), nombre no muy
correcto, ya que los nucleótidos contienen ribosa unida a la base nitrogenada por
un enlace glucosídico y, en este caso el enlace no es de este tipo.
La mayor parte de las flavín deshidrogenasas no contienen como al FMN,
sino a un derivado de éste, el FAD (flavín adenin dinucleótido) (figura 3). Este
compuesto se sintetiza a partir del FMN y el ATP según la reacción:

Figura 3. Estructura del FAD.


Estos nucleótidos actúan como coenzimas en el funcionamiento de las
deshidrogenasas a través de los átomos de nitrógeno en posición 1 y 10 del núcleo
isoaloxacina, donde se fijan dos átomos de hidrógeno en total, de la forma que
aparece en la figura 3.
Las flavín deshidrogenasas más importantes son:
1) NADH deshidrogenasa, cataliza la transferencia de electrones desde el NADH a
algún aceptor desconocido, posiblemente a una ferroproteína no hemática de la
cadena.
2) La succinato deshidrogenasa
3) La dihidrolipoil deshidrogenasa de los complejos multienzimáticos piruvato
deshidrogenasa y α-cetoglutarato deshidrogenasa
4) Las flavoproteínas que catalizan la primera etapa de deshidrogenación durante
la oxidación de los ácidos grasos.
Las flavoproteínas constituyen el 2do eslabón de la cadena respiratoria
(figura 4).

Figura 4. Eslabones de la cadena respiratoria.

Es importante observar que a diferencia del NAD+, estas coenzimas aceptan


2 átomos conjuntos de hidrógeno, de ahí que se les representa en su forma reducida
como FMNH2 y FADH2.

+ Cadena transportadora de electrones.


Como sabemos, durante el catabolismo celular de los hidratos de carbono,
los ácidos graos y los aminoácidos, se genera poder reductor en forma de NADH y
FADH2, que contienen un par de electrones, que se transfieren al O 2 con liberación
de energía. La transferencia de electrones desde estos compuestos al O2 se lleva a
cabo a través de la cadena transportadora de electrones. La energía liberada en
estas reacciones redox puede usarse para la síntesis de ATP, mediante un proceso
acoplado que se denomina fosforilación oxidativa. Estos procesos tienen lugar en la
membrana mitocondrial interna. La oxidación del NADH produce 3 ATP, mientras
que la del FADH2 origina 2 ATP (figura 5).
Figura 5. Cadena transportadora de electrones (cadena respiratoria).

En la cadena respiratoria, los electrones fluyen desde el par redox cuyo valor
de E°’ es más electronegativo hacia el par con E°’ más electropositivo, puesto que
de esta forma disminuye la energía libre del sistema que reacciona. Cuando un par
de electrones fluye desde el NADH (NADH/NAD+, E°’ = -0.32 V) hasta el O2 (H2O/O2,
E°’ = +0.82 V), a través de los transportadores electrónicos, se libera una gran
cantidad de energía libre (∆G°’ = -220 kJ).
Esta energía libre liberada es suficiente para la síntesis de 3 ATP, puesto que
para ellos sólo son necesarios 91.6 kJ. Calculando la energía libre liberada en cada
etapa de la cadena respiratoria, puede determinarse cuales son los sitios donde se
libera energía para la síntesis de ATP.
Estos sitios son los siguientes (figura 6): primero en el paso de electrones
desde el NAD+ hasta la CoQ existe un descenso de energía (E°’ = 0.27 V; ∆G°’ =
51 kJ). Entre la CoQ y el citocromo b, existe un descenso pequeño. Entre el b y los
citocromos c se repite el descenso brusco (E°’ = 0.22 V; ∆G°’ = 41.4 kJ). Entre el
citocromo c y el citocromo a la disminución es pequeña. Finalmente, entre el
citocromo a y el O2 aparece un nuevo descenso brusco de la energía libre (E°’ =
0.53 V; ∆G°’ = 99.6 kJ).
Figura 6. Disminución de la energía libre a medida que los pares de electrones fluyen a lo largo de
la cadena respiratoria.

Esta energía aparece y se perdería en forma de calor, pero la célula cuenta


con un mecanismo que permite transformar y almacenar la energía química en
forma de energía de reserva (ATP), y compuestos ricos en energía, este
almacenamiento de energía trae consigo una pérdida considerable de esta energía
en forma de calor.
La cadena respiratoria está formada por tres grandes complejos proteicos:
NADH-Q reductasa o NADH deshidrogenasa, citocromo reductasa y citocromo
oxidasa, enlazados los dos primeros por la forma reducida de la ubiquinona o CoQ,
y los dos segundos por el citocromo c. La NADH-Q reductasa, la succinato-Q
reductasa, la citocromo reductasa y la citocromo oxidasa también reciben el nombre
de complejos I, II, III y IV respectivamente. La succinato-Q reductasa (complejo II),
a diferencia de los otros complejos no bombea protones (figura 5).

- Complejo NADH-Q reductasa.


Los electrones del NADH, originados durante el catabolismo celular, se
transfieren a la NADH-Q reductasa, formada por unas 25 cadenas polipeptídicas y
dos tipos de grupos prostéticos: FMN y complejos Fe-S del tipo (2Fe-2S) y (4Fe-4S)
(figura 7). El grupo prostético al que se transfieren los electrones procedentes del
NADH es el FMN, que se reduce a FMNH2. Desde el FMNH2, los electrones se
transfieren a los complejos Fe-S. La NADH-Q reductasa actúa como una bomba de
protones hacia el exterior de la matriz mitocondrial.

Figura 7. Complejo NADH-Q reductasa (Complejo I).

- Coenzima Q.
A continuación, los electrones se transfieren desdelos complejos Fe-S de la
NADH-Q reductasa a la coenzima Q (CoQ) o ubiquinona, que se reduce a ubiquinol
(QH2) (figura 8).

Figura 8. Reducción de la coenzima Q (Complejo II).


El número de unidades de la cadena isoprenoide de la coenzima Q varía de
unas especies a otras, en los mamíferos es 10. El FADH2 formado por la succinato
deshidrogenasa, la glicerol fosfato deshidrogenasa y la acil-CoA deshidrogenasa en
las oxidaciones metabólicas transfieren sus electrones a la CoQ para formar QH 2.
La actividad de oxidorreducción de las ubiquinonas, radica en la capacidad
de pasar de la forma quinónica a hidroquinónica con ganancia de 2H+ y 2e- (figura
8). El esquema de la cadena respiratoria será ahora:

Estas ubiquinonas constituyen el tercer eslabón de la cadena respiratoria,


transportando los electrones desde los flavín nucleótidos hasta los citocromos.

- Citocromo reductasa.
La citocromo reductasa es el complejo proteico que transfiere los electrones
desde la QH2 al citocromo c. La citocromo reductasa está formada por citocromo b,
citocromo c1, una proteína Fe-S y varías cadenas polipeptídicas. Es la segunda
bomba de protones de la cadena respiratoria. Los citocromos son proteínas
transportadoras de electrones que contienen como grupo prostético un grupo hemo,
el cual posee un átomo de hierro que alterna de la forma reducida (+2) a la oxidada
(+3) durante el transporte electrónico (figura 9).

Figura 9. La citocromo reductasa (Complejo III).


Los citocromos b, c1 y c poseen como grupo prostético un grupo hemo igual
al de la hemoglobina, que está unido covalentemente a la proteína en el caso c 1 y
c; el citocromo b posee dos grupos hemo no unidos covalentemente, que se
denominan b-566 y b-565 por su longitud de onda de máxima absorción.
El QH2 transfiere uno de sus electrones al complejo Fe-S de la reductasa,
que de aquí pasa al citocromo c1 y al citocromo c, quedando el QH2 en forma de
semiquinona (QH). La QH transfiere su electrón al b-562, que se reduce a b-566 y
se forma Q. Por otra parte, b-566 reduce una molécula de QH a QH2.

- Citocromo oxidasa.
La transferencia de electrones desde el citocromo c reducido al O 2 está
catalizada por el complejo citocromo oxidasa, constituido por 13 unidades que
contiene dos grupos hemo A y dos iones cobre (figura 10). De las 13 cadenas
polipeptídicas de este complejo, tres están codificadas por genes mitocondriales
(por tanto, son de origen materno).

Figura 10. Estructura de los diferentes grupos hemo de los citocromos que participan en la cadena
de transporte electrónico.

De los hemo, uno se denomina a y el otro a 3, presentando ambos distinta


localización dentro de la citocromo oxidasa, por lo cual tienen distintas propiedades.
Los iones cobre también están en distintos lugares de la proteína y se denominan
CuA y CuB. El hemo a esta próximo al CuA y el hemo a3 próximo al CuB. La citocromo
oxidasa es el tercer complejo proteico que bombea protones (figura 11).
El citocromo c transfiere su electrón al complejo hemo a-CuA, desde donde
se transfiere al hemo a3-CuB, lugar donde se reduce el O2, por cesión de cuatro
electrones, hasta formar dos moléculas de H2O.

Figura 11. La citocromo oxidasa (Complejo IV).

Por lo tanto, el esquema global de la cadena respiratoria sería:


Debemos recordar que cada citocromo transporta solamente un electrón, lo
cual quiere decir que, si los electrones se transportan de dos en dos, por cada
molécula de NAD+, FAD+ y CoQ existen dos citocromos de cada tipo.

- Inhibidores específicos.
Al igual que la hemoglobina, el citocromo a, se combina con el CO y el
cianuro, de ahí la inhibición de la respiración que realizan estos venenos.
En la cadena respiratoria se pueden bloquear se pueden bloquear las
trasferencias d electrones mediante inhibidores específicos (figura 12). Por ejemplo,
la rotenona y el amital bloquean el transporte de electrones en la NADH-Q reductasa
y por tanto impiden el uso del NADH como sustrato. Por otro lado, el flujo de
electrones procedentes de la oxidación del succinato permanece intacto, ya que
estos electrones entran en la cadena a través de la QH 2 (procedentes del FADH2).
En la citocromo reductasa, la Antimicina A impide el flujo de electrones procedentes
del citocromo b. Además, el flujo de electrones en la citocromo oxidasa puede
bloquearse por medio cianuro, azida de sodio y monóxido de carbono. El cianuro y
la azida reaccionan con la forma férrica del hemo a3, mientras que el monóxido de
carbono inhibe la forma ferrosa.

Figura 12. Inhibidores específicos de la cadena respiratoria.


+ Fosforilación oxidativa.
Llamamos fosforilación al proceso de síntesis de ATP a partir de ADP y Pi.
Existen dos tipos de fosforilación:

a) Fosforilación ligada al sustrato.


b) Fosforilación oxidativa.

- Fosforilación ligada al sustrato.


La energía desprendida durante la oxidación de un sustrato se utiliza
directamente para la formación de ATP a partir de ADP y Pi, sin intervención de la
cadena respiratoria.

- Fosforilación oxidativa.
Alrededor de 1937, los científicos Herman Kalckar y George Belitzer,
observaron que si a una preparación triturada de tejido muscular, de riñón o de
hígado, se le añadía algún sustrato oxidable (ej. glucosa), el Pi del medio
desaparecía y se recuperaba en forma de fosfatos inorgánicos (ADP y ATP), o como
compuestos intermediarios del metabolismo de la glucosa (glucosa 6P y fructosa
6P).
Se pensó entonces que la fosforilación del ADP (síntesis de ATP) era un
mecanismo acoplado a la respiración. Belitzer encontró que la proporción de fósforo
inorgánico consumido en la cadena respiratoria con respecto al oxígeno era P/O =
3. Esto indicaba que se formaban 3 ATP en la cadena respiratoria durante el paso
de electrones (dos) desde el NADH + H+ hasta el O2. De ahí, que a esta formación
de ATP se le llamase fosforilación oxidativa.
Existen algunos compuestos, como el 2,4-dinitrofenol, capaces de inhibir la
fosforilación, mientras que el transporte electrónico puede continuar normalmente.
Por esta razón, a estos compuestos se les denomina agentes desacoplantes.
Por otro lado, los científicos Eugene Kennedy y Albert Lehninger
descubrieron, en 1948, que las mitocondrias realizaban la fosforilación oxidativa
acoplada a la oxidación de los compuestos derivados de la glucosa.
La mitocondria son orgánulos citoplasmáticos que tienen dos membranas,
una externa lisa y otra interna que presenta muchos pliegues, llamados crestas. La
membrana interna contiene los citocromos b, c, a y a3, el mecanismo de la
fosforilación y las deshidrogenasas ligadas a flavinas y piridina, es decir, contienen
todos los elementos de la cadena respiratoria. La membrana externa no contiene
ninguno de los elementos de la cadena, pero contiene enzimas características, tales
como la monoamino oxidasa (MAO). La matriz contiene las enzimas que intervienen
en el ciclo de Krebs, que es la turbina metabólica común a hidratos de carbono,
lípidos y proteínas (figura 13).

Figura 13. Estructura general de la mitocondria.

La teoría de George Belitzer fue confirmada experimentalmente por Albert


Lehninger en 1949-1951. Este último añadió NADH puro a una suspensión acuosa
de mitocondrias Observó que el NADH se oxidaba a NAD+ a través de la cadena
respiratoria. El transporte electrónico fue acompañado de la formación de 3
moléculas de ATP a partir de ADP y Pi.
De esta forma podemos decir que la fosforilación oxidativa:
1) Es llevada a cabo por sistemas respiratorios que están localizados en la
membrana interna de las mitocondrias.
2) La oxidación del NADH produce 3 ATP y por tanto la oxidación y la fosforilación
son procesos acoplados.
3) El sistema respiratorio contiene numerosos transportadores de electrones como
los citocromos.
4) la fosforilación oxidativa se produce en las mitocondrias.
Las partículas transportadoras de electrones, no son sino formaciones
compuestas por una proteína F1, acoplante de la fosforilación (ya que cuando esta
proteína era extraída de las mitocondrias, no se realizaba la fosforilación oxidativa).
De todos estos hechos se dedujo que en las moléculas de proteína F1 residía la
capacidad de sintetizar ATP. Actualmente se conoce que F1 en todos los
organismos aerobios está compuesto por seis subunidades, contiene varios sitios
de unión para la fijación de ATP y ADP, incluido el sitio catalítico para la síntesis de
ATP.
Este fragmento F1 forma parte de la ATP sintasa (figura 14), que contiene
además de dicho fragmento, otro componente denominado F0, que es la porción de
la ATP sintasa que le confiere sensibilidad a la oligomicina, un potente inhibidor de
este complejo multienzimático y, por consiguiente, de la formación oxidativa.

Figura 14. Estructura de la ATP sintasa.

El fragmento F1 es un complejo de proteína periférica de la membrana que


se mantiene unido a la misma por su interacción con F 0, complejo de proteína
integral de membrana constituido por cuatro polipéptidos diferentes que forman un
canal transmembranal a través del cual los protones pueden atravesar la
membrana.
+ Permeabilidad de las membranas mitocondriales.
La membrana mitocondrial externa es permeable frente a la mayor parte de
los solutos de bajo peso molecular, mientras que la membrana interna sólo es
permeable al agua y a diversas moléculas neutras; es impermeable, entre otros
compuestos, a los cationes Na+, K+ y Mg2+, y al NAD+ y NADP+ en sus formas
oxidada y reducida; es también impermeable al AMP, ADP y ATP. La mitocondria
posee, pues, un “almacén” de estas coenzimas y nucleósido separados del almacén
citoplásmico.
Se ha descubierto en la membrana interna varias enzimas transportadoras,
llamadas permeasas, que efectúa la transferencia de metabolitos a través de la
membrana. Estos transportadores son específicos para cada sustancia.
La nucleótido adenina translocasa, que abarca la membrana interna, fija
ADP3- en la superficie exterior de la membrana interna y lo transporta al interior en
intercambio con una molécula de ATP4- transportada simultáneamente hacia el
exterior. Debido a este cotransporte antiparalelo traslada cuatro cargas negativas
hacia afuera a cambio de tres que entran, su actividad viene favorecida por el
gradiente electroquímico transmembranal, la fuerza protón-motriz impulsa el
intercambio ADP-ATP.
Un segundo sistema de transporte de la membrana, esencial para la
fosforilación oxidativa, es la fosfato translocasa, que promueve el cotransporte
paralelo de un H2PO4- y un H+ al interior de la matriz. Este proceso de transporte
también está favorecido por el gradiente de protones transmembranales.
Por otra parte, se ha demostrado que las mitocondrias son capaces de
acumular calcio, utilizando para ello la energía liberada en la cadena respiratoria.
Carlo Rossi y Albert Lehninger demostraron que por cada dos electrones que fluyen
por la cadena respiratoria, se acumulan 5 iones Ca2+ en el interior de la mitocondria.
Cuando ocurre la acumulación de calcio, no se produce la fosforilación oxidativa.
Constituyen pues, procesos alternativos, la energía de la cadena respiratoria puede
utilizarse para la acumulación de calcio o para la formación de ATP, pero no ambos
procesos simultáneamente.

- Sistemas de lanzaderas.
Como la membrana interna es impermeable al paso del NAD+ y del NADH
citosólico, existen sistemas especiales de lanzadera que transportan equivalentes
de reducción desde el NADH citosólico a las mitocondrias mediante una ruta
indirecta.
La lanzadera más activa, que funciona en el hígado y en las mitocondrias del
corazón, es la lanzadera malato-aspartato en la que el NADH citosólico se introduce
como NADH mitocondrial y transfiere sus electrones a la cadena respiratoria,
produciendo 3 ATP. Es una lanzadera de tipo bidireccional (figura 15).

Figura 15. Lanzadera malato-aspartato.

En el músculo esquelético y en el cerebro se encuentra otro tipo de lanzadera


del NADH, la lanzadera del glicerol 3P. El glicerol 3P entra fácilmente en la
mitocondria, donde cede los electrones a una deshidrogenasa ligada a flavinas, esta
flavoproteína cede los electrones directamente a la CoQ, y con esto se formarán 2
ATP (figura 16).

Figura 16. Lanzadera del glicerol 3P.

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