1.2 Artes Plasticas.

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2 PROCESOS TEORICOS RELACIONADOS CON LA ACTIVIDAD


ARTISTICA INFANTIL Y EL PAPEL DE LA ENSEÑANZA DE LAS ARTES
PLASTICAS

Las actividades Artísticas Infantiles son las que estimulan la


capacidad de observación, la curiosidad y la creatividad de los niños,
haciendo que ellos mantengan su atención y, a la vez, tengan la capacidad
de mantener esfuerzos sostenidos en el tiempo.

Las artes plásticas para los niños son un verdadero


medio de expresión, pues, actividades como el dibujo o la pintura
permiten a los niños dar rienda suelta a su imaginación y expresar las
inquietudes que tienen en su interior, ya que al trabajar con los colores y
las luces les permiten potenciar la capacidad de atención del pequeño.

Las artes conforman un lenguaje que se mueve a través de diferentes


elementos, como el movimiento, un gesto, la palabra, la imagen o la luz, lo
que permite expresarnos, pues siempre tiene como particularidad: la
creatividad implícita.

La enseñanza de las artes infantil juega un papel muy importante porque además
de estimular el aprendizaje de otras materias, como la lectura o las matemáticas,
pintar, dibujar o modelar son actividades imprescindibles para el desarrollo de la
percepción, la motricidad fina o la interacción social.
Desarrollo de capacidades infantiles a través del arte
Pintar, dibujar, tocar un instrumento musical, modelar, cantar... son actividades
básicas para el desarrollo biológico, educativo y emocional de los niños. son una
necesidad espiritual, ya que a través de ellas aprenden a explorar el medio
Desarrollo personal: las actividades artísticas proporcionan oportunidades para
expresar la propia creatividad, para descubrirse ellos mismo; potencian la
autoestima y el concepto de si mismo. Cada obra de arte genera en el niño que la
crea el sentimiento de haber alcanzado un logro.
Desarrollo social: se potencia a medida que el niño aprende a cooperar en un
trabajo artístico realizado en grupo. Los niños son conscientes de su contribución
personal al trabajo colectivo y adquieren, además, el sentimiento de pertenecer a
un grupo.
Desarrollo físico: los músculos más pequeños, la coordinación mano-ojo, la
lateralidad y el sentido del ritmo se desarrollan gracias a las diversas formas de
expresión artística.
Desarrollo del lenguaje: el arte es una forma de expresión que no se basa en la
habilidad verbal, sin embargo, el lenguaje y el vocabulario infantil experimentan un
enorme desarrollo a medida que los niños hablan de sus trabajos. Además, el
dibujo contribuye al desarrollo de la escritura en los más pequeños.
Desarrollo cognitivo: los beneficios del arte se dejan notar especialmente en
áreas como la representación simbólica, la relación espacial, números y
cantidades, orden, series, clasificaciones, etc.
CONCLUSIONES

Arte es cualquier actividad realizada por un ser humano con un fin


comunicativo o para expresar ideas o emociones. Asimismo, es una
forma de expresar la visión particular del mundo de un determinado
individuo.
Las artes plásticas, en general, fortalecen el trabajo manual y optimizan la
coordinación visomotora y visomanual.
.

Habla de arte con tu hijo


Además de la creación y expresión artísticas propiamente dichas, hay otra
actividad con la que los adultos pueden contribuir a que los niños se acerquen al
arte y lleguen a entenderlo. Cuando crean su propia obra, los niños exploran el
mundo que los rodea, pero también pueden descubrirlo en las obras de otros o en
la propia naturaleza, lo que puede abrirles el camino para llegar a apreciar el arte
como parte de sus vidas. Muy poca gente continúa “haciendo arte” cuando deja de
ser un niño, pero la afición al arte es un logro y un placer que dura toda la vida.
Comentar con un niño un cuadro, una escultura o una fachada barroca puede
parecer pretencioso e incluso pedante. Sin embargo, nadie como los niños, cuyos
sentidos y percepción están tan abiertos y acostumbrados a escudriñar lo que los
rodea, tiene mejor disposición para ello. Intercambiar puntos de vista sobre lo que
vemos en museos, en la calle o en la misma naturaleza es una forma sencilla de
que el niño adquiera una incipiente base de conocimientos sobre la que desarrollar
una futura afición. Éstas son algunas pautas a seguir:
· Hay que procurar que el niño se sienta cómodo y seguro al expresar sus opiniones
sobre la obra, ya que con ellas estará revelando algo muy personal.
· Familiarizar al pequeño con los museos y galerías de arte de su ciudad o próximos
a su domicilio.
· Ayudarle a coleccionar reproducciones e ilustraciones de obras de arte. Se pueden
adquirir en las tiendas de regalos de los museos, en las papelerías y las librerías.
También se pueden recortar de revistas, folletos o de las secciones de arte de los
periódicos.
· Observar el arte en la propia naturaleza. Comentar con el niño los cambios de luz,
a lo largo del día o en distintas estaciones del año, y su efecto sobre los objetos
que vemos. También se pueden cambiar impresiones sobre las formas, el color y
la textura de plantas, árboles o rocas... Los niños son observa

que los rodea, adquieren conciencia de sí mismos y de los demás. Su contribución


se puede agrupar en las siguientes áreas:

Las artes ayudarán desde pequeño a tu hijo a que sea más sensible,
disciplinado, creativo y que aprenda a trabajar en equipo. y jardín infantil
Mafalda.

En ese sentido, es una manera de vivir, de ser integral, y cuando los niños tienen contacto
con el arte desde temprana edad, los beneficios son múltiples. Mejor dicho, no implica que
los niños se vuelvan artistas, cantantes o bailarines, sino que experimenten diversas
actividades que les permitan ser sensibles y crecer como personas.
Para María Francisca Roldán García, coordinadora del programa infantil y juvenil de
formación artística de la Facultad de Artes de la Universidad Javeriana, lo que hace el arte
es dar conciencia a las emociones, sensaciones y de todos los conflictos que el ser
humano tiene dentro; es un sistema completo que se trabaja desde temprana edad.
Es así como el arte es más que un talento, es un proceso de sensibilización ante la vida. Por
eso, lo recomendable en sensibilizar a los niños ante el mundo. Roldán enfatiza en que, “al
hacerlos más sensibles, los niños se vuelven mejores seres humanos. Eso permite que el
niño se conozca tanto que puede llegar a decir qué es lo que más le gusta”.
El arte es una buena estrategia para la educación en todas las áreas. En la primera
infancia potencia el pensamiento creativo, reflexivo y crítico. Es una herramienta de
aprendizaje que estimula a crear e innovar.
Para María Francisca, “las actividades artísticas hacen que el niño mantenga su
atención y, a la vez, tenga la capacidad de mantener esfuerzos sostenidos en el
tiempo”.
Pero, además de estimular sus capacidades intelectuales, el arte es una forma de
comunicación entre padres e hijos. Lina María Idárraga, pedagoga escolar especialista en
artes escénicas para niños, asegura que a través de la pintura, los dibujos, los juegos con
plastilina o, incluso, el baile, los padres pueden conocer lo que inquieta a sus hijos,
pues “muchos se quejan de que en la edad preescolar no les hablan y responden a todo con
monosílabos. Entonces se quedan sin saber cómo les fue en el colegio o qué comieron al
almuerzo”. Pero si entran en un juego de interacción, confianza y diversión, se darán
cuenta, a través de esas expresiones, lo que quieren averiguar de sus hijos.
Mónica Pacheco, directora artística de la Escuela de Ballet Ballarte, asegura que la
práctica de cualquier arte aumenta la capacidad de expresarse, frente a los pequeños
que se limitan a las labores escolares. Por ejemplo, un niño puede empezar a plasmar sus
pensamientos en un papel y luego verbalizarlos; es decir, compartirlos con su entorno.
Incluso, se aumenta su autoestima y confianza.
Bruno Lázzaro, quien ha sido presentador de programas infantiles, asegura que el arte
estimula todos los sentidos. “Te hace pensar con cada parte del cuerpo, porque, por
ejemplo, si debes hacer una rueda de pintura, puedes probar con los pies; además, estás
estimulando la visión. Si haces una máscara con sobras de desayuno, entonces también usas
el olfato”. El arte puede hacerse de mil formas; cada niño lo interpreta a su manera.
“Es tratar de tener metas y lograrlas, que entiendan que está bien probar. Un pequeño
puede pintar un muñeco hasta con 20 ojos, si le parece”.
A divertirse
A veces a los adultos les cuesta identificar las expresiones artísticas de sus hijos, pues
tienden a pensar que si no hay témperas, papel o una canción, no hay arte. Incluso, muchos
no saben que desde que están en el vientre de la madre, los niños ya viven el
arte. “Aprenden de literatura con la sonoridad de las palabras de su madre, se están
moviendo y están haciendo gestos. De una manera, tocan y palpan lo que está a su
alrededor”, explica Díaz. Es así de simple; pero hay que aprender a identificarlo y a
valorarlo.

“Los chicos, desde los 0 a 7 años están en una etapa muy concreta y necesitan que todo sea
a través de sus sentidos”, dice María Francisca.

Y uno de los factores clave es el juego, pues es la principal acción que debe guiar los
procesos de desarrollo y aprendizaje de los niños. Es decir, el objetivo de todas las
actividades que estén relacionadas con el arte debe ser el disfrute y la generación de un
vínculo con el otro.
La segunda clave es la exploración. A los pequeños se les debe permitir que prueben, se
comuniquen, toquen, se muevan. Es decir, que vivan libremente. Así no se encasillan
desde pequeños en una sola dinámica, sino que experimentan por sí solos hasta cuando se
encaminen, de manera autónoma, por una sola actividad.
La antropóloga Maritza Díaz dice que el talento no se registra a una edad determinada,
sino que “hay momentos de la vida en que los pequeños demuestran que hay una pasión
hacia algún lenguaje. En el momento en que espontáneamente lo demuestren, se debe
responder a ese interés, pero no en detrimento de los otros”, señala.
Un menú para escoger
Música

Permite desarrollar habilidades emocionales, sociales, corporales, conceptuales y


lingüísticas. Para esto se recomienda:

• El niño se puede estimular musicalmente al hablarle, cantarle y favorecer los momentos


de escucha. “Escuchar es el acto musical más serio que podemos ofrecer a nuestros
hijos. De la calidad con que los niños escuchen en los primeros años de vida, depende la
producción del lenguaje y, asimismo, la de melodías, ritmos y acompañamientos
musicales”, indica Carmenza Botero, directora de Malaquita proyecto musical.
• Muchas veces los papás quieren que los niños canten rápido para tener evidencias de su
musicalidad, pero en principio se recomienda que les permitan y propicien espacios
para escuchar atentamente, bien sea el canto de la madre, la historia de la abuela, la
música preferida de papá o los pajaritos. El canto llegará luego, cuando el aparato
fonatorio madure y cuando el 'disco duro' ya tenga algo que contar o, más bien, cantar,
explica Botero.

• Desde los 0 a 6 años de edad, Carmenza recomienda que los niños hagan coreografías
para, con el movimiento, evidenciar los cambios de ritmos o de instrumentos.
• María Francisca aconseja, además, trabajar con instrumentos de percusión menor (cajas
chinas, maracas, panderetas, palitos, elementos con semillas), pero siempre de la mano de
las canciones.
Artes visuales
Dentro de estas se encuentran la plástica y la animación. En las artes visuales se trabajan
la forma, el color y los materiales. Las formas delimitan el espacio; estas también
permiten conocer las dimensiones. Incluso, con ellas se hacen ejercicios de selección y
sucesión.
El color permite conocer los matices, los tonos, que los ayudan a ser más creativos.
Los materiales estimulan el tacto. También permiten desarrollar capacidades de
diferenciación, identificación y clasificación.
Las artes plásticas, en general, fortalecen el trabajo manual y optimizan la
coordinación visomotora y visomanual. Trabajar con los colores y las luces permite,
además, potenciar la capacidad de atención del pequeño.
Actividades aconsejables
• Leonor Moncada, maestra en artes plásticas con posgrado en educación de museos, dice
que desde los 2 años se puede empezar a jugar y a experimentar con la pintura, pero
solo con las manos. No se necesita ningún otro instrumento.
• A los 3 años se espera que empiecen a jugar con las plásticas, porque su desarrollo
psicomotor está más avanzado. Luego, con todo aquello que se pueda manejar fácilmente
con las manos, como la plastilina y la pintura. Y, si se desea darle una herramienta de
agarre, las crayolas grandes y gordas son las más recomendadas.
• A partir de los 4 es que empiezan a ser más conscientes. Se les pueden dar
instrumentos más específicos, como pinceles. También se les puede colocar papeles
grandes, como murales.
• Por ningún motivo se recomiendan los libros para colorear, pues limitan la
creatividad, según Maritza Díaz.
¿Por qué son importantes las actividades
artísticas para los bebés y niños?
En conclusión, desde muy pequeños, los niños pueden
introducirse en el mundo del arte, la creatividad y el
aspecto lúdico de la vida y del aprendizaje.
El dibujo, la música y el juego con los padres en casa crea
unos lazos iniciales muy importantes entre el niño y el
mundo. Es una forma de relacionarse con el bebé y un
método para compartir momentos muy gratificantes con
él.
Igualmente, se ha comprobado que los niños que se
inician precozmente en el arte obtienen seguridad en sí
mismos y desarrollan estrategias sociales muy
importantes para su vida posterio

• En cuanto a las artes plásticas, lo más importante es conocer en qué momento del
desarrollo está el niño.

Movimiento y conciencia corporal


• Los bebés, “de manera natural, van a tratar de agarrar cosas, a empezar a tener dominio
sobre sus partes del cuerpo. Empiezan a desarrollar la coordinación ojo-mano, a fortalecer
los músculos de su columna, a sostener la cabeza erguida. El proceso de gateo es una
etapa muy importante, porque es la que va a permitir después afianzar la lateralidad
y el equilibrio corporal”, señala María Carolina Vélez, docente de danza y movimiento
creativo.
• Se puede colocar el juguete favorito adelante, cuando el bebé está boca abajo, para que él
trate de arrastrarse hacia él.

• El estímulo auditivo es importante para fortalecer el movimiento.

• Después del año de edad, se aconsejan los juegos de imitación, “pero no una imitación
que los lleve a hacer con su cuerpo como si fueran, por ejemplo, un gato; que el niño no
imite solo algo, sino que conozca cómo son sus manos, su espalda, sus pies, etc.”, asegura
María Carolina Vélez.

• A los 2 años y medio, que empiezan a ir al colegio, identifican formas u objetos de la


cotidianidad. Entonces, pueden hacer como una pelota. O, con el brazo, imitar el columpio
de un parque, indica la experta en movimiento.

• Cuando están más grandes, no se recomienda un juego de roles impuesto, sino que
ellos desarrollen su propia identidad y se les permita actuar como se les ocurra, que lo
descubran.

• En las obras de teatro y coreografías, hay que hacerlos partícipes, no solo del espectáculo
final sino de todo el proceso creativo.

• En cuanto a la danzas como tal, Mónica Pacheco, directora de la escuela de ballet


Ballarte, dice que “les permite estar en contacto con la gente, aprenden a trabajar en
equipo, se forma su carácter, pues siguen instrucciones y aprenden a conciliar con sus
compañeros”.
• Según Bruno Lázzaro “el baile estimula la coordinación, libera energía y mejora los
estados de ánimo”.

• Las artes escénicas también permiten descubrir desde temprana edad las habilidades
para bailar, cantar y actuar. A los más pequeños se les enseña a manifestar sus
emociones a través de los gestos; a los 2 años se involucran todas las partes del cuerpo, y a
los 3 ya se hacen montajes teatrales. Pero es a los 4 años cuando pueden salir solos al
Podemos definir como
escenario y disfrutar al máximo el proceso creativo.
En el niño, el arte es algo natural. Es una reafirmación
de sí mismo.
El niño no intenta transmitir ideas ni crear obras artísticas,
sino realizar algo con libertad y con capacidad de
elección. Algo suyo.
El niño pequeño con cualquier actividad artística (pintar,
modelar con plastilina, etc.) puede expresarse libremente
y tomar decisiones.
Con la iniciación en el arte no se intenta crear artistas,
sino fomentar la creatividad y ayudar a crear estrategias
de conducta que permitirán al niño desenvolverse mejor
en la sociedad.
Es una forma de estimular los sentidos con colores,
sonidos y actividades táctiles.
En niños de 6 meses a 3 años, además de ser una
actividad relajante y lúdica, el arte es vehículo de
aprendizaje y de relación social.
En este artículo sobre la importancia del arte en los
bebés y niños:

 Actividades relacionadas con el arte para


niños pequeños
 Los niños pequeños que realizan actividades
artísticas consiguen múltiples beneficios físicos y
emocionales.
 Pintura para bebés y niños
 Un ejemplo del arte en la primera infancia es la
pintura dactilar o pintura con los dedos. Esta
actividad puede realizarse desde los 6 meses. Los
bebés siempre deben estar acompañados por un
adulto.
 Con esta actividad, los bebés pueden disfrutar dando
sus primeros pasos en el mundo del arte. Pueden
elegir los colores y tocar la pintura, algo muy
importante en esta edad, por ser muy importante el
sentido del tacto.
 Danza para bebés y niños
 Otra actividad importante es la danza. Actualmente,
se están desarrollando talleres de danza para la
madre y el bebé.
 En estos talleres, la madre baila con el bebé en
brazos, de forma que se consiguen unos momentos
de relación íntima, en los que la madre y el hijo se
unen recordando casi la unión uterina.
Posteriormente, los niños bailan solos.
El arte es un modo de expresión en todas sus actividades esenciales, el arte intenta
decirnos algo: algo acerca del universo, del hombre, del artista mismo. El arte es una
forma de conocimiento tan precioso para el hombre como el mundo de la filosofía o de
la ciencia. Desde luego, sólo cuando reconocemos claramente que el arte es una forma
de conocimiento paralela a otra, pero distinta de ellas, por medio de las cuales el
hombre llega a comprender su ambiente, sólo entonces podemos empezar a apreciar
su importancia en la historia de la humanidad.

El arte infantil difiere del arte adulto en que el primero está centrado en el proceso de
la actividad artística; mientras que en el segundo, la atención se dirige más al
producto que al proceso de la creación.

En ese sentido, el niño no tiene preferencias estéticas, no sabe de escuelas artísticas y


está al margen de competencias y valores de venta; el niño sabe de materiales que le
agradan o no y que le facilitan expresarse o no hacerlo, no le interesa el dominio de la
técnica, ni la trascendencia de sus obras.

El niño atraviesa por determinadas etapas de expresión, especialmente en la plástica,


estas etapas están íntimamente ligadas a su desarrollo evolutivo, se presentan en los
niños de diferentes culturas con características específicas, según lo explican
ampliamente V. Lowenfeld y W. Lambert2.
ara que el arte infantil se dé en cualquiera de sus áreas, no es necesario que el niño
posea habilidades especiales para su realización, sólo se requiere de un ambiente
propicio, de materiales adecuados y de la no interferencia de los adultos. En cambio,
para que el arte en el medio de los adultos sea considerado como tal, es necesaria una
ardua labor y disciplinada por parte del artista a fin de dominar su medio de expresión,
además de ser original y reflejar conocimiento de la técnica utilizada y calidad en la
realización de la obra.

La educación artística del niño

Antecedentes históricos

En principio y durante veintidós siglos de historia de la humanidad (v a. C., al xvii d.


C.), al tratar de colocar el arte al servicio de la educación no se pensó en el educando
(niño, adolescente), sino sólo en los aspectos técnicos. En música se les enseñaba casi
exclusivamente a cantar y a tocar algún instrumento: no se les enseñaba a oír. En
artes plásticas se les hacía copiar las obras de los grandes maestros (estampas y
esculturas) y, como es natural, sólo los bien dotados podían trabajar con este sistema:
no se les enseñaba a ver.

A partir del siglo xvii, psicólogos y pedagogos ilustres como Juan


Amos Commenius, John Lock y J. J. Rousseau, hicieron notar que el arte puede servir
como un elemento educativo, destacándose con ello sus dos valores: el artístico-
creador-emotivo y el psicopedagógico-expresión-comunicación, insistiendo en la idea
de que, siendo medios de comunicación, deben aprenderlos todos, así como se hace
con el lenguaje oral y escrito.

Es entonces cuando realmente se empieza a despertar la idea del respeto al desarrollo


individual en el terreno educativo, tanto en la concepción como en la apreciación de
una manifestación estética y, lo que es más importante, considerar a esta
manifestación como parte de una expresión libre, y no como la repetición inútil de
cánones estereotipados4.

En la primera mitad del siglo xix, empezó a gestarse la verdadera pedagogía del arte
con base en las ciencias de la educación; se inicia la elaboración de programas
partiendo del conocimiento del niño y del adolescente5.

Estado actual de la educación artística en nuestro medio

La educación artística en el nivel básico se encuentra relegada; se les da prioridad a


las otras materias y, de acuerdo al programa, si queda tiempo se dedica a actividades
artísticas. Los docentes carecen de una preparación especial en esta área y no existen
profesores dedicados específicamente a impartirla, como en el caso de la educación
física. La pintura, la danza, la música y el teatro quedan limitados a muy pocos niños
que asisten a talleres o institutos especiales, los que no en todas las ocasiones realizan
la enseñanza de acuerdo con la pedagogía del arte infantil y la mayoría de éstos
cobran por sus servicios.

¿En qué consiste la pedagogía artística infantil?

Enunciamos enseguida algunos principios y criterios relacionados con esta pedagogía:


• La pedagogía del arte infantil se propone apoyar la necesidad natural de expresión
del ser humano, ofreciendo múltiples posibilidades de dar cauce a la percepción e
interpretación de la realidad por parte del niño.

• Acepta los sentimientos del niño volcados en su actividad artística y


entendidos también en el contexto de la etapa de desarrollo en que se encuentra.

• Incluye como uno de sus propósitos fundamentales el desarrollo de la capacidad


creadora, estimulando el pensamiento divergente y valorando la originalidad y las
respuestas de independencia intelectual.

• Por lo tanto, la pedagogía del arte infantil acepta y promueve las diferencias en los
niños procurando inculcar sentimientos de confianza y seguridad en ellos.

• Aquí, la libertad es un valor altamente estimado, enmarcada dentro de límites que


ubican a los niños en el ámbito social y les brindan la seguridad de ser respetados y de
respetar a los demás.

• Se propicia la cooperación entre los niños como "artistas natos", animando en todo
momento sus facultades creativas.

• El valor principal se encuentra en el proceso de la actividad artística y no en el


producto.

• El programa artístico se encuentra centrado en el niño, lo cual significa que está


planteado para el nivel de edad y de habilidad de los niños que en él participan.

• Busca un desarrollo estético, propiciando experiencias que lleven al niño a madurar


sus propias formas de expresión y a captar la belleza que existe en la naturaleza y que
puede surgir de sí mismo, en los colores, las formas, los movimientos, los sonidos,
inmersos en un ritmo y en un equilibrio que proporcionan placer estético y serenidad al
espíritu.

• La pedagogía artística infantil promueve el desarrollo de una imagen positiva de sí


mismos en los niños, alentando su confianza en los propios medios de expresión.

La función del docente

Por lo anterior, se deduce que el papel del docente es fundamental, ya que debe ser
totalmente congruente en relación con todos los elementos mencionados al contactar a
sus alumnos con cualquier actividad artística. El maestro, más que el ser "que sabe
todo", debe convertirse en un buen conductor y orientador del grupo, que enseña a
aprender.

Con esto es muy probable que tengamos que modificar bastante nuestras actitudes:
no dar órdenes o establecer normas rígidamente, sin explicaciones; tampoco el
maestro debe imponer su criterio, debe ser flexible y tomar en cuenta las opiniones del
grupo; debe ser un animador que ayude al grupo a funcionar; estar abierto al cambio,
retomar y analizar las ideas que proporcionan los alumnos, aun las que parezcan más
"absurdas" o "imposibles".
Por otra parte, se debe propiciar la participación de todos los integrantes del grupo;
hacerles sentir que se confía en ellos y en su capacidad, ya que toda persona tiene
algo que enseñar a los demás.

El profesor ha de adaptarse a los niños y no hacer que éstos se acomoden a él; por
encima de todo, debe ser profundamente humano y comprensivo, y habrá de tener
buen cuidado en no imponer su personalidad al niño, pues cuando así lo hace, aun
cuando sea inconscientemente, no permitirá alcanzar la libertad de expresión que
busca.

La función del maestro es la de favorecer el autodescubrimiento del niño y estimular la


profundidad de su expresión. Al enseñar arte a los niños, un factor muy importante es
el propio maestro; sobre él recae la importante tarea de crear una atmósfera que
conduzca a la inventiva, a la exploración y a la producción. En las actividades artísticas
es, pues, peor tener un mal maestro que no tener ninguno6.

El maestro ha de contar también con conocimientos acerca del desarrollo evolutivo del
niño y de las etapas de expresión, ampliamente estudiadas en el área de la plástica, la
cual incluye el dibujo, la pintura, el modelado y la construcción.

Etapas en el desarrollo artístico del niño

A continuación expondré brevemente una síntesis de las etapas correspondientes a la


expresión plástica por las que transita el niño:

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