Scotti - Mascunidades 5

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 15

TRABAJO FINAL

DIPLOMA DE POSGRADO EN GÉNEROS, FEMINISMOS Y DERECHOS


HUMANOS

MATERIA: “Masculinidades del siglo XXI. Continuidades, cambios y desafíos,


ante las transformaciones de las mujeres, el feminismo y la diversidad de
género”
DOCENTE: MPhil Eduardo Gosende
ESTUDIANTE: SCOTTI, Sandra Viviana

TEMA / TITULO: “Colegios de educación diferenciada, en la sociedad


actual”

Marzo 2022.-
INTRODUCCIÓN:
El presente trabajo tiene por objetivo, analizar la continuidad dentro de
nuestro sistema educativo, de los establecimientos que se dedican
exclusivamente a la educación de niños, y niñas de manera diferenciadas,
es decir, de un solo sexo”
El disparador del presente tema fue una charla que presencié entre
padres de un niño y dos niñas, con una de sus abuelas, que es mi vecina, y
a la que le contaban en detalle a qué escuelas de la ciudad de La Plata,
habían anotado a sus hijxs. No fue fácil salir de mi asombro cuando oí que
el padre decía: “está bueno……los chicos hacen cosas de chicos y las
chicas, cosas de chicas; es lo mejor”
En primer lugar, supuse que desde la creación del “Programa Nacional
de Educación Sexual Integral (Ley Nº 26.150), de 2006, y con la inclusión
de la ESI en de todas las escuelas públicas y privadas del país, tanto
confesionales como laicas, no era posible que aún existieran este tipo de
escuelas. Sin embargo, mi creencia duró poco, ya que investigando con un
poco más, encontré una nota de mayo 2021, donde se detalla que en el
país existen más de 2000 instituciones de un solo sexo. Comparto el link:
https://diarioconvos.com/2021/05/01/educacion-diferenciada-como-son-los-
2-250-colegios-de-un-solo-sexo-en-el-pais/#
Entonces, surgieron otras preguntas: ¿Por qué y para qué, estas
instituciones, se ofrecen, se eligen, tienen adhesión, resisten y logran
perpetuarse en estos tiempos, proponiendo la continuidad de una sociedad
binaria, desoyendo la evidente transformación social?
Me propuse, siguiendo parte de la bibliografía del curso, responder a las
preguntas que se describen en el punto anterior, y especialmente, poder
comprender cuál es el impacto que este tipo de formación tiene en la
sociedad.
Para empezar, creo interesante compartir, para que puedan ser parte
del análisis, los “Proyectos Institucionales”, de las escuelas, elegidas por
esta familia, que pueden verse en detalle, siguiendo los siguientes links:
https://crisol.apdes.edu.ar/
https://bosquedelplata.apdes.edu.ar/
Ambas instituciones forman parte de una misma organización, APDES,
https://apdes.edu.ar/, “colegios de familia”, que posee en varias provincias
de nuestro país, 21 centros educativos. En la portada digital de la institución
versa: “Somos una familia de Colegios cuya misión y pasión es
desarrollar una educación de calidad que ayude a madres y padres en
la formación integral de sus hijos e hijas” - ¿POR QUÉ NOS
CONSIDERAN ENTRE LOS MEJORES COLEGIOS EN ARGENTINA?
Desarrollamos una educación de calidad, que te ayude en la
educación de tus hijos e hijas.
Para empezar con el desarrollo del presente, dejo una frase que creo
que puede servir de ordenador.
“El género se organiza en el encuentro o conflicto con los otros sistemas
de organización social”. Minello – 2002 - (716/717)
DESARROLLO:
Es válido preguntarse ¿por qué razón estamos habilitados a poner el foco
en este tipo de instituciones? Para ello, creo que es necesario mencionar la
lucha feminista, aunque no vamos a abordar este tema en el presente trabajo,
estimo más que necesario destacarlo, ya que ha sido esa lucha la que nos ha
habilitado a cuestionar y revisar no solo prácticas, sino todas y cada una de las
instituciones que conforman y atraviesan nuestra sociedad. El intento ha sido y
sigue siendo, deconstruir el sistema patriarcal, que es el gran ordenador de
nuestra sociedad.
En la nota periodística que se adjunta en la introducción, las personas que
dan su testimonio, sobre la educación diferenciada, sostienen, por ejemplo:
- “Está bueno porque siempre estamos juntos y somos todos pibes y
amigos”, agregó Juan
- “Durante la primaria ni noté que era solo de mujeres, era algo a lo que
no le prestaba atención. Disfruté mucho esa etapa” – Sofía
- “Las familias nos apoyan con una incondicionalidad muy grande, hay un
vínculo enorme. Acá decimos que son de la vieja guardia, porque fueron
ellas las que lo sacaron adelante”, revelaron desde Los Molinos. “Esto
no lo impulsó ninguna congregación, sino las mismas familias junto con
los directivos y los maestros”. – Directivos de “Los Molinos” (una de las
escuelas con modalidad diferenciada)
- Ni Juani ni ninguno de sus cuatro hermanos hicieron ningún reclamo.
Una vez les pregunté puntualmente si preferirían un colegio mixto. La
primera reacción fue ´ ¡obvio! ´, pero cuando indagué reconocieron que
estarían más distraídos, se sentirían más cohibidos y habría cosas que
no podrían decir o hacer”. (Verónica – mamá de Juan)
- ¿Si le gustaría cambiarse de colegio? “Si empezara de nuevo, por ahí
elegiría uno mixto, pero la verdad es que ya me acostumbré a estar con
chicos y la paso re bien. No, no me cambiaría”, dijo Juan.
En el mismo sentido, los proyectos institucionales de las escuelas que tomé
como ejemplo para este trabajo: “El Crisol” (institución para mujeres) y
“Bosques del Plata” (institución para varones), proponen lo siguiente:
En el caso de “El Crisol”
Nuestra misión:
Desarrollar un proyecto pedagógico de calidad, que colabore con los padres en
la educación de sus hijas; formando mujeres íntegras y responsables,
capaces de elegir y decidir en función de su proyecto personal de vida.
Nuestra visión:
Lograr el desarrollo integral de las alumnas, contribuyendo al fortalecimiento de
una autoestima sana, al autoconocimiento, a la valoración de todas sus
posibilidades y talentos y al desafío que le presentan las propias limitaciones.

Para el caso de “Bosques del Plata”


Nuestra misión:
Desarrollar un proyecto pedagógico de calidad, que colabore con los padres en
la educación de sus hijos; formando hombres íntegros y responsables,
capaces de elegir y decidir en función de su proyecto personal de vida.
Nuestra visión:
Lograr el desarrollo integral de los alumnos, contribuyendo al fortalecimiento de
una autoestima sana, al autoconocimiento, a la valoración de todas sus
posibilidades y talentos y al desafío que le presentan las propias limitaciones.
Ambas instituciones, frente a la siguiente pregunta - ¿Por qué a partir de
primaria el modelo pedagógico es de educación diferenciada?, explican:
Los colegios de APDES han optado por el modelo de educación diferenciada
(single sex education) que lejos de ser un modelo pedagógico del siglo pasado,
es una opción educativa, de vanguardia, basada en la educación
personalizada, actualmente presente en muchos colegios europeos y de USA.
Los estudios y evaluaciones en torno a este modelo, evidencian que los
alumnos logran mejores resultados académicos. A través de esta propuesta se
procura aprovechar de forma positiva las diferencias, de madurez, intereses y  
maneras de aprender, que tienen las chicas y los varones, las cuales además
de ser evidentes, suelen estar más marcadas en estas edades. Favoreciendo
así un ambiente distendido y ameno en donde se logran superar los habituales
estereotipos sociales y se potencian los aprendizajes.   
Además, transcribo desde la plataforma de Apdes, la explicación en detalle de
“Educación Diferenciada”
Educación diferenciada: un modo de personalizar la enseñanza
En Apdes apostamos por la educación mixta en el Nivel Inicial y por la
educación diferenciada en los niveles Primario y Secundario. Consideramos
que esta propuesta es una opción educativa más, que enriquece la libertad
de enseñanza y la pluralidad de opciones al alcance de las familias a la hora de
elegir el tipo de educación que prefieren para sus hijos.
Uno de los principales valores de nuestro proyecto educativo es la educación
personalizada y concebimos la educación diferenciada como un modo de
concretar la personalización de la enseñanza. En otras palabras, atender a
nuestras alumnas y alumnos de acuerdo con sus necesidades y características
nos permite lograr un rendimiento académico más elevado, una formación
personal más completa y equilibrada y una igualdad de oportunidades real.
La educación integral, que considera todas las dimensiones de la persona:
humana, científica, cultural, espiritual y deportiva, es otro aspecto intrínseco de
nuestra propuesta educativa. Llevado este punto a la educación diferenciada,
es tratar de modo integral la primera diversidad de la persona humana: la
diversidad sexual, factor definidor de la persona que determina muchas de sus
actuaciones, incluso el modo de aprendizaje.
Beneficios de la educación diferenciada
La educación diferenciada, también conocida como “single-sex”, organiza los
colegios o aulas según sean mujeres o varones partiendo de la base de
que cada persona es única y de que existen profundas convicciones
pedagógicas sobre la eficacia y los beneficios que aporta el hecho de educar
a chicos y chicas por separado.
Ámbitos y aspectos como el rendimiento académico, la demanda de
asignaturas concretas o el uso de espacios, por señalar algunos, constituyen
ejemplos en los que chicas y chicos se comportan naturalmente de manera
distinta. 
En este escenario, la propuesta educativa se adapta al ritmo de madurez de
cada uno, potencia las predisposiciones naturales de ambos sexos
y fomenta habilidades nuevas en los chicos y las chicas.
Tratar a chicas y chicos por separado en la escuela ha demostrado ser un buen
cauce para promover socialmente a muchas mujeres, para sacar lo mejor de
tantos varones y para permitir que ambos se desarrollen libremente, sin
prejuicios, estereotipos, ni presiones grupales.
En el ámbito internacional, países como Alemania, Estados Unidos, Reino
Unido o Australia han adoptado esta fórmula, con el afán de mejorar los
resultados académicos y formativos, tanto en la enseñanza pública como
privada, aumentando así la capacidad de elección de las familias.
Experiencias positivas de la educación diferenciada
Madres y padres que eligen libremente este modelo educativo, así como
quienes han estudiado en colegios de mujeres y de varones saben lo positiva
que puede resultar esta experiencia. Compartimos un par de testimonios al
respecto. 
Otros Testimonios:
- “El gran diferencial de la educación diferenciada, y motivo por el cual lo
vuelvo a elegir para mis hijos, es la posibilidad de educar de forma
personalizada, focalizada; tomando, de forma independiente, todo el
potencial del ser mujer y el ser varón. El modo de pensar, los intereses,
los tiempos, entre otros factores, son diferentes para cada uno en sus
distintas etapas evolutivas. Considerando esta realidad, la educación
diferenciada permite acompañarlos de forma más precisa, acertada,
personalizada. 
- También como docente pude experimentar las diferencias cuando uno
está frente a un grupo mixto, y cuando se divide entre mujeres y
varones. Las conversaciones, el modo de abordar los temas, las
inquietudes, los planteos… son distintos según sean hombres o
mujeres. 
- Tener en cuenta las características propias de cada uno permite -
Patricia, promoción 29 El Buen Ayre, psicóloga y madre de cinco hijos. 

Agregaré, además, la breve charla que dio origen al presente trabajo:


- Sra. María: “…y?, ¿consiguieron ya escuela para los chicos?”
- Su hijo: “Si si, creí que te había comentado. Son dos en realidad. Marco
irá a una escuela y las chicas a otro”
- Sra. María: “¿¿¿pero eso no les va a complicar mucho el ingreso y la
salida???”
- Su hijo: “quizá, pero nos pareció muy interesante la propuesta de cada
escuela, por eso decidimos resolverlo así”
- Sra. María: “Ahhh, que bien, y, de que se trata?”
- Su hijo: Marco irá a una escuela de varones y las chicas a una de solo
mujeres…..esta bueno, él hará cosas de varones y ellas, cosas de
nenas”
Dicho esto, podemos comenzar a preguntarnos, ¿por qué, en una sociedad
que lucha por transformarse, adaptarse a los reclamos de igualdad, equidad,
participación, reconocimiento de derechos, aún pre – existen escuelas, y son
además elegidas por padres y madres, que se empeñan por diferenciar los
roles, las demandas, los intereses, las necesidades, estableciendo, qué
puede/debe y/o es adecuado ser realizado por cada uno de los sexos de forma
diferenciada?, consiguiendo de ese modo modelar y moldear los cuerpos
según sea su genitalidad.
Marta Lamas nos ayuda a pensar, si esa diferenciación se valida por la
diferencia de los cuerpos, si es legítimo pensar que cuerpos distintos tiene
roles diferenciados, necesidades, objetivos, deseos, e incluso obligaciones.
Lamas (1994)

“En este panorama, la indudable contribución del feminismo ha sido


colocar el cuerpo en la agenda política:  mostrar cómo el género moldea
y desarrolla nuestra percepción de la vida en general y, en particular,
poner en evidencia la valoración, el uso y las atribuciones diferenciadas
que da a los cuerpos de las mujeres y de los hombres.  Así, al cuestionar
la definición social de las personas a partir de su cuerpo, el feminismo
coincide en analizar uno de los problemas intelectuales más vigentes -la
construcción del sujeto- sin dejar de insistir en la materialidad de la
diferencia sexual según las cuales las personas nos convertimos en
hombres y mujeres dentro de un esquema que postula la
complementariedad de los sexos y la normatividad de la
heterosexualidad, es el objetivo compartido de los distintos feminismos
que, nacional e internacionalmente, luchan por un orden social menos
injusto, donde la diferencia no se traduzca en desigualdad” (Marta Lamas,
"Cuerpo: diferencia sexual y género" 1995)

¿Cómo se construye un sujeto que responda a los reclamos que el


feminismo ha introducido en la agenda? Un sujeto que pueda acceder en
igualdad de condiciones a todos y cada uno de los derechos logrados hasta la
actualidad, sin que medie de hecho, distinción o diferenciación alguna.
El ámbito educativo es una de las bases que sustentan nuestra
personalidad, que modelan ideales, que promueven el desarrollo personal. Es
el primer espacio de socialización que experimentamos y que nos permite
vincularnos con los otros, identificarnos, conocernos, comprender las
diferencias para poder valorarlas, y crecer siendo partes de esa diversidad,
justamente para nutrirnos.
Para Lamas, la cultura es el resultado de como interpretamos las
diferencias, de cómo simbolizamos en cada género esa distinción. Es
interesante pensar que el lenguaje, como función simbolizada, constituirá el
medio para lograr la humanización, nos permitirá convertirnos en seres
sociales. Lamas (1995)
“Una oposición binaria básica, la de mujer/hombre, genera una
simbolización de todos los aspectos de la vida. El género es el conjunto
de ideas sobre la diferencia sexual que atribuye características
“femeninas” y “masculinas” a cada sexo, a sus actividades y conductas,
y a las esferas de la vida. Esta simbolización cultural de la diferencia
anatómica toma forma en un conjunto de prácticas, ideas, discursos y
representaciones sociales que dan atribuciones a la conducta objetiva y
subjetiva de las personas en función de su sexo. Así, mediante el proceso
de constitución del género, la sociedad fabrica las ideas de lo que deben
ser los hombres y las mujeres, de lo que es “propio” de cada sexo” (Marta
Lamas, "Cuerpo: diferencia sexual y género" 1995)

Nelson Minello Martini, habla de masculinidad y sostiene que es en la


“intersección de los géneros” donde se define la masculinidad, por tanto, es
indispensable la relación y el conflicto, que serán las bases para definir cada
uno de los roles.
Si el género es visto como una individualidad, no se podrá avanzar mucho
respecto de los cambios que se están haciendo necesarios en la sociedad.
Entonces el género se organiza en el encuentro con el otro. Es importante
verlo de manera relacional, individual y socialmente. Será imposible pensar o
concebir la idea de sexo/género sin la presencia del otro. Minello (2002)
Podríamos establecer como premisa que este tipo de instituciones
promueven las diferencias, potencian las individualidades, hacen foco en las
habilidades, distinguiéndolas entre las que poseen los varones de las que
poseen las mujeres, a partir de lo cual, se construye un concepto de
“masculinidad” que se estructura justamente en oposición a la femineidad. ¿no
es entonces, un modo de seguir fortaleciendo las bases de una sociedad que
ya hace bastante tiempo aboga por conseguir condiciones de igualdad sin
distinción alguna?
Ahondar en la distinción cualitativa, de intereses, de características de la
personalidad, nos conduce inevitablemente a la separación, fragmentación,
pero lo más complejo, quizá, a no poder comprender al ser humano, como un
sujeto único que es merecedor de todos y cada uno de los derechos que nos
asisten.
El género es una forma de ordenamiento de la práctica social (Connell – 1995)

Connell, describe y piensa a la masculinidad como un proceso histórico, en


el que están involucrados los cuerpos, las prácticas sociales, y, sobre todo, el
vínculo con el otro sexo.
En el mismo sentido:
“Ser masculino no se nace, ni siquiera se hace, se llega a serlo y a partir de
un arduo trabajo con la realidad de género” (E. Gosende – 2004)
En la diferenciación que proponen las instituciones de este tipo, se
construyen ideas, procesos evolutivos, incluso cuerpos en el sentido que
Foucault le ha dado al disciplinamiento de los mismos. Decir que es necesario
atender de manera particular a lo que biológicamente puedan suponer las
diferencias, no es más que seguir encasillando y conservando ideas propias de
otras épocas, desoyendo, no solo el nuevo paradigma, sino también las leyes
que han dejado claro que la educación ha de ser pensada de manera integral.
Profundizando ciertos aspectos de estas distinciones, y pensando a la
masculinidad como una construcción social y cultural, está más que claro que
las instituciones que se están analizando, dan cuenta de ciertas posturas que
se enrolan en la idea de un sujeto que se diferencie, es decir que las bases de
esas personalidades se sustenten en la idea de ser contrario al otro sexo.
Connell, hace una distinción por categorías, lo vincula con el “esencialismo”,
justamente tendiente a acentuar ciertos rasgos que serían propios de uno y
otro respectivamente. En este sentido, no solo las Instituciones lo mencionan
de manera particular, sino que, hacen de esos rasgos el fundamento para
sostener educación diferenciada; ese soporte sería entonces positivo, y
valorable, para poder de ese modo, justificar su propuesta educativa. Otra de
las categorías que menciona es el “normativismo”, sería la norma, en el sentido
del “deber ser” que menciona Kelsen, a lo que los hombres, para ser
considerados como tales, deberán sujetarse, “para ser hombre, habría que
comportarse de cierta forma, seguir determinadas conductas, que sean
reconocidas socialmente”, del mismo modo “ser mujer, significa ajustarse a lo
que la sociedad espera de ellas”: La educación integral, que considera todas
las dimensiones de la persona: humana, científica, cultural, espiritual y
deportiva, es otro aspecto intrínseco de nuestra propuesta educativa. Llevado
este punto a la educación diferenciada, es tratar de modo integral la primera
diversidad de la persona humana: la diversidad sexual, factor definidor de la
persona que determina muchas de sus actuaciones, incluso el modo de
aprendizaje. (colegios APDES)
Ahora, desde esta posición que se instala además como un producto que se
ha de consumir, pero un producto distinto, y positivamente distinto, se abren
otros interrogantes: ¿Qué sucede con los reclamos sociales respecto del rol
que históricamente asume la masculinidad?, y ese rol masculino, ¿representa o
describe al hombre?
Las escuelas APDES, contribuyen a una figura masculina y femenina, como
miembros de una sociedad que debieran reconocerse en la diversidad sexual,
es decir, personas de diferentes categorías.
En este punto lejos estamos de conseguir la educación integral que se
promueve desde el surgimiento de la ley de Educación. En el apartado e) del
Art. 3 de la Ley 26150 (2006), se detalla: e) Procurar igualdad de trato y oportunidades
para varones y mujeres. Además, realizando una interpretación de la letra de ley, es
importante tener en cuenta que la misma debe ser entendida de manera
amplia, por lo que no es adecuado hacer diferencias en cuanto al sexo y/o
genitalidad de los estudiantes. Para ello es indispensable una escuela
inclusiva, que atienda a las diferencias si es que existen, pero que esas
diferencias no deben ser promovidas o validadas en la diversidad sexual como
factor determinante.
Pienso en las relaciones que se establecen en los ámbitos en donde no se
puede escuchar, compartir, intercambiar, sentir, oír, mezclarse con quienes no
comparten el mismo sexo/género, y me pregunto, ¿Cuáles son la
sensibilidades o empatías que promueven?
En función de los cambios que la sociedad ha comenzado a demandar, que
la letra de ley comienza a plasmar en varios ámbitos, no solo en el educativo,
no me parece conveniente seguir promoviendo ámbitos sexistas. No se está
acompañando. No se impulsa, desde la edad temprana, que es la más
apropiada, una formación inclusiva, alejada del ideario patriarcal.
Por otra parte, es menester destacar que, independientemente de la
educación diferenciada, se promueven de este modo aquellas ideas que no
escapan a estos tiempos, de que las mujeres somos “las diferentes”; que es
menester no ser como “ellas”, para ser fuertes, proveedores, inquebrantables,
protectores, y desde luego heterosexuales.....blancos, profesionales, y,
pertenecer a una clase social acomodada. Por su parte, las mujeres deben ser
sumisas, realizar las tareas de cuidado, ocuparse de la casa y los niños,
adaptarse, depender y si es posible, sujetarse a los mandatos sociales.
Se hace necesario destacar que todas las escuelas pertenecientes al grupo
de análisis, y las que tienen educación diferenciada, son escuelas privadas;
dicho esto, es claro poder inferir que el acceso a este tipo de educación, es
para un sector o clase social que tiene la posibilidad material de acceder a las
mismas. De ello se desprende un sujeto perteneciente a una clase social
acomodada, lo que, además, construye una barrera más que obstruye la
llegada a la igualdad.
No pretendo hacer un análisis de “la masculinidad o masculinidades”, ya
que la educación diferenciada por sexo/género, lo que deja por resultado, no
son solo construcciones masculinas. Las mujeres son educadas, de modo tal
que, apartadas del vínculo con ellos, tampoco consiguen comprender la
integralidad, y crean mundos paralelos que las alejan de la realidad.
Sin embargo, es sabido por todos, que el mundo patriarcal ha atravesado
históricamente todas las instituciones, desde el Estado, la familia, la escuela,
creando un escenario en el que ellos accedieron tanto a los espacios públicos
como a los privados; han sido beneficiados con derechos a los que las mujeres
no hemos podido acceder, han pasados varios años y demasiadas luchas; se
han apropiado de cargos, posibilidades, formación profesional, universitaria, y
podría seguir nombrando un sin número de situaciones que además, han
relegado al mundo femenino al ámbito privado, creando así un juego de roles
en el que queda delimitado claramente qué hará cada uno.
En el mismo sentido, hoy, la propuesta de estas escuelas, conserva,
promueve, y desarrolla la continuidad de procesos de aprendizaje que nos
sitúan en un espacio tiempo que ignora las demandas de los colectivos de
género, dejando a la vista a un sector de la sociedad que pareciera no haber
comprendido la necesidad de los cambios que se imponen.
Es la escuela más que un lugar de aprendizaje, en el, se crea sentido,
pertenencia, socialización, respeto, capacidad de escucha, orden, vínculos,
personalidades. “La escuela, el aula, la interacción cotidiana, permitieron
descubrir que el sistema educativo es mucho más que un expendedor de
títulos, es un espacio de socialización diferenciada, en el que hay reglas
sumamente estrictas, aunque invisibles, que moldean con gran precisión
las personalidades individuales, que construye el éxito y el fracaso, que
separan a quienes están destinados a plegarse a ellas. (SUBIRATS, 2003, p.
E22)."(Masculinidad hegemónica, deporte y actividad física - 2010 – 99)

Se hace difícil en el escenario que plantean las escuelas diferenciadas


pensar cómo luego de haber estado durante años, relacionándose mujeres por
un lado y varones por otro, aborden las relaciones sociales que deberán
afrontar una vez corridos del espacio áulico.
Existen algunos estudios e investigaciones respecto de las diferencias que
suponen un tipo u otro de educación, y del impacto, no solo en la formación
académica de los estudiantes, sino en la personalidad, la forma de vincularse,
el trato e incluso, algunos más específicos, que muestran el grado de violencia,
sobre todo en los varones, de quienes transitan uno y otro espacio. También
sobre el rendimiento académico de las mujeres particularmente de ciertos
espacios curriculares.
Es notable destacar que la mayoría de esos estudios buscan demostrar que
las diferencias no provocan efectos adversos, e incluso, argumentan que, en
cierto sentido, y en base a algunos datos, es más conveniente adoptar la
educación diferenciada. Apoyan esta teoría, basándose en datos
metodológicos y científicos y, además, critican la postura contraria, sosteniendo
que la misma carece de rigor científico, y que en general, se apoya en
argumentaciones ideológicas despegándose de la ciencia. (Gordillo- 2017 – 255)
La pregunta que se impone a partir de estos posicionamientos frente a los
reclamos, que los colectivos de mujeres llevan adelante desde hace años, y de
la necesaria deconstrucción no solo del patriarcado, en sentido amplio, sino
también de las masculinidades que atraviesan el sentido social, es: ¿se
necesitan datos estadísticos, y científicos, para demostrar que cualquier
espacio diferenciado por sexo, tiene una mirada sesgada, diferente, e
incompleta?
Se puede, a partir de datos concretos, argumentar que la educación
diferenciada, consigue aulas menos bulliciosas, que los varones se concentran
más si es que están sin la compañía de las mujeres; como también mencionar
que ellas, no comprenden matemáticas del mismo modo que ellos, (según
estadísticas), y que ello, dará por resultado que la formación no llegue a su
máximo en dicha disciplina, si se opta por una educación mixta.
Fabri, cuestiona estos resultados, desde el reclamo femenino, un reclamo
desde la praxis, más allá de los números, entiende que se impone un
emergente que reclama problematizar los roles diferenciados entre varones y
mujeres, tratando de encontrar un equilibrio que permita condiciones de
igualdad, equidad, acceso a derechos, trato, protección, comprensión. (Fabri –
2016)

Insiste, y hace pie en las prácticas sociales como espacio de la


transformación.
“De esta visión surge una comprensión articulada entre práctica y
teoría: en cada proceso social se encuentran “conectados” de forma
particular todos los hilos de relación con la práctica social e histórica.
Pero estas relaciones no son visibles a la percepción inmediata: hace
falta encontrarlas y ubicar cada práctica en una visión de totalidad. Es la
teoría la que nos permite realizar dicha interpretación. Pero la finalidad de
este empeño no termina en la conclusión teórica. Es necesario volver
nuevamente a la práctica, ahora sí con una comprensión integral y más
profunda de los procesos y sus contradicciones, con el fin de darle
sentido consciente a la práctica y orientarla en una perspectiva
transformadora.” (Fabbri, L. 2016 – pp.359)
La escuela no escapa al resto de los espacios, como institución, donde se
articulan estos encuentros. Desoír y pretender contrastar o hacer valer una
posición desde los datos, dejando de lado las demandas desde la práctica, es
como sostener que, una decisión judicial, es válida, respetable, y debe ser
acatada, solo porque así lo determina el aparato judicial, dejando de lado lo
que las víctimas reclaman, desoyendo sus demandas, y ajustándose a la letra
fría de una ley y una estructura jurídica que ya, hace tiempo se encuentra
corrida de las demandas sociales.

CONCLUSIÓN:
Es necesario destacar como conclusión que los argumentos que sostienen
quienes eligen, son parte y piensan a la educación como diferenciada, siguen
atravesados por una estructura que resiste a los cambios que la sociedad está
demandando.
No son suficientes los argumentos estadísticos y/o empíricos que puedan
sostenerse, cuando se están dejando de lado reclamos que revisten carácter
de derechos humanos, como son: la igualdad de trato, de condiciones, de
acceso al conocimiento, igualdad de oportunidades, innumerables reclamos
que desde la práctica se imponen.
Entiendo que continúan siendo parte de un esquema, que como hace años,
proponen y exacerban las diferencias entre hombres y mujeres, y que no
consiguen desprenderse de la idea que, como decía uno de los padres: “los
chicos deben hacer cosas de chicos y las niñas, de chicas”
Tampoco han sido capaces de comprender los cambios en materia de
leyes que proponen una educación integral, en el sentido de la multiplicidad de
actores, varones, mujeres, trans, lesbianas, y/o el género con el que se auto
perciben las personas.
Entiendo que mucho menos puedan ser capaces de sentirse parte de las
demandas sociales, ya que en general, lo que pretenden es sostener sus ideas,
que en gran medida tienden a la individualidad.
Además, quisiera destacar que no se trata de la defensa o no de la
educación mixta, o del descrédito en la educación diferenciada, el objetivo del
presente, en todo caso, es visibilizar las demandas sociales que se imponen, y,
además, poder mostrar, que quienes aún continúan con la lógica y la necesidad
separatista, se corresponden con una sociedad que no construye sentido
colectivo.
La escuela es el primer espacio de socialización al que accedemos, luego
de nuestra familia, ¿cómo es posible construir vínculos con la diversidad y
multiplicidad de los sujetos si solo nos relacionamos con nuestro mismo sexo?,
¿Cómo equiparamos conocimiento, derechos, acceso a esos derechos, en la
diferenciación? ¿Es posible ser capaces de comprender el sentir, crear
empatía, promover respeto y aceptación de los otros géneros?
La escuela de educación diferenciada consigue, antes que nada, la
diferencia entre sexos, promoviendo una identidad de género en los roles
aceptados como propios para el varón y la mujer, lo que se espera de cada uno
de ellos en función de su sexo, sin tener en cuenta el sentir, como tampoco los
vínculos.
Pienso que los argumentos que se esgrimen para elegirlas, dar continuidad
al proyecto, fomentarlas, sostenerlas y ser una opción educativa no son
suficientes para desoír las demandas y necesidades sociales. Creo que
incluso, atentan contra el cambio que es necesario que opere en las
instituciones en general, ya que continuar con la formación sexista es seguir
sosteniendo y protegiendo al patriarcado. Las instituciones en general
necesitan deconstruirse, oír las voces de quienes continúan siendo acallados.
Por la escuela, pasamos todos, o casi todos, y, es la institución a la que
más acceso tenemos la mayor parte de las personas, por lo que, debería ser el
espacio más diverso, más accesible, el que promueva por sobre todas las
cosas, la menor cantidad y calidad de diferencias posibles.
En palabras de Fabbri: “Los vínculos establecidos entre colectivos de
varones y feminismos, emergen desde la praxis, para ser
problematizados y conceptualizados con el objetivo de volver sobre la
misma, para transformarla” (Fabbri L. – 2016 – p. 358)
Se hace necesario entonces, revisar este tipo de propuestas educativas con
la intención de hacer de los espacios educativos lugares de encuentro,
intercambio, acercamiento, sin diferencias sexistas, para que puedan ser parte
activa de la transformación que la sociedad toda, está buscando.

BIBLIOGRAFÍA:

- Marta Lamas, - "Ideas feministas de Nuestra América"- K.5 "Cuerpo:


diferencia sexual y género", en Debate Feminista, n. 10, México,
(septiembre 1994)
- Nelson Minello Martini - “Los Estudios de Masculinidad” – Notas de
investigación - (mayo 2002)
- Robert W. Connel - “La Organización social de la Masculinidad” –
(1995) www.cholonautas.edu.pe / Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales
- “Una Introducción a la Masculinidad” Documento de la primera unidad de
la materia
- Judit Vidiella - Fernando Herraiz - Fernando Hernández - Juana M.
Sancho - “Masculinida Hegemónica, deporte y actividad física” - octubre-
diciembre, 2010, pp. 93-115
- Eduardo E. Gosende - “Accediendo al género masculino. Dimensiones
histórica, hermenéutica, reflexiva y política de la masculinidad”
Publicado en Revista “Subjetividad y Procesos Cognitivos” N.º 5, abril de
2004, UCES, Buenos Aires (ISSN 1666-244X).
- Luciano Fabbri - “Sexualidad Salud y Sociedad” - Revista
Latinoamericana – abril 2016
- Videos de la primera semana - “La masculinidad y el género.
- Enrique Gordillo - “Educación Diferenciada y coeducación: continuar el
debate y proteger la ciencia” - Revista española de pedagogía mayo –
agosto 2017

También podría gustarte