Yo Soy La Luz Virginia Gutiérrez Hernández
Yo Soy La Luz Virginia Gutiérrez Hernández
Yo Soy La Luz Virginia Gutiérrez Hernández
Gracias a todas las personas que me rodean y que enriquecen mi vida con
su presencia.
Antes que nada quiero dar las gracias a todas las personas que me aman y a
todas las que se dejan amar por mí o por otros. Si a solas, sin que nadie nos
escuche, te pregunto si te gusta que te quieran, conozco tu respuesta sin
lugar a dudas.
A mis pacientes, a los que amo tiernamente, quiero darles las gracias por
confiar en mí, por desnudar su alma y concederme el honor de colaborar en
una parte del camino hacia su bienestar.
Afortunadamente, tengo muchas personas que me aman, y me atrevería a
afirmar que no tengo enemigos, al menos que yo conozca. Quizá porque el
daño que me hayan podido causar a lo largo de mi vida he procurado
transformarlo en aprendizaje; no he devuelto las ofensas. Quizá también
porque una parte de mí me hizo reconocer a tiempo que todo,
absolutamente todo, estaba en mi mente, y que, por tanto, no existen
enemigos ahí afuera. En realidad no existe ese afuera. A ellos también les
dedico este libro y mi más sincero agradecimiento. Con su comportamiento
solo han reactivado unas heridas que yo ya tenía; me han ayudado a
descubrirlas y a poder sanarlas.
Gracias especialmente a estas personas.
Gracias a mis padres por trasmitirme valores positivos y ayudarme a
encarnar cumpliendo así con mi objetivo.
Gracias de todo corazón a mi hermano Julio que sin interesarle apenas el
mundo espiritual, ha sido la primera persona que ha leído este libro, para
darme su opinión profesional y asesorarme en la forma apropiada para su
difusión.
Gracias a mis amigos y familiares, a los que no cambiaría por nada del
mundo, porque todos ellos sin excepción han aportado cosas importantes en
mi vida. Y en especial a Paco y Maribel que cada vez tengo más claro que
son mis ángeles de la guarda en la Tierra, y que han colaborado con las
fotos y portada de este libro.
Y gracias a la Fuente Creadora por darme la oportunidad de experimentar la
proyección de mi amor al exterior en la misma medida en que lo percibo
dentro de mí.
Lo que se expresa en este libro, está basado en experiencias reales. Por ello,
le da autenticidad científica, puesto que no son meras conjeturas literarias.
De ese modo, los soviéticos tenían cerrado el paso por el Sur de Europa en
una hipotética maniobra de avance hacia Norteamérica a la vez que se
asegurada a las tropas del Tío Sam una base cercana al enemigo por el este.
Ese difícil equilibrio terminó cuando Gorbachov enterró al comunismo ante
el evidente fracaso de su puesta en práctica. El saqueo por parte de los
mandatarios siempre estuvo por encima de la justicia que pregonaba el
modelo. Antes que repartir la riqueza, mejor se la quedaban ellos. Y si para
ello era necesario instaurar un régimen de terror, no se dudaba, al menos
Stalin no lo hizo. También parte de la base ciudadana encontró formas de
ser protegida por el estado sin tener que arrimar el hombro.
Nos quedó entonces el capitalismo, un modo de entender la vida que
permite prosperar hasta tener una existencia medianamente cómoda, pero
que, aplicado según las doctrinas más puristas, abandona a todos aquellos
que no se encuentran en condiciones de competir con el resto y no duda en
expoliar materias primas a los países en los que basta tener feliz al dictador
de turno para conseguirlo. La religión del capital alcanzó su cénit desde
mediados de los años 90.
Tras los fastos de 1992 –Juegos Olímpicos de Barcelona y Expo de Sevilla,
principalmente- España entró en recesión. La economía había logrado
mantenerse hasta ese momento por el alto nivel de inversión pública que
requerían esas celebraciones, pero terminadas estas llegaron con toda su
fuerza los problemas derivados de las tensiones petroleras motivadas por la
Primera Guerra del Golfo –la de Bush padre- y el estallido de la burbuja
inmobiliaria de Japón.
En 1994, los números empezaron a mejorar. Muy poco a poco al principio.
Sin embargo, la llegada del PP a La Moncloa en el año 1996 aceleró a
fondo la remontada. ¿Cómo? Creando las condiciones para hacer del sector
de la construcción uno de los principales motores y afrontando la
privatización de empresas públicas de gran tamaño (Endesa, Repsol,
Telefónica…), lo que disminuía el patrimonio nacional, pero evitaba gastos
a las cuentas estatales.
La rueda se puso en marcha a gran velocidad. Una nueva ley del suelo
provocó que las urbanizaciones proliferaran como las setas en el bosque. A
pesar del reciente batacazo japonés por la misma vía, nadie en la clase
política con mando en plaza quiso echar la vista atrás; ni siquiera lo hacían
cuando los expertos les advertían del desastre que se avecinaba. Tampoco
cuando Zapatero tomó el relevo en 2004 varió el rumbo de la nave. Poner
ladrillos garantizaba una tasa de desempleo baja y unos altos ingresos a las
arcas públicas vía impuestos. Con los bolsillos de los ciudadanos cargados,
el consumo interno vivía una época feliz, más aún cuando el sector
financiero ponía en circulación cuánto dinero se le pedía y aún más.
Y así arribamos al momento actual, en el que, como decía en la primera
oración de este prólogo, hemos llegado al final de un trayecto. El
capitalismo también ha muerto. Se ha suicidado. Ha fallecido de éxito.
Llámese como se quiera. Si de resultas de esta crisis de dimensión
dramática saliéramos viviendo bajo los mismos parámetros que antes de
padecerla, solo sería para caminar con paso vivo hacia una nueva y más
grave autodestrucción. De hecho, ya hay cuestiones que se están variando.
Por poner solo un ejemplo, Europa camina hacia la unidad bancaria para,
entre otras muchas cuestiones, evitar otra sequía crediticia como la actual.
Pero asuntos como este se mueven en el plano de la técnica y el cambio
debe ser mucho más profundo.
En el ejercicio de mi profesión tuve ocasión no hace mucho de entrevistar al
economista austriaco Christian Felber, padre de la economía del bien
común. Él da por superada la dicotomía comunismo-capitalismo y defiende
que el objetivo de la actividad productora debe ser ese bien común. No
renuncia a la obtención de beneficios, pero sí los condiciona a que lograrlos
sirva a ese objetivo de mejorar la sociedad en su conjunto.
Cuando la vereda termina en un precipicio, es indispensable volver hacia
atrás y buscar sendas adyacentes, dar rienda suelta al pensamiento lateral
con el que los niños imaginan soluciones a cada instante. Reiterar los
errores conduce a repetir una y otra vez los fracasos.
Resulta una evidencia que no utilizamos todo el poder que nos ofrece
nuestra mente. No se nos educa para ello y eso provoca que en el binomio
miedo-soluciones las más de las veces triunfe el primero. Si por donde
hemos caminado hasta el momento no nos ha conducido hasta la felicidad,
¿por qué no explorar otras trayectorias? No se trata de cambiarlo todo de la
noche a la mañana, no de romper con el pasado de manera drástica
corriendo el riesgo de olvidar los errores cometidos.
Cada uno a su manera, en sus límites, los que cada cual fije para sí, estamos
llamados a inventar un futuro mejor, más garantista para nosotros y el resto
de la sociedad. Empezar por sonreír es una buena forma de acercarnos a
conseguirlo.
Julio Gutiérrez
Redactor Periódico LA PROVINCIA (Gran
Canaria)
CAPÍTULO 1
¿ESTÁS DISPUESTO A ASUMIR TU
PODER?
Este libro es una guía para ayudarte a recordar quién eres y encontrar la
Felicidad Plena. Sin embargo, antes de continuar sería bueno que
reflexionaras sobre las siguientes cuestiones y pensar si estás dispuesto a
comprometerte con cada una de ellas. De lo contrario, estarás cerrando las
puertas a tu bienestar. Te recomiendo que las leas tranquilamente, dándote
tiempo para responder.
1) ¿ESTÁS DISPUESTO A DEJAR DE JUZGAR A LOS DEMÁS
POR SUS ACTOS? ¿Y A TI MISMO?
2) ¿ESTÁS DISPUESTO A DEJAR DE INTENTAR CAMBIAR A
LOS DEMÁS, PARA ASÍ SENTIRTE MEJOR?
3) ¿ESTÁS DISPUESTO A CAMBIAR TU FORMA DE VER LAS
COSAS PARA CONSEGUIR TU LIBERTAD?
4) ¿ESTÁS DISPUESTO A ABANDONAR LA BÚSQUEDA DE
CULPABLES Y SUSTITUIRLA POR LA BÚSQUEDA DE
SOLUCIONES?
5) ¿PREFIERES TENER LA RAZÓN O SER FELIZ?
6) ¿DESEAS MANTENER TU PAPEL DE VÍCTIMA?
7) ¿DESEAS MANTENER TU PAPEL DE VERDUGO?
Espero que al leer cada una de estas frases no te hayas sentido molesto. Si
por el contrario, algo dentro de ti se ha movido en dirección a la ira, ten en
cuenta que no eres tú quien se enfada, sino tu ego, que es el que tiene miedo
a que no lo necesites cuando consigas trascender cada uno de estos puntos.
Lograrlo te conectará directamente con la Fuente, con Dios, o como tú
prefieras llamarlo.
Te conecta con tu esencia, con el Amor que vive en ti y, por tanto, con tu
Fuerza Divina. El ego te intentará convencer de que conseguir cada uno de
estos puntos es imposible, o bien, innecesario para tu Felicidad, pero prueba
y verás.
Dolor emocional
Cuando en lugar de asumir y aceptar alguna cualidad que detestamos,
tendemos a ocultarla, no solo ante los demás, sino ante nosotros mismos,
ésta se hará más presente en nosotros.
Si me da miedo utilizar el ascensor, no lo reconozco por vergüenza y me
obligo a subir en él sin trabajarme ese miedo, voy a padecer un grado de
ansiedad muy elevado.
Si, además, el ascensor hace algún movimiento extraño, puede que incluso
se desencadene un ataque de pánico. Sin embargo, si acepto mi miedo y
entiendo que eso no significa ser peor o mejor que nadie, aun con mi miedo
me aceptaré y amaré. Desde ese cariño hacia mí misma voy a pedir ayuda a
un profesional que me enseñe a superar ese miedo, pero desde la
compasión, nunca desde el juicio o la crítica.
Cuando aceptamos esa cualidad que no nos gusta como parte de nosotros,
cuando dejamos de juzgarnos por ello y nos perdonamos, entonces estamos
preparados para empezar a hacer los cambios pertinentes.
¿Cuántas veces nos han dicho que no está bien sentir rabia o que sólo los
débiles se deprimen? Lo malo no es sentir rabia, sino no saber gestionarla
de modo adecuado y llegar a coger del cuello al oponente o algo peor. Lo
realmente sanador sería reconocer que se está sintiendo mucha rabia y
dejarnos muy claro a nosotros mismos que no somos esa rabia o, lo que es
lo mismo, aprender a ser conscientes de que podemos sentir emociones sin
que eso nos convierta en la emoción misma, como nos ocurre muchas
veces.
El siguiente paso es preguntarnos qué ha despertado tanta rabia, qué
palabras, qué situaciones. Y por último, debemos reflexionar sobre si detrás
de la rabia o enfado hay una autocrítica encubierta hacia ti mismo.
Cuando trabajé en la Fundación ONCE, pude descubrir que había dos
grupos de personas bien diferenciados: el de quienes tenían aceptada su
discapacidad y el de los que por el contrario no la habían asumido aún.
Los primeros estaban totalmente integrados en la sociedad, los segundos se
mostraban suspicaces con todo lo que tenía que ver con su discapacidad.
Entre otras cosas, algunos dejaban traslucir su enfado con el mundo por
tener que vivir con una discapacidad. A todos nos costaría asumir
determinadas discapacidades. De hecho, uno de los motivos por los que me
gustaba trabajar allí era porque casi cada día recibía una lección de vida.
Recuerdo, por ejemplo, varias familias en las que el padre tenía una
enfermedad neurodegenerativa hereditaria. Al cumplir cierta edad todos los
hijos iban manifestando la misma enfermedad y, aún así, luchaban por
seguir adelante desde su silla de ruedas.
Cuando aprendemos a amarnos con todas nuestras limitaciones,
conseguimos sentirnos en paz con nosotros mismos y con los demás. Eso
nos lleva a alcanzar la felicidad. Además, el amor del prójimo crece en la
misma proporción, cuanto más te quieres tú, más te aman los demás.
Recuerdo a un profesor de la facultad que físicamente era poco agraciado.
Sin embargo, mostraba tanta seguridad en sí mismo que tenía unas cuantas
alumnas enamoradas de él. Viene a mi memoria también el recuerdo de un
paciente que era muy tímido cuando llegó por primera vez a la consulta. Un
día, estando ya a punto de darle el alta, me dijo:
“¿Sabes? Mi jefe me ha promocionado en la empresa, me ha dado un cargo
de más responsabilidad, y ayer me dijo que no se explicaba cómo
trabajando con él tantos años no se hubiera dado cuenta de mi valía hasta
hace una semana”.
Su jefe no lo había visto porque ni siquiera mi paciente reconocía sus
propias aptitudes y méritos. Cuando te valoras a ti mismo, tu entorno
también lo hace.
¿Qué emoción predomina en tu día a día?
¿Has observado qué emoción es la que más se repite en ti? Es la rabia, la
cólera. Pregúntate que te aporta de positivo. Quizá te han dicho que sentir
rabia es de ser mucho más fuerte que sentir tristeza. Quizá creas que el
mundo es tan hostil que si no sientes rabia no puedes estar alerta para
defenderte de lo que está por llegar. O quizá emulas el modelo de algún
adulto que ha sentido rabia y, a tu juicio, ha tenido más suerte en la vida que
tú. Pregúntate ahora qué tiene de negativo.
Es la tristeza. ¿qué tiene de positivo sentir tristeza? Quizá seas mujer y te
han dicho que sentir rabia es de histéricas, que queda mejor sentir tristeza.
Quizá creas que el mundo es tan hostil que es mejor sentir pena y llorar para
que alguien se apiade de ti y no sean tan duros contigo. Quizá pienses que
con la tristeza, solo sufres tú en silencio, pero con la rabia, puedes hacer
daño a alguien y luego sentirte culpable.
Es importante conocer nuestras emociones para así poder identificar nuestro
cuerpo o dolor (la parte de nosotros que sufre, que se identifica con nuestro
ego). Una vez lo hemos identificado es más fácil aprender a verlo como
observador y no dejarnos llevar por la emoción. Las emociones son
importantes, porque nos ayudan a conocernos. A medida que las sanamos,
nos vamos acercando al estado de felicidad plena, aquel en que gozamos de
una paz inmensa.
Cuando alguien me dice en la consulta que le gusta sentir rabia porque le
hace fuerte, siempre contesto que una persona fuerte es aquella a la que
pocas cosas le hacen tambalearse. Si te enfadas a la primera oportunidad,
créeme que ello supone un desgaste emocional que te debilita. No te hace
fuerte, todo lo contrario.
No se trata de sublimar esa emoción, sino de sentirla sin engancharse a ella,
sin reforzarla con los pensamientos y terminar por convertir lo que era una
situación puntual en una tortura para todo el día o mucho más.
Cuando un animal es atacado por otro, al terminar la pelea se despereza y
suelta toda esa acumulación energética de agresividad que le predisponía al
ataque. Sin embargo, cuando la disputa acontece entre seres humanos, a
veces se guarda la agresividad de forma indefinida. Eso no nos hace más
fuertes. Se trata de una energía de bajo nivel vibratorio que nos debilita.
Recapitulando:
1. No necesitas hacer nada para ser fuerte, lo eres por naturaleza.
Solo necesitas recordarlo.
Repetirnos que estamos sintiendo rabia o tristeza, pero no somos esa rabia
ni esa tristeza, ayuda bastante a manejar las emociones.
La estabilidad emocional equivale a fortaleza de carácter.
El miedo
El miedo no existe en nuestro verdadero yo. Es algo aprendido en el mundo
que hemos creado entre todos, este mundo ilusorio que solo está en nuestra
mente. Nacimos del amor y estamos hechos de amor, y donde hay amor no
hay sitio para el miedo.
Nuestra evolución espiritual, consiste en renunciar al miedo y a cambio
aceptar nuestra verdadera naturaleza (el amor). Conectar con el amor es
nuestra realidad última y nuestro propósito sobre la tierra. Lo único que da
sentido a nuestra vida es tener plena conciencia de él, tener la vivencia del
amor en nosotros y en los demás.
El amor está dentro de nosotros. No se puede destruir, aunque hemos
conseguido ocultárnoslo a nosotros mismos durante siglos hasta el punto de
llegar a sentirnos malos, culpables o culpabilizar a los demás. El verdadero
amor no se percibe con los sentidos físicos, pues no es algo material, es una
energía, pero podemos experimentarlo a través de gestos de bondad,
perdón, compasión, unión, no juzgar...
El miedo, en cambio, podría definirse como la falta de amor y lo podemos
experimentar a través del odio, la enfermedad, la codicia, la cólera, el dolor,
la adicción, el egoísmo, la obsesión, la violencia…
Hasta ahora, el mundo en que vivimos está regido por el miedo: sentimos
miedo de no gustar a los demás o de dejar de hacerlo algún día; de morirnos
jóvenes y también de envejecer y sentirnos solos; tenemos miedo de que
nuestra relación de pareja no sea la adecuada para nosotros o de que sí lo
sea y que por algún fenómeno extraño la perdamos. Tenemos miedo del
fracaso o del éxito…
En el libro Un Curso de Milagros, se nos dan dos sabias frases
tranquilizadoras. Si las pronuncias procurando sentirlas, el miedo se
desvanece de inmediato:
“Nada real puede ser amenazado”.
“Nada irreal existe”.
Solo existen dos caminos posibles: el del amor, que te conecta con tu
verdadera esencia, y el del miedo, que te desconecta de lo que en realidad
eres para hacerte creer que eres malo, culpable, débil, vulnerable…
El miedo es lo opuesto al amor. A lo largo de la historia, por miedo se ha
matado, se ha engañado... Sustituye el miedo por la fe, y no me refiero a la
fe en algo externo, sino a la fe en ti, en tu verdadera esencia. Cuando
confías, cuando experimentas la fe, el miedo deja de tener sentido en tu
vida. El miedo es la fe invertida. Es la fe en tu vulnerabilidad,
culpabilidad…
En mi labor terapéutica he podido comprobar que hay dos miedos que se
repiten en la mayoría de nosotros: a la soledad y a la muerte.
Miedo a la soledad
Los pacientes y yo trabajamos en muchas ocasiones sus relaciones con
familiares y amigos. Lógicamente, sin la presencia física de ninguno de los
aludidos. Sin embargo, resulta curioso que cuando hemos estado trabajando
el perdón del padre, por ejemplo, el paciente se sorprende cuando esa
semana su padre lo llama, desea quedar con él o limar asperezas.
O, como ocurrió con uno de mis últimos pacientes, después de no saber de
su padre durante años, este lo llamó para decirle que había decidido
transmitirle la mitad de las acciones de sus empresas.
Eso son hechos que acontecen trabajando en la distancia. No hay misterio,
nuestras mentes están conectadas. En realidad, solo nuestros cuerpos nos
hacen creer que estamos separados. De ahí que si haces daño a la mente de
otro, ese daño te repercutirá antes o después, puesto que tu mente está
conectada a la suya.
Tienes miedo a la soledad cuando crees que estás separado de los demás,
cuando te crees un ser único. Solo en el plano físico esa separación se
percibe como real. Pero como lo físico no es real, tampoco lo es la
separación. Tu mente y la de tus semejantes están unidas en un todo. Tú
formas parte de ese todo y no estás solo en él.
Miedo a la muerte
Si supieras quién eres en realidad, el miedo a la muerte desaparecería en un
instante, porque solo tu cuerpo es perecedero. Tú eres un ser eterno, al igual
que la fuente que te creó.
Esto es algo que se puede percibir muy bien a través de la terapia regresiva.
El paciente muchas veces deja de temer la muerte al poder experimentar en
una misma sesión varias muertes de los distintos personajes que ha ido
representando a lo largo de su existencia.
Podríamos decir que todo forma parte de un juego, el juego de la vida.
LA CULPA
CÓMO DEJAR DE CULPABILIZARTE Y
DE CULPABILIZAR A LOS DEMÁS
Si has asistido a una ceremonia eucarística recordarás esa oración que se
repite siempre antes de comulgar. Oración que ha sido tomada del evangelio
de San Mateo y que explica cómo Jesús cura a un criado de un centurión
romano.
“Cuando Jesús entra en Cafarnaum, se le acerca un militar romano y le
pide que cure a su criado diciéndole: ‘Señor, no soy digno de que entres en
mi casa, pero di una sola palabra y mi criado sanará”.
Jesús, un judío considerado El Mesías, no tuvo en cuenta que el soldado
fuera romano, porque para él los enemigos no existen. No diferencia entre
judíos y gentiles, lo que ve son personas, seres que necesitan de su amor, de
su compasión, de sanación… Por eso, el centurión responde al gesto de
Jesús con esa oración.
¿Pero qué tiene que ver el centurión con que nos hagan repetir una y otra
vez siglos después que no somos dignos…? ¿Por qué no soy digna de que
Dios entre en mi casa, por qué no lo eres tú?
También puedes recordar el acto penitencial, en el que decimos:
“Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he
pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por
mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedáis por mí
ante Dios, nuestro Señor. Amén”.
¿Por qué tengo que decirme a mí misma una y otra vez que soy culpable?
¿Dios me considera culpable?
También podemos recordar el Ave María:
Dios te salve, María, llena eres de gracia,(…) Santa María, madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores…
Nuevamente la culpa. Hagamos lo que hagamos parece que no hay remedio.
Ya se nos ha colgado la etiqueta de pecadores y no hay quien nos la quite.
En definitiva, se nos ha dicho que con independencia de nuestras acciones
somos malos, muy malos.
Hace unos años decidí hacer unos cambios en mis oraciones. Por ejemplo,
en el Ave María sustituyo la palabra pecadores por: hombres y mujeres. De
forma que digo: (…) ruega por nosotros, hombres y mujeres, ahora y en la
hora (…).
El mensaje de Jesús dista mucho del que ha llegado a nuestros días. Poco a
poco me di cuenta de que, aunque Jesús nos dijo “ama a tu prójimo como a
ti mismo”, lo que realmente se nos enseñó es “ama a tu prójimo, pero no a ti
mismo”. Se nos ha enseñado a no amarnos y diría que, en muchos casos, a
odiarnos.
¿Sabes cuál es el resultado de todo ello? Nos duele tanto reconocer que no
nos aceptamos, que no nos queremos lo suficiente, que hemos empezado a
proyectar esa falta de amor hacia los demás. Creemos que estamos
enfadados con la persona que tenemos enfrente y, sin embargo, somos
nosotros mismos los blancos de nuestras iras.
Una situación extrema de proyección de la culpa acontece cuando una
persona asesina a otra. En realidad, inconscientemente lo que busca es su
propia autodestrucción, solo que ha proyectado su dolor en otro, creyendo
que así él podrá descansar y no sentirse culpable. Sin embargo, el mero
hecho de asesinar a otra persona aumenta mucho más el sentimiento de
culpa, en unos casos en el nivel consciente y en otros, en el nivel
inconsciente.
Cambia tu mentalidad, haz que sea más flexible y abierta. Observa lo que te
rodea sin emitir juicios de ningún tipo y experimentarás un gran cambio en
tu vida.
Te voy a proponer un ejercicio muy sencillo. Consiste en anotar durante una
semana las veces que tú y quienes te rodean utilizáis la palabra culpa.
Cuando lo hayas hecho, probablemente notarás la frecuencia con que
culpabilizamos a los demás o a nosotros mismos, como si fuéramos jueces
dictando sentencias cada día y, a veces, cada hora.
Lo peor es que no nos limitamos a juzgar hechos concretos, sino a la
persona en su totalidad por uno solo de sus errores; arrogándonos, además,
la autoridad para determinar si estamos ante un despojo humano al que no
merece la pena ni mirar a la cara. Así, sin concesiones.
Nuestra forma de juzgar es a veces implacable. Pregunta por ejemplo al
colectivo de homosexuales. Ellos te confirmarán que a pesar de que se ha
recorrido un trecho muy largo en cuanto a su normalización, todavía tienen
que soportar a personas que consideran la homosexualidad como una lacra a
eliminar. He tenido pacientes que han recibido palizas simplemente por el
mero hecho de su condición sexual.
Tomando el ejemplo de esos agresores, cabría preguntarles qué es lo que les
lleva a pegar a una persona que no se ha metido con ellos en ningún
momento. Cuando aborreces tanto algo es porque sientes algo parecido y lo
reprimes. Alguien te ha dicho que eso está mal y tú no te das permiso para
manifestar esos sentimientos ni puedes tolerar que otro lo haga.
En cualquier caso, no se trata tampoco de defender a la víctima con el único
objeto de condenar al verdugo, porque probablemente este también es
víctima de una serie de prejuicios y creencias que no le dejan manifestar su
libertad.
Gregg Braden dice que todo esto nos lleva a hablar de una nueva forma de
energía que conecta toda la creación. Una energía que parece constituir una
especie de red que conecta toda la materia. La forma principal en que
podemos influir en esa red es precisamente cambiar nuestra vibración. Y
añade que, únicamente se necesitan 8.000 personas emitiendo
simultáneamente sentimientos de paz y amor para la consecución de la paz
en la Tierra.
Ensamblando todo esto con la Ley de la Atracción del Universo, según la
cual atraemos aquello en lo que nos enfocamos, si ponemos el foco en tener
una fuerte emoción de miedo acerca de cualquier cosa, estaremos enviando
un mensaje al Universo para que nos mande precisamente aquello a lo que
tememos.
Según Gregg, nuestro ADN cambia con las frecuencias que generamos a
través de nuestros sentimientos. Las más altas, que son las del amor,
influyen en el ambiente de una forma material, produciendo cambios no
solo en nuestro ADN, sino también en todo lo que nos rodea. De todo ello,
se deduce que si nos conectamos con la frecuencia del amor, estaremos
perfectamente preparados para afrontar cualquier cambio que se nos
avecine, y mediante nuestros pensamientos positivos en grupo
conseguiremos guiar nuestro planeta hacia un futuro mejor.
Gregg ha investigado los distintos centros de poder de las diferentes
culturas en la tierra, entre ellos las pirámides de Egipto. Y ha podido
averiguar que la práctica totalidad de las culturas se han estado preparando
de una forma u otra para lo que ya está ocurriendo en nuestros tiempos.
Cuenta incluso que encontró en uno de los templos que investigó una
especie de gráficos y dibujos en los que los iniciados practicaban el
dominio de cada sentimiento, es decir, de cada frecuencia vibratoria
posible, preparándose así también para estas fechas.
Sin embargo, según Fox el cambio merece la pena, ya que la calidad de vida
mejora tras superar ese proceso. La doctora Berrenda postula que con estos
cambios llegará a no existir la enfermedad, no necesitaremos morir.
Podremos aprender a través de la alegría y el amor sin sufrir. Aprenderemos
a conectar mucho más con nuestro interior y descubriremos que estamos
provistos de todo lo que necesitamos.
Hay muchos científicos que, al igual que Berrenda, han podido constatar
este cambio, que ya han sido puestos en común en distintas convenciones
de ámbito mundial. Hace pocos años se celebró en México un congreso en
el que participaron genetistas de todo el mundo.
El tema central fue precisamente el cambio en el ADN. Según Berrenda
Fox, el ser humano está cambiando en su nivel celular, pero la comunidad
científica siente que esta noticia podría asustar de algún modo a la
población, por eso no se han hecho públicos los cambios que están
detectando.
Por su parte, los chinos hablan de meridianos, que son una especie de
canales que atraviesan nuestro cuerpo y cuya función es, al igual que la de
los chakras, nutrir de combustible (energía) a los distintos órganos para que
estos se mantengan saludables y restablecer su equilibrio en caso de que se
produzca una enfermedad.
A diferencia de la medicina occidental alopática, que se enfoca
principalmente en el síntoma y la curación del órgano físico afectado, la
medicina oriental siempre ha intentado dejar claro que un órgano enferma
porque hay un desequilibrio en todo el sistema energético, y existen
distintas formas de reequilibrar el sistema y, por tanto, de restablecer la
salud.
Hoy en día existen numerosas terapias energéticas cuyo fin es precisamente
el de buscar ese equilibrio: yoga, taichi, chikung, reiki usui, reiki karuna,
Skhm, técnica de transmisión de energía ireca, sanación reconectiva,
reconexión…
Chakras
Se empezó a hablar de chakras o ruedas de energía en los textos sagrados de
los vedas, dentro de la cultura hindú, en torno al siglo VII a. c. Chakra es
una palabra sánscrita que significa rueda y se utilizó para denominar a estos
centros de energía, dado que cada chakra es como una rueda o vórtice
giratorio energético, que se encuentran a lo largo de todo nuestro cuerpo
energético.
Atraviesan todos nuestros cuerpos: el etérico (de hasta unos seis
centímetros y el más cercano al cuerpo), el emocional, el mental y el
espiritual.
Los chakras reciben, almacenan, transforman, distribuyen y regulan nuestra
energía vital.
La mayoría de la gente puede aprender a sentir la energía de sus chakras.
La enfermedad surge cuando hay una incapacidad de absorber, transmutar o
procesar determinadas frecuencias energéticas. Al bloquearse la energía en
un chakra, puede generarse un problema físico, psicológico o emocional.
A su vez, en cada chakra confluyen varios canales energéticos, llamados
nadis, que recorren el organismo. Se dice que hay más de 72.000 nadis. Los
tres principales son:
Sushumna: recorre toda la columna vertebral.
Ida: recorre la parte izquierda del organismo.
Pingala: recorre la parte derecha del organismo.
De los tres nadis principales surgen los siete chakras principales, que son
los más conocidos. Sin embargo, existen 21 chakras más, que son los
secundarios, y cientos de centros terciarios, menos conocidos, pero
igualmente importantes para el mantenimiento de una salud óptima.
Cada chakra principal está asociado con una glándula endocrina y con un
color. No obstante, desde hace unos años se ha podido comprobar que se
suelen visualizar todos los chakras con el color blanco cuando hasta hace
poco sus colores eran diferentes y bien definidos. Quizá esté relacionado
con el proceso de cambio, de evolución-ascensión que el ser humano está
experimentando, dado que el color blanco integra a todos los demás.
Veamos los chakras principales:
CHAKRA RAÍZ (muladhara)
Asociado con las glándulas suprarrenales, situadas encima de cada riñón.
Secretan aldosterona, que regula la actividad del riñón; cortisona, hace lo
propio con el metabolismo, y adrenalina, la respuesta del cuerpo humano al
estrés, es decir, nos prepara para la lucha o la huida. Las glándulas
suprarrenales regulan también el metabolismo de las grasas, proteínas y
carbohidratos, así como la sal y los líquidos del cuerpo.
Muladhara se localiza en la zona del perineo, entre el ano y los genitales, y
su disfunción suele estar asociada, entre otros, con problemas en nuestro
sistema óseo, por ejemplo artritis.
Se le relaciona con el color rojo.
CHAKRA SACRO (swadisthana)
Asociado con las glándulas reproductoras masculinas y femeninas,
swadisthana se localiza en la zona del sacro.
Interviene en la relación con nuestra propia sexualidad y su disfunción suele
estar asociada, entre otros, con problemas de impotencia, frigidez, dolor en
la parte inferior de la espalda, problemas de vejiga, próstata, inestabilidad
emocional, sensación de aislamiento…
Se le relaciona con el color naranja.
Elemento fuego:
Estación del año: verano.
Clima: calor.
Color: rojo.
Sabor: amargo.
Sentido: tacto.
Cualidad de su energía: se expande, irradia.
Funciones vitales: sistema endocrino, hormonas, sangre.
Están asociados los meridianos de:
- Intestino delgado (órgano Yang): comienza en la parte externa de
la uña del dedo meñique. Recorre el lateral de la mano. Sigue por el
antebrazo y por detrás del codo, continúa por la parte de atrás del
brazo llegando hasta el hombro, por encima de la escápula, junto al
cuello. De allí continúa por el rostro, para terminar delante de la
oreja. Su desequilibrio se suele relacionar con la emoción de pena.
- Triple calentador (órgano Yang): también llamado de los tres
cerebros, dado que aquí confluyen el neocortex (relacionado con los
procesos mentales superiores), el cerebro emocional (sistema
límbico) y el cerebro reptiliano (en la zona occipital del cerebro). Su
desequilibrio se suele relacionar con situaciones de estrés. Este
meridiano comienza en la zona de la uña del dedo anular más cercana
al dedo meñique. Sube por el dorso de la mano. Recorre la parte
exterior del antebrazo, el brazo y el hombro. Sube por el cuello,
bordeando la oreja y termina junto a la ceja.
- Corazón (órgano Ying): comienza bajo la axila, continúa por la
parte interior del brazo, terminando en el extremo de la uña del dedo
meñique. Su desequilibrio se suele relacionar con la emoción de
autocrítica, cólera.
- Pericardio (órgano Ying): empieza junto al pezón. Al llegar al
brazo, baja por la parte interior del mismo hasta llegar a la palma de
la mano y alcanzar el dedo corazón. Termina junto a la uña de dicho
dedo. Su desequilibrio se suele relacionar con la emoción de celos,
pérdida de control.
Elemento tierra:
Estación del año: final de verano.
Clima: húmedo.
Color: amarillo.
Sabor: dulce.
Sentido: gusto.
Cualidad de su energía: estabilizadora.
Funciones vitales: sistema linfático, sistema muscular, digestión.
Están asociados los meridianos de:
- Estómago (órgano Yang): comienza en la zona de la ojera, recorre
boca, mandíbula y sien. Baja por el cuello hasta el pecho, cruza el
pezón, y desciende en paralelo a la línea central del cuerpo, por la
parte exterior del muslo y pantorrilla. Continúa por el centro del pie
para terminar en el lado externo de la uña del segundo dedo del pie.
Su desequilibrio se suele relacionar con la emoción de ansiedad.
- Bazo (órgano Ying): comienza junto a la uña del dedo pulgar del
pie. Continúa por el lado interior de éste, la pantorrilla, el muslo, la
ingle. Sube por el abdomen, cruzando el pecho junto al pezón. Llega
a la axila y termina en el costado del pecho. Su desequilibrio se
suele relacionar con la emoción de preocupación.
Elemento metal:
Estación del año: otoño.
Clima: seco.
Color: blanco.
Sabor: picante, agrio.
Sentido: olfato.
Cualidad de su energía: se contrae.
Funciones vitales: sistema respiratorio.
Están asociados los meridianos de:
- Intestino grueso (órgano Yang): comienza en la uña del dedo índice,
sube entre el pulgar y el índice, recorre la parte externa del antebrazo
y el hombro, de ahí sigue en ascenso por el cuello, siguiendo por el
rostro hasta llegar a una de las aletas de la nariz. Su desequilibrio se
suele relacionar con la emoción de culpa.
- Pulmón (órgano Ying): comienza en la parte superior del pecho,
debajo de la clavícula. Recorre el brazo hasta llegar a la muñeca,
luego continúa por el dedo pulgar hasta el final de la uña del mismo.
Su desequilibrio se suele relacionar con la emoción de tristeza.
Elemento agua:
Estación del año: invierno.
Clima: frío.
Color: azul oscuro.
Sabor: salado.
Sentido: oído.
Cualidad de su energía: conserva, recoge.
Funciones vitales: sistema reproductor.
Están asociados los meridianos de:
- Vejiga (órgano Yang): comienza en el punto interior del ojo, junto a
la raíz de la nariz. Recorre la cabeza, bajando por la parte de atrás
del cuello, donde se divide en dos canales que descienden paralelos a
la columna vertebral. Recorre la nalga, bajando por la parte de atrás
del muslo y la pantorrilla. Continúa por el lateral exterior del pie
para acabar en el extremo de la uña del dedo meñique. Su
desequilibrio se suele relacionar con la emoción de inseguridad.
- Riñón (órgano Ying): empieza en el centro de la planta del pie. Sube
por la parte interna del tobillo, la pantorrilla y el muslo. Pasa junto a
los genitales. Asciende por la zona central del tronco y luego se
desvía ligeramente hacia un pectoral y, después de llegar al esternón,
termina bajo la clavícula. Su desequilibrio se suele relacionar con la
emoción de miedo.
Elemento madera:
Estación del año: primavera.
Clima: viento.
Color: verde.
Sabor: ácido.
Sentido: vista.
Cualidad de su energía: crece, se desarrolla y engendra.
Funciones vitales: sistema nervioso simpático.
Sólo añadir que el concepto de Ying o Yang, hace referencia al mundo dual
en el que nos movemos. Todo es positivo o negativo dependiendo de las
circunstancias, de quien las viva y del momento en que las viva. En el
mundo que hemos creado existe siempre un polo y su opuesto. Eso no
significa que uno sea mejor o peor que el otro, puesto que ambos son
complementarios.
El día no existiría sin la noche ni la noche sin el día. ¿Cómo
diferenciaríamos la una del otro si no?
Del mismo modo que tenemos órganos más ying y órganos más yang, los
hombres, por lo general, tienen más energía yang y las mujeres más ying.
La cuestión está en contar con unos niveles lo suficientemente equilibrados
para que se mantenga un estado de armonía natural y saludable.
Al igual que en la naturaleza no puede generarse corriente eléctrica si solo
existe un polo, también es necesario que todo tenga un porcentaje de ying y
de yang, tal y como lo representa el famoso signo del TAO, en un círculo
dividido en dos zonas, una blanca y otra negra, y dentro de la blanca un
círculo negro, mientras que en la negra el círculo es blanco, aludiendo
precisamente a que todos tenemos una porción de cada polo O lo que es lo
mismo, que dentro de cualquier elemento siempre existe su opuesto.
En el fondo no existen opuestos, dado que nuestro verdadero mundo no es
dual. Podríamos empezar pensando que la oscuridad no es más que la
ausencia de luz. Por tanto, dependiendo del grado de luz que haya,
podremos decir que existe suficiente o no suficiente luz. Todo es gradual. Y
siguiendo con ese mismo razonamiento, sería bueno que tendiéramos a
flexibilizar nuestras posturas ante una discusión acalorada en la que los dos
interlocutores defienden posiciones opuestas. Quizá lo mejor sería que
ambos se vieran dentro de una misma verdad pero situados en lugares
diferentes. Todos saldríamos ganando.
Limpieza y activación de los siete chakras
principales
Existe un método basado en la técnica Ireca (Instituto de Investigación de la
Energía Cósmica Aplicada), cuyo objetivo es armonizar los distintos
centros energéticos:
Te sientas en una postura cómoda, con los pies apoyados en el suelo.
Colocas tu columna recta, e inclinas ligeramente la barbilla hacia el pecho.
Respiras profundamente unas cuantas veces y te enfocas en el primer
chakra, mientras dices:
Visualizo mi centro uno (te imaginas una espiral de luz blanca en la zona
del perineo).
Lo percibo.
Lo siento.
Lo sano.
Lo activo.
Lo protejo con luz blanca líquida brillante.
Permaneces unos instantes sintiendo la zona del centro uno sin hacer nada,
solo llevando tu atención a tu sentir.
A continuación te enfocas en el segundo chakra (unos 3 centímetros debajo
del ombligo, en la zona del sacro), y repites:
Visualizo mi centro dos (te imaginas una espiral de luz blanca en esa zona).
Lo percibo.
Lo siento.
Lo sano.
Lo activo.
Lo protejo con luz blanca líquida brillante.
Nuevamente permaneces unos instantes enfocado en esa zona.
Después te concentras en el tercer chakra (plexo solar, zona intermedia
entre el ombligo y el pecho) y repites el proceso.
Visualizo mi centro tres (te imaginas una espiral de luz blanca en esa zona).
Lo percibo.
Lo siento.
Lo sano.
Lo activo.
Lo protejo con luz blanca líquida brillante.
A continuación, llevas tu atención al cuarto chakra (zona del corazón) y
nuevamente repites el proceso.
Visualizo mi centro cuatro (te imaginas una espiral de luz blanca en esa
zona).
Lo percibo.
Lo siento.
Lo sano.
Lo activo.
Lo protejo con luz blanca líquida brillante.
Permaneces unos instantes ahí y luego continúas con el quinto chakra (zona
de la garganta) y haces lo mismo.
Posteriormente, te centras en el sexto (zona del tercer ojo).
Y, por último, repites el proceso con el séptimo chakra (en lo alto del
cráneo, la zona de la corona).
Luego dejas que una columna de luz te atraviese desde la cabeza hasta los
pies, comunicándote por arriba con el centro del Universo (el Gran Sol
Central) y por abajo con el centro de la Tierra, y permaneces unos instantes
dejando fluir esa energía blanca brillante como si se tratara de una especie
de fluido luminoso.
Por otra parte, existe otro método más prolongado en el tiempo, pero cuyos
resultados son muy positivos. Consiste en limpiar cada chakra durante siete
días seguidos, y está basado en un método que utilizaba el maestro Jesús, tal
y como nos describe Daniel Meurois Givaudan, en su libro El método del
maestro . Se trata de ocho ejercicios para purificar los chakras, cada uno de
los cuales es recomendable que se ejercite durante siete días seguidos.
Purificación del Primer Chakra:
1) Siéntate en el suelo en una postura meditativa y confortable, colocando
ambas manos con las palmas hacia abajo sobre las rodillas.
2) Respira lenta y profundamente varias veces. A continuación lleva tu
atención a la base de tu cuerpo y percibe raíces que salen de su interior
y que penetran en la tierra, a modo de árbol. Permanece así hasta que
sientas como si el suelo ejerciera atracción sobre tu cuerpo, como si te
hundieras en él al menos un poco.
3) Ahora enfócate en unos 50 centímetros sobre tu cráneo, donde
percibirás una hermosa esfera de luz blanca de unos 12 centímetros de
diámetro.
4) Una vez percibida, la invitas a descender lentamente hasta llegar a la
base de tu cuerpo. Deja que llene la base de ese color blanco brillante y
permanece así durante uno o dos minutos.
5) Inspiras lentamente percibiendo esta radiación blanca que ha llenado
completamente nuestro chakra base como si se tratara de una serpiente
de luz que gira muy lentamente sobre sí misma, como desperezándose.
Una vez esta percepción se haya estabilizado, inspiras y al espirar
sientes cómo gira más rápidamente en ti (el sentido del giro es de
delante del cuerpo hacia atrás). Este último paso conviene repetirlo con
sus inspiraciones y expiraciones siete veces seguidas, con una breve
pausa entre cada ciclo.
Purificación del Segundo Chakra:
1) Siéntate en el suelo en una postura meditativa que sea confortable para
ti, colocando la mano izquierda sobre tu rodilla izquierda con la palma
hacia abajo, y la derecha, unos tres dedos debajo de tu ombligo (sede
del segundo chakra). En el caso de que el practicante sea mujer, se
invierten las manos, es decir, es la mano derecha la que se coloca en la
rodilla derecha y la izquierda sobre el chakra.
2) Centra tu conciencia por encima de tu cráneo y déjala descender
plácidamente a lo largo de tu espalda hasta llegar a tu chakra base. Haz
nacer allí un pequeño sol.
3) Cuando sientas estabilizado ese sol en la base de tu columna, inspiras y
lo haces ascender hasta llegar a tu segundo chakra (zona donde tienes la
mano).
4) Al espirar, dejas que descienda de nuevo hacia la base de tu cuerpo.
5) Repite cuatro veces el ejercicio, haciendo cuatro series de siete
inspiraciones-espiraciones. Procura buscar un profundo silencio interior
centrado en el segundo chakra entre cada una de las series. Es
conveniente que en cada inspiración-espiración, hagas rozar suavemente
la parte trasera de tu nariz con el aire que entra y sale.
Purificación del Tercer Chakra:
1) Siéntate en el suelo en una postura meditativa que sea confortable para
ti, colocando la mano izquierda sobre tu rodilla izquierda con la palma
hacia abajo y la derecha sobre el plexo solar, por encima de tu ombligo
(sede del tercer chakra). En el caso de que el practicante sea una mujer,
se invierten las manos, es decir, es la mano derecha la que se coloca en
la rodilla derecha y la izda sobre el chakra.
2) Céntrate en el pequeño sol blanco situado en la base de tu columna, no
hace falta que lo veas, basta con que lo sientas. Al inspirar, súbelo hasta
el tercer chakra y haz que irradie sus rayos en esa zona. Puede que
llegues a sentir su irradiación en la palma de la mano situada sobre tu
plexo solar, al menos unos segundos en el intervalo entre respiración y
respiración.
3) A continuación, expulsas enérgicamente el aire por la nariz con un
golpe seco. Al mismo tiempo procuras centrarte en sentir una expansión
total de tu aura. Lo normal es que al vaciar rápidamente tus pulmones
generes un aumento en la radiación de tus cuerpos sutiles.
Lo ideal es repetir los pasos 2 y 3 treinta y tres veces, aunque cada uno
deberá encontrar su límite.
Purificación del Cuarto Chakra:
1) Siéntate en el suelo en una postura meditativa que sea confortable para
ti. Cruza los brazos sobre tu pecho, dejando el derecho por encima del
izquierdo. Respira tranquilamente.
2) Centra tu conciencia al centro de tu pecho. Trata de percibir en dicha
zona una espiral de luz rosa que gira sobre sí misma en el sentido
horario. La respiración sigue siendo normal, tranquila.
3) Cuando sientas que esa espiral ha instalado su dulzura en ti, hazla subir
a modo de una bonita red de luz desde el centro cardíaco hasta por
encima de tu cráneo. Esa luz puede percibirse como blanca, pero lo
ideal sería que la sintieras como ligeramente rosada. Esa ascensión es
dirigida a través de una inspiración nasal (por la nariz).
4) Cuando tus pulmones estén llenos y la luz haya rebasado tu cabeza
unos 20 centímetros, dejas que esa columna de luz se enrolle a modo de
espiral también en sentido horario. Percibirás cómo se forma esa espiral
durante una breve apnea. A continuación espiras, soltando esa
percepción y realizando una respiración libre.
Conviene repetir este ejercicio cuatro veces seguidas cada día.
Purificación del Quinto Chakra:
1) Siéntate en el suelo en una postura meditativa que sea confortable para
ti, colocando la mano izquierda sobre tu rodilla izquierda con la palma
hacia arriba y la derecha sobre la garganta. En el caso de que el
practicante sea una mujer, se invierten las manos, es decir, es la mano
derecha la que se coloca en la rodilla derecha y la izquierda sobre el
chakra. Respiras a tu ritmo.
2) Comienzas a inspirar lentamente, haciendo rozar la parte trasera de tu
cavidad nasal con el aire, mientras percibes una red de aire que teñirás
de color azul claro.
3) Cuando tus pulmones estén llenos de aire y hayas practicado una breve
apnea (retén el aire a pulmón lleno unos segundos), espiras del mismo
modo. Esta vez el color será azul oscuro. Con ese aire expulsarás todas
las escorias etéricas que había en ti. Esta fase de inspiración-espiración
conviene repetirla siete veces, para completar la limpieza bien.
4) Con la parte de atrás de nuestra garganta emites una especie de
zumbido. Se trata de que interiormente oigas el sonido AUM. Cuando te
queda poco por espirar, ese último aire lo expulsas cerrando la boca y
espirándolo todo de una sola vez por la nariz. Esta última fase la repites
cinco veces seguidas. A continuación, permaneces en silencio durante
un tiempo prolongado a la espera de escuchar qué sucede en el centro
de tu cabeza y en el fondo de tu garganta.
Purificación del Sexto Chakra:
1) Siéntate en el suelo en una postura meditativa que sea confortable para
ti. Con tus ojos cerrados y tus manos unidas en el gesto tradicional para
la oración, respira tranquilamente.
2) Cuando te sientas centrado, colocas la mano izquierda sobre tu rodilla
izquierda con la palma hacia arriba, y la derecha en la raíz de tu nariz,
entre ambas cejas. Con la zona plana de la uña de tu dedo índice, das
pequeños golpes secos sobre tu chakra del tercer ojo. Luego dejas tu
mano derecha sobre la rodilla derecha con la palma hacia arriba.
Recuerda que en las mujeres se invierten las manos.
3) Inspira y espira lentamente doce veces, procurando enfocarte en la idea
de que estás llenando y vaciando una especie de bolsa detrás del chakra
frontal (tercer ojo).
4) Manteniendo los ojos cerrados, ponte bizco interiormente sin forzar,
pero de una manera lo suficientemente fuerte como para crear una
presión en tus ojos. Mientras esta sensación se manifiesta, repite en voz
alta la sílaba TA, TA, TA… hasta que te sientas saturado.
Purificación del Séptimo Chakra:
1) Siéntate en el suelo en una postura meditativa que sea confortable para
ti. Coloca tus manos sobre tus rodillas con las palmas hacia arriba.
Permaneces tranquilamente con una actitud receptiva.
2) Procuras percibir a unos 50 centímetros de tu cráneo un bello sol
blanco. Este sol empieza a dejar caer gotitas de oro sobre tu cabeza.
Serán siete gotitas. Sin forzar, sientes el descenso de esas gotitas y su
contacto en el séptimo chakra.
3) Después haces unas cuantas inspiraciones y espiraciones a tu ritmo.
4) De nuevo percibes siete gotitas nuevas en lo alto de tu cráneo.
5) Después, haces unas cuantas inspiraciones y espiraciones a tu ritmo.
6) Nuevamente invitas al sol blanco que está por encima de tu cabeza a
que deje caer otras siete gotitas. Esta vez puedes percibirlas mejor en tu
chakra corona.
7) Quédate un momento en silencio interior y cuando sientas que ya has
permanecido en él lo suficiente, emite con la ayuda de la parte posterior
de tu garganta un zumbido largo y grave, o si lo prefieres el sonido
AUM.
Purificación del Octavo Chakra:
1) Siéntate en el suelo en una postura meditativa que sea confortable para
ti. Coloca tus manos sobre tus rodillas con las palmas hacia arriba.
Permanece tranquilamente en silencio, tratando de profundizar en él
para percibir lo que se llama el canto de la energía (una especie de
silbido en el centro de tu cráneo).
2) Trata de percibirte por encima de tu cráneo, como si fueras el mango
de una ducha (en la zona del octavo chakra). Observa tu cráneo desde
allí.
3) Cuando has conseguido verte desde arriba, empiezas a dejar caer
gotitas de oro sobre tu cráneo. No importa el número de gotitas. Este
estado de exteriorización de la conciencia no conviene prolongarlo más
de dos o tres minutos.
4) Vuelve a descender tu conciencia a tu cuerpo, a ser posible a la altura
del corazón, y cruza tus brazos en horizontal manteniendo el brazo
derecho por encima del izquierdo. Permanece unos instantes saboreando
el efecto de la ducha de luz que acabas de recibir.
Como señala Daniel Meurois en su libro, conviene repetir durante siete
días seguidos cada uno de los ejercicios. Con eso, el proceso dura ocho
semanas seguidas.
Al cabo de esas ocho semanas se practica una fase por día durante ocho días
(purificación chakra 1 el primer día, purificación chakra 2 el segundo
día…). A partir de ahí conviene descansar. De hecho, Jesús decía que con
dos períodos al año dedicados a ello era suficiente.
No obstante, si con alguno de ellos se sienten molestias continuas
(aturdimiento, incomodidad…), es recomendable continuar dejar ese
ejercicio y al día siguiente comenzar con el siguiente chakra.
Cómo activar los puntos curativos que hay
en tí
La órbita microcósmica
La Órbita Microcósmica es una especie de circuito circular que recorre
nuestra columna vertebral pasando por los siete chakras principales y la
parte frontal del cuerpo, conectando con todo el sistema de meridianos de
éste.
Los taoístas descubrieron que hay dos canales que llevan mucha energía y
que nutren de ella a todo nuestro cuerpo. Estos canales son el Du Mai y el
Ren Mai.
El Du Mai (o vaso gobernador, yang) comienza en el punto hui yin (en el
perineo, entre los genitales y el ano), asciende por la parte trasera del
cuerpo, por la espalda, pasando por el cóccix, hasta llegar a la corona de la
cabeza. Desde allí desciende hasta el paladar.
El Ren Mai (o vaso concepción, Ying), comienza en el hui yin también,
pero asciende por la parte delantera del organismo, pasando por los órganos
sexuales, el estómago, corazón, garganta y termina en la punta de la lengua.
De este modo, al colocar la punta de la lengua en el paladar, cierras el
circuito energético y la energía comienza a fluir formando un círculo que
nutre a todo nuestro cuerpo, enviando energía, hormonas y vitalidad a todo
el cuerpo. La energía es percibida, transformada y absorbida por cada punto
u órgano que la necesite.
Si aprendes a hacer circular la energía por la Órbita Microcósmica podrás
limpiar tus canales energéticos y eliminar bloqueos en el organismo con
objeto de hacer circular y revitalizar todas las partes de la mente y del
cuerpo.
Esta práctica si se hace a diario, previene el envejecimiento y ayuda en la
curación de muchas enfermedades, como la presión arterial alta, la artritis,
el insomnio, los dolores de cabeza…
Cuando lo practiques varias veces, puedes empezar a sentir calor por la
columna.
La sonrisa interior
Si ya has hecho yoga o alguna práctica oriental, seguramente sabrás de qué
se trata la sonrisa interior. Confieso que la primera vez que me lo
plantearon, me pareció una tontería: cómo yo iba a sonreír a mis órganos, y
además para qué, si ellos no tiene sentimientos, qué más les da que yo les
ponga buena o mala cara…
Pues gracias a que me gusta experimentar, probé a ver qué pasaba, y cuál
fue mi mayor sorpresa al ver que si estaba haciendo un estiramiento en
yoga, y le sonreía a mis músculos, éstos se volvían como más flexibles. Fue
entonces cuando decidí hacerlo con todos mis órganos, y poco a poco a
medida que mi sensibilidad iba en aumento, sentía como mis órganos se
relajaban, cuando yo les sonreía. Y posteriormente me di cuenta de que lo
que iba adquiriendo era un sentimiento de amor hacia mi cuerpo y hacia mí
misma, porque de algún modo me estaba dedicando una sonrisa, un gesto
de ternura de cariño, cosa que muy pocas veces hacemos con nosotros
mismos.
Antes de practicar la sonrisa interior, te aconsejo que procures aumentar el
flujo de tu saliva.
Cuando me formé en noesiterapia (curación por el pensamiento) con el
doctor Escudero, me gustó descubrir con él que había una forma muy fácil
de activar el sistema nervioso parasimpático (el que nos relaja), y consistía
en ensalivar, repitiéndote mentalmente varias veces: mi boca se llena de
saliva fluida y agradable…
Efectivamente, igual que cuando nos ponemos nerviosos, tensos, la boca se
nos queda seca por la activación del sistema nervioso simpático, cuando nos
sentimos tranquilos tendemos a ensalivar mucho más.
Por ello, si provocamos esa respuesta, estaremos facilitando el desconectar
de cualquier tipo de pensamiento conflictivo para nosotros.
Puedes seguir el siguiente orden:
PARTE DELANTERA y MEDIA
Sonríe a tus ojos (si relajas tus ojos, se relaja todo tu sistema nervioso).
Sonríe a tus mandíbulas (esta zona acumula mucha tensión).
Sonríe a tu cara.
Coloca tu lengua en el paladar en la zona de detrás de los dientes y sonríela.
Sonríe al cuello. Se tensa con mucha facilidad debido a las preocupaciones
diarias, es la conexión entre el cerebro y el cuerpo, por lo que si no se
relaja, los mensajes de nuestro cerebro no llegarán con claridad a nuestro
cuerpo.
Puedes probar a tensarlo mucho y luego soltarlo imaginando que no tienes
ningún músculo que lo sostenga y lo dejas que permanezca suelto,
enviándole una sonrisa.
Sonríe a tu corazón y sistema cardiovascular.
Sonríe a tus pulmones y sistema respiratorio.
Sonríe a tu hígado y vesícula biliar (en tu lado derecho).
Sonríe a tu bazo y páncreas (en tu lado izquierdo).
Sonríe a tus riñones y glándulas suprarrenales.
Sonríe a tu boca.
Sonríe a tu estómago.
Sonríe a tu intestino delgado y al grueso.
Sonríe a tu ano y recto.
Sonríe a tus órganos sexuales.
Sonríe a tus órganos del sistema urinario (vejiga…).
PARTE TRASERA
Sonríe a la parte interna de las vértebras empezando por arriba o por abajo,
una a una.
SEGUNDO PUNTO:
Kuan-Yuan. Punto medio de los ovarios (para la mujer).
Jing Gong. Donde comienza el pene (para el hombre).
TERCER PUNTO:
Hui- Yin. Punto medio entre el ano y los genitales.
CUARTO PUNTO:
Chang-Chiang. Situado en el cóccix.
QUINTO PUNTO:
Ming-Men. Punto simétrico al ombligo, situado por detrás en la columna,
entre las vértebras L2 y L3. El riñón izquierdo es Ying y el derecho Yang, y
el equilibrio entre ambos está en el punto del medio entre ambos.
SEXTO PUNTO:
Chi-Chung. Punto en el lado opuesto al plexo solar, en la columna
vertebral. Está localizado entre las glándulas suprarrenales.
SÉPTIMO PUNTO:
Yu-Chen. Punto en el cerebelo.
Controla los latidos cardíacos, la respiración y varias funciones
relacionadas con el sistema nervioso autónomo.
OCTAVO PUNTO:
Pai-hui. Punto de la zona de la corona. Está relacionado con la sensibilidad
y el acto sexual. Controla la parte posterior del cerebro, oído, equilibrio, la
percepción de la luz a través de los ojos y de la piel y la parte superior del
cerebro y la médula espinal.
Algunas personas que han activado este punto han experimentado
visualizaciones de distintos colores según el órgano que tenían afectado:
- Las personas con enfermedades hepáticas veían una luz verde.
- Las personas con enfermedades en la vesícula biliar, las de
enfermedades renales y las de escaso impulso sexual veían una luz
negra.
- Las personas con enfermedades cardíacas, veían una luz roja.
- Las personas con enfermedades en el estómago y en el bazo veían
una luz amarilla.
- Las personas con enfermedades pulmonares veían una luz blanca.
NOVENO PUNTO:
Ying- Tang. Punto del tercer ojo o de la glándula pituitaria o hipófisis.
La hipófisis tiene medio centímetro de altura, 1 centímetro de longitud y 1,5
centímetros de anchura. Se encuentra localizada físicamente en la parte
superior de la corona. Es la glándula maestra que controla el
funcionamiento de las gónadas, las suprarrenales, el crecimiento y las
glándulas tiroideas. Está cubierta en su exterior por huesos que la protegen.
Controla la parte frontal del cerebro, la visión, el ojo derecho, y se la
considera el centro del Amor, y la Compasión.
Si te concentras en este punto, se activa la glándula pituitaria:
- Reduce el efecto molesto de los ruidos.
- Te sientes más equilibrado (las preocupaciones disminuyen).
- Aumenta el flujo de saliva.
Explicación física de la iluminación
Cuando el calor de la kundalini sube desde la base de la espina dorsal hacia
el cerebro y toca la glándula pituitaria y la glándula pineal, éstas
comienzan a vibrar y a segregar una serie de hormonas. El impacto del
calor más la secreción de ambas glándulas abren la parte subconsciente del
cerebro produciendo un estado de éxtasis. Los efectos son distintos en cada
individuo debido a que el subconsciente manifiesta a la vez sus
propiedades. La combinación de éxtasis más las manifestaciones del
subconsciente dan paso a la apertura de la catedral del alma. Con ello se da
el despertar.
Respiración solar
Beneficios:
Fortalece los pulmones.
Equilibra tus energías.
Combate la hipotensión.
Previene contra el reuma y cefaleas.
Previene contra la Depresión.
Siéntate con la espalda recta.
Tapa tu fosa nasal izquierda e inhala por la derecha hasta llenar tus
pulmones (mientras contraes ligeramente el abdomen).
Retén el tiempo que puedas con las dos fosas nasales tapadas.
Exhala por la fosa nasal izquierda tapando la derecha durante el doble de
tiempo que inhalaste.
Repite durante unos diez minutos.
CAPÍTULO 9
MANTRAS y MUDRAS
Mantras
En el plano etimológico la palabra mantra se divide en dos vocablos
sánscritos “man”, que significa mente, y “tra”, que significa liberar.
Podríamos decir que al recitar un mantra estamos generando una vibración
sonora que nos aparta del ruido de nuestra mente consciente, de nuestros
pensamientos. Por ello, al repetir continuamente un mantra y enfocarnos en
la repetición continua de ese sonido, nuestra mente va encontrando más
espacios en blanco, en paz, llegando con la práctica continuada a
verdaderos estados de paz interior.
Por otra parte, al conseguir acallar nuestros pensamientos estamos creando
un espacio para recibir mensajes de nuestra propia sabiduría interior.
Normalmente los mantras se recitan en sánscrito y generan el efecto
deseado sin importar que la persona que los recite conozca o no su
significado.
Aquí solo te voy a hablar de algunos de los numerosos mantras que existen
y están muy relacionados con la sanación, pero hay muchos más.
OM YAJAMAHE SUGANDIMPUSH
TRYAMBAKAM
TIVARDHANAM URVARUKAMIVA
BANDHANAN MRITYOR MUKSHIYA
MAAMRITAT
A este mantra se le denomina Mahamrityunajya: La palabra sánscrita maha
significa grande, mrityu quiere decir muerte y jaya significa victoria. Es
muy potente, hasta el punto de que nos ayuda a superar el miedo a la
muerte. Incluso se ha llegado a decir que supera a la muerte en sí misma.
Es una combinación de 34 potentes sonidos.
También se le llama moksha mantra, precisamente por su fuerza liberadora
(mokhsha: liberación).
Los moksha mantras son mantras de adoración.
Cuando se recita suele generar calor a diferencia del gayatri mantra, que por
lo general produce un efecto calmante y refrescante.
Otorga longevidad. Su propósito es sanar enfermedades. Genera un escudo
psíquico de protección alrededor de quien lo practica, preservándolo así de
fuerzas negativas o dañinas.
Trasmuta el sufrimiento y la pobreza, y cumple todos nuestros deseos. De
tal forma que siempre que quieras eliminar los obstáculos de la vida y
superar situaciones difíciles o enfermedades, puedes repetir este mantra con
frecuencia y constancia.
Incluso es beneficioso para dormir. Si lo recitas al menos once veces antes
de dormir te ayuda a descansar mejor y tener sueños más positivos.
Glándula pineal
Venga a nosotros tu reino.
Glándula tiroides
Hágase tu voluntad así en la tierra.
Glándula tiroides
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.
Glándula tiroides
El poder.
Glándula pineal
Y la gloria.
Glándula pituitaria
Por los siglos de los siglos
Igualmente los mudras son gestos que se hacen con las manos y que nos
ayudan a focalizar mucho más nuestros propósitos meditativos. Sin
embargo, aunque son menos conocidas, también hay mudras que se hacen
con los ojos, y el cuerpo.
Etimológicamente hablando, la palabra mudra se compone de mud , que en
sánscrito significa gozo, y ra, cuyo significado es producir.
Estos gestos con los dedos de las manos tienen un efecto sanador tanto
física como mental y espiritualmente.
Influyen en el flujo de energía a través de los meridianos de acupuntura
(según la medicina china) y a través de los nadis (según la cultura hindú).
Dedo PULGAR
Dedo ÍNDICE
Tiene que ver con el elemento aire (el espíritu, la capacidad para pensar).
Está relacionado con nuestra capacidad para reflexionar y nuestra
inspiración.
Se conecta con el chakra corazón, intestino grueso y meridiano profundo
del estómago.
Dedo CORAZÓN
Dedo ANULAR
Dedo MEÑIQUE
Consiste en apoyar todas las puntas de los dedos unas sobre otras.
Es bueno por ejemplo para recordar algo. Unes las puntas de los dedos,
levantas los ojos, colocas la punta de la lengua al inspirar en el paladar y la
dejas caer al espirar. Haces unos cuantas respiraciones y lo recordarás.
Este mudra ayuda a equilibrar los dos hemisferios cerebrales.
Incluso puede llegar a regenerar la energía de los pulmones.
KUNDALINI MUDRA
Unir las palmas de las manos, cruzando los dedos, dejando un pulgar
levantado. Rodeas ese pulgar con el índice y el pulgar de la otra mano.
Aumenta la temperatura corporal.
Es eficaz contra los resfriados, infecciones del pecho, dificultades
respiratorias, tos y ayuda a desprender la mucosidad de los pulmones.
Es conveniente utilizarlo durante 15 minutos, tres veces al día.
Cuando se desea emplear para reducir exceso de peso:
Además de practicarlo 3 veces al día durante 15 minutos, se debe
acompañar de 8 vasos de agua al día, y alimentos como arroz, plátanos,
zumos de cítricos…
MUDRA DEL ASM A
Unir y presionar las falanges de los dedos corazón de ambas manos entre sí,
mientras los otros dedos se extienden.
Se debe practicar de 4 a 6 minutos ante un ataque agudo de asma, y a
continuación se aplica el mudra del asma, hasta que la respiración se
normaliza.
En tratamientos de larga duración, es conveniente aplicar ambos mudras
durante 5 minutos, cinco veces al día.
MUKULA MUDRA
Una las yemas de los cinco dedos y aplique las puntas de los mismos sobre
la zona del cuerpo que necesite sanar. Es como aplicar un rayo láser de
energía regeneradora a la parte del cuerpo u órgano afectado.
MUSHTI MUDRA
Unir la punta del pulgar con la punta del anular (en ambas manos), mientras
el resto de los dedos permanecen extendidos.
Aumenta la energía del chakra base, de modo que hace que te sientas más
vital tanto física como psicoemocionalmente.
También potencia el sentido olfativo, y es beneficioso para las uñas, la piel,
el pelo y los huesos.
Aplicar 3 veces al día durante 15 minutos.
MUDRA BRONQUIAL
Beneficios:
Relaja el plexo solar (estómago, hígado bazo, vesícula biliar). Armoniza las
energías del sistema nervioso. Alivia las naúseas, el mareo, las flatulencias
y la sensación de saciedad después de comer. Potencia las energías de la
defecación y desintoxica.
Segunda:
Mano Derecha: unir las puntas de los dedos anular, meñique y pulgar,
mientras los otros dos permanecen extendidos y rectos.
Mano Izquierda: unir las puntas de los dedos anular, corazón y pulgar,
mientras los otros dos permanecen extendidos y rectos.
Beneficios:
Estimula las funciones intelectuales (memoria, razonamiento lógico,
concentración…) Potencia la digestión y la defecación. Se le puede
considerar como una bomba de energía.
Ambos conviene utilizarlos cuatro veces al día durante cinco minutos.
Se utilizan en problemas crónicos, o como remedio de emergencia.
PRAN MUDRA
En cada mano, se unen las yemas de los dedos, anular, meñique y pulgar,
mientras los otros dos quedan extendidos.
Beneficios :
Este mudra disminuye el cansancio y aporta calma. Aumenta la vitalidad en
general. También se utiliza para mejorar la vista.
Si lo combinamos con una respiración lenta y profunda, nos genera un gran
estado de sosiego y paz interior. Conviene aplicarlo de cinco a treinta
minutos. Aunque cuando se usa como cura, es recomendable utilizarlo tres
veces al día durante quince minutos.
APAN MUDRA
En cada mano, se unen las yemas de los dedos, anular, corazón y pulgar,
mientras los otros dos quedan extendidos.
Beneficios:
Este mudra equilibra nuestro estado de ánimo, da paz, serenidad, armonía
interior y confianza. Favorece la expulsión de toxinas del organismo y
elimina problemas de vejiga.
Conviene aplicarlo de cinco a cuarenta y cinco minutos. Aunque cuando se
usa como cura, es recomendable utilizarlo tres veces al día durante quince
minutos.
PRITHIVI MUDRA
(mudra de la Tierra)
En cada mano, se unen las puntas de los dedos, anular y pulgar, mientras los
otros tres quedan extendidos.
Beneficios:
Este mudra aporta seguridad en sí mismo. Aumenta la temperatura corporal.
Corrige el déficit de energía en el primer chakra, con lo cual aumenta la
fuerza vital. También es beneficioso para el olfato, uñas, piel, pelo y huesos.
Conviene aplicarlo tres veces al día durante quince minutos.
BHUDI MUDRA
(mudra del líquido)
En cada mano, se unen las yemas de los dedos, meñique y pulgar, mientras
los otros tres quedan extendidos.
Beneficios:
Este mudra ayuda a recuperar el equilibrio de los líquidos del cuerpo y a
mantenerlo. Es recomendable cuando se presenta sequedad de ojos, o de
boca, trastornos en los riñones o vejiga. También favorece el sentido del
gusto.
Conviene aplicarlo tres veces al día durante quince minutos.
MUDRA de la ESPALDA
Mano Derecha: unir los dedos corazón, meñique y pulgar, mientras los otros
dos quedan extendidos.
Mano izquierda: se coloca la falange del pulgar sobre la uña del índice.
Beneficios :
Este mudra ayuda cuando alguien que se encuentra delicado de la espalda
ha realizado un esfuerzo extra.
Es conveniente acompañar a este mudra una postura adecuada de la
columna. Por ejemplo, resulta muy beneficioso mantener la barbilla un
poco inclinada hacia el pecho, con objeto de que la nuca esté recta y
extendida.
Trascurridos unos veinte minutos en esta postura, las vértebras se habrán
nutrido adecuadamente.
Conviene aplicarlo cuatro veces al día durante cuatro minutos. Pero si se
padecen dolores agudos, entonces puede aplicarlo hasta que se alivie.
KUBERA MUDRA
(técnica de los tres dedos)
En cada mano, se unen las puntas de los dedos, índice, corazón y pulgar,
mientras los otros dos quedan doblados en el centro de la mano.
Beneficios :
Este mudra da paz interior y confianza en uno mismo. Ayuda a potenciar
nuestros propósitos. A focalizarnos más en su consecución.
Hay personas que lo utilizan para buscar aparcamiento, para encontrar una
determinada información, para lograr determinados propósitos…
Puedes aplicarlo una o dos veces al día enfocado en lo que quieres
conseguir, visualizando que ya lo has logrado y conectando con la emoción
de alegría que ello te supone.
KSEPANA MUDRA
(mudra para soltar)
Unes ambas manos, cruzando sus dedos entre sí. Estiras los dedos índices,
pegando un dedo índice al otro, apuntando en dirección al suelo.
Beneficios:
Este mudra ayuda a la expulsión de las energías viejas o negativas y la
posterior absorción de las nuevas y positivas.
Favorece la excreción a través del intestino grueso, la piel
Mientras se aplica, se hace de siete a quince respiraciones completas,
enfocados principalmente en la espiración. Luego se hacen tres suspiros
profundos y a continuación se colocan las manos con palmas hacia arriba
sobre los muslos, para recibir la energía nueva que está por llegar.
RUDRA MUDRA
(mudra del Plexo Solar, o del elemento Tierra)
En cada mano, se unen las puntas de los dedos, índice, anular y pulgar,
mientras los otros dos quedan extendidos.
Beneficios :
Este mudra potencia los órganos del elemento tierra (estómago, bazo y
páncreas). Por ello. Eleva el estado de ánimo, mejora los estados de
agotamiento y alivia los trastornos cardíacos y vértigos.
Conviene aplicarlo de tres a seis veces al día durante cinco minutos. No
obstante, depende de cada persona el que necesite aumentar o disminuir
esta frecuencia.
MUDRA de las ARTICULACIONES
Estos son solo algunos ejemplos de mudras, pero existen muchos más. Hay
libros especializados en ellos, y combinados con las posturas de yoga y
determinados ejercios de pranayama (respiración) pueden potenciar
enormemente sus efectos curativos.
Es importante que cada uno elija aquel que le resulte más cómodo, aquel
que le llame más la atención. Una vez más te aconsejo que te dejes llevar
por tu intuición.
Meditación
de profunda limpieza interior
Toma una postura cómoda en un lugar donde no seas interrumpido.
Comienza a respirar profundamente, enfocándote en la parte baja de tu
vientre. Inspira y llena tu vientre de aire limpio, puro, fresco, sano.
Coloca tus manos boca-abajo sobre tus rodillas, uniendo los dedos índice,
corazón y pulgar en ambas manos.
Espira y suelta, libera, afloja cada parte de ti.
A medida que inspiras te sientes regenerar, renovar por dentro. A medida
que espiras sientes cómo te vacías de cualquier pensamiento.
A medida que sueltas el aire, entra más y más dentro de ti, cada vez más
profundamente.
Vuelves tus ojos hacia el interior, todo tu enfoque está en tu interior, y te
dedicas a sentir todo lo que ocurre ahí, dentro de ti.
Ahora inspiras en tu corazón, abriendo el pecho lo máximo que puedas
(como si quisieras que tus omóplatos se juntaran por la espalda) con la
conciencia de conectar con tu alma. Tomas de nuevo otra inspiración en tu
corazón y repites nuevamente una tercera vez.
Te das permiso para relajarte, para viajar hacia el interior de ti mismo, para
viajar al interior de tu alma. Pides conectar profundamente con tu alma.
Visualizas una enorme y poderosa luz blanca en lo alto de tu cráneo y
comienzas a respirar esa luz hacia abajo, hacia tu corona, tu garganta, tu
pecho, pasando por el lugar donde reside tu alma y continuando hasta las
plantas de los pies y desde allí hasta el centro de la Madre Tierra. Esa luz va
mostrándote todo, en particular esas zonas ensombrecidas por el dolor. Y
cuando esa luz pasa por el espacio físico ubicado entre la garganta y el
pecho preguntas ¿qué necesita mi alma para serenarse, para sanarse? Puede
que empieces a experimentar sensaciones, emociones. No analices, no
juzgues, solo siente, siente todo lo que hay ahí.
Y según te vayan llegando esas sensaciones o emociones, simplemente
dices en voz alta:
Desde mi luz, desde la luz del yo soy en mí, me perdono por haberme
olvidado de mi esencia divina y haber permitido a mi alma sentir este
dolor…
(indica el dolor de que se trate: frustración, rabia, tristeza…).
Desde mi luz, desde la luz del yo soy en mí, perdono a …. (nombre del
causante) por el dolor (como antes, indicas el dolor de que se trate…) que
su comportamiento ha ocasionado en mí.
Cuando sientas que el dolor te viene de muy atrás, hasta el punto que te
cuesta identificar el momento en que se generó y quién lo desencadenó,
puedes decir en general.
Desde mi luz, desde la luz del yo soy en mí, me perdono por haberme
maltratado, atrayendo a mi vida dolor físico y/o emocional, por haber
pensado que no era digno de ser amado, por haber sentido que no merecía
ser feliz. Y sobre todo, me perdono por tener miedo a amar.
Desde mi luz, desde la luz del yo soy en mí, perdono a la humanidad por
todo el dolor que me ha generado a mí y por todo el dolor que se ha
generado a sí misma al olvidarse de su esencia divina y actuar desde sus
instintos más bajos en diversas ocasiones a lo largo de los siglos.
Y pido a Dios (o al Universo, como cada uno prefiera) que sane en todos
nosotros esos errores que nos hacen creer que nuestros hermanos son
nuestros enemigos. Lo pido en nombre de Cristo-Jesús. Amén.
A continuación dices:
Ahora desde mi luz, desde la luz del yo soy, me arrodillo ante mi cuerpo y le
digo:
Perdóname, por no haber tenido en cuenta tus mensajes, perdóname por no
haberte valorado suficientemente por haberte permitido sufrir creyendo que
el sufrimiento era el único modo de llegar a Dios.
Y gracias por ser mi instrumento, mi canal para cumplir con mi objetivo
espiritual aquí en la tierra. Te bendigo y te envuelvo en luz.
Ahora visualiza cómo tu presencia luminosa -yo soy- encarna a tu cuerpo
físico, viste tu cuerpo físico de luz y siéntete uno con tu presencia divina,
con el Dios que hay en ti.
Dedícate unos instantes a experimentar esa nueva sensación, a dejar que a
partir de ahora sea tu yo superior quien dirija tu vida, con la firme
convicción de que el sufrimiento quedó atrás, pues ya no es necesario. Ha
llegado el momento de recordar quién eres y para qué estás aquí. Ha llegado
el momento de abandonar las creencias que te hacían creer un ser inferior,
para identificarte con tu verdadera esencia y cumplir con tu misión.
CAPÍTULO 10
TÉCNICAS PARA LA AUTOSANACIÓN
Cierra ojos
Abre ojos
Cuenta hasta 5
5) Golpear punto kárate (el borde de una mano contra otra) mientras repites en voz alta 3 veces sin
equivocarte (si te equivocas, vuelves a decirlo otras tres veces):
“Aunque me quede algo de…….. , me quiero y acepto”
Ej. Aunque me quede algo de mi sensación de inutilidad, me quiero y acepto.
6) Tapear todos los puntos uno detrás de otro (por lo menos 7 veces en cada uno) mientras colocas
la lengua en el paladar y dices para ti mismo: eliminar lo que quede de mi sensación de
inutilidad, eliminar lo que quede de mi sensación de inutilidad…
Con los dedos índice y corazón:
6.1. Parte interior de la ceja.
6.2. Lateral externo del ojo.
6.3. Debajo del ojo.
6.4. Debajo de la nariz.
6.5. Debajo del labio inferior (en el surco entre el labio inferior y la barbilla)
6.6. Debajo de las clavículas.
6.7. En la línea del pezón, debajo del pecho sobre la costilla flotante.
Con el dedo pulgar:
6.8. De debajo de la axila ( para las chicas justo en la tira lateral del sujetador)
6.9. Un dedo pulgar contra el otro.
6.10.Dedo pulgar contra índice.
6.11.Dedo pulgar contra dedo corazón.
6.12.Dedo pulgar contra dedo meñique.
6.13.Un punto kárate contra el de la otra mano (como al principio)
7. Por último, te das unas 3 veces con los dedos índice y corazón en los siguientes puntos mientras
repites para ti estoy bien, estoy bien, estoy bien:
7.1. En el centro de la frente (no muy fuerte)
7.2. Debajo de la Nariz.
7.3. Debajo del labio inferior.
7.4. Entre ambos pechos, casi al final del esternón
Y finalmente tomas una respiración muy profunda, llenándote totalmente de oxígeno.
Visualización creativa
En primer lugar, es importante que sepas que nuestro cerebro no distingue
entre lo real y lo imaginario. Antes de que te lleves las manos a la cabeza,
permíteme que te explique un poco más.
Imagina que estás relajado leyendo, viendo la televisión, y llega tu mujer o
marido y dice: “Hoy he preparado tu postre preferido”. Imagina, cuál es el
postre que tanto te gusta, tan agradable para tu paladar, tan dulce…; si es
cremoso, líquido…; si tiene fruta, vainilla, chocolate… Imagina que llevas
una cucharada grande de ese postre tan bueno a tu boca. ¿Estás salivando?
El postre por el momento solo está en tu imaginación. Sin embargo, tu
cerebro ha respondido como si fuera real.
Teniendo en cuenta este factor, podemos atraer a nuestra vida experiencias
que previamente hayamos imaginado. Para ello, conviene que se cumplan
una serie de condiciones:
1. Hacerlo cuando nos vamos a la cama, nada más despertar o
respirando unas cuantas veces profundamente en el momento
que decidamos realizar el ejercicio para entrar en un estado de
relax.
A partir de ahí, bastará con que recordemos todos los días (al menos dos
veces, una por la mañana y otra por la noche) la imagen final, con la
emoción de alegría que nos supone.
Autosabotajes
Cuando quieres conseguir algo, piensa en primer lugar que no hay ningún
agente externo al que se pueda responsabilizar por carecer de ello. Sin duda
se deberá a un autosabotaje, una creencia equivocada y limitante que se
instala en tu subconsciente.
Algunos pacientes me hacen comentarios tales como: “No me llega el
dinero a fin de mes” o “según coge el dinero una mano, se me va por la
otra”. Cuando entramos en el subconsciente de la persona que realiza esas
afirmaciones, descubrimos mensajes del tipo el dinero es malo o el dinero
corrompe.
En otros casos, hemos podido comprobar a través de la terapia de hipnosis
regresiva que el paciente tiene instalado un programa de culpa en su
subconsciente y, dado que la culpa siempre busca un castigo, no solo no
atraerá prosperidad a su vida, sino que además se las ingeniará para atraer
personas o situaciones que le impidan de algún modo ser feliz.
Lógicamente, mientras no cambie las sentencias que tiene grabadas en su
subconsciente, el dinero y otras muchas cosas no fluirán en su vida.
Siempre digo que el dinero, como tantas otras cosas en la vida, no es bueno
ni malo; depende del uso que se haga de él.
Recuerdo también el caso de una paciente que avanzaba muy lentamente en
la terapia. Decidí averiguar si había algún autosabotaje que le impidiera
sanar. Efectivamente, lo había. Tenía grabada la sentencia de “no merezco
curarme”. Una vez trabajado ese autosabotaje, sanó rápidamente.
Por eso insisto una y otra vez en que no existe ningún enemigo ahí afuera,
el verdadero enemigo está en nuestra mente. Es aquella parte de nosotros
que se ha identificado tanto con el cuerpo, que nos hace creer seres
limitados, cuando en realidad somos inmortales y poseemos un poder
inmenso, tanto como para variar nuestra vida y tener una mucho más
armoniosa y feliz.
También existe el efecto de la Ganancia Secundaria. Se trata de personas
que están enfermas y que conscientemente quieren curarse. Sin embargo,
una parte de ellos, que suele ser inconsciente, les mantiene enfermos porque
considera que de ese modo puede tener alguna ganancia secundaria, tal
como no tener que volver a un trabajo donde el ambiente es hostil o recibir
más afecto por parte de sus familiares y amigos, por ejemplo.
Una forma de cambiar los autosabotajes, una vez detectado es por ejemplo,
repitiendo:
“Aunque sienta que merezco seguir con ansiedad, me acepto profunda y
completamente y ahora elijo sanarme y sentirme tranquila, aunque no sepa
cómo hacerlo con todas mis partes integradas”.
Conviene repetirlo tres veces seguidas durante al menos una semana
mientras das golpecitos en el conocido como punto kárate. Recibe ese
nombre porque es el que utilizan los karatecas cuando se disponen a romper
un bloque de ladrillos. Para los conocedores de Medicina Tradicional
China, se trata del punto correspondiente al intestino delgado 3. Para los
que no disponen de dichos conocimientos, se trata del punto medio en el
lateral externo de cada mano. Así, golpeando el lateral de una mano con la
otra estimulamos dicho punto kárate.
Más adelante surgió la Teoría Sintética, que recoge entre otras las ideas de
Darwin, Wallace, las leyes de Mendel y otras teorías genéticas, y que señala
a las variaciones en los genes de una población a lo largo de distintas
generaciones como responsable de la evolución.
El científico británico Stephen Hawking, que hace tiempo afirmó que no era
incompatible la creencia en un Dios creador con los descubrimientos
científicos relacionados con el Universo, actualmente considera que las
nuevas teorías científicas hacen innecesario el papel de un creador del
Universo. Algunos señalan que la propia complejidad de éste y el orden que
existe en el mismo, solo ha podido ser creado por un Dios Creador. Otros
dicen que se entiende mejor la relación de la conciencia con la materia a
través de la existencia de Dios.
Por su parte, el monje benedictino San Anselmo de Canterbury dijo:
“Todos, incluso aquellos que niegan la existencia de Dios, tienen en su
mente la noción de Dios”. Francis Collins, coordinador del Proyecto del
Genoma Humano, en EEUU, dice: “No conozco ningún conflicto
irreconciliable entre el conocimiento científico sobre la evolución y la idea
de un Dios creador. Yo soy genetista pero creo en Dios”.
Ahora estoy recordando el caso de una mujer que nada más entrar por la
puerta de la consulta comenzó a explicarme que ella no creía en Dios, que
estaba convencida de que sólo somos un cuerpo y que cuando este muere,
todo acaba. Después de estar un rato argumentando sus afirmaciones, me
preguntó si yo creía. Le dije que sí creo que existe una fuerza superior que
nos ha creado a la que podemos llamar Dios, Fuente de la Vida o como nos
parezca. Eso sí, le dije que no se inquietara porque no iba a pretender en
ningún momento que nuestras creencias fueran las mismas. Somos seres
libres y cada uno tenemos derecho a pensar en libertad. Por eso considero
digna de respeto cualquier opinión. “Mi misión es ayudarte a sanar a través
de la terapia, nada más”, concluí.
Nada más comenzar con la terapia observé que desde sus ojos cerrados
comenzaban a deslizarse lágrimas por sus mejillas. Le pregunté qué le
sucedía y me contestó titubeante que estaba viendo a Dios.
- ¿No decías que no existe? -le dije.
- Sí, pero es Él -contestó.
- ¿Cómo lo sabes?
- No sé, pero lo sé, es Él, es una luz enorme que con solo mirarla me
ilumina y me emociona. Lloro de emoción, es algo maravilloso.
Al poco tiempo, comenzó a decir: “Es tan emocionante, tan…”.
Le pregunté qué estaba sucediendo y me respondió: “Yo soy un fragmento
de esa luz y estoy entrando en el cuerpo de mi madre. ¡Oh, Madre mía! Voy
a encarnarme”.
Formas de nacer
- Con el cordón umbilical al cuello:
La forma de decir “no, me lo he pensado mejor y no quiero nacer”. Es
un rechazo categórico a nacer.
- Nacer de nalgas:
Cuando surgen dudas o nerviosismo a nacer. Es como si el alma
tartamudease su nacimiento. Se plantea preguntas del tipo ¿qué me
espera ahora? o ¿conseguiré lo que me he propuesto?
Algunos incluso se negarán a respirar, con todas las anomalías que eso
puede provocar.
Es fundamental que desde el mismo momento en que los futuros padres
saben que viene un hijo de camino le guíen con su amor y luz interior
Aborto
Muchas veces el aborto es originado por un rechazo inconsciente de los
padres hacia la identidad del alma concreta que se quiere encarnar. Es un
error, porque es un impedimento para dejar que la vida fluya. La vida
comienza con la concepción, no con el parto.
Las malformaciones importantes en un feto, que impedirán llevar una vida
digna, que convertirán su existencia en un infierno, se deben con frecuencia
a un alma que posee una herida profunda procedente de su anterior
existencia en la Tierra.
NOTA:
No necesitamos sufrir para evolucionar. El sufrimiento no es ningún
maestro, simplemente es un castigo que nos hemos puesto a nosotros
mismos por equivocación.
Cuando una persona tiene fiebre, su aura se modifica. Sus cuerpos sutiles
están menos anclados en el cuerpo físico. Por eso los campos luminosos que
desprenden son más fáciles de penetrar por el alma del feto.
Hay almas que son como los hermanos mayores, porque han vivido más o
han amado más que el resto y, por ello, resultan buenos guías, ya que tienen
una visión más nítida de las necesidades y del fin.
Es injusto hablar de la mayor o menor madurez de un alma por el simple
hecho de que sea creyente o ateo. Lo que en realidad importa es la luz de su
corazón, no su religiosidad o filosofía.
Para el bebé es muy importante llamarle por su nombre desde el principio
de su concepción, porque ello le va facilitando el tránsito.
Hace unos meses una de mis primas me comentó que años atrás tuvo una
experiencia muy extraña. Estaba en la cama cuando las cortinas de su cuarto
empezaron a moverse.
Se levantó pensando que había dejado la ventana abierta, pero el
movimiento de las cortinas cesó gradualmente según se acercaba a la
ventana. Pudo comprobar que todo estaba cerrado.
Hay personas que cuentan que han hablado con algún fallecido a través de
sus sueños y que estos sueños eran especialmente luminosos y coloridos. Al
despertar les acompañaba un inmenso estado de paz.
Lo que sí es cierto es que no son una ni dos las personas que cuentan este
tipo de experiencias, así que, esto demuestra una vez más que después de la
muerte del cuerpo físico seguimos vivos.
CAPÍTULO 15
¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO CON EL
TIEMPO?
LOS DÍAS SE HAN ACORTADO CON
RESPECTO A HACE UNOS AÑOS
Quizá ya has notado que cada vez te cunde menos el tiempo. Es como si al
día le faltaran horas. Estás en lo cierto. Lo que antes eran 16 horas, son
ahora la 24 horas de las que se compone un día. Te preguntarás cómo puede
ser posible. Un estudio científico procedente de Alemania lo confirma.
Durante muchos siglos, la Tierra giraba sobre su eje con una frecuencia de
7,8 hercios (Hz.) y así permaneció durante miles de años. Esto hacía que la
Tierra tardara 24 horas en dar un giro sobre su eje. Sin embargo, desde
1980, la frecuencia se ha elevado a 12 Hz. Como consecuencia, un día de
24 horas, ahora equivale a las 16 horas de antes. El tiempo lineal se vio
afectado. De hecho, sigue acelerándose. Este proceso se ha denominado
“Salto cuántico dimensional” y nosotros también lo estamos
experimentando junto a nuestro planeta.
Según los pronósticos mayas, el 21 de diciembre de 2012 pasaríamos a la
cuarta dimensión. Los astrónomos argumentan por su parte que ese día los
planetas se alinearon horizontalmente con el Sol. La Tierra y todos los
planetas del sistema solar están pasando de la tercera dimensión a la cuarta.
Este proceso comenzó en el año 2000, cuando una energía de cuarta
dimensión alteró la carga electromagnética de nuestro planeta.
En los años 50, el doctor alemán Schumann descubrió un efecto de
resonancia en el sistema Tierra-Aire-Ionosfera que tiene que ver con el
Salto cuántico dimensional y lo llamó Resonancia Schumann. Se pudo
confirmar que estas ondas resonantes vibraban a la misma frecuencia que
las ondas cerebrales de todos los mamíferos, es decir, a 7,8 hercios o ciclos
por segundo (ciclos/seg.).
Al producirse el cambio a la cuarta dimensión se están, por tanto, alterando
los campos magnéticos de la Tierra que empezaron a debilitarse desde hace
dos mil años. Nuestra memoria y estabilidad mental están influidas por esos
campos magnéticos. Según se debiliten esos campos magnéticos de la
Tierra, se producirán terremotos, tsunamis …
Por otra parte, aquellas personas que se empecinen en seguir confiando en
las viejas energías, en sus viejos patrones mentales, sentirán que sus lagunas
emocionales, miedo, ira… se potencian.
Como hemos dicho, la Resonancia de Schumann ha sido de 7,8 Hz. durante
siglos y ahora es de 12 Hz. Lo que se ha postulado es que si la Resonancia
de Schumann llega a los 13 ciclos/seg, estaríamos en el campo magnético
del punto cero.
La Tierra se detendría y en dos o tres días comenzaría a girar nuevamente,
pero en la dirección opuesta, con lo cual se revertirían los campos
magnéticos alrededor de la tierra, con todos los cambios que ello implicaría
para nosotros, dado que esta frecuencia nos conecta a todos los seres
humanos con la Tierra como un verdadero entramado eléctrico. Al
invertirse los campos magnéticos de los Polos Norte y Sur, se produciría un
importante cambio ecológico.
El efecto Schumann ha sido ocultado por Estados Unidos y Gran Bretaña
durante mucho tiempo y no porque esto sea el fin del mundo, como muchos
han vaticinado. Simplemente es el final de una era y el reinicio de otra en
una nueva Tierra. En nuestras manos está poder conseguir que estos
cambios se produzcan de la forma más suave posible. ¿Cómo? Confiando
en nuestra naturaleza divina y en el poder que reside en cada uno de
nosotros; ambos, sumados con un mismo propósito, pueden cambiar el
mundo.
Con que tan solo dos millones de personas se enfocaran en un mundo
perfecto, la situación daría un cambio de 180 grados. Por este motivo es
importante que nos trabajemos personalmente, que evolucionemos como
personas, porque cuanto más evolucionados estemos, más conectaremos
con nuestra esencia y mayores logros conseguiremos entre todos.
Por otra parte, a medida que la energía de cuarta dimensión vaya entrando
en nuestro planeta, la relación de causa-efecto se dará más rápido, se
manifestará en nuestra vida con una mayor celeridad. Es decir, si nos
enfocamos en algo negativo y no hacemos nada por modificar ese enfoque,
atraeremos algo negativo a nuestra vida. Pero si nos enfocamos en algo
positivo, sucederá inmediatamente lo contrario. Por eso no es necesario
tener miedo, puesto que podemos cambiar todo con solo modificar nuestros
pensamientos.
Se trata pues de mantener una higiene mental, teniendo presente que
siempre podemos cambiarlo todo a mejor, pues se nos ha dotado para ello.
Así que, pongámonos manos a la obra y dejemos de creer en catastrofismos
que lo único que logran es hacernos perder un valiosísimo tiempo que
conviene invertir en nuestros propósitos de beneficio mutuo para nuestra
Nueva Tierra.
Lo que vemos fuera es un reflejo de nuestro interior. Si nos enquistamos en
la ira, el odio y el miedo, nos costará ver quiénes somos en realidad y para
qué estamos aquí en este momento de tránsito de nuestro planeta. Es hora
de actuar desde el amor, desde el perdón, liberando de nosotros cualquier
emoción que no nos genere armonía y bienestar, pues al fin y al cabo es eso
lo que siempre hemos merecido, aunque a veces nos hayamos autoengañado
con otros planteamientos.
El tiempo no existe
Ahora vamos a rizar el rizo. No voy a hablar de lo rápido que transcurre el
tiempo como en el apartado anterior, sino que confirmo que el tiempo no
existe. Sé que cuesta entenderlo, porque hasta ahora hemos vivido creyendo
en su existencia, sin embargo, es importante atrapar este concepto, porque
eso nos facilitará enormemente la identificación con nuestro ser, con lo que
somos y no con lo que hemos creído ser hasta el momento. El pasado y el
futuro no existen. Sólo existe el presente, el ahora. Lo demás forma parte de
una ilusión a la que es imprescindible que empecemos a dejar de dar
crédito.
¿Podrías asegurar que alguna de las situaciones que te ha planteado la vida
han ocurrido en un momento distinto del presente? Cuando las recuerdas,
piensas que acaecieron en el pasado, pero en realidad siempre tuvieron
lugar en tu momento presente. El pasado es tan solo el recuerdo de un
momento que fue presente. Incluso al recordar lo pasado lo hacemos desde
el momento presente.
De igual forma, no puedes asegurar que algo ocurrirá en el futuro, porque
también eso que crees que va a ocurrir, realmente ocurre en el momento
presente. El futuro consiste en la proyección de un ahora. Todas las
experiencias de tu vida las vives en el momento, ni antes ni después.
La ansiedad, el estrés, la preocupación, todas las formas del miedo son
consecuencia de un exceso de vivir en el futuro y muy poco en el presente.
El resentimiento, la culpa, las lamentaciones, las quejas, la tristeza, la
amargura y todas las formas de ausencia de perdón son causadas por un
exceso de vivir en el pasado y por falta de presencia. Sólo viviendo en el
presente desaparecerá toda la negatividad de nuestra vida.
Cuanto más vivas en tu momento presente, más disfrutarás de cada
experiencia y más cerca estarás de identificarte con tu esencia espiritual,
con tu ser. Con ello conseguirás conocer la verdad de la que hablaba Jesús
cuando decía: “La verdad os hará libres”. Esa verdad que no es otra que la
de reconocer el poder y la armonía que reside en nuestro interior.
Existen personas que han necesitado vivir situaciones límite para trascender
su ego y dar paso a su ser. Estas personas han necesitado estar tan presentes
para solucionar sus asuntos, que han conseguido rendirse o, mejor dicho,
creer que se estaban rindiendo cuando era su ego quien lo hacía, y dejar así
el camino abierto a su sabiduría divina. Sin embargo, no es necesario llegar
a esos límites para alcanzar la iluminación.
CAPÍTULO 16
ORIGEN DE LA HUMANIDAD
En un principio, existía una energía de origen: el Gran Sol Central o lo que
llamamos Dios. Este punto estaba formado por la unión de cada una de las
chispas divinas que somos cada uno de nosotros.
En determinado momento, la mente del creador se dijo a sí misma: me
gustaría experimentar mi conciencia divina en la materia. Lo dijo mirando
hacia sí mismo, es decir, hacia nosotros, puesto que todos juntos formamos
el cuerpo de Dios. Cada una de las chispas divinas, cada uno de nosotros,
cada yo superior, somos como todo un planeta.
Para conseguir esa experiencia, tuvimos que bajar nuestra vibración
energética. Esas chispas fueron materializándose en cuerpos y hubo varias
etapas en este viaje evolutivo: la primera ocurrió en Sirio; la segunda, en
Orión; la tercera, en la constelación de Pléyades, y la última, en la Tierra
En realidad, vinimos a la Tierra a elevar la frecuencia del planeta, pero una
vez aquí empezamos a olvidar lo que éramos y llegamos a pensar que
únicamente somos humanos sin poder sobre nuestra vida ni nuestro mundo.
En la Vía láctea hay un grupo de estrellas llamadas las siete hermanas. Una
de ellas tiene varios planetas alrededor. A este grupo de planetas se le llamó
Pléyades. Hace 100.000 años, algunos habitantes de Pléyades vinieron a la
Tierra para sembrar una energía espiritual. Aterrizaron en la zona que hoy
conocemos como las islas de Hawái. Para ello, inyectaron una semilla de
ADN con características divinas. El nuevo ADN tardó en extenderse en
toda la Tierra 50.000 años.
Así fue como apareció Lemuria, la primera gran civilización del planeta. Su
ADN multidimensional estaba al 90%, en contraste con el 30% del que
tenemos actualmente. El ADN interdimensional de los lemurianos les
permitía conocer a la perfección el sistema solar y la galaxia en general sin
telescopios ni ordenadores. No necesitaban los avances técnicos que
tenemos en la actualidad. No era una sociedad con avances tecnológicos,
pues carecía de habilidades técnicas. Sin embargo, podían curar con su
magnetismo y al tener un ADN multidimensional que funcionaba al 90%
tenían la conciencia de ser uno con el universo, con lo cual conocían todo
acerca del ADN sin necesidad de microscopios.
Lemuria fue la civilización más antigua del planeta y la de mayor duración.
Sin embargo, quedó asolada por el agua de océanos y mares que empezaron
a elevarse. En Lemuria nunca hubo guerras ni conflictos. Fue la civilización
de luz de la Tierra. Una civilización muy conectada con lo espiritual. Había
una conexión multidimensional. Una serie de sucesos hizo que ese ADN
lemuriano fuera involucionando hasta caer al 30% o, incluso, al 3%.
El motivo por el que la humanidad involucionó no está en ningún demonio,
sino que así ocurrió por libre elección. Ahora, en cambio, cada vez son más
las personas que se consideran trabajadores de la luz y se dedican a preparar
el camino a las nuevas generaciones, haciendo los cambios oportunos a
favor de un planeta más evolucionado espiritualmente.
¿Cómo podemos ayudar en esta evolución? Principalmente sanándonos a
nosotros mismos.
CAPÍTULO 17
EL PODER DEL TRES
Desde épocas remotas se ha dado gran importancia al número tres. Los
esenios, asirios, caldeos, druidas, egipcios, griegos, romanos, judíos… y
más adelante en India y China, además de en otros países, el número tres ha
sido altamente venerado. En la Edad Media se atribuía al Ser Supremo.
Desde el punto de vista de la Física se considera al elemento agua como
aire condensado y consta de tres partes: dos de hidrógeno y una de oxígeno;
en consecuencia también el aire está formado por otros tres elementos:
oxígeno, hidrógeno y nitrógeno. Por lo mismo, la fecundidad de la tierra se
manifiesta a través del agua, el aire y el calor.
La Física determina tres estados naturales propios de los cuerpos: sólido,
líquido y gas. Por otra parte, existen tres clases de esencias aéreas en la
atmósfera: vapor, gas y éter.
Podemos dividir a los seres que habitan la tierra en tres reinos: animal,
vegetal y mineral. En la Música se distinguen tres sonidos: agudo, medio y
grave.
En las mitologías griega y romana, el mundo estaba repartido entre sus tres
dioses: Júpiter, dios de los cielos; Neptuno, dios de los mares, y Plutón, dios
de los infiernos. La trinidad egipcia fue: Isis, Osiris y Horus. La de los
hinduistas la componen: Brahma, Vishnu y Shiva. Para los godos eran:
Wotam, Freya y Thor. La de los escandinavos: Odín, Vile y Ve. Para los
aztecas: Huitzilopoxtli, Tlaloc y Texcaltipoca. Los cristianos católicos
distinguen entre limbo, purgatorio e infierno. Además de hablar de la
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu.
Se puede decir que hubo tres grandes profetas: Moisés, Jesús y Mahoma. Se
habla de tres libros sagrados: el de los Vedas, el Evangelio y el Corán. En la
religión católica se habla de que Pedro negó a su maestro tres veces, que
fueron tres los Reyes Magos, quienes a su vez hicieron tres regalos: oro,
incienso y mirra.
El número tres se repite en numerosas ocasiones a lo largo de todos los
tiempos. De hecho, se dice que el tres veces tres, es decir, el número nueve
es el número de la transmutación, del cambio, el número perfecto que
algunos asocian con la figura de Dios.
La chispa divina
Siempre que se habla de la chispa divina se suele simbolizar con una llama
triple de tres colores definidos. El azul y el rosa en los extremos y el dorado
en el centro. Es, por otra parte, lo que se ha denominado también Santísima
Trinidad o el fuego de Dios que reside en cada uno de nosotros. No sé si en
alguna ocasión te has preguntado qué es eso de la Santísima Trinidad.
Como acabamos de comentar el número tres tiene gran relevancia en
nuestro mundo. Según los celtas, el tres era el número mágico por
excelencia, el símbolo de la divinidad. De ahí que tanto en oriente como en
occidente se le haya dado tanto valor místico. Para los celtas, el símbolo
que representaba mejor la divinidad era el triskel.
Cada una de las tres hélices simboliza un estadio de la vida, cada una de las
tres esferas manifiesta un poder, y todas ellas se unen a un círculo externo
que es una alegoría del mundo. Es una forma de manifestar la energía
divina; fuerza, sabiduría y amor.
Aunque el origen es céltico, también se ha utilizado en otras culturas, como
la china, por ejemplo. Este símbolo ha sido tan universal, que a veces se ha
asemejado con la trinidad católica (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Si tuviéramos que definir cada uno de estos conceptos, podríamos hacerlo
de la siguiente forma:
PADRE
Hace referencia al Dios Padre-Madre creador, al principio de todas las
cosas, a la divinidad pura. Se representa con el color azul y simboliza el
poder divino.
HIJO
Es la creación del Padre, una mente creada por la extensión de otra mente.
El Padre se extiende y crea a su Hijo. Se representa con el color amarillo-
dorado y simboliza la sabiduría divina.
ESPÍRITU SANTO
Figura creada también por Dios para ayudar a su Hijo a despertar del sueño
y recordar que es uno con Dios. Es decir, que es lo mismo que Dios, puesto
que está hecho de esencia divina. Algunos dicen que el Espíritu Santo hace
referencia a la parte femenina de Dios, al amor incondicional. Y se
representa con el color rosa.
CAPÍTULO 18
LA MENTE
CÓMO FUNCIONA EL CEREBRO
El cerebro controla la respiración, el hambre, la sed, la circulación
sanguínea, el movimiento, los ciclos de sueño-vigilia, pero además nos
permite pensar, analizar y formar opiniones y controlar los sentimientos.
Todas las emociones humanas como el amor, el odio, el miedo, la ira, la
alegría y la tristeza están controladas por el cerebro. También se encarga de
recibir e interpretar las señales que se envían desde el organismo e, incluso,
desde el exterior a través de los cinco sentidos: gusto, tacto, olfato, vista y
oído.
Un cerebro humano adulto de 18 años pesa en torno a 1,3 kilogramos (Kg.)
o 1,4 Kg. y lo integran una media de 100.000 millones de neuronas (células
nerviosas) interconectadas entre sí.
Podríamos hacer la siguiente división:
❖ Zona frontal: centro de las emociones y el razonamiento.
Configura la personalidad.
❖ Zona derecha del cerebro: controla la parte izquierda del cuerpo, la
capacidad de resolución de problemas y las facultades espaciales.
Permite, por ejemplo, distinguir la distancia entre dos puntos.
❖ Zona izquierda del cerebro: controla la parte derecha del cuerpo y
las facultades mentales relacionadas con el lenguaje.
❖ Tronco encefálico: controla las funciones básicas del organismo
como la respiración, circulación de la sangre y deglución de
alimentos.
❖ Zona posterior del cerebro: controla el sentido de la vista.
El cerebro está dividido en dos partes por una fisura longitudinal que va de
delante a atrás. La parte derecha se llama hemisferio cerebral derecho y la
parte izquierda, hemisferio cerebral izquierdo. Se podría decir que su
morfología se asemeja a la de una nuez y que ambos hemisferios son
aparentemente iguales, aunque funcionalmente son diferentes.
Ambos hemisferios se encuentran interconectados a través del cuerpo
calloso, que es un conjunto de fibras nerviosas de color blanco que los
conectan y transfieren información de uno a otro. Procesan la información
que llega del exterior de distinta forma. Ambos se complementan,
funcionando como una unidad debido a las conexiones que existen entre
ambos.
Se ha podido comprobar que cuando un hemisferio está más activo, su
simétrico adopta un papel pasivo y a la inversa.
El hemisferio derecho es dominante en cualidades como percepción del
espacio, ritmo, color, dimensión, imaginación… Por su parte, el hemisferio
izquierdo posee predominancia en otras habilidades tales como lo verbal, lo
lógico, lo secuencial, lo numérico, lo lineal y lo analítico. No obstante, con
independencia de que cada lado del cerebro es dominante en actividades
específicas, ambos están capacitados en todas esas actividades, hallándose
distribuidas en toda la corteza cerebral. La corteza cerebral ocupa la mayor
parte de nuestro cerebro. Está relacionada con nuestras capacidades
cognitivas: conciencia, personalidad, lenguaje y pensamiento abstracto, así
como con funciones motoras y sensitivas.
El hemisferio izquierdo dirige la parte derecha del cuerpo y el hemisferio
derecho, la izquierda. El primero de ellos está relacionado con el mundo
físico, distingue entre yo y el otro, interpreta, analiza la información,
establece juicios. Es cuantitativo. Opera en la frecuencia cerebral Beta, de
12 a 32 ciclos/seg (c/seg)/ Gamma, de 32 a 100 c/seg.
El hemisferio derecho, por su parte, está relacionado con el mundo no
físico, se guía por metáforas, por intuiciones Su principal guía son las
emociones y sentimientos. Utiliza símbolos, imágenes, arquetipos. Para él
no existen el espacio y el tiempo. Se dedica a percibir, sentir, crear.
Hacemos un mayor uso de este hemisferio en el período desde el
nacimiento hasta aproximadamente los diez años de edad.
A partir de dicha edad, se empiezan a potenciar más las capacidades del
otro hemisferio. Lo saludable sería tener ambos hemisferios desarrollados
en la misma proporción. Sin embargo, hasta ahora es imposible que esto se
produzca, dado que la sociedad nos enseña a potenciar más el izquierdo.
Se ha comprobado que el cuerpo calloso es más grueso en las mujeres que
en los hombres Quizá eso es lo que hace que a ellas les resulte más fácil
expresar sus emociones.
Cada hemisferio tiene funciones distintas, pero ambos están relacionados
entre sí. Claro que también influye la educación que recibimos para que uno
prevalezca sobre el otro. Hoy en día, dicha educación da más prioridad al
desarrollo del hemisferio izquierdo y no tanto al del derecho.
A pesar de todo ese complejo funcionamiento, los científicos afirman que
solo utilizamos aproximadamente un 10% del mismo. En 1997, el
neurocientífico norteamericano Paul MacLean, desarrolló su teoría del
cerebro triple. Lo llamó cerebro triuno o tríada cerebral. Según este trabajo,
existen tres funciones cerebrales bien diferenciadas en nosotros:
- El cerebro reptiliano (integrado por el tallo cerebral): regula los
elementos básicos de supervivencia, los instintos.
- El cerebro límbico (integrado por el sistema límbico): asociado con
nuestras emociones y cómo a través de ellas interactuamos con los
demás.
- El cerebro neocórtex (integrado por la corteza cerebral): asociado con
los procesos mentales superiores.
Proceso evolutivo del cerebro
Los científicos han comprobado que al nacer, apenas existe una conexión
neuronal, que comienza a desarrollarse desde los primeros años de vida. Por
eso es imprescindible tener una buena estimulación desde muy temprana
edad. Se ha comprobado que los bebés que crecen en entornos poco
afectuosos o en los que no tienen cubiertas sus necesidades básicas, se
desarrollan más lentamente y con mayor ansiedad que los que crece en
ambientes protegidos y amorosos.
Esa ralentización del desarrollo tiene su explicación en una baja
neuroplasticidad del cerebro o capacidad del sistema nervioso para generar
conexiones entre distintas neuronas. Hay que tener en cuenta que tanto en la
vida dentro del útero, como en los primeros años de vida, se pueden crear
de 30.000 a 50.000 conexiones sinápticas (entre neuronas) por segundo, en
cada centímetro cuadrado de la corteza cerebral. A partir de determinada
edad, dependiendo de cada persona, disminuye la capacidad neuroplástica
del cerebro. Por eso, actividades como la lectura, el estudio o la creación
nos ayudan a ejercitar nuestro cerebro, manteniendo su neuroplasticidad y,
con ello, su agilidad y juventud.
UN MODELO IDEAL DE ENSEÑANZA
EDUCATIVA
En base a los nuevos descubrimientos de la neurociencia, se ha empezado a
pensar en diseñar modelos educativos que permitan desarrollar ambos
hemisferios cerebrales de forma equilibrada y armoniosa. Hasta el momento
actual, las escuelas ofrecen una enseñanza lógico-verbal, ahora se está
planteando la posibilidad de ofrecer también un aprendizaje con un modelo
no verbal, sino visual o analógico. Para ello, se hace necesario usar
herramientas como la imaginación, la metáfora y la creatividad a través del
desarrollo de los cinco sentidos y no sólo a través de la vista y oído como se
hacía antes. La fórmula que se pretende pasa por incluir en la enseñanza
también el tacto, gusto y olfato.
Un ejemplo de este nuevo modelo de enseñanza, lo desarrolló en 1907 la
doctora Maria Montessori. Se convirtió en la primera médica que tuvo
Italia. Como ayudante de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Roma,
se interesó por la educación de los niños que tenían algún tipo de
deficiencia mental. Aplicando métodos experimentales de dos profesores
franceses que admiraba, logró que esos niños aprendieran a leer y a escribir.
¿Cómo lo consiguió? Reforzando la autoestima de los chicos a través de
juegos y del trabajo manual. Una vez que ellos sentían que podían avanzar,
Maria iba transmitiéndoles el conocimiento de las letras y de los números.
Posteriormente pensó que su método podría ser aún más eficaz con chicos
que no tuvieran ningún tipo de dificultad. Ella partía de la premisa de que el
niño necesita ser estimulado para aprender, pero con libertad, por lo que el
papel del maestro debe ser dejar que el niño muestre sus preferencias. Del
mismo modo, conviene dejar que se equivoque y repita de nuevo la acción
para aprender de sus propios errores. Desde este punto de vista el maestro
pasa a jugar un papel menos dominante que en épocas anteriores, para que
con ello el alumno tome un papel más activo en su propio aprendizaje.
En su método, la doctora Montessori también cambió el escenario de
estudio, sustituyendo las aulas con luz artificial por otras más amplias, con
ventanas y luz natural. El objetivo es lograr que el alumno pueda desarrollar
todas sus potencialidades a través de la interacción con un ambiente
preparado adecuadamente.
Así fue como María fundó en enero de 1907 en la ciudad de Roma la
primera Escuela para niños, donde había pequeños muebles y un adecuado
material pedagógico como formas geométricas, lápices, pinceles, pinturas
de colores... Este sistema de enseñanza ha tenido repercusión mundial y
está en consonancia con los recientes hallazgos de la neurociencia, según
los cuales la formación de las estructuras cerebrales fundamentales para el
posterior desarrollo de la parte intelectual y emocional de un ser humano se
suele dar entre los 0 y 6 años. A los 5 años, el cerebro alcanza el 80% de su
tamaño adulto, por lo que el desarrollo de sus potenciales debe comenzar en
edades tempranas.
Con este sistema de enseñanza se potencian todas las áreas:
el lenguaje, el arte, las ciencias, las matemáticas, el desarrollo motor…, al
mismo tiempo que se hace hincapié en habilidades para aprender a
relacionarse, desarrollo de la propia autoestima, hábitos de orden,
concentración.
Según este modelo nuevo de enseñanza:
El niño debe adquirir sus conocimientos en la medida en que son
percibidos y razonados por él mismo.
Hay que motivar a los niños para que aprendan de forma
agradable, fomentando su curiosidad.
Es necesario dejar que sea el niño quien encuentre la solución a
los problemas, sin intervenir con nuevos conocimientos a menos
que sea necesario. Fomentar que sean ellos quienes construyan
sus propios conocimientos en base a sus experiencias,
respetando así mismo el tiempo que necesite cada alumno.
Con objeto de evitar el fracaso, al niño se le dan unos
conocimientos básicos que le permitan sentirse con la seguridad
de poder experimentar por sí mismo.
Las experiencias sobrenaturales son más
naturales y cotidianas de lo que nos
creemos
Cuántas veces hemos escuchado decir cosas como que Marta tiene
facultades paranormales o Luis tiene un don porque puede predecir cosas.
Si tienes a alguien cercano que haya vivido alguna experiencia sobrenatural,
que haya visto un ángel o tenga visualizaciones premonitorias… puede que
hayas pensado que está loco o que, por el contrario, te gustaría parecerte a
él, porque lo consideras especial. Tengo dos noticias que darte, una buena y
otra mala. La mala es que si consideras que esa persona está enferma,
también tú lo estás, porque eres capaz de conseguir lo mismo que ella. La
buena es que si la consideras especial, tú también lo eres por el mismo
motivo.
Probablemente te estés preguntando por qué determinadas personas ven el
aura y otras muchas cosas que escapan al ojo humano y tú no. La única
diferencia reside en que la persona con esas cualidades tiene más
desarrollado el hemisferio derecho que tú y probablemente actúe a lo largo
de su vida con los dos hemisferios; mientras que en ti predomina con
diferencia uno de ellos, normalmente el izquierdo.
Seguro que has conocido a alguien con una gran capacidad para las
matemáticas; otros, para el dibujo; otros, para la música. Pues bien, también
existen personas que nacen con una mayor dotación para facultades
premonitorias, pero eso no significa que alguien con el entrenamiento
adecuado no pueda llegar a tener esas mismas cualidades.
El hemisferio izquierdo es el que nos hace buscar lo racional, lo que se
puede analizar y juzgar, está más relacionado con lo que se ve, se puede
demostrar científicamente. El hemisferio derecho es más sensitivo,
emocional, intuitivo, global, holístico...
Para cumplir el ideal de que los dos se desarrollen de forma equilibrada y
armoniosa, puedes realizar una serie de ejercicios.
Hay diferentes modos de empezar a utilizar el hemisferio derecho y así
poder equilibrarlo con el uso del izquierdo.
Escribir con la mano izquierda es un modo de hacerlo. También puedes
procurar comer y realizar cada vez más actividades en tu día a día con la
mano izquierda, por ejemplo. Además de eso, existen otros entrenamientos
más especializados para conseguir dicho objetivo.
HEMISFERIO CEREBRAL IZQUIERDO
Dirige la parte derecha del cuerpo.
Analiza, razona, juzga.
Utiliza conceptos.
Cuantitativo y científico (dos más dos son cuatro y lo que no se demuestre
así no existe),
Es más racional.
Funciona con frecuencias cerebrales altas (nivel Beta).
Está más relacionado con terapias científicas.
En general, predomina más en el hombre.
Está más relacionado con nuestra parte consciente.
Vive pensando en el pasado o futuro.
Utiliza el lenguaje.
HEMISFERIO CEREBRAL DERECHO
Dirige la parte izquierda del cuerpo
Es muy sentimental y emocional.
Utiliza símbolos y arquetipos.
Se basa más en la intuición, la percepción.
Es más sensitivo.
Funciona con frecuencias cerebrales bajas (nivel Alfa).
Está más relacionado con las terapias alternativas.
En general, predomina más en la mujer.
Está más relacionado con la parte inconsciente.
Está enfocado en el presente.
Utiliza imágenes y sensaciones.
La conciencia de tu hemisferio derecho te dice que eres uno con el todo,
que formas parte de una unidad mucho mayor. Que eres fuerza vital unida
al resto del universo. La conciencia de tu hemisferio izquierdo te dirá que
eres un individuo separado del resto de individuos y separado de la energía
universal, con el consiguiente sentimiento de soledad que ello supone.
Repito que lo ideal es procurar desarrollar ambos hemisferios para obtener
una visión mucho más equilibrada de nuestra realidad. De hecho, ya existen
centros donde se educa desde edades tempranas para que el alumno
comience a potenciar también el hemisferio derecho y no solo el izquierdo
como se hace en la educación tradicional.
Podemos hablar del método Waldorf, que considera al alumno como un ser
integrado de tres partes: cuerpo, alma y espíritu. Esta metodología fue
creada por Rudolf Steiner (1861-1925), profesor austriaco-alemán de la
Universidad de Berlín. Procura el máximo desarrollo del hemisferio
derecho del cerebro, dejando al izquierdo el papel de soporte y
complemento analítico. El objetivo principal de este sistema pedagógico es
potenciar la creatividad del alumno hasta límites insospechados. Se forma al
niño en el acceso a la libertad y la responsabilidad tanto individual como
colectiva. El maestro facilita al niño los medios adecuados para que
desarrolle todo su potencial.
Se trata de una educación personalizada. Los conocimientos son adquiridos
a través de prácticas lúdicas, para que cada alumno vaya descubriendo el
mundo a su ritmo, según sus capacidades e intereses, aprendiendo no de
manera abstracta conceptual, sino de una forma didáctica y práctica.
La ment e
La mente tiene tres planos: subconsciente, consciente y supraconsciente.
Subconsciente
Contiene todos los patrones de conducta que se repiten a lo largo de nuestra
vida. En principio fueron pensamientos que posteriormente se
transformaron en creencias, con lo cual se han convertido en verdaderas
sentencias que marcan nuestro día a día, aunque no seamos conscientes de
ello.
A su vez, y dado que nuestras mentes están conectadas, nuestro
subconsciente está conectado a los subconscientes de toda la humanidad
(recuerda el concepto de conciencia colectiva de Carl Jung).
Llegados a este punto, es también conveniente recordar la teoría de la
Resonancia Mórfica del bioquímico Rupert Sheldrake. Según ella, las
mentes de todos los individuos de una especie, incluida la humana, están
unidas formando parte de un mismo campo mental planetario (campo
morfogenético) que influye en las mentes de cada individuo, al igual que
sus mentes también afectan al campo. Sheldrake considera que cada especie
animal, vegetal o mineral posee una memoria colectiva a la que contribuyen
todos los miembros de la especie. Es famoso su ejemplo de los monos de la
isla de Koshima (Japón). Alimentó a un grupo de monos con batatas sin
lavar, pero una hembra descubrió un buen día que lavando la batata en el
mar, además de perder la piel, sabía mejor. Al poco tiempo, todos los
monos de la isla aprendieron el truco. Sin embargo, lo más asombroso es
que pasado un tiempo todos los monos del continente comenzaron a lavar
los tubérculos, también los que no habían tenido ningún contacto físico con
los monos de Koshima.
Más adelante, Rupert Sheldrake fue más allá al afirmar que la mente no está
contenida en el cerebro, sino que va mucho más allá, puesto que su poder es
ilimitado. A partir, de ahí habla de conceptos como la telepatía, y otros
dones que tiene nuestra mente y que aún no han sido explorados en su
totalidad.
Consciente
La mente consciente utiliza la información que tiene grabada en el
subconsciente para desenvolverse en el día a día. Cada paso que damos en
nuestro día a día, cada decisión que tomamos, está claramente condicionado
por esos patrones de conducta, por esas creencias que tenemos guardadas en
el subconsciente.
Supraconsciente
Hace referencia a nuestra mente superior, al yo superior, a aquella parte de
nosotros que nos conecta directamente con la fuente divina. Enfermamos,
sufrimos y nos hacemos daño unos a otros porque vivimos muy
desconectados de nuestro supraconsciente.
Cuando surge algún problema en el día a día, en vez de buscar la solución
en el supraconsciente lo hacemos en el subconsciente colectivo. Como el
subconsciente colectivo está lleno de creencias limitantes y erróneas que
hemos ido creando entre todos, la consecuencia es que al final tomamos una
decisión insana.
Tomemos un ejemplo. Tu jefe te abronca y ante dicha circunstancia tienes
dos opciones: buscar la respuesta en el supraconsciente, en tu mente
superior que te ayudará a perdonar, con el consiguiente descanso que eso te
proporcionará al no sentirte víctima de nadie; o bien, puedes buscar la
respuesta en el subconsciente, donde hallarás respuestas como insultarle o
tirarle los papeles a la cara, con las consiguientes consecuencias que eso te
puede acarrear.
Iluminación
Se dice que el estado de iluminación se alcanza cuando se produce el
matrimonio místico entre el alma y el espíritu, es decir, entre el
subconsciente y el supraconsciente. Cuando tu subconsciente esté lleno de
las sabias ideas de tu supraconsciente, tu mente estará siendo guiada
plenamente por la fuente divina, con lo que te habrás identificado
plenamente con el ser de luz que eres, y todos tus pensamientos serán
perfectos como los de Dios.
CAPÍTULO 19
¿EL PECADO ORIGINAL?
El resultado del pecado original fue lo que muchos llaman el Big Bang.
¿Y cómo surgió ese pecado?
De todo lo que he leído al respecto, os voy a dar la explicación que resuena
más conmigo, es decir, que la siento como verdadera en mi interior. A
medida que leas dicha explicación a continuación, observa cómo te sientes
al hacerlo y saca tus propias conclusiones como es natural.
Dios (o la fuente de luz) se extendió, y al hacerlo creó a Cristo (Buda, Ser,
Hijo de Dios, como cada uno prefiera llamarlo). Pero al crearlo, no lo
separó de Él en ningún momento, pues es una extensión de Él mismo. Por
lo tanto, Cristo no es que sea un trocito de Dios, es que es Dios mismo, pues
es una extensión del Todo. La Mente crística es entonces una con Dios y es
capaz de extenderse tal y como hace su Creador para realizar nuevas
creaciones. Cristo, al igual que Dios, también crea.
En el libro de Un Curso de Milagros se habla de que en algún instante una
muy pequeña parte de Cristo quiso experimentar que ocurriría si se sintiera
separado de Dios y quisiera actuar por su cuenta. Esa idea de sentirse
separado de Dios es lo que desencadenó lo que la Astrofísica ha
denominado el Big Bang.
A partir de ese momento, la sola idea de estar separado de Dios hizo que
esa parte de la mente crística sintiera lo que implica la separación y, por
tanto, sintiera cómo ella misma se fragmentaba en numerosos pedacitos.
Esos pedacitos somos cada uno de nosotros. Somos fragmentos de la
totalidad.
A partir de ahí surgen nuevas ideas, como la de la dualidad. Ahora parece
que existe algo que no es Dios. Y si Dios es la luz, lo que no es de Dios será
la oscuridad, entendido como aquello que nos aleja de nuestra fuente
creadora. El problema es que aun pudiendo crear desde ese lado, al haber
dado crédito a la falsa idea de estar separado de Dios, lo que crees a partir
de ese momento será producto también de esa ilusión, de esa falsa idea. Por
lo tanto, no será real ni eterno como lo es tu creador y como lo eres tú
mismo.
¿Cuál es la respuesta de Dios ante tal situación?
Él no quiere que su Hijo sufra e intenta ayudarle a regresar al hogar (quizá
estés recordando en este instante la Parábola del Hijo Pródigo ) para que se
siga sintiendo completo, no fraccionado y sí omnipotente, tal y como fue
creado. Para ello, creó la figura del Espíritu Santo.
¿Y cual es el propósito del Espíritu Santo (yo superior)?
Ayudar a sanar los errores de la mente enferma que cree estar separada de
Dios.
Pero para dejarte ayudar por la figura del Espíritu Santo necesitas
previamente reconocer que no es Dios el responsable de las experiencias
que vives en tu día a día, sino tú mismo. Puede que muchas veces te sientas
culpable al reconocer la imperfección del mundo que has creado junto a los
otros fragmentos de Cristo, las otras personas. El Espíritu Santo te ayudará
a comprender que este mundo no es real y que, por tanto, nada de lo que ves
en él ha sucedido. La culpa no existe, por el simple hecho de que nunca has
estado separado de Dios, todo forma parte de una ilusión, de una especie de
sueño.
Cuántas veces se ha culpado a Dios de cualquier acontecimiento. También
se dice en la Biblia que Dios creó el mundo tal y como lo conocemos.
Según el Génesis, Dios es responsable del mundo que ves y tú eres una
especie de víctima de él. Sin embargo, no fue Dios quien creó este mundo,
sino la parte de nuestra mente que está identificada con el ego y que nos
hace creer que somos malos, culpables, vulnerables…
Si tú confías en que Dios es el creador de este mundo, estarás afirmando
que es cruel, que castiga, que se enfada… Esos son atributos del ego, no de
Dios. ¿Cómo puede entenderse todo eso si Dios es la fuente del amor
incondicional?
Si Él es el amor incondicional, cómo va a enojarse, cómo va a castigar,
cómo va a querer hacer daño a sus hijos. No tiene ningún sentido, como no
lo tienen muchos sucesos del mundo ilusorio que habitamos. Entre otras
cosas porque este mundo ha sido creado a partir de una idea loca, de una
idea falsa, como es la de creer que estamos separados de nuestra Fuente. La
misma Fuente que nos ha dado la vida.
Una vez que la mente se siente fraccionada, puede seguir fraccionándose
más veces, y cuando adopta su nuevo estado, el anterior queda relegado,
como si se olvidara en el inconsciente. De ahí que nos cueste recordar
nuestro verdadero origen.
La primera división estriba en que hay una parte de la mente del Hijo de
Dios que se considera separada de Él. Responde a un esquema según el cual
Dios está por una parte y por otra su Hijo.
La segunda división se fundamenta en la idea de que una parte de nuestra
mente está errada (la del ego) y otra está sana (la del Espíritu Santo).
Tenemos por tanto dos opciones: escuchar la voz del Espíritu Santo o la del
Ego. Al elegir escuchar la voz del Ego, olvidas por completo quién eres y
dejas de escuchar la voz de Dios (Espíritu Santo) en tu interior, pues has
escogido en su lugar la del Ego y ambas son excluyentes. La buena noticia
es que aunque ahora solo escuches al ego, el Espíritu Santo está también en
tí y puedes volver a recuperar tu comunicación con él si tú lo decides.
En el Génesis, se recoge que Dios dijo a Adán y Eva que no podían comer
del árbol del conocimiento del bien y el mal, porque si lo hacían morirían.
Por una parte, Dios sabía que su Hijo era eterno como Él, entonces iba a
prevenirle contra la muerte. Por otra, Dios es todo, y como dice Jesús en Un
Curso de Milagros : “Aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos”.
En el mundo real no existe el bien y el mal, porque todo es perfecto. No hay
dualidad.
La culpabilidad inconsciente
La culpabilidad que llevamos en nuestro inconsciente es lo que prevalece en
el mundo en que vivimos. Y cuando hay culpabilidad, también se siente
miedo. Si eres culpable por haber hecho daño a otro, este otro te puede
devolver el ataque.
Al elegir la voz del Ego y considerarte separado de Dios, sientes que has
pecado contra Dios. Igual que si hubieras querido usurpar el poder a Dios,
pues has querido separarte de Él. Entonces el ego se proclama como tu
amigo salvador y te dice: Dios te va a castigar, pues has pecado al creerte
superior a Él. “Eres culpable, por lo que vas a ser castigado”. Así llegaste a
creer que podías ser atacado y castigado por el mismo Dios que te creó. Del
mismo modo, tu mente egoica te dice: “Yo te ayudaré”.
Y lo hace creando un mundo paralelo en el que tú estás fuera de Dios y tu
culpa puede ser proyectada hacia el exterior, hacia otros. Así es como
empiezas a proyectar esa culpa inconsciente hacia los demás, hacia los que
son como tú; fragmentos del Cristo, pedacitos de la totalidad del Ser. Es así
cómo tu mente errónea comienza a crear dentro de su sueño una realidad en
la que tus hermanos pueden llegar a ser tus enemigos, en la que Dios, tu
creador, puede atacarte también, porque según el ego, todos están fuera de
tí.
Si el mundo que consideras real, es tan solo una pesadilla, ¿qué pasa con el
cuerpo? ¿y con el Universo? Tanto el Universo como el cuerpo son también
creaciones de tu mente errónea, luego tampoco son reales. Tú crees que
estás dentro de tu cuerpo. Sin embargo, tú eres mente y tu cuerpo es una
proyección de tu mente, luego no puede estar contenida en él. La primera
vez que pude experimentar esto me pareció asombroso pero muy real.
Recuerdo que estaba hablando con una compañera de yoga y de repente me
vi desde fuera, vi a Virginia hablando con otra persona, pero desde un punto
de vista de observador, sólo estaba allí, no juzgaba, no analizaba,
simplemente observaba. Ahí comencé a entender muchas cosas sobre mi
verdadera condición.
¿Y cómo podemos distinguir lo real de lo irreal? Simplemente porque lo
real es eterno y permanente. El espíritu lo es, por ejemplo.
Así mismo, la energía es un pensamiento proyectado que se puede convertir
en materia, que no es más que otro tipo de energía. Por tanto, el universo tal
y como lo conoces no es más que el resultado de un pensamiento
proyectado y erróneo. La energía no forma parte del espíritu, es algo que
está en continuo cambio. Sin embargo, lo que es real es inmutable, por lo
que el espíritu es real, dado que nunca cambia, simplemente es, al igual que
Dios.
El ego, por su parte, divide, separa. Así ha creado mentes que parecen estar
separadas. Es eso lo que hoy llamamos almas. Mientras sigues escuchando
la voz del ego, sigues creyendo que es posible atacar a Dios y que, por
tanto, eres culpable. Por otra parte, como la culpa siempre demanda castigo,
tienes miedo, te sientes vulnerable, porque en algún momento serás atacado,
castigado por tus pecados . Ese sentimiento de culpa es tan grande que
necesitas sacarlo fuera de algún modo, así que lo proyectas en los demás.
Intentas culpar a otro para aliviar tu culpa. Para ello, el ego te crea un
mundo externo, fuera de ti, donde están los otros, donde está también Dios.
Ese fenómeno en el que el ego te enseña a proyectar fuera la idea de sentirte
separado de Dios es lo que da lugar a lo que conocemos como Big Bang (la
creación del Universo), tal y como ya hemos apuntado anteriormente. Todo
ello, forma parte del mundo ilusorio del Ego.
Con ello, te da la falsa sensación de que aquel al que tanto temes, Dios, ya
no está dentro de tu mente. Como si tu mente errónea hubiera creado el
universo (el cosmos), el cuerpo, el mundo externo, para esconderte del que
busca castigarte (tu creador).
¿Existe la reencarnación?
El hecho de que necesites encarnarte varias veces se debe a que todavía no
has salido del mundo ilusorio en el que te sumergiste. Todavía no has
encontrado el camino de vuelta al hogar. Esas numerosas aparentes vidas
siguen estando dentro del mundo ilusorio. ¿Cómo salir de él? A través del
perdón.
Si sanas la culpabilidad inconsciente, dejarás de temer a Dios y sanarás
totalmente el miedo. Son precisamente el miedo y la culpa los que no te
dejan ver quién eres de verdad, el hijo de Dios, un ser puro y perfecto,
todopoderoso a imagen y semejanza de su creador, que jamás ha pecado
pues su esencia es el amor incondicional Cuando amas incondicionalmente,
no tienes espacio para temer, odiar, atacar… Cuando conectas con tu
verdadera esencia, todo lo que no es real se desvanece, pues conoces la
verdad. Esa verdad que te hace libre de culpa, miedo, pecado…
I El TEXTO
Describe la parte teórica del curso. Sus ideas contienen los cimientos de
las lecciones del libro de ejercicios. Lo integran 754 páginas.
II EL LIBRO DE EJERCICIOS
Consta de 365 ejercicios prácticos para aplicar uno cada día del año.
Todos están precedidos por una lección explicativa que aclara el tema a
trabajar ese día. Se puede, no obstante, repetir un mismo ejercicio varios
días. Lo que no se recomienda es hacer más de un ejercicio por día. En
total son 522 páginas.
III EL MANUAL PARA EL MAESTRO
Aclara conceptos y las preguntas más frecuentes que se suelen plantear
los alumnos. Consta de 100 páginas.
Me resultó curioso que un libro tan espiritual me llegara a través de mi
hermano Julio. Se podría decir que él es bastante escéptico con todo lo
espiritual. Se define como agnóstico. Según él mismo dice, cree en lo que
ve. Sin embargo, por detalles que he observado, siento que su parte
espiritual es mucho más grande de lo que él pueda imaginar a nivel
consciente, pero yo no soy nadie para convencerle de ello, pues cada uno
somos libres de elegir el camino que estimemos en cada momento. Mi parte
intuitiva me ha dicho muchas veces que algún día ocurrirá algo que le
permita recordar que es mucho más que un cuerpo físico. Y si cada vez que
ocurre algo así con alguien cercano me siento dichosa, imagina cómo me
sentiré si esa persona es alguien tan querido para mí.
Continuando con Un Curso de Milagros, diré que quizás algunas de las
frases que más me han gustado han sido las del comienzo del libro:
“Nada real puede ser amenazado
Nada irreal existe
En esto radica la Paz de Dios”.
Dado que nunca podemos ser amenazados por nada ni por nadie, aquella
parte de nosotros que se siente vulnerable, en realidad no es real, no existe,
a pesar de que durante siglos hayamos creído que sí lo es y le hayamos
otorgado mucho más poder que a nuestro verdadero yo.
Eres un ser inmortal y libre. Tú eliges tu realidad.
CAPÍTULO 21
¿EL CAMBIO DESDE 2012?
Los científicos han dicho que el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, es
una poderosa fuente de energía magnética. Ellos lo llaman “filamentos
magnéticos” que irradian desde él. La fuente de energía procedente de la
Vía Láctea tiene un efecto inmenso sobre el planeta Tierra.
El 21 de diciembre de 2012, la Tierra se colocó en línea recta con este
campo de energía, por lo que dicha fuerza influyó notablemente en nuestro
planeta y sus habitantes. Según el científico Gregg Bradem, en anteriores
ocasiones, antes de que los polos magnéticos se invirtieran, estos debieron
debilitarse hasta cierto punto. Al parecer, los científicos han observado una
disminución en la fuerza del campo magnético de la Tierra durante los
últimos 100 años aproximadamente. Sin embargo, dicen que para revertirlos
tendrían que debilitarse aún mucho más, con lo cual consideran poco
probable que esto suceda en los próximos años.
En anteriores ocasiones, además de que los campos magnéticos de la Tierra
se debilitaron, la energía procedente del Sol era mucho más fuerte, por lo
que el hielo en los polos empezó a derretirse. Los océanos comenzaron a
elevarse, el clima inició un cambio y también asomó una variación en los
patrones de tiempo.
En realidad, ya hace tiempo que hemos empezado a experimentar esos
cambios que han sido vaticinados para 2012. Ya hemos podido observar
terremotos, tsunamis, incendios de bosques… Sin embargo, los registros
geológicos demuestran que esos cambios, aunque intensos, son de corta
duración. Según Gregg Braden, en el pasado, cuando el mundo comenzó a
cambiar, las civilizaciones por entonces no comprendían ese cambio y
cometieron el error de luchar unas contra otras para lograr recursos. En esa
lucha perdieron todos.
Ahora se nos vuelve a dar la oportunidad del cambio, y de nosotros depende
si estamos decididos a trabajar juntos para superar este período antes de
lograr el cambio. Si volvemos a luchar entre nosotros, volveremos a perder
todos, pero si nos unimos, lograremos hacer el cambio mucho más rápido y
de forma más agradable para todos. El secreto está en crear una existencia
basada en el corazón.
Se ha podido demostrar que cuando generamos emociones basadas en el
amor (gratitud, aprecio, cariño…), estamos generando un campo magnético
dentro de nuestros cuerpos que ayuda a elevar el campo magnético de la
Tierra, y éste regula todo (el clima, el mar…).
Por tanto, cuando muchos seres humanos se reúnen con una misma
intención y generan una misma emoción, se produce una coherencia entre el
cerebro y el corazón. Una coherencia que puede tener unos efectos muy
positivos para todos.
Esto fue descubierto por los científicos a raíz del atentado del 11 de
septiembre de las torres gemelas. En dicha ocasión, los satélites situados a
22.000 millas en el espacio registraron cambios en el campo magnético de
la Tierra, cuando había multitud de personas que estaban sintiendo
emociones acerca del suceso acontecido recientemente.
A partir de ahí, los científicos notaron que existía una conexión entre ambos
hechos y desarrollaron el Proyecto de Iniciativa de Coherencia Global, con
objeto de seguir investigando en ello. De hecho, actualmente están
construyendo unos sensores para medir estos campos magnéticos y poderlos
mostrar en tiempo real a través de Internet.
Uno de los principales objetivos de este proyecto es enseñar a la humanidad
cómo crear coherencia en su vida cotidiana .
La convergencia armónica
Según el historiador José Argüelles, la llamada Convergencia Armónica fue
una profecía basada en los mayas. Según ella, si 144.000 humanos se
reunían en lugares sagrados de todo el mundo el 16 y 17 de agosto de 1987
a una hora determinada, harían que nuestra civilización entrara en una era
de paz. Argüelles añade que la paz llegará sólo si la humanidad abandona el
materialismo y vuelve a vivir en armonía con la naturaleza. En caso
contrario, se producirá la destrucción del mundo (Armagedón).
En 1989, se preguntó a la humanidad si estaba lista para cambiar el futuro.
Existían dos posibilidades: el Armagedón o cambiar el nivel vibratorio del
planeta hacia otro más saludable. La humanidad se decidió por el cambio en
la energía de la Tierra. Después de medir la energía y el potencial futuro de
la humanidad, un conjunto de maestros ascendidos denominados La
Hermandad envió a la Tierra a Kryon y su grupo para modificar la rejilla
magnética del planeta y así apoyar a la humanidad en su camino hacia la
iluminación.
El 8 y 9 de noviembre de 2003 se produjo el siguiente paso en esta
evolución planetaria, la Concordancia Armónica. En ella, se preguntó a los
seres humanos si daban permiso para que se les cambiase el ADN de forma
que se pudieran activar las diez capas que unidas a las dos que se conocen
científicamente a través del Proyecto del Genoma Humano, completan el
total de doce capas.
La rejilla magnética de la Tierra nos ayuda a comunicarnos y relacionarnos
con nuestras células a través de nuestro ADN, dado que éste es
interdimensional. Ahora mismo estamos rodeados de campos
electromagnéticos que creemos que no existen por el simple hecho de que
no son perceptibles para nuestros ojos. Se ha podido comprobar que las
aves y mamíferos que emigran utilizan este tipo de magnetismo para
orientarse.
Los científicos ya están descubriendo el efecto de estos campos eléctricos
(aparatos electrónicos, microondas, móviles…) y magnéticos en nuestras
células, incluso su relación por ejemplo en el origen del cáncer.
El día en la Tierra tiene 24 horas. El día galáctico tiene 26.000 años, es
decir, el Sistema solar tarda 26.000 años en dar la vuelta al Sol Central de
nuestro universo local.
En 2012 se llegó a un nuevo ciclo, puesto que se cumplen otros 26.000 años
desde el ciclo anterior. El Sol Central de la galaxia se está alineando con el
Sol de nuestro Sistema Solar. Eso provoca un gran impacto de luz y energía
en nuestro planeta. El sistema solar está entrando en el Cinturón (o banda)
de Fotones. Esa banda es parecida al Rayo blanco de la Ascensión, ya que
vibra a un nivel muy elevado. Esta banda atraviesa a modo de Cinturón la
Banda de Leo y Acuario y lo creamos nosotros para recordarnos, cada vez
que nuestro Sistema Solar pasa por ahí, quiénes somos. Por lo tanto, cada
13.000 años entramos en esa energía.
Algunos de nuestros científicos están preocupados porque el magnetismo de
la Tierra está disminuyendo de una forma acelerada y drástica e, incluso,
han hablado de un posible cambio de polos magnéticos del planeta o algún
otro tipo de efecto secundario menos drástico. Cuanto mayor sea el
magnetismo de la Tierra, mayor es el tiempo que pasa entre lo que
pensamos y sentimos, y su manifestación en nuestro mundo. Por lo tanto,
cuanto menor sea el magnetismo, menor será el tiempo en que se
manifiesten nuestros deseos o nuestros miedos, dependiendo de aquello en
lo que solamos enfocarnos más.
Se ha estado preparando a la humanidad durante 25 años repartidos en tres
periodos para este cambio de vibración:
- Entre 1987 y 1997 la vibración de nuestras moléculas fue aumentando
diez veces por año.
- De 1998 a 2006 la vibración aumentó cien veces cada año.
- Desde 2007 y hasta 2012 nuestro cuerpo está aumentando la vibración
mucho más rápidamente, cien mil veces por año.
Todo ello hace que los átomos de nuestras moléculas comiencen a vibrar
más rápidamente, lo que genera cambios en nuestras vidas. Estamos
transmutando nuestro karma.
Así mismo, también la Tierra se sacude de su karma, de ahí que haya
movimientos sísmicos y otras alteraciones, también climáticas. Con todo
ello, desaparecerán unas especies y aparecerán otras. Pero me gustaría
aclarar que de la misma forma que cuando hacemos obras en casa para
dejarla más bonita vemos todo desordenado en un principio o afrontamos
cambios drásticos para poner en orden nuestras vidas, también la Tierra está
poniendo orden en sí misma.
Puede que en ese proceso tengamos que ver cosas que nos pueden hacer
creer lo que no es. Es importante que tengamos claro que ni los terremotos,
ni los huracanes, ni otros fenómenos naturales, son el preludio del fin del
mundo, como algunos creen, sino todo lo contrario. Suponen el cambio a
una Tierra mucho más evolucionada, pacífica y espiritual en la que domine
el bienestar general por encima de todo.
La Rejilla Magnética
Como ya he apuntado, en 1987 Kryon llegó a la Tierra para ayudar a la
humanidad a formar la Rejilla Magnética del planeta y así apoyar la
evolución del ser humano. Esta rejilla es una red de comunicación con el
ADN humano. Antes de ese año había más oscuridad (falta de conciencia).
Desde que apareció Kryon, esto empezó a cambiar, dado que se encargó de
recalibrar la energía de la Rejilla durante doce años, terminando de hacerlo
en 2002. Con ello, la conciencia de la humanidad fue aumentando en
relativamente poco tiempo.
Por lo tanto, en 1987 se generó una Nueva Tierra, con lo cual también se
empezó a crear un nuevo humano. Del mismo modo que se creó una rejilla
alrededor del planeta, también se está creando una especie de rejilla
individual alrededor de cada uno de nosotros. De esta forma, la Rejilla de la
Tierra, informa a la rejilla individual del cambio vibracional y ésta a su vez
se lo transmite al ADN humano.
Se ha podido comprobar que con estos cambios también está viéndose
afectado nuestro sistema de chakras. Además de los siete que conocemos,
hay ocho más transpersonales.
El cambio del ADN
En el ADN está toda la información de quienes somos, tanto física como
espiritualmente.
Los científicos después de desarrollar el Proyecto del Genoma Humano,
llegó a la conclusión de que solo el 3% del ADN es útil, puesto que es la
única parte que pudieron investigar a través del microscopio.
Sin embargo, actualmente se sabe que esa parte del ADN que los
científicos en su día llegaron a denominar “ADN chatarra” es el que
contiene el anteproyecto cuántico de nuestra divinidad, es decir, toda la
información relativa a nuestras vidas, nuestro crecimiento espiritual, todas
las capacidades que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra existencia,
nuestros logros y fracasos, el karma… es decir, es el que contiene toda la
información de quienes somos en realidad.
Dentro de ese ADN cuántico está la conciencia humana. Y precisamente a
través de nuestra conciencia tenemos la capacidad de controlar y hablar con
nuestro ADN, con lo cual podemos ayudar al correcto funcionamiento de
nuestro cuerpo. Podríamos decir que esa parte del ADN es el motor que
hace que funcione la biología del cuerpo.
El desarrollar la parte cuántica de nuestro ADN, nos permitiría entre otras
cosas potenciar nuestra capacidad de autodiagnóstico (saber cuándo hay un
desequilibrio en el cuerpo).
Por otra parte, sin esa capacidad, las células del cuerpo se guían por los
ciclos lunares en vez de como fue originalmente diseñado, lo cual provoca
el envejecimiento celular prematuro.
De hecho, algunos de nuestros antepasados vivieron vidas dos y tres veces
más largas que las de hoy en día.
Estamos pasando del ADN del carbono 666 al ADN cristalino-crístico
inmortal.
CAPÍTULO 22
MI HISTORIA
Bueno y ahora me toca contar mi historia. Te preguntarás por qué lo he
dejado para el final. Sencillo, no quería escribir sobre mí porque entiendo
que quizá algunas de las cosas que cuente sean difíciles de entender o
asimilar. Al menos a mí me costó lo suyo, ya que siempre he sido una
persona muy racional. De hecho, cuando acabé la carrera opté por utilizar la
terapia cognitivo-conductual, hasta que años después descubrí y me formé
en otras que agilizan bastante la sanación de los problemas.
Sí, me costó, pero a lo largo de los dos años que me ha llevado escribir este
libro, recibía en mis meditaciones el mensaje de que tenía que escribir sobre
mí y contar mi experiencia. Prolongaba la llegada de ese momento y mi
mente se las ingeniaba para sortear el tema sacando otro que consideraba de
mayor utilidad para mis lectores.
Fue tanta la insistencia que percibía en mis meditaciones, que un día
pregunté: “¿Pero para qué tengo que hablar de mí? ¿Acaso es tan necesario?
Yo estoy hecha de la misma esencia que los demás, no tengo nada especial
que me diferencie de ellos y, además, ¿qué puedo aportar contando mis
vivencias? Recibí entonces una respuesta muy firme que me decía: “Tú has
venido a sanar el miedo de sus corazones, muéstrales que tu amor hacia
ellos está por encima de tu miedo a sus juicios”.
Para mí fue una frase muy significativa. Al recibirla, mi cuerpo se
estremeció de alegría y sentí que era eso precisamente en lo que yo siempre
había confiado, en que el amor está por encima de todo y que cuando
amamos incondicionalmente, los juicios, las críticas, dejan de tener valor.
Sin más dilación, comienzo a narrar la historia de mi personaje de Virginia
y cómo empezó a despertar de su sueño. Llegados a este punto, ya sabéis
que a lo largo de nuestra existencia representamos distintos personajes.
Dado que Virginia es mi personaje actual, voy a contarte esta historia en
primera persona. Podría haberme llamado de otra manera, podría haber
sido otra persona, porque al fin y al cabo todos estamos hechos de la misma
materia. Aunque nuestras experiencias sean diferentes de unos a otros,
nuestra esencia es la misma. Somos luz.
La historia comienza así:
Fui educada en un colegio de religiosas donde me inculcaron valores muy
positivos, como ser responsable de mis actos, ser generosa, cierta disciplina,
pero muy lejos de los abusos que he escuchado en otros casos. Lo cierto es
que se podría decir que mis monjas eran unas monjitas ye-yés . Hasta
algunos padres las criticaban al ver que en vez de llevar hábitos vestían
pantalones, cosa que en esos años setenta tenía tintes de transgresión.
¿Dónde íbamos a llegar?
A mi corta edad no lo entendía y solo alcanzaba a pensar qué importancia
podía tener el atuendo cuando su trabajo lo hacían bien. Si hay algo que me
encanta de los niños es su nula capacidad para criticar y juzgar. A medida
que crecemos, y para nuestro pesar, esos pensamientos van ocupando un
espacio cada vez mayor en nuestro interior, jugándonos muchas malas
pasadas a lo largo de la vida. Repasa si no, todas las situaciones en que te
has machacado con autocríticas por cometer errores e, incluso, por el simple
hecho de no ser perfecto.
Dada mi educación católica, asistía a misa todos los domingos. Sin
embargo, lo que más me gustaba no era la misa en sí, sino el bienestar que
sentía cuando entraba en la iglesia y me ponía delante de un sagrado
corazón de Jesús y contarle mis problemas. En realidad, nunca me gustaron
las imágenes de Jesús crucificado, no entendía cómo se podía venerar la
imagen de alguien sufriendo. Mi suegro, dotado para la pintura, quería
regalarnos un cuadro para casa con la pasión de Cristo. Yo le dije que
prefería un sagrado corazón, que aún conservo con todo el cariño hacia la
imagen de Jesús y hacia mi suegro.
Mi madre, esa persona a la que estaré eternamente agradecida por prestarme
su vientre durante nueve meses para poder cumplir mi objetivo aquí y
ahora, tuvo que ver mucho en eso. Cuando yo aún era una niña, me decía:
“Hija, si llegas al cole y aún está cerrado, entra en la iglesia y reza unos
padrenuestros a Jesús”. Aquello se convirtió en un hábito para mí. No había
mañana que no pasara por la iglesia, pero no para rezarle, sino para hablar
con él. Toda vez que le contaba algo o le pedía algún favor, un sentimiento
de paz inundaba mi pecho. Después le daba las gracias, me despedía y me
iba al colegio. Ahora sé que no hace falta desplazarse a ningún sitio para
hablarle, porque siempre está dispuesto a escuchar nuestras contiendas con
nosotros mismos y con los demás.
Por otra parte, estaba mi padre, al que también amo y agradezco haberme
cuidado y querido lo mejor que ha sabido. Para mí ha sido fundamental. Él
que nunca ha sido nada religioso, dado que cuando era pequeño tuvo alguna
que otra experiencia dolorosa con algún cura, sin embargo sí es muy
espiritual, más de lo que él mismo cree. Espiritualidad y religión no son la
misma cosa, aunque durante muchos años se hayan entendido como
conceptos mezclados. Hoy en día puedo decir con total certeza que no soy
nada religiosa, pero sí muy espiritual.
Mi padre empezó a tener problemas en el trabajo cuando yo tenía catorce
años.
Tenía una modesta ebanistería y unos cuatro operarios a su cargo. Él
siempre ha sido demasiado autoexigente, al igual que yo hace años, y
llevaba todas las cuentas al día, pero de pronto se vio inmerso en una
situación crítica; a duras penas cubría los gastos que generaba la empresa.
Para agravar el asunto, uno de los trabajadores, al que había regalado
maderas en numerosas ocasiones para hacer sus propios muebles destinados
a decorar la casa que acababa de comprar, se vio agobiado económicamente
tras quedar su novia embarazada. Mi padre le iba pagando a lo largo del
mes como podía, sin hacerle firmar nada a cambio confiando en la buena fe
de este chico.
El resultado fue que lo denunció aludiendo que no le había pagado ninguna
cantidad durante un año. El negocio de mi padre terminó con un embargo
de máquinas y de su coche, un viejo Renault 8 con más de quince años y al
que teníamos mucho cariño. Tras perder sus medios de trabajo, las deudas
comenzaron a crecer.
Estando un día en el instituto, la secretaria del centro irrumpió en medio de
clase para decirme delante de todas mis compañeras que el banco había
devuelto el recibo de ese mes. Solo tenía catorce años y me sentí muy
avergonzada. Tengo que dar gracias a Dios por haber puesto en mi camino a
personas tan maravillosas como las alumnas que formaban parte de esa
clase.
Ellas me tranquilizaron. Algunas de ellas continúan siendo grandes amigas.
Una noche escuché llorar a mi padre y fue una de las peores experiencias
que hasta ese momento había vivido. Supongo que estaba desesperado. No
sabía qué hacer. Siempre ha sido muy responsable, disciplinado, y
conociendo su autoexigencia estoy segura de que se llegaba a sentir
culpable por no poder llevar dinero a casa todos los meses como hasta el
momento había hecho.
Esta mala racha duró varios años, durante los que pude comprobar cómo
mis padres, lejos de enfrascarse en discusiones o polémicas, se unieron más.
Se apoyaban mutuamente. Para mí fue una gran lección de amor. Me sentía
y me siento orgullosa de ellos. Han podido cometer sus errores al igual que
yo, al igual que todos, pero su corazón es puro como el del resto de los
inmortales (debería decir inmortales, ¿no?).
Mi madre se puso a trabajar de composturera en algunas tiendas
aprovechando la experiencia laboral adquirida en sus varios años de trabajo
como modista en la firma Balenciaga. Con lo que ella sacaba, lo que mi
padre conseguía haciendo algunos trabajos para particulares y la ayuda
económica de mis tíos, pudimos ir tirando hasta que las cosas se arreglaron
al encontrar mi padre un trabajo estable.
Insisto en que mi padre no era nada religioso, sin embargo, y esa es otra de
las lecciones que me dio, aseguraba rezar en un rincón de su taller, donde
decía que se conectaba con Dios. Él pensaba que Dios estaba fuera de él,
como también yo lo pensé durante mucho tiempo hasta descubrir que en
realidad formamos parte de él.
Al escucharle decir aquello, entendí que religión y espiritualidad no eran lo
mismo, porque mi padre no era religioso pero sí espiritual. Más tarde
descubrí que todos somos espirituales, puesto que por encima de todo
somos espíritu.
También esos años me sirvieron para darme cuenta de la calidad humana de
mis tíos, que sin dudarlo nos ofrecieron lo que tenían para que pudiéramos
seguir adelante. Incluso compraron ropa para mí y mi hermano. Me di
cuenta de lo afortunada que era al tener tantas personas maravillosas a mi
lado. Con el paso del tiempo lo valoro mucho más. Mis padres, hermano,
tíos, primos, amigos, pacientes…, a todos los amo profundamente y les
agradezco que hayan querido compartir conmigo parte de su camino.
También de aquellos años recuerdo una frase que oí de labios de una de mis
abuelas y que se me quedó muy grabada: “Dios aprieta, pero no ahoga”.
Pensé que esos padecimientos eran una prueba que Dios nos había puesto.
Según fui creciendo, pensaba que cada cosa que se truncaba en mi vida era
una prueba que Dios me había puesto. Eso me llevó a generar un gran
sentimiento de culpa por todo. Si algo no me salía bien, era porque Dios no
estaba de mi parte, y eso se debía a que yo había hecho algo mal y merecía
que las cosas salieran torcidas.
Un día caí en la cuenta de que el origen de esa manera de pensar estaba en
las ideas de culpabilidad que nos inculca la religión católica. Hoy sé que no
es la única religión que infunde culpa. Por ejemplo, el budismo te dice en
ocasiones que si cometes un error, generas karma y luego tienes que vivir
alguna experiencia dolorosa para limpiarlo.
No quiero criticar ninguna religión porque sé que todas han aportado algo
positivo a nuestras vidas, nos han dado unos valores, pero también sé que
todas ellas tienen parte de error. ¿Acaso el ser humano no es así, parte
divina y parte de ego?
Posteriormente, a través de mis pacientes, otro grupo de personas muy
relevantes en mi vida y a los que respeto y amo por lo que me han enseñado
de ellos y de mí misma, descubrí que todos llevamos impreso a fuego el
sentimiento de culpa. Estoy totalmente de acuerdo con la idea que postula
Un Curso de milagros de que en realidad nos sentimos culpables porque al
sentirnos separados de Dios creemos que hemos pecado contra Él, cuando
en realidad el perjuicio ha sido para nosotros mismos al creernos alejados
de la fuente de la felicidad.
Además, como vamos a alejarnos de Dios, si nosotros somos Él. En mi
caso, la religión que yo profesaba me potenció esa culpa. No se si habrá
sido consciente o inconscientemente, pero se ha hecho mucho daño a la
humanidad al inculcar la culpa.
A lo largo de mi vida, me fueron surgiendo preguntas que no encontraban
respuesta en el catolicismo: ¿qué significaba que Jesús dijera la verdad os
hará libres?, ¿quién es realmente el Espíritu Santo?, ¿Dios es alguien
externo a nosotros?, ¿cómo Dios puede poner a veces pruebas tan duras a
sus hijos?, si Dios es amor incondicional, ¿entonces cómo puede enfadarse
o castigar?
Según fui creciendo, tenía gran interés en hacer la carrera de Psicología,
porque pensaba que a través de dicha profesión podría ayudar mejor a aquel
que lo necesitara, puesto que eso era lo que me llenaba de verdad. Cuando
finalicé mis estudios, me sentía feliz de que por fin podría trabajar en lo que
me gustaba. Pero no fue del todo así.
Al acabar, la única forma de trabajar como Psicólogo Clínico era tener mi
propia consulta y yo no disponía de medios para ello, así que, me dispuse a
formarme en Recursos Humanos a través de un curso-máster de varios
meses subvencionado por la Comunidad de Madrid. Cuando lo finalicé, me
dispuse a enviar currículos por doquier. Así fue cómo entré a trabajar en la
Fundación ONCE. En este lugar aprendí mucho más de los seres humanos.
Cada día atendía a personas con unas condiciones físicas, y muchas veces
económicas, muy duras. Recuerdo una persona con una ataxia cerebral que
iba apoyándose de pared en pared hasta llegar al asiento que estaba junto a
mí. Cuando me acerqué para agarrarle y ayudarle, me dijo sonriendo: “No
te preocupes, si ya estoy acostumbrado”.
Recuerdo también un chico de 27 años con una enfermedad
neurodegenerativa heredada del padre ya fallecido. Tenía cuatro hermanos
varones y al llegar a los 23 años todos acababan manifestando la misma
enfermedad. Recuerdo que yo pensaba lo dolorosa e injusta que era la
situación, para ellos y para su madre.
Otro día me llegó una madre discapacitada con un hijo en silla de ruedas.
Tenía otro que era toxicómano. Ella y su marido estaban en paro. Algunas
de estas personas lo llevaban bastante bien, a pesar de todo. Cada día
recibía una lección de todos y cada uno de ellos. Me enseñaron que aunque
el mundo se hunda a tus pies, siempre puedes elegir entre engancharte al
sufrimiento o percibir la situación desde otra óptica mucho más positiva.
Todo ello me hizo replantear mi relación con Dios. El Dios en el que yo
creía no podía ser consentidor de tanto dolor. Era injusto que alguien lo
pasara tan mal. Cómo Dios, que es perfecto, había podido crear un mundo
tan imperfecto. Afortunadamente, más adelante encontré la respuesta que
esperaba: ¡Dios no ha creado el mundo que ven nuestros ojos físicos! Como
ya he comentado, yo era muy racional y sabía que la mente tenía más poder
del que nos habían enseñado hasta el momento. Ahora sé que nuestro
verdadero poder no está en la mente humana, sino en su conexión con
nuestra mente superior, nuestra esencia divina.
Movida por tales inquietudes, me apunté a un curso de control mental. Me
pareció muy interesante. A partir de ese momento me dediqué a enviar
energía mentalmente a mis familiares y amigos, tal y como me enseñaron
en esas clases. Pero lo que más me conectó con mi verdadero Yo fue el
Reiki. Ya que como he apuntado anteriormente, nuestro verdadero poder no
reside en la mente tal y como la tenemos concebida hasta ahora, sino en
Nuestra Mente Superior. Fue gracias a una tía del que por entonces era mi
marido. Ella tenía cáncer de páncreas e hígado.
La autoexigencia fue mi verdugo durante
varios años
Desde muy pequeña sentía que me había equivocado de mundo. Cuando
veía actos violentos, sentía dolor aunque no fueran conmigo. Pensaba que
este era un mundo demasiado hostil e imperfecto, que no nos merecíamos
eso. Teníamos que cambiarlo. Intentaba aportar mi granito de arena siendo
una niña buena. Más que una niña buena, intentaba ser perfecta porque
consideraba que cuanto más nos esforzáramos todos en ser perfectos,
nuestros padres estarían más contentos con nosotros y así contribuiríamos a
construir un mundo mejor.
El problema fue que ese grado de perfección me llevó a una autoexigencia
extrema, hasta el punto de que por muy bien que me portara, por muy
buenas notas que sacara, nunca era suficiente. Siempre consideraba que
podía mejorarlo, con lo que nunca llegaba a la meta, que yo misma alejaba
a cada momento.
También me encantaba ayudar a los demás a hacer las paces y a apoyarles a
la hora de solucionar sus problemas o, mejor dicho, a intentar
solucionárselos yo. Me implicaba tanto a veces que convertía sus problemas
en los míos. Procuraba decir a las personas lo que querían oír para que así
estuvieran contentas y no hubiera discusiones. Ese era mi modo de
contribuir a la creación de un mundo menos hostil.
Mi autoexigencia iba en aumento con el paso de los años. Cuando decidí
estudiar la carrera de Psicología porque consideraba que ello me permitiría
seguir haciendo mi labor de ayuda hacia los demás, había olvidado por
completo que yo también necesitaba ser ayudada y querida. Siempre decía
que haciendo felices a los demás era suficiente para mí. Yo siempre
quedaba en un papel secundario. Mi forma de conseguir el cariño de los
demás era ir perfeccionándome cada vez más y más.
Cuando comencé mi viaje hacia el interior de mí misma, decidí encontrar la
verdad de mi existencia, de nuestra existencia. Recordé aquella verdad a la
que se refería Jesús cuando decía: “La verdad os hará libres” y me dispuse a
buscarla sin cesar. Decidí trabajarme primero a mí misma, pues sólo
sanándome yo primero, podría ayudar luego a mis pacientes a hacer lo
mismo.
Afirmaciones
Las creencias que tenemos grabadas en la mente subconsciente ejercen una
poderosa influencia en nuestra vida. Las enfermedades que se muestran
resistentes a los procesos de cura suelen tener una profunda raíz en el
subconsciente. Por eso para erradicar la enfermedad es importante acceder a
dichas raíces y sanarlas.
Del mismo modo, cuando repetimos una misma afirmación con
perseverancia y con fuerza podemos conseguir grabarla en nuestra mente
subconsciente, lo que atraerá consecuencias positivas a la mente consciente.
Cuando repites determinadas afirmaciones durante varios días y varias
veces al día, puedes llegar a integrarlas en tu mente subconsciente, con las
consecuencias beneficiosas que eso te puede reportar.
Cómo integrar las afirmaciones:
1. Utilizar frases en positivo, no usar la negación, puesto que
nuestro subconsciente no entiende de sí o no, simplemente
integra el mensaje. Por ejemplo, en lugar de decir “no quiero
estar enfermo” es preferible afirmar: “Elijo estar sano”.
Indecisión:
Yo siempre recibo la inspiración adecuada a cada momento y me dejo guiar
por ella sabiendo que estoy tomando la decisión adecuada para mí.
Cuando hay algo que no sabes resolver:
Yo entrego esta carga al Yo Superior (o al Espíritu Santo) que está en mí y
avanzo con libertad.
Cuando quieres atraer abundancia:
Espíritu infinito, abre la vía de la gran abundancia para mí. Atrae
irresistiblemente a mi vida todo lo bueno y sano que a mi me pertenece por
derecho divino.
Tus emociones generan tu realidad
El nivel de vibración energético es diferente para cada emoción. Si permites
que una emoción de enfado te invada, estarás bajando tu nivel vibracional,
la calidad de tu energía y, tal y como dice la Ley de la Atracción, todo atrae
a su igual y todo en lo que te enfocas se expande a tu alrededor. De este
modo, atraerás situaciones del nivel vibracional al que bajes.
Recuerdo una paciente que vino a la consulta cargada de ira. Estaba
enfadada con su marido, su hija y su madre. Con todos se llevaba bastante
mal. Cuando le di el alta, me dijo que, además de encontrarse más tranquila
interiormente, ya no discutía con nadie. Incluso, su hija adolescente le pedía
opinión cuando tenía algún problema, algo que parecía imposible antes de
venir a verme. Las personas eran las mismas, pero ella había cambiado,
había empezado a aprender a gestionar de una forma saludable sus
emociones y las personas a su alrededor habían aprendido a relacionarse
con ella de un modo diferente, mucho más sano.
El doctor Wayne Dyer distingue en su libro There's a spiritual solution to
every problem las distintas frecuencias vibratorias de cada emoción. Según
él, en los niveles más bajos de energía (10.000 ciclos por segundo), es
donde se crean los problemas, la enfermedad, ansiedad y miedo, mientras
que en los más altos y evolucionados (100.000 ciclos por segundo) todo
problema desaparece.
Mi experiencia
Hace varios años decidí tomar las riendas de mi vida. En realidad lo decidí
mucho tiempo antes, pero no sabía cómo hacerlo. Ahora sí sé dónde está la
clave: procuro positivar todo lo que me ocurre y me he dado cuenta de que
el resultado es que siento que la que maneja mi vida soy yo. Antes pensaba
que dependía de algo o alguien externo -del tiempo, de la persona que tenía
a mi lado...-, pero ahora sé que la única responsable de todo lo que me
ocurre soy yo; de lo bueno y de lo menos bueno. Sé que si lo paso mal en
una situación, es porque yo la he atraído para aprender algo de ella. Sé
también que cuando termine ese aprendizaje, la situación no se volverá a
repetir.
Para liberar la emoción que acompaña a la situación, utilizo muchas veces
EFT (Técnica de Liberación Emocional, desarrollada por Gary Craig). Te
quedarás sorprendido de lo rápidamente que actúa (revisar el capítulo 9).
Cuando empecé a utilizar esta técnica, me hice mucho más consciente de
que nosotros no somos el enfado y la tristeza, sino que esas son energías
que en determinado momento de nuestra vida se apoderan de nosotros y no
nos permiten ver con nitidez. A veces nos identificamos tanto con la
emoción, que nos convertimos en ella. Con EFT, liberas esa emoción, esa
energía, y entonces te sientes libre de toda esa carga emocional, con lo cual
te es más fácil pensar con claridad. Te resulta mucho más sencillo conectar
con tu verdadero yo.
Somos seres multidimensionales
Según el doctor en Física Jean-Pierre Garnier Malet, tenemos dos tiempos
diferentes y simultáneos: un segundo en un tiempo consciente y miles de
millones de segundos en otro tiempo imperceptible durante el que podemos
hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al tiempo consciente. Ha
desarrollado lo que denomina la Teoría del desdoblamiento del Tiempo. La
prestigiosa revista American Institute of Physics de New York y su comité
científico la han validado, publicándola en el año 2006.
Según Garnier Malet, en cada instante presente tenemos un tiempo que no
percibimos conscientemente y durante el que fabricamos nuestro futuro
potencial, lo memorizamos y, posteriormente, lo hacemos consciente en
nuestro tiempo real. Se trata de miles de millones de segundos en un tiempo
imperceptible en el que podemos obtener varias experiencias que
trasmitimos luego al tiempo consciente.
Percibimos que nuestro tiempo es lineal, continuo. Sin embargo, se ha
podido demostrar a través de estudios del cerebro humano que es linealidad
no existe, sino que la percepción es intermitente. Entre dos de esos instantes
perceptibles, siempre existe uno imperceptible. El funcionamiento es
similar al de la publicidad subliminal, según la cual mediante mensajes no
perceptibles de forma consciente puedes influir en la consciencia.
En la Universidad participé en un estudio que partía de la recopilación de
anuncios de bebidas alcohólicas publicados en medios de comunicación
impresos. Observamos cómo en lo que parecían ser las sombras de las
botellas, vasos o hielos aparecían con cierta claridad imágenes de contenido
sexual.
Este tipo de imágenes camufladas en el anuncio conectaban con el
subconsciente del cliente y le incitaban a su adquisición.
Continuando con Garnier, se podría decir que existe por una parte el
hombre que vive en el tiempo real y por otro, el que vive en el tiempo
cuántico, el que es imperceptible y tiene varios estados potenciales.
Entre ambos hay un trasvase de información, proceso que en Física recibe
el nombre de hiperincursión. Siguiendo con esa explicación, se memoriza el
mejor de todos esos estados potenciales y se transmite al tiempo real, para
ponerlo en práctica. Esos intercambios de información se hacen a
velocidades superiores a la de la luz, por lo que en ese tiempo imperceptible
pueden suceder muchas cosas.
El físico francés argumenta que es durante el sueño profundo cuando se
produce el intercambio de energía e información. Y más concretamente, se
realiza a través del agua del cuerpo.
Así pues, considera de vital importancia que durante el último minuto antes
de dormir pidamos a nuestro doble la solución de los problemas que hemos
generado a lo largo del día. Así mismo, también dice que hay que ser
precavidos con lo que se piensa o desea, porque si piensas en hacer daño a
alguien, ese daño te llegará a ti puesto que eres quien lo ha pedido. No se
trata ya de una ley moral, sino física.
Garnier señala:
"Nuestro cuerpo nos permite proyectarnos en el porvenir, ir a ver el futuro, arreglarlo y volver
para vivirlo. Y es durante la noche cuando tenemos la capacidad de arreglar ese futuro que
hemos construido durante el día. Podemos ver los peligros antes de vivirlos por medio de la
intuición y borrarlos" .
CAPÍTULO 24
CÓMO SER FELIZ
y UN CASO QUE DEMUESTRA QUE
LA FELICIDAD ESTÁ DENTRO DE
NOSOTROS
Gerardo
53 años. Es abogado y desea trabajar su cólera. Dice que en ocasiones se
carga de mucha ira y no puede evitarlo. Desea sanar esa parte para sentirse
más feliz.
Le pido que se proyecte hacia un camino. Lo describe como una pradera,
con mucha hierba. Se siente tranquilo.
Continúa caminando y se encuentra con un edificio elaborado de madera y
piedra. Frente a su puerta siente malestar en el estómago. A partir de ahí lo
ve todo oscuro.
Le voy dando alternativas para deshacer el bloqueo y que pueda conectar
con lo que hay al otro lado, pero él repite en varias ocasiones: no veo nada.
En determinado momento le pido a su Yo Superior que le de alguna
herramienta para trascender ese obstáculo y le llega un martillo.
Le digo: ¿vas a romper con el martillo la pantalla que te separa del otro
lado, y de pronto se queda callado y dice con rotundidad: no, en realidad no
quiero ver.
Le pregunto si tiene algún malestar asociado con ese no, y me dice que en
el estómago. Entonces, comenzamos a hablar con esa sensación, cuya
información nos decía que estaba hecha de miedo. Le ayudamos a sentirse
segura hasta que en un momento determinado dijo con firmeza, ahora sí
quiero. Le pregunto: ¿te sientes preparado? Y me responde con rotundidad:
Sí.
Entonces me cuenta que de un solo golpe, la pantalla se desmorona y
empieza a ver una luz entre blanca y amarilla.
Empieza a sollozar emocionado, repite: hay mucha luz, es, es……
En determinado momento le viene la imagen de su mujer, y le pregunto:
¿hay algo que necesitas decirle a ella?
Y se echa de nuevo a llorar diciendo: sí, perdóname por favor, te amo.
Le pregunto: ¿qué hace ella?
Y responde: me sonríe y me abraza.
Pero siento que no está recibiendo ese abrazo, así que, le digo, si ella te ha
perdonado, permítete ser perdonado y entonces hace un gesto como de
llenarse de algo, mientras inspira diciendo AHHHHHH!!!!! Y dice: es
increíble me estoy llenando de amor.
A partir de ahí, le empezaron a llegar las imágenes de seres queridos con los
que tenía algo pendiente y les fue perdonando y pidiendo perdón uno a uno.
Cada vez que perdonaba a una de esas personas, volvía a hacer la misma
exclamación que con su mujer. Decía llenarse de amor y de luz.
Yo le iba indicando: sí te estás vaciando de lo que no eres y has creído ser
para llenarte de ti, porque tu eres Amor Incondicional. Y él repetía: sí yo
soy amor, si yo soy luz. Me están diciendo que yo soy esto, y que yo soy el
todo. A medida que me entra más luz me llega información.
Entonces yo le repetía, sí la información es luz y tu eres luz. Tu eres eso que
estás experimentando. Ahora estás recordando quien eres en verdad.
Estaba tan emocionado y tan lleno de esa elevada frecuencia de Amor, que
me decía: Virginia, yo necesito transmitir esto, quiero que me toquen para
que todos se contagien de esta alegría, me siento pleno, feliz. Ya nadie me
va a poder negar lo que soy porque lo estoy sintiendo en mí.
¡Madre mía, me sigo llenando!
Cada vez que perdonaba a alguien o algo de sí mismo, le entraba más luz,
más de su propia luz. Y decía: esto es maravilloso, pero es difícil explicar
con palabras, hay que sentirlo, experimentarlo.
Me decía una y otra vez: amo a todos, sin excepción, sin condiciones.
¿cómo me he podido creer algo que no soy? Ahora se lo que soy.
Su cuerpo empezó a vibrar y seguía canalizando más y más luz.
Cuando terminamos la sesión le costaba incluso moverse, porque su cuerpo
seguía vibrando. Le pedí que se tomara su tiempo, pues el cuerpo es
demasiado denso y necesita tiempo para asumir una vibración tan elevada.
Al día siguiente, me llamó y me comentó que se sentía diferente, mucho
más tranquilo, incluso como si hubiera crecido, porque se sentía más
grande. Decía que había empezado a ver las cosas con menos dramatismo,
que ahora lo relativizaba todo, porque nada de eso era realmente grave,
ahora había tomado consciencia de su Luz, y del Amor Incondicional que
habita en él, por lo que el miedo no tenía sentido en su vida, incluso había
perdido completamente el miedo a la muerte y sin miedo tampoco es
necesario defenderse de nada, luego la ira tampoco tenía sentido en su vida.
CAPÍTULO 25
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
He reservado este capítulo para las cuestiones que me he ido formulando a
lo largo de varios años y las conclusiones a las que he ido llegando. Te
invito a que también tú te formules cada una de estas preguntas con una
actitud meditativa, concediéndote un tiempo considerable para responder.
Incluso, si te apetece, sería bueno que escribieras tus respuestas, porque hay
consideraciones internas que no se manifiestan cuando nos comunicamos
verbalmente.
Empezamos:
1) ¿Has pensado en algún momento que podías ser más feliz de lo que
eres?
Sí. Lo he pensado muchas veces. No es que me queje con lo que me ha
tocado vivir, pero siempre he oído que Dios creó un mundo perfecto y
yo quiero descubrir ese mundo, pues en este a veces se sufre bastante.
2) ¿Crees que puedes ser feliz al cien por cien todos los días a todas las
horas?
Sí, creo que puedo ser feliz las 24 horas del día y, de hecho, estoy en el
camino para conseguirlo. ¿Cómo? Intentando no quedarme enganchada
a nada que me perturbe -enfados, tristezas, juicios de valor…-, a nada
que me aleje de mi verdadera esencia.
3) ¿Consideras que el mundo puede mejorar?
Estoy totalmente segura, de hecho está mejorando. El ser humano está
evolucionando y el planeta con él. Estamos en un momento de cambio,
pasando de lo material a lo espiritual. Si todos nos proponemos cambiar
nuestra actual percepción del mundo por otra mucho más positiva,
cambiará sin lugar a dudas.
4) ¿Cuál es tu mejor herramienta para llegar a ser feliz?
Gracias a mi profesión de psicoterapeuta, cuento con varias
herramientas, pero la más poderosa con diferencia es el perdón hacia mí
misma y hacia los demás.
Algunas frases célebres
"La mayoría de la gente se muere sin haber vivido"
.
Madre Teresa de Calcuta
Y, por último, decirte que si a lo largo del camino has querido tirar la toalla,
créeme que te entiendo perfectamente. Durante un tiempo de mi vida perdí
la ilusión por todo, me sentí muy sola, y aunque mi parte espiritual gritaba
desde dentro que continuara adelante, mi cuerpo se sentía agotado.
Recuerdo perfectamente una noche en la que mi cuerpo se puso a temblar.
Sentía tanta energía en la cabeza que creí me iba a estallar. Pude percibir
claramente la voz de mi ego que me invitaba a abandonar este plano físico
diciéndome que lo que yo defiendo no tiene sentido, que la mayoría de las
personas no creen en el amor, lo que me dejaba en completa soledad.
Vinieron a mi mente todas las ocasiones en que me habían llamado ingenua
por confiar en la bondad natural del ser humano, las veces en las que la
actitud de algún ser querido me había decepcionado. Todo eso me hacía
sentir prisionera de mí misma, de mi mente. Necesitaba liberarme de todo
aquello, pero no sabía cómo. En ese instante había una pequeña voz interior
que me repetía: “Tú sabes que todo esto no es cierto. Aunque te duela, no
tires la toalla, sigue confiando en lo que siempre has creído, en que el amor
lo puede todo”.
Sabía que éramos mucho más que un cuerpo, que el dolor no existe, pero
cuando estamos encarnados todo parece tan real…
Estaba en la cama encogida, con una especie de temblor interior, mientras
en mi cabeza sentía una fuerte efervescencia. Notaba la necesidad de que
alguien me abrazara, porque me sentía sola ante tal conflicto interior, pero
no había nadie físico a mi lado. Sin embargo, no estaba sola realmente.
Empecé a pedir ayuda a Dios, o lo que es lo mismo, a la Conciencia del
Amor Incondicional y me llegaron las frases del H´Oponopono: “Lo siento
por todos estos pensamientos erróneos en mí, perdóname, gracias, te amo,
lo siento, perdóname, gracias, te amo”… La tempestad de mi cabeza
comenzó a amainar y no recuerdo más que al día siguiente desperté
totalmente calmada.
En casos como este, en que el ego te hace dudar, coge aire, lame tus heridas
por breve espacio de tiempo y ponte de inmediato manos a la obra para
cambiar el chip . Recuerda que mereces todo lo mejor. Tu estado natural es
ser feliz las 24 horas del día y los 365 días del año. No te conformes con
menos.
DISCULPAS
Antes de finalizar este libro quiero darte las gracias por llegar al final, a
pesar de que no hayas estado de acuerdo con algunas de las palabras
contenidas en él. También te pido disculpas si los términos que se han
utilizado en este libro no resuenan (no coinciden) contigo. Si sucede así,
sustituye Dios, Espíritu Santo o Hijo de Dios, por otros que te hagan sentir
bien: fuente, yo superior, Buda…
Quiero que sepas que sean cuales fueren tus creencias y estés de acuerdo o
no total o parcialmente con este libro, te amo incondicionalmente, porque
formas parte de mí al igual que yo formo parte de ti. Por muchas disputas
que puedan tener nuestros egos, nadie lo va a cambiar. Somos trozos de una
misma esencia, amor incondicional y luz.
Aun así perdóname si has podido percibir como hirientes algunas de las
frases contenidas en este libro. Cualquier camino lleva a Roma y el camino
que hayas emprendido será tan válido como el mío. Por ello y por tu
naturaleza divina, te respeto y te bendigo con todo mi amor. Confío
plenamente en que muy pronto nos miraremos y reconoceremos como lo
que somos: seres de luz.
Ha llegado el momento de despertar y de descubrir quién eres. ¿Te animas?
BIBLIOGRAFÍA
- Un Curso de Milagros
Varios autores
Foundation for inner peace, 2009