ELECTROTERAPIA

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Guía práctica de

electroterapia
funcional

Javier Castillo
Autor:
Javier Castillo
Índice

1. INTRODUCCIÓN............................................................. 7
2. CONCEPTOS BÁSICOS............................................ 9
3. TIPOS DE CORRIENTES ...................................... 29
4. INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES
DE LA ELECTROTERAPIA.................................... 47
5. APLICACIÓN DE ELECTROTERAPIA EN
LA PREVENCIÓN Y EL FORTALECIMIENTO
MUSCULAR..................................................................... 53
6. APLICACIÓN DE ELECTROTERAPIA EN
LA RECUPERACIÓN POST-ESFUERZO Y
DE LESIONES.............................................................. 135
7. ESTIRAMIENTOS GLOBALES........................ 157

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1. INTRODUCCIÓN

La electroterapia es una técnica muy


extendida en el mundo del deporte y de la
rehabilitación. La aplicación de corrientes
como complemento a un tratamiento anal-
gésico o de fortalecimiento, aumenta expo-
nencialmente los beneficios en el resultado
final.
Esta guía está basada en los últimos re-
sultados de importantes investigaciones,
y su comprensión permite una aplicación
directa para empezar a trabajar de forma
inmediata. Sin preámbulos ni rodeos inne-
cesarios. En ella se detalla de forma clara,
el tipo de corriente más efectiva, cómo va-
riar los parámetros más importantes, cómo
se colocan los electrodos y qué ejercicios

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podemos realizar para conseguir un for-
talecimiento muscular más intenso. Todo
complementado con una importante colec-
ción de fotografías que mejorarán su enten-
dimiento y aplicación.

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2. CONCEPTOS BÁSICOS

2.1. Electrodiagnóstico
Los principales parámetros que se utili-
zan para el electrodiagnóstico por estimu-
lación son: La curva I/t, reobase, cronaxia,
tiempo útil, curva a/t, cociente de acomoda-
ción y el test de excitabilidad farádica. A con-
tinuación explicaremos los más frecuentes.
 Curva I/t: Este parámetro nos permite
analizar la intensidad y el tiempo que
necesitamos para producir una respues-
ta muscular con un impulso rectangular
unidireccional. Al aplicar corriente eléc-
trica en un músculo sano, su contracción
es producida por la estimulación de los

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axones, en cambio, en el músculo dener-


vado es necesario estimular directamen-
te el sarcolema, ya que los axones han
degenerado o desaparecido. Cuando la
curva I/t se desplaza hacia arriba y a la
derecha nos indica valores elevados de
carga eléctrica, por tanto nos está indi-
cando el porcentaje de fibras musculares
denervadas. A mayor denervación mayor
debe ser la carga eléctrica para estimu-
lar un músculo y mayor será el despla-
zamiento de la curva hacia arriba y a la
derecha, a medida que las fibras muscu-
lares recobren la inervación, la curva irá
desplazándose a la izquierda.
Existen tres parámetros característi-
cos de la curva I/t: Reobase, cronaxia y
tiempo útil.
–– Reobase: Es la intensidad mínima ne-
cesaria que aplicada a un tejido du-
rante un intervalo infinito de tiempo
permite una respuesta excitativa. La

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Guía práctica de electroterapia funcional

reobase es por tanto la intensidad


mínima capaz de producir un po-
tencial de acción y, la cronaxia es el
tiempo necesario para que una inten-
sidad doble de la reobase produzca
efecto. Para averiguar la reobase y
la cronaxia suelen emplearse pulsos
rectangulares unidireccionales de 1s
de intervalo. Por otra parte, denomi-
namos reobase del tiempo al tiempo
de excitación mínimo necesario para
provocar la excitación de una neuro-
na. Siendo prácticos, la reobase cons-
tituye la corriente eléctrica mínima
requerida para que el músculo se
contraiga, aunque la reobase carece
de valor diagnóstico fiable y es solo
un dato de referencia para obtener la
cronaxia.
–– Cronaxia: Es la duración mínima ne-
cesaria de un impulso para producir
una excitación o respuesta del mús-

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Valores de la cronaxia
Inervación Valores
Músculo sano 0,10-0,70 ms
Denervación parcial débil 1-3 ms
Denervación parcial grave 6-30 ms
Denervación total > 30 ms

culo con una corriente de intensidad


que sea el doble de la reobase. La
cronaxia, sería por tanto, la intensi-
dad doble de la reobase. La cronaxia
se utiliza como dato cuantitativo de
diagnóstico. En un músculo normal-
mente inervado la cronaxia siem-
pre será inferior a 1ms (entre 0,10 y
0,70 ms). Cuando los valores oscilan
entre 1 y 3 ms nos indican una dener-
vación parcial con afectación débil.
Los valores que oscilan entre 3 y 6ms
nos indicarían una denervación par-
cial con afectación moderada y los va-
lores entre 6 y 30ms indicarán dener-
vación parcial con afectación grave. Si

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los valores son superiores a 30 ms es-


taremos ante una denervación total.
Cuando queremos estimular eléc-
tricamente un músculo totalmente
denervado, el valor de la cronaxia nos
permitirá determinar la duración del
impulso eléctrico y así, realizar esti-
mulaciones más confortables para el
paciente. Por lo tanto, su cálculo nos
permitirá personalizar la electroesti-
mulación muscular.
Por otra parte, se ha demostrado
que para reducir la energía eléctrica
al mínimo en la piel y los tejidos, la du-
ración de un impulso rectangular de-
berá, ser igual a la cronaxia de la es-
tructura nerviosa que se va a excitar.
–– Tiempo útil: Es la duración mínima
de un impulso rectangular unidirec-
cional de intensidad reobásica capaz
de producir respuesta. Al disminuir
el tiempo útil debemos aumentar la

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intensidad del impulso para obtener


una respuesta muscular.
 Curva A/t: Mientras la curva I/t nos per-
mitía analizar el tiempo y la intensidad
necesaria para producir una respuesta
muscular, la curva A/t (acomodación/
tiempo) nos permite determinar la dura-
ción del impulso exponencial más eficaz
para el tratamiento de la denervación
mediante impulsos triangulares. Esta
curva es complementaria a la I/t, aunque
la medida de la acomodación solo es útil
cuando los tiempos son largos ya que, en
los tiempos cortos ambas curvas se su-
perponen.
Dicho de forma más práctica, nos
permite calcular el umbral de acomoda-
ción (Umbral galvanotétano-UGT). Este
umbral es la intensidad mínima nece-
saria para que un impulso triangular de
1000ms provoque una contracción. Este
dato nos será fundamental para calcular

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Guía práctica de electroterapia funcional

a su vez, el índice o cociente de acomo-


dación.
El índice o cociente de acomodación
se determina dividiendo el umbral galva-
notétano (UGT) por la reobase. Este co-
ciente nos indica de forma cuantitativa la
capacidad de acomodación:
–– Valores inferiores a 2 nos indica una
pérdida severa de la acomodación.
–– Valores situados entre 2 y 3 nos indi-
can una pérdida parcial de la acomo-
dación.
–– Valores entre 3 y 7 nos indican una
acomodación normal.
–– Valores mayores que 7 indican hiper-
sensibilidad a la acomodación.
Por índice o cociente de acomodación
nos referimos a la adaptación de un ner-
vio al paso de una corriente de intensi-
dad constante. En este caso, el tejido ele-
va lentamente el potencial de membrana

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hasta tal punto que deja de generarse el


potencial de acción. El potencial que tiene
la membrana de una célula en concreto
es superior al estímulo eléctrico que re-
cibe, por lo que este estímulo no es capaz
de despolarizar la membrana. Este fenó-
meno fisiológico lo presentan todos los
tejidos excitables. El cociente de acomo-
dación se basa en las diferencias que existen
entre la fibra nerviosa y la fibra muscular.
Por el contrario cuando una célula recibe
un estímulo capaz de superar el valor del
potencial de la membrana (−90 mv), esta
cambia su polaridad produciéndose una
despolarización (la célula abre sus ca-
nales y el valor del potencial de la mem-
brana cambia rápidamente de negativo
a positivo debido a la entrada de iones
positivos). Si esta despolarización supe-
ra cierto umbral (−55 mv) se genera un
potencial de acción. Cuando el potencial
de membrana de una célula excitable se

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Guía práctica de electroterapia funcional

despolariza más allá de un cierto umbral


(el valor pasa de −90 mv a −50 mv debido
a la entrada de iones positivos) la célula
dispara un potencial de acción. Con el fe-
nómeno de acomodación, este fenómeno
no sucede.
¿Pero por qué es importante que se
produzcan los potenciales de acción? Un
potencial de acción es un impulso eléctri-
co que sirve para llevar información de
unos tejidos a otros en nuestro cuerpo,
lo que los convierte en esenciales para la
vida. Para ello, como hemos dicho antes,
es necesario que el impulso eléctrico que
llega a la membrana de la célula sea ca-
paz de superar el potencial de la propia
membrana para despolarizarla y así ge-
nerar un potencial de acción.
 Potencial de membrana: Es la diferencia
eléctrica entre el interior y el exterior
de la célula. El potencial de membrana
en reposo de las fibras nerviosas es de

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−90 mv a −60 mv, se dice que la célula


está polarizada. Es decir, con mayor nú-
mero de cargas positivas fuera y mayor
número de cargas negativas dentro. El
potencial de acción se genera cuando es-
ta célula recibe un estímulo eléctrico que
hace que la célula abra sus canales per-
mitiendo la entrada de cargas positivas y
volviendo positivo el interior de la célula,
de −90 mv a −55 mv.
 Periodo refractario: Es el intervalo du-
rante el cual es imposible desencadenar
un segundo potencial de acción en una
célula excitable.

2.2. Parámetros de la corriente


Las corrientes que se utilizan en elec-
troterapia pueden ser de diferentes tipos
según la forma del pulso (rectangular, trian-
gular, sinusoidal…), si las analizamos más
detenidamente veremos que existen diver-
sos parámetros que podemos modificar pa-

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Guía práctica de electroterapia funcional

ra ajustar la corriente a nuestras necesida-


des. Normalmente podemos variar cuatro
parámetros básicos:
 Forma: Las más utilizadas son las cua-
drangulares o rectangulares (de bajada y
subida brusca) y triangulares (de subida
progresiva con bajada brusca).
 Energía o intensidad: Es el flujo de carga
eléctrica por unidad de tiempo que re-
corre un material y se corresponde con
la amplitud de la corriente. Su unidad
de medida en el miliamperio (mA). Bá-
sicamente es la subida vertical o altura
máxima del pulso. Cuando buscamos un
efecto excitomotor la dosificación se basa
en la respuesta motora observada. La re-
ferencia de intensidad pasa a un segundo
plano, mientras que cuando buscamos un
efecto analgésico, la dosificación se basa
en la respuesta sensitiva del paciente. En
muchas ocasiones debemos evitar la res-
puesta motora y no sobrepasar el límite

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teórico del componente galvánico. La re-


ferencia de intensidad pasa a un segundo
plano. Por otro lado, cuanto mayor es la
intensidad, mayor es la fuerza desarro-
llada y el número de fibras reclutadas, de
ahí la importancia de utilizar una inten-
sidad máxima cuando entrenamos con
electroestimulación, para que trabaje la
mayor cantidad posible de fibras.
 Tiempo de pulso o anchura (manteni-
miento): Se corresponde con el tiempo
de mantenimiento de la corriente y es el
tiempo que dura el flujo de corriente en
cada pulso. Se mide en milisegundos (ms)
y suele variar entre 0,05 y 1000 ms. Bási-
camente es la línea horizontal que dibuja
la corriente. Para calcular el tiempo de
impulso debemos sumar el tiempo de la
rampa de subida, el tiempo de pulso o an-
chura y el tiempo de la rampa de bajada.
La adecuada selección de la forma,
intensidad y duración de los pulsos, nos

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Guía práctica de electroterapia funcional

permitirá ajustar la corriente a la nor-


malidad o patología neuromuscular ya
que, las respuestas serán diferentes. Las
curvas I/t y a/t nos informan del estado y
los mejores parámetros de tiempo, forma
e intensidad de los pulsos a utilizar en los
tratamientos y nos ayudarán a diseñar las
corrientes más indicadas para cada caso.
 Frecuencia (Hz): Es el número de veces
que se repite un suceso o fenómeno en
un tiempo determinado. En este caso
se corresponde con la cantidad de Hz o
pulsos por unidad de tiempo. De forma
práctica, conforme se aumenta la fre-
cuencia, las contracciones son cada vez
más rápidas con un menor periodo de
relajación. Si continuamos incrementan-
do la frecuencia, llega un determinado
momento en el que la velocidad en el que
se encadenan los estímulos impide que
haya relajación muscular y las respues-
tas musculares, antes individualizadas,

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parecerán ahora como continuas, deno-


minándose contracciones tetánicas. La
tensión desarrollada durante una con-
tracción tetánica es, aproximadamente,
cuatro veces superior a la de una con-
tracción simple individual. Cuanta más
alta sea la frecuencia, mayor será la fuer-
za y la potencia. Por esto mismo, un pro-
grama destinado a desarrollar la fuerza
explosiva necesitará una mayor frecuen-
cia que otro programa destinado a desa-
rrollar la resistencia aeróbica.
Cuando ajustamos estos cuatro pará-
metros (forma, intensidad, anchura y fre-
cuencia) la corriente queda definida en
grupos o trenes. Un tren es una sucesión
de paquetes o grupos de impulsos. Estos
paquetes tienen su propia pendiente de
ascenso y de descenso, tiempo de man-
tenimiento, duración y tiempo de pausa
entre paquetes.
Como norma, debemos tener siempre
presente que la mejor forma de aplicar

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Guía práctica de electroterapia funcional

la corriente es la que nos permita conse-


guir una mayor estimulación utilizando
la menor energía eléctrica posible es de-
cir, utilizando el menor tiempo e inten-
sidad posibles. Esto evitará molestias
innecesarias.
Según la polaridad y fase de la corriente
podemos clasificarlas en:
 Monofásicas o polares: Son todas las co-
rrientes que cuentan con una sola fase,
aunque también pueden ser considera-
das como polares las corrientes bifásicas
asimétricas si no están compensadas.
Es importante señalar que electrodo
considerado como activo es el negati-
vo (generalmente de color negro). Los
electrones se dirigen desde el electrodo
negativo hacia el electrodo positivo que
generalmente se representa de color
rojo, por lo que es importante orientar
correctamente los electrodos a la hora
de aplicarlos. El electrodo positivo es

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denominado ánodo, porque es capaz de


atraer las cargas negativas (aniones), y
el electrodo negativo se denomina cáto-
do porque es capaz de atraer las cargas
positivas o cationes.
 Bifásicas o apolares: Son todas las co-
rrientes alternas o bifásicas simétricas,
cuyas fases son de similar magnitud. Esto
quiere decir que la resultante de dichas
fases se anula resultando 0 como valor.
En las corrientes apolares, como las
fases alternas son similares, cada uno
de los electrodos se comporta, a la vez,
como negativo y positivo, ya que el sen-
tido de la corriente y la polaridad varían
continuamente en cada uno de los elec-
trodos, por ello, en este caso no importa
cuál se coloque en un lugar u otro.
–– Corrientes bifásicas simétricas: La car-
ga eléctrica de la fase positiva se anula
con la carga eléctrica de la fase nega-
tiva. Lo que anula el efecto galvánico.

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Guía práctica de electroterapia funcional

–– Corrientes bifásicas asimétricas: La


carga eléctrica entre la fase positiva
y negativa es distinta por lo que un
electrodo domina sobre otro, pudien-
do generarse un efecto galvánico.

A la hora de emplear corrientes ex-


citomotoras o antiálgicas, debemos te-
ner claro que la fase positiva hay que
compensarla con otra fase negativa de
iguales características para no generar
una polarización. Si las corrientes no es-
tán compensadas corremos el riesgo de
producir quemaduras e ionización en
personas portadoras de material de os-
teosíntesis. Para evitar que esto suceda,
debemos compensar el impulso, es decir,
hay que enviar un impulso negativo del
mismo valor que el positivo, así, el valor
de ambas fases será 0 y por lo tanto, nulo.
Se ha demostrado que la fuerza de con-
tracción muscular es más grande cuando
la corriente del impulso está compensa-

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Javier Castillo

da por una onda rectangular que cuando


está compensada por cualquier otro tipo
de onda. Esto quiere decir, que a la hora
de compensar la fase positiva con otra
negativa, la mejor opción es la corriente
rectangular. Este tipo de corriente nos
permitirá además obtener una mayor
eficacia, es decir, reclutaremos una ma-
yor cantidad de fibras musculares para
una misma intensidad. Es importante
recalcar que siempre que utilicemos co-
rrientes asimétricas, estas deben estar
siempre perfectamente compensadas
para evitar efectos polares.

2.3. Colocación de los


electrodos
Los electrodos pueden aplicarse direc-
tamente sobre puntos los puntos dolorosos
o en el recorrido de troncos nerviosos. Se-
gún la técnica que utilicemos, la podemos
clasificar en:

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Guía práctica de electroterapia funcional

 Coplanar: Cuando colocamos los electro-


dos en el mismo plano. El punto doloroso
debe encontrarse entre ambos electro-
dos.
 Transregional: Cuando colocamos los
electrodos uno frente al otro abarcando
transversalmente una región, como por
ejemplo en la epicondilitis.
 Longitudinal: Cuando colocamos los
electrodos longitudinalmente.
 Segmentaria: En este caso, los electrodos
se colocan sobre el dermatoma en el que
se encuentra el dolor, el ánodo (+) lo co-
locaremos en el origen del dermatoma
junto a la columna vertebral y el cátodo
(−) en dirección caudal en relación a la
zona del dolor.
 Bipolar:
Los electrodos se colocan en la
misma estructura anatómica.
 Monopolar: Cuando solo colocamos un
electrodo activo en una zona concreta,
como por ejemplo un punto gatillo. En

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este caso, si queremos provocar un efecto


relajante ubicaremos el ánodo (+) sobre
el punto de dolor, y en caso de querer es-
timular la zona aplicaremos el cátodo (−).
Al colocar los electrodos muy juntos ha-
remos que la estimulación sea más super-
ficial que cuando los electrodos están más
separados. Por otro lado, cuanta mayor su-
perficie o más grande sea un electrodo me-
nor densidad de corriente y menor capa-
cidad para producir la despolarización del
nervio tendrá. Por tanto, un electrodo será
más activo si disminuimos su superficie y lo
situamos lo más próximo posible al nervio
o al punto motor. El electrodo indiferente,
deberá ser lo más grande posible para dis-
minuir la densidad de corriente sobre los
tejidos vecinos.

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3. TIPOS DE CORRIENTES

Existen gran multitud de corrientes y de


clasificaciones, no es nuestro objetivo co-
mentarlas todas, por eso nos centraremos
en detallar las corrientes que emplearemos
en esta guía y que suelen usarse más fre-
cuentemente. También es importante decir
que dependiendo de los parámetros, una
misma corriente puede actuar como anal-
gésica o excitomotora.

3.1. Corrientes con efecto


analgésico
 Diadinámicas (sinusoidal unidireccional
bifásica rectificada BF): Estas corrientes
fueron creadas por el Dr. Bernard para
evitar la acomodación que producían

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otras corrientes como las de Trabert. Se


trata por lo tanto de una combinación de
corrientes de baja frecuencia sinusoida-
les, interrumpidas y moduladas con una
base galvánica. Su frecuencia de 100 Hz
y los impulsos se siguen unos a otros sin
interrupciones.
Tiene un excelente efecto analgésico y
espasmolítico. Se utiliza en aplicaciones
cortas, ya que el no estar moduladas tie-
nen un elevado componente de acomo-
dación. Actúa principalmente sobre el
sistema nervioso autónomo, provocando
sedación  del simpático. Esta modulación
se emplea en tratamientos para disfun-
ciones neurovegetativas, problemas es-
pasmódicos de la circulación y dolores
de origen simpático.
 Diadinámicas (sinusoidal unidireccional
corto periodo (CP) y largo periodo (LP)):
–– LP:Tienen un efecto analgésico y es-
pasmolítico más intenso y duradero

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Guía práctica de electroterapia funcional

que el de las corrientes bifásicas.  En


la práctica, y debido a la eficacia que
ha demostrado en el tratamiento de
afecciones crónicas, se recomienda
aplicar corrientes de curvas CP y LP
en sesiones alternas para evitar un
efecto de acomodación.
–– CP: Poseen también un excelente
efecto analgésico en dolores cróni-
cos. El fuerte efecto estimulante que
produce sobre la circulación sanguí-
nea, las convierte en la corriente más
indicada para la reabsorción de ede-
mas y hematomas. El tiempo máximo
sugerido es de unos 10-15 minutos
por sesión.
Las corrientes LP y CP tienen un efec-
to analgésico y reabsorción de edemas
postraumáticos, neuralgias, ciática, ra-
diculopatías, problemas atónicos de cir-
culación y síndrome de postrombosis,
venas varicosas.

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Javier Castillo

Efectos e indicaciones de las corrientes


diadinámicas
Corriente Efectos
Analgésico, antiespasmódico y
Bifásica BF
espasmolíticos
Corto periodo CP Analgésico y antiedematoso
Largo periodo LP Analgésico y espasmolítico
Analgésico, excitomotor,
Monofásica
estimulante y tonificante.

 Trabert (unidireccional rectangular): Se


trata de una corriente galvánica inte-
rrumpida cada 5 ms con un estímulo rec-
tangular de 2 ms y una frecuencia resul-
tante de 142 Hz, por lo tanto, se trata de
una corriente adecuada para estimular
fibras de contracción rápida. Principal-
mente tienen un efecto analgésico inten-
so, dinamogénico (por sus contracciones
musculares fugaces) e hiperhemiante
(bajo el electrodo negativo sobre todo).
El polo negativo favorece el trofismo,
mientras que el polo positivo reduce la

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Guía práctica de electroterapia funcional

actividad metabólica y la hiperexcita-


bilidad de las terminaciones nerviosas
que generan el dolor. Con la aplicación
de estas corrientes conseguimos rela-
jar la musculatura, aliviar la tensión de
las inserciones tendinosas, aumentar la
elasticidad del tejido conjuntivo y me-
jorar la fluidez del ambiente intersticial
por calor o movilidad. Al aplicar esta co-
rriente debemos intentar mantener una
intensidad que no provoque contraccio-
nes fuertes.
 TENS: La estimulación eléctrica trans-
cutánea nerviosa actúa a nivel central
desencadenando la activación de los sis-
temas analgésicos descendentes inhibi-
torios, mediante la estimulación de las
fibras nerviosas gruesas de conducción
rápida. Lo más habitual es usar una co-
rriente bifásica rectangular asimétrica
compensada. Su objetivo principal es
la disminución del dolor. La frecuencia

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Javier Castillo

de aplicación oscila entre 1-200 Hz. Su


efectividad está actualmente siendo ob-
jeto de estudio. Una serie de revisiones
sistemáticas han confirmado su eficacia
en el dolor posoperatorio, la artrosis y el
dolor músculoesquelético crónico. Por el
contrario, otros resultados no muestran
un beneficio clínicamente significativo
en el tratamiento de ciertas patologías.
Recientes estudios sugieren que es nece-
saria una adecuada intensidad de uso en
la estimulación para obtener la analgesia
con TENS afirmando, que las frecuencias
entre 50 y 100 Hz son las más eficaces en
el tratamiento del dolor. La duración del
impulso debe ser breve, entre 60-150 ms
(nunca superior a 200 ms), para conse-
guir estimular las fibras nerviosas grue-
sas aferentes. La aplicación de TENS con
alta frecuencia y baja amplitud anula el
efecto de acomodación del tejido, obte-
niendo una mayor duración de la eficacia
en su aplicación.

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Guía práctica de electroterapia funcional

Existen diversas formas de aplicación,


siendo las más frecuentes:
–– TENS convencional: Es el TENS de alta
frecuencia y baja amplitud. Está indi-
cado para la disminución del dolor,
proporcionando analgesia de corta
duración. Se recomienda como fre-
cuencia de partida 80 Hz, situándose
entre 60 y 110 Hz las frecuencias más
efectivas y como fase de 60 a 150 ms.
La amplitud debe ajustarse hasta un
nivel intenso pero agradable, sin que
cause molestia.
–– TENS por ráfagas (burst o trenes de
onda): Es el TENS de baja frecuencia
y amplitud alta. Sus efectos son más
a largo plazo que el TENS convencio-
nal, proporcionando de 6 a 8 horas
de alivio después de una aplicación
de 30´. Se emplea si el TENS conven-
cional no surte efecto. Presentan una
frecuencia de 1 a 5 Hz, con trenes de

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Javier Castillo

onda con una frecuencia interna de


100 Hz.
–– TENS tipo acupuntura: Al igual que
en el caso anterior, presenta una fre-
cuencia baja e intensidades altas. Su
frecuencia es de 1 a 4 Hz y la duración
del estímulo oscila de 200 a 300 ms.
Esta modalidad nos da la posibilidad
de colocar los electrodos sobre el
miotoma relacionado con la zona de
dolor. La intensidad, en ningún mo-
mento deberá sobrepasar el umbral
o límite de tolerancia del paciente. Su
aplicación está indicada en períodos
cortos de aplicación. Se utiliza para el
tratamiento del dolor profundo cró-
nico y para el agudo que no responde
a estimulación convencional.
–– TENS por trenes de impulsos: Presen-
ta una frecuencia baja y amplitud
alta. Este método de estimulación
se suele aplicar para el tratamiento

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Corrientes tipo TENS
Frecuencia Fase o pulso Duración Indicaciones
Disminución del
Convencional 60-110 Hz (80 Hz) 60-150 ms 20-25´ dolor y analgesia
de corta duración.
Analgesia de
Burst 70-100 Hz 50-100 ms 30-40´
larga duración

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Dolor profundo
crónico y agudo
Acupuntura 1-4 Hz 200-300 ms 20-30´ que no responde
al TENS
convencional.
Trenes de Dolor crónico o
Guía práctica de electroterapia funcional

1-5 Hz 150-250 ms 25-35´


impulso miofascial.
Javier Castillo

de los dolores crónicos, tratar zonas


dolorosas de situación profunda (do-
lor miofascial) o también cuando la
TENS convencional no surte efecto.
Para su aplicación debe seleccionar-
se una duración de fase entre 150 ms
a 250 ms y una frecuencia de tren
entre 1-5 Hz. La amplitud tiene que
ser elevada para que produzca con-
tracciones fuertes y visibles en los
músculos con inervación correspon-
diente a la zona dolorosa. Los efec-
tos analgésicos no suelen aparecer
hasta pasados 25 y 35 minutos, pero
el efecto analgésico es más duradero
que en el TENS convencional. Para su
correcta aplicación, la amplitud se su-
birá lentamente hasta que aparezcan
contracciones intensas, pero no incó-
modas. La duración de la aplicación
variará entre 30-60 minutos. No se
debe aplicar sesiones de tratamiento
de más de 60 minutos continuadas, a

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Guía práctica de electroterapia funcional

causa del riesgo de cansancio en los


músculos excitados y del dolor que se
produce por las contracciones mus-
culares persistentes. Los electrodos
se colocan sobre los nervios que iner-
van los músculos en cuestión, o en los
puntos motores (localizados normal-
mente a un tercio del vientre muscu-
lar en posición proximal).

 Interferenciales (interferencial bipolar


modulada en amplitud): Se trata de un
sistema formado por 2 corrientes modu-
las y alternas de media frecuencia que se
entrecruzan en el interior del organismo,
originando una corriente de entre 0 y
250 Hz generalmente. Se trata por lo tan-
to de la superposición de una corriente
alterna sobre otra. Nemec, basándose en
los trabajos de D´Ansorval con corrientes
de 4000 Hz, montó un sistema de dos co-
rrientes una con frecuencia de 4000 Hz
(corriente fija o portadora) y otra varia-

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ble o modulada de 4100-4250 Hz, que


al interferir entre ellas lograban la ac-
ción de una corriente de 100-250 Hz en
el interior del cuerpo. De este modo se
consigue un efecto en profundidad muy
importante, sin provocar molestias cu-
táneas. Actualmente, en los aparatos de
última generación se han ampliado los
límites de frecuencia de modulación has-
ta los 300-500 Hz, así como la corriente
portadora, regulable en estos casos en-
tre 2000 y 10.000 Hz. Estas corrientes
no tienen componen galvánico, por lo
que no existe riesgo de quemaduras y
además pueden utilizarse con material
de osteosíntesis. Existen dos métodos de
aplicación:
–– Bipolar: La corriente interfiere dentro
del equipo (por lo que ya está modu-
lada cuando penetra en la piel) origi-
nando una corriente donde la profun-
didad de la modulación es del 100%

40
Guía práctica de electroterapia funcional

en toda dirección, siendo mayor en la


línea que une a los electrodos. Es el
método más fácil de aplicación.

–– Tetrapolar: Se utilizan cuatro polos y


dos corrientes alternas moduladas de
media frecuencia que interfieren en
el interior del organismo. La máxima
interferencia se consigue al colocar
los electrodos de forma perpendi-
cular. Con este método la tolerancia
cutánea es mejor, y se pueden tratar
zonas más amplias.
Estas corrientes, por su efecto analgé-
sico y antiinflamatorio, están indicadas
en el dolor de origen muscular y para de-
rrames y edemas. También estimulan la
circulación, normalizan el balance neu-
rovegetativo y regulan la función de los
órganos internos. La intensidad se mide
por la sensación del paciente. General-
mente se utiliza un nivel de sensación
fuerte para procesos agudos y sensación

41
Javier Castillo

normal para casos crónicos. La duración


de la sesión es de 15-20 minutos.

3.2. Corrientes excitomotoras


 Diadinámicas (sinusoidal unidireccio-
nal monofásica rectificada-MF): Esta co-
rriente tiene un gran efecto excitomotor
y estimulante sobre el tejido muscular,
también estimula directamente la cir-
culación, lo que puede tener un efecto
beneficioso en las áreas poco vasculari-
zadas. Su frecuencia es de 50 Hz y la du-
ración del impulso es igual a la duración
del intervalo entre impulsos. Los pará-
metros son fijos, por lo que suelen venir
preestablecidos de fábrica.
 EMS-EENM (Electroestimulación neuro-
muscular): Se conoce como EMS o EENM
a la corriente capaz de producir una es-
timulación neuromuscular eléctrica. La
corriente más utilizada, y que ha demos-
trado su efectividad en diversos estudios

42
Guía práctica de electroterapia funcional

(junto con las corrientes de Kotz), es la


corriente bifásica o alterna variable de
impulsos rectangulares interrumpidos
no modulados. Esta corriente parece ser
la más indicada cuando buscamos un
mayor confort del paciente. La electroes-
timulación neuromuscular, tiene por ob-
jeto provocar una serie de potenciales
de acción capaces de alterar el potencial
de reposo de las células neuromuscula-
res. Para esto se requiere la aplicación
de más energía que cuando buscamos un
efecto analgésico, por lo que el ancho de
los pulsos adquiere una mayor impor-
tancia (se requieren valores más eleva-
dos y márgenes para su selección más
ajustados).
Al iniciar un programa de rehabilita-
ción que incluya estas corrientes, debe-
remos hacerlo siempre de forma muy
controlada y progresiva. Se han descri-
to casos de rabdomiólisis tras el uso de

43
Javier Castillo

electroestimulación. La rabdomiólisis
es la descomposición del tejido muscular
que ocasiona la liberación de los conteni-
dos de las fibras musculares en la sangre.
Estas sustancias son dañinas para el ri-
ñón y con frecuencia causan daño renal.
Esto nos avisa de la extrema peligrosidad
que puede tener una mala aplicación de
la electroterapia. Es importante repetir
que las primeras sesiones de corrientes
excitomotoras han de ser progresivas.
 Kotz: Estas corrientes están basadas en
el mismo sistema que las interferencia-
les. La frecuencia portadora oscila entre
los 2500-4000 Hz y los impulsos son más
cortos y de tipo rectangular para permitir
un reposo que respete el período refrac-
tario. Su origen surgió por la necesidad
de buscar unas corrientes para el máxi-
mo fortalecimiento muscular deportivo
pero evitando los efectos nocivos de la
aplicación de corrientes a una gran ener-

44
Guía práctica de electroterapia funcional

gía. Por ello, se pensó en las corrientes


de media frecuencia moduladas. Estas
corrientes tienen la propiedad de anular
el efecto galvánico, alcanzar profundida-
des importantes, permitir la aplicación
de grandes electrodos que abarquen una
mayor masa muscular y, molestar poco al
paciente.
Su aplicación debe ser simultánea a
un trabajo activo máximo o submáximo
del deportista y, el conocimiento de la
técnica debe ser especialmente cuida-
doso y detallado. Es un entrenamiento
complejo que puede desencadenar im-
portantes lesiones.
 Farádicas (exponenciales unidirecciona-
les): Se trata de una corriente asimétrica
interrumpida en la que se emplean tre-
nes rectangulares (anteriormente tam-
bién se usaban trenes triangulares) y cu-
ya frecuencia oscila entre los 10-200 Hz
(el músculo estriado normal necesita

45
Javier Castillo

10 Hz para mantener su contracción sin


interrupciones). Su aplicación permite
estimular tanto los nervios sensoriales
como los nervios motores por lo que es
considerada como una de las corrientes
más importantes por su efecto sobre la
contracción muscular. Su uso es muy am-
plio y suelen estar indicadas en atrofias
por inmovilización o para aumentar la
potencia y el trofismo muscular. Por el
contrario, están fuertemente contraindi-
cadas en las parálisis espásticas. De for-
ma práctica, la faradización nos permite
evaluar el grado de reacción en la dege-
neración del tejido nervioso de un mús-
culo después de una lesión.

46
4. INDICACIONES Y
CONTRAINDICACIONES
DE LA ELECTROTERAPIA

Hoy en día, las aplicaciones de la elec-


troterapia son tan amplias que es difícil
concretar este tema. Las indicaciones y las
contraindicaciones vendrán determinadas
principalmente por el tipo de corriente em-
pleada. A modo general, a continuación se
recopilan una serie de indicaciones y con-
traindicaciones que pueden ser aplicadas
a la mayoría de corrientes existentes. Esto
no quita para que siempre antes de aplicar
cualquier tipo de corriente nos informemos
previamente sobre sus características con-
cretas.

47
Javier Castillo

Indicaciones

 Dolor de origen articular y muscular de


causa traumática, degenerativa o reu-
mática como artrosis, artritis, síndro-
me miofascial, contracturas y espasmos
musculares.
 Dolor de origen nervioso como radiculo-
patías, polineuropatías sensitivas y neu-
ritis.
 Algias vertebrales como la cervicalgia o
la lumbalgia y, alteraciones interverte-
brales como prolapsos o hernias discales.
 Cuadros crónicos y dolorosos donde esté
limitada la práctica de ejercicio físico.
 Programas de reeducación y potencia-
ción muscular (corrientes excitomoto-
ras).

Contraindicaciones

 Pacientes portadores de marcapasos o


aparatos controlados por telemetrías.

48
Guía práctica de electroterapia funcional

 En zonas de hipersensibilidad cutánea o


pacientes con alteración de la sensibili-
dad, quemaduras o en zonas de aneste-
sia.
 Tromboflebitis aguda.
 En mujeres embarazadas o que crean
que pudieran estarlo.
 En áreas de hematomas o heridas y lesio-
nes recientes.
 Procesos oncológicos.
 Pacientescon enfermedades crónicas
descompensadas.
 Pacientes con fiebre o infección aguda.
 Pacientes con enfermedad mental como
la epilepsia.
 Hematomas o heridas recientes.
 La aplicación directa sobre glándulas en-
docrinas o en la región craneal en epilép-
ticos.
 Endoprótesis-osteosíntesis: La aplica-
ción de corrientes polarizadas pueden

49
Javier Castillo

causar una quemadura química y resor-


ción ósea.
 Patologías en estadio terminal.
 Mujeres portadoras de DIU´s.
 Niños en crecimiento.
 Fragilidad vascular.
 Diabetes.

Factores a tener en cuenta previos a la


aplicación de electroterapia

Es posible que ciertas personas se mues-


tren reacias a la aplicación de electricidad
directamente sobre su cuerpo, por ello es
importante dedicar unos minutos a infor-
mar a nuestro paciente. Deberemos ase-
gurarnos de que nos entiende y de que no
presenta alteraciones psicológicas que di-
ficulten la interpretación y su cooperación.
Principalmente, nos aseguraremos de:
 Colocar a nuestro paciente en una po-
sición cómoda con el objetivo de que se

50
Guía práctica de electroterapia funcional

relaje o pueda realizar las acciones que


le pedimos correctamente.

 En las primeras sesiones, es recomenda-


ble regular la intensidad por debajo del
nivel de tolerancia.

 Las corrientes nunca deben ser moles-


tas. La intensidad adecuada es la máxima
soportable sin llegar a molestar o doler.

 Cada cierto tiempo, y debido al fenóme-


no de acomodación, aumentaremos la in-
tensidad progresivamente hasta el nivel
máximo tolerable.

51
5. APLICACIÓN DE
ELECTROTERAPIA EN
LA PREVENCIÓN Y EL
FORTALECIMIENTO
MUSCULAR

Diversas investigaciones demuestran


que la onda rectangular bifásica simétrica
es, claramente, la forma de impulso capaz
de aportar una mayor cantidad de cargas
con el mínimo de intensidad. De ahí que
en la parte práctica de esta guía utilicemos
este tipo de corrientes (rectangulares y de
Kotz) como las más indicadas para el forta-
lecimiento muscular. Se ha observado una
mayor producción de fuerza cuando se apli-
can corrientes bifásicas rectangulares simé-

53
Javier Castillo

tricas a 40-70 Hz o de Kotz a 2500 Hz, junto


con una percepción subjetiva del 60-87%
de la contracción máxima voluntaria. En es-
te caso la duración del impulso fue de 200 a
300 ms y la relación del estímulo-reposo de
1:5 (5 segundos de descanso por cada se-
gundo de contracción), por ser más efecti-
va y producir menos fatiga. Es necesario en
todo caso, acompañar el estímulo eléctrico
con una contracción muscular voluntaria.
En general, las corrientes y parámetros más
efectivos son aquellos que producen la ma-
yor contracción muscular con la menor fati-
ga y molestia posible.
Un concepto importante a la hora de
aplicar corrientes de este tipo es la tetani-
zación. La tetanización es la contracción
repetida de un músculo a una frecuencia,
por encima de la frecuencia de la fusión te-
tánica, debida a la estimulación del propio
músculo o del nervio correspondiente, no
permitiendo la relajación entre las distintas

54
Guía práctica de electroterapia funcional

contracciones, pudiendo provocar espas-


mos musculares (tetania).

5.1. Musculatura tónica y fásica


Los músculos están formados por dos
tipos de fibras: Las fibras musculares tipo
I (estáticas o tónicas), denominadas rojas
o de contracción lenta y las fibras muscula-
res tipo II (dinámicas o fásicas), llamadas
también blancas o de contracción rápida.
Este concepto será fundamental para com-
prender qué es un músculo estático y qué
es músculo dinámico.
Las fibras tipo I, rojas o de contracción
lenta, se caracterizan por su elevada can-
tidad de mioglobina, de mitocondrias y de
gotas lipídicas. Esto quiere decir que están
especialmente diseñadas para la resisten-
cia. Son fibras que no se fatigan fácilmen-
te. Se denominan rojas por la cantidad de
mioglobina que les confiere ese color rojizo.

55
Javier Castillo

En este grupo podríamos incluir la muscu-


latura tónica o estática. Esta musculatura es
principalmente antigravitatoria (se encarga
de estabilizar las articulaciones de nuestro
cuerpo y oponerse a la fuerza de la grave-
dad, podríamos decir que nos mantiene er-
guidos cuando estamos parados o cuando
nos movemos). Se caracteriza por tener un
tono muscular elevado. La musculatura tó-
nica está prácticamente siempre en funcio-
namiento, de ahí que sean fibras especial-
mente diseñadas para resistir la fatiga y con
una alta resistencia.
Las fibras tipo II, blancas (se denominan
blancas por la poca cantidad de mioglobina
que tienen) o de contracción rápida. Son fi-
bras de contracción rápida ya que poseen
un número elevado de elementos contrác-
tiles. En este grupo se incluye la muscula-
tura fásica o dinámica. Su tono muscular
es menor que el de la musculatura tónica
Dentro de las fibras blancas se pueden dis-

56
Guía práctica de electroterapia funcional

tinguir dos tipos: las fibras II-a y las fibras


II-b. Las fibras II-b se fatigan rápidamente
pues la cantidad de energía producida es
baja, sus reservas son escasas y la produc-
ción de sustancias residuales alta. Las fibras
II-a tienen un color más bien rosado y un
comportamiento intermedio entre las fi-
bras tipo I (rojas) y las II-b (blancas). A es-
tas fibras también se las conoce como fibras
intermedias.
Es importante resaltar que los múscu-
los son mixtos, es decir, están compuestos
por fibras tipo-I y tipo-II, lo que hace que un
músculo sea tónico o fásico es la proporción
de fibras que lo componen. Así, un músculo
predominantemente estático o tónico esta-
rá compuesto por un porcentaje superior al
65% de fibras tónicas, mientras que en un
músculo dinámico, esta proporción es con-
traria, ya que estará compuesto por un por-
centaje superior al 65% de fibras fásicas o
dinámicas.

57
Javier Castillo

Características de la musculatura estática


y dinámica
Musculatura Musculatura
tónica/estática fásica/dinámica
De color rojo De color blanco-rosado
Muy resistentes a la Poco resistentes a la
fatiga-aeróbicos fatiga-anaeróbicos
Muy fibrosos y tónicos Poco fibrosos y tónicos
Tienden a acortarse Tienden a distenderse
(p.e. Isquiotibiales) (p.e. Abdominales)
Se vuelven rígidos y se
Se acortan y se debilitan
forman contracturas
Hipertónicos Hipotónicos
Situados en la zona
Situados en la zona distal
proximal de las
de las articulaciones
articulaciones
Formados Formados
predominantemente por predominantemente por
fibras tipo I fibras tipo IIa y IIb

Dicho de forma más práctica, las fibras


rojas predominan en los músculos antigra-
vitatorios o posturales, cuya actividad es
prácticamente continua, están funcionando
durante casi todo el día y, las fibras blancas

58
Guía práctica de electroterapia funcional

en los músculos relacionados con el movi-


miento, los cuales necesitan contraerse con
mayor rapidez.
Es importante señalar que un músculo
está formado por fibras tipo I y tipo II, lo
que le da la consideración de tónico o fási-
co es la proporción de fibras que tiene. En
un músculo tónico como los isquiotibiales,
podemos aplicar una corriente electroesti-
mulante a una frecuencia de 10 a 33 Hz pa-
ra trabajar principalmente las fibras tipo I,
como por ejemplo, cuando trabajemos con
atletas de fondo o ciclistas, pero también,
en el caso de deportes explosivos como los
velocistas podemos aplicar dichas corrien-
tes con una frecuencia de 75 a 150 Hz para
trabajar la principalmente proporción de
fibras tipo II que tenga el músculo. Así, va-
riando la frecuencia podemos trabajar un
mismo músculo según nos interese estimu-
lar más unas fibras u otras. Es importante
mencionar que, cuando estimulamos cual-

59
Javier Castillo

Musculatura estática y dinámica


Musculatura estática Musculatura dinámica
(fibras tipo I) (fibras tipo IIa y IIb)
Parte horizontal y
Parte descendente del trapecio
ascendente del trapecio
Pectorales Fijadores de la escápula
Bíceps braquial Deltoides
Tríceps braquial Tríceps braquial
(porción larga) (porción corta)
Dorsal ancho Serrato mayor
Supraespinoso,
Subescapular infraespinoso y redondo
menor
Esternocleidomastoideo Paravertebrales
Cuadrado lumbar Abdominales
Psoas Ilíaco Glúteo mayor
Recto femoral anterior
Glúteo menor y mediano
(cuádriceps)
Lumbares Tibial anterior
Isquiotibiales Peroneos
Vasto externo e interno
Aductores y recto interno
(cuádriceps)
Erector de la columna
Gemelos y sóleo (tríceps sural)
dorsal
Elevador de la escápula Romboides
Escalenos
Erector de la columna lumbar y
cervical
Piriforme
TFL

60
Guía práctica de electroterapia funcional

quier tipo de músculo, siempre se activan


las fibras rápidas desde el inicio, por lo que
es imposible aislar, mediante la frecuencia
u otros parámetros, el trabajo exclusivo de
un tipo concreto de fibras. Dicho de otra
forma, no es posible hacer un trabajo exclu-
sivo sobre las fibras tipo I o aeróbicas sin
que se activen una cierta proporción de fi-
bras tipo II.

5.2. Electroestimulación
neuromuscular
Antes de empezar a aplicar de forma
práctica todo lo desarrollado anteriormen-
te, es necesario hacer referencia a una serie
de conceptos muy necesarios para una me-
jor electroestimulación.
Uno de los datos más importante es la
definición de placa motora. Una placa moto-
ra es básicamente la unión neuromuscular
entre el axón de una neurona (de un nervio
motor) y una fibra muscular. Al grupo de

61
Javier Castillo

fibras musculares inervadas por la misma


neurona motora se le conoce como unidad
motora. Estos conceptos nos sirven para ex-
plicar cómo funciona la EMM. Cuando con-
traemos un músculo de forma voluntaria,
el sistema nervioso central envía un men-
saje en forma de estímulo eléctrico hasta
la placa motora del músculo y este se con-
trae. Cuando aplicamos una corriente de
electroestimulación, los electrodos envían
el impulso eléctrico directamente a la placa
motora logrando el mismo resultado. Pero
para una correcta colocación de dichos elec-
trodos es necesario ubicar el punto motor
de cada músculo. El punto motor es un pun-
to concreto de un músculo donde el nervio
motor es más excitable. Un mismo músculo
puede tener varios puntos motores. Para lo-
calizar el punto motor es necesario utilizar
un lápiz o electrodo puntual con una aplica-
ción monopolar. Para la localización de un
punto motor pasaremos dicho lápiz por el

62
Guía práctica de electroterapia funcional

músculo hasta notar una sacudida brusca.


Cada aparato tiene un programa específico
de parámetros concretos. Por lo general, y
de forma más sencilla podemos localizar el
punto motor en el tercio proximal del vien-
tre muscular de cada músculo. Otra forma
de localizar el punto motor es ir colocando
los electrodos a lo largo del músculo hasta
encontrar el punto donde la contracción es
más fuerte.

5.3. Fortalecimiento de los


principales grupos musculares.
Aplicación práctica
A pesar de existir un mayor tipo de fi-
bras (tipo I, IIa, IIb, IIab, IId…), por consen-
so, nos centraremos en los tipos ya explica-
dos. Cada tipo de fibra trabaja en una hor-
quilla determinada de frecuencias. En este
cuadro se exponen los efectos provocados
según sea dicha frecuencia. Este dato será

63
Javier Castillo

Efectos e indicaciones de la electroestimulación


neuromuscular según la frecuencia
Frecuencia Efectos/Indicaciones
1-3 Hz Relajante y descontracturante.
Aumento segregación de endorfinas
y encefalinas. Disminuye el dolor
y la ansiedad. Facilita el sueño a
4-7 Hz
5 Hz. Aumenta el flujo sanguíneo.
Hiperoxigenación. Evita calambres,
elimina edema y metabolitos a 7 Hz.
Capilarización y aumento máximo del
8-10 Hz
flujo sanguíneo a 9 Hz.
Estimulación de las fibras tipo I o
aeróbicas. Indicadas después de un
largo periodo de inmovilización. Mejora
10-33 Hz
la resistencia aeróbica y aumenta el
tono. Transforma fibras IIa en fibras
tipo I.
Estimulación de las fibras intermedias
tipo II-a. Mayor aumento de resistencia
33-50 Hz a la fatiga (fuerza-resistencia), es ideal
para deportes de resistencia. Aumenta
el tono sin desarrollar la musculatura.
Estimulación de las fibras tipo II-b.
Mejora de las capacidades lácticas
50-70 Hz
del músculo y aumento del volumen
muscular.
Fuerza máxima a 75-120Hz. Hipertrofia
máxima a 70-75Hz Estimulación de la
70-150 Hz
fuerza explosiva y reactiva a 90-150Hz.
Supratetanización de las fibras IIb.
Decrecientes Favorece la recuperación muscular
de 10 a 1 Hz después de un ejercicio intenso.

64
Guía práctica de electroterapia funcional

fundamental a la hora de ajustar la corrien-


te y el efecto deseado.
La frecuencia está relacionada con el
tiempo de contracción o pulso. En el caso
de las fibras rápidas, cuanta más alta sea
la frecuencia, menor debe ser el tiempo de
contracción ya que se fatigan con mucha
rapidez. En cambio cuando trabajemos las
fibras lentas a una frecuencia baja, podre-
mos mantener este tiempo de contracción
durante un periodo mayor, pues estaremos
trabajando fibras lentas, que tienen la capa-
cidad de mantener la contracción muscular
durante más tiempo.
En el cuadro de la página siguiente resu-
mimos los tiempos de contracción según las
frecuencias utilizadas y el tipo de entrena-
miento que se desee conseguir.

65
Javier Castillo

Tiempo de contracción respecto


a la frecuencia utilizada
Tiempo de Tiempo de
Frecuencia contracción contracción
medio (s) ideal (s)
70-150 Hz
1″ a 3″ 2s
(fibras rápidas tipo IIb)
50-70 Hz
3″ a 6″ 4s
(fibras rápidas tipo IIb)
33-50 Hz
6″ a 9″ 8s
(fibras intermedias tipo IIa)
10-33 Hz
8″ a 12″ 10 s
(fibras lentas tipo I)

Otro factor importante y que comple-


menta a los parámetros anteriores es el
tiempo de recuperación entre contraccio-
nes. Este descanso variará en función de la
carga de entrenamiento y del tipo de fibra
o del grado de congestión que busquemos,
por lo que este tiempo es muy variable. Pe-
ro, de forma general podemos resumirlos
en:

66
Guía práctica de electroterapia funcional

Tiempo de recuperación según entrenamiento


Tipo de fibras Tiempo de recuperación
Tipo I-Entrenamiento
Pocos segundos (2″-5″).
aeróbico
Tipo II-a Entrenamiento Entorno al mismo que el
fuerza-resistencia tiempo de trabajo
Tipo II-b Entrenamiento El doble que el tiempo de
explosividad trabajo

A la hora de colocar los electrodos, evi-


taremos hablar de polo negativo y positivo
ya que los equipos actuales trabajan con co-
rrientes bifásicas simétricas y por lo tanto
su colocación es indiferente. Como se dijo
anteriormente, los polos actúan como po-
sitivo y negativo indistintamente para evi-
tar los efectos dañinos que los equipos más
antiguos llegaban a producir a causa de los
efectos polares de la corriente. Por lo tanto
hablaremos de electrodo proximal y distal
para referirnos más fácilmente a su locali-
zación.

67
Javier Castillo

Cuádriceps
 Colocación de los electrodos: Un electro-
do se coloca proximal estimulando la sa-
lida del nervio crural y los tres electro-
dos sobre los puntos motores del vasto
interno, recto anterior y vasto externo.
En el mismo canal se pueden colocar los

68
Guía práctica de electroterapia funcional

electrodos del crural y el vasto externo, y


en el otro canal, las salidas del recto an-
terior y vasto interno.

Glúteo mayor y mediano


 Colocación de los electrodos: Para el
glúteo mayor, buscaremos su punto mo-
tor, localizado aproximadamente en el
tercio superior del vientre muscular y
colocaremos el otro electrodo lo más dis-
tal posible, cerca del pliegue glúteo. Para
el glúteo mediano, repetiremos la mis-
ma acción, buscaremos su punto motor,

69
Javier Castillo

cerca del trocánter mayor y, el otro elec-


trodo lo más distal posible, siguiendo la
dirección del músculo.

Ejercicios para cuádriceps y


glúteos
Lunges
 Musculatura principal: Glúteo mayor y
cuádriceps.
 Musculatura sinergista: Isquiosurales.

 Posición inicial: De pie con las piernas


abiertas a la anchura de los hombros.
 Variantes: Se puede cargar una barra so-
bre los hombros o coger dos pesas con
los brazos estirados a lo largo del cuer-
po. Si el paso es corto, se activa principal-
mente el cuádriceps, mientras que si el
paso es más largo, se activarán el glúteo
y los isquiosurales.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la contracción de la corriente reali-

70
Guía práctica de electroterapia funcional

zamos un paso hacia delante lo más lar-


go posible flexionando la rodilla hasta al
menos los 90º. La espalda debe perma-
necer alineada. Cuando dejemos de no-
tar la corriente regresamos a la posición
inicial.

Semisentadilla con kettlebell

 Musculatura principal: Cuádriceps, glú-


teos y extensores de la espalda.

71
Javier Castillo

 Sinergistas: Isquiosurales, aductores, ab-


dominales y tríceps sural.
 Posición inicial: Abrimos los pies a la an-
chura de nuestros hombros con la punta
de los dedos mirando hacia al frente o en
ligera rotación externa. Nos inclinamos
ligeramente hacia delante evitando ar-

72
Guía práctica de electroterapia funcional

quear la zona lumbar y con la cabeza y la


espalda alineadas.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente flexionamos ambas ro-
dillas como si nos fuéramos a sentar en
una silla hasta lograr una semiflexión de
piernas sin llegar a 90º, y mantenemos
esta posición mientras dure la corriente.
Cuando dejemos de notarla volvemos a la
posición inicial, manteniendo la espalda
recta y evitando arquear la zona lumbar.

Sentadillas o squat con kettlebell


Este ejercicio tal vez sea el ejercicio de
piernas por excelencia debido al gran nú-
mero de músculos que implica y al trabajo
cardiovascular realizado.
 Musculatura principal: Cuádriceps, glú-
teos, isquiosurales, y extensores lumba-
res.
 Musculatura sinergista: Aductores, abdo-
minales y tríceps sural.

73
Javier Castillo

 Posición inicial: Abrimos los pies a la an-


chura de nuestros hombros con la punta
mirando hacia al frente o en ligera rota-
ción externa. Nos inclinamos ligeramen-
te hacia delante evitando arquear la zo-
na lumbar y con la cabeza y la espalda
alineadas. Agarramos con ambas manos
una pesa rusa.
 Variantes:

–– Sentadillas contra la pared y un


fitball: En este caso nos apoyaremos
sobre un fitball que colocaremos en-
tre nuestra espalda y la pared.
–– Sentadillas con piernas separadas:
Abrimos las piernas hasta superar el
ancho de nuestras caderas. En este
ejercicio trabajan especialmente los
aductores.
–– Sentadillas con dos pesas rusas: En es-
te ejercicio cogemos dos pesas y deja-
mos los brazos a lo largo del cuerpo.

74
Guía práctica de electroterapia funcional

–– Sentadillascon agarre alterno: Coge-


mos la pesa con una mano y cuando
bajemos, la dejamos en suelo y la co-
gemos con la otra mano.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente flexionamos ambas
rodillas como si nos fuéramos a sentar

75
Javier Castillo

en una silla hasta lograr una flexión de


piernas de 90º y mantenemos esta posi-
ción mientras dure la contracción. Cuan-
do acabe volvemos a la posición inicial,
manteniendo la espalda recta y evitando
arquear la zona lumbar.

Squat o sentadillas en suspensión

76
Guía práctica de electroterapia funcional

Este ejercicio es similar a una sentadilla


clásica pero agarrándonos a los estribos de
la cuerda.
Nos colocamos de pie agarrando los es-
tribos con cada mano y manteniendo los
brazos a la altura del pecho. La posición ini-
cial es la misma que cuando realizamos sen-
tadillas. A partir de aquí, cuando notemos la

77
Javier Castillo

corriente, bajamos flexionando las rodillas


y las caderas, hasta colocar los muslos pa-
ralelos al suelo. Es importante mantener
la espalda recta y la mirada hacia el frente
durante todo el ejercicio. Mantenemos es-
ta posición mientras dure la contracción y
subimos, para recuperar la posición inicial
cuando dejemos de notar la corriente. Po-
demos ayudarnos a subir tirando hacia no-
sotros de los estribos, pero realizando casi
toda la fuerza con las piernas.

Lunges o zancadas en suspensión


La zancada en suspensión es un potente
ejercicio para desarrollar la fuerza y esta-
bilidad. Se trata por lo tanto de un ejercicio
puramente funcional y completo.
La variación en este ejercicio respecto a
la zancada clásica es que la pierna de atrás
se coloca en el estibo, quedando de esta for-
ma en suspensión.

78
Guía práctica de electroterapia funcional

Primero colocamos el pie izquierdo, por


ejemplo, en los dos estribos y colocamos el
pie derecho delante. Es importante mante-
ner la espalda recta, los hombros hacia atrás
y las manos sobre la cadera durante todo el
ejercicio. Comenzamos el ejercicio de pie,
con las piernas paralelas y cuando note-
mos la contracción, dirigimos hacia atrás la

79
Javier Castillo

pierna que tenemos en suspensión a la vez


que flexionamos la pierna que apoya en el
suelo. Mantenemos esta posición mientras
dura la corriente. Cuando dejemos de no-
tarla, recuperamos la posición extendiendo
la pierna que apoya en el suelo mientras di-
rigimos hacia delante la pierna en suspen-
sión hasta que se queden paralelas.

80
Guía práctica de electroterapia funcional

Isquiotibiales
 Colocación de los electrodos: Un electro-
do se colocará en la porción más proxi-
mal del bíceps femoral, justo por deba-
jo del pliegue glúteo, y el otro electrodo
más distal, sobre el punto motor. Los
otros dos electrodos se colocarán sobre
los puntos motores del semitendinoso y
del semimembranoso. El electrodo más
proximal del bíceps femoral comparte
canal con el electrodo del semitendino-

81
Javier Castillo

so y el otro electrodo del bíceps femoral


comparte canal con el semimembranoso.
Es importante dedicar unos minutos a
localizar la ubicación de los puntos mo-
tores de cada músculo, ya que esto me-
jorará considerablemente los resultados.

Ejercicios para isquiotibiales y


glúteos
Elevación de caderas boca arriba
 Musculatura principal: Isquiotibiales,
glúteo mayor, extensores lumbares.
 Musculatura sinergista: Cuádriceps fe-
moral y tensor de la fascia lata.
 Posición inicial: Tendidos boca arriba,
apoyamos ambos pies en el suelo con
las caderas y las rodillas flexionadas. Los
brazos permanecen estirados a lo largo
del cuerpo.
 Variantes:

82
Guía práctica de electroterapia funcional

–– Apoyarlos pies sobre un banco para


aumentar la exigencia muscular.
–– Elevar alternativamente una pierna
con la rodilla estirada a la vez que
despegamos las caderas del suelo.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, despegamos las cade-
ras del suelo y mantenerse arriba mien-
tras dure la contracción. En esta posición
se puede elevar la pierna recta o partir
directamente desde el suelo con la pier-
na estirada. Volvemos a la posición ini-
cial cuando pare la corriente.

83
Javier Castillo

Press de caderas en suspensión

84
Guía práctica de electroterapia funcional

Tendidos boca arriba, colocamos ambos


pies dentro de las estriberas con las cade-
ras y las rodillas flexionadas 90º. Los brazos
permanecen estirados a lo largo del cuerpo.
 Variantes:

–– Elevar alternativamente una pierna


con la rodilla estirada a la vez que
despegamos las caderas del suelo.
–– Desde la posición inicial, empujamos
fuerte con los talones y despegamos
las caderas del suelo cuando notemos
la corriente y mantenemos arriba
mientras dure. Volvemos a la posición
inicial lentamente cuando dejemos
de notar la corriente.

Leg Curl (femoral) boca arriba


Para realizar este ejercicio, nos tum-
bamos boca arriba con las piernas rectas
y ambos talones dentro de los estribos.
Los brazos pueden colocarse a lo largo del

85
Javier Castillo

cuerpo. Primero empujamos fuerte con los


talones para despegar las caderas del sue-
lo. Ahora estamos completamente rectos,
pero con la pelvis en suspensión. Cuando

86
Guía práctica de electroterapia funcional

notemos la contracción, dirigimos los ta-


lones hacia atrás flexionando las piernas y
mantenemos. Volvemos a estirar las piernas
cuando dejemos de notar la corriente man-
teniéndonos en suspensión con las piernas
rectas.

Aductores
 Colocación de los electrodos: Colocare-
mos el electrodo proximal sobre el punto
motor del aductor largo y el otro, lo más
distal posible, siguiendo la trayectoria
del músculo.

87
Javier Castillo

Ejercicios para aductores


Aductores con elevación de la pelvis
 Posición inicial: Nos tumbamos boca arri-
ba con las caderas y rodillas flexionadas.
Los pies quedan apoyados en el suelo.
Rodeamos una de nuestras rodillas con
la banda elástica y agarramos fuerte-
mente los extremos.

88
Guía práctica de electroterapia funcional

 Realización del ejercicio: Partimos de una


elevación de la zona lumbar, que man-
tendremos durante todo el ejercicio y
una abducción de cadera con la espalda
recta. Cuando notemos la corriente, lle-
vamos la pierna a aducción controlando
la tensión de la banda y mantenemos
mientras dure la corriente. Relajamos la
pierna cuando para la corriente.

Aductores con fitball


 Posición inicial: Nos tumbamos boca arri-
ba con las piernas flexionadas y un fitball
entre los muslos.

89
Javier Castillo

 Realización del ejercicio: Cuando note-


mos la corriente apretamos fuertemente
el fitball y mantenemos hasta que deje-
mos de notar la corriente.

Lumbares
 Colocación de los electrodos: Colocare-
mos entre 2 y 4 electrodos a lo largo de
la musculatura lumbar y paralelos a las
vértebras. Los electrodos los conectare-
mos respetando el sentido de las fibras.

90
Guía práctica de electroterapia funcional

También podemos usar un electrodo


grande a cada lado.

Ejercicios para lumbares


Estabilización lumbar boca abajo
sobre fitball
 Musculatura principal: Extensores lum-
bares.
 Posición inicial: Nos colocamos boca aba-
jo con el fitball bajo nuestro abdomen.
Las piernas permanecen rectas con los
pies apoyados en el suelo. Extendemos
los brazos y entrelazamos las manos a

91
Javier Castillo

la altura de la zona lumbar. Partimos de


una ligera flexión de tronco.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, extendemos el tronco
alineando la espalda y mantenemos esta
posición hasta que dejemos de notar la
contracción. A continuación flexionamos
el tronco para volver a la posición inicial.

Estabilización lumbar boca abajo sobre el


fitball elevando brazos y piernas
 Musculatura principal: Extensores lum-
bares, extensores del miembro superior
e inferior.
 Posición inicial: Nos colocamos boca aba-
jo con el fitball bajo nuestro abdomen.
Las piernas permanecen rectas con los
pies apoyados en el suelo. Las manos las
podemos apoyar en el suelo o sobre el
balón. Partimos de una ligera flexión de
tronco.

92
Guía práctica de electroterapia funcional

 Realización del ejercicio: Cuando note-


mos la corriente, extendemos el tronco
alineando la espalda y elevamos a la vez
una pierna y el brazo contrario. Mante-
nemos esta posición hasta que dejemos
de notar la contracción y a continuación
flexionamos el tronco para volver a la

93
Javier Castillo

posición inicial. Al volver a realizar el


ejercicio, levantamos la pierna y el brazo
contrario.

Recto anterior y transverso


del abdomen
 Colocación de los electrodos: Colocamos
tres electrodos en cada unos de los vien-
tres musculares del recto anterior del
abdomen y otro en el punto motor del
transverso. El electrodo distal compar-

94
Guía práctica de electroterapia funcional

te canal con el electrodo situado en el


transverso, y los dos electrodos proxima-
les comparten otro canal.

Ejercicios para el recto anterior


y transverso del abdomen
Abdominales
 Musculatura principal: Recto anterior o
mayor del abdomen, transverso del ab-
domen y oblícuos.
 Posición inicial: Nos colocamos con el
fitball debajo de la zona lumbar y las ca-
deras y las rodillas flexionadas 90º. Los
pies quedan apoyados en el suelo. Las
manos se colocan detrás de la nuca, cru-
zadas en el pecho o a lo largo del cuerpo.
La zona lumbar permanece apoyada du-
rante todo el ejercicio.
 Variante:

–– Variarla altura del centro de masa:


Hacer primero abdominales con las

95
Javier Castillo

manos a lo largo del cuerpo, luego


con los antebrazos cruzados en el
pecho, y por último con las manos
entrelazadas detrás del cuello. Este
desplazamiento ascendente del pe-
so de los brazos por fases desplaza
el centro de la masa hacia la cabeza,
aumentando progresivamente la difi-
cultad del ejercicio.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, flexionamos el tronco
y giramos hacia un lado llevando el co-

96
Guía práctica de electroterapia funcional

do a la rodilla contraria. Mantenemos


esta posición mientras dure la corriente.
Cuando cese, volvemos a la posición ini-
cial y repetimos el ejercicio rotando ha-
cia el lado contrario.

Abdominales sobre el fitball con flexión


del miembro inferior

 Musculatura principal: Recto anterior o


mayor del abdomen, transverso del ab-
domen, oblícuos y flexores y extensores
de cadera.
 Posición inicial: Nos colocamos con el
fitball debajo de la zona lumbar y las ca-
deras y las rodillas flexionadas 90º. Los
pies quedan apoyados en el suelo. Entre-
lazamos los dedos de ambas manos. La
zona lumbar permanece apoyada duran-
te todo el ejercicio. Nos tumbamos hacia
atrás con los brazos estirados. Opcional-
mente, en vez de entrelazar los dedos,
podemos agarrar una pelota pequeña.

97
Javier Castillo

 Realización del ejercicio: Cuando note-


mos la corriente, flexionamos el tronco
llevando las manos hasta la altura del
abdomen a la vez que flexionamos una
pierna. Mantenemos esta posición hasta

98
Guía práctica de electroterapia funcional

que dejemos de notar la corriente y vol-


vemos a la posición inicial. Repetimos el
ejercicio elevando la rodilla contraria.

Flexión de tronco y miembro inferior


 Musculatura principal: Recto anterior o
mayor del abdomen, transverso del ab-
domen, oblícuos y flexores y extensores
de cadera.
 Posición inicial: Nos tumbamos en el sue-
lo con los brazos extendidos y las piernas
rectas con un fitball entre ellas (podemos
elegir a qué altura colocarlo).

99
Javier Castillo

 Realización del ejercicio: Cuando note-


mos la corriente, inspiramos y flexiona-
mos a la vez el tronco y las piernas. Tene-
mos que intentar tocar el balón con las
manos en un punto medio del trayecto
y aguantar mientras dure la corriente.
Cuando cese la contracción, espiramos y
volvemos a la posición inicial.

Flexión del miembro inferior boca abajo


 Musculatura principal: Recto anterior del
abdomen, transverso del abdomen, oblí-

100
Guía práctica de electroterapia funcional

cuos, flexores y extensores de cadera y


fijadores de la cintura escapular.
 Posición inicial: Nos colocamos boca aba-
jo con el cuerpo levantado como si fué-
ramos a hacer fondos de brazos. Las pal-
mas de las manos quedan apoyadas en el
suelo con los brazos y las piernas rectas.
Colocamos los pies sobre el fitball. Los
brazos permanecen alineados y con una
separación ligeramente superior a la an-
chura de nuestros hombros. La columna
debe permanecer recta durante todo el
ejercicio.

101
Javier Castillo

 Realización del ejercicio: Cuando note-


mos la corriente flexionamos la cintura
elevando las caderas hacia el cielo y acer-
cando del balón hacia nuestras manos. A
continuación volvemos la posición ini-
cial.

Estabilización del tronco en posición lateral


con brazos y piernas extendidas
 Musculatura principal: Recto anterior o
mayor del abdomen, oblícuos, transver-
so profundo, cuadrado lumbar y muscu-
latura fijadora de la cintura escapular.

102
Guía práctica de electroterapia funcional

 Posición inicial: Nos colocamos de lado


con el cuerpo levantado. Estiramos el
brazo y apoyamos la palma de la mano
sobre el fitball. Las piernas quedan rec-
tas en el suelo. El brazo que está apoyado
permanece alineado con nuestro hom-
bro. La columna debe permanecer recta
durante todo el ejercicio. También pode-
mos trabajar con una flexión de codo de
90º dejando el antebrazo apoyado sobre
el balón.
 Realización del ejercicio: El objetivo es
mantener esta postura mientras dure la
corriente, cuando dejemos de notarla,

103
Javier Castillo

descansamos. Hay que hacer el ejercicio


con los dos lados.

Tríceps sural
 Colocación de los electrodos: Para la co-
locación de los electrodos proximales,
buscaremos los puntos motores de am-
bos vientres musculares. A continuación,
colocaremos lo más distal posible, y sin

104
Guía práctica de electroterapia funcional

salirse de los márgenes del músculo los


otros dos electrodos.

Ejercicios para el tríceps sural


Gemelos
 Musculatura principal: Tríceps sural.

 Musculatura sinergista: Tibial posterior,


peroneos largo y corto, flexor largo del 1er
dedo y flexor largo común (2º a 5º dedo).
 Posición inicial: Nos subimos a un step o
escalón apoyados sobre la punta de nues-
tros pies y dejando los talones libres. Los
pies se colocarán paralelos mirando ha-
cia el frente o con una ligera rotación ex-
terna (las puntas de los dedos mirando
hacia afuera). Abrimos las piernas a la an-
chura de nuestros hombros. A mí perso-
nalmente no me gusta añadir peso cuan-
do trabajo los gemelos o el sóleo, ya que
como musculatura postural, prefiero tra-
bajarla sin peso y con más repeticiones.

105
Javier Castillo

 Variante:

–– Se puede partir de una posición de


estiramiento inicial, dejando caer
nuestro cuerpo y llevando los talones
hacia el suelo, como si estuviéramos
estirando los gemelos.

106
Guía práctica de electroterapia funcional

 Realización del ejercicio: Cuando note-


mos la corriente nos ponemos de pun-
tillas tan alto como podamos y mante-
nemos esta posición hasta que pare la
corriente. A continuación volvemos a la
posición inicial lentamente.

Trapecio
 Colocación de los electrodos: El primer
electrodo lo colocaremos en el punto mo-
tor del trapecio, a medio camino entre la

107
Javier Castillo

base del cuello y el hombro. El segundo


electrodo, lo colocaremos proximalmen-
te, cerca de la base del cuello.

Ejercicios para el trapecio


Remo al cuello con kettlebell
 Musculatura principal: Trapecio y deltoi-
des.
 Musculatura sinergista: Abdominales,
glúteos y extensores lumbares.
 Posición inicial: De pie, con las piernas
ligeramente flexionadas y abiertas al
ancho de los hombros, cogemos la kett-
lebell con ambas manos. La espalda se
mantiene recta durante todo el ejercicio.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, inspiramos y tiramos
de la pesa hacia arriba elevando los co-
dos y hombros hasta los 90º. Mantene-
mos esta posición hasta que dejemos de
notar la corriente y volvemos a la posi-

108
Guía práctica de electroterapia funcional

ción inicial mientras espiramos. Cuanto


más separemos las manos menos traba-
jaremos el trapecio y más el deltoides.

109
Javier Castillo

Encogimiento de hombros con


banda elástica
 Musculatura principal: Trapecio.

 Musculatura sinergista: Abdominales.

 Posición inicial: De pie, con las piernas


ligeramente flexionadas y abiertas al
ancho de los hombros, cogemos la ban-
da por el centro y pisamos los extremos
con las manos en pronación (las palmas
de las manos miran hacia nosotros). La
espalda se mantiene recta durante todo
el ejercicio.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, realizamos un encogi-
miento de ambos hombros elevándolos
hacia el techo, con los brazos relajados y
el abdomen contraído. Mantenemos esta
posición mientras dure el impulso de la
corriente y a continuación, cuando cese
volvemos a la posición inicial.

110
Guía práctica de electroterapia funcional

Deltoides
 Colocación de los electrodos: Colocamos
un electrodo en el punto motor de cada
porción del deltoides, uno en el punto
motor del deltoides anterior, otro en el
deltoides medio y otro en el punto motor

111
Javier Castillo

del deltoides posterior. El cuarto electro-


do lo colocamos sobre el punto motor del
trapecio. El punto motor del deltoides
posterior y el del trapecio se conectan en
el mismo canal y los electrodos del del-
toides anterior y medio en el otro canal.

Ejercicios para el deltoides


Aperturas laterales de hombros con
gomas elásticas
 Musculatura principal: Deltoides.

112
Guía práctica de electroterapia funcional

 Musculatura sinergista: Trapecio.

 Posición inicial: Nos colocamos de pie,


con las piernas ligeramente flexionadas
y abiertas al ancho de los hombros. Pi-
samos la banda por el centro y cogemos
el extremo izquierdo con la mano dere-

113
Javier Castillo

cha y el extremo derecho con la mano


izquierda.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, tiramos de las gomas
abriendo los brazos en cruz con los codos
ligeramente flexionados hasta los 90º y
mantenemos hasta que pare la corrien-
te, a continuación volvemos a la posición
inicial controlando la tensión de la goma.

Elevaciones laterales con el tronco


flexionado (pájaro)
 Musculatura principal: Deltoides y trape-
cio.
 Musculaturasinergista: Romboides, re-
dondo menor e infraespinoso.
 Posición inicial: De pie, con las piernas
semiflexionadas y abiertas con el an-
cho de nuestros hombros. Inclinamos el
tronco hacia delante con la espalda recta
dejando los brazos caer. Agarramos dos
pesas o una goma elástica.

114
Guía práctica de electroterapia funcional

 Variantes:

–– Este mismo ejercicio se puede hacer


sentado al borde de un banco o una
silla, con el tronco inclinado hacia de-
lante y las pesas por detrás de nues-
tros pies.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, elevamos los brazos
hacia los lados en cruz con los codos
semiflexionados hasta que dejemos de
notarla. A continuación, cuando cese la
corriente volvemos al punto inicial.

115
Javier Castillo

Elevaciones frontales
 Musculatura principal: Deltoides.

 Musculatura sinergista: Pectorales, bí-


ceps, abdominales y extensores lumba-
res.
 Posición inicial: Nos colocamos de pie y
agarramos una pesa con ambas manos.
Las piernas quedan ligeramente flexio-
nadas y separadas a la altura de nuestros
hombros. La espalda debe permanecer
recta durante todo el ejercicio.
116
Guía práctica de electroterapia funcional

 Realización del ejercicio: Cuando note-


mos la corriente, inspiramos y elevamos
los brazos hacia delante tirando de la
pesa hasta la horizontal (90º). Los codos

117
Javier Castillo

se mantienen semiflexionados durante


todo el ejercicio. Mantenemos esta posi-
ción hasta que cese la corriente, a con-
tinuación, espirar y volver a la posición
inicial de forma controlada.

Pectoral mayor y menor


 Colocación de los electrodos: Coloca-
remos los electrodos sobre los puntos
motores del pectoral mayor y menor. El
primer electrodo se situará cerca de la

118
Guía práctica de electroterapia funcional

axila y el segundo otro a unos cinco cen-


tímetros por encima de este en dirección
diagonal hacia el cuello, cerca la porción
media de la clavícula. El otro par irá co-
locado uno próximo la zona media del
esternón y el otro justo en diagonal por
encima del pezón.

Ejercicios para el pectoral


mayor y menor
Fondos de brazos en el suelo
 Musculatura principal: Pectorales, deltoi-
des, tríceps y serrato anterior o mayor.
 Musculatura sinergista: Bíceps braquial,
abdominales y extensores lumbares.
 Posición inicial: Boca abajo con los bra-
zos estirados y las palmas de las manos
abiertas con el ancho de los hombros
apoyadas en el suelo. Los pies permane-
cen juntos o casi juntos. Es importante

119
Javier Castillo

mantener la espalda recta durante todo


el ejercicio sin arquear la espalda.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, flexionamos los brazos
hasta los 90º y mantenemos esta posi-
ción hasta que cese. A continuación, una
vez que dejemos de notar la corriente
volvemos a extender los brazos.

Fondos de brazos con flexión de cadera


en suspensión (o con fitball)
Nos colocamos boca abajo con el cuerpo
levantado como si fuéramos a hacer fondos
de brazos y los pies dentro de las estriberas
o sobre un fitball. Las palmas de las manos

120
Guía práctica de electroterapia funcional

quedan apoyadas en el suelo con los brazos


y las piernas rectas. Los brazos permanecen
alineados y con una separación ligeramente
superior a la anchura de nuestros hombros.
La columna debe permanecer recta duran-
te todo el ejercicio. Cuando notemos la co-
rriente flexionamos los brazos y flexiona-
mos una pierna a la vez. Podemos flexionar

121
Javier Castillo

ambas piernas a la vez o hacerlo de forma


alterna. Mantenemos esta posición mien-
tras dure la corriente, cuando cese volve-
mos a la posición inicial, estirando los bra-
zos y las piernas.

Bíceps braquial

122
Guía práctica de electroterapia funcional

 Colocación de los electrodos: Para rea-


lizar la electroestimulación del bíceps
braquial podemos colocar indistinta-
mente dos electrodos grandes o cuatro
cuadrados más pequeños. El primer par
proximal cercano al origen del bíceps a
la altura de la axila y los dos electrodos
distales sobre el vientre muscular, por
encima de la articulación del codo.

Ejercicios para el bíceps


braquial
Curl de bíceps con agarre en supinación
 Musculatura principal: Bíceps braquial y
braquial anterior.
 Musculatura sinergista: Deltoides (por-
ción anterior) y supinador largo.
 Posición inicial: De pie, agarramos la ban-
da por ambos extremos y la pisamos por
el centro para fijarla. Nuestros antebra-
zos quedan en posición neutra o mixta,

123
Javier Castillo

(las palmas de nuestras manos quedan


mirando hacia nuestros muslos).
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, flexionamos los codos

124
Guía práctica de electroterapia funcional

a la vez que rotamos las manos hacia


afuera (ahora las palmas de las manos
quedan mirando hacia arriba) y man-
tenemos esta posición hasta que cese.
Cuando dejemos de notar la corriente

125
Javier Castillo

volvemos a la posición inicial extendien-


do el codo y deshaciendo la rotación.

Curl de bíceps con agarre en pronación


 Musculatura principal: Bíceps braquial,
braquial anterior, radiales y cubitales.
 Posición inicial: De pie, con las piernas li-
geramente flexionadas y abiertas con el
ancho de nuestros hombros. Agarramos
la banda con las manos en pronación (las
palmas mirando hacia el suelo) y abier-
tas a la anchura de nuestros hombros.
En este caso, agarramos la banda por el
centro y pisamos los extremos para fijar
la banda.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, flexionamos los codos
elevando hasta los 90º y mantenemos
esta posición mientras dura la corriente.
Cuando dejemos de notarla, volvemos a
la posición inicial extendiendo los brazos
y controlando la tensión.

126
Guía práctica de electroterapia funcional

Tríceps braquial
 Colocación de los electrodos: Colocamos
el par de electrodos proximal por debajo
de la parte posterior de la axila, y el par

127
Javier Castillo

de electrodos distales sobre el vientre


muscular del tríceps, buscando el punto
motor.

Ejercicios para el tríceps


braquial
Dips (tríceps)
 Musculatura principal: Tríceps braquial,
ancóneo.

128
Guía práctica de electroterapia funcional

 Musculatura sinergista: Pectoral, abdo-


minales y extensores lumbares.
 Posición inicial: Apoyamos las manos en
el borde de un banco y los pies en el sue-
lo.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, flexionamos los codos
hasta los 90º, llevando el cuerpo hacia el
suelo y mantenemos esta posición mien-
tras dure la corriente. Cuando dejemos
de notarla, volvemos a la posición inicial

129
Javier Castillo

extendiendo los codos. El cuerpo debe


permanecer firme durante todo el ejer-
cicio.
Este ejercicio también se puede hacer
en paralelas. En este caso aumentaremos
la solicitación del pectoral mayor y de la
porción anterior del deltoides.

Tríceps

 Musculatura principal: Tríceps braquial y


ancóneo.
 Musculatura sinergista: Trapecio, abdo-
minales y extensores lumbares.
 Posición inicial: De pie en posición de
paso y con la espalda recta. Pisamos un
extremo de la banda con el talón de la
pierna que queda atrás y agarramos el
otro extremo con la misma mano o con
las dos a la vez por detrás de nuestra ca-
beza. La banda sube hasta nuestra nuca
por la espalda.

130
Guía práctica de electroterapia funcional

 Realización del ejercicio: Cuando note-


mos la corriente, extendemos los codos
tirando de la banda hacia el techo exten-
diendo los brazos y mantenemos esta

131
Javier Castillo

posición hasta que dejemos de notar la


corriente. Cuando cese, volvemos a la po-
sición inicial controlando la tensión de la
banda.

Dorsal ancho
 Colocación de los electrodos: Colocare-
mos los electrodos de origen a inserción.

132
Guía práctica de electroterapia funcional

El primer par irá a la altura y perpendi-


culares a la 7ª vertebra dorsal y los elec-
trodos distales dispuestos de igual modo
y en paralelo a los anteriores perpendi-
culares a la 12ª vértebra dorsal.

Ejercicios para el dorsal ancho


Remo con una mano
 Musculatura principal: Dorsal ancho,
romboides mayor, deltoides posterior,
bíceps braquial, braquial anterior y bra-
quiorradial.
 Sinergistas: Redondo mayor y trapecio.

 Posición inicial: Nos colocamos en posi-


ción de paso con las piernas abiertas y
nos inclinamos hacia delante para coger
la pesa del suelo.
 Realización del ejercicio: Cuando note-
mos la corriente, tiramos de la pesa ha-
cia arriba y atrás y, mantenemos esta
posición hasta que dejemos de notar la

133
Javier Castillo

corriente. Cuando cese, volvemos a la po-


sición inicial, estirando el brazo.

134
6. APLICACIÓN DE
ELECTROTERAPIA EN
LA RECUPERACIÓN
POST-ESFUERZO Y DE
LESIONES

Neuralgia del trigémino


Esta neuralgia está causada por la dege-
neración o compresión del nervio trigémi-
no (5º nervio craneal). El dolor se relaciona
con el recorrido del nervio a su paso por la
mejilla.
 Colocación de los electrodos: Colocare-
mos un electrodo en cada mejilla. Exis-
ten diversos tipos de tratamiento para

135
Javier Castillo

esta neuralgia, por lo que deberemos


elegir entre los parámetros y formas de
aplicación de TENS ya explicadas (con-
vencional, burst…) y que mejor se ajus-
tan a nuestro paciente. Haciendo refe-
rencia a lo ya comentado en el apartado
de parámetros de la corriente, cuando
buscamos un efecto analgésico, la dosi-
ficación se basa en la respuesta sensitiva

136
Guía práctica de electroterapia funcional

del paciente. En muchas ocasiones debe-


mos evitar la respuesta motora y no so-
brepasar el límite teórico del componen-
te galvánico. La referencia de intensidad
pasa a un segundo plano.

Cervicalgia
Cervicalgia significa dolor en la zona
cervical de la columna vertebral, por lo cual
no nos podemos referir a ella como una pa-
tología en concreto, sino más bien como un
dolor en la zona del cuello.
Este dolor puede tener diferentes causas
(musculares, articulares, óseas, enfermeda-
des degenerativas, estrés, traumatismos…)
por lo que no siempre va asociada a la edad
y la artrosis. Tal vez, junto con la lumbalgia,
sea una de las dolencias más comunes.
 Colocación de los electrodos: El primer
electrodo lo colocaremos en el tercio
distal del trapecio, cerca del hombro y el

137
Javier Castillo

segundo de forma proximal, un poco por


encima de la base del cuello.

Hombro congelado
o capsulitis retráctil
La capsulitis retráctil o adhesiva, cono-
cida como hombro congelado fue definida
por Codman como “un síndrome complejo,
difícil de definir, de tratar y difícil de ex-
plicar”. También se ha descrito como una
condición de “etología desconocida que se
caracteriza por la limitación dolorosa gra-

138
Guía práctica de electroterapia funcional

dualmente progresiva de los movimientos


articulares con restauración espontánea de
la movilidad parcial o total”. Los movimien-
tos más afectados son la rotación externa y
la abducción lateral, seguida de la rotación
interna. La inmovilización prolongada de
la articulación puede llega a causar un an-
quilosamiento. El dolor inicial suele ser de
carácter nocturno progresando a un dolor
constante en reposo y exacerbado por to-
dos los movimientos del hombro. Entre las
causas de la capsulitis también se han des-
crito el estrés psicológico, la ansiedad, la
exposición al frío y los cambios en el clima.
Los síntomas pueden llegar a permanecer
activos antes de remitir durante 1 o 2 años.

 Colocación de los electrodos: Podemos


usar la misma colocación que cuando
aplicamos corrientes excitomotoras. Co-
locamos un electrodo en el punto motor
de cada porción del deltoides, uno en el
punto motor del deltoides anterior, otro

139
Javier Castillo

en el deltoides medio y otro en el punto


motor del deltoides posterior. El cuarto
electrodo lo colocamos sobre el punto
motor del trapecio. El punto motor del
deltoides posterior y el del trapecio se
conectan en el mismo canal y los electro-
dos del deltoides anterior y medio en el
otro canal.

140
Guía práctica de electroterapia funcional

Tendinitis del bíceps braquial


Esta lesión comparte el mecanismo de
lesión propio de las tendinitis, un sobrees-
fuerzo asociado movimiento repetitivo.
Otra causa importante suele ser una mala
ejecución técnica.

 Colocación de los electrodos: Al igual que


en la colocación para la aplicación de co-

141
Javier Castillo

rrientes excitomotoras, podemos colocar


2 o 4 electrodos a lo largo del músculo. 1
o 2 en la parte proximal, cerca de la axila
y la otra pareja en la parte distal.

Epicondilitis/epitrocleítis
Actualmente se considera a la epicondili-
tis como una entesitis por sobrecarga de los
músculos que se originan en el epicóndilo.
Esta inflamación suele deberse a esfuerzos
repetitivos sobre la musculatura extensora
del carpo asociada a una prensión manual,
reiterados movimientos de pronosupina-
ción con el codo en extensión o a diferen-
tes procesos patológicos como una bursitis
o una periostitis. A pesar de denominarse
codo de tenista, se aprecia con la misma fre-
cuencia entre tenistas y personas que no
juegan al tenis, ya que las amas de casa o
cualquier persona que trabaje manualmen-
te con herramientas son susceptibles de pa-
decer esta enfermedad.

142
Guía práctica de electroterapia funcional

La epitrocleítis es una entesopatía por


sobreuso de la musculatura que se inserta
en la epitróclea. Suele ser menos frecuente
que la epicondilitis lateral y ocurre debido a
una actividad repetitiva en flexión y prona-
ción simultáneas de la muñeca.

 Colocación de los electrodos: Colocare-


mos un electrodo por encima del epicón-
dilo o epitróclea y el distal unos 5-8 cm
por debajo.

143
Javier Castillo

Síndrome del túnel carpiano


El túnel carpiano es un conducto estre-
cho formado por las raíces óseas de la mano
y el ligamento transverso del carpo. Por él
pasan los tendones de los músculos flexo-
res y el nervio mediano, el cual se encarga
de transmitir los impulsos nerviosos desde
el cerebro hasta la mano. Son diversas las
causas que provocan una reducción del ta-
maño del canal o un aumento del tamaño de
su contenido y la consiguiente compresión

144
Guía práctica de electroterapia funcional

del nervio mediano: Artritis, diabetes, mo-


vimientos repetitivos…

Sus signos típicos cursan con parestesias


nocturnas, braquialgias, rigidez matutina y
trastornos motores en la musculatura tenar
y sensitivos en la zona del nervio mediano.

 Colocación de los electrodos: Colocare-


mos dos electrodos, uno justo por en-
cima de la flexura de la muñeca y otros
unos 6-8 cm por encima.

145
Javier Castillo

Lumbalgia
La causa del dolor lumbar suele ser mul-
tifactorial, son varios los motivos implica-
dos en esta dolencia. El verdadero mecanis-
mo que provoca el dolor es dudoso, esto nos
lleva, a los profesionales sanitarios, a tener
que realizar una exploración exhaustiva con
el fin de descartar lesiones biomecánicas o
neurológicas graves.
La lumbalgia mecánica se produce por
una excesiva sobresolicitación que desbor-
da la capacidad de resistencia de nuestra
musculatura lumbar, agravado por una ma-
la higiene postural o por las exigencias del
deporte. Si esta situación se prolonga en el
tiempo se producirá una alteración de los
patrones de movimiento y de la función del
cuerpo. La musculatura relacionada con la
zona lumbar puede reaccionar acortándose
o inhibiéndose ante esta disfunción, por lo
que es importante valorarla detenidamente
y tratarla de forma adecuada.

146
Guía práctica de electroterapia funcional

 Músculos que se acortan:


––Tríceps sural.
––Tibial posterior.
––Aductores.
––Isquiosurales.
––Recto anterior o femoral (del cuádri-
ceps).
––Psoas-ilíaco.
––Tensor de la fascia lata.
––Extensores de la columna.
––Cuadrado lumbar.

 Músculos que se inhiben o debilitan:


––Peroneos.
––Tibial anterior.
––Vasto interno y externo (del cuádri-
ceps).
––Glúteos.
––Recto anterior del abdomen.
––Serrato mayor.

147
Javier Castillo

 Colocación de los electrodos: Colocare-


mos entre 2 y 4 electrodos a lo largo de
la musculatura lumbar y paralelos a las
vértebras. Los electrodos los conectare-
mos respetando el sentido de las fibras.

Ciática
La ciática engloba a un conjunto de sín-
tomas entre los cuales destaca el dolor por
el recorrido del nervio ciático. Este dolor se

148
Guía práctica de electroterapia funcional

desencadena por la compresión o irritación


de una de las cinco raíces de los nervios es-
pinales que dan origen a cada nervio ciático.
Esta compresión puede ser en uno o ambos
lados. El dolor se siente en la zona lumbar,
glúteos, o diversas partes de la pierna y el
pie. Además del dolor puede haber entume-
cimiento, debilidad muscular, hormigueo o
sensación de hormigueo, sensación de ar-

149
Javier Castillo

dor y dificultad en el movimiento o el con-


trol de la pierna. Típicamente, los síntomas
solo se sienten en un lado del cuerpo.
 Colocación de los electrodos: Dos electro-
dos proximales por encima de las espi-
nas ilíacas postero-superiores y otros
dos en la parte posterior del muslo de
forma longitudinal hacia donde se irra-
die el dolor.

Dolor de cadera/trocanteritis/
bursitis de cadera
La bursitis de cadera o trocantérea es la
inflamación de esta bursa a causa de un uso
excesivo de la cadera al hacer deporte o por
el contrario, al permanecer mucho tiem-
po de pie son moverse. Una dismetría del
miembro inferior, un espolón en la cadera, o
algún tipo de alteración en la columna ver-
tebral, como una escoliosis o una artritis,
también pueden causar esta lesión.

150
Guía práctica de electroterapia funcional

Las atletas con caderas anchas suelen


ser más propensa a padecerla.
 Colocación de los electrodos: Colocaremos
dos electrodos sobre el trocánter mayor
y otros dos de forma distal 10-12 cm por
debajo del trocánter.

Tendinitis rotuliana
La tendinitis rotuliana, es una lesión
muy frecuente en los deportes que implican

151
Javier Castillo

saltos (salto de longitud, altura, triple salto,


baloncesto…). Se produce por una fricción
repetida ente el tendón rotuliano y la rótula
en una posición de semiflexión de rodilla.
Esto provoca la inflación del tendón.
El dolor suele ser leve al principio y lo-
calizado en la cara anterior de la rodilla, pe-
ro con el tiempo se vuelve incapacitante y
el dolor se vuelve muy persistente. En los
casos más graves pude limitarnos nuestra
vida diaria.
Blazina propuso una clasificación en re-
lación a los síntomas para valorar el estado
de la lesión:
I. Dolor después de la actividad.
II. Dolor durante y después de la acti-
vidad.
III. Igual al anterior pero que incapacita
al deportista a realizar su actividad.
IV. Rotura tendinosa.

152
Guía práctica de electroterapia funcional

 Colocación de los electrodos: Colocaremos


un electrodo sobre el borde superior de
la rótula y otro sobre el borde inferior.

Esguince de tobillo
Los esguinces de ligamento y los esguin-
ces de tobillo por repetición a causa de una

153
Javier Castillo

inestabilidad son las lesiones más frecuen-


tes en el tobillo (destacando la alta inciden-
cia del esguince de LLE). La porción más
afectada suele ser el ligamento peroneoas-
tragalino anterior (LPA) debido a que es el
más débil de los tres, seguida de una lesión
combinada de LPA y el LPC (ligamento pe-
roneocalcáneo). El mecanismo de lesión es
indirecto y consiste en una inversión forza-
da junto con una rotación interna y flexión
plantar que desbordan los límites fisiológi-
cos de esta estructura.
El esguince de LLE se clasifica, en fun-
ción de su gravedad, de I a III:
 Primer grado: Se produce un microdes-
garro de las fibras sin que se vea afectada
la estabilidad articular. Existe un dolor li-
gero y cierta inflamación. No hay pérdida
funcional. El LPA se encuentra afectado.
 Segundo grado: Existe una rotura par-
cial de las fibras del ligamento con cierta
inestabilidad de la articulación. El dolor

154
Guía práctica de electroterapia funcional

pasa a ser moderado e incluso intenso, la


inflamación es apreciable y encontramos
rigidez en la articulación. Se encuentran
afectados el LPA y el LPC.
 Tercer grado: La rotura del ligamento es
total comprometiendo la estabilidad de
la articulación. El dolor se hace intenso
inicialmente pero va disminuyendo debi-
do a la rotura de las fibras nerviosas. La
inflamación es evidente y la rigidez arti-
cular conlleva impotencia funcional. La
fuerza que ha producido la lesión puede

155
Javier Castillo

llegar a lesionar estructuras anexas. La


afectación del LLE es completa.
 Colocación de los electrodos: Colocare-
mos dos electrodos, uno justo por enci-
ma del maléolo y otro por debajo, en di-
rección al 5 metatarsiano.

156
7. ESTIRAMIENTOS
GLOBALES

En contra de lo de que se puede pensar,


los estiramientos musculares o miotendi-
nosos no buscan como objetivo principal lo-
grar una gran flexibilidad, sino reforzar las
estructuras miotendinosas para que sean
capaces de resistir tracciones en tensión. Por
lo tanto, su finalidad es la de proteger nues-
tros músculos frente a diversos estímulos.
Debido a la evidencia que han demos-
trado numerosos estudios, los estiramien-
tos deben formar parte de la rutina de cual-
quier deportista o persona activa o seden-
taria y, si estos estiramientos se hacen de
forma global, se vuelven más completos y
beneficiosos.

157
Javier Castillo

Al hablar de estiramientos globales, nos


referimos a una técnica que involucra a todo
el cuerpo mediante posturas determinadas
y que se aplican de forma suave y mante-
nida. Al estirar, debemos evitar movimien-
tos bruscos y secos o que produzcan dolor.
Al llegar al límite de la tensión máxima de
un músculo se desencadena una sensación
dolorosa desagradable difícil de tolerar.
Este dolor se produce por el excesivo esti-
ramiento de las estructuras que forman el
tendón. Cada una de estas estructuras están
inervadas y por lo tanto, al sobre-estirarlas
desencadenan una sensación nociceptiva o
dolorosa. Un estiramiento nunca debe pro-
ducir dolor.

Estiramiento en rotación
externa y extensión de cadera
en sedestación
 Musculatura estirada de la pierna dere-
cha: Glúteo mediano y menor, piramidal,

158
Guía práctica de electroterapia funcional

géminos, obturadores, cuadrado crural o


femoral y extensores lumbares.
 Musculatura estirada de la izquierda:
Bíceps femoral, poplíteo, flexores de
los dedos, tibial posterior glúteo mayor,
tríceps sural y delgado plantar.
Nos sentamos en el suelo con la pier-
na izquierda extendida. Flexionamos todo

159
Javier Castillo

lo que podamos la cadera y la rodilla de la


pierna derecha pegando la planta del pie a
la cara interna de nuestro muslo.
Colocamos las manos a los lados de
las piernas e inclinamos el tronco hacia la
pierna izquierda tanto como nos sea posi-
ble hasta notar un ligero dolor. Podemos
aumentar la tensión en los músculos sóleo,
poplíteo, flexores de los dedos, tibial poste-
rior, gemelos y delgado plantar, realizando
a la vez una flexión dorsal del pie y de los
dedos. Aumentaremos la flexión de tronco
hasta notar un ligero estiramiento.

Estiramiento en rotación
externa de cadera sobre
una mesa
 Musculatura principalmente estirada
(pierna derecha): Glúteo mayor, mediano
y menor, piriforme o piramidal, géminos,
obturadores, cuadrado crural o femoral,
extensores lumbares.

160
Guía práctica de electroterapia funcional

 Musculatura secundariamente estirada


(pierna derecha): Tensor de la fascia lata,
sóleo y delgado plantar.
Nos situamos de pie enfrente de una
mesa o una superficie alta, con la pierna iz-
quierda estirada y apoyada firmemente en

161
Javier Castillo

el suelo. Flexionamos la pierna derecha por


la cadera y la rodilla unos 90º y la coloca-
mos lo más plana posible sobre la superfi-
cie de apoyo. Podemos colocar una toalla
o una almohada entre la pierna y la mesa
para no hacernos daño. Agarramos con am-
bas manos el tobillo derecho e intentamos
aproximar el tronco lo más que podamos a
nuestro pie derecho manteniendo la pierna
apoyada sobre la superficie. Aumentaremos
la flexión de tronco hasta notar un ligero es-
tiramiento.

Estiramiento en rotación
externa y extensión de cadera
tumbados con las piernas
cruzadas
 Musculatura principalmente estirada
(pierna derecha): Glúteo mayor, mediano
y menor, piriforme o piramidal, géminos,
obturadores, cuadrado crural o femoral,
extensores lumbares.

162
Guía práctica de electroterapia funcional

Nos tumbamos en el suelo sobre nuestra


espalda. Flexionamos unos 90º la cadera y
la rodilla de la pierna izquierda mantenien-
do el pie apoyado en el suelo, a continua-
ción cruzamos la pierna derecha colocando
el tobillo sobre la rodilla izquierda. Nos aga-
rramos con ambas manos la rodilla izquier-
da y tiramos hacia nuestro pecho lo más
que podamos hasta sentir un ligero estira-
miento (notaremos un ligero dolor).

163
Javier Castillo

Estiramiento de aductores
en bipedestación con flexión
de tronco
 Musculatura estirada de la pierna dere-
cha: Recto interno, aductor mayor, me-
diano y menor, sartorio y tríceps sural.
 Musculatura estirada de la pierna iz-
quierda: Isquiosurales y extensores lum-
bares.

164
Guía práctica de electroterapia funcional

Nos situamos de pie al lado de una mesa


o una superficie alta, con la pierna izquierda
recta. Colocamos la pierna derecha estirada
sobre la superficie y flexionamos el tronco
dirigiéndolo hacia la pierna izquierda. Po-
demos dejar las manos colgando o colocar-
las a lo largo de las piernas.
 Variante: En la posición anterior, a medi-
da que flexionamos el tronco, podemos
llevar las manos hacia la parte posterior
de los muslos, pasando los brazos entre
las piernas. De esta manera, también
estiraremos el glúteo mayor, semitendi-
noso, semimembranoso y los extensores
lumbares.

Estiramiento de piernas
en sedestación con flexión
anterior
 Musculatura principalmente estirada: Is-
quiosurales, glúteo mayor, gemelos y ex-
tensores lumbares.

165
Javier Castillo

 Musculatura secundariamente estirada:


Sóleo, delgado plantar, poplíteo, flexor de
los dedos y tibial posterior.
Nos sentamos en el suelo con las piernas
estiradas y las rodillas lo más juntas posible.

166
Guía práctica de electroterapia funcional

Mantenemos los pies relajados de forma


natural.
Colocamos las manos a los lados de
nuestras caderas y vamos flexionando
el tronco y la cabeza intentando llevar el
pecho hacia los muslos y las manos a los
tobillos hasta sentir un ligero estiramiento
(notaremos un ligero dolor).
 Variante: Podemos realizar este mismo
estiramiento con las piernas separadas.
De esta manera, también actuaremos
sobre la musculatura aductora de cadera
(recto interno, aductor mayor y mediano)
y el glúteo mayor.

Estiramiento en extensión de
cadera y flexión de rodilla en
posición de caballero
 Musculatura principalmente estirada:
Cuádriceps femoral, sartorio, psoas-ilía-
co y tensor de la fascia lata.

167
Javier Castillo

 Musculatura secundariamente estirada:


Pectíneo y glúteo mediano.
Nos situamos en posición de caballero
apoyando en el suelo el dorso del pie poste-
rior y dirigimos nuestra pelvis hacia delan-
te estirando el muslo de la pierna que que-
da atrás hasta sentir un ligero estiramiento
(notaremos un ligero dolor).

168
Guía práctica de electroterapia funcional

Estiramiento en extensión de
cadera y flexión de rodilla en
bipedestación

169
Javier Castillo

 Musculatura estirada de la pierna dere-


cha: Cuádriceps femoral, sartorio, psoas-
ilíaco y tensor de la fascia lata.
 Musculatura estirada de la pierna iz-
quierda: Pectíneo y glúteo mediano.
Nos situamos de pie y agarramos el to-
billo derecho con la mano izquierda flexio-
nando la rodilla. A continuación tiramos el
pie aumentando la flexión de rodilla (inten-
tando llevar el talón derecho hacia el glúteo
izquierdo) y llevando la cadera ligeramen-
te hacia extensión (atrás) hasta sentir un
ligero estiramiento (notaremos un ligero
dolor). Si notamos dolor en la rodilla, pode-
mos agarrar el tobillo con la mano derecha
y llevarlo al glúteo derecho, evitando así la
torsión en la rodilla.

170
Guía práctica de electroterapia funcional

Estiramiento de los extensores


del pie con inversión del tobillo
en sedestación

171
Javier Castillo

 Musculatura principalmente estirada (pie


derecho): Abductor del primer dedo, ex-
tensor largo y corto del primer dedo y
tibial anterior.
 Musculatura secundariamente estirada
(pie derecho): Extensor común corto y
largo, tercer peroneo, lumbricales e inte-
róseos.
Nos sentamos en una silla con la pierna
derecha cruzada sobre la izquierda. Sujeta-
mos el tobillo derecho con la mano derecha
y la mano izquierda agarrando el pie por
debajo de los dedos. A continuación tiramos
(o giramos) del pie hacia abajo, dirigiendo
la planta hacia el suelo a la vez que flexiona-
mos los dedos del pie hasta sentir un ligero
estiramiento (notaremos un ligero dolor).

172
Guía práctica de electroterapia funcional

Estiramiento de los flexores


del pie con eversión del tobillo
en sedestación (estiramiento
para la fascitis plantar)
 Musculatura principalmente estirada
(pie derecho): Flexor corto de los dedos,
flexor corto del primer dedo, cuadrado
plantar, abductor corto del 5º dedo, pe-
roneo lateral largo y corto e interóseos.
 Musculatura secundariamente estirada
(pie derecho): Tibial anterior, flexor largo
de los dedos, flexor largo del primer de-
do, tibial posterior y abductor del primer
dedo.
Nos sentamos en una silla con la pierna
derecha cruzada sobre la izquierda. Sujeta-
mos el tobillo derecho con la mano izquier-
da y la mano derecha agarrando los dedos el
pie. A continuación tiramos (o giramos) del
pie hacia arriba, dirigiendo la planta hacia
el techo a la vez que extendemos los dedos

173
Javier Castillo

del pie hacia el techo hasta sentir un ligero


estiramiento (notaremos un ligero dolor).

174
Guía práctica de electroterapia funcional

Estiramiento del dorsal ancho


y deltoides posterior con
tracción axial y flexión lateral

175
Javier Castillo

 Musculatura estirada: Dorsal ancho y


porción posterior del deltoides.
Nos colocamos con los pies paralelos,
abiertos un poco más que la anchura de
nuestra pelvis, las rodillas semiflexionadas
y los dedos de las manos entrelazados. Es-
tiramos los brazos hacia el techo sin varias
la posición de la pelvis y a continuación, nos
inclinamos hacia un lado lo más posible y
después hacia el otro lado.

Estiramiento del bíceps


braquial, pectoral mayor e
isquiotibiales con extensión de
hombros
 Musculatura estirada: Bíceps braquial,
pectoral mayor e isquiotibiales.
 Musculatura secundariamente estirada:
Braquial anterior y coracobraquial.
Nos colocamos en posición de paso con
los dedos entrelazados por detrás de nues-

176
Guía práctica de electroterapia funcional

tra espalda. A continuación intentamos una


flexión máxima de nuestros hombros y ele-
vamos el pie en flexión dorsal. En esta pos-
cición mantenemos unos segundos.

177
Javier Castillo

Autoposturas que actúan


sobre la cadena posterior y
anterior
Muscularmente, podemos dividir al
cuerpo en dos cadenas principales. La ca-
dena anterior y la cadena posterior. De las
dos, la cadena posterior es tal vez, la que
más retracciones y alteraciones nos puede
provocar. Debido al tipo de músculos que la
componen (músculos tónicos), y a su fun-
ción (se encarga de mantenernos de pie)
esta cadena, está activa durante todo el día
(recordemos que reaccionan a estiramien-
tos débiles pero prolongados en el tiempo
por el reflejo miotático tónico).
Este constante uso de los músculos de la
cadena posterior (isquiosurales, músculos
profundos del glúteo mayor, espinales, tibial
posterior y tríceps sural, pelvitrocantéreos,
poplíteo y flexores plantares) a lo largo del
día, junto con la falta de estiramiento pro-

178
Guía práctica de electroterapia funcional

voca que esta cadena muscular se retraiga


volviéndose hipertónica.
Nuestro cuerpo trata de mantener todas
sus funciones, al menos siempre las más vi-
tales aunque las condiciones sean desfavora-
bles, evitando el dolor y gastando la menor
energía posible. Esto implica que cuando
estructuras de nuestro cuerpo se alteran y
su función se modifica, otras se organizan
para suplir esta carencia (unos músculos
compensan a otros para realizar la función
perdida) produciéndose alteraciones pos-
turales. Debido al reflejo de inervación recí-
proca, cuando la musculatura agonista está
sobrecargada, en este caso la cadena poste-
rior, la musculatura antagonista (la cadena
anterior) recibe la orden de relajarse. Cuanto
más sobrecargada esté una cadena, más flá-
cida estará su antagonista. Por ello, cuando
eliminamos la sobrecarga, la musculatura
antagonista no recibe tantas órdenes de rela-
jarse y, así, vuelve a su tono muscular óptimo.

179
Javier Castillo

Al estirar las cadenas retraídas, estas


dejan de estar sobrecargadas y nuestro
cuerpo va dejando de necesitar las compen-
saciones (en forma de alteraciones postura-
les). Por lo tanto, mediante los estiramien-
tos adecuados podemos llegar a corregir
una alteración postural no estructurada.
Hablamos de deshacer una compensación
en forma de actitud, como una actitud cifó-
tica.
Los músculos trabajan de forma siner-
gista formando cadenas y colaborando en-
tre sí, por eso, cuando estiramos, debemos
hacerlo desde un punto de vista global y
cooperativo, tal y como ellos trabajan.

Autopostura de la cadena posterior:


(cuadrado lumbar, isquiotibiales,
tríceps sural)
Nos tumbamos boca arriba en el suelo
con las caderas y los tobillos apoyados en
la pared y el mentón hacia dentro (nos en-
contramos tumbados con la espalda apo-

180
Guía práctica de electroterapia funcional

yada en el suelo y las piernas en la pared


con las rodillas extendidas). Los pies y los
dedos los llevamos a máxima flexión dorsal.
La columna lumbar y la pelvis deben estar
bien alineadas con las rodillas sin flexionar
y los brazos extendidos hacia atrás. Una vez
que dominemos esta postura, podemos se-

181
Javier Castillo

parar las piernas dejando que la gravedad las


vaya abriendo como un abanico poco a poco.
Esta postura se tiene que hacer durante 5´,
al menos una vez al día.

182
Guía práctica de electroterapia funcional

Autopostura del psoas


Colocamos un pie en el borde de una
superficie elevada con la rodilla flexiona-
da. La pierna que queda atrás permanece
con la rodilla extendida y el pie firme en el

183
Javier Castillo

suelo con una ligera rotación interna. Adop-


ta una posición como si fuéramos a subir
un escalón muy grande. Deberemos man-
tener en todo momento el tronco recto y
los brazos relajados a lo largo del cuerpo.
Duración: 2 a 3 minutos para cada psoas.

Autopostura de los aductores y del


cuádriceps

184
Guía práctica de electroterapia funcional

Nos sentamos con una pierna extendida


hacia delante y la pierna otra en abducción
de cadera y flexión de rodilla (posición de
saltador de vallas).
Debemos mantenernos bien derechos y
regular la tensión de los aductores haciendo
retroceder más o menos la rodilla flexionada.
Duración: 2 a 3 minutos para cada lado.

Autopostura en sedestación

185
Javier Castillo

Nos sentamos en el suelo con la espal-


da apoyada en la pared y las piernas sepa-
radas (en abducción). Los brazos se dejan
a lo largo del cuerpo y pegados en la pa-
red con las palmas de las manos miran-
do hacia el frente. Realizamos una flexión
dorsal de los tobillos y los dedos del pie.
Duración: 3 a 5 minutos.

Autopostura de pie con flexión de tronco


Nos situamos de pie con la punta de los
pies sobre una cuña. A continuación nos in-
clinamos hacia delante flexionando el tron-
co con las rodillas extendidas o ligeramente
flexionadas y realizando una anteversión
de la pelvis. Las manos se pueden dejar a
los lados de la cintura.
Duración: 3 a 5 minutos.

186
Guía práctica de electroterapia funcional

Autopostura para el estiramiento en


cadena muscular completa
Nos colocamos de espaldas con la pelvis
apoyada en una pared. Las piernas las se-
paramos ligeramente en posición de paso.

187
Javier Castillo

La rodilla de la pierna que queda atrás se


flexiona unos 20º y la rodilla de la pierna
que queda adelante se estira al máximo con
el pie y los dedos en flexión dorsal.

188
Guía práctica de electroterapia funcional

Estiramos los brazos al máximo diri-


giéndolos hacia el techo con las manos aga-
rradas y los dedos entrecruzados. A con-
tinuación, nos inclinamos hacia delante,
flexionando el tronco manteniendo la es-
palda lo más recta posible.
 Variante: Para que este estiramiento sea
lo más completo posible, deberemos rea-
lizarlo 3 veces. Una con el pie de la pier-
na adelantada en posición neutra, otra
con el pie en rotación interna y la tercera,
con el pie en rotación externa.

Autopostura para el estiramiento en


cadena muscular completa con apoyo

Nos colocamos en posición de paso con


las piernas separadas. La rodilla de la pier-
na que queda atrás se estira al máximo y, la
pierna que queda adelante se coloca encima
de un escalón alto. A continuación, se flexio-
na al máximo la pierna delantera mientras
se estira la pierna que queda atrás. Simultá-

189
Javier Castillo

neamente se estiran los brazos dirigiéndo-


los hacia el techo con las manos agarradas
y los dedos entrecruzados manteniendo la
espalda lo más recta posible.

190
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