Adoracion Eucaristíca
Adoracion Eucaristíca
Adoracion Eucaristíca
Jesús, verdad eterna, creo que estás realmente presente en la Eucaristía, con tu cuerpo, sangre, alma y
divinidad. Oigo tu invitación: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo». «Tomad y comed; esto es mi
Cuerpo». Creo, Señor y Maestro, pero aumenta mi débil fe.
- Creo, Jesús mío, que eres el Hijo de Dios vivo que has venido a salvarnos.
- Creo que estás presente en el augusto Sacramento del Altar.
- Creo que estás, por mi amor, en el Sagrario noche y día.
- Creo que has de permanecer con nosotros hasta que se acabe el mundo.
- Creo que bendices a los que te visitan, y que atiendes los ruegos de tus adoradores.
- Creo que eres el viático de los moribundos que te aman para llevarlos al cielo.
- Creo en Ti, y creo por los que no creen.
Acto de esperanza
Jesús, único camino de salvación; tú me invitas diciéndome: «Aprended de mí»… y, sin embargo, ¡qué
poco me asemejo a ti! Señor, no soy digno de que entres en mi casa; pero una palabra tuya bastará para
sanarme. Tú, Jesús, complaciste al Padre; eres mi modelo. Atráeme a ti y dame la gracia de imitarte,
especialmente en la virtud que más necesito.
Acto de caridad
Jesús Maestro, tú me dices: «Yo soy la vida»; «el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida
eterna». En los sacramentos del Bautismo y de la Reconciliación me has comunicado esta vida, y en la
Eucaristía la alimentas haciéndote mi comida. Toma mi corazón; libéralo de los bienes, placeres y
vanidades de la tierra. Te amo con todo el corazón y sobre todas las cosas, porque eres bien infinito y mi
felicidad eterna.
Acto de adoración
Te adoro presente en la Eucaristía, Palabra encarnada, Hijo unigénito e imagen del Padre, nacido de
María. En unión con María te ofrezco al Padre: contigo, por ti y en ti, sea por siempre la alabanza, la
acción de gracias y la súplica por la paz de los hombres. Ilumina mi mente, hazme discípulo fiel de la
Iglesia; que yo viva de fe; que comprenda tu Palabra; que sea un auténtico apóstol. Haz, Maestro divino,
que la luz de tu Evangelio llegue hasta los últimos confines del mundo.
Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Acto de petición
Te amo, Jesús, mi vida, mi alegría y fuente de todo bien. Quiero amarte cada día más, a ti y a los
hombres redimidos con tu sangre. Tú eres la vid y yo el sarmiento: quiero estar siempre unido a ti para
dar frutos abundantes. Tú eres la fuente: dame gracia cada vez más abundante para mi santificación. Tú
eres la cabeza; yo, uno de tus miembros: comunícame tu Espíritu Santo con todos sus dones. Venga a
nosotros tu Reino, por María. Conforta y salva a las personas que amo. Acoge en tu Reino a los difuntos.
Multiplica y santifica a los llamados al apostolado. Bebemos en el cáliz de la santidad. Líbranos por
siempre del mal. Recibiremos con reverencia tu Cuerpo santísimo, nos saciaremos de tu dulzura, Señor.
Nos has dado el pan del cielo: el hombre ha comido el pan de los ángeles. Amémonos los unos a los
otros, porque Dios es caridad. El que ama a su hermano ha nacido de Dios y lo contempla, en él es
perfecta la caridad. Padre santo, da paz a los sacerdotes, que reparten el Cuerpo de Cristo; da la paz a los
gobernantes y al pueblo, que reciben el Cuerpo de Cristo. Amén.
Acto de gratitud
Eterno Padre, yo te agradezco porque Tu infinito Amor me ha salvado, aún contra mi propia voluntad.
Gracias, Padre mío, por Tu inmensa paciencia que me ha esperado. Gracias, Dios mío, por Tu
inconmensurable compasión que tuvo piedad de mí. La única recompensa que puedo darte en retribución
de todo lo que me has dado es mi debilidad, mi dolor y mi miseria.
Contemplo mi vida sembrada de alegrías y dolores y comprendo que todo en ella ha sido amor. Todo, oh
mi Dios, porque de Tu Corazón amante no puede salir nada que no sea gracia y amor.
Por todo esto, R/: Te doy gracias, Dios mío.
- Por las alegrías que me has permitido gozar, así como por los dolores y las pruebas con que has
sembrado mi camino, R/.
- Por las gracias conocidas y por las desconocidas, R/.
- Por los favores del pasado y los del futuro, R/.
- Por todo lo que has hecho en mí y por mí, y por todo lo que todavía querrás hacer en el futuro,
R/.
- Sobre todo, por haberme llamado al conocimiento de Tu Amor y a consagrarme a él, R/.
- Por la luz y la alegría Tuyas, que estoy tan lejos de merecer, R/.
- Por la luz y la alegría que el conocimiento de Tu Amor trajo a mi vida, R/.
- Por la posesión de Tu amor que Te hace mío y a mí me hace Tuyo, R/.
Eucaristía 1
EUCARISTÍA, MISTERIO DE AMOR
Eucaristía 2
EUCARISTÍA PAN DE VIDA
G. “En verdad les digo: no fue Moisés quien les dio pan del cielo, sino es mi padre quien les da el
verdadero pan del cielo”. (Jn 6,32)
T. Señor, danos siempre de este pan de vida eterna.
G. “Yo soy el pan de vida; quien viene a mi no tendrá más hambre y quien cree en mi no tendrá más
sed”. (Jn 6,34)
T. Señor, danos siempre de este pan de vida eterna.
G. Oremos.
T. “Dirige, Señor, tu mirada sobre nosotros, Tú que deseas que tus fieles se alimenten de tu cuerpo y
lleguen a ser tu cuerpo.
El sacramento eucarístico sea para nosotros fuente de misericordia.
El sustento divino, con tu bendición, nos obtenga que la carne sea sometida al espíritu, y, en la paz y
armonía, obedezca sin rebelión.
Te lo pedimos a Ti, que con el Padre y con el Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén”. (De la Liturgia galicana)
Eucaristía 3
EUCARISTÍA, FUENTE
DE UNIDAD Y CARIDAD
L1. “En la comunión eucarística, está incluido a la vez el ser amados y el amar a los otros. Una
Eucaristía que no comporte un ejercicio práctico del amor es fragmentaria en sí misma.
Y viceversa —como hemos de considerar más detalladamente aún—, el «mandamiento» del amor es
posible sólo porque no es una mera exigencia: el amor puede ser «mandado» porque antes es dado”.
(DCE 14).
G. Te damos gracias, Señor Jesús, porque nos has amado comunicándonos el amor infinito con el que el
Padre te ama.
T. Ayúdanos a vivir el mandamiento de la caridad para que nuestras jornadas sean verdaderamente
eucarísticas, testimonio de tu amor oblativo en el cual estamos involucrados en la celebración de tu
misterio de muerte y resurrección.
L2. “Como el alimento corporal sirve para restaurar la pérdida de fuerzas, la Eucaristía fortalece la
caridad que, en la vida cotidiana, tiende a debilitarse. Dándose a nosotros, Cristo reaviva nuestro amor y
nos hace capaces de arraigarnos en Él”. (CIC 1394)
G. Te bendecimos, Señor Jesús, que, en tu bondad, nos has dado tu Cuerpo y tu Sangre, “sacramento de
amor”, para que vivamos santos e inmaculados en tu presencia.
T. Dirige nuestros pasos en el camino de tu voluntad, ayúdanos a ser fuertes contra las seducciones del
mal, sostén nuestro deseo de comunión entre nosotros y haz que, alimentados de ti, lleguemos a ser pan
de vida y de esperanza para nuestros jóvenes. Gloria, honor y gracias a ti, Señor Jesucristo, ahora y por
todos los siglos. Amén.
Eucaristía 4
EUCARISTÍA PRESENCIA DE GRACIA
Señor Jesús, concédenos tu gracia de santidad, para que con la palabra y con el testimonio de nuestra vida
consagrada podamos transmitir a otros jóvenes la invitación a seguirte más íntimamente, en el espíritu de San
Leonardo Murialdo.
G. María, madre y reina de los apóstoles
T. Ruega por nosotros.
1.Espíritu Santo,
Señor Jesús, concédenos tu gracia de santidad, para que con la palabra y con el testimonio de nuestra vida
consagrada podamos transmitir a otros jóvenes la invitación a seguirte más íntimamente, en el espíritu de San
Leonardo Murialdo.
G. María, madre y reina de los apóstoles
T. Ruega por nosotros.
Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia Santificación.
Espíritu Santo,
Dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Oración:
Oh Dios,
que llenaste los corazones de tus
fieles con la luz del Espíritu
Santo; concédenos que,
guiados por el mismo Espíritu,
sintamos con rectitud y
gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
CANCIONERO.
1.María, mírame
María, mírame
Si Tú me miras
Él también me mirara
María, mírame
María, mírame
Si Tú me miras
Él también me mirara
María, mírame
María, mírame
Si Tú me miras
Él también me mirara
2. Alma Misionera
Salve (Oswaldo y Arce)
Señor
Toma mi vida nueva
Antes de que la espera
Desgaste años en mí
Estoy
Dispuesto a lo que quieras
No importa lo que sea
Tú llámame a servir
Te doy
Mi corazón sincero
Para gritar sin miedo
Lo hermoso que es Tu amor
Señor
Tengo alma misionera
Condúceme a la tierra
Que tenga sed de Dios
Y así
En marcha iré cantando
Por pueblos predicando
Tu grandeza, Señor
Tendré
Mis brazos sin cansancio
Tu historia entre mis labios
Y fuerza en la oración
Simplemente
Por no saber de ti
Si el grano
De trigo no muere
Si no muere
Sólo quedará
Pero si muere
En abundancia dará
Un fruto eterno
Que no morirá
Y si vivimos
Para Él vivimos
Y si morimos
Para Él morimos
Si avivamos
O que muramos
Somos del Señor
Somos del Señor
4. Milagro de Amor
Jesús, aquí presente en forma real
Te pido un poco más de fe y de humildad
Quisiera poder ser digno de compartir
Contigo el milagro más grande de amor
Milagro de amor tan infinito
En que tú mi Dios te has hecho
Tan pequeño y tan humilde para entrar en mi
Milagro de amor tan infinito
En que tú mi Dios te olvidas
De tu gloria y de tu majestad por mi
Y hoy vengo, lleno de alegría
A recibirte en esta eucaristía
Te doy gracias por llamarme a esta cena
Porque aunque no soy digno
Visitas tú mi alma
Milagro de amor tan infinito
En que tú mi Dios te has hecho
Tan pequeño y tan humilde para entrar en mi
Milagro de amor tan infinito
En que tú mi dios te olvidas
De tu gloria y de tu majestad por mi
Gracias señor
Por esta comunión
5. Junto a Ti Maria
Junto a ti María
Como un niño quiero estar
Tómame en tus brazos
Guíame en mí caminar
Madre, madre
Madre, madre
Madre, madre
Madre, madre
Gracias, madre mía
Por llevarnos a Jesús
Haznos más humildes
Tan sencillos como tú
Madre, madre
Madre, madre
Madre, madre
Madre, madre
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
7. Ante Tu Presencia
Señor me tienes ante tu presencia
Con dulce voz a ti yo clamaré
Escucha buen señor mi oración
Que te ofrezco
En ti me gozaré Señor, Jesús
A ti mi vida entera rendiré
Tu gloria y tu poder me alegrará
Para siempre
9. Tu Reinarás
¡Tú reinarás! Este es el grito que ardiente exala nuestra fe
!¡Tú reinarás, oh Rey bendito! Pues tú dijiste: "reinaré"
Te escondes en el Pan
y aunque no te pueda ver,
te puedo acompañar,
es mi lugar preferido.
Hoy quiero comulgar
abrirte mi corazón,
y así de par en par
eres mi mejor amigo.
Te escondes en el Pan
y aunque no te pueda ver,
te puedo acompañar,
es mi lugar preferido.
Me vuelves a salvar
como lo hiciste en la cruz,
y en cada Misa Tú repites tu sacrificio.
Jesús., mi amigo...