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Este módulo trabajará busca generar una reflexión sobre la naturaleza de lo

justo, el concepto de Justicia, cómo se puede definir lo justo, y qué criterios resultan
habituales para diferenciarlo de lo injusto. Se conocerá la diferencia entre la justicia
sustantiva y la justicia procesal. Se trabajará en dos sesiones, la primera busca dar
una definición de la justicia con base en algunos principios históricos, además,
establecer la relación entre justicia y ética, diferenciando una ética de principios y una
ética de las consecuencias. Finalmente se verá los diferentes modelos de Justicia:
Retributiva, Reparativa, Distributiva y Restaurativa. En la segunda sesión se
desarrollará una reflexión sobre las denominadas Justicias Alternativas.

1. La Justicia Divina
Definir la justicia es un asunto bien complicado sobre el cual no hay un acuerdo
generalizado. Desde tiempos antiguos diferentes culturas hablan de la Justicia
emanada de una disposición divina. La justicia dictada por un Dios bajo la forma de
preceptos morales que luego se transforman en normas jurídicas. Sus argumentos son
exclusivamente de autoridad e incuestionables. Ha servido como forma de organización
social, guía moral y espiritual. La justicia divina en Occidente tiene dos tradiciones
distintas: la del antiguo testamento de carácter punitivo y terrible, y la tradición
cristiana que tiene un carácter reconciliador centrado en el arrepentimiento y el
perdón.
Históricamente este modelo de justicia empezó a hacer crisis por los
cuestionamientos a una casta social enquistada en el poder. Este sistema apelaba a la
autoridad absoluta de los profetas y los elegidos por Dios, pero ¿cómo sabemos a
quien le habla Dios? ¿Y si lo que nos dice tiene efectivamente una validez universal?
Todas las monarquías de las sociedades cortesanas europeas y asiáticas se sostuvieron
con la idea de una predestinación: Dios quiso que ellos estuvieran allí y cualquier
contradicción a su palabra era considerada un acto de herejía. Como dato curioso hay
que decir que hasta el año de 1.991 la Constitución Colombiana estaba consagrada a
Dios. No parece justo echarle la culpa a Dios de semejante desmadre, indudablemente
las leyes las hacen los hombres.

2. La Justicia Natural
Se trata de un sentimiento natural que brota de cada uno de nosotros cuando
nos enfrentamos a la injusticia. Buena parte de las corrientes del derecho se acogen a
esta definición que tiene la virtud de no requerir ninguna explicación salvo un innato e
inexplicable sentimiento arraigado contra la injusticia. A esto hay que sumarle la
condición de universalidad que se sustenta en el concepto de igualdad y de libertad. De
esta manera se superó el dominio de una casta divina que estaba representada por la
monarquía en las revoluciones europeas del siglo XVIII. Pero, si todos tenemos un
innato sentimiento de justicia: ¿Qué garantía tenemos de que coincida con lo que los
demás piensan que es justo? ¿Qué hacemos con la frase de nuestros jóvenes:”yo
siempre voy por la justa, de malas que se metió conmigo”? ¿No será que la percepción
subjetiva de lo justo nos lleva a creer que es solamente justo lo que nos conviene?

3. La Justicia como Ideología


Otros mucho más críticos dicen que el derecho y su concepto de justicia es
simplemente ideología. Un discurso que deforma la realidad social para que todos
creamos lo que solamente favorece a quienes tienen el poder. La crítica se fundamenta
en el tremendo desfase entre lo que consagra el derecho igualitario y las tremendas
condiciones de desigualdad real de la sociedad. Estas ideas por ejemplo animan al
neoliberalismo que, con el concepto abstracto de libertad que para ellos se reduce a la
libertad de competencia, pregonan la doctrina de zorros y gallinas libres.
A pesar de que depende del poder y de la época y de los valores de la moral, el
derecho y su concepto de justicia siempre aspiran a condiciones de universalidad. Lo
que nos conviene a todos, lo que coincide con un ideal de dignidad humana fundados
en valores que todos compartimos o quisiéramos compartir.

JUSTICIA Y ÉTICA

La justicia guarda una estrecha relación con la ética, ya que ésta última se ocupa
de la búsqueda de la buena vida, de elegir lo que más nos conviene y de vivir lo mejor
posible. En este sentido la ética se ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad
(poder decidir sí o no). Digamos que nadie puede finalmente hacernos decidir algo, ni
hacernos obrar de una u otra forma, es la decisión de cada uno la que se pone en
juego y en esa libertad de elegir se pone en juego la ética, la responsabilidad que cada
uno tiene frente a las consecuencias de los propios actos y aquello que desde cada uno
se rige por los propios principios.
El concepto de Ética es un concepto necesario de analizar al hablar de justicia
pues de cierto modo depende de ella que se actúe o no justamente teniendo como
referente normas nacionales y normas que entre los seres humanos se establecen en
la relación cotidiana con el otro.
Lo que es “bueno” y lo que es “malo”, entraña ambigüedades subjetivas difíciles
de solucionar, cada quien tendrá una idea de lo bueno y lo malo, esa no debe ser la
cuestión a la hora de hablar de ética y de justicia, pues hay normas que designan
formas de convivir en equilibrio y en pro del bienestar de todos, que nos dicen que
debemos hacer. Sin entrar en discusión de si eso estipulado es o no lo más justo, lo
importante es resaltar que hay que hacer acuerdos, normas, leyes que nos den la
noción de un límite, y que cada grupo tiene todas las posibilidades y para llegar a sus
propios acuerdos.
“La ética está muy diferenciada en el espacio y en el tiempo según los pueblos,
las épocas y lo que los hombres consideran bueno o malo” según Estanislao Zuleta en
su texto sobre Colombia: Violencia, democracia y derechos humanos, de manera que
cada país tiene su forma de impartir justicia, que a la vez está agarrado de organismos
internacionales que establecen unos principios. La ética implica un ejercicio racional
que permite argumentar una idea, una acción, una elección que se ha hecho, y aunque
la ética no sea algo universal e igual para todos hay unos principios que nos permite
marcar unos límites y hacer un juicio propio de lo que está bien o mal, pues cada ser
humano en está en la capacidad racional de hacer este juicio.

La Justicia, siguiendo los planteamientos de Fernando Savater (1991), considera


los intereses del otro como si fuesen propios y los propios como si fuesen del otro, en
este sentido se reconoce al otro como un semejante único.
Es importante plantear que hay una ética de los principios la cual es fundamental
para la autorregulación y la ética de las consecuencias en la cual los medios no
justifican los fines, es decir que midiendo las consecuencias negativas sobre el otro, yo
resuelvo o no una acción, siendo esta de gran beneficio propio.
La ética guarda una estrecha relación con lo justo, pues es lo que permite una
autorregulación, una autorreflexión de la manera como se va a actuar y una previsión
en los riesgos de ese acto, de las consecuencias que ese acto va a tener para mi y
para el otro, pues como seres sociales que somos, aquello que hagamos va a
repercutir en el otro, desde cualquier ámbito de la vida, de pareja, familiar, laboral,
etc.

TIPOS DE JUSTICIA
La Justicia Retributiva
Es una de las justicias más antiguas, inspirada en la venganza “ojo por ojo y
diente por diente”. Establece una serie de normas para castigar al victimario, que
están establecidas en el código de procedimiento penal, en la antigüedad era la pena
de muerte y se fue cambiando por el encarcelamiento o privación de la libertad (aún
hay países como Estados Unidos donde existe la pena de muerte). Cada país tiene sus
propias normas que establecen el tiempo que una persona debe permanecer privada
de su libertad, según el delito cometido y los agravantes de este. Es un modelo
centrado en el victimario, en que se mantiene un modelo de castigos que busca
“proporcionar motivación para que no se cause daño al público mediante el crimen”
Brandt, R (1998).

La Justicia Reparativa
En este tipo de justicia el Estado asume el sufrimiento de la víctima pagando con
dinero el daño causado a ésta o a su familia. Ejemplo: la reparación que hizo el Estado
a las familias de las víctimas de la masacre de Trujillo (Valle).

La Justicia Distributiva
Concibe una justicia social a través de leyes económicas, logrando que las
riquezas sean distribuidas equitativamente, de esta manera, “se reparten los recursos
de una sociedad entre diversas instancias productivas que compiten entre sí, que
determinan al mismo tiempo los ingresos que obtendrán los miembros individuales de
esa sociedad” , es decir que lo que cada persona trabaje o su oficio determinará los
ingresos que obtenga del bien social. El Estado en este caso es el encargado de
establecer esa distribución. Ejemplo: El caso de la ley antimonopolio en el país vasco.
La Justicia Restaurativa
Ataca las causas sociales del delito, es aplicada por la comunidad o por el Estado;
como es el caso de Canadá y, desde Enero de 2006 aquí en toda Colombia, con el
Código de Procedimiento Penal. Busca que las víctimas sean reparadas por los
victimarios, y que ambos recuperen los vínculos sociales con la comunidad.

JUSTICIA ALTERNATIVA

La Justicia Restaurativa se inscribe en el marco de las justicias alternativas, y


por ello es necesario hacer claridad sobre lo que ello implica, reconocer los
mecanismos que ya existen en vigencia, para poder llevar al grupo a una reflexión
sobre lo que implica la concepción como mecanismo y como proceso. Dado que
quienes asisten son conocedores de este tipo de justicia y mecanismos, apóyese en su
experiencia.

Establecer el carácter de alternativo es difícil, pues es poco claro decir con


respecto a que se considera alternativo, sin embargo se puede decir que se refiere a
otras formas institucionales de resolver conflictos, que son procesos paralelos y
complementarios y formas de desconcentración e informalización de la justicia
ordinaria. De manera que, de forma general, lo que se reconoce como alternativo se
refiere a mecanismos y formas de proceder que se separan, aunque no
completamente, de la forma como se procede en la justicia ordinaria según Borrego, C
(2003).
Los objetivos que persiguen cada uno de estos modos de justicia son diferentes,
la justicia ordinaria establece una lógica de la adjudicación donde es un Juez el
encargado de adjudicar los derechos y obligaciones de una persona y sus mecanismos
buscan ser institucionalizados, mientras la justicia alternativa se preocupa por restituir
la convivencia y generar ganancias mutuas y sus organismos van y vienen desde lo
informal a lo formal; es decir que comparten aspectos formales de la justicia ordinaria
pero mantienen su autonomía utilizando métodos no formales.

DE LOS METODOS DE SOLUCION DE CONFLICTOS.


A lo largo de la historia se han elaborado diversos métodos de solución de conflictos.
El que se ha impuesto sobre los demás, es el proceso judicial. Sin embargo en la
actualidad, es evidente la insatisfacción de la sociedad por el sistema de justicia,
debido principalmente a la lentitud de los procesos, la saturación de los tribunales y el
altísimo costo, para muchos inaccesible y desgastante 8.
Atendido el carácter social del ser humano, por sus diversas relaciones, necesariamente en
algún momento se va a encontrar en algún conflicto de intereses, caracterizado por la
existencia de una necesidad y la circunstancia de no poderla satisfacer plenamente. De esta
manera los conflictos de intereses pueden clasificarse en:

A.- Conflictos internos de intereses: (individuales o personales) se produce cuando el


propio sujeto debe ponderar las alternativas tendientes a satisfacer alguna de las
ilimitadas necesidades. Estos conflictos son resueltos por el propio sujeto mediante el
sacrificio del interés menor en beneficio del interésmayor. Este conflicto carece de
relevancia jurídica, jamás será regulado por el derecho.
B.- Conflictos externos de intereses: consiste en la existencia de intereses
discrepantes entre dos o mas personas, los cuales se manifiestan mediante una
acción u omisión, que producen un cambio en el mundo externo. Estos conflictos
pueden subdividirse en:
i) De relevancia jurídica: Aquel que se produce cuando un sujeto, con su acción u
omisión, produce un quebrantamiento del ordenamiento jurídico.
ii) Sin relevancia jurídica: Aquel que se produce cuando un sujeto, con su acción u omisión, no
produce un quebrantamiento del ordenamiento jurídico, sino que afectan a normas de orden
moral, social o de otro tipo.

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