Semana Santa 2023

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Encuentro de Catequesis: Semana Santa

Primer momento: Reflexionamos desde la participación:


¿Qué es Semana Santa? ¿Cuándo comienza y qué hechos suceden el
ella? Lluvia de ideas en la pizarra, sin necesidad de un orden cronológico, sólo
lo que los/as estudiantes recuerden.
Segundo momento: Para darle un orden a los hechos, compartiremos la
Palabra y ubicamos las ideas que pertenecen a cada relato leído,
reflexionamos acerca de lo que sucede en cada momento, nos ponemos de
acuerdo en qué símbolo representa cada día:
Mt 21, 6-11 (Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa, Jesús aclamado
por la gente, reconocido como Hijo de Dios).
Lc 22, 14-22 (Jueves Santo: Última Cena, el gesto de repartir pan y vino,
Eucaristía: Primera Comunión, luego de eso Jesús es arrestado)
Para ver los hechos entre la Última Cena y la Crucifixión, tener en cuenta el
Evangelio de Lucas 22 y 23.
Lc 23, 44-48 (Viernes Santo: muerte de Jesús, últimas palabras)
Sábado Santo: Este es un día dedicado especialmente a la Virgen María, que
está triste por la muerte de su Hijo, pero, además, es un
día de espera y recogimiento por la promesa hecha por Jesús: “Al tercer día
resucitaré de entre los muertos”.
Tercer momento: Elaboramos en la “rosca pascual” la Semana Santa, a modo
ilustrativo, quedaría así:

En los cartelitos, llevará frases elaboradas


en grupo áulico acerca de lo reflexionado desde La Palabra.
Esta rosca se terminará en el próximo encuentro…
Rezamos…

Celebración de Pascua: Jesús vive y está entre nosotros


Celebramos en la Capilla, quinto grado, la Pascua de Resurrección (si no está
en condiciones o está ocupada, haremos la celebración en la virgencita de la
entrada)
Saludo inicial: Ingresamos cantando “Pescador de hombres”, con las roscas de
Pascua en ambas manos.
Nos reunimos a celebrar el paso de Jesús de la muerte a la vida, a la
resurrección. Por eso lo hacemos acompañados de nuestras roscas, para
ofrecerlas a los pies del altar. En dichas roscas tenemos momentos felices
vividos por Jesús, momento de compartir, de disfrutar, de aprender, también
momentos de traición, de dolor…
Hoy vamos a dejar a los pies de este Jesús Resucitado, nuestra vida y
todo lo que la llena, pensando en la familia, en el trabajo de los adultos, en los
hermanos, en los compañeros. Agradecemos por cada persona que nos
acompaña en el vivir…
Compartimos la Palabra:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Lucas 24, 13-35

    Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado
Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban
sobre lo que había ocurrido.
    Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió
caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Él les
dijo: «¿Qué comentaban por el camino?»
    Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás,
le respondió: «¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó
en estos días!»
    «¿Qué cosa?», les preguntó.
    Ellos respondieron: «Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta
poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo
nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado
a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a
Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es
verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado:
ellas fueron de madrugada al sepulcro y al no hallar el cuerpo de Jesús,
volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles
que él está vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo
como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron.»
    Jesús les dijo: «¡Hombres duros de entendimiento, ¡cómo les cuesta creer
todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías
soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?» Y comenzando por
Moisés y continuando con todos los profetas, les interpretó en todas las
Escrituras lo que se refería a él.
    Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de
seguir adelante. Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es
tarde y el día se acaba.»
    El entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció
la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se
abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.
    Y se decían: «¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el
camino y nos explicaba las Escrituras?»
    En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén.
Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, y
estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!»
    Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo
habían reconocido al partir el pan. Palabra del Señor.

Comprensión y reflexión de la Palabra: ¿qué nos enseña el relato del camino


de Emaús? ¿Qué significa el camino de Emaús en nuestras vidas? ¿Perdemos
la fe? Jesús nos acompaña siempre, sólo que a veces no lo vemos o no nos
damos cuenta.

Signo: prendemos una vela sobre el altar, y en una llamita entregada a cada
estudiante podrán agradecer o pedir por una intención personal.
Con música de fondo la ofrecerán, a la luz (Cristo presente); rezamos como
hermanos un Padrenuestro y cantamos “Alma misionera”

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