Reseña 1 A Sangre y Fuego 22
Reseña 1 A Sangre y Fuego 22
Reseña 1 A Sangre y Fuego 22
La guerra civil es posiblemente uno de los temas más tratados en las monografías
históricas que se escriben en España. La profusión de esta temática hace pensar que ya
no queda nada que no se haya contado ya, es un tema que remueve consciencias,
generando (sentimientos) y posicionamientos ideológicos que trascienden el mundo
académico y generan una de las mayores controversias de opinión aún hoy en día “a pie
de calle”. En el caso de Chaves Nogales en el presente libro, vemos la parte que se
conoce como “la tercera España”, esa que dice no posicionarse a favor de ninguno de
los dos bandos beligerantes, que acusa a la guerra y sus protagonistas de infamia
indómita y absurda. En A sangre y fuego podemos leer un total de nueve relatos que
dejan, entre la crónica y la literatura, un reflejo de esos escenarios de guerra cruentos
mediante los cuales pretende dejar manifiesto de su tesis, “no hay buenos ni malos”,
opinión que queda perfectamente explicada y reflejada en el prólogo de la obra.
Chaves Nogales, periodista sevillano exiliado a París durante la guerra, escribió desde
allí este conjunto de historias dirigidas a remover consciencias sobre los horrores
humanos y que, como quiere dejar claro el autor en diversas ocasiones, son fieles a la
realidad (“cada uno de sus episodios ha sido extraído fielmente de un hecho
rigurosamente verídico”, p.10). Su temprano exilio, voluntario, se dio cuando el
gobierno republicano abandona Madrid (“Me fui cuando tuve la íntima convicción de
que todo estaba perdido y ya no había nada que salvar” p. 6) El libro estuvo sin
publicarse en España hasta 1993 en Alianza editorial, habiendo visto la luz por primera
vez en Chile en 19371, con lo que tanto Chaves como su obra fueron relegados al
olvido, añadiendo además el hecho de que no fue hasta su segunda edición ya en 2011
cuando el autor y su obra empezaron a tener repercusión. La razón del olvido de su obra
fue, según cuenta Andrés Trapiello “(…) haber sido demócrata antes, durante y después
de la guerra.” (p.21)
1
“En un primer momento se editaron los relatos por entregas en la revista mexicana Sucesos para todos,
encargada esta misma también de editar nuevamente al autor un año después con otra de sus obras, La
defensa de Madrid, también por entregas”. (como se cita en: Valls, Fernando, 2018, p.150)
El subtítulo del libro habla por sí solo, dejando entrever qué es lo que nos vamos a
encontrar en su obra, título potente y con la intensidad de unos sustantivos que
pretenden llamar la atención sobre la posición antibelicista del autor, y que quedan
reflejados en los relatos y en sus protagonistas, los cuales actuarán, precisamente, como
bestias, héroes y mártires durante la guerra. El primer relato titulado Masacre, masacre,
transcurre durante un bombardeo de la aviación nacional sobre Madrid, un grupo de
milicianos dispuestos a cobrarse venganza alentados por su cabecilla, el general Mola,
quedarán retratados como “las bestias”, con un único héroe que muestra su desacuerdo
ante la violencia desmedida, un joven miliciano comunista que tiene miedo de que sus
ideas generen algún tipo de controversia. En esta historia queda reflejada la
arbitrariedad y el descontrol de los primeros años de la guerra, en las que se ejecutará
sin pruebas y llevados por falsas denuncias, a un grupo de soldados que creerán
pertenecientes a la quinta columna causante del bombardeo, entre ellos el padre de uno
de los protagonistas. En la siguiente historia, La gesta de los caballistas, se nos muestra
una especie de purga por parte de un cacique fascista y su familia que pretende eliminar
a “los rojos” de los alrededores de su finca; como resultado, una horrible masacre, falsas
acusaciones y traiciones incluso dentro de la propia familia. Es interesante ver como
uno de los alentadores de esta masacre será el cura (representando a la iglesia) el cual al
principio del relato vemos oficiando misa en casa del mencionado cacique y como el
odio va dirigido hacia los campesinos, convertidos estos en un todo, en una especie de
masa estúpida que “solo aprende a palos” (p.51). La máxima representación del mártir
aquí, casi como un cristo en su cruz, es la del pobre “gitanillo” delgado y totalmente
desfallecido al que atan a un caballo y acaban apuñalando. En el tercer relato, Y a lo
lejos una lucecita, el sueño de un vigilante se ve interrumpido por una pequeña luz que
vislumbra a lo lejos; desde entonces la intención será descubrir quién está haciendo esas
señas y con qué razón, empezando una red de espionaje para descubrir las actuaciones
que están llevando en secreto un par de antiguos oficiales que habían pasado al bando
rebelde, en un movimiento incesante impulsado por el fanatismo y acabando con la vida
de inocentes en el transcurso de la investigación. En el cuarto relato, La columna de
hierro, un grupo de autodenominados revolucionarios mediante actos de pillaje dicen
hacer la revolución. Benacil, pueblo valenciano y republicano, los acusa de querer
hacerse con el control. Aquí vemos cómo se enfrentan los comunistas del Comité
Revolucionario representados por el imaginario pueblo de Benacil, con la Columna de
Hierro, los acusados de saqueos y destrucción y de ser, irónicamente, los mejores
propagandistas de franco (p.121). Los anarcosindicalistas que tomarán en este relato el
papel de bestias a ojos de los comunistas, querrán fusilar a los fascistas encarcelados en
el pueblo. La Columna de Hierro acaba huyendo cercados por los milicianos del Comité
y atacados por la aviación republicana. Aquí la crítica a Buenaventura Durruti por parte
del autor es notable, retratándolo como un dictador al mando de una banda de canallas
(p.94). El quinto relato nos sitúa en un pueblo también sacado de la imaginación del
autor, Briesca, utilizado para contarnos mediante una historia titulada “El tesoro de
Briesca” como Arnal, un miliciano, intenta proteger un tesoro artístico del ataque de los
rebeldes mientras que los comités revolucionarios impedirán su labor. Mediante el
protagonista se nos muestra como la barbarie acaba ganando a la razón y a la cultura, y
el protagonista, entre desilusionado y dubitativo sabe que la tarea de salvaguardar las
obras de arte es una tarea prácticamente imposible, con lo que acabará por abandonar la
“absurda” idea de valorar el arte y apostar por ganar la guerra a toda costa. Aquí el autor
se posiciona con respecto a la formación republicana, a quien considera que no tenían
disciplina ni sabían hacer la guerra (p.142). El siguiente relato llamado Los guerreros
marroquís, nos cuenta la historia de un soldado marroquí, Mohamed, que pide
clemencia ante unos soldados republicanos, quienes le persiguen y acaban hiriendo para
después curarlo y poder fusilarlo en una especie de juego macabro. Se aprovecha esta
historia para narrar la inocencia de estos soldados marroquís a los que pidieron, según
nos cuenta Chaves, luchar contra los “rojos” y estos, aceptando, imaginaron las
maravillas del botín que obtendrían si conseguían vencer al ver las buenas armas con las
que los equipaban y las “maravillas” que encontraban en las grandes ciudades (p.139);
el castillo de naipes cae cuando un compañero de Mohamed se da cuenta de lo que ha
ocurrido con su amigo y se niega a mostrar falsa lealtad a la causa republicana como
muchos hacían para salvar su vida. Tanto los soldados africanos como los legionarios
forman una oleada de desolación que una vez más, caen como bestias sobre los mártires,
esta vez, campesinos que poco tienen con lo que defenderse; símbolo más cruel de esta
bestialidad serán las orejas cortadas de “marxistas” que uno de los legionarios ofrece al
marroquí que quiere vengar la muerte de su amigo. El séptimo relato se titula ¡Viva la
muerte! y Chaves quiere reflejar mediante él la controversia de la interpretación que se
puede dar a un hecho histórico dependiendo del punto de vista con el que se mire, en
este caso, sobre la masacre de todo un pueblo de la Sierra de Guadarrama por parte de
los fascistas; para ello uno de sus personajes, el general fascista Cayetano Tirón contesta
que lo que realmente importa es la interpretación que se le da a los hechos (p.165) a uno
de sus simpatizantes que le aseguraba que poco importaba lo que realmente habían
hecho, porque él lo había contado de tal manera y así debía ser dado que él era la
autoridad. Bigornia, el octavo relato, comienza con el inicio de la Guerra Civil, el 19 de
julio de 1936 en Madrid. A Bigornia, obrero metalúrgico, le llega la noticia de que los
sublevados se están haciendo fuertes, con lo cual decide ir a defender el cuartel de la
Montaña con su martillo. Héroe y mártir a la vez se sacrifica por su pueblo, aunque
pronto se dará cuenta de que se ha quedado solo en el frente, la mayoría de sus
compañeros han huido. Una vez más Chaves nos presenta un escenario donde seas
bestia o seas héroe, la violencia nunca lleva a buen puerto y Bigornia, por su orgullo y
por la férrea defensa de sus ideales, acaba muerto. El libro cierra con el relato Consejo
obrero, en él se habla de un cambio de bando para evitar represalias, igual que se ha
descrito en otros relatos, el miedo y querer salvar la vida hace que muchos huyan o
cambien de bando, “traicionando” los ideales por los que luchan con tal de salvarse, y es
precisamente el miedo y la búsqueda de libertad de uno de los protagonistas lo que
acaba por condenarlo, siendo expulsado de la fábrica donde trabaja. Aquí el autor,
narrador omnisciente a su vez, se pone voz en un discurso en el que queda reflejada su
opinión en torno al despido del obrero, en el que asegura que fue condenado por miedo
a que el hombre fuese libre, acusando al consejo obrero de contribuir a hacer que la
causa del pueblo se perdiera.
Chaves escribe sobre seres humanos en toda la terrorífica humanidad que les confiere la
guerra, tanto para el bien como para el mal, aunque es ocasiones se desdibuje su
naturaleza y algunos acaben asimilándose a bestias. Podría añadir que faltan mujeres en
sus relatos más allá del papel “de relleno” y con descripciones puramente físicas y
bobinas, pero una ya está acostumbrada.
obra pasase tanto tiempo olvidada. Hoy en día por suerte se sigue reeditando y es
posible que, aunque quizás muchas de las historias ya no impresionen como hace años,
sí sirvan al menos para enseñar que no siempre es blanco o negro, que, especialmente en
la guerra, todo está lleno de claroscuros.
BIBLIOGRAFÍA
CHAVES NOGALES, Manuel (2011), A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires
de España, introducción de María Isabel Cintas, Barcelona: Libros del Asteroide.
VALLS, Fernando (2018), “Un estudio en marcha: sobre los cuentos de A sangre y
fuego (1937), de Manuel Chaves Nogales”, Orillas. Revista d’Ispanistica, 7, pp.
149-66