05 JBD 05 de 10
05 JBD 05 de 10
05 JBD 05 de 10
Una vez se ha obtenido una solución en RP, el siguiente problema que se debe abordar es
la investigación de la estabilidad de esta solución. Por una lado, los métodos temporales
descritos en el capítulo de introducción reproducen de tal modo el comportamiento del
circuito que únicamente obtienen soluciones estables, a no ser que se utilicen técnicas
especiales, por ejemplo de tiempo inverso. Por otro lado, la mayoría de los métodos de
determinación directa del RP presentan la peculiaridad de obtener indistintamente
soluciones estables e inestables.
95
3 Estudio de la estabilidad
Dificultades añadidas aparecen al trabajar con sistemas en los que aparece retardo. En
éstos, es necesario conocer las variables de estado en cada uno de los elementos dinámicos
en todo un intervalo de tiempo de duración igual al retardo máximo del circuito1. Esto es
equivalente a decir que el número de condiciones iniciales es infinito y, en consecuencia,
que la matriz de monodromía es de dimensiones infinitas. Este problema podría
solventarse discretizando la solución, pero con ello abandonamos el dominio temporal
continuo. Esto da una idea de las dificultades en estudiar la estabilidad de las soluciones de
un circuito no lineal con parámetros distribuidos de forma analítica. La bibliografía más
reciente de IEEE Trans. Circuits Syst. se limita al estudio de la estabilidad de los puntos de
equilibrio, por ejemplo [Hos-94].
1
A diferencia de los circuitos de parámetros concentrados en que únicamente es necesario conocer las
variables de estado en un instante de tiempo, t=0−.
96
3 Estudio de la estabilidad
97
3 Estudio de la estabilidad
La extensión de este método a los circuitos con retardo es uno de los objetivos de esta tesis.
No obstante, intentar buscar una relación entre los autovalores del Jacobiano del mapeo
implícito y los de la matriz de monodromía carece de sentido en circuitos con retardo. Sin
embargo, es posible chequear la validez del método numérico al contrastar los resultados
con aquellos obtenidos de forma semi−analítica para puntos de equilibrio. La técnica que
se describirá a continuación para determinar la estabilidad de las soluciones obtenidas
utilizando el método DTA−Gear es tal que se realiza a posteriori, sin necesidad de
modificar el método de análisis descrito en el capítulo 2. Además, la construcción del
Jacobiano a partir del que se estudia la estabilidad se realiza utilizando las mismas matrices
que forman parte de la formulación DTA−Gear. Este método se basa en la construcción de
un mapeo implícito, en el cual una de las muestras de la VC se expresa a partir de m
muestras anteriores. Estas m muestras anteriores, llamadas memoria del circuito, son
suficientes para reconstruir todo un periodo de la solución. Así, las m muestras de un
sistema discretizado desempeñan el papel que realizan las variables de estado en un
sistema continuo. De este modo, basándonos en la definición de estabilidad de un sistema
continuo trasladada a un sistema discreto, el estudio de la estabilidad de la solución se
realiza observando la evolución de estas muestras al ser perturbadas. De forma similar a lo
que ocurre con la matriz de monodromía, los autovalores del Jacobiano de este mapeo
implícito, aportan información sobre la estabilidad de la solución.
98
3 Estudio de la estabilidad
Las ideas reseñadas anteriormente se aplican del siguiente modo. En primer lugar hay que
fijar la memoria m de un sistema discretizado. En circuitos de parámetros concentrados, la
memoria se define a partir del orden n del subcircuito lineal y del orden g de la
discretización utilizada mediante la relación
m = ng . (3. 1)
Esta expresión indica que la derivada n−ésima de una muestra se aproxima utilizando esa
muestra y las m muestras anteriores. En un circuito de parámetros distribuidos, como el de
la Fig. 2. 11, la muestra retardada 2τ segundos se aproxima utilizando las q2+g muestras
anteriores a ésta, con q2∆<2τ<(q2+1)∆ y ∆ la distancia entre muestras. Cada una de las
sucesivas derivadas de una muestra retardada necesita de g muestras más. Así,
considerando un circuito en el que se calcule la derivada n−ésima de una muestra retardada
2τ segundos la memoria es
m = q 2 + (n + 1) g . (3. 2)
m m
con
2
Los resultados para circuitos excitados son exactamente los mismos que para circuitos autónomos, ya que
en la linealización del sistema de ecuaciones alrededor de la solución desaparecen las excitaciones, sean éstas
constantes o periódicas.
99
3 Estudio de la estabilidad
Obsérvese que la muestra xn de (3. 4) se puede calcular de forma implícita a partir de las m
muestras anteriores. Una vez calculada xn, es posible calcular la siguiente muestra xn+1 a
partir de xn y de las m−1 muestras anteriores a xn. Con esta idea en mente, y definiendo el
subvector de m muestras de la VC
la ecuación (3. 4) se puede ver como un mapeo implícito a través del cual el subvector xn+1
se obtiene a partir del subvector anterior a éste, xn, mediante la relación
x n+1 = ϕ (x n ) . (3. 7)
Nótese que este mapeo podría ser utilizado para, partiendo de xn (unas condiciones
iniciales), calcular el transitorio hasta obtener el RP. Consideremos ahora la obtención de
una solución periódica x* de (3. 3). Cualquier subvector xn* de m elementos de x* es un
punto fijo del mapeo ϕ repetido N veces a lo largo de un periodo. Así, el mapeo
x n * = x n + N * = ϕ N (x n *) . (3. 8)
x1 = x1 * + w 1 . (3. 9)
100
3 Estudio de la estabilidad
x 2 = ϕ ( x1 ) ,
w 2 = J 2 w1 .
Esta idea trasladada un instante de tiempo más adelante permite expresar w3 en función de
w1 utilizando la expresión anterior y
x 3 = ϕ (x 2 ) ,
w 3 = J 3 J 2 w1 .
Antes de continuar, conviene realizar la definición de las matrices Jacobiano que han ido
apareciendo en los desarrollos anteriores y que se ha obviado en aras de una mayor
claridad. Así, definimos
con
101
3 Estudio de la estabilidad
donde, teniendo en cuenta (3. 4), los elementos de la primera fila de Jn se calculan
utilizando
Analicemos ahora en profundidad el resultado obtenido en (3. 13). Esta expresión indica
que la perturbación inicial se ha transformado al cabo de un periodo en una perturbación en
la que interviene el Jacobiano J del mapeo compuesto ϕ N . Esquemáticamente, esta
transformación se puede ver del modo
T (3. 17)
w1 → Jw1 .
m
w1 = ∑ ci ŵ i , (3. 18)
i =1
T
ˆ i → λi w
w ˆ i. (3. 19)
102
3 Estudio de la estabilidad
kT
ˆ i
w → λki w
ˆi. (3. 20)
2. Si el resto de los autovalores tiene módulo menor que la unidad, entonces la solución
es estable. Los autovectores asociados a estos autovalores irán decreciendo al
transcurrir el tiempo según indica (3. 20).
2π
j
λ=e k
, (3. 21)
103
3 Estudio de la estabilidad
104
3 Estudio de la estabilidad
Los resultados anteriores son válidos para circuitos con una alinealidad estática controlada
por una VC. En el capítulo 2 se ha modificado la formulación DTA−Gear para contemplar
alinealidades estáticas con dos VC y alinealidades dinámicas. Veamos cómo se estudia la
estabilidad de las soluciones obtenidas con estas formulaciones. Sobra decir que la clave en
el estudio de la estabilidad se encuentra en la construcción de un mapeo implícito que
relacione una muestra con las anteriores.
m m
m m
donde se ha utilizado la misma notación para los coeficientes que en la sección anterior y
m coincide con el valor dado en (3. 2). Obsérvese que al existir dos ecuaciones que
relacionan 2(m+1) muestras en total, una muestra de cada una de las dos VC se puede
expresar a partir de las restantes 2m muestras. Este planteamiento nos conduce a definir el
vector
105
3 Estudio de la estabilidad
formado por m muestras consecutivas de cada una de las dos VC: 2m muestras en total.
Este vector permite construir el mapeo implícito
definido por las ecuaciones (3. 24) y (3. 25). A partir de esta expresión es posible repetir el
razonamiento anterior hasta obtener el Jacobiano del mapeo implícito
J = J N J N −1 L J 3 J 2 , (3. 28)
J aa J ab
J n = ba
n n
bb
, (3. 29)
J n Jn
con
donde, de acuerdo con (3. 24) y (3. 25), los elementos de la primera fila se calculan
utilizando
∂xa ,n k 2 k 6 − k3 k5
=− ,
∂xa ,n− k k1k 5 − k 2 k 4
∂xa ,n k 2 k8 − k 5 k 7
=− ,
∂xb ,n−k k1k5 − k 2 k 4
106
3 Estudio de la estabilidad
∂xb ,n k1k 6 − k3 k 4
=− ,
∂xa ,n−k k1k5 − k 2 k 4
∂xb ,n k 3 k8 − k 4 k 7
=− ,
∂xb ,n−k k1k 5 − k 2 k 4
con
k1 = a0 + b01 f a' ( xa ,n , xb ,n ) ,
k 2 = b01 f b' ( xa ,n , xb ,n ) ,
k 4 = b03 f a' ( xa ,n , xb ,n ) ,
k 5 = a0 + b03 f b' ( xa ,n , xb ,n ) ,
Una vez definido el Jacobiano del mapeo implícito la estabilidad se estudia a partir de sus
autovalores del modo indicado en el capítulo 3.1. Debe advertirse que si la memoria del
circuito es m, las dimensiones del Jacobiano son (2m)x(2m), al existir dos VC.
107
3 Estudio de la estabilidad
m = q2 + (n + 1) g , (3. 31)
se reconvierte ahora en
m 2 = q 2 + ( n + 2) g , (3. 32)
m m g
(3. 34)
∑ a x
k n−k + ∑ b 1
k g ( x n − k ∑ c j xn −k − j + c2 = 0 ,
) '
ˆ
k =0 k =0 j =0
con
108
3 Estudio de la estabilidad
g min{ k , g }
ak + bk g ' ( xn−k )∑ c xn −k − j +
'
j ∑b k− j c 'j g ( xn−k + j )
∂xn j =0 j =0 (3. 37)
=− .
∂xn−k g
a0 + b0 g ' ( xn )∑ c 'j xn− j + b0 c0' g ( xn )
j =0
109
3 Estudio de la estabilidad
Los desarrollos que aparecen en esta referencia se particularizarán desde un principio para
el TDCC, circuito que se analizará en detalle en el capítulo 3.4. Utilizando esta técnica, se
obtendrán expresiones analíticas, no incluidas en la referencia, que aportan información
acerca de la estabilidad y el valor que toman los autovalores de forma asintótica, sin
recurrir al uso de algoritmos iterativos.
Después de esta breve presentación del método pasemos a describirlo en detalle. El método
semi−analítico de análisis de la estabilidad de los puntos de equilibrio de un sistema no
lineal con parámetros concentrados y distribuidos se basa en plantear las ecuaciones de
equilibrio del circuito utilizando las variables de estado adecuadas. Estas variables de
estado son la tensión en terminales de los condensadores del circuito, la corriente que
110
3 Estudio de la estabilidad
atraviesa los inductores del circuito y la tensión incidente o reflejada en las líneas de
transmisión. Para el TDCC representado en la Fig. 3. 1 las variables de estado escogidas
son la tensión v en terminales del condensador y la tensión reflejada v2− a la entrada de la
línea de transmisión.
1 2 − 1
−
v&(t ) ( R + Z 0 )C ( R + Z 0 )C v(t ) C (3. 38)
− = +
R − Z 0 v2− (t )
i (v ) .
v2 (t + 2τ ) − Z 0 − 0
R + Z0 R + Z 0
1 2 − 1
−
0 ( R + Z 0 )C ( R + Z 0 )C v
− = −DC + C i (vDC ) . (3. 39)
Z0 R − Z 0 v2,DC
v2,DC − − 0
R + Z0 R + Z 0
El conocimiento del valor de los puntos de equilibrio del circuito requiere la resolución de
este sistema no lineal de dos ecuaciones y dos incógnitas de forma iterativa. No obstante,
ya que la alinealidad del TDCC es lineal a tramos, es posible determinar el valor de los
puntos de equilibrio de forma analítica. Una tercera alternativa para calcular el valor de las
variables de estado en los puntos de equilibrio la constituye el análisis del circuito en
continua, sustituyendo el condensador por un circuito abierto y la línea de transmisión por
111
3 Estudio de la estabilidad
un cortocircuito. De este modo, el TDCC queda reducido a una resistencia en paralelo con
una alinealidad. La intersección de las respectivas características i−v da la solución de v en
los puntos de equilibrio. En la Fig. 3. 2 se comprueba gráficamente que cuando R<−1/m0,
existe un único punto de intersección situado en el origen y cuando R>−1/m0 existen tres
puntos de intersección : el origen y dos puntos simétricamente situados respecto al origen
cuyo módulo es mayor que va. Es curioso constatar que cuando R=−1/m0, existe todo un
intervalo de posibles valores entre –va y +va.
Z0 (3. 40)
v2−,DC = − vDC .
2R
Conocido el valor de las variables de estado en los puntos de equilibrio, la dinámica del
circuito se estudia linealizando el sistema alrededor de estos puntos. Así, el Jacobiano de
(3. 38)
∂v&(t ) ∂v&(t )
∂v(t ) ∂v2− (t )
J= − , (3. 41)
∂v2 (t + 2τ ) ∂v2− (t + 2τ )
∂v(t ) ∂v2− (t )
112
3 Estudio de la estabilidad
1 + mk ( R + Z 0 ) 2
− ( R + Z )C ( R + Z 0 )C
J= 0
, (3. 42)
Z R − Z0
− 0
−
R + Z0 R + Z 0
y haciendo uso del Jacobiano, obtenemos una expresión que nos aporta información sobre
la evolución de las perturbaciones:
113
3 Estudio de la estabilidad
sW ( s ) J 11 J 12 W ( s ) (3. 48)
s 2τ − = ,
e W2 ( s ) J 21 J 22 W2− ( s )
J 11 − s J 12 W ( s) (3. 49)
J s 2τ =0.
21 J 22 − e W2− ( s )
Al tratarse de un sistema homogéneo su determinante debe ser cero para que exista una
solución no nula. Así, la resolución de la ecuación característica
se s 2τ − e s 2τ J 11 − sJ 22 + J 11 J 22 − J 12 J 21 = 0 , (3. 50)
s = σ ± jω , (3. 51)
w& (t ) TL sW ( s ) (σ ± jω )W ( s )
− → s 2τ − = (σ ± jω ) 2τ − , (3. 52)
w2 (t + 2τ ) e W2 ( s ) e W2 ( s )
w& (t ) (σ ± jω ) w(t )
− = (σ ± jω ) 2τ − . (3. 53)
w2 (t + 2τ ) e w2 (t )
3
Se comprueba a partir de (3. 50) que las raíces complejas siempre aparecen por pares conjugados.
114
3 Estudio de la estabilidad
con
A partir de (3. 54) y (3. 56) es inmediato comprobar que la parte real de s determina la
estabilidad de la solución del siguiente modo:
Finaliza aquí la descripción de los criterios que determinan la estabilidad de las soluciones
de equilibrio del TDCC basados en el conocimiento de la parte real de las raíces de la
ecuación característica. Al tratarse de una ecuación no lineal, su resolución requiere el uso
115
3 Estudio de la estabilidad
donde
1 + mk ( Z 0 + R ) (3. 60)
a1 = ,
C ( Z 0 + R)
Z0 − R (3. 61)
a2 = − ,
Z0 + R
2Z 0 (3. 62)
a3 = a1a2 + .
C ( Z 0 + R) 2
Comprobemos qué soluciones reales admite este sistema de ecuaciones. Con ω=0, la
primera ecuación puede ser vista como una función en la variable σ
116
3 Estudio de la estabilidad
b) Cuando σ → −∞, f (σ ) → −∞ sign(a2 ) , propiedad que sólo depende del signo de a2.
Una vez estudiado el caso en que ω=0, pasemos a estudiar el comportamiento asintótico en
el otro extremo frecuencial ω → +∞ 4. El sistema de ecuaciones (3. 63) y (3. 64) se
transforma en
nπ (3. 68)
ω= ,
2τ
4
El estudio en ω → −∞ da lugar a las mismas soluciones conjugadas.
117
3 Estudio de la estabilidad
Si a2>0, esta última ecuación se cumple para n impar y si a2<0, para n par. En cualquiera
de los dos casos, podemos expresar σ cuando ω → +∞ del modo
1 1 R − Z0
σ= ln a 2 = ln . (3. 70)
2τ 2τ R + Z 0
π
(2k + 1) 2τ a 2 > 0
ωk = . (3. 71)
π
2k a2 < 0
2τ
Las aproximaciones obtenidas para s cuando ω → +∞ pueden ser mejoradas con el fin de
obtener unas expresiones que permitan inicializar tan cerca de la solución como sea posible
el algoritmo iterativo de resolución de la ecuación característica. Así, sustituyendo
π
( 2 k + 1) + φk a 2 > 0
ωk = 2τ , (3. 72)
π
2k + φk a2 < 0
2τ
en (3. 63) y tras una aproximación de Taylor de primer orden de las funciones seno y
coseno obtenemos
a3 − a 2 a1
a ω a 2 > 0
φk = 2 k
, (3. 73)
a3 − a 2 a1
− a 2 < 0
a2ω k
Los resultados obtenidos hasta el momento, aportaciónes originales de esta tesis, se pueden
sumarizar del siguiente modo. Por una parte, el estudio de las soluciones reales determina
118
3 Estudio de la estabilidad
en algunos casos la estabilidad de los puntos de equilibrio. Por otra parte, se han obtenido
las expresiones aproximadas de las soluciones cuando ω → +∞ para la parte real según (3.
70) y la parte imaginaria según (3. 72) y (3. 73).
Llegados a este punto, debemos reflexionar sobre algunos aspectos relevantes en la forma
de determinar la estabilidad del método semi−analítico descrito. La estabilidad de estos
puntos no se determina de forma explícita, sino resolviendo un par de ecuaciones no
lineales (3. 63) y (3. 64) con las incógnitas σ y ω. Otro aspecto importante es el hecho que
el número de soluciones de este sistema de ecuaciones es infinito. En concreto, hemos
visto que cuando ω → +∞ , existen infinitas soluciones con parte real fija y parte
imaginaria múltiplo par o impar de una cantidad. A causa de esta peculiaridad nunca se
podrán calcular todas las soluciones de la ecuación característica. Esto deja un cierto vacío
a la hora de determinar con seguridad la estabilidad de una solución. Si bien, como hemos
visto, en algunos casos es posible asegurar la existencia de una solución real en el
semiplano positivo, y con ello la inestabilidad del punto de equilibrio, en general no será
posible determinar con rotundidad la estabilidad de los puntos de equilibrio. En la misma
referencia [Hos-94] se dice refiriéndose al TDCC:
“The simulation results indicate that each equilibrium point has one real
root γ, and an infinite number of complex conjugate pols, σ±jω”,
Queda todavía un último punto por tratar. Éste hace referencia al hecho que nuestro
objetivo final es comparar los resultados obtenidos a partir del método semi−analítico y los
obtenidos usando el método numérico DTA−Gear. Dado que de forma intrínseca los
resultados del método semi−analítico se obtienen en el plano s, y los del método
DTA−Gear en el plano z, es obligado utilizar una transformación de un plano a otro para
contrastar los resultados.
119
3 Estudio de la estabilidad
con σ+jω en el plano s. Así, un criterio para realizar la transformación entre planos es el de
igualar las dos expresiones anteriores. Desde este punto de vista, la transformación a usar
debe ser
z = e sT . (3. 76)
Esta transformación no tiene en cuenta que el circuito estudiado, una vez realizada la
discretización, ya no es el mismo. Esta discretización consiste en aproximar la derivada y
el retardo de una función a partir de las muestras de esa función. Así, considerando una
discretización de primer orden para facilitar los desarrollos, la transformación a usar al
discretizar el operador derivada es
Ya que z relaciona dos muestras separadas T=N∆ y z i dos muestras separadas ∆, se define
la relación
Así, otro criterio más acertado consiste en utilizar la transformación que permite, por una
parte, que se cumpla
120
3 Estudio de la estabilidad
1 − zi−1
∆
[(1 − e2 ) zi + e2 zi
q2
] [
q2 +1
+ a1 (1 − e2 ) zi + e2 zi
q2
]
q2 +1
+ a2
1 − zi−1
∆
+ a3 = 0
(3. 81)
Hasta el momento han aparecido varias expresiones, candidatas todas ellas a ser utilizadas
para trasladar los resultados, por ejemplo, del plano z al plano s. Esto puede crear cierta
confusión en el lector. No obstante, las dudas desaparecen al constatar que cuando ∆ → 0 ,
las expresiones utilizadas en la discretización del operador derivada y retardo converge
hacia
e s∆ = zi , (3. 82)
expresión que elevada a la potencia N coincide con (3. 76). Así, todas las transformaciones
presentadas son equivalentes si la frecuencia de muestreo es suficientemente elevada.
5
Esta es la técnica utilizada para estudiar la estabilidad de las discretizaciones en los métodos de integración
[Rod-98].
121
3 Estudio de la estabilidad
Sumario
Finaliza aquí la descripción del método semi−analítico para estudiar la estabilidad de los
puntos de equilibrio particularizado para el TDCC. Por un lado, se han obtenido sencillas
expresiones que permiten, en algunos casos, determinar directamente la estabilidad de los
puntos de equilibrio. Por otro lado, el valor que toman las soluciones de la ecuación
característica de forma asintótica se ha determinado de forma analítica. Estos resultados se
utilizan y particularizan para los parámetros del TDCC estudiado en el capítulo 2.7,
obteniendo así una referencia con la que validar los resultados obtenidos utilizando el
método DTA−Gear.
6
En los casos en que se observen divergencias grandes entre unos y otros resultados, éstos se atribuirán a un
cálculo incorrecto del retardo. Efectivamente, se comprobará como al utilizar la transformación de
discretización del operador retardo esta divergencia desaparece.
122
3 Estudio de la estabilidad
En el TDCC con R=1.85kΩ se cumple R>−1/m0, con lo cual existen tres puntos de
equilibrio. Éstos se calculan de forma analítica para v1={− 3.8614, 0, +3.8614} y utilizando
(3. 40) para v2−={+0.44275, 0, −0.44275}. El estudio de la estabilidad de cada uno de estos
puntos requiere del cálculo del Jacobiano del sistema de ecuaciones en variables de estado.
Este Jacobiano depende de la pendiente de la alinealidad de la Fig. 3. 2 que para cada
punto de equilibrio es {m1, m0, m1}. Se comprueba así que los puntos de equilibrio
distintos de cero presentan la misma dinámica. Por este motivo, en adelante
consideraremos la estabilidad de dos puntos: punto de equilibrio cero y punto de equilibrio
distinto de cero. Los valores de los coeficientes de la ecuación característica
123
3 Estudio de la estabilidad
En ambos puntos de equilibrio se cumple a2>0, con lo cual la ecuación característica tiene
al menos una solución real. Por otro lado, en el punto de equilibrio cero se cumple
a1+a3<0, de modo que, al existir una solución real positiva, se puede afirmar con
rotundidad que la solución continúa cero es inestable. En el punto de equilibrio distinto
de cero a1+a3>0. En este caso tan sólo se puede afirmar que existe una solución real
negativa. En la Fig. 3. 3 aparece representado el valor de la ecuación característica en
función de s real, comprobándose los resultados anteriores.
20
10
-10
-20
-30
-40
-5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5
Fig. 3. 3. Solución real positiva (+4.7555) en el punto de equilibrio cero (gráf. inf.) y negativa (−2.6603) en
el punto de equilibrio distinto de cero (gráf. sup.) de la ecuación característica del TDCC.
124
3 Estudio de la estabilidad
donde φ k es el único término que diferencia los autovalores asintóticos de los distintos
puntos de equilibrio. Ya que este término tiende a cero al aumentar k, se comprueba que las
soluciones de ambos puntos de equilibrio convergen de forma asintótica. En la Fig. 3. 4
aparece una representación simultánea de las soluciones de la ecuación característica de los
puntos de equilibrio, verificándose que las soluciones se sitúan equiespaciadas una
distancia 2π sobre una recta paralela al eje imaginario.
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
-3 -2 -1 0 1 2 3 4 5
Fig. 3. 4. Autovalores en el plano s de los puntos de equilibrio del TDCC con R=1.85kΩ.
Punto de equilibrio cero (o) y distinto de cero (*).
Obsérvese que al existir infinitas soluciones sobre esta recta, es obligado limitar el valor
del eje vertical de representación. Por otra parte, con el fin de visualizar el máximo de
soluciones, únicamente se representa el eje frecuencial positivo, dando por supuesto que la
aparición de una solución compleja indica la existencia de su par conjugado. Estos mismos
criterios serán utilizados en las representaciones que vendrán a continuación.
125
3 Estudio de la estabilidad
z = e sT , (3. 88)
con la que podemos trasladar el estudio de la estabilidad del plano z al plano s utilizando
1 (3. 89)
s= ln( z ) .
T
z = z e j (ω + 2 kπ ) , (3. 90)
(3. 91)
s=
1
(ln( z ) + j (ω + 2kπ )) .
T
126
3 Estudio de la estabilidad
J = J iN . (3. 93)
formada por los autovalores de J. Así, utilizando (3. 96) es posible expresar los autovalores
de J en función de los autovalores de Ji sin más que usar la relación
127
3 Estudio de la estabilidad
(3. 99)
s=
N
(ln( zi ) + jω i ) ,
T
Queda por tratar un último detalle referente a la transformación (3. 99). En el método
DTA−Gear, el número de autovalores que se obtienen es igual a la memoria m del circuito.
Algunos de estos autovalores son cero8 como consecuencia de la alteración de la memoria
real del circuito al ser discretizado. Estos autovalores son eliminados antes de realizar la
transformación, ya que no aportan información acerca de la estabilidad de la solución,
restando m’ autovalores. La pregunta que surge a continuación es: si el número de
soluciones de la ecuación característica es infinito, ¿cuáles son las m’ soluciones obtenidas
por el método DTA−Gear? Parece razonable suponer que las soluciones obtenidas serán
aquellas que llevan asociadas perturbaciones de variación lenta. Al observar la Fig. 3. 4 se
advierte que las soluciones de variación rápida se encuentran sobre una recta paralela al eje
imaginario, de modo que la respuesta a la pregunta anterior es: las soluciones obtenidas por
el método DTA−Gear son las m’ primeras soluciones del método semi−analítico
ordenadas de menor a mayor modulo de la parte imaginaria. El mismo razonamiento
conduce a afirmar que si se aumenta el número de muestras por periodo las nuevas
soluciones halladas corresponden a las siguientes soluciones sobre la recta paralela al eje
imaginario. Dado que estas nuevas soluciones no aportan más información que las
anteriores, la estabilidad de un punto de equilibrio se puede determinar con un número
finito de soluciones de la ecuación característica.
7
En esta expresión el valor de la parte imaginaria está unívocamente determinada puesto que, en un sistema
bien muestreado, la perturbación no puede experimentar una variación en fase superior a 2π.
8
En [Mir-96] se demuestra que en circuitos de parámetros concentrados la multiplicidad de estos ceros
artificiales es proporcional al orden de discretización y al orden del multipuerto lineal.
128
3 Estudio de la estabilidad
150
100
50
0
-3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6
Fig. 3. 5. Autovalores del punto de equilibrio cero del TDCC con N=64, T=1.27 y e=0.39370.
Referencia (o), Gear−1 (∇), Gear−2 (+), Gear−3 (x) y Gear−4 (*).
129
3 Estudio de la estabilidad
e(1) = 0.5, e(2) = 0.42265, e(3) = 0.38196, e(4) = 0.35557 . (3. 100)
Con el fin de confirmar la idea que a menor error de discretización, menor error en el
cálculo de los autovalores, realizamos una nueva simulación con T=1.31. Este valor sitúa
el retardo muy cercano a una muestra, e=0.85496, comprobándose en la Fig. 3. 7 que el
error de cálculo de los autovalores de frecuencia alta es menor que en las anteriores
simulaciones. No obstante, sorprende el hecho que el error de cálculo de los autovalores en
Gear−4 es similar al cometido en Gear−1, y que los mejores resultados se obtienen al
utilizar Gear−2.
130
3 Estudio de la estabilidad
150
100
50
0
-3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6
Fig. 3. 6. Autovalores del punto de equilibrio cero del TDCC con N=64, T=1.29 y e=0.61240.
Referencia (o), Gear−1 (∇), Gear−2 (+), Gear−3 (x) y Gear−4 (*).
150
100
50
0
-3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6
Fig. 3. 7. Autovalores del punto de equilibrio cero del TDCC con N=64, T=1.31 y e=0.85496.
Referencia (o), Gear−1 (∇), Gear−2 (+), Gear−3 (x) y Gear−4 (*).
131
3 Estudio de la estabilidad
En las simulaciones realizadas hasta el momento parece ser que el error cometido en la
discretización del operador retardo tiene una influencia notoria en la precisión de cálculo
de los autovalores de alta frecuencia. Esta idea es llevada a un extremo realizando una
simulación con T=1.28. Este periodo es tal que el retardo coincide con una muestra, e=0,
de modo que no existe error en el cálculo del operador retardo. En la Fig. 3. 8 se observa
una coincidencia muy superior a la aparecida hasta el momento entre los autovalores
obtenidos de forma numérica y la referencia.
150
150
100
100
50 50
0 0
-3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6 -0.58 -0.56 -0.54 -0.52 -0.5 -0.48 -0.46 -0.44 -0.42
Fig. 3. 8. Autovalores del punto de equilibrio cero del TDCC con N=64, T=1.28 y e=0.
Referencia (o), Gear−1 (∇), Gear−2 (+), Gear−3 (x) y Gear−4 (*).
132
3 Estudio de la estabilidad
2. Cuando el retardo no coincide con una muestra del circuito, un mayor orden de
discretización no asegura una mayor precisión en el cálculo de los autovalores de
alta frecuencia. Este resultado puede ser explicado sobre la base de dos fenómenos
que coexisten en circuitos discretizados: el error de discretización por un lado y la
variación de la memoria real del circuito como resultado de esta discretización9.
Aunque un orden de discretización elevado implica un menor error en la discretización,
cuando el retardo es cercano a una muestra, el segundo fenómeno toma relevancia
frente al primero. Se llega así a una situación de compromiso en la que las
discretizaciones de Gear−2 y Gear−3 se comportan mejor ante los fenómenos
mencionados10.
3. De lo dicho hasta el momento, el lector puede sacar la conclusión errónea que el error
en la discretización del operador derivada no repercute en la precisión de cálculo de los
autovalores de alta frecuencia. No obstante, se ha comprobado que cuando el error en
el cálculo de los autovalores es cometido íntegramente por el operador derivada, a
mayor orden de discretización mayor precisión en el cálculo de los autovalores de
alta frecuencia (Fig. 3. 8).
9
En el capítulo 5.2 se profundizará en este fenómeno al estudiar circuitos con líneas de transmisión RLCG.
10
El análisis de la estabilidad del TDCC en régimen de funcionamiento periódico confirma esta afirmación.
133
3 Estudio de la estabilidad
En todas las simulaciones anteriores se ha utilizado la transformación (3. 99) para trasladar
los resultados del plano z al plano s. Esta transformación es exacta para un sistema
continuo y aproximada para un sistema discretizado. En su momento se discutieron otras
posibles alternativas entre las que se encontraban la transformación equivalente del
operador derivada y la transformación equivalente del operador retardo. Las conclusiones
anotadas en los párrafos anteriores inducen a la realización del siguiente experimento.
Sobre un mismo ejemplo, realicemos las tres transformaciones reseñadas con anterioridad
y representemos simultáneamente los resultados junto a la referencia. La Fig. 3. 9 ilustra
estos resultados, observándose que la transformación equivalente al operador derivada es
válida únicamente para los autovalores con parte imaginaria nula y pequeña, y la
transformación equivalente al operador retardo es, sorprendentemente, válida para todos
los autovalores, sin cometerse el error realizado en la transformación de un sistema
continuo a altas frecuencias.
134
3 Estudio de la estabilidad
retardo coincida con una muestra. En las Fig. 3. 10 y Fig. 3. 11 se observa esta evolución al
variar de N=256 a N=512, verificándose una excelente concordancia entre los resultados
numéricos y la referencia. En el eje horizontal se han ordenado los autovalores con parte
imaginaria positiva en orden creciente, observándose que el error al calcular los
autovalores de frecuencia baja, aquellos que determinan la estabilidad, es prácticamente
nulo. La Fig. 3. 12 ilustra la disposición de los autovalores λ en el plano z, observándose
que la recta paralela al eje imaginario del plano s se convierte en una circunferencia en el
plano z. Esta gráfica se debe completar añadiendo un autovalor de valor ≈ 120, que no se
incluye en la representación para facilitar su lectura. En adelante los autovalores
aparecerán representados en el plano z.
150
100
50
0
-3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6
Fig. 3. 9. Autovalores del punto de equilibrio cero del TDCC utilizando distintas transformaciones.
Referencia (o), sistema continuo (x), operador derivada (∇) y retardo (*) con Gear−2, N=64 y T=1.27.
135
3 Estudio de la estabilidad
-3
x 10
5
-5
-10
0 20 40 60 80 100 120
-3
x 10
4
-1
0 20 40 60 80 100 120
Fig. 3. 10. Error relativo de la parte real (gráf. sup.) y absoluto de la parte imaginaria (gráf. inf.) en el cálculo
de los autovalores del punto de equilibrio cero del TDCC con N =256. Gear−2 (*), Gear−3 (x) y Gear−4 (o).
-3
x 10
4
-2
-4
0 50 100 150 200 250
-4
x 10
20
15
10
-5
0 50 100 150 200 250
Fig. 3. 11. Error relativo de la parte real (gráf. sup.) y absoluto de la parte imaginaria (gráf. inf). en el cálculo
de los autovalores del punto de equilibrio cero del TDCC con N =512. Gear−2 (*), Gear−3 (x) y Gear−4 (o).
136
3 Estudio de la estabilidad
0.8
0.6
0.4
0.2
-0.2
-0.4
-0.6
-0.8
-1
-1 -0.5 0 0.5 1
Fig. 3. 12. Autovalores del punto de equilibrio cero del TDCC en el plano z. El autovalor que determina la
inestabilidad de la solución no aparece representado por su elevado valor (≈120).
Una repetición del estudio de la estabilidad de los puntos de equilibrio distintos de cero
confirma la inexistencia de autovalores con parte real positiva en el plano s. Todas los
resultados vienen a confirmar y corroborar las conclusiones derivada del estudio del punto
de equilibrio cero, por lo que sería redundante anotar nuevamente los resultados de este
estudio.
Una disminución del valor del parámetro R=1.85kΩ no altera la estabilidad del punto de
equilibrio cero. En cambio, el estudio de la evolución de los autovalores del punto de
equilibrio distinto de cero apunta a un cambio cualitativo de la dinámica del circuito
alrededor de R=1.82kΩ. Efectivamente, la Fig. 3. 13 muestra como un par de autovalores
complejos conjugados traspasa el circulo unidad al disminuir el valor de R. El paso por un
punto cercano a −1 indica que la perturbación asociada a este par de autovalores es
aproximadamente de periodo doble al de la solución hallada. En la simulación realizada se
137
3 Estudio de la estabilidad
1 1
0.8 0.8
0.6 0.6
0.4 0.4
0.2 0.2
0 0
-0.2 -0.2
-0.4 -0.4
-0.6 -0.6
-0.8 -0.8
-1 -1
Fig. 3. 13. Evolución de los autovalores (o) del punto de equilibrio distinto de cero del TDCC al variar el
parámetro de R=1.85kΩ (izq.) a R=1.82kΩ (der.) con T=1.28. Los autovalores de módulo 0.97725 (izq.)
traspasan el circulo unidad con módulo 1.0042 (der.) indicando que la solución es inestable.
138
3 Estudio de la estabilidad
Sumario
139
3 Estudio de la estabilidad
Ante la inexistencia de soluciones continuas estables del TDCC con R=1.82kΩ, debe
existir una solución periódica, cuasiperiódica o caótica. En el capítulo 2.7 se ha obtenido
una solución de periodo−1 para este parámetro. Los autovalores correspondientes a esta
solución aparecen en la Fig. 3. 14. Se comprueba la existencia de todos los autovalores
dentro del circulo unidad excepto un autovalor próximo a la unidad característico de
circuitos autónomos. La cercanía de este autovalor a la unidad aporta información acerca
de la precisión con que se ha calculado la solución. Con R=1.82kΩ este autovalor vale
λ1=1.0026. Se concluye, pues, que la solución de periodo−1 obtenida es estable.
Al disminuir el valor del parámetro R se observa que uno de los autovalores se desplaza
sobre el eje real hacia la izquierda. Al alcanzar el valor R=1.80kΩ, este autovalor ha
traspasado la circunferencia unidad, λ2=−1.2053, con lo cual la solución obtenida es
inestable. En esta solución, el autovalor más cercano a la unidad vale λ1=0.99883.
1.5 1.5
1 1
0.5 0.5
0 0
-0.5 -0.5
-1 -1
-1.5 -1.5
-1.5 -1 -0.5 0 0.5 1 1.5 -1.5 -1 -0.5 0 0.5 1 1.5
Fig. 3. 14. Autovalores de dos soluciones de periodo−1 del TDCC con N=128 y Gear−2.
Solución estable con R=1.82kΩ (izq.) y solución inestable con R=1.8kΩ (der.)
140
3 Estudio de la estabilidad
3.6 Conclusiones
141
3 Estudio de la estabilidad
142