0% encontró este documento útil (0 votos)
63 vistas17 páginas

Sentencia - 14 - 2010 - Superintendencia de Industria y Comercio.

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 17

REPUBLICA DE COLOMBIA

MINISTERIO DE COMERCIO, INDUSTRIA Y TURISMO


SUPERINTENDENCIA DE INDUSTRIA Y COMERCIO
Despacho del Superintendente de Industria y Comercio

Bogotá D.C., Seis (06) de agosto de dos mil diez (2010)

Sentencia No. 014

Expediente 04031702
Demandante: Quala S.A.
Demandado: Nestlé de Colombia S.A.

Procede la Superintendencia de Industria y Comercio a tomar la decisión de fondo


respecto de la acción de competencia desleal instaurada por Quala S.A. contra Nestlé de
Colombia S.A., para lo cual se tienen en cuenta los siguientes,

1. ANTECEDENTES

1.1. Los hechos de la demanda:

Quala S.A. afirmó que mediante la realización de unos estudios identificó que "la mayoría
de las amas de casa" prefieren la costilla de res para "dar sustancia y sabor a sus
alimentos", razón por la que, después de dos años de desarrollo, el 27 de febrero de 2003
lanzó al mercado "el primer caldo de costilla del mundo" (fl. 20, cdno. 1), que identificó con
la marca "Ricostilla" y con el que logró una destacada participación en el mercado de la
fabricación y comercialización de caldos, alcanzando a representar un 26% del mismo.

Acorde con la demandante, con el fin de neutralizar el efecto competitivo de la entrada al


mercado del caldo "Ricostilla" y mantener su participación en dicho escenario, el 10 de
mayo de 2003 Nestlé de Colombia S.A. lanzó el caldo de costilla "Maggi", producto que si
bien estaba amparado por un registro sanitario automático expedido por el Instituto
Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (en adelante: Invima), contaba con
una "presentación evidentemente mentirosa [que] pretendía hacer creer a los
consumidores que contenía carne de costilla, sustancia de dicha carne o, cuando menos,
daba su sabor" (fl. 370, cdno. 2), a pesar de que el señalado producto no contenía ese
ingrediente, tampoco otorgaba aquel sabor y, de hecho, su composición era apenas
levemente diferente al caldo de carne que la sociedad demandada había estado
comercializando con antelación. Adicionalmente, señaló la libelista que la presentación del
caldo fabricado por Nestlé de Colombia S.A. no "reivindicaba la verdadera naturaleza del
alimento" (fl. 22, cdno. 1), pues incluía de manera desproporcionada la expresión "costilla",
sin señalar visiblemente que se trataba de un caldo de ese tipo de carne y no de otro
producto, a lo que agregó que aquella utilización de la señalada expresión, así como los
demás elementos de la presentación del caldo "Maggi" tuvo como propósito "generar el
máximo grado de similitud con la marca Ricostilla", circunstancia que habría generado
confusión entre el público.

En la demanda también se adujo que el Invima consideró que Nestlé de Colombia S.A.
estaba incumpliendo las normas sanitarias sobre rotulado y contenido, por lo que además
de ordenar el decomiso del caldo de costilla "Maggi", requirió a esa sociedad mercantil
para que incluyera carne de costilla en ese producto y para que en el rotulado del mismo
se aclarara que se trata de un caldo de costilla, esto último incluyendo la expresión "caldo
de" sobre la palabra "costilla" en el empaque correspondiente. Según Quala S.A., ante los
requerimientos del Invima la ahora demandada solicitó la modificación del registro sanitario
automático que le había sido conferido, con el propósito de incluir el aludido ingrediente,
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 2

petición que, acorde con la actora, solo fue atendida hasta el 13 de agosto de 2003, por lo
que concluyó que el caldo "Maggi" sin contenido de costilla se estuvo comercializando "por
espacio de más de tres meses" (fl. 22, cdno. 1). Acerca de la inclusión de la expresión
"caldo de", la actora acotó que su contraparte realizó un cambio imperceptible en el
empaque del producto que acá interesa, sin incluir "las frases adicionales necesarias para
evitar que se induzca a error o a engaño al consumidor con respecto a la naturaleza y
estado físico auténticos del alimento" (ib.).

Acorde con la parte demandante, la resumida conducta de Nestlé de Colombia S.A. resultó
constitutiva de los actos de competencia desleal contemplados en los artículos 7º
(prohibición general), 8º (desviación de la clientela) y 18º (violación de normas) de la Ley
256 de 1996, esto último, por la infracción al artículo 14 del decreto 3466 de 1982 (Estatuto
de Protección al Consumidor) y de los artículos 3.1., 3.2. y 3.3.1. de la norma técnica
colombiana NTC 512-1, oficializada mediante la Resolución No. 2387 de 1999 del
Ministerio de Salud (normas sanitarias sobre rotulado y contenido de alimentos).
Finalmente, aseveró que la conducta imputada a la demandada fue constitutiva de los
actos de competencia desleal vinculados con la propiedad industrial contemplados en el
artículo 259 de la Decisión 486 de 2000.

1.2. Pretensiones:

En ejercicio de la acción declarativa y de condena contemplada en el numeral primero del


artículo 20 de la Ley 256 de 1996, la parte demandante solicitó que se declare que su
contraparte infringió los artículos 7º (prohibición general), 8º (desviación de la clientela) y
18º (violación de normas) de la Ley 256 de 1996, así como el artículo 259 de la Decisión
486 de 2000. Consecuencialmente, pidió que se ordene a la accionada la terminación o
modificación de las conductas constitutivas de actos de competencia desleal, lo mismo que
indemnizar los perjuicios que le hubiera irrogado a la parte demandante, los que serían
determinados mediante el trámite incidental correspondiente.

1.3. Admisión de la demanda:

Mediante resolución No. 8240 de abril 23 de 2004 se ordenó la apertura del trámite en
ejercicio de facultades jurisdiccionales (fl. 347, cdno. 1).

1.4. Contestación de la demanda:

Nestlé de Colombia S.A. se opuso a las pretensiones de la demanda. Con esa finalidad,
adujo que resulta inverosímil, de un lado, que a la demandante le hubiera tomado dos años
concluir que "la costilla es el hueso más apreciado por las amas de casa, cuando ese
hecho es prácticamente notorio" (fl. 3, cdno. 2), y del otro, que ella hubiera lanzado al
mercado el primer caldo de costilla del mundo. Señaló que es cierto que la primera versión
del caldo "Maggi" no contenía costilla, pero aclaró que ese producto contaba con un
registro sanitario y que "no era costilla, ni un extracto de costilla, sino un saborizante a
costilla" (fl. 5, ib.) de modo que, como el señalado producto otorgaba ese sabor, no podría
afirmarse que estaba induciendo a error al consumidor, a lo que agregó que la utilización
de las expresiones señaladas por la actora no tenía como propósito hacer referencia al
contenido del producto, sino a su sabor. En el mismo sentido, aseveró la accionada que el
Invima "interpretó posteriormente" que el caldo "Maggi" debía contener costilla, razón por la
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 3

que modificó los componentes del producto para incluir ese tipo de carne, circunstancia
que la llevó a concluir que el contenido y rotulado de todas las versiones de aquel caldo
que ha comercializado fueron aprobadas por el Invima.

En relación con esta última afirmación, la parte demandada relató que el 5 de marzo de
2003 solicitó el registro sanitario correspondiente a la primera versión del caldo de costilla
"Maggi", petición que, según dijo, fue acogida el 18 de marzo de la misma anualidad.
Añadió que el 11 de junio de 2003, "pocos meses después de la entrada al mercado del"
caldo "Maggi", el Invima lo requirió para incluir carne de costilla en el producto del que se
viene hablando, razón por la que Nestlé de Colombia S.A. modificó los componentes de su
caldo y, avalada por un nuevo registro sanitario concedido por el Invima, lanzo al mercado
una nueva versión del caldo de costilla "Maggi".

En relación con la información contenida en el rótulo del caldo de costilla "Maggi", la


demandada afirmó que la presentación del caldo, el empaque característico, el uso de la
marca notoria "Maggi", los canales de comercialización utilizados y el consumidor
especializado que lo adquiere, son todos elementos suficientes que impiden que el público
sea inducido a error acerca de la verdadera naturaleza del señalado caldo, puesto que, en
concepto de la accionada, el consumidor medio, "en quien debe suponerse un
conocimiento y una capacidad de percepción corrientes", está capacitado para comprender
que el producto de que se trata es un saborizante a costilla, independientemente de sus
ingredientes. Sobre este particular, la opositora añadió que dio cumplimiento a las normas
sanitarias sobre rotulado, como quiera que en la cara principal de sus empaques incluyó la
designación del producto (caldo de costilla) y su marca ("Maggi"), sin que la norma
denunciada como violada establezca "limitación alguna en lo que respecta al tamaño y
disposición de los elementos presentes en el rotulado" (fl. 11, cdno. 2).

Finalmente, Nestlé de Colombia S.A. argumentó que el uso de la expresión "costilla" y de


una fotografía alusiva a esa parte de la res en el empaque de su producto no comporta una
imitación de la presentación del caldo "Ricostilla", pues actualmente el caldo "Maggi" es
elaborado con extracto de carne de costilla, da sabor a costilla y, adicionalmente, esa
expresión, por ser descriptiva, puede ser utilizada por cualquier participante en el mercado.

1.5. Audiencia de conciliación y decreto de pruebas del proceso:

Vencido el término para contestar la demanda, en aplicación de las facultades conferidas


en los artículos 143, 144 y 147 de la Ley 446 de 1998 y de la Ley 640 de 2001, las partes
fueron citadas a audiencia de conciliación por medio del auto No. 1910 del 28 de mayo de
2004, sin lograrse acuerdo que terminara el litigio (fl. 79, cdno. 2). Mediante auto No. 2356
del 30 de junio de 2004 (fl. 83, ib.) se decretaron las pruebas oportunamente pedidas por
las partes.

1.6. Alegatos de conclusión:

Practicadas las pruebas decretadas en el proceso y vencido el término probatorio, el


Despacho, mediante auto No. 967 del 16 de marzo de 2007 (fl. 331, cdno. 2), corrió
traslado a las partes para alegar, conforme lo dispone el artículo 414 del C. de P. C.,
oportunidad en la que aquellas reiteraron los argumentos que expusieron en sus
correspondientes actos de postulación.
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 4

2. CONSIDERACIONES

Habiéndose agotado las etapas procesales y no presentándose nulidades que impidan


proferir un fallo de fondo, procede el Despacho a decidir la instancia en los siguientes
términos:

2.1. La litis:

El aspecto determinante para resolver este litigio consiste en establecer si la manera en


que Nestlé de Colombia S.A. llevó a cabo la comercialización de las distintas versiones de
su caldo de costilla "Maggi" resultó contraria a los parámetros normativos contemplados en
el artículo 7º de la Ley 256 de 1996, así como constitutiva de los demás actos desleales
denunciados. Para ello, con base en el acervo probatorio recaudado se establecerán las
circunstancias que rodearon la comercialización del señalado producto para,
posteriormente, valorar esa conducta a la luz de las normas invocadas por la parte
demandante como sustento de sus pretensiones, todo lo cual se abordará una vez sea
analizada la aplicabilidad de la referida Ley 256 en este asunto.

2.2. Legitimación:

2.2.1. Legitimación por activa

El artículo 21 de la Ley 256 de 1996 establece que “…cualquier persona que participe o
demuestre su intención para participar en el mercado, cuyos intereses económicos resulten
perjudicados o amenazados por los actos de competencia desleal, está legitimada para el
ejercicio de las acciones previstas en el artículo 20 de esta ley”.

En este asunto se encuentra acreditado que Quala S.A. participa en el mercado de la


fabricación y comercialización de caldos de costilla porque, además de que se trata de un
hecho que no fue discutido por la parte demandada, en la copia de la denuncia que esta
última formuló ante el Invima debido a que, supuestamente, el caldo "Ricostilla" no tenía
suficiente contenido de carne, se acompaño un "informe de ensayo" elaborado con base
en ejemplares del señalado producto comercializados por la actora en establecimientos
como Olímpica, Carulla Vivero, Ley, Autoservicio La Oferta, Merca Ya, Comfadi y
Comfenalco ubicados en las ciudades de Barranquilla, Cartagena, Medellín, Pereira, Cali y
Bucaramanga (fls. 141 a 175, cdno. 2). En el mismo sentido, debe resaltarse que si la
demandante demuestra que su contraparte está induciendo a error a los consumidores con
el fin de llamar su atención sobre el caldo de costilla "Maggi", esa conducta tendría que
considerarse idónea para afectar los intereses económicos de Quala S.A.

2.2.2. Legitimación por pasiva

Acorde con el artículo 22 de la Ley 256 de 1996, “[l]as acciones previstas en el artículo 20,
procederán contra cualquier persona cuya conducta haya contribuido a la realización del
acto de competencia desleal”.

Con independencia del análisis de lealtad o deslealtad de los actos imputados a la


demandada, debe ponerse de presente que esta parte reconoció que comercializó el caldo
de costilla "Maggi", tanto en una primera versión que no contenía ese ingrediente, como en
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 5

una posterior que sí lo incluyó. Así aparece demostrado por los ejemplares de los
señalados productos aportados al proceso (fls. 326 y 328, cdno. 2), además que fue
reconocido por la accionada, tanto al contestar la demanda (fl. 5, cdno. 2) como al rendir su
declaración de parte (fl. 93, ib.), y fue corroborado por los testigos Leal Fernández (fl. 252,
cdno. 2) y González Asurabarrena (fl. 278, ib.).

2.3. Ámbitos de aplicación de la Ley 256 de 1996:

2.3.1. Ámbito objetivo

Según el artículo 2º de la citada Ley de competencia desleal, “los comportamientos


previstos en esta ley tendrán la consideración de actos de competencia desleal siempre
que se realicen en el mercado y con fines concurrenciales. La finalidad concurrencial del
acto se presume cuando éste, por las circunstancias en que se realiza, se revela
objetivamente idóneo para mantener o incrementar la participación en el mercado de quien
lo realiza o de un tercero”. No se requieren complicados razonamientos para concluir que
la fabricación y comercialización de un alimento que se presenta al público de tal manera
que genera la idea de que contiene un ingrediente del que carece, es un acto de
competencia con ocasión del cual es posible mantener e incrementar la participación del
referido producto en el señalado escenario.

2.3.2. Ámbito subjetivo

Dispone el artículo 3º de la Ley 256 de 1996 que dicha normativa “se le aplicará tanto a los
comerciantes como a cualesquiera otros participantes en el mercado. La aplicación de la
Ley no podrá supeditarse a la existencia de una relación de competencia entre el sujeto
activo y el sujeto pasivo en el acto de competencia desleal”. En el asunto sub exámine, al
tratar la legitimación por activa ya se aclaró que Quala S.A. participa en el mercado de la
fabricación y la comercialización de caldos de carne. Así mismo, los empaques de las
diversas versiones del caldo de costilla "Maggi" y los testimonios de los señores Leal
Fernández y González Asurabarrena, dan cuenta de que la sociedad demandada participa
en el mismo mercado señalado.

2.3.3. Ámbito territorial

Acorde con el artículo 4º de la Ley 256 de 1996, “esta Ley se le aplicará a los actos de
competencia desleal cuyos efectos principales tengan lugar o estén llamados a tenerlos en
el mercado colombiano”. En este litigio, las conductas denunciadas como constitutivas de
competencia desleal respecto de las cuales la accionante solicitó la intervención de este
Despacho tuvieron lugar en el mercado colombiano.

2.4. Análisis de la deslealtad de los actos imputados a la parte demandada:

En las líneas siguientes se explicarán las razones por las que serán acogidas parcialmente
las pretensiones de la demanda. Por ahora basta anuciar, a manera de resumen, que se
encontró demostrado que después de la realización de un proceso de desarrollo, durante
el mes de febrero de 2003 Quala S.A. lanzó al mercado el caldo "Ricostilla"; así mismo, se
probó que Nestlé de Colombia S.A., tan solo un mes después y sin haber llevado a cabo
estudio previo alguno, lanzó el caldo "Maggi" como caldo de costilla, producto que, a pesar
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 6

de que era muy similar al caldo de carne que la accionada ya comercializaba, que no
contenía costilla y que tampoco se demostró que diera ese sabor, fue presentado al
público de forma tal que llevaba a pensar que sí contenía el señalado componente, que por
cierto era relevante para la decisión de compra del consumidor. Se acreditó, además, que
la descrita situación se mantuvo hasta que en el mes de junio de 2003 el Invima se percató
de que cometió un error al haber conferido un registro sanitario al caldo de costilla "Maggi"
sin contenido de costilla y, por ello, en ejercicio del control posterior que ejerce sobre los
alimentos cuya fabricación y comercialización es autorizada por un registro sanitario
automático, exigió a Nestlé de Colombia S.A. que incluyera carne de costilla en su caldo
"Maggi" y, además, ordenó el decomiso del producto en cuestión. Se verificó, finalmente,
que la ahora demandada atendió el aludido requerimiento solicitando que se autorizara el
cambio de composición de su producto para incluir costilla, a lo que accedió el Invima el 13
de agosto de 2003, cuando concedió un registro sanitario al caldo de costilla "Maggi" que
sí tenía ese ingrediente.

2.4.1. Situación fáctica acreditada de conformidad con el material probatorio.

Que la inclusión de costilla en los caldos de ese tipo es un factor relevante para la decisión
de compra del consumidor es un hecho que puede darse por cierto debido a que lo admitió
la accionada, con alcance de confesión (arts. 195 y 197, C. de P. C.), en su contestación
de la demanda (fl. 3, cdno. 2) y al absolver su declaración de parte (es "indudable" que "el
caldo de costilla es un gusto conocido del consumidor", fl. 96, ib.), aspecto fáctico que
también reconoció la demandante en el libelo introductorio de este proceso (fl. 20, cdno. 1).

Aclarado lo anterior, en este caso es posible dar por demostrado que, después de la
realización de un proceso de desarrollo, el caldo de costilla "Ricostilla" elaborado por Quala
S.A. fue lanzado al mercado durante el mes de febrero de 2003, pues así se refleja en el
informe "Caldos concentrados Diciembre-Enero 2004" elaborado por AC Nielsen (fls. 298 y
ss., cdno. 1), que fue admitido como prueba mediante el auto 2356 de 2004 (fl. 83, cdno.
2).

Ahora bien, la demandada reconoció con alcance de confesión que durante el mes de
marzo de 2003 -esto es, aproximadamente un mes después del lanzamiento al mercado
del caldo "Ricostilla"- Nestlé de Colombia S.A. lanzó su caldo de costilla "Maggi", habiendo
confesado también que el lanzamiento del mencionado producto se llevó a cabo sin que la
sociedad demandada hubiera realizado estudio previo alguno. Así mismo, se demostró con
otros medios de prueba que se relacionan a continuación, que la primera versión del caldo
de costilla "Maggi" no tenía ese tipo de carne y, además, que era muy similar al caldo de
carne que esa sociedad mercantil ya comercializaba -lo que se acreditó mediante una
comparación de los ingredientes de los productos en cuestión-, sin que aparezcan
elementos probatorios que permitan dar por cierto que el caldo de costilla "Maggi" otorgaba
ese sabor.

En efecto, el lanzamiento de la primera versión del caldo de costilla "Maggi" tuvo lugar
durante el mes de marzo de 2003, acorde con lo que manifestó Nestlé de Colombia S.A. al
absolver interrogatorio de parte. Sobre este particular, aunque en aquella oportunidad la
demandada afirmó que la entrada al mercado del reseñado producto acaeció "a finales del
mes de marzo de este año" y a pesar de que dicha prueba se practicó en el año 2004 (fls.
93 y 95, cdno. 2), debe entenderse que la declarante hizo referencia al mes de marzo de
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 7

2003, puesto que, acorde con lo que esa misma parte manifestó al contestar la demanda y
en otro momento de su interrogatorio, el requerimiento formulado por el Invima con el
propósito de que se incluyera carne de costilla en el caldo "Maggi" tuvo lugar "unos dos o
tres meses después de estar en el mercado" (fls. 15 y 98, ib.), y en este proceso existe
certeza acerca de que la señalada exigencia se realizó durante el mes de junio de 2003,
según el documento público obrante a folio 202 del cuaderno No. 2 (art. 264, C. de P. C.).
Además, de conformidad con lo que las partes dejaron señalado en sus actos de
postulación, los hechos relevantes en este litigio no pudieron acontecer con apenas un
mes de antelación respecto de la presentación de la demanda ( 2 de abril de 2004 -fl. 1,
cdno. 1).

En el mismo sentido, con el testimonio de Julio Daniel González Asurabarrena, quien dijo
haber fungido como gerente de calidad de Nestlé de Colombia S.A. durante el período que
interesa en este proceso (fl. 277, cdno. 2), se demostró que dicha sociedad mercantil
"siempre" realiza estudios previos "de desarrollo", "de desempeño", "de vida útil" y "de
mercado" de todos los productos que ofrece al público (fl. 278, cdno. 2); no obstante, la
sociedad accionada confesó, al absolver el interrogatorio formulado por su contraparte, que
"no hubo estudios previos a dicho lanzamiento [se refiere al del caldo de costilla "Maggi"]"
(fl. 118, ib.).

En punto tocante con la primera versión del caldo de costilla "Maggi", está acreditado que
dicho producto, pese a que se presentaba al público mediante la utilización de las
expresiones "costilla", "caldo de costilla" y "pura sustancia" (ejemplar obrante a fl. 326,
cdno. 1, reconocido por la demandada como correspondiente a la primera versión del
producto en cuestión -fl. 93, cdno. 1), no contenía ese tipo de carne. Así lo reconoció
Nestlé de Colombia S.A., tanto al contestar la demanda (fl. 5, cdno. 2) como al rendir su
declaración de parte (fl. 93, ib.), se corroboró con en el empaque recién señalado (fl. 326,
cdno. 1) y lo manifestó el testigo González Asurabarrena (fl. 278, ib.), a lo que cabe
agregar que Nestlé de Colombia S.A., cuando fue requerida por el Invima para incluir
costilla en la comentada primera versión de su caldo, lejos de discutir ese requerimiento,
inició las labores tendientes a satisfacerlo.

Adicionalmente, es preciso resaltar que la parte demandada nunca demostró, como era de
su incumbencia (art. 177, C. de P. C.), que la primera versión de su producto otorgara
sabor a caldo de costilla, pues ninguna prueba aportó con esa finalidad y, como lo ha
establecido la jurisprudencia, la mera afirmación de la parte no hace prueba a su favor1.

Ahora bien, es posible concluir que la primera versión del caldo de costilla "Maggi" era muy
similar al caldo de carne que la accionada ya comercializaba porque una comparación
entre el empaque del caldo de carne "Maggi" (conservado en la caja No. 39) y el del
referido caldo de costilla (fl. 326, cdno. 1), evidencia que los componentes de este último
producto son muy similares a los de aquel2.

1 Cfr. Cas. Civ. Sentencia de octubre 31 de 2002, exp. 6459.


2 Los ingredientes del caldo de carne "Maggi" son: Sal; almidón; aceite vegetal hidrogenado; glutamato;
extracto de carne; vegetales deshidratados; aroma de carne certificado; extracto vegetal de apio; especias
naturales; colorantes naturales y certificados -tartrazina-; inosinato y gualinato. Los ingredientes de la primera
versión del caldo de costilla "Maggi" eran: Sal; almidón de maíz; aceite vegetal; resaltador de sabor
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 8

Con base en lo anterior es pertinente aclarar que existían fundados motivos para que los
consumidores pensaran que el caldo de costilla "Maggi" contenía, efectivamente, carne de
costilla, dado el análisis global y superficial con el que abordarían el empaque
correspondiente y el hecho de que se trata de un producto cuya adquisición no supone un
especial grado de atención. Ciertamente, al empleo de las expresiones a las que se hizo
referencia ("costilla", "caldo de costilla" y "pura sustancia") y de las imágenes alusivas a la
carne de costilla -elementos de suyo muy dicientes-, debe agregarse que, según lo
reconoció la demandada al absolver el interrogatorio de parte al que fue citada, todos los
demás caldos de diversos tipos de carne que produce Nestlé de Colombia S.A. (caldo de
carne, caldo de gallina y caldo tricarne) "tienen contenido de la carne a la que hacen
referencia" (fl. 95, cdno. 2), circunstancia especialmente relevante en este asunto, porque
si todos los productos de la ahora demandada contenían la carne que referían en sus
empaques, no había razón para que los consumidores pensaran que el caldo de costilla
"Maggi" iba a ser la excepción.

Continuando con la exposición de la situación fáctica demostrada, existe prueba de que,


ante el descrito panorama, durante el mes de junio de 2003 el Invima, tanto formalmente a
través del Auto No. 2003003387, como mediante conversaciones con Nestlé de Colombia
S.A., requirió a esta sociedad mercantil con el propósito de que se incluyera carne de
costilla en el caldo "Maggi" que acá importa, para lo cual dicho Instituto adujo que había
cometido un error al haber otorgado el registro sanitario No. RSAV10116803 para la
primera versión del reseñado caldo, circuntancias que aparecen acreditadas en la copia
auténtica del Auto mencionado (fl. 202, cdno. 2), en el documento que Nestlé de Colombia
S.A. radicó ante el Invima el 25 de agosto de 2003 ("como de la reunión sostenida en ese
Despacho se concluyó la necesidad de cambio de composición para incluir como
ingrediente 'carne de costilla'..." -fl. 210, cdno. 2), así como por la declaración de parte de
la accionada ("Invima manifestó que en el registro sanitario otorgado se incurrió en un error
por parte de ellos [consistente en que] la composición que se presentó al Invima y que fue
aprobada inicialmente por ellos no incluía carne de costilla", fl.98, cdno. 2).

También está probado que, en virtud del requerimiento que el Invima formuló a Nestlé de
Colombia S.A., aquel Instituto ordenó el decomiso de la primera versión del caldo de
costilla "Maggi". Así aparece demostrado con la respuesta que el Invima remitió a la ahora
demandante con ocasión de la queja que esta había instaurado ante aquella entidad,
oportunidad en la que se informó que "en actividades de vigilancia y control se aplicó
medida sanitaria de seguridad consistente en el decomiso del producto" (fl. 327, cdno. 1),
aspecto fáctico que la demandada reconoció al contestar la demanda (fl. 6, cdno. 2).

Finalmente, en lo que interesa a la identificación de los hechos probados, se encontró


acreditado que como consecuencia del ya referido requerimiento y de la medida de
decomiso, Nestlé de Colombia S.A. solicitó la modificación del registro sanitario No.
RSAV10116803 con el fin de cambiar los componentes de su caldo de costilla. Para ello, la
mencionada sociedad mercantil presentó las peticiones de 25 de junio (fl. 205, cdno. 2) y

(glutamato monosódico, inosinato y gualinato de sodio, carne de res); cebolla, ajo, cilantro (vegetales
deshidratados); extracto de levadura; aromas certificados (carne, papa, cilantro); papa deshidratada; azúcar;
acidulante (ácido cítrico). (subrayas del Despacho para indicar las diferencias).
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 9

de 31 de julio de 2003 (fl. 223, ib.), las que acogió el Invima mediante la resolución No.
2003016085 de 13 de agosto de 2003, acorde con lo que manifestó -con alcance de
confesión por apoderado judicial (art. 197, C. de P. C.) Quala S.A. en su demanda (fl. 22,
cdno. 1) y se corroboró con la resolución del Invima visible a folio 237 del cuaderno No. 2.

En este sentido, debe tenerse por cierto que el lapso durante el cual se comercializó la
primera versión del caldo de costilla "Maggi" fue el comprendido entre el mes de marzo y el
mes de agosto de 2003, pues fue a partir de este último momento cuando, en virtud de la
aprobación de la modificación del registro sanitario No. RSAV10116803 por parte del
Invima, Nestlé de Colombia S.A. se habilitó para comercializar la segunda versión del
referido producto.

2.4.2. Valoración de los hechos acreditados a la luz de las normas prohibitivas de la


deslealtad en la competencia.

Decantado lo anterior, es preciso señalar las razones por las cuales en el presente asunto
se configuraron algunos de los actos de competencia desleal denunciados por Quala S.A.,
especificamente los previstos en el artículo 7o (desconocimiento del principio de buena fe
comercial) y 18o (violación de normas).

A. Infracción al principio de buena fe comercial (art. 7o, Ley 256 de 1996).

Remembrando el concepto de la buena fe comercial, cumple señalar que dicho principio se


ha entendido como la convicción, predicada de quien interviene en el mercado, “de estar
actuando honestamente, con honradez y lealtad en el desarrollo y cumplimiento de los
negocios”3, o, como lo ha establecido este Despacho en pretérita oportunidad, como “la
práctica que se ajusta a los mandatos de honestidad, confianza, honorabilidad, lealtad y
sinceridad que rige a los comerciantes en sus actuaciones”4, que les permite obrar con la
“conciencia de no perjudicar a otra persona ni defraudar la Ley, e implica ajustar totalmente
la conducta a las pautas del ordenamiento jurídico”5.

En el asunto sub exámine, ya se explicó que Nestlé de Colombia S.A. presentaba al


público su caldo de costilla "Maggi" sin contenido de ese específico ingrediente de una
manera que resultaba idónea para generar en el consumidor -quien realizaría un análisis
global y superficial del comentado empaque porque se trata de un producto cuya
adquisición no supone un especial grado de atención- la idea equivocada que dicho
alimento sí contenía costilla. Esta circunstancia, acorde con lo que también ya se explicó,
era apta para motivar la decisión de compra de los los referidos consumidores y, así,
obtener su elección basada en esa concepción que, se insiste, era errónea. Debe
aclararse, en adición, que no es de recibo argumentar, como lo hizo la demandada, que
para estos efectos es irrelevante el contenido del mencionado caldo porque la primera
versión del mismo daba sabor a costilla, pues, además que el estudio que aportó la
demandada -y que por tanto reconoció implícitamente (art. 276, C. de P. C.)- resalta la

3 Narváez G., José Ignacio. “Introducción al Derecho Mercantil”. Ediciones Doctrina y Ley. Bogotá D.C. 1995.
pág. 252.
4 Superintendencia de Industria y Comercio. Resolución No. 17.710 de 2005.
5 Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, proceso 3-IP-99, citado en la sentencia No. 006 de junio 15
de 2007, proferida por la Superintendencia de Industria y Comercio.
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 10

importancia que para el consumidor tiene la "sustancia" en los caldos de carne (fls. 120 a
140, cdno. 2), Nestlé de Colombia S.A. nunca demostró que su caldo de costilla "Maggi"
tuviera, efectivamente, ese sabor.

En este orden de ideas, y teniendo en cuenta lo anotado en relación con el concepto del
principio de buena fe comercial, salta a la vista que no actúa siguiendo los parámetros
constitutivos de dicho principio quien, valiéndose de una presentación acomodada de un
producto propio, le atribuye características que, pese a ser inexistentes, resultan atractivas
para los consumidores y útiles para el propósito de obtener su atención y ganar su
preferencia. Esta conducta se torna aún más reprochable si, como aquí aconteció, se
ejecuta con el fin de impedir que un competidor, que sí asumió los costos inherentes al
desarrollo y lanzamiento al mercado de un producto con las características de interés para
el consumidor, se posicione en el marco de dicho escenario, aspecto este último que se
debe tener por cierto si se considera que, según lo confesó la demandada al absolver
interrogatorio de parte (fl. 118, cdno. 2), el mencionado caldo de costilla es el único
producto que Nestlé de Colombia S.A. lanzó al mercado sin haber realizado previamente
estudio alguno.

En resumen, la conducta de la accionada se considera desleal porque estuvo dirigida a


fortalecer su posición en el mercado mediante mecanismos reprobables que no
correspondían a su propio esfuerzo legítimo, desconociendo con ello "el principio,
universalmente aceptado, según el cual la clientela se alcanza mediante la afirmación de
las propias calidades y el continuo esfuerzo de superación y no a través de la artificial
caída del rival”6.

Desde luego que la concesión del registro sanitario No. RSAV10116803 respecto de la
primera versión del caldo de costilla "Maggi" no justifica la conducta de la demandada.
Ciertamente, no puede pasarse por alto que las funciones del Invima -que determinan el
ámbito de su competencia y el objeto de sus pronunciamientos, en especial del registro
sanitario que expide- están relacionadas con la preservación y mejoramiento de la salud
humana mediante el control sanitario de los alimentos7, razón por la que no es posible

6 Cas. Civ. Sentencia de noviembre 19 de 1999, exp. 5091.


7 Según lo ha definido la jurisprudencia con fundamento en la normativa pertinente, el Invima "tiene por objeto
la ejecución de políticas en materia de vigilancia sanitaria y de control de calidad de medicamentos, productos
biológicos, alimentos, bebidas, cosméticos y otros productos que puedan tener impacto en la salud individual y
colectiva (Art. 245 de la Ley 100 de 1993), [así como] garantizar la salubridad pública en Colombia, ejerciendo
inspección, vigilancia y control sanitario de carácter técnico y científico (Decreto 194)", para lo cual cuenta,
entre otras funciones, con la de expedir registros sanitarios, que es el "documento expedido por la autoridad
sanitaria competente, mediante el cual se autoriza a una persona natural o jurídica para fabricar, envasar, e
importar un alimento con destino al consumo humano" (art. 2o, Dec. 3075 de 1997), de donde se sigue, añade
este Despacho con apoyo en la misma jurisprudencia, que "el registro sanitario tiene como objeto otorgar una
licencia para que puedan circular unos productos alimenticios, farmacéuticos, insecticidas o plaguicidas
registrados, sujetos a unas especificaciones", pero siempre dentro del ámbito de actuación de la entidad
encargada de su expedición que, como se explicó, "cumple funciones relacionadas con la salud pública", para
lo cual "atiende el control sanitario de los productos". Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso
Administrativo. Sección Cuarta. Sentencia de junio 11 de 2009. C.P. William Giraldo Giraldo. Rad. 11001-03-
27-000-2005-00010-00 (15558).
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 11

atribuir un alcance más extenso a sus pronunciamientos, mucho menos hasta el punto de
abordar ámbitos que, como el de la lealtad de los medios utilizados al competir, resultan
ajenos a las funciones del referido Instituto y a la teleología del registro sanitario que
expide. De esto se sigue, entonces, que tampoco resulta legítimo el intento de justificar una
conducta alejada por entero del principio de buena fe comercial esgrimiendo como defensa
un pronunciamiento que, itérese, estaba concebido para atender otras finalidades y
proteger otros intereses. En todo caso, es preciso agregar que el mismo Invima requirió a
Nestlé de Colombia S.A. para que incluyera carne de costilla en la primera versión de su
caldo "Maggi" porque consideró que había cometido un error al expedir, en esas
condiciones, el registro sanitario que amparó al señalado producto.

Puestas de este modo las cosas, se acogerá la pretensión consistente en declarar que la
accionada incurrió en actos de competencia desleal por infringir los parámetros normativos
contemplados en el artículo 7o de la Ley 256 de 1996, en especial al principio de buena fe
comercial; sin embargo, esta declaración se limitará al lapso comprendido entre los meses
de marzo y agosto de 2003, que fue el período durante el cual Nestlé de Colombia S.A.
comercializó la primera versión de su caldo de costilla "Maggi" -el que carecía de ese
ingrediente-. Lo anterior, puesto que con la entrada al mercado de la segunda versión del
mencionado producto, el que sí contenía ese tipo de carne, la presentación del alimento
coincidía con lo que adquirían los consumidores, de modo que la vulneración que ha dado
lugar a la estimación de las pretensiones de la demanda despareció.

B. Actos de violación de normas (art. 18o, Ley 256 de 1996).

Memora el Despacho, con fundamento en lo que reiteradamente ha dejado establecido 8,


que la conducta desleal contemplada en el artículo 18 de la Ley 256 de 19969 encuentra
fundamento en la vulneración de una disposición vigente y desde luego aplicable a la
actividad que involucra a las partes, siempre que dicha trasgresión irradie en la adquisición
de una ventaja competitiva para quien la ejecuta. De esto se sigue que la configuración de
la conducta desleal en comento reclama la concurrencia de los siguientes elementos: (i) la
infracción de una norma diferente a las contempladas en la Ley 256 de 1996; (ii) la efectiva
realización en el mercado de una ventaja competitiva como consecuencia de la anotada
vulneración; (iii) que la ventaja se logre frente a los competidores; y (iv) que resulte
significativa.

a) Normas sobre protección al consumidor (art. 14, Decreto 3466 de 1982):

La norma cuya infracción alegó la demandante como sustento de sus pretensiones es del
siguiente tenor:

"Toda información que se dé al consumidor acerca de los componentes y propiedades de los bienes y
servicios que se ofrezcan al público deberá ser veraz y suficiente. Están prohibidas, por lo tanto, las marcas,
las leyendas y la propaganda comercial que no corresponda a la realidad, así como las que induzcan o
puedan inducir a error respecto de la naturaleza, el origen, el modo de fabricación, los componentes, los

8 Superintendencia de Industria y Comercio. Sentencias No. 005 de 2006 y No. 008 de 2009.
9 “Se considera desleal la efectiva realización en el mercado de una ventaja competitiva adquirida frente a los
competidores mediante la infracción de una norma jurídica. La ventaja ha de ser significativa”.
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 12

usos, el volumen, peso o medida, los precios, la forma de empleo, las características, las propiedades, la
calidad, la idoneidad o la cantidad de los bienes o servicios ofrecidos.

Tratándose de productos (bienes o servicios) cuya calidad e idoneidad hayan sido registradas de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 3o. a 7o. del presente decreto, o que estén sometidos a registro
o licencia legalmente obligatorios, o cuyas condiciones de calidad e idoneidad se deriven de la oficialización
de una norma técnica, aunque no haya habido registro, las marcas o leyendas que se exhiban en dichos
productos, al igual que toda propaganda que se haga de ellos, deberá corresponder íntegramente a lo
registrado o contenido en la licencia o a las condiciones de calidad e idoneidad derivadas de la norma técnica
oficializada, según el caso."

En el caso que ahora ocupa la atención del Despacho, la utilización de la leyenda "pura
sustancia"10 en los empaques de la primera versión del caldo de costilla "Maggi",
acompañada de las expresiones "caldo de costilla" y "costilla" -sobre todo por la
preponderancia de esta última en el rótulo en cuestión-, así como de una imagen alusiva a
ese tipo de carne, según se aprecia en el ejemplar obrante a folio 326 del cuaderno No. 1,
son todos elementos de una presentación idónea para hacer creer a un consumidor
promedio que el producto en cuestión, cuya adquisición -debe insistirse- no reclama un
especial grado de atención, contenía efectivamente carne de costilla, máxime si se atiende
a otros elementos de juicio como el ya acreditado hecho de que el caldo que se comenta
era el único producto que fabricaba Nestlé de Colombia S.A. en esa categoría que no
contenía la carne referida en su correspondiente empaque. Con lo anterior, salta a la vista
que, en los términos de la norma citada, la presentación del comentado caldo "Maggi" era
apta para inducir a error a los consumidores acerca de la naturaleza, componentes,
características y propiedadades relevantes de ese alimento.

Obviamente, la verificada violación de normas no encuentra justificación en la expedición


del registro sanitario No. RSAV10116803 pues, por las razones que ya fueron anotadas al
tratar el tema de la vulneración al principio de buena fe comercial (lit. A), el
pronunciamiento del Invima, enmarcado dentro de su específica función de control
sanitario encaminada a asegurar adecuadas condiciones en lo que atañe a la salubridad
pública, no puede extenderse hasta ámbitos que resultan ajenos a su marco de actuación.

Es claro que la aludida violación de normas sobre protección al consumidor comportó para
Nestlé de Colombia S.A. la efectiva realización de una ventaja competitiva significativa
frente a Quala S.A. Ciertamente, al haber lanzado al mercado la primera versión del caldo
de costilla "Maggi" en las condiciones en que lo hizo (sin estudios previos, sin carne de
costilla, sin sabor a costilla, practicamente idéntico al "caldo de carne", pero haciéndolo ver
como si contuviera aquel ingrediente), la ahora demandada consiguió colocar en el
mercado un producto atractivo, aprovechando el impacto que en los consumidores
generaba el contenido del aludido tipo de carne, pero sin incurrir en los costos de
realización de estudios de mercado, investigaciones sobre el producto, validación de
materias primas, montaje del proceso productivo y demás aspectos preparatorios
inherentes al desarrollo de un verdadero caldo de costilla, entre los que se puede destacar,
sólo a modo de ejemplo, el tiempo necesario para la realización de aquel alimento y su

10 Acorde con lo que explicó el testigo Andrés Leal Fernández, la expresión "sustancia" "es una palabra
difícil de explicar, incluso para el ama de casa, pero es el cuerpo que tienen los alimentos y ese cuerpo se lo
da específicamente la carne, ya sea de gallina, de res u otra" (fl. 258, cdno. 2).
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 13

evidente efecto competitivo, en tanto que Nestlé de Colombia S.A. pudo enfrentar el
producto de la competencia antes que este se lograra afirmar en el mercado.

La pretensión que ahora se analiza, en consecuencia, será acogida, pero únicamente


respecto del lapso durante el cual se comercializó la primera versión del caldo de costilla
"Maggi" porque, como ya fue indicado en el acápite anterior, una vez se introdujo al
mercado el producto que sí contenía costilla, la infracción normativa despareció.
b) Normas sanitarias sobre rotulado y contenido (arts. 3.1., 3.2. y 3.3.1., NTC 512-1,
oficializada mediante la Resolución No. 2387 de 1999, proferida por el Ministerio de Salud):

1. La norma sanitaria sobre contenido que, según la parte demandante, desconoció


Nestlé de Colombia S.A. es del siguiente tenor:

"3. Requisitos Generales:

3.1. Los alimentos envasados no deberán describirse ni presentarse con un rótulo o rotulado en una forma
que sea falsa, equivoca o engañosa, o susceptible de crear en modo alguno una impresión errónea respecto
de su naturaleza en ningún aspecto.

3.2 Los alimentos envasados no deberán describirse ni presentarse con un rótulo o rotulado en los que se
empleen palabras, ilustraciones u otras representaciones gráficas que hagan alusión a propiedades
medicinales, preventivas, curativas. nutritivas o especiales que puedan dar lugar a apreciaciones falsas
'sobre la verdadera naturaleza, origen, composición o calidad del alimento." (se resalta).

Llegados a esta altura del discurso, ya está claro que la presentación con la que fue
lanzada al mercado la primera versión del caldo de costilla "Maggi" tenía la aptitud de
generar en los consumidores una idea errónea en relación con un componente del
producto que resultaba importante para su decisión de compra, pues nada más puede
concluirse de un consumidor enfrentado a un empaque que anuncia un "caldo de costilla",
resaltando la expresión "costilla" sobre una figura alusiva a ese tipo de carne junto a la
frase "pura sustancia", sobre todo si el alimento en comento fue fabricado por una
sociedad mercantil cuyos productos de esa categoría siempre contienen la carne a la que
hacen referencia sus rótulos.

En relación con la conclusión recién anotada, es necesario precisar que este Despacho no
considera que la concesión del registro sanitario No. RSAV10116803, correspondiente a la
primera versión del caldo de costilla "Maggi", sea suficiente para justificar la actuación de
Nestlé de Colombia S.A. En sustento de esta aseveración, cumple advertir que, acorde con
la normativa aplicable, la concesión del comentado registro no exime de responsabilidad al
titular del mismo por la infracción de normas sanitarias como la que ahora es objeto de
análisis (art. 53, Dec. 3075 de 1997), a lo que bien vale agregar que la autorización que
acá interesa fue conferida por el Invima de conformidad con el Decreto 612 de 2000, con el
que se reguló el "registro sanitario automático o inmediato", razón por la que, aún a pesar
de la concesión del mencionado registro, aquel Instituto se reservó la facultad de "verificar
en cualquier momento el cumplimiento de los requisitos que dieron lugar a su concesión"
(art. 2o), debiéndose resaltar que, como a espacio se había indicado con fundamento en la
declaración de parte de la demandada, cuando la referida entidad ejerció esa facultad, se
percató de que había cometido un error al avalar la fabricación y comercialización de un
caldo de costilla que, presentado al público de la manera que tantas veces se ha resaltado
en esta providencia, no contenía ese tipo de carne.
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 14

De otra parte, para establecer la efectiva realización de una ventaja competitiva


significativa frente a Quala S.A., basta remitirse a las consideraciones que con ese
propósito quedaron plasmadas en el literal anterior (lit. a., inmediantamente anterior), las
que también permiten colegir, ya en este contexto, que la conducta de Nestlé de Colombia
S.A. resultó constitutiva de la conducta desleal de violación de normas con ocasión de la
infracción a los artículos 3.1. y 3.2. de la norma técnica colombiana NTC 512-1, oficializada
mediante la Resolución No. 2387 de 1999 del Ministerio de Salud. Es del caso aclarar,
como ha acontecido en los acápites anteriores, que la declaración de existencia del aludido
acto desleal se limitará al período dentro del cual se comercializó la primera versión del
caldo de costilla "Maggi".

2. La norma sanitaria sobre rotulado que, según la parte demandante, desconoció


Nestlé de Colombia S.A. es del siguiente tenor:

"3.3 En el rótulo de alimentos envasados deberá aparecer la siguiente información según sea aplicable al
alimento que deba ser rotulado:

3.3.1 Nombre del alimento

3.3.1.1 Se deberá indicar la verdadera naturaleza del alimento, y normalmente, deberá ser especifico y no
genérico.

a) Cuando se hayan establecido uno o varios nombres para un alimento en la legislación respectiva, se
deberá utilizar por los menos uno de estos nombres.
b) Cuando no se disponga de tales nombres, deberá utilizarse un nombre común o usual consagrado por el
uso corriente como término descriptivo apropiado que no induzca a error o a engaño al consumidor.
c) Se podrá emplear un nombre "acuñado", de "fantasía" o "de fábrica", o "una marca registrada", siempre
que vaya junto con uno de los nombres indicados en los numerales a) y b), en la cara principal de exhibición.

3.3.1.2 En el rótulo, en la cara principal de exhibición, junto al nombre del alimento, en forma legible a visión
normal, aparecerán las palabras o frases adicionales necesarias para evitar que se induzca a error o engaño
al consumidor con respecto a la naturaleza y estado físico auténticos del alimento que incluyen pero no se
limitan al tipo de medio de cobertura, la forma de presentación o su condición o el tipo de tratamiento al que
ha sido sometido, por ejemplo, deshidratación, concentración, reconstitución, ahumado, etc."

La pretensión, en lo que atañe a la conducta específica que ahora se analiza, habrá de ser
desestimada, pues se demostró que Nestlé de Colombia S.A., tanto al comercializar la
primera versión de su caldo de costilla "Maggi", como al hacerlo con la versión que sí
contenía ese ingrediente, incluyó en su rótulo la expresión "caldo de costilla" para efectos
de señalar el nombre común que corresponde a ese producto, y lo acompañó con la marca
"Maggi", de conformidad con el artículo 3.3.1. de la NTC 512-1. Ahora bien, es preciso
poner de presente que no toda la información que aparece relacionada en el artículo 3.3.
de la citada norma debe aparecer en el rotulado de todo tipo de productos, pues, como se
contempló en aquella disposición, los datos en cuestión debían incluirse en el rótulo
correspondiente "según sea aplicable al alimento" del que se trate. Así las cosas, en este
caso la demandada no estaba obligada a incluir "las palabras o frases adicionales
necesarias para evitar que se induzca a error o engaño al consumidor respecto de la
naturaleza o estado físico auténtico del producto", por lo que no puede colegirse que la
demandada hubiera infringido el artículo 3.3.1.2. de la norma técnica en referencia.

La recién anotada conclusión encuentra sustento en que los caldos de carne como los que
acá se han mencionado son productos que tienen una presentación claramente
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 15

diferenciadora ("cubos presados que contienen el producto" -testimonio del señor Leal
Fernández, fl. 257, cdno. 2; "son en cubos de aproximadamente 5 gramos" -testimonio del
señor González Asurabarrena, fl. 283, ib.), dirigidos a un consumidor específico
(principalmente "amas de casa" -testimonio de Leal fernández, fl. 257, ib.) a través de
canales de comercialización ya reconocidos ("supermercados, las tiendas y mayoristas" -
testimonio de Leal Fernández, fl. 253, ib.), circunstancias que aunadas a las características
de la presentación del caldo de costilla "Maggi", que ya han sido repetidamente resaltadas
en esta providencia, permiten colegir que en el contexto de este producto era innecesario,
y por tanto inaplicables, la mención de frases adicionales para establecer la naturaleza del
mismo.

Demostrado así que no existió la infracción a la norma jurídica que ahora se analiza, es del
caso desestimar la pretensión de la actora en este específico aspecto, sin que sea
necesario estudiar los demás elementos constitutivos del acto desleal de violación de
normas.

C. Actos de desviación de la clientela (art. 8o, Ley 256 de 1996).

Acorde con lo establecido en el artículo 8o de la Ley 256 de 1996, el acto desleal de


desviación de la clientela tiene lugar en los casos en que la conducta del demandado
"tenga como objeto o como efecto desviar la clientela de la actividad, prestaciones
mercantiles o establecimientos ajenos, siempre que sea contraria a las sanas costumbres
mercantiles o a los usos honestos en materia industrial o comercial".

En consonancia con lo anterior, como en este asunto no se aportó ninguna prueba


tendiente a demostrar que los consumidores del caldo "Ricostilla", una vez se lanzó al
mercado la primera versión del caldo de costilla "Maggi", se abstuvieron de adquirir aquel
producto y comenzaron a utilizar este último, corresponde denegar la declaración de la
ocurrencia del acto desleal en estudio, tanto más si se considera que en el mercado se
encontraban otras ofertas del producto que acá interesa además de los fabricados y
comercializados por las partes de este proceso, como se acredita con el informe "Caldos
concentrados Diciembre-Enero 2004" elaborado por AC Nielsen (fls. 298 y ss., cdno. 1),
que fue admitido como prueba mediante el auto 2356 de 2004 (fl. 83, cdno. 2),
circunstancia de la que se sigue que en este asunto no existe fundamento suficiente para
concluir que todos los consumidores del caldo de costilla "Maggi" adquirían con antelación
el caldo "Ricostilla".

D. Actos de competencia desleal vinculados a la propiedad industrial (art. 259, lit. c.,
Decisión 486 de 2000).

No olvida el Despacho que la acusación que ahora se estudia la sustentó la actora, en lo


medular, en la utilización de la expresión "costilla", que considera similar a su marca
"Ricostilla", y en el uso de una imagen alusiva a ese tipo de carne en la presentación del
caldo "Maggi". Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario precisar que la señalada
expresión, en el contexto del producto denominado caldo de costilla (que como ha
quedado aclarado debe contener costilla), es descriptiva por cuanto que hace referencia al
contenido del producto y al sabor que el mismo otorga, que son características que dan
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 16

cuenta de los ingredientes y funciones esenciales del alimento que se viene comentando 11,
razón suficiente para colegir que Quala S.A. no puede reclamar por la utilización que de la
mencionada expresión hace su contraparte.

Ahora bien, como las normas prohibitivas de actos de competencia desleal vinculados con
la propiedad industrial están orientadas a reprimir conductas desleales relacionadas "con
los bienes tipificados y regulados por la propia Decisión 486", es decir, aquellas en "las que
tales bienes constituyen el medio para realizarlas"12, es claro que la demandante, quien no
demostró ser titular de un derecho de propiedad industrial sobre la imagen alusiva a una
costilla ni sobre los demás elementos de la presentación de su producto, no podía reclamar
por esta vía la protección que pretende, pues "la competencia desleal que no esté
vinculada a la propiedad industrial es objeto de una regulación diferente, en nuestro caso,
por la norma interna (Ley 256 de 1996)"13. Cabe aclarar, sin embargo, que la utilización de
la mencionada imagen constituyó, junto con otros aspectos fácticos, el sustento de la
estimación de algunas de las pretensiones formuladas en la demanda.

2.5. Conclusión:

De conformidad con todo lo expuesto, se acogerán parcialmente las pretensiones de la


demandante porque se demostró que Nestlé de Colombia S.A. incurrió en los actos de
competencia desleal contemplados en los artículos 7o (infracción al principio de buena fe
comercial) y 18o (violación de normas) de la Ley 256 de 1996 puesto que, valiéndose de
una presentación acomodada de la primera versión de su caldo de costilla "Maggi", le
atribuyó características que, pese a ser inexistentes, resultaron atractivas para los
consumidores, determinantes para su elección de compra y útiles para el propósito de
impedir la afirmación en el mercado del producto que comercializa Quala S.A.

3. DECISIÓN

En mérito de lo anterior, la Superintendencia de Industria y Comercio, en ejercicio de las


facultades jurisdiccionales conferidas por la Ley 446 de 1998, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE:

1. Declarar que Nestlé de Colombia S.A. incurrió en los actos de competencia desleal
contemplados en los artículos 7o (infracción al principio de buena fe comercial) y 18o

11 Acorde con lo que ha precisado la jurisprudencia, por signos descriptivos se entiende los que "refieren
entre otras características a la cualidad....que es esencial o primordialmente señala el nombre del producto o
del servicio de que se trate" (Consejo de Estado. Sección Primera. Sentencia de febrero 23 de 2006. Rad.
11001-03-24-000-2002-00276-01) o, como lo ha señalado el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina,
son " los que indican la naturaleza, función, cualidades, cantidad, destino, lugar de origen, características o
informaciones de los productos a los cuales protege la marca, y el consumidor a través de la denominación
llega a conocer el producto o una de sus características esenciales" (Interpretación prejudicial
correspondiente al proceso 27-IP-95).
12 MÉTKE MÉNDEZ, Ricardo. Lecciones de Propiedad Industrial III. Raisbeck, Lara, Rodríguez y Rueda
(Baker & McKenzie). Bogotá D.C. 2006. Pág. 198.
13 Ibídem.
SENTENCIA NÚMERO 014 DE 2010 Hoja N°. 17

(violación de normas) de la Ley 256 de 1996, de conformidad con lo expuesto en la parte


motiva de esta providencia.

2. Desestimar las demás pretensiones declarativas formuladas en la demanda.

3. Condenar en costas a la parte demandada.

NOTIFÍQUESE

El Superintendente de Industria y Comercio

GUSTAVO VALBUENA QUIÑONES

También podría gustarte