Osteoporosis: A) Introducción
Osteoporosis: A) Introducción
Osteoporosis: A) Introducción
A) INTRODUCCIÓN
B) OBJETIVOS
C) CONTENIDOS
1) Generalidades
2) Prevención de fracturas
3) Abordaje del paciente con osteoporosis
Modificado de “Osteoporosis” texto original de Claudia Dreyer, Vilda Discacciati, Karina Bakalar.
Actualización: Marcela Botargues. Supervisión editorial Paula Carrete y Esteban Rubinstein. Servicio de
Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Italiano de Buenos Aires
GENERALIDADES
1
Definiciones
Durante toda la vida del individuo, el hueso se encuentra en permanente actividad de
remodelación debido a la interacción de dos procesos: la resorción ósea (a cargo de los
osteoclastos) y su subsecuente reemplazo por hueso nuevo (generado por la actividad
de los osteoblastos). Estos dos eventos, íntimamente acoplados, son los responsables de
la renovación del esqueleto, lo que permite mantener su integridad anatómica y
estructural.
En los primeros años de vida, el balance entre resorción y formación ósea está
notoriamente inclinado hacia una activa formación (se produce más hueso que el que se
reabsorbe). Alcanzada la madurez, el hueso llega a una situación de equilibrio metabólico
en el que los ciclos no resultan ni en ganancia ni en pérdida ósea (se produce la misma
cantidad de hueso que la que se reabsorbe). A partir de la cuarta década de la vida, el
balance va inclinándose paulatinamente a favor de una mayor resorción y, por
consiguiente, la masa ósea comienza un lento proceso de disminución.
Se han establecido valores de densidad ósea a partir de los cuales aumenta el riesgo de
fractura en forma significativa. La fractura es una entidad clínica sintomática, mientras
que la osteoporosis es, en realidad, un factor de riesgo, que cursa en forma
asintomática y que los médicos podemos detectar mediante estrategias de rastreo tales
como el uso de la densitometría ósea. Por lo tanto, la definición de osteoporosis no va
a ser, entonces, clínica sino técnica, es decir, un valor de densidad ósea a partir del
cual decimos que una persona tiene osteoporosis. Por todo esto nosotros y muchos
autores preferimos evitar utilizar el término "enfermedad" para referirnos a la osteoporosis
y preferimos pensarla como un factor de riesgo o como un "hallazgo preventivo".
Epidemiología
Aproximadamente, 75 millones de personas en Europa, los Estados Unidos y Japón
tienen osteoporosis. Se estima que, en la Argentina, la incidencia de este problema es de
alrededor de 17.000 casos por año (semejante a otros países occidentales). Algunos
estudios publicados en Gran Bretaña hallaron una prevalencia de osteoporosis del 3.5%
(en la columna vertebral) y del 2% (en el cuello femoral) en las mujeres de entre 50 y 54
años; estos valores ascienden al 15% y 20% en las mujeres de entre 70 y 75 años. La
prevalencia de osteopenia es del 15% en la posmenopausia inmediata y del 90% a los 80
años. Se desconoce el número exacto de varones afectados, pero se estima que el 4%
de los mayores de 65 años tiene osteoporosis y el 33%, osteopenia.
Diagnóstico
Existen tres herramientas para hacer el diagnóstico de osteoporosis:
Como ya se mencionó, el valor más utilizado para definir osteoporosis es el T score, que
representa el desvío estándar de la paciente estudiada comparándolo con el de una mujer
sana premenopáusica. Cuando el T score es menor de 2.5 (-2.5), se considera que esa
paciente tiene osteoporosis. Es decir, si una mujer tiene -2.5 de T score, su masa ósea es
menor de 2.5 desvíos estándares de la media de las mujeres premenopáusicas con masa
ósea normal. Si el valor se expresa en relación con la edad de la paciente, se llama Z score.
En el Z score, se compara el valor de la paciente estudiada con el de una mujer de su
misma edad, pero sin osteoporosis. Un Z score menor de -2 indica una osteoporosis muy
severa, una acelerada pérdida ósea y una mayor probabilidad de que la osteoporosis
responda a causas secundarias. De ahora en más, solo nos referiremos al T score.
Los sitios en los que se realiza de rutina la DMO son la columna vertebral y el
cuello del fémur, ya que en ellos se producen fracturas con impacto clínico y,
desde la perspectiva del sistema de salud, económico. La zona que más
rápidamente se compromete en la perimenopausia es la columna, mientras que
la que origina mayor impacto en la senectud es la del cuello del fémur. Después
de los 65 años, se recomienda solicitar DMO de la columna lumbar y del cuello
femoral (dos áreas).
Cabe mencionar que la DMO de la columna puede tener errores en pacientes con artrosis
severa, (si hay artrosis severa, el valor de la DMO de columna no es útil).
2) La radiografía (Rx)
En la práctica, la Rx suele pedirse en los casos de pacientes que consultan por dolor
cuando se sospecha fractura vertebral (aunque en los ancianos las fracturas vertebrales
habitualmente son asintomáticas).
Ya hemos mencionado que la osteoporosis, tal como nos ocupamos de ella hoy en día,
es una entidad asintomática (un "hallazgo preventivo óseo") y, por lo tanto, no podemos
hablar de sus "características clínicas". Algunos autores consideran, no obstante, que la
osteoporosis sin fractura puede causar dolor, pero nosotros creemos que no y que la
única "clínica" de la osteoporosis es la fractura, que es su consecuencia. Esto es
importante porque muchas mujeres (y algunos médicos) creen que tienen dolores en el
cuerpo debido a la osteoporosis, cuando para nosotros (y para los autores que seguimos)
estos dolores son en realidad debidos generalmente a fibromialgia, osteoartritis o a
síndromes miofasciales. El diagnóstico de la osteoporosis se hace por su consecuencia:
la fractura. En el caso de la fractura de cadera, el cuadro es obvio. En cambio, las
fracturas vertebrales pueden provocar dolor o bien cursar en forma asintomática.
Por otro lado, todavía se discute cuál es la utilidad de los marcadores de resorción ósea
(por ejemplo, el telopéptido C-terminal del colágeno tipo 1 sérico -CTX- o el N- telopéptido
del colágeno tipo 1 -NTX- en orina) y de formación ósea (por ejemplo, el propéptido N-
terminal del procolágeno tipo 1 -P1NP-, la fosfatasa alcalina específica del hueso, y la
osteocalcina séricos, entre otros) en la detección, manejo y seguimiento de la
osteoporosis. Si bien en los estudios clínicos su dosaje ha permitido comprender el
mecanismo de acción de las diferentes drogas, su rol en el cuidado de los pacientes
individuales no ha sido bien establecido. Además, su dosaje es complejo ya que hay una
importante variabilidad biológica (por edad, género, ritmo circadiano, ciclo menstrual,
índice de masa corporal, etc.) y una pobre estandarización de las pruebas para dosarlos.
Finalmente, este tipo de mediciones son costosas, no están disponibles en todos los
centros de atención médica, y, como veremos más adelante, no son imprescindibles para
el manejo de la osteoporosis en la mayoría de los casos.
Clasificación
Normalmente, con el envejecimiento se pierde masa ósea. En las mujeres esto ocurre en
dos fases.
A diferencia de lo que ocurre en las mujeres, en los varones existe solamente la fase de
involución senil. A los factores mencionados, en los varones se agrega el hecho de que el
proceso de envejecimiento provoca, per se, cambios en el eje hipotálamo-hipófiso-
gonadal, con disminución de los niveles séricos de testosterona total y biodisponible,
cuyas acciones anabólicas sobre los diferentes tejidos, incluyendo el hueso, son bien
conocidas (el 50% de los varones de entre 50 y 70 años considerados sanos tiene algún
grado de deficiencia androgénica).
2) Osteoporosis tipo II o senil: resulta no solo del déficit estrogénico sino también de la
disminución de la síntesis ósea asociada a la edad. Este tipo de osteoporosis es la que
presentan los individuos añosos de sexo masculino como una única fase de pérdida
Factores de riesgo
Los varones tienen menos riesgo de desarrollar osteoporosis que las mujeres.
Esto es así porque los varones: 1) Alcanzan un mayor pico de masa ósea en la juventud; 2) No
sufren la fase de pérdida ósea rápida que se asocia con la menopausia; 3) Frecuentemente, su
expectativa de vida es menor; 4) Tienen mayor fuerza y masa muscular, lo que confiere mayor
masa y calidad ósea; y 5) Llegan más tardíamente al pico de masa ósea y lo hacen con algunas
diferencias en la morfología de su esqueleto en relación con las mujeres, ya que el esqueleto
masculino tiene un área de sección transversal del cuello femoral y del cuerpo vertebral mayor, un
radio más ancho y con mayor grosor cortical, un contenido mineral óseo total mayor (3100 -3500 g
en el varón vs. 2300-2700 g en la mujer), un tamaño óseo mayor (lo que le confiere más resistencia
ténsil a la fractura) y una mayor aposición perióstica con menor pérdida endocortical en los huesos
largos. Además, la pérdida absoluta de trabéculas es menor.
Ahora bien. Pese a que los varones sufren menos osteoporosis que las
mujeres, tienen mayor prevalencia de comorbilidades y, por lo tanto, la
mortalidad asociada con eventos fracturarios es notablemente mayor en los
varones ancianos que en las mujeres de la misma edad.
Por último, es importante tener en cuenta que la DMO siempre toma como referencia los
valores de masa ósea de la mujer adulta joven. Aun así, en los varones, la osteoporosis
se define de la misma forma que en las mujeres (no hay tablas de T score para el sexo
masculino).
PREVENCIÓN DE FRACTURAS
2
La prevención de las fracturas debería encararse desde tres aspectos: 1) Prevención
primaria de la osteoporosis, 2) Prevención de las caídas y 3) Detección y tratamiento de
la osteoporosis (el tratamiento será desarrollado en el contenido que sigue.).
Las dos principales recomendaciones que se le pueden dar a una persona para
prevenir el desarrollo de osteoporosis son que no fume y que realice actividad
física.
*El riesgo de fractura a diez años de una mujer de 65 años sin otros factores de riesgo es de 9.3%.
Existen diferentes dispositivos para calcular el riesgo de fractura. La USPSTF recomienda utilizar la
calculadora FRAX (se desarrolla más adelante).
No existe consenso aún acerca de la frecuencia con la que debe realizarse el rastreo.
Después de los 65 años de edad se recomienda un intervalo mínimo de dos años en
aquellas pacientes con factores de riesgo y de tres a cinco años en personas sin factores
de riesgo. Los aspectos negativos del rastreo incluyen los resultados falsos positivos (con
los costos ocasionados por tratamientos y seguimientos innecesarios y la medicalización
que esto genera en los pacientes) y el riesgo de los efectos adversos a largo plazo de los
bisfosfonatos que son las drogas de primera elección para el tratamiento.
La calculadora FRAX
La calculadora FRAX es un dispositivo que permite calcular la probabilidad que tiene una
persona de sufrir una fractura relacionada con la osteoporosis en los diez años subsiguientes
a los que se realiza el cálculo. Fue desarrollada por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) e integra los factores de riesgo y, si se cuenta con ella, la DMO. Esta calculadora está
disponible en: http://www.shef.ac.uk/FRAX/tool.aspx?country=17 (en esta dirección se accede
directamente a datos de población argentina). Es interesante destacar que con este
dispositivo se puede calcular el riesgo de fracturas aun sin contar con una DMO.
Los factores de riesgo que utiliza la calculadora FRAX y que deben completarse para
hacer el cálculo son los siguientes:
11. Consumo de más de tres unidades de alcohol por día (alcohol 3 or more
units/day): una unidad varía entre 8 y 10 gramos de alcohol y equivale a un vaso de
cerveza (285 ml), medio vaso de vino (120 ml) o una medida de un aperitivo (60 ml)
aproximadamente. Se debe indicar Sí o No.
Veamos dos ejemplos de lo expuesto hasta aquí sobre las indicaciones de rastreo, la DMO
y el uso de la calculadora FRAX.
Carmen es una paciente de 68 años con antecedentes de hipertensión arterial leve, que no
fuma ni consume ningún medicamento. Pesa 62 kilos, mide 1.56 m y tuvo su menopausia
hace catorce años. Tiene controles ginecológicos normales. El médico le comenta que
existe la posibilidad de hacer rastreo de osteoporosis, le describe las ventajas y
desventajas del tratamiento y la paciente acepta (toma de decisiones compartidas).
Entonces el médico pide una DMO de la columna lumbar y de la cadera derecha. En la
siguiente página se presenta la DMO de Carmen.
La conducta del médico es adecuada, ya que le ofrece rastreo de osteoporosis a una mujer
de 68 años. Recordemos que se pide una DMO de columna lumbar y de una de las dos
caderas. En este caso, vemos el resultado de la DMO lumbar. Lo que hay que evaluar es
el valor del T score en la segunda, tercera y cuarta vértebras lumbares (L2-L4). En este
caso, el T de esta paciente es de -1.56 (desatacado en la figura). Este valor corresponde a
Victoria tiene 63 años, pesa 57 kg y mide 1.50 m (150 cm). Es hipotiroidea, fuma entre 20 y
30 cigarrillos diarios desde la adolescencia y tuvo su menopausia a los 50 años. Toma 100 mcg de
levotiroxina y tiene su tirotrofina (TSH) dentro de los límites normales. No consume alcohol
ni toma otros medicamentos. Hace dos meses se fracturó la extremidad distal del radio
luego de un traumatismo leve. No hay antecedentes de fracturas en su familia. Su médico
calculó el riesgo de una persona como Victoria de sufrir una fractura a diez años utilizando
la calculadora FRAX. A continuación vemos los datos de Victoria incluidos en la
calculadora y el resultado de la evaluación.
Con este resultado el médico le ofreció a Victoria realizar una DMO para rastrear osteoporosis.
Victoria aceptó. A continuación se presenta su DMO de columna lumbar.
Hay algunas situaciones clínicas en las que el diagnóstico de osteoporosis nos debe
hacer pensar en una causa secundaria: a) En los varones; b) Cuando la osteoporosis es
severa (T menor que -3.5); c) Ante la falta de respuesta al tratamiento; y d) Ante la
sospecha, por el interrogatorio o el examen físico, de una enfermedad productora de
osteoporosis secundaria: síndrome de Cushing (solicitar ionograma y dosaje de cortisol
libre urinario), hipertiroidismo (dosar tirotrofina ultrasensible en sangre), hipogonadismo
(solo en varones; dosar testosterona biodisponible en sangre), mieloma múltiple
(hemograma y proteinograma electroforético en sangre y orina), osteomalacia (fosfatasa
alcalina y 25 hidroxivitamina D en sangre), enfermedad de Paget (fosfatasa alcalina en
Herramientas farmacológicas
Calcio y vitamina D
Evaluar la ingesta diaria de calcio con los alimentos. A las personas que no ingieren
suficiente calcio y vitamina D con su dieta se les puede recomendar que aumenten el
consumo cotidiano de lácteos y la exposición al sol para llegar a los requerimientos
diarios.
Bifosfonatos
Los bifosfonatos son análogos sintéticos del pirofosfato, una sustancia natural que inhibe
la normal mineralización del hueso, y ejercen su acción inhibiendo la resorción ósea.
Han sido utilizados en varias enfermedades, como el Paget y la hipercalcemia tumoral.
El ibandronato se indica en dosis de 150 mg VO, una vez por mes o 3 mg IV cada tres
meses. Su ventaja radica en la posología.
a) Raloxifeno
b) Ranelato de estroncio
Es otro fármaco antirresortivo que, en dosis de 100 UI/día, más el agregado de calcio,
demostró mejorar el calcio corporal total debido, probablemente, a una mejoría en el
recambio óseo; sin embargo, su efecto no persistió por más de un año y solo demostró
reducir las fracturas vertebrales. Por su efecto analgésico podría constituir una opción
terapéutica para pacientes con dolor por fractura vertebral. Los factores más importantes
en contra de esta droga son su elevado costo y su falta de eficacia a largo plazo. Efectos
adversos: náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, vértigo, reacciones dermatológicas
y rinitis (cuando se utiliza por vía nasal).
d) Teriparatide
Es una PTH recombinante humana que actúa estimulando los osteoblastos y, por ende, la
formación ósea. Aumenta la masa ósea vertebral y femoral en mujeres posmenopáusicas
con antecedentes de fracturas vertebrales. Se administra por vía subcutánea. En los
Estados Unidos se aprobó su uso para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres
posmenopáusicas y en varones. En la Argentina también se comercializa pero es muy
costosa y se indica en casos muy especiales con osteoporosis severa, en los que falló el
tratamiento con otros agentes. Efectos adversos: dolor abdominal, calambres, mareos,
debilidad, irritación en el sitio de aplicación. No hay datos sobre su seguridad a largo plazo.
e) Denosumab
Tratamiento no recomendado
La terapia de reemplazo hormonal es eficaz para la prevención y hasta hace unos años era
una opción para el tratamiento de la osteoporosis en las mujeres. Actualmente no se
utiliza porque se ha demostrado que su uso a largo plazo aumenta el riesgo de
cáncer de mama.
Manejo práctico
Indicaciones de tratamiento
Por ejemplo, el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y el Cuidado del Reino Unido
(NICE su sigla en inglés) recomienda tratar con alendronato a las mujeres: 1) de 70 años o
más con algún factor de riesgo clínico independiente para fractura (ver más adelante) o un
Los factores de riesgo clínicos independientes para fractura son: historia parental de
fractura de cadera, consumo de 4 o más unidades de alcohol por día o antecedentes de
artritis reumatoidea.
Los indicadores de baja masa ósea son: índice de masa corporal menor de 22 kg/m2,
condiciones clínicas como espondilitis anquilosante o enfermedad de Crohn o que producen
inmovilidad prolongada y menopausia precoz no tratada.
Seguimiento
Se recomienda monitorizar el tratamiento con bifosfonatos a los dos años, con DMO. No se
aconseja indicar la DMO antes de los dos años debido a que, en algunos casos, puede
observarse una disminución de la densidad ósea en la DMO al año de comenzado el
tratamiento sin que esto implique que la terapéutica instaurada sea ineficaz (numerosos
estudios muestran que si se continúa el tratamiento con el mismo fármaco, se produce un
incremento de la densidad ósea y, por lo tanto, no se recomienda cambiar de droga ante
un resultado desfavorable en una DMO al año de comenzado el tratamiento). Solamente
debería plantearse cambiar de droga si la DMO no hubiera mejorado luego de por lo
menos dos a tres años de tratamiento.
El seguimiento de los pacientes tratados se realiza con DMO a los dos años.
El T score debería mejorar o, al menos, no bajar. Si es más bajo, debe
considerarse que el tratamiento está fracasando y es preciso consultar con el
especialista.
En la Clínica Mayo (EEUU) han desarrollado una herramienta que permite a médicos y
pacientes visualizar de manera clara el riesgo de fracturas y el beneficio del tratamiento
con bifosfonatos. Este dispositivo estima el riesgo de fractura basándose en la calculadora
FRAX y constituye una excelente herramienta para la toma de decisiones compartidas.
Está disponible en: https://osteoporosisdecisionaid.mayoclinic.org/index.php/osteo/index.
Lo presentamos a continuación y ejemplificamos su utilización con el caso de Ana, de 72
años, tabaquista, con antecedentes de fractura ante traumatismo leve DMO de cadera T-3.
Referencias: age: edad, gender; género, population group: grupo poblacional, calulation using DMD/BMI:
calcular usando DMO o índice de masa corporal, femoral neck BMD: DMO del cuello femoral (se completa si se
usa la DMO para hacer el cálculo, no se completa si se usa el índice de masa corporal), previous fracture:
fractura previa, parents fracture hip: antecedentes de fractura de cadera en los padres, glucocorticoids:
glucocorticoides, current smoking: tabaquismo actual, alcohol 3 or more units/day: consumo de tres o más
unidades de alcohol por día (las unidades de alcohol se definen con el mismo criterio que en la calculadora
FRAX).
Referencias: Osteo: fractura osteoporótica (de un sitio diferente a la cadera), will not break a bone; no se
romperán un hueso, will break a bone: se romperán un hueso.
Figura C: riesgo de padecer una fractura de cadera a diez años de 100 personas
similares a Ana
Referencias: Hip: cadera, will not break a bone; no se romperán un hueso, will break a bone: se romperán un
hueso.
En esta pantalla se comparan los beneficios y los riesgos del tratamiento para que el
paciente los tenga en cuenta al momento de decidir.
Referencias: cost: costo (basado en datos norteamericanos, hay que adecuarlo a precio local
actualizado); Daily routine: rutina diaria: una vez a la semana, con el estómago vacío, con abundante
agua, 30 minutos antes de comer o tomar otros medicamentos, tomar la medicación por cinco años;
Side effects: efectos adversos: problemas abdominales, osteonecrosis mandibular, fracturas por la
medicación.
Indicaciones de tratamiento
Detección de la osteoporosis
1) Pacientes con osteoporosis (DMO: T-2.5) y además:
a) antecedentes de fractura vertebral o de cadera ante
traumatismos leves; b) una probabilidad a diez años de
2 tener una fractura de cadera mayor o igual al 3% o una
Indicaciones de DMO
Mujeres mayores de 65 años de edad probabilidad a diez años de tener cualquier fractura
y mujeres de menos de 65 años cuyo relacionada con osteoporosis mayor o igual al 20%
3 5
riesgo de fractura a diez años sea según FRAX .
similar o mayor al de las mujeres 2) Ancianas con salud precaria (múltiples
mayores de 65 años sin otros factores comorbilidades, caídas frecuentes, disminución de la
de riesgo. Considerarla en hombres funcionalidad) y con antecedentes de varias fracturas en
y mujeres con antecedentes de las que no es posible el acceso a realizar DMO.
fractura de muñeca, cadera o
columna por traumatismo leve o con
enfermedad causante de osteoporosis
4
secundaria .
Osteoporosis
Referencias. DMO: densitometría mineral ósea. 1. Se recomienda una dieta que contenga
aproximadamente 1200 mg diarios de calcio. La cantidad recomendada de vitamina D oscila entre 400
y 800 UI diarias. 2. Se pide DMO de columna lumbar y de cadera. 3. Puede estimarse con la
calculadora FRAX. El riesgo de fractura a diez años de una mujer de 65 años sin otros factores de
riesgo es de 9.3%. 4. Causas secundarias de osteoporosis: consumo excesivo de alcohol,
menopausia precoz (antes de los 45 años); amenorrea secundaria prolongada; hipogonadismo
primario; terapia con corticoides (más de 5 mg de prednisolona por día –o dosis equivalentes de otro
glucocorticoide- durante más de tres meses); anorexia nerviosa; síndrome de malabsorción;
hiperparatiroidismo; hiperprolactinemia; insuficiencia renal crónica; mieloma múltiple; hipertiroidismo;
inmovilización prolongada; artritis reumatoidea; trasplantes, tratamiento crónico con heparina,
enfermedad hepática crónica y enfermedad inflamatoria intestinal. 5. FRAX: calculadora de riesgo de
fractura FRAX, disponible en: http://www.shef.ac.uk/FRAX/. Esta calculadora cuenta con datos de
población argentina y de otros países de Latinoamérica y el mundo. 6. Evaluar suplemento de vitamina
D en ancianos institucionalizados.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Goroll AH, et al. Primary care medicine: office evaluation an d management of the
adult patient. 7 th ed. Philadelp hia: LippincottWilliams & Wilkins, 2014.
Modificado de “Osteoporosis” texto original de Claudia Dreyer, Vilda Discacciati, Karina Bakalar.
Actualización: Marcela Botargues. Supervisión editorial Paula Carrete y Esteban Rubinstein. Servicio de
Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Italiano de Buenos Aires