8 de Marz1
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Es decir, que la igualdad sigue siendo un horizonte que hay que continuar
construyendo, recuperando el recorrido de reflexiones, demandas y acciones
emprendidas por el movimiento de mujeres y otras identidades de género.
El primer instrumento de protección internacional de los derechos humanos específico de
las mujeres es la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (CETFDCM; en inglés, CEDAW), de 1979. A partir de
la CETFDCM, que goza de jerarquía constitucional en virtud del artículo 75, inciso 22, de
la Constitución nacional, y del reconocimiento de la desigualdad que implica la exclusión o
la imposibilidad de ejercer plenamente los derechos de las mujeres, es que se les exige a los
Estados observar y actuar en función de esta realidad.
El 25 de marzo de 1911, pocos días después de la primera celebración del Día Internacional
de la Mujer Trabajadora en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, en la fábrica Triangle
Shirtwaist de Nueva York se produjo un incendio que se cobró la vida de 146 de
trabajadoras textiles. Estas mujeres, en su mayoría inmigrantes, habían sido encerradas por
sus patrones, sin posibilidad de escape. Este evento propulsó la atención mundial sobre las
luchas de las mujeres y del feminismo por sus derechos civiles, laborales y políticos, lo que
motorizó la modificación de la legislación laboral en los Estados Unidos, las campañas
sufragistas con el lema «Pan y rosas», la organización de centrales obreras femeninas en
todo el mundo y el reconocimiento creciente a escala internacional de la importancia del 8
de Marzo.
La democracia: un escenario para impulsar la lucha por los derechos de las mujeres
El retorno de la democracia y del Estado de derecho en la Argentina, el 10 de diciembre de
1983, supuso una fuerte presencia en el espacio público de distintos movimientos y actores
sociales, políticos y culturales. En ese contexto, el movimiento feminista reapareció en las
calles, creció, se fortaleció y manifestó sus demandas de ampliación de derechos para las
mujeres. Aun en los últimos años de la dictadura, este movimiento se había ido
expandiendo a partir de la creación de algunas agrupaciones centrales en la transición
democrática, como Lugar de Mujer y ATEM-25 de noviembre. En los años siguientes, el
movimiento siguió creciendo, con la aparición de diversas organizaciones y publicaciones
emblemáticas: la Multisectorial de la Mujer (1984), la revista Unidas (1986),
los Cuadernos de Existencia Lesbiana (1987), la revista Feminaria (1988), la Comisión
Feminista por los 20 años de la Segunda Ola Feminista (1989), entre muchas otras.
Los encuentros son jornadas que incluyen debates, tertulias, festivales y los ya clásicos
talleres, espacios heterogéneos, plurales y horizontales, donde trabajadoras, líderes sociales,
profesionales, académicas, militantes políticas y amas de casa pueden expresarse y ser
igualmente valoradas. Para muchas mujeres es la posibilidad de hablar en público por
primera vez, para otras es la oportunidad de escuchar relatos de lucha en primera persona.
Los encuentros recorrieron distintos puntos del país y fueron los espacios embrionarios de
muchos de los temas clave de la agenda de derechos humanos en la Argentina.
Asimismo, gracias a la lucha y persistencia en los reclamos, los derechos de las mujeres se
fueron ampliando en los años noventa a partir de la ley de cupo femenino (1991) y de las
primeras leyes de prevención de la violencia dentro de la familia (1997).
En los últimos años, las marchas por el Día de la Mujer se realizan masivamente en
diferentes ciudades de nuestro el país. Entre sus consignas destacan las proclamas de
«Nosotras Paramos», «Ni una menos» y «Vivas nos queremos», pues la violencia de género
es otro de los nudos centrales que atraviesan las experiencias de las mujeres y las personas
LGTBIQ+. En la Argentina hay un femicidio cada 18 horas y cientos de personas travesti y
trans mueren por la violencia a la que son sometidas a lo largo de su vida sin acceso a los
derechos básicos.
Se sugiere ver con las y los estudiantes el capítulo de Zamba: «La asombrosa excursión a la
lucha de las mujeres de América Látina».
Luego, en pequeños subgrupos podrían elegir una de las historias (ya sea del video o de la
galería de imágenes) y armar un pequeño póster o flyer para compartir y socializar con el
resto de los y las compañeros/as.
Cada derecho es una conquista, producto de la lucha y persistencia de grupos o
movimientos que intentan visibilizar sus reclamos y consignas.