Tejada Gomez Armando - Antologia de Juan
Tejada Gomez Armando - Antologia de Juan
Tejada Gomez Armando - Antologia de Juan
Antología de Juan
A Raúl y a Lucas,
TEJADA/1966.
COPLERA DE JUAN
Solamente camino.
Luna de la distancia.
gordos concesionarios,
carbón comprometido,
y esclavitud de estaño
y cobre de miseria,
caen antes,
tan sol,
tan repartido
mestiza,
¡cuándo es el día!
1
Te estaban desalojando.
de tu techo y tu trabajo.
en el medio de la calle
y él en la casa vacía
la vida y tú,
muchacha…
2
¡Para cuándo…!
Para cuándo.
Para cuándo.
para cuándo…
… ya he cortado la madera
¡Para cuándo…!
y la muchacha esperando…
¡Para cuándo!
LA CANCIÓN DEL MURO
Nosotros lo llamamos
un tesón de vecinos
lo ha ido levantando
perfil al horizonte,
llamándonos,
se la pasen en limpio.
no lo recuerde todo,
es muy posible
de familia en familia.
en una raya
de libertad mordida,
versículos de furia,
biblias despedazadas,
de la impiedad furtiva,
la historia de pasada,
el duro testimonio
un sufrido poema
de cansancio cansado.
de bebería y saciamos.
La muerte es un misterio
necesario y hermoso
palabras mutiladas
y diálogos
y voces
y réplicas
y gritos,
grabados
digital de violencia
Daniel
o Pedro
o Carlos,
reían o callaban,
la alegría es posible,
solicitar al hombre
la paz
y los jardines.
COPLERA DEL CANTOR
alumbrador de palabras,
soy el pueblo,
confabulados al viento
—molinero de distancias—,
a música,
viento
y pan,
diarios,
la alegría y el canto,
la patria
y multitud de niños
y el amor se ha perdido
Le parpadeaba la luz
me ha servido la mañana,
ya no me sirve de nada.
singularmente rota.
En un silbido lerdo
el tango se demora,
lentamente se encuentra
con la nostalgia
sorda
y el hombre viene,
avanza,
no recuerda su historia,
lleva su sombra,
parecido a la sombra,
la sombra de la sombra
derramada en la calle
y agitando la cola.
Pero el hombre camina
y avanza
pero viene
antiguamente oscuro
al medio de la noche.
hay muchas
pero y otra
y arrastrando su sombra,
pesadamente
a oscuras,
nocturnamente a solas,
silbando,
transitando su trozo
de memoria,
este mes
y su plazo de pan
muerto en la hora,
donde la gente
escribe
su pasión en mayúscula,
los hombres
y su sombra,
caen
de las paredes,
caen
y lo sustentan
avanzan
cuando avanza,
avanzan y sostienen
ese silbido
duro.
un silencio de lata,
es viejo,
y ese raído
tango.
y en medio de la noche
la soledad
en su peso,
se ve el hollín acuoso
tumban el polvo,
pasan,
deshilachados siguen,
duran, callan
y pasan,
van infinitamente
tumbándose
los pasos.
de animales violados!
4
Mi corazón no regresa.
Abajo
elabora lo hondo,
duros crepuscularios,
debajo,
En lo austral de la tierra,
de Irán, de Venezuela,
De noche,
está confabulada.
Y ahora es el petróleo.
Constante y largamente
cifras,
contratos
y cláusulas letales
No descuides la espalda.
Si no olvido,
hasta dañarse.
Nunca tuve
y era un río.
Un día me propuse
ser la vida
y crecer en lo verde
hasta dañarme:
devino río.
Simplemente incesante.
TANGO EN LA MISMA ESQUINA
tan desmedidamente,
aunque me llame
aún espera,
para darlo
Es muy difícil
de guitarra en la sangre.
me acosan preguntando
y discursos y salmos
tú del miedo.
irremisible y ciega.
Van
cayendo,
acumulando hojas
de amarilla tristeza.
Uno se va quedando
demorado en la sangre,
de infatigable estepa,
del paisaje
y ráfagas de vértigo,
violentamente joven
y te soltaba pájaros
sumiéndose, juntando
de vejez sigilosa
entre crepitaciones
se da un grito,
se da un gemido, acaso,
al fuego, al estampido,
reptante, miserable,
derramada y viscosa.
minucioso y cobarde,
perramente sumiso,
correctamente lejos
a prudente distancia
horizontal, amable
eficiente y tranquilo;
un miedo rencoroso,
y ferozmente hereje,
¿Decíamos?
¡Ah, es cierto!
Un año
y otro
y otro,
Si violan a la Juana,
si se escucha
si rondan a la Juana,
si la siguen
a las cosechas?
MUCHACHO DE SEPTIEMBRE
por solamente ser sólo la vida, con la insolencia del recién llegado.
Uno, de pronto, por la sola fuerza de los días calientes y las ganas
voraces de ser hombre pero al todo, por esas cosas sólidas, cabales,
entra a mirar el mundo que le toca, a solapear las calles donde pasa
uno que apenas tiene los domingos, algún amigo, un nombre y una madre,
más cuidado,
adentro de septiembre, muy adentro: allí donde su flor crece sin lástima.
pisa en la tierra donde todo vuelve, entra en el viento donde nadie calla,
—¡Quietos ahí!,
porque aquí,
corazón de palomar,
no lo dejaron pasar.
rechinando o gimiendo:
la montonera en pelo?
No.
de cuánto abracadabra
Generalmente,
dijo el general,
sencillamente.
EL BARCO
tanto Patria,
—¡hermano, tanto!—
se ha vuelto barco.
¡navegando!
mientras comenzamos
a decirnos tiernamente
que vamos,
el mismo barco.
Es un hecho
largamente elaborado,
a la Patria navegando?
Políticos, presidentes,
honorables ciudadanos:
tonadero de mi canto:
navegando.
quedémonos meditando.
—Generales, abogados,
sacerdotes, diputados,
comerciantes, funcionarios—
Yo me conozco el oficio
y la guitarra es un mago.
¿Y no te duele, guitarra,
la madera en la garganta
la campana de la sangre?
cómo es mi Patria!
navegando.
remando,
vamos remando,
¡abajo vamos remando!
mientras tanto:
remando,
vamos remando,
mientras tanto.
limpiar el viento,
limpiarnos
traficando y vomitando.
Y entonces,
ejercita la luz
en el sentido
asume su raíz,
cae a la hondura
se derrumba la tarde
el trago tabernero,
los naufragios
en la ribera de la madrugada
a un paso de nosotros,
en los rostros.
morados,
prohibido-pasar-pisar-pensarse
demásdedos-ponga-la-firma-al-dorso-
conniñosno-la-luz-se-paga-aparte.
1965.
LOS NUEVOS POEMAS DE JUAN
TEJADA
Mi canción es un libro
a lo largo de América
y nombra al sometido
en su padecimiento.
el labrador de pámpanos,
el quieto, el andariego,
Mi canción no le teme
al tumulto ni al fuego,
y llevársela lejos.
De todo en su momento:
asuntos de casados,
asuntos de solteros,
dolores, alegrías:
Y si a veces estalla
en un grito violento
Permanece en el norte
Polvaderal arriba,
la aturden de sonido
Escampa la mañana
azulada de frío
retrocede el rocío.
y a vino tonadero.
de fragantes manteles
El que no ve la rosa
aún no ha florecido:
Así: sencillamente,
con la tenacidad
alzó su polvareda!
avanzamos contigo
te volviste bandera
transparente, Agustín,
de overol primavera.
Toscamente, Agustín,
córdobamente hermano,
en cada campanario
y el motín de palomas
Nadie se ha detenido,
tu multitud regresa
y tu overol azul
Córdoba, 29/1/87
LA SILABA
Si pudiera escribir
yo escribiría
muy trabajosamente
escribiría: vida.
Si volviera a escribir,
dibujaría
un sonajero,
el cairel, la campana
la alegría.
Si dibujara bien,
la escribiría.
que no cantas,
que solamente
vives de la vida,
dibujarás la paz,
no una paloma,
asomado al rubor
de las espigas.
sin el dibujo,
poniendo el horizonte
don Tejada?
Es en vivir
Ahora, dígame,
La Cancionera, 5/10/84.
CUENTO EN LOS BOSQUES DE SHERWOOD
o guiños o rocío
y un silencio de piedra.
cansados de esperarlo).
siempre?
sufrir,
subir el sufrimiento
de la plegaria
y luego
están crucificadas
y creer
y creerse
y creerse creer
que arriba,
muy arriba,
donde el frío es silencio,
está,
óptico y mudo,
¿Por qué
la Catedral
no es simple
como un rezo?
en madrugadas y duendes
Yo vi suicidarse al diablo
y no le dí sepultura.
y ví salir de la bolsa
de la vida la hermosura:
muchedumbres, multitudes,
gente de mi levadura
y me meto al entrevero
puteando a la dictadura
Yo canto puntualmente
Adrede no conozco
a grandes personajes.
me llevo en persona
tomando chocolate
en una madrugada,
en lo de Aráoz Alfaro.
No conocí a Siqueiro
cansando madrigales
de nuestra militancia.
se quedó en mi destino
No sé golpear la puerta
de sus cavilaciones,
perturbarles la casa
y decir sonsamente:
de América, argentino,
no, no sé de Cortázar,
No riego relaciones.
Supremo soñador,
a cielo y tierra.
Señor Simón,
caviloso tumulto
de mi América.
Estoy volviendo
Compadre resplandor,
Tata de cobre,
lúcido General
de la insurgencia.
Cima Simón.
Bolívar permanente.
Estratega
de urgentes primaveras.
el venidero
de la resurrección de tu fogata,
Al cielo Cántabro
abro
mi corazón y le canto,
Al cielo Cántabro
abro
el corazón de mi canto,
si a los costados,
avieso y herrumbrado,
advierto la amarilla
repartido en sí mismo,
despreciando el usado
chantaje de la muerte
si han pronunciado
claro, sustantivado,
el ínsito milagro
de lo grande y lo mínimo.
cómplice abochornado,
desnuda el apotegma
se vuelve remolino.
de tu vida y la mía,
de un océano loco
el libro de bitácora,
la última golondrina
que me dé la certeza
de un golpe de timón.
un golpe de timón?
es la historia de la libertad.
y la escribe el amanecer,
Me he desarmado adrede
en estos tiempos
y al fin hablan
que supimos
y ese silencio
Yo quisiera saber
a rajatabla.
al primer tiro
Hace un país,
o acaso, un continente
no se aturdan cantando.
pasa un río.
Arriba de la tarde,
es un sonido verde
el infinito.
para verle
el velámen celeste,
el desafío
el oleaje,
borracho de paisaje,
de mis pinos.
un capricho
y un bullicio
hacia septiembre,
escalando
su música imposible.
Aquí abajo,
en mi vino laborioso,
esta palabra
piensa en su destino.
Inventa ríos
furtivos.
ahora duerme,
de mi hijo.
He descubierto ríos
en el cielo.
La paz en el otoño
es otro río.
«La Cancionera».
24/8/85 al 20/2/86.
CANCIÓN DE LA NIÑA JUDÍA
te ví cruzando el sol
y se amparaba en vos.
celestemente amor.
desde tu corazón.
La Cancionera, 6/11/85.
REGRESO DEL MALVÓN
y a su misterio
la garúa finita.
Fue en Retiro.
y el aluvión de asombro
que tenía.
El gentío miraba,
nos miraba,
despectivo.
Un señor le decía
a su señora:
Y aunque no comprendí,
tampoco olvido.
De animarme, tal vez,
le hubiera dicho
un memorial de pájaros
y un río.
Canciones milenarias
y montañas.
Y mis oficios.
Le hubiera dicho
lo que no le dije,
Porque ya me he ganado
esta guitarra
y le he puesto futuro
a su sonido.
Por mí,
y un Paraná de amor
¡canta conmigo!
(Latinoamérica).
de mi hermano de clase,
por el imperialismo
puedo escribir encima del tigre de papel
y ese perfil
que asombra
a las medallas,
por la ternura,
eché a la soledad
esta mañana.
redimiste
no sólo mi canción
sino el olvido,
de mi casa.
La tristeza,
para desalojarla.
contra el moho,
contra la incertidumbre
y el desánimo.
donde se encuentre
La tarea, mi amor,
nuestra tarea
Córdoba, 30/1/87.
VIVIRSE TODO
no es el tema
salirse de la piel
y escupirle al papel
cualquier poema.
no es morirse,
porque es de a poco:
de cada instante,
y otra gota.
es no morir,
aún muriendo
de a pedazos,
solo.
Morir un poco
es humillar la vida,
porque es vivir
un poco.
¡carajo!,
porque vivirse
es morirse todo.
Morirse de vivir,
vivirse de morir,
No es fácil. No.
No es fácil,
pero aquí
Ischigualasto, caen
la soledad de piedra.
El Valle de la Luna.
La estatua de la lluvia.
Ischigualasto, abajo,
tu silencio testigo
no ha sido corrompido.
de sangre en la ceniza
La mañana
se acodaba en la ventana
y nos miraba.
Un instante
Un instante,
se azulaba.
Un bostezo
perezoso e indolente,
Aromados
despertábamos.
Aún perplejos
y de la cristalería
de los árboles.
Era hermoso
y asombrados
nuevamente
ese milagro.
El otoño,
hoja a hoja,
amontona su agonía
por el patio.
Ahora solo,
la mañana.
—y siempre vuelve—
la ventana.
la tortilla de la libertad.
en la milpa de mi corazón.
«La Cancionera».
Junio 9 de 1983.
SALMO VIVO
Enrique Angelelli
vuelve predicando
al Jesús obrero,
al Dios compañero
de los explotados.
Enrique Angelelli,
asumido salmo,
profeta de América,
de tu alta palabra,
ternura descalza.
Hermano profundo,
tu nombre se reza
en las redimidas
de los oprimidos,
no te llora: ¡canta!
te cercó en la yerta
y se fue vacía.
No pudo contigo.
La sombra no pudo
con tu llamarada.
La luz solidaria
alumbra el camino
de los humillados.
decía el Faraón,
defenderse muriendo.
Habiendo tomado vuelo popular los temas: Canción con Todos, Fuego en
Anymaná, Zamba del riego, Volveré siempre a San Juan, Canción para un niño en la calle,
Coplera del prisionero, Zamba del nuevo día, Regreso a la Tonada, Paloma y Laurel, Zamba
del laurel, Milonga para una calle, Canción de la ternura, Balada de marzo, Canción de
lejos, Canción del forastero, Zamba Azul, Triunfo Agrario, La Pancha Alfaro, Canción de
las simples cosas, Resurrección de la alegría, entre otras.
Primer Premio SADAIC, por Elogio del Viento, con música de «Cuchi»
Leguizamón.
Premio de Honor, por Dios era Olvido, Mejor Novela, bienio 80/82 Fundación
Dupuytrén, Buenos Aires.
Sus obras integrales para cantantes, conjuntos y voz recitante, son: Los oficios
del Pedro Changa, CBS, con Los Trovadores. Tonada larga para el País del Sol, cantata
mendocina, con el conjunto Nacencia, música de Daniel Talquenca. Cancionero de
las comidas argentinas, música de «Cuchi» Leguizamón, Duo Salteño. Coral Terrestre,
con el conjunto Sanampay, México, editorial Todos los Pueblos. Cancionero Político
Argentino, con Alberto Sbezzi, inédito. El otro Sur, canto al Neuquén, con Alberto
Zapata, inédito.