Edipo Rey. Resuelto. Sofocles
Edipo Rey. Resuelto. Sofocles
Edipo Rey. Resuelto. Sofocles
El presente fragmento corresponde a la obra de Edipo rey, está escrita en griego antiguo en la época de máximo
esplendor de la Grecia clásica. El lugar en el que se estrenó fue en el teatro de Dioniso en Atenas, ubicado por tanto
a la Edad Antigua(Contexto). El género al que pertenece la obra es el dramático y el subgénero la tragedia, siendo
considerada una de las más influyentes de la época (Mensaje). Estamos ante un fragmento del comienzo del episodio
I, por tanto, pertenece al nudo de la obra dramática.
Su autor (emisor), Sófocles nació en Colono, aldea cercana a la ciudad de Atenas, en una familia de posición
acomodada, en el 497 o el 496 a. C. Era hijo de Sófilo, un fabricante de armas. Uno de sus maestros fue Lampro, que
lo instruyó en la danza y le enseñó a tocar la lira. A los 16 años estaba al frente del coro que celebró con un peán la
victoria de la batalla de Salamina, en la que también participó Esquilo. A los 28 años ganó un certamen literario, lo
cual lo computó a la fama pues esa era su intención.
Por la solemnidad y la temática de las tragedias estaban destinadas al disfrute del público noble de Grecia frente al
lenguaje coloquial de las comedias más cercanas al pueblo (destinatario o receptor). La lengua empleada era la lengua
natal del autor: el griego antiguo (código).
2-ESTRUCTURA INTERNA.
El tema del fragmento es: la cólera de Edipo por la desconfianza hacia las afirmaciones de Tiresias.
En resumen, en este fragmento se nos muestra a Edipo enojado con Creonte por su pretensión de arrebatarle el
trono y con Tiresias por no ser un buen adivino. Corifeo, por su parte, aconseja calmar su ira y solventar otros
problemas. Finalmente, Tiresias advierte al rey del castigo tremendo que caerá sobre él y sobre su familia.
3-ESTRUCTURA EXTERNA.
Pertenece al género teatral, y al subgénero dramático trágico. Este fragmento en concreto se encuentra en el nudo,
episodio I, y no contiene acotaciones. No se observan apartes, ni monólogos. La acción se lleva a cabo en un solo día
y es espacio teatral es único se sitúa frente al palacio de rey Edipo en la ciudad de Tebas, por tanto exterior.
Como sucede en el drama, al no poseer narrador son los personajes de Edipo, Tiresias y Corifeo los que hacer
avanzar a acción a través de su diálogo. Los tres personajes se enfrentan unos con otros, y de ese enfrentamiento
nace la acción dramática. El diálogo es el principal instrumento que utiliza el autor para la caracterización de los
personajes. La ausencia de un narrador hace que la mayor parte de las informaciones sobre lo que ocurre fuera del
escenario, sobre las características del espacio o sobre el trascurso del tiempo se pongan en boca de los personajes.
Los personajes presentes son Edipo (protagonista): rey de Tebas, hijo y esposo involuntario de Yocasta. Es un buen
gobernante preocupado por las pestes que acechan a su pueblo. De carácter fuerte, astuto y decidido .Edipo es un
hombre valiente, honrado y un rey justo que protege con cuidado tanto a su pueblo como a su familia, buen padre y
esposo. Por más que lo intenta, no conseguirá escapar de su destino trágico y a todas luces injusto.
Tiresias: adivino sabio y ciego que pretende aconsejar de modo prudente a su rey de las penurias que van a devastar
a Edipo y a sus hijos. Pese a no ver, su capacidad de observación y razonamiento es excelente. Además, logra sacar la
ira y la duda en el monarca cuando le confiesa la verdad.
Corifeo: anciano sabio que intenta poner orden y calma a la situación provocada por el cólera y enojo de Edipo hacia
su cuñado Creonte. Pertenece al coro. En la tragedia griega, el coro forma un personaje secundario básico, ya que
representa al pueblo, en este caso, el tebano. Cree ciegamente en el oráculo, desprecia a quien lo desafía y es la
experiencia y la conciencia simbolizadas.
Otros personajes, relevantes de la obra, no presentes en el fragmento son:
Yocasta: es la reina de Tebas, y a su vez esposa de Layo, que muere a manos de Edipo, su segundo marido e hijo. La
regente es la que siente especial culpa y sufre por su vástago, que también es su esposo. Finalmente, el dolor es tan
elevado que opta por una salida algo cobarde, la del suicido al saber de su situación incestuosa. Layo: Es el rey de
Tebas que muere a manos de su hijo, Edipo, tal como anuncia el oráculo, y por más que intenta luchar contra su
destino abandonando al niño con pocos días, no logra escapar. Merope y Pólibo: reyes de Corinto que no pueden
tener hijos y adoptan a Edipo como propio, aunque este no sabe que es adoptado hasta que es demasiado tarde.
Hijos de Edipo: Edipo y Yocasta tienen dos hijos y dos hijas, que son Eteocletes, Antígona, Ismene y Polinice. Serán las
chicas las que acompañen a su padre hasta el final. Creonte: hermano fiel de Yocasta, futuro rey de Tebas. Además,
aparecen otros personajes, como el respetuoso Sacerdote de Zeus, el mensajero que da la noticia a Edipo de la
muerte de su padre adoptivo, criados y siervos de Layo.
4-ASPECTOS FORMALES.
Análisis fonético/fonológico: predominio de oraciones exclamativas e interrogativas en el personaje de Edipo que
dotan de expresividad al diálogo mostrando un personaje enojado y lleno de ira (¡Cuánta envidia! ¿Cómo es que no
dijiste palabra?). Frente a la solemnidad de las enunciativas en voz de Corifeo y Tiresias. El largo parlamento de
Tiresias finaliza con interrogación, exclamación y una tajante aseveración con la intención de que el rey reflexione
sobre su nefasto futuro: “¿Acaso conoces de quiénes desciendes? ¡Qué lugar no será refugio de tus gritos! Ningún
mortal será aniquilado nunca de peor forma que tú”. Aportan un tono: serio y solemne.
Respecto al plano morfológico es visible un predominio de un estilo verbal por la abundancia de formas verbales
enfrentado el pasado de Edipo (confió, fuiste, dijiste…) con el presente y desdichado futuro que vaticina el personaje
del sabio Tiresias (seas, tengo, vivo, ves, arrojará, recogerá, aniquilado…). Abundancia de adjetivos calificativos
valorativos empleados principalmente para anunciar la tragedia final: ciego, infausto, feliz, mortal, aniquilado, o
despectivos por parte de un enojado Edipo para calificar a Tiresias como: maquinador, charlatán, engañoso…Sirven
para enfatizar y aportar dramatismo a la tensa escena.
Los valores expresivos del sustantivo que proliferan radican más en su significado así: riqueza, poder, trono,
ganancias, rey…aportando coherencia temática a un parlamento propio de cortesanos.
Ausencia de adverbios al no ser un texto narrativo, tan solo adverbios negativos (no, nunca); aportando matiz
temporal (después).
Estudiando el plano léxico semántico, observamos un registro lingüístico formal y culto cuyo fin es caracterizar a
personajes nobles, por tanto expresiones cultas o: “acecha, ha urdido, resolveremos los oráculos del Dios, impulsos
de la cólera, ser inscrito…”. Predominan los valores connotativos y subjetivos en la adjetivación (charlatán) frente a
los denotativos (objetivos) y el uso, por tanto, de campo semántico de la realeza (riqueza, poder, trono, ganancias,
rey…) y de las deidades (oráculos, dioses, adivino, dioses…). La historia de Edipo se cuenta con un lenguaje culto,
simbolizando emociones universales, como la ira, la rabia, el amor o el dolor como muestra este fragmento. Todas
ellas presentes en el personaje central de la historia “Edipo”. Ausencia de extranjerismos y arcaísmos. Presencia de
tecnicismos: los relacionados con la profesión de Tiresias como adivino: hechicero, maquinador y charlatán, sabiduría, arte
adivinatoria..)
Respecto al plano sintáctico se aprecian oraciones complejas de gran elaboración de pensamiento y abstracción, no
solo en este fragmento sino en toda la obra por parte de personajes como Tiresias y Corifeo por su condición de
ancianos sabios de la corte que actúan como consejeros (Nos parece adivinar que las palabras de éste y las tuyas,
Edipo, han sido dichas a impulsos de cólera). Edipo combina oraciones simples con complejas dependiendo de su
estado de ánimo, en este momento de la acción se muestra exaltado y habla con rapidez. (Cuánta envidia acechan
en ustedes. ¡Ea!, dime, ¿En qué fuiste tú adivino infalible?)
Ya que estamos ante un texto dramático tenemos ausencia de conectores textuales, tan solo aclaratorios y
ordenadores del discurso; cohesionando al texto: “(Después de esto...)”.
Las figuras estilísticas son empleadas para sorprender al espectador y causar un efecto literario y estético destacan
hipérboles (refugio de gritos, ningún mortal será aniquilado de peor forma, purificación entre lamentos”), apóstrofes
(¡oh riqueza!) enumeraciones (riqueza, poder, saber), o la figura retórica por excelencia: la metáfora “feliz
navegación” la vida o “perra cantora” al referirse a la esfinge. La esfinge, es un monstruo fabuloso con cabeza y
pecho femeninos, garras de león, cuerpo perruno, cola de dragón y alas aviares. Mata a los viajeros de los caminos
que no aciertan su acertijo hasta que el audaz y valiente Edipo lo resuelve.
5-OPINIÓN PERSONAL (relevancia de la obra).
La obra de Sófocles causó un gran éxito por la originalidad de incorporar actores a la escena junto con el habitual
coro, así como, la sucesión de adversidades y las dudas sobre el origen del protagonista. A través de esta duda el
Cine de Hollywood encontró formas de adaptar la obra al cine, sus protagonistas se enfrascan en tremendas odiseas
con tal de dar sentido a su existencia. Por ejemplo, en Recuerda (Alfred Hitchcock, 1945). Los complejos edípicos
freudianos han proliferado en la historia del séptimo arte. Siguiendo a Freud este acercamiento a la obra del poeta
griego se basa en la consabida imagen del tabú de valor universal: penaliza el amor de un hijo por su madre y la
rivalidad con el padre.
En literatura en el siglo XVIII inspiró a Voltaire. En España, Luis Martín Santos en su novela Tiempo de silencio (1962),
utiliza la figura de Edipo para un personaje que busca el amor de su madre en los prostíbulos en compañía del
protagonista de la obra. Martínez de la Rosa en su obra Edipo (1833) suprime los errores de Corneille y Voltaire, que
introducían personajes secundarios, y se centra en el personaje central, Edipo.
Actualmente, sirve y ha servido de inspiración a pintores de diferentes épocas y estilos: al simbolista Moreau, al
surrealista Max Ernst y Salvador Dalí.
¿Tendremos un destino prefijado cada uno de nosotros o debemos labrarnos nuestro propio sino como solía pensar
Antonio Machado: Caminante son tus huellas, el camino y nada más; caminante no hay camino se hace camino al
andar? ¿Quién estará en lo cierto el griego Sófocles o el español Machado?