Órdenes Militares Alvarez de Araujo
Órdenes Militares Alvarez de Araujo
Órdenes Militares Alvarez de Araujo
DE
Li i
MONTESA
POE
MADRID
IMPRENTA DE FERNANDO CAO Y DOMINGO DE VAL
Platería de Martínez, núm. 1.
1891
LAS CUATRO ÓRDENES MILITARES ESPAÑOLAS
DE
MONTESA
POR
MADRID
IAIPBENTA DE FERNANDO CAO Y DOMINGO DB VAL
Platería de Martínez, núm. 1.
1891
INTRODUCCIÓN
(1) Esta facultad se ejerció en el capítulo de Ocana en 1338, en que los Tre-
ces, presididos por el Prior de Uclés, depusieron al Maestre D. Vasco López.
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La transformación de la Orden de Caballería en Orden militar
y religiosa, bajo la regla de Santiago, ha hecho considerar al
Maestre í). Pedro Fernández, que la llevó á cabo, como fundador
de la Orden; lo ha sido, en efecto, en cuanto al carácter religioso y
vivir bajo regla, pero no en cuanto al de Orden de Caballería, pues
bajo este concepto tuvo su origen en Mayo de 844, como tenemos
manifestado. Naturalmente, para los Canónigos del hábito de San-
tiago, fué su fundador, y por eso en la Kalenda antigua de Uclés se
conmemora su muerte con estas palabras: « V. Idus julii obiit Ma-
gisler Domiims Petms Fernandi bonce memoria, fiondator ordinis
MiliticB Beati Jacobi.»
Desde el principio de la reforma de la Orden, residían el Maestre
y sus Caballeros en casas conventuales, y á ellas se retiraban los
casados en las épocas establecidas por la regla, como de continen-
nencia conyugal; por esto se sigue la costumbre de preguntar en
la toma de hábito al pretendiente, si tiene el consentimiento de su
mujer ó prometida para ingresar en la Orden; se puede asegurar
que antes del año 1350 ya no residían los Caballeros en los con-
ventos; la Orden confesó la inobservancia de la regla al Papa Mar-
tino V, y éste, por bula dada en 1428, dispensó á los Caballeros
de la residencia en los conventos, de los ayunos y de los rezos.
Por el año 1486, al pedir la facultad de testar, pidieron también
la de usar vestiduras preciosas, y el Papa Inocencio VIII accedió
á la petición; sin embargo, han pedido licencia para usarlas al
Maestre hasta la época de Felipe V.
Por el capítulo de la regla 37, debe haber capítulo general todos
los años por la festividad de todos los Santos; pero desde 1212 fué
más común tenerle en la dominica Lmtare, hasta que el Papa Ale-
jandro IV dispensó para que se tuviera en el tiempo y lugar que
al Maestre y Treces conviniese.
Cada año eran visitadas todas las personas, iglesias y haciendas
de la Orden; existían en Uclés las visitas de 1478 á 1560.
El armar Caballero y dar el hábito, eran actos separados; ahora
lo son sucesivos; la profesión, reducida á prometer vivir bajo la
obediencia del Maestre y de la regla de Santiago, era simultánea á
la toma del hábito, hasta que el Infante D. Enrique, en el capítulo
general de Uclés de 1440, estableció el año de noviciado, pero no
se observó, á pesar de haberlo establecido igualmente D. Alonso de
Cárdenas y los Reyes Católicos; lo que se hacía era pedir dispensa,
que se acordaba fácilmente del todo ó parte, del tiempo de novi-
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ciado, hasta que el Concilio de Trento lo estableció para toda
religión.
Para tomar el hábito era preciso estar armado Caballero, y para
esto no precedían pruebas en tiempo de los Maestres, porque e n -
tonces eran muy conocidas las casas de la nobleza, y no cabía
fraude ni engaño, y en todo caso el Maestre juntaba á los Treces,
Comendadores y Caballeros que era posible, y públicamente les
preguntaba si el pretendiente reunía las condiciones de legitimi-
dad, limpieza y nobleza de sangre por ambas líneas paterna y
materna que se requerían para armar Caballero al pretendiente, y
luego vestirle el hábito de Santiago, y no se procedía al acto sin
la conformidad de todos los consultados, fórmula que se h a c o n -
servado hasta nuestros días y está vigente.
Inocencio IV concede que los hábitos y encomiendas dadas por
el Papa no sean admitidas en la Orden, si no hiciere mención en
sus letras de este indulto y de la Orden.
Una vez encargados de la administración del Maestrazgo de
Santiago los Reyes Católicos, por muerte de su último Maestre,
ordenaron en 1500 la formación de un proceso de pruebas sobre
las calidades referidas que debía tener el pretendiente al hábito
de Santiago; perdiéronse las de los primaros años en un incendio
ocurrido en Burgos, en el edificio que se custodiaban, así como los
originales de los capítulos generales celebrados en Valladolid en
1509 y 1513; de este incendio sólo se salvaron dos procesos de
pruebas: el de D. Gutiérrez de Cárdenas, formado y aprobado
en 1501, y el de D. Alvaro López de Arquellada, del año 1505, los
cuales se llevaron á Uclés, en cuyo Archivo se han conservado en
buen estado todos los procesos de prueba desde 1518, hasta que la
revolución de 1888 los sacó de allí y mandó á la Academia de la
Historia, cuando á donde debían haberse mandado era al Archivo
del Consejo y Tribunal metropolitano de las cuatro Ordenes mili-
tares, y éste está en la obligación de reclamarlos; en los primeros
cincuenta años del siglo XVI, se aprobaron 489 procesos, sin con-
tar los que se quemaron, correspondientes á los primeros 18 años,
y de los cuales sólo se salvaron dos, como queda referido. E n el
ejército de Italia, bajo el mando del Gran Capitán, Trece y Comen-
dador en la Orden de Santiago, se contaron más Caballeros santia-
guistas que en tiempo de los Maestres; posteriormente, el empe-
rador Carlos V ordenó que no pasasen de 300, pero no se cumplió
el mandato, y siempre hubo más; impresa hay una lista que dice
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en su encabezamiento: «Capítulo de Comunión que los caballeros
de la ínclita y esclarecida Orden del Señor Santiago de la Espada
celebraron el día 15 de Agosto de este presente año de 1745, en la
iglesia de las señoras Comendadoras de Santiago el Mayor, de la
villa y corte de Madrid, etc.;» principia la lista con los Infantes
D. Felipe y D. Luis, á quienes siguen 356 Caballeros; en 1.° de
Enero de 1800 se contaban 422 Caballeros santiaguistas, según
hemos podido averiguar por las listas de Comuniones y por las
actas de Cruzamientos y otros documentos; las vicisitudes d i este
siglo han hecho que la cifra de los Caballeros santiaguistas baje
mucho, si bien siempre se ha conservado mayor que en las demás
Ordenes (1).
Los Comendadores eran los jefes superiores de los conventos y \
de los puntos fronterizos á los moros, en donde tenían obligación ]
de mantener á los Caballeros que se pudiera, con las rentas de las
encomiendas como bienes de la Orden y no de los Comendadores,
hasta bajo el punto de vista usufructuario; esto se ha verificado
durante muchísimos años, hasta que en tiempo de los Reyes admi-
nistradores se han convertido estas encomiendas, en usufructo, en
beneficios eclesiásticos de institución canónica, de la que se tomaba í
colación.
En 1181 fué el Maestre con sus caballeros á la Tierra Santa con
intento de formar allí un convento de la Orden para expugnación
de los infieles, y Baamundo, Príncipe de Antioquía, les cedió la vi-
lla de Castilvetide con sus tierras, excepción hecha de cuatro casas
que pertenecían á los Templarios; y además les dio los castillos de
Gerres y Gerrenes, con otros heredamientos de su principado, y
obligóse á darles todas las villas y castillos que ganasen á los m o -
rasen la conquista de su principado, si le ayudaban á ella.
En el año de 1184 fué fundado el convento y priorato de San
Salvador de Villar de Donas, en Galicia-; era un monasterio patri-
monial de Canónigos reglares de San Agustín; pertenecía á don
Juan Arias, Deán de Lugo, y sus hermanos, hijos de Arias Pérez
de Monterroso, los cuales le donaron al Maestre de la Orden de
Santiago, D. Sancho Fernández, el cual puso en él convento Prior
(1) Nótase también que la casi totalidad de los Caballeros eran militares,
y se puede decir que hasta el final del primer cuarto de este siglo.se ha s e g u i d o
la costumbre, interrumpida á partir de esta época, originando ser hoy en
mucho menor número los militares que los paisanos, cosa contraria á la natu-
raleza militar de la Orden. *
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y Freyles de su Orden; el priorato se conservó, pero no el con-
vento.
En 1187 se agregó á la Orden el antiguo monasterio de San
Munio de Vega, que era de Canónigos reglares de San Agustín,
y en el mismo año se expidió la tercera bula de confirmación de
la Orden, dada por el Papa Urbano III, en la que se expresaban
todos los pueblos y bienes de la Orden.
En 1201, el Maestre D. Gonzalo Rodríguez empezó á poner en
cultivo la vega de Aranjuez, en donde los Maestres concluyeron
por hacer un sitio de recreo, y cuyo palacio era el que hoy existe,
sin las dos alas que añadieron luego los Reyes, que vinieron á ser
sus poseedores, como administradores perpetuos de la Orden.
También en este año entró la Orden en el reino de Aragón, por
la donación que hizo D. García Romeu con su hermana doña
Uzenda, de ciertas heredades para el hospital de San Bartolomé de
Zaragoza.
En 1204 entró la Orden contra los moros por tierra de Alcaráz,
y ganaron á Villanueva y otros pueblos y castillos de la sierra de
Segura, estando el Rey en tregua con los moros, para hacer com-
prender que no estaban comprendidos en las treguas que ajustasen
los Reyes: Su Santidad Honorio III, por bula expedida á 3 de las
kalendas de Febrero de 1220-, concedió á Calatrava la facultad de
hacer la guerra á los moros, aunque el Rey tuviese paces ó treguas
con ellos.
En 1210 se halló la Orden con D. Pedro de Aragón en la
entrada que hizo contra moros en el reino de Valencia.
En Avila hubo el convento de San Mateo, que era de Fratrisas
de la Orden de Santiago, y al que el Rey D. Sancho concedió
cierta exención en 15 de Noviembre de 1286.
En este año, el Papa Honorio IV ordenó que los Caballeros de
Santiago que desearan pasar á la de San Juan, fueran admitidos
en ella si llevaban licencia de su Maestre. La razón era que ambas
militaban bajo la regla de San Agustín.
En 1280, D. Alonso el Sabio unió á la Orden de Santiago la de
Santa María de España, que él mismo había fundado años antes
para los hechos de mar y expediciones marítimas, con lo que re-
sultó ser la de Santiago la única apta para pelear por mar y por
tierra; el Rey Felipe II compró á la Orden bastantes buques, que
aún conservaba, y de los que se hizo cargo D. Sancho Viedma.
El Papa Inocente IV, en 24 de Septiembre de 1245, confirma á
— 25 —
la Orden el reino de Z.ilé, que les fué dado por Zaid Arijón, Rey
de Zalé, para que libremente lo puedan tener, y poseer las iglesias
que en el dicho reino edificasen, gocen de entera libertad, dando
en cada un año 40 maravedís de censo para la censura apostólica.
El mismo Papa, por otro privilegio, concede que los que ayu-
dasen á la Orden con sus personas ó bienes para hacer la guerra
á los moros, ganen la misma indulgencia que fué concedida á los
que socorren á la Tierra Santa, y también por otro distinto privi-
legio concede que la Orden tenga un Freyle familiar del Papa.
Por otro privilegio concede que la Orden no sea obligada á r e -
cibir ni hospedar á los diocesanos contra su voluntad; y por otros
confirma á la Orden la iglesia de Sancti Spíritus de Maytín, en Si-
cilia, y manda al Obispo de Troya la ponga en posesión de ella.
El Papa Bonifacio VIII mandó que no hubiera Maestre principal
en Portugal, sino que todos obedecieran al general Maestre de
Castilla, y por otro privilegio ordena al Arzobispo de Toledo, y al
Obispo de Salamanca y al Deán de la Iglesia de Orense, que a p r e -
mien por toda censura á los Comendadores y Freyles de Portugal
y Algarbe que obedezcan al general Maestre de Castilla.
El Papa Juan XXII mandó que no hubiera Maestre provincial
en Portugal, y que todos obedezcan al general Maestre de la Orden
en Castilla.
Inocencio VIII dispensa al Maestre y Freyles el que incurran en
pecado mortal por quebrantar las ceremonias y preceptos de la
regla, y les faculta á corregir y enmendar la regla.
Julio II estatuye en 18 de Mayo de 1509 que el administrador
que fuese del Maestrazgo del Señor Santiago, pueda tener superio-
ridad sobre todas las personas y cosas de la dicha Orden.
Julio III da una bula para hacer trienales las Comendadoras de
los monasterios de la Orden.
El Rey D. Felipe IV, por sus decretos de 15 de Octubre 1652 y 6
de Agosto de 1653, concede á la Orden que á las congregaciones
del estado eclesiástico que se hacen por mandado de S. M. y de los
Sumos Pontífices, así para el subsidio y excusado, como para otras
concesiones, asista un Caballero ó Comendador, y un religioso pre-
vendado de la misma Orden, con voz y voto como los demás pre-
vendados de las Iglesias; y que estando junto el Consejo del capí-
tulo, en la ocasión de las convocatorias, le consulte sujetos para
que S. M. señale las personas que le pareciere; y no estando junto
el capítulo se haga esta consulta por el Consejo de las Ordenes,
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CASAs DE REDENCIÓN DE CAUTIVOS.—La Orden de San-
tiago es la primera que la Santa Iglesia Católica conoce como
redentora de cautivos; tuvo desde los primeros tiempos de su
aprobación apostólica diez casas de merced de redención, que fue-
ron las de Toledo, Cuenca, Teruel, las Tiendas, Zaragoza, Alarcón,
Moya, Castrotorafe, Talavera y Castiel; á mediados del siglo XIII,
en tiempos del Maestre Pelay Pérez Correa, obtuvo éste licencia
pontificia para aplicar las rentas de estas casas á otros destinos,
pero con la cláusula de reconocer de tiempo en tiempo la obliga-
ción de redimir cautivos; así que en los establecimientos de 1752
se señala la cantidad que ha de darse por cada cautivo, que era la
de 70 ducados (26.250 maravedís), y si el cautivo era de la Orden
ó había sido hecho cautivo peleando bajo su bandera, entonces se
daba lo que pidieran por su libertad, consultándolo antes con el
Rey, como administrador de la Orden.
HOSPITALES.—También es la Orden hospitalaria, y han sido
muchos los hospitales que para enfermos y peregrinos sostenía,
siendo los principales que ha conservado hasta el establecimiento
del coto redondo, los de San Marcos, Toledo y Cuenca, que aún
conserva.
DIGNIDADES.—TRECE.—Esta Dignidad, como hemos dicho, se
creó al mismo tiempo que la Orden, y se le dio el nombre de
Trece por ser este el número de Caballeros que habían de obte-
nerla, y á su cargo se le llama Trecenazgo, y al que le suple por
ausencia ó enfermedad del propietario y elegido por éste, se le
da el nombre de Emienda; la bula de Alejandro III, dada en 1175,
confirmando la Orden, dice respecto á esta dignidad: «Haya más
Trece Freyles en vuestra Orden que cuando fuese necesario, sean
con el Maestre en Consejo y en ordenar la casa, y tengan cuidado
de elegir Maestre competente.» Y más adelante añade: «Y estos
trece Freyles tengan poder con consejo del prior de los clérigos,
e de la más sana parte del capítulo de la casa mayor (Uclés) de
corregir y también remover al Maestre que en aquel tiempo fuese
malo, dañoso ó sin provecho:» respecto á la elección de Trece
dispone la bula: «Y si alguno de éstos muriese ó hubiese de ser
removido por su culpa, ó por alguna otra causa, el Maestre, con
consejo de los demás, ó de la mayor parte, ponga otro en su
lugar.»
En tiempo de los Reyes administradores, se reunían en palacio
para su elección; el Rey no podía contrariarla, pero sí suspender
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la publicación del elegido, si no le satisfacía, quedando vacante el
puesto, que no podía ocupar otro hasta la muerte del elegido, ó
que el Rey levantase el veto.
Las guerras de sucesión motivaron el que no se reuniera el
capítulo de Treces para cubrir sus vacantes, lo que causó su extin-
ción; el Papa Benedicto XIII, por bula dada el 16 de Enero de 1726,
autorizó al Rey para que por una sola vez, y sin que sirviera de
precedente, eligiera por sí los Treces, como único medio de salvar
la dificultad presente; los compromisos que se suscitaron, movie-
ron á Felipe V á no hacer uso de la autorización; la Comisión per-
manente de la Orden tiene solicitado de S. M. su provisión, por
rigurosa antigüedad, entre los Caballeros profesos de la Orden,
así como ad honorem la de las Encomiendas vacantes, también por
antigüedad, como único medio que salva todas las dificultades.
ENCOMIENDA MAYOR DE CASTILLA. — La primera Enco-
mienda mayor que registra la Orden de Santiago fué la de Uclés,
y el primero que la poseyó fué el Trece D. Fernando Díaz, en tiem-
po del general Maestre D. Pedro Fernández.
A causa de la división de la Orden en provincias de Castilla y
de León, como se dirá más adelante, esta Encomienda mayor de
Uclés se convirtió en Mayor de Castilla, siendo el primero que la
disfrutó D. García Pérez, á fines del siglo XII, siendo Comendador
mayor de Uclés.
ENCOMIENDA MAYOR DE LEÓN.—Se creó esta Encomienda
en tiempo del general Maestre D. Sancho Fernández de Lemos, y
el primero que la obtuvo fué D. Fernando Capilla.
ENCOMIENDA MAYOR DE MONTALBÁN EN ARAGÓN.— El
general Maestre D. Fernando González de Marañón acompañó al
Rey de Aragón al cerco de Montalbán; mas después de algunos
días de sitio, el Rey, con su ejército, tuvo que marchar para hacer
frente á un ejército moro, quedando solo el Maestre con los suyos,
que le continuaron y tomaron á viva fuerza; el Rey de Aragón, á
quien pertenecía antes, dio la villa y castillo con sus términos y
aldeas á la Orden, y el Maestre fundó una Encomienda mayor,
que, aunque en Aragón, quedó sujeta á Uclés, como cabeza de la
Orden. E l ^ i m e r o que la tuvo fué D. Arnal Ferrenchel, con el
título de ComSMador mayor de Montalbán en Aragón; el último
que la ha p o s e í l é ' h a sido el serenísimo señor Infante de España
D. Francisco de Paula Borbón; en la actualidad está vacante.
ENCOMIENDA MAYOR DE PORTUGAL.—Por donaciones que
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hizo el Rey D. Sancho de una casa y torre estando en Ovedos, se
constituyó esta Encomienda mayor en 1193, siendo el primer Co-
mendador D. Suero Rodríguez.
En 1291 era Comendador mayor de Portugal D. Juan F e r n á n -
dez, y se negó á venir á Castilla al capítulo general de la Orden
por haber obtenido bula del Papa Nicolao IV para elegir Maestre
de esta Orden en Portugal, quedando independiente del Maestre
de Castilla, y que en su virtud le habían nombrado Maestre de
Santiago en Portugal.
La Orden reclamó de esto, y probó que Su Santidad había con-
cedido la gracia por falsa relación de los portugueses, logrando
que el Papa Celestino V revocase la concesión, pero los portugue-
ses perseveraron en lo hecho y permanecieron independientes.
DIVISIÓN DE LA ORDEN EN PROVINCIAS.—La Orden mili-
tar de Santiago se divide en dos provincias: la de Castilla y la de
León: ésta la forman las actuales provincias ó gobiernos civiles de
la Coruña, Lugo, Pontevedra, Orense, León, Zamora, Salamanca,
Cáceres, Badajoz, Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz; las demás
provincias de la Península, islas y posesiones de España, forman
la provincia de Castilla; á ella pertenecen también los que han
nacido en el extranjero, con excepción de los naturales de Portu-
gal, que corresponden á la provincia de León.
Para el buen gobierno de estas provincias se dividían en Enco-
miendas, siendo el Comendador un Caballero profeso de la Orden,
á quien el Maestre concedía la Encomienda, y con ello el gobierno
en lo militar, civil y eclesiástico del territorio que comprendía;
también había cargos que representaban una Encomienda; unas y
otras con el disfrute de bienes que consigo llevaban, así como
con el cumplimiento de sus cargas; las Encomiendas pertenecien-
tes á la Orden en su provincia de Castilla, eran, al hacerse la des
amortización de los bienes de las Ordenes, las siguientes: Aledo y
Totana.—Alhambra y la Solana.—Balderricote.—Bastimentos de
Castilla.—Bastimentos de Montiel.—Beas.—Bedmar y Albánchez.
—Biedma.—Caravaca.—Campo de'Criptana — Carrizosa.—Cieza.
—Corral de Almaguer.—Dos Barrios.—Enguera.—Extremera y
Valdaracete.—Fradel.—Horcajo.—Huélámos.—Membrilla.—Mira-
bel.—Mohernando.—Monreal.—Montealegre.—Montiel y la Osa.
—Montizón y Chiclana. —Mora.—Moratalla.—Museros.—Ocaña.—
Orcheta.—Oreja.—Paracuellos.—Pozorrubio.—Sagra y Cenet.—
San Coloiro.—Santa Cruz de la Zarza.—Segura de la Sierra.—So-
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cobos.—Socuéllamos.—Torres y Cañamares.—Villaescusa de Haro.
—Villahermosa.—Villamayor.—Vülanueva de la Fuente.—Villa-
rrubia de Ocaña.—Villoría.—Yeste y Taibilla.
Las Encomiendas de la provincia de León eran en dicha época:
Aguilarejo.—Alange.— Alcuesca.— Almendralejo.— Azagua y la
Granja.—Barra.—Bastimentos de León.—Bienvenida. — Calzadi-
11a.—Casas de Córdoba.—Castilleja de la Cuesta.—Castrotorafe.—
Castroverde.—Estepa.—Estriana.—Fuente del Maestre.—Guadal^
canal.— Hinojosa del Valle.—Hornachos.—Lobón.—Medina de las
Torres.—Mérida.— Monasterio.—Montemolín.—Montijo.—Mures
y Benanuza.—Oliva.—Palomas.—Peñausande.—Puebla de Sancho
Pérez.— Reina.— Ribera y Aceuchal.— Santos de Maymona.—
Usagre.—Valencia del Ventoso.—Villafranca.
La Comisión permanente de la Orden tiene solicitado la conce-
sión ai, honorem de estas Encomiendas para perpetua memoria.
ORDEN JERÁRQUICO.—A la jefatura del general Maestre en
lo antiguo, y hoy de S. M. el Rey, que lo representa como admi-
nistrador perpetuo de la Orden, por bula pontificia, siguen las
dignidades de los Obispos, Priores de Uclés y de San Marcos de
León; los Trece, por la antigüedad de la fecha de sus nombramien-
tos, los Comendadores mayores de Castilla, de León, de Montalbán;
á estas dignidades siguen los Comendadores por la antigüedad de
la fecha de su colación, y por la de toma de hábito los Caballeros .
profesos, los novicios, los freyles clérigos profesos y después los
novicios.
En los capítulos ocupan por este orden Jos asientos del lado del
Evangelio, ó sea el preferente, los que pertenecen á la provincia
de la Orden en que tiene lugar la reunión, y ios asientos del lado
de la Epístola los de la otra provincia.
Si la reunión no fuera en la iglesia los asientos de preferencia
son los de la derecha del Presidente y los otros los de la izquierda.
Pertenecen á la provincia de Castilla el Obispo Prior de Uclés,
los Trece de esta provincia, los Comendadores mayores de Castilla
y Montalbán, los Comendadores que tienen sus encomiendas en la
provincia, los Caballeros que han nacido en ella y los Freyles Clé-
rigos de Uclés; los demás pertenecen á la-provincia de León por
conceptos iguales á los expuestos.
PENDONES Ó BANDERAS.—El pendón de la Orden era de^"'
damasco encarnado; tenía de ancho dos varas y de largo cuatro
varas y cuarta, sujeto por la parte más estrecha al asta, que era
— 30 —
de cuatro varas y tres cuartas de alta; el largo estaba partido
hasta más de la mitad, formando dos colas sesgadas y derechas,
terminadas en punta; en una cara estaba pintado el Apóstol San-
tiago á caballo, matando moros, y en la otra había una cruz grande
blanca, de brazos iguales, terminados en flor de lis, y sobrepuestas
cinco veneras ó conchas de oro, y en los ángulos de la cruz la
inscripción siguiente: In hoc signo vincis. Tenía este pendón el
privilegio de ser colocado en los muros de los fuertes conquista-
dos, después de la Cruz del Salvador y antes del pendón real,
cuando á la toma del fuerte concurría el R e y con su pendón, y un
prelado con su cruz alzada; el campo le saludaba con las aclamacio-
nes de ¡Santiago! repetida por tres veces; así se verificó en la toma
de Granada, tiltimo baluarte de la morisma en España, que se alzó
en la Torre de la Vela, entre la Cruz y el pendón real; la Orden de
Santiago ha sido la primera en levantar bandera contra los moros,
y la única que aún la tenía alzada á la terminación de la guerra
de la Reconquista, después de haber peleado por espacio de seis-
cientos cuarenta y ocho años, porque aún se conservaba como se
creó, con su Maestre al frente, en tanto que los Maestrazgos de las
Ordenes de Calatrava y Alcántara estaban ya incorporados á la
Corona.
Este pendón, que nunca cayó en poder del enemigo, estaba
colocado en la iglesia de Uclés, y cuando la desgraciada batalla de
este nombre en 1810, en la guerra de la Independencia, se lo
llevaron los franceses como trofeo de guerra; imitación de él es el
que usa actualmente la Orden en sus funciones religiosas, cons-
truido á espensas del Excmo. señor Marqués de Vallehermoso, don
Juan Queralt; fué bendito en la iglesia del Monasterio de Comen-
dadoras de Santiago el 12 de Abril de 1862, á las once de la ma-
ñana, teniendo dicho pendón el referido Marqués, y llevando sus
puntas el Excmo. señor General D. Enrique de España, Marqués
de España, y el Excmo. Sr. D. Joaquín Aldamar, bendiciéndole el
Freyle de la Orden D. Fernando Balsalobre, Capellán de honor
de S. M., todos los cuales ya han fallecido.
También se llevaron los franceses en la misma ocasión otro
pendón de la Orden, que, como el anterior, estaba en la iglesia
del convento de Uclés; fué mandado hacer por el general Maestre
D. Fernando Osórez, con objeto que lo bendijera el Papa Grego-
rio XI, como así se verificó en la iglesia de San Víctor, en la ciu-
dad de Marsella, el 29 de Septiembre de 1376, y por eso se le
— 31 -
llamó pendón romano; fué comisionado para este objeto D. Diego
Fernández, Comendador de los bastimentos de Montiel; la forma
del pendón era como la del. anterior, de damasco encarnado, ancho
de dos varas y largo de cinco y media; en una y otra cara tenía
un Santiago sobre caballo blanco, matando moros, y una cruz
grande, blanca, de brazos iguales, terminados en flor de lis, sobre-
cargada de cinco veneras ó conchas de oro, y cuatro más en los
ángulos de la cruz; el asta era de cinco varas y media.
Los pendones de esta forma se llaman confalón; eran insignia
de huestes, y no la podían usar más que los príncipes y grandes
capitanes; por eso se le concedió al Maestre de Santiago: no podían
desplegarse s'ino á la vista del enemigo," ó día cierto de batalla;
por eso usaban además de otras insignias, para llevarlas siempre
desplegadas, y que en la Orden se llamaban maestrales; su forma
era de dos maneras: redonda por su cabo y la tercera parte más
larga que ancha, ó de triángulo ó rectángulo, sujeto por el lado
menor al asta, siendo el otro lado del ángulo recto dos veces el
menor; á esta forma se la conocía en la Orden con el nombre del
pendón puñal; el color de la tela de estas insignias maestrales era
encarnado, y en hueste de Rey, blanco; sobre la tela una cruz de
brazos iguales terminados en flor de lis, sobrecargada de cinco
A-eneras ó conchas de oro, blanca la cruz sobre la tela roja, y en-
carnada sobre la blanca.
Los Comendadores usaban insignias semejantes, pero más chicas
y siempre blancas, puestas en varas más pequeñas también, forma
en que las usaban los Mariscales de Castilla y aquellos que m a n -
daban de 50 á 100 Caballeros.
Los Priores de Uclés y de San Marcos de León usaban pendones
blancos; su forma cuadrada con tres farpas ú ondas en su extremo,
es insignia cabdal.
En la ciudad de Toledo, el 25 de Abril de 1480, los Reyes Cató-j^
lieos regalaron por su mano al general Maestre D. Alonso de Cár-
denas, nuevos pendones maestrales que habían hecho bendecir de
antemano; estas insignias eran de la forma siguiente: uno de da-
masco blanco, redqndo por su extremo, y en medio cruz grande
encarnada.de brazos iguales, terminados en flor de lis y sobrecar-
gada de cinco veneras ó conchas de oro; estaba guarnecido de fleco
con sus borlas y cordones correspondientes; como se ve, este pen-
dón era como ya lo usaban los Maestres en hueste del Rey, no así
el otro, que era cuadrado, de damasco encarnado y en medio una
— 32 —
cruz igual á la anterior, pero blanca, y sobrecargada también de
cinco conchas de oro, teniendo igualmente flecos, borlas y cordo-
nes correspondientes; grande honor hicieron los Reyes Católicos
al Maestre con este don, pues la forma cuadrada ha sido siempre
insignia de Rey ó Emperador, y nadie sino ellos pueden usarla, y
en este caso resultó autorizado el Maestre para levantar tal insig-
nia en ausencia del Rey, pues sólo en este caso podía usar como
insignia maestral la roja; por lo tanto, adquiría primacía sobre
cualquiera Orden ó hueste que se le uniera; y sin embargo de tan
insigne merced, el Maestre, mirando por los fueros de su Orden,
protestó que por ningunos ni algunos altos que sobre ello se ficiesen, no
fuese atribuido á sus A Itezas poder ni jurisdicción, ni derecho alguno
sobre la dicha orden é elección, é provisión de su dignidad maestral.
El Alférez general de la Orden, encargado de llevar el pendón de
la misma, lo era el Comendador de Oreja, por los establecimientos
que se formaron en el siglo XVI; antes lo fué el que nombraba el
Maestre,
DISTINTIVO.—El distintivo de los Caballeros de esta Orden es
la cruz roja de seda ó paño, en forma de espada, puesta en sus
vestiduras habituales, y que constituye el hábito de la Orden, por
lo cual está prohibido usarla de oro esmaltado, ó formada de pie-
dras preciosas; únicamente está autorizado por establecimiento, el
uso de venera, de oro ó plata, ovalada, en el centro la cruz esmal-
tada en rojo, y pendiente de una cadena de oro colgada del cuello,
y no de cinta ni cordón, y esto cuando se lleva el hábito en la ropa
de encima, de otro modo, hay que llevar también el hábito en la
ropa de abajo: en los primeros tiempos hasta los de los Reyes Ca-
tólicos, la venera era de oro en forma de concha, y sobre ella la
cruz esmaltada en rojo; en esta forma la usó la reina doña Isabel I;
á los Freyles de la Orden les está prohibido llevar hábito de seda
y venera de oro; ha de ser de plata, excepto á los Priores de Uclés
y San Marcos de León; las penas establecidas contra los que falten
a l o mandado, son: perder las ropas que llevasen sin hábito, las
cadenas, y diez ducados de oro para los pobres, incurriendo en esta
pena cuantas veces contraviniese á' lo mandado, pudiendo ser
mayor la pena, según la perseverancia de la culpa; es, pues, abu-
sivo todo otro distintivo, incluso los que, bajo diferentes formas,
se ponen en el ojal pendientes de cinta encarnada.
Los sirvientes de la Orden y los donados en los conventos, pue-
den usar también la cruz roja en forma de espada, sólo que sus
- 33 —
brazos han. de terminar en redondo y no en ñor de lis como las de
los Caballeros y Freyles.
En los capítulos usan los Caballeros mantos blancos con cola, y
sobre la parte que corresponde al pecho, cruz grande de Santiago,
cordones con borlas blancas, y birrete blanco, con cruz de Santia-
go en el frente y borla roja que cubre la parte superior, de ñgura
exagonal; en los capítulos generales, los Comendadores mayores y
Treces usan los mantos negros con cordones y borlas negras y bo-
nete en vez del birrete, por haber tomado colación de sus cargos
con la imposición del bonete.
Los'Freyles usan el traje de Canónigos reglares de San Agustín,
con la cruz de Santiago puesta en la muceta, en la parte que co-
rresponde al pecho.
ARMAS.—Las armas de la Orden son: en campo de plata, cruz
roja en forma de espada, con venera ó concha de oro sobre su
centro; encima del brazo derecho de la cruz un sol de oro con
rayos, y del izquierdo, una media luna mirando su perfil de cara á
la cruz; es de plata perfilada de negro; la letra dice: Sello de la Or-
den de la Caballería de Santiago de la Espada; desde la incorporación
de los Maestrazgos á la corona se pone sobre el escudo la coro-
na real.
El sello del capítulo de la Orden es: en campo de plata, cruz
roja de Santiago, sobrecargada en el centro con una concha de
oro, y sobre cada brazo de la cruz una cruz pequeña, roja, de
brazos iguales, terminados en ñor de lis; la letra dice: Sigillum
capiíuli ordinis militia Sancti Jacobi de Spatha.
El que se ha usado en los capítulos generales después de la
incorporación del Maestrazgo á la Corona, es las armas reales
abrazadas por la cruz roja Maestral, de brazos iguales, y alrededor
cuatro cruces rojas, en forma de espada, y el letrero que dice: (El
nombre del monarca.) Dei gratia hispaniarum Re%: administrator
perpeinnm, ordinis et militice Sancti Jacobi de Spatha.
El sello de la Comisión permanente es ovalado; en el centro
cruz roja de Santiago sobre campo de plata, y alrededor, Comisión
permanente de la Orden militar de Santiago; el de la secretaría es el
mismo, sólo que la inscripción dice: Orden militar de Santiago.—
Secretaría.
INCORPORACIÓN DEL MAESTRAZGO Á LA CORONA.—El úl-
timo General Maestre lo fué D. Alonso de Cárdenas, que murió el
año 1499 y fué enterrado en la iglesia de Santiago, en Llerena, que
— 34 —
él había fundado y dotado; estuvo casado con doña Leonor de Luna,
prima del Condestable D. Alvaro; sus hijos lo fueron D. Alonso,
Conde de la Puebla del Maestre, casado con la hija del Conde de
Feria, y doña Juana, casada con D. Pedro Portocarrero, Marqués
de Villanueva.
Una vez vacante el Maestrazgo, los Reyes Católicos fueron decla-
rados administradores, con arreglo á la Bula del Papa Inocencio
VIII; otra dio Alejandro VI, en 1501, para que á la muerte de uno
' de los reyes siguiera el otro en la Administración, lo que se hizo
saber y notificó á la Orden de Santiago en 28 de Marzo de 1503 en
el capítulo particular celebrado en Alcalá de Henares, bajo la p r e -
sidencia de la Reina administradora; por su fallecimiento pasó
en 26 de Noviembre de 1504 la administración al Rey D. F e r n a n -
do, hasta el 22 de Enero de 1516 en que murió; declarado vacante
el Maestrazgo, quedó gobernando la Orden el Prior de Uclés, don
Antonio Ordás, con arreglo á establecimientos, y en 28 del mismo
mes y año despachó convocatorias para la elección de general
Maestre, y reunido en Madrid el capítulo particular de Treces,
nombraron al Príncipe D. Carlos, nieto de los Reyes Católicos, el
cual obtenía al propio tiempo bula pontificia para administrar el
Maestrazgo de las tres Ordenes de Santiago, Calatrava y Alcántara.
SANTIAGUISTAS ILUSTRES.—Los Caballeros de Santiago que
sucedieron á los de la reconquista en su gran mayoría, se han dis-
tinguido por sus buenos y especiales servicios á la patria; sus he-
chos han esclarecido la historia de España, y muchos han consti-
tuido una época en ella, bastando nombrarlos para que todos re-
cuerden sus conquistas, empresas y escritos, etc. Aquí citaremos
los más ilustres por sus hechos, estirpe regia ó santidad.
SANTIAGUISTAS DE ESTIRPE REGIA.—El Infante D. Pedro Alonso,
hijo de D. Alfonso IX de León, tomó el hábito en el año 1225.
D. Fadrique, hijo de D. Alfonso XI, en 1342.
El Infante D. Enrique de Aragón, hijo del Rey D. Fernando de
Aragón y doña Leonor de Castilla, en 1409.
El Infante D. Alonso, hijo del Rey D. Juan II, en 1464.
D. Carlos de Austria, hijo de Maximiliano Ernesto, hermano del
Emperador de Alemania D. Fernando, en 1639.
El Infante D. Felipe, hijo del Rey D. Felipe V, en 1722, y en 1748
fué g r a n Duque soberano de Parma.
El Infante D. Luis Antonio, hijo del Rey D. Felipe V, en 1735;
fué luego Cardenal Arzobispo de Toledo.
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El Infante D. Francisco Javier, hijo del Rey D. Carlos III, en 1766.
El Infante D. Antonio Pascual, hijo del Rey D. CarlosIII, en 1766.
El Infante de España D. Fernando María Luis, Duque soberano de
Parma, Plasencia y Guastala, sobrino del Rey D. CarlosIII, en 1766.
El Infante D. Gabriel, hijo del Rey D. Carlos III, en 1772.
El Infante de España D. Luis de Borbón, Rey de Etruria, hijo
del Infante D. Fernando, Duque soberano de Parma, en 1796.
El Infante de España D. Carlos Luis de Borbón, g r a n Duque
soberano de Luca y de Parma, en 1803.
El Infante de España D. Carlos María Isidro, hijo del Rey don
Carlos IV, en 1802.
El Infante de España D. Francisco de Paula, hijo del Rey don
Carlos IV, en 1802.
S. A. R. D. Luis Fernando de Baviera y Borbón, Príncipe de
Baviera, primo hermano del Rey D. Alfonso XII, en 1883.
S. A. R. D. Alfonso de Baviera y Borbón, hermano del anterior,
en 1884.
Cid Hiaya, Príncipe valeroso, defensor de Baza, nieto del Rey de
Granada Juzef, después de la rendición de Baza, se hizo cristiano
tomando el nombre de D. Pedro de Granada Venegas, y los Reyes
Católicos le hicieron Caballero de Santiago.
D. Alonso de Granada, hijo del anterior, también abjuró la fe de
Mahoma y fué Caballero del hábito de Santiago.
D. Bernardino y D. Juan de Granada, hijos del Infante moro de
Granada Amed-aben-jamí-almayar, después de bautizados con los
nombres dichos, fueron Caballeros de Santiago en 1541.
D. Carlos de África, hijo del Rey de Tremecén, se hizo cristiano
tomando dicho nombre, y vistió el hábito de Santiago el año 1582.
Muley Jequí, hijo de Mahomet, Rey de Fez y Marruecos, muerto
en la desgraciada batalla del Rey de Portugal D. Sebastián, fué
educado en España, donde había quedado en rehene?; se bautizó
en Madrid, poniéndole por nombre Felipe África, y el rey Felipe II
le hizo Caballero del hábito de Santiago en 1594 y le señaló ren-
tas para que viviera con arreglo á su clase.
Es notable y honroso para la Orden de Santiago que Príncipes
que tienen en mucho el ejercicio de las armas, entre tantos valien-
tes Caballeros como la España cristiana de aquellos tiempos pre-
senta, llamara su atención los de la Orden de Santiago, para soli-
citar como el más grande honor ser su hermano de armas, al abra •
zar la religión del Crucificado.
— 36 —
SANTOS SANTIAGUISTAS. —También ia Orden de Santiago cuenta
entre sus Caballeros algunos que gozan de los honores debidos á
la santidad, y son: San Francisco de Borja, Duque de Gandía, Trece
de la Orden de Santiago, Comendador de Reina, fué Virey de Cata-
luña, Caballerizo mayor de la Emperatriz doña Isabel; á la muerte
de ésta ingresó en la Compañía de Jesús y llegó á ser su tercer ge-
neral; la Iglesia celebra su fiesta el 10 de Octubre.
El Santoral español conmemora el 8 de Febrero al venerable
Pelay Pérez Correa, Maestre de la Orden de Santiago, que falleció
el 8 de Febrero de 1275 en Montalbán; su cuerpo fué trasladado á
la iglesia de Nuestra Señora de Tudia (Teu tu dia); la fundación
de este templo recuerda un hecho milagroso en la vida de este
Maestre.
En 11 de Junio la Iglesia conmemora á los Beatos siguientes:
Comendador Pedro Rodríguez, Mendo Valle, Damián Vaz, Alva-
ro García, Esteban Vázquez, Valerio de Ora, todos Caballeros del
hábito de Santiago y mártires en los Algarbes, en 1242.
El mismo Santoral conmemora en 11 de Julio al venerable
Pedro Fernández, Maestre de Santiago, que murió en igual día
del año 1184 y fué enterrado en el convento de San Marcos de
León.
En 23 de Septiembre se conmemora la muerte de la venerable
Infanta doña Sancha Alfonso, ocurrida en dicho día de 1270, siendo
Comendadora del Convento de Santa Eufemia de Cozollos, obis-
pado de Palencia; su cuerpo se venera en el monasterio de Santa
Fe, en Toledo.
D. Pedro Alfonso, Prior de Uclés, murió en opinión de santidad
el 27 de Septiembre de 1519, siendo el cuarto Prior trienal don
Francisco Girón, haciendo la Igleáia su conmemoración en d i -
cho día.
El día 25 de Diciembre señala el Santoral la fiesta de la venera-
ble María Bautista, lega de las Comendadoras de Santiago en
Toledo.
Y sin día fijo, por no constar las fechas de su nacimiento ó
muerte, conmemora el Santoral español á los venerables Priores
del convento de Uclés, D. Frey Andrés, primer Prior perpetuo;
D. Frey Gil, quinto; D. Frey Hernán Rodríguez, decimonono; don
Frey Francisco Martínez Regañón, duodécimo de los trienales; y
D. F r e y Fernando Losa, decimoséptimo.
E n t r e los varones insignes en santidad durante el siglo XVH, se
— 37 —
cuenta al Maestre de Campo D. Juan Ramírez de Arellano, hijo de
los Condes de Murillo; entró luego en la Orden de Capuchinos con
el nombre de Fray Juan de Valladolid; á D. Diego Alberto de
Porres; también se hizo religioso capuchino con el nombre de Fray
Diego José de Sevilla; D. Luis Ponce de León; sirvió en la guerra
de Granada y bajo la armadura llevaba cilicios; se celebró su trán-
sito en Sevilla en los p u l p i t o s , muchos días. D. Fernando de Saave-
dra, Conde de Castelar, murió en Madrid en 1591, se halló en Le-
panto, en la galera del Comendador mayor de Castilla. Todos los
cuales, como repetidamente decimos, se encuentran en el Santoral
español.
SANTIAGUISTAS QUE OCUPAN UN LUGAR DISTINGUIDO EN LA HISTO-
RIA DE ESPAÑA.—El Gran Capitán D. Gonzalo Fernández de Córdo-
ba, Duque de Sessa y de Terranova, conquistador de Italia.
El Marqués D. Francisco Pizarro, conquistador del Perú.
D. Fernando ó Hernán-Cortés, Marqués del Valle, conquistador
de Méjico.
D. Miguel López de Legaspi, descubridor y conquistador de las
islas Filipinas.
D. Gil Martínez de la Cueva, uno de los doce Caballeros de Ube-
da, de los de la hazaña, por la que la ciudad tiene doce leones por
armas.
D. Gutierre de Cárdenas, Duque de Maqued.a, Marqués de Elche;
sirvió en la conquista del reino de Granada.
El Conde de Benavente; sirvió en la referida conquista.
• D. Iñigo López de Mendoza, Conde de Tendilla, á quien entregó
el Rey las llaves de Granada, cuando su rendición, nombrándole
Capitán general del reino de Granada y Alcaide de la Alhambra; la
Reina Isabel la Católica le regaló una espada que ha figurado al-
gunos años en las procesiones de Jueves y Viernes Santo en las
Comendadoras de Santiago.
D. Garci Laso de la Vega, celebrado en romances por su singular
combate con un moro en la vega de Granada.
D. Garci Laso de la Vega, hijo del anterior; se cubrió de gloria y
heridas en la expedición contra Túnez en 1556; mandó once b a n -
deras de infantería en Francia, y siendo el primero en el asalto de
una torre, murió en él; Carlos V vengó su muerte ahorcando á
todos los que habían defendido la torre; Garci Laso fué nombrado
el Petrarca español y el príncipe de la poesía española. Quintana
dice de él, que si no es el más grande poeta castellano, es el más
- 38 -
clásico á lo menos, y cuya reputación no perecerá mientras haya
lengua y poesía castellana.
D. Pedro Fajardo, Marqués de los Vélez, adelantado del reino de
Murcia.
D. Lope Sánchez de Valenzuela; se señaló en la guerra de Gra-
nada y en la toma de Oran.
D. Antonio de Leyva, Príncipe de Asculi, defensor de Pavía.
D. Alonso Enríquez, señor de Villalva, descendiente del Infante
D. Enrique, hijo del Rey D. Fernando el Santo; fué el primer Co-
rregidor de Granada, primer Alcaide del castillo de Montanche.
D. Pedro de Beatnonte y Navarra, descendiente de los Reyes an-
tiguos de Navarra.
D. Francisco de los Cobos, Ministro de Carlos V, á quien sirvió
en todas las empresas gloriosas que hizo en Alemania, Italia y Ber-
bería.
D. Diego García de Paredes, llamado el Hércules español.
D. Pedro de Toledo, Marqués de Villafranca, Virey y Capitán
general del reino de Ñapóles.
D. Bernardino de Mendoza, Marqués de Mondéjar, General de
las galeras de España.
D. Alvaro de Sande, Marqués de la Piovera, Gobernador del
Estado de Milán, alzó el cerco de Malta.
D. Pedro Alvarado, compañero de Hernán-Cortés en Méjico, y
conocido con el sobrenombre de Capitán del salto.
D. Alvaro de Bazán, primer Marqués de Santa Cruz, Capitán
general de la Armada.
D. Pedro Enríquez de Guzmán, Conde de Fuentes; se señaló en
las guerras de su época.
D. Alonso de Ercilla y Zúñiga; estuvo en la conquista de Amé-
rica y escribió su famosa obra Auracana.
D. Benito Arias Montano; asistió al Concilio de Trento, en el que
hicieron el más alto aprecio de su erudición y sabiduría; Felipe II
le mandó ir á Flandes para hacerse cargo de la publicación de la
Biblia llamada Regia.
D. Juan Cardona; mandó en Lepante las galeras de Sicilia.
D. Lope de Figueroa; se señaló en la rota de Frisa, donde al
frente de 300 arcabuceros se apoderó de la artillería enemiga, sa-
liendo muy mal herido; en Lepanto ganó el estandarte del gran
Turco, matando al Baxá general de la armada y rindió la galera
real.
— 39 —
D. Juan. Andrea Doria, Príncipe de Melfí, General de las galeras
de Genova; en Lepanto mandó la derecha de la armada.
D. Rodrigo Zapata; mandaba una compañía en Flandes que el
enemigo la puso el nombre de la Compañía de la Sangre.
D. Alonso de Córdoba, Conde de Alcaudete, Alcaide y Capitán
general de Oran y Mazalquivir, que defendió valerosamente resis-
tiendo 29 asaltos.
D. Melchor Robles, Maestre de Campo del tercio de Sicilia; de-
fendió el castillo de San Miguel de Malta, por cuya defensa no se
perdió Malta.
D. Luis de Zúñiga Requesens, reputado por uno de los más
hábiles y valerosos generales del siglo XVI; sucedió al Duque de
Alba en el gobierno de los Países Bajos; no tuvo tiempo para repa-
rar los males ocasionados por la política del Duque de Alba, por-
que murió al poco tiempo de ejercer el mando.
D. Alvaro Manrique de Zúñiga, Marqués de Villamanrique,
Virey de Nueva España; pacificó en 1585 la guerra de los Chichi-
mecas, que era de importancia para la seguridad de los viajeros.
D. Melchor Maldonado de Saavedra, nieto del primer Conde de
Castelar; mandó 2.000 infantes en la rebelión de los moriscos de
Granada, á las órdenes de D. Juan de Austria; fué Veinticuatro de
Sevilla.
D. Lorenzo Xuárez de Figueroa, Duque de Feria; siendo Virey
de Cataluña resistió las entradas y acometimientos de los franceses.
D. Rodrigo Calderón, Marqués de Sieteiglesias, Conde de la
Oliva, Ministro de Felipe III.
D. Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, Ministro de
Felipe IV.
D. Francisco de Quevedo, apellidado el príncipe de los poetas,
ü . Pedro Calderón de la Barca, célebre y fecundo autor dramá-
tico.
D. Santiago Rodríguez de Velázquez de Silva, célebre pintor.
El Marqués de los Balbases y Espinóla.
D. Nicolás Antonio, célebre escritor.
D. Diego Saavedra Fajardo, conocido con el sobrenombre del
Tácito español.
El Marqués de Villadarias; mandó el primer sitio de Gibraltar.
D. Martín Alvarez de Sotomayor, Conde de Columena, se halló
en las guerras de Italia y mandó el bloqueo de Gibraltar de 1779
á1782.
— 40 —
D. José Cadalso y Vázquez; siendo Coronel en 1782 mandando
una batería en el sitio de Gibraltar, fué muerto por una granada;
sus obras literarias son bien conocidas, sobre todo Noches lúgubres.
El General D. Antonio Ulloa, célebre marino, el primero que dio
á conocer en España la electricidad y magnetismo artificial; hizo
visible la circulación de la sangre en la cola de los pescados; dio á
conocer la platina y los árboles de la canela; promovió el arte de
grabar; proyectó y dirigió el canal de Castilla la Vieja; estableció
el Gabinete de Historia Natural, y escribió varias obras.
D. Manuel Luis Godoy, Príncipe de la Paz, Duque de Alcudia,
Conde de Evora Monte, Ministro de Carlos IV.
D. Francisco Rodríguez, Conde de Campomanes.
D. Federico Gravina, muerto gloriosamente en Trafalgar man-
dando la escuadra española.
D. Ignacio María de Álava, ilustre General de marina, herido en
Trafalgar.
El General de marina D. José Mazarredo.
El ilustre marino D. José Solano, Marqués del Socorro.
El Teniente general D. Mariano Alvarez, defensor de Gerona en
la guerra de la Independencia.
. Finalmente, ¿por qué no ha de figurar en esta lista el modesto
Capitán de Cazadores de Madrid D. Manuel Jiménez Cuadros Pérez
de Vargas, que perdió la vida en la batalla de Vad-Ras en honra
de España?
MONASTERIOS DE FREYLES. — SANTIAGO DE UCLÉS, CABEZA
DE LA ORDEN.—A mediados del año 1174, el general Maestre de
Santiago D. Pedro Fernández, con la mayor parte de sus Caballe-
ros, vino á Castilla, donde fueron muy bien recibidos por el Rey
D . Alfonso VIII, apellidado el Noble, y por los Caballeros de la
Orden de San Juan, que les tuvieron casa é iglesia prevenida en
Arévalo, é inclinaron el ánimo del Rey para que les diese en pro-
piedad la villa y castillo de Uclés con sus términos y aldeas, que la
Orden de San Juan tenía en depósito y custodia desde que fué
tomada á los moros; así se verificó, estableciendo en ella casa y
convento, á cuyo Prior se le declaró Dignidad de la Orden, con la
facultad.de presidir el capítulo particular de los Treces para el
nombramiento del General Maestre, y aun para su destitución, si
la consideraban útil á la Orden; el primer Prior de la casa de
Uclés lo fué el Trece D. Suero.
La Comunidad fué exclaustrada en 1836, y de los Freyles de
— 41 —
entonces sólo existe el Excmo. y Emmo. Cardenal D. Francisco
Benavides y Navarrete, Arzobispo de Zaragoza, que profesó en
Uclés el año 1832.
SAN MARCOS DE L E Ó N . — A l tratar de la unión de los canóni-
gos de Loyo con el Maestre de Santiago y sus Caballeros, hemos
dicho cómo se constituyó la casa de San Marcos de León, la cual
fué cabeza de la Orden, cuando á la muerte del General Maestre
D. Pedro Fernández, resultaron elegidos dos: uno D. Fernando
Díaz, para el reino de Castilla; otro el Trece D. Sancho Fernández,
para el reino de León, que fué el que constituyó dicha casa en
cabeza de la Orden; esto acaecía en el año 1184, y dos años des-
pués D. Fernando Díaz renunció el Maestrazgo por lo malamente
herido que resultó en una batalla, y se retiró al monasterio
realengo de San Audito, que luego se llamó de Santuid, en la
sierra de Buitrago, con jurisdicción propia é independiente de la
del General Maestre de Santiago; así terminó esta cuestión, que-
dando por único General Maestre el D. Sancho Fernández de
Lemos, que la gobernó tranquilamente hasta el año 1195, en que
fué mortalmente herido en la batalla de Alarcos.
Este General Maestre constituyó las dos provincias de la Orden
de Castilla y de León, para evitar que en lo sucesivo hubiera nueva
división, disponiendo que en los capítulos de los Caballeros presi-
dieran y ocuparan el lugar preferente los de la provincia en que
se verificaba la reunión, disposición que sigue en vigor.
Lo ocurrido entonces ha dado lugar á las pretensiones de los de
la casa de San Marcos de León de ser cabeza de la Orden, recha-
zadas por los de Uclés, que h a n conservado su derecho constante-
mente.
Procedente de esta casa de León y de la exclaustración de 1836,
no queda Freyle alguno; el último lo fué D. Antonio Figueroa,
Gobernador eclesiástico de la provincia de León en esta Orden.
SANTIAGO DE SEVILLA.—La casa y convento de Santiago de Se-
villa, la fundó el general Maestre D. Lorenzo Suárez de Figue-
roa, utilizando unas casas principales que la Orden tenía en la
porroquia de San Lorenzo, en la ciudad de Sevilla; el Papa Bene-
dicto XIII aprobó esta fundación por bula de 2 de Febrero de 1409;
los primeros que formaron esta comunidad fueron seis Freyles
sacerdotes de la casa de Uclés, á uno de los cuales se le nombró
Prior de la nueva casa, que se ha conservado como las otras de
Uclés y San Marcos de León hasta la última exclaustración,
— 42 —
De esta casa ya no existe Freyle alguno; el último lo fué el Li-
cenciado D. P e d r o Nogales y Granda, Cura párroco del Montijo.
Para ingresar en estos monasterios se hacían pruebas de lim-
pieza de sangre por un Freyle clérigo nombrado al efecto; no se
armaban Caballeros porque no hacían pruebas de nobleza de san-
gre, y no vestían el manto de los Caballeros, sino el traje de Ca-
nónigos reglares de San Agustín con la Cruz de Santiago en la
muceta, como hemos dicho; también usaban la cruz en la sotana y
el manteo.
PRIORATOS PERPETUOS.— Los Priores de Uclés y San Mar-
cos de León eran trienales, usaban insignias pontificales, ejer-
ciendo jurisdicción casi episcopal en sus respectivos territorios,
con independencia del ordinario; daban bendición episcopal al
pueblo, reunían sínodo y en él nombraban examinadores, juzga-
ban al clero y pueblo, entendiendo en las causas eclesiásticas,
daban licencia de confesar y predicar, dando letras dimisorias para
que á sus subditos pudieran ser conferidas las Ordenes sagradas,
por carecer ellos de tal facultad, como tampoco podían administrar
el Sacramento de la Confirmación; para remediar la carencia de
estas y otras facultades esenciales, el Rey D. Felipe II acudió á Su
Santidad Pío V en solicitud de que uno de los Freyles Caballeros
profesos de la Orden de Santiago fuese elevado á Obispo inparti-
bus infidelium, para que ejerciera sus funciones episcopales en el
territorio de la Orden, proponiendo para tal prelado á D. Barto-
lomé Pérez, F r e y Caballero profeso de la Orden de Santiago; así lo
hizo Su Santidad en 17 de Mayo de 1571, y así lo fueron sus suce-
sores hasta D. Alfonso Solís Grajera, F r e y Caballero profeso de la
Orden de Santiago, Obispo titular de la iglesia de Qerri, inparti-
bus infidelium, y como tal ejerció las funciones episcopales en los
territorios de la Orden, residiendo en el punto que de ellos tenía
por conveniente, hasta que en 1782 pasó á la iglesia de Badajoz; y
no habiéndose presentado en algún tiempo otro Frey Caballero para
sustituirlo, surgió la idea de elevar á la dignidad de Obispo in
pariibus infidelium á los Priores trienales de Uclés y San Marcos de
León, haciendo así más fácil y menos costosa la visita del Obispo
á los territorios de las Ordenes para la Confirmación; así se hizo,
y el Papa Pío VI, por bula expedida en 8 de Febrero de 1794 á
súplica de D. Carlos IV, conferida al Cardenal Arzobispo de To-
ledo D. Francisco Antonio Lorenzana, creó en títulos perpetuos
los de Priores, que eran trimestrales, y en su virtud declara en 17
— 43 -
de Noviembre de 1796 vacantes los dos Prioratos trienales de
Uclés y San Marcos de León, y los erije en Prioratos perpetuos,
concedidos á dos Freyles Caballeros profesos de la Orden, propues-
tos por el Consejo de las Ordenes militares á S. M. y presentados
por éste á Su Santidad para ser nombrados Obispos in partibus
inftdeliwm, y así lo hizo el Papa, ordenando que pueden y deben
ejercer sus funciones episcopales, no sólo en su territorio priva-
tivo de la Orden, sino el de Uclés en el del priorato de Calatrava,
y el de San Marcos de León en el territorio y priorato de la Orden
de Alcántara, y que asimismo puedan conferir órdenes sagradas
en cualquier territorio ordinario limítrofe del suyo, solicitado que
fuese á ello por letras dimisionales del respectivo ordinario; se
les dotó con cuantos emolumentos tenían los antiguos Priores,
incluso cada tres años ciento veinticinco doblones que se daba á
cada Prior trienal al tomar posesión, más una renta anual de 4.000
ducados, sobre el convento, mesa maestral y tesoro de la Orden;
la residencia de estos Obispos era en Uclés y San Marcos de León
respectivamente, y sus títulos, de Olbani el primero, y de Cisamo
el segundo, ambos in partihis infidelium, según bulas expedidas
en 1798; los últimos Obispos Priores habían ya muerto, sin que el
tribunal se hubiera ocupado de proponer sucesores, cuando la ex-
claustración de 1836.
MONASTERIOS DE RELIGIOSAS DE LA ORDEN DE SANTIA-
GO.—SANTA EUFEMIA DE COZOLLOS.—El Rey de Castilla D. Alfon-
so VIII dio al obispo de Burgos el monasterio de San Pedro de Ce-
rratos, por el de Santa Eufemia de Cozollos, que era de Canónigos
reglares. La carta de donación se hizo el 4 de Diciembre de 1186
y el 6 del mismo lo donó el Rey al General Maestre de Santiago,
D. Sancho Fernández de Lemos, que estableció en él el primer
Monasterio de Freylas de su Orden; de este monasterio fué Comen -
dadora la Infanta doña Sancha, hija de D. Alfonso IX, Rey de
León; murió el año 1270 dejando á la Orden y al monasterio todos
los bienes que tenía en los reinos de Castilla, León y Portugal; fué
enterrada en su convento, en sepulcro de mármol, sobre el que se
grabaron las armas de dichos tres reinos y el hábito de Santiago;
en él permaneció 338 años, hasta el año 1608 en que se trasladó á
Toledo, como más pormenor se dirá al tratar del monasterio de
Santa Fe.
En 1486, los Reyes Católicos, como administradores de la Orden
de Santiago, alcanzaron de la Santidad de Inocencio VIH la facul-
— 44 —
tad para trasladar la Comunidad de Santa Eufemia al monasterio
que se proyectaba en Toledo. Todo quedó concertado el año 1494, y
el de 1502 las monjas, con su Comendadora doña María Castañeda,
hermana del señor de Hermosa, pasaron á la ciudad de Toledo, sin
lograr que el cuerpo de su venerable hermana la Infanta doña
Sancha las acompañase, p o r lo que algunas de las religiosas, no
pudiendo conformarse con verse privadas de tan santa reliquia, se
volvieron al convento de Santa Eufemia donde continuaron hasta
su muerte.
SANTA MARÍA DE JUNQUERAS.—En 1214 vivía en Barcelona la
noble doña María de Tarrasa, que juntamente con otras nobles per-
sonas hacía tiempo deseaban edificar y fundar una casa y convento
para gloria de Dios y de su Santísima Madre, y que fuera arrimo y
amparo de sus descendientes; el Obispo de Barcelona, D. Berenguer
de Palou, sexto de este nombre, sabedor de este deseo, les dio la
iglesia de San Vicente de Junqueras en el Valles, con toda su p a -
rroquia y derechos; el acto de concesión se hizo el 1.° de Abril de
1214; la nueva fundación se tituló Santa María de Junqueras; el
Papa Inocencio IV la tomó bajo su amparo en 1246, y fué para
Freylas de la Orden de Santiago de la Espada de Uclés, como dicen
las donaciones que en 1233 hizo la Condesa de Bearne, y vivían
bajo la regla de San Agustín, como consta por la bula de Grego-
rio IX dada en 1231.
D. Jaime I, Rey de Aragón, acordó dar el molino de Carbonell á
la Orden de Santiago, con la condición de que á su inmediación se
edificase u n convento de Freylas: aceptado por el General Maes-
tre D. Pelay Pérez Correa, ordenó la traslación del convento de
Santa María de Junqueras, de San Vicente, á este nuevo sitio,
dando comisión para ello, de acuerdo con el Obispo de Barcelona,
al Canónigo D. Berenguer de la Piedra; hízose el acto de concor-
dia el 7 de Septiembre de 1269. El Rey D. Jaime mandó á su gen-
til-hombre D. Guillermo para que diese posesión del molino y
territorio á la Priora y Comunidad de Junqueras, como se verificó
el 13 de Mayo de 1270; aprobado lo hecho por D. Jaime por su
hijo D. Pedro, en 13 de Junio de 1274, empezó desde luego la edi-
ficación; terminada se trasladó la Priora doña Elisendis de Mure-
dine, la segunda de este nombre, con sus Freylas á la nueva casa.
Siendo el terreno malsano por su mucha humedad, enfermaron
muchas Freylas; así que se hizo muy perjudicial á la salud de las
religiosas, y, con su acuerdo, solicitó la señora Priora doña Gui-
— 45 -
Herma San Roma, del Rey D. Alfonso III de Aragón, nieto de don
Jaime, la traslación á otro sitio; el Rey lo concedió en 6 de Junio
de 1289, estando en Calatayud, pero no se efectuó desde luego por
su muerte, y hubo que solicitarlo de nuevo del Rey D. Jaime II,
que concedió el 8 de las Kalendas de Junio de 1293 su traslación á
Barcelona, donde se edificó casa é iglesia al efecto y la habitaron
en 1300, siendo Priora doña Margarita de Togores.
Los franceses en 1698, al sitiar y bombardear Barcelona, des-
truyeron á Santa María de Junqueras, que es como se siguió lla-
mando la fundación de doña María de Tarrasa, quedando en pie
muy poca parte del monasterio; las religiosas habían salido de él
y marchado á Tarragona, no volviendo á Barcelona hasta después
de hecha la paz y marchado los franceses; habilitado el convento
y una capilla para el culto, en 2 de Junio de 1699 pudo reunirse
nuevamente la comunidad y elegir Priora á doña María Josefa de
Magarola y Caportella. Vuelto á construir el monasterio y la i g l e -
glesia, han continuado hasta 1808, que salieron para no volver
más á él, pues se convirtió en hospital militar, y la iglesia se dio
á la Orden de San Juan; derribada en estos últimos años, se des-
montaron cuidadosamente la portada principal de la iglesia, el ro-
setón de encima, todas las jambas y dinteles de las ventanas, y,
finalmente, los arcos del claustro y columnas que los sostenían, y
todo ello ha sido convenientemente armado y colocado en la cons-
trucción de la iglesia parroquial de la Concepción, en el ensanche
de Barcelona, donde los amantes de las bellas artes pueden admi-
rar tanta preciosidad, y el esbelto claustro, tal cual se encontraba
en el monasterio, que es una maravilla y u n grato recuerdo para
la Orden de Santiago; merece plácemes el autor de la idea. Los
bienes de este monasterio siguieron perteneciendo á la Orden, y
las religiosas, aunque estaban e n c a s a s particulares, recibían del
administrador una renta para vivir; en 1832 se trató de restable-
cer la casa; aún existían dos religiosas, doña María Monserrat de
Magarola y doña Teresa de Amat, á las cuales se les consultó si
querían volver al convento con algunas otras de otros monasterios
de la Orden, pues las rentas permitían que hubiese diez religiosas
con la distinción y separación de habitaciones que antes, y además
las sirvientas necesarias y gastos de la casa, iglesia y culto; el
mal estado de salud en que se encontraban las consultadas, y los
acontecimientos políticos que á poco sobrevinieron, impidió el
llevar á cabo tan laudable pensamiento.
- 46 —
Las religiosas de este monasterio gozaban de un privilegio, tal
vez único en la cristiandad, pero en armonía con la religiosidad
de los Caballeros, cual era el poder casarse aunque fueran profe-
sas, y lo verificaban sin pedir licencia al Maestre, hasta que en el
siglo XVIII el Consejo de las Ordenes obtuvo de S. M. el que éste
ordenara que solicitaran real licencia acompañando la genealogía
del pretendiente y los documentos que probaran su nobleza, en
analogía c o n ' l o que practicaban los Caballeros de la Orden; el
último matrimonio que se verificó fué en Julio de 1826, de la Freyla
profesa doña María Manuela de Magarola, con D. Felipe Ignacio
de Miquel, Barón de Prebol.
SAN PEDRO DE LA PIEDRA.—Doña Constancia de Angleroria re-
cibió el hábito de Santiago de manos del General Maestre señor
Pelagio de Pedro (Pelay Pérez Correa), y concertó con éste en
Uclés, en Diciembre de 1298, la fundación de un convento de
Freylas de la Orden con el título de San Pedro de la Piedra, cerca
de la ciudad de Lérida, en unas casas y molinos que la Orden
tenía, dotándole además doña Constancia con los bienes que poseía;
este monasterio se incorporó al de Santa María de Junqueras en
Barcelona, en virtud de la siguiente disposición:—Nos, D. Alfonso
Méndez, p o r la gracia de Dios, Maestre de la Caballería de Santia-
go, otorgamos, que damos á vos doña Gueralda de Besera, Prioresa
del nuestro monasterio de Santa María de Junqueras, que es en la
ciudad de Barcelona, para siempre jamás la nuestra iglesia que
fué monasterio de Sant Pedro de la Piedra, que es en el obispado
de Lérida en el señorío del Rey de Aragón, é que la hayades con
todas las heredades é rentas é derechos, que pertenecen á la dicha
iglesia ó monasterio, según lo avíe en el tiempo de los otros
Maestres, etc. Dada en Montiel quince días de Abril. Era de 1380.»
SANCTI SPÍRITUS DE S A L A M A N C A . — P o r privilegio del Rey don
Fernando I, se sabe que en 1030 había ya en esta casa religiosas
que se llamaban las Dueñas de Santa Ana; en 1203 no era ya mo-
nasterio de monjas, sino Bailía de la Orden de Santiago, en donde
vivían recogidamente algunas señoras principales bajo la obedien-
cia del General Maestre.
En el Capítulo general que en 1274 tuvo en Mérida D. Pelayo
Pérez Correa, concertó con doña María Méndez, mujer de D. Mar-
tín Alonso, hijo del Rey D. Alfonso el IX, el fundar allí un monas-
terio de Freylas del hábito y Orden de Santiago, y ella le dotó de
muchas rentas y bienes que tenía en Portugal y Galicia: en 1327,
— 47 —
doña Violante Sánchez, hija del Rey D. Sancho de Castilla, apelli-
dado el Bravo, tomó el hábito de la Orden en este monasterio y fué
su Comendadora, dejándole toda su hacienda.
Esta comunidad se disolvió cuando la exclaustración de la época
constitucional de 1820. A las religiosas las señaló el Consejo una
pensión para su mantenimiento: la última religiosa de esta comu-
nidad lo fué doña María de la O Guadalfajara, á quien el Consejo
concedió, á petición suya, el trasladar, en 1825, su domicilio de
Madrid á Valladolid.
SANTA OLALLA ó EULALIA DE M É R I D A . — E l Emperador Octavia-
no Augusto, al concluir la última guerra de España, y con ella
adquirido el dominio de ella, á los eméritos de la quinta y décima
legión les dotó y colocó en la orilla derecha del Anas ó Guadia-
na, y los mandó construir una ciudad con el nombre de Emérita
Augusta. Acaeció esto el año 729 de la fundación de Roma, 25 años
antes de la Era cristiana; esta ciudad llegó á ser una de las p r i m e -
ras y más magnífica del imperio romano; en ella sufrió el martirio
Santa Olalla ó Eulalia, declarada por la Iglesia patrona de la ciu-
dad, capital de la provincia lusitana, y metrópoli en tiempo de la
dominación goda hasta 1109 que se trasladó á Santiago de Com-
postela; la ocuparon los agarenos al mando de Muza el año 715 y
estuvo bajo su dominación con el nombre de Mérida 513 años, h a s -
ta que en 1228 la conquistó el Rey D. Alfonso de León; al año s i -
guiente la donó á la iglesia y Arzobispo de Santiago, el cual, por
estar en frontera de moros, la dio al General Maestre de la Orden
de Santiago en 1232 á cambio de otras posesiones que la Orden
tenía en Galicia, lo cual fué aprobado por el Rey San Fernando y
confirmado por el Papa.
En 1479, el General Maestre D. Alonso de Cárdenas, puso cerco
á Mérida, que, con otras ciudades, estaba por el Rey de Portugal;
la paz con el de Castilla entregó al Maestre la ciudad después de
cinco meses de cerco, y en esta ocasión fué cuando este General
Maestre fundó u n monasterio de Freylas de la Orden, bajo el título
de Santa Olalla ó Eulalia, patrona de la ciudad: en 1694 se reformó
la regla del monasterio por haber pedido y obtenido la comunidad
clausura absoluta, no tener criadas para el servicio, ni admitir se-
ñoras seglares, estableciendo locutorio para sólo las familias de las
religiosas, poniendo en él, como en el coro, dobles rejas y cortinas
que sólo se descorrían para adorar al Santísimo Sacramento; este
orden de cosas duró poco tiempo, porque al año siguiente las mis-
— 48 -
mas religiosas empezaron á solicitar su modificación y volver al
antiguo régimen, en el que se encontraba cuando en 1836 fué ex-
tinguido por la exclaustración, convirtiéndose la iglesia en parro-
quia como está hoy día, pero ha dependido de la Orden de Santia-
go hasta el establecimiento del coto redondo y priorato de las Or-
denes militares; la única religiosa que quedaba de este monasterio
se trasladó á Sevilla el año de 1857; recibía pensión por el Consejo
d é l a s Ordenes para su manutención; era sergenla profesa y se lla-
maba doña Manuela Santiago de Carril.
SANTA F E DE TOLEDO.—En los palacios que en tiempo de los Re-
yes godos se llamaron el Pretorio, Alfabri, hijo de Yusuf, apode-
rado de Toledo por su rebelión contra los Reyes de Córdoba, cons-
truyó para su hija Galiana palacios junto á los suyos, por lo que,
tanto á unos como á otros, se llamaron Palacios de Galiana, y en
ellos se alojó el R e y D. Alfonso al apoderarse de Toledo, cedien-
do una parte para monasterio de la Orden de San Benito, que se
llamó San Pedro de las Dueñas, en memoria de la iglesia de San
Pedro que allí hubo en tiempo de los godos; después se dio á la
Orden de Calatrava que formó Priorato, hasta que los Reyes Cató-
licos la dieron la sinagoga mayor; á este monasterio de San Pedro
de las Dueñas vino la comunidad de religiosas de Santiago, desde
Santa Eufemia de Cozollos, el año 1502, y en él permanecieron dos
años hasta que la Reina doña Isabel I, por cédula dada en Alcalá de
Henares á 28 de Febrero de aquel a ñ o , les dio el monasterio de
Nuestra Señora, llamado en tiempo de los moros Santa María de
Alucen, que luego fué del Carmen Calzado: en éste pasaron el año
1504, en el que el Rey D. Fernando mandó labrar el convento en la
Casa de la Moneda, que estaba dentro de los Alcázares Reales, y
es el mismo que h o y existe y se le conoce con el nombre de Santa
Fe puesto por los Reyes Católicos.
Según hemos manifestado, el convento de Santa Eufemia con-
servó en su coro el cuerpo de la Infanta doña Sancha Alfonso, aun
después de la salida de la comunidad para Toledo, hasta que e]
Rey D. Felipe III y su esposa doña Margarita de Austria alcanza-
ron licencia del Sumo Pontífice para llevarlo á dicha ciudad, como
se verificó en 1608, entregándole antes de entrarle en ella á la s e -
ñora doña Sancha de Guzmán, Comendadora de Santa F e , acom-
pañadas de otras religiosas del mismo, depositándole en aquel
día 3 de Junio en el oratorio particular del doctor D. Pedro de
Salazar y Mendoza, Canónigo penitenciario de la Santa Iglesia
_ 49 —
de Toledo; en él permaneció ocho años, hasta el viernes 13 de
Marzo de 1615, que se llevó procesionalmente al convento de Santa
Fe, donde fué recibido como cuerpo de Santa, colocándole en la
preciosa capilla de Belén, cerca del coro y claustro, al lado del
Evangelio; la u r n a era de nogal, forrada interiormente de raso
carmesí, y exteriormente de terciopelo morado con pasamanería
de oro y seis cerraduras doradas con la cruz de Santiago; está en-
cerrada en otra, también de nogal, bajo dosel de terciopelo car-
mesí; sobre el arca hay dos tablas, con inscripción latina la una,
en español la otra, pero que dicen lo mismo: corona, palma y ramo
de azucenas á un lado; las armas de los Reyes de Castilla y León
y cruz de Santiago, al otro: hay en la capilla muchos exvotos de
cera é insignias de milagros.
E n 1616 se hizo el proceso para su canonización por el consul-
tor y calificador de la Santa Inquisición fray Domingo de Mendo-
za, de la Orden de predicadores, Juez, Comisario apostólico para
el dicho proceso; hecho éste, informó favorablemente á Su Santi-
dad; nos atrevemos á pedir á la Orden no descuide asunto de tanta
gloria para ella y le saque del injustificado olvido en que se en-
cuentra.
D. Diego del Mila y de Aragó, de los Condes de Albaida, por
su testamento otorgado en Valencia el 11 de Mayo de 1598, dis-
puso, entre otras obras pías, la fundación de un monasterio de
religiosas de la Orden de Santiago en la villa de Albaida, igual en
un todo al de Santa Fe, de la ciudad de Toledo, cuya Comenda-
dora había de correr con llevar á cabo la obra, y dos religiosas de
éste habían de ser las fundadoras de la comunidad del de Albai-
da; para ornamentos y demás debían entenderse con el que á la
sazón fuese Conde de Albaida; también se había de juntar capital
para la dotación del nuevo monasterio y dotes y asistencias de
alimentos y vestuario para sus parientas, hijas y descendientes de
sus hermanos, llamados en primer lugar á ocupar plazas en el
nuevo convento; fué tan l a r g a y tal vez descuidada esta testamen-
taría, que hasta el 15 de Julio de 1786 no se dio aviso á la Co-
mendadora para la fundación, época en que las rentas se habían
reducido 6.876 reales anuales por la pérdida de casi todo el capi-
tal; así que la Comendadora de Santa Fe consultó la renuncia al
Consejo de las Ordenes. Este estudió el asunto, y vista la imposi-
bilidad de hacer nada con el capital y renta disponible, autorizó la
renuncia en 1798.
- 50 —
La comunidad llegó en estos últimos años á reducirse á la seño-
ra doña Francisca de Sales Dávila y Fernández, presidenta, título
que en estos monasterios se da á la que obtiene el cargo de supe-
riora, por nombramiento hoy del Diocesano, antes del Consejo de
las Ordenes, por no haber suficiente número de Comendadoras
oficialas capitulares para elegir en capítulo Comendadora mayor,
que es la superiora canónica de estas comunidades, y á doña Car-
men Bermejo y Parrilla, sergenta; pero, en Junio de 1888, vinie-
ron á este monasterio del de Granada las Comendadoras doña
Carmen Pérez y doña Enriqueta García, con el fin de reconstituir
la comunidad, y gracias á Dios lo han logrado en poco tiempo,
trabajando con buena voluntad, como lo demuestra el estado actual
de la comunidad.
Señoras capitulares.
Novicias.
Sergentas.
Postulantas.
Loado sea Dios por fruto tan provechoso á su Iglesia, y que po-
damos pronto decir otro tanto del monasterio de Madrid, que se
halla en el caso que éste se encontraba, si bien hay la diferencia
que el Arzobispo de Toledo proteje al monasterio de Santa F e ,
- 51 —
no sólo en lo que hace á la comunidad, sino al edificio también;
así en el año 1887 cedió al Ayuntamiento de Toledo una parte del
monasterio para ornato público, mediante una indemnización que
ha servido para reparar lo que le queda, y cuya reparación era de
necesidad.
SANTIAGO DE LA MADRE DE Dios EN GRANADA.—El Papa Inocen-
cio IV, por bula dada en Roma á 10 de las Kalendas de Septiembre
de 1486, concedió á los Reyes Católicos el fundar monasterios y
casas religiosas: en su virtud, dichos monarcas acordaron, en 23 de
Junio de 1501, fundar y hacer en la ciudad de Granada un monas-
terio de Freylas de la Orden de la Caballería del Apóstol Santiago,
en unas casas que tenían en el Realejo de dicha ciudad, y que se
titulase Santiago de la Madre de Dios, y que tuviese tres aparta-
mientos con una iglesia, en esta forma: Que en una parte estuvie-
sen religiosas de la Orden hasta el número de treinta á lo menos,
profesas y novicias, guardando los tres votos de obediencia, po-
-
Señoras Capitulares.
Profesas.
Dignidad!] la Orden.
S. A. R. D. Luis F ernando de Baviera y Borbón, Comendador ír.ayoi tilla; tomó el hábito en la iglesia de las Señoras Comendadoras de Madrid
el 1." de Abril de 1883, profesó el 16 de F ebrero de 1884, y tomó colaci ónica de la Encomienda el mismo día en la referida iglesia,
Excmo. Sr. D. José Gutiérrez de la Concha é Irigoyen, Capitán General rcito, Marqués de la Habana, con Grandeza de primera clase, Comendador
mayor de León; tomó el hábito en la iglesia de Comendadoras de Valladoli i de Septiembre de 1831, profesó el 6 de Mayo de 1833 y tomó colación
canónica de la Encomienda el día 19 de F ebrero de 1888, en la iglesia de' as Comendadoras de Madrid.
Caí ros.
provincia
¡de la Orden DATA DATA
á que de la toma de hábito. de la profesión. PROFESOS NOVICIOS
pertenecen.
PROVINCIA
Castilla. Madrid 21 de Agosto de 1854. . 14 de Marzo de 1864.. . . ). Juan Bautista Armaday Valdés,
arqués de Figueroa.
Castilla. Madrid 13 de Noviembre 1854. 13 de Noviembre de 1884. 3. Luis Lopez de Ayala Alvarez de
ledo y Dusmet, Conde de Cedillo.
Castilla. Madrid 27 de Enero de 1856.. . 6 de Julio de 1879 ). Juan Mariano de Goyeneche y
imio, Marqués de Villafuerte, Con-
cie- Casa-Saavedra.
I Castilla. Habana 14 de Julio de 1856. Sr. D. Miguel de Matienzo y Pedroso.
; Castilla. Madrid 8 de Febrero 1857. Excrno. Sr. D. José Manuel de Goyenecl
y Gamio, Conde de Guaqui.
Castilla. Madrid 4 de Julio de 1857. 15 de Enero 1861. ). Federico de Vargas y Diez de
lines.
Castilla. Palma 5 de Agosto de 1857. . . . Sr. D. Manuel Sáenz y Socies.
Castilla. Antequera 14 de Febrero de 1858. 10 de Junio de 1860. D. Ramón Pareja de Obregón y
jjas.
León.... Madrid 6 de Abril de 1858. 19 de Abril de 1859. Sr. D. Miguel Garcia Camba.
León.... Madrid 16 de Julio de 1858. » Excrno. Sr. D. Juan Bautista Pérez deB¡
rradas y Bernuy, Marqués de Peñado
de Cortes de Graena y de Quintana c
las Torres.
Castilla. Habana 3 de Octubre de 1858.. . !Sr'. D. Francisco Fernández Romero
Cárdenas, Marqués de Casa-Romero.
León.... Puente Genil 4 de Junio de 1859. 25 de Marzo de 1861. ). Rafael Fernández" de Padilla
reío.
Castilla. Madrid 5 de Junio de 1859. . . . Excmo. Sr. D. Francisco de Borja Téllf
Girón y Fernández de Velasco, Duqi
de Escalona y de üceda, Marqués c
Villena, Conde de Alba de Liste, de Pií
to y de la Puebla de Montalbán.
Castilla. Madrid 25 de Octubre 1859. 30 de Enero de 1879.. ). Eduardo de Ulloa y Poves, Ba-
tí de Torre-Cárdela.
León.... Campo de Criptana 29 Diciembre 1859. » Sr. D. Marcial de Torres Adalid.
Castilla. Cádiz 23 de Junio de 1860 31 de Marzo de 1868. . . ). Pedro de Goytia y Gómez de
lasco.
Jaén 7 de Octubre de 1860. 11 de Noviembre de 1861. no. Sr. D. Francisco Javier Pala-
Castilla. y García de Velasco, Conde de
Almenas.
Madrid 4 de Diciembre de 1861. 25 de Diciembre de 1862. ¡no. é limo, señor General don
Castilla. igel Alvarez de Araujo y Cué-
r.
León.... Sevilla 21 de Marzo de 1862. . » Sr. D. José María Pérez de Guzmán.
Castilla. Madrid 15 de Junio de 1862. 15 de Abril de 1866. ¡no. Sr. D. José Ruiz Arana y Saa-
Idra, Duque de Baena, Marqués d e
istro Monte, Conde de Nieva y d e
PROVINCIA.
Castilla. Madrid 18 de Octubre de 1862. . - 3 de Enero de 1864. ao. Señor General D. Agustín Loi
irriy de la Torre.
León-... Sevilla 24 de Octubre de 1862.. . 8 de Febrero de 1863. . . ). Rafael Halcón y Villazis.
Castilla. Madrid 21 de Diciembre de 1862. Sr. D. Manuel Valderrábano y O'Donell.
Marqués de Claramonte de Arteta.
j Castilla. Madrid 21 de Diciembre de 1862. Sr. D. Enrique de Tordesilla y O'Donell.
Conde de la Patilla.
¡ Castilla. Madrid 3 de Junio de 1863 Sr. D. Andrés Isidro Bretón y Garrido.
Castilla. Aranjuez 27 de Septiembre de 1863. Sr. D. Mariano Gobantes y Merino.
Castilla. Madrid 20 de Enero 1864 8 de Abril de 1865. no. Señor General D. Andrés Ave-
IO de Arteaga y Silva, Duque del
fantado, Marqués de Ariza, Val-
ídiano, Armunia, Estepa, de La
lardia, Conde de Corres, de Mon-
)va, de Santa Eufemia, Señor de
Casa de Lazcano.
Castilla. Madrid .20 de Enero de 1864. 2 de Abril de 1865.. tno. Sr. D. Fernando de Arteaga y
va, Marqués de Tavara y de Gua
Slest.
Castilla Madrid 20 de Marzo de 1864 5 de Abril de 1865. Carlos Andrade y de las Fuentes.
Castilla Santiago de Cuba 12 de Julio de 1864. Sr. D. Vicente de Salazar y Rindelan.
Castilla. Madrid 25 de Septiembre de 1864.. . . Sr. D. Ignacio María Tústiz de Chinchilla
Castilla Madrid 25 de Septiembre de 1864.. . . Sr. D. Luis del Arco y Mariátegui.
Castilla. Madrid 12 de Octubre de 1864 Sr. D. Antonio María de la Torre y de
Gregorio.
Castilla, Santa Cruz de Tenerife 19 Nbre. 1864, Sr. D. Juan Bautista de la Torre, Conde!
de Torre-Pando.
Castilla Jaén 25 de Diciembre de 1864. Sr. D. Enrique Muñoz y Gámiz.
Castilla Madrid 3 de Marzo de 1865. . 21 de Marzo de 1866. • Antonio Urzáiz y Garro.
Castilla Madrid 3 de Marzo de 1865. . 21 de Marzo de 1866.. Isidro Urzáiz y Garro.
Castilla Madrid 5 de Abril de 1865.. . 4 de Abril de 1867.. . )• Ignacio Muñoz de Baena y Go-
neche, Marqués de Prado Alegre,
León.... Sevilla 3 de Mayo de 1865. » Sr. D. Ramiro Halcón y Villazis.
| Castilla Madrid 17 de Junio de 1865. » Sr. D. Francisco Javier Matienzo y Mon-
talvo.
León... Habana 5 de Julio de 1865. . . . Sr. D. José Chinchilla y Montes.
Castilla. Madrid 19 de Noviembre de 1865. 4 de Abril de 1867. )• Joaquín González Estéfani y
mpuzano.
Castilla. Madrid 19 de Noviembre de 1865. Sr. D. Manuel González Estéfani y Cam-
puzano.
Castilla. Madrid 18 de Febrero de 1866.. . 20 de Marzo de 1889. • Federico García de Loigorri y
Gl'alt,
Castilla. Madrid 18 de Febrero de 1866. . Sr. D. Juan García de Loigorri y Que-
ralt.
— 68 —
PROVINCIA
PEOTINOIA
jde la Orden
PROFESOS NOVICIOS
á que
Iperteneeen.
i L e ó n . . . . Madrid 17 de O c t u b r e de 1 8 7 8 . . . . Sr. D . F e r n a n d o R o d r i g u e z de R i v a s y R
v e r o , C o n d e de C a s t i l l e j a de G u z m â n .
L e ó n . . . . Madrid 17 de O c t u b r e de 1 8 7 8 . . . . Sr. D . A n s e l m o R o d r i g u e z de R i v a s y E
vero.
C a s t i l l a . Madrid 3 0 de O c t u b r e de 1 8 7 8 . . . 2 2 de M a y o de 1 8 8 0 . D. J o a q u í n P é r e z C a b e l l o s y He-
iedia.
P a r í s 12 de D i c i e m b r e de 1 8 7 8 . . . » Sr. D . I g n a c i o M o n t a l v o y M o n t a l v o .
Castilla. »
Castilla. Madrid 18 de F e b r e r o de 1 8 7 9 . . . . 6 de J u l i o de 1 8 8 0 . D. J o s é M a r í a M a n g l a n o y R u i z .
Madrid 30 de M a r z o de 1879 Sr. D . J o s é de l a M u e l a y C h a c ó n .
Castilla.
Madrid 6 de Abril de 1879 E x c m o . Sr. D . F e r n a n d o de C a s a n i
Castilla.
D í a z de M e n d o z a , C o n d e de V i l a n a .
E x c m o . Sr. D . J o a q u í n de Carcer y (
Castilla.
Madrid 2 3 de M a y o de 1879 A m a t , M a r q u é s de C a s t e l l b e l l y de Ca
tellmeya.
E x c m o . Sr. D . J o a q u í n C a s a n i y Bernalc
Castilla.
Madrid 8 de J u n i o de 1879 de Q u i r ó s , C o n d e de C i f u e n t e s , d e G
r a l d e l i y de C r ó n , B a r ó n de L a r d i e r .
l i m o . Sr. D . J u a n A l v a r e z de S o t o m a y í
Castilla.
Madrid 15 de J u n i o d e 1 8 7 9 y Domenech.
Sr. D . R i c a r d o M a r t o r e l l y F i v a l l e r , M a
Castilla.
Madrid 2 de J u l i o de 1 8 7 9 . . . . . . - q u é s de P a r e d e s .
Sr. D . S a n t i a g o de la C u e s t a y G a l l o l , Co:
Castilla.
H a b a n a 2 0 de J u l i o de 1879 de de l a R e u n i ó n de C u b a .
E x c m o . Sr. D. G a b i n o de M a r t o r e l l y F i v
Castilla.
B r u s e l a s 2 0 d e J u l i o de 1 8 7 9 . . . . 11er, D u q u e d e A l m e n a r a A l t a , Marqui
de V i l l e l de M o n a s t e r i o de A l b r a n c a .
L e ó n . . . . H e r r e r a 15 de O c t u b r e de 1879. . . 15 de O c t u b r e de 1 8 8 0 . I). Carlos C a b r e r a y M o n t i l l a .
31 de O c t u b r e de 1 8 8 1 . :mo. Sr. D . J o s é A l v a r e z de S o t o -
; L e ó n . . . . Madrid 2 2 de M a r z o de 1 8 8 0 . . . .
tiayor y D o m e n e c h .
o. Sr. D . J u a n P é r e z de B r e t ó n y
I C a s t i l l a . Madrid 2 7 de M a r z o de 1 8 8 1 . . . . 2 7 de J u l i o de 1 8 8 2 . . .
lópez de Á n g u l o .
C a s t i l l a . V a l e n c i a 2 8 de M a r z o de 1 8 8 1 . . . 2 9 de M a y o de 1 8 8 2 . D. F e d e r i c o L o i g o r r i y de la T o r r e .
Sr. D . F r a n c i s c o de la C o l i n a y de :
C a s t i l l a . Madrid 30 de M a y o de 1881
Mora.
Sr. D . L u i s P é r e z de G u z m á n y N i e u l a n
C a s t i l l a . Madrid 10 d e J u l i o d e 1 8 8 1 .
M a r q u é s de B o l a ñ o s .
Sr. D . D e m e t r i o d e A y a l a y Ortiz.
C a s t i l l a . Madrid 30 d e N o v i e m b r e de 1 8 8 1 . .
E x c m o . S r . D . F e r n a n d o P é r e z de B a r n
L e ó n . . . . Madrid 1 4 de D i c i e m b r e de 1881 .
d a s y F e r n á n d e z de Córdoba, Marqui
de Q u i n t a n a de l a s T o r r e s .
Madrid 1 4 de D i c i e m b r e d e 1 8 8 1 . . E x c m o . Sr. D . A l v a r o P é r e z de B a r r a d a s
León...
F e r n á n d e z d e Córdoba, D u q u e d e S a m
Lucía.
— 73 —
PROVINCIA
DATA DATA
'de la Orden
de la toma de hábito. de la profesión. PROFESOS NOVICIOS
á que
¡pertenecen.
I
León....
nueva, Obispo Prior de las Orde-
s Militares.
Castilla. Madrid 8 de Noviembre de 1886. Sr. D. José Trillo Figueroa y Hermida.
León. Lucena l . ' d e Enero de 1887. . . Sr. I). José Chacón y Valdecañas, Mar-
qués del Campo de Aras, y deAlhedín de
la Vega de Granada.
León.. Lucena 1.° de Enero de 1887. Sr. D. Antonio Chacón y Valdecañas.
León.. Lucena 1.° de Enero de 1887. Sr. D. Francisco de Paula Chacón y Val-
decañas, Conde de Prado Castellanos.
León.. Lucena 1.° de Enero de 1887. i Sr. D. Martín Chacón y Valdecañas.
— 74 — — 75 —
PROVINCIA
PROVINCIA
|de la Orden DATA DATA
á que de la toma de hábito. de la toma de posesión. PROFESOS NOVIjglOS
pertenecen.
— 18 — - 79 —
PBOVINOIA
de la Orden DATA DATA
*Üe la toma de hábito. de la toma de posesión. PROFESOS NOVICIOS
á que
pertenecen.
•
— 80 —
Publicamos el escalafón en esta forma, porque permite ver el or-
den de antigüedad de los Caballeros profesos entre sí, y de los Ca-
balleros novicios que les siguen, y que, por establecimiento, no
pueden ejercer cargo alguno en la Orden mientras no profesen, y
pueden hacerlo desde cumplir el año de la toma de hábito en ade-
lante, colocándose entonces entre los profesos, por la antigüedad
de ella, cosa fácil de notar en la lista que precede.
COMISIÓN PERMANENTE
DE LA
O R D E N MILITAR DE SANTIAGO
Vocales. Suplentes.
l i m o . Sr. D. Felipe Tavira. Sr. Conde de Cedillo.
l i m o . Sr. D. Joaquín Miquel. E x c m o . Sr. Conde de las Almenas.
E x c m o . Sr. D . Alfonso Chico de Guz- E x c m o . Sr. Duque del Infantado.
mán. E x c m o . Sr. Marqués de Tavara.
E x c m o . Sr. Duque de Sotomayor. Sr. D. Isidoro Urzáiz.
E x c m o . Sr. Marqués de Figueroa. | Sr. Marqués de Prads Alegre.
limo. Sr. D. Miguel García Camba. Sr. D. Joaquín González Estéfani.
Sr. Barón de Torre-Carde la. Sr. D. Tomás Sáenz de Heredia.
E x c m o . é l i m o . Sr. General Alvarez E x c m o . Sr. Duque de Castro Enri-
de Araujo. quez.
E x c m o . Sr. Duque de Baéna. E x c m o . Sr. Conde de Villa Padierna.
Excmo. Sr. General Loigorri. Excmo. Sr. D . Fernando Fernández
Sr. D . Carlos Andrade. de Rodas.
Excmo. Sr. Conde de Cerrajería. Sr. D. Santiago Morales de los Ríos.
(1) Como se ve, la idea de emplear perros en la guerra nació hace siglos.
— 85 —
La capilla de Santa María de los Mártires, fundada en memoria
de la ermita del mismo nombre, y para guardar, trasladados á ella,
los preciosos restos de los que murieron, verdaderos mártires de la
fe, gozaba de grandísima veneración en toda aquella tierra. El Papa
León X concedió á los que dijeren ú oyeren misa en ella en las fes-
tividades de la Virgen ó San Bernardo, las mismas indulgencias
que si visitaran el santo sepulcro de Nuestra Señora Trans-Torren-
tes Cedrón; hoy existen sus restos adosados á la torre del homena-
je, a l a izquierda de la salida de la iglesia; á la izquierda de la ca-
pilla hay una cripta ó subterráneo de mucha capacidad, donde aún
existen cráneos y osamentas; delante de la capilla estaba el cemen-
terio con sus claustros; el Papa Alejandro VI concedió á los que en
él fueran enterrados plenaria remisión de sus pecados confesados
y olvidados. León X concedió las mismas indulgencias que había
concedido á los que se enterraban en el campo de Haceldama, que
es el que fué comprado con los 30 dineros en que Jesús fué v e n -
dido, y en el campo santo de Roma, de los cuales habían traído
tierra Frey D. Diego de Cabrera y Bobadilla, Caballero y Comenda-
dor de Villarrubia, hijo de los marqueses de Moya, que se espar-
ció en este cementerio; en él se enterraban los que morían de la
Orden.
También hacía ilustre este sacro convento la multitud de reli-
quias que en él había; entre éstas las había de San Esteban, primer
mártir, y de los Apóstoles San Pedro, San Pablo, San Marcos, San
Bartolomé y San Felipe.
'El estado actual de Calatrava la Nueva es el siguiente (1): Del
convento nada existe; del castillo, aunque mutilada, se conserva
la torre del homenaje; el templo tiene desplomadas sus bóvedas,
pero los muros están en pie y puede visitarse sin peligro y admi-
rar aún su construcción. Forman la iglesia tres hermosas naves
de gran capacidad; su estilo gótico-bizantino, de mucha pureza; el
coro estaba en el centro, como en nuestras catedrales; su sillería
era encomiada; hoy no existen más que sus cimientos: el ábside
de la capilla mayor es notable, así como los restos del afiligranado
rosetón que está sobre la bella portada del templo; respecto á las
(l) Este Maestre figura en las crónicas de la Orden con los nombres de
Gonzalo Yáñez, y de Gonzaliáñez, pero él firmaba en sus compromisos y cartas
Gonzalo Joanes.
— 98 -
Comendador mayor de que hay noticia es D. Ruy López, que
figura en el último tercio del siglo Xn, allá por el año 1170.
La segunda dignidad es la de Comendador Mayor de Aragón.
El Rey D. Alfonso de Aragón, en remuneración de los servicios
que le había prestado la Orden, la hizo en 1179 donación remune-
ratoria de la villa de Alcañiz con sus términos, dando consenti-
miento á ello los grandes de su reino; pero aun así, los vecinos de
la villa no se consideraron subditos ele la Orden, y fué preciso que
á los cuatro años hiciera el Rey otra vez donación al Maestre de
la Orden, D. Martín Ruiz, con obligación de guardar paces y tre-
guas con los moros cuando el Rey de Aragón las hiciese; después
el Maestre, D. Martín Martínez, que fué el quinto de la Orden, dio
la dicha villa á D. Garci López de Monenta por sus días, con con-
dición y cargo de defenderla de moros, y para su defensa tuviesen
en ella de ordinario doce Freyles, seis de ellos con caballos y
armas, los cuales fuesen sujetos al Maestre; de aquí provino el
título de Comendador Mayor de Alcañiz, que llegó en ocasiones,
como por ejemplo, cuando hubo guerras entre Castilla y Aragón,
á ser el de Maestre de Alcañiz, por no considerarse los habitantes
sujetos al Maestre que estaba en Castilla.
En el capítulo general que se celebró en Madrid el año 1600 y
se definió en Valladolid eJ año 1602, se declaró ser la segunda
dignidad de la Orden la de Comendador Mayor de Aragón, que
vulgarmente se llama de Alcañiz.
Antes de 1218 figura Frey Berenguel de Moneada, Comendador
mayor de Alcañiz.
La tercera dignidad es la de Clavero, que tenía las llaves del
sacro convento, cuando en él residían el Maestre y sus Caballe-
ros; en ausencia del Comendador Mayor Je sustituía en las cosas
que á éste corresponde; tenía sello, con la cruz, dos llaves y una
traba, y la renta era el usufructo de Aldea del Rey y Miguel-
turra.
El primer Clavero de que hay noticia es D. Frey Gonzalo Gómez,
en tiempos del Maestre D. Ruy Díaz, á principios del siglo XIII,
pues estuvo en la batalla de las Navas de Tolosa.
La cuarta dignidad es la de Prior del sacro convento, que la
ejercía un Freyle clérigo, al que correspondía el gobierno de la
iglesia.
Alejandro VI, en 1561, concedió á los Priores del sacro con-
vento de Calatrava el dar la bendición solemne al pueblo, dar
— 99 —
órdenes menores á las personas de la Orden,' bendecir ornamentos
sacerdotales y reconciliar iglesias. -
La quinta dignidad es la de Sacristán mayor del sacro convento;
estaban á su cuidado las reliquias, oro, plata, ornamentos y demás
cosas dedicadas al culto divino, y la'desempeñaba un Freyle clé-
rigo; este oficio es el que en las catedrales se llama Tesorero. .
El primer Sacristán de que hay memoria es D. Frey Juan Fer-
nández, en tiempo del Maestre D. Pedro Yáñez, electo en 1254.
La sexta dignidad es la de Obrero; tiene á su cargo las obras v
reparos del convento; su renta es lá procedente de la villa de Ar-
gamasilla; el primer Obrero de que hay conocimiento es Frey don
Andrés Gil de Villalobos, en tiempos del Maestre D. Garci López
de Padilla, electo en 1296.
También hubo el cargo de Alguacil mayor de lá Orden; el'pri-
mero de que hay noticia es D. Frey Ñuño, en tiempo del quinto
Maestre D. Martin Martínez, electo en 1198.
El primer Alférez de la Orden de que hay memoria es F r e y Pero
Gómez de Acevedo, Comendador de las casas de Toledo; murió en
la batalla de las Navas de Tolosa.
En tiempo de los dos primeros Maestres no se halla memoria de
que hubiese Comendadores ni Encomiendas en esta Orden, salvo
el de Comendador de Calatrava, que luego se llamó Comendador
Mayor; pero en tiempo del tercer Maestre, D. Martín Pérez de
Siones, es decir, en 1180, ya hay memoria de los Comendadores
de Caracuel, Benavente, Guadalharza, Nambroca, Casas de Toledo,
Zurita, Ciruelos, Aceca y Ocaña; esta última se dio en 1182 a l a de
Santiago por cierto juro, de lo cual resulta no ser cierto lo que al-
gunos han escrito de que en Calatrava no hubo Encomiendas hasta
el tiempo del Maestre D. Juan González, electo en 1267; por consi-
guiente, ochenta y cinco años antes consta había las Encomiendas
citadas.
ENCOMIENDAS.—Las que tenía esta Orden eran las siguientes:
Abanilla.—Alcolea.—Almagro.—Almodóvar.—Almoradiel.—Au-
ñón.— Ballaga.—Ballesteros.—Bélmez.—Bexis.—Bolaños.— Ca-
ñaveral.—Cardón.—Casas de Toledo.—Casas de Córdoba.—Casas
de Sevilla.—Casas de Plasencia.—Casas de Talavera.— Castella-
nos.—Corral de Caracuel.—Daimiel.—Fresneda.—Fuente del Mo-
ral.—Fuente del Emperador.—Herrera.—Huerta.—Guadalerza.—
Lopera.—Malagón.—Manzanares.—Mestanza.—Molinos.— Mon.
rroyo y Peñarroya.—Montanchelos.—Moral.—Múratalaz.—Obre-
— 100 -
sia.—Peña de Martos.—Piedra Buena.—Pozuelo.—Puertollano.—
Teso ro.—Torres. — Torro va.—Valdepeñas. —Vé te ra.—Víboras. —
Villafranca.—Villarrubia de los Ojos.—Viso y Santa Cruz de Mú-
dela.—Ximena.—Zorita.
Así como estas Encomiendas servían para recompensar servicios
prestados por los Caballeros, así los Prioratos formados fueron
creados para recompensar á los Freyles clérigos de las Ordenes
celosos en el cumplimiento de su ministerio. Eran beneficios ecle-
siásticos consistentes en bienes raíces, diezmos ú otros derechos,
que en usufructo concedía el Maestre á el Freyle clérigo que con -
sideraba digno de recompensa; generalmente recaía la elección en
antiguos párrocos, y aun venía á ser á veces honrosa jubilación
acordada á imposibilitados para el servicio activo de la Orden.
ORDEN JERÁRQUICO.—Después de las Dignidades siguen los
Comendadores por el orden de antigüedad en la colación de sus
Encomiendas; luego los Caballeros profesos; á éstos, los novicios, y
finalmente los Freyles clérigos, aunque sean capellanes del Maes-
tre, hoy, de honor de S. M. el Rey; todos éstos por el orden de
antigüedad en la toma de hábito.
INCORPORACIÓN DEL MAESTRAZGO Á LA CORONA DE CAS-
TILLA.—En 12 de Febrero de 1485, reunido el Capítulo de Cala-
trava, acordó, á invitación de los Reyes Católicos, que á la muerte
del Maestre dejarían la elección del nuevo á la decisión de Su San-
tidad, cosa que éste aprobó; murió dicho Maestre, llamado D. Garci
López de Padilla, el año 1489, y olvidándose los Caballeros de lo
pactado se reunieron en capítulo en el convento de Calatrava bajo
la presidencia del Comendador Mayor D. Diego García del Castillo;
pero los Reyes no habían olvidado el compromiso y mandaron un
delegado que se lo recordase, mostrándoles la bula, que los Caba-
lleros acataron, resultando electo por Su Santidad el Rey D. F e r -
nando, como Administrador, por los días de su vida.
CALATRAVOS ILUSTRES.—Los Caballeros de Calatrava que
sucedieron á los de la guerra de Reconquista, no desmerecieron
ele sus predecesores en las diferentes guerras que luego han sobre-
venido en el reino, ni en la gobernación de él; sus servicios ocu-
pan un lugar en la Historia de nuestra patria, y los nombres de
los más esclarecidos deben figurar en este libro, razón por la que
los ponemos á continuación, así como los de extirpe regia y de
santa vida.
CALATRAVOS DE EXTIRPE REGIA.—D. Alonso de Aragón y de Na-
— 101 —
varra,_ hijo del Infante D. Juan, Duque de Peñafiel, que después fué
Rey de Aragón, padre del Rey Fernando el Católico, cuyo hermano
bastardo fué este D. Alonso; elegido Maestre de Calatrava en 1443,
gobernó la Orden dos años y medio, porque se casó, declarando
que aunque había profesado verbalmente, nunca tuvo semejante
voluntad.
S. M. D. Francisco de Asís Borbón y Borbón, Rey consorte de
S. M. la Reina doña Isabel II; vistió el hábito en 1855.
S. A. R. D. Antonio María Felipe Luis de Orleans, Duque de
Montpensier, Infante de España; vistió el hábito en 1855.
SANTOS CALATRAVOS.^-EI 18 de Febrero, la Orden Cisterciense
conmemora los muchos Caballeros y religiosos martirizados en
Calatrava la Vieja el año 1195.
E 1 1 5 de Marzo celebra la Iglesia la fiesta de San Raimundo,
Abad de Fitero, fundador de la Orden de Calatrava en 1159.
El 8 de Agosto se conmemora en el santoral español la fiesta
del venerable Fray Diego Velázquez, que fué el que decidió á San
Raimundo á aceptar la defensa y guarda del campo de Calatrava.
El 2 de Noviembre conmemora el referido santoral al venerable
Bernardo Catalán, de la Orden de Calatrava, y el 26 del mismo
mes la conmemoración de muchos mártires Calatravos.
Sin día fijo, por ignorarse la fecha de su nacimiento ó muerte,
conmemora el santoral al venerable D. Miguel de Manara, Vicen-
telo de Leca, Caballero de la Orden de Calatrava, notable por su
rara humildad, activa compasión con los pobres y ardiente celo
por la salvación de las almas.
CALATRAVOS QUE OCUPAN UN LUGAS DISTINGUIDO EN LA HISTORIA
DÉ ESPAÑA.—D. Pedro de Guzmán, prime.r Conde de Olivares:
peleó contra los Comuneros.
D. Juan Manrique de Lara, Clavero de Calatrava; ganó la batalla
de Marchano contra Pedro Stroci y los franceses que habían ocu-
pado á Sena. •-
D. Fadrique ele Toledo, hijo primogénito del Duque de Alba;
sirvió de General de la infantería española en Flandes; sitió á
Arlen, que tomó después de grandes trabajos y muchos asaltos.
D. Enrique de Guzmán, Conde de Olivares, nieto de D. Juan de
Guzmán, Duque de Medinasidonia; se halló en San Quintín, fué
embajador en Roma y Gobernador de Sicilia y Ñapóles.
D. Enrique Enríquez, señor de Villalba; peleó en San Quintín j
se le atribuye la victoria en la batalla de Granelingas.
— 102 —
D. Luis Fajardo, hijo del Marqués de los Vélez; ganó el puerto
de Mamora, lo fortificó y defendió de los moros de Berbería.
D. Alonso de Bazán, hermano del Marqués de Santa Cruz; le
acompañó en todas sus empresas.
D. Bernardino de Avellaneda; sirvió en las galeras de Ñapóles
con D. Sancho de Ley va, su tío.
D. José de Palafox y Melci, defensor de Zaragoza en la guerra de
la Independencia, Duque de Zaragoza y Capitán general de ejército.
MONASTERIOS DE RELIGIOSAS DE LA ORDEN DE CALA-
TRAVA.—CONVENTO DE SAN FELICES EN BURGOS.—Los primeros
fundadores y dotadores del convento de San Felices fueron don
Gonzalo Yáñez de Novoa, Maestre de Calatrava, y D. García Gu-
tiérrez y su mujer doña María Suárez, según consta de la escritura
de fundación hecha en 1219, y no D. Fernán Ruiz de Castro ni su
hermana doña Leonor, como se ha creído por algunos, fundados
sin duda en la mucha hacienda que al convento dejaron, entre ella
las villas de Cigales y Mucientes, cerca de Valladolid, y grandes
bienes en las de Cuéllar é Iscar.
Entre las cosas que capitularon entre sí los fundadores, fué una
de ellas que el Maestre pusiese Abadesa, la cual no pudiese recibir
monja alguna sin conocimiento del Maestre, ni éste sin el de la
Abadesa.
Otra fué que el hábito fuera un escapulario como el de los Frey-
les de Calatrava; al año siguiente ya había monjas en el convento,
y D. García estaba sepultado en él.
El convento estaba situado en el lugar de Dos Barrios, cerca de
la villa de Amaya, en el obispado de Burgos, y por fundación fué
sujeto al Abad de Morimundo, como lo estaba la Orden de Calatra-
va; allí estuvo el convento por espacio de 350 años, hasta que en
el de 1568 el Rey lo mandó trasladar á Burgos, por haber venido
á menos la población de Dos Barrios; la ejecución se llevó á cabo
por el reverendísimo D. F r e y Luis Alvarez de Solís, Prior Admi-
nistrador del sacro convento de Calatrava, en unión del Licenciado
Frey D. Francisco de Rades y Andrade, Capellán de S. M., de la
Orden de Calatrava, siendo Abadesa doña Beatriz Manrique de Va-
lencia, Priora doña Bernardina de Guzmán y Subpriora doña Juana
de Velasco; no hacían pruebas, y el capítulo de la Orden, celebrado
en Madrid en 1652, les autorizó á llevar la cruz de Calatrava, orde-
nando que de allí en adelante hicieran pruebas de limpieza de san-
gre (Capítulo XII del Título VI de las definiciones).
— 108 —
En la actualidad la comunidad la forman las señoras siguientes:
Capitulares.
Religiosas de Obediencia.
'ERPETUO DE LA ORDEN
MAESTRE, COMO ADMIÉ
N O M B R E S. M. L A R E I N A REGENTE
S. M. E L REY DON A L F O N S O XIII Y l
iOrden.
Dignidi
tomó el hábito el 9 de Enero de 1855 y en el mismo día la colación de
S. M. el Rey D. Francisco de Asís de Borbón y Borbón, Comendadoi
la Encomienda mayor. , Conde de Cheste, Grande de España, Comendador Mayor de Aragón:
Excmo. Sr. Capitán general de Ejército D. Juan Manuel González del lación de Clavero el 18 de Febrero de 1878 y la de la Encomienda el 1.'
tomó el hábito el 12 de Marzo de 1845, profesó el 9 de Mayo de 1846.1
de Abril de 1890. ués de Villafranca, Grande de España, Jeíe Superior de Palacio, Clavero
Excmo. Sr. D. José Alvarez de Toledo y Silva, Duque de Medinasido y tomó colación de Clavero el 1." de Abril de 1890.
de la Orden; tomó el hábito el 17 de Abril de 1851, profesó el 1." de Man ués de Asprillas, Conde de Luna, Grande de España, Obrero de la Orden;
Excmo. Sr. D. Luis Roca de Togores y Roca de Togores, Duque de B¡ ion de Obrero el 1." de Abril de 1890.
tomó el hábito el 1.° de Junio de 1877, profesó en 28 de Marzo de 1888 y I
)S.
Ci
i
DATA
DATA NOVICIOS de la profesión.
de. . la
. toma „de, ,habito.
.,., ' PROFESOS
—
DATA DATA
PROFESOS NOVICIOS
de la toma de hábito. de la profesión.
DATA DATA
PROFESOS NOVICIOS
de la toma de hábito. de la profesión.
DATA DATA
PROFESOS NOVICIOS
de la toma de hábito. de la profesión.
- 118 -
PERPETUO DE LA ORDEN
MAESTRE, COMO ADMlSl
N O M B R E S. M. L A R E I N A REGENTE
S. M. E L REY DON A L F O N S O XIII Y l
a Orden.
Dignida
or; tomó el hábito el 28 de Julio de 1860, profesó el 26 de Junio de 1860
Excmo. Sr. D. José María Lezo y Vasco, Margues de Ovieco, Gomendí
y recibió la colación de la Encomienda en 16 de Noviembre de 1880. la, de Montemar; Marqués del Águila; Conde de Altamira, de Trastamara;
Excmo. Sr. D. Francisco de Asís Osorio y Borbón, Duque de Sessa, de eso el 3 de Enero de 1880 y recibió la colación de Clavero el 15 de Marzo
Grande de España; Clavero de la Orden; tomó el hábito el 16 de Abril de 11
de 1880.
OS.
Cí
DATA
DATA NOVICIOS
PROFESOS de la profesión.
de la toma de hábito.
DATA DATA
PROFESOS NOVICIOS
de la toma de hábito. de la profesión.
DATA DATA
PROFESOS NOVICIOS
de la toma de hábito. de la profesión.
-138 —
La lista de los Caballeros de esta Orden está dispuesta en igual
forma que las de los Santiaguistas y Calatravos, á fin de que se
vea desde luego el puesto que cada cual ocupa entre profesos ó
novicios, y el que éstos ocuparán entre los primeros al profesar,
que tiene que arreglarse por la antigüedad de la toma de hábito.
T
(1) E n España fueron juzgados los Templarios con toda madurez en los
Concilios de Salamanca y Tarragona y les declararon libres é inocentes de ION
delitos que les imputaban.
— 141 -
En 1798 Napoleón se apoderó de Malta, obteniendo la abdicación
de su último Maestre, con lo que puso fin á la existencia política
de la ínclita Orden de San Juan, pues aunque el Emperador de Ru-
sia Pablo I fué elegido Gran Maestre por haberse declarado su pro-
tector, la circunstancia de no ser católico romano inutilizó sus de-
seos; la cabeza de la Orden fué trasladada á Catania en 1801, y á
Ferrara en 1826; finalmente, en 1834, á Roma, pero la verdad es
que la Orden ya no existe sino de nombre.
D. Jaime II de Aragón no se avenía á quedarse sin Orden de ca-
ballería que velase por la seguridad de su territorio de los ataques
de los sarracenos, especialmente en las costas; por lo tanto creyó
útil se fundase en el reino de Valencia una Orden militar que reem-
plazase á los Templarios, y después de haber diputado cerca de Su
Santidad varios embajadores nombró por tercera embajada á don
Vidal de Vilanova, otorgándole en Barcelona el 15 de Febrero
de 1316 amplios poderes al efecto.
Había fallecido el Papa Clemente V, de quien nada había logra-
do, y ocupaba el solio pontificio Su Santidad Juan XXII, que dio
oídos á la petición de D Jaime, disponiendo que, para contener á
los sarracenos, que continuamente invadían las costas de Valen-
cia, se edificase un nuevo convento en el castillo de Montosa (1),
en el cual habían de residir Freyles de Calatrava, incorporando al
dicho convento los bienes que los Templarios y Sanjuanistas p o -
seían en el reino de Valencia, con la iglesia parroquial del castillo
de Montesa, exceptuando tan sólo la casa que, con su iglesia, cen-
sos y renta, tenía la Orden de San Juan en la ciudad de Valencia;
que el Maestre y Freiles del nuevo monasterio de Montesa gozase
de iguales privilegios que tenía por la Santa Sede la Orden de Ca-
latrava en Castilla, con obligación de cumplir lo que era de obli-
gación á Templarios y Sanjuanistas, prestando al Rey de Aragón
los servicios que estas Ordenes le hacían; que el Maestre de Cala-
trava ó un delegado suyo pudiera visitar la nueva Orden, hacer
sus definiciones y corregir lo que fuera de corregir, pero acompa-
ñado y con acuerdo y conocimiento del Abad del convento de
Santas Cruces de la Orden del Císter, y si éste no pudiera asistir,
MAESTRE, COMO A f f l i l ÛK
a PERPETUO DE LA ORDEN
S. M. E L REY DON ALFONSO XIII Y E t t U N O M B R E S. M. L A R E I N A REGENTE
Dignidade e la Orden.
El Serenísimo Sr. Infante de España D. Antonio María de Orleans y Boi
ón, Lugarteniente general de lo Orden; tomó el hábito y recibió la colación
en 26 de Mayo de 1884.
Excmo. Sr. D. Vicente Salvador y Monserrat, Marqués de Gruilles, Baro] e Planes y de Patraix, Clavero Mayor; tomó el hábito el 12 de Junio de 1844,
profesó el 20 de Febrero de 1846.
Sr. D. Fernando García de Veas y Veas, Tesorero y Albacea general de rden; tomó el hábito el 12 de Noviembre de 1841, profesó el 11 de Mayo
de 1848.
~ Cableros.
DATA
PROFESOS DATA
de la toma de hábito. NOVICIOS
de la profesión.
1 de Agosto de 1843. . . . »
Sr. D. Eligió Salazar y Echevarría.
12 de Enero de 1850. . . . »
Sr, I). Miguel Antonio Pedroso y Pedroso.
23 de Abril de 1855. . . . Sr. D. Antonio Salvador y Monserrat. 31 de Marzo de 1862,
8 de Enero de 1860 »
Excmo. Señor General D. José Sanchiz y Castillo,
Marqués de Casasaltillo.
8 de Enero de 1860 »
Excmo. Señor General D. Ramón Sanchiz y Castillo.
8 de Enero de 1860 »
Excmo. Señor General D. Joaquín Sanchiz y Castillo.
1862. . . . »
Sr. ü. Mariano Joaquín Borras y Pascual, Conde de
Creixell, Barón de Pobadilla.
10 de Octubre de 1862. . . Sr. D. Manuel Martinez Banos.
17 de Noviembre de 1863.
30 de Diciembre de 1862.. Sr. D. Joaquín Rodríguez de Valcárcel y Castillo,
Conde de Pestagua.
30 de Eenero de 1884. . . »
Excmo. Sr. D. José Aguilera y Santiago Perales,
Marqués de Benalúa.
25 de Marzo de 1888.. . . Sr. D. Francisco Gonzalez de Rasilla y Oollantes di 11 de Septiembre de 1889.
Teran.
14 de Mayo de 1888. . . . »
Sr. D. Arturo Casaldíc y Oluja (antes) Balles y Mas,
Barón de Puebla Tornesa.
— 156 —
Aunque el corto número de Caballeros de esta Orden no exigía
disposición especial en la lista que los comprende, se ha seguido
igual método que en las de las otras Ordenes para que resulte uni-
formidad.
COMÚN A LAS CUATRO ÓRDENES
de dar hábitos y órdenes; también en esta parte está la manera de armar Ca-
ballero, en que figuran las oraciones que en las Ordenes se emplean para el
caso.
— 165 —
ningún Caballero, y así se ha verificado, hasta que en el reinado
de ü . Alfonso XII se ha observado la práctica de que, en el acto
de los matrimonios que celebró y de las presentaciones y bautizos
de sus augustos hijos, asistiera una comisión de dos Caballeros por
cada Orden, sin invitar al Tribunal (1).
De desear es que de una vez se regularice esta asistencia, t e -
niendo en cuenta, no sólo el esplendor de las Ordenes y lo ilustre
de sus Caballeros, sino también que el soberano es Jefe supremo
de ellas en lo temporal y espiritual, y deben tener puesto en su
casa siempre que en ella se celebren actos de corte.
CAPELLANES DE HONOR DE S . M. —LOS Freyles clérigos ejercían
el cargo de Capellanes del Maestre, y para conservar esta pree-
minencia, cuando los Maestrazgos pasaron á incorporarse en ad-
ministración á la corona de España, se estableció en la Real Ca-
pilla lo que vulgarmente se conoce con el nombre de banco de
Ordenes, que es el asiento entre los Capellanes de honor de S. M . ,
y con este mismo título, de cuatro Freyles clérigos, uno de cada
una de las cuatro Ordenes militares, que asisten con su traje
propio de coro á las funciones religiosas que se celebran en dicha
Real Capilla; son el cura de almas de los Caballeros residen-
tes en donde está la corte, y á los que se les encomienda dar el
hábito, profesión y colación á los Caballeros de sus respectivas
Ordenes, supliéndose en caso de necesidad entre ellos; tenían
señalado por S . M . una pensión anual de 30 000 maravedís, que
en 1652 se elevó á 60.000; hoy día no tienen asignación alguna
por Palacio los Caballeros clérigos que desempeñan estos cargos,
por lo que se v e n obligados á residir en los puntos donde tienen
su canongía, que son en las catedrales de Granada, Córdoba y
Ciudad Real.
EDAD PARA TOMAR E L HÁBITO, PROFESAR Y EJERCER CIERTOS CAR-
GOS.—En la Orden de Santiago, por establecimiento, se puede
tomar el hábito cumplidos los siete años; en las de Calatrava, Al-
cántara y Montesa, por sus difiniciones, á los diez años, y en
todas la profesión n o puede hacerse sino cumplidos los dieciseis
años, con arreglo á establecimientos y difiniciones, hechas en
conformidad á lo dispuesto por el santo Concilio de Trento; como
(i) Y a hemos dicho que los novicios no pueden ejercer cargo alguno en l a s
Ordenes.
— 170 —
Madrid las siguientes disposiciones: Considerando el Tribunal
que la ancianía en la Orden de Santiago ó antigüedad de toma de
hábito es título de preferencia en el asiento, según lo prescriben
los establecimientos y regla de la misma en los Capítulos X, Tí-
tulo X, páginas 98 y 99 vuelta, y lo expresamente mandado en el
Capítulo VI, Título VIII, página 88, que dice así: «El Comendador
Mayor de la provincia, y en su ausencia el Trece más antiguo, y
á falta de ellos el Caballero más antiguo, tenga cuidado de hacer
juntar á todos los Caballeros que hubiese, así para las fiestas ordi-
narias como para las comuniones y otras juntas.»
Considerando que las difiniciones de la Orden de Calatrava en
1
el Capítulo I, Título XIII, página 204, dispone «que todos los Co-
mendadores y Caballeros vivan y estén en su ancianía y ninguno
tome grado ni ancianía á otro, ni en la iglesia ni en el Capítulo,
ni en la mesa. Y asimismo, ninguno la deje á otro, aunque el
otro sea más antiguo en edad, y el que la tomase y el que la dejase
sea penado.»
Considerando que las difiniciones de la Orden de Alcántara pre-
vienen igualmente en los Capítulos XIII, folio 70; Capítulo XVI,
folio 76; Capítulo II, folio 6 1 ; Capítulo IV, Título I, folio 70; Capí-
tulo V, Título XVIII, folio 235, que se ha de guardar la ancianía
en la Orden para los asientos y provisión de las encomiendas.
Las difiniciones de la Orden de Montesa, en el Capítulo XLIX,
folio 121, previenen igualmente que la ancianía en la Orden es
título preferente para la provisión de encomiendas.
En vista de estas disposiciones, y sabedor el Tribunal por otra
parte que en algunos ayuntamientos ó juntas de Caballeros no se
guarda lo prescripto tan clara y terminantemente en los estableci-
mientos y difiniciones de nuestras Ordenes, ha acordado que se
expida orden dirigida al Comendador ó Caballero más antiguo de
cada una de las cuatro, para que, reuniendo á los Caballeros que
las componen, les den conocimiento de esta circular, á fin de que
se arreglen estrictamente á ella y presten cabal cumplimiento á
las disposiciones de nuestras leyes, que el Tribunal debe guardar
y hacer guardar y cumplir.
Uso DEL BIRRETE EN LOS ACTOS CAPITULARES,—El Duque de Za-
ragoza, Comendador do Montanchuelos en la Orden de Calatrava,
en 5 de Febrero de 1843, se dirige al Decano del Tribunal de las
Ordenes militares, en nombre del Capítulo de su Orden, solicitando
la aprobación de un cubre cabezas de terciopelo negro, con la cruz
— 171 —
roja en la copa, y una pluma blanca al costado, á fin- de que haya
la debida uniformidad en los actos religiosos y capitulares, y el
primer Decano accedió á la petición; posteriormente, y fundada en
lo mismo, la Comisión permanente de la Orden de Santiago, con
fecha 24 de Abril de 1845, solicitó del Tribunal especial de las Or-
denes militares la aprobación de u n birrete blanco, de la forma de
los de doctor, con la borla roja y la cruz de Santiago al frente, que
es el que se ve en los retratos de los Maestres de Santiago don
Alvaro de Luna y D. Alonso de Cárdenas, así como en el de San
Francisco de Borja, Duque de Gandía, Caballero y Trece de la
Orden de Santiago. El Tribunal pasó el escrito á informe del Caba-
llero Procurador general, y éste lo evacuó en 9 de Junio, no sólo
muy conforme con la idea, sino pidiendo se hiciera extensivo á
todas las Ordenes, con las variantes de color y cruz; en su conse-
cuencia, el Tribunal, en 18 del mismo mes, se dirigió á S. M. por
conducto del Ministerio de Gracia y Justicia, solicitando la apro-
bación del uso del birrete de referencia, dando por resultado esta
gestión en 9 de Enero de 1846 la Real orden siguiente: «Ilustrísi-
mo señor: A solicitud de la Orden militar de Santiago, y confor-
mándose S. M. con lo consultado por el Tribunal especial de las
Ordenes, se ha dignado mandar, que á fin de evitar la divergencia
en el modo de cubrirse la cabeza los Caballeros de las mismas
cuando se reúnen en comunidad para la celebración de los actos
que prescriben sus respectivas difiniciones, usen de un birrete
igual al que se ha presentado como modelo, con sólo la diferencia
de la cruz, que deberá ser la correspondiente á cada Orden.» Esta
Real orden se comunicó á los Capítulos el 17 del mismo mes
y año.
La Orden de Calatrava siguió usando el cubre cabezas aprobado
por el Decano; pero ante una Real orden quedaba nula la conce-
sión, por lo que el Tribunal ¡es exigía el cumplimiento de la Real
disposición; este asunto terminó con la comunicación del Marqués
de Sotomayor al Secretario del Tribunal especial de las Ordenes
militares en 10 de Marzo de 1847, que dice así: «He comunicado á
todos los Caballeros, mis compañeros de hábito, el oficio que de
orden del Tribunal especial de las Ordenes militares me trasladó
V. S. con fecha de 27 de Febrero próximo pasado, insertando la
Real resolución de S. M. accediendo á la instancia elevada por mí
á nombre de la Orden, como su Decano, en solicitud de que se
concediese autorización á los individuos de la misma, para llevar
— 172 -
el birrete de terciopelo negro con la cruz roja que anteriormente
usaron; lo que se servirá V. S. hacer presente á S. A.»
Los demás Capítulos usaron el birrete propuesto por la Orden
de Santiago y aprobado por S. M. para todas las Ordenes, hasta
que disminuidas las de Alcántara y Montesa en su personal, se han
unido á la de Galatrava para lá celebración de sus funciones reli-
giosas, y para conservar en ellas la debida uniformidad h a n adop-
tado el birrete de los Calatravos.
UNIFORME DE LOS CABALLEROS DE LAS CUATRO ORDENES MILITARES.
—Por el Ministerio de la Guerra se comunicó al limo, señor De-
cano del Tribunal de las cuatro Ordenes militares la Real orden s i -
guiente:
«El señor Ministro de la Guerra dice hoy por circular á las
autoridades dependientes de este Ministerio lo que s i g u e : = L a Rei-
na (q. D. g.) se ha servido expedir el Real decreto siguiente:—
Accediendo á los deseos de los Caballeros de las ínclitas y b e n e -
méritas Ordenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, y
como una prueba de lo grato que me es el recuerdo de sus glorio-
sos hechos históricos, y de los especiales servicios que han p r e s -
tado al Trono y al país: he venido en concederles, de conformi-
dad con lo propuesto por Mi Ministro de la Guerra, el uso del uni-
forme siguiente: Casaca blanca con solapa del mismo color; a d h e -
rente á ésta la cruz, que será de paño, del color correspondiente,
y tendrá veintiséis centímetros de longitud, sujetándose para el
ancho á la hechura y tamaño de la solapa; el cuello, vueltas, forro,
vivos y barras del color que pertenece á la cruz de cada Orden; en
los hombros la cifra del Gran Maestre, espada de ceñir con cor-
dón de oro, pantalón azul Prusia con franja de oro, la cual tendrá
en su tejido la cruz de la Orden respectiva, y un ancho de cin-
cuenta y cinco milímetros; botón convexo con cerquillo alrededor,
fondo dorado y bruñido, y la cruz de su correspondiente Orden
dorado mate; los del cuerpo de veintitrés milímetros de diámetro
y siete milímetros de elevación, y de quince milímetros y seis mi-
límetros respectivamente los de las mangas y hombreras; som-
brero apuntado con galón de oro y sin pluma; espuela dorada.
Dado en Palacio á 9 de Julio de 1862.=:Está rubricado de la Real
m a n o . = E l Ministro de la Guerra, Leopoldo 0 ' D o n n e l l . = D e Real
orden, comunicada por el señor Ministro de la Guerra, lo traslado
á V. I. para su conocimiento y efectos correspondientes. Dios
guarde á V. I. muchos años. Madrid 1.° de Agosto de 1862.»
— 173 —
INCORPORACIÓN Á PERPETUIDAD DE LOS MAESTRAZGOS DE LAS ORDE-
NES MILITARES Á LA CORONA DE CASTILLA.—El Papa Adriano V I , por
bula dada en Roma á 4 de Mayo de 1523, agregó perpetuamente á
la Corona de Castilla los Maestrazgos de las Ordenes de Santiago,
Calatrava y Alcántara. Hay en esta bula párrafos que es importan-
te tener siempre presentes, y que dicen así:
«Unimos para siempre, adjudicamos é incorporamos los dichos
Maestrazgos á la dicha Corona Real, aunque esta Corona en algún
tiempo la venga á poseer alguna mujer; y se los damos con todas
sus preeminencias, jurisdicciones, facultades, rentas, derechos,
obvenciones y pertenencias (1); y de tal manera, que el derecho
de administrar los dichos Maestrazgos pase con la Corona al va-
r ó n ó hembra que la poseyera, y tenga facultad para hacer y
ejercitar todas las cosas que los dichos Maestres solían hacer y
ejercitar en sus tiempos, y proveer las encomiendas y tenencias
y demás beneficios de dichas milicias libremente, pero con con-
dición que el dicho Rey Carlos, electo Emperador, y los Reyes
de Castilla ó de León, sus sucesores, que por tiempo fuesen, deban
y tengan obligación á que bien y loablemente se hagan todas las
cosas tocantes á lo espiritual por personas religiosas de dichas
milicias, que han de ser nombradas por los dichos Reyes que por
tiempo fuesen, con facultad de poderlas quitar, según les parecie-
re. A las cuales personas así nombradas en esta conformidad da-
mos plena, libre y total facultad, por autoridad y tenor de las pre--
sentes para hacer, mandar, ordenar, ejercitar, ejecutar y disponer
(1) Los bienes de las Ordenes en 1815, época calamitosa para, el país, que
acababa de sufrir una guerra asoIadora de seis años, por-conservar su inde-
pendencia, rentaban más de veinte millones de reales; así que no puede su-
ponerse exajerada la cifra de treinta millones de ¡reales la renta que los bienes
de las Ordenes producían en la época de su desamortización, porque al aumen-
to de las rentas hay que añadir que en la cjtfra de más de los veinte millones
no entraban los bienes de los conventos,^hospitales y otros establecimientos
de las Ordenes, y estos bienes eran de consideración, pues sólo los de los con-
ventos, cabeza de las Ordenes, rentaban lo siguiente:
I
SUMA 1.896.202
— 174 -
todas y cada una de las cosas que los Maestres de dichas Ordenes,
que por tiempo fuesen de derecho, costumbre, ó en otra cualquier
forma podían hacer ejercitar, mandar, disponer y ejecutar.» (1)
Como se ve, no se podían otorgar mayores atribuciones á los
Reyes Administradores; el dictado de Grandes Maestres que en es-
tos últimos tiempos se les ha dado, tampoco se las da mayores, y
no tiene justificación ninguna, primero porque no hay concesión
apostólica para ello; segundo porque no han sido persona de nin-
guna de las Ordenes; tercero porque ninguna de ellas tuvo ni se
conoció Gran Maestre, sino simplemente Maestre; así que sólo se
puede explicar el caso por haber intervenido en la redacción per-
sonas poco versadas en las cosas de las Ordenes militares.
El Maestrazgo de la Orden de Montesa se incorporó á la corona
real de Aragón en virtud de bula dada por Sixto V en Roma á 15
de Marzo de 1587, y no pudiendo el Rey tomar posesión por sí del
Maestrazgo nombró en 20 de Junio de 1592, por comisarios su-
yos, á D. Juan Pacheco y á Frey D. Juan Quintanilla, Caballeros de
la Orden, á quienes dio amplios poderes, y la tomaron en su
nombre.
En virtud de la bula citada de Adriano VI, ejerce hoy la Admi-
nistración S. M. el Rey D. Alfonso XIII, y en su nombre la Reina
Regente doña Cristina.
(]) Esta cláusula dio origen al Consejo de las Ordenes, y de ella arranca
la jurisdicción que ejerce hace ya 368 años; este Consejo ó Tribunal, compues-
to de Caballeros profesos de las Ordenes, á los cuales hay autores que les nie-
gan la cualidad de religiosos, y hasta no falta alguno que pretende que S u S a n -
tidad al decir «que bien y loablemente se hagan todas las cosas tocantes á lo
espiritual por personas religiosas de dichas milicias» se refería á los Freyles
clérigos y de ninguna manera á los Caballeros cruzados. Nosotros replicamos,
si esto fué así, ¿cómo en una épfrca en que las Ordenes no podían pasar desaper-
cibidas, en que su dominio era grande, en que los pleitos eclesiásticos se suce-
dían sin cueuto, cómo S u S a n t i d a d A d r i a n o \ I y los Papas que le sucedieron,
y que tuvieron que fallar en muchos de ellos, no llegaron á notar que el Tribu-
nal lo componían legos, sin título alguno de religión, contra su expreso m a n -
dato? ¿Y los Nuncios tampoco se apercibieron de ello para ponerlo en conoci-
miento de S u Santidad? ¿Y cómo los Obispos diocesanos no protestaron contra
la ingerencia en asuntos eclesiásticos, de <?uien no tenía facultad ni títulos para
pleitear con ellos? ¿Y el Tribunal de la Rota que entendía como Tribunal s u p e -
rior de tercera instancia, cómo no cayó nunca en la cuenta de que el Tribunal
que le mandaba tales asuntos para su resolución definitiva carecía de las c o n -
diciones de tal? P u e s es simplemente porque la religiosidad de los Caballeros
de las Ordenes militares es de las cosas que ino pueden dudarse.
— 175 —
ESTADÍSTICA.—Como tenemos manifestado, desde 1500 ha prece-
dido á la toma de hábitos en las Ordenes militares la información
de un proceso de pruebas, que debía ser examinado y aprobado
por S. M.: se circunscribía este proceso á acreditar la legitimidad
del pretendiente, de sus padres, abuelos paternos y maternos y pa-
dres de éstos; limpieza y nobleza de sangre de los mismos, y no
haber ejercido oficios viles ó mecánicos.
Las faltas de legitimidad ó limpieza de sangre pueden ser dis-
pensadas por Su Santidad, y de ello hay repetidos ejemplos en
todas las Ordenes; en ese caso, la dispensa se inserta en la Real
cédula para vestir el hábito, y se lee íntegra en el acto del cru-
zamiento; la dispensa sirve no sólo al interesado, sino á su des-
cendencia directa y colateral, que no necesita de nueva dispensa;
respecto á la nobleza de sangre, no hay caso hasta el presente de
dispensa alguna, pues lo que ha habido, tratándose de Príncipes é
Infantes, ha sido la dispensa de pruebas á causa de la notoriedad
de las calidades del agraciado con la merced de hábito.
En la Orden de Santiago dan principio los procesos de pruebas
en el año 1501; hasta Mayo de 1891 van aprobados 1O4&08, sin con-
tar los que se quemaron en Burgos, correspondientes á los prime-
ros dieciocho años, de los cuales sólo se salvaron dos, como queda
hecha mención en la página 22.
En la de Calatrava dan principio el año 1507, y van aprobados
hasta la presente referida fecha 3.666.
En la de Alcántara da principio también en 1507, y en igual pe-
ríodo de tiempo van aprobadostr03O.
Los siglos en que se han cruzado más Caballeros han sido el
XVII y XVIII, principalmente el primero. Los siglos XVI y XIX se
diferencian poco entre sí, y mucho con los citados.
La Orden de Montesa se gobernó por el Consejo de Aragón
hasta 1707, y en 1739 vino á depender del Consejo de las Ordenes,
como tenemos expuesto en la página 151; por consiguiente, el pri-
mer proceso de pruebas data del año 1746, y desde este hasta el
día de hoy van aprobados 138.
Reasumiendo, tenemos en la Orden de Santiago 10.^08 Caballe-
ros cruzados, habiendo hecho pruebas:
En la Orden de Calatrava.. . 3.666 j
En la de Alcántara %930 | que suman 5.g34.
Y en la de Montesa 138 )
Haciendo la comparación entre esta suma y el número de S a n -
— 176 -
tiaguistas, resulta que éste viene á duplicar la suma anterior, t e -
niendo en cuenta que no figura el número de cruzados Santiaguis-
tas en dieciocho años, por haberse perdido sus procesos en el i n -
cendio de Burgos, como tenemos referido.
Gomo puede comprobarse por las listas que figuran en este libro,
en Abril de 1891 existen en Santiago dos dignidades, 60 profesos
y 92 novicios; total, 154 Caballeros; un Freyle, y en los monas-
terios de religiosas existen 33 profesas, seis novicias, 11 sergen-
tas y 10 educandas aspirantes al hábito; en total, 60 religiosas.
En Calatrava existen cuatro dignidades, 21 profesos y 78 novi-
cios, que suman 103 Caballeros; en sus monasterios de monjas
hay 16 capitulares y tros de obediencia; total, 19 religiosas.
En Alcántara se cuentan dos dignidades, 12 profesos y 31 novi-
cios; total, 45 Caballeros.
En Montesa hay tres dignidades, tres profesos y nueve novicios;
total, 15 Caballeros; reasumiendo por Ordenes religiosas, tenemos:
Canónigos reglares de San Agustín 155, y religiosas agustinas, 60;
religiosos de la Orden del Císter, 163, y religiosas, 19; total de re-
ligiosos militares, 318, y de religiosas, 79 (1.)
CABALLEROS DE US CUATRO
PRIMERAS DIGNIDADES
S. M. el Rey D. Francisco de Asís Borbón, Comendador Mayor
de Calatrava.
Excmo. Sr. D. José María Lezo y Vasco, Marqués de Ovieco, Co-
mendador Mayor de Alcántara.
— 180 —
SEGUNDAS DIGNIDADES
Excmo. Sr. 1). Francisco de Asís, Osorio y Borbón, Duque de
Sessa, Grande de España, Clavero en la Orden de Alcántara.
Excmo. S. D. Vicente Salvador y Monserrat, Marqués de Crui-
Ues, Clavero Mayor en la Orden de Montesa.
Excmo. Señor Capitán general de Ejército D. Juan d e l a P e z u e l a
y Cevallos, Conde de Cheste, Grande de España, Comendador Ma-
yor de Aragón en la Orden de Calatrava.
Comendador Mayor de Montalbán en la Orden de Santiago, v a -
cante.
TERGE R A S DIGNIDADES
Excmo. Sr. D. José Alvarez de Toledo y Silva, Duque de Medina
Sidonia, Grande de España, Clavero en la Orden de Calatrava.
Sr. D. Fernando García de Veas y Veas, Tesorero y Albacea g e -
neral de Montesa.
CUARTAS DIGNIDADES
Excmo. Sr. D. Luis Roca de Togores y Roca de Togores, Duque
de Béjar, Grande de España, Obrero en la Orden de Calatrava.
CABALLEROS
ORDEN
á STOÌUBIBES
que pertenecen.
ORDEN
á
que pertenecen,
Alcántara, Sr. D . J o s é G ó m e z de B a r r e d a .
ídem E x c m o . Sr. D . E a f a e l Carrillo, M a r q u é s d e S e n -
da blanca.
S a n t i a g o .. Sr. D . F e d e r i c o de V a r g a s .
ídem Sr. D . M a n u e l S á e u z .
Alcántara. Sr. D . N i c o l á s B o n e l g u z m á n , M a r q u é s de Mar-
gena.
Calatrava. Sr. D . F r a n c i s c o C o t o n e r , M a r q u é s de A r i a n y .
S a n t i a g o .. Sr. D . R a m ó n P a r e j a de O b r e g ó n .
Calatrava. E x c m o . Sr. D. M a n u e l F a l c ó , D u q u e de F e r n á n -
Núñez.
S a n t i a g o .. l i m o . Sr. D. M i g u e l G a r c í a Caraba.
Alcántara. Sr. D . M a n u e l F e r n á n d e z de P r a d a .
S a n t i a g o .. - E x c m o . Sr. D . J u a n P é r e z de B a r r a d a s , M a r -
q u é s de P e ñ a f l o r .
Alcántara. Sr. D. J u s é de V i l l a v i c e n c i o .
ídem — S r . D. J u a n de Al l a m a .
S a n t i a g o .. Sr. D. Francisco Fernández R o m e r o , Marqués
de Casa R . u n e r o .
Calatrava. Sr. D . G a s p a r de O s m a .
ídem E x c m o . Sr. D . I g n a c i o de A r t e a g a , C o n d e del
Pilar.
ídem E x c m o . Sr. D. J o s é M a r í a M a n s o de V e l a s c o ,
Conde de S u p e r u n d a .
Ídem —• E x c m o . Sr. D . J o s é R o c a de T o g o r e s .
S a n t i a g o .. S r . D . R a f a e l F e r n á n d e z de P a d i l l a .
ídem E x c m o . Sr. D . F r a n c i s c o T é l l e z G i r ó n , d u q u e
de U c e d a .
Calatrava. E x c m o . Señor General D. A g u s t í n Ruiz Alcalá.
S a n t i a g o .. S r . D . E d u a r d o de U l l o a , B^rón de T o r r e c a r d e l a .
ídem Sr. D. Marcial d - T o r r e s A d a l i d .
Montesa... E x c m o . S r . D . J o s é S a n c h i z , M a r q u é s de Casa
Saltillo.
ídem E x c m o . S e ñ o r Gpneral D . R a m ó n S a n c h i z .
ídem Ex„cmo. S e ñ o r T e n i e n t e G e n e r a l D . J o a q u í n
Sanchiz.
Calatrava . Sr. d. J u a n F r a n c i s c o C h a c ó n , M a r q u é s de
Isasi.
ídem Sr. D . J o s é de R o j a s , C o n d e de T o r r e l l a n o .
Alcántara. Sr. D . G r e g o r i o S a l a z a r .
S a n t i a g o .. Sr. D . P e d r o de G o i t i a .
ídem E x c m o . Sr. D . F r a n c i s c o P a l a c i o , C o n d e d e l a s A l -
menas.
Calatrava. Sr. D . J o s é de Z a l d í v a r .
ídem Sr. D . J o s é G a r c í a M e s a .
Alcántara. Sr. D . M a n u e l R o c a de T o g o r e s .
Calatrava. — S r . D . Alberto Manso de Velasco.
ídem —Sr. D. Fernando Sostea.
— 183 -
ORDEN
á SOMBRES
que pertenecen.
S a n t i a g o .. Sr. D . J u a n de l a T o r r e , C o n d e de T o r r e - P a n d o .
Idem Sr. D . E n r i q u e M u ñ o z .
Calatrava., Sr. D . F r a n c i s c o M u ñ o z .
Alcântara. Sr D . A n t o n i o M u ñ o z .
Idem Sr, D . J o s é de C á r d e n a s .
Santiago... Sr. D A n t o n i o U r z á i z .
Idem Sr. D Isidoro U r z á i z .
Idem Sr. D . I g n a c i o M u ñ o z de B a e n a , M a r q u é s de P r a d o
Alegre.
Aleântara. E x c m o , é l i m o . Sr. D . Carlos F o n s e c a
S a n t i a g o .. Sr. D . R a m i r o H a l c ó n .
Calatrava. Sr. D . Rafael Sostoa.
S a n t i a g o .. Sr. D . F r a n c i s c o M a t i e n z o .
Idem Sr. D . J o s é C h i n c h i l l a .
Idem Sr. D, J o a q u í n G o n z á l e z E s t é f a n i .
Idem — Sr. D . Manuel G o n z á l e z E s t é f a n i .
Idem Sr. D. F e d e r i c o G a r c í a de L o i g o r r i y Q u e r a l t .
Idem •— Sr. D. J u a n G a r c í a de L o i g o r r i y Q u e r a l t .
Calatrava. — Sr. U. A n t o n i o G ó m e z de B a r r e r a .
Alcântara. • Sr. D. Carlos C a l d e r ó n .
Calatrava. • Sr. D . J o s é F a j a r d o , M a r q u é s de C o n s t a n t i n a .
S a n t i a g o .. Sr. D . P e d r o B o u r m á n .
Alcântara. E x c m o . Sr. D . A n t o n i o V a r g a s , M a r q u é s de P a t e r n a del
Campo.
S a n t i a g o .. Sr. D . I g n a c i o S a n d o v a l , M a r q u é s d e S a n d o v a l .
Idem Sr. D . J u a n L o i g o r r i y de la T o r r e .
Calatrava. Sr. D. P e d r o P e z u e l a .
S a n t i a g o .. E x c m o . Sr. D. G r e g o r i o S á e n z de H e r e d i a .
Idem Sr. Ü. T o m á s S á e n z de H e r e d i a .
Idem Sr. D . V i c e n t e C a r v a j a l , M a r q u é s de Á g u i l a
Fuente.
Alcântara. E x c m o . Sr. D . L u i s Osorio de M o s c o s o , C o n d e
de Cabra.
Idem Sr. D . E n r i q u e G u t i é r r e z de S a l a m a n c a .
Santiago.. Sr. D . Adolfo T e r r a d o .
Idem Sr. D. F r a n c i s c o M a n r i q u e d e L a r a .
Calatrava. Sr. D . R a f a e l de T o r r e s C a s t i l l e j o .
Alcântara. Sr. D . J u a n A l o n s o de T o r r e s C a s t i l l e j o .
Calatrava. Sr. D . A l b e r t o A z a r a .
Alcântara. l i m o Sr. D . J o s é M o r a l e s P r i e t o .
Santiago.. — Sr. D . J u a n A u ñ ó n .
Alcântara. — Sr. D . J u a n P a r e j a .
Calatrava. E x c m o . Sr. D . A g u s t í n del C a s t i l l o .
S a n t i a g o .. Sr. D . Pedro Morales.
Idem E x c m o . Seflor G e n e r a l D . F e l i p e d e la Cortc.
Idem — Sr. D . M a n u e l Orâ y A r c o c h a .
Calatrava. E x c m o . Sr. D . F e l i p e M o r a l e s de S e t i é n .
Idem S r . D . R a f a ë l del C a m p o .
- 185 —
0BDEN
á SOMBRES
que pertenecen.
S a n t i a g o ... Sr. D . L o r e n z o de S a n d o v a l .
ídem E x c m o . Sr. D . J o s é M a r í a d e A r r ó s p i d e , D u q u e d e Castro
Enríquez.
Calatrava.. E x c m o . Sr. D . J u a n J o r d á n de U r r i é s , M a r q u é s
de A y e r b e .
ídem Sr. D . M a r i a n o de P e d r o C a s c a j a r e s .
S a n t i a g o ... Sr. D . J u a n M e n é n d e z .
Calatrava.. Sr. D . J u a n M u g u i r o .
S a n t i a g o ... Sr. D . F r a n c i s c o A r r ó s p i d e , M a r q u é s de B o i l .
ídem E x c m o . Sr. D . J o s é G a y o s o de l o s C o b o s , D u q u e
de T a m a m e s .
Calatrava.. E x c m o . Sr. D. José G u i l l a m a s , Marqués de San
Felices.
S a n t i a g o .., Sr. D. J o s é M a r í a de Oriol.
ídem , E x c m o . S r . D . F e l i p e P a d i e r n a , C o n d e de V i l l a p a d i e r n a .
ídem Sr. D. R a m ó n F e r n á n d e z de Córdoba.
ídem Sr. D . J u a n S a l a z a r y Y ú s t i z .
ídem E x c m o . Sr. D. Otiofre R a m í r e z .
ídem Sr. D . M a r i a n o D u s m e t .
ídem E x c m o . Sr. D. J o s é de C e r r a j e r í a , C o n d e de Cerrajería.
Calatrava., Sr. D . A n d r é s V i l l a l í n .
ídem Sr. D . I g n a c i o V i l l a l í n .
ídem Sr. D . M a n u e l Oso rio C a l v a c h e .
ídem Sr. D . E m i l i o Osorio C a l v a c h e .
S a n t i a g o .. •— Sr. D . M i g u e l de V a l d e c a ñ a s .
ídem Sr. D . F e r n a n d o R o d r í g u e z de R i v a s , C o n d e d e
C a s t i l l e j a de G u z m á n .
ídem Sr. ü . A n s e l m o R o d r í g u e z de R i v a s .
ídem Sr. D. J o a q u í n P é r e z C a b e l l o s .
ídem • Sr. D . I g n a c i o M o n t a l v o .
Calatrava. E x c m o . Sr. D. M a n u e l F a l c ó Osorio d ' A d d a y
G u t i é r r e z de los R í o s , M a r q u é s de l a M i n a .
S a n t i a g o .. Sr. D . J o s é M a r í a M a n g l a n o .
ídem Sr. D . J o s é de la M u e l a .
ídem E x c m o . Sr. D . F e r n a n d o C a s a n i , C o n d e de V i -
lana.
Calatrava. Sr. D . J o s é A n t o n i o R e t o r t i l l o .
S a n t i a g o .. • E x c m o . Sr. D . J o a q u í n Carcer, M a r q u é s d e Cas-
tellbell y de Castelmeya.
ídem E x c m o . Sr. D . J o a q u í n C a s a n i , C o n d e de Ci-
fuentes.
ídem l i m o . Sr. D . J u a u A l v a r e z d e S o t o m a y o r .
ídem Sr. D . Ricardo Martorell, Marqués de P a r e d e s .
Calatrava. — — Sr. D . B e r n a r d i n o M a r t o r e l l , C o n d e d e D a r n i u s .
S a n t i a g o .. Sr. D . S a n t i a g o de la C u e s t a , C o n d e d e l a R e -
u n i ó n de C u b a .
ídem E x c m o . Sr. D . G a b i n o M a r t o r e l l , D u q u e de Al-
m e n a r a Alta.
— 186 -
ORDEN
á
que pertenecen. ¡
Alcántara. E x c m o . Sr. D . P e d r o S o l í s y J á c o m e .
S a n t i a g o .. Sr. D . Carlos Cabrera.
Calatrava. Sr. D . L u i s P é r e z de G u z m á n .
Alcántara. Sr. D. F r a n c i s c o R e t o r t i l l o .
Calatrava. Sr. D . F r a n c i s c o U h a g ó n .
Santiago.. E x c m o . Sr. D . J o s é A l v a r e z de S o t o m a y o r .
Calatrava. Sr. D . D i e g o C a l d e r ó n .
ídem Sr. D . F e d e r i c o R e i n o s o , M a r q u é s del P i c o d e V e l a s c o .
ídem l i m o . Sr. D . J o s é María P a n d o .
ídem . Sr. D . M i g u e l A l v a r e z M o y a , C o n d e de C h a c ó n .
S a n t i a g o .. l i m o . S r . D . J u a n P é r e z de B r e t ó n .
ídem Sr. D. F e d e r i c o L o i g o r r i y de l a T o r r e .
Calatrava. Sr. D . F a u s t i n o U d a e t a .
ídem Sr. D . S a n t i a g o U d a e t a .
ídem — Sr. I). M i g u e l H e n r í q u e z de L u n a .
S a n t i a g o .. Sr. D . F r a n c i s c o de la Colina.
Calatrava. g . D Juan Santisteban.
r
S a n t i a g o .. — Sr. D . L u i s P é r e z de G u z m á n , M a r q u é s de B o -
laños.
ídem — Sr. D . D e m e t r i o de A y a l a .
Calatrava. — Sr. D . R i c a r d o M i q u e l .
S a n t i a g o .. E x c m o . Sr. D . F e r n a n d o P é r e z de B a r r a d a s ,
M a r q u é s de Q u i n t a n a de l a s T o r r e s .
ídem E x c m o . Sr. D. A l v a r o P é r e z de B a r r a d a s , D u -
q u e de S a n t a L u c í a .
Calatrava. l i m o . Sr. D . A n t o n i o M a r í a C a s c a j a r e s , Obispo
P r i o r de l a s O r d e n e s q u e f u é .
ídem Sr. D . F e r n a n d o C o e l l o .
S a n t i a g o .. Sr. D . R a m ó n A n t o l í n e z .
Calatrava. Sr. D . J o s é J á c o m e .
ídem Sr. D . P e d r o M a n j ó n .
ídem E x c m o . Sr. D. J o s é R o c a de T o g o r e s y A g u i r r e
S o l a r t e , M a r q u é s de M o l i n s .
ídem Sr. D . F ~ e r n a n d o R o c a de
" T" o _g o r e s y A g u i r r e
S o l a r t e , M a r q u é s de R o c a m o r a .
ídem Sr. D . A l f o n s o R o c a de T o g o r e s y A g u i r r e S o l a r t e .
ídem - Sr. D . J u a n M a n j ó n .
Alcántara..! l i m o . Sr. D . E n r i q u e I ñ i g u e z de V a l d o s e r á s .
S a n t i a g o ... E x c m o . é l i m o . Sr. D . G a s p a r de la S e r n a , B a r ó n del S a -
cro L i r i o .
ídem Sr. D . A n t o n i o B e n í t e z de L u g o .
ídem.. Sr. D. S a n t i a g o de M a g d a l e n a .
Alcántara.. — Sr. D . J o a q u í n G ó m e z B a r r e d a .
ídem Sr. D . F r a n c i s c o M e n d i e t a .
S a n t i a g o ... S r . D . J o s é Orozco G a r c í a .
ídem.. Sr. D . Manuel de Urzáiz.
Montesa.... E x c m o . Sr. D . J o s é A g u i l e r a , M a r q u é s de B e -
i nalúa.
ORDEN
á NOMBRES
r¿ue pertenecen.
S a n t i a g o ... E x c m o . Sr. D . F e r n a n d o F e r n á n d e z de R o d a s .
ídem S r . D . S a n t i a g o M o r a l e s de l o s R í o s .
Calatrava. Sr. D . Luis G ó m e z Barreda.
S a n t i a g o .. S. A . R. D . A l f o n s o , P r í n c i p e de B a v i e r a .
ídem Sr. D . L u i s V e l a de A l m a z á n .
ídem Sr. D . F r a n c i s c o Cobo.
ídem Sr. D . I l d e f o n s o A n t o l i n e z .
ídem Sr. D . J e r ó n i m o L ó p e z de A y a l a , V i z c o n d e de
Palazuelos.
Alcántara, S r . D . J o s é de A y a l a .
ídem E x c m o . Sr. D . J u a n M a n u e l S á n c h e z , D u q u e
de A l m o d ó v a r del R í o .
S a n t i a g o ., Sr. D . M i g u e l S e r r a b o n a .
ídem Sr. D . F r a n c i s c o Z a y a s .
ídem l i m o . Sr. D . J u s t i n o del R i v e r o T r e v i l l a .
ídem l i m o . Sr. D . A n t o n i o del R i v e r o T r e v i l l a .
ídem E x c m o . é l i m o . Sr. D P e Iro Mirasol de la C á m a r a .
Ídem Sr. D . J o s é E s p e l i n s .
Calatrava. — l i m o . S r . D . Carlos M o r a l e s de S e t i é n .
ídem Sr. D . P e d r o M i r a n d a .
S a n t i a g o .. Sr. D . Pedro M a r í a C a l a t a y u d .
ídem Sr D . J o s é María P a l a c i o .
ídem Sr. D . J o s é M a r t í n e z C a m p o s , C o n d e de S a n t o -
venia.
Calatrava. Sr. D . Carlos R o j a s .
ídem . Sr. D. J o s é R o j a s .
S a n t i a g o .. l i m o . S r . D . J o s é María B a r n u e v o .
Calatrava. Sr. D . B a l d o m e r o P e d r o F a l c ó n .
S a n t i a g o .. l i m o . Sr. D. J o s é M a r í a R a n e e s , Obispo P r i o r de l a s Or
denes militares.
ídem . Sr. D . J o s é T r i l l o F i g u e r o a .
ídem Sr. D . J o s é C h a c ó n , M a r q u é s del C a m p o de
Aras.
ídem Sr. D . A n t o n i o C h a c ó n .
ídem S r . D . F r a n c i s c o C h a c ó n , C o n d e de P r a d o Cas
tellanos.
ídem Sr. D . M a r t í n C h a c ó n .
Calatrava. Sr. D . R a m ó n E r r a z u .
Alcántara. Sr. D . L u i s G ó m e z de E r r a z u .
S a n t i a g o .. Sr. D . Carlos de Bel m o n t e .
ídem Sr. D . J a i m e R o c a de T o g o r e s .
Calatrava. Sr. D . L u i s R o c a d e T o g o r e s .
Montesa... Sr. D F r a n c i s c o G o n z á l e z R a s i l l a .
Alcántara. Sr. D . Manuel Larreategui.
S a n t i a g o .. Sr. D . Felipe Padierna.
Montesa... Sr. D . A r t u r o Valles y M a s , B a r ó n de P u e b l a
Tornera.
Santiago .. S r . D . S a l v a d o r T a v i r a , M a r q u é s de S a l a s .
— 188 -
0KDEN
á
que pertenecen.
Oalatrava.. Sr. D . J o s é P o r t i l l o .
Santiago.... Sr. D . J u l i á n C a s a n o v a .
ídem Sr. D . F e d e r i c o V a l l e s y M a s .
ídem Sr. D . M a r i a n o P a r d o de F i g u e r o a .
ídem Sr. D . F r a n c i s c o P a r d o de F i g u e r o a .
ídem Sr. D . R a f a e l P a r d o d e F i g u e r o a .
ídem Sr. D . J o s é R o d r í g u e z de R i v a s .
ídem Sr. D . A g u s t í n Mirasol.
Ídem E x c m o . Sr. D . E n r i q u e de Q u e r a l t , M a r q u é s de
Vallehermoso.
ídem — Sr. D . J o a q u í n G o y a B o r r a s .
ídem Sr. D . E n r i q u e B o r r a s .
Calatrava.. Sr. D . L u i s R a m o s I z q u i e r d o .
ídem Sr. D . V i c e n t e C a l a t a y u d .
ídem Sr. D . A g u s t í n F e r n a n d o de l a S e r n a y L ó p e z
de la H o z .
Santiago ...| Sr. D . D a n i e l de A l o s y A r r e g u i , V i z c o n d e d e
Bell v e r .
Alcántara.. Sr. D . P e d r o D i e z de T e j a d a y V a r g a s M a c h u c a .
Calatrava.. Sr. D . J u a n F a l c ó y T r i b u l i c o , M a r q u é s de Cas
tel Rodrigo.
S a n t i a g o ... Sr. D . J e s ú s P a d i e r n a de V i l l a p a d i e r n a .
ídem Sr. D.. J o a q u í n C h i c o d e G u z m á n y C h i c o de
G u z m á n , C o n d e de C a m p i l l o s .
Calatrava.. | S r . D . A n d r é s S a l a v e r t y A r t e a g a , M a r q u é s de
la T o r r e c i l l a .
ídem . Sr. D . J o s é Coello y P é r e z del P u l g a r .
ídem Sr. D . F r a n c i s c o C á n d i d o V e n e g a s y A l v a r a d o .
— 189 —
ORDEN
á NOMBRES
que pertenecen.
I
- 190 -
OKDEN NOMBRES
á
que pertenecen.
Los hechos heroicos llevados á cabo por las huestes de las Or-
denes militares en la guerra de reconquista de nuestra querida
patria, escritos están por autores que se han ocupado con g r a n
inteligencia y fortuna en hacerlos conocer á las generaciones fu-
turas; las historias y crónicas de aquella época también los enu-
meran; no tenemos nosotros necesidad de referirlos en este libro.
No han faltado autores que no conceden participación alguna á
las Ordenes en el lauro alcanzado por sus Caballeros después de la
guerra de la reconquista; vamos á combatir tal monstruosidad.
Nadie desconoce que los hechos de los varones ilustres corres-
ponden de derecho á la nación á que pertenecen los que los lleva-
ron á cabo; ellos la engrandecen; ellos dan carácter y valor á la
época en que tuvieron lugar; por ellos la nación es grande; por
ellos es admirada, reverenciada ó temida; ellos la dan un lugar
entre las demás naciones. Pues si esto es así, ¿cómo no han de per-
tenecer á las Ordenes los hechos memorables de sus Caballeros des-
pués de la guerra de reconquista? ¿Cómo no se han de gloriar de
ellos? ¿Cómo no han de constituir su historia? ¿Acaso pueden recor-
darse las guerras de los Reyes Católicos y del Emperador Carlos V,
sin que venga á la memoria el Gran Capitán Gonzalo de Córdoba,
Caballero y Trece en la Orden de Santiago, y los cientos de Capi-
tanes Santiaguistas, y de otras Ordenes que militaban en su ejér-
cito, y que, á sus órdenes y bajo su dirección, supieron hacerse
dueños de la Italia y pasear triunfante la bandera española por
— 192 —
donde quiera que fuesen? ¿Cómo estas glorias no han de pertene-
cer á las Ordenes militares?
Y los conquistadores del continente americano, ¿quiénes fueron
sino Caballeros Santiaguistas? ¿Quiénes gobernaron aquellos vastos
estados sino Santiaguistas? Las costas del África ¿quiénes las con-
quistaron sino Caballeros de las Ordenes? ¿Quiénes limpiaron los
mares de enemigos y piratas sino las naves mandadas por D. Al-
varo de Bazán, primer Marqués de Santa Cruz, Caballero de la Or-
den de Santiago, y por otros ilustres marinos, en cuyos pechos se
veían las cruces tantas veces benditas y gloriosas de las Ordenes
militares? ¿Quiénes vencían á los turcos en Lepanto sino las naves
conducidas por Caballeros cruzados? Nuestros soldados no cono-
cían por mar y tierra otros Capitanes que les condujeran á la
victoria que Caballeros de las Ordenes militares; y en Pavía, y en
San Quintín, y en Oran, y en Malta, y en todas partes estaban los
caudillos ostentando sus cruces rojas ó verdes, coronándolas con
los laureles de la victoria, haciendo grande á su nación y grandes
á las Ordenes, de que procedían, siendo inútil se pretenda excluir-
las de herencia tan gloriosa y legítima; afortunadamente la histo-
ria no juzga así las cosas, dando á cada uno la parte de gloria que
le corresponde, tocando en el reparto una muy grande y principal
á las Ordenes militares, heredada de sus ilustres Caballeros ( 1 ) ;
pero aún hay más.
Viene un día en que la independencia de España peligra, y
viene otro en que su integridad se ataca en sus posesiones de
América, y entonces las Ordenes recuerdan que contribuyeron do
una manera poderosa á la reconquista y conquista de lo que cons-
tituye su amada patria, y ya no sólo marchan individualmente sus
Caballeros á la guerra á defenderla, sino que las Ordenes levantan
(1) En 1802 se cambió el color de la casaca en azul celeste con divisa encar-
nada y negra; en 1805 volvió la casaca blanca con divisa azul, y en 1815 la
azul celeste con divisa encarnada, que en 1821 se convirtió en azul oscuro con
divisa carmesí.
— 195 —
Marqués de Póbar, Duque de Medina; vistió el hábito lisa y llana-
mente y sin dispensación alguna en Junio siguiente, obligado á
servir un año en campaña, bajo cuya condición se le dispensaba
el pago de montados por la toma de hábito y el de galeras por su
profesión; este fué e l ' p r i m e r Coronel del Regimiento de las Or-
denes militares.
Estando para completarse el número de hombres de que había
de componerse el primer batallón, el Consejo, en 14 de Junio, hace
la propuesta de Capellán á favor del Freyle clérigo del hábito de
Santiago, D. Benito Sotomayor y Solís; este batallón se organizó
en Leganés; las clases de tropa procedían de los Regimientos de
Zamora, Guadalajara y Toledo; el Rey lo revistó en Aranjuez, en
él mes de Junio, cuando se trasladó de Leganés al cuartel de
Ocaña, habilitado para este objeto el antiguo convento de Jesuítas:
el vestuario se construyó en casa del Duque de Híjar.
El segundo batallón se organizó en Ocaña, pasando su primera
revista dé comisario en 14 de Agosto, y en 18 de Octubre el Con-
sejo hizo la propuesta para Capellán del mismo ,á favor de D. Juan
Francisco Daza, Freyle clérigo de Calatrava. (^-gsjVj -íAsl. - - H - V U
También se organizó el tercer batallón en Ocaña, y fué pro-
puesto para su Capellán D. Marcelo Golfín Calderón, único Freyle
clérigo de Alcántara que lo había solicitado; pero antes de ser
aprobado este nombramiento, el Prior y Capítulo de Uclés ofrecen
mayor dotación para el mismo Capellán si se elige para dicha Ca-
pellanía á D. Miguel Sánchez Hurtado, Freyle clérigo de Santiago,
de la casa de Uclés, de relevante mérito, y S. M. lo aprobó así en
Julio de 1794.
Los Jefes y Oñciales los proponía el Consejo á S. M., y en vir-
tud de este derecho propuso para Teniente Coronel del Regimiento
á D. José Fernando de Abascal, y para sargento mayor á D. Nar-
ciso Muñiz, que el Rey aprob'ó, y los cuales tomaron más adelante
el hábito de Caballeros de Santiago.
El Consejo, en 23 de Mayo de 1794, hace presente á S. M. que
se ha completado la fuerza del Regimiento, y con este motivo
menciona el singular mérito que en ello ha contraído el Capitán
del mismo, D. Antonio Busy, como también las tareas y fatigas
extraordinarias de su Presidente para su organización, que aumen-
taba considerablemente las pruebas que tenía dadas de su actividad
y celo; S. M. contesta en el mes siguiente lo satisfecho que de
todo ello se encontraba, y que atendería oportunamente á D. An-
- 196 —
temió Busy; efectivamente no le olvidó, y en el año siguiente le
hizo merced de hábito de Santiago, el que vistió como Caballero
lisa y llanamente, sin dispensación alguna.
Tal fué la organización del Regimiento, que entre los de su
arma se señaló con el número 40, y que había de recordar el valor
y lealtad, nunca desmentida, así como el sacrificio de vida y h a -
cienda de los antiguos Caballeros de las O r d e n e s , cuyos laureles
venían á reverdecer los nuevos campeones.
En Julio de 1793 el primer batallón sale á campaña, incorporán-
dose al ejército del Rosellón, y en 22 de Septiembre recibe el
bautismo de sangre, distinguiéndose en la batalla de Trouillas por
su admirable valor y decisión.
En Junio de 1794 toca al segundo batallón ir á la guerra; reuni-
do con el primero, ambos socorren las trincheras de Liers y Pont
de Molins el 17 de Junio, rechazando al enemigo y persiguiéndole
hasta su campamento; el 13 de Agosto atacan y toman las baterías
de Terradas y las alturas de la Magdalena; al día siguiente, en
terrible combate, se apoderan á la bayoneta de la montaña de Te-
rradas, Puente del Grau y San Lorenzo de la Muga.
Siguiendo en el ejército del Rosellón, el primer batallón socorre
la guarnición de Colliure, sosteniendo con su fuerza de 750 h o m -
bres la defensa de la plaza, hasta que el 20 de Diciembre fué hecho
prisionero, después de reducidos á escombros los muros de Colliure
y de perdidos los fuertes avanzados.
El segundo batallón, el día 23, cumpliendo las órdenes del Ge-
neral en Jefe, se replega, prendiendo fuego al puente de Bascara;
en 1795 combate en Seriñá, Besalú y Banyolas, y el 5 de Mayo
ataca el campo de Sistella en las m á r g e n e s del Fluvia; el 13 de
Junio toma á los franceses el vivac de San Esteban, y al día si-
guiente triunfa en la batalla de Pontos; finalmente, combate con
ardor en los días 26 y 27 sobre Bellvert, y en los 28 y 29 sobre la
frontera.
El tercer batallón sale á campaña el 24 de Julio de 1794 para
incorporarse al ejército de Navarra, y en el mes siguiente, en los
días 27, 28 y 29 toma parte en los combates de Mondragón; el 30
sorprende al enemigo en Vergara y le hace 23 prisioneros; la
compañía de granaderos se distingue el 18 de Septiembre prote-
giendo el campamenio de Belitua; en 28 y 30 de Noviembre sos-
tiene el batallón los ataques de Vergara y monte de la Ascensión,
y el 2 de Diciembre emprende la reconquista de este pueblo; en 27
—m—
de Febrero de 1795, 1.° de Marzo y 21 y 29 de Junio, combate en
Sarciola, Azcárate y Elgoibar, defendiendo gloriosamente el 14
de Julio el puente de Ulibarrigamboa; en 26, 27 y 28 defiende
los vados del río Ebro en Miranda, haciendo retroceder á los fran-
ceses.
Puso fin á esta guerra el convenio de Basilea, hecho el 22 de
Julio.
En el año anterior, el Duque de Arión fué dado de baja en el
Regimiento, sustituyéndole D. José Fernández de Abascal, á quien
el Consejo, en 7 de Noviembre de 1794, propuso á S. M. para
merced de hábito en una de las Ordenes militares, por estar man-
dado que á ellas perteneciese el Coronel del Regimiento; el Rey
se la concedió de Santiago en Enero de 1795, y en Abril tomó el
hábito de Caballero lisa y llanamente, sin dispensación alguna;
profesó en Lisboa en Julio de 1805, siendo Mariscal de Campo y
electo Virrey del Perú.
Hecha la paz, volvieron los batallones segundo y tercero á Oca-
ña, de donde salieron nuevamente en Septiembre para el Puerto
de Santa María, en el que se les reunió el primero, procedente ele
Cataluña, una vez regresado de Francia, donde estaba prisionero.
La paz con Francia origina la guerra con los ingleses, y en su
consecuencia, en 1796 se estableció el bloqueo de Gibraltar por un
cuerpo de ejército de 22.000 hombres; al segundo batallón del
Regimiento de Ordenes, al mando del Teniente Coronel D. Tomás
López de Soto, le tocó acuartelarse en Dos Barrios, en Septiembre
de dicho año; un temporal deshecho que reinó en Diciembre cortó
la comunicación con Algeciras, y estuvieron una semana sin ran-
cho, alimentándose con la hoja de rábano y la médula del palmito;
en Febrero del año siguiente fué á la Serranía de Ronda, y des-
pués, de prestar buenos servicios en Andalucía, se embarca á
mediados de Junio de 1799 en el navio de guerra Conde de Regla,
para Galicia, y cerca de la Coruña bate en tierra á los ingleses
desembarcados en Doninos: á los siete meses de operar con las
fuerzas navales, vuelve á reunirse con su Regimiento en San Fer-
nando, cuya ciudad guarnecían el primer y tercer batallón des-
de 1797.
En 1800 sufre la fiebre amarilla, de la que sucumbe su Coronel
D. Antonio Deza, veinte Oficiales y la mitad de la tropa; sustituye
á Deza el Coronel D. Juan Carlos de Areizaga, que en 1802, en el
Puerto de Santa María, vistió el hábito de Caballero de Santiago,
— 19S —
como también lo había vestido su antecesor en 1799, en cuyo año
ordenó S. M. que al Coronel que no tuviera facultades para costear
las pruebas, se satisfaciesen por el tesoro de las Ordenes; sin e m -
bargo de pérdidas tan grandes, el Regimiento ocupa los puestos
de defensa contra la escuadra inglesa, presentada en Cádiz, en
cuya ciudad da la guarnición hasta 1807 en que forma parte de la
división del General Solano, Marqués del Socorro, que en unión
de las tropas francesas, al mando de Junot, invaden á Portugal
por Extremadura en 1." de Diciembre.
Cuando en Mayo de 1808 estalla de nuevo la guerra con F r a n -
cia, contaba el Regimiento con sólo 778 plazas, por lo que hubo
necesidad de reorganizarlo en el Puerto de Santa María, llegando
á tener 3.500 hombres de fuerza, que se instruyeron en Utrera,
sin levantar mano; así es que pudo formar parte del ejército de
Castaños, acampando el 12 de Julio en los olivares de Arjona, bajo
el mando del Mariscal de Campo Marqués de Coupigny; empren-
de el movimiento sobre Bailen al día siguiente, y al medio día
del 18 vivaquea entre el pueblo y los olivares, teniendo á su d e -
recha la carretera que va á Andújar; el 19 reciben la orden las
compañías de granaderos de colocarse en uno de los olivares, á la
derecha de la línea, para observar los movimientos de los fran-
ceses, que trataban de envolver nuestra derecha; entrando en
fuego no repararon en un escuadrón de coraceros que tenían á su
espalda, hasta que, viniendo sobre las compañías, las intimaron la
rendición; éstas se vuelven contra el escuadrón, que deshacen,
cubriendo el campo de cadáveres, huyendo á rienda suelta el que
pudo salvarse; en este choque fueron heridos el Capitán D. Pedro
Nieto y el Subteniente D. José Caballes; libre el paso, los g r a n a -
deros se incorporaron al primero y segundo batallón, que forma-
ban la extrema derecha; la izquierda la componía el tercer bata-
llón; esta distribución del Regimiento prueba la confianza que
merecía á su general.
Para desalojar al enemigo de las posiciones que antes habían
ocupado sus guerrillas de infantería, se formó una columna com-
puesta de los dos primeros batallones de Ordenes con el Regi-
miento de cazadores á caballo de Olivenza; pero la retirada preci-
pitada de éstos impidió la operación, y los batallones tuvieron que
replegarse sobre la línea.
Reunidos poco después con el tercer batallón, el Regimiento
tomó posición por escalones, en el olivar de la izquierda de la
— 199 —
carretera á Andújar, y en momento oportuno, con dos compañías
de granaderos del Regimiento de Jaén, emprenden la marcha
sobre la ermita de San Cristóbal, á pesar del terrible fuego de dos
batallones franceses que ocupaban aquel puesto, y del que fueron
desalojados por nuestra columna; suspendido el combate en toda
la línea por orden expresa del general francés Dupont, se verificó
la rendición de su cuerpo de ejército, inclusa la división Vedel.
La importante parte que en esta célebre batalla tomó el R e g i -
miento de Ordenes, lo prueba el haber tenido diez Oficiales h e r i -
dos y más de seiscientas bajas de tropa entre muertos y heridos;
terminada la rendición y entrega de armamento y trenes de los
franceses, pasa el Regimiento de Ordenes á Andújar, de donde sale
en Agosto con su división para Madrid, recibiendo á su entrada
grandes aclamaciones del pueblo; se alojó en el cuartel de Guar-
dias de Corps, y no fué larga su estancia, porque en Octubre sale
para operar sobre el Ebro.
Parece que el destino le trajo en 1809 á pelear en Uclés, cabeza
de la Orden de Santiago; pero con menos fortuna que aquéllos
cuyas glorías representaban, y que tuvieron la suerte de que su
casa no cayera nunca en poder del sarraceno, el Regimiento de
Ordenes en la presente ocasión sufrió las tristes consecuencias de
la derrota de Uclés, pero logró salvarse de caer prisionero, mar-
chando á Tórtola, enmedio de los mayores trabajos y peligros.
En 1810 recuerdan estos valientes á los héroes Santiaguistas
que en la batalla de Alarcos, en 1195, supieron morir con su Ge-
neral Maestre á la cabeza, antes que huir delante del enemigo; fué
el caso, que encargado el Regimiento de la defensa del punto de
Matamulas, en Sierra Morena, al mando de su Sargento Mayor don
Demetrio O' Daly, sostuvo una lucha tan terrible y desigual, que
el general de la división, D. Gaspar Vigodet, les mandó por tres
veces que se retiraran; pero estos valientes prefieren la muerte á
su salvación, que sólo logran unos 30 hombres, que, con O'Daly á
la cabeza, van á Murcia á reorganizarse con quintos del país y Ofi-
ciales de cuerpos suprimidos.
Formado de nuevo el Regimiento, se embarca el 13 do Mayo
en Cartagena para la isla gaditana, á donde llega el 3 de Junio,
defendiéndola en 1811 con g r a n denuedo en el ataque del puente
de Barcas, en la noche del 3 al 4 de Marzo, ataque muy sangriento
y en él que quedaron prisioneros el Coronel D. Alejandro Hose,
Teniente Coronel D. José Cebállos, Sargento Mayor D. Juan
— 200 —
eclesiásticos ó civiles
La plantilla de 10 de Noviembre de 1715 fué de un Presidente,
ocho Ministros, un Fiscal, y u n Ministro, además, por la Orden de
Montesa.
En 1717 se ratificó esta plantilla.
Por decreto dado en 23 de Julio de 1791 se añadió á este núme-
ro dos Consejeros por la Orden de Carlos III, tres Fiscales más y
cuatro Procuradores generales; á la entrada de los franceses en
Madrid, el año 1808, se diseminaron los miembros de este Con-
sejo.
La Junta Suprema Central creó, en 25 de Junio de 1809, un Con-
sejo y Tribunal Supremo de España é Indias, y, en él, una Sección
compuesta de tres Ministros, Caballeros profesos de las Ordenes
militares, para entender en los asuntos de éstas, con arreglo á sus
especiales constituciones.
— 211 —
En 17 de Abril de 1812, las Cortes de Cádiz establecieron el Tri-
bunal especial de las Ordenes militares, en lugar del Consejo, con
la plantilla de un Decano, cuatro Ministros y un Fiscal, todos letra-
dos, y dando al Tribunal en cuerpo el tratamiento de Alteza.
Acabada la guerra, volvió el antiguo estado de cosas, y el Tri-
bunal volvió también á ser Consejo Real de las Ordenes militares
.por decreto de 8 de Septiembre de 1814, con la plantilla de un
Presidente, Caballero de una de las cuatro Ordenes, ocho Ministros,
dos por cada Orden, un Fiscal, un Secretario y un Caballero, Pro
curador general, con dos salas, una de Gobierno y otra de Justicia;
declaraba S. M. que no usaba ele la facultad concedida por el breve
de Su Santidad Pío VI, de 25 de Abril de 1789, de poder elegir y
nombrar Ministros de este Consejo, Caballeros de la Real y distin-
guida Orden de Carlos III, sino crue habían de ser, precisamente,
de las otras cuatro Ordenes militares; además, encargaba al Con-
sejo la administración de las mesas maestrales y sus rentas, que
ao hubiera más que un procurador general, y se restableciese el
juzgado y protectoría de iglesias.
En 24 de Septiembre de 1820, por ley hecha en Cortes, sancio-
nada por S. M., el Consejo volvió á llamarse Tribunal especial de
las Ordenes militares, con la organización del año 1812, que, á su
vez, fué suprimido por decreto de 30 de Julio de 1823, restable-
ciéndose el Consejo del año 1814 por la Regencia.
En 23 de Febrero de 1826 decretó S. M. que el Consejo Real de
las cuatro Ordenes militares se compusiera de un Presidente, ocho
Ministros, dos de cada Orden, un Secretario, un Fiscal y tres Ca-
balleros Procuradores.
Por decreto de 30 de Julio de 1836, el Consejo se compuso de un
Decano, cuatro Ministros togados, un Fiscal, un Secretario y un
Procurador general letrado; aunque por este decreto seguía llamán-
dose Consejo, una simple Real orden le modificó, dándole el título
de Tribunal especial de las Ordenes militares.
La Ley de presupuestos de 1845 fijó como plantilla de este Tri-
bunal un Decano, tres Ministros j un Fiscal.
En 2 de Noviembre de 1868 redujo el Ministro de Gracia y Jus-
ticia este Tribunal á una sección de Ordénes militares en la sala se-
gunda del Tribunal Supremo de Justicia, compuesta de dos Minis-
tros Caballeros profesos de las Ordenes militares, imitando la or-
ganización que en 1809 dio al Consejo la Junta Suprema Central.
En 9 de Mayo de 1873, el Ministro ele Estado decretó la extin-
- 212 —
ción de las Ordenes militares, ordenando que por los Ministerios
correspondientes se dieran las órdenes oportunas para el cumpli-
miento de lo dispuesto; el Ministro de la Guerra se limitó á dar un
decreto para que en lo sucesivo no se concedieran mercedes de há-
bito, y el Ministro de Gracia y Justicia, á quien competía el asunto
y no al de Estado, nada acordó, por lo que todo siguió como estaba.
La Santidad de Pío IX, en su bula Ad Apostolicam, calificó de i r r i
T
(1) Razón por la que no podía darse al Tribunal Supremo de Justicia las
atribuciones que tiene el de las Ordenes, como algunos opinaban, porque era
sujetarle al de la Rota, cosa imposible dada la actual organización de Tribu-
nales.
— 216 —
Art. 2." Para atender á los gastos de material y á la dotación
de los individuos que por el presupuesto vigente la tienen asigna-
da, se autoriza al Tribunal para disponer de los fondos con que en
la actualidad cuente y de los recursos eventuales que por ingreso
en las Ordenes satisfacen los que obtienen esta merced.
Art. 3.° Para la ejecución de lo dispuesto en el artículo ante>
rior, deberá el Tribunal hacer la liquidación de sus fondos, y cu-
biertos que sean los gastos de material y los de sus empleados,
podrán distribuir entre los que la componen indemnizaciones que
no excedan para cada uno de 50 pesetas por sesión.
Art. 4.° El número de sesiones ordinarias que ha de celebrar
el Tribunal se fija en dos semanales, sin perjuicio de las extra-
ordinarias, que el servicio exija, pero sin que por éstas tengan
derecho á retribución alguna.
Art. 5.° El percibo de estas indemnizaciones será compatible
con cualquier otro sueldo activo ó pasivo que corresponda á los
interesados, incluso el Consejero Secretario. A todos los que á ello
tengan derecho les servirá de abono en su carrera el tiempo que
sirvan estos cargos.
Art. 6.° De los fondos de que en la actualidad dispongan el
Tribunal y Consejo, y de los eventuales que perciban, se descon-
tará el 10 por 100 para constituir una reserva, á fin de atender á
gastos extraordinarios.
Art. 7.° Se autoriza al Consejo de las Ordenes para proponer al
Ministerio de Gracia y Justicia la distribución de sus fondos even-
tuales, declarándose desde luego suprimida en la iglesia Prioral la
parte que fijaba para tal objeto la Real orden de 28 de Noviembre
de 1876.
Queda asimismo autorizado para proponer la reducción de la
plantilla de sus empleados, si los recursos no permitiesen soste-
nerla tal cual se halla establecida.»
Por Real orden de 7 de Julio del mismo año se acuerda que las
sesiones que el Tribunal celebre, en cuanto no excedan del doble
número de semanas que tiene el año (es decir, 104), sean conside-
radas como ordinarias y puedan tener lugar siempre que convenga
al mejor servicio.
A consecuencia de este decreto, el personal del Consejo y Tri-
bunal de las Ordenes militares ha quedado organizado en la forma
siguiente:
— 217 -
TRIBUNAL METROPOLITANO.
Decano.—Excmo. Sr. D. Francisco Caballero y Rozas del Mazo,
Marqués de Torneros y viudo del Villar, Caballero profeso del
hábito de Santiago.
Ministros.—Excmo. é limo. Sr. D. Felipe Morales de Setién,
Caballero profeso del hábito de Calatrava.
limo. Sr. D. Enrique Iñiguez de Valdosera y Hernández Pinzón,
Caballero profeso del hábito de Alcántara.
Fiscal.—limo. Sr. D. José María Barnuevo y Rodrigo de Villa-
mayor, Caballero profeso del hábito de Santiago.
Secretario relator.—El Licenciado en ambos Derechos, D. R a m ó n
Pajarón y Martínez.
CONSEJO.
SECRETARÍA.
426.232 93
Añadiendo la partida suprimida del Tribunal.. 73.000
CANÓNIGOS
(1) E s decir, que los Caballeros de las Ordenes militares, que tienen asien-
to señalado en todos los coros de las catedrales de España, no se les da en su
iglesia prioral; aunque esta descortesía, llamémosla así, no perjudica más que
á sus autores, nosotros, en gracia de la hermandad que debe existir entre t o -
dos los que forman la gran familia de las Ordenes militares, quisiéramos ver
reformado dicho Estatuto,
16
— 226 —
ristas, así como la de construir un bonito palacio episcopal; de este
modo ha quedado organizado el Priorato.
Gomo se ve, las Ordenes militares han perdido las tres cuartas
partes de su territorio; el actual no llega á la mitad de lo que tenía
la Orden de Santiago, la que igualmente ha perdido su suntuoso
edificio de Santiago de Uclés, justipreciado por arquitectos en 1821
en noventa millones de reales, y el magnífico de San Marcos de
León, y el Estado ha perdido una renta anual de 824.424 pesetas
por el capital en papel del Estado y deuda intransferible dado al
Ordinario y que pertenecía á la iglesia de las Ordenes, con el cual
tenía vida propia, sin ser carga al presupuesto, como ya h e m o s
tenido ocasión de decir en este libro.
El artículo 9." del Real decreto de 1.° de Agosto de 1876, ordena
que «las Dignidades y los Canónigos, así de oficio como de gracia,
de la iglesia Prioral, habrán de entrar en alguna de las Ordenes
militares antes de tomar posesión de sus prebendas.»
Para facilitar el que la iglesia Prioral se constituyera lo más
pronto posible, el Consejo ordenó que los agraciados con Dignidad
ó Canongía que no fueran ya Caballeros de las Ordenes, hicieran
un expediente de legitimidad, limpieza de sangre, buena vida y
costumbres, y acreditar tener grado mayor en sagrada Teología ó
en Derecho civil ó canónico, y una vez visto el expediente en el
Consejo y aprobado, se les autorizaba el uso de una de las cruces
de las Ordenes militares en la capa coral y hábitos talares durante
el tiempo que perteneciera á la iglesia de Ciudad-Real, teniendo
cuidado el Consejo de que en el Capítulo Prioral las Ordenes estén
representadas por igual número de adscriptos.
Contra esta disposición del Tribunal reclamaron las dignidades y
canónigos á S. M., por conducto del Ministerio de Gracia y Justi-
cia, y por éste se les comunicó una Real orden, con fecha 1.° de
Marzo de 1879, sosteniendo lo dispuesto por el Consejo, y d e n e -
gando lo solicitado por los referidos priorales; con este motivo se
entabló un pleito contencioso administrativo en el Consejo de Esta-
do; los Capitulares alegaban que, según el espíritu y letra de la bula
Ad Apostolicam, por la que se creó el Cabildo, no bastaba para ser
Capitular la mera autorización que para usar las cruces de las Or-
denes militares les había otorgado el Tribunal metropolitano, sino
que era condición precisa ingresar y pertenecer á las mismas de
hecho y de derecho; que así se determinó en el artículo 9.° del Real
decreto de 1.° de Agosto de 1876, y que tampoco era equitativa la
— 221 —
condición inserta en los títulos expedidos á los reclamantes, en
virtud de la cual habían de dejar el uso de dichas cruces al salir de
la iglesia Prioral para otra distinta, puesto que habían practicado
pruebas en todo iguales á las que, con arreglo á establecimientos
y difiniciones, practicaban los que ingresaban en los monasterios
de las Ordenes como Freyles de ellos, con grado mayor en Teolo-
gía ó Cánones, los cuales por esta circunstancia estaban dispensa-
dos de probar la nobleza de sangre, bastándoles la personal que les
daba dichos grados, y en su virtud solicitaban ser admitidos sin
nuevas pruebas ni gastos en una de Jas cuatro Ordenes militares,
en el modo y forma procedente en derecho, y, por consiguiente,
adquirir el del uso del hábito de religioso de ellas durante su vida;
el Consejo de Estado admitió la demanda en vía contenciosa, y se-
guido el pleito lo falló á favor de los Capitulares, considerando que
el artículo 9.° del Real decreto de 1.° de Agosto de 1876 y el
Reglamento provisional de 17 del mismo mes con el objeto, entre
otros, de facilitar la provisión de los cargos de la iglesia Prioral,
se determinaron por el segundo las formalidades que deben llenar
los eclesiásticos que quieran entrar de religiosos (1) en alguna de
las Ordenes, mandando que, hechas las pruebas, se expida al i n t e -
resado la cédula con la que pueda recibir el hábito y llevar las in-
signias de religioso, sin que necesiten justificar la hidalguía sino
cuando fuesen nombrados para desempeñar alguna plaza de Minis-
tro ó Consejero, y que cuando hayan de profesar los eclesiásticos
que al presente sean dignidades ó canónigos de la iglesia Prioral,
les servirá en su caso de noviciado el año primero de residencia en
la catedral; disposiciones que por su misma letra demuestran de
TODO EL TERRITORIO
DE L A PROVINCIA DE CIUDAD-REAL
en ejecución del Concordato de 1851 y de lo convenido
últimamente entre ambas potestades.
F I O O B I S F O ,
IR
— 242 —
diputación, mandato y voluntad. Y si alguno se atreviere á come-
ter tal atentado, tenga entendido que incurrirá en la indignación
de Dios Todopoderoso y de loa Bienaventurados San Pedro y San
Pablo, sus Apóstoles. Dado en Roma en San Pedro el día diez y ocho
de Noviembre, año de la Encarnación del Señor mil ochocientos
setenta y cinco, y trigésimo de Nuestro Pontificado. En Lugar ^
del Sello de plomo.
AUTO E J E C U T O R I A L
DE LAS
JUAN IGNACIO
POR LA MISERICORDIA DIVINA DEL TITULO DE SANTA MARÍA DE M PAZ DE LA S. R. 1.
Páginas.
INTRODUCCIÓN
ORDEN MILITAR D E A L C Á N T A R A
CONSEJO D E L A S O R D E N E S MILITARES
CONCLUSIÓN
17 30 hábito traje
133 5 Junio de 1860 Junio de 1880
162 33 no haberlo haberlo
171 3 Primer Decano. Señor Decano
175 2 información formación
A D V E R T E N C I A
R e c o p i l a c i ó n h i s t ó r i c a d e l a s c u a t r o O r d e n e s m i l i t a r e s , premiada
en las Exposiciones de Filadelfia y París, y por la Academia Nacional de P a -
rís; se vende, en rústica, al precio de 7,50 pesetas.
L i t u r g i a p r o p i a d e l a O r d e n d e S a n t i a g o ; se vende, en rústica, al
precio de 4 pesetas.
R e c o p i l a c i ó n h i s t ó r i c a d e l a s c u a t r o O r d e n e s m i l i t a r e s , premiada
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rís; se vende, en rústica, al precio de 7,50 pesetas.
L i t u r g i a p r o p i a d e l a O r d e n d e S a n t i a g o ; se vende, en rústica, al
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